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AGENDA CULTURAL — Arquitectura y diseño

La losa de cementación pulida y con sellantes como piso terminado, un chasís de camión como base estructural de las gradas, erguidas tuberías usadas de exploración petrolera para sostener la estructura

y pintura hecha con llantas trituradas y látex son algunos de los elementos que bien pueden formar parte de una elegante y alternativa vivienda.

La propuesta es levantar edificaciones sostenibles que no contribuyan con el impacto ambiental que producen la industrialización de material nuevo y el transporte de elementos importados. La opción es reutilizar y buscar alternativas que apoyen estos criterios arquitectónicos.

Verónica Reed y Sustainable Design Studio son referentes arquitectónicos de esta nueva tendencia, para quienes el estudio del impacto ambiental y la búsqueda de alternativas amigables son el punto de partida de cualquier proyecto.

“Se empieza con un análisis del confort térmico para determinar hacia dónde debe estar orientada la edificación, cuál es el lugar adecuado para las ventanas y los aleros, en dónde se deben utilizar materiales más densos para guardar el calor o más ligeros para refrescar el ambiente”, explica Reed. De esta manera, no es necesario utilizar sistemas de calefacción ni de ventilación sino aprovechar las bondades naturales del clima.

ARQUITECTURA SOSTENIBLE PARA AMBIENTES CONFORTABLES

La conciencia ecológica entra a las viviendas y a los edificios públicos. Estructuras sorprendentes se levantan en Ecuador, donde el uso y la reutilización de ciertos materiales son la clave. Una alternativa válida que, además de ser estéticamente atractiva, contribuye a conservar el medio ambiente.

En cuanto al agua, la alternativa es reutilizar el líquido de las duchas y la cocina para los inodoros por medio de un sistema de doble tubería y un reservorio, con lo que se reduce un tercio del consumo de agua, opción que apenas encarece 15% el costo de las instalaciones sanitarias.

Reemplazar el uso de cerámica nueva por pinturas elaboradas con llantas trituradas, pulir y revestir el piso de cemento en lugar de utilizar madera, reutilizar metales para hacer puertas son otras opciones que contribuyen con el objetivo.

La idea va tomando fuerza e intenta calar en la mente de los ecuatorianos. Ejemplos sobran. El nuevo aeropuerto de Baltra, en las Islas Galápagos, fue construido de esta manera: 75% del material utilizado fue recuperado de la vieja base aérea, 45% de la energía que utiliza proviene de 350 paneles solares y, como si esto fuera poco, genera su propia agua potable desalinizando la del mar.

De manera didáctica, una casa sostenible, ejemplo de lo que en cada hogar se puede hacer, se exhibe en Yaku, Parque Museo del Agua, en Quito.

Lo importante es tomar la decisión e intentar, desde el espacio de cada uno, hacer algo para contribuir a la conservación de nuestro planeta.