FUNDAMENTOS DE HIGIENE INDUSTRIAL

Las distintas formas de la actividad humana, junto con ayudar al hombre de las cavernas a transformarse en el científico y el técnico del siglo XX, al contribuir al desarrollo de su cerebro, representan a menudo un riesgo importante de accidentes y enfermedades ocasionadas por los mismos materiales, herramientas y equipos que se utilizan en las diversas labores, o por los productos y sub-productos que se elaboran. Esto lo aprendió a su costa el hombre primitivo que vio primero disminuida su capacidad productiva por los accidentes propios de la caza, la pesca y la guerra, las ocupaciones más importantes en su época y que luego al hacerse minero, metalúrgico y artesano, encontró las primeras enfermedades ocupacionales.

ORIGENES DE LA HIGIENE INDUSTRIAL

Aunque la medicina de Hipócrates, llamado el padre de esta disciplina, estaba destinada principalmente a las clases más acomodadas sin prestar mayor atención a los problemas de las clases laborales, se puede encontrar en algunas de las obras que de él se conservan o que le son atribuidas, referencias que podrían señalar los primeros atisbos de enfermedades y accidentes relacionados con la ocupación. Plinio el Viejo, en los inicios de nuestra era, hace también menciones similares.

ORIGENES DE LA HIGIENE INDUSTRIAL

La primera referencia bien definida se encuentra sin embargo, en la obra monumental de George Bauer (1494-1555), mejor conocido como George Agrícola, a quién podemos calificar como el primer "ingeniero" metalúrgico, autor del tratado "De Re Metallica", obra en 12 libros publicada póstumamente al año siguiente de su muerte (1556). En el Libro VI, se refiere a la ventilación de las minas, describiendo técnicas para construir las correspondientes chimeneas y para hacerla más eficiente y señalando las enfermedades que afectan a los mineros, aunque sin atribuirlas todavía a las causas que ahora aceptamos como válidas.

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Observó, en forma un poco pintoresca que en los Cárpatos había encontrado "mujeres que eran viudas de 7 maridos", frase que tal vez mejor que ninguna estadística nos expresa las escasas expectativas de vida de estos trabajadores.

ORIGENES DE LA HIGIENE INDUSTRIAL

Once años después y también en forma póstuma, apareció la obra de Aureolus Teofrastus Bombastus von Hohemhein, mejor conocido como Paracelso (1493-1541), uno de los padres de la química y de las ciencias experimentales, publicada bajo el nombre: "Von der Bergsucht und andersen Bergknankheiten" (De los oficios y enfermedades de la montaña -1567), que tiene el honor de ser la primera dedicada a las enfermedades laborales de los mineros y fundidores de metales. Paracelso, las conoció de cerca e incluso las padeció, ya que llevado por su interés en la experimentación directa, trabajó en las minas y fundiciones de su época. En su monograma hace referencias a la silicosis, y en otras, a las intoxicaciones por plomo y mercurio.

El título de Padre de la Salud Ocupacional se suele reservar sin embargo, al médico italiano Benardino Ramazzini (1633-1714), profesor de medicina durante más de 18 años en la Universidad de Módena, quién realizó estudios bastantes precisos sobre epidemiología.

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Es probable que, como lo dice Donald Hunter en su tratado: The Diseases of Occupation", si volviese a la vida, constituiría para él una sorpresa el comprobar que su nombre es recordado no por sus libros sobre epidemiología, sino por su obra bastante más modesta en volumen: "De Morbis Artificum Diatriba " (Discusión sobre las enfermedades de los trabajadores), publicada en 1700.

La primera guerra mundial (1914-1916), con la introducción de numerosas substancias químicas muy peligrosas y la necesidad de construir y preparar los armamentos, el vestuario y los alimentos que precisaba un ejército que comenzaba a mecanizarse, asignaron una mayor importancia a las fuerzas laborales que, aunque alejadas de los frentes de batalla, podían significar un aporte decisivo a la victoria o la derrota. Comenzaron a desarrollarse los primeros intentos científicos de proteger a los trabajadores, analizando las enfermedades que los aquejaban, estudiando las condiciones ambientales y revisando la distribución y diseño de la maquinaria y equipo con el objeto de prevenir y evitar los accidentes del trabajo y las incapacidades consiguientes.

ORIGENES DE LA HIGIENE INDUSTRIAL

DEFINICIONES

"La Salud Ocupacional tiene como finalidad promover y mantener al más alto grado de bienestar físico, mental y social de los trabajadores en todas las profesiones, evitar el desmejoramiento de la salud causado por las condiciones de trabajo protegerlos en sus ocupaciones de los riesgos resultantes de los agentes nocivos ubicar y mantener a los trabajadores de manera adecuada a sus aptitudes fisiológicas y psicológicas en suma, adaptar el trabajo o al hombre y cada hombre a su trabajo".(*)

(*) Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud

"La Higiene Industrial es una ciencia y un arte que tiene por objeto el reconocimiento, evaluación y control de aquéllos factores ambientales o tensiones que se originan en el lugar de trabajo y que pueden causar enfermedades, perjuicios a la salud o al bienestar, o incomodidades o ineficiencia entre los trabajadores o entre los ciudadanos de la comunidad". (*)

(*) Asociación Norteamericana de Higiene Industrial (American Industrial Hygiene Association)

DEFINICIONES

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

El accidente y la enfermedad ocupacional constituyen una consecuencia de las condiciones importantes en el ambiente de trabajo o de las actitudes de los trabajadores. Comprueban este aserto, diversos y numerosos estudios estadísticos que demuestran la existencia de una correlación estrecha entre el número y gravedad de los accidentes y enfermedades ocupacionales y las condiciones del equipo y las maquinarias, las concentraciones de substancias tóxicas en el aire de los lugares de trabajo y las actitudes de trabajadores y empresarios.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Como consecuencia de lo anterior, resulta posible medir, determinar y evaluar la existencia, grado y magnitud de condiciones de trabajo desfavorables y predecir, en base a estas determinaciones, la magnitud del riesgo a que están expuestos los trabajadores y el número y gravedad probable de los accidentes y enfermedades ocupacionales que se pueden esperar dentro de un período dado.

Los accidentes y enfermedades ocupacionales no constituyen hechos imprevisibles ni son productos del azar. Tampoco deben considerarse como una fatalidad ineludible ni como inherentes a determinadas ocupaciones. Por el contrario, representan la consecuencia de una cadena causal de diverso hechos y circunstancias que, si son conocidos y analizados, permiten su prevención.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Existen niveles de tolerancia par las distintas substancias tóxicas que pueden encontrarse en el ambiente de trabajo, capaces de producir una enfermedad ocupacional si ingresan al organismo en cantidad suficiente. Por debajo de estos límites permisibles puede esperarse que, en condiciones normales, no se produzcan enfermedades o molestias a los trabajadores.

La cantidad de cualquier tóxico que ingrese al organismo estará determinado por la combinación de concentración ambiental, volumen de aire inhalado, tiempo de exposición y porcentaje de retención del agente en el organismo. Es posible, en consecuencia, prevenir las enfermedades ocupacionales actuando sobre la concentración de los contaminantes en al ambiente de trabajo o sobre el tiempo de exposición de los trabajadores.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Aunque las concentraciones de contaminantes en los ambientes de trabajo, capaces de producir enfermedades ocupacionales, son muy bajas y varían constantemente tanto en el tiempo como en el espacio, existen técnicas de muestreo y análisis que permiten medir con exactitud y precisión suficientes estas concentraciones.

Existen técnicas de ingeniería que permiten controlar el ambiente de trabajo para evitar que las concentraciones de tóxicos ambientales sobrepasan los límites permisibles.

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

El reconocimiento, evaluación y control de los riesgos a que están expuesto los trabajadores, constituyen una labor que debe ser abordada por un equipo multiprofesional, en el que participan por lo menos el ingeniero, y el químico, acompañados en lo posible por especialistas en otras profesiones afines. Los intentos unilaterales de control suelen fallar porque no existe una profesional capaz de dominar en su totalidad los diversos aspectos del problema, esencialmente multifacético.