ADIESTRAMIENTO PARA GERENTES NIVEL 2 MODULO 4

FUNCIONES Y HABILIDADES DE UN GERENTE

Las funciones de un gerente están tácitamente expresas en las páginas de los diferentes textos de formación profesional, que al respecto se editan, pudiéndose decir que la conceptualización de las funciones o atribuciones de un gerente además de gerenciar, es quien dirige coordina y organiza todas las actividades de una empresa la cual le ha sido encomendada y cuya responsabilidad profesional no es otra que sacar adelante tal organización y cuyo éxito, se refleja de manera evidente en resultados altamente positivos en los balances financieros reflejados en el cierre económico o financiero de la organización; es también parte del perfil de un gerente, la ética profesional demostrada en la conducción de la sociedad, esta característica va a generar respeto, consideración y admiración por parte del personal directivo y subalterno que laboran diariamente en la empresa, igualmente, su presentación personal forma parte importante de las funciones que tendrá el susodicho director o administrador de la compañía; ya que ello es parte de la personalidad externa del profesional; cuando dirige debe hacerlo esgrimiendo propiedad y conocimiento de causa, características esta que le asignara una forma muy particular en su manera de gerenciar , igualmente así mismo el Gerente al cual nos referimos tiene en sus funciones especificas crear un ambiente propicio de trabajo donde la armonía el compañerismo deben hacerse presentes para que la relación entre gerente empleado y viceversa sea la más diplomática en las actividades que estos realizan no deben demostrar una personalidad apabullante sino todo los contrario armoniosa y afectiva esto generara excelentes resultados es por ellos que los autores: Guillen Gestoso, Brunet, Bowers, Likert, Gibson se empeña en

definir y describir los rangos que le dan un perfil ideal en el desempeño de sus funciones al gerente. Ellos demostraron que las organizaciones altamente productivas se caracterizan generalmente por un clima de participación bastante elevado, Gibson añade que la motivación es el concepto utilizado al describir las fuerzas que actúan sobre el individuo, el quiere decir, que las personas motivadas tienen empuje, dirección y resolución. Lo cual viene hacer la clave de cualquier logro o progreso, pues en la empresa la motivación es uno de los elementos que condiciona el rendimiento del trabajador para desarrollar su capacidad en bien de él mismo y de la organización.

Cualidades propias del liderazgo.

Los seres humanos tenemos una característica compleja: la de ser capaces de organizarnos. Los animales también lo hacen. En su caso es el propio instinto, en el nuestro es fruto de un largo proceso de hominización.

A pesar de que no siempre podemos estar orgullosos de la forma en que nos organizamos, no podemos negar que nuestra sociedad ha evolucionado extraordinariamente, en especial en los últimos siglos. Uno de los factores clave ha sido el liderazgo.

Winston Churchill tuvo un ataque de rabia cuando varios de sus ministros le propusieron un tratado con Hitler para evitar la guerra. ¿Qué hubiera pasado si Churchill hubiera hecho caso de estos ministros? O bien, ¿qué hubiera pasado si Cristóbal Colón no hubiese sido un pesado buscando financiación para su "locura" de encontrar una nueva ruta para las Indias? ¿Qué hubiera pasado sin Henry Ford, o sin Fleming o Mme. Curie o la condesa Markievich, que tuvo un papel clave en la liberación de Irlanda?

Podríamos hacer una larga lista de personajes y de su impacto en la historia. Cuando hablamos de líderes, enseguida pensamos en este tipo de personajes. No hay nada malo en ello. Fueron líderes. Pero lo que sucede es que no podemos confundir liderazgo con fama o con hazañas. Un líder es una persona que hace lo que se propone. Sean grandes o pequeñas metas.

Otro error es confundir liderazgo con carisma. Hay un mito sobre la necesidad de "algo especial" para llegar a ser un líder, o bien la necesidad de

disponer de habilidades extraordinarias. Líder es aquella persona que hace que se hagan cosas, que se cambien, que mejoren.

En nuestra sociedad, quizás más que nunca se hace necesario el liderazgo. De personas que asuman responsabilidades, que hagan lo que piensan y que provoquen que las cosas se hagan. Desde una asociación de vecinos, la asociación de padres de la escuela, hasta la dirección de equipos de trabajo o la organización de actividades.

Prácticamente no podemos encontrar actividades que no requieran el trato entre personas, y finalmente el éxito o el fracaso de estas actividades depende en gran medida de las personas y de la forma en que se organizan. Líder es aquella persona que tiene en cuenta su entorno y lo sabe animar y dinamizar.

El simple hecho de ser jefe no significa ser líder. El hecho de ocupar un puesto de responsabilidad no produce automáticamente liderazgo. Se puede quedar en lo estructural, es decir, en ejercicio de poder. Y aunque el poder es una parte del liderazgo, no es suficiente para llegar a ser líder.

Saberse liderar a uno mismo es una de las claves del éxito en nuestra vida profesional y privada, como también lo es ser capaz de resolver los problemas y tomar decisiones. Todo ello viene enmarcado con una buena capacidad de comunicar.

Si hemos insistido en que los líderes no nacen, sino que se hacen, significa que llegar a ser líder es un proceso de aprendizaje, y para ello es necesario identificar las habilidades y cualidades que hay que aprender o incrementar en este proceso. De una forma sintética y a partir de numerosas investigaciones podemos identificar las 11 cualidades o habilidades requeridas en el ejercicio del liderazgo:

1. Tener un buen conocimiento de la organización, de sus objetivos, de los que forman parte de ella, de cuáles son sus problemas internos y de qué éxitos se han conseguido.

2. Tener una buena preparación profesional y tenerla al día. Un ingeniero debe saber ingeniería y estar al corriente de las últimas novedades en su campo. Obvio, pero no siempre es así.

3. Ser capaz de entender (captar) el entorno. Ser sensibles a lo que pasa. Es difícil encontrar soluciones o respuestas si no desarrollamos un buen nivel de sensibilidad que nos permita conocer lo que sucede a nuestro alrededor.

4. Saber resolver problemas. Saber decidir bien y a tiempo. Saber analizar y juzgar con exactitud.

5. Comunicar. Un buen líder debe tener una buena capacidad de comunicación para delegar, negociar, resolver conflictos, vender ideas y propuestas, persuadir...

6. Tener inteligencia emocional. A menudo tiene que enfrentarse a situaciones de crisis, de competencia, de peleas por el poder, conflictos interpersonales, situaciones ambiguas y confusas, etc. Debe tener un buen control de sí mismo sin acabar con un ataque al corazón.

7. Poseer proactividad. En un mundo en constante cambio, el gestor/directivo debe ser capaz de tener iniciativas y avanzarse a los acontecimientos.

8. Tener creatividad. Saber encontrar soluciones innovadoras. Debe tener la capacidad de ver y entender situaciones de nuevas maneras.

9. Saber utilizar bien el cerebro. Ser ágil y rápido. Hacer trabajar todo el cerebro, no sólo una parte.

10. Aprender constantemente nuevas capacidades y conocimientos.

11. Tener un buen conocimiento de uno mismo. Los valores que me mueven, los miedos que tengo, mis puntos fuertes y débiles.

Cada uno de nosotros tenemos todas estas capacidades y habilidades en cierta medida. Nuestro perfil personal es diferente y nuestra experiencia tanto personal como profesional varía con el tiempo. Es importante poder darse cuenta de lo que somos y de nuestras capacidades y habilidades, y con ello tenemos que plantearnos quizás el deseo de ser un elemento activo en la sociedad o en las organizaciones de las que formamos parte.

La Actitud Emprendedora

Los seres humanos por naturaleza actuamos de diversas formas en base a distintos factores y situaciones que ocurren en nuestro entorno, muchas veces lo hacemos basados solo en el instinto y otras tantas en base al análisis de la situación, pero siempre habrá una consecuencia de ese comportamiento ya sea buena o mala, negativa o positiva, y entonces surge la pregunta ¿qué es la actitud?.

Hay muchos autores que definen a la actitud desde diferentes puntos de vista pero, esta vez veámoslo desde un término común y sin palabras rebuscadas, digamos que es la forma de actuar de una persona, es decir, el comportamiento que emplea un individuo para hacer las cosas.

Entonces podemos decir que el individuo durante su vida se enfrenta a escenarios distintos y emplea actitudes diferentes, en esta temática y basándonos en que adoptamos una actitud de acuerdo al contexto que se nos presente podemos considerar el emprendimiento como una actitud, pero para eso veamos antes que es ser emprendedor.

Actualmente, ha tomado mucha relevancia el término "emprendedor" dentro de las instituciones educativas, en las entidades gubernamentales municipales, estatales e incluso federales y en la sociedad en general, y la pregunta es ¿qué tan novedoso es el término?, a diferencia de lo que podemos creer, en sí la palabra emprendedor tal vez si lo sea, pero el concepto, la esencia del significado de la misma es tan antiguo como nosotros mismos. Desde tiempos remotos se ha aplicado el concepto sin tener una palabra que lo identificara como tal, muestra de ello son los ejemplos de grandes emprendedores que han habido a lo largo de la historia.

Existen muchas personas de las que podríamos hablar a propósito del emprendimiento pero en esta ocasión solo mencionaremos algunos, empezaremos hablando de Abraham Lincoln, que después de más de 13 fracasos en un periodo de 30 años aproximadamente llegó a cumplir con mucho éxito y tesón su meta de ser presidente de los Estados Unidos de América en 1860. Thomas Alva Edison, después de diez mil intentos encontró el filamento que nos dio la luz eléctrica. Los hermanos Adi y Rudolp Dassler fundadores de las dos mayores marcas de indumentaria deportiva del

mundo, Adidas y Puma. Mark Zuckerberg conocido por ser el creador de Facebook, actualmente es el personaje más joven que aparece en Forbes con una fortuna valorada en más de 13.500 millones de dólares, y así podríamos mencionar muchos más, pero mejor entremos en materia y definamos el termino emprendimiento para tener una visión más amplia del tema.

En palabras simples un emprendedor es aquella persona que tiene constantemente ideas factibles y lucha por realizarlas, posee un perfil el cual lo distingue de los demás, y no porque las demás personas no lo tengan, sino porque no desarrollan ciertas características y actitudes que deben poseer para ser emprendedor.

El emprendedor lleva en sí una sensación de optimismo, de pro actividad y desafío, es aquél capaz de llevar a cabo un proyecto que no es aceptado y muchas veces tampoco entendido por la mayoría de las personas de su entorno, es un individuo que supera los obstáculos que se le presentan sin distraer energía en aquello que no apunta hacia su meta y sin temor alguno al fracaso.

El emprendedor se aprovecha de las situaciones de crisis y prospera en ambientes de depresión anímica; no se queja, ni critica las acciones de otros ni lanza opiniones sobre cualquier tema sin un aporte valioso para lograr sus metas. Ve una solución en cada problema y no un problema en cada solución. Un emprendedor es aquél capaz de convertir una idea en negocio, que mantiene un ritmo constante de crecimiento y creación.

Ahora bien pasaremos de lo general a lo particular para centrarnos en la parte esencial del artículo y hablemos que es la actitud emprendedora, y que nos lleva a ella.

La actitud emprendedora, es una manera de actuar ante las cosas, lo cual es una consecuencia natural de la mentalidad del individuo, de la manera de pensar como emprendedor. Al fin y al cabo según pienses y cuál sea tu filosofía, así actúas, la actitud depende de la mentalidad, pero está sola no consigue nada, hay que materializarla con acciones o no se avanza un solo paso.

De hecho, con la actitud adecuada al final llegas donde te propones y con la actitud equivocada da igual que el mejor emprendedor o motivador que

conozcamos venga a explicarnos paso a paso las cosas, vamos a seguir en el mismo punto que estábamos y, probablemente, quejándonos de que nada funciona. Por eso creo que una de las cosas más importantes que podemos hacer es forjar y fortalecer esa actitud como emprendedores.

La actitud emprendedora se opone al conformismo, al estancamiento, a la pasividad. Los que tienen una verdadera actitud emprendedora dejan de ser simples observadores de la vida y miran la realidad como seres activos de ella, arman su propio escenario y actúan en él, viven siempre su presente, pero tienen fuerza visionaria hacia su futuro, el mañana.

La verdadera actitud emprendedora que debe adoptar él individuo debe ser positiva, creativa, innovadora, capaz, todas estas cualidades son las que lo impulsan a lograr sus propósitos.

Actualmente en México se están desarrollando programas que complementan el estudio a nivel superior para que la juventud se motive a tener una actitud emprendedora que fortalezca la actividad económica que cabe mencionar pasa por una etapa de crisis severa, además de que los jóvenes contamos con mucha creatividad que bien enfocada puede ayudarnos a desarrollar muchos proyectos que a futuro pueden beneficiar no solo a uno mismo, si no aportar un granito de arena para tener un país más productivo.

Como parte de estos programas está el taller “Yo Emprendo” que es impartido en las universidades del país y diseñado por el gobierno federal, y cuyo objetivo es el de establecer, mantener y consolidar una metodología que impulse a los jóvenes en el desarrollo del espíritu emprendedor con habilidades, actitudes y valores empresariales, para concretar planes de negocios que se constituyan en un semillero de empresas, a través del acompañamiento especializado de asesores, que faciliten su inserción al ambiente emprendedor – empresarial para contribuir al desarrollo social y económico del país; agregando valor. En el estado la encargada de ofrecer este taller es la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

“Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, si no por el número de veces que tienen éxito”.

Thomas Alva Edison

“Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”.

Albert Einstein

El Valor del Compromiso

ES LO QUE SEPARA A LOS HACEDORES DE LOS SOÑADORES

El compromiso (del latín compromissum), obligación contraída.

Mucho antes de su tiempo: El mundo nunca ha visto a un gran líder que carezca de compromiso. Ed McElroy de la fuerza aérea de los Estados Unidos habló de esta importancia: «El compromiso nos da nueva fuerza. No importa lo que pueda venir: enfermedad, pobreza, o desastre, nunca quitamos la vista del objetivo».

¿Qué es compromiso? Para cada persona significa algo diferente:

Para un boxeador, es levantarse de la lona una vez más de las que ha sido tumbado.

Para un maratonista, es correr otras diez millas, cuando ya no le quedan fuerzas.

Para el soldado, es subir la colina, sin saber lo que le espera del otro lado.

Para el misionero, es decir adiós a su propia comodidad, para hacer a otros la vida mejor.

Para el líder, es todo eso y más porque cada uno de los que diriges está dependiendo de ti.

Si quieres ser un líder efectivo, tienes que comprometerte.

El verdadero compromiso inspira y atrae a la gente. Les muestra que tienes convicciones. Ellos creerán en ti solo si tú crees en tu causa. Como sucede con la ley no escrita, la gente acepta primero al líder, después su visión.

¿Cuál es la verdadera naturaleza del compromiso? Echa un vistazo a tres observaciones.

1. El compromiso empieza en el corazón

Algunas personas quieren que todo sea perfecto antes de comprometerse con algo. Pero el compromiso siempre precede a la acción. Dicen que en el Derby de Kentucky, el caballo ganador se queda sin oxígeno después de la primera media milla, y el resto de la distancia la corre con el corazón.

Es por eso que todos los grandes atletas reconocen su importancia. Michael Jordan, leyenda de la NBA explica que «el corazón es lo que separa lo bueno de lo grande». Si quieres influir en la vida de otras personas como líder, mira dentro de tu corazón para ver si estás realmente comprometido.

2. El compromiso se prueba con la acción

Una cosa es hablar de compromiso[***] y otra muy diferente es hacer algo en cuanto a esto. La única medida real del compromiso es la acción. Arthur Gordon lo dijo así: «Nada es más fácil que hablar palabras. Nada es más difícil que vivirlas día tras día».

Alguien me contó de un juez que había ganado una elección para un cargo en un condado. Durante su discurso de aceptación, dijo: «Quiero dar las gracias a las 424 personas que prometieron votar por mí. Quiero dar las gracias a las 316 personas que dijeron que votaron por mí.

Quiero dar las gracias a las 47 personas que vinieron el pasado jueves a votar, y quiero agradecer a las 27 que realmente votaron por mí». ¿Cómo te va cuando tienes que seguir adelante con tus propios compromisos?

3. El compromiso abre la puerta del logro

Como líder, enfrentarás muchos obstáculos y oposiciones, si es que no los has enfrentado ya. Habrá momentos en que el compromiso será lo único que te impulse hacia adelante.

David McNally comentó, «El compromiso es el enemigo de la resistencia, porque es la promesa seria que nos presiona, que nos levanta, no importa

cuántas veces nos hayan derribado». Si quieres llegar a algún lugar que valga la pena, tienes que comprometerte.

Cuando se trata de compromiso, hay realmente solo cuatro tipos de personas.

Los que no tienen objetivos y no se comprometen.

Los que no saben si pueden alcanzar sus objetivos, por lo que tienen miedo de comprometerse.

Los que empiezan a caminar hacia un objetivo pero se rinden cuando la situación se pone difícil.

Los que fijan metas, se comprometen con ellas y pagan el precio por alcanzarlas.

¿Qué tipo de persona eres tú? ¿Has estado alcanzando tus objetivos? ¿Estás logrando todo lo que crees que puedes? ¿Cree la gente en ti y te siguen fácilmente? Si tu respuesta a alguna de estas preguntas es no, el problema puede ser tu nivel de compromiso.

Para mejorar tu compromiso, haz lo siguiente:

Mídelo. A veces pensamos que estamos comprometidos con algo, pero nuestras acciones indican lo contrario. Toma tu calendario y tu chequera. Invierte algunas horas revisando cómo gastas tu tiempo y dónde gastas tu dinero.

Mira cuánto tiempo inviertes en el trabajo, en el servicio a otros, con la familia, en actividades de salud y recreativas, y así por el estilo. Calcula cuánto dinero gastas en vivir, en pasatiempos, en desarrollo personal, y en dar. Todas estas son una medida real de tu compromiso. Puede que te sorprendas de lo que descubras.

Asegúrate de saber por qué es que vale la pena comprometerte. Una de las preguntas que cada líder tiene que hacerse es, ¿qué es por lo que estoy dispuesto a comprometerte? Si llegas hasta ahí, ¿qué es lo que en la vida no serías capaz de dejar de hacer no importa cuáles sean las consecuencias?

Pasa algún tiempo meditando en esto. Escribe lo que descubras. Luego ve si tus acciones están en concordancia con tus ideales.

Usa el método Edison. Si dar el primer paso hacia el compromiso es un problema, trata de hacer lo que hizo Thomas A. Edison. Cuando tenía alguna idea nueva para un invento, llamaba a una conferencia de prensa y anunciaba el invento. En seguida tenía que irse a su laboratorio a inventarlo. Haz tus planes públicos, y estarás más comprometido a llevarlos a cabo.

Este es un cuento sobre 4 personas llamadas TODOS, ALGUIEN, CUALQUIERA y NADIE.

Había que hacer un trabajo importante y TODOS estaban seguros que ALGUIEN lo iba a hacer.

CUALQUIERA lo podría haber hecho, pero NADIE lo hizo.

ALGUIEN se enojó por esto, por que era el trabajo de TODOS.

Cada uno pensó que CUALQUIERA lo podía hacer, pero NADIE se enteró de que TODOS no lo iban a hacer.

TODOS culparon a ALGUIEN, cuando NADIE hizo lo que CUALQUIERA podría haber hecho.

Las cinco tentaciones de un Gerente

Esta historia expone, relata y propone los fracasos y debilidades a las que se somete un gerente o una persona en su vida profesional siendo este un líder en una compañía. Para una persona que dirige un pequeño o un gran grupo es indispensable saber a que se somete con su actitud y que errores traería para consigo en su vida profesional o en el grupo que dirige.

Hablar de los problemas internos y externos, complicaciones y alteraciones que puede llegar a tener una empresa o una persona como gerente, nos hace enfrentar a nuestras propias debilidades y nos hace entender que el problema está dentro de nosotros más que responsabilizar y culpar a otros de nuestros propios errores.

La Comunicación es un elemento muy importante que permite que las cosas funcionen como un todo porque para poder lograr excelentes resultados y tener la máxima productividad y calidad se debe comunicar y socializar con todos los equipo de trabajo.

Muchas personas caen ante la primera tentación, la de anteponer la posición a los resultados.

Las personas se esfuerzan y esmeran mucho al inicio de sus carreras y como empiezan desde los cargos más sencillos luchan y luchan hasta llegar al punto más alto y hasta llegar a ser reconocidos y cuando lo obtienen dejan esos ánimos y ya optan por conservar el trabajo y no por dar resultados y utilidades para la empresa. Siempre como lideres al dirigir una empresa debemos pensar en el futuro de ella, en los empleados y accionistas, ya que es tan importante para ellos como lo es para uno mismo. Las productividades y logros de una empresa son la razón de ser del gerente.

La segunda tentación, es la de anteponer la popularidad a la necesidad de exigir cuentas.

Muchas personas quieren tener en el lugar de trabajo a el ser querido y apreciado, al amigo, pero en este aspecto se debe ser mas profesionales y separar lo laboral con la amistad porque se puede mal interpretar el cariño que se les tiene y se aprovechan de [***]esto no cumpliendo con sus obligaciones y creyendo que por ser amigos del gerente no les puede pasar nada malo dentro de la empresa y el tener preferencias dentro de la organización es algo que incomodaría al resto de personal y crearía un ambiente algo tenso por la inmadurez del gerente al ejercer su función. El lograr que el personal de trabajo le tenga respeto al gerente es la clave del rendimiento eficaz en una empresa ya que se tendrá más responsabilidad.

Tercera tentación, anteponer la certeza a la claridad.

El liderazgo es algo que da temor porque toda la responsabilidad recae ante el líder porque este es prácticamente el motor y el que asigna todo tipo de actividades y si algo anda mal siempre se dirá que el que falla es el líder y cualquier decisión que este tome siempre afectara de una manera positiva o negativa a toda su empresa.

Un líder debe planear, analizar, visualizar su entorno antes de tomar cualquier decisión, siempre habrá tropiezos y equivocaciones porque ante todo somos humanos, pero lo importante es reconocerlos y afrontarlos para así encontrar la solución adecuada y ser un buen líder.

Cuarta tentación, anteponer la armonía al conflicto productivo.

"La única forma de tomar una buena decisión en poco tiempo es saber absorber con eficiencia todas las opiniones sinceras de la gente"

Un equipo de trabajo debe tener relaciones multilaterales para descubrir y resolver a tiempo debilidades que se presenten en el momento así se torne un ambiente un poco pesado por los diferentes puntos de vista pero de este modo se lograra resolver en el preciso momento la dificultad presente.

Dar lugar a los subalternos e intercambiar ideas es algo productivo, porque se retroalimentan reconociendo las fallas que se tienen y encontrando la manera de como superarlas, de eso se trata de lograr hacer salir a flote las fallas que existen.

Quinta tentación, anteponer la invulnerabilidad a la confianza. El deseo de ser invulnerable.

Los gerentes son personas relativamente poderosas. Sentirse vulnerables ante sus pares o subalternos no es una perspectiva muy agradable para ellos. Creen equivocadamente que perderán credibilidad si sus subalternos no sienten temor alguno de cuestionar sus ideas.

El permitir que algún miembro de sus subalternos cuestione las decisiones del gerente es bueno ya que no siempre se tiene la correcta, algunas personas son muy egocéntricas y piensan que no hay nadie mejor o más que ellas y no permiten que le ayuden a superar sus errores. Pero los cuestionamientos ayudarían al gerente a ver sus decisiones desde otros puntos de vista y así tener una visión de los resultados que se quieren obtener.

Se refiere a que si bien es cierto que la satisfacción personal es importante para nuestra motivación, más en una posición de gerente eficiente, debemos

anteponer a la satisfacción del ego, la satisfacción proporcionada por los logros y resultados que alcance la empresa.

Casi a todos nos pasa que manejamos como principal meta alcanzar en nuestra carrera un determinado puesto en la escala jerárquica de la organización en la que laboramos, que traiga consigo, porque no decirlo, una elevada remuneración económica y una vez en ese lugar mantenernos allí e incrementar paulatinamente nuestros ingresos. Por lo tanto trabajamos “duro” hasta conseguir lo que deseamos. Una vez alcanzado el objetivo, podríamos caer en la mediocridad de no modificar nuestra forma de pensar y de no hacerlo corremos el riesgo de enfrascarnos en ideologías obsoletas y por demás egoístas, donde predominen los intereses personales que se convertirán en un enemigo de la organización y poco a poco de nosotros mismos.

Las Cinco Tentaciones de un Gerente, Patrick Lencioni,

Por lo tanto, debemos concebir como objetivo personal la máxima productividad y rentabilidad de nuestra empresa, que traerá beneficios tanto a la empresa y a nosotros mismos como gerentes. Con esta forma de pensar no tendremos miedo a tomar la responsabilidad de una decisión ni a fracasar, al contrario, concebiremos los errores como oportunidades continuas para aprender y mejorar, sabiendo que con el tiempo iremos desarrollando habilidades que nos permitirán cada vez tomar las decisiones acertadas.

Tentación: Anteponer la popularidad a la necesidad de exigir cuentas.

Nos debe quedar claro que un buen gerente debe aprender a separar las relaciones interpersonales de amistad de las relaciones de trabajo; es decir, “chamba es chamba”.

Igualmente debemos tomar conciencia de que no necesariamente debemos ser amigo de todos nuestros subalternos, ya que muchas veces las decisiones más apropiadas para el beneficio de la empresa podrán afectar a algún inocente, por esto debemos ser lo más objetivos posible.

Por ejemplo si en una situación determinada la empresa se ve obligada a recortar por alguna razón sus gastos operativos para evitar que sus costos se vean demasiado afectados y consecuentemente requerir una reducción de

personal lo que afectaría directamente a muchas personas que quedarán sin empleo. En casos como este el gerente puede verse obligado a tomar medidas drásticas y necesariamente objetivas.

Tampoco podemos, como gerentes, contenernos de exigir cuentas sobre su desempeño a nuestros empleados, para lo que debemos definir claramente las funciones de cada uno con anterioridad, de esta manera tendremos un parámetro sobre el cual evaluar de una manera justa. Por lo tanto, antes que el afecto debemos procurar cultivar el respeto de nuestros subalternos.

Tentación: Anteponer la certeza a la claridad.

Esta tentación consiste simplemente en el miedo al fracaso y está relacionada con la primera. Sería oportuno recordar el dicho que dice: “El que empieza con certidumbres termina con dudas. El que empieza con dudas termina con certidumbres”, esto haciendo referencia a los gerentes que se abstienen de tomar decisiones por no estar totalmente seguro de que sea lo mejor, tal vez por su desconfianza en la información en base a la cual trabajó, lo cual es reflejo de su miedo a asumir responsabilidades.

Como gerentes debemos tener presente que nunca toda la información suministrada será suficiente para asegurarnos del éxito o no de la decisión, esto no puede ser comprobado si no se experimenta poniéndola en práctica. Debemos tener presente que un gerente triunfa y fracasa, pero lo que lo hace bueno es reconocer sus errores y levantarse ante ellos.

Tentación: Anteponer la armonía al conflicto productivo.

No es secreto que las discusiones son desagradables, pero las discusiones que se tornan violentas y vulgares. Una discusión sana puede resultar muy productiva y esto es muy importante que como gerentes lo tengamos claro.

Es muy importante escuchar las opiniones e ideas de los colaboradores, “muchas cabezas piensan mejor que una” es común escuchar y no está de más admitir que es una afirmación bastante sabia. Tampoco debemos pretender que en una reunión todos sus miembros se pongan de acuerdo

sobre un asunto, pero las mejores ideas que salgan a relucir pueden fusionarse y convertirse en una solución exitosa.

Lo mismo ocurre con los problemas, es útil que las inconformidades y disgustos del personal se den a conocer, así podremos no sólo conocer la situación, sino desarrollar estrategias para sanar, controlar, y prevenir posibles problemas que puedan representar una grave amenaza para la organización.

Tentación: Anteponer la invulnerabilidad a la confianza.

Como gerentes debemos saber que no siempre tendremos la razón, muchas veces podremos equivocarnos, y aunque esto no sea algo que nos simpatice debemos entender que como seres humanos no estamos exentos de cometer errores.

Adoptar una posición de inflexibilidad por miedo a parecer vulnerable nos llevará a una equivocación bastante negativa, pudiendo hacer que nuestros colaboradores se cohíban de emitir sus opiniones, tal vez por haberse penetrado en ellos la imagen de que “el jefe siempre tiene la razón”. Este grave problema de comunicación nos privará de ideas quizá brillantes, y achicaría considerablemente la visión que podamos tener ó desarrollar ante una situación conflictiva.

Por lo tanto, para un buen desempeño como gerentes, debemos inspirar confianza en nuestros colaboradores, estimulándolos a ejercer su derecho de expresar sus críticas y opiniones sobre la organización, su progreso y el desempeño del mismo gerente.

Conclusión.

A manera de conclusión, considero que un gerente exitoso, además de conocer su oficio, debe desarrollar una serie de habilidades que le permitirán desempeñarse con eficacia, dirigiendo siempre su empresa hacia el logro de sus objetivos, haciéndola más rentable y productiva, se trata de desarrollar habilidades que están más allá del conocimiento académico; se trata de factores como madurez y salud emocional. Se trata en definitiva, de carácter.

Me refiero al modelo planteado por Daniel Goleman, quien sentó el marco de referencia de la inteligencia emocional, que refleja como se traduce en el éxito laboral de un individuo el predominio de habilidades de conciencia de uno mismo, autogestión, conciencia social y gestión de las relaciones.

Este modelo esta basado en competencias de inteligencia emocional que han sido identificadas en estudios internos llevados a cabo en cientos de empresas y organizaciones a fin de identificar a los gerentes sobresalientes.