Francisco, Con La Fuerza Del Cambio

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Viernes 13 de marzo de 2015 Francisco, con la fuerza del cambio. En dos años, la Iglesia ya es otra Aunque hay tareas pendientes, el Papa logró renovar múltiples ámbitos de la vida vaticana, impulsó una gran apertura ideológica dentro de la grey y dio pruebas de su compromiso con la paz en el mundo Por Abraham Skorka | Para LA NACION Los aniversarios son propicios para analizar lo realizado en el pasado y proyectar el futuro. Es cerrar un ciclo para dar comienzo a uno nuevo concatenando ambos mediante una profunda mirada retrospectiva y proyectando acciones para el futuro. Francisco fue elegido en un momento dramático en la historia de la Iglesia. Los escándalos, tanto los referentes a temas de moral sexual como monetaria, la acuciaban. Uno de los asistentes más cercanos a Benedicto XVI lo traicionaba, revelando el contenido de sus escritos más íntimos. Las medidas a tomar eran de tal envergadura que el anciano teólogo dejó de lado las terrenales contiendas y dio un histórico paso al costado. Tenía bien claros los conflictos a enfrentar, al tiempo que se veía a sí mismo sin las necesarias fuerzas para encarar las duras luchas que aquéllos reclamaban para su resolución. Fueron las razones que él mismo explicitó en la alocución en la que anunciaba su retiro. Si bien le quedan muchas aristas por limar, resulta muy clara la senda labrada por Francisco en estos dos primeros años de papado. No deben verse solamente los cambios estructurales que introdujo en los múltiples ámbitos vaticanos, con proyección a toda la Iglesia, sino que también debe prestarse una atención especial a la renovación ideológica que propicia para su grey. Uno de los factores que nos unieron en amistad con el papa Francisco fue la experiencia religiosa que vivimos en algún momento de nuestras vidas al estudiar comprometida y profundamente los textos de los profetas en el seno de nuestros respectivos ámbitos religiosos. Especialmente aquellos profetas que, a partir de la generación de Isaías, Oseas, Miqueas y Amós, enseñaron

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Viernes 13 de marzo de 2015Francisco, con la fuerza del cambio.En dos aos, la Iglesia ya es otraAunque hay tareas pendientes, el Papa logr renovar mltiples mbitos de la vida vaticana, impuls una gran apertura ideolgica dentro de la grey y dio pruebas de su compromiso con la paz en el mundoPorAbraham Skorka|ParaLA NACIONLos aniversarios son propicios para analizar lo realizado en el pasado y proyectar el futuro. Es cerrar un ciclo para dar comienzo a uno nuevo concatenando ambos mediante una profunda mirada retrospectiva y proyectando acciones para el futuro.Franciscofue elegido en un momento dramtico en la historia de la Iglesia. Los escndalos, tanto los referentes a temas de moral sexual como monetaria, la acuciaban. Uno de los asistentes ms cercanos a Benedicto XVI lo traicionaba, revelando el contenido de sus escritos ms ntimos.Las medidasa tomar eran de tal envergadura que el anciano telogo dej de lado las terrenales contiendas y dio un histrico paso al costado. Tena bien claros losconflictosa enfrentar, al tiempo que se vea a s mismo sin las necesarias fuerzas para encarar las duras luchas que aqullos reclamaban para su resolucin. Fueron las razones que l mismo explicit en la alocucin en la que anunciaba su retiro.Si bien le quedan muchas aristas por limar, resulta muy clara la senda labrada por Francisco en estos dos primeros aos de papado. No deben verse solamente los cambios estructurales que introdujo en los mltiples mbitos vaticanos, con proyeccin a toda la Iglesia, sino que tambin debe prestarse una atencin especial a la renovacin ideolgica que propicia para su grey.Uno de los factores que nos unieron en amistad con el papa Francisco fue la experiencia religiosa que vivimos en algn momento de nuestras vidas al estudiar comprometida y profundamente los textos de los profetas en el seno de nuestros respectivos mbitos religiosos. Especialmente aquellos profetas que, a partir de la generacin de Isaas, Oseas, Miqueas y Ams, ensearon que el inicio de la manifestacin de la fe en Dios es mediante el respeto al prjimo. Toda sociedad en la que existe quien explota a sus semejantes y explotados sufrientes blasfema y menosprecia al Creador. Toda sociedad en la que la justicia no es una dimensin vital de su realidad erradica la presencia de Dios de su seno. No es posible orar, buscar una sincera presencia de Dios, mientras las manos se hallan manchadas de sangre, es lo que acentuaron en sus enseanzas los referidos maestros de Israel.Mis comentarios a sus homilas en los solemnes tedeums en la celebracin de las fechas patrias en la Catedral Metropolitana fueron el tema de nuestros primeros dilogos. Su coraje de explicitar las miserias de nuestra sociedad en toda su crudeza en el mbito en que se honra a Dios, delante de las ms altas autoridades gubernamentales, demandando, exigiendo, clamando, al igual que los profetas, que Jess, nos uni en una sincera amistad. Es que, ms all de toda divergencia teolgica, nos acercaba el mismo compromiso hacia el hombre y, a travs de l, hacia el Dios que se revel a los hombres.sta es la quintaesencia de su plan papal, que desarroll en Evangelii Gaudium. Una Iglesia austera, en la que sus sacerdotes, de todas las jerarquas, son llamados a servir a todos los componentes de la grey -tanto a los justos como a los pecadores-, abierta para todos, no ms autorreferencial y sin caer en relativismos superficiales.La paz en el mundo fue otro de los temas clave en estos primeros dos aos de su papado. Es que este punto tambin es central en la agenda de los nombrados profetas, en los que se halla la clave, junto a los Evangelios, de su predicar y obrar.La oracin interreligiosa por el cese de la violencia en Siria fue una de las primeras manifestaciones de su profundo compromiso con la paz. Supo unir a creyentes de todos los credos en plegaria y mostrar que el manifiesto y decidido compromiso espiritual puede ms que las armas.La primera vez que nos encontramos en el Vaticano, habamos acordado que un equipo de la televisin israel me acompaara para grabar un mensaje de paz para Medio Oriente. Es que el mandato del salmista: "Procurad la paz de Jerusalem", es un mandato para ambos. La preocupacin por acercar una paz justa entre israeles y palestinos fue el tema de nuestro primer almuerzo y el comienzo de la peregrinacin a Tierra Santa en la agenda de sus proyectos.Encar con el coraje de siempre esta visita tan sensible. Se detuvo en oracin delante del muro que separa a Israel de Palestina, al igual que delante del monumento que recuerda a las vctimas del terrorismo en Yad VaShem. Rez en ambos lados por la paz. Para que la confianza reine entre ambos pueblos y no sean necesarios ms muros protectores de la ciega e irracional violencia asesina. Fue el primer pontfice en visitar un campamento de refugiados palestinos, del mismo modo que fue el primero en colocar una ofrenda floral y honrar la memoria de Teodoro Herzl, el fundador del sionismo como movimiento poltico organizado. La comprensin de las partes en conflicto, su acercamiento y la formacin de puentes de entendimiento entre ellas fueron las constantes de su labor en los conflictos que abord.Varios temas candentes aguardan sus respuestas. Por una parte, el fanatismo religioso. La presencia de ISIS, junto a la de otros regmenes que sustentan ideas fundamentalistas que diseminan destruccin, muerte y locura, demanda una contundente respuesta por parte de Francisco. Las comunidades cristianas de Oriente y de frica estn siendo diezmadas. Sus mrtires se multiplican da tras da, junto a los de otros pueblos y comunidades, en medio de una realidad asiduamente indiferente. La voz de Francisco ya se alz con palabras condenatorias en varias oportunidades, pero la cruel persistencia de este maligno fenmeno reclama acciones de repudio capaces de despertar a los fanticos de sus desquiciadas pesadillas.Francisco le ha dado un impulso superlativo al dilogo con el Islam, elemento sustancial para la solucin de conflictos que, teniendo como epicentro el medio y lejano oriente, se proyectan sobre el resto del mundo.Otro gran tema que ha de hallarse en su agenda es Amrica latina, uno de los bastiones del catolicismo, con mltiples y complejos problemas sociales. La drogadiccin, la inequidad social, la carencia de liderazgos fieles a sus liderados, con ansia de servir y no de servirse del poder, son algunos de los aspectos que caracterizan a nuestra regin. El rol social de la Iglesia y su mensaje al liderazgo poltico es parte fundamental de Evangelii Gaudium, antecedido por el documento de Aparecida y otros en los que Bergoglio proyect su visin.Un anlisis especial merece su relacin con la Argentina. Es lgico esperar que la influencia espiritual de Bergoglio marque una impronta en sus compatriotas, ya que su figura engalana a nuestro pueblo, en cuyo seno se educ y form quien hoy es el primer papa americano de la Historia.Se escucha frecuentemente acerca de todo aquello que se espera que el Papa realice por sus compatriotas. Cabe formular la pregunta: qu est haciendo su pueblo para enaltecer su gestin?El saludo de despedida de Francisco es, desde hace muchos aos: "Recen por m". Esta expresin suele generar en quienes la reciben o saben acerca de ella un sentimiento dual. Por un lado, se sienten halagados de que alguien tan importante los considere dignos de hacer una accin espiritual por l. Por otra parte, aprecian su humildad. Bergoglio fue y sigue siendo un buen docente, en ltima instancia slo pretende con esta frase incentivar en su prjimo una sincera bsqueda de Dios. Pero aquellos que lo aprecian con afecto lo tienen siempre bien presente en sus rezos.El autor es rector del Seminario Rabnico Latinoamericano M. T. Meyer y Rabino de la Comunidad Benei Tikva.