La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL UNIDAD 092, D.F., AJUSCO LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN LA FUERZA INDÍGENA EN BOLIVIA EN EL EJE DEL CAMBIO SOCIO-POLÍTICOT E S I N A PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE: LICENCIADA EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN P R E S E N T A: MIREYA SALAS VALVERDE ASESORA: MTRA. TATIANA COLL LEBEDEFF 2012

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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL

UNIDAD 092, D.F., AJUSCO

LICENCIATURA EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

“LA FUERZA INDÍGENA EN BOLIVIA EN EL EJE DEL CAMBIO

SOCIO-POLÍTICO”

T E S I N A

PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE:

LICENCIADA EN SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

P R E S E N T A:

MIREYA SALAS VALVERDE

ASESORA:

MTRA. TATIANA COLL LEBEDEFF

2012

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AGRADECIMIENTOS

A mi madre, Modesta, con especial agradecimiento, por enseñarme a

caminar con dignidad, amor y respeto, por su incondicional apoyo, pero más aún,

por ser un gran ejemplo de lucha y perseverancia.

A mi padre, Joaquín, porque siempre me ha dejado decidir en libertad,

componente primordial para mi desarrollo personal y profesional, por su amor,

motivación y trato cordial.

A mi hermana, Vianey, por su permanente amor y profundo apoyo, por su

enseñanza e impulso durante mi transitar por las aulas, desde el nivel básico

hasta el nivel superior, por sentirla conmigo en cada momento.

A mi hermano, Leonel, por su respaldo, generosidad y apoyo incondicional,

porque he aprendido de su independencia, pero sobretodo de su gran valor y

esfuerzo para enfrentarse a todo lo que implica vivir en el extranjero.

A Luis por su entusiasmo, motivación e impulso que me alentaron en este

complicado camino, por su compañía inquebrantable, por su fortaleza para

superar las crisis, porque juntos seguimos luchando por una vida digna.

A Néstor por facilitarme las herramientas informáticas desde mi ingreso a la

Universidad y por el apoyo que me ha brindado en los momentos difíciles.

A la familia Bautista Rodríguez por su entusiasmo y apoyo moral.

A mi asesora, Tatiana Coll, por compartir su tiempo, conocimiento y por

guiarme en este proceso.

A mis lectores, la profesora María de Jesús Salazar y al profesor Saúl

Velasco por sus oportunas recomendaciones y valiosos comentarios, a la

profesora Rocío Oscos por sus importantes consideraciones.

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A mis amigos/as y compañeros/as, que hallé en mí andar por la

Universidad, por compartir conmigo, sus espacios, conocimientos, experiencias y

esperanzas; que sin duda me han dejado un valioso aprendizaje.

A los/as profesores/as que impulsaron esta alternativa de titulación.

Al movimiento indígena, protagonista de la lucha social a lo largo de este

siglo, por abrir el umbral de la esperanza.

A tod@s ell@s gracias.

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………….6

CAPÍTULO I

Irrupciones indígenas y campesinas a principios del siglo XXI

Introducción………………………………………………………………………………12

1.1. Antecedentes………………………………………………………………………..13

1.2. La Guerra del Agua…………………………………………………………………24

1.3. Movilizaciones sociales posteriores a la “guerra del agua”….………………...29

1.4. La Guerra del Gas………………………………………………………………….33

Conclusión………………………………………………………………………………..41

CAPÍTULO II

Instrumentos analíticos de la Epistemología del Sur

Introducción……...……………………………………………………………………….43

2.1. Sociología de las ausencias: lo que no existe es……………………………….46

2.1.1. Primera indagatoria de la sociología de las ausencias………………………48

2.1.2. Segunda indagatoria de la sociología de las ausencias……………………..56

2.2. Sociología de las emergencias: acciones colectivas de trasformación

social………………………………………………………………………………………62

2.3. Hacía una Epistemología del Sur como contribución a la construcción del

conocimiento……………………………………………………………………………..67

Conclusión………………………………………………………………………………..69

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CAPÍTULO III

Tensiones creativas como escenario actual del Proceso de Cambio en Bolivia

Introducción………………………………………………………………………………71

3.1. Precedentes...…………………………………………..…………………………..72

3.2. Tensiones y contradicciones creativas…………………………………………...78

3.2.1. Quinta fase del proceso revolucionario: la emergencia de las

contradicciones creativas……………………………………………………………….80

3.3. La educación como fuerza promotora del proceso de cambio………………...87

Conclusión………………………………………………………………………………..90

Conclusiones Generales………………………………………………………………..92

Bibliografía………………………………………………………………………………..99

Hemerografía, videografía y páginas de internet…………………………………...101

Apéndice………………………………………………………………………………...105

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INTRODUCCIÓN

El contexto de violencia, muerte, corrupción, narcotráfico, desigualdad,

arbitrariedad, injusticia, represión, impunidad, etc., que vivimos hoy día en México,

así como, derivado de mi formación académica, me han hecho mirar hacia el Sur

geográfico, en particular a Bolivia, por hallarse en proceso de construcción de un

horizonte de posibilidades, basados en principios no capitalistas, que ha desafiado

al colonialismo y al capitalismo; y que resulta ser un ejemplo para la lucha social

en América Latina.

Es preciso señalar que a finales de los años 80’, con la entrada del

neoliberalismo, en Bolivia se fue inscribiendo una serie cambios considerables en

la vida económica y política del país, sin embargo, en lugar de incentivar el

crecimiento económico y la democracia participativa, como advertía el discurso

oficial, estos cambios se fueron tornando en contradicción a esa perspectiva. En

este sentido, la mayoría de la población boliviana se ve afectada por la aplicación

de las políticas neoliberales de privatización, de aplicación de impuestos, de ajuste

de precios, de apertura al capital privado, de flexibilización laboral, etc., que

sumado a la situación colonial interna reflejada en los procesos de exclusión,

discriminación y racismo hacía los pueblos indígenas, ponen en descubierto la

crisis de legitimidad del Estado.

Por consiguiente, la agenda de Estado va a tener consenso sólo por el lado

de la oligarquía nacional criolla y mestiza, mientras que, por el otro lado empieza a

existir un descontento y rechazo social a finales del siglo XX y principios del XXI,

por la aplicación y los efectos de las políticas económicas y sociales de corte

neoliberal, que en contraste sólo beneficiaban a una pequeña élite, es decir, a la

oligarquía nacional y aún más a las empresas transnacionales y a los organismos

internacionales de financiamiento.

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La separación terminante de intereses entre la oligarquía nacional y los

sectores empobrecidos mayoritariamente indígenas Aymaras y Quechuas,

profundizó importantes contradicciones en la vida social que configuró, tomando la

siguiente frase de Raquel Gutiérrez, “una situación social de trastrocamiento de lo

que hasta entonces había sido admitido como normal y cotidiano: la prerrogativa

de unos hombres y mujeres, de cierta condición social y descripción étnica, a

mandar y decidir sobre el destino y suerte de los demás”.

Así, las ausencias de reconocimiento político y social de los pueblos

indígenas marcaron ciertas diferencias que establecieron profundas desigualdades

entre los distintos sectores de la población, por lo que las decisiones políticas se

concentraban en manos de sectores criollos y mestizos que excluían a la mayoría

de la población de las decisiones nacionales. Esas formas de representación al no

consultar ni representar a la mayoría, produjeron el reclamo de la población

indígena, que representan el 62%, a ser consultados y ser reconocidos como

actores políticos sujetos a derechos, tanto individuales como colectivos.

Si bien, en Bolivia han existido varios momentos históricos de resistencia y

prácticas subversivas ante los embates del colonialismo y del capitalismo, que

profundizaron las condiciones de pobreza y desigualdad de los pueblos

originarios, cabe señalar que nunca antes se había experimentado en aquella

región las variadas formas de organización social que se registraron a comienzos

del siglo XXI. Levantamientos populares que protagonizaron los sectores

excluidos, en este caso, hombres y mujeres indígenas quienes cuestionaron las

funciones del Estado, el impacto devastador del modelo neoliberal y las prácticas

colonialistas reproducidas por el Estado y por la élite local; a fin de repensar el

horizonte indígena y modificar sus condiciones sociales. En este sentido, el

objetivo de la presente tesina es mostrar y analizar el proceso de transformaciones

sociales que se inauguró en Bolivia partir de la denominada “Guerra del Agua”

(año 2000) protagonizado por el movimiento indígena y sectores empobrecidos;

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así como, conocer la situación actual del proceso de cambio en Bolivia como

posibilidad de futuro más allá de lo establecido por la “modernidad”.

Con el propósito de mostrar a los lectores, a través de un análisis crítico, las

luchas sociales que protagonizaron las organizaciones indígenas y campesinas a

principios de este siglo para comprender la construcción del proceso de cambio en

Bolivia, mismo que se registra como un fenómeno social novedoso en América

Latina y que merece toda nuestra atención.

En este trabajo de investigación parto de dos hipótesis: la primera es que la

capacidad organizativa del movimiento indígena y campesino abrió el proceso de

trasformaciones sociales que condujo a la búsqueda de alternativas subalternas a

la concepción hegemónica del mundo; y la segunda es que el proceso de

consolidación de futuro, en Bolivia, requiere de la recuperación e incorporación de

la experiencia social del ciclo de movilizaciones protagonizadas, a principios del

siglo XXI, por las organizaciones indígenas y campesinas para superar las

dificultades y contradicciones que surgen al interior del proceso de cambio.

La novedad de las prácticas transformadoras que han ocurrido en Bolivia,

resultan ser un nuevo desafío para el pensamiento social latinoamericano, es por

eso que me fue posible retomar los instrumentos analíticos de la epistemología del

Sur, sociología de las ausencias y sociología de las emergencias, como marco de

referencia, que no sólo nos permitirán explicar y analizar las formas sociales de

dominación, exclusión y racismo que invisibilizaron los saberes, las prácticas, los

derechos colectivos y las formas de organización social y productiva de los

pueblos indígenas, sino que también confronta a esas formas sociales de la no

existencia, aportando elementos que valorizan los conocimientos y la experiencia

del movimiento indígena, quienes han construido en Bolivia un horizonte de

posibilidades que expresa, retomando a Aníbal Quijano, la orientación de un

nuevo periodo, la transición de la resistencia a la búsqueda de alternativas.

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La falta de recursos disponibles para emprender el vuelo y conocer

directamente los procesos sociales que se están viviendo en Bolivia, me hizo

abordar esta investigación a partir de la recolección de información cualitativa, por

medio de fuentes documentales y videográficas, así como de la asistencia a las

Conferencias, “Descolonizar la Modernidad diálogos con Silvia Rivera Cusicanqui”

y “Bolivia: logros y desafíos del proceso de transformación”, que me ayudaron a

ordenar y concretar una lectura sobre la realidad social de Bolivia a través de la

mirada, análisis y experiencia de tres sociólogos y activistas bolivianos: Silvia

Rivera Cusicanqui, Pablo Mamani y Álvaro García Linera.

El interés por realizar este estudio de caso se debe al sentido y relevancia

de la nueva lucha indígena que estalló en Bolivia a principios de este siglo, cuya

fuerza y organización a través de un proceso educativo al interior y al exterior del

propio movimiento, no sólo forzó la salida de la trasnacional “Aguas del Tunari”,

sino también permitió la renuncia de dos presidentes, Gonzalo Sánchez de Lozada

y Carlos Mesa; el planteamiento de modificar las estructuras de dominación

sociectal; el triunfo del primer presidente indígena, Evo Morales Ayma; la

realización de una Asamblea Constituyente; la construcción y proclamación de la

Nueva Constitución del Estado y como tal el reconocimiento institucional a la

diferencia.

En este sentido, cabe destacar que esta investigación es abordada desde la

Sociología de la Educación, ya que, como se sabe, el campo de análisis del la

Sociología de la Educación no sólo comprende el Sistema Escolar, sino también

todo tipo de educación, en la que se incluyen los procesos educativos que realiza

el movimiento indígena y que están implícitos en su comprensión y reflexión sobre

los procesos sociales y políticos de su entorno y en el desarrollo de sus acciones y

propuestas; así mismo su acción ha impactado en los procesos de construcción

del conocimiento en el conjunto de las ciencias sociales y han obligado a

replantear nuevos elementos epistemológicos para el análisis y comprensión de la

realidad social.

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Si bien, el tema sobre el proceso de transformación social en Bolivia es muy

amplio, en las siguientes páginas se trató de analizar de forma sistematizada

algunos de los aspectos más importantes para propósitos de la presente tesina.

Para ello, el trabajo está dividido en tres capítulos, como enunciamos a

continuación:

El capítulo primero pretende describir el contexto social, político y

económico que antecedió a los levantamientos populares de comienzos de este

siglo, para después comenzar con la denominada “Guerra del Agua”, “Guerra de la

Coca” y “Guerra del Gas”; analizando las características y repercusiones de cada

uno de estos conflictos.

En el capítulo segundo se presenta el marco teórico referencial a partir del

cual se analiza el tema. Este corresponde al campo de la sociología de las

ausencias y la sociología de las emergencias, instrumentos analíticos de la

Epistemología del Sur desarrollados por Boaventura de Sousa Santos.

En el capítulo tercero, y último, hacemos una descripción y reflexión sobre

las dificultades del actual proceso de cambio en Bolivia a través del análisis e

interpretación de Álvaro García Linera, así como, cuáles son los retos del

movimiento indígena para superar las contradicciones y reforzar el proceso

revolucionario, en aras a concretar sus perspectivas y expectativas de futuro.

Finalmente y a manera de conclusión, se enuncian elementos importantes

que se desarrollaron en cada capítulo, para el análisis y ubicación de la lucha

indígena en Bolivia que conformó una fuerza social en función de un proyecto

político, y que actualmente ha abierto el debate, entre otras cuestiones, a cómo

conducir el procesos de cambio, qué “modo” o “sistema” sucederá al capitalismo,

cómo superar las contradicciones internas, etcétera. Si bien, muchas cuestiones

aún carecen de respuesta, sí podemos decir que, en la medida en que el

movimiento indígena retome de su experiencia, del ciclo de movilización de

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principios de siglo, ayudará a clarificar y concretar las proposiciones basadas en

principios no capitalistas como expectativas de futuro.

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CAPÍTULO I

IRRUPCIONES INDÍGENAS Y CAMPESINAS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI

“Los derechos no se mendigan. Los derechos se conquistan.

Nadie va a luchar por lo nuestro.

O luchamos juntos por lo justo

o toleramos la humillación de los malos gobernantes”.1

Cada país se ve a sí mismo con los ojos de su memoria.

René Zavaleta Mercado

Introducción

Este capítulo está constituido por cuatro apartados que describen los

antecedentes propios de esta investigación, por lo que el primero de ellos se

refiere a los procesos de diferenciación social que se establecieron en Bolivia a

partir de la época colonial y que como tal serían reproducidos, aún después de la

independencia, por un pequeño grupo de criollos y mestizos ligados entre sí para

mantener las relaciones de poder. Por consiguiente, en este apartado también se

mostrará cómo estos grupos expresaron abiertamente el desprecio hacia los

pueblos originarios a través del racismo, discriminación y exclusión por

considerarlos un obstáculo para el progreso y la modernidad, esa modernidad que

prometía mayor crecimiento económico y una mejor calidad de vida.

Veremos también cómo a finales del siglo XX y principios del XXI entró un

modelo económico de orden mundial, denominado neoliberalismo, que profundizó

las crisis del Estado boliviano; lo que motivó en gran manera acciones de

1 “Manifiesto a Cochabamba”, por la Coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida.

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participación y de lucha indígena para transformar las relaciones en cuestión,

develándose así las crisis del paradigma de desarrollo y modernidad.

El segundo apartado aborda el primer levantamiento indígena y popular de

principios de este siglo conocido como la “guerra del agua”. Haciendo énfasis, a la

tendencia neoliberal de privatizar el agua, a las diversas movilizaciones sociales

que emergieron en rechazo a la concesión de agua potable y alcantarillado al

consorcio “Aguas del Tunari” y a la articulación y potencialidad que logró el

movimiento social en Bolivia para recuperar un bien común.

El tercer apartado se ocupa de describir brevemente dos conflictos sociales,

denominados la “guerra de la coca” y el “impuestazo”, que a la par con la “guerra

del agua” surgieron en un momento de crisis del sistema sociopolítico y

económico.

El último apartado se refiere a la “guerra del gas”, un conflicto de gran

envergadura que logró articular a los de abajo y colocar en la mesa del debate la

voluntad popular de trastocar las estructuras sociectales.

1.1. Antecedentes

En Bolivia, al igual que en otros países de América Latina con presencia de

pueblos indígenas, las tierras de estos pueblos han sido acosadas por el gran

capital, debido a los diversos recursos naturales que poseen, a fin de obtener

grandes beneficios. Mientras para los pueblos indígenas la tierra es sagrada, para

el Estado y las grandes transnacionales es simple mercancía; mientras los

pueblos indígenas protegen y preservan los recursos naturales que les provee la

Pachamama,2 el Estado actúa en relación a las políticas económicas mundiales

2 Término aymara y quechua y, que también utilizan los demás pueblos originarios de América del Sur para

definir a la Madre Tierra.

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que promueven la venta de los recursos a empresas privadas a bajo precio, para

ser éstas últimas quienes se encarguen de la extracción, explotación,

transformación, venta y distribución de recursos básicos como: los minerales, el

agua, el gas y el petróleo.

Así es que, el Estado moderno en sus diferentes etapas históricas ha

pretendido disponer sobre las tierras y territorios de los pueblos indígenas que

constituyen una parte fundamental de su identidad, debido a que desde la

cosmovisión indígena la tierra constituye el espacio natural de vida y el lugar

sagrado donde vive e interactúa la comunidad; y el territorio como el espacio con

propia estructura organizativa que integra todas las formas de existencia de la

vida.3

En este sentido, es importante comenzar diciendo, que si bien, no existe

una sola interpretación que nos ayude a definir pueblos indígenas, en este trabajo

vamos a retomar algunos criterios y enfoques que nos sirvan para identificar

quiénes se consideran o a quiénes se les considera pueblos indígenas. Por lo que

recurrimos a:

El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cual

declara que un pueblo es considerado indígena cuando incluyen estilos

tradicionales de vida; cultura y modo de vida diferentes a los de los otros

segmentos de la población nacional, p.ej. la forma de subsistencia, el

idioma, las costumbres, etc.; organización social e instituciones políticas

propias; y vivir en continuidad histórica en un área determinada, o antes de

que otros “invadieron” o vinieron al área;

La Nueva Constitución Política del Estado Boliviano (2009), expresa que es

nación y pueblo indígena originario campesino toda la colectividad humana

3 Véase en: Huanacuni, Fernando, Buen Vivir / Vivir Bien. Filosofía, políticas, estrategias y experiencias

regionales andinas, Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, Perú, 2010.

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que comparta identidad cultural, idioma, tradición histórica, instituciones,

territorialidad y cosmovisión, cuya existencia es anterior a la invasión

colonial española.

Los pueblos indígenas al conservar formas distintas de proyectar el mundo,

han sido considerados por el Estado liberal, caracterizado por la cultura occidental,

un obstáculo para progreso.

La idea de progreso en el mundo occidental, es un imperativo de desarrollo

y bienestar, “…donde el futuro es mejor que el pasado, [donde se trabaja] para

progresar… El progreso significa también lo urbano, lo moderno, el tener bienes

acumulados. En síntesis, el progreso es mejor que lo otro, pero lo otro siempre

queda como un pasado, con un estereotipo negativo. El progreso tiene también

una connotación de positivo y lo tradicional de negativo”.4

Las diferencias étnicas de las naciones y pueblos originarios que involucran

“…formas específicas de interrelación, ciertas características culturales, sistemas

de organización social, costumbres y normas comunes, pautas de conducta,

lengua, tradición histórica, etcétera…”,5 al no entrar en esa idea de progreso, las

han pretendido borrar mediante prácticas de integración y homogenización

promovidas por el Estado uninacional.

El rechazo al otro, al diferente, al indígena, se ha manifestado en formas de

exclusión, discriminación, despojo, explotación y dominación que se han

reproducido desde la época colonial, hasta llegar al modelo neoliberal. Con la

entrada del neoliberalismo, el Estado se encargó de acceder a la aplicación de

políticas económicas y sociales que continuaron invisibilizando a la población

indígena y a sus derechos específicos como pueblos, como a su derecho a la

4 Crespo, Luis Felipe, “Políticas Culturales. Viejas tareas, nuevos paradigmas”, en Revista Memoria, núm.

158, abril 2002. 5 Díaz-Polaco, Héctor, La cuestión étnico nacional, Fontamara, México, 1998. p. 18.

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tierra; territorio; recursos naturales; identidad cultural, prácticas y costumbres;

consulta; participación; actividades económicas tradicionales; educación; salud;

trabajo; autonomía; a vivir en libertad, paz y seguridad.6

El caso de Bolivia, es un claro ejemplo de un pueblo con mayoría indígena

conformada por Aymaras, Quechuas, Guaraníes y 33 naciones más7; quienes se

han enfrentado en diferentes etapas de su historia a los pequeños grupos que

ostentan el poder político y económico, toda vez que no se les había reconocido

sus derechos colectivos como naciones y pueblos originarios. Debido a que, en

Bolivia sólo se promovía una sola cultura, la occidental, por medio de procesos de

homogenización y aculturación que pretendían borrar la existencia de las diversas

culturas.

A lo anterior, es importante mencionar que Bolivia es considerada como la

región más pobre de América del Sur, está ubicada geográficamente en la zona

central de América del Sur. Su extensión territorial es de 1,098,581 Kilómetros

cuadrados. De acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2001, Bolivia tiene una

población de 8.274.325 millones de habitantes y de los cuales un 62% se

autoidentifican como Pueblos Originarios o Indígenas de la Población.8

En esta región de Sudamérica, se consolidó después de la independencia

formal un Estado racista con matriz colonial, donde las características biológicas

combinadas a los componentes étnicos definirían la distribución de la población:

unos se ubicarían en una posición privilegiada, mientras que los otros obtendrían

una posición marginal.

6 Derechos amparados en el Convenio No. 169, ratificado en Bolivia mediante la Ley de la República n°

1257, en 1991. 7 Araona, baure, bésiro, canichana, cavineño, cayubaba, chácobo, chimán, ese ejja, guarasu’we, guarayu,

itonama, leco, machajuyai-kallawaya, machineri, maropa, mojeñotrinitario, mojeño-ignaciano, moré,

mosetén, movima, pacawara, puquina, sirionó, tacana, tapiete, toromona, uru chipaya, weenhayek, yaminawa,

yuki, yuracaré y zamuco. 8 Véase en http://www.ine.gob.bo

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La dominación de la burguesía criolla primero ligada a la economía de la

plata y después ligada a la economía del estaño reforzó las prácticas racistas,

provenientes de la época colonial, definiendo así cuáles serían los derechos y

deberes de la población en base al color, características biológicas y componentes

étnicos.

En otras palabras, la configuración del “otro”, en Bolivia, ha evidenciado

profundas desigualdades a través del racismo. “El papel clave del racismo, desde

sus primeras apariciones en la época colonial, ha supuesto la negación de la

participación social, política y económica a ciertos grupos y la legitimación de

diversas formas de explotación. El racismo está incrustado en las relaciones de

poder; refleja la capacidad de determinado grupo de formular una ideología que no

sólo legitima una relación de poder particular entre comunidades étnicas, sino que

resulta ser un mecanismo útil para reproducir esa relación”.9

Derivado de lo anterior, el mismo autor, Fredy Rivera, considera tres

actitudes del poder precedentes del racismo, las cuales enuncia de la siguiente

manera:

“Primera, dentro del discurso racista, el poder se ejerce epistemológicamente en

las prácticas duales de nombrar y evaluar al “otro” ya que ambas actividades permiten la

clasificación de los individuos y les atribuyen un rol pasivo: reciben lo que decide el que

sustenta el poder. Segunda, las consecuencias socio políticas del racismo están sujetas al

poder que poseen los racistas. Así, un grupo puede considerar a [los “otros”] como

endémicamente inferiores... Tercera, cuando un grupo impone una concepción del mundo

que contiene elementos racistas, la sociedad en cuestión se divide automáticamente entre

grupos mayoritarios y minoritarios”.10

De tal forma, en Bolivia, la élite que se ha mantenido en el poder ha

reproducido su visión sobre la población originaria, haciendo alusión a ella de

forma despectiva como indios flojos, sucios, irracionales, ignorantes, salvajes,

9 http://www.uasb.edu.ec.padh

10 Loc. Cit.

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borrachos, y atribuyéndoles el rol de servidumbre. Por lo que el racismo y la

discriminación se han mantenido en las estructuras políticas, económicas y

sociales; situación que se refleja en la vida cotidiana a través del lenguaje,

símbolos, códigos, prácticas, gestos.

La diferenciación social, corolario de los escenarios de la corona española y

después de la oligarquía nacional, ha preservado los supuestos o dicotomías:

superior/inferior, existencia/inexistencia, visible/invisible, intelectualidad/ignorancia,

moderno/arcaico; urbano/rural; mayoría/minoría; lo primero caracterizando a la

oligarquía blanca y mestiza y lo segundo definiendo a los pueblos indígenas.

Paradójicamente, el concepto de minoría utilizado por el discurso racista en

Bolivia, no se define en relación a un número menor del conjunto de la población,

sino, a las relaciones de poder, es decir, pese a que es mayor la población

indígena en Bolivia en relación a los criollos y mestizos, ésta fue nombrada como

minoría, como parte del discurso dominante.

Es por eso que históricamente los pueblos indígenas han luchado frente a

la cosmovisión dominante por la defensa de la vida y su territorio, así pues, han

resistido al ataque contra sus formas de organización y representación propias de

los ayllus,11 terminó que se traduce como comunidad, la cual se define como

estructura y unidad de vida constituida por toda forma de existencia y de

complementación con otros seres dentro de la comunidad;12 también han

expresado su rechazo a las políticas privatizadoras; han reclamado el respeto y

reconocimiento a su diferencia y a sus derechos colectivos como pueblos

originarios. En suma, han resistido a las disposiciones, primeramente, del sistema

11

Silvia Rivera Cusicanqui, define que el ayllu es la célula básica de la organización social andina, desde

tiempos prehispánicos y constituye una compleja organización territorial y de parentesco, de carácter

segmentario. A partir del Siglo XIX, los términos de “ayllus” y “comunidad” se convirtieron en sinónimo,

debido en gran medida al proceso de fragmentación vivido por la sociedad andina desde tiempos coloniales”.

Véase en Miranda Pacheco, Mario (Compilador), Bolivia en la hora de su modernización, UNAM, México,

1993. 12

Huanacuni, F. Op.Cit.

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colonial, después del sistema capitalista y ahora como parte del segundo del

modelo neoliberal, mismas que se unieron para sostener el colonialismo interno,

preexistente en Bolivia.

Al respecto, Idón Moisés Chivi Vargas, describe:

“El colonialismo interno constituye el centro mismo de la reproducción de las

relaciones sociales de dominio sustentadas en el color de la piel y que se realizan desde el

mismo Estado, desde sus prácticas institucionales y su ideología excedente (…como son

los mecanismos señoriales de selección, las ideologías jerárquicas y las relaciones de

género, por ejemplo)”.13

En consecuencia a comienzos del Siglo XXI, Bolivia fue escenario de

diversas manifestaciones, movilizaciones, revueltas e insurrecciones,

protagonizadas en su mayoría por Aymaras, Quechuas y otros grupos originarios,

que en conjunto con población rural y urbana empobrecida, trabajadores

asalariados e informales, transportistas, estudiantes y profesionistas, mismos que

no contuvieron el hartazgo social, articularon nuevas formas de organización y

protesta. Por lo cual, al ser conscientes de sus condiciones sociales cuestionaron

las políticas privatizadoras implementadas por sus diferentes gobiernos y su

impacto económico, social, político, cultural y ambiental.

En lo relativo a los proyectos nacionales salientes de los diferentes

gobiernos de finales del Siglo XX y principios del XXI, todos respondieron a las

políticas exigidas por los organismos internacionales, mismas que dejaron

saqueada a la economía, causando crisis y endeudamiento externo. Por tanto, el

Estado se redujo a ser un órgano de dominación interna, a fin de profundizar las

desigualdades preexistentes entre los sectores indígenas y campesinos, y la

oligarquía nacional.

13

Chivi, Idón Moisés, “Bolivia: Fin del Estado Colonial, Nacimiento del Estado Plurinacional”, en Revista

Memoria, núm. 240, marzo 2010.

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Por consecuencia, el Estado boliviano comenzó a evidenciar su deterioro.

“Fueron quince años de aplicación casi ininterrumpida del modelo neoliberal en

Bolivia. Todas las empresas estatales fueron privatizadas a través de la llamada

“capitalización” y las concesiones a privados. Los hidrocarburos, los ferrocarriles,

las telecomunicaciones, el transporte aéreo, los fondos de pensiones, la

electricidad, las empresas mineras, los bosques, casi todo fue privatizado. La

banca de fomento vinculada al estado fue declarada en quiebra, las subvenciones

a los sectores productivos más desprotegidos fueron suprimidas, la libre

importación de productos fue aplicada mucho antes de que entraran en vigencia

los acuerdos de la ronda de Uruguay que dieron nacimiento a la Organización

Mundial del Comercio”.14

De manera que en Bolivia fue evidente la crisis provocada por diversos

factores convergentes en el modelo neoliberal. Para comprender estos factores,

retomo el análisis que hace Luis Tapia sobre los tipos de crisis del Estado que se

han experimentado en Bolivia:

Crisis Fiscal: “El conjunto de privatizaciones de las empresas de explotación

de recursos naturales o de transformación manufacturera que eran propiedad

estatal se llevaron a cabo debido a la idea de que dichas empresas eran

insuficientes y causaban un alto déficit al estado. [Sin embargo] Los procesos de

privatización no han demostrado que los ingresos estatales hayan aumentado a

través de los impuestos que deberían haber crecido…Esto ha implicado un

creciente déficit fiscal o crisis fiscal, en la medida en que el estado ha tenido que

recurrir, crecientemente, a deuda para poder sostener su financiamiento normal.

En este sentido, el estado boliviano dependía de la deuda externa y de la llamada

cooperación internacional que definía las líneas de inversión pública”.15

14

Pablo, Solón. “Radiografía de un Febrero”, en: OSAL, CLACSO, año IV, no. 10, enero-abril de 2003. 15

Tapia, Luis, “Una reflexión sobre idea de Estado Plurinacional”, en: OSAL, año VIII, no. 22. CLACSO,

Buenos Aires, Argentina, 2007.

Page 21: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

21

Crisis de representación: “Durante los ochenta y noventa se hicieron

algunas reformas electorales que, junto a los cambios producidos por la

implantación del modelo neoliberal, produjeron en el sistema de partidos una

configuración monoclasista. Había un sistema de partidos medianamente

fragmentado, con 5 partidos cogobernantes, que se adherían al mismo proyecto

económico y representaban a fracciones de la misma clase económicamente

dominante. En este sentido, las elecciones fueron eventos de competencia entre

fracciones de núcleos empresariales en el país, cuyo resultado no representaba al

conjunto de la población boliviana, sino que constituían un momento en que los

núcleos de poder económico competían por apoyo plebiscitario para definir el peso

que cada uno de éstos tendría en los gobiernos de coalición que se formaban para

gobernar el país”.16

Crisis de legitimidad: “En la medida en que los partidos no contienen

representación amplia de la sociedad civil y de pueblos y culturas, y en la medida

en que el parlamento y el Ejecutivo mostraron un creciente nivel de corrupción y

cinismo, el sistema de partidos comenzó a ser fuertemente cuestionado hacia

finales del siglo XX, y desde el año 2000 se empiezan a producir y desplegar los

conflictos más intensos; la guerra del agua, los bloqueos en el altiplano y las

grandes movilizaciones a favor de la nacionalización y la asamblea constituyente,

que siempre iban acompañadas de una fuerte crítica al sistema de partidos, como

el soporte político del estado en el país. Estas cosas ya son bien conocidas y

ampliamente comentadas; no ocurren sólo en Bolivia, han pasado en todo el

continente latinoamericano”.17

Crisis de correspondencia: “Se trata de una crisis de correspondencia entre

el estado boliviano, la configuración de sus poderes, el contenido de sus políticas,

por un lado, y, por el otro, el tipo de diversidad cultural desplegada de manera

16

Ibíd. 17

Ibíd.

Page 22: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

22

autoorganizada, tanto a nivel de la sociedad civil como de la asamblea de pueblos

indígenas y otros espacios de ejercicio de la autoridad política que no forman parte

del estado boliviano, sino de otras matrices culturales excluidas por el estado

liberal desde su origen colonia y toda su historia posterior…Después de 15 años

de neoliberalismo, de un proceso de sucesivas derrotas de las organizaciones

populares que intentaron frenar y cuestionar los procesos de privatización, en el

año 2000, a partir de la guerra del agua, comienza un nuevo ciclo ascendente de

luchas populares que revelan procesos que se fueron preparando largamente y

que produce esta crisis de correspondencia a nivel del estado”.18

Los tipos de crisis de Estado que define Tapia, son un referente importante

para el análisis de los momentos económicos y sociopolíticos en los que el Estado

va perdiendo su legitimidad frente a una mayoría indígena y campesina que va

reafirmando su condición como pueblos originarios y como actores políticos

sujetos a derechos.

Cabe mencionar que en Bolivia al igual que en otras regiones del mundo, el

neoliberalismo entró de manera rapaz a finales de los 80’, como una doctrina

basada en la liberalización económica, la privatización y la intervención de los

gobiernos a favor del gran capital.

De tal forma, las políticas económicas y sociales de corte neoliberal las han

diseñado y ejecutado los organismos internacionales (llámense Fondo Monetario

Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo), como

mecanismo para desarticular al Estado de Bienestar y promover la privatización de

empresas paraestatales de bienes y servicios públicos. Asimismo, el discurso

neoliberal se sostiene en base a términos tecnócratas como: inversión, estabilidad,

mercantilización, eficacia, eficiencia, calidad, productividad, competencia, etc.

18

Ibíd.

Page 23: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

23

Las políticas de corte neoliberal efectuadas en Bolivia se llevaron a cabo

como una medida de supuesta prevención o salida a las crisis económicas, y, a

cambio, los organismos financieros otorgaron préstamos a razón de dar

cumplimiento a sus recomendaciones de ajuste. Por otro lado, también las

políticas neoliberales pretendieron mostrar un aparente lado humano, como

ejemplo, está la creación de programas compensatorios que iban dirigidos a la

población marginada como forma de erradicar la “pobreza extrema”.

Sin embargo, la población empobrecida no sintió los supuestos beneficios

de la aplicación de las políticas económicas y sociales propias del neoliberalismo.

Ya que, dichas políticas ocasionaron una agudización en cuestión de desempleo,

caída de los salarios, contratos eventuales, aumento en la edad de jubilación,

despidos injustificados; desmantelamiento a la educación pública, aumento de

colegiaturas, reducción de la matrícula, inclusión de empresas privadas de

financiamiento y evaluación, reducción del presupuesto público a la educación;

aumento en el precio de los bienes de consumo; despojo y privatización de los

recursos naturales; reducción del presupuesto al sistema de salud e insuficiencia

de unidades; destrucción ambiental; apatía por el sistema de partidos, corruptela,

compadrazgos, clientelismo, impunidad, etc.

De manera que, en Bolivia el antagonismo social y las causas del modelo

neoliberal que dieron origen a las crisis del estado fueron el detonante para los

levantamientos populares inaugurados en Cochabamba en el año 2000 y los

subsiguientes.

Para comprender la situación que se vive actualmente en Bolivia como

escenario de debate y construcción de un Nuevo Estado y una nueva sociedad, es

necesario describir su proceso de transformación social a partir de las luchas

populares (2000-2005) que protagonizó el movimiento indígena y campesino a

través de dos cuestiones fundamentales: la recuperación y control popular de los

Page 24: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

24

recursos naturales y la condición de plurinacionalidad que impactó al conjunto de

la sociedad; convirtiéndose así en un bloque dirigente del triunfo del primer

presidente indígena Evo Morales Ayma (2006), de la Asamblea Constituyente

(2007) y de la Nueva Constitución del Estado (2009), en la cual se establece el

reconocimiento institucional de los Derechos de las Naciones y Pueblos Indígena

Originario Campesinos, el carácter Plurinacional del Estado, etcétera.

1.2. La Guerra del Agua

“Pachacuti arriba cada 500 años.

Es el retorno del tiempo que nos fue arrebatado violentamente,

estos tiempos volverán, no serán los mismos porque el tiempo no retorna siempre igual,

pero volverá en la forma de terremotos y cambios profundos de Pachamama.

El tiempo de Pachacuti es el tiempo que ahora estamos viviendo.

Ese tiempo es ahora.19

Para comenzar, vale mencionar como antecedente que, en Bolivia ya había un

referente histórico de organización comunitaria desde los movimientos

anticoloniales encabezados por Tomás Katari, Túpac Katari y Bartolina Sisa

continuando con Willka Zarate, y que serían un referente para la lucha de las

organizaciones y sociedad civil que irrumpieron a principios de este siglo, como

son: la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia

(CSUTCB) de donde después surge el Movimiento Indio Pachacuti (MIP), los

cocaleros y su instrumento político Movimiento al Socialismo (MAS), las

Asambleas de los Pueblos Indígenas de la Amazonia, el Chaco y el Oriente, la

Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), Consejo

Nacional de Ayllus y Marcas (CONAMAQ), la Federación de Juntas Vecinales

(FEJUVE), Federación Departamental de Regantes (FEDECOR), la Central

Obrera Boliviana (COB), la Coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida,

etcétera.

19

“Mitos fundacionales”, véase en: www.rebelion.org/docs/52572.pdf

Page 25: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

25

En junio de 1999 como parte de la agenda neoliberal, “el Banco Mundial

publicó un reporte sobre el Gasto Público en Bolivia, enfatizando la importancia de

una Ley de Agua Potable para garantizar la transferencia de la administración de

agua potable al sector privado y la necesidad de eliminar subsidios en el sector”.20

“En septiembre la Superintendencia de Aguas otorgó la concesión al consorcio

Internacional “Aguas del Tunari”, compañía creada en las Islas Caiman, un paraíso

fiscal, con un capital de apenas 2500 US$, compuesta por International Water UK,

una filial de la compañía norteamericana Bechtel, con un 55% de las acciones,

Abengoa, de España con 30% y un grupo de empresas bolivianas. Pocas

semanas después…el Parlamento aprobó la Ley de Agua Potable y Alcantarillado

Sanitario No. 2029”.21

La tendencia neoliberal de privatizar el agua y terminar con las formas

tradicionales-comunitarias de su uso y distribución fue discutida a finales de 1999

por la FEDECOR, el Comité de Defensa del Agua, organizaciones ambientalistas,

organizaciones sindicales, organizaciones vecinales, comerciantes, estudiantes,

profesores y demás asociaciones civiles, quienes se unieron en la Coordinadora

de Defensa del Agua y de la Vida, con el objetivo de llevar a cabo diversas

movilizaciones en rechazo a la concesión de agua potable y alcantarillado al

consorcio “Aguas del Tunari” y a la Ley No. 2029.

Lo que motivó en enero del año 2000 en la ciudad de Cochabamba intensas

jornadas de protesta, que se intensificaron aún más debido al aumento de cuotas

en el suministro del agua, lo que dio paso a la concreción de acciones tales como

bloqueos de carreteras y caminos.

Subsecuentemente, para el mes de febrero, todavía no se llegaba a un

acuerdo entre la Coordinadora de Defensa del Agua y el gobierno de Hugo

20

Crespo, Carlos, “La guerra del agua en Cochabamba”, véase en http.www.docencia.itz.uam.mx 21

Loc. Cit.

Page 26: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

26

Banzer,22 por lo que la Coordinadora llamó a las diversas organizaciones y

sociedad civil organizada a la toma de la Ciudad de manera simbólica para

demandar específicamente el ajuste a las tarifas del agua potable, “anulación de la

Ley de Agua Potable y Alcantarillado Sanitario, anulación de reglamentos que

hicieron posible la Concesión, anulación del Contrato con “Aguas del Tunari”,

renuncia del Superintendente de Aguas, consenso con todos los sectores sociales

en la Ley del Recurso Agua”.23

En respuesta, el gobierno ordenó el despliegue de las fuerzas policiacas

para cercar la Ciudad y contener a la multitud, lo que provocó fuertes

enfrentamientos entre policías y manifestantes. Después de tales sucesos se llega

a un acuerdo provisional sobre el cobro de las tarifas del agua.

Para el mes de marzo, la Coordinadora de Defensa del Agua realizó una

consulta a la población en torno a su opinión sobre la Ley 2029; sobre las tarifas

del agua, y principalmente, si estaban de acuerdo con la concesión que se dio al

consorcio “Aguas del Tunari”. La amplia participación dio paso a la convocatoria y

desarrollo de una Asamblea, en la cual la Coordinadora convocó a tomar acciones

más radicales y permanentes hasta expulsar definitivamente a “Aguas del Tunari”

y por consiguiente concretar la congelación de las tarifas y modificar la Ley 2029.

En abril, la multitud irrumpe indefinidamente en la Ciudad hasta lograr la

solución a sus demandas, situación que se da bajo el asedio y represión policial.

22

Este personaje que participó directamente en el asedio y asesinato de Ernesto Che Guevara, fue presidente

de Bolivia en dos periodos: primero de 1971-1978 cuando encabezó un golpe de estado contra Juan José

Torres presidente nacionalista. Bajo un régimen dictatorial y con apoyo de Estados Unidos llevó a cabo

diversas acciones a razón de evitar la expansión del comunismo, a través de esa coordinación bilateral se

efectúo la Operación Cóndor que representó una de las mayores violaciones a los derechos humanos, por

llevar a cabo acciones de vigilancia, secuestro, tortura, violaciones, degradación, desapariciones forzadas de

estudiantes, campesinos, obreros, maestros, guerrilleros, amas de casa, sacerdotes, niños y demás personas o

grupos a quienes consideraban subversivos. Su segundo mandato presidencial definido como constitucional

fue de 1997-2001, recibiendo nuevamente el apoyo de Estados Unidos ahora en cuestión de lucha contra el

narcotráfico. 23

http://utopialapalabra.blogspot.mx/2010/10/la-lucha-por-el-agua-en-cochabamba.html

Page 27: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

27

En tanto que, el día 10 de ese mismo mes se anuncia la cancelación del contrato

con “Aguas del Tunari”.

La articulación y potencialidad del movimiento social logró frenar la

estrategia neoliberal de privatizar la administración de agua potable, logrando así

el primer triunfo popular de principios de siglo contra el neoliberalismo.

Por lo que, “una serie de movilizaciones y protestas consiguieron la

eliminación de un contrato del servicio de agua potable lesivo a los intereses de la

población y lograron la modificación de una Ley que amenazaba esfuerzos

colectivos en la construcción y mantenimiento, usos y propiedad consuetudinaria

de sistemas de provisión de agua”.24

El elemento relevante aquí es que “la guerra del agua ha quedado inscrita

en la lucha del pueblo boliviano como momento inaugural de la recuperación de la

potencia social contra el saqueo de los recursos públicos y, más allá de ello, como

clave central de la lucha por la recuperación de los bienes comunes”.25 En este

sentido, la irrupción en Cochabamba fue el inicio de la resistencia contra 500 años

de despojo, dominación, discriminación y exclusión, que impulsó la necesidad de

repensar el horizonte indígena, como señala Pablo Mamani, en la “dinámica ser-

siendo y estar-estando”.26

Por otra parte, es importante señalar que durante el año 2000, año en el

que se da el conflicto de la guerra del agua, también se efectuaron otras

expresiones sociales, mismas que enunciamos brevemente a continuación:

24

Vargas Humberto y Kruse Thomas, “Las victorias de Abril: una historia que aún no concluye”, en: OSAL,

CLACSO, año IV, no. 12, septiembre-diciembre 2000. 25

Gutiérrez Aguilar, Raquel, Los Ritmos del Pachakuti, Sísifo Ediciones, México, 2009, p.69. 26

Conferencia, “Descolonizar la Modernidad diálogos con Silvia Rivera Cusicanqui”, en, Auditorio Ricardo

Flores Magón, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM, 14, 16 y 17 de noviembre de 2011

Page 28: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

28

Manifestaciones de profesores por aumento salarial.

Paros y bloqueos de choferes sindicalizados debido a la alza del precio del

combustible.

Protestas de la Central Obrera Regional (COR) por el aumento a

hidrocarburos y otros bienes de consumo.

Manifestaciones y huelga de hambre de policías a las que se unieron sus

esposas, para demandar aumento salarial.

Marchas de profesores por mayor asignación presupuestaria a la

educación.

Movilizaciones y bloqueos de campesinos en contra de la Reforma del

Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y contra de la erradicación de

los cultivos de la hoja de coca.

Marchas de personal del Sector Salud por aumento salarial.

Manifestaciones y declaraciones de Coordinadora en Defensa del Agua, en

las cuales declaraban que no pagarían la deuda del Servicio Municipal de

Agua Potable y Alcantarillado (SEMAPA).

Manifestaciones de jubilados de la Federación de Trabajadores Mineros por

una “renta digna”.

Manifestaciones y bloqueos de comerciantes en contra de la prohibición de

instalar puestos de venta en las calles céntricas de La Paz.

Marcha de prestatarios que exigían la condonación de sus deudas que

contrajeron con entidades financieras.

Intensivas marchas de desocupados que exigían la creación de nuevos

empleos y mejores condiciones de trabajo.

Bloqueos del Comité Cívico de Oruro para demandar información sobre la

puesta en marcha de obras públicas.

Unificación de diversas organizaciones en la Coordinadora de Movilización

Única Nacional (COMUNAL), quienes llevarían a cabo manifestaciones

Page 29: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

29

demandando la modificación de la Ley del INRA y el rechazo a la

erradicación de la hoja de coca.

Manifestaciones de profesores, estudiantes y padres de familia en protesta

de la municipalización de la educación.

Manifestaciones y bloqueos de cocaleros de la región del Yungas y del

Chapare y demás organizaciones en rechazo a la erradicación de los

cultivos de la hoja de coca; programa ejecutado por el presidente Hugo

Banzer apoyado por Estados Unidos (programa al cual le da continuidad,

después de la renuncia de Banzer, el vicepresidente Jorge Tuto Quiroga).

Marchas en rechazo al desafuero del entonces dirigente de los cocaleros y

diputado Evo Morales Ayma, etc.27

De manera que, como pudimos observar, las irrupciones sociales

fueron el preludio del Siglo XXI. Empero, la guerra del agua por su

envergadura y diversidad significó prácticamente el primer levantamiento

organizado popular de principios de siglo.

1.3. Movilizaciones Sociales posteriores a la “guerra del agua”

Uno de los conflictos que se agudizó después de la guerra del agua, fue la

denominada guerra de la coca, por su significación simbólica, cultural y económica

que guarda. “A comienzos de 1998 el gobierno de Banzer Suárez puso en marcha

un nuevo proyecto de “lucha antidrogas” denominado “Plan Dignidad”. Este plan

prometía “sacar a Bolivia del circuito del narcotráfico hasta el año 2002”. Para ello,

se propusieron erradicar la totalidad de la coca ilegal y excedentaria, es decir,

aproximadamente 38,000 has. Además, aplicar una “fuerte política de

interdicción”. En el marco de este “plan” y a lo largo de 1998 y 1999 proliferaron

los enfrentamientos entre fuerzas erradicadoras y cocaleros, implementando el

27

Véase en “Bolivia Cronología del conflicto social”, OSAL, disponible en http://www.clacso.org.ar/

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30

gobierno una política de terror”, que incluyó la duplicación del número de efectivos

policiales y militares en la zona del Chapare y el traslado a la región de pertrechos

de guerra como helicópteros artillados y tanques”.28

La hoja de coca es un símbolo de identidad cultural indígena, de herencia

ancestral, que emerge de la profunda relación que se tiene con el entorno y con la

Pachamama, representa la fuerza, la vida, es un alimento espiritual que les

permite entrar en contacto con sus divinidades;29 sin embargo, esta especie de

planta primero fue desvalorizada pero a la misma vez aprovechado por la corona

española para hacer rendir el trabajo indígena, dado que las condiciones laborales

a las que se enfrentaban eran infrahumanas. La hoja de coca les permitía

aguantar el hambre, las prolongadas jornadas de trabajo, las condiciones

climáticas y el trabajo obligado; de manera que, los españoles no tomaron en

cuenta el valor y significado histórico y cultural que tenía la coca para la población

nativa.

Es importante mencionar que en el siglo XIX, se procesa la hoja de coca y

da como resultado la cocaína. Después del descubrimiento de sus propiedades,

Estados Unidos enuncia y norma la ilegalidad de la cocaína y de la coca.

En el año 2001 y 2002 con la aplicación del Programa de erradicación de

los cultivos de la hoja de coca, se intensificó el clima de tensión e inquietud entre

los cocaleros del Chapare,*30 por el acoso y represión de policías, fuerzas militares

y aéreas. Groso modo, “los hombres y mujeres productores de hoja de coca

organizados desde sus sindicatos de base* sostuvieron durante más de una

década una larga lucha de resistencia en defensa de la coca actuando como

movimiento social y consolidando un partido político propio; definieron su derecho

28

Gutiérrez, R. Op. Cit. p. 207. 29

Véase en: www.katari.org/sagrada-hoja-de-coca/ 30

Territorio en el cual se cultiva la hoja de coca de manera tradicional para la venta y consumo.

Page 31: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

31

de, al menos, determinadas extensiones de cocales y pelearon por ese derecho

de todas las maneras posibles”.31

Asimismo, para el año 2003, se inicia una oleada de manifestaciones que

generó un levantamiento en La Paz y El Alto en contra del “impuestazo”. Como

antecedente, “todo comenzó el 9 de febrero cuando el gobierno anunció el

“impuestazo al salario” para reducir el déficit fiscal por orden del FMI. Era

“impuestazo o gasolinazo”, decía el presidente. El déficit fiscal había crecido al

8,5% por la privatización del servicio de pensiones de los jubilados, y el FMI exigía

que se lo redujera a 3,5% para otorgar nuevos créditos. El gobierno presentó la

medida como una gran idea: “en vez del gasolinazo que afecta a todos, sólo

vamos a afectar a los asalariados que no son una mayoría. Además, lo haremos

en una escala gradual que irá desde un descuento del 4,2% para quienes ganan

más de 880 Bs (115 u$s) hasta un descuento del 12% para los que ganan más de

20.000 Bs (2.630 u$s)”.32

El entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada,33 siguiendo las

recomendaciones del FMI presentó un proyecto de reforma para reducir el déficit

fiscal por medio de aplicar un impuesto directo al salario que afectaría claramente

a los trabajadores formales. El 10 de febrero, un día después de anunciar el

aumento, se iniciaron diversas manifestaciones en rechazo al impuestazo, no solo

de organizaciones de trabajadores asalariados, sino también de desocupados,

estudiantes, campesinos, cocaleros y comerciantes que pedían la renuncia de

Sánchez de Lozada.

31

Gutiérrez, R. Op. Cit. p. 206. 32

Pablo Solón. “Radiografía de un febrero”, en: OSAL, CLACSO, año IV, no. 10, enero-abril de 2003.

*Es interesante señalar que los campesinos bolivianos se han organizado a lo largo del Siglo XX en sindicatos

en los cuales insertan también los procesos tradicionales. 33

Gonzalo Sánchez de Lozada, empresario, que vivió su infancia y juventud en Estados Unidos fue presidente

de Bolivia en dos ocasiones: su primer periodo fue de 1993-1997 se destacó por reforzar la era neoliberal

ejecutando programas de privatización y desmantelamiento de empresas públicas; su segundo periodo

comenzó en el 2002 y concluyó en el 2003 debido a su política económica dictaminada por el FMI que causó

el rechazo popular.

Page 32: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

32

Los días 12 y 13 de febrero se intensificaron las manifestaciones

concentradas principalmente en el centro de La Paz. Por su parte, el gobierno

desplegó las fuerzas policiacas y aéreas para reprimir a la multitud concentrada.

Las fuerzas del estado arremetieron contra los manifestantes disparándoles gases

lacrimógenos y balas de armas de fuego, provocando fuertes enfrentamientos con

los manifestantes.

"De los enfrentamientos de la plaza, la protesta se volcó a la quema de

instituciones-símbolo del Estado, como la Vicepresidencia de la República, el

Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Desarrollo Sostenible. Paralelamente, el

repudio alcanzó las sedes de los partidos políticos que han gobernado Bolivia

alternadamente en los últimos quince años: MNR, MIR, UCS y ADN1, y sedes de

algunas empresas emblemáticas de las privatizaciones y transnacionalización de

la economía”.34

El descontento social ya era tal, que en la medida en que se iban aplicando

nuevas políticas de corte neoliberal, la población empezó a tomar acciones más

radicales para frenarlas. A pesar de que el 12 de febrero de ese mismo año,

Sánchez de Lozada anunció mediante un comunicado por televisión la anulación

de la propuesta al impuesto sobre el salario, esta decisión no suprimió el rechazo

popular hacía su política económica y social. Entonces la principal demanda de los

meses siguientes persistiría en torno a la renuncia de Sánchez de Lozada, aunado

al rechazo al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y a la exportación

del gas.

34

Espinoza Claudia y Gosálvez Gonzalo. “Levantamiento popular del 12 y 13 de febrero en La Paz Bolivia

arrinconada en la azotea de su historia”, en: OSAL, CLACSO, año IV, no. 10, enero-abril de 2003.

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33

1.4. La Guerra del Gas

En septiembre de 2003, la población continuaba con intensas jornadas de lucha.

De manera que, la CSUTCB prolongaba sus bloqueos en demanda al

cumplimiento del pliego de los 72 puntos, la entrega de 1,000 tractores, la

anulación de la Ley de Protección y Seguridad Ciudadana, la liberación de Edwin

Hampu35 y en oposición a la venta de gas. Llevando a cabo junto con el MIP

acciones colectivas como bloqueos y huelgas de hambre.

Simultáneamente la Coordinadora por la Defensa del Gas inicia acciones en

contra de la exportación de gas a Estados Unidos por un puerto chileno; la

FEJUVE inicia una marcha en contra de los formularios Maya y Paya;36 la COR de

El Alto convoca a un paro nacional en defensa del gas, los cocaleros anuncian su

rechazo a la venta del gas y proponen que se lleve a cabo un plebiscito.

Derivado de la decisión del presidente Sánchez de Lozada de exportar gas

a Estados Unidos por puertos chilenos, sin antes realizar una consulta, provocó el

rechazo entre la población de manera general.

Al respecto, Pablo Mamani nos explica de la siguiente forma:

“…a raíz del tema del GAS, el pueblo se ha revelado, está indignado por el manejo

absolutamente antipatriótico y antidemocrático de primero haberse enterado que a través

de la ley de hidrocarburos y el decreto 27. 408, Sánchez de Lozada ha entregado nuestros

35

Edwin Hampu, era Secretario General de la Central Campesina de la comunidad de Cota Cota provincia de

Omasuyos, la causa de su detención fue por la supuesta culpabilidad del asesinato de dos personas en la

comunidad de Cota Cota, quienes a su vez habían sido sorprendidos por la comunidad robando ganado. 36

Los formularios Maya y Paya habían sido aprobados en febrero de 2003, “Estos formularios, [significaban]

un cambio del sistema catastral que [implicaba] necesariamente asumir nuevos parámetros para el cobro de

impuestos. El registro de los tipos de viviendas [parecía] ser una medida natural del control estatal sobre los

bienes de las personas, pero esto molestó bastante a la población porque sería utilizado para aumentar

impuestos, no resultaba fácil concebir que la alcaldía [tuviera] un sistema catastral que [averiguara] sobre “la

intimidad de los vecinos” cuando esta vigilancia [fuera] ejercida para exigir contribuciones mayores de los

vecinos en forma de impuestos de sus inmuebles”.

Véase en http://bolivia.indymedia.org/es/2003/09/2560.shtml

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34

hidrocarburos y recursos naturales y propiedad a las empresas transnacionales, y

segundo, en contubernios con la oligarquía chilena, pretende regalar nuestro GAS, para el

potenciamiento económico y militar de ese país”.37

Por consecuencia, el 19 de septiembre, se dio inicio a la primera gran

jornada de lucha nacional en defensa del gas. Las diferentes Organizaciones y

población civil convocadas por la Coordinadora en Defensa del Gas realizaron

marchas multitudinarias en La Paz y El Alto; situación que se extendió también en

otras ciudades como: Cochabamba y Oruro, a fin de evitar la exportación de gas y

la permanencia de Sánchez de Lozada en la presidencia.

Como resultado, Sánchez de Lozada desplegó las fuerzas militares y

policiacas para contener a la multitud enfadada y, el 20 de septiembre, a razón del

supuesto secuestro de turistas en Sorata echó a andar un Operativo denominado

“Rescate Humanitario” que culminó con fuertes enfrentamientos entre la población

de Warisata y las fuerzas armadas del estado.

El periódico El Diario, al respectó informó: “…el enfrentamiento entre el

Ejército y los campesinos de la región altiplánica cobra la vida de cinco originarios

y un militar”.38 Por lo tanto, la situación en Bolivia se fue agravando cada vez más

debido a la masacre ocurrida en Warisata.

Por lo que, se mantienen las marchas, movilizaciones, paros y bloqueos

entre la población, articulando de acuerdo con palabras de Pablo Mamani:

La nacionalización de hidrocarburos;

La expulsión de Gonzalo Sánchez de Lozada;

37

http://www.lafogata.org/003latino/latino9/bol_crezca.htm.

(La entrega del gas a Chile es un tema muy delicado por el antecedente de la Guerra del Pacífico (1879), que

se inscribe en la memoria histórica, ya que derivado de esta guerra, Bolivia perdió su acceso al Océano). 38

http://www.eldiario.net/noticias/2003/2003_09/nt030921/

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35

El cuestionamiento de un modelo social neoliberal y,

El cuestionamiento de un estado blanco, racista, colonial, mestizo,

dominante.39

Por su parte, Sánchez de Lozada declara el día 11 de octubre “emergencia

nacional”, a fin de garantizar el abastecimiento y distribución de combustible. Por

lo que decide implementar, “el día 12 de octubre, un operativo militar para hacer

llegar un convoy de carros de cisternas desde la Planta de Senkata, un complejo

de procesamiento y almacenamiento de hidrocarburos en el extremo sur de la

Ciudad de El Alto, hasta la ciudad de La Paz. Para ello, era necesario que el

convoy de cisternas acompañado por vehículos militares atravesara toda la ciudad

venciendo los innumerables obstáculos que la población movilizada había

colocado para asegurar sus bloqueos”.40 Situación que procedió al reforzamiento

de efectivos en El Alto.

Mientras tanto, los manifestantes concentrados allí por la convocación de la

FEJUVE arremetieron con piedras y palos contra los militares para contener su

injerencia en aquella ciudad, toda vez que hacían frente a la provocación bajo la

consigna “gas, Constituyente, renuncia”. Por su parte las “fuerzas del orden”

comenzaron con fuertes dispositivos de seguridad, mediante el uso de la fuerza,

gases lacrimógenos y armas de fuego, dejando como saldo: “cinco muertos, según

el gobierno, y de 15 a 26, de acuerdo con medios locales, y unos 90 heridos en la

militarizada ciudad de El Alto en represión a manifestantes”.41

Aún así, sin dar marcha atrás, las movilizaciones sociales continuaban

hasta que el 17 de octubre de 2003, renunció Sánchez de Lozada a la presidencia

quedando a cargo el vicepresidente Carlos Mesa.

39

El Alto, Abril 2007. Pablo Mamani en: “October 2003: El Alto bécame a temporary autonomous zone”,

disponible en internet. 40

Gutiérrez, R. Op. Cit. p. 261. 41

http://www.jornada.unam.mx/2003/10/13

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36

En suma, retomo el análisis que hace Silvia Rivera Cusicanqui sobre el

levantamiento de El Alto y La Paz, al considerarlo como:

“El levantamiento social más grande de los últimos 50 años, donde más allá de los

mitos progresistas e ilustrados, se produjo una crítica práctica a la organización del detalle,

una revuelta del sentido común y el trastrocamiento de la arquitectura invisible de la

sociabilidad cotidiana. Entre tanto, esa sociedad y esa democracia de las y los de abajo, la

que convocó minuciosamente a organizar la rabia y a romper el silencio, se sumerge de

nuevo en el manqhapacha (espacio-tiempo-interior), retorna a los lenguajes del símbolo y a

los idiomas ancestrales, pero se mantiene vigilante y alerta ante estos mecanismos de

escamoteo que son tan sólo la otra cara de la masacre: un maquillaje engañoso con el que

las élites patriarcales y coloniales, pretenden nuevamente encubrir su dominio arbitrario y

disfrazar su incapacidad de ejercer soberanía a nombre de todas y de todos”.42

En alerta a ese maquillaje engañoso al que refiere Silvia Rivera Cusicanqui,

las movilizaciones sociales, durante el corto periodo de Carlos Mesa en la

presidencia, no finalizaron.

La incapacidad de Carlos Mesa de resolver las demandas locales e

imposibilidad de llegar a soluciones o acuerdos con las organizaciones sociales,

en cuestión de: nacionalización de los hidrocarburos y convocatoria de la

Asamblea Constituyente con aras a refundar el Estado; provocó la renuncia de

Carlos Mesa en dos ocasiones a la presidencia, la última fue el 6 de junio de 2005,

misma que fue aprobada.

De manera que, Eduardo Rodríguez Veltze, presidente interino, convocó a

elecciones presidenciales anticipadas; por lo que el 18 de diciembre de ese mismo

año, “se realizan las elecciones presidenciales, legislativas y prefecturales en todo

el país. El candidato del MAS, Evo Morales, se convierte en el nuevo presidente

electo de Bolivia al lograr el 53,7% de los 2.963.152 votos emitidos. Este

42

Rivera, Silvia, “Bolivia: metáforas y retóricas en el levantamiento de octubre”, disponible en

http://www.jornada.unam.mx/2003/11/03/articulos/63_silvia.htm

Page 37: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

37

porcentaje, el más alto desde la apertura democrática en la década del ’80, le

permite asumir la primera magistratura sin necesidad de pasar por el colegio

electoral”. 43

“Dentro de las principales propuestas realizadas por el presidente electo,

quien [asumió] su cargo el 22 de enero de 2006, se destacan la nacionalización de

los hidrocarburos, la industrialización del gas, la convocatoria a la Asamblea

Constituyente, el combate a la corrupción y a la impunidad, la reducción de los

gastos políticos y el desarrollo del aparato productivo del país”.44

De manera que los actores sociales que protagonizaron las luchas

populares a partir del año 2000, eligieron al primer presidente indígena de Bolivia,

Evo Morales Ayma.

Finalmente podemos decir que la indignación nacional a las políticas

neoliberales protagonizada por el movimiento indígena abrió el proceso de cambio

en Bolivia. En particular, la guerra del gas planteó la voluntad popular de modificar

las estructuras de dominación sociectal y construir un proyecto de trasformación

social. La “agenda de octubre” sintetizó la demanda de una Asamblea

Constituyente participativa como vía para refundar el estado.

En este sentido, el énfasis de las organizaciones indígenas y campesinas

en proyectar un nuevo horizonte de trasformaciones permitió la creación de “un

espacio de consenso y articulación política, que denominaron luego “Pacto de

Unidad”, con el objetivo de impulsar la convocatoria y realización de una Asamblea

Constituyente, como escenario de refundación del país”.45

43

Bolivia Cronología (septiembre-diciembre 2005), OSAL año VI No. 18 septiembre-diciembre 2005,

disponible en http://www.clacso.org.ar/ 44

Loc. Cit. 45

Véase en http://www.gobernabilidad.org.bo/piocs/asamblea-constituyente/hacia-la-asamblea

Page 38: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

38

Es así que, el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu

(CONAMAQ); la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB); la

Confederación Sindical de Colonizadores de Bolivia (CSCB); la Confederación

Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB); la Federación

Nacional de Mujeres Campesinas, Indígenas Originarias Bartolinas Sisa

(FNMCIOB “BS”); el Movimiento Cuwww.constituyentesoberana.orgltural

Afrodescendiente, la Asociación Nacional de Regantes y Sistemas Comunitarios

de Agua Potable (ANARESCAPYS) y la Coordinadora de Pueblos Étnicos de

Santa Cruz (CPESC), dirigieron su capacidad analítica y creativa, desde el 2005,

para la elaboración de una propuesta de Constitución Política del Estado, que fue

presentada en la Asamblea Constituyente del año 2007.

En la propuesta presentada por el “Pacto de Unidad” plantean, entre otras

disposiciones, una sección que enuncia los Derechos de las Naciones y Pueblos

Indígenas Originarios Campesinos y Afrodescendientes. Tema prioritario para el

fortalecimiento de la acción política del movimiento indígena que históricamente ha

luchado por el reconocimiento y pleno ejercicio de sus derechos colectivos como

pueblos originarios.

Por lo que cabe destacar a continuación la descripción textual del

pronunciamiento de las organizaciones indígenas y campesinas, conformadas en

el “Pacto de Unidad”, referente a los Derechos de las naciones y pueblos

indígenas, el cual se pactó de la siguiente manera:

Derechos de las Naciones y Pueblos Indígenas Originarios Campesinos y

Afrodescendientes

“Artículo 20

El Estado Plurinacional Comunitario respeta, garantiza y protege los derechos de

las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y afrodescendientes de acuerdo

con sus sistemas normativos, principios, saberes y valores.

Page 39: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

39

Artículo 21.

Las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y afrodescendientes

tienen los siguientes derechos:

a) A la identidad cultural, la libre determinación y la territorialidad, en el marco de la

unidad del Estado Plurinacional.

b) A la titulación colectiva de las tierras que son inembargables, inalienables,

indivisibles, imprescriptibles e inextinguibles.

c) A la propiedad de los recursos naturales existentes en sus territorios.

d) Al ejercicio de sus sistemas políticos; elección de autoridades; autogobierno y

administración de justicia; y, gestión autónoma de sus territorios.

e) Al desarrollo de sistemas económicos acordes a su cosmovisión y realidad, en la

búsqueda del “vivir bien”.

f) A ser consultados, mediante procedimientos apropiados y en particular a través

de sus instituciones representativas, cada vez que se prevean medidas legislativas o

administrativas susceptibles de afectarles. En este marco se respeta y garantiza el derecho

al consentimiento previo vinculante respecto a los recursos naturales en el territorio que les

corresponde.

g) A que sus prácticas y visiones culturales sean valoradas, respetadas y

promocionadas, como parte de la identidad del Estado Plurinacional, así como sus

emblemas y vestimentas.

h) A una educación de acuerdo a su cultura, historia, y lenguas; a sus necesidades

y aspiraciones, orientada a su fortalecimiento y a la construcción de una sociedad

intercultural.

i) A la comunicación, al acceso universal a la información, al conocimiento y a la

libre expresión sin discriminación, así como el derecho a establecer modelos propios de

comunicación.

j) Al establecimiento de modelos, instituciones propias y al manejo de sistemas

comunicacionales desde las cosmovisiones y prácticas de las naciones y pueblos

indígenas originarios campesinos y afrodescendientes.

Artículo 22.

I. Se respetan y garantizan las prácticas y los derechos intelectuales colectivos

sobre los saberes en diversas ciencias y conocimientos ancestrales, tecnologías e

innovaciones de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y

afrodescendientes, así como su valoración, uso y desarrollo.

Page 40: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

40

II. Se prohíbe el registro de patentes y privatización sobre estos recursos,

conocimientos ancestrales, biodiversidad y recursos genéticos.

Artículo 23.

Los pueblos indígenas en peligro de extinción, aislamiento voluntario o no

contactados gozan de protección del Estado. Los pueblos indígenas en aislamiento gozan

del derecho a mantenerse en esa condición si así lo deciden.

Artículo 24.

Se respeta y garantiza el derecho a la participación directa de las naciones y

pueblos indígenas originarios campesinos y afrodescendientes en toda la estructura del

Estado Plurinacional. La elección y designación de sus representantes se hará a través de

sus propias autoridades, instituciones, mecanismos y procedimientos en el marco de esta

Constitución”.46

Si bien, la propuesta de Constitución Política del Estado elaborada por el

“Pacto de Unidad” refleja la capacidad del movimiento indígena de pensar con

cabeza propia, aquí sólo nos referimos a la disposición sobre Derechos de las

Naciones y Pueblos Indígenas Originarios Campesinos y Afrodescendientes por

su relevancia y a manera de ejemplo.

Cabe señalar que, aunque la propuesta de Constitución, señalada

anteriormente, no se reflejó tal cual en la Nueva Constitución Política del Estado

boliviano,47 si podemos afirmar que la Nueva Constitución quedó formulada en

base a la propuesta del “Pacto de Unidad” presentada a la Asamblea

Constituyente el 23 de mayo de 2007; al Convenio No. 169 de la Organización

Internacional del Trabajo (OIT), reconocida por el Estado boliviano como Ley No.

1257 el 11 de julio de 1991, y a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los

Derechos de los Pueblos Indígenas, promulgada el 13 de septiembre de 2007 y

reconocida por el Estado boliviano mediante Ley 3760 el 08 de noviembre de

46

Véase en http://www.constituyentesoberana.org/3/propuestas/osio/propuesta-cpe-pacto-unidad.pdf 47

Véase en http://www.patrianueva.bo/constitucion/

Page 41: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

41

2008. Cabe señalar entonces que la Nueva Constitución fue aprobada con un

62%, mediante un referéndum en febrero de 2009.

Por último señalamos que, el movimiento indígena no sólo proyectó su

lucha en defensa de los recursos naturales, sino que, logró articularse en favor de

un nuevo proyecto de estado capaz de brindar una sociedad más justa. En este

sentido, el movimiento indígena, se “está reivindicando antes que nada como un

actor social y político, con identidad propia, distinto, diferente, independiente,

autónomo y con capacidad de definición propia”.48

Conclusión

En este primer momento de la investigación hemos señalado que Bolivia es una

región con presencia mayoritariamente indígena que ha resistido a diversos

mecanismos e instrumentos de exclusión social, discriminación y despojo de sus

tierras y recursos. Se mencionó brevemente cómo esas prácticas dividieron a la

población producto del proceso de colonización, y cómo estas serían reproducidas

por la emergente élite formada por criollos y mestizos.

En este sentido, se refirió que el Estado, como órgano de control interno,

fue un instrumento de la oligarquía nacional para ejercer su dominación y

mantenerse en las estructuras de poder; todo bajo la racionalidad de la cultura

occidental.

Asimismo, se pudo observar cómo el Estado boliviano a finales del siglo XX

y comienzos del siglo XXI, entro en graves crisis de carácter social, económico y

político, debido a las causantes de un modelo de país capitalista, atrasado y

48

Coll, Tatiana, América Latina en el filo del siglo XXI. Entre la catástrofe y los sueños: los nuevos actores

sociales, Universidad Pedagógica Nacional y Casa Juan Pablos, México, 2001. p. 55.

Page 42: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

42

dependiente. Por lo que, las organizaciones indígenas y sociedad civil organizada

empezaron a cuestionar la sociedad global y sus paradigmas de desarrollo.

En relación a lo anterior, se describieron algunos de los conflictos entre el

Estado boliviano y el movimiento social. Así mismo, se señalaron diversas

movilizaciones sociales que emergieron a comienzos del siglo XXI y que fueron

cobrando, debido a sus formas de organización, mayor fuerza y radicalidad contra

el neoliberalismo y el sistema tradicional de partidos.

De manera que, se abordó la “guerra del agua” y la “guerra del gas” como

momentos inaugurales de conformación de nuevos actores sociales que

orientaron su experiencia de vida y organización a su lucha contra el

neoliberalismo, la discriminación y exclusión social.

Por último, subrayamos que las prácticas colectivas específicamente de las

organizaciones indígenas y campesinas sobre sí mismas y hacía la sociedad

abrieron acciones y propuestas dirigidas al cambio social.

Page 43: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

43

CAPÍTULO II.

INSTRUMENTOS ANALÍTICOS DE LA EPISTEMOLOGÍA DEL SUR

“Lo que es diverso no está desunido, lo que está unificado no es uniforme,

lo que es igual no tiene que ser idéntico, lo que es diferente no tiene que ser injusto. Tenemos el

derecho de ser iguales cuando la diferencia nos inferioriza, tenemos el derecho de ser diferentes

cuando la igualdad nos descaracteriza”.

Boaventura de Sousa Santos49

Introducción

El movimiento indígena y campesino en América Latina fue protagonista de las

insurrecciones populares, iniciadas a principios de los 90’ y comienzos del siglo

XXI, contra “la exclusión económica, social, política y cultural generada por la

reencarnación más reciente del capitalismo global, conocida como globalización

neoliberal”.50 Forjando nuevas prácticas de confrontación frente al sistema de

dominación, discriminación y explotación a fin de construir acciones colectivas de

transformación social consistentes en la búsqueda por el reconocimiento a la

diferencia; a sus derechos específicos como pueblos indígenas; a sus formas

tradicionales de organización social, cultural y productiva; a la recuperación de los

recursos naturales; a la construcción de una sociedad multicultural; en fin, a su

reconocimiento como pueblos, por ende, a la construcción de un Estado

Plurinacional, como el caso específico de las demandas de las Organizaciones

Indígenas y Campesinas de Bolivia.

49

Santos, Boaventura de Sousa, “Hacia una concepción multicultural de los derechos humanos”, En

publicación: Análisis Político, Nro.31. IEPRI, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales.

UN, Universidad Nacional de Colombia, Santa fe de Bogotá, Antioquia, Colombia: Colombia. 1997 50

Santos, Boaventura de Sousa, Una epistemología del Sur: la reinvención del conocimiento y la

emancipación social, Siglo XXI, México, 2009, p. 180

Page 44: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

44

De manera que, para analizar las luchas populares, sus inconformismos,

experiencias y prácticas transformadoras que tuvieron lugar particularmente en

Bolivia y que continúan como un proceso dinámico e inacabado, retomaremos en

este capítulo la contribución epistémica desarrollada por Boaventura de Sousa

Santos, referente al campo de la sociología de las ausencias y la sociología de las

emergencias a partir de una epistemología del Sur.

El primer apartado se ocupa de las dos indagatorias de la sociología de las

ausencias. La primera nos ayudará a develar los fenómenos de dominación,

exclusión y racismo encubiertos por las lógicas de producción de la no existencia,

por cuanto han negado la presencia de los pueblos indígenas, es decir, su

cosmovisión, símbolos, saberes, prácticas, formas de organización,

contribuciones, necesidades, historia, dinamismo, etcétera. Así mismo, en este

apartado se comprenderá cómo estas lógicas de la producción o modos de

producción de la no existencia han sido originadas por la “modernidad” como

concepción hegemónica del mundo; ya que convierten a lo “otro”, a lo “diferente”,

a lo “desigual”; así como a sus prácticas, lenguajes, símbolos, conocimientos y

experiencias, en inexistencia por no entrar en los cánones de racionalidad-

totalidad producidos por la “modernidad”. Tal es el caso de la población indígena y

sectores empobrecidos de Bolivia, que debido a las relaciones de poder

emanadas desde la conquista, post-independencia y neoliberalismo, la han

posicionado en el campo del silenciamiento, marginación y descalificación.

En lo que se refiere a la segunda indagatoria de la sociología de las

ausencias, se señalará su objetivo principal que corresponde a “transformar las

ausencias en presencias, centrándose en los fragmentos de la experiencia social

no socializada por la totalidad metonímica”.51 En este sentido, se comprenderá

cómo esta indagatoria confronta y sustituye a las lógicas de la producción de la no

51

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p.109.

Page 45: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

45

existencia, por medio de las ecologías. Dado que, en las ecologías es donde se

construye lo subalterno, es decir, el “pensamiento alternativo de alternativas”.52

En el segundo apartado se señalará cómo la sociología de las emergencias

se complementa con la sociología de las ausencias para superar el campo de las

inconformidades y confrontación, a fin de crear un mundo de posibilidades que

satisfaga las carencias. Ejemplificando con las insurrecciones indígenas y

campesinas en Bolivia, ya que sus protagonistas no sólo se quedaron en el campo

de la confrontación sino que, enfatizaron sus experiencias sociales y expectativas

de futuro en razón de construir un Nuevo Estado que reconozca y garantice sus

derechos como naciones y pueblos indígenas (entre otras cuestiones), rompiendo

de cierta manera, el paradigma de la totalidad-racionalidad de la “modernidad”,

para incorporar una pluralidad de conocimientos, prácticas, experiencias y

expectativas a fin de construir una sociedad más justa.

En el último apartado se menciona brevemente algunos aspectos de la

epistemología del Sur, como contribución al concomimiento. Para analizar y

clarificar las emergentes prácticas trasformadoras que han protagonizado en

Bolivia los sectores más excluidos de la población. Ya que, las nuevas realidades

emergentes en el Sur plantean nuevos retos epistemológicos a las ciencias

sociales latinoamericanas.

En este sentido, y abriendo un paréntesis, cabe mencionar que han

emergido epistemologías que se contraponen al campo de la epistemología

occidental, debido a que la epistemología occidental no explora “otras” formas de

conocimiento que surgen a partir de las diferencias culturales. Tal es el caso de

las “epistemologías indígenas”, “que identifican y analizan los procesos de

construcción de conocimiento de los pueblos indígenas a partir de sus

pensamiento y prácticas históricas”, y reposiciona a los pueblos indígenas como

52

Ibíd. p. 179.

Page 46: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

46

sujetos de saber y “no como sujetos que se observan desde el saber”. De manera

que, podemos observar que se abierto otras formas de pensar, conocer y acceder

al saber más allá de las concepciones científicas y filosóficas del eurocentrismo.

Sin embargo, en este capítulo sólo nos ocuparemos de algunos aspectos

relevantes de una epistemología del Sur que también, como lo vimos en los

párrafos anteriores, se contrapone a la epistemología occidental como “centro de

producción de conocimiento legítimo y universal”, y se orienta a la búsqueda de

conocimiento que otorgue visibilidad y credibilidad a las prácticas cognitivas de los

sujetos excluidos epistemológicamente.

2.1. Sociología de las ausencias: lo que no existe es

La sociología de las ausencias, de acuerdo con Boaventura de Sousa Santos, es

una alternativa epistemológica a lo que ha sido descredibilizado,53 cuyo propósito

es, “revelar la diversidad y multiplicidad de las prácticas sociales y hacerlas

creíbles por contraposición a la credibilidad exclusiva de las prácticas

hegemónicas”.54 De la misma manera, es una contribución al debate teórico y al

pensamiento social latinoamericano que está situado recientemente en la

búsqueda, propuesta y construcción de un nuevo marco teórico referencial que

explique la realidad de los países latinoamericanos, tal es el caso de los estudios

que han emergido sobre el fenómeno de colonialidad, mismos que retoma

Boaventura de Sousa como parte de la complementariedad de la primera

indagatoria de la sociología de las ausencias.

Así pues, el potencial epistemológico que ha irrumpido a partir del Sur y

para el Sur, entre otros argumentos, ha cuestionado la pertinencia de seguir

utilizando conceptos “occidentales” para explicar la realidad latinoamericana y ha

propuesto una alternativa de “descolonización del saber” como un “pensamiento

53

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p.113. 54

Ibídem. p. 125

Page 47: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

47

alternativo a la modernidad”. De manera que, para explicar la realidad

latinoamericana, los conceptos “occidentales” pueden ser un marco de referencia

pero ya no un punto de partida. Al respecto, Boaventura de Sousa refiere lo

siguiente:

“Tenemos teorías producidas en el Norte y prácticas transformadoras en el Sur que

no se comunican”.55

Por lo que en este trabajo considero pertinente adecuar el análisis que hace

la sociología de las ausencias como una Epistemología del Sur, desarrollada por

Boaventura de Sousa, para la comprensión de las luchas indígenas en Bolivia que

irrumpieron a partir del año 2000, en defensa de los recursos naturales, en

defensa del consumo y plantación de la hoja de coca, por una Constituyente y

para reivindicar su presencia y existencia negada por la concepción hegemónica

del mundo, como diría Walter D. Mignolo, en el ejercicio de la colonialidad del

poder.

Para comenzar, señalamos nuevamente que la sociología de las ausencias

parte de dos indagatorias: “La primera tiene que ver con las razones por las cuales

una concepción tan extraña y tan excluyente de totalidad obtuvo una primacía tan

grande en los últimos 200 años. La segunda indagación trata de identificar los

modos de confrontar esa concepción de totalidad y la razón metonímica que la

sustenta”,56 la cual, de acuerdo con Boaventura de Sousa, tiene por objetivo dilatar

el presente, ya que en el presente es donde se cuida la posibilidad de futuro.

55

Santos, Boaventura de Sousa, “Hacia un concepción multicultural de los derechos humanos”, En

publicación: Análisis Político, Nro.31. IEPRI, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales.

UN, Universidad Nacional de Colombia, Santa fe de Bogotá, Antioquia, Colombia: Colombia. 1997. 56

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p.113.

Page 48: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

48

2.1.1. Primera indagatoria de la sociología de las ausencias

En esta primera indagatoria, Boaventura de Sousa hace un análisis crítico al

modelo de racionalidad denominada razón indolente57, Considerando que:

“La razón indolente subyace, en sus variadas formas, al conocimiento hegemónico,

tanto filosófico como científico, producido en Occidente en los últimos doscientos años. La

consolidación del Estado liberal en Europa y en América del Norte, las revoluciones

industriales y el desarrollo capitalista, el colonialismo y el imperialismo constituyeron el

contexto sociopolítico bajo el que la razón indolente se desplegó.”58

De esta razón indolente tomaremos dos de sus formas: la razón

metonímica59 y la razón proléptica,60 la primera es confrontada por la sociología de

las ausencias y la segunda es enfrentada por la sociología de las emergencias.

Entonces partimos de que la razón metonímica considera sólo a un tipo de

racionalidad como totalidad y desconoce o desecha todo lo que está fuera de ella.

Debido a que, en esta razón toda la comprensión y acción está en función de un

“todo” que gobierna a ese todo y a cada una de sus partes, por lo que existe “una

homogeneidad entre el todo y las partes y éstas no tienen existencia fuera de la

relación con la totalidad.”61

En la razón metonímica, la concepción de totalidad está determinada por

relaciones dicotómicas que combinan, de acuerdo con Boaventura de Sousa, “la

simetría con la jerarquía”, a través de “una relación horizontal que oculta una

relación vertical”. Por lo que, cada una de las partes ubicadas en tales relaciones

57

Término retomado de Leibniz. 58

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 101. 59

Boaventura de Sousa refiere al concepto de metonimia como “una figura del discurso emparentada con la

sinécdoque, para significar la parte por el todo”. 60

Boaventura de Sousa refiere al concepto de prolepsis como “una técnica narrativa frecuente, para significar

el conocimiento del futuro en el presente”. 61

Ibíd. p. 103

Page 49: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

49

dicotómicas no pueden quebrantar su función consignada por dicha relación para

proponer otro modelo fuera de esa totalidad.

Así que, de acuerdo con Boaventura de Sousa, el concepto de razón

metonímica contrae el presente, porque deja por fuera mucha realidad, mucha

experiencia, y al dejarlas afuera, al tornarlas invisibles, desperdicia la

experiencia.62

De tal forma, la razón indolente ha determinado los modos de interacción

social, política, económica y cultural debido a la concepción hegemónica mundo.

Acorde con lo anterior, se desprende que la razón metonímica y la razón

proléptica sustentan la monocultura racional de la “modernidad” misma que tiene

su centralidad en Europa y que posteriormente sería adoptada en las Américas.

Pero, ¿qué se entiende por “modernidad”? Al respecto, retomo la

descripción de Santiago Castro-Gómez, quien considera a la modernidad de la

siguiente manera:

“Es el resultado de la expansión colonialista del Occidente y de la configuración de

una red global de interacciones. Utilizando la terminología de Wallerstein: no es que la

modernidad sea el motor de la expansión europea sino que, al revés, es la constitución de

un sistema mundo, en el cual Europa asume la función de Centro, lo que produce ese

cambio radical de las relaciones sociales que denominamos “modernidad”.63

Después de definir qué vamos a entender por modernidad, cabe recordar

que esta primera indagatoria de la sociología de las ausencias recurre al concepto

de la colonialidad del poder como ejercicio de la “modernidad”.

62

Santos, Boaventura de Sousa, “La Sociología de las Ausencias y la Sociología de las Emergencias: para una

ecología de saberes”, en: Renovar la teoría crítica y reinventar la emancipación social (encuentros en Buenos

Aires). Agosto. 2006. 63

Cit. por. Antunes, Adonia, “América Latina: educación y colonialidad”, en Estudios Sociológicos, enero-

abril, año/vol. XXII, número 001, Colegio de México, México, 2004.

Page 50: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

50

Para definir el concepto de colonialidad del poder recurro al análisis de

Aníbal Quijano, quien al respecto señala lo siguiente:

“La colonialidad del poder es un concepto que da cuenta de uno de los elementos

fundantes del actual patrón de poder, la clasificación social básica y universal de la

población del planeta en torno de la idea de "raza". Esta idea y la clasificación social en ella

fundada (o "racista"), fueron originadas hace 500 años junto con América, Europa y el

capitalismo. Son la más profunda y perdurable expresión de la dominación colonial, y

fueron impuestas sobre toda la población del planeta en el curso de la expansión del

colonialismo europeo”.64

Es importante señalar, acorde a los estudios sobre el fenómeno de la

colonialidad, que en América Latina la colonialidad como fenómeno de

clasificación social, dominación, exclusión, explotación, despojo, etc., a

consecuencia de la llegada de los “colonizadores” y la concepción occidental del

mundo, no finalizó con las luchas y/o procesos independentistas. Tan pronto como

los criollos se posicionaron en el poder político y económico retomaron

estructuras, lógicas y prácticas de la “modernidad occidental” en concordancia con

las dimensiones sociopolíticas internas.

De manera que, “la conciencia criolla en su relación con Europa se forjó

como conciencia geo-política más que como conciencia racial. Y la conciencia

criolla como conciencia racial, se forjó internamente en la diferencia con la

población afro-americana y amerindia”.65 Diferencia fundada en el racismo, pues

mencionemos que la población afro-americana al ser personas nacidas en el

continente americano descendientes de esclavos africanos, traídos por europeos a

América para trabajar en sus colonias, ocupaban el nivel más bajo en la estructura

64

Aníbal Quijano, “Colonialidad del poder, globalización y democracia”, Lima, diciembre de 2000,

disponible en: http://www.rrojasdatabank.info/pfpc/quijan02.pdf 65

Mignolo, Walter, “La colonialidad a lo largo y a lo ancho: el hemisferio occidental en el horizonte colonial

de la modernidad”. En Edgardo Lander, (Compilador.), La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias

sociales. Perspectivas Latinoamericanas, CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos

Aires, Argentina, 2000.

Page 51: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

51

social, y la población amerindia al ser los pueblos originarios de América

ocupaban una posición casi del mismo orden.

En este sentido, las relaciones sociales, políticas y económicas, ya no solo

se definirían a partir del colonialismo externo, por consiguiente, se definirían

también a partir de un colonialismo interno. Si bien varios autores han trabajado,

sobre el fenómeno de colonialismo interno, aquí voy a delimitar con la definición

citada por Walter. D. Mignolo, quien al respecto menciona:

“El colonialismo interno es, pues, la diferencia colonial ejercida por los líderes de la

construcción nacional. Este aspecto de la formación de la conciencia criolla blanca es el

que transformó el imaginario del mundo moderno/colonial y estableció las bases del

colonialismo interno que atravesó todo el período de formación nacional, tanto en la

América ibérica como en la América anglo-sajona”.66

Por consiguiente, después de una breve descripción sobre el colonialismo

interno como ejercicio de la “modernidad” y de la razón metonímica como forma

que la sustenta, damos paso al análisis de las lógicas en las que se crea y legitima

la concepción del mundo en la “modernidad”. Boaventura de Sousa, identifica

cinco lógicas y las define como lógicas de producción de la no existencia.

Entendiendo por no existencia, “no existir en ninguna forma relevante o

comprensible del ser. Lo que es producido como no-existente es radicalmente

excluido porque se encuentra más allá del universo de lo que la concepción

aceptada de inclusión considera es su otro”.67

Lógicas de producción de la no existencia en la “modernidad”

Primera lógica. Monocultura del saber y del rigor del saber. Esta lógica,

considera que sólo el conocimiento científico o de “la alta cultura” es válido y útil

66

Cit. por. Mignolo, Walter, (2000). 67

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 160.

Page 52: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

52

para el desarrollo intelectual y productivo. Por lo que, dentro de esta lógica, la

producción del conocimiento sólo será reconocido y, por lo tanto funcional, si

cumple con ciertas características determinadas o cierto rigor científico.

De acuerdo con Boaventura de Sousa, en esta lógica, todas las

experiencias o bien el conocimiento que se construye o constituye fuera de ese

conocimiento sugerente y aceptable, no es considerado como conocimiento real,

sino, como creencias, opiniones, incultura, ignorancia, irracionalidad, etc.

La monocultura del saber, como parte de la razón metonímica, tiene su

antecedente en el continente americano a partir del proceso de colonización, por

lo que, en esta lógica se articularon lenguajes y prácticas en función de un nuevo

sistema económico de orden mundial.

“Las experiencias, historias, recursos y productos culturales [de los

conquistados], terminaron también articulados en un sólo orden cultural global en

torno de la hegemonía europea u occidental. En otros términos, como parte del

nuevo patrón de poder mundial, Europa también concentró bajo su hegemonía el

control de todas las formas de control de la subjetividad, de la cultura, y en

especial del conocimiento, de la producción del conocimiento”.68

Así es que, al llegar los “conquistadores” impusieron nuevas formas de

concebir al mundo, “…reprimiendo las formas de producción de conocimiento de

los colonizados, sus patrones de producción de sentidos, su universo simbólico,

sus patrones de expresión y de objetivación de la subjetividad…forzaron -también

en medidas variables en cada caso- a los colonizados a aprender parcialmente la

cultura de los dominadores en todo lo que fuera útil para la reproducción de la

68

Quijano, Aníbal, “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina”. Edgardo Lander

(Compilador.), La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas,

CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina, 2000.

Page 53: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

53

dominación, sea en el campo de la actividad material, tecnológica, como

subjetiva”.69

Posteriormente, los grupos dominantes criollos en el proceso de

reconstrucción nacional y de conformación de una identidad, tendieron a repetir

las viejas prácticas coloniales, puesto que consideraban a la población originaria

como ignorante, analfabeta, insuficiente, por no concurrir en el proceso civilizatorio

y no definir ningún tipo de conocimiento útil al desarrollo del sistema capitalista.

Por ende, a la población indígena se le colocó en el campo de la no existencia; por

lo que, “la no existencia asume aquí la forma de ignorancia o de incultura”.70

Segunda lógica. Monocultura del tiempo lineal. “La idea según la cual la

historia tiene sentido y dirección únicos y conocidos”,71 de carácter progresivo. Ya

que, la dirección del tiempo lineal, está encaminada en función a las ideas

exclusivas de la “modernidad”, como son, de acuerdo con Boaventura de Sousa,

progreso, revolución, modernización, desarrollo, crecimiento, globalización; ideas

todas ellas sustentadas por la razón proléptica.

Por lo tanto, todo lo que no se “ajuste” a los requerimientos de la

“modernidad”, en sentido estricto del tiempo, es considerado inexistente por su

condición de bárbaro, primitivo, atrasado, obsoleto, arcaico. Condiciones o

características con las que se ha relacionado a los pueblos indígenas por no

ajustarse a la lógica del tiempo lineal en virtud de los cambios requeridos por la

“modernidad”.

De manera que esta lógica “produce no existencia declarando atrasado

todo lo que, según la norma temporal, es asimétrico con relación a lo que es

69

Ibíd. 70

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 110. 71

Loc. Cit.

Page 54: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

54

declarado avanzado”.72 En este sentido, las experiencias de todo aquello que es

considerado atrasado, “son consideradas residuales, porque son contemporáneas

en modos que la temporalidad dominante, el tiempo lineal, es incapaz de

reconocer. Son descalificadas, suprimidas o hechas ininteligibles por ser regidas

por temporalidades que no se encuentran incluidas en el canon temporal de la

modernidad capitalista occidental”.73

Tercera lógica. Lógica de clasificación social. Esta lógica, “se asienta en

la monocultura de naturalización de las diferencias”,74 como elemento justificador

del discurso dominante. De acuerdo con Aníbal Quijano, la idea de “raza” es el

patrón universal de clasificación social,75 que, entre otras cuestiones, construyó

una división dicotómica de la sociedad para distribuir a la población

jerárquicamente según sus atributos raciales y sexuales.

Así que, Boaventura de Sousa, también retoma la clasificación social como

condición de la colonialidad del poder, ya que, en este campo, se identifica la

diferencia con desigualdad. Por lo tanto, en esta lógica “la no existencia es

producida bajo la forma de una inferioridad insuperable, en tanto que [es]

natural”.76

Cuarta lógica. Lógica de la escala dominante. Siguiendo a Boaventura

de Sousa, “la escala dominante aparece bajo dos formas principales: lo universal y

lo global”.

72

Loc. Cit. 73

Ibíd. p. 118. 74

Ibíd. p. 110. 75

Aníbal Quijano, “Colonialidad del poder, globalización y democracia”, Lima, diciembre de 2000,

disponible en: http://www.rrojasdatabank.info/pfpc/quijan02.pdf 76

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 111.

Page 55: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

55

Respectivamente, en lo universal o “universalismo”, es donde se define el

nivel o grado de universalidad de una realidad o entidad establecida, es decir,

cualquier realidad o entidad que se establezca fuera de los contextos específicos

de la realidad predeterminada por la concepción occidental del mundo, no serán

consideradas como parte de la universalidad de realidades con contextos propios

específicos, sino que serán consideradas meramente como realidades o entidades

“particulares”.

Lo global o la globalización “es la escala que en los últimos veinte años

adquirió una importancia sin precedentes en los más diversos campos sociales.

Se trata de la escala que privilegia las entidades o realidades que extienden su

ámbito por todo el globo y que, al hacerlo, adquieren la prerrogativa de designar

entidades o realidades rivales como locales. En el ámbito de esta lógica, la no

existencia es producida bajo la forma de lo particular y lo local”.77

Quinta lógica. Lógica productivista. En esta quinta y última lógica en la

“modernidad occidental”, se definen los criterios productivistas del modelo

capitalista. Para esta lógica, el capital es un indicador de crecimiento económico

necesario para el desarrollo del capitalismo, de acuerdo con Boaventura de

Sousa, dicha lógica se aplica tanto a la naturaleza misma como al trabajo humano,

siempre y cuando de dichas actividades se “maximice la generación de lucros”.

Por lo tanto, “la no existencia es producida bajo la forma de lo improductivo,

la cual, aplicada a la naturaleza, es esterilidad y, aplicada al trabajo, es pereza o

descualificación profesional”.78.

En suma, las lógicas de la producción arriba señaladas, “son las cinco

formas sociales principales de no existencia producidas o legitimadas por la razón

77

Loc. Cit. 78

Ibíd. p. 112.

Page 56: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

56

metonímica: lo ignorante, lo residual, lo inferior, lo local y lo improductivo”,79 ya

que, la producción social de la no existencia se concentra en el presente como

motor del desarrollo y modernización. Su “legitimidad” bajo la lógica de

clasificación social, ha sido un distintivo de dicotomías presentes hasta el día de

hoy, que han pernoctado globalmente, y que particularmente en Bolivia se han

manifestado desde la naturaleza misma de la invasión colonial y

subsecuentemente.

La población indígena y campesina, de Bolivia, como “habitantes

paradigmáticos del otro lado de la línea, el campo histórico del paradigma de la

apropiación y la violencia”,80 han desafiado a la razón indolente. De acuerdo con

Silvia Rivera Cusicanqui,81 es a través del saber que proviene de las experiencias

coloniales que se construyen alternativas y proyectos descolonizadores. De

manera que, estos saberes desechados por las lógicas de la producción de la no

existencia, han cuestionado el imaginario “occidental” de totalidad y la condición

“natural” de las interacciones sociales, a fin de conducir “desde abajo” un modelo

alternativo a la racionalidad de la “modernidad”. Asimismo, al identificar y

cuestionar las narrativas y prácticas de la “modernidad”, reproducidas desde el

mismo Estado colonial, ubicándonos dentro de la memoria corta,82 genera una

crisis de legitimidad de las lógicas de producción de la no existencia, que abre un

escenario de confrontación y conflicto entre formas distintas de concebir al mundo.

2.1.2 Segunda indagatoria de la sociología de las ausencias

Si bien, la primera indagatoria de la sociología de las ausencias, como ya se

describió en los párrafos anteriores, evidencia la concepción hegemónica del

79

Loc. Cit. 80

Ibíd. p. 180. 81

Silvia Rivera Cusicanqui, Socióloga y activista boliviana de descendencia Aymara, quien se ha

caracterizado por promover el potencial epistemológico que tiene la Historia Oral como contribución a la

producción del conocimiento a fin de construir proyectos descolonizadores. 82

En Bolivia memoria corta se refiere a un corte de tiempo que inicia con la entrada del neoliberalismo.

Page 57: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

57

mundo en cuanto a las cinco lógicas de producción de la no existencia. La

segunda indagatoria opera en función de confrontar la monocultura de las lógicas

de producción de la no existencia para sustituirlas por ecologías, ya que, las

ecologías, de acuerdo con Boaventura de Sousa, son alternativas a la

globalización neoliberal y al capitalismo global enunciadas por los movimientos

sociales en su lucha contra la discriminación y la exclusión.

Así pues, se entiende por ecologías a “la práctica de agregación de la

diversidad a través de la promoción de interacciones sustentables entre entidades

parciales y heterogéneas”.83 Mismas que confrontan consecutivamente a las cinco

lógicas de producción de la no existencia a partir de la existencia negada.

Ecologías

Primera. Ecología de los saberes. Esta ecología confronta a la primera

lógica de producción de la no existencia, es decir, a la monocultura del saber y del

rigor científico, a través de reconocer que dentro de las prácticas e interacciones

sociales de la vida cotidiana prevalecen y operan otros tipos de saberes y otros

criterios de rigor.

Cuando irrumpieron las organizaciones indígenas y campesinas en el año

2000, rompieron con el paradigma de la monocultura del saber; a través de su

experiencia colonial proyectaron su capacidad de indignación y organización para

recuperar los recursos naturales y defender sus formas de organización

comunitaria y productiva. Al tiempo que, cuestionaron al sistema político

excluyente y corrupto, a las élites privilegiadas blancas y mestizas y al modelo

neoliberal.

83

Ibíd. p. 113

Page 58: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

58

Así, uno de los aspectos importantes dentro del campo de la ecología de los

saberes es el doble proceso educativo del movimiento social. Lo ubicamos en la

acción educativa que ejercen al interior y hacia el conjunto de la sociedad; es

decir, el movimiento social para fortalecerse aborda nuevos escenarios donde

concurren acciones educativas que surgen a partir de sus formas tradicionales de

organización y potencializa la acción educativa como un elemento de función

ideológica y política al conjunto de la sociedad para la toma de conciencia de los

problemas que le atañan. De manera que los movimientos generan procesos

educativos sociales de amplía envergadura pues educan a la sociedad, sobre los

problemas que enfrentan, las contradicciones que señalan y las propuestas que

aportan mediante su discurso, su identidad y sus acciones.

Por lo que el movimiento social promueve el diálogo, el debate, la reflexión,

el intercambio de experiencias y estrategias, para concretar demandas y definir

acciones colectivas de trasformación social. “A fin de afianzar, potenciar y

proyectar su acción política transformadora”.84 En Bolivia, donde concurrían

implícitamente estas acciones educativas fueron sin duda en las asambleas, en

las juntas vecinales, en los turnos, en los mítines, en los foros y encuentros, en los

bloqueos, en las tomas simbólicas, etc., escenarios que representaron nuevas

formas de democracia representativa y participativa.

El movimiento indígena, al recuperar los espacios de lucha y de

organización comunitaria, trazó el interés común de elaborar sus propios

proyectos, como fue el caso de su propuesta de Nueva Constitución de Estado. Es

así que, la actuación del movimiento indígena no sólo se caracterizó por el

rechazo al modelo de estado, sino que también se dirigió a la construcción de

alternativas.

84

Goldar, Rosa María, “Los movimientos sociales hoy y los desafíos de la educación popular. Apuntes para

una reflexión al interior del CEAL”, disponible en:

http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Textos&id=7854&opcion=documento

Page 59: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

59

Asimismo, los conocimientos prevalecientes en las prácticas diarias y

construidos a partir de la reflexión y la experiencia que definieron, como por

ejemplo: las relaciones dominación, explotación, discriminación y exclusión; la

constitución de formas tradicionales de organización; la protección y preservación

de la Pachamama, la defensa de los recursos naturales y las formas comunitarias

de producción, constituyen una ecología de los saberes, ya que en ella, se

reconoce la pluralidad de conocimientos más allá del conocimiento científico y

“facilitan la autoorganización y la autoafirmación”.85

Dentro de la ecología de los saberes, podemos incluir una ecología de las

lenguas; debido a que, el saber también se ha transmitido por tradiciones orales.

También, las lenguas, de acuerdo con el ecolingüista David Crystal, expresan

identidad, expresan una visión del mundo, son depositarias de la historia, por lo

tanto, contribuyen al conocimiento.

Entonces podemos decir que la ecología de los saberes permite reconocer

otras formas de conocimiento que conceda “igualdad de oportunidades a las

diferentes formas de saber envueltas en disputas epistemológicas cada vez más

amplias, buscando la maximización de sus respectivas contribuciones a la

construcción de “otro mundo posible”, o sea, de una sociedad más justa y más

democrática, así como de una sociedad más equilibrada en sus relaciones con la

naturaleza”.86

Segunda. Ecología de las temporalidades. “En este campo, la sociología

de las ausencias parte de la idea de que las sociedades están constituidas por

diferentes tiempos y temporalidades y de que las diferentes culturas generan

diferentes reglas temporales. Con esto, intenta liberar las prácticas sociales de su

estatuto de residuo que les ha sido atribuido por el canon temporal hegemónico

85

Zibechi, Raúl, Autonomías y emancipaciones. América Latina en Movimiento, Sísifo Ediciones, Bajo Tierra

Ediciones, México, 2008. 86

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p.116

Page 60: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

60

restituyéndoles su temporalidad específica, posibilitando de ese modo su

desarrollo autónomo”.87

Tercera. Ecología de los reconocimientos. Esta ecología es una

alternativa a la lógica de clasificación social. En este campo, se da “una nueva

articulación entre el principio de igualdad y el principio de diferencia para la

posibilidad de diferencias iguales –una ecología de diferencias hecha a partir de

reconocimientos recíprocos”.88 Toda vez, que en esta ecología “la lucha por la

igualdad es también la lucha por el reconocimiento de la diferencia”.89

Al respecto, de acuerdo con Boaventura de Sousa, el movimiento indígena

siempre ha estado al frente de la lucha por una ecología de los reconocimientos,

“que se vuelve más necesaria a medida que aumenta la diversidad social y cultural

de los sujetos colectivos que luchan por la emancipación social, la variedad de las

formas de opresión y de dominación contra las cuales combaten”.90

Esta lucha por los reconocimientos en Bolivia ha implicado refundar el

Estado, obligando así, a romper con el paradigma del Estado-nación; el cual,

como concepto liberal, “hace referencia a la coincidencia entre nación y Estado; es

decir, la nación como el conjunto de individuos que pertenecen al espacio

geopolítico del Estado y, por ende, los Estados modernos se llaman Estado-

nación: una nación, un Estado”.91

Entonces el pueblo boliviano al estar conformado por diferentes naciones se

planteó el gran reto de constituirse en un Estado de carácter plurinacional, en el

87

Ibíd. p. 119. 88

Ibíd. p. 120. 89

Santos, Boaventura de Sousa, “Hacia un concepción multicultural de los derechos humanos”, En

publicación: Análisis Político, Nro.31. IEPRI, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales.

UN, Universidad Nacional de Colombia, Santa fe de Bogotá, Antioquia, Colombia: Colombia. 1997. 90

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 120 91

Loc. Cit.

Page 61: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

61

que se incluye las diferentes existencias, es decir, la pluralidad de individuos,

regiones y naciones.

En suma, en esta ecología de los reconocimientos se hace presente la

lucha por el reconocimiento de lo Plurinacional y de los derechos de los pueblos

indígenas, que ha obligado a refundar el Estado “moderno-colonial” o el Estado-

nación, en virtud del reconocimiento político-institucional de la identidad cultural,

libre autodeterminación, sistemas normativos propios, producción comunitaria,

etc., para transformar lo invisible en visible.

Cuarta. Ecología de las transescalas. “En este dominio la sociología de

las ausencias opera demostrando que más que convergir o re-convergir, el mundo

diverge o re-diverge. Al descubrir la existencia de una globalización de una

globalización alternativa, contrahegemónica, la sociología de las ausencias

muestra que el nuevo universalismo es simultáneamente excesivo y fraudulento.

Emergen, así, las aspiraciones universales alternativas de justicia social, dignidad,

respetuo mutuo, solidaridad, comunidad, armonía cósmica con la naturaleza y la

sociedad, espiritualidad, etc.”92

Quinta. Ecología de las productividades. Esta ecología confronta a la

lógica productivista, tras la “recuperación y valorización de los sistemas

alternativos de producción de organizaciones económicas populares, de las

cooperativas obreras, de las empresas autogestionadas, de la economía solidaria,

etc., que la ortodoxia capitalista ocultó o descredibilizó”.93

Las organizaciones indígenas y campesinas de Bolivia en su lucha por una

ecología de las productividades, se enfrentaron contra los proyectos neoliberales

de concesión del agua y gas a empresas transnacionales y por la defensa del

92

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 122 93

Ibíd. p.123

Page 62: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

62

cultivo tradicional de la hoja de coca. Por lo que, estas irrupciones pusieron en

cuestión el modelo de desarrollo y crecimiento económico promovidos por el

neoliberalismo.

Por último podemos decir que en el campo de las ecologías se va

conformando la experiencia que permite avanzar, parafraseando a Boaventura de

Sousa, de la invisibilidad a la visibilidad y de la resistencia a la propuesta. Lo que

abre un campo de retroalimentación para construir un diálogo de saberes, a partir

de la comunicación, interacción, intercambio y comprensión entre saberes

indígenas y la academia, con el propósito de explorar espacios de encuentro entre

diversas cosmovisiones, y así producir, rescatar y apropiarse de conocimientos

para la vida.

2.2. Sociología de las emergencias: acciones colectivas de transformación

social

Para comenzar a enunciar los espacios analíticos de la sociología de las

emergencias, es necesario retomar nuevamente la razón indolente, ahora en su

carácter de razón proléptica a partir de la monocultura del tiempo lineal. En la

razón proléptica se determina el futuro en función de la “superación lineal” del

presente; es decir, la perspectiva de futuro se construye a partir de la idea de

progreso como etapa de desarrollo del sistema capitalista.

Si bien, de acuerdo con Boaventura de Sousa, la historia tiene el sentido y

la dirección que le son conferidos por el progreso, y el progreso no tiene límites, el

futuro es infinito.94 Entonces partimos de que el futuro concebido desde la razón

proléptica es definido como un modo ya específico, predecible y el cual no tiene

que ser pensado.

94

Ibíd. p. 126

Page 63: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

63

De manera que, la razón proléptica como concepción hegemónica del

tiempo es confrontada por la sociología de las emergencias, la cual consiste en

“sustituir el vacío del futuro según el tiempo lineal (un vacío que tanto es todo

como es nada) por un futuro de posibilidades plurales y concretas,

simultáneamente, utópicas y realistas, que se van construyendo en el presente a

partir de actividades de cuidado”.95

Desde este punto de vista, Boaventura de Sousa retoma el concepto de

“Todavía-No”, como concepto que preside a la sociología de las emergencias, que

ha sido tratado, entre otros autores, por Ernest Blonch. Partiendo de que lo

“Todavía-No” “es una posibilidad y una capacidad concretas que ni existen en el

vacío, ni están completamente determinadas”.96

Es por eso que lo Todavía-No refleja una posibilidad incierta, más nunca

neutra, es decir, toda posibilidad puede adquirir dos formas, como posibilidad de

trasformación o bien como posibilidad de desastre o frustración. Esta

incertidumbre, según Boaventura de Sousa, “hace que todo cambio tenga un

elemento de azar, de peligro… En cada momento hay un horizonte limitado de

posibilidades y por ello es importante no desperdiciar la oportunidad única de una

trasformación específica que el presente ofrece”.97

Así pues, la “posibilidad es el movimiento del mundo. Los momentos de esa

posibilidad son la carencia (manifestación de algo que falta), la tendencia (proceso

y sentido) y la latencia (lo que está al frente de ese proceso). La carencia es el

dominio de lo No, la tendencia es el campo de lo Todavía-No y la latencia de la

Nada y el Todo, dado que la misma puede refundar en frustración o en

esperanza.98

95

Ibíd. p. 127 96

Ibíd. p. 128 97

Loc. Cit. 98

Ibíd. p. 129

Page 64: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

64

De manera que, la sociología de las emergencias “consiste en la

investigación de las alternativas que caben en el horizonte de las posibilidades

concretas”.99 Mientras en la sociología de las ausencias amplía el presente como

forma de reconocimiento de la existencia a partir del conocimiento,

cuestionamiento y confrontación de lo que fue sustraído por la razón indolente en

su forma metonímica; la sociología de las emergencias contrae el futuro en cuanto

a la forma real de “posibilidades y expectativas de futuro”, que está fuera de la

monocultura del tiempo lineal, por lo que resulta objeto de cuidado.

El futuro entonces es considerado de cuidado porque como futuro concreto

tiende a eventualidades que lo colocan en una posición de incertidumbre o bien de

peligro.

En la sociología de las emergencias convergen los saberes y las

experiencias catalizadoras que se identifican para construir las posibilidades de

futuro tendientes a actuar y “maximizar la probabilidad de la esperanza con la

relación a la posibilidad de frustración”.100

De acuerdo con Boaventura de Sousa, si en la sociología de las ausencias

el elemento subjetivo es la conciencia cosmopolita y el inconformismo ante el

desprecio de la experiencia; el elemento subjetivo de la sociología de las

emergencias es la conciencia anticipadora y el inconformismo ante una carencia

cuya satisfacción está en el horizonte de posibilidades.101

Si bien, el inconformismo está presente en ambas sociologías, cada una

responde a una vertiente diferente, en la sociología de las ausencias el

inconformismo se dirige hacia las experiencias sociales, mientras que, la

99

Ibíd. p. 129 100

Loc. Cit. 101

Ibíd. p. 131

Page 65: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

65

sociología de las emergencias se reafirma en las expectativas sociales las cuales

buscan alimentar acciones colectivas de transformación social.

Por su parte la razón proléptica, según Boaventura de Sousa, hizo

desaparecer toda relación y vínculo entre experiencias sociales y las expectativas

sociales, situación que agrando más a las expectativas sociales a razón de la idea

de progreso, crecimiento, desarrollo, acumulación, riqueza, etc., por sobre las

experiencias sociales. Al contrario de la razón proléptica, la sociología de las

emergencias busca crear un vínculo más equilibrado entre las experiencias

sociales y las expectativas sociales en relación a construir y presenciar las

posibilidades y capacidades reales.

Por ende, las expectativas como campo principal de la sociología de las

emergencias, “son contextuales en cuanto son medidas por posibilidades y

capacidades concretas y radicales, y porque, en el ámbito de esas posibilidades y

capacidades, reivindican una realización fuerte que las defienda de la frustración.

Esas expectativas apuntan para nuevos caminos de emancipación social, o mejor

aún, de emancipaciones sociales”.102 Que serán posibles entre más se expandan

las experiencias sociales producidas en las ecologías.

Grosso modo, podemos decir que los pueblos indígenas que han sido

desacreditados y descalificados por la concepción de hegemónica del mundo, sin

duda fueron los protagonistas de una oleada de levantamientos a comienzos del

siglo XXI, no solamente por el inconformismo a las tendencias privatizadoras del

agua y del gas o por el inconformismo a la erradicalización de los cultivos de la

hoja de coca, sino que fue más allá, es decir, hasta confrontar y trastocar el orden

político y económico imperante.

102

Ibíd. p. 131

Page 66: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

66

Las experiencias sociales de organización comunitaria llevaron a diferentes

organizaciones indígenas y campesinas a unirse y construir acciones colectivas y

estrategias de resistencia en su lucha por satisfacer sus carencias. Asimismo, las

acciones de confrontación y experiencias de los logros obtenidos abrieron un

horizonte de posibilidades para transformar el orden de las cosas.

El escenario en Bolivia, entonces, se vio caracterizado por tensiones entre

dos concepciones diferentes, una posicionada en el presente como forma lineal

del tiempo dirigida por la oligarquía nacional y la otra en la autoafirmación indígena

con aras a expandir el presente y contraer el futuro.

La posibilidad de futuro dentro del movimiento indígena fue la idea de

refundar el estado. Así, “la demanda de las poblaciones que precisamente fueron

víctimas de estados no nacionales y no democráticos, es no tanto más

nacionalismo y más Estado, sino ante todo otro Estado; esto es, des/colonializar

ese Estado, que es la única forma de democratizarlo”.103

Con la llegada a la presidencia el ex líder de los cocaleros Evo Morales

Ayma definido como “gobierno progresista”, se modificó institucionalmente el

carácter del estado como resultado de las luchas y demandas sociales. Asimismo,

ese otro estado reconoció la diversidad étnica y cultural a través de la

plurinacionalidad.

El avance hacia una posibilidad de futuro, parafraseando a Boaventura de

Sousa, ha permitido avanzar de la invisibilidad a la visibilidad y de la resistencia a

la propuesta. Así que, “estamos ante un nuevo tipo de constitucionalismo que

103

Quijano, Aníbal, “Estado-nación y “movimientos indígenas” en la región Andina: cuestiones abiertas”, en:

OSAL, CLACSO, año VII, no. 19, enero-abril, 2006.

Page 67: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

67

implica un proyecto político de país diferente, otra forma de cultura, de

convivencia, de territorialidad, de institucionalidad del Estado”.104

Así, en “Bolivia [se está] inventado otro tipo de Estado, uno moderno que

amerita nuevas instituciones y nuevos territorios con un marco político diferente

que permita pasar del discurso a la práctica y que los cambios se reflejen de una

manera visible”.105

2.3. Hacía una Epistemología del Sur como contribución a la construcción

del conocimiento

La cercanía de Boaventura de Sousa Santos con el proceso de transformaciones

sociales en Latinoamérica, puso en cuestión las dificultades de la imaginación

sociológica de las “teorías construidas en el marco de la cultura occidental” para la

comprensión de las nuevas realidades emergentes en el Sur, sus nuevos actores

políticos y sus posibilidades o visiones de futuro. Es por eso que plantea la

necesidad, por llamarlo así, de construir nuevos elementos analíticos desde el Sur

y para el Sur, a partir del acercamiento directo con la realidad y del intercambio de

saberes y experiencias con los sujetos protagonistas de esa realidad.

De manera que, Boaventura de Sousa analiza las emergentes prácticas

trasformadoras en el Sur, y plantea una epistemología propia que confronte a los

paradigmas de la ciencia moderna, a esta epistemología la ha llamado

epistemología del Sur, y la define de la siguiente manera:

“Entiendo por epistemología del Sur la búsqueda de conocimiento y de criterios de

validez del conocimiento que otorguen visibilidad y credibilidad a las prácticas cognitivas de

104

Santos, Boaventura de Sousa, “Estados plurinacionales y constituyente”, disponible en

http://alainet.org/active/23957&lang=es 105

Loc. Cit.

Page 68: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

68

las clases, de los pueblos y de los grupos sociales que han sido históricamente

victimizados, explotados y oprimidos, por el colonialismo y el capitalismo globales”.106

El Sur, de acuerdo con el autor, es considerado como una metáfora del

sufrimiento humano causado por el colonialismo y el capitalismo, que no está

localizado solamente en el Sur global geográfico sino que este Sur también existe

en el Norte, porque los procesos de opresión y explotación se dan de manera

global en complicidad con prácticas locales.

Asimismo, indica Boaventura de Sousa que los procesos de opresión y

explotación, “al excluir grupos y prácticas sociales, excluyen también los

conocimientos usados por estos grupos para llevar a cabo esas prácticas. A esta

dimensión de la exclusión la [ha] llamado epistemicidio”. Por lo que, la

epistemología del Sur, “al mismo tiempo que denuncia el epistemicidio, ofrece

instrumentos analíticos que permiten, no sólo recuperar conocimientos suprimidos

o marginalizados, sino también identificar las condiciones que tornen posible

construir nuevos conocimientos de resistencia y de producciones de alternativas al

capitalismo y al colonialismo globales”.107 En esto consiste la propuesta de una

sociología de las ausencias y una sociología de las emergencias.

Cabe decir entonces que la epistemología del Sur se contrapone al

pensamiento occidental monocultural y a la “racionalidad” de las teorías

construidas a partir de esa cultura occidental, para así, recuperar las experiencias

y expectativas de las realidades emergentes que se producen en el Sur.

En este sentido, la epistemología del Sur hace una crítica al modelo de

racionalidad de la ciencia moderna que se extendió a las ciencias sociales en el

siglo XIX, y la cual, de a cuerdo a Boaventura de Sousa, empezó a hablar de un

106

Santos, Boaventura de Sousa. Op. Cit. p. 12 107

Loc. Cit.

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69

modelo global de racionalidad científica “que niega el carácter racional a todas las

formas de conocimiento que no se pautaron por sus principios epistemológicos y

por sus reglas metodológicas”.108

Así, los criterios de rigor de la ciencia moderna ignora todo conocimiento y

experiencia que se producen en el Sur, y por lo tanto el encuentro de unos con

otros, ya que, de acuerdo con Boaventura de Sousa la ciencia moderna produce

conocimientos y desconocimientos.

Por su parte, la epistemología del Sur al apuntar a la valoración de

diferentes tipos de conocimiento, también da cuenta del conocimiento que los

grupos sociales o poblaciones excluidas, marginadas y silenciadas por la

racionalidad de la cultura occidental han dejado al mundo académico a través del

diálogo, de la comprensión de la realidad, de la construcción de propuestas

transformadoras, de acciones educativas, de nuevas formas de democracia

participativa, en fin, por la construcción de procesos políticos, sociales y culturales

novedosos.

Conclusión

En este capítulo se abordó cómo la epistemología del Sur a través de sus

instrumentos analíticos, sociología de las ausencias y sociología de las

emergencias, trasgrede el pensamiento occidental monocultural, para ampliar la

comprensión del mundo más allá de la comprensión occidental del mundo y para

hacer visible, de acuerdo con Boaventura de Sousa, una diversidad que incluye

modos muy distintos de ser, pensar y sentir, de concebir el tiempo, la relación

entre seres humanos y entre humanos y no humanos, de mirar el pasado y el

futuro, de organizar colectivamente la vida, la producción de bienes y servicios y el

108

Ibíd. p. 21.

Page 70: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

70

ocio;109 inmensidad de alternativas de vida, de convivencia y de interacciones con

el mundo que en gran medida han sido desperdiciadas y descredibilizadas por la

concepción occidental del mundo y por la racionalidad científica construida a partir

de ella.

Podemos decir entonces que la epistemología del Sur es un pensamiento

alternativo a la ciencia moderna que rompe con la distinción dicotómica

sujeto/objeto, conocimiento científico/conocimiento del sentido común,

objetividad/subjetividad, etc.; asimismo es una propuesta a la producción del

conocimiento crítico de las realidades emergentes que no solo se destina a la

academia sino a los sujetos mismos protagonistas de esas realidades emergentes.

Asimismo, la sociología de las ausencias y la sociología de las emergencias

al recuperar los saberes y experiencia de los sectores excluidos, en este caso de

los pueblos indígenas, nos facilitan la comprensión de cómo Bolivia ha avanzado

en diversos elementos de transformación social, en particular sobre la

recuperación de los recursos naturales, el reconocimiento de las diversas culturas

y la propuesta de un nuevo diseño institucional de Estado.

109

Santos, Boaventura de Sousa, Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una

epistemología del Sur, Instituto Internacional de Derecho y Sociedad y Programa Democracia y

Transformación Global, Perú, 2010. p. 43.

Page 71: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

71

Capítulo III

TENSIONES CREATIVAS COMO ESCENARIO ACTUAL DEL PROCESO DE

CAMBIO EN BOLIVIA

Por qué no construir una unidad donde esté presente lo

que somos realmente: soy castellano hablante, perfecto;

soy aymara hablante, muy bien; practico lógicas

comunitarias, bienvenido; practico lógicas individuales,

también bienvenido. Esa es la idea del Estado

Plurinacional, reconocimiento de la diversidad de

culturas, de instituciones, de civilizaciones, de idiomas,

en igualdad de condiciones y en complementariedad y

enriquecimiento mutuo.

Álvaro García Linera

Introducción

Este último capítulo está constituido por tres apartados, en el primero de ellos se

retoma brevemente aspectos relevantes sobre lo que representó la elección

presidencial del 18 de diciembre de 2005 en Bolivia y las fuerzas sociales que

llevaron a la presidencia al primer presidente indígena, que de inicio ya rompía con

un ordenamiento de carácter simbólico y racial. En seguida, se enuncia algunos

aspectos importantes que muestran que a más de una década de las oleadas de

movilizaciones, han emergido en Bolivia ciertas tensiones entre los bloques

dirigentes del nuevo proyecto de Estado, que sin duda han estimulado a la

reflexión y al debate.

Page 72: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

72

En el segundo apartado se retoma el análisis y la interpretación que hace el

Sociólogo y actual vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, sobre qué está

sucediendo actualmente en Bolivia. Dentro de este contexto, enumeramos cuatro

tensiones y contradicciones, que de acuerdo con el autor, han surgido al interior

del actual proceso de cambio y entre los distintos sujetos que lo han

protagonizado.

El tercer apartado enuncia brevemente algunas consideraciones sobre la

importancia de la Educación, para proyectar, construir, fortalecer y defender un

proyecto de futuro.

3.1. Precedentes

En Bolivia el campo de las ecologías construidas a partir de la experiencia de las

luchas históricas y de las irrupciones indígenas y campesinas de principios del

siglo XXI, descritas en primer capítulo, marcaron el horizonte y el reto histórico de

diseñar y aún más de construir formas de sociedad más justa, diversa, inclusiva,

solidaria, equilibrada y armónica con la naturaleza.

El proceso electoral del 18 de diciembre de 2005, fue el parteaguas para

darle alcance y legitimación institucional a un proyecto político. Toda vez que, las

organizaciones indígenas y sectores populares, sujetos protagonistas de la lucha

social, rompieron con el sistema tradicional de partidos.

Al respecto, retomo la reflexión de Oscar Olivera sobre la cuestión del

proceso electoral, quien dijo lo siguiente:

“…el resultado electoral del 18 de diciembre no se puede mirar como una victoria

de individuos, de personajes. Esa victoria no es gracias al carisma de Evo Morales o a la

intelectualidad de Álvaro García Linera, es ante todo la señal, expresada en cantidad de

Page 73: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

73

votos, de la necesidad y obligatoriedad de que los gobernantes, sean quienes fueran,

deben cumplir con la agenda que indígenas, campesinos y sectores populares

empobrecidos han establecido a partir del 2000”.110

Aunado a lo anterior, y retomando a Tatiana Coll Lebedeff, podemos decir

que, “de una manera totalmente diferente han emergido los partidos nuevos en

Venezuela, Bolivia y Ecuador. Son producto de grandes y poderosas

movilizaciones e integran sectores populares muy diversos y que han producido

con su fuerza masiva el derrocamiento de presidentes. Son producto de difíciles,

pero verdaderas guerras populares libradas contra lo más pernicioso del

neoliberalismo. Han desbancado a todos los partidos tradicionales. Tienen un

significado político y social de otra envergadura pues han convocado a nuevas

Constituyentes a partir de una configuración nacional nueva y diferente”.111

En este sentido, el movimiento indígena y los sectores populares

expresaron su legitimidad al proceso democrático liberal, a través del voto dirigido

a esa necesidad de satisfacer sus carencias. En consecuencia, le dieron el triunfo

al ex líder de los cocaleros del Chapare, quien representó esa posibilidad de abrir

el camino a la trasformación social, corolario de su experiencia como indígena,

militante y luchador social.

En Bolivia, el voto significó en el año 2005, retomando a Idón Moisés Chivi

Vargas, el arma de los más humildes y no el rehén de los poderosos. Situación

que, sería ratificada en el proceso electoral del 6 de diciembre del 2009, que le

otorgó nuevamente el triunfo a Evo Morales obteniendo un 64% de votos a favor,

que le dio legitimidad a su segundo mandato presidencial, 2010-2015.

110

Olivera Oscar, “Elecciones y poder popular en Bolivia”, en La Jornada, México D.F., 02 de febrero de

2006. 111

Entrevista a Tatiana Coll. En Prigollini, Carlos, (compilador), La izquierda en Nuestra América,

Movimiento de Solidaridad Nuestra América, México D.F., 2011. p. 48.

Page 74: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

74

Si bien, como es preciso reiterar, los procesos de transformación sociectal

iniciados en Bolivia no son fruto de caudillos, líderes o partidos, sino que, es el

resultado de la experiencia de las organizaciones indígenas y campesinas en su

búsqueda por el reconocimiento, justicia social, seguridad, bienestar, redistribución

de la riqueza, equilibrio, soberanía, dignidad, solidaridad, libertad, armonía,

respeto mutuo, diálogo intercultural, etc., a fin de construir y garantizar el suma

qamaña112 (Vivir Bien).

Es por esto que el proceso de consolidación de una posibilidad de futuro,

alternativo a la monocultura de la modernidad, vista desde la mirada de los

sectores empobrecidos, va más allá de reformas fiscales, financieras, energéticas,

laborales, educativas, de salud, de propiedad, de seguridad, etc. Por esta razón, la

ejecución de reformas fundamentales de operación del gobierno y sus homólogos

no son el objetivo final.

Así que, en Bolivia, se está dando un proceso de transformaciones más allá

del reformismo. El ejemplo más claro está en el programa de estado apreciado en

la Nueva Constitución Política de Bolivia, en la cual, “Bolivia se constituye en un

Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente,

soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se

funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, cultural y

lingüístico, dentro del proceso integrador del país”.113

Derivado del proceso de trasformaciones y de la proyección del nuevo

carácter de Estado, el escenario en Bolivia resulta novedoso y como tal complejo.

Ha emergido en la mesa del debate un conjunto de cuestiones e interrogantes

acerca de la conducción del proceso de cambio, que de cierta forma no ha

concretado el imaginario social en relación a que “modo” o “sistema alternativo de

112

En idioma Aymara 113

Artículo 1. Capítulo Primero, referente al Modelo de Estado, de la Nueva Constitución Política del Estado.

Page 75: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

75

producción” sucederá al capitalismo. Estos debates son reflejo de confrontación

entre las mismas organizaciones sociales y de la confrontación entre éstas con el

gobierno.

Las situaciones de encuentros y desencuentros entre organizaciones

sociales y el gobierno han tenido una gran cobertura en los medios de

comunicación, ligados a la oligarquía nacional y al interés trasnacional, toda vez

que, los sectores de oposición en Bolivia de la llamada “media luna”, con

presencia en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, tras un intento fallido de debilitar al

proceso revolucionario, mediante un golpe de estado en septiembre de 2008,

auspiciado por Estados Unidos, han utilizado con mayor empecinamiento a los

medios de comunicación para deslegitimar las acciones del gobierno, el alcance

del proyecto de Estado y la capacidad de organización y dirección de la población

indígena.

Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, explica que:

“…los medios asumen la función de llevar el rol de la oposición política frente al

Gobierno […] Evidentemente, en muchos países, en América Latina, los medios privados

han dominado el sector de la comunicación. Sobre todo eran sectores industriales ligados a

las oligarquías que controlaban las economías de estos países […] Hoy, estas oligarquías

han perdido —por el momento— el poder político y usan del poder ideológico que aún

tienen los medios para tratar de mantenerse en el debate político”.114

Entonces los debates y confrontaciones que surgen al interior del proceso

revolucionario115, así como resultan ser fuerzas impulsoras del cambio también

resultan ser debilidades, mismas que son aprovechadas por los sectores de

oposición.

114

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=145765 115

Hablamos de proceso revolucionario, porque en Bolivia a partir de año 2000 se comienza con una

revolución. De acuerdo con la definición de Enrique Dussel, una revolución empieza cuando un grupo ejerce

el poder en función de un proyecto político.

Page 76: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

76

Aunado a lo anterior, cabe destacar también que varios grupos de

intelectuales han asumido fuertes críticas a Evo Morales y al vicepresidente,

Álvaro García Linera, respecto a la teorización y conducción del Estado, a la

aplicación de políticas públicas, por la situación de “crisis del proceso de cambio”,

por la depredación de la naturaleza, por favorecer el extractivismo y

industrialización, por no inducir la descolonización, etc.

Para ilustrar, lo anterior, aludo a Silvia Rivera Cusicanqui quien en una

entrevista dijo lo siguiente:

[Un] gran tema de cuestionamiento al Gobierno es la diferencia entre lo que se dice

y lo que se hace. Hay todo un discurso muy bonito de la pachamama, Bolivia ha sido el

único país que ha votado en contra en la cumbre de Cancún y, sin embargo, están

haciendo unas hidroeléctricas inmensas, unas represas que van a inundar tierras

indígenas, están haciendo una fábrica de azúcar en el norte de La Paz, en tierras de los

indígenas leco, una cantidad de cosas que demuestran que el proyecto es neodesarrollista

y en ese sentido incluye el desprecio por lo indígena, por lo que también es racista”.116

En este tenor, el economista, Juan Carlos Zuleta Calderón, señala que:

“…en estos casi seis años de gobierno se cumplió a cabalidad la búsqueda de

estabilidad macroeconómica, el primer objetivo del neoliberalismo; no por nada se

consiguieron los elogios más grandilocuentes del Fondo Monetario Internacional (FMI) por

el “buen manejo de la economía”. Ahora el régimen se empeña a cumplir el segundo

objetivo de la Teoría Económica Neoclásica: la aplicación de ajustes estructurales”.117

De manera que dentro del espacio académico se ha intensificado el debate

en dos vertientes, el primero sobre la orientación de proceso de cambio y el

segundo reducido a la crítica de las decisiones, acciones y actos del gobierno de

Evo Morales.

116

Entrevista a Silvia Rivera Cusicanqui disponible en:

http://chixinakax.wordpress.com/2011/06/25/entrevista-a-silvia-rivera 117

http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011121211

Page 77: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

77

Por otro lado, han emergido fuertes confrontaciones entre el Estado y las

organizaciones sociales y sindicatos, en virtud de cómo el Estado responde en

satisfacción a sus necesidades, en este sentido, se han llevado a cabo

manifestaciones en rechazo al aumento en precios a los combustibles, por la

forma de repartición de tierras fiscales bajas, en defensa del Territorio Indígena del

Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), etcétera.

Como se desprende, podemos decir que el periodo de transformaciones en

Bolivia, no concluyó, en la “guerra del agua”, en la “guerra del gas”, en el triunfo

electoral del primer presidente indígena o con la constitución de la Asamblea

Constituyente, ni mucho menos con la proclamación de la Nueva Constitución de

Estado; toda vez que, actualmente en Bolivia se está viviendo una etapa de

trasformación que estimula al debate y se dirige a concretar como posibilidad de

futuro ese nuevo proyecto social y político emergido desde el movimiento social; el

cual requiere de grandes desafíos creativos para definirse y concretarse.

Sin embargo, al seguir en curso el proceso de cambio en Bolivia, la

posibilidad de futuro, que busca abrir alternativas no capitalista, tiende a

eventualidades que lo coloca en una posición de incertidumbre o bien de peligro.

Por lo que podemos decir que la posibilidad de futuro en Bolivia resulta ser objeto

de cuidado.

Ante el complejo proceso que se vive actualmente en Bolivia, Álvaro García

Linera, vicepresidente boliviano y sociólogo, es uno de los intelectuales que se ha

dado a la tarea no sólo de enunciar los logros del gobierno de Evo Morales, sino

también, de interpretar las dificultades que implica el proceso de cambio. A estas

dificultades, García Linera, les ha denominado tensiones y contradicciones

creativas que, de acuerdo con el autor, han emergido por el propio curso de las

cosas y pueden ser fuerzas productivas de los cambios.

Page 78: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

78

Por lo que, el análisis de Álvaro García Linera sobre las tensiones y

contradicciones creativas es una referencia obligada, en este tercer capítulo, para

comprender el proceso actual que se vive en Bolivia, dentro del contexto de los

grandes triunfos populares que iniciaron transformaciones de las instituciones, del

Estado, de la resignificación de la democracia, de prácticas simbólicas y

culturales, etc., y que abrieron el debate para constituir una sociedad más justa,

armoniosa con la naturaleza y cimentada en la descolonización y en la justicia

social.

3.2. Tensiones y contradicciones creativas

Para Álvaro García Linera las tensiones creativas cuentan con dos características

fundamentales, “la primera, que a diferencia de lo que sucedía años atrás, no

propugnan un nuevo tipo de sociedad ni plantean un nuevo horizonte de Estado o

economía, sino la ralentización o la radicalización del proceso pero en el marco del

horizonte de época de la plurinacionalidad. La segunda, que como son

contradicciones al interior de los tres principios ordenadores de la realidad y de las

luchas por transformarla (plurinacionalidad, autonomía y economía plural), son

también contradicciones al interior del amplio bloque popular que conduce y

sostiene el Proceso de Cambio”.118

Álvaro García Linera señala que, el contenido y movimiento de estas

contradicciones son propios de una nueva fase del proceso revolucionario. Al

respecto, el autor identifica cinco fases de dicho proceso, las cuales menciono a

continuación:

Primera fase. Develamiento de la crisis de Estado, se inicia con la “guerra

del agua” que paró el proceso de privatización de los recursos públicos y marcó

118

García, Álvaro, Las tensiones creativas de la revolución. La quinta fase del Proceso de Cambio,

Vicepresidencia del Estado Plurinacional y Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional, La Paz-

Bolivia, 2011. p. 11-12.

Page 79: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

79

una ruptura con todo el consenso pasivo que el neoliberalismo había construido en

15 años, develando en cierta forma el resquebrajamiento de la fuerza e

institucionalidad del Estado.

Segunda fase. El empate catastrófico, comienza en 2003 y hasta 2008

cuando se enfrentan dos proyectos de sociedad, con dos capacidades de

presencia territorial y con liderazgos antagónicos se disputaban el orden estatal,

por un lado estaban los de arriba que querían seguir gobernando como antes y por

el otro lado estaban los de abajo que no querían seguir siendo gobernados como

antes.

Tercera fase: Capacidad de movilización convertida en presencia estatal

gubernamental, aconteció con la participación electoral que llevó a la presidencia

al primer presidente indígena.

Cuarta fase: El punto de bifurcación, sucede entre agosto y octubre de 2008

cuando la oposición de la derecha neoliberal opta por un golpe de estado, además

de desencadenar brotes violentos de carácter racial.

Quinta fase: La emergencia de las contradicciones creativas, estará

marcada por contradicciones entre los propios sectores que protagonizan el

Proceso de Cambio, que se darán en torno a cómo llevarlo adelante.

De acuerdo con Álvaro García Linera, Bolivia, actualmente se encuentra en

la quinta fase del proceso revolucionario. Por lo que, en este capítulo nos

enfocaremos a ella.

Page 80: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

80

3.2.1. Quinta fase del proceso revolucionario: La emergencia de las

contradicciones creativas

La emergencia de las contradicciones creativas, de acuerdo con Álvaro García

Linera, estará marcada por la presencia de contradicciones al interior del bloque

nacional-popular, es decir, como se mencionaba anteriormente, por tensiones

entre los propios sectores que protagonizan el Proceso de Cambio, y con relación

a cómo conducir el proceso de cambio. Por lo que, en esta fase, las tensiones

creativas, tienen la potencialidad de ayudar a motorizar el curso de la propia

revolución.119

Aquí, García Linera considera la existencia de dos tipos de contradicciones,

señalando que: en primer lugar están las fundamentales y antagónicas, que

bifurcan estructuralmente las sociedades, y en segundo lugar, las de carácter

secundario (aquellas que el Presidente chino Mao Tse Tung llamaba

contradicciones en el seno del pueblo) que son superables mediante métodos

democráticos y revolucionarios.120

En este sentido, en la quinta fase del proceso revolucionario, sólo surgen

tensiones creativas secundarias, de las cuales García Linera toma cuatro, las que

mencionamos a continuación:

Primera tensión creativa de la quinta fase del proceso revolucionario:

“Relaciones entre Estado y Movimientos Sociales”

En esta primera tensión creativa, Álvaro García Linera, hace una reflexión muy

considerable respecto a la caracterización del Estado y del mismo movimiento

social, en concreto señala que:

119

Ibíd. p. 24. 120

Loc. Cit.

Page 81: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

81

“El Estado es por definición concentración de decisiones, monopolio sobre la

coerción, la administración de lo público-estatal, e ideas-fuerza que articulan a una

sociedad. [Mientras] el movimiento social y las organizaciones sociales son por definición

democratización de decisiones, amplia y continua socialización de deliberaciones y

decisiones sobre asuntos comunes”.121

Por ende, los movimientos sociales al orientarse a la defensa de intereses

específicos confrontan al Estado, y entonces surgen en este escenario tensiones

creativas, como señala García Linera, necesarias entre concentración y

desconcentración de decisiones. Por lo que resulta ser un proceso complejo de

encuentros y desencuentros. Situación que pone en riesgo la democratización de

las decisiones. Toda vez que, aunque haya cambiado el carácter del estado, sigue

siendo Estado aún, lo que implica “luchar dentro y fuera de él”.

De igual importancia, surge otra modalidad de tensiones entre el Estado y el

Movimiento Social, de acuerdo con García Linera, se da entre la expansión

material del Estado y la función estatal de comunidades y sindicatos. Pues

actualmente, según García Linera, los sindicatos están reduciendo su actividad

revolucionaria de micro-estado, dicho de otra manera, podemos entender que el

sindicato está dejando a un lado su función social. Al respecto dice:

“…ahora en cada lugar del país, el sindicato ya no se organiza para construir una

escuela, una posta sanitaria, para abrir una carretera que comunique a sus habitantes,

para levantar un puente entre poblaciones o para dar ayuda a los desamparados. No.

Ahora se pide la escuela, la posta sanitaria, el camino, el puente y el amparo ante la

desgracia al municipio, a la gobernación, al gobierno nacional”.122

Por lo que, parafraseando a García Linera, actualmente se manifiesta el

resquebrajamiento de la función social-protectiva del sindicato. Este hecho lleva el

121

García, Álvaro. Op. Cit. p. 28. 122

Ibíd. p. 33-34.

Page 82: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

82

riesgo de un debilitamiento del mismo sindicato-ayllu, de su poder de gestión y

cohesión.

Segunda tensión creativa: “Flexibilidad hegemónica frente a firmeza en el

núcleo social”

Esta tensión, de acuerdo con Álvaro García Linera, se da entre el sentido de

ampliar el proceso de cambio a los distintos sectores sociales y la necesidad de

garantizar la conducción indígena, campesina, obrera y popular del mismo.

Por lo que, este escenario resulta ser un proceso sumamente complejo,

debido a que en Bolivia aún coexisten dos posiciones, una que, retomando a

Boaventura de Sousa, sustrae el futuro del tiempo lineal por un futuro de

posibilidades plurales y concretas, y la otra, que concibe el futuro a partir de

monocultura del tiempo lineal.

Entonces surge aquí el difícil y complicado desafío de creatividad, cómo

lograr “la ampliación, la apertura y la conversión del significado de pueblo a todas

y todos los bolivianos -sin excepción- que apuestan por la descolonización, por el

Estado Plurinacional, por la igualdad entre los pueblos, por la autonomía

democrática de las decisiones […], en fin, que apuestan por el Vivir Bien”.123

Tercera tensión: intereses generales frente a intereses particulares y

privados

Para Álvaro García Linera esta tensión ha tenido mayor intensidad a partir del

2010, “es la que se da entre el interés general de toda la sociedad y el interés

particular de un segmento individual de ella, entre las demandas que buscan

satisfacer las necesidades de todo el pueblo como modo de resolución de la

123

García, Álvaro. Op. Cit. p. 39.

Page 83: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

83

demanda de uno, y las movilizaciones que apuntan solamente a satisfacer las

necesidades de un grupo particular, un sector o un individuo”.124

Es decir, esta tensión refiere a la contradicción al interior del bloque social

popular entre quienes buscan satisfacer necesidades colectivas y sin perjuicio del

otro y, entre quienes sólo buscan un beneficio individual sin antes considerar la

carencia colectiva.

Para ejemplificar esta tensión, mencionamos a continuación el caso tan

recurrente por García Linera: la CIDOB organización de pueblos indígenas de

tierras bajas demandaban que las tierras fiscales de tierras bajas incautadas por el

Estado pasaran a manos únicamente de los pueblos indígenas ubicados en

territorios de tierras bajas, situación que excluía a los pueblos indígenas de tierras

altas del goce de esas tierras en disputa. De manera que, la CIDOB, en este

marco, reflejo el interés particular de los pueblos indígenas de tierras bajas por

sobre las necesidades del resto de la población indígena y campesina del país.

Por consecuencia, en las organizaciones sociales prevalece el riesgo de

caer en tendencias corporativistas, no obstante, este riego puede ser superado en

virtud de la experiencia de los ciclos de movilizaciones que lograron reunir a la

mayoría de la población en razón de un nuevo proyecto de Estado.

Cuarta tensión: el socialismo comunitario del Vivir Bien

La cosmovisión emergente de los pueblos indígenas ha replanteado la filosofía del

Vivir Bien, como un horizonte a transitar, en términos de respeto, armonía,

cooperación y equilibrio entre uno mismo y con todas las formas de existencia. Por

lo que, el Vivir Bien es vivir en comunidad y en complementariedad, y resurge

como respuesta a las crisis de vida que ha dejado el capitalismo. Es por eso que

124

Ibíd. p. 4.

Page 84: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

84

las comunidades indígenas promueven la convivencia armónica entre los seres

humanos y estos con la naturaleza.125

En este sentido, la cuarta tensión creativa se da, de acuerdo a García

Linera, entre la necesidad y voluntad de industrialización de las materias primas, y

la necesidad imprescindible del Vivir Bien entendido como la práctica dialogante y

mutuamente vivificante con la naturaleza.126

El primer punto ha sido un tema de discusión, puesto que Evo Morales tiene

en la agenda política la necesidad urgente de industrializar los recursos naturales

ya nacionalizados para impulsar otras actividades industriosas a fin de mejorar los

ingresos del Estado, su capacidad productiva y tecnológica.

En una entrevista a La Jornada, recientemente, Álvaro García Linera,

señala que el modelo económico de su país es básicamente posneoliberal y de

transición poscapitalista. Un modelo que ha recuperado el control de los recursos

naturales que estaba en manos extranjeras, para colocarlo en manos del Estado,

dirigido por el movimiento indígena.127

Sin embargo, ante la iniciativa de industrializar los recursos naturales, han

surgido interpretaciones que acusan a Evo Morales de llevar a cabo un modelo

extractivista o bien un capitalismo de Estado. Asimismo, varias posiciones señalan

que el discurso de Evo Morales sobre la preservación de la Pachamama está por

debajo de sus acciones, puesto que todo proceso industrializador causa efectos

corrosivos sobre la naturaleza.

125

Huanacuni F. Op. Cit. 126

García, Álvaro. Op. Cit. p. 63 127

Hernández, Luis, “Entrevista al vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera”, en La Jornada, México

D.F., 07 de febrero de 2012.

Page 85: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

85

Al respecto, Álvaro García Linera está consciente de la depredación que

causa el proceso industrializador, pero, por otra parte considera a la

industrialización como fuerza económica de generación de excedente para cubrir

las necesidades básicas y crecientes de la sociedad.

En consecuencia, García Linera, señala la siguiente cuestión:

“Necesitamos industrializarnos pero también cuidar la naturaleza y preservarla para

los siguientes siglos. El capitalismo la depreda, la destruye, la utiliza con fines de lucro y no

para la satisfacción de las necesidades.

Esta tensión creativa es la que el Presidente Evo ha llamado el socialismo

comunitario del vivir bien, la satisfacción de las necesidades materiales humanas mediante

el diálogo vivificante con la naturaleza, preservándola para preservar también el destino y

el bienestar común de las futuras generaciones de todos los seres vivos”.128

Podemos ver que en esta tensión creativa se da lo que Boaventura de

Sousa llama una dificultad en imaginar cómo será el fin del capitalismo, ya que, el

gobierno imagina el poscapitalismo al partir del capitalismo y los movimientos

indígenas imaginan el poscapitalismo a partir del precapitalismo, es decir,

imaginan alternativas anteriores a la conquista y al colonialismo. Por lo que resulta

ser un escenario sumamente complicado entre “¿[industrialización de] recursos

naturales o Pachamama?, ¿desarrollo o Sumak Kawsay?, ¿tierra para reforma

agraria o territorio como requisito de dignidad, respeto e identidad?, ¿Estado-

nación o Estado plurinacional?, ¿sociedad civil o comunidad?, ¿ciudadanía o

derechos colectivos?, ¿descentralización/desconcentración o autogobierno

indígena originario campesino?”129

128

García, Álvaro. Op. Cit. p. 71. 129

Santos, Boaventura de Sousa, Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una

epistemología del Sur, Instituto Internacional de Derecho y Sociedad y Programa Democracia y

Transformación Global, Perú, 2010. p. 60

Page 86: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

86

Aunado al panorama social y político, descrito en los párrafos anteriores,

podemos resumir que los procesos actuales en Bolivia son complejos. Las

tensiones creativas someten al debate colectivo la forma de llevar adelante la

trasformación social, dado que en ellas, parafraseando a García Linera, surgen

contradicciones, nuevas luchas no previstas ni planificadas, inconformidades,

riesgos, debilidades, caos, impulsos fragmentados, retrocesos, etc., pero también,

a partir de ellas, se construyen iniciativas colectivas, acuerdos, democratización de

las decisiones, avances; en fin un sin número de acciones que pueden estar o no

aún definidas.

Finalmente, Bolivia, retomando a Boaventura de Sousa, abierto un debate

civilizatorio después de haber sido violentamente suprimido desde la etapa

colonial. Esta abertura, de acuerdo con el autor, se ha debido a la renovada

eficacia de los pueblos indígenas y afrodescendientes.

Así, el panorama actual en Bolivia proyecta grandes retos para la

creatividad, y resulta ser un laboratorio social que implica calificar categorías para

ayudar al proceso.

Si bien, la posibilidad de concretar la refundación del Estado en Bolivia es

de largo plazo por su complejidad y novedad, así como la construcción de un

sistema alternativo al capitalismo, su avance dependerá en gran medida de las

acciones encaminadas a resolver la siguiente interrogante: “cómo trascender el

espacio en que se desarrollan las experiencias más avanzadas y proyectarlas a

toda la sociedad a todos los de “abajo””.130 Esta interrogante es sin duda un reto

que implica el mismo proceso revolucionario, a fin de concretar la posibilidad de

esperanza con relación a la posibilidad de frustración, como ya señalábamos en el

capítulo anterior.

130

Entrevista a Tatiana Coll. En Prigollini, Carlos, (compilador), La izquierda en Nuestra América,

Movimiento de Solidaridad Nuestra América, México D.F., 2011. p. 57.

Page 87: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

87

3.4 La Educación como fuerza promotora del proceso de cambio

Todo cambio requiere de un proceso educativo que proyecte y expanda a la

mayoría de la población la voluntad popular, así como, defienda, acelere, y

fortalezca el proceso revolucionario. Por un lado, en Bolivia se está desarrollando

un amplio proceso de reflexión y debate en torno a la conducción del proceso

revolucionario, resultado de la potencialidad de las fuerzas sociales que

inauguraron el ciclo de movilizaciones del 2000-2005; pero, por otro lado, se

necesita fortalecer o construir un proyecto educativo, tanto oficial como popular,

que posibilite el alcance de dicho proceso.

Por ejemplo, Tatiana Coll Lebedeff, se refiere a la educación como torrente

de transformación, es decir::

“Cuando una sociedad pone en marcha un proyecto de futuro guiado por una

enorme esperanza de convertirse en una sociedad más justa, más igualitaria, más digna y

libre, una de las principales fuerzas que pueden convertirse en un enorme torrente

transformador es la educación, que es capaz de desatar las potencialidades creativas que

están dentro de los pueblos, cercenadas por una brutal desigualdad y el desprecio de

quienes se creen poseedores únicos del conocimiento significativo y civilizatorio”.131

De manera que, un punto de partida para fortalecer o construir acciones

educativas dirigidas a la consolidación del proyecto de Estado como un proyecto

en común, es retomar los saberes de la experiencia social acumulada durante el

ciclo de movilizaciones.

El repensar cada una de las experiencias acumuladas a partir de la

existencia negada, da paso a incorporar al debate civilizatorio los saberes

construidos y socializados que subyacen en la multitud protagonista del nuevo

131

Coll, Tatiana, América Latina en el filo del siglo XXI. Entre la catástrofe y los sueños: los nuevos actores

sociales, Universidad Pedagógica Nacional y Casa Juan Pablos, México, 2001. p. 14.

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88

proyecto de transformación social. De modo que, el escenario de las tensiones y

contradicciones creativas en el interior y al exterior del bloque nacional-popular, se

puede alimentar aún más del aprendizaje de los saberes acumulados por la

experiencia, para defender tanto los avances como expectativas del proceso de

cambio.

Asimismo, se requiere tanto de las experiencias como de los errores para

aprender a tomar decisiones que conduzcan a la voluntad popular. Al respecto,

vale mencionar la intervención del Dr. Pablo González Casanova en la

Conferencia Magistral, “Bolivia: logros y desafíos del proceso de trasformación”,

en el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de

México, el 07 de abril de 2012, en relación a las tensiones creativas que expuso

García Linera y en particular al tema de la democratización de las decisiones. Así

cuestionó al vicepresidente boliviano: “qué están haciendo en Bolivia, ustedes que

están tomando decisiones de tipo revolucionario, para que no sean los únicos que

sepan por qué están tomando esas decisiones, sino para que todo el pueblo de

mañana sepa tomar esas decisiones, eso en Cuba se hizo desde los primeros

días […] les enseñaban a preguntarse cuál era el mejor tipo de democracia y Fidel

les planteaba los peros, pros y contras de la democracia y desde entonces

empezó a enseñar y enseñar a tomar decisiones a las multitudes […] el no

regresar a una política anticapitalista, anticolonialista que termine en el populismo

y que después regrese al capitalismo salvaje consiste en organizar la capacidad

de toma de decisiones de todo el pueblo en materia de política y en materia de

poder”.

El tema de este cuestionamiento sigue pendiente en Bolivia, de acuerdo

con García Linera. Es por eso que podemos reafirmar la necesidad de construir un

proceso educativo contundente y fundamental para el desarrollo y fortalecimiento

del proceso de cambio en Bolivia.

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89

Finalmente, como pudimos observar, el objetivo de este capítulo no fue la

elaboración de una propuesta, sino, más bien, fue mostrar el escenario que

actualmente se vive en Bolivia después de las movilizaciones indígenas y

campesinas que comenzaron en este siglo y que posibilitaron la creación del

nuevo proyecto político.

Una vez proclamada la Nueva Constitución del Estado se constitucionalizó

el nuevo programa de Estado y con ello se inauguró, por llamarlo así, otra etapa

de transformaciones ahora orientada a la conducción de ese nuevo proceso de

cambio como posibilidad de futuro.

Sin embargo, este proceso trajo consigo un horizonte aún no conocido,

porque nunca antes se había presenciado tal fenómeno, y por lo mismo, han

surgido distintas dificultades frente a la conducción del proceso revolucionario, a

estas dificultades, como ya mencionábamos, Álvaro García les llamó tensiones

creativas al interior de bloque popular, que evidencian contradicciones entre el

Estado y el movimiento social, entre la colectividad y el corporativismo entre

industrialización y la Pachamama. Estas contradicciones, como señala el autor, no

frenan el proceso de cambio sino que lo alimentan y enriquecen; pero, por otro

lado se tiene que tener muy presente que estas dificultades pueden ser

aprovechadas por la oposición.

Aunado a lo anterior, podemos decir que el proceso de transformaciones de

aquella región merece toda nuestra atención, debido a la potencialidad del

movimiento indígena, a sus acciones y propuestas que han impactado al conjunto

de la sociedad, no solo boliviana, sino mundial .En este sentido, su experiencia y

discusión sobre cómo la humanidad debe vivir ha impactado a los procesos de

construcción del conocimiento y a la lucha social. Por lo que nos pone a

reflexionar sobre los nuevos imaginarios ancapitalistas o cómo adherirse a

principios no capitalistas dentro del capitalismo.

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90

Si bien, a pesar de que el contexto actual en Bolivia está subsumido por

contradicciones creativas, que, bien pueden ser utilizadas para reforzar el proceso

revolucionario o bien para frustrarlo, sólo queda esperar que el movimiento

indígena retome de su experiencia que lo llevó a concretar triunfos para el proceso

de cambio como fuerza renovada para superar las dificultades, y así, defina con

cabeza propia su actuación frente a los sectores populares y frente al Estado a fin

de clarificar, expandir y fortalecer el proceso revolucionario y evitar la frustración.

Por lo que se espera, de acuerdo con García Linera, que dentro del

horizonte de posibilidades “las contradicciones se [resuelvan] con la práctica y la

lucha. Con una nueva oleada de movimiento social que vaya por encima del

Estado, pero en esta perspectiva de lo común para todos, que fue la gran virtud

que llevó a esta gran transformación”.132 Ya que, “las soluciones generalmente no

vienen de arriba, se construyen juntos desde la visión y necesidades de abajo”.133

Conclusión

En este capítulo se pudo observar algunos procesos que recientemente han

emergido en Bolivia, que han implicado tensiones o contradicciones dentro del

bloque dirigente del proceso de transformación social.

En este sentido, podemos decir que el escenario en Bolivia resulta ser un

espacio que implica la búsqueda y construcción de nuevas categorías que nos

permitan clarificar los fenómenos. Debido a que, se están construyendo

alternativas diferentes al capitalismo, pero aún no se ha definido, como señala

Aníbal Quijano, qué sistema alternativo de producción va a sustituir al capitalismo.

Sin embargo, pensar ya, en cuestiones de búsqueda de propuestas diferentes al

132

Hernández, Luis, “Entrevista al vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera”, en La Jornada, México

D.F., 07 de febrero de 2012. 133

Entrevista a Tatiana Coll. En Prigollini, Carlos, (compilador), La izquierda en Nuestra América,

Movimiento de Solidaridad Nuestra América, México D.F., 2011. p. 59.

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91

capitalismo dentro de capitalismo, representa, parafraseando a Boaventura de

Sousa, incomodidad para su reproducción y hegemonía, así como

transformaciones graduales en direcciones no capitalistas.

Page 92: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

92

CONCLUSIONES GENERALES

Indudablemente, los indígenas bolivianos, a partir de realizar un profundo análisis

de las fuerzas sociales, políticas y económicas que los dominan y explotan,

colonialismo y capitalismo, rompieron con el paradigma de la modernidad

occidental de que la historia tiene sentido y dirección única y conocidos.

Las crisis del Estado boliviano, las del bloque político dominante y las crisis

del modelo neoliberal, de las cuales nos habla Luis Tapia, develaron la

inoperancia y debilitamiento de estas fuerzas, lo que ocasionó el rechazo popular

tanto al modelo económico como al proyecto político imperantes.

Los gobiernos bolivianos neoliberales, aplicaban mediadas impuestas por

Estados Unidos y por los organismos internacionales de financiamiento, como

paliativos para enfrentar tanto a las crisis sociales como a las crisis fiscales, sin

embargo estas medidas eran quienes las provocaban y las expandían.

En enero del año 2000, se inauguró en Cochabamba, el primer

levantamiento popular de principios de siglo contra el neoliberalismo. Se unieron

las diferentes organizaciones sociales e indígenas para conformar la Coordinadora

de Defensa del Agua y de la Vida y confrontar la tendencia neoliberal de privatizar

el servicio de agua potable y alcantarillado.

La experiencia social a 15 años de aplicación de políticas neoliberales de

privatización, colocó en el escenario del debate que la privatización del agua no

era sinónimo de mejora del servicio sino de aumento en el suministro del agua y

rompimiento con las formas tradicionales-comunitarias de su uso y distribución,

todo ello a favor del capital transnacional.

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93

Entonces, la indignación a la privatización de tal preciado recurso, activó

una profunda organización de la sociedad civil emergente y de los nuevos actores

sociales conformados en la Coordinadora para frenar la estrategia neoliberal y

recuperar el bien común.

La resistencia multitudinaria de la población boliviana creó espacios de

reflexión, autogestión y toma de poder, que les permitió potencializar su lucha para

expulsar a la trasnacional “Aguas del Tunari” y modificar la Ley 2029. Por lo que,

la “Guerra del Agua”, significó la primera victoria popular, de principios de siglo,

contra el neoliberalismo.

Otra de las medidas que aplicó Hugo Banzer, dictada por Estados Unidos,

fue la “lucha antidrogas”, la cual criminalizaba a los/as cultivadores/as y

consumidores/as de hoja de coca, lo que generó un campo de batalla entre el

ejército y los/as cocaleros/as de los Yungas y del Chapare. Así como se

intensificaba la represión también se intensificaba la organización del movimiento

cocalero que después de una larga resistencia logró conseguir su derecho a

determinadas extensiones de cocales, así como a conformar y consolidar un

partido político propio “Movimiento al Socialismo”.

Durante los primeros años del Siglo XXI, en Bolivia, se intensificaron los

conflictos sociales derivado de las crisis que los anteceden. Estos conflictos ponen

en evidencia dos modelos opuestos de país, por un lado está el proyecto del

movimiento indígena y sectores populares, correspondiente a la refundación del

Estado; y por el otro lado está el modelo de estado que había pernoctado hasta

esos momentos, el cual conservaba los privilegios de la oligarquía blanca y

mestiza, mismo que reciclaba, como dice Rivera Cusicanqui, viejas prácticas de

exclusión y discriminación.

Page 94: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

94

El conflicto que profundizó esa necesidad de refundar el país fue la “Guerra

del Gas”, de comenzar con una lucha nacional en defensa del gas paso a

consolidarse en una lucha por la nacionalización de los hidrocarburos, por la

expulsión de Sánchez de Lozada, por cuestionar al modelo político y económico,

por cuestionar a las prácticas patriarcales y coloniales y por construir un proyecto

de transformación social.

La organización del movimiento indígena y sectores populares, que se

consolidó en sus formas de democracia representativa, logró la renuncia de dos

presidentes de la República, quienes no tuvieron la capacidad de resolver las

demandas populares. Esta situación reflejó ampliamente la crisis de credibilidad a

los políticos institucionales y a los sistemas de partidos.

Las elecciones presidenciales, del año 2005, le dieron el triunfo electoral a

Evo Morales Ayma, primer presidente indígena, que sintetizó, retomado a Raúl

Zibechi, los cambios en el escenario político-institucional dentro de un nuevo

periodo caracterizado por la emergencia de gobiernos progresistas y de izquierda

en América del Sur.

La llegada a la presidencia de Evo Morales fue el resultado de la resistencia

indígena y de los sectores empobrecidos al modelo neoliberal. Este cambio

también significó el rompimiento con el sistema de partidos tradicional que

suprimía a los hombres y mujeres indígenas su derecho a decidir sobre el conjunto

de políticas a implementar y que los excluía de tomar cargos en el gobierno.

De manera que, los sucesivos levantamientos populares en Bolivia

protagonizados por el movimiento indígena y campesino, inscribió, a comienzos de

este siglo, la urgencia no sólo de recuperar los recursos naturales sino también el

destino. Ese destino arrebatado por las élites bolivianas vinculadas al pensamiento

occidental.

Page 95: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

95

Aún después de la independencia, en Bolivia, siguió permaneciendo el

sistema de dominación, exclusión y discriminación propias de la época colonial.

Las élites blancas fueron quienes se encargaron de conservarlas. Podemos ver

que en pleno siglo XXI a lo indígena se le siguió vinculando con lo arcaico, con la

pereza, con la suciedad, con lo atrasado, con lo inferior. Estás viejas prácticas

coloniales invisibilizaron a los pueblos indígenas y a sus formas de contemplar y

entender al mundo.

La modernidad, como concepción hegemónica del mundo occidental, ha

excluido y negado a todo aquello que no cumple con sus parámetros de

racionalidad. Es por eso que en Bolivia a través de sus diferentes etapas históricas

se fueron implementando políticas homogenizantes y etnocidas, para que todos/as

se asimilaran dentro de un Estado-nación. No obstante, este proceso “civilizatorio”

que ubicaba a los pueblos indígenas en el nivel más bajo de la estructura social

obtuvo resistencia.

La historia de las resistencias de los pueblos indígenas a los embates

“civilizatorios”, les permitió conservar su vínculo con la Pachamama, sus formas

tradicionales de organización comunitaria, sus símbolos y tradiciones, su idioma,

sus saberes, etcétera.

La memoria histórica, de los hombres y mujeres indígenas protagonistas de

los levantamientos populares de principios de siglo, permitió incorporar a sus

demandas una lucha por una ecología de los reconocimientos; anteponiendo a los

principios de igualdad el respeto y reconocimiento a la diferencia, ya que en la

medida en que se reconozca la diferencia se estará en igualdad de condiciones.

De manera que, los actores sociales que habían sido desacreditados e

irrelevantes para la modernidad occidental fueron quienes confrontaron a las

Page 96: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

96

lógicas de producción de la no existencia, debido a que colocaron en el escenario

boliviano la posibilidad de modificar las estructuras sociectales.

La irrupción del movimiento indígena y campesino fue más allá de la

resistencia a las políticas privatizadoras. Sus acciones colectivas y estrategias de

de resistencia fueron conformando un horizonte de posibilidades fuera del

colonialismo y capitalismo globales.

Así, la potencialidad del movimiento indígena y campesino aunado al

emergente gobierno con talante antineoliberal, Evo Morales, articuló la voluntad

popular de concretar una Asamblea Constituyente y con ello modificar el carácter

del Estado.

En este sentido, Bolivia está experimentando un nuevo proceso de

transformación social, que por su novedad y complejidad, colocan a esa

posibilidad de concretar el nuevo proyecto de Estado en una posición de

incertidumbre o bien de peligro.

El proceso de concretar la posibilidad de futuro resulta ser objeto de

cuidado. Debido a que en Bolivia han surgido tensiones y contradicciones al

interior del proceso de cambio, entre Estado y movimientos sociales, entre los

mismos movimientos sociales, etcétera. Dichas tensiones han sido utilizadas por

los sectores de oposición de la denominada “media luna” para debilitar al proceso

revolucionario.

La oligarquía blanca y mestiza son quienes se empeñan, retomando a

Rivera Cusicanqui, a conservar el pasado con todo su lastre de privilegios. En este

sentido, cabe señalar que durante el año 2007 y 2008 se produjeron distintas

prácticas de tono racial, divisionista y golpistas. Actualmente los medios de

comunicación ligados a estos sectores de oposición, son quienes usan el poder

Page 97: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

97

mediático para descredibilizar las acciones del presidente Evo Morales y su

comitiva.

Las tensiones y contradicciones que han surgido al interior del proceso de

cambio, han abierto en Bolivia un debate civilizatorio, como señala Boaventura de

Sousa, que proyecta grandes retos para la creatividad.

Las dificultades presenciadas en el proceso de cambio, como nos muestra

García Linera, alimentan y enriquecen al proceso revolucionario. En la medida que

el movimiento indígena y campesino fortalezca su liderazgo para atraer a otros

sectores de la población a la búsqueda del Vivir Bien se irá superando las

contradicciones.

La concreción de la posibilidad de futuro, en Bolivia, es un proyecto a largo

plazo, el cual requiere tanto de la experiencia del movimiento indígena y su

autonomía frente al Estado como de un proceso educativo que defienda, acelere y

fortalezca el proceso revolucionario.

Asimismo, Boaventura de Sousa nos explica que:

“Los movimientos indígenas de América Latina son conscientes de las dificultades,

pues saben que la refundación del Estado no ocurrirá en tanto permanezcan con vigor en

la región los dos grandes sistemas de dominación y explotación: el capitalismo y el

colonialismo. La distancia que toman con relación a la tradición crítica eurocéntrica deriva

precisamente de no poder imaginar el fin de uno sin el fin del otro. La magnitud de la tarea

muestra que la refundación del Estado es un proceso histórico de largo plazo […] A lo largo

de la transición emergerán instituciones y mentalidades transicionales o híbridas que irán

anunciando lo nuevo al mismo tiempo que parecerán confirmar lo viejo. Las alianzas irán

cambiando así como los instrumentos de lucha. Habrá muchos pasos atrás, pero lo

importante es que estos sean menos que los pasos hacia adelante”.134

134

Santos, Boaventura de Sousa, “Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una

epistemología del Sur”, Instituto Internacional de Derecho y Sociedad y Programa Democracia y

Transformación Social, Perú, 2010. p. 71.

Page 98: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

98

Las prácticas novedosas y las experiencias que están emergiendo en el Sur

geográfico, protagonizadas por los excluidos, los de abajo, los “invisibles”; nos

conducen a incorporarnos a ese nuevo debate para explorar esos mundos nuevos.

Page 99: La fuerza indígena en Bolivia en el eje del cambio socio ...

99

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http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2011121211

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105

APÉNDICE

División Política: 9 Departamentos

CAPITAL:

Sucre (Capital: ahí reside el Poder Judicial y el Poder Electoral)

La Paz (Sede de Gobierno: ahí residen el Poder Ejecutivo y el Legislativo)

Fuente: http://www.mirabolivia.com/mapas/

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CENSO DE POBLACION Y VIVIENDA – 2001

POBLACION POR DEPARTAMENTOS, PROVINCIAS, SECCIONES MUNICIPALES, LOCALIDADES Y

ORGANIZACIONES COMUNITARIAS

CODIGO CARTOGRAFICO

DESCRIPCIÓN POBLACION HOMBRES MUJERES

00 BOLIVIA 8.274.325 4.123.850 4.150.475

01 CHUQUISACA 531.522 260.604 270.918

02 LA PAZ 2.349.885 1.164.818 1.185.067

03 COCHABAMBA 1.455.711 719.153 736.558

04 ORURO 392.769 195.536 197.233

05 POTOSÍ 708.695 345.374 363.321

06 TARIJA 391.226 195.305 195.921

07 SANTA CRUZ 2.029.471 1.025.222 1.004.249

08 BENI 362.521 188.898 173.623

09 PANDO 52.525 28.940 23.585

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

Autoidentificación con Pueblos Originarios o Indígenas de la Población de 15 años o más de edad- UBICACIÓN, ÁREA GEOGRÁFICA, SEXO Y EDAD

Número

UBICACIÓN ÁREA SEXO EDAD TOTAL Originario Quechua

Originario Aymara

Originario Guaraní

Originario Chiquitano

Originario Mojeño

Originario Otro Nativo

Ninguno

Bolivia TOTAL TOTAL TOTAL 5,076,251 1,557,689 1,278,627 78,438 112,271 43,323 75,427 1,930,476

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

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107

Enfrentamientos entre el ejército y manifestantes.

Fuente: La Jornada: domingo 9 de abril de 2000.

Estado de sitio como respuesta a la ola de manifestaciones, en la denominada “guerra del agua”.

Fuente: La jornada: domingo 9 de abril de 2000

Los manifestantes bolivianos mantienen inalterables bloqueo de carreteras y caminos en varias provincias del país.

Fuente: La Jornada: lunes 10 de abril de 2000

Presencia militar en la región andina.

Fuente: La Jornada: martes 11 de abril de 2000.

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Campesinos cocaleros tapizaron con la hoja dos kilómetros de la carretera que conduce al cuartel de Chimoré, centro de operaciones antidrogas en Chapare.

Fuente: La Jornada: miércoles 20 de diciembre de 2000.

El Alto ciudad militarizada, en represión a los manifestantes, durante la denominada “guerra del gas”.

Fuente: La Jornada, lunes 13 de octubre de 2003

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Miles de mujeres indígenas marchan hacia el centro de la ciudad de La Paz en demanda de la destitución de Gonzalo Sánchez de Lozada, el 16 de octubre de 2003.

Fuente: La Jornada: 02 de marzo de 2004.

Manifestación contra la venta del gas.

Foto: Danilo Balderrama/Reuters.

Fuente: http://www.internationalist.org/boliviaarde1003.html