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UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Trabajo Fin de Grado

Fortalezas personales y rendimiento académico

en estudiantes universitarios

Estudiante: Sandra Martín-Moreno Baeza Tutorizado por: Encarnación Ramírez Fernández y Ana Raquel Ortega Martínez Departamento: Psicología

Julio, 2015

FORTALEZAS PERSONALES Y RENDIMIENTO ACADÉMICO EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

1

ÍNDICE

RESUMEN/ABSTRACT……………….……………………………..…. 2

1. INTRODUCCIÓN

1.1. Psicología positiva…………………………………………………….. 3

1.2.Fortalezas personales…………………………………………………... 4

1.3. Desarrollo de las fortalezas personales………………………………... 6

1.4. Clasificación de las fortalezas…………………………….................... 7

1.5. La Motivación Académica y su relación con el Rendimiento

Académico………………………………………………………...…… 9

1.6. Fortalezas Personales y Rendimiento Académico……………………. 10

1.7. Fortalezas Personales y Diferencias de Género………………………. 11

1.8. Objetivos e Hipótesis…………………………………………………. 12

2. MÉTODO

2.1. Participantes…………………………………………………………… 12

2.2. Instrumentos………………………….……………………………….. 12

2.3. Diseño y procedimiento……………………………………………….. 13

3. RESULTADOS………………………………………………………….... 13

4. DISCUSIÓN………………………………………………………………. 15

4.1. Limitaciones y Futura Investigación………………………………….. 17

4.2. Conclusión………………………………………………………...….. 17

5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………………………………….. 18


2

RESUMEN

El presente estudio tiene como principal objetivo analizar la relación entre las

fortalezas personales y el rendimiento académico en 246 estudiantes de la Universidad de Jaén.

El diseño fue correlacional de corte transversal. Se empleó el cuestionario VIA (Values in

Action for Young) para evaluar las fortalezas humanas y se recogieron las calificaciones de los

estudiantes de la muestra. Se analizaron también las diferencias de género y el porcentaje en

que cada fortaleza estaba o no presente en la muestra. De acuerdo con los resultados de esta

investigación la perseverancia y la mentalidad abierta son las fortalezas que tienen una mayor

relación con el éxito académico. Los resultados indican que existen también diferencias de

género.

Palabras clave: Psicología positiva, fortalezas psicológicas, rendimiento académico.

ABSTRACT

The present study has as principal aim analyze the relation between the personal

strengths and the academic performance in 246 students of the University of Jaen. The design

was correlacional of transverse court. The questionnaire used ROUTE (Values in Action for

Young) to evaluate the human strengths and there were gathered the qualifications of the

students of the sample. There were analyzed the differences of kind and the percentage in which

every strength was or do not present in the sample. In agreement with the results of this

investigation the perseverance and the opened mentality are the strengths that have a major

relation with the academic success. The results indicate that differences of kind exist also.

Key words: positive psychology, psychological strengths, academic performance.


3

1. INTRODUCCIÓN

1.1.Psicología positiva

La Psicología positiva fue fundada por Seligman en 1998, año en el que fue elegido

presidente de la Asociación Americana de Psicología (APA). La psicología, hasta entonces,

ponía su énfasis en los problemas de los seres humanos y en la forma de afrontarlos (Martínez,

2006).

Según Seligman y Csikszentmihalyi (2000), el énfasis por lo patológico y los problemas

de los seres humanos se debía a la influencia de la Segunda Guerra Mundial, ya que en ese

momento la psicología se consolidó como una disciplina cuyo objetivo era curar y reparar los

daños, sin prestar atención a la evaluación de los factores protectores que poseen las personas.

La Psicología Positiva surge como una visión alternativa a la ofrecida por la psicología

tradicional, centrada únicamente en el análisis de los aspectos patológicos del ser humano

(Alpízar & Salas, 2010).

Esta psicología se interesa por el estudio de las experiencias subjetivas positivas

(felicidad, bienestar), los rasgos de personalidad (carácter, intereses, valores) y las instituciones

(familia, comunidad, colegio, trabajo) (Martínez, 2006). Es decir, se dedica al estudio de

aquellos factores que hacen que las personas, las comunidades y la sociedad se desarrollen

plenamente (Saldaña & cols, 2015).

El principal supuesto de la Psicología positiva es que “la bondad y la excelencia

humanas son tan auténticas como los trastornos y el malestar”. Con este supuesto se pone de

manifiesto que el interés de la Psicología positiva no solo consiste en reparar los aspectos

negativos del ser humano sino también en los aspectos más positivos (Martínez, 2006).

Según Seligman (2005), la Psicología positiva es “el estudio científico del

funcionamiento psíquico óptimo” y su objetivo es investigar diversos temas como la

espiritualidad, el amor, el humor, los valores, la capacidad de perdonar, las emociones positivas,

la resiliencia, las fortalezas de carácter y la sabiduría, entre otros.

Para Sheldon y King (2001), la Psicología positiva se define como “el estudio científico

de las fuerzas y virtudes humanas naturales, una disciplina que se pregunta cuál es la naturaleza

de la eficacia del funcionamiento del ser humano, centrando la atención en los potenciales,


4

motivos y capacidades de éste”. Por otro lado, para Carr (2007), esta psicología “se ocupa

principalmente del estudio científico de las fuerzas y de la felicidad del ser humano”.

El estudio científico de la Psicología positiva hace referencia a los conceptos “bienestar

psicológico” y “bienestar subjetivo”, para referirse al antiguo concepto de felicidad, con el

objetivo de aclarar el mismo y que pueda ser medible. Este tipo de psicología ha estado

influenciada por la corriente filosófica hedónica y la eudaimónica.

Por un lado, según Diener (1984), la perspectiva hedónica representa el concepto de

bienestar subjetivo, el cual incluye la satisfacción general con la vida, el nivel de afecto positivo

y de afecto negativo.

Por otro lado, el eudemonismo descrito por Aristóteles considera que el objetivo último

que persigue el hombre es la eudaimonía, la felicidad entendida como plenitud de ser

(Fernández y colaboradores, 2013). Según Seligman, (2003), el eudemonismo se refleja en el

concepto de bienestar personal y afirma que la opinión de los sujetos sobre la satisfacción o los

niveles de afecto no revela la auténtica felicidad de los mismos. (Padrós, Martínez, Yunuén &

Medina, 2010).

La diferencia entre ambos conceptos depende de la naturaleza de los objetivos vitales

que se propongan las personas. Es decir, una persona mostrará una perspectiva hedónica si tiene

una orientación hacia el placer, mientras que la mostrará eudaemónica si la tiene hacia una vida

con significado (Fernández & cols, 2013).

En los últimos años, la Psicología positiva se ha centrado en el estudio de las fortalezas

personales (Martínez, 2006). Este interés se debe al esfuerzo de los psicólogos por buscar la

forma de prevenir el desarrollo de trastornos en sujetos vulnerables o de riesgo. Los progresos

para prevenirlo demuestran que la existencia de fortalezas humanas actúa como amortiguador

de los trastornos mentales. (Vera, 2006).

1.2.Fortalezas personales

Las fortalezas humanas hacen referencia a las características psicológicas de las virtudes.

En 1999, Clifton y colaboradores, iniciaron el trabajo de crear una lista de fortalezas humanas,

aunque fueron Peterson y Seligman (2004) los que acabaron dicho trabajo, realizando un listado

final compuesto por veinticuatro fortalezas humanas (Giménez, 2010).

Estas fortalezas fueron extraídas de la revisión de diferentes escritos tradicionales de

Aristóteles, Platón, san Agustín y santo Tomás de Aquino, el Antiguo Testamento y el Talmud,

Confucio, Buda, el Corán y otros muchos documentos que recogían virtudes o valores,


5

incluyendo también teorías psicológicas y modelos que explican el desarrollo humano (Peterson

y Seligman, 2004).

Peterson y Seligman (2004) descubrieron que en la mayoría de los documentos

previamente citados se incluían seis virtudes:

-La sabiduría

-El valor

-La justicia

-La templanza

-El amor y la humanidad

-La espiritualidad y la trascendencia.

Para estos autores, estas seis virtudes eran universales y tendrían un origen biológico

que se puede explicar por el proceso de evolución del ser humano.

Debido a que el concepto de virtud es muy amplio y abstracto, Peterson y Seligman

(2004) comienzan a utilizar el término “fortaleza”, para referirse a la manifestación psicológica

de la virtud, es decir, a los procesos que definen las virtudes.

Estos autores identificaron ciertos criterios específicos para identificar y diferenciar las

fortalezas. Estos criterios son los siguientes:

-La fortaleza debe ser ampliamente reconocida en todas las culturas.

-Las fortalezas deben contribuir al desarrollo de una vida completa y feliz.

-Cada fortaleza es valorada moralmente en sí misma, aunque no vaya seguida de algún

beneficio para la persona.

-El desarrollo de una fortaleza en una persona no disminuye el desarrollo en otras

personas.

-En las personas que observen a quien realiza una conducta virtuosa se debe despertar

la admiración y no la envidia.

-Las fortalezas deben ponerse de manifiesto en las conductas del individuo, es decir, en

los pensamientos, sentimientos y/o acciones, con el objetivo de que pueda ser evaluada, poder

generalizarse en distintas situaciones y ser estable en el tiempo.

-La fortaleza se diferencia en su clasificación y no puede descomponerse en otras.

-Deben manifestarse culturalmente de distinta manera, mediante poemas, canciones…

-Pueden existir ejemplos paradigmáticos, es decir, personas que se pueden considerar

prototípicas de alguna de las fortalezas.

-En algunos casos, pueden existir niños o jóvenes que muestren precozmente esa

fortaleza, recibiendo el nombre de “niños prodigio”.


6

-Existe la posibilidad de que algunas personas no muestren, de manera selectiva, alguna

fortaleza.

-Muchas sociedades han creado rituales o instituciones para cultivar y aumentar la

práctica de fortalezas y virtudes.

1.3.Desarrollo de las Fortalezas personales

Según Park (2004), las virtudes son el reflejo de las fortalezas personales y éstas se

pueden aprender y adquirir debido a la influencia de otras personas, la familia, los amigos y la

sociedad en general. Existen una serie de factores que pueden explicar el desarrollo de las

fortalezas del ser humano. Estos factores son:

-Factores biológicos: Según Park (2004b), el temperamento podría explicar diferencias

individuales en el desarrollo de las fortalezas. En el estudio realizado por Lohelin (1992), con

gemelos se puede observar la influencia de los genes en el desarrollo de fortalezas como la

curiosidad. Por otro lado, según el estudio de Matthews, Batson, Horn y Rosenman (1981),

existe una influencia de los genes en el desarrollo de conductas prosociales.

-La familia: La influencia de la familia se pone de manifiesto desde los primeros años de vida

del niño. Diversos estudios confirman el papel de la familia en la adquisición y desarrollo de

virtudes y fortalezas en los niños, concretamente los estilos educativos empleados por cada

familia. Según Baumrind (1998), el estilo democrático se asocia con el desarrollo de conductas

prosociales en los niños como compartir, el autocontrol o la autoconfianza. Bowlby (1988),

realiza estudios de apego seguro encontrando diferencias individuales en curiosidad que se

asocian al estilo educativo de los padres. El estudio de McCrae y Costa (1988) muestra que los

niños que habían crecido en un entorno seguro que promovía la autonomía se mostraban más

abiertos a nuevas experiencias y con más capacidad de afrontarlas. Por otro lado, según Peterson

y Seligman (2004), la familia también influye en el desarrollo de la creatividad, ya que está más

presente en niños cuyos padres les proporcionan abundantes estímulos intelectuales, culturales

y estéticos.

-Los modelos sociales: Se refiere a todas aquellas personas que rodean al niño y todos los

modelos a los que está expuesto a través de los medios de comunicación. La existencia de

modelos positivos en el niño contribuye al desarrollo de las fortalezas, ya que estos modelos

realizan comportamientos que enseñan al niño la forma adecuada de comportarse con el

objetivo de que lo pueda llevar a cabo en diferentes entornos.

-Relaciones con los demás: Las relaciones cercanas con otras personas se relacionan de manera

positiva con el desarrollo de las fortalezas humanas. Estas relaciones tienen su papel más


7

relevante en la adolescencia, debido a que los adolescentes dan mucha importancia a las

relaciones que mantienen con sus iguales. Sentirse aceptado y querido por los demás y

vinculado a un grupo, contribuye a la satisfacción personal. Según Fuentes (2001) en la

adolescencia estas relaciones juegan un papel importante en el proceso de identidad.

-La escuela: Este tipo de institución es fundamental en el desarrollo de las fortalezas humanas,

debido a que se trata de un contexto de aprendizaje. Según Bonny y colaboradores (2000), la

satisfacción en el ambiente escolar procurará un mejor rendimiento académico, una mayor

motivación y autoestima, disminuyendo las conductas de riesgo en los estudiantes.

-La sociedad: Todas las sociedades están sustentadas por una serie de valores morales que

influyen en el desarrollo de las fortalezas de cada persona.

1.4.Clasificación de las Virtudes y Fortalezas Humanas

Peterson y Seligman (2004) realizaron una clasificación de las 24 fortalezas

agrupándolas en 6 virtudes. La clasificación fue la siguiente:

1. Sabiduría y conocimiento: Hace referencia a las fortalezas cognitivas que se relacionan con

la adquisición y el uso del conocimiento.

-Ingenio/Originalidad/Inteligencia práctica/Perspicacia: Lograr encontrar con facilidad

el comportamiento adecuado para alcanzar un objetivo, pensar en nuevos caminos,

metas y maneras de realizar las cosas.

-Curiosidad/interés por el mundo: Tener interés por las cosas que ocurren en el mundo,

apertura a distintas experiencias y flexibilidad ante distintos temas, a pesar de que no

encajen con nuestras propias ideas.

-Amor por el saber: Fortaleza que implica la adquisición y uso del conocimiento, así

como el interés por aprender cosas nuevas.

-Juicio/Pensamiento crítico/Mentalidad abierta: Pensar sobre las distintas cosas

detenidamente y examinarlas desde todos los puntos de vista. Evaluar cada posibilidad

sin sacar conclusiones al azar, así como basarse en pruebas reales para tomar decisiones,

no sacando conclusiones al azar. Además, analizar la información de manera racional y

objetiva, así como la disposición a cambiar nuestras ideas basándonos en la evidencia.

-Perspectiva: Hace referencia a la sabiduría, ser capaces de dar consejos adecuados a los

demás a partir de nuestra propia experiencia.

2. Coraje: Se refiere a las fortalezas emocionales que se relacionan con las actuaciones

conscientes encaminadas a conseguir objetivos que no se sabe con certeza si serán conseguidos

o no.


8

-Valor/Valentía: No debilitarnos ante la amenaza, el cambio, el dolor o las

dificultades. Ser capaz de resistir la respuesta de huida y enfrentarse ante la situación que nos

atemoriza, así como ser capaz de defender una postura correcta aunque los demás se opongan

a la misma.

-Perseverancia/Laboriosidad/Diligencia: Ser capaces de asumir proyectos difíciles

y llegar a terminarlos, obteniendo satisfacción por finalizarlos con éxito.

-Integridad/Autenticidad/Honestidad: Hace referencia a vivir la vida de forma

auténtica y sincera. Ser responsable e ir siempre con la verdad por delante.

- Brío/Pasión/Entusiasmo: Ser una persona llena de vida, dedicarse en cuerpo y alma a

aquellas cosas que nos agradan. Realizar las actividades con pasión y entusiasmo.

3. Amor y Humanidad: Hace referencia a las fortalezas interpersonales relacionadas con las

relaciones y amistad con los demás.

-Amar y dejarse amar: Ser capaces de valorar las relaciones íntimas con los demás, de

amar a los demás y dejarnos amar por ellos. Poseer relaciones importantes y valiosas,

así como sentirse apegado a ellas.

-Bondad y generosidad: Ser felices haciendo buenas acciones en beneficio de los demás.

Ser empáticos, compasivos y cuidar a otras personas.

-Inteligencia social/Inteligencia personal/Inteligencia emocional: Los dos primeros

tipos de inteligencia hacen referencia al conocimiento sobre uno mismo y sobre los

demás, es decir, ser conscientes de las emociones propias y de las otras personas, saber

cómo comportarse en diferentes situaciones, ser empáticos. El conjunto de ambos tipos

de inteligencia recibe el nombre de Inteligencia Emocional.

4. Justicia: Son aquellas fortalezas cívicas cuya finalidad es conseguir una vida en comunidad

saludable.

-Ciudadanía (civismo/ deber/ trabajo en equipo/ lealtad): Ser capaces de trabajar leal y

fielmente en equipo y sentirse parte de él. Trabajar duro para obtener el éxito del grupo.

-Justicia/Imparcialidad: Tratar a todas las personas de la misma forma, no dejando que

los propios sentimientos influyan en las decisiones sobre los demás, dando a todo el

mundo las mismas oportunidades.

-Liderazgo: Ser capaz de organizar distintas actividades y cerciorarse de que se realizan

correctamente, encargándose además de que exista buena relación entre los miembros

del grupo. Ser pacífico y tener capacidad para reconocer los propios errores.


9

5. Templanza: Son aquellas fortalezas que facilitan la expresión correcta y moderada de las

necesidades y deseos.

-Capacidad de perdonar y misericordia: Ser capaces de perdonar a las personas que nos

han hecho algún mal, sin rencor. Saber dar una segunda oportunidad a los demás.

-Humildad: Ser una persona sencilla, no demandar atención de otras personas y creerse

igual, no mejor que los demás.

-Prudencia/Discreción/Cautela: Ser cuidadosos, no asumir riesgos innecesarios y no

hacer nada de lo que luego podría arrepentirse.

-Autorregulación/Autocontrol: Poseer la capacidad de regular los propios sentimientos,

emociones e impulsos y tener disciplina.

6. Trascendencia: Fortalezas cuyo objetivo es proporcionar un significado más amplio a la vida.

Intentan conectar a las personas con algo más elevado: otras personas, el futuro, lo divino, el

universo o la evolución (Seligman, 2003).

-Apreciación de la belleza y la excelencia: Saber apreciar la belleza y la excelencia de

las cosas, interesarse por aspectos de la vida como el arte, la naturaleza, la ciencia y las

actividades de la vida cotidiana.

-Gratitud: Ser capaces de agradecer las cosas buenas que nos suceden.

-Optimismo/Esperanza: Esperar lo mejor para el futuro y esforzarse por conseguirlo.

Esperar que ocurran cosas positivas.

-Picardía y sentido del humor: Disfrutar riéndonos y haciendo reír a los demás. Ver el

lado positivo de la vida.

-Espiritualidad/Propósito/Fe/Religiosidad: Creer que existe algo superior que nos puede

proteger y que hay un propósito universal en las cosas buenas que ocurren en el mundo.

Los autores afirman que esta clasificación es tan solo una propuesta y que, como otros

modelos de clasificación, necesita tiempo, investigación y estudio para su desarrollo y

consolidación (Giménez & cols, 2010).

1.5.La Motivación Académica y su relación con el Rendimiento Académico.

La motivación académica es definida por Santos (1990) como “el grado en que los

alumnos se esfuerzan para conseguir metas académicas que perciben como útiles y

significativas”.

La motivación puede ser intrínseca o extrínseca. La primera de ellas se refiere al

interés por la vivencia del proceso, más que por los logros o resultados del mismo, es decir, lo

que nos motiva a hacer algo cuando nada externo nos empuja a hacerlo. Por otro lado, la


10

motivación extrínseca se refiere a aquellas acciones que realizamos buscando obtener una

recompensa (Polanco, 2005).

En relación con el rendimiento académico, parece ser que los estudiantes que

adoptan una orientación intrínseca además de persistir más tiempo en las tareas, emplean más

estrategias de aprendizaje efectivas. Por lo que la motivación intrínseca juega un papel

importante en el éxito académico (Bueno, 1993).

Algunos autores como Salonava, Martínez, Bresó, Llorens y Gumbau (2005) se

refieren a la motivación intrínseca como el engagement, es decir, un estado psicológico positivo

y significativo para las personas que se caracteriza por el vigor, la dedicación y la absorción.

Los estudiantes con este tipo de motivación son aquellos que consideran el estudio

un disfrute por el saber, ponen una gran disposición en las tareas que realizan y muestran una

gran capacidad de compromiso y concentración académica. (Garbanzo Vargas, 2007).

1.6.Fortalezas Personales y Rendimiento Académico

Existen pocos estudios sobre la relación existente entre las fortalezas personales y el

rendimiento académico de los estudiantes. La mayoría de los estudios al respecto se han llevado

a cabo en Estados Unidos y países angloparlantes.

Según el estudio de Lounsbury y colaboradores (2009), las fortalezas personales se

relacionan de manera positiva con el rendimiento académico autopercibido de los estudiantes

universitarios.

En algunos estudios se ha encontrado que usar de manera novedosa las principales

fortalezas, unido al establecimiento de metas relevantes para la persona, puede aumentar el

compromiso y la esperanza de los estudiantes (Madden & cols 2011).

En España, Saldaña y colaboradores (2014) realizaron un estudio con estudiantes de la

universidad de Barcelona con el objetivo de investigar las fortalezas que estaban relacionadas

con el rendimiento académico. Los resultados de estos autores muestran que la honestidad, la

persistencia y vitalidad fueron las tres fortalezas más significativas.

Márquez (2012) en su estudio de las fortalezas psicológicas de alumnos de secundaria

encontró que las virtudes más significativas eran la trascendencia y la sabiduría, siendo la

justicia la virtud con menos puntuación de todas.

Cosentino y Castro (2012) analizaron la relación entre los rasgos positivos y el

rendimiento académico y militar de cadetes de una academia militar. Estos autores observaron

que los estudiantes militares mostraban mayores niveles de la fortaleza “espiritualidad” que los

estudiantes civiles.


11

Según Kashdan y Yuen (2007) la curiosidad y la apertura mental están relacionadas con

un mejor rendimiento académico y facilitan el aprendizaje.

Por otro lado, Barrantes-Brais, Ureña y Gutiérrez (2015) en su estudio sobre fortalezas

personales en estudiantes universitarios de carreras de Ciencias del Movimiento Humano

encontraron que la gratitud, la curiosidad, la integridad, la bondad y el liderazgo eran las

fortalezas más relevantes en relación con el éxito académico.

Otro estudio relevante es el de Lounsbury y colaboradores (2009). Estos autores

realizaron un análisis correlacional entre las fortalezas personales y la satisfacción de los

estudiantes y entre las fortalezas y el promedio de sus calificaciones obteniendo como resultado

que la persistencia, la autorregulación y el amor por el aprendizaje eran las fortalezas más

relacionadas con el rendimiento académico.

Weber y Ruch (2012) investigaron el papel de las fortalezas en la escuela,

concretamente, su relación con la satisfacción escolar, la autoeficacia académica, el

comportamiento positivo en el aula y el éxito académico. Los resultados de su estudio ponen

de manifiesto que la autorregulación, la perseverancia y el amor por el saber son predictivos

del éxito escolar.

Cillessen y Rose (2005) encontraron que la autorregulación, la prudencia y la clemencia

se relacionan con un desarrollo psicológico positivo y una mejor adaptación en la escuela.

1.7.Fortalezas Personales y Diferencias de Género

Las diferencias de género en relación con las fortalezas personales ha sido otro aspecto

a tratar en diversos estudios.

Jing y Donald (2007) encontraron que las niñas respecto a los niños son más

comunicativas, empáticas, buscan ayuda, tienen metas y aspiraciones hacia el futuro, tienen

mayor vínculo con sus padres, maestros, adultos, compañeros y amigos y una mejor percepción

de experiencias de autonomía.

Ruch, Weber, Park y Peterson (2014) encontraron en su estudio que las adolescentes

obtenían puntuaciones más altas que los adolescentes en apreciación de la belleza y

generosidad.

En la juventud, Furnham y Lester (2012) encontraron que las mujeres presentan más

fortalezas relacionadas con las emociones y las relaciones interpersonales y los hombres

puntúan más alto en las fortalezas cognitivas, ya que las mujeres obtuvieron altas puntuaciones

en amor y trascendencia mientras que los hombres las obtuvieron en valentía y apertura mental.


12

Según Pettigrew y Meertens (1995), Conine (1969), Tringo (1979), Lafferty (2004) y

Tapia y Marsh (2006) las mujeres poseen mayor empatía, son más perceptivas, expresivas,

sensibles, disponen de mayor facilidad para reconocer las emociones de los demás, presentan

actitudes más positivas hacia la discapacidad y menos prejuicios étnicos que los hombres.

Márquez (2012) encontró que las mujeres puntúan más alto que los hombres en todas

las virtudes, obteniendo diferencias significativas en la virtud de sabiduría y humanidad.

Por el contrario, Giménez (2010) encontró que los hombres puntúan más alto en las

fortalezas humor y optimismo que las mujeres.

Como se puede observar existen diferencias entre hombres y mujeres, por lo que este

tema será una de las cuestiones a tratar en nuestro estudio.

1.8.Objetivos e Hipótesis

El objetivo principal del presente estudio es analizar e investigar la relación existente

entre las fortalezas personales y el rendimiento académico en estudiantes universitarios,

identificando las fortalezas que están más relacionadas con el éxito académico. Por otro lado,

también se pretende analizar las diferencias de género con el objetivo de comprobar si existen

diferencias entre hombres y mujeres y qué fortalezas son más comunes en ambos sexos, así

como la frecuencia en que cada fortaleza está o no presente en la muestra.

Las hipótesis principales de las que parte la presente investigación son las siguientes:

1. Las fortalezas “Perseverancia/Laboriosidad/Diligencia” y “Amor por el saber”

correlacionan de forma positiva con el rendimiento académico.

2. Las mujeres obtendrán una puntuación mayor que los hombres en las fortalezas

pertenecientes a las virtudes “Amor y Humanidad” y “Templanza”.

2. MÉTODO

2.1. Participantes

La muestra estuvo compuesta por 246 estudiantes de la universidad de Jaén (51

hombres, 195 mujeres). Las edades estaban comprendidas entre los 18 y los 44 años, siendo la

M 28,5 y la DT 13,43. Los estudiantes pertenecían al primer curso de las titulaciones: Grado en

Psicología, Grado en Educación Primaria y Grado en Educación Infantil del curso académico

2014-2015.

2.2. Instrumentos

Cuestionario adaptado de la Clasificación de Fortalezas y Virtudes de Valores en Acción

de Carácter (VIA) (Values in Action), de Peterson y Seligman (2004). Este inventario consta de

48 ítems tipo líkert con cinco opciones de respuesta: (5) “Muy propia de mí”, (4) “Propia de


13

mí”, (3) “Neutra”, (2) “Poco propia de mí” y (1) “Impropia de mí”. Se trata de un cuestionario

cerrado que permite medir el grado en que los estudiantes poseen cada una de las 24 fortalezas.

El coeficiente alpha de Cronbach indica una alta confiabilidad o consistencia interna de los

ítems que componen el cuestionario VIA, puesto que todos están por encima de 0.65 y

correlaciones test-retest por encima de 0.70.

Se recogieron también variables socio-demográficas. En un primer momento, los

participantes tuvieron que anotar la edad, el género, las asignaturas matriculadas en el primer

cuatrimestre del actual curso académico y las calificaciones obtenidas en las mismas.

2.3. Diseño y Procedimiento

La metodología en la que se sustenta esta investigación es correlacional y de corte

transversal, ya que se pretende establecer si las variables “Fortalezas Humanas” y “Rendimiento

Académico” están relacionadas, además de medir el grado de relación entre ellas, empleando

para ello una única medición.

Se solicitó el permiso correspondiente al comité de bioética de la Universidad de Jaén.

A continuación, se contactó con profesores del primer curso del grado de Psicología, Educación

primaria y Educación infantil con la finalidad de solicitar su colaboración. Una vez obtenido su

consentimiento se invitó a los estudiantes a participar en el estudio de forma voluntaria,

garantizándose el anonimato y la confidencialidad de la información. Se entregaron los

cuestionarios, haciendo especial hincapié en que anotaran en el mismo el sexo, la edad y las

asignaturas matriculadas en el primer cuatrimestre, así como la calificación obtenida en las

mismas. Además, debían rodear con un círculo aquellos ítems correspondientes a las fortalezas

donde habían obtenido una puntuación de 9 o 10. Una vez finalizados los cuestionarios, se les

explicó a los estudiantes el objetivo de la investigación.

3. RESULTADOS

Los análisis estadísticos se realizaron mediante el programa estadístico SPSS en

su versión 19.

Relación entre las fortalezas psicológicas y el rendimiento académico

Se calculó el coeficiente de correlación de Pearson entre las fortalezas personales y la

nota media de los estudiantes con el objetivo de observar qué fortalezas personales están más

relacionadas con el rendimiento académico de los participantes.

Los resultados muestran correlaciones significativas en las fortalezas

Perseverancia/Laboriosidad/Diligencia r =0,186, p=0,003 y Juicio/Pensamiento Crítico/

Mentalidad Abierta r =0,146; p=0,022.


14

Frecuencias

En la Figura 1 se muestra el porcentaje en que cada fortaleza está presente en la muestra

y el porcentaje en que no lo está. Tras analizar los datos de cada fortaleza, se ha sumado el

porcentaje correspondiente de los ítems puntuados con un valor de “9” o “10” para observar en

cuantas personas está presente, ya que se considera que una persona posee una determinada

fortaleza cuando su puntuación en la misma es 9 o superior a 9. Por el contrario, cuando la

puntuación es 6 o inferior a 6 se considera que la persona no la posee. En la figura aparecen

ambos porcentajes para cada una de las 24 fortalezas.

Figura 1. Distribución de porcentajes de las Fortalezas Personales.

Como se puede observar en el gráfico anterior, las fortalezas que están más presentes en

los participantes de este estudio son en orden descendente: Gratitud; Picardía y sentido del

humor; Amar y dejarse amar; Espiritualidad Perspectiva y Civismo/Deber/Trabajo en equipo.

Diferencias de género

Con el objetivo de explorar si existen diferencias significativas en función del

género de los participantes se realizó la prueba t para muestras independientes.

Según los resultados, se han encontrado diferencias significativas en función del

género en las fortalezas Integridad/Autenticidad/Honestidad, t=2,831; p=0,005 y Bondad y

generosidad, t=2,057; p=0,041.

0

10

20

30

40

50

60

70

80

Presente No presente


15

Las mujeres han obtenido una puntuación significativamente mayor que los hombres en

ambas fortalezas.

4. DISCUSIÓN

El objetivo principal de esta investigación consistió en encontrar aquellas fortalezas que

tenían mayor relación con el éxito académico en estudiantes universitarios. Se analizó también

las diferencias de género y el porcentaje en que cada fortaleza estaba presente o no en la

muestra.

De acuerdo con los resultados, las fortalezas más relacionadas con el rendimiento

académico son “Perseverancia/Laboriosidad/Diligencia” y “Juicio/Pensamiento Crítico/

Mentalidad Abierta”, corroborándose parcialmente la hipótesis inicial de nuestro estudio. Estos

resultados son similares a los obtenidos por Park y Peterson (2009), ya que estos autores

encontraron que la persistencia predice el rendimiento académico en estudiantes universitarios.

En el estudio realizado por Barrantes-Brais, Ureña y Gutiérrez (2015), se analizaron las

fortalezas personales en estudiantes universitarios de carreras de Ciencias del Movimiento

Humano, obteniendo como resultado que las fortalezas que aparecían como más relevantes para

estos estudiantes eran la gratitud, la curiosidad, la integridad, la bondad y el liderazgo, siendo

la gratitud la fortaleza más arraigada. Estos resultados no coinciden con los de nuestro estudio,

ya que ni la perseverancia ni el pensamiento crítico han resultado ser fortalezas relevantes en

los participantes del estudio de estos autores.

Lounsbury y colaboradores (2009) analizaron la relación entre las fortalezas personales

y dos índices del éxito académico: la satisfacción de los estudiantes y el promedio de

calificaciones. Los resultados de su estudio indican que la persistencia, la autorregulación y el

amor por el aprendizaje son las fortalezas más relacionadas con el éxito, siendo la persistencia

la fortaleza con la correlación más alta.

Según los resultados de Kashdan y Yuen (2007) la curiosidad y la mentalidad abierta

son las fortalezas que mejor predicen el rendimiento académico.

Saldaña y colaboradores (2014) encontraron en su estudio que la honestidad, la

persistencia y la vitalidad fueron las tres fortalezas más significativas en relación con el

rendimiento académico.

Por otro lado, Márquez (2012) en su estudio de las fortalezas con alumnos de secundaria

observó que las virtudes más significativas eran la trascendencia y la sabiduría.

Por tanto, los resultados obtenidos por Lounsbury y colaboradores (2009), Saldaña y

colaboradores (2014) y Park y Peterson (2009) son semejantes a los obtenidos en nuestro


16

estudio, ya que estos autores encontraron que la persistencia era la fortaleza más relacionada

con el éxito académico de los estudiantes. Sin embargo, Kashdan y Yuen (2007) encontraron

que la mentalidad abierta era la fortaleza que mayor relación tenía con el rendimiento

académico, lo que se asemeja también a los resultados de nuestro estudio.

Respecto a las diferencias de género, se ha podido observar que las mujeres han obtenido

una mayor puntuación en las fortalezas “Integridad/Autenticidad/Honestidad” y “Bondad y

generosidad”. Estos resultados difieren con los encontrados por Shimai, Otake, Park, Peterson

y Seligman (2006), ya que según los resultados de estos autores las mujeres, en comparación

con los hombres, mostraron valores significativamente más altos en bondad, valentía y

creatividad.

Giménez (2010) encontró diferencias significativas en 16 fortalezas, siendo mayor la

media de las chicas en prácticamente todas, exceptuando las fortalezas Humor y Optimismo,

donde los chicos obtuvieron una puntuación más alta.

Furnham y Lester (2012) encontraron que las mujeres, en la juventud, obtuvieron altas

puntuaciones en amor y trascendencia mientras que los hombres las obtuvieron en valentía y

apertura mental.

Según los resultados del estudio de Barrantes-Brais, Ureña y Gutiérrez (2015), las

mujeres, comparadas con los hombres, muestran valores promedio significativamente más altos

en las fortalezas apreciación, amor y amor por el saber.

Rivas de Mora (2012) encontró que las mujeres obtenían puntuaciones

significativamente más altas en las fortalezas “perdonar”, “humildad” y “espiritualidad”.

Por el contrario, Peterson y Seligman (2004) y Méndez y León del Barco (2009)

observaron que las mujeres puntúan más alto en las fortalezas amor, bondad e inteligencia

social, fortalezas pertenecientes a la virtud “Amor y humanidad”.

Existen otros estudios, como los de Pettigrew y Meertens (1995), Conine (1969), Tringo

(1979), Lafferty (2004) y Tapia y Marsh (2006) donde se encontró que las mujeres son más

perceptivas, empáticas, expresivas y disponen de mayor facilidad para reconocer las emociones

de los demás. Además, poseen mayor sensibilidad para los temas personales y sociales,

actitudes más positivas hacia la discapacidad y menos prejuicios étnicos. Estos resultados

explicarían la mayor humanidad en las mujeres, respaldando los resultados obtenidos por

Peterson y Seligman (2004) y Méndez y León del Barco (2009) citados anteriormente.

Márquez (2012) en su análisis de las fortalezas psicológicas de los alumnos de

secundaria encontró que las mujeres están por encima de la media respecto a los hombres en

todas las virtudes, obteniendo diferencias significativas en la virtud de sabiduría y humanidad.


17

La mayoría de estos autores coinciden en que las mujeres obtienen mayores

puntuaciones que los hombres en la fortaleza “bondad”, lo que respaldaría parcialmente los

resultados de nuestro estudio.

En lo que respecta a la frecuencia de las fortalezas personales se ha encontrado que las

fortalezas más frecuentes en estudiantes de la Universidad de Jaén son, en orden descendente:

gratitud, picardía y sentido del humor, amar y dejarse amar, espiritualidad, perspectiva y

civismo/deber/trabajo en equipo. En el estudio de Park, Peterson y Seligman (2006) los

resultados encontrados eran muy distintos, las fortalezas más frecuentes en su muestra eran, en

orden descendente: amabilidad, justicia, honradez, gratitud y juicio.

4.1.Limitaciones y futura investigación

Una de las limitaciones del presente estudio es el tamaño de la muestra, 246

participantes. En estudios futuros se debería contar con una muestra mayor, tanto de estudiantes

como de centros universitarios, ya que la investigación se ha llevado a cabo únicamente con

estudiantes de la Universidad de Jaén. Por otro lado, dado que se han encontrado diferencias

significativas en función del género, sería importante considerar esta variable.

Otra de las limitaciones sería el diseño del estudio, debido a que se trata de un

diseño transversal y solo se ha podido recoger la información en un momento dado sería

recomendable emplear un diseño longitudinal para poder recoger los datos en dos momentos

temporales diferentes y así, comparar los resultados obtenidos a lo largo de todo el curso

académico (primer y segundo cuatrimestre) y analizar si existen cambios.

4.2.Conclusión

Según los resultados del estudio, se ha encontrado que las fortalezas

Perseverancia/Laboriosidad/Diligencia y Juicio/Pensamiento Crítico/ Mentalidad Abierta son

las más relacionadas con el rendimiento académico de los estudiantes universitarios.

De acuerdo con el género, existen diferencias significativas en las fortalezas

Integridad/Autenticidad/Honestidad y Bondad y Generosidad. Las mujeres presentan mayor

puntuación en ambas fortalezas que los hombres.

En función de estos resultados, podemos decir que las hipótesis principales del presente

estudio se corroboran parcialmente:

La primera hipótesis afirma que las fortalezas que más correlación tienen con el

rendimiento académico son la perseverancia y el amor por el saber. Tras el análisis de los datos

obtenidos se ha visto que la perseverancia y la mentalidad abierta son las fortalezas más


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relacionadas con el éxito académico. Por tanto, la perseverancia es la única fortaleza que

coincide con nuestras hipótesis.

La segunda hipótesis sobre las diferencias de género afirma que las mujeres obtendrán

una puntuación mayor que los hombres en las fortalezas correspondientes a las virtudes amor y

humanidad y templanza. Tras llevar a cabo el estudio se ha visto que la bondad es la fortaleza

más relevante en las mujeres, a diferencia de los hombres. Dado que la bondad es una fortaleza

incluida en la virtud amor y humanidad, se puede afirmar que la segunda hipótesis también se

corrobora parcialmente.

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