COMISIÓN DIOCESANA DE CATEQUESISPROYECTO PARA LA CATEQUESIS DE INICIACIÓN EUCARÍSTICA

(PRIMERA COMUNIÓN)

Apreciado hermano sacerdote:

Le enviamos este material, que viene a ser el primer bosquejo para acompañar a los pequeños interlocutores e iniciar con ellos un proceso catequético de inspiración “catecumenal”.Por ser un primer ensayo, conviene aclarar que lo básico de cada parroquia queda tal cual está ahora, a saber: el texto que cada uno de ustedes haya decidido seguir (aunque ya conoce la propuesta de esta comisión en la promoción de los libros que editamos) y en la edad que haya determinado aceptar para la comunión (aunque no dejamos de aclarar que pretendemos llegar la preparación hasta 6º de primaria y con al menos 3 años de asistencia a la catequesis parroquial).Suponiendo que el niño haya asistido al menos tres años a la catequesis, significa haber cursado 3º, 4º y 5º, para que al final de la primaria se le acepte al sacramento de la reconciliación y a la eucaristía, dejando la Confirmación para el tiempo de la secundaria o hacia los 15 años. Los papás de los niños deben sentirse parte importante de este proceso.Por eso conviene que desde el inicio del curso conozcan oportunamente el calendario del catecismo y sepan la importancia de su presencia y participación. El conocimiento de los requisitos que pide la Iglesia (que no el párroco o la catequista), según lo piden los rituales, para la elección de los padrinos, es urgente darlos a conocer desde el principio y así no dar pie a malos entendidos. Si estos requisitos son oportunamente informados por el párroco y la directiva de catecismo, será de gran ayuda.Los retiros simultáneos que se proponen, significa que una parte de los catequistas coordinará el retiro con los niños y otra parte estará coordinando el retiro con papás y padrinos. Estos retiros son el equivalente a las “pláticas”, que se acostumbran aún hoy en día. Por lo tanto no son opcionales sino obligatorios para papás y padrinos.

Dadas estas condiciones, la atención desde la catequesis y la liturgia, adaptando el RICA, queda como se lo describimos a continuación.

EQUIPO DIOCESANO

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ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PAPÁS EN EL PROCESO “NEOCATECUMENAL” DE SUS HIJOS

Los padres de familia, son agentes del proceso de crecimiento de la fe de sus hijos. Es decir, son los primeros responsables de la educación cristiana de los niños. Así nos los recuerda el Directorio General para la Catequesis (DGC):

“Los padres de familia, primeros educadores de la fe de sus hijos226. El testimonio de vida cristiana, ofrecido por los padres en el seno de la familia, llega a los niños envuelto en el cariño y el respeto materno y paterno. Los hijos perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que los padres manifiestan, hasta tal punto, que esta primera experiencia cristiana deja frecuentemente en ellos una huella decisiva que dura toda la vida. Este despertar religioso infantil en el ambiente familiar tiene, por ello, un carácter « insustituible ».

Esta primera iniciación se consolida cuando, con ocasión de ciertos acontecimientos familiares o en fiestas señaladas, « se procura explicitar en familia el contenido cristiano o religioso de esos acontecimientos ». Esta iniciación se ahonda aún más si los padres comentan y ayudan a interiorizar la catequesis más sistemática que sus hijos, ya más crecidos, reciben en la comunidad cristiana. En efecto, « la catequesis familiar precede, acompaña y enriquece toda otra forma de catequesis ».

227. Los padres reciben en el sacramento del matrimonio la gracia y la responsabilidad de la educación cristiana de sus hijos, a los que testifican y transmiten a la vez los valores humanos y religiosos. Esta acción educativa, a un tiempo humana y religiosa, es un « verdadero ministerio » por medio del cual se transmite e irradia el Evangelio hasta el punto de que la misma vida de familia se hace itinerario de fe y escuela de vida cristiana. Incluso, a medida que los hijos van creciendo, el intercambio es mutuo y, « en un diálogo catequético de este tipo, cada uno recibe y da ».

Por ello es preciso que la comunidad cristiana preste una atención especialísima a los padres. Mediante contactos personales, encuentros, cursos e, incluso, mediante una catequesis de adultos dirigida a los padres, ha de ayudarles a asumir la tarea, hoy especialmente delicada, de educar en la fe a sus hijos. Esto es aún más urgente en los lugares en los que la legislación civil no permite o hace difícil una libre educación en la fe. En estos casos, la « iglesia doméstica » es, prácticamente, el único ámbito donde los niños y los jóvenes pueden recibir una auténtica catequesis.

Haciendo una lectura de lo que el Ritual del Bautismo de niños dice en su Introducción General (praenotanda), en relación al papel de los papás, haremos un planteamiento en referencia al inicio de la vida eucarística, que es plenitud de la vida bautismal que el pequeño ya ha recibido:

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RBN 15Los padresPor el mismo orden natural, el ministerio y las funciones de los padres en el bautismo de los niños está muy por encima del ministerio y funciones de los padrinos. a) Es muy importante que antes de la celebración del sacramento los padres, movidos por su propia fe o ayudados por amigos u otros miembros de la comunidad, también ellos se preparen a una celebración consciente, recurriendo a medios adecuados, como pueden ser libros, folletos, circulares y catecismos. Procure el párroco tener contacto con ellos, personalmente o por otros, incluso reuniendo a varias familias, para prepararles a la próxima celebración con reflexiones pastorales y oración en común. b) Es igualmente importante que los padres del niño asistan a la celebración en la que su hijo renacerá del agua y del Espíritu Santo. c) Los padres del niño ejercen un ministerio verdaderamente propio en la celebración del Bautismo. En efecto, además de escuchar las moniciones del celebrante y de orar juntamente con la asamblea desempeñan un verdadero ministerio:

cuando piden públicamente que sea bautizado el niño; cuando lo signan en la frente, después del celebrante; cuando hacen la renuncia a Satanás y pronuncian la profesión de fe; cuando llevan el niño a la fuente bautismal (función que corresponde principalmente a la

madre); cuando encienden el cirio; cuando reciben la bendición especial, destinada a las madres y a los padres.

d) Si acaso alguno no pudiera, en conciencia, hacer la profesión de fe -por ejemplo, por no ser católico-, puede guardar silencio. En este caso, sólo se le pide que cuando presente su hijo al Bautismo garantice o, por lo menos, permita que el niño sea educado en la fe bautismal. e) Después de conferido el Bautismo, los padres, por gratitud a Dios y por fidelidad a la misión recibida, deben conducir al niño al conocimiento de Dios, del cual ha sido hecho hijo adoptivo, así como prepararle a la Confirmación y a la Eucaristía. En esta tarea el párroco les prestará ayuda con medios adecuados.

El Código de Derecho Canónico, llama a la responsabilidad compartida de los padres y del párroco. Señalando:

914 Los padres en primer lugar, y quienes hacen sus veces, así como también el párroco, tienen obligación de procurar que los niños que han llegado al uso de razón se preparen convenientemente y se nutran cuanto antes, previa confesión sacramental, con este alimento divino; corresponde también al párroco vigilar para que no reciban la santísima Eucaristía los niños que aún no hayan llegado al uso de razón, o a los que no juzgue suficientemente dispuestos.

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Ante la realidad que nos presenta el DGC, y que podemos palpar concretamente en nuestra sociedad, y ante el perfil que propone el Ritual de Bautismo de niños, considerando también el CIC, queremos ofrecer la posibilidad de acompañar a los papás periódicamente y que ellos, sin sentirse violentados (obligados), se integren en este caminar.

Lo haremos ofreciendo los siguientes elementos:

a) Donde haya reuniones periódicas con ellos. Continuarlas y enriquecerlas presentando las características más sobresalientes de este proceso.b) Donde no haya reuniones periódicas con los padres de familia, establecerlas de tal manera que por ser primera vez, no se sientan coaccionados a participar. Presentar la bondad del proceso.c) En una primera reunión al principio del curso (mediados de septiembre), presentar con claridad y con la autorización del párroco un calendario con las fechas de los retiros (si se pudieran realizar tal como los planteamos en el proceso), o bien las fechas de las pláticas donde participarían juntamente con los padrinos de los pequeños. ESTE PUNTO ES DE SUMA IMPORTANCIA. CALENDARIZAR Y AGENDAR.d) Entréguense por escrito y firmado por el párroco y sello de la parroquia, los requisitos que deben cubrir los padrinos que acompañarán a los pequeños en su preparación hacia la comunión eucarística. NO DEBE HABER AMBIGÜEDADES. IDEAS CLARAS Y BIEN DEFINIDAS.e) Sin caer en expresiones, que dieran la impresión de amenaza, ser claros y precisos de que la participación de ellos, no es opcional, sino obligatoria en el proceso de crecimiento de su pequeño hijo. Esta indicación vale también para los padrinos.f) Los padres de familia, son los primeros responsables de la educación cristiana de sus hijos, por lo tanto, conviene que conozcan bien lo que eso implica, para este fin, conviene que los catequistas que sean encargados de la preparación a la comunión, sean personas cualificadas y preparadas para poder solucionar los conflictos que naturalmente pueden surgir y sean capaces también de encauzar positivamente la situación.g) Las distintas realidades socioeconómicas de las familias y su situación de vida, deben ser conocidos por el catequista responsable, para facilitar la preparación. Conviene que el catequista tenga en cuenta:1. El ambiente propicio para crecer en la fe, es la familia cristiana, donde papá y mamá, fortalecidos con la gracia del sacramento del matrimonio, luchan sinceramente por cumplir la ley divina y así lo inculcan a sus hijos. Familia participativa en la comunidad parroquial.2. El ambiente en las familias disfuncionales:2.1. Padres casados por la Iglesia, pero sin diálogo, o con problemas de agresividad física, verbal o moral. Familias viviendo juntas pero que no participan juntas.

2.2. Padres casados por la Iglesia, divorciados y vueltos a casar civilmente: por existir un primer vínculo matrimonial, y viviendo en una situación irregular y objetivamente hablando de adulterio, conviene acogerlos con benevolencia, pero clarificando perfectamente la imposibilidad de recibir la comunión (ojo: ni siquiera el día de la comunión de los niños), por lo tanto, tampoco pueden recibir el sacramento de la Reconciliación, pues hay una imposibilidad real de recibir la absolución sacramental.

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2.3. Padres divorciados, o solamente separados viviendo solos, con sus hijos: mientras no lleven convivencia marital con otra persona, pueden y deben frecuentar los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía. Están invitados a tener una participación más activa dentro de la comunidad.

2.4. Padres casados solo civilmente, sin que haya impedimento para matrimonio religioso: no habiendo impedimento para casarse por la Iglesia, pero no queriendo hacerlo, no pueden recibir el sacramento de la reconciliación ni el de la eucaristía. Conviene motivarlos y ayudarlos a legitimar su matrimonio, según la voluntad del Señor.

2.5. Padres viviendo en unión libre, sin que haya matrimonio civil o religioso previo: aplíquese el criterio anterior. Se les motiva y ayuda a legitimar su matrimonio tanto civil como religiosamente.

2.6. Madres/Padres solteros: si no hay relación de noviazgo o convivencia marital con otra persona, pueden y deben participar más activamente en la comunidad parroquial. Si no hay impedimento oriénteseles hacia el matrimonio según la ley de Dios.

Ante esta diversidad, queda claro por qué el proceso de inspiración catecumenal, pide mucho la participación del pastor de la comunidad, pues, las celebraciones, los retiros y los encuentros que se tengan con los padres de familia, propiciarán que pueda haber conocimiento, cercanía y trato de las familias con los sacerdotes y los catequistas.

Pero no podemos concluir este momento sin considerar lo que claramente señala el DGC:

“Niños sin apoyo religioso familiar o que no frecuentan la escuela180. Existen también, y en no pequeña medida, niños con graves carencias, en la medida en que les falta un apoyo religioso familiar adecuado, o por no tener una verdadera familia, o por no frecuentar la escuela, o por condiciones de inestabilidad social o de inadaptación, o por otras causas ambientales. Muchos no están siquiera bautizados; otros no realizan el camino de iniciación. Corresponde a la comunidad cristiana suplir, con generosidad, competencia y de modo realista estas carencias, tratando de dialogar con las familias, proponiendo formas apropiadas de educación escolar y llevando a cabo una catequesis proporcionada a las posibilidades y necesidades concretas de esos niños.”

En otras palabras, no podemos conformarnos con los niños que asisten a pesar de las buenas o no tan buenas situaciones familiares, no podemos olvidar o dejar pasar a aquellos (que lamentablemente son muchos más de los que asisten) que no tienen la oportunidad de participar en la catequesis parroquial. El catequista colabora con el sacerdote, que como el Buen Pastor, cuida y alimenta a las ovejitas que tiene, pero va en busca de aquellas que se le han extraviado.

ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PADRINOS EN EL PROCESO “NEOCATECUMENAL” DE SUS AHIJADOS

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En nuestra realidad sociocultural, el padrinazgo (o mejor, el compadrazgo), tiene mucha influencia en la mentalidad de las personas que se declaran católicas. Sin embargo hoy en día, hay abusos en esta línea, hasta el grado de permitir o tolerar padrinazgos de conveniencia y no de convicción, de amistad y no de fraternidad, por motivos económicos y no religiosos. Esto ha acarreado una serie de irregularidades en el momento previo a la celebración de los sacramentos o en la misma celebración. El proceso de crecimiento en la fe, de inspiración catecumenal, así como lo planteamos desde el SEDEC, implica que los papás de los niños, elijan adecuada y oportunamente a quienes serán padrinos de sus hijos. Lo que también implicará que la directiva parroquial de catequesis con la aprobación de su párroco entregue desde el inicio de curso, las recomendaciones y los requisitos para el caso, juntamente con un calendario de todo el proceso.

Aquí presentamos, apoyados en el magisterio de la Iglesia: Código de Derecho Canónico; Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), Ritual del Bautismo de Niños (RBN), documento de Aparecida (DA), algunos planteamientos que facilitarán esta importante misión:

Planteamos el padrinazgo según las leyes de la Iglesia Católica, (por lo tanto es obligatorio para quienes nos decimos miembros de ella, NO OPCIONAL). Presentamos los cánones, que se refieren al bautismo y a la confirmación, sacramentos de la Iniciación Cristiana y son los mismos criterios que se repiten en el RICA 10 y los señala RBN 6, por lo tanto también es aplicable a todo lo que se refiere a la Eucaristía:

Código de Derecho Canónico (CIC)Canon Observaciones

874§ 1.    Para que alguien sea admitido como padrino, es necesario que:1. haya sido elegido por quien va a bautizarse o por sus padres o por quienes ocupan su lugar o, faltando éstos, por el párroco o ministro; y que tenga capacidad para esta misión e intención de desempeñarla;

Si se trata de adultos, es evidente que el adulto por sí mismo, elegiría a sus padrinos. En el caso de adultos, los padrinos asisten en su iniciación cristiana al que se bautiza: «este padrino le habrá ayudado al menos en la última fase de preparación al sacramento y, después de bautizado, contribuirá a su perseverancia en la fe y en la vida cristiana». Si se trata de niños, deben presentarlo -junto con los padres- y, además, «procurar que después lleve una vida congruente con el bautismo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al mismo». Este padrino «representa a la familia, y, cuando sea necesario, ayuda a los padres para que el niño llegue a profesar la fe y a expresarla en su vida»Por eso, en el caso de los niños que

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seguirán el proceso “neocatecumenal”, no puede ellos solos decidir, deben sus padres ayudarles y en algunos casos decidir por ellos.

Habla de capacidad para la misión e intención, es decir, no ponga obstáculos o condiciones de ningún tipo (soltero sin responsabilidades, con vida licenciosa, vicios evidentes, o casado solo civilmente o divorciado vuelto a casar), y su intención (fe y moral) sea recta, sepa y asuma sus deberes.Los requisitos exigidos por el legislador son los siguientes:- Elección de una persona que tenga capacidad para esta misión e intención de desempeñarla. En efecto, si el c. 211 recoge como derecho y deber fundamental de «todos los fieles» el de «trabajar para que el mensaje divino de salvación alcance más y más a los hombres de todo tiempo y del orbe entero», aquí esta misión apostólica general se concreta de manera específica en las obligatorias funciones del padrino, pese a ser subsidiarias de la función de los padres.La elección de los padrinos corresponde al bautizando, a los padres 0 a quienes hacen sus veces y, en última instancia, al párroco 0 ministro.

2. haya cumplido dieciséis años, a no ser que el Obispo diocesano establezca otra edad, o que, por justa causa, el párroco o el ministro consideren admisible una excepción;

Si bien en este canon se establecen dos excepciones.La primera de ellas trae consigo una remisión al Derecho particular: «a no ser que el Obispo diocesano establezca otra cosa». Es decir, el legislador está contemplando la posibilidad de que el Obispo establezca una edad superior 0 inferior, habida cuenta de las circunstancias concretas de la diócesis para poder desempeñar la misión de padrino.La segunda causa es discrecional; pues se deja a juicio del párroco 0 del ministro la consideración de si, efectivamente, se da en el caso concreto una causa

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proporcionada que justifique dicha excepción.La Conferencia Episcopal Mexicana, ha establecido en México, la edad de mayoría legal, es decir, 18 años cumplidos, para ambos sexos.

3. sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el santísimo sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir;

Es decir, tenga completos todos los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, viva cristianamente y participe de la vida comunitaria. No católico social, sino de práctica convencida de fe.

4. no esté afectado por una pena canónica, legítimamente impuesta o declarada;

Como por ejemplo, el casado por la Iglesia, divorciado y vuelto a casar, no tiene acceso a la eucaristía. Los excomulgados: caso de aborto.

5. no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar.

Evidentemente, no tendría sentido por la propia naturaleza subsidiaria de la misión propia de los padrinos en relación con la misión de los padres.Es aconsejable, por tanto, que tampoco sean los abuelos de los niños, pues se trata de acompañar al niño hasta su edad adulta, cosa que los abuelos difícilmente logren por su misma edad.

 § 2.    El bautizado que pertenece a una comunidad eclesial no católica sólo puede ser admitido junto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad de testigo del bautismo.

Se entiende que -dada la importancia concedida por el legislador a la misión propia de los padrinos solo se admita como testigo del bautismo, y nunca como padrino, a un miembro de una comunidad eclesial separada. Es más, en el caso de que efectivamente asista un testigo de una comunidad eclesial separada será admitido junto con un padrino católico. Es decir, alguien que no pertenezca a la Iglesia católica, no puede ser padrino, solamente testigo en la celebración. Se aplica a todos los sacramentos de iniciación. No únicamente al bautismo.

Canon Observaciones

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Hablando de la Confirmación.

892 En la medida de lo posible, tenga el confirmando un padrino, a quien corresponde procurar que se comporte como verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las obligaciones inherentes al sacramento.

Se trata en todo caso de una presencia sumamente aconsejable, pero no absolutamente necesaria, la función del padrino se funda en el principio de subsidiariedad: lo que a ellos compete en el padrinazgo, es función propia de los padres y sólo subsidiaria de los padrinos. Por eso su presencia es más necesaria cuanto menos dispuestos estén los padres –por increencia, indiferentismo o ignorancia- a cumplir la tarea de ayuda espiritual al confirmado.Los padrinos velarán entonces que su ahijado:1. Sea verdadero testigo de Cristo: vivencia de fe, vida comunitaria, participación.2. Cumpla fielmente las obligaciones: No mero compromiso social o convencional, sino convicción.

893 § 1.    Para que alguien pueda ser padrino, es necesario que cumpla las condiciones expresadas en el ⇒ c. 874

Ya lo hemos explicado anteriormente.

§ 2.    Es conveniente que se escoja como padrino a quien asumió esa misión en el bautismo.

Excelente propuesta del CIC, porque quiere insistir en la unidad de los sacramentos de iniciación cristiana. Hay que proponerlo con insistencia.La función del padrino se realiza en doble plano: a) en la participación en el acto celebrativo del sacramento b) en la ayuda permanente a quien recibió el sacramento a fin de que se comporte como verdadero testigo de Cristo, y cumpla fielmente las obligaciones que dimanan de este sacramento.

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Los padrinos, tienen una auténtica misión importante en la celebración de los sacramentos de iniciación y están llamados a acompañar oportunamente a sus ahijados, pues “a causa de su buen ejemplo, de sus dotes y de la amistad, es delegado por la comunidad cristiana local y aprobado por el sacerdote, para acompañar a los pequeños candidatos durante el “neocatecumenado, la elección y las entregas, así como en la celebración de los sacramentos. A él juntamente con los padres le atañe mostrar familiarmente al niño, el uso del Evangelio en la vida propia y en el trato con la sociedad, ayudarle en las dudas y ansiedades, y darle testimonio y velar por el incremento de su vida bautismal. Cumple su oficio públicamente desde el inicio del “neocatecumenado” y al dar testimonio; y su oficio sigue siendo importante, cuando el niño, recibidos los sacramentos, ha de ser ayudado para permanecer fiel a las promesas del Bautismo”. (Cf. RICA 43)

Con la anterior argumentación, esto se aplica a los padrinos perfectamente, lo que el Documento de Aparecida, nos ha dicho en relación a la identidad y espiritualidad del cristiano laico en el mundo, por eso, es muy recomendable que los padrinos sean laicos; aunque bien puede darse que haya algún clérigo (diácono o presbítero) o algún consagrado (a). Sin embargo, considerando que la mayoría son laicos, tener en cuenta:

DA 209. Los fieles laicos son los cristianos que están incorporados a Cristo por el bautismo, que forman el pueblo de Dios y participan de las funciones de Cristo: sacerdote, profeta y rey. Ellos realizan, según su condición, la misión de todo el pueblo cristiano en la Iglesia y en el mundo.Son “hombres de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombres del mundo en el corazón de la Iglesia”.

DA 210. Su misión propia y específica se realiza en el mundo, de tal modo que, con su testimonio y su actividad, contribuyan a la transformación de las realidades y la creación de estructuras justas según los criterios del Evangelio.

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ARQUIDIÓCESIS DE YUCATÁNPARROQUIA “________________________________”

 PROCESO “NEOCATECUMENAL” PARA NIÑOS QUE RECIBIRÁN LA PRIMERA

COMUNIÓN.  

ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PAPÁS EN EL PROCESO “NEOCATECUMENAL” DE SUS HIJOS

 Los padres de familia, son agentes del proceso de crecimiento

de la fe de sus hijos. Es decir, son los primeros responsables de la educación cristiana de los niños, y esto es así por el mismo orden de la naturaleza.“Los hijos perciben y viven gozosamente la cercanía de Dios y de Jesús que los padres manifiestan, hasta tal punto, que esta primera experiencia cristiana deja frecuentemente en ellos una huella decisiva que dura toda la vida. Este despertar religioso infantil en el ambiente familiar tiene, por ello, un carácter « insustituible »”. Por eso, desde siempre la Iglesia, nos exhorta a mirar la educación cristiana de los niños: “Los padres en primer lugar, y quienes hacen sus veces, así como también el párroco, tienen obligación de procurar que los niños que han llegado al uso de razón se preparen convenientemente y se nutran cuanto antes, previa confesión sacramental, con este alimento divino; corresponde también al párroco vigilar para que no reciban la santísima Eucaristía los niños que aún no hayan

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llegado al uso de razón, o a los que no juzgue suficientemente dispuestos.” (CIC 914) 

ACOMPAÑAMIENTO DE LOS PADRINOS EN EL PROCESO “NEOCATECUMENAL” DE SUS AHIJADOS

 Los padrinos, tienen una auténtica misión importante en la celebración de los

sacramentos de iniciación y están llamados a acompañar oportunamente a sus ahijados, pues “a causa de su buen ejemplo, de sus dotes y de la amistad, es delegado por la comunidad cristiana local y aprobado por el sacerdote, para acompañar a los pequeños candidatos durante el “neocatecumenado”, la elección y las entregas, así como en la celebración de los sacramentos. A él juntamente con los padres le atañe mostrar familiarmente al niño, el uso del Evangelio en la vida propia y en el trato con la sociedad, ayudarle en las dudas y ansiedades, y darle testimonio y velar por el incremento de su vida bautismal. Cumple su oficio públicamente desde el inicio del “neocatecumenado” y al dar testimonio; y su oficio sigue siendo importante, cuando el niño, recibidos los sacramentos, ha de ser ayudado para permanecer fiel a las promesas del Bautismo”. (Cf. RICA 43) 

PERFIL QUE DEBEN CUBRIR LOS PADRINOS1. Cristianos convencidos, que hayan recibido los 3 sacramentos de Iniciación (Bautismo, Confirmación y Eucaristía)2. Que participen activamente de la vida comunitaria en su parroquia (conozcan su centro pastoral, pertenezcan a una pequeña comunidad parroquial)3. Mayores de edad. Casados por la Iglesia. O que ya hayan definido su estado de vida (no conviene que sean jóvenes solteros sin compromiso estable y sin vida cristiana probada, tampoco divorciados o en unión libre).3. Es conveniente que se escojan como padrinos a quienes asumieron esa misión en el bautismo. 4. No tengan ningún impedimento para asistir a las celebraciones y retiros programados.

REQUISITOS PARA INSCRIBIR AL NIÑO (A) AL CURSO DE PRIMERA COMUNIÓN DE INSPIRACIÓN

CATECUMENAL 1. Copia del acta de nacimiento actualizada del niño (a).2. Certificado actualizado del bautismo del niño (a).3. Si está confirmado el niño (a), certificado actualizado de confirmación (si no, recuerden que la confirmación se recibe durante el tiempo de la adolescencia, después de participar algunos años en el grupo juvenil de secundaria)4. Constancia de haber concluido el curso anterior de catecismo.5. 3 fotografías tamaño infantil del niño (a). Estas fotos servirán: 1 para la calificación, 1 para la entrega del Credo, 1 para la entrega del Padre Nuestro.6. El niño (a), debe asistir regularmente a la catequesis semanal. Sólo se aceptarán hasta 3 faltas justificadas.7. El niño (a) deberá asistir acompañado de su familia a la misa dominical parroquial. Debe aprender las respuestas de la celebración.8. Durante el curso el niño (a) deberá aprobar los exámenes parciales así como el

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examen final.9. Los padrinos deben ser casados y con certificado actualizado de matrimonio religioso. 10. Copia de la credencial de elector (IFE) de papás y padrinos (con datos actualizados)11. 2 fotografías tamaño infantil de papás y padrinos. Estas fotos servirán para la constancia de participación en los retiros/pláticas a lo largo del curso.12. Los papás, dada la importancia que tiene su misión educativa, deben asistir a todos los retiros/pláticas, así como a las misas en donde se hagan las bendiciones, exorcismos y entregas a sus hijos. 13. Los padrinos, ya que desempeñan una función importante en la educación de sus ahijados, deben asistir a todos los retiros/pláticas, así como a las misas en donde se hagan las bendiciones, exorcismos y entregas a sus ahijados.

FECHAS IMPORTANTES A TENER EN CONSIDERACIÓN.NOTA: NO SON OPCIONALES.

 REUNIONES CON PAPÁS (después de misa dominical. 30 min) PRIMER RETIRO: SEGUNDO RETIRO: TERCER RETIRO:  CUARTO RETIRO:   ENTREGA DEL CREDO:  ENTREGA DEL PADRE NUESTRO:  CONFESIONES DE NIÑOS, PAPÁS Y PADRINOS:  DÍA DE LA PRIMERA COMUNIÓN: 

“Papá, mamá: gracias por dejarnos acompañarteen la educación cristiana de tus hijos”

  

Pbro. ___________________________________Párroco

 Mérida, Yucatán septiembre de 201

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BENDICIÓN DE NIÑOS(Al finalizar la misa dominical de inicio de la

catequesis parroquial)

El sacerdote, antes de impartir la bendición a toda la comunidad, se acerca a los niños para bendecirlos.SACERDOTE: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.Todos: Que hizo el cielo y tierra.

El sacerdote, dice lo siguiente:Con alegría hemos iniciado el curso de catequesis y, por eso, agradecidos con el Señor y recordando que Él nos ha dicho: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan porque el Reino de Dios es de los que son como ellos”. (Marcos 10, 14), bendeciremos a nuestros pequeños y los encomendaremos a la misericordia divina.

o bien:Al inicio del curso de catequesis parroquial¸ agradecidos con el Señor que nos ha convocado y teniendo en el corazón lo que Él nos ha dicho: “El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí”. (Mateo 18, 5), imploremos la bendición sobre nuestros pequeños y pidamos por su salud física y espiritual.

Luego el sacerdote, imponiendo las manos sobre los niños, dice la oración de bendición:Oremos:Señor Jesucristo, tanto amaste a los niños que dijiste que quienes los reciben te reciben a ti mismo; escucha nuestras súplicas a favor de estos niños y niñas y, ya que los enriqueciste con la gracia del bautismo, guárdalos con tu continua protección, y derrama tu bendición abundante

+ sobre ellos, para que, cuando lleguen a mayores, profesen libremente su fe, sean fervorosos en la caridad y perseveren con firmeza en la esperanza de tu reino.Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.R. Amén.

Y asperja con agua bendita a los niños. Luego el sacerdote, dirigiéndose a los papás, dice:Y ustedes queridos papás de estos niños, cumplan fielmente la misión de educarlos en la fe, para que lleguen a ser buenos servidores de Jesús, y todos ustedes sintiéndose parte de nuestra comunidad parroquial

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contribuyan a edificarla y a hacerla un espacio de fraternidad, especialmente para los que se sienten solos.

Finaliza impartiendo la bendición a toda la comunidad, del modo acostumbrado.

PRIMER GRADORITO DE ENTRADA EN EL “NEO CATECUMENADO”

(principios de octubre)

Este rito debe celebrarse después del primer mes de iniciada la catequesis (octubre) y de haber entregado a los papás la hoja informativa. Se celebra ante una asamblea numerosa y con participación activa. Asistan, los padres o tutores de los niños, los padrinos, así como los demás niños que participan en la catequesis parroquial. Se propone la celebración en una misa dominical o bien en una breve celebración de la Palabra, en un día de catequesis. La celebración hágase en la iglesia parroquial, para que, según la edad y capacidad de los niños, se favorezca la vivencia íntima de la admisión. Dadas las circunstancias de nuestras comunidades, el rito completo hágase después de la homilía.

RITO DE ADMISIÓN

El celebrante, revestido con las vestiduras litúrgicas, se acerca al lugar en que están reunidos los niños con sus padres y padrinos. Y saluda con afabilidad y sencillez a los niños y a los presentes. Entrarán todos en procesión hacia el altar. Los catequistas organizan previamente la procesión con todos los involucrados.Llegado el celebrante al altar menciona la intención de admisión a los niños a la catequesis de iniciación eucarística, y prosigue la celebración hasta la homilía. Después de la homilía se desarrolla el rito como sigue.

MONICIÓN Les dirige la palabra a los niños y a sus padres, mostrándoles el gozo y la satisfacción de la Iglesia. A continuación les invita, como también a los padrinos, a ponerse de pie.

SACERDOTE: Queridos papás y padrinos estamos reunidos hoy como comunidad, para que sus hijos y ahijados sean admitidos a este camino de crecimiento en la fe, con vistas a recibir a Jesús Sacramentado, también para

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que reciban a través de ustedes la bendición de Dios y de la comunidad el libro de las Sagradas Escrituras.Queridos niños, ustedes han sido llamados a reconocer, adorar y servir al único Dios verdadero y descubrir en Jesucristo el amigo que nunca falla.

Diálogo con los niñosLuego el celebrante interroga a los niños, de la siguiente manera:

SACERDOTE: Niños, ¿porqué están aquí presentes y que es lo que desean?NIÑOS: Estamos aquí para iniciar nuestra catequesis y recibir después de estudiar mucho y conocerle a Jesús Eucaristía.

SACERDOTE: Niños ¿están ustedes dispuestos a seguir a Jesús, que es quien nos conduce a Dios Padre?NIÑOS: Si, estamos dispuestos.Seguidamente el celebrante concluye el diálogo con estas palabras:SACERDOTE: Como ya ustedes creen en Cristo y habiendo participado varios cursos en la catequesis parroquial, quieren ser preparados para recibir al final del curso, la Sagrada Comunión, con gran alegría les recibimos en la comunidad parroquial, en la que conocerán a Cristo cada día mejor. Y juntamente con nosotros se esforzarán en vivir como hijos de Dios, según nos enseñó Cristo: Amarás a Dios con todo tu corazón. Ámense unos a otros como yo los he amado.

Diálogo con los padres, padrinos y asambleaLuego el celebrante se dirige a los papás, padrinos y asamblea.

SACERDOTE: Papás, ¿están dispuestos a velar por la educación cristiana de sus hijos?PAPÁS: Sí, estamos dispuestos.

SACERDOTE: Padrinos, ¿están dispuestos a ayudar a los papás de estos niños a cumplir con su obligación?PADRINOS: Sí, estamos dispuestos.

SACERDOTE: Como para proseguir el camino que hoy empiezan estos niños necesitan del auxilio de nuestra fe y de nuestra caridad, les pregunto también a ustedes, amigos y compañeros de los niños, comunidad en general: ¿están dispuestos a colaborar con su oración para que lleguen gradualmente y con alegría a recibir la Sagrada Comunión?TODOS: Sí, estamos dispuestos.

SignaciónEl celebrante invita ahora a los niños a colocarse junto a sus padrinos, para seguir con las signaciones.

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SACERDOTE: Ahora, queridos niños, colóquense en medio de sus padrinos, para que reciban la señal de la cruz, este signo les recuerda su condición de cristianos. Toda la comunidad les recibe con amor y alegría y les ofrece su ayuda. Padrinos, cuando yo vaya diciendo las oraciones ustedes irán haciendo la señal de la cruz en la parte del cuerpo que yo señale:

SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz (+) en la frente, Cristo los fortalece con el signo de su amor. Aprendan a conocerlo y a seguirlo.Los padrinos signan al niño.

SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz (+) en los oídos, para que escuchen las palabras de Cristo.Los padrinos signan al niño.

SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz (+) en los ojos, para que vean las obras de Cristo.Los padrinos signan al niño.

SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz (+) en la boca, para que hablen a imitación de Cristo.Los padrinos signan al niño.

SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz (+) en el pecho, para que por la fe reciban a Cristo en sus corazones.Los padrinos signan al niño.

SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz (+) en la espalda, para que tengan el vigor y la fortaleza de Cristo.Los padrinos signan al niño.

Entonces el sacerdote hace la señal de la cruz sobre todos los niños diciendo:SACERDOTE: Reciban la señal de la cruz de Cristo sobre todo el cuerpo, en el nombre del Padre y (+) del Hijo y del Espíritu Santo, para que ahora y siempre vivan con Jesús. Amén.

Bendición y entrega del crucifijoLos papás de los niños tienen a mano la pequeña cruz que sus hijos llevarán. El sacerdote dice la bendición y rocía luego con agua bendita a los niños y las cruces.Bendito seas, Señor, fuente de toda bendición, que te complaces en la piedad sincera de tus fieles; te pedimos que atiendas a los deseos de tus servidores y les concedas que llevando consigo esta cruz, (+) como signo de fe y piedad, se esfuercen por irse transformando en la imagen de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Los papás colocan en el pecho de sus hijos la cruz de Cristo.

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Entrega de la Sagrada EscrituraUn catequista trae el libro de la Sagrada Escritura y la coloca honoríficamente al frente de la comunidad, en un atril o facistol preparado para ello. El celebrante puede explicar en pocas palabras la dignidad de la palabra de Dios, que se proclama y escucha en la asamblea de los cristianos.

SACERDOTE: Ahora padrinos, tomen en sus manos el Libro de las Sagradas Escrituras. Ábranlo en los evangelios y hagan que sus ahijados lo besen en este momento. Diciendo juntamente conmigo

N… (los padrinos dicen el nombre de su ahijado), RECIBE EL EVANGELIO DE JESUCRISTO, EL HIJO DE DIOS.

TODOS (cantando): tu Palabra me da vida, confío en ti Señor, tu Palabra es eterna en ella esperaré.

EL TIEMPO DEL “NEO CATECUMENADO” Y SUS RITOS

El “neocatecumenado”, es el tiempo que harán los niños en su preparación catequística, a modo de camino catecumenal, al final del cual participarán del sacramento de la Reconciliación y del Banquete Eucarístico, este tiempo se alargará cuanto sea necesario para que maduren su conversión y su fe, y, si fuere preciso, por varios años. Porque, con la formación de la vida cristiana en su integridad y con el adiestramiento debidamente prolongado, los pequeños son iniciados convenientemente en los misterios de la salvación y en la práctica de las costumbres evangélicas y en los sagrados ritos, celebrados sucesivamente a sus debidos tiempos, y así son introducidos en la vida de la fe, de la liturgia y de la caridad del pueblo de Dios.

Los exorcismos primeros o menores, ordenados de modo deprecatorio y positivo, muestren ante los ojos de los niños, sus papás y sus padrinos, la verdadera condición de la vida espiritual, la lucha entre la carne y el espíritu, la importancia de la renuncia para conseguir las bienaventuranzas del reino de Dios, y la necesidad constante del divino auxilio.

Las bendiciones, con las que se muestra la caridad de Dios y la solicitud de la Iglesia, ofrézcanse también a los niños y sus papás y padrinos, para que, mientras siguen creciendo de la gracia del sacramento del Bautismo, reciban de la Iglesia ánimo, gozo y paz en la prosecución de su esfuerzo y de su camino. Los exorcismos menores se hacen dentro de una celebración de la

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Palabra de Dios, las bendiciones por los niños concluyen las celebraciones de la Palabra.

TERMINOLOGÍA BÁSICA

¿Qué es el exorcismo?El exorcismo es una antigua y particular forma de oración que habitualmente hace un ministro ordenado de la Iglesia, en nombre de Jesucristo y por el poder que Jesucristo ha otorgado a su Iglesia para liberar del poder de Satanás, del demonio. Por lo tanto no es oración personal sino de la Iglesia.

El Catecismo de la Iglesia Católica 1673, dice: "Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las acechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (Mc 1,25 ss), de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar".

Los exorcismos pueden ser menores o mayores.

El exorcismo menor se realiza en el rito del bautismo de niños. Lo hace el diácono o el presbítero bautizante.También se realiza en la celebración del bautismo de adultos y para acompañar el proceso catecumenal tanto de adultos, como de niños y jóvenes. En este caso es durante la celebración de la palabra y puede ser hecho por un diácono, presbítero o incluso un catequista designado para ello (RICA 109)El exorcismo mayor es un sacramental que sólo puede ser válidamente celebrado por un sacerdote con el permiso del Ordinario del lugar. El obispo da permiso al sacerdote para cada caso o puede, con el permiso de la Santa Sede, formalmente otorgar a un sacerdote el oficio de exorcista. En ese caso el sacerdote está facultado para exorcizar y no necesita un permiso particular para cada caso. Solo el exorcista con la debida licencia puede verificar la verdadera posesión diabólica. Es un proceso difícil en el que se deben descartar causas naturales. 

¿Qué es una bendición?La bendición es un sacramental por el cual un ministro ordenado o cualquier bautizado santifica a personas o cosas para el servicio divino o invoca el favor divino.  La bendición ocurre con frecuencia en la Biblia y tiene varios significados: Significa alabar a Dios; desear el bien a una persona; dedicar una persona o cosa al servicio de Dios.

Sinónimo de alabar. Cf. Salmo 33, 1 Expresa el deseo de bienestar espiritual.  Cf. Salmo 127, 2. La santificación o dedicación de persona o cosa. Cf. Mateo 26, 26.

El Catecismo de la Iglesia Católica dice:

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#1671 Entre los sacramentales figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de objetos, de lugares). Toda bendición es alabanza de Dios y oración para obtener sus dones. En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef 1,3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo.

#1672 Ciertas bendiciones tienen un alcance permanente: su efecto es consagrar personas a Dios y reservar para el uso litúrgico objetos y lugares. Entre las que están destinadas a personas -que no se han de confundir con la ordenación sacramental- figuran la bendición del abad o de la abadesa de un monasterio, la consagración de vírgenes, el rito de la profesión religiosa y las bendiciones para ciertos ministerios de la Iglesia (lectores, acólitos, catequistas, etc.). Como ejemplo de las que se refieren a objetos, se puede señalar la dedicación o bendición de una iglesia o de un altar, la bendición de los santos óleos, de los vasos y ornamentos sagrados, de las campanas, etc.

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ESQUEMA DE LA CELEBRACIÓN DE LA PALABRA CON EXORCISMO Y BENDICIÓN (octubre a diciembre)

Los exorcismos menores se celebran por el sacerdote o por el diácono, o también por un catequista digno y apto, designado por el Obispo, a través del párroco, para este ministerio. Este esquema está elaborado para ser celebrado fuera de la misa y puede hacerse periódicamente. Si se hace el exorcismo y la bendición dentro de la misa entonces la realiza el sacerdote inmediatamente después de la homilía y hace directamente las oraciones: primero la de exorcismo y luego la de bendición, la comunidad responderá cantando.

RITOS INICIALESV. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.R. Amén.

SALUDOSi es diácono o presbítero del modo propio.Si es catequista laico:V. Les saludo en nombre de nuestro párroco y pedimos al Señor que nos acompañe en este momento celebrativo.R. Bendito seas por siempre Señor.

LITURGIA DE LA PALABRA

OPCIÓN 1:Primera lectura: Oseas 11, 1.3-4.8-9 (RICA 19)Salmo: 88: Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor (RICA 33)Antífona antes del evangelio: Juan 3,16 (RICA 66)Evangelio: Marcos 10,13-16 (RICA 89)

OPCIÓN 2:Primera lectura: 1ª Tesalonicenses 5,16-24 (RICA 58)Salmo: 65 Que aclame al Señor toda la tierra (RICA 32)Antífona antes del evangelio: Juan 14,6 (RICA 70)Evangelio: Mateo 5,13-16 (RICA 78) Terminadas las lecturas, se tiene una breve homilía si preside un diácono o presbítero, o la reflexión que dirige el catequista.

EXORCISMOS MENORES

Al término de la homilía o reflexión, se extiende las manos sobre los niños, que estarán arrodillados, y pronuncia la oración.

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Oración 1Oremos.

Oh Dios todopoderoso y eterno, que por tu Hijo Unigénitonos prometiste el Espíritu Santo,te pedimos por estos pequeños “neocatecúmenos”, que se entregan a ti:aparta de ellos el espíritu del mal y líbralos del error y del pecado,para que continúen siendo templos del Espíritu Santo;con el poder con que tu Unigénito Jesucristo libró al mundo del mal, Da eficacia a nuestra palabra, que anuncia la fe.Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración 2Oremos.

Dios y Padre nuestro, creador y salvador de todos los hombresque por amor creaste a estos pequeños “neocatecúmenos”los acogiste con misericordia; y te has dignado llamarlos;mira hoy sus corazones, y ve cómo están esperando a tu Hijo;cuídalos con tu providencia y realiza en ellos tu amoroso designio de salvación;para que, unidos firmemente a Cristo,sean contados entre sus discípulos aquí en la tierray puedan alegrarse de ser reconocidos por Él en el cielo.Por Jesucristo nuestro Señor.

TODOS (cantando): Cristo, rompe las cadenas, las cadenas del pecado, Cristo rompe las cadenas y nos da la salvación.

LAS BENDICIONES DE LOS “NEOCATECÚMENOS”Las bendiciones de ordinario, se confieren principalmente al fin de la celebración de la palabra de Dios, también si parece, al final de la reunión catequética; Acabada la oración, los catecúmenos, si cómodamente puede hacerse, se acercan al celebrante, que impone la mano a cada uno. Si no es posible por el número de niños, el sacerdote impone las manos a todos en general.

Oración 1Oremos.

Señor, Dios todopoderoso, mira a estos pequeños hijos tuyos,que se forman en el conocimiento del Evangelio de tu Hijo Jesucristo:concédeles conocerte y amarte, y cumplir siempre tu voluntad,con decidido y alegre corazón; dígnate guiarnos en su marcha hacia ti;y hazlo siempre parte de tu Iglesia, para que, participando en los sacramentos, reciban la herencia prometida.Por Jesucristo nuestro Señor.

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Oración 2Oremos.

Dios y Padre nuestro, que, en tu providencia libraste al mundo del error,por la venida de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,da a estos pequeños “neo catecúmenos”, sabiduría, firmeza en la fey sólido conocimiento de la verdad,para que progresen día tras día en la virtud, y puedan recibir en el momento oportuno el sacramento de tu Cuerpo y de tu Sangre,para que se integren con mayor alegría en la comunidady glorifiquen con nosotros tu nombre.Por Jesucristo nuestro Señor.

TODOS (cantando): Demos gracias al Señor, demos gracias, demos gracias al Señor (2)

Si se realizaron dentro de la misa dominical, sigue la Oración Universal y la misa como de costumbre.Si un diácono o presbítero realizan la celebración, imparten la bendición como de costumbre.Si un catequista presidió la celebración invoca la bendición del siguiente modo: haciendo la señal de la cruz sobre su propia persona mientras dice

V. El Señor, nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén

V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios.

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RITO DE ENTREGA DE LA LUZ(enero)

Este rito se realiza en una misa dominical después de la homilía, o bien, en una breve celebración de la Palabra al final del día de catequesis. Pero recomendamos ampliamente se haga en domingo. Para realizar este rito, hay que tener previamente preparado y encendido el cirio pascual y suficiente velas pequeñas que usarán los catequistas para ayudar a encender los cirios que los padrinos tendrán en la mano.

SACERDOTE: hermanos, estos niños y niñas que están aquí reunidos, juntamente con sus papás y padrinos, están en su proceso de preparación para tener su primer encuentro con Jesús Eucaristía. Hoy como parte de ese caminar recibirán el hermoso signo de la luz, representado en el cirio que cada uno de ellos portará el día que recibirán por primera vez a Jesús Eucaristía.Dejemos, pues, que la luz de Cristo, ilumine a toda nuestra comunidad parroquial.

DIÁLOGO CON LOS NIÑOSDirigiéndose a los niños en un tono afable, les realiza las siguientes preguntas:SACERDOTE: Pónganse de pie los niños juntamente con sus papás y padrinos.Ahora les pregunto a los niños: ¿Quieren estar unidos a Jesús, que es el amigo que nunca falla?NIÑOS: Sí, quiero.

SACERDOTE: Niños, ¿quieren llevar siempre la luz de Jesús que está en ustedes desde el día de su bautismo?NIÑOS: Sí, quiero.

DIÁLOGO CON LOS PAPÁSTerminado el diálogo con los niños, se dirige a los papás con las siguientes palabras:SACERDOTE: Papás, ¿quieren dejarse iluminar por la Luz de Cristo y así también iluminar a toda su familia?PAPÁS: Si, estoy dispuesto.

SACERDOTE: Papás, ¿están dispuestos a mantener encendida la Luz del Señor, en sus pequeños hijos?PAPÁS: Si, estoy dispuesto.

DIÁLOGO CON LOS PADRINOSPor último, se dirige a los padrinos y les hace la siguiente pregunta:SACERDOTE: Padrinos, ¿están dispuestos a ayudar a estos niños, a seguir siempre el camino de la Luz?

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PADRINOS: Sí, estoy dispuesto.

SACERDOTE: ahora algunos catequistas de la comunidad tomando fuego del Cirio Pascual, les encenderán los cirios que tienen en sus manos. Uno de los padrinos tiene el cirio en su mano y recibe la luz, el sacerdote espera a que todos tengan su cirio encendido.

SACERDOTE: RECIBAN LA LUZ DE CRISTO.Los padrinos, entregan el cirio a sus ahijados.

SACERDOTE: A ustedes, papás y padrinos se les confía el cuidado de esta luz, para que este hijo suyo que ha sido iluminado por Cristo desde su bautismo, camine siempre como hijo de la luz y perseverando en la fe, pueda salir al encuentro del Señor con todos los santos cuando Él venga en su gloria al final de los tiempos.TODOS: Amén.

SACERDOTE: OREMOS: Señor Jesús, luz verdadera que iluminas a todo hombre, libra por el Espíritu de la verdad a todos estos niños, para que nunca estén bajo el yugo del padre de la mentira. Suscita en ellos una voluntad pronta y generosa para que preparándose para recibir el Sacramento de los sacramentos, gocen de la alegría de tu luz y como aquél ciego a quien diste la claridad sean testigos firmes y valientes de la fe. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.TODOS: Amén.

TODOS: (cantando) El Señor es mi luz y mi salvación, el Señor es la defensa de mi vida, si el Señor es mi luz, ¿a quién temeré? ¿Quién me hará temblar?

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ENTREGAS

Con las “entregas”, se da por entendido que la preparación doctrinal de los pequeños “neocatecúmenos”, ha comenzado en el tiempo oportuno, y sigue un camino firme, y así, la Iglesia les entrega con amor los documentos que desde la antigüedad constituyen un compendio de su fe y de su oración. Sugerimos que las “entregas” se hagan en presencia de la comunidad de los fieles después de la homilía de la Misa dominical.

ENTREGA DEL SÍMBOLO(principios de Febrero)

La primera “entrega” que se hace es la “entrega del Símbolo”, que los elegidos se aprenderán de memoria, y después pronunciarán públicamente, y que servirá de preámbulo para cuando hagan su Renovación de las Promesas Bautismales, el día de su comunión eucarística.En la homilía, el celebrante, explica el significado y la importancia del Símbolo, ya respecto de la catequesis recibida, ya para la renovación de las promesas bautismales que harán el día de la Primera Comunión, y que aprenderán a observar durante toda la vida.NOTA: Esta celebración se propone hacia el primer domingo del mes de febrero.Después de la homilía, el diácono o el catequista designado dice:

SACERDOTE: Acérquense los elegidos, para recibir de la Iglesia el Símbolo de la fe.

Entonces el celebrante les habla con estas palabras:

SACERDOTE: Queridos niños que han sido elegidos, hoy recibirán las palabras de la fe, por la cual recibirán la santificación. Las palabras son pocas, pero contienen grandes misterios. Recíbanlas y consérvenlas con sincero corazón.Padrinos, entreguen el Símbolo de los Apóstoles a sus pequeños ahijados.

A continuación el celebrante invita a los niños a recitar el Símbolo.SACERDOTE: ahora niños, con voz clara y fuerte digan todos juntos:

NIÑOS: YO (N…. nombre del niño), profeso alegremente mi fe, en la comunidad y digo:

Luego juntamente con la comunidad inician el Símbolo, diciendo:

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Creo en Dios,Padre todopoderoso,creador del cielo y de la tierra.Creo en Jesucristo,su único Hijo, nuestro Señor;que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,nació de Santa María Virgen,padeció bajo el poder de Poncio Pilato,fue crucificado, muerto y sepultado;descendió a los infiernos;al tercer día resucitó de entre los muertos;subió a los cielos,y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso;desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.Creo en el Espíritu Santo,la santa Iglesia católica,la comunión de los santos,el perdón de los pecados,la resurrección de la carney la vida eterna. Amén.

Oración sobre los pequeños elegidosDespués el celebrante invita a los fieles a orar con estas o parecidas palabras:SACERDOTE: Oremos por nuestros pequeños elegidos, para que Dios nuestro Señor les abra los oídos de sus corazones y la puerta de la misericordia, a fin de que preparados convenientemente, reciban la sagrada comunión y se incorporen a Jesucristo nuestro Señor.

Seguidamente el celebrante, con las manos extendidas sobre los elegidos, dice:SACERDOTE: Te suplicamos, Señor, fuente de luz y de verdad,que tu eterna y justísima bondad, descienda sobre estos pequeños hijos tuyos,purifícalos y santifícalos, dales la verdadera ciencia, firme esperanza y santa doctrina,para que puedan llegar a acercarse a la mesa del banquete fraterno y del sacrificio redentor.Por Jesucristo nuestro Señor.Amén.

ENTREGA DE LA ORACIÓN DOMINICAL

(abril)

También se entrega a los elegidos la “Oración dominical”, que desde la antigüedad es propia de los que han recibido en el Bautismo el espíritu de los

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hijos de adopción, y que los neófitos recitan juntamente con los demás bautizados al participar por primera vez en la celebración de la Eucaristía. Por eso es recomendable que los pequeños “neocatecúmenos” que ya fueron elegidos para recibir la comunión, recuerden siempre que son hijos del Padre Bondadoso, y hermanos en Cristo.Esta celebración se hace en el día del último retiro para recordar la filiación divina, también se propone la entrega del rosario para significar la maternidad de María la Madre de Jesús, que es también madre de la Iglesia.NOTA: este momento se realiza inmediatamente después de la Doxología (Por Cristo con Él y en Él…), es decir, justo antes del rito de la comunión.La oración Dominical, se prepara previamente por los catequistas y se tiene ya plastilizada.El celebrante se dirige a los papás, padrinos y niños.SACERDOTE: Ahora vamos a recordar juntos que hemos sido llamados a ser hijos de Dios, y que esta filiación nos hace hermanos en Cristo. Padrinos entreguen a sus ahijados la oración que prepararon previamente.

Entonces el celebrante habla a los pequeños elegidos con estas palabras:

SACERDOTE: Ahora niños digan junto con toda la comunidad la oración que el Señor Jesús, enseñó a orar a sus discípulos:

“Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre;venga a nosotros tu reino;hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.danos hoy nuestro pan de cada día,perdona nuestras ofensas,como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.”

San Mateo 6,9-13

Sigue la misa como de costumbre.

ENTREGA DEL ROSARIO

(primer domingo de mayo)

Esta entrega aunque no está propuesta en el RICA, creemos que nuestra idiosincrasia religiosa, amerita este signo, pues juntamente con el amor al Padre Eterno y a su Hijo Jesucristo, debemos fomentar en los pequeños interlocutores y en sus familias el amor maternal de María la Madre de Jesús, a quien consideramos como madre nuestra. El signo del rosario y el modo de

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rezarlo sin duda es un elemento de la piedad popular que no conviene descuidar.Al final de la celebración, antes de la bendición final, se hace la entrega del rosario.El celebrante dice las siguientes palabras:

SACERDOTE: Queridos niños: Hoy hemos recordado juntamente con la comunidad que tenemos un Padre amoroso que nos ama y nos cuida siempre. Queremos también encomendarnos a nuestra madre espiritual, María que intercede por nosotros y nos lleva a Jesús.

Luego bendice los rosarios:

SACERDOTE: Bendito sea Dios, Padre nuestro que nos concede recordar y celebrar con fe los misterios de su Hijo. Él nos de su gracia, para que, sostenidos por la piadosa súplica del rosario, nos esforcemos por meditar y conservar continuamente en nuestro corazón, los gozos, los dolores, la luz y la gloria de Jesús, junto con María su Madre.Por Jesucristo, nuestro Señor.

Rocía los rosarios con agua bendita.Al concluir la bendición, mientras se entrega a cada niño, se entona un canto mariano.

SEGUNDO GRADORITO DE LA ELECCIÓN O DE LA INSCRIPCIÓN DEL

NOMBRE(primer domingo de cuaresma)

Presentación de los candidatosAcabada la homilía, el catequista encargado de la preparación catequética de los pequeños “neocatecúmenos”, presenta a los niños que han de ser elegidos, con estas palabras:

CATEQUISTA: Padre, ante la proximidad de las fiestas pascuales, los pequeños “neocatecúmenos” aquí presentes, confiados en la gracia divina y ayudados con las oraciones y el ejemplo de sus padres y padrinos y de la comunidad, piden humildemente que, después de la debida preparación y de la celebración de los escrutinios, les admitan a participar de los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.

El celebrante responde:SACERDOTE: pónganse de pie los niños y niñas, que han de ser elegidos, acompañados por sus padrinos.

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El celebrante habla a los presentes con estas o parecidas palabras:SACERDOTE: La santa Iglesia de Dios desea saber con seguridad de que estos pequeños candidatos han sido hallados idóneos para entrar en el grado de los elegidos, y así celebrar después de una cuidadosa preparación los sacramentos divinos.

Y dirigiéndose a los padrinos:SACERDOTE: Por eso les ruego, padrinos, que den su testimonio: Estos niños, ¿Han escuchado fielmente la palabra de Dios anunciada por la Iglesia?PADRINOS: Sí, la han escuchado fielmente.

SACERDOTE: ¿Han comenzado a vivir conforme están aprendiendo en la catequesis siendo obedientes y respetuosos?PADRINOS: Sí, han comenzado.

SACERDOTE: ¿Han participado oportunamente en la catequesis semanal y en los retiros programados hasta ahora?PADRINOS: Sí, han participado.

SACERDOTE: ¿Están dispuestos a seguir ayudando a los papás de estos niños a continuar su educación cristiana?PADRINOS: Si, estamos dispuestos.

Después, el celebrante pide a la asamblea que manifieste su conformidad.SACERDOTE: Queridos hermanos, estos niños han sido inscritos a la catequesis parroquial, por sus padres y hoy han sido presentados para ser admitidos a la comunión eucarística. Sus catequistas quienes les conocen y les han preparado, han juzgado que el deseo de sus padres es sincero. Porque ya han oído la palabra de Cristo y se han esforzado en vivir según sus mandamientos; han tomado parte en la vida comunitaria y en las oraciones. Ahora quiero informar a toda la asamblea que la deliberación de la comunidad ha decidido llamarlos a participar de los sacramentos. Al comunicarles ahora esta decisión, pido a los padrinos que, de nuevo, ante todos nosotros, manifiesten su parecer.

Y dirigiéndose a los padrinos:SACERDOTE: ¿Consideran ustedes ante Dios, que los pequeños “neocatecúmenos” están dispuestos y seguirán preparándose para ser admitidos a los sacramentos?PADRINOS: Sí, los consideramos ya dispuestos.

Interrogatorio de los candidatos y petición de éstosEntonces el celebrante, mirando a los pequeños “neocatecúmenos”, los exhorta e interroga con estas palabras:

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SACERDOTE: Ahora me dirijo a ustedes, queridos niños. Sus papás, sus padrinos, sus catequistas y toda la comunidad han dado buen testimonio de ustedes. Confiada en este voto, la Iglesia, en nombre de Cristo los llama a celebrar los sacramentos. Ahora pues, corresponde a ustedes, que ya han escuchado la palabra de Cristo, dar su respuesta en presencia de la Iglesia.

SACERDOTE: ¿Quieren recibir con fe a Jesús Eucaristía y seguir participando de la catequesis?NIÑOS: Sí, queremos.

SACERDOTE: Entonces, los catequistas, entreguen la lista donde está inscritos los nombres de los niños.

Los catequistas encargados de la preparación, entregan las listas con estas palabras:CATEQUISTA: Éstos son los nombres de los pequeños “neocatecúmenos”.

Mientras la comunidad, canta en señal de aceptación.TODOS (cantando): Demos gracias al Señor, demos gracias, demos gracias al Señor (2)

Admisión o elecciónAcabada la presentación y la entrega de las lista con la inscripción de los nombres, el celebrante, después de explicar brevemente a los asistentes el significado del rito celebrado, se vuelve a los candidatos diciéndoles estas palabras:SACERDOTE: Queridos niños, han sido elegidos por el Señor y recibidos en la comunidad, para que al concluir su preparación reciban los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.NIÑOS: Jesús, Tú eres bueno con nosotros y por eso te damos gracias.

Después, vuelto a los padrinos, el celebrante los exhorta con estas palabras:

SACERDOTE: Ustedes padrinos, deben considerar como especialmente encomendados a sus cuidados a estos pequeños que han sido elegidos, de quienes han dado testimonio y a quienes se han comprometido a ayudar hasta que reciban los sacramentos de la vida divina.Les pido ahora, que pongan la mano sobre el hombro derecho de su ahijado, y expresen así su aceptación del encargo.PADRINOS: Si, estoy dispuesto y lo haré con la gracia de Dios.

El celebrante extendiendo la mano sobre los niños dice una oración de exorcismo.Oremos:

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Padre de las misericordias, que entregaste a tu amado Hijo para dar al hombre, oprimido por la esclavitud del pecado, la libertad de tus hijos, escucha a estos pequeños siervos tuyos, que ya han experimentado las tentaciones y reconocen sus propias culpas, y mira con clemencia su esperanza. Concédeles vivir siempre en la luz que no se apaga, llenos de tu gracia, caminar ilesos bajo tu protección. Amén.

La misa sigue como de costumbre.

CELEBRACIÓN PENITENCIAL PARA NIÑOS“DIOS NOS BUSCA”

(para el tiempo de la purificación y la iluminación)

Este esquema de celebración penitencial es apto para los niños, aun para aquellos que todavía no han acudido a la confesión sacramental. Esta celebración no terminará con la confesión sacramental, sino que será un ensayo para llegar a ella. Se realizará en un día de catequesis, NO DURANTE LA MISA, NI EN DOMINGO.La celebración penitencial debe prepararse con los mismos niños para que conozcan de antemano su sentido y su finalidad, sepan bien los cantos, y tengan alguna información, aunque sea somera, acerca del texto de la Sagrada Escritura que va a leerse, estén seguros de los textos que a cada uno le toca decir, de lo que cada uno va a hacer y del orden que van a seguir. Puede ser presidida por un diácono o presbítero o por un catequista designado para ello.Conviene tener preparado el siguiente material: copia para cada niño del examen de conciencia, una vela pequeña para cada niño, Cirio Pascual encendido, una copia tamaño carta plastilizada y en letra grande de la frase

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que leerán al depositar su vela encendida, medias hojas tamaño carta donde los niños escribirán sus pecados y los cuales ofrecerán después de las velas, un anafre o recipiente metálico donde se depositen las papeletas con los pecados de los niños y que serán quemados en presencia de todos.

Ritos inicialesCanto inicial: Caminaré en presencia del Señor.

SaludoCuando los niños estén reunidos en la iglesia o en otro lugar adecuado, el celebrante los saluda con palabras afables y les recuerda, en forma sen-cilla, la finalidad de la celebración y lo que sea necesario para su buena marcha. Si el celebrante es diácono o presbítero, inician del modo propio.Si el celebrante es catequista, inicia como se indica a continuación.V. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu SantoR. Amén.

V. les saludo en nombre de nuestro párroco y pedimos al Señor que nos acompañe en esta celebración.R. Bendito seas por siempre Señor.

V. Iniciemos escuchando la palabra de Dios.

Liturgia dio la PalabraAntes de la lectura, el celebrante, o uno de sus ayudantes, puede hacer una breve introducción con estas palabras:MONICIÓNLECTOR: Queridos niños: Todos nosotros fuimos hechos hijos e hijas de Dios por el bautismo. Dios nos ama como un Padre y quiere que nosotros lo amemos también con todo el corazón. También quiere que seamos buenos unos con los otros, para que así podamos vivir todos juntos y contentos.Pero los hombres no siempre hacen la voluntad de Dios. Muchas veces dicen: "¡No obedeceré!" "¡Yo hago lo que me da la gana!" Se niegan a obedecerlo y no quieren oír su voz. Así lo hemos hecho nosotros mismos algunas veces.Eso es lo que llamamos pecado; el pecado es lo que nos aleja de Dios y, si de veras es grave, nos separa completamente de la amistad con Dios.¿Qué hace nuestro Padre Dios cuando alguien se aleja de él? ¿Qué hace cuando abandonamos el camino recto y estamos en peligro de perder el cielo? ¿Acaso se enoja y nos da la espalda? Oigamos lo que nos dice el mismo Dios:

Debe leerse tan sólo un texto breve directamente de la Sagrada Escritura:Lucas 15,1-7: Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido.Los publicanos y los pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo...

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Homilía/ ReflexiónLa homilía tiene que ser muy breve (si la dirige un diácono o presbítero) o la reflexión si la dirige el catequista. Deberá poner de relieve el amor de Dios hacia los hombres y, al mismo tiempo, introducir el examen de conciencia.

Examen de concienciaEl celebrante adaptará el examen de conciencia a la capacidad de los niños, haciendo breves indicaciones. Se completará con un breve momento de silencio. Mientras se van leyendo las preguntas cada niño irá escribiendo en la papeleta sus pecados. Es una cuestión personal, conviene que estén suficientemente separados para no leer lo que escribe el compañero.

¿Me acuerdo de Dios en mi vida? ¿Le rezo por la mañana y por la noche? ¿Quiero vivir de verdad como hijo suyo? ¿Voy a Misa todos los domingos?

¿Me porto bien en casa? ¿Quiero a mi papá y a mi mamá? ¿Les hago caso en lo que me dicen? ¿Ayudo en casa con alegría y sin protestar? ¿Quiero a mis hermanos? ¿Quiero a mis abuelos? ¿Los trato con cariño?

En la escuela, ¿trabajo en serio? ¿Hago caso de los maestros? ¿Los respeto? ¿Doy buen ejemplo a los demás compañeros? ¿Procuro no estropear el material de la clase? ¿Hago bien las tareas?

¿Soy buen compañero? ¿Estoy dispuesto a ayudar a los demás cuando lo necesitan? ¿Me preocupo de los compañeros a los que nadie hace caso ni presta atención? ¿Procuro ser puntual en la clase y crear ambiente de alegría y de trabajo?¿Me burlo de los que no les va bien en clase, o de los que siempre pierden en los juegos, o de los que no tienen tantas cosas como yo?

¿Me peleo con los demás niños o niñas? ¿Quiero tener siempre la razón y que todo el mundo haga lo que a mí me gusta? ¿Tengo antipatía u odio a alguien? ¿Hablo mal de los otros niños? ¿Los insulto o les pego? ¿Digo la verdad?

¿Me he apropiado de cosas que no eran mías? ¿Digo mentiras? ¿He sido envidioso? ¿Me he creído superior a los demás?

¿Soy servicial y hago favores? ¿Comparto con los demás lo que tengo? ¿Procuro ayudar de algún modo a los pobres y a todos los que la pasan mal? ¿Procuro amar a todos como Jesús me ama?

Acto penitencialTerminado el examen de conciencia, el celebrante invita a los niños presen-tes a la oración, con estas palabras:V. Dios nos quiere mucho y está siempre dispuesto a perdonarnos. Pero quiere que se lo pidamos. Después de cada petición, diremos:

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Pero tú nos amas y tú nos buscas.

Las siguientes peticiones son leídas por algunos catequistas presentes:1. Padre Dios, muchas veces no nos hemos portado como deben portarse los hijos de Dios. R Pero tú nos amas y tú nos buscas.

2. Padre Dios, hemos hecho enojar a nuestros papás y maestros. R. Pero tú nos amas y tú nos buscas.

3. Padre Dios, nos hemos peleado unos con otros y nos hemos dicho malas palabras. R. Pero tú nos amas y tú nos buscas.

4. Padre Dios, hemos sido flojos en la casa y en la escuela y no ayudamos a nuestros papás, ni a nuestros hermanos y amigos.R. Pero tú nos amas y tú nos buscas.

5. Padre Dios, hemos sido presumidos y mentirosos. R. Pero tú nos amas y tú nos buscas.

6. Padre Dios, hemos dejado de hacer el bien cuando se presentaba la ocasión. R. Pero tú nos amas y tú nos buscas.

V. Ahora, como nos enseñó Jesús, nuestro hermano mayor, vamos a pedirle a Dios, nuestro Padre, que perdone nuestros pecados, diciéndole:

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre;venga a nosotros tu reino;hágase tu voluntaden la tierra como en el cielo.Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

Acto de contrición y propósito de enmiendaLa contrición y el propósito de enmienda se pueden manifestar, en este caso, con algún signo. Por ejemplo, cada niño puede llevar una vela hasta un lugar preparado para eso, cerca del altar. Ahí la encienden con la ayuda del celebrante, si es necesario, y cada uno dice:

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Padre, me arrepiento de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer. Voy a procurar enmendarme especialmente de...(Aquí cada niño, en silencio, expresa algún propósito especial)y cumplir siempre tu voluntad.

Mientras tanto se hace un canto apropiado.

Cuando todos hayan pasado, el celebrante concluye con la siguiente oraciónV. Nuestro Padre Dios, que está en el cielo, nos busca siempre que nos desviamos del camino recto y siempre está dispuesto a perdonarnos lo malo que hayamos hecho. Por eso, ahora, llenos de confianza, le pedimos que tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.R. Amén.

ConclusiónEl celebrante invita a los niños a dar gracias, lo que se puede hacer con un canto adecuado. Después les da la bendición final (si es diácono o presbítero) y los despide, o bien, invoca la bendición (si es catequista). La asamblea se puede disolver alabando y bendiciendo a Dios con un canto apropiado.Si es diácono o presbítero, imparte la bendición del modo propio.Si un catequista presidió la celebración invoca la bendición del siguiente modo: haciendo la señal de la cruz sobre su propia persona mientras dice:

V. El Señor, nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén

V. Bendigamos al Señor.R. Demos gracias a Dios.

Canto final:

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