Filosofía positiva. El Punto de Partida de la Filosofía en Josef Pieper

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    Notandum23 mai-ago 2010 CEMOrOC-Feusp / IJI-Universidade do Porto

    Filosofa positiva. El Punto de Partida de

    la Filosofa en Josef Pieper

    Prof. Dr. Berthold WaldReitor da Theologischen Fakultt Paderborn

    Traduccin de Juan F. Franck

    Kurzinhalt:Mit dem spten Schelling hat sich die neuzeitliche Philosophie nachhaltig von dem Erbe derspekulativen Dogmatik befreit. Philosophie kann wieder Philosophie sein, und Theologie wiederTheologie als nicht vorprogrammiertes Nebeneinander kontingenter Bemhungen (R. Spaemann).Wirklichkeit, Geschichte und Offenbarung sind das unhintergehbare Positive, das nicht aus dertranszendentalen Selbstauslegung der Vernunft ableitbar ist. Josef Pieper hat diese Einsicht Schellings vorallem im Anschlu an Thomas von Aquin auf exemplarische Weise neu realisiert.Schlsselwrter:Positive Philosophie. Josef Pieper. Theologie

    Abstract: The late Schelling has definitely liberated the philosophy of modern times from the legacy of

    speculative dogmatic. Philosophy again can be philosophy as well as theology can be theology ascontingent efforts being not coordinated in advance (R. Spaemann). Reality, history and revelation arethe positive, which reason has to receive and which cannot derive from transcendental selfreflection.Following especially Thomas Aquinas Josef Pieper has realized this insight of Schelling in a fresh way.Key-words: Positive Philosophy. Josef Pieper. Theology.

    Es poco frecuente que libros de filosofa lleguen a serbestsellers. Pero para lamayora de los escritos de Pieper esto es as. Si se cuenta el nmero de sus oyentes y

    la cantidad de ediciones, Pieper es en general uno de los filsofos actuales msexitosos. La calidad literaria de sus libros es seguramente una razn para su granresonancia, pero no es de por s un criterio de calidad filosfica. Un escritor que

    filosofa y un filsofo que sabe adems escribir bien no tienen que coincidir, comotampoco un libro exitoso tiene que ser por eso un gran libro. Podra suceder, como

    dijo Schelling una vez refirindose a la autoridad filosfica de Kant, que quien sedesprenda por completo del contexto kantiano () podra obtener cierta consideracinen crculos restringidos, pero no ya una consideracin general.

    1Que Pieper se ha

    desprendido completamente de Kant, est fuera de duda. La gran difusin de susescritos parece tambin explicarse por razones culturales y sociolgicas, por susvnculos con un mundo particular cristiano, que ya en tiempos de Schelling estabafuera de la atencin general. Y de hecho el inters de Pieper est centrado ante todo enuna fundamentacin y un desarrollo filosficos de la visin cristiana del mundo, sinsometer la substancia de la fe cristiana a un esquema de la razn, de manera crtica(como Kant) o especulativa (como Hegel).

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    Claridad de estilo y relacin con la relevancia intelectual de la fe cristianaexplican ciertamente su recepcin mundial, especialmente en los crculos culturalescatlicos. No obstante, la lectura esttica y sociolgico-cultural del xito literario se

    1 Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, Philosophie der Offenbarung, en Smtliche Werke, ed. K. F. A.Schelling, Stuttgart et al. 1856-1861, vol. XIV, p. 32.2 En una conferencia con ocasin del 90 aniversario de Josef Pieper, Robert Spaemann ha comentado lasrazones del fracaso del intento moderno de rescatar al Cristianismo como una empresa slo

    histricamente comprensible de integrar la fe cristiana en la filosofa y de reducirla a ella, e indic laobra de Josef Pieper como una alternativa (Robert Spaemann, Christentum und Philosophie der

    Neuzeit, en Hermann Fechtrup et al. (eds.),Aufklrung durch Tradition. Symposion aus Anlass des 90.Geburtstag von Josef Pieper (12.-14. Mai 1994 in Mnster), Mnster 1995, p. 138.

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    quedan cortas. La amplia resonancia de Pieper y su duradera actualidad tienen unarazn ms profunda, que se explica por la situacin de la modernidad. Se encuentra enla experiencia de una desproporcin, que se agudiza incesantemente cada vez ms,entre la visin cientfica del mundo y el mundo de la vida del hombre moderno.Desde que en el siglo XVI ha comenzado la Edad Moderna, ya ninguna visin delmundo est verdaderamente en relacin con la visin que tiene de la realidad unhombre cualquiera.

    3En este punto justamente, la obra de Pieper esconde una sorpresa

    para el lector cultivado filosficamente y, segn su postura, tambin una irritacin.Pieper no se detiene a fundamentar en primer lugar, en atencin a la autocomprensinde la filosofa moderna, que entretanto se ha vuelto obsoleta, la posibilidad de suobjeto, sino que va inmediatamente a la cosa: Es un filsofo que puede escribirrealmente sobre su asunto, en lugar de ser un especialista en aprontar el instrumentariode la filosofa.

    4Sus dos escritos ms exitosos, Ocio y culto y Qu significa

    filosofar?, aparecidos ya en 1948 y difundidos an hoy internacionalmente en nuevasediciones, se relacionan con la situacin de la modernidad de una manera radicalmenteextempornea. Su intento de renovacin de la filosofa hace al mismo patente eldilema de la filosofa moderna, vinculado con la idea de Kant de llevar a la filosofaal mismo nivel de la ciencia moderna.5 Pieper ve justamente en ello un retroceso ante

    la exigencia filosfica. La filosofa no necesita medirse con las ciencias naturales. Estlegitimada suficientemente por su objeto y es aun hoy posible en su significado

    original, en la medida en que la persona que filosofa no se cierra a las experiencias ypreguntas elementales de su vida. La actitud cientfica en la filosofa, por el contrario,no ha proporcionado a la intencin proclamada por Kant el fundamento seguro de un

    conocimiento verdadero, sino que ha quitado valor a la experiencia inmediata delmundo y de s mismo. En lugar de la verdadera realidad habra slo apariencias,

    cuya posibilidad de remisin a un fundamento debe permanecer abierta. La theoriacomo recepcin cognoscitiva de la realidad, que recibe de ella su medida, se vuelveteora, representacin proyectada de un fundamento ausente. Vivimos en un mundocerrado de apariencias; todos los conceptos que poseen sentido son constituidos pornosotros. Lo que las cosas son en s e independientemente de nuestros conceptos, no

    podemos saberlo. El entendimiento debe constituir el mundo comprensible, porqueno es capaz de ver el fundamento ontolgico del mundo real, como dice Kant en

    este sentido. Hellmut Plessner ha caracterizado con mucho acierto esta idea de unarestriccin por principio de las posibilidades humanas de conocimiento a las merasapariencias como una doctrina del ms ac escondido.

    6Junto con la doctrina de

    Lutero de unDeus absconditus, de una divinidad escondida, constituye el fundamentode un mundo cerrado en s, precisamente de ese mundo que Max Weber ha

    caracterizado como un duro habitculo de acero.7

    Eso tiene consecuencias para la realizacin fundamental de la existenciahumana, que Pieper toma en Felicidad y contemplacin (1857) y en Una teora de la

    fiesta (1963) como ocasin para esbozar una visin contraria. No acepta los lmitespuestos por Kant (y Lutero) y no busca una alternativa mediante una refutacin crtica.No queremos llevar adelante aqu una confrontacin, pues en general demostrar y

    3 As dice Gilbert Keith Chesterton, Thomas von Aquin, Heidelberg, 1957, 2 edicin, p. 165 (en el sextocaptulo, que lleva el ttulo: El maestro del sentido comn). 4 Ludger Oeing-Hanhoff, Recensin al libro de Josef Pieper ber die Liebe (1972), en PhilosophischesJahrbuch 81 (1974), p. 440.5Jrgen Habermas, Die Grenze zwischen Wissen und Glauben. Zur Wirkungsgeschichte und aktuellenBedeutung von Kants Religionsphilosophie, en Zwischen Naturalismus und Religion. PhilosophischeAufstze. Frankfurt a.M. 2005, p. 253.6 Hellmuth Plessner, Die versptete Nation, en Gesammelte Schriften, vol. VI, Frankfurt a.M. 1982, p.136.7 Marianne Weber,Max Weber. Ein Lebensbild, Heidelberg 1950, p. 391.

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    refutar en el campo de las tomas de posicin fundamentales no parecen ser unprocedimiento con mucho sentido, sino ms bien lo es el hacer visibles las cosas y larealidad.

    8Punto de partida del filosofar no es la ausencia de la verdadera realidad,

    que habra de ser compensada en el pensamiento, sino de una especie de schockderealidad.

    9La filosofa comienza con el momento positivo de la presencia real: en la

    percepcin de la presencia radicalmente inexplicable, la facticidad ysubstancialidad perceptible de lo creado. Eso es; nosotros somos. Es la gramtica

    elemental de lo insondable.10 Con Chesterton, que Pieper aprecia como intrprete deToms de Aquino, intenta despertar el sentido para la posibilidad de participar en elmilagro que hay en todo lo que existe.

    11Eso quiere decir: cada cosa alberga y

    esconde en su fondo un signo de su origen divino; quien lo llega a divisar ve queesa cosa y todas las dems son buenas por sobre toda comprensin; lo ve y esfeliz.

    12La expresin ms inmediata de esta experiencia del carcter misterioso del

    mundo13 no se encuentra sin embargo en la filosofa, sino en la msica, en la poesa yen la religin. Ellas testimonian de manera ms enrgica lo mirandum de la existencia,razn por la cual Pieper, en su defensa del carcter contemplativo de la filosofa, serefiere siempre a las posibilidades de expresin del arte.

    14Percibir lo extraordinario y

    lo fuera de lo comn, lo mirandum, en lo cotidiano y en lo ordinario, se es tambin elcomienzo del filosofar.

    15

    La filosofa es el intento de defender conceptualmente frente a la estrechezmental de una visin cientfica del mundo la posibilidad de esta experienciafundamental de la realidad y su realizacin concreta en el conjunto de la existenciahumana; pensar hasta el fondo los presupuestos que le subyacen, en la felicidad, el

    amor, la esperanza, la desesperacin, la culpa, el morir: qu significa ser real?, qusignifica para el hombre, que hace esta experiencia en la existencia del otro?; qusignifica conocer la realidad y cmo se relacionan la realidad, la cognoscibilidad y laverdad, pero tambin amor y felicidad, por una parte, y culpa y desesperacin, porotra? La pregunta fundamental por el acceso humano a la realidad ha sido colocadanuevamente con gran decisin por Martin Heidegger en el centro de la filosofa. Peroel quiebre de Heidegger con la teora moderna del conocimiento no fue completo ni

    consecuente. A pesar de la desproporcin que l critic entre un sujeto sin mundo y elmundo objetivo, el sentido del mundo se edifica para l slo en la relacin con el

    mundo y cae junto con ella. La destruccin de la distincin sujeto-objeto alcanzatambin al concepto de verdad, porque la diferencia entre verdadero y falso descansa

    8 Josef Pieper, Welt und Umwelt (1950), en Werke, vol. 5, Hamburg 1997, p. 186. El principio,formulado aqu con referencia a la antropologa de Gehlen, caracteriza de modo general la actitudfilosfica de Pieper.9Se necesita un golpe violento, un shock, para que la pregunta por el sentido del conjunto del mundo yde la existencia, que atraviesa el marco de una existencia asegurada, es d ecir el filosofar, se abra paso(Josef Pieper, Verteidigungsrede fr die Philosophie (1966), en Werke, vol. 3, Hamburg 1995, p. 87)[Defensa de la filosofa, Barcelona 1989, 6 edicin].10 Georg Steiner, Von realer Gegenwart, Mnchen et al. 1990, p. 264.11 Maisie Ward, Gilbert Keith Chesterton, Regensburg 1965, p. 538; citado en Josef Pieper, Glck undKontemplation en Werke, vol. 6. Hamburg 1999, p. 204 [Felicidad y contemplacin, enEl Ocio y la VidaIntelectual, Madrid 1998, 6 edicin, pp. 229-338; 317].12 Josef Pieper, Glck und Kontemplation, en Werke, vol. 6. Hamburg 1999, p. 204 [317].13 Josef Pieper, Was heit Philosophieren? (1948), en Werke, vol. 3, Hamburg 1995, p. 65 [Qu significafilosofar?, enEl Ocio y la Vida Intelectual, Madrid 1998, pp. 77-169; 160].14 El volumen 8,2 de las Werke de Pieper contiene toda una serie de contribuciones dignas de tener encuenta, y entre ellas tambin una visin de las amistades de Pieper con artistas e importantes editores deliteratura moderna. Tambin en sus Autobiographische Schriften se encuentran indicaciones sobre laganancia de esa simbiosis, pero tambin sobre la precariedad existencial de una filosofa (y de unateologa!) a la que le falta la cercana con las artes (cf. Werke, Ergnzungsband 2, pp. 244ss., 252, 264s.,295ss., 304).15 Josef Pieper, Was heit Philosophieren?, p. 46 [130].

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    en esta distincin. La renovacin de la filosofa hecha por Heidegger no volvi allevar a la libertad, sino que profundiz la clausura de la imagen moderna del mundo.La pretensin de Heidegger de haber alcanzado en su destruccin de la tradicin unadimensin ms profunda le depar un xito extraordinario, pero en realidad noresolvi nada.

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    Para Pieper el fctico estar prisionero en este mundo cerrado es absolutamente

    real como estado de nimo fundamental del hombre en nuestro tiempo, pero comoafirmacin de principio sobre la relacin del hombre con el mundo es falsa. Suconcepcin bsica de la filosofa est emparentada con la del ltimo Schelling, para lacual ste acu la expresin filosofa positiva, para distinguirse de la filosofanegativa de la crtica kantiana del conocimiento. La filosofa negativa es puraciencia de la razn, que no necesita lo positivo de la experiencia. 17Ella es lo queocupa a la filosofa alemana desde Kant. De cualquier modo, para Schelling esdecisiva la cuestin de si ella es en general lafilosofa o no.18Igualmente, retirarseal punto de partida de la razn pura es retirarse tambin del ser. Si capto algomeramente como contenido del pensamiento, no necesito preocuparme del ser.19 Elpensamiento debe hacerse independiente del mundo emprico y escapar por principiode ese modo a la posibilidad de una ilusin. En su tesis de doctorado sobre Martin

    Heidegger, Karl Lehmann ha discutido la revolucin del modo de pensar exigidapor Kant tambin para la filosofa de manera muy precisa, de la manera en que desdeGalileo y Newton determina la elaboracin de teoras en la fsica. Por ella hay queentender el comienzo puro del pensamiento, al que se ha llegado metdicamentepor la reflexin, puro en cuanto ningn fundamento externo se muestra suficiente

    para un principio real. Y ms adelante se lee en Lehmann: Ms importante que laobservacin de las cosas parece la pregunta previa por la fundamentacin misma delpensamiento. Pero la ms profunda fundamentacin sera alcanzada cuando, desdeKant, la razn es entendida como razn trascendental, que no comienza en las cosas,sino desde s misma. En Kant ve Lehmann tambin la demarcacin mspersistente, la gran cesura entre la prdida de la ingenuidad clsica y la ganancia dela libertad del yo que filosofa.20

    Una mirada rpida a los escritos de Pieper es suficiente para advertir que enellos no se parte del puro pensamiento y de sus posibilidades, sino de cosas yrealidades como momentos positivos de la experiencia humana del mundo, con laintencin de captarlas lo ms completamente posible y de concebirlas tan exactamentecomo sea necesario. Para una comprensin de la filosofa orientada a Kant (y Hegel)

    esto podra parecer una ingenuidad imperdonable, si no tuviramos la preocupacincrtica de Schelling por el punto de partida positivo de la filosofa. Cunto puedeirritar y, no obstante, cun creble puede resultar la comprensin que Pieper tiene de lagenuina tarea de la filosofa, se puede ver por la carta de quien fuera ms tarde sucolega. Ludger Oeing-Hanhoff, quien como oyente de Joachim Ritter y de JosefPieper estaba de alguna manera en el punto de unin de los dos mundos, de Hegel y

    16 Ernst Tugendhat,Anthropologie statt Metaphysik, Mnchen 2007, p. 20. En una carta del 15 de mayode 1957, Karl Lwith dijo a Josef Pieper sobre Heidegger: Heidegger no es por supuesto ni un creyenteni un sabio, puesto que toda su visin de las cosas apuntaba desde el principio a una destruccin de laeternidad, de la presencia y de la visin (resaltado en el original. Fuente: Deutsches Literaturarchiv,

    Marbach am Neckar; Nachlass Josef Pieper, A: Pieper, Zugang 1984, Nr. 133-135).17 Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, Philosophie der Offenbarung. 1841/42, ed. Manfred Frank,Frankfurt a. M. 1977, p. 101. El pensamiento existe slo consigo mismo, se tiene slo a s mismo(ibdem, p. 125).18 Ibdem, p. 101 (resaltado en el original).19 Ibdem, p. 125 (resaltado en el original).20 Karl Lehmann, Vom Ursprung und Sinn der Seinsfrage im Denken Martin Heideggers (1962), Mainz etal. 2003, vol. 1, p. 78.

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    Toms de Aquino, recuerda en su carta gratulatoria por los 70 aos de Pieper: En esetiempo21 tuvimos una larga conversacin, de la que no olvidar una expresin suya:usted me aclar que no tena un rgano especial para preguntas de crtica delconocimiento. Eso me choc en su momento no corresponda a mi concepto defilosofay me llen de respeto, no slo por la sinceridad de la discusin, sino porqueera completamente claro que usted estaba sin embargo totalmente seguro de lo quehaca.

    22Lo que Schelling recuerda, remitindose a Scrates y Platn, como algo que

    evidentemente ha de volver a fundarse en su tiempo, Pieper lo presupone comoevidente: Pensar no es todava saber; lo es recin cuando se accede al objeto. El

    saber que no sabe es el saber que piensa.23 Lo positivo de toda experiencia es elprincipio indeducible del conocimiento, es de tal clase que no es capaz defundamentacin.

    24Para Schelling, en ella est la diferencia, que jams se ha de

    cancelar, entre las creaciones del hombre y lo que encontramos en la naturaleza y enla historia como creaciones originales, originarias. Las primeras pueden conocersedesde su posibilidad, las segundas, por el contrario, no, porque su posibilidad sloes conocida a travs de su realidad. Slo a ellas denominamos creaciones originales,originarias. Lo que es creado de acuerdo a un concepto previo, nadie lo llamaoriginal.25

    El alejamiento de Schelling de la ontologa especulativa del idealismo alemny su nueva determinacin de la filosofa como ciencia de la realidad es el puente haciala filosofa anterior de la Antigedad y de la Edad Media. Renueva as tambin elfundamento de una filosofa abierta a una teologa de la revelacin, como de manerasimilar tambin hace Pieper. El punto de partida de la leccin tarda de Schelling sobre

    la filosofa de la revelacin es el retorno a la distincin fundamental de la Escolsticaentre quid sity quod sit,26 entre esencia y existencia, que haba perdido su significadoa partir de la Segunda Escolstica.27 Lo que tiene lugar en el concepto puramentelgico mediante un movimiento inmanente del concepto no es el mundo real, sino slode acuerdo alquid.28

    La misma distincin fundamental est tambin en el centro de la doctrinafilosfica de los principios de un Toms de Aquino. Para Pieper se desprende all la

    tarea de pensar la verdad y la cognoscibilidad que corresponde a las cosas junto con susiempre mayor incomprehensibilidad para el espritu humano. En su interpretacin dela doctrina de los trascendentales, el ncleo de la doctrina de Toms de Aquino sobrela verdad, llega a unir ambos aspectos: el aspecto ontolgico de La verdad de lascosas (1947) y unaPhilosophia negativa (1953), que reconoce la apertura y los lmitesde la razn humana como propiedades necesarias de su receptividad. Se trata enambos casos de ttulos de libros, cuya conexin es indicada ya en el subttulo de Laverdad de las cosas: Una investigacin sobre la antropologa de la Alta Edad Media .

    21 En 1950 o 1951, poco antes de su Doctorado, en el cual Pieper particip con un informe.22 Fuente: Deutsches Literaturarchiv, Marbach am Neckar; Nachlass Josef Pieper, A: Pieper, Zugang

    1982, Nr. 128.23 Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, Philosophie der Offenbarung. 1841/42 , pp. 152s. (resaltado en eloriginal).24 Ibdem, p. 138.25 Ibdem, p. 161.26 Ibdem, p. 99 (resaltado en el original).27 Determinante es el paso de la metafsica de la substancia a la ontologa, cuyo fundamento especulativo

    haba preparado Duns Scoto (cf. Ludger Honnefelder, Der zweite Anfang der Metaphysik.Voraussetzungen, Anstze und Folgen der Wiederbegrndung der Metaphysik im 13./14. Jahrhundert,enPhilosophie im Mittelalter. Entwicklungslinien und Paradigmen, ed. Jan P. Beckmann et al., Hamburg1987, pp. 165-186; Andr de Muralt, LEnjeu de la philosophie mdivale. tudes thomistes, scotistes,ockhamiennes et grgoriennes, Leiden 1991).28 Friedrich Wilhelm Joseph Schelling, Philosophie der Offenbarung. 1841/42, p. 99 (resaltado en eloriginal).

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    El pensamiento que los une consiste en la idea de la creaturidad del mundo, cuyoselementos Pieper desarrollar nuevamente ms tarde con gran profundidad en relacincon las aporas de la filosofa moderna, con particular atencin al intento de HansGeorg Gadamer de una filosofa hermenutica.29 Cognoscibilidad e insondabilidadcorresponden a las cosas en razn de lo mismo: porque son creatura, son cognosciblespor s mismas hasta el fondo y, a su vez, son tambin insondables para el esprituhumano, en cuanto que para conocer recibe su medida de las cosas y no es l mismo

    su medida.30

    La proximidad con la filosofa positiva de Schelling se hace aquinmediatamente patente. En ella la realidad tiene primaca ante la posibilidad lgica, locual quiere decir que la naturaleza de las cosas (quid) no puede verse como anterior asu existencia (quod sit). Aunque la verdad de las cosas no puede verse como unanecesidad a priori desde el punto de vista de la razn humana, todo lo real, en virtudde su ser creado por una causa inteligente del mundo 31 posee una necesidadintrnseca, que puede descubrirse a posteriori. Robert Spaemann ha encontrado paraello una analoga iluminadora: Quien se ha interiorizado realmente en la sinfonaJpiter de Mozart, tanto como sea posible, la comprende en su necesidad intrnseca;entiende que ningn comps puede ser distinto de como es. Pero esa necesidad es

    posterior, se trata de una necesidad a posteriori() que no elimina la contingencia.() La filosofa de Schelling fue el intento de pensar esa necesidad a posteriori.32

    No es entonces la filosofa de Kant, sino el restablecimiento del primado de larealidad ante la posibilidad, lo que constituye la autntica lnea demarcatoria entre unafilosofa dependiente de la teologa tardomedieval, que ha llevado hasta el extremo lapretensin especulativa en el idealismo alemn, y la ms modesta autocomprensin dela filosofa moderna, a la que de esa manera se abre un nuevo acceso a Aristteles yToms de Aquino. Fernando Inciarte ha comentado la intuicin central de laimposibilidad de deducir la realidad, renovada por Schelling, con relacin a la doctrinade la creacin de Toms de Aquino. Pone en evidencia que para Toms la creatura noes algo [un quid conocido previamente de manera especulativa; B.W.], esto oaquello, rbol, montaa u otra cosa, y ademscreado, sino que no es nada fuera desu ser creado. De ese modo, la creatura est siempre en el comienzo y no abandonanunca el origen. Y aade para aclarar: Original, como dijo Schelling,

    33es aquello

    en cuya posibilidad no puede pensarse ni creerse antes de que sea real. Ante looriginal, ante el origen, slo hay una actitud adecuada: dejarse sorprender,eventualmente tambin por supuesto a nadie se ahorra este riesgo decepcionar y

    29 En una conferencia con ocasin de los 700 aos de la muerte de Toms de Aquino, con el ttulo:

    Kreatrlichkeit. Bemerkungen ber die Elemente eines Grundbegriffs (1974), en Werke, vol. 2,Hamburg 2001, pp. 440-464 [Creaturidad. Observaciones sobre los elementos de un conceptofundamental, en Creaturidad y tradicin, Buenos Aires 1983, pp. 15-28].30 En la segunda edicin de Philosophia negativa (1952) Pieper confiri a este doble aspecto decognoscibilidad e insondabilidad, mediante una modificacin del ttulo, una expresin grfica e intuitiva:

    en lugar dePhilosophia negativa a partir de 1963 se denomina Unaustrinkbares Licht. ber das negativeElement in der Weltsicht des Thomas von Aquin, en Werke, vol. 2, pp. 112-152.31 As, Wilhelm Dilthey, en su Einleitung in die Geisteswissenschaften (Gesammelte Schriften, vol. 1,Stuttgart et al. 1990, p. 212), quien por otra parte ya no puede compartir esta fe metafsica y ha preparadoen consecuencia el giro antropocntrico de la moderna filosofa. El conocimiento tiene lugar slo al

    trasladar nuestra experiencia interior a una facticidad en s muerta (ibdem, p. 138). Un conocimiento as,

    sin relacin a un quid rei anterior, puede en verdad llamarse conocer, pero en cuanto a su realidad no esun encontrar, sino un inventar, porque no hay nada que descubrir en una facticidad muerta. En estoRichard Rorty tendra perfectamente razn (cf. su artculo Relativismus: Entdecken und Erfinden, enInformation Philosophie 1997/1, pp. 5-23).32Robert Spaemann, Christentum und Philosophie der Neuzeit, p. 137. 33 La explicacin se encuentra en la contratapa del libro editado por Hans Thomas (nota 34). La cita deSchelling no es totalmente literal, sino que sigue el sentido (cf. nota 25).

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    ocasionalmente incluso engaar.34

    La nueva filosofa a partir de Descartes es unafilosofa de la sospecha de que uno podra ser engaado si se deja sorprender,justamente si en el conocimiento se atiene a las cosas reales.

    Algo comparable se puede decir de la nueva Teologa, en la medida en que haadoptado el apriorismo filosfico de la filosofa idealista. Con estas doctrinasdesfiguradas habra que reformar tambin la Teologa.

    35Frente a ella, Schelling

    defendi la positividad de la revelacin, al insistir en que la razn respete los lmitesque se le han asignado. La filosofa racional no tiene que ser ni cristiana ni nocristiana. Es de lamentar que quiera ser cristiana; no lo necesita en absoluto.

    36Esto

    no significa de ninguna manera el retorno a Kant, quien respeta s los lmites de larazn, pero en ningn caso la positividad de la revelacin. Como Jrgen Habermas harecordado recientemente, en Kant se da la exigencia de la filosofa de encontrar porsu propio derecho los contenidos de verdad de la Biblia y eliminar todo lo que nopuede ser conocido mediante conceptos de nuestra razn.37 Esto concierne a todoslos contenidos esenciales de la fe cristiana (la resurreccin del cuerpo, la encarnacinde Dios, la gracia divina), que la razn debe apartar como algo histricamenteaccesorio (), despojar de su significado esencial y () reinterpretar.

    38

    Lo actual de esta tentacin latente de reinterpretar la fe cristiana de la

    tradicin es tambin causa de que Pieper se haya ocupado tanto del problema de latradicin como del sentido de la interpretacin.

    39Detrs est la pregunta fundamental

    por el carcter vinculante que puede tener para el hombre de hoy la comprensincristiana del mundo que llega por la tradicin, y si puede haber algo que por principiose sustraiga al progreso del conocimiento y al cambio de paradigmas de la ciencia.Aunque la fe moderna en el progreso ha acelerado la deconstruccin de la validez dela tradicin, estas preguntas no son nuevas. Pieper recuerda en este contexto la disputaentre Pascal, Galileo y Descartes sobre la ausencia de significado en las opinionestransmitidas en la fsica, en contraposicin con las cuestiones de la filosofa y lateologa.40 Con Pascal, Pieper recuerda que la interpretacin filosfica que toma enserio la pretensin de verdad de la tradicin, no tiene que ver con una meracomprensin histrica, sino con la apropiacin fundada de la pretensin de validez de

    una tradicin. Se trata de apropiacin y crtica, de conservacin y renovacin, comoPieper pone repetidamente en evidencia al ocuparse de Platn y de Toms deAquino.41 El filsofo griego y el telogo cristiano tienen en ambos aspectos unsignificado paradigmtico, en tanto que ambos han aceptado la autoridad y el carcterirremontable de una tradicin sagrada, que slo puede mantenerse viva unida al propio

    pensamiento sobre la realidad.

    34 Fernando Inciarte,Kunst, Kult und Kultur, en Hans Thomas (ed.),Die Lage der Kunst am Ende des 20.Jahrhunderts, Dettelbach 1999, pp. 70s. Esto ltimo, la posibilidad de ser engaado, es para Inciarte unode los fenmenos colaterales del arte moderno en su intento de despertar un ver originario de lo originalindeducible, es decir el sentido por el misterio de la existencia.35 Friedrich Wilhelm Joseph Schelling,Philosophie der Offenbarung. 1841/42, p. 133.36 Ibdem, p. 134.37Jrgen Habermas, Die Grenze zwischen Wissen und Glauben, p. 221 (se refiere a Immanuel Kant,Streit der Fakultten, A 70).38 Ibdem.39 Josef Pieper, berlieferung. Begriff und Anspruch (1970) [Tradicin. Concepto y validez, en Escritossobre el concepto de filosofa, Madrid 2000, pp. 236-295] y Was heit Interpretation? (1979) [Qusignifica interpretacin?, ibdem, pp. 213-235]; ambos escritos estn en Werke, vol. 3, pp. 236-299 y212-235.40 Cf. Josef Pieper, berlieferung, pp. 239ss [239ss.].41 Cf. sobre todo el ltimo captulo de Josef Pieper, Scholastik. Gestalten und Probleme dermittelalterlichen Philosophie (1960) [Escolstica. Figuras y problemas de la filosofa medieval], enWerke, vol. 2, pp. 426-436 y ber die platonischen Mythen (1965) [Sobre los mitos platnicos, Barcelona1998, 2 edicin], en Werke, vol. 1, pp. 332-374; especialmente los captulos V y VI.

  • 7/28/2019 Filosofa positiva. El Punto de Partida de la Filosofa en Josef Pieper

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    Realidad, historia, revelacin son lo positivo, que la razn debe dejardonarse, puesto que de ninguna manera los puede derivar a partir de la intuicin demundos posibles o mediante la autointerpretacin trascendental de la razn. ConSchelling la filosofa de la Edad Moderna se liber de la herencia inmanente de ladogmtica especulativa. La filosofa puede volver a ser filosofa, y la teologa,teologa como colaboracin no programada de esfuerzos contingentes.

    42De

    cualquier forma, a partir de entonces se abre un nuevo peligro para la filosofa, puesto

    que esa colaboracin falta y en razn de la necesaria diferenciacin de filosofa yteologa ha llegado a haber una estricta separacin. La consecuencia es unacompartamentalizacin de la filosofa, una especializacin filosfica sin temticacentral y con ello en verdad una traicin a lo que la filosofa originalmente quisoser.

    43Schelling llam a una filosofa as con una temtica central filosofa para la

    vida. Como filosofa positiva est dedicada a lo que constituye una vida llena desentido: el encuentro con la realidad real y la pregunta por el fundamento que lasostiene. Llam negativa a la filosofa de Kant porque se ocupa meramente deeliminar.44 Se elimina todo lo que podra quebrar la libertad y la pureza de la razn:la facticidad del mundo real, la contingencia de la tradicin histrica y de la revelacindivina, el reconocimiento de una autoridad religiosa. Pero una razn que se coloca a

    s misma como principio no es capaz de ningn conocimiento real.45

    Pieper, aunque sin referirse a Schelling, pero s sobre todo a Platn y a Tomsde Aquino, ha renovado la pregunta por el lugar de donde una filosofa para la vidahabra de tomar su temtica, si no es de la unidad tensa y en contrapunto

    46de

    filosofa y teologa. Justamente en esta pregunta, pero ante todo en el renovado pensar

    a fondo las respuestas, est la actualidad y la capacidad de futuro de la filosofapositiva de Pieper.

    47

    Recebido em 20-03-10. Aprovado em 05-04-10

    42Robert Spaemann, Christentum und Philosophie der Neuzeit, p. 138. 43 Ernst Tugendhat,Anthropologie statt Metaphysik, p. 18.44 Friedrich Wilhelm Joseph Schelling,Philosophie der Offenbarung. 1841/42, p. 153.45 Ibdem, p. 153.46 Josef Pieper, Scholastik, p. 324 [46].47Robert Spaemann termin su conferencia en Mnster con la afirmacin: Que esta forma de simbiosises an hoy una posibilidad real lo muestra la obra de Josef Pieper (Robert Spaemann, Christentum und

    Philosophie der Neuzeit, p. 138). Mis comentarios sobre la filosofa positiva de Pieper han sidoestimulados esencialmente por la conferencia de Spaemann.