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Filosofía del Carpfishing

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Filosofía del Carpfishing

FILOSOFIA DE LA PESCA DE LA CARPALa pesca de la carpa tal y como nosotros la

entendemos es mucho más que un conjunto de técnicas modernas acompañadas de un material

sofisticado. La parte más importante es relativamente abstracta, no se mide por capturas,

ni por el peso, ni por lo que sabes, ni por lo bueno que eres pescando. Lo que abandera a

todos los pescadores “carpfishing” en toda Europa es un extremo respeto a la naturaleza y

al pez que capturamos. Promocionamos la figura del pescador que respeta a los demás y que

sigue unas normas éticas de comportamiento.

PESCA SIN MUERTE• Pesca sin muerte. Creemos en la pesca deportiva, pescar

por el placer de pescar, sin tener que demostrar nada a nadie y el poder lograr vencer la desconfianza de las carpas mas grandes. Todo ello nos embarga un sentimiento de gratitud hacia el pez que hemos capturado, por las emociones que nos ha ofrecido y por la manera en que ha luchado por su vida. Nosotros no podemos hacer menos que devolvérsela, no podemos maltratar a quien tantas satisfacciones nos ha dado. Por tanto, devolvemos el pez al agua, para que se recupere y que en un futuro próximo, con más peso, vuelva a darnos mas satisfacciones, no es raro conseguir engañar al mismo pez en varias ocasiones diferentes.

Devolver el pez al agua en las mejores condiciones.

Después de la lucha el pez está exhausto. No podemos abandonarlo a las aguas en estas condiciones, presa fácil de cualquier depredador o susceptible de poder herirse debido a la dificultad de sus movimientos. Por tanto lo mantendremos en el agua con nuestras manos, desplazándolo hacia delante y atrás para que entre agua en sus agallas, ayudándole a respirar. Lo mantendremos recto hasta que se recupere y por si mismo se escape de nuestras manos.

Desenganche por rotura.

• Si el pez rompe el hilo y arrastra en su huida todo el aparejo, está condenado si el plomo se engancha en cualquier obstáculo. Para evitar esto nuestros montajes estarán pensados para que el hilo se deslice dejando atrás el plomo. Así, el pez podrá moverse con relativa libertad, hasta que se desprenda el anzuelo y quede totalmente libre.

Utilización de una sacadera correcta.

• El uso de una sacadera inadecuada, por el tamaño o por la constitución de la malla, puede dar al traste con nuestra predisposición de no causar daños al pez. Por tanto, utilizaremos un salabre de tamaño grande, adecuado al tamaño de las capturas que queremos realizar, y de una malla específica para carpas. Con ello evitaremos los enganches de las aletas del pez, que pueden romperse y posibles descamaciones.

Utilización de moqueta de recepción.

• Tras recoger el pez con la sacadera, no podemos depositarlo en cualquier lugar. Tengamos en cuenta que se trata de peces de gran tamaño y de gran peso. Dejarlo sobre terrenos duros, o peor aun, con piedras, puede ocasionar lesiones al pez mientras se resiste cuando intentamos sacarle el anzuelo. Utilizaremos una moqueta de recepción de material blando, donde se amortigüen los golpes. Esta moqueta tendrá un doble forro, para que podamos cubrir al pez y protegerlo del sol. Siempre evitaremos colocar al pez sobre su barriga, para no ocasionarle daños internos debido al peso. Disponerlo sobre un costado es la mejor posición tanto para el pez como para nuestro manejo.

Sujetar correctamente al pez.• Para hacer la foto de la carpa

deberemos poner una de nuestras manos por debajo a la altura de la cabeza, la otra mano la pondremos por debajo a la altura de la aleta anal. Debido a la mucosidad que segrega la carpa a veces es una tarea difícil, podremos ayudarnos un poco abriendo los dedos y poniéndolos entre las aletas sin torcerlas. Nunca deberemos introducir los dedos entre las agallas o en el hueco del ojo porque esto supondría graves daños para el pez.

Mantener el pez siempre húmedo.

• Cuando manipulemos la carpa fuera del agua lo haremos lo más rápido posible. En todo el proceso deberemos cuidar siempre de que la carpa se mantenga húmeda. Previamente habremos mojado la moqueta de recepción. Mientras preparamos todo para realizar la foto, taparemos el pez con un saco húmedo para protegerla del sol, mientras tanto debemos ir tirando agua encima. Haciendo las cosas correctamente evitaremos traumatismos a la carpa para que su vuelta al agua sea en las mejores condiciones posibles.

Curación de heridas• Muchas veces durante la lucha el pez

roza contra piedras del fondo u otros obstáculos que pueden causarle heridas. Aunque creamos que sean leves, una vez dentro del agua se pueden infectar y pueden ser un riesgo para su vida. Escamas que se sueltan, pérdida de mucosidad, etc. También debemos tener en cuenta la herida del anzuelo. Emplearemos un desinfectante para proteger las zonas donde apreciemos cortes, desescamaciones o ulceras. Podemos recurrir a cualquier medicación de acuariofilia, prepararla nosotros mismos una disolución de permanganato potásico, que fácilmente encontraremos en farmacias, o mejor recurrir a algún producto específico como el Klinik de KRYSTON.

Respeto al medio ambiente.• Además de practicar la pesca sin

muerte, nuestra máxima debe ser mostrar un respeto absoluto al medio ambiente. Por donde nosotros hemos pasado no debe quedar huella, todo debe mantenerse no como lo hemos encontrado sino en mejores condiciones, evitando a toda costa dejar basura sea nuestra o no, debemos también tener especial cuidado en encender fuegos o dañar la flora y la fauna. Con ello aportaremos nuestro granito de arena, pero lo que es mas importante, daremos ejemplo a otros y solo así podremos en el futuro disfrutar del regalo que nos hace la naturaleza.

El anzuelo• Casi todas las capturas que

realizamos, vienen con el anzuelo clavado en el labio superior o inferior del pez, gracias al sistema del hair. Normalmente aunque los anzuelos lleven muerte salen fácilmente y dejan solo una pequeña herida limpia y sin desgarros. Nuestros montajes están especialmente diseñados a que claven en zonas que no causen heridas mortales a las carpas, nunca se clavaran en las agallas, o en la faringe, siempre en los labios exteriores.

No alargar excesivamente la lucha con el pez.

• Intentaremos que la captura no se prolongue demasiado tiempo. No estamos refiriéndonos a sacar al pez del agua lo antes posible, de manera salvaje. Tenemos que trabajarlo para domar su fuerza, pero sin recrearnos demasiado. Devolveremos el pez al agua en mejor estado físico si la captura se ha realizado en el mínimo tiempo aconsejable. Para ello nuestro material será el adecuado para mantener la lucha con el pez en estas condiciones. Evitaremos hilos muy finos que, para evitar riesgos de rotura, nos obliguen a alargar la lucha, ni carretes ni cañas que no puedan soportar el empuje de las grandes carpas.