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FREDERICK COPLESTON, S. l. Profesor Emérito de Filosofía de la Universidad de Londres HISTORIA DE LA FILOSOFIA Vol. IV DE DESCARTES A LEIBNIZ EDITORIAL ARIEL, S. A. BARCELONA

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FREDERICK COPLESTON, S. l.Profesor Emrito de Filosofade la Universidad deLondresHISTORIA DELA FILOSOFIAVol. IVDE DESCARTES ALEIBNIZEDITORIAL ARIEL, S. A.BARCELONATtulo original:A HISTORY OF PHILOSOPHYVol. IV: Descartes fo LeibnizBurns and Oates Ltd. - The Bellarmine Series :xvTraduccin deJUANCARLOSGARCA-BoRRNEdicin castellana dirigidaporMANUELSACRISTN1.3Y 5.3edicin enColeccin Conviviun1: 1972 y19821.3edicin enColeccin Afiel Filosofa: octubre19842.3edicin:febrero19913.3edicin: abril 1996 Frederick CoplestonDerechos exclusivos deedicin en castellanoreservadosparatodo el mundoypropiedad de latraduccin:1972 Y1996: Editorial Ariel,S. A.Crcega, 270 - 08008 BarcelonaISBN: 84-344-8700-4 (obra con1pleta)84-344-8724-1(volun1en 4)Depsito legal: B. 13.879 - 1996In1preso en EspaaNingunapartedeestapublicacin, incluidoel diseodelacubierta, puedeserreproducida,ahnacenada translnitidaenlnaneraalgunani porningnInedia, yaseaelctrico, qunlico,lnecnico, ptico, de grabacin de fotocopia, sin penniso previo del editor.PROLOGOAl final del volumenanterior deestaHistoriade laFilosofaexpreslaesperanzade abarcar enste todo el perodoque vade Descartes a Kant,ambos inclusive. Peromi esperanza de tratar toda esaparte de la filosofamodernaenunsololibro, nosehacumplido. Mehevistoobligadoa dedi-car tres libros al perodo encuestin, y, por razones de conveniencia, hehe.chounvolumendistintodecadaunodeesoslibros. El primero, deDes-'cartes a Leibniz) trata de los grandes sistemas de filosofa racionalista enel continente en el perodo prekantiano. El volumen siguiente, de H obbesaHume, seocupa del desarrollo de la filosofa britnica a partir de Hob-bes, eincluyelafilosofaescocesadel "sentidocomn". Porfin, enel volu-mende W oIff aKant tratardela Ilustracinfrancesa yde Rousseau, delaIlustracin alemana, delaaparicinde lafilosofadelaHistoria, deVicoaHerder, J, porltimo, del sistemadeKant. Elttulo, deW olffaKant, noes, desdeluego, muyacertado, peropuederecomendarlo, enciertamedida,el hechode queensupoca pre-crticaKant estaba instalado en la tradi-cin wolfiana, mientras que un ttulo como de Voltaire a Kant resultaraexcesivamenteextrao.Lomismoque en.1os volmenes anteriores, he dividido la materia porfilsofosindividuales, enlugar deir siguiendosucesivamenteypor separadoel desarrollodelos distintos problemas filosficos. Adems, he concedidoaalgunos filsofos unaextensinconsiderable. Y, aunquecreoqueladivisinpor filsofos es la ms conveniente para los lectores a los que principal-mente medirijo, el mtodotiene indudablementesus desventajas. Al tenerque enfrentarse con numerosos pensadores diferentes, y con descripcionesmsomenos detalladasdelasideas de stos, el lector seexponea nocap-tarel cuadrocompleto, ensuslneasgenerales. Porotraparte, auncuandoyo creo que la antigua 9ivisin en racionalismo continental y empirismobritnico est justificada (siempre que se aadan ciertas cualificaciones),unaadhesinrgidaaeseesquemapodradar laimpresindeque lafiloso-facontinental ylafilosofabritnicaenlossiglos XVII y XVIII semovierona 10 largo de dos rectas paralelas, desarrollndose cada una de ellas conenteraindependenciadelaotra; ysaseraunaimpresinc,errnea. Descar-tes ejerci una modesta influencia en el pensamiento britnico; Berkeleyestuvoinfluidopor Malebranche; las ideas polticas de Spinozadebenalgo8HISTORIADE LA FILOSOFAa Hobbes; yla filosofa de Locke, autor del siglo XVII, ejerci una graninfluencia enel pensamiento delaIlustracinfrancesadel sigloXVIII.Para remediar en parte los inconvenientes que podan preverse comoresultadodel mtododedivisinadoptado, decid escribir uncaptulointro-ductoriodestinadoapresentaral lector uncuadrogeneral delafilosofadelossiglos XVII yXVIII. Cubre, pues, el perododiscutidoa10largodetresvolmenes, que, comoantes he dicho, empezaronpor ser concebidos comouno solo. Naturalmente, hecolocado tal introduccin al comienzo del pri-mero, ylosotrosdsvolmenesnollevarncaptulointroductorio.Unaintroduccindescriptivadeesetiposuponeinevitablementemuchasrepeticiones. Quierodecir, quelasideasquesediscutenenposteriorescap-tulosconmayor extensinydetallehabrnsidoyams omenos esbozadasenla introduccin. Peroconsidero que las ventajas resultantes de incluirunaintroduccindescriptivageneral compensanampliamentelasdesventajasquelasacompaan.Al trminodecada uno de los volmenesanterioreshe aadidounarevi-sinfinal. Pero en este caso, laprximacubrirel perodocompleto, 10mis-moque10 hace la introduccin;esdecir, que laofrecer despusdelaexpo-sicin de lafilosofadeKant. Enel cursodeesarevisinfinal mepropongodiscutir, nosolamentedesdeunpuntodevistahistrico, sinotambindesdeotromsfilosfico, lanaturaleza, importancia yvalor delosdiversosmodosdefilosofar delossiglos XVII yXVIII. Creoquereservar tal discusinparaluegodehaberhecholaexposicinhistricadel pensamientodedichopero-do es mejor que interrumpir la exposicin misma con reflexiones filosfi-cas generales.Aadir, finalmente, algo acerca delas referencias. Referencias a vol-lnenes, captuloy seccin, son referencias a esta Historia de laFilosofa.En cuantoalasreferenciasalosescritosdelosfilsofosestudiados, hepro-curadopresentarlasdeformaqueseatil alos estudiantes quedeseenbus-car los textos correspondientes. Algunos historiadores y expositores tienenlacostumbredehacercitasporvolumenypginadelaedicincrticareco-nocida (cuando sta existe) de los escritos del filsofo en cuestin; perotengomisdudasencuantoalaprudenciadeesacostumbre, enunvolumencomoel presente. Enlos captulos sobreDescartes, por ejemplo, hecitadopor el volumen y pgina de la edicin Adam-Tannery; pero tambin hehecho referencias al captuloyseccin, oa la parte y seccin, de la obrade quese tratara. Elnmerodepersonasquetienenfcil accesoalaedicinAdam-Tannery esmuy limitado, as como son pocos los que poseen la recien-te yesplndidaedicin crticadeBerkeley. Son, encambio, fcilmenteobte-nibles las ediciones baratas de los escritos ms importantes de los princi-pales filsofos; y, enmi opinin, las referencias debenhacerse teniendoencuentalas conveniencias -delos estudiantes que poseentales ediciones, msbienquelasdelospocosqueposeenotienenaccesoalas edicionescrticasreconocidas.INDICEPRLOGOl. INTRODUCCIN.Continuidady novedad: laprimerafase delafilosofamodernaensurelaci6nconel pensamientomedieval y renacentista. - El racio-nalismocontinental: sunaturaleza, surelaci6nconel escepticismoy el neoestoicismo; sudesarrollo. - El empirismo britnico: sunaturaleza y su desarrollo. - El siglo XVII. - El siglo xvm.-Filosofa poltica. - La aparici6n de la filosofa de lahistoria.-Emmanuel Kant.11. DESCARTES. - IVida y obras. - El objetivo de Descartes. - Su idea del mto-do. - Lateorade las ideas innatas. - La duda met6dica.111. DESCARTES. - 11 .Cogito, ergo sum.- El pensar y el sujeto pensante. - El criteriodelaverdad. - LaexistenciadeDios. - Laacusaci6ndel crculovicioso. - Laexplicaci6ndel error. - Lacertezadelas matemti-cas. - El argumento ontol6gico para probar la existencia deDios.IV. DESCARTES. - 111 .Laexistenciadecuerpos. - Las substancias y sus atributos princi-pales. - Larelaci6nentremente y cuerpo.V. DESCARTES. - IV Las cualidades de los cuerpos. - Descartes y el dogma de latransubstanciaci6n. - Espacio y lugar. - Movimiento. - Duraci6nylugar. - Movimiento. - Duraci'6nytiempo. - El origendel mo-vimiento. - Lasleyesdel movimiento. - Laactividaddivinaenelmundo. - Cuerpos vivientes.VI. DESCARTES. - V .Consciencia y libertaddel hombre. - Lalibertady Dios. - provisional y ciencia moral. - Las pasiones y su control. - Lanaturaleza del bien. - Comentarios a las ideas ticas de Descar-tes. - Observaciones generales sobre Descartes.VII. PASCALVida y espritu de Pascal. - El mtodo seomtrico, su alcance713669011312113514810 HISTORIA DE LA FILOSOFAy suslmites. - El "corazn". - El mtododePascal enlaapolo-gtica. - La miseria y la grandeza del hombre. - El argumentode la apuesta. - Pascual como filsofo.VIII. ELCARTESIANISMO.La extensin del cartesianismo. - Geulincx y el problema de lainteraccin.IX. MALEBRANCHEVida y escritos. - Los sentidos, la imaginaclon, el entendimiento;evitacin del error y consecucin de la. verdad. - Dios como lanicaverdadera causa. - Lalibertadhumana. - Lavisin de lasverdades eternas en Dios. - Conocimiento emprico del alma.-Conocimiento de otras mentes y de la existencia de cuerpos.-Existencia y atributos de Dios. - Malebranche en relacin conSpinoza, Descartes y Berkeley. - La inHuencia de Malebranche.X. SPINOZA. - 1.Vida. - Obras. - El mtodo geomtrico. - LainHuenciade otrasfilosofas en el pensamiento de Spinoza. - Interpretaciones de lafilosofa de Spinoza.XI. SPINOZA. - 11 .La substancia y los atributos. - Modos infinitos. - La produccinde los modos finitos. - Mente y cuerpo. - La eliminacin de lacausalidad final.XII. SPINOZA.- 111Niveles o grados de conocimiento. - Experiencia confusa; ideasuniversales; falsedad. - Conocimiento cientfico. - Conocimientointuitivo.XIII. SPINOZA. - IVLa intencin de Spinoza en su explicacin de las emociones y laconductahumanas. - El conatus; placer y dolor. - Las emocionesderivadas. - Emociones activas y emociones pasivas. - Esclavitudy libertad. - El amor intelectual de Dios. - La "eternidad" dela mente humana. - Una inconsecuencia en la tica de Spinoza.XIV. SPINOZA. - V .Derecho natural. - El fundamento de la sociedad poltica.-Soberana y gobierno. - Relaciones entre estados. - Libertad ytolerancia. - InHuenciadeSpinozay diferentes apreciacionesdesufilosofa.XV. LEIBNIZ. - 1.Vida. - El De arle combinatoria y la idea de armona. - Escri-tos. - Diferentes interpretaciones del pensamientodeLeibniz.XVI. LEIBNIZ. - 11 .La distincin entre verdades de razn y verdades de hecho.-Verdades de razn, o proposiciones necesarias. - Verdades dehecho, o proposiciones contingentes. - El principio de perfec-167172194203218225238249257NDICEcin. - Lasubstancia. - Laidentidadde los indiscernibles. - Laley de continuidad. - El "penlogismo" de Leibniz.XVII. LEIBNIZ.- IIISubstancias simples omnadas. - Entelequias y materia prima.-La extensin. - Cuerpo y substancia corprea. - Espacio y tiem-po. - Laarmonapreestablecida. - Percepciny apetito. - Almay cuerpo. - Ideas innatas.XVIII. LEIBNIZ.- IVEl argumentoontolgico. - El argumentoque infiere la existenciade Dios a partir de las verdades eternas. - El argumento basadoen las verdades de hecho. - El argumento basadoenla armonapreestablecida. - El problemadel mal. - Progresoe historia.ApNDICE.- Breve bibliografaNDICE ONOMSTICO 1NDICE DE MATERIAS11277300313327333CAPTULOPRIMEROINTRODUCCIONContinuidady novedad:laprimerafasedelafilosofamodernaenSllrelacinconel pensamientomedieval y renacentista. - El racionalis-mo continental: su naturaleza} su relacincon el escepticismoyel neo-estoicismoJ. sudesarroUo. - El empirismobritnico: sunaturalezaysudesarroUo.-Elsiglo XVII.-Elsiglo XVlll.-Filosofapolti-ca. - Laaparicinde la filosofa de la historia. - E1nmanuel Kant.1. Suele decirse que la filosofa moderna comenz con Descartes(1596-1650), en Francia, o con Francis Bacon (1561-1626) en Inglate-rra. Quiz no sea inmediatamente evidente que est justificada la apli-cacin del trmino"moderno"alpensamientodelsigloXVII. Peroest claroquesuusoimplica quehayunarupturaentrelafilosofamedievalylapost-medieval, y que cada una deellas poseecaractersticas importantes que laotranoposee. Eindudablementelosfilsofos del sigloXVII estabanconven-cidosdequehabaunatajantedistincinentrelasviejastradiciones filos-ficasyloqueellosmismosestabantratandodehacer. HombrescomoFran-cis Bacony Descartes estabancompletamente persuadidos de que iniciabanalgonuevo.Si durantemuchotiemposeaceptaronentodosu.valorlasopinionesdelos filsofos renacentistas y post-renacentistas, fue as, enpartepor lacon-viccindequeenlaEdadMedianohuborealmentenadaquemerecieseelnombredefilosofa. Lallamadelareflexinfilosficaindependientey crea-dora, que haba ardido tanbrillantemente enla Grecia antigua, se apagprcticamente hasta que fue reanimada en el Renacimiento y aument suesplendor enel siglo XVII.Perocuando por fin empeza prestarse mayor atencin a la filosofamedieval, se vio que aquella opinin era exagerada. yalgunos escritores pusie-ronderelieve la continuidadentreel pensamientomedieval yel post-medie-val. Es suficientemente obvio que pueden encontrarse fenmenos de conti-14 HISTORIA DE LA FILOSOFAnuidad en las esferas poltica y social. Est claroquelosmodelosdesociedadyorganizacin polticadel sigloXVII nollegaron al serdesprovistosde todoantecedentehistrico. Podemosobservar, por ejemplo, laformacingradualde los diversosEstadosnacionales, laemergenciadelasgrandesmonarquasyel desarrollodelaclasemedia. Ni siquieraenel campodelaciencia esla discontinuidadtan grandecomoenotrotiemposesupuso. Investigacionesrecienteshanpuestodemanifiestolaexistenciadeuncierto, aunquelimita-do, inters por la ciencia emprica dentrodelperodo medieval. y enelvolu-menanterior deestaHistoriallamamos laatencinsobrelas implicacionesdelateoradel mpetuspropuestapor algunos fsicos, estudiososdel movi-miento, enel sigloXIV. Deunmodosimilar, es posibleobservar unaciertacontinuidadenlaesfera filosfica. Podemosver cmo la filosofa consiguegradualmenteenlaEdadMediasureconocimientocomounaramadeestu-diodiferenciada. y podemosveraparecer lneasdepensamientoqueantici-panposterioresdesarrollos filosficos. Por ejemplo, el movimientofilosficocaractersticodel sigloXIV, generalmenteconocidopor el nombredemovi-mientonominalista,! preludi, envarios aspectos importantes, el empirismoposterior. Igualmente, lafilosofa especulativa de Nicols de Cusa,2consuanticipacin de algunas tesis de Leibniz, forma un vnculo entre el pensamientomedieval, el renacentistayel delaEdadModernapre-kantiana. Del mismomodo, los historiadores han puesto de manifiesto que pensadores como FrancisBacon, Descartes yLocke, estuvieronsometidos alainfluenciadel pasadoenungradomayor que el reconocido por ellos mismos.Esenfasispuestoenlacontinuidaderaindudablementenecesariocomocorreccinde laaceptacinexcesivamentefcil de las pretensiones de no-vedadexhibidasporlos filsofos del RenacimientoVdel sigloXVII. Expre-saunreconocimientodel hechodequehubounafilosofamedieval, ydelaposicindestacomounaparteintegrantedelafilosofa europeaengene-ral. Al mismotiempo, si ladiscontinuidadpudoser destacada conexceso,tambinpuedeserlolacontinuidad. Si comparamoslos patrones delavidapoltica ysocialenlossiglosXIII yXVII, saltanenseguida alavista obviasdiferencias en la estructura de la sociedad. Del mismo modo, aunque esposible seguir en el perodo medieval la huella de los factores histricosquecontribuyeronal hechodelaReforma, nopor ellodejstade ser encierto sentido una explosin, que hizo pedazos la unidad religiosa de lacristiandad medieval. y aun cuando las semillas de la ciencia posteriorpueden ser descubiertas en el suelo intelectual de la Europa de la EdadMedia, los resultados de las nuevas investigaciones histricas no han sidotales quehagannecesarioalterar substancialmentelaimportanciaconcedidaa la ciencia renacentista. Del mismo modo, cuando ya se ha dicho todocuantopuededecirselegtimamentecomoilustracindelacontinuidadentre1. Vol. 111, caps. III-IX.2. bid., cap. 15.INTRODUCCIN 15lafilosofa medieval yla post-medieval, sigue siendoverdadque entre unay otra hubo considerables diferencias. Por ms que Descartes estuvieseindudablemente influido por nlodos de pensamiento escolsticos, l misnloadvirtique el empleo de trminos tomados de la filosofa escolstica nosignificaba necesariamente que dichos trminos se utilizasen en el misnlosentido en el que los haban utilizado los escolsticos. Y aunque Lockeestuviese influido en su teora del derecho natural por Hooker,3 el cual,asuvez, habasidoinfluidopor el pensamientomedieval, laidealockeanadeleynatural noesprecisamenteladesantoTomsdeAquino.Podemos, desdeluego, convertirnos enesclavos depalabras oetiquetas.Es decir, al dividir la historia en perodos, podemos tender a perder devistalacontinuidad ylastransicionesgraduales, especialmentecuandoaten-demosaacontecimientos histricosmuyalejados enel tiempo. Peroesonoquiere decir que sea completamente incorrecto hablar de perodos hist-ricos, ni quenohayantenidolugar cambios degranimportancia.y si la situacin general de la cultura en el mundo post-renacentistafue distinta, enimportantes aspectos, de la del mundo medieval, 10 lgicoesqueloscambiostuviesensureflejoenel pensamientofilosfico. Al mis-mo tiempo, igual que los cambios en las esferas social y poltica, auncuando parezcan haber sido ms o menos abruptos, presupusieron unasituacinyaexistente a partir de la cual se desarrollaroa, as tambin lasnuevasactitudes, ubjetivosymodos depensamientoenel campodelafilo-sofapresupusieronuna situacinexistente, conlaque estuvieronvincula-dos en un grado u otro. En otras palabras, no estamos ante la sinlplealternativadetener que optar por una de dos cosas enrotundo contraste,la asercin de la discontinuidad o la asercin de la continuidad. Anlboselementos han de ser tenidos encuenta. Haycambio y novedad; pero elcambionoescreacinapartir delanada.La situacin parece ser, pues, la siguiente. El antiguo nfasis en ladiscontinuidadsedebi, engranparte, aquenosereconocieraenlaEdadMedia ninguna filosofa digna de tal nombre. El posterior reconocimientode laexistencia e importancia de la filosofa medieval motiv, en canlbio,que sesubrayase lacontinuidad. Peroahora vemos que 10 que se necesitaesqueseilustrenal mismotiempoloselementosde continuidad ylascarac-tersticas peculiares de los diferentes perodos. Ylo que puede decirse apropsito de nuestraconsideracin de los diferentes perodos puede igual-mente decirse, desde luego, a propsito de los diferentes pensadores. Loshistoriadores sonasediados por latentacinde describir el pensamientodeun perodo simplemente com.ouna etapa preparatoriapara el pensamientodelperodosiguiente, y elsistema deunpensadorsimplementecomounpeldaohaciael sistemadeotropensador. Tal tentacines, ciertamente, inevitable;porqueelhistoriador contemplaunasucesintemporal deacontecinlientos, y3. Ver vol. 111, pgs. 305-307.16 HISTORIA DE LA FILOSOFAnounarealidadeternaeinmutable. Adems, enunsentidoobvio, el pensa-mientomedievalprepar, enefecto, el caminoal pensamientopost-medieval;y haymuchas razones para ver la filosofa de Berkeleycomo un peldaoentrelasfilosofas deLockeydeHume. Pero, si sesucumbeenteramenteaesatentacin, sepierdendevistamuchas cosas. Lafilosofa deBerkeleyesmuchomsqueunasimpleetapaenel desarrollodel empirismo, de Lockea Hume; yel pensamientomedieval posee sus propias caractersticas.Entre las diferencias fciles de discernir entre la filosofa medieval ylapost-medieval hayunamuyllamativaenlaforma deexpresinliteraria.Pordepronto, mientrasquelosmedievales escribanenlatn, enel perodopost-medieval nos encontramos con un uso creciente de los idiomas ver-nculos. Nosera, enverdad, exactodecir que enel perodomodernopre-kantinonosehizousoalgunodel latn. TantoFrancisBaconcomoDescar-tes escribieronenlatnadems de ensus lenguas vernculas, y lo mismghizoHobbes. y Spinozacompuso sus obras en latn. Pero Locke escribien ingls, y en el siglo XVIII encontramos generalizado el empleo de laslenguas vernculas. Humeescribieningls, VoltaireyRousseauenfran-cs, yManuel Kant enalemn. Porotraparte, mientras quelos medievalesfueron extraordinariamente aficionados a escribir comentarios a ciertasobras clsicas, los filsofos post-medievales, tanto si escriban en latncomo si lo hacan en lengua verncula, prefirieron el tratado original, enel que se abandon la forma del comentario. No trato de dar a entenderque los medievales no escribiesensinocomentarios, porque eso seracom-pletamenteinexacto. Noobstante, loscomentariosalasSentenciasdePedroLombardo y a lasobrasdeAristteles yotrosautores fueronrasgoscaracte-rsticosdelacomposicinfilosficamedieval, mientrasquecuandopensamosenlos escritos delos filsofos del sigloXVII pensamos entratados delibrecomposicin, no en comentarios.El usocrecientedelalenguavernculaenlos escritos filosficos acom-pa, por supuesto, al uso creciente de la misma enlos restantes camposliterarios. y podemos asociar esa caracterstica con cambios y desarrollosgenerales, enlos rdenes cultural, polticoysocial. Perotambinpodemosverlacomo un sntoma de la salida de la filosofa de sus antiguos lmitesescolares. Losfilsofosmedievalesfueronensumayor parteprofesoresuni-versitarios, dedicados a la enseanza. Escriban comentarios a los textosclsicos de uso enlas universidades, y escriban enel lenguaje del mundoerudito, acadmico. Por el contrario, los filsofos modernos del perodopre-kantiano estuvieron, en la mayora de los casos, desconectados con lalabor de la enseanza acadmica. Descartesno fuenuncaprofesoruniversita-rio. TampocolofueSpinoza, aunquesterecibiunainvitacinparaensearen Heidelberg. y Leibniz fue un hombre de accin, muy atareado, querehus el profesorado porque estaba orientado a una muy distinta clasedevida. EnInglaterra, Lockedesempepuestosdemedianaimportanciaenel serviciodel Estado; Berkeleyfue obispo; yaunqueHumetratdecon-INTRODUCCIN 17seguir una ctedra universitaria no tuvoxito enel empeo. Encuantoalos filsofos franceses del siglo XVIII} como Voltaire, Diderot y Rousseau,fueronhombres de letras conintereses filosficos. La filosofa enlos siglosXVII yXVIII fueasunto de inters comn entre lasclases educadas y cultas;yes perfectamentenatural queel empleo de lalenguaverncula reemplazaseal uso del latnenescritos destinados a pblico amplio. Como observaHegel, hastaquellegamos aKant noencontramos una filosofa tantcnicay abstrusa que no pueda ya considerarse que pertenezca a la educacingeneral deloshombrescultos. y poraquel tiempoel usodel latnhabayamuerto prcticamente.Enotras palabras, lafilosofa original ycreadora del primer perododela Edad Moderna se desarroll fuera de las universidades. Fue creacinde unas mentes frescas y originales, no de tradicionalistas. y sa es, sinduda, unaraznparaquelosescritos filosficos tomasen .laforma detrata-dos independientes, nodecomentarios. Porquelos escritores seinteresabanpor el desarrollo de sus propias ideas, enlibertad respecto de los grandesnombres del pasado yde las opiniones de los pensadores medievaleso griegos.Por otra parte, decir que en el perodo pre-kantiano de la filosofamoderna la lengua verncula fue reemplazando al latn, que se escribierontratados independientes envez de comentarios yque los filsofos ms des-tacadosdelapocanofueronprofesores universitarios, noayudagrancosaa elucidar las diferencias intrnsecas entre la filosofa medieval y la post-medieval. Yhenl0Sdeintentarunabreveindicacindealgunasdeesasdife-renCIas.Se ha dicho muchasvecesque la modernaesautnoma, productode la sola razn, mientras que la filosofa medieval estuvo subordinada alateologacristianayembarazadapor suservidumbreal dogma. Perodichoas, de esa manera y sincualificar, tal juicioconstituye una sim-plificacin excesiva. Por una parte, en el siglo XIII encontramos a santoToms afirmandolaindependenciadela filosofacomounaramaseparada, yen el siglo XIV vemos que filosofa y teologa tienden a separarse, comoconsecuenciadelacrticanominalistade lametafsicatradicional. Por otraparte, en el siglo XVII encontramos a Descartes tratando de armonizarsus ideas filosficas con las exigencias del dogma catlico,4 y, en el si-glo XVIII} Berkeleyafirma explcitamente que su objetivo final es condu-cir a los hombres hacia las verdades salutferas del evangelio. As la verdad de los hechos no justifica que afirmemos dogmticamente quetodafilosofamodernaestuvolibredetodapresuposicinteolgicaodetodainfluencia rectora por parte de la fe cristiana. lJna afirmaci.n as no se-ra aplicable a Descartes, Pascal, Malebranche, Locke o Berkeley, auncuandovalgaparaSpinoza, Hobbes, Hume, y, desdeluego, paralos pensa-dores materialistas del siglo XVIII en Francia. Al mismo tiempo, es una4. Por ejemplo, su teora de la substancia con el dogma de la transubstanciacin.18 HISTORIA DE LA FILOSOFAverdadindudableque podemos seguir el rastroa unaprogresivaemancipa-cindela filosofa respectode la teologa, desdelos comienzos de la refle-xin filosfica en la antigua Edad Media hasta la Edad Moderna. Yhayuna diferencia evidente entre,por ejemplo, santoToms deAquinoyDescar-tes, aunque este ltimofuese un cristiano creyente. Porque el aquinatensefueante todo ysobretodountelogo, mientrasqueDescartes fueunfilsofoy no untelogo. En realidad, prcticamente todos los filsofos medievalesimportantes,incluidoGuillermo deOckham, fuerontelogos, entanto quelosprincipales filsofos de los siglos XVII y XVIII no 10 fueron. En la EdadMedia, la teologa disfrutaba dela reputacin de ciencia suprema;yencontra-mostelogo.squefuerontambinfilsofos. Enlossiglos XVII yXVIII encon-tramos filsofos, algunos de los cuales eran cristianos creyentes, mientrasqueotrosnoloeran. y aunque suscreenciasreligiosas ejercieronsindudaalguna influencia en los sistemas filosficos de hombres como Descartes oLocke, stos se encontraron fundamentalmente en la misma posicin que filsofo de hoy que, de hecho, sea cristiano, pero que no es untelogoenel sentidoprofesional de la palabra. sa es una de las razonespor las que filsofos como Descartes y Locke nos parecen "modernos" silos comparamos consantoToms oconsanBuenaventura.Puede hacerse, desde luego, una distincin entre el reconocimiento deloshechosylavaloracindelos mismos. Algunos diranque, enla medidaenque lafilosofa se separde la teologay se liber de todo control ex-terno, sehizo10 que deba ser, una rama de estudio puramente autnoma.Otros diran que la posicinasignada a la filosofa en el siglo XIII era lacorrecta, es decir, que entonces se reconocan los derechos de la razn,perotambinlos delarevelacin; ysi el reconocimientodelaverdadreve-lada aseguraba a la filosofa contra elerror, ello eraen beneficiodela filosofamisma. Hay, pues, diferentes maneras devalorar los hechos. Pero, seacualsea nuestra valoracin, me parece indiscutible que la filosofa se emancipgradualmentedela teologa, siemprequeelverbo"emanciparse" seentiendaenunsentidoneutral desdeel puntodevistavalorativo.Suele asociarse el cambio en la posicin de la filosofa respecto de lateologaconundesplazamientodel inters desde los temas teolgicos haciael estudiodel hombre y de la naturaleza, sinreferencias explcitas a Dios.y creoqueaesainterpretacinnolefalta verdad, si bienes tambinposi-blequeseexagere.Es frecuente mencionar en ese contexto el movimiento humanista delRenacimiento. Y, verdaderamente,decirqueelmovimiento humanista, consudifusindelosestudiosliterarios ysusnuevosidealeseducativos, seinteresprimordialmente por el hombre, es proclamaruna verdadobvia,una verdade-ra tautologa. Pero, como se indic en el volumen 111 de esta Historia,5el humanismo italiano no supuso una rupturaabsoluta con el pasado. Los5. Ca:,. 13.INTRODUCCIN 19humanistas denunciaron la barbarie en el estilo latino; pero tambin lohabanhechoJuande Salisburyenel siglo XII y Petrarca enel XIV. Loshumanistas promovieron un revivir literario; pero la Edad Media habadado al mundo uno de los mayores logros literarios de Europa, la Divinaeomediade Dante. Acompaal humanismoitaliano un entusiasmopor latradicinplatnica0, ms bien, neo-platnica; peroel neo-platonismohabaejercidotambinsuinfluenciaenel pensamientomedieval, aunquelos temasneo-platnicos enla filosofa medieval noestuvieran basados en la diversi-daddetextosdequesellegapoder disponer enel sigloxv. El platonismoitaliano, a pesar desu fuertesentimientoenfavordeldesarrolloarmoniosodela personalidad humana y su sentido de la expresin de lo divino en laNaturaleza, nopuededecirsequeconstituyeseunaantitessdirectay radicala la perspectiva propia de la Edad Media. Indudablemente, el humanismodesarroll, intensific, ampli y resalt mucho ms una tendencia de lacultura medieval; y, en ese sentido, supuso un desplazamiento del acento.Peroesonohabra sidosuficientepor s solo parapreparar el fondo de primera fase de la filosofa moderna. ".Uncambiodesdeelcarcterteocntricodelosgrandessistemasmedieva-les a la posicin del centro del inters en la Naturaleza, como un sistemaunificadoydinmico, puedeverse muchoms claramenteenlos escritos defilsofoscomoGiordanoBruno6 Y. Paracelso7queenlosdeplatnicoscomo Ficino y Juan Pico della Mirandola.8Pero aunque las filosofasespeculativas dela naturaleza, de Brunoy pensadores de parecido espritu,expresaronypromovieronlatransicinal pensamientomodernoapartir delmedieval, porloqueserefiereal centrodel inters, faltabaadems otrofac-tor, asaber, el movimientocientficodel Renacimiento.9Nosiempre es fciltrazar unaclaralneadivisoria entrelos filsofos especulativos de la Natu-ralezaylos cientficosnaturalescuandounoseocupaporelperodoencues-tin. Pero noesprobablequenadienieguequedebeasignarsea Brunoalaprimeraclase, y a y Galileo a la segunda. y aunque las filosofasespeculativasdela .Naturalezaformasenpartedel fondosobreel que lafilosofamoderna, lainfluenciadel movimientocientficodel Renacimientofue de granimportancia paradeterminar la direccin del pensamiento filo-sfico del siglo XVII.Enprimer lugar fue lacienciadel Renacimiento, seguida ms tardeporlaobrade Newton, lo que estimul eficazmente la concepcin mecanic.istadel mundo. y es evidenteque esaconcepcinfue unfactor que contribuy ./poderosamenteaque, enel campodela filosofa, secentraselaatencinenla Naturaleza. Para Galileo, Dios es creador y conservador del mundo; elgranhombredecienciaestuvolejos deser unateoounagnstico. Perola6. Cap. 16.7. Cap. 17.8. Cap. 18.9. bid.20HISTORIA DE LA FILOSOFAJNaturalezaens lnismapuedeserconsideradacomounsistemadinmicodecuerpos en movimiento, cuya estructura inteligible puedeser expresadamate-mticamente.'y aunquenoconozcamos las naturalezas ntimas delas fuer-zas10quegobiernanel sistemayqueserevelanenmovimientossusceptiblesde formulacin matemtica, podemos estl1diar la Naturaleza sin ningunaclase dereferenciainmediata aDios. No encontramos ah unarupturaconelpensamientomedieval, enel sentidodeque la existenciay la actividad deDios no sonni negadas ni puestas en duda. Pero s encontramos, cierta-mente, unimportantecambiodeintersydeacento. Mientras que unfil-sofo-telogodel sigloXIII, comosanBuenaventura, estabaprimordialmenteinteresadoenel mundomaterial entantoquepodaconsiderarsecomounasombraoremota revelacindesuoriginal divino, el cientficorenacentista,aun sin negarque laNaturalezatengaun original divino, se interesaprimor-dialmente en la estructura inmanente, cuantitativamente determinable, delmundoydesus procesosdinmicos. Enotraspalabras, nosenfrentamosconel contrasteentrelaperspectivadeunmetafsicoconmentalidadteolgica,quepone el acento enlacausalidadfinal, yla perspectiva de uncientficopara quienla causalidad eficiente, revelada en el movimiento matemtica-mentedeterminable, ocupael puestodelacausalidadfinal.Puededecirsequesi comparamosahombresquefueronprimordialmentetelogos conhombres que fueron primordialmentecientficos, es tan obvioquesusintereses tienenqueser diferentes, quenoesenabsolutonecesariollamarlaatencinsobreladiferencia. Peroesel casoqueenlafilosofadelsigloXVII sedejsentirlainfluenciacombinadadelasfilosofas especulati-vas delaNaturalezayde lacienciarenacentista. EnInglaterra, por ejem-plo, Hobbes elimindelafilosofatodorazonar acercadeloespiritual o loinmaterial. El filsofo seintere"sasimpleyexclusivamentepor los cuerpos,aunqueHobbesincluaentreloscuerpos, enel sentidogeneral del trmino,nosolamenteel cuerpohumano, sinotambinel cuerpopoltico, oEstado.Los metafsicos racionalistas del continente, de Descartes a Leibniz, noeliminaron, enverdad, delafilosofael estudiodelarealidadespiritual. Laafirmacin de' la existe;ncia de la substancia espiritual y de Dios, es parteintegrante del sistema cartesiano, y Leibniz, ensu teora de las mnadas,como veremos ms adelante, prcticamente espiritualiz los cuerpos. Peronohayqueolvidarque, al mismotiempo, Pascal opinqueDescarteshabaempleado a Diossimplemente para poner enmarchaalmundo, poras decir-lo, despusde10 cualnoencontrotropapel paral. Esposiblequelaacu-sacin dePascal fuerainjusta, yammeparecequelo fue. PeronodejadesersignificativoquelafilosofadeDescartespudiesedar unaimpresinquehabra sido muy difcil imaginar que la diese el sistema de un metafsicodel sigloXIII.10. Segn Galileo, en la naturaleza hay "causas primarias", a saber, fuerzas como la gravedad,que producen movimientos especficos y diferenci;dos. Sus naturalezas ntimas son desconocidas, perolos movimientos que producen pueden ser expresados matemticamente.INTRODUCCIN 21Peronosetratsimplemente de unacuestinde direccindel inters.El desarrollode laciencia fsicaestimuldemodobastantenatural laambi-cindequelafilosofase emplease enel descubrimientodenuevasverdadesacercadel mundo. EnInglaterra, Bacondiola mayorimportancia al estudioempricoeinductivodelaNaturaleza, proseguidoconlaintencindeincre-mentarelpoderdel hombre ysucontrol del mediomaterial, unestudioquehabaquellevar adelantesin consideracinalasautoridadesoalosgrandesnombresdel pasado. EnFrancia, unadelas principalesobjeciones deDes-cartesal escolasticismofue questeservasolamenteparaexponer. de ma- sistemtica verdadesyaconocidas, yeraimpotenteparadescubrir nue-vas verdades. EnsuNovumOrganum, Baconllam la atencinhacia losefectos prcticos deciertasinvenciones que, segnl 10expresaba, cambia-ran la faz de las cosas y el estadodel mundo. Bacon tenaconscienciadequelosnuevosdescubrimientosgeogrficos, laaperturadenuevasfuentes deri-queza y, sobre todo, el descubrimiento de lafsica sobre una base experi-mental, eran heraldos de la inauguracindeunanuevaera. Yaunquemuchode 10 que l anticip no se realizara hasta mucho despus de su muerte,observbienel comienzodeunprocesoquehaconducidoa nuestracivili-zacintecnolgica. HombrescomoBaconyDescartesignoraron,_ind.udable-mente, lamedidaenquesumenteestaba influidapor anterioresmodos depensamiento; pero suconsciencia de que pisaban el umbral de. una nuevaeranoestabainjustificada. Yhabaqueponer ala filosofa delideal delaextensindel conocimientohumano, convistasal progresodelacivilizacin. EsverdadquelasideasdeDescartesyLeibnizsobreel mtodoadecuadoaemplear eneseprocesonocoincidanconlas deFrancis Bacon.Peroesonoalterael hechodequetantoDescartescomoLeibnizestuvierontambinprofundamenteimpresionados einfluidos por el triunfal desarrollode la nueva ciencia, y que consideraronla filosofa como un medio paraaumentar nuestroconocinlientodel mundo.Hayotroaspectoimportanteenel que semanifiestalainfluenciaenlafilosofadelosdesarrolloscientficosdel Renacimiento. Enaquellapocanosehizounamuyclaradistincinentrefilosofaycienciafsica. Esta ltimaerallamadafilosofanatural, ofilosofaexperimental. Dehecho, esanomen-claturahasobrevividoenlas universidadesms antiguas, hastael puntodeque enOxford, por ejemplo, encontramos una ctedra de filosofa experi-mental, cuyoocupante nose interesa porla filosofaen elsentidoenquehoyseentiendeel trmino..Noobstante, es evidenteque los verdaderos descu-brimientosastronmicosyfsicos del Renacimientoydeloscomienzos delaEdad Moderna fueron hechos por hombres a los que hoy clasificaramoscomocientficos ynocomo filsofos. Enotras palabras, a nuestra miradaretrospectivaaparecenlafsicaylaastronomaalcanzandosutallaadultaysiguiendosusendadeprogresomsomenosindependientementedelafilo-sofa, apesar del hechodequetantoGalileocomoNewtonfilosofaran (enel sentidomodernodel trmino). Peroenel perododel queestamostratan-22 HISTORIADE LA FILOSOFAdonohuborealmenteunestudioempricode lapsicologaenel sentidodeuna cienciadistintadelasotrascienciasytambindelafilosofa. Era, pues,perfectamente natural que los progresos en astronoma, fsica y qumica,provocasenenlos filsofos la ideade elaborar unacienciadel hombre. Enverdad, elestudioempricodel cuerpohumanoestabayasiendodesarrollado.Basterecordarlosdescubrimientosenanatomayfisiologahechosporhom-brescomoVesalio, autordelaDefabricahumani corporis(1543), yHarvey,que descubrila circulacin de la sangre hacia1615. Pero por 10querespectaalos estudios psicolgicos hemos de dirigirnos a los filsofos.Descartes, por ejemplo, escribiunaobrasobrelas pasiones del alma, ypropusounateoraparaexplicar .1a interaccinentre la menteyel cuerpo.Spinozaescribisobre lacognicin, sobrelas pasiones, ysobre laconcilia-cineptrelaaparenteconscienciadelibertadenel hombrey el determinis-moexigidoporsupropiosistema. Entrelosfilsofos britnicosencontramosun marcado inters por cuestiones psicolgicas. Los principales empiristas,Locke, Berkeley yHume, trataronlosproblemasdel conocimiento; ytendie-rona tratarlos desde unpunto de vista psicolgico ms bien que estricta-mente epistemolgico. Es decir, tendieron acentrar la atencin en la preguntade cmo se originan nuestras ideas, 10 que es obviamente una cuestinpsicolgica. Igualmente, en el empirismoingls, podemos observar el desa-rrollo de la psicologa asociacionista. Adems, en su introduccin al Tra-tado sobre la naturalezahutnana, Hume habla explcitamente de la necesi-daddedesarrollar.lacienciadel hombresobreunabaseemprica. Lafiloso-fa natural, dice Hume, hasidoya establecida sobre unabase experimentalo emprica,perolosfilsofosnohanhechosinoempezaracolocarenel mis-moplanolacienciadel hombre.Ahorabien, uncientficocomoGalileo, queseinteresabapor loscuerposenmovimiento, poda, desdeluego, limitarseal mundomaterial ya cuestio-nes defsicayastronoma. Perolaconcepcindel mundocomounsistemamecnico plante problemas que el filsofo metafsico no poda eludir. Enparticular, dado el hombreesunserdentrodel mundo, surgelacuestindesi caeonoenteramentedentrodel sistema mecnico. Es obvioque haydosposibleslneasgeneralesderespuesta. Unaesqueel filsofodefiendalatesis de que el hombre posee unalmaespiritual, dotada del poder de albedro, yque, envirtuddeesaalmaespiritual ylibre, trasciendeenparteel mundomaterial yel sistema de la causalidadmecnica. La otra es queextiendalaconcepcincientficadel universomaterial demodoque incluyaal hombreensutotalidad. Los procesos psquicos seinterpetarn entoncesprobablemente como epifenmenos de procesos fsicos, o, ms crudamente,comosiendoellosmismosmateriales, yel librealbedrosernegado.Descartesestabaconvencidodelaverdaddelaprimeralneaderespues-ta, aunque l hablase de la"mente" ms bien que del "alma". El mundomaterial puede ser descritoentrminos demateria, identificada conlaexten-singeomtricay el movimiento. Ytodoslos cuerpos, incluidos loscuerposINTRODUCCIN 23vivientes, sonenalgnsentidomquinas. Peroel hombrecomountodonopuede reducirse simplementea unmiembro ms de ese sistema mecnico;porque posee una mente espiritual que trasciende el mundo material y lasleyesdeterminantes delacausalidadeficientequegobiernanesemundo. Enel umbralmismodela EdadModerna encontramos, pues, al llamado"padredelafilosofamoderna" afirmandolaexistenciadelarealidadespiritual engeneral y'delamenteespiritual del hombreenparticular. y esaafirmacin'no era meramente una reliquiadeunatradicinantigua; eraunaparteinte-grante del sistema de Descartes y representaba una parte de la respuestadesteal desafopresentadopor lanueva perspectivacientfica.Porotraparte, lainterpretacincartesianadel hombresuscitabaunpro-blemaparticular. Porquesi el hombreconstadedos substancias claramentedistinguibles, sunaturalezadejadeposeer unidady sehacemuydifcil darcuentadeloshechosevidentesdeinteraccinpsico-fsica. El propio Descar-tesafirmquelamentepuedeactuar sobreel cuerpoydehechoacta; perosu teora de la interaccinhasidoconsiderada comounodelos menossatisfactorios de su sistema. y cartesianos como Geulincx, a los que suelellamarse "ocasionalistas", se negarona admitir que las substancias de dostipos heterogneospudiesen actuarla una sobre la otra. Cuandoparecehaberinteraccin, loque realmente ocurrees que, con ocasinde uneventops-quico, Dios causael eventofsico correspondiente, oa la inversa. Los oca-sionalistas recurrieron, pues, a laactividaddivinaparaexplicar los hechosdeinteraccinquesepresentana .laexperiencia. Pero, si lamentenopuedeactuar sobre el cuerpo, noes inmediatamenteevidente cmo puedehacerloDios. y en elsistema deSpinoza el problema dela interaccinfueeliminado,porque mente y cuerpo se consideraroncomo dos aspectos de una mismarealidad. Por otra parte, en la filosofa de Leibniz reaparece el problemaenunaforma algodiferente. Yanosetratade lacuestinde .cmopuedehaber interaccin entre dos substancias heterogneas, sino de de cmopuedehaber interaccinentredos mnadascualesquieranumricamentedis-tintas e independientes, es decir, en estecaso, entre la mnada dominanteque constituyela mente humana y las mnadas que constituyenel cuerpo.'"y larespuestadeLeibnizfue similar a la de los ocasionalistas, aunqueiroexactamentelamisma. Dios crelas mnadas demodoque sus actividadesestuviesensincronizadas deunamaneraanlogaaaquellaenquesecorres-ponderanlosmovimientos delasagujas dedos relojes perfectamentecons-truidos, aunque unode los relojes noacta sobreel otro.Los ocasionalistas partieron, desde luego, de la idea cartesiana de lassubstancias espiritual ymaterial, idea que estpresupuesta en su propia ypeculiar teora. Perohubootrosfilsofosqueintentaronextenderal hombre,como un todo, la nueva concepcin cientfica del mundo. En Inglaterra,Hobbesapliclasideasfundamentales delamecnicadeGalileoatodarea-lidad, es decir, a toda realidad que pueda ser considerada con sentido enfilosofa. Para Hobbes,substancia era igualasubstancia material, y el filsofo24 HISTORIADE LA FILOSOFAnopodraconsiderarotratar ningunaotraclasederealidad. Enconsecuen-cia. el filsofo tiene que considerar al hombre como puramente material y'som-e,tidoalasmismasleyesquelosdemscuerpos. Lalibertadquedaelimi-nadaylaconscienciaesinterpretadacomomovimiento, reducibleacambiosenelsistemanervioso.Enel continente, muchosfilsofos del sigloXVIII adoptaronunmateria-lismo de similar crudeza. Por ejemplo, La Mettrie, autor de El hombremquina(1748), presental hombrecomounacomplicadamquinamaterial,y la teoradel almaespiritualcomounafbula. Alproponertal opininpro-clama Descartes suantecesor directo. Descartes haba empezado por darunainterpretacinmecanicistadel mundo, perolahabaabandonadoenunciertopunto. l, LaMettrie, sededicabaacompletar 10quehabaquedadoincompleto, mostrandoquelosprocesospsquicosdel hombre, nomenosquesusprocesosfsicos, podanexplicarseentrminos deunahiptesismecani-cistay materialista.Eldesafodelanuevacienciarepresent, pues, unproblemaapropsitodel hombre. Esverdadqueeseproblemaeraenciertosentidounproblemaantgeuo; yenla filosofagriegapodemosencontrar solucionesanlogasalasdivergentes soluciones ofrecidas por Descartes y Hobbes en el siglo XVII.Bastepensar enPlatn, por unaparte, yenDemcrito, por la otra. Peroaunque el era tambinunproblemanuevo, enel sen-tidode-que eldesarrollodelacienciagalileanaynewtonianalopusoaunanueva luz y resalt suimportncia. Al final del perodo cubierto por estevolumen ylosdossiguientes, encontramosaKantesforzndoseencombinarlaaceptacindelaciencianewtonianaconlacreenciaenlalibertadmoraldel hombre. Sera, enverdad, muydesorientador decir queKant reformulla posicindeDescartes; perosi trazamos unalneadivisoriageneral entrelos que extendieron la perspectiva mecanicista demodoque incluyeseal hom-brecomototalidad, ylosqueno10hicieron, tenemos quecolocaraDescar-tesya Kantaunmismo ladodeesalnea.Al considerarseel desplazamientodel inters desdelos temas teolgicosa un estudio de la n3;turaleza ydel hombresinreferenciaexplcitaaDios, nodebe olvidarse el punto siguiente. Cuando, en el siglo XVIII, Hume habldeuna ciencia delhombre, considerincluidalafilosofamoralotica. y enlafilosofabritnicaengeneral, duranteel perodoqueseextiendeentreelRenacimientoylosfinales del sigloXVIII, podemosobservaresefuerteinte-rs por la tica que ha continuado siendo una de las caractersticas msnotables del pensamientobritnico. Adems, es engeneral verdad, aunquehayaexcepciones, quelosmoralistasinglesesdedichoperodoseesforzaronen desarrollar una teo_ra tica sin presupuestos "teolgicos. No partieron, comolo hicierasanto enel sigloXIII,ll de la idea de ley divinaeterna, paradescender"luegoa laideadeley moral natural, consideradacomounaexpre-11. Para la teora moral de santo Toms, ver vol. 2, cap. 39.INTRODUCCIN 2Ssindelaprimera. Envezdeeso, tiendenatratar laticasinreferenciaalametafsica. -As, lafilosofamoralbritnicadel sigloXVIII sirveparailus-trar latendenciadel pensamientofilosficopost-medieval a seguir sucami-noconindependenciarespectodelateologa.Anlogasobservacionespuedenhacerseacercadelafilosofapoltica. Es.verdadqueHobbes, enel sigloXVII, escribiconciertaextensinsobrema-terias eclesisticas; peroesonosignifica que suteorapoltica dependa depresupuestos teolgicos. Para Hume, en el siglo XVIII, la filosofa polticaes parte de la ciencia delhombrey, asusojos, notieneconexinalgunaconlateologa, ni con lametafsicaengeneral. y lateorapolticadeRousseau,enel mismosiglo, fuetambinloquepuedellamarseunateorasecularista.LaperspectivadehombrescomoHobbes, HumeyRousseaufue muydife-rentede la desantoTomsdeAquino,12yanmsdeladesanAgustn.13Podemos, ciertamente, -ver anticipada dicha perspectiva en los escritos deMarsilio de Padua,14 en la primera mitad del siglo XIV. Pero Marsiliode Paduanofue el filsofo polticotpicodela EdadMedia.Enestaseccinhesubrayado lainfluenciadelacienciafsica enlafilo-sofadelossiglos XVII yXVIII. EnlaEdadMedia, lateologafueconside-radacomolacienciasuprema, peroenel perodopost-medieval las cienciasdelanaturalezaempezaronaocupar el centrodelaescena. Ahorabien, enlossiglos XVIIyXVIII estamosanenunperodoenel queel filsofocon-fa, 10 mismoqueel hombre de ciencia,enpoderaadiralgoanuestrocono-cimientodel mundo. Esverdadqueesaafirmacinhadecualificarsemuchosi tenemos encuenta el escepticismo de David Hume. Pero, hablando engeneral, el talante delapoca es deconfianzaoptimista enel poder de lamentefilosfica. y esaconfianzaestestimuladae intensificadaporel triun-fal desarrollodelacienciafsica. stanohabaandominadola escenadeunmodotancompleto queprodujese enmuchasmenteslasospecha, einclu-solaconviccin, dequelafilosofanopuedeaadir nadaa nuestroconoci-mientofcticode larealidad. 0,paradecirlodeotromodo, sibienlafiloso-fahadejadodeserlasiervade.lateologa, annosehaconvertidoenlaasistenta dela ciencia. Recibe desta unestmulo, peroafirmasuautonomaeindependencia. El quelosresultadosanimenonoaaceptar suspretensio-nes,esotra cuestin. Entodocaso, noesunacuestinquepuedaserprove-chosamente discutidaenunaintroduccinalahistoria de la filosofa enelperododeque estamos tratando.2. Escostumbredividir lafilosofa modernapre-kantianaendos prin-cipalescorrientes, laprimeradelascuales comprendelos sistemas raciona-listas del continente, desde Descartes a Leibniz y su discpulo ChristianWolff, mientrasquelaotracomprendeel empirismobritnico, hastaHume,inclusive. Aqu' hemosadoptadoesadivisin. y en estaseccinmepropongo12. Ver vol. cap. 40. Ibid., cap. 8.14 Vol. 3, ca.'P. 11.26 HISTORIA DE LA FILOSOFAhacer algunas observaciones introductorias acerca del racionalismo conti-nental.Enel sentidoms ampliodel trmino, unfilsofo racionalista seraunoque confa en el usodesurazn ynorecurreaintuicionesmsticasni asen-timientos. Peroese amplio sentido del trmino es enteramente insuficienteparadistinguirlosgrandessistemascontinentales delossiglos XVII y XVIIIdel empirismobritnico. TantoLockecomoBerkeleyoHumemantendranqueellosseapoyabanenlaraznparasusreflexiones filosficas. Porlode-ms, si el trminoseentendieraenesesentidoamplio, noservira tampocoparadistinguir lametafsicadelos siglos XVII yXVIII delametafsicame-dieval. AlgunoscrticospuedenacusarasantoTomsdeAquino, por ejem-plo, de excesodeoptimismo, enel sentidodeque, enopinindelos mismoscrticos, encontrrazones inadecuadas paraaceptar conclusiones enlas queyacrea sobre bases noracionales, yquedeseaba defender. Peroel propiosantoToms estabaciertamenteconvencidode que sufilosofa era unpro-ducto de la reflexin racional. y si fuera vlida esa acusacin contra l,igualmentepodraaplicarseaDescartes.Enel uso comn, hoy se entiende generalmente por "racionalista" unpensador queniegalosobrenatural ylaideaderevelacindivinademiste-rios. Pero, enteramenteapartedel hechode queeseusodel trminopresu-ponequenohayningunapruebaracional dlaexistenciadelosobrenatural,ni motivoracional algunopara creer que hay una revelacin divina en elsentido teolgico, el repetidouso no nosproporcionara unacaractersticadis-tintivaquepermitieracontrastar la filosofacontinental pre-kantianaconelempirismobritnico. El trmino"racionalista", enesaacepcin, convendra,por ejemplo, aciertonnlerodefilsofos franceses del sigloXVIII, peronoconvendraa Descartes. Porque no hay razn alguna paranegar legtima-mente, ni siquieraparadudar delasinceridaddesteal elaborar demostra-cionesdelaexistenciadeDiosoal aceptar lafecatlica. Si queremos utili-zar el trmino "racionalismo" para distinguir del em.pirismo britnico losprincipalessistemascontinentales delos siglos XVII y XVIII) tendremos queasignarle otrosignificado. y quizs el modoms fcil de hacerlosea referirseal problemadel origendel conocimiento.FilsofoscomoDescartesy Leibnizaceptaronla ideadeverdades inna-taso a priori. Nopensaban, desdeluego, queunniorecinnacidopercibaverdadesdesdeelmomentoenquellegaal mundo. Loquepensabaneraqueciertas verdades eran virtualmente innatas, en el sentidodequela experienciano proporciona msque laocasin para quelamente,porsupropialuz, per-cibalaverdad. Esasverdadesnosongeneralizacionesinductivasapartir dela experienciay noestnnecesitadas de confirmacinemprica. Es posibleque yopercibalaverdaddeunprincipioevidentepor s mismoconocasindelaexperiencia, y sloconocasindelaexperiencia; perolaverdaddelprincipionodependedelaexperiencia. Sevequeesverdaderoens -mismo,su verdad es lgicamente anterior a laexperiencia, auncuando, desdeel pun-INTRODUCCIN 27to de vista psicolgico, solamente podamos llegar a la percepClon explcitade dicha verdadcon ocasindelaexperiencia. SegnLeibniz, talesverdadesestn prefiguradas, en algn sentido indeterminado, en la estructura de lamente,aun cuando nosean conocidasexplcitamentedesdeel primermomen-tode la consciencia. Es decir, que aunque no sean actualmente innatas, losonvirtualmente. lacreencia enprincipios evidentes por s mismos no es suficientedesuyoparacaracterizara losmetafsicoscontinentalesdelos siglos XVII yXVIII.Tambin losmetafsicosmedievales haban credoenprincipioseviden-tes por s mismos, aunque Toms de Aquino no viera razn alguna parallamarlos innatos. El puntoquecaracterizaa Descartes, Spinozay Leibnizes ms biensuideal .dededucir a partir de tales principios un sistema deverdades quenos proporcionaraninformacinacerca dela realidad, acercadel mundo. Hedicho"suideal" porquenopodemos suponer, por supuesto,quesusfilosofasconstituyandehechopurasdeduccionesapartir deprinci-pios evidentes por smismos. De habersidoas, sera extremadamenteextra-oquesusfilosofas fueranmutuamenteincompatibles. Perosuideal eraelideal de un sistema deductivode verdades, anlogoaunsistemamatemtico,peroal mismo tiempo capaz de aumentar nuestra informacin factual. Laobra capital deSpinozasetitulaEthicamoregeometricodemonstrata(ticademostradademodogeomtrico), yseproponeexponerlaverdadacercadelarealidadydel hombredeunamanera cuasi-matemtica, comenzando pordefiniciones y axiomas, y procediendo, mediante la demostracin ordenadadesucesivas proposiciones, alaconstruccinde unsistemadeconclusiones,cuyaverdadesconocidaconcerteza. Leibnizconcibilaideadeunlenguajesimblicouniversal ydeunclculoomtodolgicouniversal, por mediodelcual podramos nosolamentesistematizar todoel saber existente, sinotam-bin deducir verdades hasta entonces desconocidas. Y, si se dice que losprincipios fundamentales son virtualmente innatos, el sistema completo deverdades deducibles puede ser consideradocomoel autodesplieguedelara-znmisma.Esobvioquelosfilsofosracionalistasfueroninfluidosporel modelodelrazonamientomatemtico. Esdecir, lasmatemticasproporcionanunmode-lodeclaridad, certezaydeduccinordenada. El elementopersonal, los fac-toressubjetivoscomolos sentimientos soneliminados, yseedificauncuer-po de proposiciones cuya verdad est asegurada. No podra la filosofaalcanzar unaobjetividadycertezaparecidas, si se. empleaseunmtodoade-cuado, anlogoal delasmatemticas?El empleodel mtodocorrectopodrahacer de la filosofa metafsica, e incluso de la tica, ciencias en el plenosentidode la palabra, envez de uncampo de disputas verbales, ideas sinclarificar, razonamientos defectuosos yconclusiones mutuamente incompati-bles. El elementopersonal podrasereliminadoylafilosofa tendralasca-ractersticas de verdad universal, necesaria e impersonal, que poseen las28 HISTORIADE LA FILOSOFA puras. Consideracionesdeesetipopesaronmucho, comoveremos ms adelante, enDescartes.Hoysueledecirsequelamatemticapura, comotal, nonos proporcionainformacinfactual del mundo. Para valernosdeunejemplosencillo,si definimosel tringulodeunaciertamanera, poseernecesariamentecier-taspropiedades, perodeah nopodemosdeducir laconclusindequeexis-tantringulos que poseanesas propiedades. Todo 10 que podemos deduciresque, si existeuntringuloque satisfaga aquella definicin, poseeresaspropiedades. y unafcil crticaquepuedehacerse.alosracionalistasesqueellos noentendieronladiferenciaentrelasproposiciones matemticas ylasexistenciales. Tal crtica no es, sin embargo, enteramente justa. Porque,como veremos ms adelante, Descartes quiso fundar su sistema en unaproposicin existencial y no en10 que algunos escritores llaman una "tautolo-ga". Al mismotiempo, es difcil negar que hubo, departedelos raciona-listas, una tendencia a asimilar la filosofa, incluida la fsica o filosofanatural, a la matemticapura, ylarelacin causalaimplicacinlgica. Peropuededecirse que el telnde fondo delaciencia renacentista les animapensardeesemodo. Yahoraquieroilustraresepunto.Quela naturaleza es, por as decirlo, de estructura matemtica, fue eldogma de Galileo. Como fsico, ste trat de expresar los fundamentosdelafsicaylas regularidades observables delanaturalezaentrminos deproposiciones matemticas, en la medida en que eso fuera posible. Comofilsofo, del xitodel mtodomatemticoenlafsica saclaconclusindeque las matemticas son la clavede la estructura delarealid3:d.15EnJI Sag-giatore,16Galileodeclarquelafilosofa estescritaporDiosenel librodeluniverso, aunquenopodemosleerese libroamenosqueentendamossulen-guaje, queesel delasmatemticas. Entonces, si, comomantenaGalileo, laestructuradelanaturalezaesdecarctermatemtico, demodoquehayunaconformidad entre la naturaleza y las matemticas, resulta fcil entendercmounos filsofos dominadospor el ideal del mtodomatemticollegaronapensar quelaaplicacindesteal campo delafilosofa podrallevar aldescubrimientodeverdades antes desconocidasacercadelarealidad.Peroparaapreciarlasignificacindelabsquedacartesianadelacerte-za, ydequelas matemticas fueranpropuestas comomodeloparael razo-namiento, debe recordarse la renovacin del escepticismo, que fue uno delosaspectosdel pensamientorenacentista. Cuandosepiensaenel escepticis-mofrancsdelaltimapartedel sigloXVI, el nombrequeacudeenprimerlugaresel deMontaigne(1533-92). Yesoesperfectamentenatural, dadasueminenteposicinenel campodelaliteraturafrancesa. Comoindicamosennuestro volumen anterior,17 Montaigne resucit los antiguos argumentos15. As 10 expusimos en el vol. 111, pg. 273.16. 6.17. Pgs. 221223.INTRODUCCIN 29en favor delescepticismo; larelatividad y el carcter indigno deconfianzadelapercepcinsensible, ladependencia enque lamente est respecto de laexperienciasensible, ysuconsiguienteincapacidadpara lograrlaverdadab-soluta, y nuestraineptitudpararesolver los problemas que resultan de laspretensiones opuestasde los sentidos yla razn. El hombreno tieneel poderdeconstruirunsistemametafsicoseguro; yel hechodequelosmetafsicoshayan llegado a conclusiones diferentes e incompatibles da testimonio deaquella incapacidad. Es absurdo exaltar la potencia de la mente humana,comohacanlos humanistas: esmejorconfesarnuestraignoranciayladebi-lidadde'nuestracapacidadmental.Ese escepticismo relativoa la posibilidaddealcanzar laverdad metaf-sicayteolgicamedianteel usodelaraznfueeventualmenteaceptadoporun sacerdote, Charron (1541-1603). Al mismo tiempo, ste insisti en laobligacin del hombre a humillarse a s mismo ante la revelacin divina,que tiene queser aceptada por fe. En"elcampode lafilosofamoral, Charronaceptunaticadeinspiracinestoica. Enel volumenanterior18 nos refe-rimos a Justo Lipsio (1547-1606), uno de los restauradores del estoicismoduranteel Renacimiento. OtrofueGuillermoDuVair (1556-1621), quetra-tdearmonizar laticaestoicaconlafecristiana. Es' comprensibleque enuntiempoen que el escepticismo metafsicotena gran influencia, el idealestoico delhombre moralmente independienteatrajese aalgunosespritus.Peroel escepticismonoseredujoalaeleganteversinliteraria presen-tada porMontaigne, ni alfidesmodeCharron. Estuvotambinrepresentadoporun grupodelibrepensadoresquenoencontrabangrandificultadenmos-trar las inconsecuencias de la combinacin charroniana de escepticismo yfidesmo. Dicha combinacin se haba dado ya en el siglo XIV; Yalgunasgentes de mentalidad religiosa se sentan indudablemente atradas por ella.Peronoeraunaposicinsatisfactoriadesdeel puntodevistaracional. Ade-ms, aquellos librepensadores, o"libertinos", interpretabanel trmino"na-turaleza", quedesempeaunpapel tanimportanteenlaticaestoica, enunsentidomuydiferentedeaquel enqueloentendiCharron. Enrealidad, eltrminoesambiguo, comopuedeversesi seconsideranlos diferentes senti-dosenque10tomaronlosgriegos.El renacerdel escepticismo,que se extiendedesdeelpirronismodeMon-taigneyel fidesmodeCharronal escepticismocombinadoconcinismomo-ral, tiene mucho que ver con elintento cartesianodecolocar lafilosofasobreunfundamentoseguro. Paraenfrentarseconel desafoescptico, Descartesmirlasmatemticascomomodeloderazonamientoclaroyseguro, ydesedaralametafsica unaclaridad ycertezasimilares. El trmino"metafsica"tieneaqu queentenderse comoincluyendolateologafilosfica, adiferenciadeladogmtica. EnopinindeDescartes, lasdemostraciones delaexisten-ciadeDiosquel mismopresenteranabsolutamentevlidas. Y, enconse-18. Pg. 221.30 HISTORIA DE LA FILOSOFAcuencia, crey haberpresentadoas unfundamentofirmealacreenciaenlasverdadesreveladasporDios. Esdecir, Descartescreyhaber mostradocon-cluyentementequeexiste unDioscapazderevelarverdadesalahumanidad.Encuantoa la tica, Descartes estuvo tambin influido por el renacer delestoicismo, yaunquel nodesarrollunaticasistemtica, notuvoinconve-niente en incorporar a su filosofa aquellos principios estoicos que recono-ciesecomoverdaderos yvaliosos. Tambinenla filosofa moral de Spinozapodemosverunclaromatizdeestoicismo. Enrealidad, enalgunos aspectosimportantesel estoicismoseadaptabamuchomejoralafilosofade Spinozaque a la de Descartes. Porque Spinoza, como los estoicos, era monista ydeterminista, mientras queDescartesnofue ningunadelas doscosas.Hablar delasdiferenciasentreDescartesy Spinozanos llevaaconside-rar brevemente el desarrollodel racionalismocontinental. Extendersemuchoapropsitodedfchotemaserainadecuadoenuncaptulode introduccin,pero algunaspalabrassobrelamateriapuedenservir paradaral lectoralgu-na ideapreliminar, aunquenecesariamenteinadecuada, del esquemadedesa-rrolloque expondremos ms extensamente en captulos dedicados a losdistintos filsofos.Yahemos vistoque Descartes afirmabala existenciade dos tipos dife-rentesdesubstancia, laespiritualylamaterial. Enesesentidodelapalabra,puedellamrseledualista. Peronofue dualista enel sentidode que postu-lasedosprincipiosontolgicosltimoseindependientes. Hayunapluralidaddementesfinitas yunapluralidaddecuerpos. Perotantolas mentes finitascomolos cuerpos dependende Dios comocreador yconservador. Dios es,poras decirlo, el vnculoentrelaesferadelas substancias espirituales fini-tasylaesferacorprea. Envarios aspectos importantes lafilosofa deDes-cartes difieremuchodelos sistemas de los metafsicos del siglo XIII; perosi atendemosmeramenteala afirmacindequefueuntestay unpluralistaquereconoca unadiferenciaesencial entre las substancias material yespi-ritual, podemos decir que mantuvo la tradicin de la metafsica nledieval.Limitarsea decir tal cosasera, desdeluego, dar una ideamuyinadecuadadel cartesianismo. Porejemplo, notendraencuentaladiversidaddeinspi-racinyfinalidad. Peronopor ellodebeperdersedevistael hechodequeel primer importantefilsofo delaEdad Modernaconservunapartecon-siderabledel esquenlageneral delarealidadpropiodela EdadMedia.Al pasar a Spinoza, por el contrario, encontramos un sistema monistaen el que el dualismo y pluralismo cartesianos quedan descartados. Sola-mente hayuna substancia, lasubstanciadivina, que posee, una infinidaddeatributos, dosdeloscuales, el pensamientoy la extensin, nos sonconoci-dos. Las mentes sonmodificaciones dela substancia nica bajoel atributodel pensamiento, mientras que los cuerpos sonmodificaciones de la mismasubstancianicabajoel atributodelaextensin. El problemacartesianodelainteraccinentrelamentefinitayel cuerpofinitodel hombredesaparece,INTRODUCCIN 31porquementeycuerponosondos substancias, sinomodificaciones paralelasdeunasolasubstancia.Aunque el sistema monista de Spinoza se oponga al sistema pluralistade Descartes, nodejadehaberentreellosobviasconexiones. Descartesdefi-nilasubstanciacomounacosaexistentequenorequieredeotraparaexis-tir. Pero, como l mismo reconoce explcitamente, tal definicin solamentepuede aplicarse de manera estricta aDios, demodoquesloesposiblellamarsubstancias a las criaturas en un sentido secundario y analgico. Spinoza,por su parte, adoptando una definicin similar de substancia, saca la con-clusindequesolamentehayuna, Dios, yque las criaturas no pueden sersinomodificacionesdelasubstanciadivina. Enesesentido, susistemaesundesarrollode lafilosofa cartesiana. Al mismotiempo, a pesar de las cone-xiones entrecartesianismoyspinozismo, la inspiraciny atmsfera de unoy otrosistemassonmuydiferentes. Tal vezel segundopuedaconsiderarse,enparte, comoel resultadodeunaaplicacinespeculativadelanuevapers-pectivacientficaal conjuntodelarealidad; peroesttambinempapadodeuncoloridoyunainspiracincuasi-msticaypantesta,. quesemanifiestanatravs del enjaezado formal y geomtrico, y que no se e.ncuentran en elcartesianismo.Leibniz, consuideal de deduccinlgica de verdades sobre la realidadanteriormente desconocidas, poda haber adoptado una hiptesis monsticasemejante, que sindudatuvoencuenta. Pero, dehecho, propuso una filo-sofapluralista. Larealidadconstadeunainfinidaddemnadas, osubstan-ciasactivas, yDioseslamnadasuprema. As pues, porloquehaceal plu-ralismo, sufilosofaesmsafnaladeDescartesquea lade Spinoza. Porotra parte, Leibniz nocrea que hubiese dos tipos radicalmente diferentesde substancias. Cada mnadaes uncentro, dinmico e inmaterial, de acti-vidad;yningunamnada puedeser identificadaconlaextensingeomtrica.Peroesonosignificaquelarealidadconsistaenuncaos anrquicode m-nadas. El mundoes unaarmonadinmica, queexpresalainteligenciaylavoluntad divinas. En el caso del hombre, por ejemplo, hay una unidaddinmi-ca yoperativaentrelasmnadasdequeestcompuesto. Ylomismoocurreenel universo. Hayunaarmona universal de mnadas que colaboran, poras decirlo, al logrodeunfincomn. YDiosesel principiodeesaarmona.Las mnadas estn taninterconectadas que, aunque una de ellas no actedirectamente sobre otra, cualquiercambioen cualquier mnadaesreflejadoatodo lo largo y ancho del sistema, en la armona preestablecida por Dios.Cadamnadareflejael universoentero: el macrocosmos sureflejoenel microcosmos. Enconsecuencia, unamenteinfinitapodra, por as decirlo,descifrarel universoenteroleyendoenunasoladesus mnadas.As pues,si deseamosverel desarrollodel racionalismocontinental comoundesarrollodel cartesianismo, tal vezpodamosdecir que Spinozadesarro-llel cartesianismocontempltidolodesde unpuntodevistaesttico, mien-tras queLeibniz lo desarrolldesdeun puntodevistadinmico. EnSpinoza,32 HISTORIA DE LA FILOSOFAlas dos especies de substancias de D.escartes se convierten en otras tantasmodificaciones deunasolasubstancia, consideradabajodos desus infinitosatributos. EnLeibniz, seconservael pluralismocartesiano, perocadasubs-tanciaomnadaes interpretadacomouncentroinmaterial deactividad, ylaideacartesianadesubstanciamaterial, identificableconlaextensingeo-mtrica, yalaqueseaadeel movimiento, comosi dijramos, desdefuera,es eliminada. Obienpodemos expresar esedesarrollodeotra manera. Spi-noza resuelve el dualismo cartesiano postulando un monismo substancial uontolgico, enel quelacartesianapluralidaddesubstancias seconvierteenmodificaciones o"accidentes" de una nica substanciadivina. Leibniz, porel contrario, eliminael dualismocartesiano, afirmandounmonismo de tipocompletamente diferente del de Spinoza. Todas las mnadas o substanciassonen s inmateriales. Tenemos as unmonismo, enel sentido de que nohay ms que una clase de substancias. Pero, al mismo tiempo, Leibnizconservael pluralismocartesiano, por cuantoexiste una pluralidadde m-nadas. Launidaddinmicadestassedebe, noaqueseanmodificacionesoaccidentes de una sola substancia divina, sinoa la armona preestablecidapor Dios.Anhayotromododeexpresaresedesarrollo. Enlafilosofacartesianahayun tajante dualismoen el sentidodeque lasleyesdelamecnicaydelacausalidadeficiente se imponen en el mundo material, mientras que en elnlundoespiritual haylibertadyteologa. Spinoza eliminaesedualismome-diante su hiptesis monista, al asimilar las conexiones causalesentre lascosasaimplicacioneslgicas. Lomismoqueenunsistemamatemticolasconclu-siones sederivandelas premisas, as, enel universonatural, las modifica-ciones, o10quellamamos cosas, juntoconsus cambios, derivandel nicoprincipio ontolgico, la substancia divina. Leibniz, por su parte, trata decombinarla causalidadmecnicaconlateleologa. Cadamnadasedespliegaydesarrollasegnunainternaleydecambio, peroel sistemadecambiosensuconjuntoesdirigido, envirtuddelaarmonapreestablecida, hacialacon-secucin de un fin. Descartes excluy de la fsica o filosofa natural laconsideracindelascausasfinales; pero, paraLeibniz, noesnecesariooptarentrelacausalidad mecnica ylafinal. Una y otrasonrealmentedosaspec-tosdeunmismoproceso.Lainfluenciadela filosofa medieval enlos sistemas racionalistas de lapocapre-kantianaes obvia. Por ejemplo, los tres filsofosutilizanlacategora de substancia. Al mismotiempo, la idea de substanciaexperimenta cambios igualmente obvios. En el caso de Descartes, la subs-tancia material es identificada con .laextensingeomtrica, una teora quees extraaal pensamientomedieval, mientras queLeibniztrata de dar unainterpretacinesencialmente dinmica al concepto de substancia. Igualmen-te, aunquelaideadeDiosconstituyeparteintegrantedelos sistemasdelostres pensadores, podemos ver, entodo caso, enlas filosofas de Spinoza yLeibniz, unatendenciaaeliminar laideadecreacinpersonal yvoluntaria.INTRODUCCIN 33As es, evidentemente, enel casodeSpinoza. Lasubstanciadivinaseexpre-sademodonecesarioensusmodificaciones, no, por supuesto, por unanece-sidadimpuestadesdefuera (10queesimposible, dadoquenohayotrasubs-tancia), sinoporunanecesidadinterna. Enconsecuencia, lalibertadhumanahadeser abandonada, juntoconlosconceptoscristianos depecado, mrito,yotrosparecidos. EsverdadqueLeibnizse. esforzencombinar suideadeldesplieguecuasi-lgicodel mundoconel reconocimientodelacontingenciayde la libertad humana. E hizo distinciones con esa finalidad. Pero, comoveremosensudebidomomento, noes nadaseguroquesus esfuerzos tuvie-ranxito. Leibnizintentracionalizar laconcepcinmedieval (o, ms exac-tamente, cristiana) del misterio de la creacin personal y voluntaria, sinabandonar, empero, la idea fundamental de creacin; pero la tarea que seimpusonoeraunatareafcil. Descartes era, ciertamente, catlico, y Leib-niz se confesaba cristiano. Pero en el racionalismo continental, como untodo, podemosver unatendenciahacialaracionalizacinespeculativadelosdogmascristianos.19Esatendenciaalcanzsuculminacinenla filosofa deHegel, enel siglo XIX, si bien Hegel pertenece, claro est, a un perododiferenteya unclimadepensamientotambindiferente.3. Hemosvistoquelacertezadelasmatemticas, sumtododeductivoysu fecundaaplicacinen la cienciarenacentista,proporcionaronalosracio-nalistas continentales unmodelo de mtt>doy unideal de procedimiento ypropsitos. Perola. cienciadel Renacimientotenaotrocomponente, ademsdesuempleo/delas matemticas. El progresocientfico sevea tambinenfuncindelaatencinalosdatos empricosyelusodelaexperimentacincontrolada. La apelacin a la autoridad y a la tradicin fue enprovechodelaexperiencia, el apoyoenlos datos factuales yenlacom-probacinempricadelashiptesis. y aunquenopodemosexponer el desa-rrollo del empirismo britnico meramente en trminos de la conviccin dequeel progresocientficosebasa enla delos datos empricos,los avances del mtodoexperimental enlas ciencias tendieron de un modonatural a estimular yconfirmar lateora deque todonuestroconocimientoest basado en la percepcin, en el trato directo con los acontecimientosexternos ointernos. Paradecirloconpalabras queyautilizamos ennuestrovolumenanterior, "lainsistenciacientficaenacudir a los 'hechos' observa-blescomobasenecesariadetodateora explicativa, encontrsucorrelativoysujustificacinteorticaenlatesis empiristadequenuestroconocimientofactual se basa ltimanlente en la percepcin". No podemos conseguir unconocimiento factual mediante un razonamiento a priori, medianteunadeduc-cincuasi-matemticaapartir de supuestasideas oprincipios innatos, sinosolamentemediante la experiencia, y dentro de los lmites de la experien-cia. Hay, desdeluego, razonamientos a priori. Losencontramosenlasmate-19. Esa afirmacin no vale para Spinoza, que no era cristiano. Y no se refiere, desde luego,a aquellos autores del siglo XVIII que rechazaron los dogmas cristianos. Pero esos escritores, aunque"racionalistas", en el sentido moderno del trmino, no fueron filsofos especu.lativos a la manera deDescartes y Leibniz.34 HISTORIA DE LA FILOSOFAmticas puras. Ynlediante esos razonamientos podemos llegar a conclusio-nes que son ciertas. Pero las proposiciones matemticas no nos facilitaninformacin factual acerca del mundo; 10 que hacen es, segn lo expresHume, enunciar relaciones entre ideas. Para la informacin factual acercadel mundo, es decir, acercade.la realidadengeneral, hemos de acudir a laexperiencia, ala percepcinsensibleo ala introspeccin. Yaunqueesecono-cimiento, de base inductiva, tenga una mayor omenor probabilidad, no esni puedeser absolutamentecierto. Si deseamos buscar una certeza absolutatenemos quereducirnosaproposicionesqueenuncienalgosobrelas relacio-nesentreideaso alasimplicacionesdelossignificadosdelos smbolos, peroquenonos darninformacinfactual acercadel nlundo. Si es esa informa-cin factual acerca del mundo lo que deseamos, tenemos que contentarnosconprobabilidades, queescuantopuedendarnos lasgeneralizacionesdebaseinductiva. Unsistemafilosficoque poseacertezaabsolutayque, al mismotiempo, nos dinformacinacercadelarealidad ypuedaextenderseindefini-damente mediante el descubrimiento deductivo de verdades factuales antesdesconocidas, esunaquimera.Es verdadque esa descripcin del empirismo no valdra para todos losquesuelenserreconocidoscomoempiristas; peroindicalatendenciageneraldeesemovimientofilosfico. Ylanaturalezadel empirismoserevelaconlamayorclaridadensudesarrollohistrico, yaquees posibleconsiderar dichodesarrollocomo, al menosengranparte, laaplicacinprogresivadelatesis,enunciadapor Locke, dequetodas nuestras ideas procedende la experien-cia, delapercepcinsensibley delaintrospeccin.Dada su insistencia en el fundamento experimental del conOCImIento yenlainduccin, encontrasteconladeduccin, Francis Baconpuedeser de-nominadoempirista. Queel mismo nombre seaapropiadoa Hobbes, ya noesttanclaro. Hobbesmantena, ciertamente, quetodonuestroconocimientocomienza con la sensacin y puede ser referido a la sensacin como a sufuenteltima. Yesonosautorizaallamarleempirista. Pero, alavez, estabafuertemente influido por la idea del mtodo matemtico como modelo derazonamientoy, eneseaspecto, estmscercadelos racionalistascontinen-tales que los dems filsofos britnicos del primer perodo moderno. Porotraparte, Hobbes eranominalista, ycreaquenopodemos demostrar rela-cionescausales. Trat, ciertamente, deextender el alcancedelamecnicadeGalileodemodoquecubrierael campoenterodela filosofa, perocreoqueesms adecuadoclasificarleentrelos empiristas que entre los racionalistas,si es quehayqueescoger entreambasetiquetas. Yas lohehecho enestevolumen, aunqueal mismotiempohe intentadoponer de relieve alguna delascualificacionesnecesarias.Peroel verdaderopadredel empirismobritnicoclsicofueJohnLocke(1632-1704), cuyo objetivo declarado fue investigar las fuentes, certeza yalcance del conocimiento humano, y tambin los fundamentos y grados delacreencia, laopininyel asentimiento. Enconexinconel primer proble-INTRODUCCIN 35ma, el delafuentedel conocimiento, Lockelanzunvigorosoataquecontralateoradelas ideas innatas. Tratluegode mostrar cmo todas las ideasquetenemos puedenser explicadas segnlahiptesis de que tienensuori-gen enlapercepcinsensible yenlaintrospeccin(o, segndecal, la "re-flexin"). Pero, aunque afirmase el origen ltimamente emprico de todasnuestrasideas, Lockenoredujoelconocimientoalosdatosinmediatosdelaexperiencia. Al contrario, existen ideas complejas, construidas a partir deideassimples, yparalasquehayreferenciaobjetiva. As por ejemplo, tene-mos la idea de substancia material, la idea de un substrato que sirve de'soportealas cualidadesprimarias, comolaextensin, y aaquellas"fuerzas"que producenenel sujeto percipiente ideas de color, sonido, etc. YLockeestabaconvencidode quehayrealmente substancias materi:lJes'particulares,auncuandonunca podamos percibirlas. Del mismo mode, tenemos la ideacompleja de relacin causal; y Locke se vali del principio de causalidadpara demostrar la existencia de Dios, es decir, de un ser que no es objetode experiencia directa. Enotras palabras, Locke combin la tesis empiris-ta de que todas nuestras ideas tienensuorigen en la experiencia con unamodestametafsica. Ysi nohubieranexistidoBerkeleyyHume, podramossentirnosinclinadosaver lafilosofadeLockecomounaforma algo"agua-da" de escolasticismo, con algunos elementos cartesianos, y constituyendounconjuntoexpresadode una manera a veces confusaeinconsistente. Sinembargo, en realidad tendemos, de modo bastante natural, a considerar lafilosofade Lockecomoel puntodepartida de sussucesores empiristas.Berkeley(1685-1753) ataclaconcepcindesubstanciamaterial deLoc-ke. l tena unmotivo particular para tratar por extenso de dicho punto,porque consideraba quela creenciaenlasubstanciamaterial eraunelementofundamental del materialismo, y, como devoto cristiano, l estaba decididoarefutarla. Pero, desdeluego, disponadeotras razonesparaatacar latesisdeLocke. Estabalarazngeneral del empirismo, asaber, quelasubstanciamaterial, segnla de Locke, es un substrato incognoscible. Notenemos, pues, idea clara del mismo y no estamos justificados para decirqueexiste. Una"cosamaterial" es simplementeloque percibimos que es ynadie ha percibido ni puede percibir un substrato imperceptible. La expe-riencianonosda, pues, base paraafirmar suexistencia. Perohabatambinotrasrazonesresultantesdel desafortunadohbito, oprcticacomn, aunquenoinvariable, de Locke, dehablar como si fueranideas ynocosas, loquepercibimosdirectamente. Partiendode laposicinde Locke respectodeJaSe.cualidades "primarias" y "secundarias" (que explicaremos en el captulodedicadoa Locke), Berkeleyargumentquetodas ellas, incluidas lascuali-dades primarias, como la extensin, la figura y el movimiento, son ideas.Berkeleypreguntentoncescmopodranlas ideas existir oser soportadasenunasubstanciamaterial. Si todolo que percibimos sonideas, esas ideastienen que existir en mentes. Decir que existen en un substrato material36 HISTORIA DE LA FILOSOFAincognoscible es hacer una afirmacin ininteligible. El supuesto substratomaterial notendrafuncinalgunaquecumplir.D.ecir que Berkeleyse desembaraz de la substancia material de Lockees mencionar solamente un aspecto de suempirismo. Y, lo mismo que elempirisnlodeLockees solamenteunapartedelafilosofa de ste, tambinel empirismo de Berkeley es solamente un aspecto de su propia filosofa.Porque Berkeleyprocedia construir una metafsica idealista especulativa,segn lacual lasnicasrealidadessonDios, lasmentesfinitas ylasideasdelas mentes finitas. Enrealidad, Berkeleyutilizsus conclusiones empiristascomo fundamento para una metafsica testa. Yese intento de erigir unafilosofa metafsica sobre la base de una explicacin fenomenalista de lascosas materiales, constituye uno de los puntos ms interesantes del pensa-mientodeBerkeley. Pero, al presentar unesquemabreve y necesariamenteinadecuadodel desarrollo del empirismo britnico clsico, es suficientequedirijamoslaatenci6nalaeliminacinporBerkeleydelasubstanciamaterialde Locke. Si dejamos apartela teora de las "ideas", podemosdecirqueparaBerkeleylallamadacosamaterial uobjetosensibleconsistesimplementeenfenmenos, en las cualidades que percibimos. Y en eso es, en opinin deBerkeley, enloque"el hombre de lacalle" cree que consisten. Porque elhombre de la calle nunca ha odo hablar, ni menos an ha percibido, unsubstratoosubstanciaoculta. Alosojosdel hombrecomn, el rbol es sim-plementeaquello que sepercibe opuede percibirse. Ytodo cuanto percibi-mosopodemospercibir soncualidades.Ahorabien, el anlisisfenomenalistaquehaceBerkeleydelascosasma-teriales no se extenda a los sujetos finitos o "yoes". En otras palabras,Berkeley, aunque elimin la substancia material, conserv la substancia espiri-tual. Hume, porelcontrario, procediaeliminar tambinlasubstanciaespi-ritual. Todasnuestrasideas derivandeimpresiones, datos elementales de laexperiencia. y paradeterminar lareferenciaobjetivadetoda ideacomplejahemos de preguntarnos por las impresiones de las que ha sido derivada.Ahorabien, noexisteimpresinalgunadeunasubstanciaespiritual. Si mirodentro de. m mismo, todo lo que percibo es una serie de eventos psqui-cos, como deseos, sentimientos, pensamientos. No percibo en parte algunaunasubstanciapermanentesubyacente(unalma). El queyotengaunaciertaidea deunasubstanciaespiritual puede explicarse por laoperacindelaaso-ciacinmental; peronos falta base para afirmar que tal substancia exista.Por lodems, el anlisisdelaideadesubstanciaespiritual noocupaenlos escritos de Hume una posicin tan prominente como su anlisis de larelacin causal. De acuerdo con su programa, Hume se pregunta de quimpresinoimpresiones deriva nuestra idea decausalidad. y contesta que10nicoquellegamosaobservar esunaconjuncinconstante. Por ejemplo,cuando Aessiempreseguidopor B, detal modoquecuandoAestausentenosedaB, ycuandose daB, enla medida enque podemos comprobarloempricamente, siempreesprecedidoporA, decimos queAescausadeByINTRODUCCIN 37queBes deA. Abuenseguro, laideadeconexinnecesaria perte-necetambinanuestraideadecausalidad. Peronopodemos indicar impre-sinsensiblealguna de lacual se derive. Se trata deuna idea que puedeexplicarse con ayuda del principio de asociacin; es, por decirlo as, unacontribucindel sujeto. Por muchoqueobservemoslas relaciones objetivasentre la "causa" A yel "efecto" B, todo 10 que encontraremos ser unaconjuncin constante.Entalcaso, esevidentequenopodemosutilizarlegtimamenteel princi-pio de causalidad para trascender la experiencia de un modo que amplenuestroconocimiento. DecimosqueAeslacausadeBporque, hastadondealcanza nuestra experiencia, encontramos que siempre que A est presentesesiguelapresenciadeB, yqueBnosedanuncacuandonosehadadopreviamente A. Pero, aunque podamos creerque Btieneunacausa, nopode-mos decir legtimamentequeAes lacausadeBa noser queveamos queAyBsedanenlarelacinantes descrita. As pues, nopodemos quelosfenmenos estncausadospor substancias quenosolamente no" hansidonuncaobservadas, sinoquesoninobservablespor principio. ,Ni tanlpOcopodemosinferir, como lo hicieron, cadaunoasumanera, LockeyBerkeley,la existencia deDios. Podemos formar una hiptesis, si essenuestrogusto,pero ningn argumento causal en favor de la existencia de Dios puededarnos unconocimientocierto. Porque Diostrasciendenuestra experiencia.Humeecha, pues, por labordatantolametafsicadeBerkeleycomola deLocke, y analizaentrminosfenomenalistastantolasmentescomoloscuer-pos. Enrealidad, podemosestar segurosdemuypocacosa, ypuedeparecerqueel resultadodel anlisis deHumees el escepticismo. Pero, comovere-mos ms adelante, Hume replicaque nonos es posible vivir ni actuar deacuerdoconel puro escepticismo. La vidaprctica descansa en creencias,como la creencia enla uniformidad de la naturaleza, a las que no puededarseunajustificacinracional adecuada. Perosanoesraznpararenun-ciar a tales creencias. Cuando estudia tericamente, un hombre puede serescptico, al advertir cunpocoes loque puede ser probado; perocuandodejasusreflexionesacadmicastienequeactuarapoyndoseenlascreenciasfundamentalesde acuer'docon las cualesactan loshombres, seancua-lesseansusopinionesfilosficas.El aspecto del empirismo britnico clsico que antes se imprime en la men-te es tal vez su aspecto negativo, a saber, la eliminacinprogresiva de lametafsicatradicional. Peroesimportanteindicarlosaspectosmspositivos.Por ejemplo, podemosver losprogresosdelaperspectivafilosficaquehoyse conoce generalmente comoanlisislgicoolingstico. Berkeleypreguntaqu significa decir que unacosa material existe, y responde que decir queunacosamaterialexisteesdecirqueespercibidapor unsujeto. Humepre-guntaqusignificadecir queAeslacausadeB, ydaunarespuestafeno-menalista. Adems, en la filosofa de Hume podemos encontrar todas lasprincipales tesis deloque a vecesse llama "empirismo lgico". Ms adelante38HISTORIA DE LA FILOSOFAtendremos ocasindecomprobarlo. Perovalelapenaindicarporadelantadoque Hume es un filsofo que est an muy vivo. Es verdad que muchasveces expresa entrminos psicolgicos preguntas y respuestas queexpresa-rande unmododiferente inclusoaquellos que le aceptancomo su"maes-tro", enun sentido uotro. Pero eso no altera el hecho de que es uno deaquellosfilsofoscuyopensamientoesunafuerzavigenteenlafilosofacon-tempornea.4. Esenel sigloXVII, msbienqueenel XVIII, cuandovemoslamani-festacin ms vigorosa del impulso hacia la construccin sistemtica, quetanto debialanuevaperspectivacientfica. Lacenturiasiguientenodesta-caen la misma medida por la especulacin metafsica brillante y audaz, y,ensus ltimas dcadas, lafilosofa da unnuevogiroconel pensamientodeEmmanuel Kant.Si dejamos aparte a Francis Bacon, podemos decir que la filosofa delsiglodiecisieteestencabezadapor dos sistemas, el de Descartesenel Con-tinentey el de Hobbes enInglaterra. Tantodesdeel puntodevista episte-molgicocomodesdeel puntodevistametafsico, lasfilosofas deunoyotropensador sonmuydiferentes. Peroambos hombres estuvieroninfluidos porel ideal del mtodo matemtico, y ambos fueron sistematizadores en granescala. Podemos observar que Hobbes, que estaba enrelacinpersonal conMersenne, unamigodeDescartes, tuvoconocimientodelasMeditaciones deste, y escribicontralas mismas una seriede objeciones a las que replicD.escartes.LafilosofadeHobbesprovocunafuertereaccinenInglaterra. Enes-pecial, losllamados" platnicosdeCambridge", comoCudworth(1617-88) yHenry More (1614-87), se opusieron al materialismo y determinismo deaqul, y a 10 que consideraban como su atesmo. Se opusieron tambin alempirismo, yfrecuentemente selesllama"racionalistas". Peroaunquealgu-nos deellosestuvieron realmenteinfluidosenpequeamedidapor Descartes,suracionalismoprovenams biendeotras fuentes. Creanenprincipios overdadesticasoespeculativasfundamentales, quenosederivandelaexpe-riencia, sinoquesoninmediatamentediscernidas por la razny que sonunreflejo de la eterna verdad divina. Se interesaron tambin por mostrar larazonabilidad del cristianismo. Puede llamrseles "platnicos cristianos",siempre que el trmino "platnico" se entienda en un sentido amplio. Esraroque las historias de la filosofa les concedanuna posicin prominente.Perohayquerecordar suexistencia, aunqueslofuera por laraznde quesirvepara corregir la creencia bastante comnde que la filosofa britnicahasidodecarcterenteramenteempirista, aparte, desdeluego, del interludioidealistadelasegundamitad del siglo XIXy las primeras dcadas del xx.El empirismo es indudablemente la caracterstica distintiva de la filosofainglesa; pero, al mismotiempo, hayotratradicin, aunquemenos destacada,y el platonismodeCambridgeenel siglo XVII constituye unadesusfases.El cartesianismo tuvo en el continente mucha mayor influencia que laINTRODUCCIN 39quetuvoenInglaterra el sistemadeHobbes. Perotambinesunerror pen-sar queel cartesianismobarriesetodocuantolehaba precedido, inclusoenFrancia. Unejemplo notabledereaccindesfavorablepuedeverseenel casodeBIasPascal (1623-62). Pascal, el Kierkegaarddel siglo XVII, fue inflexi-ble en su oposicin, no, desdeluego, a lasmatemticas(l mismo fueun geniomatemtico), pero s al espritu del cartesianismo, quel considerabadecarc-ter naturalista. Eninters de la apologtica cristiana, Pascal subray porunaparteladebilidaddel hombrey, porotra, lanecesidaddelafe, lasumi-sina larevelacinylagracia sobrenatural.Hemos visto ya que Descartes dej como parte de su herencia el pro-blema de la interaccinentre mente y cuerpo, unproblemaporel queseinte-resaronlos ocasionalistas. Entrelos nombres de stos encontramos a vecesel de Malebranche (1638-1715). Peroaunque puedallamarse a steocasio-nalistasi seconsiderasolamenteunelementodesupensamiento, sufilosofadesborda el ocasionalismo. Fueunsistema metafsicode sello original, quecombinabaelementos tomados del cartesianismoconelementos desarrolladosenlatradicinagustiniana, y quepodrahaber sidounsistemadepantesmoidealista de nohaberse esforzado Malebranche, que era un sacerdote de laCongregacindel Oratorio, enmantenersedentrodelos lmites dela orto-doxia. Lafilosofa de Malebranche es uno de los ms notables productosdel pensamientofrancs. Dicho sea incidentalmente, ejerci alguna influen-ciaenlamentedel obispoBerkeley, enel sigloXVIII.Tenemos,pues, enel sigloXVII lossistemasdeHobbes, DescartesyMa-lebranche. Peroesas filosofas no fueronenmodoalgunolos nicos logrosnotables delacenturia. El ao 1632vioel nacimiento de dos de los prin-cipales pensadores del perodo pre-kantiano de la filosofa moderna, el deSpinoza, enHolanda, yel deLocke, enInglaterra. Perolasvidas de stos,as comosusfilosofas, fueronmuydiferentes. Spinozafuems omenos unsolitario, un hombre dominado por una visin de la realidad nica, de lasubstancia nica, divina y eterna, que se manifiesta en las modificacionesfinitas a las que llamamos "cosas". Spinoza llam a esa substancia nica"Dios o Naturaleza". Evidentemente, hay ah una ambigedad. Si damosrelieveal segundo de esos nombres, tenemos unmonismo naturalista enelquequedaeliminadoel Diosdel cristianismoydel judasmo(el propioSpi-nozaerajudo). En elperodo dequeestamostratandoSpinoza fuefrecuen-tementeentendidoenesesentidoy, enconsecuencia, fue considerado-ateoyexecradocomotal. Deah que suinfluenciafuese muy reducida, y que noselereconocierasudebidomritohastael movimientoromnticoalemnyelperododel idealismoalemnpost-kantiano, cuandosesubrayel trminoDiosenla frase"DiosoNaturaleza", ysedescribia Spinozacomo"hom-breembriagadode Dios". Locke, por el contrario, nofue enmodo algunounsolitario. Amigo de hombres de cienciay de filsofos, se movi en laslindes del gran mundo y ocuppuestosdegobierno. Su filosofa, comohemosobservadoanteriormente, seguaunmodelobastantetradicional; fueunpen-40 HISTORIA DE LA FILOSOFAsador muy respetado, y tuvo una influencia profunda, no solamente enelulterior desarrollo de la filosofa britnica, sino tambin en la filosofa delailustracinfrancesa, enel siglo XVIII. Enrealidad, enlaextensindelainfluencia' de Locke disponemos de una evidente refutacin de la idea deque el pensamientobritnicoyel pensamientocontinental delapocapre-kantianadiscurrieronporcanalesparalelos, sinquesusaguassemezclaran.En 1642, diezaos despus del nacimientode Locke, naciotrade lasfiguras ms influyentes del pensamientomoderno, Isaac Newton. Sindudaste fueprimordialmentefilsofo, entendemoshoylapalabra, ysugran importancia consiste en que complet la concepcin cientfica clsicadel mundoqueGalileohabahechotantoporpromover. PeroNewtonacen-tu"ms que Galileola importancia de laobservacinempricay la induc-cin, y el papel de la probabilidad en la ciencia. Y, poresarazn, la fsicadeNewtontendiasocavarel ideal galileo-cartesianodel mtodoapriori, yaestimular laperspectivaempiristaenel campodelafilosofa. Deesemodoinfluy en Hume en una medida considerable. Al mismo tiempo, aunqueNewtonnofuese primariamente un filsofo, no dudenir ms all de lafsica o"filosofaexperimental" ypermitirse la especulacinmetafsica. Elmodoconfiado con que deriv de hiptesis fsicas conclusiones metafsicasfue atacadopor Berkeley, que vio que el tenuecarcter de las conexionesentre,la fsica de Newtony sus conclusiones teolgicas podra causar unaimpresin, paraBerkeleydesafortunada, enlamentedeloshombres. Y, enrealidad, algunos filsofos franceses del siglo XVIII, que aceptabanla pers-pectivageneral delafsicade Newton, laemplearonenunmarconotesta,ajeno alpensamientodel propioNe\vton. Afines del sigloXVIII, lafsicadeNewtonejerciuna poderosainfluenciaenel pensamientode Kant.Aunquevivierahasta 1716, Leibnizpuedeserconsideradocomoel lti-mo de los grandes filsofos especulativos del siglo XVII. Evidentemente,tenacierto respetopor Spinoza, aunque no lo manifestase de una manerapblica. Adems, trat de vincular Spinoza a Descartes, como si elsistema delprimerofueraundesarrollolgicodel sistenladel ltimo. Enotraspalabras,Leibniz se esforz, alparecer, en poner en claroque su propia filosofadiferamuchode ladesuspredecesores, o, msexactamente, quecontenalospun-tos buenos de aqullas, pero omita los puntos malos del cartesianismo que ha-banconducidoasudesarrolloen, el sistemade Spinoza. Seadeesoloquesea, nopuedehaber dudaalgunadequeLeibnizsemantuvofiel al espritugeneral ya la inspiracin del racionalismo continental. Hizo un esmeradoestudiocrticodel empirismode Locke, quefue publicadoconel ttulodeNuevosensayosconcernientesal entendimientohumano.ComoNewton(y, ciertamente, comoDescartes), Leibnizfueun:enlinentenlatemtico, aunque tio coincida con las teorasdeNewton sobreel espacioyel tiempo; y sostuvo' una controversia sobre ese- tema con Samuel Clarke,unodelasdiscpulosyadmiradoresdel cientficoingls. PeroaunqueLeib-nizfuese ungranmatemtico, y aunquelainfluenciade sus estudios mate-INTRODUCCIN 41mticos ensufilosofa es bastante clara, sumentalidadera tan polifacticaquenoes sorprende