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FREDERICK COPLESTON, S. l. Profesor Emérito de Filosofía de la Universidad de Londres HISTORIA DE LA FILOSOFIA Vol. III DE OCKHAM A SUAREZ EDITORIAL ARIEL, S. A. BARCELONA

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FREDERICK COPLESTON, S. l.Profesor Emrito de Filosofade la Universidad deLondresHISTORIA DELA FILOSOFIAVol. IIIDE OCKHAM A SUAREZEDITORIAL ARIEL, S. A.BARCELONATtulo original:A HISTORY OF PHILOSOPHYVol. IlI: OckbamfoSuarezBurns and Oates Ltd. - The Bellarmine Series XIITraduccin deJUANCARLOSGARCABORRNEdicin castellana dirigida porMANUELSACRISTN1.:1 Y 4.3edicin enColeccin Convivium: 1971y19811.3edicin enColeccin Ariel Filosofa: enero19852.3edicin: abril 19893.3edicin: julio1994Frederick CoplestonDerechos exclusivos de edicin en castellanoreservadospara todo el mundoypropiedad de la traduccin:1971 Y 1994:Editorial Ariel, S. A.Crcega, 270 - 08008 BarcelonaISBN: 84-344-8700-4 (obracon1pleta)84-344-8723-3 (volumen3)Depsito legal: B. 25.105- 1994Impreso en Espaa1994. - Talleres Grficos HUROPE, S. A.Recaredo, 2 - 08005 BarcelonaNingunapartedeestapublicacin, incluidoel diseodelacubierta, puedeserreproducida,ahnacenada transmitidaennlaneraalgunani porningnnledio, yaseaelctrico, qunlico,mecnico, ptico,de grabacin de fotocopia, sin permiso previo del editor.INDICEADVERTENCIAl. INTRODUCCIN.El siglo XIII. - El siglo XIV comparado con el XIII. - Las filoso-fas del Renacimiento. - Renovacin de la Escolstica.PARTE 1ELSIGLOXIV11. DURANDO y PEDRO AUREOLI .Jacobo de Metz. - Durando. - Pedro Aureoli. - Enrique de Har-clay. - La relacin de estos pensadores con el ockhamismo.111. OCKHAM- 1Vida. - Obras. - Unidad de pensamiento.IV. OCKHAM- 11 .Ockhamy la metafsica de esencias. - Pedro Hispano y la lgicaterminista. - LalgicadeOckhamylateoradelosuniversales. -Ciencia real y ciencia racional. - Verdades necesarias y demos-tracin.V. OCKHAM - 111El conocimiento intuitivo. - El poder de Dios de causar un "co-nocimiento" intuitivodeunobjetono-existente. - Contingencia delorden del mundo. - Las relaciones. - La causalidad. miento y tiempo.VI. OCKHAM - IVEl objeto de la metafsica. - El concepto unvoco de ser. - Laexistencia de Dios. - Nuestro conocimiento de la naturaleza deDios. - Las ideas divinas. - El conocimiento divino de los acon-tecimientos futuros contingentes. - Voluntad y omnipotencia di-vinas.VII. OCKHAM- V .No se puedeprobar filosficamente que unalmainmaterial e inco-rruptible es la forma del cuerpo. - Lapluralidad de formas real-mentedistintasenel hombre. - El almaracional noposeerealmen-teformas distintas. - Lapersonahumana. ...:- Lalibertad. - Teoratica de Ockham.VIII. OCKHAM - VILa disputa sobre la pobreza evanglica y la doctrina de los dere-chos naturales. - La soberana poltica no deriva del poder espi-111335S2S769831011158 NDICEritual. - La relacin del pueblo a su gobernante. - Hasta qupunto eran nuevas o revolucionarias las ideas polticas de Ock-ham? - La posicindel Papa dentro de la Iglesia.IX. EL MOVIMIENTO OCKHAMISTA: JUAN DE MIRECOURT yNICOLS DEAUTRECOURT . 125El movimiento ockhamista o nominalista. - Juande Mirecourt.-Nicols de Autrecourt. - El nominalismo en las universidades.-Observaciones finales.X. EL MOVIMIENTO CIENTFICOLa ciencia fsica en los siglos XIII y XIV. - El problema delmovimiento: mpetu y gravedad. - Nicols Oresme: la hiptesisde larotacindelaTierra. - La posibilidadde otros mundos.-Algunas implicaciones cientficas del nominalismo; implicaciones delateora del mpetus. .XI. MARSILIO DE PADUA .Iglesia y Estado; teora y prctica. - Vida de Marsilio. - Hostili-dadalaspretensiones papales. - Lanaturalezadel Estadoydelaley. - El legislativo y el ejecutivo. - Jurisdiccin eclesistica.-Marsilioy el "averrosmo". - Influencia del Defensor paca.XII. EL MISTICISMO ESPECULATIVO .Laliteraturamsticadel sigloXIV. - Eckhart. - Tauler. - El bea-to Enrique Suso. - Ruysbroeck. - Dionisio el Cartujano. - Es-peculacin mstica alemana. - Gerson.PARTE 11LAFILOSOFADELRENACIMIENTOXIII. ELRENACER DEL PLATONISMO .El Renacimiento italiano. - El Renacimiento nrdico. - El rena-cer del platonismo.XIV. ARISTOTELISMO.Crticos de la lgica aristotlica. - Aristotelismo. - Estoicismo yescepticismo.XV. NICOLSDECUSA.Vida y obras. - La influenciade la ideacapital de Nicols ensuactividad prctica. - La coincidentia oppositorum. - La "doctaignorancia". - La relacin de Dios al mundo. - La "infinitud"del mundo. - El sistemacsmicoyel almadel mundo. - El hom-bre como microcosmos; Cristo. - Filiacin filosfica de Nicols.XVI. FILOSOFADELANATURALEZA- 1 .Observaciones generales. - Jernimo Cardano. - Bernardino Te-lesio. - Francesco Patrizzi. - Tommaso Campanella. - GiordanoBruno. - Pierre Gassendi.X\TII. FILOSOFADE LA NATURALEZA - 11AgrippavonNettesheim. - Paracelso. - Los dos VanHelmont.-Sebastin Franck y Valentn Weigel. - Jacobo Bohme. - Obser-vaciones generales.152165177203212224239254NDICEXVIII. EL MOVIMIENTO CIENTFICO DEL RENACIMIENTOObservaciones generales sobrelainHuenciadelacienciaenlafilo-sofa. - Ciencia renacentista; la base emprica de la ciencia, elexperimento controlado, la hiptesis y la astronoma, la matem-tica, la concepcin mecanicista del mundo. - La inHuencia de laciencia renacentista en la filosofa.XIX. FRANCISCO BACONFilosofa del Renacimiento en Inglaterra. - Vida y escritos deBacon. - La clasificacin de las ciencias. - La induccin y los"dolos" .XX. FILOSOFA POLTICAObservaciones generales. - Nicols Maquiavelo. - Santo TomsMoro. - Richard Hooker .-Jean Bodin. - Joannes Althusius.-Hugo Grocio.PARTE 111LAESCOLASTICADELRENACIMIENTOXXI. OJEADAGENERAL .El renacer del escolasticismo. - Autores dominicos anteriores alconcilio de Trento; Cayetano. - Posteriores autores dominicos yjesuitas. - La controversia entre dominicos y jesuitas a propsitodelagraciayel libre albedro. - Lasubstitucinde los comenta-rios a Aristtelespor "cursos filosficos". Teorapolticayjurdica.XXII. FRANCISCO SUREZ - 1Vida y obras. - Estructura y divisiones de las Disputationes me-taphysicae. - La metafsica como ciencia del ser. - El conceptode ser. - Los atributos del ser. - La individuacin. - La analo-ga. - La existencia de Dios. - La naturaleza divina. - Esen-cia y existencia. - Substancia y accidente. - Los modos. - Lacantidad. - Las relaciones. - Entia rationis. - Observaciones ge-nerales. - l!;tienne Gilson y Surez.XXIII. FRANCISCO 'SUREZ - 11 .Filosofa de la ley y teologa. - La definicin de ley. - Ley(lex) y derecho (ius). - La necesidad de la ley. - La ley eter-na. - Laleynatural. - Los preceptos delaleynatural. - Laig-norancia .de la ley natural. - Inmutabilidad de la leynatural.-La ley de naciones. - Sociedad poltica, soberana ygobierno.-La teora del contrato en Surez. - La deposicin de los tira-nos. - Leyespenales. - La suspensin delasleyeshumanas. - Lacostumbre. - Iglesia y Estado. - La guerra.9263278295321337362XXIV. BREVE REVISIN DE LOS TRES PRIMEROS VOLMENES. J8iFilosofa griega; las cosmologas presocrticas y el descubrimientode la Naturaleza, la teora platnica de las formas (Ideas) y laidea de Dios. - Aristteles y la explicacindel cambio y del mo-vimiento; el neoplatonismo y el cristianismo. - La importanciadel descubrimiento de Aristteles para la filosofa medieval.-Filosofa y teologa. - El desarrollo de la ciencia.10NDICEAPNDICESl. TTULOS HONORFICOS APLICADOS A FILSOFOS DE LOSQUE SE TRATAEN ESTE VOLUMEN . 40511. BIBLIOGRAFA. 406NDICE DE NOMBRES . 424NDICE DE MATERIAS . 432AD\,TERTENCIALaprimerapartedeestevolumenseocupadelafilosofa del siglo XIV.Una gran parte de la historia del pensanliento filosfico en dicho perodoest todava oscura, yno puede darse cuenta definitiva de la misma hastaque tengamos a nuestra disposicin un nmero mucho mayor de textosdignos de de los que ahora tenenlOS. Sinembargo, al publicar laexposicincontenida enestevolumen, lohagoanimado por el pensamientode que el erudito i!1vestigador franciscano padre Filotheus Boehner, quetantoest haciendo por proyectar luz sobre ngulos oscuros del siglo XIV,ha tenido.la amabilidad de leer los captulos sobre Ockhamy manifestarsu aprecio por el tono general de stos. Eso no significa, desde luego, queel padre Boehner suscriba todas mis interpretaciones de Ockham. En par-ticular, nocompartemi opinindequeel anlisis descubredos ticas impl-citamente contenidas en la filosofa de Ockham. (Esa opinin es, en todocaso, como esperohaber dejado claro en el texto, una conjetura interpre-tativa, destinadaaexplicarloquemepareceninconsecuencias enlafilosofaticadeOckham.) Ynocreoqueel padreBoehner seexpresaseapropsitode las opiniones deOckhamenteologanatural del mismo modoenqueyo lohago. Menciono esas diferencias de interpretacin solamente para que nopuedacreerse que pretendoque el padre Bohener est de acuerdocontodolo que digo. Adems, conlOlos captulos iban llegando al padre Boehnercuandoyaestabanimpresos, no pudehacer el extensousode sus sugeren-cias que me habra gustado hacer en otras circunstancias. En conclusin,quiero expresar la esperanza de que cuandoel padre Boehner haya publi-cado los textos de Ockhamque est editando, nos proporcione tambinuna explicacin general de la filosofa de ste. Nadie estara mejor cuali-ficado para interpretar el pensamientodel ltimogranfilsofo ingls de laEdad Media.IJ1III1CAPiTULOPRIMEROINTRODUCCINEl sigloXIII. - ElsigloXIVcomparadoconel XIII. --Las filo-sofasdel Renacimiento.' - Renovacinde laEscolstica. .1. En el volumen anterior he recorrido el desarrollo de la filosofamedieval, desde su nacimiento en el perodo pre-medieval de los primerosescritores cristianos y de los Padres, a travs de su crecimiento en plenaEdad Media, hast el logro de su madurez en el siglo XIII. Esa logradamadurezfue debida, comohemosvisto, enbuenamedida, aunmejor cono-cimiento de la filosofa griega, particularmente en la forma del aristote-lismo, unconocimientoqueseconsiguialolargodel sigloXII ylaprimeraparte XIII. La gran conquista del siglo XIII en el campo intelectualfue larealizacit). deunasntesis de raznyfe, filosofayteologa. Estric-tamente hablando, desde luego, sera mejor hablar de sntesis en plural,ynode"unasntesis", puestoque el pensamientodel siglo XIII no puedequedar legtimamente caracterizadocon referencia a un solo sistema; perolos grandes sistemas, a pesar de sus diferencias, estuvieron unidos por laaceptacindeunosprincipios comunes. El sigloXIII fueunperdodepen-sadores positivos y constructivos, de filsofos y telogos especulativos, quepodancriticar mutuamet:ttesusopinionesrespectodetal ocual punto, peroqueal mismotiempocoincidanenaceptar los principios metafsicos funda-mentales yla delamentehumanaparair msalldelosfenme-nos y conquistar la verdad metafsica. Escoto, por ejemplo, pudo criticarenciertos puntos las doctrinas tomistas del conocimientoy de laanaloga;pero sus crticas iban dirigidaspor 10 que l, acertadaoerrneamente, consi-derabacomolosinteresesdelaobjetividaddel conocimientoydelaespecu-lacin metafsica. Escoto crey que santo Toms deba ser corregido ocomplementado en ciertos puntos; pero no tena la menor intencin decriticar los fundamentos metafsicos del tomismo, o de socavar el carcterobjetivodela especulacin filosfica. Del mismo modo, santoToms pudopensar quedebaconcederseal poder natural dela solaraznhumanamsde 10que sanBuenaventura le habaconcedido; peroninguno de aquellosfilsofos-telogos dud de la posibilida9 de alcanzar algn conocinliento14 INTRODUCCINrelativoa 10 transfenomnico. Hombres como san Buenaventura, santoTo-nls, Gil de Roma, Enrique de Gante y Duns Escoto fueron pensadoresoriginales; pero trabajaron' dentro de una comn estructura de sntesisideal yde armonaentre 10 filosfico y lo teolgico. Eranfilsofos y telo-gos especulativos, yestabanconvencidos de la posibilidadde constituir unateologa natural, corona de la nletafsica y vnculo de sta con la teologadogmtica; no haban sido infectados por ningn escepticisnlo radical rela-tivoal conocimientohumano. Erantambinrealistas, ycreanque la mentepuede alcanzar unconocinliento objetivo de esencias.Eseideal de sistemayde sntesis, de armonaentre filosofa y teologa,caractersticodel sigloXIII, puedeser vistoquizsenrelacinconlaestruc-turageneral de la vida en dicho siglo. El nacionalisnlo estaba ya desarro-llndose, en el sentido de que los Estados nacionales estaban en procesodeformacinyconsolidacin; peroanestabavivo'el ideal deunaarmonaentre el Pontificadoy el Imperio, los dos focos, sobrenatural y natural, delaunidad. Puededecirse, enefecto, queel ideal dearmonaentrePontificadoe Imperio tuvo conlOsu paralelo, en el plano intelectual, el ideal de laarmona entre la teologa y la filosofa, de modo que la doctrina, mante-nida por santo Tonls, del poder indirecto del Pontificado en los asuntostemporales y la autonoma del Estado en el interior de 10 que era estric-tamente su esfera propia, tena un exacto paralelo en su doctrina de lafuncin nornlativade la teologa respectode lafilosofa, y de la autonomade la filosofa dentro de su propia esfera. La filosofa no tonla sus princi-pios delateologa, perosi el filsofollega a unaconclusinque noestdeacuerdo con la revelacin, sabe quesurazonamientohasidoerrneo. El Pon-tificadoy el Imperio, especialmente el primero, fueron factores unificadoresen las esferas eclesistica y poltica, y la preeminencia de la Universidadde Pars fue un factor unificador en la esfera intelectual. Adems, la ideaaristotlicadel cosmoserageneralnlenteaceptadayayudabaa nlantener fijala perspectiva medieval.Peroaunque el siglo XIII puede ser caracterizado con referencia a sussistemas constructivos y a su ideal de sntesis y armona, la arlllona y elequilibrio logrados fueron, al nlenos desde el punto de vista prctico, pre-carios. Algunos tonlistas entusiastas estarn seguranlente convencidos dequela sntesisconseguidapor santoTonls tena que haber sido universal-menteaceptadaconlOvlidayquedebahaber sidoconservada. Noestarandispuestos a admitir que el equilibrio y armona de aquella sntesis eranintrnsecamenteprecarios. Perosupongoque debenestar dispuestosa admi-tir que en la prctica eradifcil esperar que la sntesis tomista consiguieseuna aceptacin universal y perdurable. Yo creo, adems, que hay en lasntesis tomista elementos que la hacan, en cierto sentido, precaria, y queayudan a el desarrollo de la filosofa en el siglo XIV. Tratar deponer en claro 10 que quiero decir con eso.La afirmacin de que el acontecimiento filosfico nls inlportante en laINTRODUCCIN 15historiadela filosofa medieval fue el descubrinlientopor el Occidentecris-tianodelasobrasnlsonlenosconlpletas deAristteles, es unaafirnlacinque nle parece defendible. Cuando la obra de los traductores del siglo XIIy delaprinleramitaddel XIII pusoel pensanlientode Aristteles a dispo-sicindelospensadorescristianosdelaEuropaoccidental, stos se enfren-taron por prinlera vez con 10 que les apareca como un sistema racionalcompleto y acabado de filosofa que no deba nada a la revelacin judanialacristiana, puestoqueeralaobradeunfilsofogriego. Enconsecuen-cia, sevieronobligadosaadoptar unaposicinante el misrpo: nopudieronignorarlo sencillamente. Enel volunlenanterior henlos visto alguna de lasactitudes adoptadas, que variaban desde una hostilidad, mayor o menor,hasta laaclamacinentusiastayapenas crticCI.. Laactitud de santo TonlsdeAquinofue de aceptacincrtica: tratde conciliar aristotelisnloycris-tianismo, nosimplenlente, desdeluego, paraconjurar lainfluenciapeligrosade un pensador y volverle inocuo al utilizarle con fines "apolog-ticos", sino tambin porque crey sinceramente que la filosofa aristotlicaera, en10principal, verdadera. Denohaberlocredoas nohabraadoptadoposiciones filosficas que, aojos de muchos contemporneos, parecan nue-vas y sospechosas. Pero lo que nle int(;resa poner de nlanifiesto en estemomento es que, al adoptar una actitud definida ante el aristotelismo, unpensador del siglo XIII adoptaba en realidad una actitud ante la filosofa.Lasignificacinde ese hechonosiempreha sido reconocida por los histo-riadores. Alveralosfilsofos nledievales, especialmentealosdel sigloXIII,como servilmente adictos a Aristteles, no han visto que el aristotelismosignificaba realmente, en aquel tiempo, la filosofa misma. Es verdad queya se haban hecho distinciones entre teologa y filosofa; pero fue la apa-ricin en escena del aristotelismocompletolo que mostra los medievalesel poder y el alcancedelafilosofa. Lafilosofa, bajoel vestidoaristotlico,se presentaba a su mirada como algo que era, no meramente en el planoteortico, sinotambinenlarealidadhistrica,"independientedelateologa.Siendoas, adoptar unaactitudanteel aristotelismoeraenrealidadadoptaruna actitud, no solamenteante Aristteles encuantodistinto, por ejemplo,de Platn(del cual los medievales, verdaderamente, nosabanmucho), sinoantelafilosofa consideradacomo una disciplinaautnoma. Si vemos a esaluz las diferentes actitudes adoptadas hacia Aristteles en el siglo XIII,podremos comprender nls profundamente el significado de dichas dife-rencIas.(i) Cuandolosaristotlicosintegrales (o"averrostaslatinos") adoptaronla filosofa de Aristteles con entusiasmo acrtico, y cuando aclamaron aAristteles comola culnlinacin del genio humano, se vieron envueltos endificultades con los telogos. Aristteles sostena, por ejemplo, que elmundo era increado, nlientras que la teologa afirmaba que el mundo tuvoun comienzo por creacin divina. Igualmente, Aristteles, segn le habainterpretado Averroes, ll1antena que el entendimiento es uno solo para16 INTRODUCCINtodos los hombres, ynegabalainmortalidadpersonal, mientras que la teo-loga cristiana mantena la inmortalidad personal. Enfrentados con esasobvias dificultades, los averrostas latinos, o aristotlicos integrales, de laFacultad de Artes de Pars, pretendieron que la funcin de la filosofaconsista en informarfielmentedelasdoctrinas delosfilsofos. As, nohabacontradiccin en decir al mismo tiempo que la filosofa, representada porAristteles, enseabalaeternidaddel mundoylaunicidaddel almahumana,yquela verdad, representadaporlateologa, afirmabala creacindel mundoen el tiempo y la posesin por cada hombre de su propia alma racionalindividual.Ese alegato de los "averrostas" o aristotlicos integrales de que selimitabana repetir las doctrinas deAristteles, es decir, que obrabansim-plementecomohistoriadores, fueconsideradoporlos telogos unmerosub-terfugio. Pero, comoobservenel volumenanterior, es difcil averiguar enqu consista realmente el pensamiento de los averrostas. No obstante, sirealmentecrean .nohacerotracosaqueinformar delasopinIonesdepensa-dorespretritos, yeransinceros al afirmar laverdad de la revelacinylateologacristiana, parecequesuactituddebiser msomenossta. Lafilo-sofiarepresentalaobra dela raznhumana que reflexionasobre el ordennatural. Larazn, personificada porAristteles, nosdicequeenel cursona-tural de los acontecimientos el tiempo no puede haber tenido principio,y que el entendimiento deba ser naturalmente uno en todos los hombres.Queel tiemponoha tenidocomienzosera, as, unaverdad filosfica; y 10mismodebedecirse del monopsiquismo. Perola teologa, quetratadel ordensobrenatural, nos asegura que Dios, por su poder divino, cre el mundoen el tiempo, y concedi milagrosamente a cada hombre su propia almaintelectivainmortal. Nosetratara, pues, dequalgopudieraser unhechoynoserlo al mismotiempo, sinomsbiendequealgoseraunhechodenoser por la intervencin milagrosa de Dios, que hahecho que no 10 fuera.En10querespectaalaactividadcreadoradeDioslaposicines, desdeluego, la misma, tanto si los aristotlicos integrales de la Facultad deArtes deParsselimitaronrealmenteainformar delasenseanzasdeAris-tteles segn ellos las interpretaban, sin referirse a su verdad o false-dad, como si afirmaron que .eranverdaderas. Porque ni enun caso ni enotro aadan nada, al menos intencionalmente. Fueron los filsofos de lafacultad de teologa los que se constituyeron en pensadores productivosycreadores al verse obligados a examinar el aristotelismo crticamente y,si loaceptabanenloprincipal, a repensarlocrticamente. Perolo que aqume interesa es esto. La posicin adoptada por los aristotlicos implicaba una separacin radical entre filosofa y teologa. Si el modo enque ellosdabanrazn de su propia actividcidhadetomarseal piedelaletra,ellos identificabanla filosofa conla historia, con la informacin sobre lasopinionesdelosfilsofos antiguos. Esindudablequelafilosofa enesesen-tido independiente de lateologa, porque la teologa no puede afectar alIXTRODl:CCIX 17hechode queciertas opiniones hayansidonlantenidas por ciertos pensado-res. Si, por el contrario, lostelogostenanraznal pensar que los aristo-tlicosintegralespretendanrealmenteafirmar la verdaddelasproposicionesofensivas, o si dichas proposiciones eranafirnladas conlOproposiciones quehabransido verdaderas denoser porlaintervencindeDios, habraquesa-car la nlisnla conclusin referente a la conlpleta independencia de la filo-sofa respecto de la teologa. Conlo el filsofo se ocupa nleramentedel curso natural de los acontecitnientos, estara justificado al sacarconclusionesenconflictoconlasdoctrinasteolgicas, puestoqueselitnitaraaafirnlar10 quehabraocurridodehaberprevalecidoelcursonatural delosacontecinlientos. Lateologa podra decirnos que una conclusinalcanzadaporlafilosofanorepresentabaloshechos; peroel telogonotendrajusti-ficacin para decir que el razonanliento del filsofo fuera errneo sitnple-nlente porque su conclusin fuese teolgicanlente inaceptable. Podranl0saprender por la teologa que el curso natural de los acontecimientos nohaba sido seguido en algn caso particular; pero eso no afectara a lacuestindecul es odebe ser el curso natural de los acontecimientos.Los rasgos nls nlanifiestanlente destacados del averrosnlo o aristo-telistno integral del siglo XIII fueron su adhesin servil a Aristteles ylosartificiosbastantedesesperadosqueadoptaronsuspartidariosparaponerde acuerdo su posicincon las exigencias de la ortodoxia teolgica. Peroen el aristotelisnlo integral estaba inlplcita una tajante distincin entreteologa y filosofa, y una afirnlacinde laconlpleta independencia de sta.Es verdad que no debe hacerse denlasiadohincapi enesa lnea de pensa-111iento. Laseparacinentre teologa y filosofa 111plcita en'el ockhalnislllodelsiglo' XIVnos,ederi,del"averrosnl0"del sigloXIII. Perolaaparicinen escena del sistenla aristotlico en el siglo XIII fue el factor que hizoposiblequeseatendiese serialnentealacuestindelasntesis olasepara-cin, precisanlente porque condujo a la enlergencia de algo que poda sersintetizadooseparado.(ii) Santo Tonls de Aquino reconoci la distincin entre filosofa yteologa, tantoenel nltodoconlOenlos tel11as a considerar. Comoya heindicado en el volunlen anterior,l se tonlen seriodicha distincin. Aunquelateologanosdicequeel nlundonoexistedesde laeternidadsinoquetuvoun coolienzo, ningn filsofo, segn santo Tonls, ha denl0strado nuncaadecuadanlenteesehecho. Las presuntas denl0straciones dela noeternidaddel nlundonosonvlidas, aunquetanlpoco10seanlas alegadas enfavor desu eternidad. Enotras palabras, la filosofa no ha conseguido resolver lacuestinde si el nlundofue onocreadoliesde la eternidad, perola reve-lacinnosproporcionalarespuestaaesacuestin. sees unejemplode laverdadera distincin que existeentre lafilosofay lateologa. Porotraparte,santoTonls pensabaqueel filsofonopuedellegar, por argumentos racio-nales vlidos, a una conclusin queseainconlpatibleconlateologacristiana.Si un filsofo llega a una conclusin que contradice, explcita o inlplcita-18 IXTRODl:CCIXJllente, una doctrina cristiana, eso es un signo de que sus prelllisas sonfalsas odeque hayalgn paralogismo en su razonanliento. Enotras pala-hras. la teologa opera conlO una norma extrnseca o conlO una especiede indicador que advierte al filsofo dnde hay un canlino sin salida.lleroel filsofonodebetratar de poner los datos de larevelacinenlugarde las premisas conocidas por la razn filosfica, ni puede hacer en susargumentaciones un uso explcito del dognla. Porque la filosofa es intrn-secanlenteautnonla.En la prctica, esa actitud significaba que el filsofo que la adoptasedebafilosofar alaluzdelafe, aunquenohicieseunusofornlal yexplcitoele la fe en su filosofa. El manteninliento de esa actitud era adenls faci-litadopor el hecho de que los grandes pensadores del siglo XIII eran pri-l110rdialmente telogos; eran telogos-filsofos. Al luismo tienlpo, una yezreconocida la filosofa conlOuna disciplina intrnsecamente autnoma, erade esperar que, en el transcurso del tierllpo, tendiera a hacer su propiocall1ino y se resintiera, por decirlo as, de su posicin de dontella de lateologa. Y, enverdad, una vez que haba llegado a ser nornlal entre fil-sofos el proceder primariamente, e incluso exclusivamente, como filsofos,era natural que la alianza entre filosofa y teologa tendiese a desaparecer....\denls, cuandolos filsofos no tuviesen una firme creencia en la revela-cin, no poda esperarse sino que se invirtiesen las posiciones de filosofayteologa, yquelafilosofatendieseasubordinar aellalateologa, aincor-poraralafilosofael objetodelateologa, oinclusoa excluir por conlpletola teologa. Es verdadque esos desarrollos tardarananmucho enprodu-cirse; peropuededecirse, sinabsurdo, quetuvieronsuorigenremotoenlaaparicinenescenadelsistenlaaristotlicoenel tempranosigloXIII.Estasobservacionesnopretendenconstituir unaevaluacindelafilosofaaristotlica; pretenden ser una interpretacinhistrica del verdaderocursotomadopor el desarrollodel pensamientofilosfico. Indudabletnentesonunpoco demasiado sumarias y no tienen en cuenta toda la complejidad dedicho desarrollo. Una vez que la filosofa hubo sido reconocida como unadisciplina autnoma, aquel procesode autocrtica que parece ser esencial alafilosofa, sepusoenmarchay, demodobastantenatural, el criticismo, aldesarrollarse, socav los fundamentos de la sntesis conseguida en el si-glo XIII. sa es una de las razones por las que hablo de aquella sntesisconlO"precaria". Sealoquesealoque unopiensede laverdadofalsedadde la nletafsica de Aristteles, por ejenlplo, no hay que esperar que elpensanlientofilosfico se detenga en unpuntodeternlinado; desdeel puntodevistaprctico, el criticisnloerainevitable. Perohayunsegundofactor atener en cuenta. Una vez conseguida una sntesis teolgico-filosfica biensoldada, en la que trminos y categoras filosficos se utilizaban para laexpresin de las verdades teolgicas, era naturalquealgunasnlentessintiesenquelafeestabaenpeligrodeser racionalizadayquelateologacristianasehabacontanlinadoindebidanlentedetnetafsicagriegaeislmica. Talesnlen-IXTRODUCCIN 19tespodan sentir que10 quesenecesitaba eranperspectivasmsticasmsbienqueperspectivas filosficas, especialmenteenvistadelas pendencias de lasescuelas sobre puntos de significacin e inters teortico ms bien queprinlordialmente religioso. Estasegundalneadepensamientotenderatam-bina disolver la sntesis del siglo XIII, aunque laperspectiva fuera dife-rentedela delos pensadores quese concentrabanenlosproblemasfilosficosysocavabanlasntesisporefectodesuscrticasextensasydelargoalcancedirigidas contra las posiciones filosficas caractersticas de aquella sntesis.Vamos a ver cmoambas lneas se manifestarona 10largodel siglo XIV.(iii) Paravolver laatencinauncampodiferente, a saber, el delavidayel pensamientopoltico, seraevidentementeabsurdosugerir queenalgnl11omentodelaEdadMediahubieseotracosaqueunaarmonayequilibrioprecarios entrelos poderes eclesisticoycivil; no se necesitaunprofundoconocimiento de la historia nledieval para advertir las disputas constante-l11ente recurrentes entre papas y emperadores, o las rias entre papas yreyes. El sigloXIII estuvoanimadopor esasdisputas, especialmenteporlasque tuvieronlugarentre el emperadorFederico11 ylaSantaSede. Noobs-tante, aunqueunoyotropartidohacanavecesreclamaciones extravagantesen su propio favor, las disputas eran, por as, decir, disputas de familia;tenan lugar dentro de la estructura medieval de Papado e Imperio, queencontrunaexpresinteorticaenlos escritos del Dante. Adems, por 10querespecta alateorapoltica comnmenteadmitida, sereconocaladistin-cin entre los dos poderes. Santo Toms de Aquino, quien, por vivir enPars, se interesaba ms por los reinos que por el reconoci elcarcter intrnsecamente utnomo de la soberana temporal, aunque reco-nocitambinel poderindirectodelaIglesiaenlos asuntos temporales, 10que era una consecuencia obligada del reconocimiento de ia superioridaddela funcinsobrenatural delaIglesia.! Si nos mantenemos enel planodela teora podemos hablar, pues, de un equilibrio o armona entre los dospoderes enel siglo XIII, contal de que no ocultemos el de que enla vidaprcticala armona no era tan patente. El hecho es que aquellospapasquealbergarongrandiosasambicionesconrespectoal poder temporalfueron incapaces de.ponerlas en prctica, mientras que los emperadoresque quisieronhacer todo cuantoles viniera engana, sin preocuparse poconi ll1ucho.de la Santa Sede, fueron igualnlente incapaces de cumplir susdeseos. Lostriunfosdeunladoodeotrofuerontemporalesy pocodurade-ros. As pues, se logr, al nlenos, un cierto equilibrio, de naturaleza algoprecaria.Al nlismo tiempo, sin enlbargo, los reinps nacionales se fueron conso-lidandoy el poder centralizadode los nlon;frcas nacionales crecigradual-ll1ente. Inglaterranuncahabaestadosometida, prcticamente, al enlperador1. El emple::> de la frase '"el poder indirecto" supone una interpretacin de la doctrina de Toms.20 INTRODUCCIXl11edieval. Adel11s, el Imperiofueprimordialnlenteasuntogerlnnico; Fran-cia, por ejemplo, eraindependiente; y el cursotomadopor ladisputaentreBonifacio VIIIyFelipeel HermosodeFrancia afinales del sigloXIII pusoclaranlentede nlanifiestola posicin de dicha nacin, tanto respecto de laSanta Sedecomorespectodel Imperio. Ese desarrollo de los reinos nacio-nales signific la aparicin de un factor que eventualmente destruira elequilibrio tradicional entreelPontificadoyelImperio. En el sigloXIVpode-nlOSverel reflejo, enelplanodelateora, delatendenciaal fortalecimientode la autoridadcivil comounpoder independiente de la Iglesia. La apari-cin de fuertes Estados nacionales, que llegaron a constituir una caracte-rstica tan destacada de la Europa post-medieval, comenz en la EdadMedia.Habra sido nlUYdifcil que los Estados llegaran a desarrollarse del tuodoen que lohicieron de no ser por la centralizacin yconsolidacin del poder enl11anos de los monarcas nacionales; y el proceso de esa centralizacin yconsolidacin del poder no fue ciertamente retardado por la humillacin aque fue expuestoel Papadoenel sigloXIVdurantela"cautividaddeBabi-lonia", cuandolospapasestuvieronenAvignon(130S-i7), ylasubsiguientecalanlidaddel "GranCisma", que comenz en 1378.La teoraaristotlica del Estadopodaser utilizada, y 10fue, dentrodelaestructuradel esquemadelosdospoderes, porunpensador del sigloXIIIconlosantoToms de Aquino. Esofacilit el reconocimiento teortico delEstadocomouna sociedadintrnsecamenteautnoma, aunquetena quesercomplenlentadaconuna ideacristianadel findel hombrey delacategorayfuncindela Iglesia. Perosemejante"adicin" no fue simplemente unaadicin o yuxtaposicin, porque modific profundamente, al menos portnplicacin, la perspectiva poltica de los griegos. Contrariamente, al acen-tuarseel aristotelismoenlateorapolticamedieval, la posicindel Estadopoda ser subrayada de tal modo que prcticamente se invirtiera la tpicaconcepcin medieval de la debida relacin entre los dos poderes. Podemosver unejenlplo de elloen el siglo XIVenla teora poltica de MarsiliodePadua. Pero eso no es decir que la teora de Marsilio fuera debida a lafilosofa aristotlica: fue debida en mucho mayor medida, segn veremostns adelante, a reflexinsobreconcretos acontecinlientos ysituaciones his-tricos. Ahora bien, la teora aristotlica del Estado fue efectivamente unarnla de dos filos, y no solamente poda ser utilizada, sino que lo fue, deunanlanera ajena a la intencinde un telogo-filsofo como santo TonlsdeAquino. La utilizacin quedeellasehizorepresentciertamenteel creci-tuientode la conciencia poltic"a; ylas fasesdedichautilizacinrepresentaronlas fases del crecimiento de aquella conciencia en el desarrollo histricoconcreto.2. Si el siglo XIII fue el perodo de los pensadores creadores y origi-nales, al sigloXIVpuedellanlrsele, encontraste, el perododelas escuelas.Los donlinicos tendieronnaturalmente a adherirse a las doctrinas de santoTOllls de Aquino; y una serie de nlandatos de diversos captulos de la 21orden les anitnaron a hacerlo as. Aparecieron nunlerosas obras sobre lostextos de santo Toms. As, por encargo del papa Juan XXII, JoannesDonlinicicompusounaAbbreviatiooConlpendiodelaSlll1l1llaTheologica, :lla que puso trnlino en 1331, y otro donlinico, Benedicto de Assignano(nluerto en 1339), escribi una Concordantia, en la que trat de nlostrarqueladoctrina' delaSlllll111a Theologicaarnlonizabaconladel cOl11entariodel mismo santoT01ns a las Sentencias. Luego hubo los comentadores ointrpretes de santo Toms, dominicos conlOHervaeus Natalis (nluerto en1323), que escribiuna Defensa doctrinae D. Tho1llae, y atac a EnriquedeGante, Duns Escotoyotros, oJuandeNpoles (muertoen1330). Perofue el siglo xv, con Juan Capreolo (1380-1444, aproxinladanlente), 111squeel XIV, el quesedistinguiporsuslogrosenesecanlpo. Capreolofue nls eminente de los comentaristas de santo Toms, antes de Cayetano(1468-1534).Aparte de los tonlistas estaban los escotistas, que constituyeron unaescuelarival de laprinlera, aunque. DunsE3COtonofueduranteel siglo XI\"el Doctor oficial de la orden franciscanadel modoen quesanto Tomsloeradeladominica. Estabanadenls los ermitaos de sanAgustn, que seguanlasenseanzas deGil deRonla. Enriquede Gantetuvo talnbinsus segui-dores, aunquestosnoformaronunaescuelacompacta.Durante el siglo XIV, todos estos grupos, junto con los seguidores deotros pensadores del siglo XIII, representaban, 1ns o1llenos estrictalllente.laviaantiqua. Mantenanel pensamiento de la centuria anterior. Pero, alnlismotiempo, duranteel siglo XIVapareciysedifundiunnuevomovi-nliento, asociadoparasielnpreal nombredeGuillermodeOckhanl. Los pen-sadores de ese nuevo nlovinliento, la via 1I'loderna, que posean de nl0donatural todo el encanto de la "modernidad", se opusieron al rec'lliSnl0delasescuelasnlsantiguas, ylle"garonaser conocidos COll10 los "nonlina-listas". Estadenonlinacinnoesnluyapropiadaenalgunosaspectos, puestoque Guillerll10 de Ockha1n, por ejemplo, no negaba que haya conceptosuniversales en cierto sentido; pero se trata de un nombre utliversalnlenteempleado, y que, sin duda, seguir enlplendose. No hay, pues, por quesforzarseencanlbiarlo, aunque"terministas"serams exacto. Loslgicusdel nuevo movlniento concedieron una granatencin al status lgico y lafuncindelostrminos. Esverdadqueseopusieronfirmementeydirigieronsus crticas al realismo de filsofos anteriores, particularmente al.de JuanDuns Escoto; pero sera simplificar excesivamente su anti-reaUsrrb..decirque ste consista en atribuir universalidad solamente a los opalabras.Sera, sin enlbargo, una descripcin groseramente incorrecta la que seli1uitara a decir que los nonlinalistas del siglo XIVatacaron al realislllo (lelos filsofos del siglo XIII. El movimiento nonlinalista posey una signifi-caciny una importancia que no puede ser adecuadamente expresada conreferenciaa una sola controversia particular. Dicho nlovinliento constituy22 INTRODUCCIXlacua colocadaentrelateologaylafilosofa, laquehizosaltarlasntesisconseguidaenel sigloXIII. El espritunominalista, si as puededecirse, seinclinaba al anlisismsquealasntesis, yala crticamsquealaespecu-lacin. Consuanlisiscrticodelasideasylasargumentacionesmetafsicasde sus predecesores, los nominalistas dejaron la fe flotando enel aire, sinbaseracional alguna (encuantoconcierne a la filosofa). Unaampliagene-ralizacin como sta tiene, desde luego, los defectos inseparables de esaclase de generalizaciones: no es aplicable a todos los pensadores influidospor el nominalismo; peroindica cul fue laconsecuenciade las tendenciasnlsextremasdel movimiento.La filosofa-apenas puede vivir sin el espritu analtico y crtico; allnenos, el anlisis crticoes uno de los "momentos" del pensamiento filo-sfico, yes natural que siga a un perodo de sntesis constructiva. C01110vimos, eseesprituestuvopresente, enciertamedida, enel pensamientode Escoto, elcual mantena, por ejemplo, quelaspruebasenfavor delainmortalidad del alma no son absolutamente concluyentes, y que ciertonmero de atributos divinos que con frecuencia haban sido consideradosdemostrables nopodanrealmente ser demostrados. Perodebe notarse queDuns Escoto era un metafsicoque argumentaba como tal metafsico. Es cier-toque tambineraunlgico, comootros metafsicos medievales; pero, ensucaso, el lgiconohabaempezadoanaocuparel puestodel metafsico:susistemaperteneceal grupodelassntesismetafsicasdel sigloXIII. Peroenel sigloXIVpuedeobservarseuncambio. Lametafsica, sinllegar a serabandonada, tiende a dejar su puesto a la lgica; y cuestiones que ante-riormente haban sido tratadas como cuestiones metafsicas fueron tratn-dose primordialmentecomocuestiones lgicas. CuandoGuillermo de Ock-hamaborda el problema de los universales, hace hincapi en los aspectoslgicos de la cuestin, en la suppositio y .la significatio terminorttmJ111sque enlos aspectos ontolgicos. Al parecer, Ockhamestabaconvencidodesufidelidadalas exigenciasdelalgica aristotlica; einclusopuededecirseque fue en nombre de la .. aristotlica (o de la idea que l tena desta)como critic la metafsicadepredecesoressuyoscomoTomsdeAqui-noy, Duns Escoto. Indudablemente uno puede consagrarse a los estudioslgicossin preocuparseporla metafsica,yalgunosdeloslgicosdeOxforden el siglo XIVfue eso 10 que, al parecer, hicieron. Pero tambin puedeunopasaralacrticadelasargumentacionesypruebasmetafsicasennom-bre delalgica, yesofue 10 quehizo de Ockham. ste, conlOvamos a ver, socavla teologa natural y la psicologa metafsica de suspredecesbres. Ensu opinin, las pretendidas. prueBas odemostraciones delosatributosdeDiosolasalegadas endefensadelaespiritualidadode lainmortalidad del alma, o bien descansan en principios cuya verdad no esevidente, obien terminan en conclusiones que no se siguen estrictanlentedelas correspondientes premisas. Ockhamadmita, ciertamente, que deter-nlinados atgumentos lnetafsicos eran"probables"; peroeso no es sinounIXTRODCCCIX 23ejemplo de la tendencia del siglo XIV a sustituir las del110straciones porarglunentos probables.Esa sustitucin estaba relacionada, indudablenlente, con la tendencia110111inalista a dudar o a negar la validez de las inferencias que van dela existencia de una cosa a la existencia de otra. Oc.khanl subray laprinlaca de la intuicin de la cosa individual existente. Con respecto ala existencia de una cosa lo prinlero a preguntar es, pues, si la intuinl0sconlO existente. Enel casodelahnaespiritual, porejenlplo, Ockhanl negaraquetenganl0sintuicindelanlisma. Lacuestinser, entonces, si podenl0sargunlentar concerteza la existencia del alnla espiritual a partir de intui-ciones que tenenlOS. Ockhanl no creaposible tal cosa. l no realizaba, dehecho, un anlisis puralnente fenonlenalista de la causalidad, y l nlisnlose validel principiode causalidaden nletafsica; pero"extrenlistas" pos-teriores, conlONicolsdeAutrecourt, realizarondichoanlisis. El resultadofue que pusieron en cuestin nuestro conocinliento de la existencia de lasustancianlaterial, yprobablenlentetanlbindel alnlaespiritual. Enrealidad,ninguna inferencia lgica que lleve de la existencia de una cosa a la exis-tel1ciade otra cosa distinta puede tener el valor de una"denlostracin" oprueba .apodctica. De ese nl0do, todoel sistelna de la nletafsica del sigloXIIIqued desacreditado.Esa conlpleta crtica de los sistelnas nletafsicos precedentes llevabanecesarialnenteconsigo laaperturade una brechaenlasntesis de teologayfilosofa quehabasidocaractersticadeaquellos sistenlas. As, por ejell1-plo, santo Tonls, aunque tratase de los argumentos filosficos en favordela existencia de Dios en obras que eran sloenparte filosficas, estabainc1uc1ablelnenteconvencidodeque puedenpresentarseargunlentos nletafsi-cosvlidosenfavor delaexistenciadeDios. Talesargunlentosper:tenecerana los prcalllbulajidci} en el sentido de que la aceptacin de larevelacin divinapresuponelgicanlenteel conocimientodequeexisteunDioscapazdereve-larse, conocilnientoquepuedealcanzarse independientementede .lateologa.Pero si, conlOcreyeron nun1erosos filsofos del siglo XIV, no puede darsedelnostracin o prueba apodctica alguna de la existencia de Dios, sta hadequedar relegadaalaesferadelafe. Deah esiguendos consecuencias. prlner lugar, teologa y filosofa tienden a separarse. Desde luego, esa.consecuencia podraserevitadasi serevisaseporcompletolaideade"prue-ba" filosfica; perosi setratade elegir entre den10strabilidady fe, y si seniega la den10strabilidad de los "prenlbulos" de la fe, es difcil evitar laconsecuencia. Ensegundo lugar, si los problerpas inlportantes de la nleta-fsica tradicional, problelnas que vinculan la filosofa a la teologa y a lareligin, son relegados a la esfera de la fe, la filosofa tiende a tomar uncarcter cadavez n1s "profano". Esaconsecuencia no se hizomuyvisibleen el caso del propio Ockhanl, puesto que fue telogo tanto con10 fil-sofo, pero se hizoms manifiestaenotros pensadores del siglo XIV, conlONicols de Autrecourt, que forlnaba parte de la Facultad de Artes.Decirqueunf.ilsofodel sigloXIII conlOsantoTomsde Aquinoestabapreocupadopor la "apologtica" sera taninexactocomo anacrnico. Peroaunquenoestuvierapreocupadopor laapologticadel modo enquelohanestado ciertos pensadores cristianos de pocas posteriores, no deja de serverdadquelepreocuplarelacinentrelafilosofa y larevelacin. Atentoalascorrientescontemporneas depensamientoy a lascontroversias de supropia poca, noestabadispuestoni a rechazar la nueva metafsica aristo-tlica en nombre de la tradicin cristiana ni a llevar adelante la reflexinfilosfica sin preocuparse de su trascendencia para la teologa cristiana.SaritoToms seesmerensintetizar lateologa dognlticaconsufilosofa,y en laconexinentreellas. Perocuandolleganl0s a GuillermodeOckham, enel sigloXIV, nosencontramosconunanotableausenciadetodapreocupacinpor la "apologtica". Loque encontramos es un telogo queconsideraba que sus predecesores habanoscurecido orecubiertolas verda-descristianasconunafalsametafsica; peroencontramos, al misnlotielnpo,unfilsofoquesecontentabaplenamenteconlaaplicacindesus principiosde una manera lgica y consecuente, sin manifestar preocupacin por lasitllplicaciones de la sntesis entre filosofa y teologa, o tal vez sin adver-tirlas plenamente. Las verdades en las que crea, pero de las que pensabaquenopodanserfilosficamenteprobadas, lasrelegabaalaesferadelafe.Al asignaralaesferadelafelaverdaddequeexisteunSerabsolutamentesuprenl0, infinito, libre, omniscientey omnipotente, ronlpiel vnculoentrenletafsicay teologaproporcionadopor ladoctrinatOlllista de lademostra-hilidad de los preambula jidei. Al hacer depender la ley1noral de la libredecisin divina, impona la consecuencia, tanto si l mismo 10 advirticomosi no, dequesinlarevelacinel honlbrenopodratener conocimientocierto del orden moral establecido por Dios. Lo ms que podra hacer elhombre, sinlaayudadelarevelacin, seraprobablementereflexionar sobrelasnecesidadesdelanaturalezaydelasociedadhumanay seguir los dicta-..dos de la raznprctica, aunque tales dictados pudieran no representar lavoluntaddivina. Esoimplicaralaposibilidadde dos ticas, el ordenmoralestablecido por Dios, pero cognoscible solamente por la revelacin, y unaticanatural, provisional, de segundaclaseyno-teolgica, elaboradapor laraznhumanasinlarevelacin. Nopretendoque el propioOckhamsacaserealnlenteesaconclusindesuconcepcinautoritaristadelaleymoral, perocreoquelanlis111a estabainlplcitaendichaconcepcin. Desdeluego, haceresas observaciones noes, de suyo, pronunciarsea favor ni encontra de lavalidez de los argumentos filosficos de Ockham; pero s es una llamadade atencin acerca de la falta de preocupaciones apologticas en Ockhaln.ste untelogoyunfilsofo, yunescritor panfletariosobrePloblemaseclesisticos ypolticos; peronofue un"apologeta", ni aunsiquiera en el enquepuedellamarseapologetaa santoTom.s deAquino, ytoda-,;'ianlenos enel sentidonlodernodelapalabra apologeta.Algunos filsofos del siglo XIV se esforzaron en llenar la grieta queIIJ24 IXTRODUCCIXINTRODUCCIX 25seabraentre. teologayfilosofanledianteuna extensindelateora de la"ihtnlinacin" de Enriquede Gante. As, Hugolinode Orvieto (muertoen1373), ernlitaodesanAgustn, distinguiciertosgrados deiluminacin, yluantuvo que Aristteles, por ejenlplo, recibi una especial iluluinacindivinaquele permiticonocer algode Dios y de algunos de sus atributos.Otros, encambio, serefugiaronenel misticismoyconcentrarOl suatencinenespeculacionessobrelarelacindel nlundoconDiosy, enparticular, delalma hUlnana con Dios. Ese movinliento del nlisticisnlo especulativo, cuyoprincipal representante fue el dominico alemn Maestro Eckhart, estuyo,como veremos ms adelante, lejos de ser simplel11ente una reaccin contralas ridas pendencias de las escuelas o una escapada del escepticisnlo y elcorrespondienterefugioenel seguropuertodelapiedad; perofue. unrasgocaractersticodel sigloXIV, enteranlente distintodela filosofalns acadl11icade las universidades.Una importante caracterstica de la vida universitaria del siglo XI\,particularmente en Pars, fue el desarrollo de la ciencia. Algo direnlosdeesoms adelante, aunque en unahistoria de la filosofa nopuede espe-rarsenls queunbrevetratamientode esetenla. El desarrollo de estudiosnlatenlticos y cientficos por figuras del siglo XIV tales conlO NicolsOresme, Alberto de Sajonia y Marsilio de Inghen, suele asociarse con elmovimiento ockhamista, y, enconsecuencia, se ve como un rasgo caracte-rstico del siglo XIVen contraste con el XIII. Ese nlodo de ver contieneindudablemente verdad, no tanto porque Guillernlo de Ockhanl 1110strasealgninters particular por lacienciaenlprica oporque los cientficos delsiglo XIVaceptasentodaslas posiciones ockhamistas, cuantoporquelafilo-sofa ockhamista, por su misma naturaleza, deba favorecer el desarrollode laciencia emprica. Guillermo de Ockhanl tena una vigorosa creenciaenlaprimaca de la intuicinde la cosa singular: todo verdadero conoci-miento sefunda ltimamente enconocimiento intuitivo de existentes indi-viduales. Adems, el nicofundamento adecuadoparaafirmar una relacincausal entre dos fenmenos es la observacin de una secuencia regular.Esas dos tesis tienden por s mismas a favorecer la observacin enlpricayla aproximacindeprimeramanoalascuestionescientficas. Y, dehecho, quelasfiguras dirigentesdelacienciadel sigloXIVestuvieronde algn modo asociadas, aunque a veces no muy estrechanlente, con laviamoderna.Al mismotiempo, no tenemos derechoa afirmar sincualificaciones queunaapreciacinrudinlentariadelacienciafsicafuese peculiar al siglo XIV,adiferenciadel XIII, oquelos estudios cientficos asociados al nl0vinlientoockhamistafuesen los directos progenitores de la ciencia del Renacinliento.Ya enelsigloXIIi haba habidointersporlastraduccioneslatinasdeobrascientficas griegas y rabes, y se haban hecho observaciones y experi-nlentos originales. Baste pensar en hombres conlO san Alberto Magno,Pierrede Maricourt yRoger Bacon. Enel siglosiguiente, lacrticade lasteoras fsicas de Aristteles, junto con una nueva reflexin original, eincluso experitnentos, llevaron a la propuesta de nuevas explicacionese hiptesis en fsica; y las investigaciones de los fsicos asociados con el1110vimiento ockhamista pasaron en el siglo xv a la Italia septentrional.La ciencia de las universidades del norte de Italia influy indudablementeen los grandes cientficos del Renacimiento, 'como Galileo; pero sera unerror pensar que la obra de Galileo no es sino una continuacin de laciencia "ockhanlista", aunquetanlbinsera unerror pensar que noestuvierainfluidapor sta. Parahablar de unasolacosa, Galileopudoconseguir losresultados que consigui solanlente mediante una utilizacin de las mate-lllticas que fue desconocida en el siglo XIV. Esa utilizacin fue facilitadapor latraduccin, enla poca del Renacimiento, de obras de matemticosyfsicosgriegos; yGalileofueas estinluladoaaplicarlas matemticasalasolucindeproblenlas de nl0vimientoymecnica de unmodoparael quelos. cientficosmedievalesnoposeanel equipointelectual necesario. Lautili-zacindelas matemticasconlO medioespecial paradescubrir lanaturalezade la realidad fsica condujo auna transformacinenlaciencia fsica. El vie-jo camino de la observacin ordinaria fueabandonadoen favor deunmtodolnuy diferente. Aunque pueda parecer extrao, la ciencia fsica se hizolnenos "emprica": seliberno solamente delas teoras fsicas de Arist-teles,sino tanlbin de las ideas delsentido conln ydelnltodo de observacinpasivaquehabatendidoaprevalecerentrelosfsicos anteriores. Esverdad es posible observar alguna continuidad entre la ciencia del siglo XIIIy la del siglo XIV, Y entrela cienciadel siglo XIVy la del Renacimiento;peroeso noaltera el hecho de queeneste ltinlo perodohubo una revo-lucinenlacienciafsica.3. Lanlencindel Renacilllientodelos siglosxvy XVI suscitatodavaprobablel11enteen algunas nlentes la idea de una transicin y undespertarsbitosyabruptos, cuandosellegadisponerdelaerudiciny laliteraturadel nlundoantiguo, cuandocOl11enz la educacin, cuandolos honlbres enl-pezarona.pensar por s nlisnl0S despus de la esclavitud intelectual de la}:dad Media, cuando la invencin de la inlprenta hizo por fin posible laextensa difusin de los libros, cuando el descubrinliento de nuevas tie-rrasensanchlos horizontes del hombrey abrinuevas fuentes de riqueza,ycuandoel descubril11ientode laplvoratrajoa la hUl11anidad unabendi-cininestinlable.Semejante modo de ver es, desde luego, una considerable exageracin.Por loque respectaalarecuperacinde laliteraturaantigua, por ejenlplo,sta conlenz siglos antes delRenacimiento; nlientrasqueporloquerespectaal pensarpor s nlisnlo, nosenecesitaunconocimientomuyprofundodelafilosofa nledieval paraadvertir quehubonluchopensanlientooriginal enlaEdadMedia. Por otraparte, nosedebesubrayar el elenlentodetransicincontinuatantoque se da entender que el Renacinlientonoconstituyeunperodo reconocible, oque sus logros fueron insignificantes. De lo que seI11I1I11I26 IXTRODUCCIXIXTRODUCCIX 27trataes deverlacuestina laluzdel conocin1ientoquehoytenenl0Sde laEdadMediay decorregirfalsas impresiones del Renacimiento, nodesuge-rir que la palabra "Renacimiento" sea una mera palabra, que no denotarealidadespecial alguna. Ms adelante diremos algo ms de esa cuestin;por el momento deseolimitarme a unas cuantas observaciones de introduc-cinalas filosofas del Renacin1iento.Cuandosemiraalafilosofamedieval, seveciertan1entevariedad; peroesunavariedaddentrodeunaestructuracomn, o, al menos, unavariedadque destaca sobre un fondo comn y bien definido. Hubo indudablementepensamientooriginal; peronoes menosciertoquelaimpresinobtenidaesla deunesfuerzocomn, de 10 que podra llamarse untrabajo de equipo.Los filsofos del siglo XIII se criticaban mutuamente sus opiniones; peroaceptabanno solamentela n1ismafe religiosa sino tambin, ensumayora,losmismos principios metafsicos. btenenlosas laimpresindeundesarro-llofilosfico quefile realizadopor hombres de mentes independientes, peroquenopor ellodejdeser undesarrollocon1n, al quelos filsofos indivi-duales hicieron sus diversas contribuciones. Incluso en el siglo XIVla via1"1todernaseextendicomomovimiento, detal modoqueenel transcursodeltiempodiolugarauna"escuela" msomenoscerradaqueocupsupuestojunto"al tomismo, el escotismoyel agustinismo.Cuandosemiraalafilosofa del Renacimiento, por el contrario, 10 quesaltaala vistaesunsurtidobastanteaturdidor defilosofas. Seencuentran,por ej emplo, platnicos, aristotlicos de diversa especie, anti-aristot!icos,estoicos, escpticos, eclcticosyfilsofos delanaturaleza. Esposiblesepararesasfilosofas envariascorrientesgeneralesdepensamiento, es .verdad, aun-queesbastantedifcil saberaqucorrientedebeasignarseunpensadorpar-tiCtllar; pero la inlpresin donlinante es la de un individualisll10 pululante.y esa impresin es, eti n1uchos aspectos, correcta. La ruina gradual de laestructura de la sociedad medieval y el aflojamiento de los lazos entre loshombres que ayudarona producir una perspectivams omenos comn; latransicinanuevasformas desociedad, separadasavecesunas deotraspordiferencias religiosas; los nuevos. inventos y descubrimientos; todo eso fueacompaado por unmarcadoindividualismoen lareflexinfilosfica. El sen-timientodedescubrimiento, deaventura, estabaenel aire; ytuvosureflejoenlafilosofa. Quedigan10s esonosignificaquenos retractemos de 10 queanteshemosdichoencuantoalainadecuacindever el RenacimientoconlOsinracesenel pasado. Tenasus races enel pasado, y paspor diferentesfases, segnhemos dever; pero eso no quiere decir que no entrase enelnlundo un nuevo espritu en la poca del Renacimiento, aunque sera l11sexactodecir queunesprituque yasehabamanifestadoenciertan1edidaenunafechaanterior, semanifestenunestallidodevitalidadenlapoca delRenacimiento. Por ejen1plo, la recuperacin de la literatura clsica habacomenzadoenunafecha muyanterior, dentro de la EdadMedia, con10yase ha observado; pero los historiadores, aunque subrayen con razn ese28 hecho, tienentambinraznal indicarque, apropsitodel Renacimiento, loilllportantenoestantoquenumerosos textos nuevos llegarana estar a dis-posicin del lector nloderno cuanto que esos textos eran ledos a una luznueva. Deloquesetratabaeradeapreciar lostextosyel pensamientocon-tenidoen ellos por s misnlos, y no slocomo posibles fuentes de edifica-cino desedificacincristiana. El ncleoprincipal depensadoresdel Renaci-l11iento, eruditos y honlbres de ciencia, eran, desde luego, cristianos; y esconvenienterecordar esehecho; pero, noobstante, el revivir deloclsico, oquiznlejor lafase renacentistadel revivir de loclsico, ayuda poner enpirnler trlninouna concepcindelhOlnbre autnonlo, ounaideadel desarro-llo dela personalidadhunlanaque, aunquecristianaengeneral, erams"na-turalista"ynlenosascticaquelaconcepcinnledieval. Yesaideafavoreciel incrementodel individualismo. Inclusoentre escritores que erandevotoscristianosesdiscerniblelaconviccindequeentoncesestabaempezandounanueva era para el hombre. Esa conviccin no se debi simplemente a losestudios clsicos, desde luego; se debi al complejo de cambios histricos{Juetuvieronlugar enel Renacimiento.Fueenlapocadel Renacinlientocuandofuerontraducidaslasobras dePlatnyPlotino, porMarsilioFicino; yenlaprimerafasedeaquel perodosehizounintentode constituir" una sntesis filosfica de inspiracin plat-nica. Losfilsofosplatnicosfueron, ensumayor parte, cristianos; pero, deunmodomuy natural, el platonismoseviocomounaespeciedeanttesisdelaristotelisnlo. Al nlisnlotienlpo, otrogrupodehumanistas, influidos por laliteraturaclsica.latina, atacla lgicaaristotlicay las abstracciones esco-Jsticasennombredel buengusto, del realismoy el sentimientodelocon-creto, delaretrica ylaexposicinliteraria. Fuetomandoforma unanuevaideade educacin mediante la' literatura clsica y no mediante la filosofaabstracta. Unescepticismocultoyhumanistafue representadopor Montai-gne, mientrasJustoLipsiorevivael estoicismoyPierreGassendi el epicu-resmo. Los aristotlicoselel Renacinliento, apartedelos escolsticos, sedivi-dieron entre s en averrostas y los que preferan la interpretacin deAristtelesdada por AlejandrodeAfrodisia. Esteltinloera favorableaunainterpretacindelapsicologaaristotlicaque.conducaa la negacinde lainmortalidad humana, inclusode la inmortalidadimpersonal queadmitanlosaverrostas. Pomponazzi, laprincipal figuradeesegrupo, sacla conclusindequeel hombrenotienems que unfinterrenal. Al nlismo tiempo pro-fesaba ser un creyente cristiano, de modo que hubo de hacer una rgidadistincinentre laverdad teolgica ylafilosfica.Las filosofas quetomaronlaforma deunrenacer del pensamientocl-sico tendieron aacostumbrara lasgentes aunaidea del hombrequenotenaconexiones muy aparentes con el cristianismo, y que a veces era franca-mentenaturalista, aunquelosautoresdeesasimgenesnaturalistasdel hOl11-bre fueran por lo general cristianos. Unproceso anlogo tuvo lugar enelcampodelafilosofadelanaturaleza. Mientrasciertasformas depensamien- 29tooriental favorecanpocoel estudiodelanaturaleza, acausadelaideadequeel mundodelosfennlenos es unailusinonlera"apariencia", la filo-sofa cristianafavorecien ciertosentidolainvestigacindelanaturaleza, o,al nlenos, no le opusoninguna barrera teortica, porqueveael mundomate-rial nosolamentecomoreal sinotambinconlOcreacinde Dios, y, conse-cuentemente, digno de estudio. Al mislno tienlpo, el nfasis puesto por uncristianotelogo, filsofoysantocomoBuenaventura, enlaorientacinreli-giosadel honlbre, llevaunanatural concentracinenaquellosaspectos delInundo material que podanverse nls fcihnente no slo como manifesta-cionesdeDios, sinotambincomolnediosparaelevar lamentedelomate-rial a lo espiritual.Elsantonoestaba particularmente interesadopor elestu-dio del tnundo en razndel nlismo; le interesaba nlucho ms detectar enaqul el espejo de 10 divino. No obstante, la filosofa cristiana, aparte deesanatural concentracindel inters, no era radicalmente hostil al estudiodel nlundo; yenel casqdefilsofos del sigloXIIIcomosanAlbertoMagnoy Roger Bacon encontramos una conlbinacin de la perspectiva espiritualcon un interspor el estudio enlpricodela naturaleza.Enel sigloXIV ventascrecereseinters por losestudioscientficos, enconexinconel movimientoockhanlista, yfavorecidopor la grieta abierta en la sntesisdeteologa yfilo-sofapropiadel sigloXIII. As sepreparabael caminoparaunafilosofa dela naturaleza que, aunque no necesariamente anticristiana, haca hincapien la naturaleza como una totalidad inteligible gobernada por sus propiasleyesinmanentes. Quizsestaramejor decirquesefuepreparandogradual-nlente el caminopara el estudiocientfico de la naturaleza, el cual, coneltielnpo, aunque nohasta un perodoposterior, se desprendera del nombrede"filosofanatural" o"filosofa experimental", yadquirira conciencia des mismocomounadisciplinaseparada, ounconjuntodedisciplinas, consulntodoomtodos propios. Peroenla pocadel Renacinlientoencontramosnumerosasfilosofasdelanaturalezaapartedel desarrollodelaciencia fsicacomotal, en cuantoquesecaracterizabanpormarcadosrasgosespeculativosquea veces se lnanifestabanen ideas fantsticasyextravagantes. Esasfiloso-fas variaban desde la filosofa cristiana y fuertenlenteplatnicao neoplatnicade Nicols deCusahastalafilosofapantestadeunGiordanoBruno. Perollevaban la nlarca de unas caractersticas comunes, por ejemplo,de una creen-ciaenlanaturalezaconlOunsistenlaendesarrolloqueerainfinito, opoten-cialnlente infinito, y que era visto como el infinitocreado, reflejo del infi-nitoincreadoydivino, ocomoel mismodivinoen ciertosentido. Ciertamen-te, Diosnoeranegado; perosehacahincapi, endiversosgradossegnlosdiferentes filsofos, enla naturaleza misma. Hubo una tendencia a ver lanaturaleza como el macrocosnlOSyalhombrecomoel 111icrocosmos. Esaera,en verdad, una antiguaidea, queseremontabaalapocagriega; perorepre-sentabauncambiodenfasis respectodel quefuecaractersticode la pers-pectiva medieval. En otraspalabras, hubouna tendenciaaconsiderarlanatu-ralezaconlOunsistenlaautnonlo, auncuandonosenegasesudependenciadeDios. Losaspectos extravagantesy fantsticos dealgunas deesas filoso-faspuedentenderavecesahacerperderlapacienciaal lector; perosondeilnportanciaencuantoquesealanel desarrollodeunanuevadireccindelinters, ypor elhechodequeforn1aronunaespeciedefondoteorticosobreel quesedestacaronlosestudiospuranlentecientficosdelanaturaleza. Fue.en efecto, sobre el fondo de esas filosofas, que fueron los antepasados defilosofas comolas de Spinozay Leibniz, lns bienque sobre el fondo delockhal11isn10del sigloXIV, cnloserealizaronlosgrandesavancesdelafasecientfica del Renacimiento. Con cierta frecuencia los filsofos anticiparonhiptesis especulativas que los fsicos verificaran o confirmaran. InclusoNewton, podenl0s recordar, seconsiderabaas nlismounfilsofo.Si volvenl0s nuestra atencina los cientficos del Renacimiento, les en-contramosinteresadosprinlordialmentepor el conocinlientoteortico, consi-deradoens nlismo. Pero, al nlisnlo tiempo, fue caracterstica de algunospensadores renacentistas la acentuacin de los frutos prcticos del conoci-Jniento. Los nuevos descubrinlientos cientficos y geogrficos sugirieron deJlIodo natural uncontraste entre unconocinliel}to de la naturaleza, conse-guidopor el estudiode susleyes, yque haca posible unautilizacin de lanaturaleza en beneficio del hombre, por una parte, y la antigua disciplinaabstracta, queparecadesprovistadeutilidadprctica, por laotra. El estu-diodelascausasfinalesnoconducaaningunaparte; el estudiodelascau-sas eficientes capacitabaal hombre para dirigir lanaturalezayextender sudominiosobrelanlislna. Laexpresinnls conocidadeesenl0dodever seencuentra en losescritos deFrancisBacon (muertoen1626), el cual, aunquenluchas veces incluidoenla"filosofamoderna", puederazonablementeserasignado al perodo del Renacimiento. (Distinciones de ese tipo son desdelttego, en cierta medida, materia deeleccin personal.) Seraunerroratribuiresa actitud alas grandesfigurascientficas, peroesunaactitudquehallega-doa.dominar granparte de la lnentalidad nloderna. Es posible detectarlaincluso en algunodelos pensadorespolticosdel Renacinliento. Por ejenlplo, (muerto en 1527), despreciando los problel11as teorticos de lasoberana y de la naturaleza del Estado en favor del "realisn10", escribiElPrncipecomountextoparaprncipesquequisieransaber cmoconser-varyaumentarsupoder.Finalmente, hayqueconsiderar lasgrandesfigurascientficas, con10Ke-pler y Galileo, que pusieron los cimientos de la ciencia clsica de la eranIoderna, laciencia newtoniana, segn suele llamrsela. Si la prinlera fasedel Renacimientofueladel humanismoitaliano, laltimafue ladel creci-miento de la ciencia moderna. Ese desarrollo iba a ejercer una profundainfluencia nosolalnente enlafilosofa, sinotambinen lamentalidadmoder-na engeneral. Per de esa influencia ser ms adecuado hablar en otrosvolmenes.4. MartnLuterofuefuertenlenteantiaristotlicoyantiescolstico; pero1I30 I:\TRODUCCIX 311Ie1anchton, su discpulo y asociado lns eluinente, fue un htll11anista queintrodujoenel protestantisnloluteranounaristotelismohUlnanistapuestoalservicio de la religin. Los reformadores estuvieron naturaltllente nlucholnsinteresadospor lareliginylateologaquepor lafilosofa; ydehon1-bres comoLuteroy Calvinodifcilnlente podra esperarseque tuviesenunagransimpatapor la actitudpredominantenlenteestticadelos hunlanistas,por ms que el protestantismo subrayase la necesidad de la educacin yhubiese dellegar aunacuerdoconel hunlanisnloenel Cc.lnpo educacional.Sin embargo, aunque el hunlanislno, un nlovinliento que sil11patizabapococon laescolstica, conlenzaseenlacatlica 1taHa, yaunquelasnlayoresfiguras del humanismo en la Europa. del Norte, sobre todo Erasnlo, perotambinhonlbrescomoTonls Moro, fuesencatlicos, el Renacit11ientopos-teriorcontemplunrenacer del escolasticisnlo, unbrevetratanlientodel cualhe incluidoen este volumen. El centro de dicho renacer fue, significatiya-mente, Espaa, unpas quenofuenlUYafectadoni porlostrastornosydiyi-siones religiosas que tanto afligierona Europa, ni por la filosofa renacen-tista. Se produjoafinalesdel siglo xv, conTOlnsde\;o(nluertoen1534),conocido por Cayetan'o, De Sylvestris (nluerto en 1520) y otros; y en elsiglo XVI encontralnos dos grupos principales, el grupo dOl1Jinicano, repre-sentado por autores como Franciscode Vitoria (t11Uertoen 1546), DOlllin-gode Soto (muerto en 1560), Melchor Cano (nluerto ne 1566) y DOl11ingoBez (nluerto en 1640), y el grupo jesuita, representadopor ejelllplo, porToledo(muertoen 1596), Molina (muertoen 1600), Belarlllino (nluertoen1621) y Surez (muerto en 1617). El nls il11portante de esos escolsticostardos es probablemente Surez, cuyafilosofa presentar l11s por extensoqueladelosdems.Los temas tratados por los escolsticos del Renacillliellto fueron en sunlayor parteaquellos temas yproblemas queyahabansidopropuestos porel precedenteescolasticisnlomedieval; y si seconsideranlas extensas obrasde Surez se encuentran abundantes pruebas del amplsimo conocinlientoque el autor tena de las filosofas precedentes. El crecimiento del pro-testantismocondujo de modo natural a los telogos escolsticos a discutirlos problemas teolgicos ms afectados y que tenan repercusiones en elcampo de la filosofa; pero las filosofas caractersticamente renacentistasafectaronpocoa los escolsticos. Unpensador como Surez se parece 111sa los telogos-filsofos del siglo XIII que a los francotiradores intelectualesdelRenacinliento. Noobstante, comoverenlOSt11sadelante, losnlovinlientoscontemporneos influyeron en Surez al menos por dos vas. En primerlugar, el viejo mtodo filosfico de comentar un texto fue abandonado porSurezensusDisputat-ionesmetaph'J'sicaeenprovechodeunadiscusincon-tinuade estiloms moderno, aunque, debemos confesarlo, algo prolijo. Lafilosofa iba a tratarse no predominantemente en obras teolgicas, sino entratados separados. Ensegundo lugar, el fortalecimientodelosestadosnacio-nalestuvosureflejoenunnuevodesarrollodelateorapolticaydelafilo-32INTRODUCCINsofadelderecho, deun carctermuchonlscOll1pletoquetodo10 producidoporel escolasticismomedieval. Enesecontextoresultanatural pensar enelestudiodel derechointernacional por el dOl11inicoFranciscode Vitoriayenel tratadodeSurezsobrelasleyes.PAI\TE1El SIGLOXIVCAPTULOJIDURANDOy PEDROAUREOLIJacobode\;fet::. - Durando. - lJedroAureoli. - de Har-clay. - Larelacin de esos pensadores conel ockhamisl1lo.1. Unosesientenaturalnlenteinclinadoapensarquetodoslostelogosyfilsofosde la ordendepredicadoresdefinalesdelaEdadMediasiguieronlas enseanzas de santo Toms de Aquino. En 1279el Captulo de Parsprohibialosquenoabrazabanel tomismoquelocondenasenyen 1286ellnismoCaptuloorden quelosnotomistasfuesenseparadosdesusctedras.En elsiglo siguiente los Captulos deZaragoza(1309)y de:\Ietz (1313)hicie-ronobligatorialaaceptacindelasenseanzasde santoToms (quenofuecanonizado hasta 1323). Pero esas disposiciones no lograron conformar atodos losdonlinicos. Dejandoaparteal MaestroEckhart, cuya filosofa serdiscutidaenel captulosobreel nlisticismoespeculativo, debemos lnencionarentre losdisidentesaJ acabodeMetz, aunquesusdoscomentarios sobrelasSentencias de PedroLombardo, queparecenhaber sidocompuestos el unoantes de 1295y el otroen 1302, sonanteriores a la imposicin oficial deltomismoalos nliembros delaorden.JacobodeMetznofueunantitonlistaenel sentidodequeseopusieraalas enseanzasdesantoTonlsengeneral; ni fue tampocoitnrevolucionarioenfilosofa; peronovacilenapartarsedelaenseanzade santoToms oponerlaendudacuandolo juzgabaconveniente. Por ejemplo, no aceptlaopinin tomista de que la nateria es el principio de individuacin. Es laformalaquedaunidadala substanciaylaconstituye; y,' enconsecuencia,debenl0s reconocer laforma comoprincipiodeindividuacin, puestoquelaindividualidad presupone la substancialidad. Jacabo de Metz parece haberestadoinfluidopor pensadorescomoEnrique deGantey Pedrode Auver-gne. As, desarrolllaideadeEnriquedelos"nlodosdeser" (l1todi essen-di). Haytres nlodos deser, el desubstancia;'. el deaccidente real (cantidady cualidad) yel derelacin. Los nl0dos sondistintos entre s; perono soncosas que juntoconsus fundanlentos constituyanseres conlpuestos. As, larelacinest111 l1l0do deser querefiereunasubstancia ounaccidenteabsolutoal trlllinodela relacin: noes en s nlisma una cosa. La mayora de las36 EL SIGLO XIVrelaciones, comola sinlilitud, por ejemplo, ola igualdad, son nlentales; larelacincausal eslanicarelacin"real", independientedenuestropensa-lniento. J acabo tuvo algo de eclctico; y sus desviaciones de la enseanzade santo Toms le atrajeron la crtica yla reprobacin por la plumade HervNdellec,l undominicoquepublicunCorrectorittnt fratris Jacobi Metensis.2. Durando(Durandde fuemuchoms enfant terriblequeJacobodeMetz. Nacidoentre1270 y1275, ingresenlaordendepre-dicadores e hizo sus estudiosen Pars,dondesesupone quesiguilasleccio-nes de J acabodeMetz. Alcomienzode laprimeraedicindesuComentariosobrelas Sentencias estableci el principio de que al hablar y escribir decosas quenotocana lafe, sedebeconfiar enlaraznms bienqueenlaautoridadde cualquierDoctor, porfamosoogravequesea. Armadoconeseprincipio, Durandosiguiadelante sucamino, anteel disgustode Sus cole-gas dominicos. Publicluegounasegundaedicinde su Comentario, enlaqueomitilas proposiciones ofensivas; peronada seganconello, ya quelaprimeraedicinsiguicirculando. El captulode los dominicos de Metzcondenlas peculiaresopinionesdeDurandoen1313, y, en1314, unaconli-sinpresididapor Hervaeus Nataliscensur91proposiciones sacadas delaprinlera edicin del Comentario a las Sentencias. Durando, que en aqueltienlpoenseabaenlacortepontificiade Avin, sedefendiensusExcu-sationes; pero Hervaeus Natalis prosigui el ataque en sus Reprobationese..rcflsationU1nDurandi, y seopusoalaenseanzadeDurandoen Avignon.En1316, el captulogeneral delos dominicos de Montpellier, considerandoquedebabuscarseun"renledio" aaquel perturbador estadodecosas, ela-boruOna listade235puntosenqueDurandosehabaapartadodelasense-anzasdesantoToms. En1317Durando fuenombradoobispodeLimoux,en1318fue trasladadoa Puy, yfinalmentea Meaux, en 1326. Fortalecidopor su posicin episcopal, public, algntiempodespusde1317, unaterceraedicindesuComentario. alas Sentencias, enlaquevolvi, enparte, a lasposiciones delas que antes sehaba retractado. No es imprudentesuponerquenuncahabadejadodemantener lasteorasencuestin. Dehecho, aun-quedotadode unesprituindependienteenrelacin conlas enseanzas desanto Tonls, Durandonofueunrevolucionario. Estuvoinfluidoporladoc-trinadeEnriquedeGante, porejelnplo, yenalgunospuntoshablacomounagustiniano. En1326, siendoobispode Meaux, fornlparte de lacomisinque censur 51 proposiciones tomadas del Comentario de deOckhamalas Sentencias. Durandomurien 1332.UnadelasopinionesdeDurandoqueofendieronasuscrticossereferaa las relaciones. Para Durando, comoparaJacobo de lVletz, la relacin esun1110dus l'ssendi, un modo de' ser. Enrique de Gante, conlOhenlos visto,habadistinguidotres modosdeser:el desubstancia, eldeaccidente absoluto(cantidad y cualidad), queinhiereaunasubstancia, yel derelacin. Larela-1. Es decir, Henoaeus Xatalis, que lleg a ser maestro general de los dominicos en 1318.DURANDOYPEDROAUREOLI 37cinfueconsideradapor EnriqueconlOunaespeciedetendenciainternadeunser haciaotroser. Larelacin, pues, por 10 querespecta a suser real,es reducibleal ser de unasubstanciaoal deunaccidente" 'real; y las cate-goras aristotlicas debenentenderse conlOconlprendiendola substancia, lacantidad, lacualidad, larelacinylas seis subdivisiones delarelacin. Esadoctrinadelostresl1l0dosbsicos deser fue adoptadapor Jacobode ypor Durando..Como los tresnlodosdesersonrealmentedistintos, sesiguequelarelacines realmente' distinta desde sufundamento. Por otraparte,cornolarelacines simplenlenteel fundanlentoosujetoensureferenciaaalguna otra cosa,2 no puedeser propiamente una "cosa"o "criatura" ; alnle-nos,nopuede entrar en conlposicin consufundanlento.3Solanlente hayunarelacinreal cuandounser relacionadoaotroposeeunaexigenciaobjetiva,interna, para esa referencia. Esosignifica que, por10querespectaalascria-turas,slo hayunarelacinreal cuandohayunadependenciareal; dedondese sigue que la relacin causal es la nica relacin real en las IJasemejanza, la igualdad ytodaslasdenlsrelacionesnocausalessonpura-nlente conceptuales;noson relacionesreales.Durandoaplicesadoctrina al conocimiento. El actode conocer no esunaccidenteabsolutoque iohieraenel alma, comopensaba santoTonls;es unnlodus essendi que aadeal entendimientoni lehacemsperfec-to. "Hayquedecir quelasensacinylainteleccinnoimplicanla adicinal sentidooal entendinliento de nada real que entre en composicin constos".5 Son actos inmanentes, realmente idnticos al sentido y al 'enten-dimiento. PorquafirmaesoDurando?Porquel considerabaquenlante-ner que el alnla, cuandoentraenrelacindeconocimiento con unobjeto,recibeaccidentesporvadeadicin, esimplicar queunobjeto pue-de actuar sobre un principioespiritual, o un objeto no-viviente 'sobre unsujetoviviente, opinina laquel llama "ridcula". El pensal11ientodeDu-randoenesepuntoesde clarainspiracinagustiniana. Por ej-.empl0, delas razones por las que sanAgustn sostena que la sensaci6n es un actodel alnla sola era la de la imposibilidad de queuna cosa material actuasesobreel alma. Elobjetoesuna conditiosinequanon, pero nounacausadel cono-cilniento. Lacausaessolamenteel entendinliento.Apartirde estateoradelconocinliento comorelacin, Durando concluyquepoda prescindirse detodoelaparatodespecies cognoscitivas, enel. sen-tidodefornlas accidentales. Otraconsecuencia es quenoes necesario:pc:J-tular unentendil11ientoactivo, supuestoejecutor dela abstraccinde' 11as spccics. Del nlisnlo1nodo, Durandosedesembarazde"hbitos". enelLa relacin es un mtJdus cssClldi ad alifld, qui ese ipse respectllS relationis. 1 Sent. (A),33, lo..l Relafio est alia. res a .wo fUlldamento, et tamen. flon facit compositionem. Ibid.4. Rl'!ata reaUa e:r natura slti fundamenti habent inter se necessariam coerigentiam ratione Ibid. (A), 31, 1. In('reatltris realis relatioreqttirit dependentiaminrelato. Ibid. (A), 30, :!.5. Qmlrstio de llat"ra cogllitiollis, edicin ]. Koch, p. 18.entendimiento o enlavoluntad, y siguila tradicinagustiniana de negartodadistincinreal entreentendimientoyvoluntad.La principal razn de las dificultades en que se vio Durando por sudoctrinadelas relaciones fue laaplicacindestaa la doctrinade la Tri-nidad. EnlaprimeraedicindesuComentario a las Sentencias 6 afirmabaque hayunadistincin real entre la esencia onaturaleza divina y las Per-sonas orelaciones divinas, aunque en el segundo de los pasajes citados seexpresaconalgunavacilacin. Dichaopininfuecondenadapor lacomisinde 1314como"enteramentehertica". Durandotratde explicar sus aser-ciones, pero Herv Ndellec (Hervaeus Natalis) dirigi la atencin a laspalabras realmenteempleadasporel autor. Enel Quodlibet deAvignonDu..randoadnlitique nose puedehablar propiamente de distincin real entrelanaturalezadivinaylasrelaciones internasdivinas; stasson111,odi essendiveZlzabendi essentia111 yla distincin solamentesecundul1t quid.Ese cambio fueseguido porunnuevo ataquedeHervNdellec, y, enlaedi-cinfinal desuComentario, Durandopropusootraopinin.7Hay, dice, tresteoras posibles. En primer lugar, esencia y relacin, aunque no son doscosas, difierenencuantoquenosonlomismo"adecuadayconversiblemen-te". En segundo lugar, esencia yrelacin difierencomo lacosa yel"nlododeposeer la cosa". sta fue la opinin de Enrique de Gante,ode Jacobo deMetz, ylaprinleramenteexpuestapor el propio D.urando. Entercer lugar,esencia yrelacin difierenfOr11taliter ex' natura. rei, aunquesonidnticamentelamismacosa. Durandoadoptaesatercera teora, ladeDuns Escoto, aun-queaade quel noentiendeloquepuedasignificar for11taliter, amenosquedicha teora contenga las otras dos. La primera est incluida, por cuantoesenciayrelacin, aunsiendolamismacosa, nosonlamismacosa"adecua-da y conversiblemente". La segunda est tambin incluida, a saber, queesenciayrelacindifierenCOlnores et ntodus habendi re11t. Enotras pala-bras, laopinin de Durando no experiment un cambio muy notable.Hasolidodecirseque Durandofue unconceptualistapuroenel proble-l11adelosuniversales, yqueayudas aprepararel caminoal ockhamismo.Peroahoraest claroquenonegquehubiesealgnfundamentoreal enlascosas para el concepto universal. l afirtn, ciertanlente, que "es frvolodecir quehayuniversalidadenlas cosas, pues enlas cosas nopuede haberuniversalidad, sinosolanlentesingularidad";8 perola unidadde naturalezaque es pensada por el entendimiento conlOcomn a una multiplicidad deobjetos,existe realmenteen las cosas, aunque nocomoununiversal objetivo.La universalidad pertenece a los conceptos, pero la naturaleza que es concebidapor el entendimiento como universai existe realmente en las cosas indivi-duales.Durandorechazindudablenlenteunconsiderablenmerodeteoras que1IIIIIIJ38 EL SIGLO XIV1Srllf. (A), 13, 1, y 33, 1..., 1 bid. (C), 33, 1. 11 5"Cl1t., 3, i, 8.DURAXDO y PEDROACREOLI 39habansidolnantenidaspor santoTonls. Yahenlosvistoqueneglasdoc-trinas de las species y de los hbitos o disposiciones, y la distincin realentreentendinlientoyvoluntad. Adems, apropsitodelainmortalidaddelahna, siguia DunsEscoto, ydijoquenoes demostrable, o, al menos, quees difcil denlostrarladeunanlanerarigurosa. Pero, comoyahemos dicho,Durandonofue unrevolucionario, aunquefuese unpensador independienteycrtico. Supsicologafue en buena medida de carcter agustiniano, y sudoctrina de las relaciones se fund en la de Enrique de Gante. Encuantoalosuniversales, Durandonorechazalaposicinmantenidapor los aristo-tlicos medievales. Enotras palabras, la pasada imagende D.urando comounpredecesorll1UY prxinlo aGuillernlodeOckham hatenidoqueseraban-donada, aunqueessindudaverdadque elnpleel principiodeeconomadepensanlientoconocidopor la"navajadeOckham".3. PedroAureoli (Pierred' Auriole) ingres en la orden defrailesmeno-res y estudi en Pars. Despus de haber ejercido nlagisterio en Bolonia(1312) y Toulouse (1314) regres a Pars, donde recibi el doctorado enteologa en 1318. En 1321 fue nonlbrado arzobispo de Aix-en-Provence, ylllllri poco despus. en enero de 1322. Su prinlera obra filosfica fue elinconlpleto Tractatus dc principiis naturac} que se ocupa de cuestiones defilosofa natural. Suobra principal, t111 COlnentariosobre las Sentencias dePedroLOlnbardo, fuepublicadoendosedicionessucesivas. Tambin tenenl0Ssus Qllodlibcta.PedroAureoli seapoyafirnlelnente enlaafirnlacindequetodocuantoexiste, por ese solohecho, es una cosa individual. Al hablar de la disputarelativaalprincipiodeindividuacin, afirnlaqueenrealidadnohayningunacuestinadiscutir, "puestoquetodacosa, porel merohechodequeexiste,existeconlOunacosa individual (sillgulariter est)".9 Conversitnque, si algoes conlnouniversal, opuede ser predicadode unapluralidaddeobjetos,ese lnisnlohecholl1uestra que es tUl concepto. "As pues, buscar algo porlo cual un objeto extranlentalseaconvertido enindividualesbuscar :nada".16Porqueesoequivalea preguntar de qunlodo' ununiversal extramental esindividualizado,cuandoenrealidadnohaytal cosa comoununiversal extra-lllental a individualizar. El problenla nletafsico" de la individuacin no es,pues, problelna en absoluto. No hay universal alguno fuera de la mente.PeroesonosignificaqueDiosnopuedacrearunapluralidaddeindividuosdeunanlislnaespecie; ysabenlos, dehecho, queas lohahechoDios. Lascosas111aterialestienenforlllas, yalgunasde esasformas poseenunacuali-dad a la que llalllanl0s "senlejanza" (shnilitudo). Si se pregunta qu clasedecosa(qualcquid)esScrates, larespuestaesqueesunhonlbre: hayunacualidadde setejanza en Scrates y Platnde tal clase que aunque nadahay en Scrates que haya en Platn, no hay nada en Platn que no9. 11 Srllt., 9. 3, 3, p. 11-1. a ...\. la paginacit1ll segn la elicit.n de 1596 (Roma).10. lbid.40 EL SIGLO XIVpuedatener unaselnejanzaenScrates. "Yoytnoson10Slon1isn1o; peroyopuedoser conlOteres. As el FilsofodicequeCallias, al engendrar aScrates, engendra un ser sin1ilar".11 El fundanlento extran1ental del con-ceptouniversal esesacualidaddesemejanza. PedroAureoli noniega, pues,que hayaun fundamentoobjetivodel conceptouniversal; 10queniegaesquehayaunarealidadcomnqueexistaextramentalnlente. Encuantoalasfor-masinmateriales, puedentambinser sen1ejantes. Deah quenohayaraznparaquevariosngeles nopuedanpertenecer a una nlisnlaespecie.El entendin1iento, en cuanto activo, asinlila asesasen1ejanza, y, encuan-topasivo, se' asinlilaaella, concibiendoas lacosa, esdecir, produciendounHconcepto objetivo" (collceptus obiectivlts). Ese concepto es, desde luego,intramental, y, comotal, es distintode la cosa; pero, por otra parte, es lacosaentantoqueconocida. As PedroAureoli diceque cuandola asinli1a-cin intelectual tiene lugar "la cosainnlediatanlenterecibeesseapparens". Sila asimilacinmental esclara, lacosatendrunclaroesseappare1ls oexis-tenciafenomnica; si laasitnilacinesoscura, el esseapparens seroscuro.Esa"apariencia"essloenel entendimiento.12"Delhechodequeunacosaproduzcaenel entendimientounaimpresinin1perfectades nlisnla, resultaelconceptogenrico, por el cl1allacosaesconcebidain1perfectaeindistinta-nlente, mientrasquedel hechodequelamismacosaproduzcaenel entendi-nlientounaimpresinperfectades n1isma"resultael conceptodediferencia(especfica), por el cual la cosa es concebida en su existencia especfica ydistinta".13Ladiversidad"objetiva" delos conceptos es el resultadode ladiversidadfornlal delasin1presiones hechas por unsoloy l1lis1110 objetoenunasolaymisn1anlente. "As pues, si preguntas enquconsistelaunidadespecficadelahunlanidad, digoqueconsisteenhUlnanidad, noenaninla1i-dad, peroenhl1nlanidadencuantoconcebida. y de ese lnodo es lo nlislnoque el conceptoobjetivo de hOlnbre. Pero esa unidad existe en potencia eincoativamente enlacosa extramental, por cuanto sta puede causar en elentendinlientounaimpresinperfectasemejantealainlpresincausadaporotracosa".14Todacosa extranlentalmente existente es individual; y es ms "noble"conocerladirectamenteensuindividualidad nica que conocerla por nledio(feunconceptouniversal. El entendin1ientohumano, sinembargo, nopuedecaptar, directayprinlarian1ente, lacosaensuindividualidadinconlunicable,anquepuedeconocerlasecundarianlente, por lnediodelain1aginacin: pri-nlariaeinmediatamenteaprehende laforlna de la cosa material por nlediode un conceptouniversal.15Perodecir que el entendimiento lacosa"por nledio de un concepto universal" no significa que haya una species11 [bid., p. 115. a F.1') JI SClJ.t., 3, 2, 4, p. 30, e F.13. [bid., p. 66, b D.14. [bid., 9, 2, 3, p. 109, b A B. [bid., 11, 4, 2, pp. 142-5.DCRAXDO y PEDROACREOLI 41intelligibilis,enel sentidotonlista, queacteconlOun1Ilediu111quodel cono-cinliento. "Ningunaforma real ha de ser postuladaconlOexistente suhjeti-vanlenteenel entendinlientooenla inlaginacin... peroaquellaforllla quetenenlOSconscienciadecontenlplar cuandoconocenlOSlarosaconlOtal olaflor conlOtal, noesalgoreal inlpresosubjetivanlenteenel entenditllientooenlainlaginacin; eslacosanlisnlaencuantoposeeessc';ntcntio1talc... " .16PedroAureoli selibra as de laspeciesintelligibilis conlO1ncdiu'I1t quo delconocinliento, einsisteenqueel entendinlientoconocelacosalllisllladirec-talllente. saesunaraznpor laqueEtienneGilsonpueded.ecir quePedroAureoli "noadnliteotra realidadque la del ohjeto y que susolucinnoconsisteeneliminarlaspccies-intclligibilisenfavor del concep-to, sinoensuprinlir inclusoel concepto.t7 Perolacosaquees conocida, esdecir, elobjetodeconocinliento, eslacosaextranlental encuantoposeeesscilltentionaleo esseapparens; y adquiere ese esse-intclltionale por la"con-cepcin" (conceptio). Lacosaencuantoposeeesseintentionalees, pues, elconcepto(es decir, el "conceptoobjetivo", encuantodistintodel "conceptosubjetivo"oactopsicolgicoconlOtal); ydeah sesiguequeel conceptoesel objetodeconocimiento. "Todainteleccinexigela posicinde.unacosaine.sseintentionalc", y saeslaforl1laspccularis.18"Lacosapuestainesscapparenti sedicequeesconcebidapor el actodel entendinliento, es el con-cepto intelectual; pero unconceptopernlanecedentrodelqueconcibe; ydebesuseral queconcibe. As pues, lacosaencuantoaparecedependeefectiva-mentedel actodel entendimiento, tantoencuantoalaproduccin C0t110 encuantoal contenido".19El doctor B. Geyer puededecir, pues, que"laspe...cies, la fornlaspecularis, noesya, pues, segnAureoli, el mediu1nquodelconocinliento, conlOera santo Tonls, sino su objeto innlediato".20 Pero,aunqueAureoli puedahablarocasionalmenteconlOsi quisieranlantener unaforma de idealismo subjetivo, insiste, por ejemplo, en que "la salud encuantoconcebidapor el entendimientoylasaludencuantopresenteextra-mentalmentesonunaylamismacosaenlarealidad(reaUter), aunquedifie-renensumododeser, puestoqueenlamentelasaludtiene esseapparenset intentionale, mientrasqueextranlentalmente, enel cuerpo, tieneessec.ris-tenset reale... Difierenenmododeser (inmodoessendi), aunquesonunayla mismacosa".21"Deah queestclaroquelascosas nlismas sonconce-bidasporlanlente, yqueaquelloqueintuimosnoesotrafornlaspecularis,sinolacosanlismaencuantotieneesseapparens; yseesel concepto111en-taloideaobjetiva(notitiaobiectiva)".22 .El conocinliento,paraPedroAttreoli, arraigaenlapercepcinde10con...16. 1 Sent., 9, 1, p. 319, a B.17. La philosophie moyen-ge, p. 632.18. 1Sent., 9, 1, p. 320, a B.19. bid., p. 321, b BC.20. Die patristischc 1tnd scholastischc Philosophic, p. 526.21. 1 Sent., 9, 1, p. 321 a D E.22. 1 Sent., 9, 1, p. 321, h B.42 EL SIGLO XI\Ycreta, de las cosas realnlenteexistentes. Pero una cosaencuantoconocida-es la cosa en cuanto tiene esse apparenset intentionale,oeselconcepto. Segn'el grado de claridad en el conocinliento de la cosa, resulta un conceptogenrico o especfico. Pero los gneros y las especies, considerados conlOuniyersales, notienen extranlentalnlente,yhandeserconsiderados conlO "fa-bricados" por la ll1ente. As pues, Pedro Aureoli puede ser llall1ado"con-ceptualista" puestoquerechazatodaexistenciaextramental departedelosuniversales; pero nopuede ser llanladopropianlente "nominalista", sise con-sidera queel nominalisnlosuponeunanegacindelasemejanzaobjetivadelas naturalezas. Esono quiere decir, sinembargo, que l no hable, ms olllenos frecuentell1ente, deunalllaneraambiguae inclusoinconsecuente. Pue-de decirse que su idea de la lgica favoreca al nonlinaisnlo, en cuantoque dice que el lgico trata de palabras (voces). "As pues, el lgico lasconsidera(las'segundasintenciones'), nocomoentia1l'ationis, porquecorres-pondeal nletafsicodecidir acerca del ser real y el ser conceptual, sinoencuantoson reducidas al habla... " .23 Pero, aunqueladoctrinadequelalgicaseocupadepalabras (voces) puedeparecer, considerada ens misma, favo-rable al nonlinalisnlo, Pedro Aureoli aade que el lgico se ocupa de laspalabrasencuantoexpresanconceptos. "Lapalabra, ut expressivaconcep-tus, es el objetodelalgica" .24 Ensulgica, dice Pedro Aureoli, Arist-teles entiende sielnpre considerar las palabras como expresivas de concep-toS.2Adenls, el habla, queexpresaconceptos, es sujetodeverdadofalse-dad:esel signodelaverdadydelafalsedad(voces enint significant Veru,HveZfalsul1t inordincadconceptul1t).26La teoradela suppositio, segn seconstituyenlalgicaternlinista, puedeestar inlplcitaenlaideadelgica'de Pedro Aureoli; pero ste no fue nonlinalista en nletafsica. Es verdad.que subray la semejanza cualitativa delas cosasnlsbienquelasimilaridad.de naturalezaoesencia; pero no parece haber la sinlilaridadesen-cial comofundanlento del conceptoespecfico: ms bienla presupuso.Henl0s queparaPedroAureoli el conocimientoconceptual esdelacosa extranlental en su senlejanza con otras cosas, nls que de la cosaindiyiclual conlO tal. Perol insisteenqueesll1ejor conocerlacosaindividualen su individualidad que conocerla por nledio de un concepto universal.Si el entendil11iento hunlano en su estado presente conoce las cosas per1Ilodu'I1t abstractu11t et universale y no en su individualidad COll10 tal, esoes una itnperfeccin. La cosa individual puede inlpresionar los sentidos delnodo que haya un conocinliento sensible ointuicin de la cosa individualconlOindividual; perolacosanlaterial nopuedeinlpresionar deesemodoelentendimientoinlnaterial; su fornlaesconocidaabstractanlentepor elenten-dinliento, quenopuedealcanzar directaeinnlediatanlentelacosaindividual23. lbid., 23, 2, p. 53J. a F-h A..2 L l'rolo{/l1S in Sent., S, p. 66, a D.2S. lbid., a F. 1bid., a E.DURAXDO y PEDROAUREOLI 43COll10individual. Peroesonoalteraelhechodequeunconoci111ientoointui-cinintelectual delacosaindividual comoindividual serams perfectoqueel conocimientoabstractoy universal. "Porqueel conocimientoque alcanzaa lacosa, precisamenteCOlnola cosa existe, es nls perfecto que el conoci-111iento que alcanza a la cosa de una nlanera enla cual la cosa no existe.Pero est claro que unacosauniversal noexiste, exceptoencosasindividua-les yporcosasindividuales, C01110diceel FilsofocontraPlatn, enel spti-1110 libro de la Metafsica... Est perfectamente claro que la ciencia, queaprehendeesencias (quidditates) , noaprehendelascosas precisamentecomostas existen... peroel conocimientode eseprecisoindividuoesconocimientodelacosatal COlnostaexiste. As pues, es nls nobleconocer lacosaindi-yic1ual C01110 tal (rel1t et delnonstratanl) que conocerla de una111anera abstractayuniversal" .27Deah sesiguequeaunqueel entendimien-tohunlano no puedatener aquel perfecto conocimiento de las cosas indivi-duales que debe ser atribuido a Dios, ha de aproximarse 10 ms posible aellomantenindoseenestrechocontactoconla experiencia. Debemos adhe-rirnos "alavadelaexperienciams que a cualquier razonamientolgico,puesto que la ciencia resulta de la experiencia".28 Pedro Aureoli subraytanlbinla experienciainternadenuestros actos psquicos, yconfrecuenciaapelaalaexperienciainternaointrospeccinparaapoyar susobservacionessobre el conocitlliento, lavoliciny la actividad psquica engeneral. Mani-fiestaunafuertetendencia"empirista"ensutratamientodelos universales,ensuinsistencia ennlantenerseenestrechocontactoconlaexperiencia, yensuintersporlaciencianatural, del quesonmuestralos ejemplosque 'tonlade ..A.ristteles y de sus conlentadores islnlicos; pero la inv.estigacin deDreiling condujo a ste a la conclusin de que "la tendencia empiristade' tiene una direccin centrpeta nls que centrfuga, y se vuelvehacia la vida psquicanlsquehacialanaturaleza externa".29Lamencindelaapelacinde PedroAureoli alaintrospeccinoexpe-rienciainterior nos llevaadiscutir suideadel alma. Enprimer lugar, pue-de probarse que el alma es la forma del cuerpo, en el sentido de que elalnlaes unaparteesencial del hombreque, juntamenteconel cuerpo, cons-tituye a ste. Enrealidad, "ningnfilsofo negnunca esa proposicin".30Peronopuedeprobarseque el alnla sealaforma del cuerpo enel sentidode que sea simplementelafornlacinyterminacinde lamateria (formatioet ter1ff,inatio1nateriae), o quehagaque el cuerpo sea uncuerpo. "Esonoha sido an denl0strado, ni por Aristteles, ni por el Comentador, ni porningnotroperipattico".31 Enotraspalabras, puedeprobarse, segnPedro27. 1 Sent., 35, 4, 2, p. 816, be-E.28. Prologfts in Sent., proemium, 3, 1>. 25, a F. Pedro Aureoli argumenta en ese lugar p:)!Si1>le que un acto de intuicin exista en ausencia del objeto. Tambin Ockham mantuvo fJpinill. L