Ficción Histórica, Historia Ficcional y Realidad Histórica - White Parte 2

23
  ayden hite ~t os human osquenopodian se r explicados por procedhn ie nt os cienn- fi cos. Almis mo ti empo, de ntro de los es tu dios literarios y lingulst ic osun nue vo campo de inv est igacion ll amado na rrato logta cornplico inmen sa- mente las discusione s sobr e narr ativa some tiendola al rnicroanah si s en . . todas su s formas , de sde elcuento folklonco humilde yla fa bulahasta las no- vela s post-moderntstas mas complejas, La'cntica es tructuralista y post -e s- iructurali st a, re pr es enta das por Barthe s, Genette, Fr ei ma s, Althusser, Ec o, Dernda, Kristev~v apendi ,yuna multitud de otros, pronto pondrian la nocion mi sma d narrativ ida d ajocuestion, especialmen te enlamedida en que ha sido consi er d aestrategia 0 tact ica representaci onal ideologies- me nt e inoc ente . Nosolo lahistoriografta como na rracion , si no tambien  lanar racion en genera l, fueacu sad a de serel pri nci pa l ins tru mento deuna tdeologt a rea lis ta , en ef ect o, como ideologia tout court. Fue tentador, por consiguiente pensar en es te cumulo de disc ur sos, todos concernientes deuna manera u ot ra a lahistoriogra fi a comonarr a- ci6n , como moment os de una secuencia que puede ser concebida 0 al secuenci a pudo haber sido conceptual iz ada como un proceso di al ecti co a tr av es de l cualun si mRlesUj eto,a saber, elt6pico de lahi st oriogr af ia como _na_Qaci6n , h: .bia12asado hacia una clarifica ci6n (0, para usar latermin olog ia' hegeliana, una ac tualiz ac ion ) delosel ementos desu concepto (Begrifj). Elvalor relativo delascont ribuciones delosvanos dlscursos aestepr oc es o de cla rifiCaci 6npudo serentonces ensayado. Ya nosotros senbs per mi tiria en- tonces, cons iderarnos como loslegatarios delos as pe ct os positivos deest e agon. Podemos pe ns arnos anosotr os mismos como capace s dede te rminar (c omo Cr oce habrfa di cho)  1 0 que estaba vivi en doy 1 0 queestaba muerto en las Il9cione s re ci entes de la histor io graf fa co o narrac i6n . De spue s de todo, la snarrati va s tratancon na cimiento s ymuert es , ambos yparti da s yas- ce ns os ydegradac iones de losvari os personaj es que habita n laescena desu atenci6n. (pero una ver si on nar rat iva de lastantas discusiones dela his toriogra ffa I) como narrac i6n presenta da durante su perfodo ha brfa si do objeto deacu- sa ciones dedi st or si 6n, reducc ionismo ydefa lt adeatenc i6n (disattenzione, como podr ia ha be r di cho Moravia) ala diversidad deint ereses yla va ri edad depreocupaciones dela di sc iplina que los habfa motiva do. Eltopico ha bi a sido dirigi do porhistor iad ore s, cient ffi cossociales, fil oso fosyteoricos de li- 54 Lahistoriografia como nar rac ion I I i.uura ylenguaje- de sde pers pe ctivas tan di fe renres que uno podia~ uonar leg it imame nte sila frase historiog ra ffa como narracion podr ia ser 111i ha par a de sig naruntopi co par tic ular comun atoda s ellas.La~~istoriogra-:l 1111 como narrac ion habr a si de vista por al gunos como un modele de l di S~ II I'SO humanista, elunic o ca pa z derepresentar lava riedad, lavivacid ad,1 [uuttcularidad, y 1:'1ndeterminaci6n de las acciones espe ctfi came nte h um a  'I~, l metodo historico habia sido car ac ter iza do como un modo de inve s- II Ht\ cion esp eci alment e bien adapt ado par a proteger de lastergiversacio nes ,1 105 proc esos soci ales alas que la id eolo gfa y la fi loso ftade lahistoria (er  il \S for ma s tot ali tan as) er an especialme nte propen sos . Par aalgunos teoricos, IIIldeologta er a la ftl oso ft adelahistoria el abo ra da como labas e de una po- I(Ilea,inevitablernente, de car acter tot ali tario, mientra s que la histonogr aft a I omo narracion era elant td ot o para ta l enfermedad. Almismo tiempo, 1 II II isto riografi a como narr aci6 n habi a sido vist a comoun paradigma de prac Ileasr etr ogradas enlascien cia s hum ana s, como un res idu o de pen samie nto  mItico enlasciencia s sociales, y como un imped ime nto par a la cre aci on de \\11 me todo ge nuinamente ci enti fi co de l mismo anal is is historico. Final- ' lliente, la his tor iog ra fia como na rra cion habfa sido atacada como el tip o I\ 'lismodel dis cur so ideologico que com erc ia ba conlasrepres ent aciones su-  ') Ues tamente realis tas de la rea lid ad mi ent ras seidenti fic aba ine vit able- men te a la realid ad con elstatus quo social. Obvi amente , uno podia habe r adopt ad o laamplia perspectiv a del hist o- dador delacult ur a yhacer de estouna cacofo nf a devoces, discursos, ar gu- me ntos , hip6tesis, acusacione s, cont raacusacione s y celebracione s, una si nfo nia de momentos en un pro ces o cul tural mucho masgeneral, asp ec tos de la crisis de representaciones en lacultura oc idental de la cual el arte . post -i mpresionista, lalit er at ur a post-mode r~is ta, ylacienci a po~t -ne~O-l ~ ;V niana fueron todas pe ns adas como mamfestaclOnes. Pueslahls tonografia es - - 0 a si do tradic iona lmente pe nsada parase r- una empr es a de representacion ~ por exc ele nci a, de 1 cua lla narra cio n fueelpri nci pal instr ume nto discursivo. _ s 'COmoindi Auerbac n suversi6n clasicadel esfuerzomilenario delacul- ~ d~'~ \ tura oc cidental para re pr es enta r lare al idad deuna ma nera realista ,el de s- ~ J;in.Q..ck la re,l2Ies ent aci on concebida com o mimesis estu vo inti mamente ,relacionado, 51 no identifica do, con ellogro es pe ci ficame nt e deuna con - .~cia historica y _ una man era espedficamentenliist6rica ae rep re sen tar la realidad social, yaseaen 12rosa objetiva 0  ficcional . - 55

description

historiografía y giro lingüístico

Transcript of Ficción Histórica, Historia Ficcional y Realidad Histórica - White Parte 2

  • Hayden White

    ~tos human os que no podian ser "explicados" por procedhnientos cienn-ficos. Al mismo tiempo, dentro de los estudios literarios y lingulsticosunnuevo campo de investigacion llamado "narratologta" cornplico inmensa-mente las discusiones sobre "narrativa" sometiendola al rnicroanahsis en. .todas sus formas, desde el cuento folklonco humilde y la fabula hasta las no-velas post-moderntstas mas complejas, La'cntica estructuralista y post-es-iructuralista, representadas por Barthes, Genette, Freimas, Althusser, Eco,Dernda, Kristev~v r apendi ,y una multitud de otros, pronto pondrian lanocion misma d "narratividad" ajo cuestion, especialmente en lamedida enque ha sido consi erad aestrategia 0 tactica representacional ideologies-mente "inocente". No solo "lahistoriografta como narracion", sino tambien"lanarracion" en general, fue acusada de ser el principal instrumento de unatdeologta "realista", en efecto, como ideologia tout court.

    Fue tentador, por consiguiente, pensar en este cumulo de discursos,todos concernientes de una manera u otra a "lahistoriografia como narra-ci6n", como moment os de una secuencia que puede ser concebida 0 al

    ~ menos representada como fases en un simple relato, una simple historia. Lasecuencia pudo haber sido conceptualizada como un proceso dialectico atraves del cual un simRle sUjeto, a saber, el t6pico de "lahistoriografia como_na_Qaci6n",h:!.bia12asadohacia una clarificaci6n (0, para usar la terminologia'hegeliana, una "actualizacion") de los elementos de su "concepto" (Begrifj).Elvalor relativo de las contribuciones de los vanos dlscursos a este procesode clarifiCaci6npudo ser entonces ensayado. Ya nosotrosse nbs permitiria en-tonces, considerarnos como los legatarios de los aspectos positivos de esteagon. Podemos pensarnos a nosotros mismos como capaces de determinar(como Croce habrfa dicho) "10 que estaba vivien do y 10 que estaba muerto"en las Il9ciones recientes de la "historiograffa como narraci6n". Despues detodo, las narrativas tratan con nacimientos ymuertes, ambos y partidas y as-censos y degradaciones de los varios personajes que habitan la escena de suatenci6n.(pero una "version narrativa" de las tantas discusiones de la "historiograffa

    I') como narraci6n" presentada durante su perfodo habrfa sido objeto de acu-saciones de distorsi6n, reduccionismo y de falta de atenci6n (disattenzione,como podria haber dicho Moravia) ala diversidad de intereses y la variedadde preocupaciones de la disciplina que los habfa motivado. El topico habiasido dirigido por historiadores, cientfficos sociales, filosofos y teoricos de li-

    54

    La his toriografia como narracion

    II i.uura y lenguaje-desde perspectivas tan diferenres que uno podia~uonar legitimamente si la frase "historiograffa como narracion" podria ser111i'ha para designar untopico particular comun a todas ellas. La~~istoriogra-:l1111 como narracion" habra side vista por algunos como un modele del diS~I I'I'SO humanista, el unico capaz de representar la variedad, la vivacidad, 1[uuttcularidad, y 1:'1indeterminaci6n de las acciones espectficamente hum a"'I~,El"metodo historico" habia sido caracterizado como un modo de inves-IIHt\cionespecialmente bien adaptado para proteger de las tergiversaciones,1"105 procesos sociales a las que la "ideologfa"y la "filosoftade la historia" (er'il \S formas totalitanas) eran especialmente propensos. Para algunos teoricos,IIIldeologta era la "ftlosofta de la historia" elaborada como la base de una po-I(Ilea,inevitablernente, de caracter totalitario, mientras que la "histonograftaI omo narracion" era el anttdoto para tal enfermedad. Almismo tiempo, 1IIIIistoriografia como narraci6n" habia sido vista como un paradigma de pracIleasretrogradas en las ciencias humanas, como un residuo de pensamiento"mItico"en las ciencias sociales, y como un impedimento para la creacion de\\11 metodo genuinamente cientifico del mismo analisis historico. Final-'lliente, la "historiografia como narracion" habfa sido atacada como el tipoI\'lismodel discurso ideologico que comerciaba con las representaciones su-!')Uestamente"realistas" de la realidad mientras se identificaba inevitable-mente a la "realidad" con elstatus quo social.

    Obviamente, uno podia haber adopt ado la amplia perspectiva del histo-dador de la cultura y hacer de esto una cacofonfa de voces, discursos, argu-mentos, hip6tesis, acusaciones, contraacusaciones y celebraciones, unasinfonia de "momentos" en un proceso cultural mucho masgeneral, aspectosde la "crisis de representaciones" en la cultura occidental de la cual el arte .post-impresionista, la literatura post -moder~ista, y la ciencia po~t-ne~O-l ~;Vniana fueron todas pensadas como mamfestaclOnes. Pues la hlstonografia es --0ha sido tradicionalmente pensada para ser- una empresa de representacion ~por excelencia, de 1 cualla narracion fue elprincipal instrumento discursivo. _ s'COmoindi Auerbac n su versi6n clasica del esfuerzo milenario de la cul- ~ d~'~S \tura occidental para "representar la realidad de una manera realista" ,el des- ~J;in.Q..ck la re,l2Iesentacion concebida como mimesis estuvo intimamente,relacionado, 51no identificado, con ellogro especificamente de una "con-.~cia historica" y_ una manera espedficamentenliist6rica"ae representar larealidad social, ya sea en 12rosa"objetiva" 0 "ficcional".-

    55

  • Hayden White

    \. ,>\\.-I Pero el haber subsumido el relato de las discusiones recientes de la "his-S.~toriograffa como narracion" a esta crisis mas general de representacion po-

    c\ Q\~ dna haber implicado sugerir que ;1 problema crucial en este debateera la\.: ')\' conciencia historica, un interes en historia, 0 la posibilidad del conoctmiento

    L\historico. Yeste no fue el caso enabsoluto -al menos, como 10yeo ahora conel beneficio, como se dice, de la "perspectiva htstortcav-. Al contrano, no fuela "historiogw.fia" la que estaba siendo cuestionada en esta discUSl6~ma~ bien el modo narrativo de la representacion historiografica. Ni siquieraLevi-Strauss, Barthes, Foucault, Derrida 0 Kristeva sugineron que un cono-cimiento de la historia (el pasado, los procesos hist6ricos, los eventos, las es-tructuras y dernas) fuera innecesario, indeseable 0 imposible. El quid de lacuesti6n era si ese conocimiento era representado mas provechosamente enla forma de un discurso narrativo. .

    Sin dudas hubo un desacuerdo sustanctal acerca de como el objeto de es-tudio designado porel termino '.'historia" debiaserconstruido, el "metodo"q~e iba ~serusado en su estudio, el tipo de "explicaci6n" que tal estudio po-dna poslblemente producir, y los usos a los cuales esta clase de exp11cacionpodna insertarse en la planificacion social, la leona polftica, la politica edu-cativa y demas. Pero estos erail problemas que pudieron ser discutidos sintener que tomar una posici6n u otra sobre la cuesti6n de si el conocimientohistorico se expresa mejoren un modo narrativo del discurso 0 no~ Como elmismo Levi-Strauss sugiri6, en la medida en que u~a narrativa hist6rica .pUdasereoncebida simplemente como un discurso organizado cronol6gi-camente (0 diacronicamente), no hubo nada problematico ni intrinseca-mente objetable sobre esto. Tal organizaei6n de los datos recogida encualquier campo de la investigaci6n era un momenta 0 una etapa necesariaen su sujecion a un analisis cienUfieo adecuado, el cual eonsiste en saeara laluz la eoherencia estmetural que pudiera mostrarse que estos datos desplie-gan. Yde hecho, la mayona de los historiadores contemporaneos -especial-mente aquellos que trabajan en los campos de la historia social yecon6mica,pero tambien historiadores de la culturae incluso historiadores de la polf-tlca- estaban interesados en haeer precisamente eso.

    Esta es la raz6n por la cual muchos histonadores tuVieron tan poco interesen las discusiones de los filosofos sobre "explicaciones narrativas" y tuvieronrecelo de la identifieaci6n de los cientificos sociales de los"estudios hist6ricos"con la "historia narrativa". 5610 una minona de historiadores profesionales

    56

    La historiografia como narraci6n

    I onsidero a la histonografta como un arte predominantemente "literario" in-It resado primeramente en la composicion de una "narracion" -aunque, almlsmo tiempo, muchos historiadores profesionales se resistierona la imp or-IIIci6nmasiva de las rnetodologias de las "ciencias de la conducta" a los estudioshlstoricos, por considerarlos inutiles para el analisis de la clase de "evidencia" ~"")t on la que los historiadores tienen que tratar-. Para la ma:rona de los histori~\\ I~~f~~) -rlores, la narrativa era un modo representacional que podian usar ono, depen-(I tendo de si deseaban proveer una descripci6n de una forma de vida, un analisisde ella, 0 una historia sabre ella. Los historiadores se pensaron a st mismoscomo interesados especialmente en el estudio de los procesos de cambio,transformacion, variaci6nsobre el curso del tiernpo en sus objetos de estudioy dernas; pero este interes no los comprometia necesariamente a la clase de "re-lato" que habta caracterizado 10que el saber popular de la profesion conside-mba que fuera ellineamiento principal de las practicas historiograficas del sigloXIX - Yciertamente tampoco a comprometerse con las versiones "dramaticas"(Ie los procesos sociales, tal como los acusaban los defensores de las ciencias so-dales "analiticas" 0 "estructuralistas".

    La cntica del propio Braudel sobre la "historia narrativa" estaba conectadaconsu interes por desplazar la atencion del estudio de unicamente los eventospoliticos y los procesos hacia el estudio a gran escala, procesos relativamenteimpersonales que, segun el, constituian un orden diferente de causalidad y co-I'telaci6n que el que prevalece en el nivel relativamente superficial de las ma-niobras polfticas eotidianas entre las naciones, los estados, las regiones y lasfiguras politicas destacadas estudiadas por los historiadores tradicionales.Las versiones "narrativas" de los procesos y los eonflictos en el nivel politicopudieron ser vistas eomo legitimas e incluso necesarias porque, en este niveldel analisis, los "datos" no se prestan a las tecnicas de correlacion estadfsticaala manera en que las "series" de la "longue duree" parecfan hacerlo. Y enefecto, como RaymondAronsugiri6 en una recopilacion de una conferenciaque mantuvo en Venecia en 1971, tal vez una clase de historiografia que fueralsolamente narrativista en su modo de representar eventos fue tanto.nec~sario.como deseable para centrar la atencion en ciertas areas de la expenenCla hu-mana aun no sometida al control de las tecnicas cientfficas del analisis-de lascuales el area de la experiencia politica era seguramente una-.

    De todos modos, la cuestion de la mej or manera de estudiar "historia"pudo ser distinguida de la cuesti6n de la representaci6n de los procesos his-

    57

  • Hayden White

    toricos en el modo narrativo del discurso. Por otra parte, esta cuestion pudc~ \\01 (l ser separada tambien de la cuestion de sl tales procesos eran "explicados" Q

    \\ \ :).. (':)(11"0 no, co~tando un relato ~cerca_de~llos. En o~ras~alabras, ~=~roblemas fue- \~ ~) ..\J"':>" ron obleto de debate baJo la rubnca de la "hlstonografia como narracion'~rf( e.roblema de como estudiar el pasado y sus procesos; el problema del modO'J:, ~~\,~ ~scursivo ~n el.cual hablar sobrelos procesos historicos;'y!l proble~a dehi:!

    ~j\)-) _.fuerzaeX12hcatlvade las representaciones de los procesos historicos como"narraciones". .

    (

    Fue el tercero de estos problemas el que estaba siendo tratado por los filo-sofos, ctennftcos sociales ehistoriadores interesados en la reforma de los es-

    o I~ tudios historicos en una direccion mas cienttfica. Todos pudieron concordarque una variedad de metodos podna ser usada en el estudio del pasado y susprocesos. Loshmttes podnan ser trazados en elpunto en elque lametodologtase volviera identificable como ideologta, pero dentro de los ltmites trazados deeste modo, el eclecticismo no solo fue tolerado sino tarnbien recomendado.Pero hubo una tendencia general a confundir el segundo problema (aquel

    ~ del modo discursivo en el cual hablar sobre los procesos historicos) yel tercerr problema Celde la fuerza explicativa de las representaciortes de los procesos~ 0 historicos como "relatos"), y conduir que sehabna resuelto el ultimo cuando

    se hubiera resuelto el primero, oviceversa.Esta confusion, creo, resulto de una ambiguedad en la nocion de "na-

    J)~ II 0~0 ")..,\~"J rrativo" q~e ind~ca tanto una manera de hablar 0 de abordar, como una es-

    ~ \'r- )tructura discursiva. Aeste respecto, el termino "narrativo" se diferencia del,. ~ \, :~ termino "historia" que podna indicar tanto una consideraci6n de un obj eto

    &t'i\ (e~pasado, sus procesos, y eventos componentes y demas) como el objetoo~ mlsmo. Pero como la teona narratologica contemporanea parece demos-

    \ 0 trar, es virtualmente illlposibJe evitar la manera narrativa de hablar, en alb menos algun nivel"del discurso, cuando se desea designarun objeto poten-

    c~ de estudio como perteneciendo a "el pasado" mas que a "un presentt".Considerada como una manera de naDiar 0 un modo de aoordar, Lanarra-tiva es distinguible de otros modos del discurso por sus identificables ca-racteristicas lexicas, gramaticales yretoricas. Se caracteriza por favorecerel uso de la tercera persona (en lugar de la primera), varias formas deltiempo pasado (en lugar del presente 0 el futuro), elmodoindicativo (masque el imperativo, interrogativo 0 condicional), y por evitar el usa de cier-tas clases de deicticos 0 indicadores adverbiales destacados en la alocucion

    \

    58

    La historiografla como narraci6n

    Itllscursiva directa (tales como "aqut", "ahora", "ayer", "manana", etc.). Nit lquiera Braudel pudo prescindir de una manera de hablarnarrativa, dadotrue es inevitable en cualquier discurso que se desee hablar impersonal-Illente acerca de event os pasados considerados como objetos de percepcion(posible) de patrones discernibles de desarrollo. La retorica clasica distin-Hulaentre una sene de tales modos de alocucion discursiva, de la cualla na-t ranva fue solo una -stendo la disertativa, la dialogtstica, la lirica, ladcliberattva, etc., algunas otras-.

    Lamayo ria de los reportes historicos, incluso los mas antiguos, usanuna cantidad de estos modos de hablary, de hecho, son bastante mas "po-llglosiales" (la nocion es de Bakhtin) de 10 que la frase "historiografta comonarracion" sugerina. El problema en cuestion, entonces, es espurio, si el to-ptco indicado por la frase "historiografta como narracion" se supone para 0poner en juego el analisis de discursos historicos actuales emitidos en unamanera de hablar uniformemente "narrativa" 0 "no narrativa". Pues tal cosa110 existe ni podrIa alguna vez existir -y seguir siendo considerado un dis-curso "historico"-.

    Un discurso especificamente "historico" debe contener elementos narra-li~plemente con la finalidad de indicar su objet~ de estudio cO.moper- \O,JI'"leneciente al pasadg .!!!-a_:;gue a algu.n J>resente putativo Y_12aradestgnar las t'1\~caractensticas del 0bjeto que l~ h.ace~:erehensible como un elemento de unprQcesodiscemi~~. Lacuestion del status episte~ico de la "histOri~graffacomo Cv~1narracion" podra surg!r solo si el proceso medIante el cual el obJeto se cons- \.t,truye para ser un el~mento, es entonces representado como manifestando la 0'01e \"clase de coherencia formal encontrada por otra parte s610en las ~structuras Larg;men~ivas d.das..furmas_(Q_generos)narrativas reconocibles. f_o Q ~WJ\\l

    Grupos de eventos, originalmente ordenados solo como una secuencia, C) ~ r.reciben un significado secundario par parte de su redescripcion como ele-mentos y funciones de tipos de relatos reconocibles. Esta redescripcion esusualmente 10que se entiende por la "narrativizacion" de los eventos (0he-chos) registrados en la "cronica", y par consiguiente la distincion entre his-tOriografia como una mera cronica por un lado, y la historiografia comonarrativa, por el otro: Pero la distincion es espuria en la medida en que estasugiere que el "relato"extrafdo de la.cr6nica y "contado" en la narrativa esmas adecuado a la representacion veraz de los "eventos" registrados en la cr6-nica de 10que 10e~la cronic amisma.

    59

  • Hayden White

    \

    De hecho, es la cronica. considerada como una secuencia de enunciadossingulares existenciales (predicados), la que solo puede ser sometida al exa-men de un criterio de verdad por correspondencia. Lasnarraciones histori-cas, los productos de las "narrativizaciones", no puede dectrse quecorrespondan aalgo distinto que a los tipos genericos de relato de los cualesson instancias. Las narraciones historicas necesariamente se desvtan delorden y los contenidos de las descripciones literales de los eV~IJ.tosdados enla cronica. EIproceso de desviacion misma es gobernado por procedimien-tos de tipo mas "tropico" que "logico". Por decodiflcacion tropologtca, los"hechos" registrados en la cronic a reciben un significado secundario, figura-tivo. Este significado se da mas en la naturaleza de una alegorta que de unaexplicacion Entendido de esta manera, el significado que se supone seraprovisto por la narracion del relato "verdadero" que yace encarnado en los"hechos" registrados en la crontca, podrfa sin duda consistir en parte en laverdad que se afirma para el reporte, pero tambien consiste en reclamarque

    lloSeventos descritos posean laforma de una historia. Lahistoria contada es

    ~fa de como los eventos reales pueden ser dichos para replicar_lQ_s_patrones estructurales de tipos genericos de historias: fabula, eplca, ro-mance, tragedia, comedia, farsa, etc. -

    Visto desde esta perspectiva, el apotegma de Marx acerCade ciertas clasesde eventos historicos ocurriendo "de alguna manera, dos veces, la primeravez como una tragedia, la segunda como una farsa", puede ser modificadopara decir: cualquier secuencia de eventos puede ser alegonzada ya como tra-gedia ya como farsa sin amenazar la precision con la cuallos "hechos" son re-presentados en el relato en efecto contado de una manera mas que de la otra.Efectivamente, no habria impulso algurio para distinguiruna narracion pu-tativamente "real" (0 "verdadera") de la version de la cronica sino hubiera almenos dosmaneras de construirplausiblemente la trama de los hechoscomonarraciones de diferentes dases. En el~vel de la interpretacion historica repre-sentada ~arrativizacion, no es una cuestion deyersiones "verdaderas"__---- .-----------~ sino mas bien de cual de entre unnuIDe?8-de..r-Q.ill?k:;sonstruc-ciones.de la trama dec~os"he~~o:" se considerar6Propia~ara su re.e.::_-sentaclon como una narraClOn .Yesto depende~-y.er;-& la perspectiva(que solla serHamada el "modo") adoptada por elnarrador ante los eventos re-presentados, particularmente la perspectiva moral desde lacual enos son vistos(como superiores, inferiores, 0en elmismo plano, como declaAristoteles). Las

    ~

    60

    La historiograia como narracien

    narraciones historicas son siempre alegorias morales~oralidadreflejada en su interior es la amoralidad del observadormeramente ironicodeuna "comedia humana".

    Este aspecto alegonco del relato historico amenudo se pierde de vista poraquellos que defendertan la "historia narrativa" -debido auna serie de razo-11es-.Desde que la alegorizacion es pensada convencionalmente como unatecmca para producir un significado distintivamente mfstico (0 anagogico),cl compromiso de los historiadores con la verdad factual haria de el el ene-mtgo natural de los alegoristas y desconfiados de las tecnicas figurativas usa-das para producir alegonas. Los relatos historicos son consideradosdefectuosos e~ lamedida en que se apartan de la literalidad de las oracionesy se permite la dase de figuraciones que los poetas y los retoricos practical\,como rutina. El relato "real" se opone a un relato "ficticio" 0 "mftico" como Juna consideracton (de cual!;luier cosa)...a.sertomada literalmente, se opone a ,.u~~~sideracior:!s:uy~proposito sea ser tomada alegoricamente. Pero esta Iop~~sc~rece el h~cho de que una historia factual puede ser aprehen-ll~o1.!!.o !ina his[Q.ri.q ~91~.mm!.~n ~!!!edjQ.a en \{u~12uedesezleidaccmcu~gorla de los Rrocesos envueltos en la_cr..eaci6.ruieeventQs.::iJ::Mg~rios"con la cohe@~iru!~l tipo de trama ficcional.

    Esta nocion es reconocida por aquellos historiadores y los te6ricos quecondenan a las "filosoffas de la historia" (tales como las de Hegel, Marx,Comte, etc.) que pretenden haber descubierto la "trama" de la historia mun-dial cuando en realidad, la crftica sefiala, los filosofos de la historia han in-ventado esta trama y la impusieron sobre 10 abigarrado de los eventos que lacr6nica mundial desp~iega a la vista. Yen efecto, la defensa de la "narrativahistoric a" es amenudo lanzada alegando que antes que imponeruna tramasobre los eventos, esta simplemente cuenta el relato de "10 que sucedio" , sal-vando de este modo a los agentes humanos de los eventos desde un determi-nismo que es simplemente de naturaleza autoral. En realidad, las filosoffasde la historia bien pueden ser, como sus crfticos mantienen, '~sobredetermi-nadas conceptualmente" y desatentas con los detalles concretos, factuales,y son ellas aleg6ricas en lamedida en que cuehtan sus relatos de manera talcomo para producirun significado figurativo para 10 que se supone debe seruna version literal de "10 que realmente esUipasando" en la historia mun-dial. Pero esto no los distingue de aquellas historias 0 aspectos de historiasorganizados en forma de relato como representaci6n. Pues un relato no es

    61

  • Hayden White

    .!~ible como tal amenos ~ue este sea co_nstituig_~n l

  • Hayden White

    ~

    n una "narracion" que ha de ser considerada tambien como "veraz" a "real"os tropos y la.s,figuras usadas en e~ladeben ser hechos para parecer que tiie~en una funcion puramente descriptive, mas que la funcion de traducir quen realidad cumplen.

    La traduccion aludida es aquella entre los hechos regtstrados en lacronica ylasestructuras genericas de tramas dispombles en cualquier cultura para dotara los eventos con otro significado que el de su status como elementos de las ex-plicaciones ya sea de la clase de sentido cornun 0 de laclase cienttfica. Conce-

    :J bida de es~ manera, la "narracion" producida par la narrativizacion de l.QSr-, lQ..\

  • \Apendice: citas ilustrativas

    Lascitas siguientes bien podnan haber sido insertadas dentro de mi dis-curse en los lugares apropiados, como ilustraciones de la viston que yo hentribuido a los comentaristas del problema de la "htstonografia como narra-cion". Pero en la forma gn6mica que esa cita imp one acada expresi6n, Lqueclase de autoridad podna haber reclamado para ellas? Estan dadas en elorden alfabetico de los apellidos de sus autores.

    ARON: l_Como puede uno narrar el desarro~lode un sector singular 0unaentidad completa ... sin un esquema 0 teona para ese sector 0 entidad? .. l_esla representaci6n de un desarrollo unilineal ipsoJacto err6neo? .. l_0deb en-amos recordar que la alineaci6n a10 largo de un solo hilo conductor de los su-cesivos estados de una entidad hist6rica no es 10mismo que una explicaci6nntguta al conocimiento ciennfico? [1973, p. 250]

    , BARTHES:Lanarracion de eventos pasados que, en nuestra cultura desdelosgriegos, esta sometidageneralmente a lasanci6n de la "ciencia"historicasi-tuada baj0 la imperiosa garant1ade la "realidad" .justificada por princi pios deexposicion "racional", esa narracion i:difiere realmente, por algun rasgo espe-ciftco, por alguna indudable pertinencia, de lanarraci6n imaginaria, tal como10 podemos encontrar en la epopeya, la novela, el drama? .. [1987, pp. 163-164]Como sepuede ver,por su propia estructura ysin tenerquever la sustanciadelcontenido, eldiscurso hist6rico esesencialmente elaboraci6n ideologtca, 0,para ser mas precisos, imaginario, si entendemos por imaginario el lengua]egracias al cual el enunciante de un discurso (entidad puramente lmguisnca)"rellena"el sujeto de laenunciaci6n (entidad psicologica 0 ldeologica) ... [Ibid.,p.174] En otros terminos, enlahistoria "objetiva", la "reahdadno esnuncaotra cosaun significado informulado, protegido tras la omnipotencia aparentedel referente. Esta situacion define 10que podna llamarse el ejecta de realidad.[Ibid., p.17S] [1981, p.17 dela traduccionalingles].

    67

  • Hayden White

    Hay, pues, que oponerse a las pretensiones de realismo del relato .... lafuncion del relato no es la de representarse, sino el montar un especta-culo ... [1977, p. 54] Elrelatono hacever, noimita (Ibid., p. 55.] [1977, p.124 de latraduccion al Ingles] .

    BRAUDEL:La historia narrativa tan cara al coraz6n de Ranke nos ofrece[un] destello pero no iluminacion; hechos pero no humanidad. Notese queesta historia narrativa siempre dice relatar "las casas s610como ellas real-mente pasaron". .. De hecho, por el contrario, en su propia manera encu-bierta consiste en una interpretacion, una autentica filosofia de la historia.Para los historiadores narrativos, la vida de los hombres esta dominadaporaccidentes dramaticos, por las acciones de aquellos seres excepcionales queocasionalmente emergen, y que suelen ser los duenos de su propio destino yaun mas del nuestro. Ycuando ellos hablan de "historia general", de 10querealmente estan hablando es de1entrecruzamiento de tales destinos excep-cionales, por los cuales obviamente cada heroe debe combatir. Una falaciailusoria, como todossabemos. [l967,p.1l9]

    CROCE: Lastorianarra. [1951, p.19]

    ELTON: Los trabajos hist6ricos pertenecen auna de tres categorias: des-cripci6n, analisisynarrativa ... Lanarrativacuenta elrelato, y cuan largo seaellapso temporal no es algomaterial. . , Lasdescripciones y lanarrativa ... tienendos aspectos, uno es superioral otro. Las formas inferiores son el anticuaria~nismo yla cr6nica; lassuperiores, la descripci6n significativa del pasado ... y lahistorianarrativapropiamentedicha. [1967,p.1l9] .

    FOUCAULT: ...mientras mejor acepta su relatividad, mas se hunde en elmovimiento que Ieescoml1n con 10que relata, mas tiende entonces a lanimie-dad del relato, y todo el contenido positivo que se dio a traves de lascienciashu-manassedisipa. [1968,p.360] [1970, p. 371 de latraducci6nalingles]

    GADAMER:Con todo, la verdadera intuici6n del conocirniento hist6ricono es explicarun fen6meno concreto como un caso particular de una regIageneral. .. [I]su objetivo verdadero ... es comprender un fen6meno hist6ricoensusingularidad,ensuunicidad. [1970, p.1l6]

    68

    Apendice: citas tlustrativas

    \

    11\ GAY:Verdad y retorica son malos amantes ... Lanarracion historica sinnnnlisises trivial, el analisis historico sin narraci6n esta incompleto. [1974,

    p.189]

    KRlSTEVA:En la narranva, el sujeto que habla seconstituye como el sujetolit:una familia, un clan 0 grupo estatal; ha sido demostrado que la oraci6n sin-II\oticamentenorrnativase desarrolla dentro del contexto de una narraci6n pro-""leay,luego, historica. La apariencia simultanea del genero narrativoy la orad6nIImita elproceso de significaci6nhacia una actitud de solidtudy comunicaci6n. I; ~POl' otro lado, dado que la poesta traba]a en la franjaentre el significante yelsig-~ \IIlfieadoy tiende aborrarla, sertaun grito de protestaanarquico contra la posi- \ vIcd6n arbitraria y socializante dellenguaje sintactico. [1980 ,p. 174] \::1\&p

    LEGOFF: Laetimologta nos conduce a tin rechazo radical del even to, ydeestamanera alideal de una historia no narranva. [1973, pp. 206-207]

    La escuela deAnnales detestaba el trio Iormado por la historia politica, la!IIstoria narrativa y la cronica 0 la historia episodica (evenementielle), Todoesto, paraellos, era mera pseudo histona, historia barata, un amono super-Ilcialque pre feria las sombras a la sustancia. [1972, pp. 340]

    U!VI-STRAUSS:Bastacon reconocer que la historia esun metodo al cual'1\0 corresponde un objeto distinto y, por consiguiente, con recusar la equiva-!encia entre la noci6n de historia y la de humanidad ... De hecho, la historia110 esta ligada al hombre, ni aningl1n objeto particular, Consiste totalmenteI:nsu metodo ... [1964, p. 379, nota al pie de la edici6n en castellano, 1962,

    pp.261-262]EIprogreso del conocimiento y la creaci6n de las ciencias nuevas se rea~

    Uzanmediante la generaci6n de antihistorias, que demuestran que un deter-tninado orden, que es ell1nico posible en un plano, deja de serlo en otroplano. [1964, p. 380,1962, ibid.]

    MUNZ:Yadebe que dar claro que no hay distinci6n absoluta entre mito,[lcci6n ehistoria y que todas las narraciones sean miticas, ficcionales 0hist6-ticas pueden ser juzgadas mirando a otras narraciones. No pueden ser juzga-das -y esto es tan cierto para la historia como para la ficci6n- mirando alarealidadoa la resgestae. [1977, pp. 220-221]

    69

  • Hayden White

    POPPER:Deseana defender la vision, tan amenu do atacada como fuerade moda por los historiadores, de que la historia se caracteriza por sus intere-ses.en l?s eventos reales, singulares 0 especificos, mas que en las leyes 0 gent-rahzaclO~es ... En el sentido de este analisis, toda explicacion causal de un:vento" smg~lar puede se.r considerada historica en la medida en que lacausa sea slempre descnta pot condiciones iniciales singulares. Yesto esenterament~ acorde con la idea popular de que explicar causalmente unacosa es exphcar como y por que sucede, es decir, es contar su "historia';[1961, pp.143-1441 . . .

    RICO~UR: Mi primera hipotesis de traba]o es que la narratividad yla!.emporal~dad estan relacionadas estrechamente - tan cerca como, en termi-nos de Wlttgenstein, un juego del lenguaje yuna forma de vida-. En efecttomo la t~mporalidad C?~O aquella estructura de la existencia que investi:~elle.ngua)e:en la narratividad y la narratividad como la estructura dellen~guaJe que nene ala temporalidad como su ultimo referente. Su relacion esportantqreciproca. [1981,p.165] ~

    70

    Referencias

    ItJ\YMONDARON,"Postface" en Dumoilin.]. y Mousi, D. (eds.), The historian between1,lIe Ethnologist and the Futurologist, Mouton, Paris,l973.ltOLANDBARTHES,"Introduction to the Structural Analysis of Narratives. ", en Barthes,l.mage,Music, Text, Hill and Wang, New York, 1977. [Barthes, "lntroducci6nal ana-IISisestructural de los relates", en Niccolini. S. (comp.), El andiisis estructural, Centrolldttor de America Latina, Buenos Aires, 1977. Tiaducido por Beatriz Dorriots. (Fuepublicado por primera vez en castellano por Editorial Tiempo Contemporaneo enel volumenAnalisisestructural del relato.) N. de E.]"The Discourse of History." .en Schaeffer, E. Comparative Criticism. A Yearbook, vol.:3. 1981. Traducido por Stephen Bann. [Barthes, "El discurso de la historia" en Bar-thes, El susurro delle!'lg!:!!1je.Mas alia de/a palabra y de la escritura. Paid6s, Barcelona13ue~Aires, Mexico 1987. Traduccionde C. FemandezMedrano. N. de E.]FERNANDBRAUOEL,"The situation of History in 1950", en Braudel, On History, Chi-cago University Press, Chicago, 1980. Traducci6nde Sarah Mattews. [Braudel, F. Es-critos sobre historia, Fondo de Cultura Econormca, Mexico, 1991. N. de E.]BENEDETTOCROCE,"La storia ridotta sotto il concetto generale dell'arte" .en Croce,

    Primisaggi, Laterza, Bari, 1951.GEOFFREYELTON,The Practice of History ,Thomas Y. Crowell, New York, 1967.MICHELFOUCAULT,The order of Things: AnArcheology of the Human Sciences, PantheonBooks, New York, 1970. [Foucault, Las palabras y las casas. Una arqueologta de lasciencias humanas, Siglo XXI editores, Buenos Aires, 1968. Traducci6n de Elsa Cecilia

    Frost. N. de E.]HANSGEORGGADAMER,"The Problem of the Historical Consciousness.", en Paul Rabi-now and William M. Sullivan (eds.) Interpretative Social Science. AReader,University ofCalifornia Press, Berkeley, 1970. [Gadamer, Elproblema de laconciencia hist6rica, lntro-ducci6ndeAgustin Domingo Moratalla, Tecnos, Madrid, 2003. N. de E.]PETERGAY,Style in History, Basic Books, New York , 1974.JULIAKRISTEVA,"The Novel as Polylogue", en Leon Roudiez (ed.), Desire in Language,Columbia University Press, New York, 1980. Traducd6n de Thomas Gora, AliceJar-dine y Leon Roudiez. [Kristeva, Polylogue: Editions du Seuil, Paris, 1977. N. de E.]

    71

  • Hayden White

    JACQUESLEGOFF, "Is Politics still the Backbone of History?", E Gilbert y StephenGraubard (eds.), Historical Studies Today, Norton, New York, 1972."The historian and the Common Man", en Dumoilin.]. y Mousi, D. (eds.), The histo-rian between the Ethnologist and the Futurologist, Mouton, Paris, 1973.CLAUDELsvi-srsxoss, The Savage Mind, Weidenfeld and Nicolson, London, 1962.[Levi-Strauss, Elpensamiento salvaje, Fondo de Cultura Economica, Mexico, 1964,pp.380.N.deE.J .LOUISMINK,"Narrative Form as a Cognitive Instrument", en Mink, Historical Unders-tanding, (Brian Fay, Eugene Golob y Richard Vann; ed.) Cornell University Press,New York 1987,pp. 182-201.PETERMUNZ, The Shapes of Time: A New Look at the Philosophy of History, WesleyanUniversity Press, Middletown, Conn., 1977.KARLPOPPER,The Poverty of Historicism, Routledge and Kegan Paul, London,1961. [Popper, Lamiseria del historicismo, Alianza, Madrid, 1961. N. de E.JPAULRrCOEUR,"Narrative time", en W Mitchell (ed.) On Narrative, University of Chi-cago Press, 1981.

    72

    ~,El fin de la Historiografia Narrativa *

    El profesor Jerzy Topolski ha sido uno de nuestros mas importantesnnalistas de la metodologta y la representaci6n hist6rica. En mi contribu-I 16n a su Festschrift" ,me gustana tomar algunos problemas concernientesilia escritura y la narrativa historicas, un tema con el que ha lidiado efecti-vnmente y sobre todo durante el curso de su carrera como estudiante. Es-pcciftcamente, deseana reconsiderar algunos de mis propios pensamientos'Il)bre la distincion, comun en teona histortograftca, entre relato hist6ricor ldeologtco.

    Nuestro interes actual en la relaci6n entre el relato hist6rico e ideologicoproviene menos de la presunta existencia de una relacion entre historia e ide-ologia queen aquella que ha existido tradicionalmente entre historiografia ynarrativa. El relato 0 la narraci6n han sido el modo dominante del discurso11lstorico en Occidente desde los tiempos de Herodoto. Tan intima ha sido laIclacion entre historiografia ynarraci6n que incluso muchos historiadores y. lllosofos modernos han sostenido que la narrativa constituye una maneradistintivamente "historica" de explicar especificamente eventos, estructurasy procesos "historicos" (en contraste con losgeneralmente llamados "natu-rales"). Segun esta postura, se sigue que mientras una narraci6n historicadada puede 0no ser "ideologica" en sucontenido-es decir, en los modos enque esta "distorsiona" los hechos hist6ricos-, no haynada inherentementeldeologtco en el uso de los relatos mismos para la representaci6n de la clasede los event os "reales" con los cuales la htstonografia, a diferencia de los dis-cursos miticos y ficcionales, ttpicamente trata.

    "Iraduccion de David Martin.0- Expresion que refiere a un volumen de arttculos, ensayos, etc. escritos pordiversos autoresenhonora un colega, usualmente publicado en ocasi6n de retire 0 cumpleanos. (N. de E.)

    73

  • Hayden WlliLe

    Para las primeras, Benjamin argumento, la historia es siempre "experien-ciada" como una Comedia: su victoria es percibida porellos como un triunfoyun avance de la humanidad en general, es decir, como un proceso de desarro-llo del cual ellos son los portadores y custodios y por tanto como una comediaromantica. Para la ultima, sin embargo, la historia essiempre "experienciada"como una igualdad adormecedora, ni siquiera una tragedia, sino men os queeso, una mera catastrofe. Para Benjamin, la tarea del historiador era la de re-dimir ~las :rctimas del "progreso" historico restaurandoles ~~ lugar y un T@len la historia como los "pacientes" de las "acetones" victoriosas. Esto impliG.0la conceptualizacion del proceso historico, menos como un relato de unadialectica entre libertad y determinacion que como, mas bien, la relacionentre "pasion" y "accion". Por esto el vio en el genero barroco del "drama lue-tuoso'" (Trauerspiel) un modelo para una clase de histortografta que redi-miera la historia como unespectaculo de perdida mas que como uno deganancia. Yuna htstonografia que se preocupara menos por el "entramado"del pasado, que por su "desentramado", su explosi6n de la historia en "frag-mentos, pedazos y trozos", su de-narranvizacion.

    La expresi6n utilizada por White es "mourning play".

    94

    /

    I~.En contra del realismo historico.Una lectura de La guerra y la paz *

    Nosotros los rusos, en general, no sabemos c6moescribirnovelasen el sentido en que esegenero es entendido en Europa. 48

    Tolstoi

    Laguerra y lapaz" (1865-69) de Leon Tolstoi es una obra enorme e infi-nttamente compleja, a la que ningun breve resumen puede hacer justicia. Es,csencialmente, dos grandes ltbros, uno historico Y otro ficcional, cornbina-dos para dar cuenta del efecto que tuvo en la sociedad rusa la invasion de Na-poleon de 1812. Dado que mezcla varios generos -la historia, la novel a, laepica-, los criticos no sehan puesto de acuerdo acerca de como clasificarla.Aqu1,yo la considerate como un ejemplo de 10que mas manifiestamente es,asaber, una novela his.L6.rica.Pero Laguerra y lapaz esuna novela historica deLin tipo particular: busca mostrar que, aunque nq__12odemosevitarusar a la"htstoria" c~o un contexto para la representaci6n_d,g_gnmdes eventos, lasconsideraciones "hist6ricas" de dichos eventos no pueden, en ningun caso,explicarlos. Esmas, Laguerra Fazes una obra que, almismo tiempo, con-suma la novela hist6rica y eficazmente la des~antel~ E~ el I>ro~~_so,socava~ealismo literario de Europa Occidental, al ~r l~ideolo_giade la his-toria en la ~_?e basa. . . .

    Traducci6n de Mariela Solana.~oLeon Tolstoi, 'Drafts for an Introduction to Warand Peace', en Tolstoi, War and Peace, The MaudeTrallslaLion, Backgrounds and Sources, Criticism, 2nd edition, New York 1996, p. 1087. Hayvariasediciones en espano!. Este articulo apareci6 originalmente en 'Contro il realisrno storico', en:Franco Moretti,ed., Jl romanzo, vol. V:Lezioni, Turin2003,pp. 221-37 . Todas las citas de La guerra y la paz [teron extraidas de Toistoi, L. "Guerra ypaz", en: Obras Com-pletas, Torno I (traducci6n directa del nlSO, pr61ogo biografico y notas de Irene y Laura Andresco) ,Madrid, Santillana Ediciones Generales, 2.o03{N. de TJ.

    95

  • Hayden White

    Elmismo Tolstoi nego que su descripcion de la invasion napoleonic adoRusia en 1812cayera bajo la rubrica de algun genero especifico. En 1931,elcntico Boris Eikhenbaum dijo que Tolstoi habta empezado la obra -origtnalmente titulada 1805- como una combinacion de dos generos rusos bien establecidos, la "novela familiar" y la "novela historico-militar" .49 Pero, desdeel comienzo del Libro VII, segun Eikhenbaum, el libro se trans forma en \.11\nuevo genero, la eptca histortco-filosofica. De este modo, podemos identifl-car, por 10menos, tres hebras genericas trenzadas entre sf que conforman Laguerra y la paz: una hebra historica (el relato de la invasion napoleonica deRusia), una hebra novelistica (el impacto de esta guerra en cuatro familiasno-bles rusas de indole ficcional) y una hebra filosofica (digresiones discursivassobre ciertas ideas abstractas sugeridas por los eventos, tanto historicoscomo ficcionales, narrados en ellibro). Esesta combinacion de hebras 10quehace de La guerra y la paz una consumacion del genero de la novela historica.To1stoino solo compone una nove1a historica, tambien somete el gener0 aanalisis a 1aluz de su J2!Qpiafilosofia de 1ahis~s.i on cri[ico-fi.-losofica eSmPatotalmente ausente en los gra~e~listas hist6ricos quepr~edieron a Toistoi: Scott, Manzoni y Dumas. .

    I

    Aunque Laguerra y lapaz esmuy 1arga,la accion que describe se extiendeen un periodo detiempo relativamente corto, los siete afios entre la batalla deAusterlitz en 1805 y la salida de Napoleon de Rusia, el5de diciembre de1812.Laaccion esta, aproximadamente, dividida en una historia de lascam-

    49 Eikhenbaum caracteriza la evolucion de las visiones de Toistoi sobre la historia en los siguientesterminos: "... el anti-historicismo original de Tolstoi Ie dictaba una idea bastante modesta de las cro-nicas de la guerra y la familia. Luego, movido porpreocupacionesde su epoca, comenzo a cambiarla cronica por un paema historico, poruna epica, y a introducir toda una serie de visiones hisl6rico-filos6ficas. Su anti-historicismo se convirti6 en nihilismo historico, y su cronica-novela se convitti6en un nuevo genero que cred6 gracias a la combinacion de acciones novelistic as ymateriales his-t6ricos con razonamientos filos6ficos. El resultado fue un generonegativo, en tanto los elementosque 10 componlan estaban en conflicto." Luego Eikhenbaum dijo que "la novela de Toistoi no eraun nuevo genero" sino una combinaci6n de dos formas popularesen 1820y 1830, la novela fami-liar 0 de vida de terratenientes, porun lado, y la novela hist6rico-militar, porel otro. Boris Eikhen-baum, The Genre of War and Peace in the Context of Russian Literary History', in wp, p.1l26.

    96

    11111'05militares, las batallasy las la guerra yun relato de ~ vidalit IIIalta sociedad rusa afectada por la guerra. Laprimera narra los esfuerzos1II II ganar tierra, poder y gloria pormedios militares: la segu~da, los e:fuer-I) per ganar amor, poder y riqueza a rraves de medtos provistos por la so-

    t I",lad". Las dos historias nunca convergen del todo pero, por otro lado, noIHlyrazonespara que 10hagan ya que ambas tratan sobre 10mismo: las simi-

    Hllldesentre la "guerra" y la "paz".Editada originalmente como una publicaci6n serial entre 1~65~1869, la

    IIl11yoriade las edtciones de Laguerra y la paz la dtvtden enva~os libros con~llbsecciones 0 capttulos. Hay poca continuidad entre los libros (aunqueI~Ien cronologic;amente organizados) 0 entre los capitulos. Los seg~en~osInnsrttuyen, mas bien, una serie de vinetas, anecdotes, pequenas histonas(nqut ten emos. por ejernplo, cuatro del Libro Vlll: "Los Rostov en la,O_pera,I(elena en la Pr6xima Caja" , "LaOpera descripta'\ "Anatol y Dolokhov enMt)scu").Estasvifietas aveces se asemejana losfaits divers de peri6dicos c~n-'I'mporaneo~. Los personajes no se desarrollan de un episodio al ot:o smoIIliereaparecen, de vez en cuando, con toda una serie de nuevos atnbu~os.Ill:ro,en realidad, toda la acci6n dellibro cubre solamente unos escasos s~ete111105.Haymomentos de revelacion: Bolkonsky tiene uno, Pierre tiene ~an~s;y un personaje, Natasha Rostov, de hecho madura-pero no hay ca_mblOsSlg-1I1ficativosy duraderos enlos personajes, en ninguno de ell~s. Ma~que des-ilrrollo, 1amayoria de los personajes sufren una suerte de rehgurac16n, seles"i"ladennuevos rasgosy se les reorganizan los viejos, amedida que padecenIlnadesilusion 0 frustraci6n tras otra, tanto en 1a"guerra" como en la "paz".No esuna novela feliz, aunque Tolstoi la haya planeado originalmente comouna especie de comedia en la que todo estaria bien al finaL .. .

    Las secciones que componen La guerra y la paz constituyen una sene,pero no una secuencia. Lasecuencialidad distri~U~e el ~ignificado a10largodeun espacio narrativo demanera hipotactica, dlsungUlendo gradualmenteentre aquello que esimportante y aquello que no 10esd~ent:e t~~os los datosdel texto y guiando todo bacia el desenlace 0 punto de fmahzaclOn, en el queel significado dominante de los eventos relatados pod~a, ~~almente, ser cap-tado 0 comprendido. Tipicamente, un tratamiento hlstonco de los e.ventosconsiste en el intento de revelat una secuencia (entramado narratlvo) enlugar de10que parece ser una mera serialidad CIacronica). Per0.I01stoi ~esis~e

    I d d'ldi dna ;r_-'_ 61~ .....rr.ee.._auelablstonalasecuencia i a Ofi ue esta 1 an 0 co .._~

    97

  • Hayden White

    s_enga una trama. P;;lnu.esistireJ atractivo del entra~o, entonces, rescata 1\la cronologfa como el princi:Qio organizatiyo f@grante de su retrato de la vidaen Rusia de 1805 a 1812.

    < ASf, los Libros I al VI narran los hechos de los anos 1805-1810 Yconsistenen un relato bastante directo de las relaciones militares y diplomaticas entreF~an~ia y Rusia, en descrtpciones de algunas batallas tempranas entre el GranEJ~rc~to deNapole6n y una alianza austro-rusa y en la intraq_~cci6n de ~GlSprincipales personajes ficcionales que representan a la nobleza rusa. Ellibrocomie~za sin.una introduccton asf como termmara, unas 1400 paginas des-pues, sm un fmal. Nos vemos arrojados inmediatamente a una escena socialen San Petesburgo, una soiree en la que se esta discutiendo la carrera del ad-vene~iz~ ~apole6n Bonaparte. Se nos introduce a Pierre Bezukhov, qutenterml~ara siendo la principal Figura ficcional dellibro, pero sin que se nos de,practtcamente, ningun antecedente sobre el (es un hijo ilegftimo, pero sumadre nunca es mencionada y no se nos dice nada acerca de su infancia 0sucrianza). Es cualquier cosa menos admirable -y asi permanece hasta el final-.Hace muy pocas cosas, pero muchas cosas Ie suceden.

    Co~o un heroe, Pierre deja mucho que desear; se acerca mas al tipo depueblenno que llega ala ciudad que ala encamacion de la virtus aristocratiG:a.EI amigo de Pierre, Andrey Bolkonsky, es un candidato mas prometedor a eserol. Los primeros seis libros siguen intermitentemente la historia del matri-monio sin amor del Principe Andrey y la muerte de su esposa en el parto, sudesencanto melanc6lico hacia la vida, su amorpor lajoven y hermosa Con-desa Natasha Rostovysu compromiso. Pero el tambien falla como heroe. Es-

    . trope a su compromiso con N atasha y muere antes de poder arreglar las cosascon ella. .

    Los Libras VII al VIII prove en una especie de transici6n entre los afios1807 -1812 Yuna preparaci6n para la nueva filosofia de la historia que serausada para deconstruir los relatos oficiales de la Guerra de 1812. EI Libro VIIse ocupa de la "paz", de la vida en elcampo y de la feliz familia Rostov en suhogar, ~ientras que elLibro VIII describe la vida en la ciudad -Moscu- y laseducCl6n de Natasha Rostov por parte de Anatol Kuragin, cunado de Pierre.Pierre frustra el plan de Anatol de secuestrar a Natasha, Andrey la rechaza,ella comete un fallido intento de suicidio y Pierre se da cuenta de que ama aNatasha mas que a su errante esposa, Helena Kuragin, a quien el habfa des-posado vergonzosamente por pura lujuria. Como este insuficiente resumen

    98

    \En contra del realismo hiY6ricO. Una lectura deLaguerra y lapaz

    ugiere, muchas cosas comienzan a suceder en las secciones ficcionales delllbro a medida que Toistoi nos pre para para las complicaciones que surgiran,'nvirtud de la aparicion de la "historia".

    Los Libros IX al xv, la "porcion" mas grande de Laguerra y la paz,.se ocupade los siete meses de "guerra", desde mayo a diciembre de 1812. Se nosruenta c6mo Napoleon invade Rusia y es enfrentado por tropas bajo elmando del anciano, exhausto, lisiado y casi ciego mariscal de campo Kuru-I.ov.El ejercito de Napoleon se abre camino hacia Moscu, la ocupa y la sa-quea; pero Napole6n pierde el control de su ejercito a medida que seconvierte en una multitud de saqueadores y borrachos, yel decide abando-nar Moscu y volver a su hogar en Francia. Lo que queda de su ejercito es des-truido duranteel retroceso; finalmente, Napoleon abandona el remanentede medio millon de hombres que habta guiado, onginalmente, a Rusia yre-gresa a Francia, a su Waterloo.

    Causalidad yLibertad

    Esta ultima porcion del texto es donde se encuentra la sustancia de Lague-rra y la paz. Aqui es donde la "historia" deja de ser un relato del pasado yemerge como una fuerza en sf misma, revelando que es la manipuladoraotulta de los destinos de los hombres individuales y de las naciones. El~~de una noci6n de la historia como la suma total de los eventos del pasado aUrlanoci6n de la "historia" como fuerza que hace gue sucedan los hechns...yqUele da una direcci6n eSR_ecifica, aunque incognoscible, ala sociedad hu-mana, emerge explicitamente en el Libro IX, donde el narrador reflexionasobre la ironia de la creencia de los grandes hombres, segun la cual son enosla causa del cambio historico y no las consecuencias del mismo. Los historia-dores, argument a Tolstoi, alimentan la vanidad de los reyes y los generales alescribir la historia como si las ocurrencias tuvieran lugar debido a su volun-tad, sus deseos y sus ordenes. En realidad, insiste, todo evento hist6rico esconsecuencia de una "minada de causas", tantas que hacen de la historia al~"i~~i;comprensible". Los movimientos de los hombres y de losPueblos requieren la aquiescencia de todos los hombres involucrados enellos, por 10que cualquier cosa que haya sucedido podna no haber sucedidopero, al haber sucedido, en retrospectiva, nos parece necesario e inevitable.

    99

  • Hayden White

    .Nos quedamos en una situacion paradojal en la que debemos afirmar, almismo tiernpo, nuestra determinacion por la historia y nuestra libertad res-pecto a ella. En este punto, Tolstot parece creer en una "coincidencia deopuestos". Yaque, si bien pasagran parte del tiempomostrando que todoenla historia "ha ocurrido porque debta ocurrir", tambien argumenta que, al finde cuentas, no tiene irnportancia si nos vemos a nosotros mismos como de-terminados 0 libres en una situaci6n dada. Ast, Tolstoi escribe:

    En la vida de cada hornbrehay dos aspectos .la vida personal, que e~ maslibre cuanto mas abstractos sean sus intereses, y la vida comun [de colmena] enque el hombre obedece inevitablemente las leyes quele hansido prescriptas,Elhombre vive conscientemente para si mismo, pero sirve de instrumento in-consciente a los fineshist6ricos de la humanidad. 50

    Los hombres estan divididos - Tolstoi sostiene- entre su vida consciente,que experimentan como si fueran libres, y su vida animal, corporal 0 "de col-mena", que no "experimentan" en absoluto, sinq:que es vivida como si fuera"natural". Estas dos dimensiones de la vida humana estan, seg(m 'rolstoi, i~-versamente relacionadas al grado de poder social que los individuos tienen:"Cuanto mas eleva do se encuentre el hombre en la escala social, cuanto masligado se encuentre con los que estan en un plano superior, tanto mas podertendra sobre nosotros y mas evidente seHin la predestinaci6n y la fa.talidad decada uno de sus actos. "51De este modo, para Tolstoi, "el reyes esclavo de lahistoria"52 -y, por consiguiente, 0as1pareciera, el siervo mas bajo de todos es,en alglln sentido, el hombre mas "libre".

    Seglln este tipo de razonamiento,la realizaci6n personal consiste en el re-conocimiento de que 10 que uno quiere, desea 0 aspira conscientemente es,en realidad, el resultado de los condicionamientos sociales, mientras que 10que uno deberia querer y buscar es la inmersion en la vida de "la colmena",donde la regeneracion y la muerte sirven a los fines de "la vida" mas que los dela sociedad. Aunque Napoleon haya creido que el era el arquitecto de las gue-rras que pelearia para conquistar Rusia, "n:unca habfa estado tan sometido

    50 Leon Tolstoi. Obras Completas ...Op. Cit. p. 596.51Loc. Cit.s2loc. Cit.

    100

    En contra del realismo historico. Una lectura de La guerra y la paz

    como entonces a las leyesinevitables que 10 impulsaban (si bien le parectanbedecer a su propio albedrto) a hacer para la causa comun, para la Historia,10que debta realizarse". 53 Esto es menos parad6jico d~ 10 que parece apri-mera vista. Porque Tolstoi cree que, dado que t~do ~vento es~n re,SUltadOd~todas las fuerzas causales en juego en toda la historia. el sentido humane d1llbertad de voluntad tambien debera ser considerado como predestinado; dInanera que, sean los hombres libres 0no, su sentido de ser libres debe ser to-mado como un factor entre las causas que contribuyen a la ocurrencia detodos los eventos causados por los seres humanos. El punto mas importanteque marc a Tolstoi es que a mayor poder que posea un individuo 0 grupodado, mayor sera la desilusi6n acerca de la naturaleza y la extension de dichopoder ymayor sera el sufrimiento causado por su persecucion. La realizac~6nconsistira, entonces, en el abandono de todo esfuerzo por ganar poder 0 eJer-cerlo, y el retorno a la vida de "la colmena", representadapor la familia.Iacasta y la raza. La pasividad es la condicion a aspirar. La capacidad de accion,caractertstica de los heroes, es la fuente de todo 10que es terrible en la existen-cia socialmente organizada.

    De este modo,la diferencia aparente entre la agenda y la pasividad, 0entrela accion y la pasion, la base para la distinci6n entre una vida heroica, por unlado, yuna vida ordinaria, humilde 0 inconsecuente, porel otro, resulta seruna falsa dicotomia. Napoleon, el hombre de acci6n por excelencia, sera mos-trado como ~l producto de fuerzas sobre las que no tiene ningun control;mientras que Kutuzov, el somnoliento, casi ciego, anciano y distrafdo no-Ge-neral, terminara siendo el vencedor de Napoleon y el salvador de Rusia. Ku-tuzov es la encarnacion de la pasividad activa, mientras que Napole6n no esmas que el activista pasivo. La fuerza de vohintad de Kutuzov se manifiesta ensu resistencia a todo esfuerzo a obligarlo a entrar en batalla contra Napoleon,mientras que la de Napoleon se muestra en su insistencia en dar batallascuando y donde sea que pueda. Asf, el primero obtiene su victoria a traves dela pasividad, el otro es derrotado a traves de la accion. En Laguerra y lapaz,laguerra es una actividad absurda; en ultima instancia, una farsa. .

    En el Libra X, por ejemplo, Tolstoi interrumpe su relato sobre la visita quehace Pierre Bezukhov al campo de batalla de Borodino para remarcar la faltade sentido que hay en que esa batalla haya sido peleada.

    53 Ibid. p. 596.

    101

  • Hayden White

    El dta 24 tuvo lugar la batalla de Schevardino; el25, no hubo un solo disparo deun lado ni del otro, y e126, se libro la batalla de Borodino.LParaque Ycomo se habian dado y aceptado las batallas de Schevardino y de Bo-rodino?LPara que se habia librado la batalla de Borodino? No tenia sentido ni para losfranceses ni para los rusos. El resultado inmediato habia de sernecesariamente:para los rusosla proximidadde la perdida de Moscu 00 que temian mas que nadaen elmundo), ypara los franceses, el aniquilamiento de todo sii'ejercito (cosaque temian mas que nada en elmundo). Ese resultado era evidente incluso en-tonces. Sin embargo, Napoleon dio esa batalla y Kutuzov la acepto, 54

    La explicacion de Tolstoi -en contra de las falsasideas de los historiadoresoficiales-era que "Kutuzovy Napoleon procedieron en contra de su volun-tad e insensatamente. Pero despues de haber tenido lugar los hechos, los his-tori adores han presentado pruebas complicadas de la prevision del genio delos capitanes, que, entre todos los factores involuntarios de los aconteci-mientos europeos, eran los mas serviles y los mas mconcientes". 55 Tolstoiseburla de los estrategas y los tacticos quienes, con susgraficcs, mapas y diagra-mas, intentaban convertir ala modema guerra de masas en un asunto de pla-neamiento preciso. Lamera cifra de los ejercitos involucrados en la invasionde Rusia aseguraron que las campanas luchadas por ambos lades sean unacuestionrnas de deriva inercial que de eleccion y decision. Tolstoipinta aNa-poleon tomando decisiones arbitrarias para las que no da ninguna razon,gastando su ejercito cual nino consumiendo dulces y haciendo puc heroscuando su voluntades frustrada. Kutuzov, porel otro lado, solo conoce unacosa: mantener a 5U ejercito, 0 sus remanentes, intactos, luchar solo cuanGloseve obligado ahacerlo y retirarse, retirarse, retirarse-aun al punto de per-der Moscu en manos del enemigo. Esuna batalla entre la falsabrillantezyelegoismo, porun lado, y la falta de brillo, la paciencia y la resignaci6n ante eldestino, por el otro. En ultima instancia, Napoleon se encuentra a s1mismoocupando una ciudad deshabitada, con un ejercito sin equipo de invierno ycon su linea de provisiones interrumpida.

    54Ibid.p.719.55Ibid. p. 720.

    102

    En conn-a del realismo hist6rico. Una lectura de Laguerra y lapaz

    Pero Napoleon, elhombre mas genial entre los genies, en cuyas manos estaba elpoder de dirigir el ejercito segun afirman los historiadores ... eligio entre todoslosmedics que se lepresentaban elmas absurdo ypeligroso ... sali6de Moscu ...Napo-leon, aquiense nos presenta como director deese movirniento (tambien lo~salva-jes se imagmaban que la fuera esculpida en laproa del barco representaba la fuerza .quelo guiaba), se asemejaba 9urante aquella epoca desu acti~dad aun nino que,sujetando las correas del interior deun coche, se figura que 10conduce. 56

    I Espor este motivo que la historia de guerra en Laguerra y lapaz, sibien re-produce una gran cantidad de esfuerzos, contiendas, batallas y destrucci6n,en ultima instancia, no tiene nada heroico al respecto. Lo que, en principio,parece heroico ynoble, incluso tragico para los historiadores de la epoca, esdesenmascarado por Tolstoi como una aventura homicida, sin sentido y singanancias por parte de un charlatan de Occidente que casi no tenia idea de 10que estaba haciendo. El "herotsmo" de los rusos, en respuesta al ataque deNapoleon, es de tipo pasivo y estoico. Los rusos simplemente perduran. Esacssu genialidad como raza. .

    Ast, despues de una entrevista con el General Kutuzov, el Principe Andreyvuelveasu regtmiento,

    tranquilizado respecto de lamarcha general de la guerra y de las personas a quie-nes estaba confiada, Cuanto mas vela la ausencia de personalidad en ese viejo en..que tan solo quedaba la costumbre de las pasiones y,en lugar de un inteligencia(que agru pa los hechos y saca conclusiones), la capacidad de contemplar serena-mente la marcha de los acontecimientos, tanto mas tranquilo se senna respectodel destino de las cosas ... 'Lomas importante es quese lecrea porque es ruso' ...pensaba el principe Andrey'. 57

    Por supuesto que qUien habla es Andrey, no Tolstoi; y no podemos estar

  • Hayden White

    Es mas, podna argumentarse que, en las partes htstonco-rmhtares de la no-vela, Tolstoi enfrentael "caracter frances" al "caracterruso",' el primero siendeto do conciencia, brillo, raison, estilo y accion; el otro, todo sentimiento, soli-dez, paciencia, ti.erra y pasion. Es por esto que. a pesar de todo el rnovimiento,ruido y furta de la historia de guerra. nadasucede realmente. Aunque haya mu-chas ocurrencias en Laguerray lapaz, es muy diftcil identificar los eventos es-pectftcos y las cadenas de efectos que todo evento dado pueda haber tenidosobre los eventos subsiguientes. Las batallas comienzan mas p~rcasualid~dque par deliberacion y terminan sin resultados decisivos. Los monarcas, los ge-nerales y los otros oficiales dan ordenes pero estas, permanentemente, se pier-den, se desvtan 0son ignoradas par los subordinados. Moscu es ocupada PQr.los franceses, pero nunca verdaderamente sometida. Amedida que la ciudades abandonada por el ejercito ruso, Napoleon parece haber ganado la guerra.pero los rusos se niegan a reconocer su victoria, a tratarlo con respeto 0enfreFl-tarse a elabiertamente. Al final. Napoleon es obligadoa abandonar Moscu por-que los rusos simplemente actuan como si el nunca hubiera estado ahLKutuzov gana -si se puede decir que haya "ganado".,.,.haciendo 10menos posi-ble, retirandose yabandonando Moscu. ypermitiendole a Napoleon agotarseesperando, en vano. serrecibido como un conquistador. De esta forma, comoun relato de la invasion de Napoleon a Rusia. Laguerra y lapaz es una historiasin eventos 0 sin la clase de acciones que puedan constituiruna trama. Gra~iasa esta falta de eventos y de trama, puede decirse que la novela se aproxima, si nose anticipa. a la novela modemista -0a ese aspecto del modernismo ya inma~nente en un realista como el Flaubert de La Educaci6nSentimental-.

    II

    Todos los personajes ficcionales rusos principales de Laguerra y la pazpertenecen a la clase noble. Una excepcion es Platon Karataiev ,un viejo sol-dado analfabeto que cree.phldosamente, en la armonia del universo, que sehace amigo de Pierre en cautiverio. a quien Ie disparan como un perro cuandocae exhausto allado de la carretera, y qUi en es considerado por Pierre como

    Las palabras usadas por White son "Russianness"y "Frenchness". IN. del E.]

    104

    En contra del realismo hist6rico. Una lectura de Lq guerra Y lapaz

    lilapersonificacion de todo 10ruso ... del esptritu yla verdad". A dif~r~ncia delresto de los arist6cratas dellibro, Karataiev posee una sabidurta ongtnada delsuelo ruso y su genialidad. pero es una sabiduna mas vivida que pensada."Cada palabra y cada acto suyo eran la manifestaci6n de una actividad desco-nocida para el, aunque representaba su propia vida. Pero esta, tal y como l_aconsideraba, no tenia sentido como existencia particular. sino como parn-

    . . '''~cula de un todo, del que Karataiev tenia conciencia.Karataiev aparece como el paradigrna de un ser humane que ha sido libe-

    tado de la sociedad. No aspira anada, no quiere nada y toma 10 que se le pre-senta, no siente ninguna disyunci6n entre el y su entomo, no tiene ningun"yo" [selfl. Para Pierre. Karataiev era "un ser mcomprenstble, armoniosocomo stmbolodel esplritu de la sencillez y la verdad". 59 Es el annheroe p,orexcelencia.lo que equivale a decir que es un santo. Todos los otros personaJesde Laguerra y la paz son, finalmente. comparados con el-y no d::lnla talla-.Yen el final mismo de la novela. en el epllogo que nosmuestra a las [amiliasBezukhov y Rostov en 1820, Karataiev es invocado c0l!l0 una prueba deldeseo de Pierre de retornar al rinindo de la sociedad y tomar parte en un mo-virniento politico, Natasha Ie pregunta a Pierre si Karataiev hubieraaprobadoa el y a sus planes de entrar en la lucha polftica

    No; no 10aprobana -dijo Pierredespues demeditar un rato-. Loque aprobana.contoda seguridad esnuestra vida familiar. Tenia tantos deseos de ver ~nnon!a.;lchaypaz por todas partes ...' iQue orgulloso me'Sentiria demostrarl~ ml familIa. ,

    Esa es la ultima es~en~ en la novela. No 'es unCinal. pero no tenemos ideade que deparara el futuro para Pierre y Natasha. Solo sabemos ~~ePierre yNatasha han encontrado en su amor por el otro y en su vida famIhar un mo-delo para 10 que Pierre cree que, al menos. puede convertirse la sociedad."S610 quiero decir" continua Pierre, "que todas las ideas que tienen g~a~desconsecuencias son siempre sencillas. Mi idea es que si los hombres VlClOSOSest~n unidos entre sf y tienen Ia fuerza.los hombres honrados deben hacer 10mismo. iEs tiln sencillo!;,61 '

    58 Ibid. , p. 895.59 Loc ..cit.60 Ibid., p.1957,61 Ibid., p. 1058.

    1.05

  • Hayden White

    En cierto modo, Tolstoi quiere que creamos que la nobleza rusa de 1"epoca ha perdido su "ruseidad" cuanto mas se ha "socializado". Amedidaque se iban civilizando, se iban "afrancesando"." Tolstoi da un indicio deesto, haciendo que sus aristocratas rusos hablen en frances mas facilmenteque en ruso; ellos vuelven al ruso solo cuando estan en el campo y tienen quecomunicarse con los siervos y los sirvientes. Nos encontramos con Pierre alinicio dellibro justo despues de haber retornado de estudi

  • Hayden White

    Trayectorias

    EIprtncipe Andrey Bolkonsky; 10mas cercano a un heroe romantico en cIlibro, pierde el am~r de su vida, Natasha Rostov,ymuere de heridas recibidasen una azarosa descarga de artillerta. EIesmelancolico, inteligente y valiente,un hijo devoto, un buen amigo, pero un marido indiferente, un padre abu-rrido para su hijo, un amante formal de Natasha. En un borrador tempranode su libro, Tolstoi quiso que etviviera, se casara y floreciera. Pero, 'posterior-mente, decidio matar a Andrey en una escena que parece sugerir qUlelamuerte de un espmtu noble, puesto aprueba por la adversidad y la perdida,puede ser satisfactoria. Este discurso aparece inmediatamente despues delrelato de la aceptaci6n de lamuerte del prtncipe Andrey:

    .....Sf, lamuerte esel despertar".Estepensamiento ilurninodepronto su alma,yelvelo que Iehabia ocultado 10desconocido hastaaquelmomento apareciaIe-vantado ante sumirada espiritual. Sesintio iiberado de lafuerzaque antes 10li-gara y de nuevo 10 invadio la extrafia sensac;:ionde bienestar que ya no 10abandonomas.65 ~ .

    EIpathos de esta escena es embarazoso y,sin embargo, podria ser citadoen apoyo auna moci6n de excluir aToistoi de cualquier lista de realistas1almodo occidental.

    Natasha, la esplendida y esbelta belleza de ojos 6scuros, y 10mas cercan0auna herofna romantica en ellibro, se enamora de un pretendiente tras otro,traiciona aAndrey por el veleidoso Anatol, de hecho, semuestra a sfmisma"enamorada del amor" antes de finalmente arrepentirse tras cliidar de An-drey en su lecho de muerte. Pero ella se ve transformada por su relaci6n co~Pierre, sufriendo un improbable renacimiento como ama de casa fanatica ymadre obsesiva, al final dellibro. Puede parecer que Natasha (interpretadapor Audrey Hepburn en la versi6n filmica dellibro por parte de King Vidor)finalmente madur6 durante los siete aflos que transcurrieron entre su 'penul~tima aparici6n, a los veinte aflos en 1813, y su ultima aparici6n, en 1820.Pas6 de ser una mariposa social a seruna madre de cuatro nin~s, una domi-nante pero devota esposa y una esclavadomestica. Pero, como veremos las, ,

    65 Ibid. ,p..904,

    108

    En contra del realismo historico Una lectura de Laguerra y la paz

    causas de su transformacion no son claras. Esverdad que ha sufrido mucho,perc no hay nada tragico acerca de su sufrimiento porque no ha nacido de

    ninguna causa noble. . ..Nikolai Rostov, un ingenuo soldado y cazador, un obediente hlJOYho-

    norable, aunque indiferente, amante, una persona poco dada a la intros-peccion, pero industriosa y solernne, finalmente se casa con la h~rmana deAudrey, la princesa Marya y de ese modo -ella es una heredera nca-, salvala propiedad de su padre despilfarrador. Nikolai prefiere la caza, lo~ caba-I.Hos,la bebida, la militancia y la camaraderia de las barracas ala polttica y lasociedad. Pero sigue una carrera en el ejercito para convertirse en el recons-tructor de la fine a de la familia, arruinada por el ejercito de Napole6n, enun puntilloso granjero y administrador de sus propieda~~s y, finalm~nte,en un bemgno anfitri6n de las Iamilias que 10 venfan avisttar cada ano-aveces "con diecisets caballos, docenas de sirvientes Yquedandose pormeses". Al final dellibro, se embarca en un programa de lectura para culti-

    var su mente.LosKuragins, dominados par el principe Vasili,una figura politica influ-

    yente yun conspirador de ia corte, son la unica "mala" familia entre.~ascuatrorele~antes. Pierre se casa con la voluptuosamente bella pero friahlp Helena(en la versi6n hollywoodense, Anita Ekberg), quien pronto 10rechaza por serun amante estupido e inadecuado, selleva la mayor parte de su fortun~ y 10dej~ ponderando su culpapor haberse casado con ella por lujuria, en pnmerlugar. EHase convierte en el centro de la escena social de San.Pet~sburgo Y ,ejerce considerable poder social hast a que una de sus consplTac~ones sal.emal. Muere bajo circunstancias misteriosas-posiblemente, comenendo SUl-cidia- una vez que su lujuria por el podery la riqueza la conducen a contra~rmatrimonio con dos hombres almismo tiempo. Elhermano de Helena, el h~bertino Anatol, seduce a Natasha, arruina su compromiso con Andrey, esechado de la ciudad por Pierre (su cufl(ido) y pierde una pierna en la batalla

    de Borodino. . . 'Tal como he resumido la historta, solo haria falta un cambio de nombres

    y escenas para permitir que la accion pase porun romance Arl~quine~co 0unfilmepico americano de los anos 1950. Pero hay una diferenClac.rucla~:.Tols-toi se esta ocupando de una casta de aristocratas con la que seha l~ennfic:adocompletamente, ala que ha admirado y cuyos ide ales ha compartldo. Par~ la .epoca en que Tolstoi concibio La guerra y la paz, esta casta ya habra pe~dldo ,

    109

  • Hayden White

    su funcion social original, pero no sus prtvilegios. La guerra y la paz, sin em-bargo, describe ala nobleza rusa como sirviendo, todavta, una funcion mi-litar vital; aunque su fortuna, basada en una enorme poblacion siervatrabajando en ignorancia yen condiciones similares a la esclavitud, conequipos anticuados y tecnicas de cultivo ymanufactura preindustriales, seiba rapidamente disipando y susprivilegios tradicionales se iban haciendodiftciles de justificar, El auge de fuerzas sociales y tecnologicas, apenas dis-cernibles en la Rusia de la epoca de las Guerras Napoleonicas, eran total-mente reconocibles en la epoca en que Tolstoi habta servido en la Guerra deCrimea (1854-1856). La aristocracia rusa descripta por el no esta, todavta,totalmente degenerada pero, y esto Tolstoi 10aclara abundantemente, estacomenzando adeshilvanarse.

    Pero las razones de esta decadencia no son senaladas. Por supuesto queTolstoi era cualquier cosamenos un defensor de lamodernizacion. Mas ade-lante, se convirti6 en una especie de radical social dedicado al pacifismo, alvegetarianismo y avarias versiones del pietismo cristiano. En La guerra y lapaz, como en Anna Karenina, el idealiza los efectos redentores del trabajo dela tierra, yen su representacion idllica de la vida familiar al finaldellibro, con-trasta 1atranquilidad de ese ambiente con 1anaturaleza belica de la "socie-dad". Su descripci6n de la propiedad de Rostov despues de que Nikolai lahaya reconstruido, pinta un cuadro idealizado de 10que una granja bien cui-dada, en la que los siervos son tratados como seres humanos mas que comoganado, puede prometer al camino hacia una nueva vida para Rusia. Estaidea era absurda, ciertamente, no porque la abolicion de 1aservidumbre nofuera necesaria, sino porque el agrarismo campesino no podia servir comobase para una sociedad modema.

    EIsueno de Tolstoi de una comunidad basada en una economia campe-sina hecha mas eficiente por el respeto a la tierra proporciona la dimensionutopica de La guerra y lapaz, pero tambien es un fndice de la distancia entreToistoi y los escritores realistas occidenta1es de mitad de sig10.EIsigno de surealismo es 1asupresion de toda fantasia utopica como altemativa a las socie-dades divididas en cIases para las que escribfan.

    no

    En contra del realismo hist6rico. Una Iectura de La guerra y fa paz

    III

    He indicado de que manera Tolstoi invoca ala historia como un sujeto y,almismo tiempo, la reconceptu;}iza de forma tal que la priva de toda fuerza.E!I~iliilJiOra,deEerfa =que~C:E~acticamente 10mismo con su~ficciones. EIinvoca los personaJes arq~et1plCOSde los romances y d.ela no Jvelahistorica y,almismo tiempo, los ublca en un contexto en el q~e TIl la ~etram laPa;S'~~soportables par~ ellos. Ast, 10 que comienza ~ien~o un \)"Triafisissocialrealista, en las ficciones de Laguerra y la paz, termma siendopastoril. Todos los personajes principales comienzansiendo repre.sentati~osde su clase y status social, y termman 0 bien destruidos por su rrreflexivaaceptacion del codigo social 0 bien convertidos a las alegrtas de la vida fami-

    liar del campo. .Deheche, el final de la historia ficcional esta mal hecho; fue simplemente

    anadido como parte de un "eptlogo" que comienza con un largo discurso"acerca de las fuerzas que operan en la htstoria" y,abruptamente, procede adar un informe de las condiciones de las familias de Rostov y de Bezukhov enel ano 1820. Es como si Tolstoi se hubiera aburrido de su tema 0, incluso,como si se hubiera irritado con sus personajes. Al final, desestima a sus pro-pias creaciones como representantes insfpidos de su creciente arcafsmo.

    Por ejemplo, la Natasha que aparece en 1820, quince anos despues dehaber side introducida a la sociedad al comienzo dellibro, sumo una trans-formacion, tanto de su cuerpo como de su espiritu, que esta completamenteinmQtivada. Despues de elogiar su belleza y vitalidad pagina tras pagina-metonimizada en sus esbeltas manos y pies, en sus gran des ojos oscuros yen su espiritu penetrante- ella describe, tal como aparece en 1820, de la si-

    guiente manera:

    Natasha habia contraido matrimonio a principios de la primavera temprana de1813,y en 1820 tenia ya treshijasyunhijo, que habia deseadomucho,yal quecriaba ella misma. Habia engordadoyse habia ensanchado tanto, que hubieracostado trabajo reconocer en aquella madre robusta ala Natasha de antano, tandelgada e inquieta. Sehabian acusado los rasgos de su semblante. que expresa-ban dulzura y serenidad. No tenia ya, como en tiempos, ese fuego que ardia ince-santemente y que constituian su encanto. Ahora ~eveian su rostro y su cu.erpo.

    III

  • Hayden White

    , pero no su alma, Era una hermosa hella el fuego de antano, como en esa o::~:' fuen,e y fecunda, A veces, surgia ensu mando, cuando se curaba algun d 'I ,p~reJemplo, en que habia rearesadoI' , b 0 e os rnrios IYa mcita a a canrar, 10que habra abandonado '" y,muy rara vez, cuando algolos raros momenro, en que se infl b I por completo desde su boda Yen

    ama ae fueg d' 'cuerpo desarrollado Natasha est barns 0 e otro tlempo en su hermosod 'a amas atractive sus modales, de hablar con eleganc' d a que antes", No se preocupaba

    que realzaran su belleza, ni de sus tra ies e apar~cerante su mando en actitudesNatasha era la familia, 66 ~ ", EIobjeto que absorbia la atencion de

    lNatashaera inautentica, falsa artifici ' _Iabelleza de la sociedad mOSCovit : p ~Iquince anos antes, cuando erapodfan ser satisfechas renuncianad' l. 0

    1r qu~ ahora "ternademandas que s6Io

    Pi Oa asoc1edad"1'Q hen erre que la habfa convertl'd ' . l. ue abia encontrado, . oensuac6htoyenl 1motlvacIOnes para su m t c' a esc ava de la familia"}Lae amorlOSlSpe . sdice que' , rmanecen poco claras 561 '. . ose nos

    Desde los pnmeros dias de su vida en m t ' , . 'demandas. Pierre estaba enormement a nmonto: Natasha habia anunciado su~para eI una vision noble segu'n I I edsorprendldo por la vision de su esposa

    If:' a Cua ca a mom t d 'ya a amilia. Las demandas de su es I' en 0 esu vida pertenecia a ellaron y se sometio aellas. posa 0 asombraron, pero tambien 10halaga-

    , lAdquiri6este nuevoespin'tu" ,. "} JUnto con el pe

    m~mo. Toistoi se com place en expl' I' " so que gan6 tras el matri-pnn . " lcar e camblO de NthClpIOgeneral segun el cual "el hombr ' a as a apelando alcompletamente en un asunto .e.nene la facultad de absorberset ' . I ' por mas tnVlal que 'nVla que no pueda creceren pro' sea, yno hayasunto tanuno esta puesta sobre ello" N t hPohrc,lOnesinfinitas si toda la atenci6n ded . a as a lZ0de su fa Te atenci6n "YCuanto mas penet b . mIla su principal objeto

    ma ra a". enelob1etoq I's crecfa este y tamo mas de biles Ie J ue e mteresaba, tantoconcentraba todas sobre 10' pareCfan sus fuerzas, 'Asf pues las

    " mlsmo pero ni au fl" ,que creta necesario, "67 ' ' n as ograba hacer todo 10

    66Ibid"pp.1039_1040.67Ibid"p.104Q. '

    112

    En contra del realismo hist6rico. Una lectura de La guerra y la paz

    Es como si Tolstoi se hubiera deleitado perversamente a1destruir todoslos aspectos de la personalidad de Natasha que la habtan convertido no s610"111abelleza de la sociedad sino tambien en el objeto de amor ideal para tan-105 hombres ymujeres. En el pasaje que acabo de citar, Tostoi tambien atacaIns corrientes "discusiones y los argumentos acerca de los derechos de laInujer, las relaciones entre los esposos, su libertades y su derechos?" que Na-Iasha halla incomprensibles. Tales discusiones, observa Tolstoi, son impor-Iantes "s610para los que no yen en el matrimonio mas que el placer que sedan mutuamente elmarido y la mujer, es decir, el principio del matrimonio,yno toda su importancia, que consiste en la familia". 69 Natasha no necesitam~sque su marido y su familia.

    Ella tenia un mando yelle dio una familia. Yella no solo no crefa necesario otro 0un mejor mando, sino que todos los poderes de su alma estaban resueltos a semra esemarido y esa familia, ella no podia imaginar, ni tenia ningUn interes en ima-ginar, como sena si las cosas fueran diferentes. 70

    Lospersonajes de Tolstoi estan desgarrados por deseos, sentimientos, ac-titudes, convicciones y aspiraciones contradictorias y parad6jicas. Esto escierto de las dos figuras."hist6ricas" mas importantes, Napole6n y Kutuzov:el primero aparece como un brillante pero codicioso nino, elsegund0 comoun cansado pero obstinado Viejohombre. Pero es especialmente cierto de losprincipales personajes ficcionales de Laguerray lapaz: Pie-rreBezukhov, Ni-kolai y Natasha Rostov y Andrey Bolkonsky. Elcaracter de estas figuras esconstruido por la suma de una serie de detalles ace-rcade c6mo se siente,n,que qUieren, sus suftimientos, sus momentos de alegria 0.exaltaci6n y, porsobre todo, 10que hacen. Yaque todos estos personajes, a1ser arist6cratas,poseen los medios materialespara dar rienda suelta a sus deseos. Pero nuncaestansatisfechos y siempreestan en movimiento; y amedida que semueven,

    , cambian. Es dificil de creer, sin embargo, que alcambiar estos pers0najes sedesarrollen. Tolstoi parece no imaginada posibillcjad de una especie de rea-lizaci6n heroica de un potencial dado al nacer:,ala manera en que 10hacfan

    6B Ibid" p. 1040-1041.69 Ibid" p, 1041.70Ibid" p. 1041.

    Il3

  • Hayden White

    los heroes de laBildungsroman occidental A 10 "pueden aspirar es a la clase de estabilid'd maximo que estes personajest h Ntk . a y paz que disfrutan Pierre y Nas a, y 1 olai y su esposa Marya, alfinal del libro. a-

    IV

    No es que Laguerray lapazrealmente term' . -,uncierre. Muchas novelas historic me. Sirnplemente se topa CORanuncio de que la serie de ev t as, por supuesto, terminan con un subito

    eshora de dejar el relate. Est::u~se~~::e;:abancontando ~an terminadoya traves de la designacion arbitraria de un e:~ley pero tamblen e~ historias,punto en el que la narrativa a1canza su culmin~~~;: una larga sene co~o elque no hay comienzos ni finales en la Historia' .De hecho., TolstOlnotaque los historiadores dividen en d' ( . ,smo solo un fluJo de eventos. llerentesmanerasyd d d h .nas, bastante arbitrariamente. e on e acen hlsto-

    Pasa con la historia, dice Tolstoi 10 .los problemas que surgieron tras el desc:~~m~ qhlepasa con la .astronomia yalrededor del sol. "Esverd d . mlentQ de que la TIerra semovia

    a que no sentlmos el movim' d 1 .pero al admitir su inmovilidad 11 lento e a TIerra;cemos su movimiento que no' egt~mosaun absurdo, en cambio si recono-

    , sen lmos encontram 1 1 "pasacon "lahistona'" "esverd d '., os as eyes. Lomismo. a que no sentImos nuest d d' 'al admitir nuestra libertad, llegamos a:un ab d' ra e~en enCla;peronuestra dependencia del mundo ext . dSlu~ 0, en camblO reconociendoenor e tlempo yd 1tramos las leyes "71 Esto ..' e as causas, encon-. parece sugenr que vivi . 1 's_elltimos(0 experimentamos) y 10 mos en e 'cruce entre 10queque conocemos Y 1el conocimiento de las leyes de la naturaleza n . e punto parece ser que ,fuerzoporvivirvidasconsentid - o.n~s ayuda en nuestro es-la razon y la voluntad. Somos ma~~uand~ .105sentlmlentos prevalecen sobrebres,ymaslibrescuandoe' epen lentescuandonossentimosmasli-raleza, la tierra nuestros colneyuglmgeOsSnuestra ~ependencia -respecto a la natu- '

    , ,nuestra lamilia y el .la sociedad y el estado As! . umverso, todo menos. , encontraremos la "p " .dnuestro texto. Pero la paz no es 10m' 1 ( az. re en a en el titulo delsmo que a tehCldad 0 la satisfacci6n del

    71 Ibid., p. 1091.

    114

    En contra del realismo hisl6rico. Una lectura de La guerra, Yla lJQZ

    deseo. Deheche. es la supresi6n del deseo, la capacidad de abandonar todoslos proyectos sociales, la clase de calma disfrutada por un matrimoniocuando, despues de la cena, una vez que los nmos se han ido a dormir, sien-ten placer en la contemplaci6n de su mutua adecuaci6n.

    Sila historia de guerra en Laguerra y la paz esta llena de actividad, movt-miento, charla, intriga y bastante violencia, pero sin muchos incidentes, 10mismo puede decirse acerca de la historia ficcional de la alta sociedad rusadurante el pertodo de guerra. Aunque senos invita aobservar la escena socialsiguiendo los destinos de cuatro familiasrusas prominentes durante elperiodo1805-1812, no podriamos decir que ocurren muchas cosas de naturaleza espe-cfficamentesoda!. Porejemplo, elconflicto de clasesnoesta representado comoalgo endemico de la estIUctura social, sino como algo derivado de diferencias"naturales" primordiales entre la casta de los siervos, por un lado, y la grannobleza propietaria de la tierra, por el otro. Aunque haya sido el mismo unpropietario de tierras, Tolstoi profesa conocer muy poco sobre los siervos, losmecanicos, los empleados y los funcionarios de Rusia y,practicamente, no

    tiene esperanza de que mejoren sus condiciones.lncluso los conflictos al interior de la nobleza -entre los mas ricos y los mas

    pobres, entre las antiguas familiasy los nouveaux riches, entre los amos Ysusadministradores- son presentados como asuntos de naturaleza personal 0 fa-miliar, desconectados del tipo de transformaciones fundamentales del ordensocial que un dia derrocartan la autocracia zarista y llevartan ala Rev61uci6nBolchevique. Tolstoimismo era socialmente un ilustrado (liber6 a sus siervos,estableci6 escuelas para su educaci6n y fueun agitador a favor de reformas po-liticas en Rusia), pero el punto de vista que informa Laguerra y la paz todaviaera timidamente arist6crata y,por 10menos, ligeramente eslavofila.

    Existe siempre una tendencia a "amplificar" los agentes hist6ricos impor-tantes con el fin de darles un aura 0 bien de heroes 0bien de villanos en el re-lato que el historiador ha creado a partir de sus datos. Napole6n ha sidotratado como un personaje dramatico tan frecuentemente que es dificil pen-sar en el de otra forma mas que como un mito. Tolstoi estaba al tanto de esteprbblema y se sentia obligado a intentar desmitificar aNapole6n tratandolocomo un hombre ordinario amerced de fuerzas que ignoraba y que no podiacontrolar. fl convierte a todos sus personajes hist6ricos en figuras. Yhace 10opuesto -0 intenta hacerlo- con sus figuras ficcionales, i.e., los convierte enpersonajes. Pierre, Andrey, Nikolai, Natasha, la princesa Marya, Helena Ku-

  • Hayden White

    ~agin,.to~os son representados como ordinarios ...aristocratas. No haynadaheroico acerca de ellos. No tienen "caracter", en el sentido decrmonomco~e la palabra.Lo que tienen son psiques-y psiques peculiarmente cornple-jas, adernas.

    Los propositos de la Historia,

    . \\

  • 1\

    Hayden White

    Tolstoi hace 10mismo con su descripcion de la sociedad. De nuevo, noshace sentirel territorio, no el mapa. En estas partes del libro, quiere transmi-tir 10que se senna ser un aristocrata, pertenecer a la "sociedad", serun ruso,lidiar con los si~rvos, sentarse todo el dta en un escondite de caza, cabalgarjunto a un sabueso, pelearen un duelo, enamorarse, casarse bien 0mal, criarhijos, perder un conyuge por la muerte y sufrir la traicion de un ser querido.a describe la vida de la aristocracia rusa des de adentro y empaticamente,aunque no sin sentido entice. Muestra el viejo regimen en s~ultimo g;ranrnomento, cuando el zar consigue inspirar al pueblo ruso a defender el suelosagrado de la madre tierra y la nobleza se pone a la altura de la situaci6nal di-rigir al ejercito contra el invasor, Pero desde la posicion de ventaja de su pro-pia epoca, unos "sesenta anos a partir" de 1805, Tolstoi pudo ver que l6s dfasde la aristocracia Rusia estaban contados. En su relato de los Rostov, muestrauna tfpica familia noble ya acuciada por las dificultades economicas, su fun-ci6n social puesta en cuestion y su base social- que dependfa en los lab oresde los siervos - erosionada. Sucede 10mismo con todas las otras familias. Pre-sididas por viejos tiranos de una clase u otra, su prospecto principal para elfuturo consist1a en las hijas que esperaban casar con un rico terrateniente.Hay tan poco romance en la descripci6n que Tolstoi hace de la vida social dela Rusia de la epoca como 10hay en su descripci6n de la guerra.

    En La guerra y la paz, es al emperador Napole6n a quien la historia visitacon una especie de locura, primero, al dotarlo de un exito militar que no me-rece realmente; en segundo lugar, al elevarlo a las alturas del poderpolfticocomo emperad0r y, en tercer lugar, al conducirlo a concebir una campanamilitar que es imposible ejecutar. La historia hizo todo esto, pero no por unproposito moral 0metafisico. Porque la "historia" es simplemente el nombreque los hombres Ie dan a las cosas tal como son, las cosas que pasaron en elpasado, que pasan en el presente y que pasaran en el futuro. Como estosacontecimientos no muestran ni un plan ni un prop6sito, cualquier conoci-miento que se derive de sus estudios es de tipo puramente local, contingente,concreto y limitado. .

    As1,para Tolstoi, la discreci6n es la mejorymas valiosa parte del conoci-miento. Los personaj es admirables de Laguerra y lapaz -el general Kutuzov,Pierre Bezukhov, Nikolai Rostov, su hermana Natasha, la princesa Marya, elpaisano m1stico Plat6n Karataiev- terminan ricos en virtud de aquello a 10que, a s~biendas, renunciaron. Finalmente-al final de la novela- despues de

    us

    En con tra del realismo historico. Una lectura de La guerra y fapaz

    que Napoleon haya sido enviado de vuelta a Pans, destronado y exiliado,despues de que Kutuzov, su conquistador, haya muerto, despues d~ q~e elzar Alejandro haya catdo bajo la influencia de los charlatanes y los rmsncos,despues de que Moscu haya side reconstruida, despues de que Nikolai yMarya se hayan casado, y que Pierre y Natasha hayan sido bendecidos co~cuatro hijos, ha habido entre ellos muy poca gananda en terminos de sabi-duna human a y, aun menos, en termmos de un savoir-faire social. Pierre-elprotagonista principal de la novela- parece estar tan perplejo por la reali.dad

    r social como siempre 10estuvo; Natasha ha crecido pero no madurado; NIko-lai ha resuelto sus problemas Iinancieros casandose con una mujer que leplace pero a la que no ama; el zar ha catdo en la clase de incomprensi6n reac-cionaria de la sociedad rusa que fomentara una revue1ta tras otra a10 largo delsiglo siguiente; etc":La ~istoria no es algo que uno entienda, es algo que uno )

    soporta, si tiene suerte ~

    U9