Fernando III El Santo

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FERNANDO III EL SANTO. Fernando III el Santo (c. 1201-1252), rey de Castilla (1217-1252) y de Castilla y León (1230-1252), primer monarca de la que se ha dado en llamar Corona de Castilla y figura central del proceso denominado Reconquista, ya que durante su reinado se produjo el mayor avance cristiano en tierras de al-Andalus. NACIMIENTO DE CASTILLA: Hijo de los reyes de León, Alfonso IX y Berenguela de Castilla, nació en torno a 1201 (tal vez en 1199), en el monasterio cisterciense de Valparaíso, en la actual pedanía de Peleas de Arriba (en tierras de la que hoy es provincia española de Zamora, entonces perteneciente al reino de León). En 1217, a la muerte de su tío, el rey castellano Enrique I, heredó la corona castellana, después de que su madre renunciara inmediatamente al trono en su favor. En 1220, se casó con Beatriz de Suabia, hija del emperador Felipe de Suabia, matrimonio del que nació un año más tarde su sucesor, el futuro rey castellano Alfonso X. En 1237, contrajo nuevamente matrimonio, esta vez con Juana de Ponthieu, con quien, entre otros, tuvo una hija, Leonor de Castilla, que sería reina consorte de Inglaterra. Durante los primeros años de su reinado, la vida política se caracterizó por la predominante presencia de su madre, Berenguela, en los asuntos del reino. En 1230, murió su padre, Alfonso IX de León, que en su actitud anticastellana había designado como herederas a sus hijas Sancha y Dulce, habidas de su matrimonio con Teresa Sánchez de Portugal. Sin embargo, la destreza de Fernando, la ayuda de la Iglesia y de un sector de la nobleza leonesa, junto con la habilidad de Berenguela, consiguieron que el trono recayera finalmente en Fernando. La unión de Castilla y de León bajo su cetro terminaba definitivamente con la separación de ambos reinos. La nueva unidad política, que dio lugar al surgimiento de la Corona de Castilla, y las expectativas abiertas años atrás por la victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y el subsiguiente desplome almohade permitieron que desde 1231 hasta 1236 se desarrollaran, bajo el reinado de Fernando III, importantes campañas victoriosas frente a los musulmanes en el ámbito de la Reconquista. En especial desde que, en 1224, las Cortes reunidas en la ciudad palentina de Carrión de los Condes optaran por continuar con el proceso reconquistador de las tierras bajo dominio islámico. Ese mismo año, recuperó para los cristianos

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FERNANDO III EL SANTO.

Fernando III el Santo (c. 1201-1252), rey de Castilla (1217-1252) y de Castilla y León (1230-1252), primer monarca de la que se ha dado en llamar Corona de Castilla y figura central del proceso denominado Reconquista, ya que durante su reinado se produjo el mayor avance cristiano en tierras de al-Andalus.

NACIMIENTO DE CASTILLA:

Hijo de los reyes de León, Alfonso IX y Berenguela de Castilla, nació en torno a 1201 (tal vez en 1199), en el monasterio cisterciense de Valparaíso, en la actual pedanía de Peleas de Arriba (en tierras de la que hoy es provincia española de Zamora, entonces perteneciente al reino de León). En 1217, a la muerte de su tío, el rey castellano Enrique I, heredó la corona castellana, después de que su madre renunciara inmediatamente al trono en su favor. En 1220, se casó con Beatriz de Suabia, hija del emperador Felipe de Suabia, matrimonio del que nació un año más tarde su sucesor, el futuro rey castellano Alfonso X. En 1237, contrajo nuevamente matrimonio, esta vez con Juana de Ponthieu, con quien, entre otros, tuvo una hija, Leonor de Castilla, que sería reina consorte de Inglaterra.

Durante los primeros años de su reinado, la vida política se caracterizó por la predominante presencia de su madre, Berenguela, en los asuntos del reino. En 1230, murió su padre, Alfonso IX de León, que en su actitud anticastellana había designado como herederas a sus hijas Sancha y Dulce, habidas de su matrimonio con Teresa Sánchez de Portugal. Sin embargo, la destreza de Fernando, la ayuda de la Iglesia y de un sector de la nobleza leonesa, junto con la habilidad de Berenguela, consiguieron que el trono recayera finalmente en Fernando. La unión de Castilla y de León bajo su cetro terminaba definitivamente con la separación de ambos reinos.

La nueva unidad política, que dio lugar al surgimiento de la Corona de Castilla, y las expectativas abiertas años atrás por la victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa (1212) y el subsiguiente desplome almohade permitieron que desde 1231 hasta 1236 se desarrollaran, bajo el reinado de Fernando III, importantes campañas victoriosas frente a los musulmanes en el ámbito de la Reconquista. En especial desde que, en 1224, las Cortes reunidas en la ciudad palentina de Carrión de los Condes optaran por continuar con el proceso reconquistador de las tierras bajo dominio islámico. Ese mismo año, recuperó para los cristianos las villas de Andújar y Baeza, en la actual provincia de Jaén. Un vasallo regio, el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, conquistó en 1231 las plazas jienenses de Quesada y Cazorla. El 29 de junio de 1236, tres años después de haber ocupado otra villa de Jaén, Úbeda, los ejércitos de Fernando III conquistaron Córdoba, la otrora capital del califato andalusí.

ANÍBAL.

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Aníbal (247-182 a.C.), general y político cartaginés, hijo de Amílcar Barca, cuya marcha sobre Roma desde Hispania a través de los Alpes entre el 218 y el 217 a.C. sigue siendo una de las hazañas más grandiosas de la historia militar.

A los nueve años Aníbal acompañó a su padre en la expedición cartaginesa para conquistar Hispania. Antes de empezar, el niño prometió odio eterno a Roma, el enemigo más encarnizado de Cartago. Desde los 18 a los 25 años, Aníbal fue responsable de la realización de los planes de su cuñado Asdrúbal para extender y consolidar el control sobre la península Ibérica. Cuando Asdrúbal fue asesinado en el 221 a.C., el Ejército eligió a Aníbal como comandante en jefe. En un periodo de dos años sometió el territorio entre los ríos Tajo y Iberus (Ebro), excepto la ciudad de Saguntum (Sagunto), aliada de los romanos, la cual fue tomada después de sitiarla durante ocho meses. Los romanos tildaron este ataque de violación del tratado existente entre Roma y Cartago y exigieron que ésta les entregara a Aníbal. Los cartagineses se negaron, lo cual precipitó (218-201 a.C.) la segunda de las Guerras Púnicas.

VIRIATO.

Viriato (fallecido en el 139 a.C.), pastor y caudillo lusitano que encabezó un movimiento de resistencia contra los invasores romanos desde el año 147 a.C. Nacido en fecha incierta en la sierra de la Estrella (actual Portugal), logró acaudillar la resistencia de su pueblo, después de la masacre cometida por el pretor romano Galba entre los suyos en el 150 a.C., una vez que éstos acudieron sin armas a una supuesta entrega de tierras (su falta generaba el malestar entre los lusitanos). Venció a los pretores (gobernadores provinciales) Cayo Vetilio, Cayo Plaucio y Claudio Unimano entre los años 147 y 146 a.C., y a los cónsules (principales magistrados de Roma) Fabio Máximo Emiliano, Lelio y Serviliano, desde esa última fecha hasta el 140 a.C., apoderándose de gran parte de la provincia de Hispania Ulterior y de la Carpetania (sur, oeste y centro de la península Ibérica). Roma pactó con Viriato al verse impotente para terminar con su rebelión, pero el cónsul Servilio Cepión compró a sus emisarios Audas, Ditalkón y Minuros, que le asesinaron cuando dormía.