FERNÁNDEZ DE RIBERA, RODRIGO - Los antojos de mejor vista

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    RODRIGOFERNNDEZDE RIBERA

    Los antojosLos antojosde mejor vistade mejor vista

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    Advertencia ...........................................................................................................................................................3[Preliminares] .......................................................................................................................................................5Comienza la obra ..................................................................................................................................................6

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    relator quien recibe mil desaires y afrentas por charlatn) y la uni a su particularinterpretacin del prologo de Avellaneda (que Cervantes le ofendi con sinnomosvoluntarios):

    El pseudo Avellaneda, inmediatamente despus de afirmar que Cervantes en elQuijote de 1605 lo ha ofendido, le replica que l, en su libro, rehuir los

    sinnomos (sinnimos) intencionados y no casuales (voluntarios) con los quel se vera capaz de ofender a alguien; es decir, que evitar hacer con Cervantes loque Cervantes hizo con l al designarlo con sinnomos voluntarios Unsinnimo, aplicado a una persona, puede constituir muy ofensivo dicterio cuandocon l se pretende envilecer o ridiculizar, y as los apodos suelen ser denigrantes ypueden molestar y enojar a la persona a quien se aplican En un pasaje de losAntojos de mejor vista el trmino sinnomos se aplica a dicterios, insultos oapodos infamantes, pues los que son demasiado habladores sufren a trueco dehablar mil desaires i afrentas: llovan sinnomos i granizaban sentencias de mimuerte. Ello conduce a concluir que tambin constituye sinonimia afrentosa dar aun malhechor el nombre de Gins de Passamonte para burlarse de quien de veras sellamaba Gernimo de Passamonte, donde encontramos, al decir de Covarrubias,

    dos nombres que significan una mesma cosa, con alguna diferencia de ms omenos Al hacer esta referencia a los sinnomos voluntarios, Avellaneda harevelado inequvocamente su identidad a Cervantes Ahora ya puede estar segurode que Alonso Fernndez de Avellaneda es un pseudnimo que esconde a aquelaragons que conoci en sus aos de milicia y que ha denigrado con la figura delgaleote.

    El lector curioso juzgar, con el pasaje completo, en su contexto y atendiendo al estilodel autor (sevillano y barroco), si los sinnomos con que el charlatn pegadizo abruma alprotagonista de Los antojos de mejor vista convienen de todo en todo con la acepcin quepropuso Rodrguez Marn y aplic Martn de Riquer al hacer ostentacin de sinnomosvoluntarios que Avellaneda reproch a Cervantes.

    ENRIQUE SUREZ FIGAREDO,Barcelona, septiembre 2006

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    [PRELIMINARES]

    Los Antojos De Mejor Vista

    obra muy til y provechosa.

    Compuesta y ordenada en lengua castellana por Mr. Pierres de Tal.Y dirigida a D. Luis Fernndez Portocarrero y Bocanegra, Conde de Palma,

    Gentilhombre de la Cmara de su Majestad.

    Epstola o Prlogo Nuncupatorio5

    al Conde de Palma mi Seor

    Fui, seor, los das pasados a Palma6a besar la mano de V. S., y como el deseo destebien pudo en su aprecio dilatar tanto la jornada a la ida, no debi tener lugar la intencin deuna mula que yo llev (as se puede decir) hasta la vuelta, en que se dio a conocer tan derepresa, u de recada, que mostr bien lo poco que hay que fiar del mayor gusto de la tierra;que de mulas, ya se sabe. Llegu a mi patria7 como pudiera a Fez, tal llegu de desconocido;y apenas entr en ella cuando (para que todo fuese prodigio) tuve el suceso que V. S. ver eneste discurso. Suplico a V. S. le vea para entretenerse; que de esos antojos no tendr lanecesidad que otros quien tiene la prudencia que V. S., a quien guarde nuestro Seor muchosaos.

    Criado de V. S.

    Rodrigo Fernndez de Ribera8

    ,Secretario del Marqus de La Algaba

    y de Hardales, a sus amigos.

    Comet9 a la estampa el desempeo de mi palabra con algunos a quien haba prometido lacomunicacin deste papel, y heme redimido de la instancia que me hacan con las copias quehan bastado para satisfacerlos y sin el trabajo que cuesta con la pluma, fiando mi opinin10 desola la amistad y mostrando a vueltas11 mi celo en la aventura de miser12Pierres.

    5Dedicatoria.6La Palma del Condado (Huelva).7Lugar de nacimiento8Sevilla, 1579-16319Encomend, encargu10Prestigio, fama11Juntamente.12Mi seor, el seor.

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    En fin, mi mula tena acciones de persona, como unas que se usan. En todo se querameter, hasta en los pantanos, por trasmano26 que le cayesen. De todo daba a entender quesaba y gustaba, como si fuera todo paja. Todo lo llegaba a oler, hasta las ollas de losmesones. Tanto, que, aunque era mula27, crea que vena preada. Mil veces alz el hocico yse repar en el camino, que debi ser a hablarme; y me hablara sin duda, a saber que no era la

    primera que yo haba odo. Pues, con esto

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    , no era porfiada! Una vez dio en saltar de unbarranco como una torre, y se sali con ello y sin m y la silla; y otra, de puro corts sobrequin haba de entrar primero por una laguna, me oblig, por no ser yo pesado, con su porfay resolucin a pasar delante.

    Dejela, como digo o dejome, que esto hacen los grandes males, y fuime a la iglesia,no tanto mayor desta ciudad cuanto de toda Europa, por donde me entr haciendo calidad delo polvoroso del camino y del desalio bizarra, sin que me faltase el desacato de las espuelasporque el humor de la caballera29 suele, en tales ocasiones, descendirse a los pies en elms hidalgo, cuando la nobleza es slo hinchazn, y registrndome de notable por los ojosde todos los que me queran ver, que pensaba yo eran todos.

    Escase, en entrando, la agua bendita. Tomela de uarada, santigeme de escaramuza ypseme a rezar de puntera. Hice mis mesuras en falsete30, perfileme31a lo estatua de pulgaren cinto y, elevndome a las bvedas, deshollin sus arcos. Decend a los pilares, cuyascornijas32 fui cairelando33, con que asent plaza de arquitecto en relacin34. Derribeme debarba35 a las sepulturas, repas sus epitafios y di vista de curioso, sin entender sus letras msque las piedras en que estaban porque hay infinitos presumidos en quien estn as lasletras36. Yo tom unas entre ojos a quien deban haber llegado muchos como yo, porqueestaban gastadas de sufrirlos.

    Bregando estaba con ellas, cuando, de manos a boca37 tal fue el suceso, me hallasaltado de uno que slo deba tener de hombre el parecer que lo poda ser, porque andabacomo los dems. Reducase toda su cara a un pico de nariz, asomado por dos cortinas decabello castao oscuro a uno que deba ser rostro, abrigado en un pabelln de cerdas, entreuna valona38 opilada que ya no hay celos39, ni se usan aun en esto y un antojo decaballo40 en que traa encajada la testa, o un morteruelo de fieltro que le recoga el meollo yaun deba sobrarle mucho sombrero.

    26Fuera de camino.27Estril, por lo tanto.28Adems, fuera de esto.29El querer mostrarse caballero.30Amagos de reverencia.31Adopt pose.32Cornisas, ngulos.33Revisando sus filos.34Parec un arquitecto practicando una revisin de obra.35Baj la cabeza, la mirada.36Son iletrados, incultos como piedras.37En un momento, de repente.38 Cuello grande, que cae sobre pecho y hombros. Opilada quiz quiera decir: de una pieza.39 Cuidado, observancia.40 Anteojera. Por el morteruelo que se lee ms adelante, de forma cncava.

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    l era peregrino hasta en el ferreruelo41, porque en lugar dl traa una esclavina42 debofetn43 teido, telliz44 de un arquipeto del uso45. No le pude andar46 ms del cuerpo, porquevena hecho a andar muy poco a poco y porque me embarg toda la atencin su fisionoma, yno hubiera en todo un ao para repasarle de arriba a bajo.

    Murmurome la primera cortesa y paguele en el mismo tono. En fin, lo que despus vine

    a entender deste compuesto fue que el tal seor era un mixto de culto y bravo, no de lodesgarrado y vulgar, sino de lo circunspecto y respectable, como lo mostr en suconversacin, tomando ora la espada, ora la pluma aunque para m lo mismo es un cultosolo que diez bravos tigres, y ms lo temo.

    Vuesa merced me dijo no debe ser deste lugar No digo desta sepultura, sinodesta ciudad; que hay hombres tan puntuales (aunque vuesa merced no ser dstos) en laobservancia de los trminos, que tienen necesidad de lo muy material de las frases47 paradarse por entendidos.

    Congojeme de manera y aun creo que me dio vaguido cuando le o quitar elbitoque48 a su facultad y vaciarse tan desperdiciadamente de concetuoso, que cre podraservirme el epitafio y que haba de ser del lugar de la sepultura, como l crey que yo podahaber entendido su pregunta. Representseme mi mula; y no s si la quisiera ms, pero no laechaba menos49.

    Discurr con brevedad y ansia en qu50 palabra tan eficaz podra atajar de una vez lasamenazas de su lengua.

    Prosigui l entretanto:Vuesa merced no podr, aunque quiera, encubrir lo melanclico del genio tal me

    deba ver, que no suele ser pequeo el vicio de la alteza del entendimiento pues con talostentacin51 ha elegido materia coadecuada a l Mala postema52 te nazca!, dije entre m y en que tantos doctos se han empleado. Pues a fe que53 halle vuesa merced aqu cuantohubiere menester54 desto, porque es ciudad, la en que est, donde ms vestigios ha dejado des la venerable antigedad, y donde ms ingenios tiene empleados. Bien que estos sarcfagostienen ms de piedad cristiana que de lo ostentoso romano, no se halla en ellos aquellapeticin tan repetida deLa tierra te sea liviana.

    Desvencijrame55 a este tiempo si no le dijera:Seor mo, ni en aquellos sepulcros, como eran del campo donde, o por la soledad o

    por la religin, no los pisaban hombres, ponan que los hombres tambin les fuesen livianos,que suelen ser mucho ms pesados que la tierra, y aun le estuviera muy bien al seor

    41 Capa corta y sin capucha.42 Pieza de tela que cubre los hombros.43 Tela de algodn.44 Cobertor.45 A la moda.46 Recorrer, revisar.47De concrecin.48Tapn de madera, como el que se aplica al tonel y al fondo de la barca.49De menos, en falta.50Sobre qu.51Tan evidentemente, tan a las claras.52Herida, llaga supurante.53En verdad que.54Cuanto quisiere, todo lo que quiera.55Reventara, habra reventado.

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    prebendado que ahora nos tiene a cuestas56 la peticin no le quise dejar reparar en laaplicacin, ni resquicio por donde se me entrase entonces, y prosegu muy apriesa: Yo heacabado de llegar agora

    Pareciole que bastaba haber acabado de llegar, sin dejarme acabar de decir, ni dar pasoen mi intento, y replic:

    Vendr vuesa merced de Madrid.Prometo a vuesa merced dije yo que ha tanto que sal de dondequiera que fue, quecasi no sabr decir de dnde vengo.

    Sazonado donaire, por mi vida!57 repiti l entonces, arregazndose58 de rostro yvoz en lisonja ma, gustoso al desgaire59en su ademn. Y prosigui, diciendo:

    Tras tanto intervalo, ancianas nos traer vuesa merced las nuevas60de aquel pas como si hubieran tratado ya con l!. Ms frescas las tenemos ac; porque de muy buenoriginal s yo, y aun podra mostrarle luego tem el descarte de la faltriquera61, porque seempu en ella que su Majestad, Dios le guarde, est ya bueno.

    Y, soltndosele la vena, verti cuantos humores tena de nuevas, unas mentiras y otrascasi. Desliose62 de gacetas, no sin sus pecados de estadista, que, a ir purgados de clera,fueran tan disparates como con ella.

    Volvi a decir, sin ms averiguacin:Viniendo vuesa merced de aquel lugar, todo le parecer aldea, porque, como aquel es

    el centro donde la virtud est unida, tiene ms fuerza; lo que no pasa en la circunferencia,que, como se dilata en ms distancia, se desvanece.

    A buscar me puse con el corazn y la vista altar donde, aunque a longe63, pudieseencomendarme a Dios. Deshice el desvanecimiento con que me tenan mis fuerzas y misalud, por lo menos entonces. Predjeme mil desdichas. Consider que yo me estaba con elpie en la huesa64 cuando aquella fantasma lleg, y que, segn ella me trataba, sera imposibledejar de quedarme todo. Volva l de cualquier

    aliento que tomaba con espritu doblado o endiablado.Volvi y dijo:Pues a fe que est vuesa merced en la misma cifra de las ciudades, en un emporio y

    escala del orbe que no ceder la menor de sus grandezas a lo majestuoso y bizarro de Madrid.Mil veces quise alentarme y desafiarlo65, mil dejarlo y irme, que fuera lo mismo, si l no

    fuera hablador, porque todos los que lo son (como los miserables, por no dar) sufren66, atrueco de hablar, mil desaires y afrentas.

    Llovan sinonomos y granizaban sentencias (de mi muerte cualquiera dellas67), slo meconsolaba con pensar que quiz no me referira versos, aunque llegase a matarme.

    56Sobre l, porque estn sobre su tumba.57Buena salida, ciertamente!58Recogindose, arrugndose, sonrindose.59Afectacin.60Novedades, noticias.61Bolsa.62Se solt.63A lo largo, tendido.64Fosa, sepultura.65 Contrariarle, replicarle.66 Soportan, aceptan.67 Todas para mi fastidio.

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    Jams repliqu yo no me puse, aunque concurriese donde las ocasiones ms meapretasen, a defender las calidades de los lugares, por ser esto y el tratar de aos y linajescosa arrojada68y sin fruto; antes bien, tengo por poco cuerdo al que en ello se detiene msque lo que basta para no parecer inorante o muy ingrato a su patria.

    Siempre me ahogaba con mis mismas palabras, volvindome a la boca la mitad de las

    que iba a decir.Bien estoy con ese idioma69dijo l entonces.Y aqu perd yo de todo punto las esperanzas de escapar entero, porque vi que aun para

    los vocablos a propsito le faltara espacio, y que si para todos los que de aquel porte podadecir se tomaba tiempo, no le habra en muchas vidas.

    Bien estoy con esa modestia prosigui algo reparado, pero vuesa merced creaque, en sola esta santa iglesia, hay cosas que eceden a cuantas tienen Roma, Pars yConstantinopla.

    Vuesa merced repliqu yo luego advierta que en Constantinopla no hay iglesias, yque las que all permite el Turco a los cristianos son pobrsimas. Pero vuesa merced haestado en esas ciudades que ha nombrado?

    No he estado dijo l, pero no importa; que ni puede haber en ellas cosa que igualeen mucha parte a las grandezas deste santuario, ni es razn que las haya.

    Advert que se cerraba en su parecer como gusano de seda para morir en l, y no lecontradije porque no se encerrara o cerrara conmigo.

    Vuesa merced ha visto prosigui algo de lo mucho que podra desta ciudad ydesta iglesia particularmente?

    Ech de ver70 cun falto de memoria era, pues no se acordaba de que le haba dicho queacababa de llegar, ya que no le echaba de ver en el traje. Y desconsolome lo que juzg quehablara repitiendo una cosa muchas veces quien, aun dicindolas sencillas, no cesaba dehablar. Temile de71 mentiroso.

    Ha visto vuesa merced dijo un candelero de Tinieblas en que se ingieren lasvelas con que se dicen72? Pues dos mil y sietecientos y treinta y seis quintales 73, docientasarrobas y diez libras de bronce tiene, y creo que cinco onzas.

    Poco cree vuesa merced de tanto peso repliqu yo. Pero todo me lo ech encimacuando me lo acab de decir; y sin dejarme respirar, aunque dej el candelero, prosigui:

    Pues, si vuesa merced aguarda a la Pascua Florida74, que bien podr por esto slo yera por San Juan, ver un cirio que de slo cera, sin el pbilo, que es de algodn de la Indiade Portugal y se trae para solo esto cargada una nave

    Ahorrele la trada de la cera y quedeme a descansar entre tanto algodn dicindole:Mucho he odo notable de la riqueza y suntuosidad que vuesa merced me alaba, y

    siempre a cada uno ms; con que parece no podr venir a menos. Y pienso, queriendo Dios,negarme a otros negocios y esperar, as a ver eso como la semana Santa, de que he odonotables encarecimientos.

    68 Imprudente, inapropiada.69 Me parece bien, apruebo. Idioma parece emplearse como actitud, punto de vista, segn lo que se leems adelante.70 Me di cuenta, advert.71 Sospech que sera.72 Los maitines de Tinieblas se celebran los tres ltimos das de la semana Santa.73 Peso equivalente a 100 libras. La arroba equivale a 25 libras. La onza equivale a 1/16 de libra.74 De Resurreccin.

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    Esto le dije porque cortase el hilo a su relacin, que por sus pasos contados75 se merepresent que haba de parar all.

    Dijo que estaba ya acabado, y aun con un pesar estrao y castaeado 76 de lenguaexclam:

    Ah, seor, eso est ya perdido! Ni van mujeres a la iglesia, ni andan por las calles el

    Jueves Santo en la noche.Pues, qu dejara vuesa merced para cuando fueran77 repliqu yo con algn enfado, si a cosa tan santa y loable llama perdicin?; que grandezas mayores y ms verdaderasque sa se haban de perder por escusar la menor ofensa de nuestro Seor. Mire vuesa mercedsi era una sola la que se cometa y si se ha quitado, por escusarlas, ms que la comodidad delos hombres para sus disoluciones y torpezas; que a las mujeres no les tenga vuesa mercedlstima, pues, apenas dicen han pensado que amanece el Viernes, cuando, saliendo derepresa78, se esquitan79 de inundacin: que no parece sino que se han abierto las cataratas delos cielos para echarlas de s a las profanas digo o que se han soltado novecientas millegiones de urracas80, habindole dado a la noche hartos pelliscos antes de encerrarse elJueves. l ha sido un decreto santsimo, y obra del Cielo ejecutada de tan santo Prelado; ypara m, la mayor grandeza que tiene hoy Sevilla en esa parte es, lo que tantos hallan porinconveniente y vuesa merced tendr por menoscabo, el hacerse en ella sola lo que enninguna otra ciudad o pueblo de la cristiandad en mayor servicio de nuestro Seor. Y no escircunstancia menos ponderable su ejecucin tan de improviso y con tanta puntualidad yobediencia, siendo cosa tan grande y tan arraigada en la costumbre general y antigua.

    Vuesa merced tiene razn me respondi no s si satisfecho, pero yo lo qued;cuando no fuera de haberla81dicho, de haberle hecho callar aquello poco.

    Con todo eso, vuesa merced no salga prosigui, suplcole, de aqu sin subir a latorre82, siquiera para dar principio a lo que piensa ver, y podr decir que ha estado engastado 83

    en una maravilla que escarnece las siete ms memorables. Acompaarele con mucho gusto.El acetar el consejo por tomar aire y aguardar la noche en sagrado, y el arrepentirme

    temeroso de su compaa fue al paso que l me fue dando lo uno y ofreciendo lo otro. Fuemecercando con una mudanza84 de zarabanda antigua para tomar el lado izquierdo, y yo,creyendo (no s por qu, conociendo mi poca dicha) que era despedimiento final, comencelea hacer mi cachumbeado85 y encorvamiento con mi sacudido de dedos86. Cejose un rato entrelos dos, ceceose mucho de pies, pedmonos limosna con los sombreros87, hasta que,habindose torneado muy a satisfaccin, yo me di por entendido aunque soy un tonto detanta benevolencia y por rendido a su cortesa. Con que, por recin venido, con su reverencia

    75 Por curso natural, sin incidentes.76 Chasquido.77 Fueran mujeres perdidas.78 Presa, dique.79 Desquitan, resarcen.80 En el orig.: hutracas.81 La razn, la opinin.82 La Giralda.83 Embutido, encajado.84 Paso de baile.85 Agachamiento, encorvamiento.86 Debe tratarse del saludo corts en que, agachando la cabeza y llevando la mano abierta hacia el pecho, se la

    baja hacia un lado, con un golpe final de mueca que coloca los dedos hacia atrs.87 Nos descubrimos.

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    de pie quebrado88 me dio el lugar de los escogidos89 (como si no me llevara paracondenado!).

    Que cierto ser asirme aqu y detenerme algn criticn, y preguntarme90 por qu noescap de tanta angustia al principio, con decirle a este vestiglo 91 que ni vena de Madrid, nihaba estado all en mi vida, ni aun all quisiera92 estar, y que era de Sevilla. Sabiendo el tal

    que hay muchos que, a trueco de parecer de otra parte que de donde son y que vienen de laCorte, se dejarn atenacear o sufrirn a un culto.Dejamos, pues, la iglesia, y yo bien pesaroso de no haber sealado el lugar en que me

    encontr aquel hombre para que rogasen a Dios por m y se guardasen los venideros.Entramos en la torre con las cortesas algo apagadas por ser de relance93, aliviados un poco delas mercedes y casi a vista de los voses94. Y dando principio a la subida, me dijo:

    Pues ve vuesa merced esta torre? Otro tanto tiene abajo como arriba yo cre que mehaba de hacer decendir all, y me holgara, como fuera sin l, y los cimientos llegan...

    Escusele la mentira en el encarecimiento, y atajsele dicindole que ya haba odo decirque a Triana, creyendo que l no pasara del ro (como lo hizo).

    Afirm que no tena escalera por ninguna suerte (palabra fue suya), y djele:Dbenla haber quitado para decender a lo bajo.Refiri de no s qu reina que haba subido (pienso que en una abada95, y por gran

    maravilla, como si hubiera estado paciendo, que, en llegando arriba, revent), con otras milparticularidades: unas que yo iba viendo y l pudiera escusar, y otras que no vamos y yo nohaba de creer. Es cierto, con todo eso, que as la torre como lo dems de aquel sagradotemplo es ilustrsimo, rico y famoso96 entre todo lo que tiene ms nombre en la cristiandaddedicado al culto divino.

    Llegamos a la pieza97 de las campanas, habindose aprovechado la subida y descansos deella en la alusin del camino del Cielo, y las ayudas de costa 98que Dios daba para l, cuncuesta arriba se les hace a los malos y cun fcil a los buenos la Escala de Jacob, sin dejar aSan Alejo, ni el libro de Santa Escalera, todo con sus glosas, comentos y moralidad. En fin,no sobr cosa cuando llegamos a lo alto (dos dedos de enjundia lleg a deber mi amigo alpasto del ratillo).

    En vindome all, desencog99 la vista por aquellos tendidos espacios que se descubran.Pero Dios nos libre, qu hace la Ocasin, y cmo ella sola, por leve que se ofrezca, a laimaginacin dispuesta basta para que se precipite en sus discursos con peligro de praticarlos!En un instante, no hube mirado la profundidad del suelo y la altura en que estaba, cuandopens entre m si vendra a apurarme aquel monstro tanto que, por no sufrirlo ni detenerme endecender, me arrojara de all abajo.

    88 Verso corto que alterna en la estrofa con otros ms largos.89 Me cedi la delantera.90 En el orig.: preguntame.91 Ser monstruoso.92 En el orig.: qusiera93 Usadas.94 En el orig.: bofes.95 Rinoceronte.96 Excelente.97 Sala, piso.98 Gastos de viaje.99 Solt, extend.

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    Esto meditaba, no s si temiendo de ver que callaba (novedad prodigiosa, o tomabacarreras100), cuando le vi apareado con otro hombre (de mi constelacin sin duda), que estabamirando de ostentacin. Tena101 a lo melindroso con los dos dedos apuntalados unos antojosque traa a la jineta102 sobre una alcayata de nariz, que tena clavada en uno como rostro; queapenas se la vi, cuando me pareci esmeril103 en curea trastornada104, y cre que haba

    disparado en mi pedagogo, pues le haba hecho callar. Estbaselo l mirando atentamente yescuchando algunas palabras que el otro hablaba no s si entre dientes (porque salan de entremuchas barbas): muy bajo hablaba.

    Fue necesario llegarme, no tanto a alcanzar parte de la pltica y acercarme a la novedadque me hizo el de la torre, cuanto a ver si era muerto mi compaero o estaba espiritado105; queslo esto pudo persuadirme le pudiera haber quitado la habla.

    Salud al recin hallado (y pudiera aprovecharle, si el otro le hubiera comenzado ahablar). Era de los que tienen la lengua en la cabeza106y respondiome con ella y a riesgo delos antojos107. Yo tuve por cierto que estaba mostrando a callar a mi amigo y dejelo por unrato que dur la suspensin de los tres, en que yo tuve lugar de contemplar a mi antojado: talle miraba108por arte y naturaleza.

    l tena mil vislumbres de trasgo109; era todo una sotanilla forrada en un alambique dehuesos y hecha de la quintaesencia de la bayeta; y no deba ser luto, as porque todo el pelodel vestido lo haba gastado en las barbas su dueo, cuanto porque ella se estaba riendo110

    toda; si bien esto no es cosa nueva en los lutos ms recientes. Brujulebansele111por lasgoteras112dos estacas muy largas que lo sostenan, metidas en dos chalupas113 de baqueta, quedeban ser las piernas y los pies sin duda. Un semimanteo114 de la misma especie estabaencargado de cubrir toda esta mquina, aunque no de vergenza, porque en mi vida vi cosams rada115; pero l haca mucho en encargarse de tanto. Tena la barba y la cabezamosqueada116de canas, bien empleadas por cierto. El acabarlo de recorrer dos o tres veces, elvenirle a mi camarada el apoyo de hablar, y el quitarse los antojos nuestro esqueleto ylimpiarlos muy de espacio117, todo fue uno. A la par fuimos a hablar todos, y a la parhablramos, si el deseo que en los dos haba puesto el talego de trebejos 118 no nos obligara acallar119 por orle.

    100 Carrerilla, impulso.101 Sostena.102 Caballeros, montados.103 Pequea pieza de artillera104 Volcada, del revs105 Posedo. El autor lo usa en vez de espirado: muerto.106 Responden con gestos de cabeza.107 Porque baj la cabeza en seal de saludo.108 Vea, consideraba.109 Duende.110 Abrindose, rajndose.111 Se le adivinaban, se atisbaban. En el orig.: Brujeleabansele.112 Vuelos, faldones.113 De faluca: bote alargado.114 Capa corta, que cubre la parte superior del torso.115 En el orig.: raid116 Salpicada.117 Con calma.118 Saco de huesos.119 En el orig.: cellar.

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    Vuesas mercedes, caballeros dijo l, si no han visto otra vez este sitio, bien sehabrn desengaado de que es igual su estraeza a la opinin en que le tiene la Famaacerca120de los ausentes, y con razn por sus circunstancias, del ms superior, artificioso yapacible que de su gnero se halla hoy en pie.

    Por cierto dijo mi Acates121 (que, como hablaba de ventaja, bame siempre delante)

    , vuesa merced, seor, tiene mil razones

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    ; que, aunque yo he subido aqu algunas veces,siempre hallo qu admirar de nuevo.Pues bien pensaran replic el Licenciado (llammosle as de aqu adelante, que a

    muchos se lo dicen ms sin propsito); bien pensaran, pues replic, que han visto algoesto dijo entonndose de voz y desgarrndose de labio a lo risueo. Pues adviertan queno han visto cosa deste mundo (Y aun del otro quise decirle la hemos visto en vos).

    Mirmonos mi amigo y yo, y fue mucho no desatarnos de risa; el que mejor pens denuestro Licenciado fue que estaba loco. l se enoj en profeca123 (o nos entendi, por buenarazn124), y, subindose de punto, dijo: La verdad es que no ven, ni saben lo que ven,aunque estn mirando, y yo es nada lo que veo agora!

    Mi camarada que, como dije, estaba tinto125 en bravo de su esfera y se tena por tanto,tuvo esto ltimo del nada por pulla legtima, y lo dems por pesadumbre bastarda, y conpoder mo respondi:

    Sin duda que debe estar primerizo en tabaco o ser muy baqueano126 del vino ViveCristo que el que aqu ve menos, que soy yo, ve, durmiendo, ms que l127 cien veces y sidijera habla, dijera bien, y que puedo verlo a l y no hiciera poco y a todo su linaje,aunque se hagan mosquitos y se metan en una cuba, y la cuba est en un stano y el stano enlos profundos del Infierno! Qu nos est aqu quebrando la cabeza con ven y no ven?

    Desensartndosele iban a mi cultivaliente muchas palabras de este tamao y algomayores, cuando al Licenciado se le fue mudando el color en otro ms malo (vean culquedara!), y, engullendo saliva, se fue rehaciendo de paciencia no s si fue de prudentehasta que, vuelto en s (que nos pareci era lo peor en que poda estar), dijo:

    Ahora, seores, no son vuesas mercedes solos los que, vindose en tanta alteza, sedesvanecen de manera que no conocen lo que dejan abajo ni aun tienen arriba, como no128

    han subido por escalones conocidos. Aunque yo crea que era sola accin de estos badajos129

    que ac viven, si bien ellos se pueden desculpar con que ste es lugar suyo y viven del aire.Adobndolo va! dije entre m. Parceme que ha de pagar la badajada volando.Y l prosigui:Vuesas mercedes no ven, y estn ciegos.

    120 En relacin, respecto.121 El amigo inseparable de Eneas.122 Muchsima razn.123 Adivinando nuestro pensamiento.124 Que es lo ms probable.125 Teido. El autor parece usarlo en vez de tenido: considerado.126 Cursado, entendido. El autor debe tener presente, tambin, a Baco.127 Vuesa merced.128 Ya que no, dado que.129 La pieza que golpea la campana. Tambin vala por necio, y por eso se lee ms abajo badajada:necedad.

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    Aqu cre que mi amigo diera por esos aires con el cencerro de bayeta, aunque debiaguardar a hablarlo todo primero y a sustanciar la causa; pero perdigolo130 de cada, porque loasi arrebatadamente del brazo y, asomndole a una ventana, le dijo:

    Venga ac! Aqullas no son calles? Aquellos que van por all, no son hombres de acaballo y de a pie? Aqul no es ro con navos y barcos? Aqul no es campo? Pues qu

    quiere?El Licenciado se puso sus antojos con flema y tiento, y, habiendo trasegado131 con lavista cuanto ella alcanzaba, volvi a envainarlos en la caja muy de espacio y a decir, al son deun saltarelo132 que toc en ella con los dedos:

    Vuesa merced se engaa, seor de mi alma; y si su compaero no ve ms que vuesamerced, bien pueden buscar dos bordones133 y quien los decienda de aqu. Llguese ac vuesamerced me dijo a m: haga esta esperiencia y esamnese de ciego.

    Dispuesto estuve a dicir que no va cosa, o que va lo que l, como les acontece a muchosen este mundo, tan cobardes de elecin y encogidos de pareceres propios, que slodeterminan por la vista de otros. Casi me dispuse a darme por ciego confirmado, y hiciralosi no temiera la clera de mi compaero; pero llegueme a la misma ventana y, teniendovisible cuanto el otro haba dicho, aad al Licenciado:

    Seor, es posible que aqulla no es plaza, y que aqullos no parecen ministros dejusticia, los otros negociantes? No deben ser escribanos los otros, que se dan a conocer acien leguas? Aquellos no son frailes? No andan coches por all, y por acull mujeres?

    Vuesa merced me respondi es ms capaz, por su mansedumbre, de toda buenadotrina134. Y porque es menos presumido, hgame merced de ponerse estos antojos: ver lascosas en el mismo ser que son, sin que el engao comn le turbe la luz de la vista msimportante.

    Tom los antojos con buena ansia de probarlos, y luego ech de ver en lo pesado y claro(parecironmelo) que me haban de decir la verdad.

    Apliquelos al ministerio, pero, apenas us dellos, cuando, asombrado, creo que se medesliz un grito; y no fue mucho, porque lo que se me represent a la vista fue tan estrao,nuevo y prodigioso, que escandalizara a la misma torre, y aun le hiciera dar saltos atrs, si,como tiene lenguas135, tuviera ojos.

    Qu es esto, seor Licenciado? le dije. Dnde estoy?En su juicio respondi l.No cre que tena donde estar dije.Ve agora? me replic.Veo cosas notables le respond.Qu ve? me dijo.La misma plaza volv a decir que antes, pero llena de buitres y de cuervos,

    milanos y guilas y palomas, todo barajado.Ve cmo no van? dijo l entonces Pues sos le parecan unos, escribanos, otros,

    procuradores, y otros, ministros de justicia entre quien andaban los negociantes, que eran esas

    130 Lo prepar, lo dispuso.131 Movido, pasado de un lugar a otro.132 Musiquilla.133 Bastones.134 Enseanza.135 Tambin se llama lengua el badajo de la campana.

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    palomas, a riesgo de dejar la pluma entre plumas. Porque las de algunos son como las de laguila, que dicen consumen las dems que se ponen junto a ellas.

    Mire vuesa merced. Mire le dije mostrndoselos qu de136 pescadores de caaaguardando lances en lo enjuto137.

    Y dira antes respondi el Licenciado que eran alguaciles que estaban aguardando

    negocios y ejecuciones y peje

    138

    o rana a la capacha

    139

    , sea el que fuere. Pues mire junto asos unos que no podr decir que son hombres, y si no tuviera antojos, dijera que eran diablosfingidos, y son corchetes140verdaderos: menos que hombres y ms que diablos.

    Mi camarada nos oa tan cerca de correrse141 de la que en su imaginacin tena por burla,que no hablaba palabra. Y yo me coma las manos tras la vista.

    Ofreciseme a ella el verdugo, que entraba por una puerta de la ciudad en un jumento dealgn justiciado, y djeselo a mi maestro de ceremonias.

    l me hizo quitar los antojos y mand que volviese a mirar, y djome:Qu le parece agora?Que es un mdico en una mula respond. Y as era, y aun me temblaron las carnes.Advierta me replic cun engaado est, pues siendo un verdugo sobre un142

    jumento, lo tiene por mdico.No quiso dejar mi amigo, por despechado que estaba, apagar la chispa sin143encender su

    sutileza para alguna apotegma, y dijo mesurado:Ah144 no fuera mucho el engao de ese caballero, que todos matan con licencia. Y el

    borrico podra ser algn praticante o novicio de la matanza. Pero, a fe de145hombre honradoprosigui, enderezndose (que estaba arrimado a la ventana), que no s qu muestrashan visto vuesas mercedes en m para pensar que puedo tragar chanzas tan averiguadas 146, yque no ha de embarazar lo negro de la capa para echarla al hombro 147, ni la profesin de lasletras embotar148 el nimo de quien siempre debe tener presentes las obligaciones con quenaci. Ni vuesas mercedes podrn hacer de m149 lo que el Cielo no fue servido de hacermeque fue inorante y que tengo ms de un curso de pcaro y quin duda que estabagraduado y que he probado mi intencin en facciones de hombre de bien.

    Adjetiv la saa con su poquito de tentacin, o ilusin, de hoja; aunque no pas dejuramento de pomo150.

    136 Qu cantidad de, cuntos.137 En lo seco.138 Pez.139 Cesta.140 Los agentes de la justicia que prenden delincuentes.141 Enfadarse, molestarse.142 En el orig.: en.143 En el orig.: i sin.144 En ello.145 Palabra de.146 Manifiestas, evidentes.147 Como hace el que se apresta a pelear a espada.148 Estorbar, impedir.149 Hacerme bobo, tomarme el pelo.150 La pieza que remata la empuadura de la espada. Puso puo a la espada, pero no la extrajo de la vaina.

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    Call y callamos al principio todos, tirios y troyanos151; pero yo, que me iba tomando tande majadero como l aunque all todos lo eran, y no152 es mucho cualquiera enojo, y ms sicae en sujeto que tiene la enfermedad en la cutis y me cansan siempre avalentamientos,vindome brindar153 y queriendo responderle, puse en l los ojos. Pero, en lugar de un hombrecon tanto aparato de palabras y en postura ya de mohno, vilo oh Cielo santo! una gallina de

    su tamao, sin que le quedase de lo que antes era ms que una espada, una daga y unosbigotes de puente de vigela154; y tena ms que gallina otras dos alas en los pies.Estuve luego por ojearlo155, y acordeme de que no me haba quitado los antojos; con que

    atribu a la eficacia verdadera de su virtud el desengaarme de lo que son todos los queremiten la valenta a las bravatas, vestidos slo de aparencia de hombres.

    Quiteme los antojos y, sin valerme de mi seguridad con lo que haba visto, para otrademostracin, le dije:

    Vuesa merced no tiene razn de arrostrarse156 tan contra s, pues, ni de vuesa mercedse poda hacer escarnio, ni el seor Licenciado y yo somos tan locos o tan amigos de vuesamerced y creo fuera lo mismo para apurarle157con tantas burlas, si stas lo fueran. Bienque vuesa merced nos ha tenido por uno o por otro, pues se ha arrojado sin ms prueba de suagravio, para hacerla de nuestra paciencia. Vuesa merced esperimente la novedad de estosantojos y se los ponga: ver con puntualidad lo que quisiere, sin que se le escape un ratn niun tomo.

    Pseselos en la mano, y l, sin hablar palabra (que no fue poco), en las narices.Deslindose algo a lo nazareno las melenas, y dejose con ellos a escuras toda la cara. Psose ala ventana y, comenzando a mirar, comenzose a fruncir de hocico en pucheros y adispensarnos cualque158 escrpulo de risa159, a lo mona.

    Compsose de flema el socarrn del Escolar y djole, ponindole la mano en el hombro:Qu ve agora, por vida ma? Qu ve el valentonazo, el enojado? Y prosigui,

    mirndome a m y a escusas falsas160del otro: Como un csar debe ser el hombre.Que tienen respondi l el Diablo en el cuerpo los antojos: hasta unos erizos que

    estn en un corrillo a la puerta de no s qu iglesia, se echan de ver como si anduvieran poreste petril161.

    Pues sos son dijo el Licenciado los que quieren parecer a las gentes, o los queparecen cultos porque ellos lo dicen. Mal vistos aun de s mismos, y aborrecidos cuanto bienvistos de los verdaderamente doctos y prudentes. Bien vistos llamo, porque los conocen bien.Hombres o erizos, como vuesa merced ha visto, animales intratables aun unos con otros.Todos puntos162, sin que se les parezca163 otra cosa. Embebidos en s, que lo mismo es en sus

    151 Alusin la laEneida que tambin emple Cervantes al inicio del Cap. II-XXVI del Quijote. Tirios: deTiro, Fenicia.152 En el orig.: lo.153 Incitar al brindis.154 La pieza que fija las cuerdas del instrumento, o quiz la tablita que las alza sobre la caja.155 Tuve tentacin de ojearlo. Se refiere a ojear la caza, levantarla.156 Enfrentarse. En el orig.: arrestrarse.157 Darle molestia.158 Cualquier, alguno, un cierto.159 Risita.160 A escondidas.161 El murete que circunda una terraza, o el alfizar de una ventana.162 Pas.163 Asome, muestre.

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    opiniones. Ni sabris si andan atrs o adelante, dnde tienen la cabeza o dnde la cola;faltndoles lo que atribuyen bueno a este animal los seores naturales 164.

    Ella es enfermedad, seor Licenciado dije yo, como las bubas165: tanto porque esgeneral de tantas maneras y pegarse hoy, cuanto porque todos la niegan166. O un delito; que elque ms le reprehende en otros ms le comete l mismo, sin confesarlo alguno. Con que ms

    parece facultad de ocultos que de cultos: tan odioso es el abuso della.Haba hallado mi compaero su azar a trascartn167 y, echando las compuertas a lasquijadas, dijo severo: Estas son tropelas que tienen no s qu de escandalosa supersticin.Harto ms tropela es vuestro trato, maldito168seais! dije yo quedo.

    Y l prosigui:Vuesas mercedes miren en buena hora; que yo a mis ojos me atengo, que tienen ms

    seguridad. Apartose y yo no v la hora de volverme a encajar en los antojos, y, as, se lostom de la mano y me los puse.

    Y advirtase que nunca mud figura169el Licenciado, porque aquella deba ser la suya oporque tomaba la que le estaba mejor cuando quera.

    Representronseme, entre otras cosas, algunas mulas, con sus gualdrapas170 y sin susdueos, que llevaban de reata a unos hombres. Preguntele a mi Licenciado que qu eraaquello, y respondiome que stos s eran mdicos, y que no parecan porque no era menester;pues lo mismo era andarse171 a curar ellas o creer que ellas eran las que andaban curando,pues eran las que trabajaban llevndolos a ellos; y que, por no andarse sueltas, llevan losmozos atados a las colas.

    Quiere vuesa merced saber dijo algo encendido172 (y aun debi esperimentado)cun mal empleado es el dinero que se les da a stos, que aun ellos tienen vergenza dellevarlo, y se vuelven de espaldas para recebirlo?

    Eso debe ser repliqu yo porque como andan siempre hiriendo y matando, andanhuyendo siempre.

    Lo mismo que de las mulas de los mdicos ver vuesa merced prosigui l dealgunos caballos muy bien aderezados y no mal mantenidos (dicha de bestias!), quediscurren solos por el pueblo, y cmo por ellos son sus dueos caballeros; unos, porque no loparecen, no parecen173; y otros, porque no lo son, no se pueden ver, o porque son nada; ymuchos quiz saldrn que vengan caballeros en sus dueos; que es al revs a la vista delmundo, y a la de esos antojos es andar al derecho. Y, asimismo, ver vuesa merced ah, enalgunos coches que ve y as era verdad vacos, que, mirndolos simplemente, vanrellenos de personas, pero vistos de esta manera, alguno que verdaderamente las lleva escarro de basura.

    Vuesa merced no ha visto le dije unos como hombres que, a pares, andanincensando el lugar, ensartados en unos espinazos, creo que de rocines, o todo junto; unos

    164 Naturalistas. Del erizo de mar se deca que nunca erraba en sus movimientos.165 Erupciones purulentas.166 Niegan padecerla.167 Expresiones del juego de naipes: trascartn es el lance en que queda en el mazo o recibe el siguiente

    jugador el naipe que se esperaba para ganar la jugada.168 En el orig.: malditos.169 Se vea igual al mirarlo con los anteojos o sin ellos.170 Cobertores.171 Dedicarse.172El autor juega con encendido y entendido. No creemos haya errata.173No aparecen, no se ven.

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    centauros estbalos mirando que, rodeados de podencos174, parece que andan buscandocaza por las calles, como pudieran por Sierra Morena?

    Y aun hacen bien respondi el Licenciado; que aqu la hallan mejor que all,porque se tira con ms descanso y sin tanto ruido y gasto de plvora. Esta es la gente msdespechada175 y melanclica de la repblica; siempre anda tomando penas y deseando causas

    de hallarlas.sos, fieles son dije yo.No digo tal respondi l. Vuesa merced los tenga por lo que le diere gusto, que yo

    soy poco maldiciente; y crea slo lo que viere con tanta certeza.Vuesa merced me diga le repliqu (mirando acaso hacia lo que creo llaman los

    Tagaretes, y viendo lo que dir) qu sabandijas son tantas como parece va engendrando lalama de aquellos lodazales, que apenas se engendran, cuando ya estn crecidos. Andanolindose unos a otros y luego se muerden. Son grandes para sapos176 y escuerzos, aunquetodo es chirriar como ranas.

    Yo, seor mo respondi, agora, con la vista en cerro, jzgolos por personas queandan riendo unas con otras y dando voces, sin ms adorno y alio que su presuncin, segnse echa de ver, poco ms a menos. Pero mire vuesa merced, ya que tiene con que no seengae, y sean perros o ganado de cerda, que suele andar por esos sitios buscando aqullosqu roer, aunque sea unos a otros, y ladrando siempre, y stos hozndose 177 las pisadas yrozndose a veces, y siempre gruendo.

    Ni lo uno ni lo otro pienso que es, y parece a todo dije yo.Pues sin duda que son poetas replic l.Postema de poesa secreta tena mi amigo en el estmago, y apenas le tocaron, cuando se

    le revent y, revestido de un jabal, se puso entre nosotros y dijo a nuestro relator:Seor Dotor, o Licenciado, trate las materias con decoro, que cosa de tan superior

    alteza como la poesa no se ha de traer, ni ella ha de andar, por los muladares178. Pero caso esterrible que se hayan hecho camino de carretero179 para la maledicencia y mordacidad del msservil ingenio de los poetas y las doncellas.

    No le abrieran180ellas primero! dije yo.Pero, sosegndose un poco el de la torre, le respondi:Si vuesa merced, seor mo, est posedo deste furor, no creer que es de los malos

    poetas. Y yo aqu no hablo de los buenos: a lo menos entre los que aqu ha visto estecaballero no parece que puede haber salido poeta bueno, siendo todos sabandijas, como dice.Y no s yo por qu vuesa merced no se vale de lo que todos los reprehendidos deste mundo,repartiendo entre los otros lo que oye, sin darse por entendido de que le cabe cosa a l 181decuantas oye reprehender en los otros, haciendo esto muchas veces aun el que las tiene todas.

    174Perros de caza.175En el orig.: despachada176 En el orig.: C,apos.177 Removiendo la tierra con el hocico, como hace el cerdo.178 Basureros.179 Camino expedito, va libre.180 En el orig.: abrieron.181 A vuesa merced.

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    Met el montante182, sin creer que quedaba ms de poesa, preguntndole a mi Licenciadoquines fuesen unos pjaros que se entresacaban destos animales y se entremetan con otros aquien seguan con anhelo, porque los otros huan con mohna183 y pareca que amortajados.

    Dudando estuvo l la solucin un rato, temiendo volver a la brega, pero en fin dijo(porque era tentado por decir, si bien en184 todo era celoso y puntual) que aquella era

    verdadera especie de quebrantahuesos, y que, si no tuviera antojos, me parecieran unospoetas que hay, tan pesados e importunos, que si se zurcen con un hombre185 no le dejarn enun da repitindole un soneto, dndose l, como todos los dems a quien sucede este mal, portan muertos, que van ya prevenidos de mortajas; habiendo algunas destas aves, o los querepresentan, que por lograr una dcima acabada de salir del horno se irn a Santi Ponce abuscar un alcalde a quien referrsela, si no conocen otro que los sufra, y si no est en el lugar,le aguardarn ocho das a la puerta. Y tal se halla que har detener una rueda de molino paradecirle tres o cuatro mil octavas en alabanza de un rbano, aunque lo tome por las hojas; sibien ste186 no hara tanto dao, por lo que podra suplir de molienda.

    Admiraba yo, entre todo lo que va y entretanto que l hablaba y se pudra 187 mi amigo,las mujeres en su misma figura, y preguntele la causa.

    Respondiome:sas, seor mo, mientras ms parecen mujeres ms se dan a conocer; y, as, no fue

    necesario mudasen de apariencia; fuera de que ellas mudan tantas formas, que tom porexpediente188 quien labr los antojos que fuese regla general la de la vista con ellas,dejndolas para mujeres, pues no se puede engaar quien as las echare de ver. Como losestudiantes, a quien vuesa merced, con antojos y sin ellos, ve andar como estudiantes, o comoellos quieren, que es como licenciados; nombre muy propio, a pesar de los ms atentos, entodos los que traen hbito largo, pues luego que se le ponen, toman licencia todos para cuantoquieren, y muchos le toman para tomarla.

    Sacudiose de su silencio a este punto mi misterioso, y dijo colrico:Por ningn camino189he de consentir a mis odos cosa que disuene. Y las malicias son

    de nimos viles; que hombres190hay de hbitos largos que son muy buenos ministros de suprofesin y cuya modestia particular contradice cualquiera general calumnia. Y pudiera vuesamerced callar por s.

    Tan en los estribos como l191, le respondi el Licenciado:Caballero, yo, gracias a Dios, me precio de su verdadera ley y la profeso con toda

    pureza, y venero toda virtud aun en hbito no tan proprio como ste, sin hablar aqu de losque la profesan. Ni siento entrar a la parte192 de los que entiendo, si entiendo bien, ni estosantojos sirven de injuriar, sino de advertir y verlo todo sin engao ni malicia.

    182 Espadn que se maneja con ambas manos.183 Enojo.184 Hemos suplido en, que falta en el orig.185 Se cosen, se pegan a l.186 Este poeta.187 Se molestaba, se incomodaba.188 En el orig.: expediante.189 En modo alguno.190 En el orig.: ombrnes.191 Con la misma prudencia.192 Ser parcial, tomar partido.

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    Vuesas mercedes, con todo eso dijo mi piadoso amigo, sincopeen193de la demsnarracin las clusulas que no tuvieren toda lisura.

    Qusele a esta sazn traer a la memoria la perdicin de la semana Santa. Oh, cuntoshay, vlame Dios, que contradicen lo malo slo por tener la contraria194, y no por195aprobar lobueno! Y cuntos aprueban lo bueno porque no llegaron primero a lo malo! Y cuntos no saben loque aprueban ni lo que contradicen, y son como mazos de batn196 que el uno cae porque el otrolevanta y, as, al revs! Un

    millar de batanes era mi amigo!Dejolo el otro, y prosigui conmigo:Vuesa merced advierta que as de los estudiantes como de las mujeres, son muchos197

    demonios infernales, que no mudan forma en los antojos por hacerse visibles andando enaqulla.

    Seor Licenciado le dije mirando hacia el ro y dicindole lo que va, parece quemuchos de aquellos navos tienen echadas las redes por la orilla (que yo crea eran sloanclas) y que todo es tirar lances198.

    Los ms de aqullos me respondi son de estranjeros, y aunque sin antojos no seechan de ver, ellos199son ms sutiles que las redes, pues no se les encubre que no hace estagente sino pescar desta ciudad y de las dems de Espaa (porque no vienen a otra cosa) el oroy la plata que llevan a su tierra.

    Cmo se consiente en la ciudad le volv a decir, vindolos tantos bueyes ycarneros por las calles? Y ms faltando carne tantos das ha.

    No ve vuesa merced respondi l que son maridos? No basta ver con tantaclaridad, para que discurra con acierto? No ve que estn en su hbito200 esos hombres, queno quieren engaar a nadie?

    Y morirn en l dije yo.Mire vuesa merced all dos o tres yuntas prosigui que andan arando para dar pan

    a quien sus mujeres dan carne, porque uno de los captulos de su unin fue ser amigos deamigos y enemigos de enemigos201: al fin son maridos de bien y mal tratar, como vasallos deAragn.

    Volvme a mis vistas, si bien se nos iban acabando con la tarde, y juzgu por msadmirable que todo, y aun por portento, el dicernir con toda claridad202 una colmena con susabejas. Recurr a mi hombre por declaracin de el misterio, y dijo:

    Esa y otras muchas colmenas hay en la ciudad, y son las que en el mundo tienen, y sefrecuentan203, por casas donde se juega, y donde las abejas son los tahures que andan a buscarflores204 o dineros, hurtndolos las ms veces, u todas, pues los quitan a las obligaciones

    193 Supriman.194 Llevar la contraria, debatir.195 En el orig.: per.196 Mquina hidralica.197 Muchos de ellos.198 Echar las redes.199 Los anteojos.200 Se refiere a la cornamenta201 En el orig.: enemigos de enemigos de enemigos.202 En el orig.: clarida203 En el orig.: frecuantan.204 Fulleras, trampas

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    justas205 (que cualquiera lo es en comparacin de esto), de aqu y de all, slo para dejarse encasa de el coimero206, que ellas207 no sacan ni vuelven gota de miel fuera. Y son tanmiserables stos, para todo lo que no es llevar all, como aqullas; y si no, llegue a pedillesun pobre dos maraveds, y le darn la picada que lo dejen muerto con la mala palabra, y aun ala mujer y al hijo. Pues los riesgos con que se conserva esta casa o colmena son estraos, y en

    fin la vienen a castrar otros, que son los jueces, que se llevan la miel y no los corchos porquequede enjambre; o los osos, que son los diablos, y lo mismo, y no dejan miel ni casa, quetodo se lo llevan. Pues mire vuesa merced, que bien creo podr con los antojitos, cuntosznganos andan por all, o mirones, con importunidad y cudicia. Pero advierta vuesa mercedno se engae en infinitos otros znganos terrestres que ver andar barriendo el suelo comostos revolando por el aire; que aqullos son pobres fingidos que andan hurtando la limosna alos verdaderos, como stos la miel, y cuya diligencia es buzo de la bolsa ms profunda eintratable. Y, porque no puede orlo, considere en esas casas el rumor, el bullicio o elzumbido de porfas, voces, contradiciones, juramentos, mentiras, contaderos de suertes,estornudos de tabaco. Y por desculpar a los que, siendo colmenas sas, les parecen casas degaritas208, a las colmenas llevan flores, materia de que se hace la miel, y en esas casas no setrata en209otra cosa, ni se gasta, sino flores.

    Estim la semejanza y puse los ojos en algunos gigantes que andaban por las calles, delos que sirven a la fiesta del Seor, y preguntele a mi Licenciado que cmo haban sobradoaqullos de su da, no estando en l.

    Aunque siempre sobran respondi, vuesa merced crea que son unos potentados,unos hombrones o magnates; unos, digo, que lo quieren ser todo, o piensan que lo son. Todoostentacin, mano sobre mano, cosquendose210 de autoridad; muy apuntalados de gaznate,mirando siempre al cielo, sin que se acuerden de Dios ni de las gentes ni de s mismos. Y sise llega a apurar, el fundamento que sustenta toda esa mquina y majestad es el sudor delpobre que lleva toda la carga, y si ste les falta, ver vuesa merced cmo se quedanarrimados. Pues ya, si les queremos dar por almas a los que les ponemos por sustento, qualmas tan cansadas, tan llenas de afn y trabajo por dar vida a aquella fantstica vanidad!

    He reparado, pienso que justamente le dije, en que con estos antojos he visto,entre lo dems, lo que ha muchos das que no se ve: algunos pocos hombres, digo, y menosmujeres, ellos con capas, gorras y calzas enteras, y ellas hilando.

    Era ello as; y l, habindome escuchado atento, me respondi festivo que aquellos eranlos verdaderos amantes, y que como hoy los afectos o efectos del amor, como tristeza, gozo,solicitud y los dems, slo son por el inters y para el inters, fue necesario dar a entenderque andaban los que amaban verdaderamente hoy, tan fuera del uso, como los hombres enaquel traje y las mujeres en aquel ejercicio.

    Bulliciosas atravesaban entre las dems algunas personas con tnicas, unas blancas yotras negras, de capirotes empinados (o mochos). Estra lo desazonado del tiempo211 y

    205 Los gastos que hay que atender obligadamente.206 Garitero.207 Las abejas.208 Garitos.209 En el orig.: en en.210 Cojeando, resintindose.211 Que no fuese el tiempo de ello.

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    tvelas por piezas grandes de ajedrez, o chimineas andando (por el forro o212 la costra), yacogime a la esposicin de mi orculo ordinario a213 saber la sinificacin de lo que estraaba.

    l me dijo que aqul, aunque era verdadero hbito de cofrades de las procesiones, all erala figura en que se espresaban y daban a conocer los necios ms impertinentes de los pueblos,que no hubo otra tan eficaz; y que slo les faltaba para la perfecin de lo sinificado el estar en

    sus cabildos

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    ; que all no se poda ver, porque estaban en las calles.Repliqu yo, ponderando la sutileza de los antojos: Pues, seor, a los mismos cofradesen qu figura los hemos de conocer?

    En la de los necios dijo l. Pero, por no confundir las profesiones, tratos y estadosque tienen las suyas proprias, no se vistieron de ellos en esa vista. Porque en todos hayinfinitos necios, y no todos son cofrades, y a ellos basta conocerlos cuando verdaderamentevan revestidos de s mismos, fuera de215 que se guard el decoro al instituto, celo y devocin;que eso siempre es prudente cuando es como se debe, y loable en quien se halla conprudencia y sin mezcla de impertinencias indecentes.

    Seor mo le dije, cmo no vemos aqu, con estos antojos, eclesisticos? Que noes posible dejen de andar algunos que lo parezcan en su forma peculiar, como las demsgentes.

    Y respondi:Porque sa haba de ser de ngeles, y no la merecen nuestros ojos; y, para

    reverenciarlos, en cualquiera debemos216. Y ellos no se dejan sobajar217 mucho de la vistahumana, ni nuestra lengua ha de tocar de sus acciones ms que alabanzas, por las soberanasventajas que nos hacen en su oficio. Y, as, toda descortesa con ellos, fuera de tener tanto deimpo y temerario, es ruda grosera y vileza de nimo, como 218 su respeto fue siempreespiritual y temporalmente de interese219 para el honor y reputacin.

    Cierto que quisiera dije haber visto esta tarde algn seor, para ver si son lo quetodos vemos y parecen, o si en figura suya andan otros.

    Vuesa merced no quiera replic que le haya costado trabajo el verlo, que yo se lodir: ni son lo que se ve ni es lo que parece; porque es ms y es menos: menos el dinero quela ostentacin, y ms la ostentacin que el dinero. Que el mayor seor no es hoy sino unesclavo de sus obligaciones. Por ms cierto tengo que en figura suya andan, o quieren andar,muchos que, vistos sin el reparo de esos antojos, no dirn sino que son seores, y, miradoscon220ellos, son figuras.

    Hoy, seor Licenciado dije yo, cada uno puede ordenarse de seor a ttulo de sudinero, que es el alma de la honra que corre, aunque tirano de la razn. Pero, cediendo estamateria a los ms especulativos, no sabe vuesa merced qu me espanta?: Que no he vistodueas.

    212 En el orig.: a.213 Para.214 Comunidad.215 Aparte de, adems de.216 Debemos reverenciarlos en cualquier figura.217 Manosear, sobar.218 En tanto que.219 En el orig.: intereses.220 En el orig: sin.

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    decir mal de otros, si la noche no se fuera haciendo hermana, porque pasaba ya de prima 232;conque tratamos de decender a tiento, porque los antojos slo servan de alumbrar de lascosas y a su dueo entonces de ver que aquella es verdadera escalera, que no se lo parece atantos.

    Reservando yo para abajo saber, si fuese posible, el misterio de curiosidad tan

    importante, nueva y cierta, parose el seor Licenciado y dijo:Vuesas mercedes no se desconsuelen de ver cun ciegos estn; que el tiempo que correes tal, que para la conciencia, la salud y el descanso no es de poca importancia, y el mismotiempo corre de manera que se nos pierde de vista.

    Tampoco se afrenten vuesas mercedes de parecer que no la tienen233; que el mundo estciego, y no es mucho234 que l haga ciegos a los que no lo siguen. El cual no es otra cosa queun teatro en que se representa la comedia o farsa de la vida humana, y el vestuario235 la tierra,de donde salimos a representar vestidos de hombres: ste el rey, aqul el pastor, el otro elmercader y, as, cada uno su figura; siendo los que miramos unos a otros, y todos ciegos,pues no vemos ni conocemos lo que somos hasta que nos volvemos a desnudar al vestuariode la tierra y al nada que antes236, depsito comn destos trajes, hasta el da en que se dcuenta237 de la accin que a cada uno se le encarg.

    Los unos procuramos hacernos ciegos a los otros. Nosotros mismos nos hacemos ciegos.A los monarcas, a los reyes, a los prncipes y grandes seores y, de ah abajo, a todos los

    que tienen dominio, qu pretende el criado, el vasallo y todos los dems que los tratan,que238hacerlos ciegos? Y stos, no estn ciegos, pues no ven que la ruina que previenen escomn? Y esas potestades, qu procuran, sino hacer ciegos a sus inferiores y sbditos en susacciones? Unos monarcas a otros, no se esfuerzan, por sus particulares fines, a hacerseciegos stos a aqullos?

    El padre hace ciego al hijo (y aun fuera bien que lo fuera, para no aprender los vicios queve en el padre) para gastarle el mayorazgo239. Y el hijo hace ciego al padre para robarle lahacienda. El hermano al hermano, el amigo al amigo, porque lo es ms de su mujer o sudinero.

    El procurador, el agente y los dems oficiales de estirar pleitos todo lo que puede dar des el cuero de la bolsa240, hacen ciegos para esto. El abogado, no hace ciego al pleiteantedndole a entender que tiene justicia241, o que sin ella tendr buen suceso? Cuntos jueces(de los malos hablo) ya no slo nos hacen tuertos 242, pero243 ciegos nos quieren hacer,oscureciendo las leyes o por interese o por pasin! Y aun ellos se hacen ciegos muchas veces

    232 Pasadas las ocho de la tarde.233 Vista, se entiende.234 No es raro.235 El vestidor236 De antes, anterior.237 El del Juicio Final.238 Sino.239 Herencia.240 La hacienda de los pleiteantes.241 Le asiste razn legal.242 Agravios, injusticias.243 Sino.

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    a los regalos que reciben sus mujeres, que, como parte ms flaca dende244 el principio delmundo, se nos da por all la batera245.

    Echbanse los ojos a las leyes, ya se echan al dinero; y as, no hay ojos para las leyes.Pnense en muchas cosas, y, as, faltan para ver las que importa. Qu ha de hacer de vista elcorregidor para gobernar con rectitud, si la mujer o la hija le sacan los ojos por galas? Pues,

    hasta las varas

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    tenan ojos un tiempo, y era necesario para que no lastimasen sin razn nipiedad, ni se viviese sin recato. Ya las varas son bordones que slo sirven de arrimo, desustento y de defensa.

    El len dicen que, muchas veces, aunque tiene los ojos abiertos, est durmiendo, yentonces el nombre le guarda el sueo247; conserva su autoridad248 la opinin sola de quien es,imagen de muchos prncipes. Ojos tiene la justicia, pero duerme a ratos; su nombre soloconserva su respeto. Bien atendi la ley a esta ceguera, pues no slo quiso que hubiese vistaen las causas, pero revista. Mas las vistas del mundo, seores, son hoy todas de aduana; queslo tienen el nombre.

    Todo este sentido, y aun los dems, estn reducidos al tacto: hoy se juzga a ciegas, secura a ciegas (aunque sanan249 pocas) y se vive a ciegas.

    Y decendiendo a lo ms menudo y particular, vuesas mercedes no ven cmo se anda unministro de justicia buscando ladrones y, estando entre ellos y conocindolos, no los ve,aunque se entre por las plazas y los juzgados, y ande en s?

    Los alguaciles de vagabundos, no son ciegos, pues no se prenden a s mismos?Los mercaderes, no hacen ciegos a los merchantes250, hurtndoles de la medida y peso?

    Y ellos, no estn ciegos pues no ven que se pierden por aquel camino, y que se los lleva elDiablo por peso y medida?

    El regatn251 nos hace ciegos vendiendo gato por liebre, pudiendo l estar vendido (quede ah vino el nombre en modo superlativo); y muchos nos hacen ciegos queriendo que noveamos cmo son regatones. Pues hasta las verduleras no slo os hacen ciegos (quvergenza!), pero mudos; que llevndoos a ms de las posturas252 y dndoos malo por bueno(porque nadie da de lo que no tiene) os mandan que lo calleis, y lo callis y os perjuraismuchas veces.

    Los avaros, pues, no quieren hacer ciegos ascondiendo su dinero de manera que ni aunellos lo ven?

    Los astrlogos son ms ciegos que todos, porque no slo no ven que no ven, pero dicenque ven lo que an no se ha visto, ni se ha de ver las ms veces, dando a entender que hacenparar al Sol para tomarle la medida. Y no es mucho que estn tan ciegos los que, aun en lastinieblas, comunican siempre con tanta luz.

    Pues ya los alquimistas, es cosa perdida y aun forzosa en ellos la ceguera, pues slotratan con humo y en humo, pegando su achaque253 a otros en sus promesas: enfermedad

    244 Desde.245 Nos buscan por all la ruina. Dar batera es castigar las defensas con la artillera.246 Ministro de justicia, por la vara que usaban como signo de su profesin.247 Le protege.248 En el orig.: au | autoridad.249 Recuperan la vista.250 Traficantes, intermediarios. El autor parece establecer tres niveles: el mercader, que aporta el gnero, elmerchante o mayorista y el regantn o detallista.251 El que vende comestibles al por menor, tendero.252 Precios establecidos.253Dolencia.

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    antigua de privados254. Y tambin hay alquimistas de amor, ciegos al torno como su amormental, y ciegos en los huesos y en el espritu; estos son los devotos de monjas, a quiensucede particularmente si son casados lo que al perro de Esopo: que dej el pedazo decarne verdadero por la sombra de l cuando pasaba el ro; pues no es otra cosa lo que ellosapetecen y quieren que sombras de carne.

    Los que no tienen para qu hacernos ciegos, ni lo son ellos para esto slo, son los sastres;porque sos roban a ojos vistas y est reducido a prtica de su esamen255. Ni las hijas destetiempo a sus madres, porque ambas pecan a coros, y de mancomn y a voz de uno256.

    Los maestros de armas son verdaderamente ciegos, y no diestros como ellos quieren, y loque muestran es a ser ciegos con riesgo de la vida, pues quien menos ve en la ejecucin esquien ms aprendi en la terica.

    Por cuntas cosas nos hace la fuerza, o las obligaciones, o el respeto pasar ciegos porrazn de estado, aunque sin razn muchas veces. La lisonja, el miedo, el apetito, los celos, lasoberbia, cualquiera pasin, el amor propio, los aos, los serenos y los hipcritas nos hacenciegos. Y estos postreros son los que ms ciegos hacen, y aun al mismo Dios parece quequieren hacer ciego.

    Quin piensan que son los que slo no estn ciegos? Los que corporalmente no ven enel mundo, porque stos, en efeto, son solos los que ven que no ven, aunque entre ellostambin hay su hipocresa de ceguera, as porque muchos se hacen ciegos para ganar su vida,como porque la ganan rezando de ostentacin y a voces: pretexto poltico muy practicado enestos tiempos.

    Nosotros mismos, considrese en todos estos si nos hacemos ciegos: el rico se hace ciegocon el pobre, y aun sordo y endemoniado por no darle limosna. Y el pobre con su mismapobreza, pues no ve que es pobre para no ser soberbio. El regidor se hace ciego con suscompaeros porque ellos se hagan ciegos con l y se aprovechen todos. Cuntos maridosentran en casa y no ven los regalos y visitas que hallan en ella! Y cuntas mujeres hay queno pueden ver a sus maridos! Y porque se vea cun por ciegos nos tenemos unos a otros,advirtase que todos pecamos sin creer que unos a otros nos veamos.

    Midi el buen Licenciado su discurso con la escalera, de modo que cuando llegamos a lapuerta de la torre pareci que dio fin a l. Salimos fuera, rogando al portero que nos abrieselas dems, y, llegando a la ltima, antes que se despidiese de nosotros, quise preguntarle loque tan justo era saber despus de haber visto tanto. Pero previno mi deseo con decir:

    Seores, yo soy el Maestro Desengao. Vivo siempre por las torres ms altas,particularmente donde hay relojes, porque en lo que ellos quitan doy yo avisos deimportancia; que, en otra parte, aunque todos me desean, nadie me admite, porque tiene muymala cara el desengao: ya vuesas mercedes me ven. Estos antojos los labr la Esperiencia, elvidrio es de la misma Verdad; porque, aunque el de Venecia es muy claro, es demasiado desutil, y all, como todos los antojos son de ambicin, turban la vista mucho. Nadie usa dstos,porque todos se guan por los suyos.

    Yo le dije:Seor Maestro, mucho estimo haber conocido a vuesa merced. Suplcole me diga si en

    esta ciudad sola obran sus maravillas esos antojos, o en lo257 restante de Espaa tambin.Para todo el mundo son me respondi, porque todo el mundo es uno.

    254Se refiere a los privados del Rey, que se enriquecan con el cargo.255Los gremios tenan establecidos exmenes para pasar de oficial a maestro.256Al unsono.257En el orig.: la.

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    Tambin me diga vuesa merced le repliqu si podr cada uno verse a s con ellos.A eso no me atrevo dijo l, porque nadie se ha desengaado hoy de s, ni se ha

    querido conocer; que eso lo tiene todo tal258. Bien s que, si se viera a un espejo que yo tengo,no se haba de poder encubrir de s, por ser capaz de verse un hombre todo, dentro y fuera;que, en efeto, los espejos se hicieron para verse y componerse a s, y los antojos para ver y

    conocer a otros.Penetrado me haba el humor mi compaero259, que, sin dejarme responder ni acetaroferta as estimable260, dijo:

    Este caballero viene cansado como aquel que bien lo saba, y es bien llevarlo a suposada. Vuesa merced, seor Maestro, se quede a Dios261, que tiempo habr para buscarle.

    No estaba bien el culto, o bravo, con tanto desengao; que era hora de cenar y, en fin, loscultos, bravos o mansos, suelen tener ganas de comer y aun no tener qu las ms veces.

    Dej el Desengao para otro tiempo, como todos, sin atreverme a saber en qu figura meva l a m con sus antojos, pero dile las gracias de lo que comigo haba hecho, y fuime conmi amigo, ya menos urbano y familiar porque iba ms mohno y desengaado, y tan deseosode dejarme como yo de tripularlo262a l, aunque no era figura de mal manjar. Comenc yo,medi l y acabamos ambos. Djome, con todo eso, su posada, con mucha seguridad de queno le buscara, y no me pregunt la ma por hacerme merced de no buscarme. Pero quedamosde vernos en la otra vida; que l no deba ir para sta ni me dejaba menos que para la otra.

    Llegu al mesn ya tarde, sin preguntar por mi mula porque no me dijesen que estabaall. Pero, en fin, fui a ver si me haba hecho alguien merced de llevrsela, para bendecir alladrn y tenerle lstima; que l se iba perdonado y aun con muchos mritos de aadidura.Pero hallela tan cosa ma todava como lo dems que lo es miren cul es todo y cmo erren creer que me pudo fallar!; tanto la tema, an lo poco que me dur el volverla al traidorde su dueo y restituirme yo a mi primero ser.

    Si vuelvo a ver a mi maestro le pedir la palabra del espejo, y si la cumple con la obra yme viere en l, dar parte a todos puntualmente de cul263 me viere.

    258Todo individuo.259Su presuncin.260Tan estimable.261Con Dios. Es frmula de despedida.262Desecharle, despedirle263Cmo, en qu figura.