Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

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    "El resplandor del polo de Manhattan": Fantasma y ciudad en "Pena de extrañamiento" de Enrique

    LihnAuthor(s): Juan Medrano-PizarroSource: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Año 27, No. 53 (2001), pp. 129-141Published by: Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar"- CELACPStable URL: http://www.jstor.org/stable/4531153Accessed: 27-04-2015 00:51 UTC

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

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    REVISTADE

    CRITICA

    LITERARIA

    LATINOAMERICANA

    AiioXXVII,N0 53. Lima-Hanover, er. Semestre del 2001, pp. 129-141

    EL

    RESPLANDOR DEL

    POLO DE

    MANHATTAN :

    FANTASMA Y

    CIUDAD

    EN PENA

    DE EX'TRANAMIENTO

    DE

    ENRIQUE

    LIHN.

    Juan

    Medrano-Pizarro

    Dartmouth

    College

    El

    punto ciego

    del

    ojo

    mira a

    una ciudad

    en

    la

    que quiero

    vivir

    inexistente,

    con

    sus casas

    fantasmas

    Enrique

    Lihn,

    Pena de extrafiamiento'

    La ciudad ha

    constituido

    la

    metafora

    y

    la

    escena

    privilegiada

    de ese

    poeta-flaneur que

    fue

    Enrique

    Lihn. Poesia de

    paso2

    de

    1966,

    Paris,

    situaci6n

    irregular3

    de

    1977,

    A

    partir

    de Manhattan4

    de

    1979,

    El

    paseo

    Ahumada5

    de 1983

    y

    Pena

    de

    extranamiento de

    1986,

    constituyen pruebas

    elocuentes

    de

    la

    importancia que

    el te-

    ma

    y

    el

    problema

    de

    la

    ciudad tienen

    en

    la escritura lihneana.

    Diarios de un

    viaje

    en el recuerdo

    que

    subvierte

    las

    convenciones

    de todo naturalismo

    realista,

    y cualquier

    aiioranza de tintes ro-

    manticos,

    escribir

    la

    ciudad fue

    para

    Lihn construir la

    imagen

    fan-

    tasmatica

    de

    una

    urbe

    espectral

    localizada

    fuera del

    tiempo y

    del

    espacio;

    una

    ciudad

    inexistente ,

    como decia

    en la cita

    inicial,

    que,

    pese

    a su caracter

    utopico,

    dibuja

    en el entramado de

    sus calles el

    lugar donde se define la subjetividad del poeta y las condiciones de

    enunciaci6n

    de su escritura.

    Leyendo

    Pena

    de

    extraiamiento,

    poe-

    mario

    que

    cifra

    el itinerario de

    Lihn

    por

    Barcelona,

    Toronto

    y

    Manhattan,

    entre los

    afios 1979

    y

    1981,

    este

    articulo

    quiere

    estu-

    diar la

    logica

    del

    fantasma

    que

    sostiene

    en el

    poemario

    la construc-

    ci6n de la

    escena

    urbana desde

    el contexto

    implicito

    de

    lectura

    que

    define en

    la

    poetica

    lihneana

    el

    problema

    de la

    memoria

    y

    su

    capacidad

    de

    evocaci6n

    en el

    lenguaje.

    Desde

    el interior

    de

    un

    texto

    que

    en

    principio

    puede

    catalogarse

    como un

    diario de

    viajes,

    mi

    trabajo

    se

    propone

    analizar:

    1)

    la dialectica

    entre

    el

    presente

    y

    la

    memoria,

    entre

    la

    visi6n

    y

    la

    mirada

    que

    articula en Pena de

    extranamiento la imagen fantasmatica de la ciudad; 2) definir alli

    el

    estatuto

    del

    sujeto

    po6tico

    y

    las

    condiciones

    de

    emergencia

    de su

    escritura;

    y

    3)

    explorar

    la

    filosofia

    de

    la

    historia

    que

    subyace

    al

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    3/14

    130

    JUAN

    MEDRANO-PIZARRO

    poemario.

    Z,Como

    se

    escribe en Pena de extrahamiento la

    imagen

    de

    la gran

    ciudad?

    ZCuail

    es el

    tiempo y

    el

    espacio

    del

    fantasma

    que

    materializa en el

    poemario

    la

    imagen

    urbana?

    ,Cuailes la

    econo-

    mia de la

    mirada

    que

    sostiene

    alli

    la

    vision

    del

    fantasma

    de la

    ciu-

    dad?

    LCo6mo

    e define

    en esa

    imagen

    el

    lugar

    del

    poeta y

    el

    de

    la

    poesia?

    ZQue

    sentido

    adquiere

    la

    historia

    en esta

    experiencia?

    Como lo ha

    puesto

    de manifiesto toda una

    tradicion

    critica

    de-

    dicada

    al estudio de la modernidad

    -me refiero a la escuela

    de

    Frankfurt,

    concretamente a Walter

    Benjamin y

    sus lecturas

    de

    Baudelaire6,

    pero

    tambien

    a su

    precursor

    George Simmel7;

    asi

    co-

    mo a los trabajos de Raymond Williams8 en la tradicion marxista,

    y

    mas

    recientemente a

    Carl Schorske9

    y

    Marshall

    Berman 0;

    o en

    el

    campo

    del

    hispanismo

    peninsular,

    a

    Jose

    Munioz

    Millanes

    y

    Dio-nisio

    Canas

    y,

    en

    America

    Latina,

    a los

    luicidos analisis

    de

    Angel

    Rama , Jorge

    Schwartz'4

    y

    Julio Ramos - la ciudad

    y

    el

    imagina-rio

    que dibuja

    la vida urbana

    constituyen

    el territorio

    que

    define como moderna a la

    poesia.

    Sin minusvalorar los

    importantisimos

    aportes

    de

    esta

    tradicion

    critica de corte

    historico-social,

    desmontar la

    logica que

    sostiene en

    Lihn la

    construccion

    fantasmatica de la escena urbana

    exige,

    sin

    embargo,

    fundar el

    analisis

    al interior

    del

    problema que

    define su

    poetica

    de la memoria. Como

    lo ha

    senialado

    el mismo Lihn en

    sus

    ya clasicas conversaciones con Pedro

    Lastra,

    sus textos se

    postu-

    lan como

    negaciones del

    presente extratextual en

    nombre de

    un

    mundo

    que construye la

    memoria en el

    lenguaje '6.

    Sea

    en

    la evo-

    cacion de la

    edad de oro de la

    infancia, como en La

    pieza

    oscura17,

    su

    primer

    libro de

    importancia,

    o

    de la

    plenitud de un

    encuentro

    amoroso,

    como en

    Poesia de

    Paso, premio Casa de

    las Americas de

    1966,

    o del itinerario

    de un

    viaje a

    Europa en

    Par's,

    situacion irre-

    gular,

    o

    incluso de la

    misma

    muerte,

    como en Diario de

    muerte'8,

    su

    ultimo y

    p6stumo poemario, escribir

    fue para

    Lihn construir la

    memoria

    de una

    (im)posible

    comuni6n entre el

    sujeto

    poetico

    y el

    objeto de

    la

    representacion, materializar

    en la letra de sus

    poemas

    el

    espacio

    de un

    encuentro/desencuentro

    que, por un lado,

    hace

    evidente la

    imposibilidad de la

    experiencia en el tiempo, y,

    por el

    otro, y

    a

    su

    vez, tiende a

    denegar la

    afirmacion

    de esa

    impo-

    sibilidad

    en la

    medida en

    que

    memoria y poesfa

    obtienen el efecto

    de la

    experiencia evocada en

    la imagen de

    un

    fantasma que

    solo

    se

    sostiene

    en el

    enunciado de su

    desaparicion.

    Estudiar

    la imagen

    de la

    ciudad que construye

    Pena de extra-

    hamiento

    exige perderse, o

    mejor, extrafiarse en

    el

    laberinto tex-

    tual

    que articula

    esta poetica del

    (des)encuentro y

    enfrentar

    alli el

    fantasma de

    una

    ciudad

    que, brillando en

    el fulgor de un

    instante,

    el

    resplandor

    del

    polo

    de

    Manhattan

    (23) que

    dinra

    Lihn, no

    solo

    subvierte la

    geograffa

    de

    toda

    reduccion

    sociologica,

    sino

    tambien

    cuestiona la

    concepcion

    historicista del

    tiempo como

    devenir lineal.

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    4/14

    FANTASMA

    Y

    CIUDAD

    EN

    PENA

    DE

    EXTRANAIENTO

    131

    La

    critica

    lihneana,

    me refiero

    a

    Carmen

    Foxley19,

    Oscar

    Sar-

    miento20,

    Luis

    Correa-Diaz2'

    y Adriana

    Vald6s22,

    entre

    muchos

    o-

    tros,

    coincide

    en

    catalogar

    Pena

    de extranamiento

    como un

    diario

    de

    poemas .

    Un

    breve

    resumen

    del

    poemario

    parece

    avalar esta

    a-

    preciacion.

    Pena

    de extranamiento

    narra

    el itinerario

    de

    un viaje,

    una

    caminata

    de

    la

    mano

    de Lihn

    por

    la

    ciudad:

    visitas

    al

    Metro-

    politan

    Museum

    y al

    MOMA,

    cuadros

    de

    Kandinsky,

    Degas

    y

    Otto

    Runge,

    esculturas

    de

    Joseph

    Cornell,

    una

    conferencia

    en Columbia

    University,

    una

    comida

    en

    la

    cafeteria

    de las Naciones

    Unidas,

    y

    por

    la

    tarde

    peliculas

    en

    el

    Village.

    En

    Barcelona

    se trata

    de

    un

    periplo nocturno por el mundo prostibular, travesti, de las ramblas

    y

    el

    barrio gotico.

    Un

    itinerario

    que,

    con

    las variables

    propias

    de

    la

    geografia,

    se

    repite

    en

    Toronto.

    Mas

    alla

    de

    la

    continuidad

    que

    impone

    en el

    recuerdo

    la naturalizaci6n

    realista

    del paisaje

    urba-

    no, propia

    de

    un diario

    de

    viaje, entrar

    en

    la

    ciudad

    que

    construye

    el poemario

    es para

    el lector,

    sin

    embargo,

    enfrentar

    desde

    el

    prin-

    cipio

    del texto

    una

    aporna

    que

    cuestiona

    la

    posibilidad

    misma

    de

    esa experiencia

    en

    el tiempo.

    ,Como

    y d6nde

    fundar

    la realidad

    de

    la experiencia

    urbana

    si,

    como

    sostiene

    Lihn

    citando

    a Eliot,

    todo

    tiempo

    es

    presente 23,

    y ese

    presente

    no puede

    vivirse

    en

    el

    entra-

    mado de la

    memoria,

    espacio

    de lo

    siempre

    otra

    vez igual,

    y reco-

    nocido sitio de lo no vivido 24para el poeta?

    La

    cita a

    Eliot es significativa.

    Como

    en

    Burnt

    Norton ,

    el

    pri-

    mero

    de

    sus

    Four Quarters 25

    el tiempo

    se

    erige

    en el

    poemario

    como

    una

    barrera que

    hace

    imposible

    la

    relaci6n

    entre

    el

    sujeto

    y

    el objeto

    de

    la

    representacion.

    Pena

    de extraiiamiento

    define

    su

    problema

    y

    su

    programa

    en el umbral

    que

    traza

    en

    el

    texto

    esta

    contradiccion

    entre el presente

    y

    la memoria.

    Si

    al decir

    de

    Lihn,

    esta

    ciudad

    no

    existe

    para

    ml ni yo

    existo

    para

    ella

    alli

    en

    ese

    punto

    donde

    los tiempos

    convergen

    bajo

    la

    especie

    de la

    Dura-

    cion (9),

    dar

    cuenta

    de la experiencia

    urbana

    sera para

    Lihn

    fun-

    dar la

    contemporaneidad

    de un tiempo

    y un espacio

    que haga

    posi-

    ble

    la

    coexistencia

    del

    poeta

    y

    la

    ciudad.

    Las

    preguntas

    de Lihn no

    pueden

    ser mas

    claras:

    Z,c6mo

    romper

    el hielo

    que

    lo separaba

    de

    todo (12)?

    ,Como

    estar alli

    en la

    misma

    ciudad que

    el

    operador

    ausente (12)?

    0 dicho de otra

    forma 4Co6mo

    onstruir

    un

    tiempo

    y

    un

    espacio

    que permita

    la

    relacion

    entre

    el sujeto

    y

    ese

    objeto,

    que

    en la representacion

    textual

    es la

    ciudad?

    Fotografias

    instantaneas

    de la escena urbana,

    Pena

    de

    extrafia-

    miento parece

    documentar

    mimeticamente

    el

    espectaculo

    optico

    que

    ofrece al

    viajero

    la ciudad.

    El

    poeta-flaneur

    camina,

    ve

    y

    escri-

    be;

    el

    lector

    ingenuo,

    lee

    y

    cree

    ver una ciudad:

    el puente

    de

    Brook-

    lyn,

    Grand

    Central Station,

    Sitges,

    Christopher

    Street.

    El

    meca-

    nismo

    de la

    Ekfrasis26

    naturaliza

    en el

    poemario

    la relacion

    entre

    la vision y

    la

    escritura.

    Pero atencion,

    la ciudad

    no es en

    Pena

    de

    extranamiento

    el

    espacio

    de la vision

    sino el lugar

    de la

    mirada.

    Caminar

    con

    el

    poeta

    por

    la

    ciudad

    no

    es

    ver,

    sino

    ser

    mirados

    por

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    5/14

    132

    JUAN

    MEDRANO-PIZARRO

    lo

    que

    el texto

    denomina la

    mirada

    gratuita

    (48)

    e invisible

    del

    Ojo del

    Laberinto

    (47),

    una mirada

    glacial,

    un

    cuchillo

    que podia

    desprender

    el alma

    del

    cuerpo

    (12).

    Esa mirada

    que

    Merleau-Pon-

    ty27no

    dudaria

    en

    llamar

    la

    mirada

    primordial, y

    Lacan28

    a

    mirada

    del

    Otro,

    inscribe

    en

    el texto el corte castrante

    fundador

    de la

    tem-

    poralidad. En

    efecto,

    el

    Otro

    que

    presupone

    esa

    mirada,

    al decir

    de

    Lihn,

    Alguien

    que

    no se

    ve,

    doblando

    las

    apuestas

    a un lado

    y

    otro

    con su

    sola

    presencia hilarante

    (24),

    no

    solo

    interpela

    al

    poeta

    por

    sus

    garantias

    de

    pertenencia

    a la

    ciudad,

    lo

    que

    el texto llama

    el

    aval de sus

    antepasados

    (9),

    sino

    tambien

    inscribe

    en el

    sujeto

    la

    consciencia de la muerte. Vivo de la vision que la ciudad me ofre-

    Ce , escribe

    Lihn,

    porque

    aunque

    estoy

    vivo

    y

    ella

    que

    tanto

    ha

    muerto se

    sabe

    eterna/ mirandola

    algo

    pago por

    verla,

    saber

    que

    no

    estare

    cuando

    ella sea

    aun

    (47).

    Lejos

    del

    confort

    itinerante

    y

    descriptivo

    de un

    diario

    de

    viaje

    ver

    la

    ciudad

    fue

    para

    Lihn

    en

    Pena

    de

    extranamiento

    enfrentar ese Otro

    absoluto

    que

    presupone

    la

    muerte,

    y

    en

    el,

    la

    pregunta

    impllcita

    por

    su deseo:

    ,que

    soy

    a

    los

    ojos

    de la

    historia?

    0

    para

    decirlo a

    la

    manera

    de

    Lihn:

    ,que

    quiere de mi

    esa

    figura

    espectral

    que

    me

    mira con

    sus

    ojos

    de nie-

    ve

    (24)?

    En

    contraste

    con

    el

    estatuto casi

    siempre placentero del

    turista,

    el poeta es en Pena de

    extranamiento

    un sujeto alienado y extra-

    niado en

    el

    tiempo; un ser

    carente

    de

    cualquier

    aval

    o

    garantia

    con la

    que colmar

    el

    vacio

    significante

    que

    abre la

    interpelacion de

    la

    historia.

    Fundadora

    de la

    temporalidad, la

    mirada de

    ese Otro

    traza

    en

    el

    texto

    un

    limite

    absoluto, un

    corte

    insubsanable

    (8) al

    decir

    de

    Lihn, entre el

    presente y la

    memoria, entre el

    poeta y la

    ciudad;

    un

    agujero que

    escapa a

    toda

    posibilidad

    de

    simbolizacion:

    un

    hueco ,

    como

    nos

    dice

    Lihn,

    que

    yo mismo no

    podia

    llenar con

    las

    anotaciones

    de mi

    diario

    de

    viajes

    (10).

    Z,Como

    nscribirme

    en

    la

    ciudad?,

    se

    pregunta el

    poeta.

    ,Como

    obturar en

    la

    representa-

    cion

    ese

    hueco

    que

    abre

    la

    mirada

    del

    Otro?

    Incapaz

    de

    responder

    a estas preguntas, el poeta en Pena de

    extranamiento

    vaga por el

    texto

    y

    la

    urbe

    en

    un

    movimiento

    oscilante

    que

    remite a dos

    tiem-

    pos

    incompatibles: el

    presente

    de su

    orfandad y la

    memoria

    de una

    ciudad

    que se

    niega

    a

    reconocerlo

    simbolicamente.

    Del

    Village

    a

    Brooklyn,

    de las

    ramblas a

    Sitges,

    Momentos

    antes

    (11), o

    dema-

    siado

    tarde,

    situado

    siempre

    entre

    un

    llegar y un

    no

    salir, el

    poeta,

    nos

    dice el

    texto,

    oscilaba

    de un

    lado al

    otro

    aunque

    este fen6meno

    pasaraJ

    desapercibido

    (12).

    La

    pena de

    Pena de

    extrahamiento

    no es,

    sin

    embargo,

    solo

    castigo y

    exclusion en

    la

    historia,

    sino

    tambien

    dolor,

    melancolia

    y,

    sobre

    todo,

    duelo.

    En

    la

    elaboracion

    de

    un

    duelo, un

    proceso

    que,

    como nos recuerda el psicoananailisis, no consiste en un olvido sino

    en

    la

    elaboracion

    de un

    objeto

    suplente con

    el cual

    colmar

    una fal-

    ta en

    lo

    real, Pena

    de

    extraiamiento

    va a

    construir

    para

    ese

    poeta,

    apenado

    y

    extrafiado

    en

    el

    tiempo, la

    imagen

    fantasmaitica

    de

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    6/14

    FANTASMAY CIUDAD

    EN PENA

    DE EXTRANAMIENTO

    133

    una ciudad

    alternativa,

    capaz, por

    un lado,

    de acoger

    al poeta y,

    por

    el otro, de

    cancelar ese

    vacio que inscribe

    en

    la

    muerte

    la

    interpelacion

    de

    la

    mirada

    fundadora

    de

    la

    historia29.

    Esa ciudad

    espectral tendra'

    en Lihn

    un

    caraicter

    estrictamente

    imaginario.

    Pese

    a ello, es importante

    destacar,

    sin

    embargo,

    que

    la

    ciudad

    fantasma

    que busca

    construir

    el poemario

    escapa a ese

    estereotipo

    osificado

    en la

    memoria que

    supone

    la

    tarjeta postal,

    lo que

    Lihn

    ha

    llamado

    el

    cansado recuerdo

    de sus

    libros

    de estampas 30.

    Lejos del

    facil recurso

    a

    la

    postal,

    documento

    para Lihn

    de una

    memoria no vivida ,

    construir

    la

    imagen

    de esa

    urbe

    alternativa

    es para el poeta: Un trabajo que Hercules no se soniaba en franca

    competen-cia

    con

    la

    meditacion

    trascendental

    (9). Si el

    tiempo es

    la dimen-sion

    que aliena al

    sujeto

    del objeto,

    si

    la

    historia

    hace

    imposible la coexistencia

    del poeta

    y

    la

    ciudad,

    escribir

    la

    imagen

    de esa ciudad

    fantasma sera

    para Lihn construir

    en el poemario

    una urbe espec-tral localizada

    fuera del

    tiempo y

    del espacio,

    anacr6nica

    e intem-poral

    (27),

    como

    apunta el

    texto. Esta

    otra

    ciudad alternativa y

    fantasmatica,

    nos dice

    Lihn: existe

    para mf

    en la medida

    en

    que

    logro destemporalizarla,

    desalojarla

    por unos

    contrasegundos

    de la convencion

    que marca

    el reloj

    (9).

    Distanciandose

    de toda

    concepcion

    realista

    de la representacion

    como naturalidad de acceso al objeto en tanto presente y, al mismo

    tiempo,

    de toda idealizacion

    romantica

    de la capacidad

    evocativa

    del

    sujeto

    en

    la

    memoria

    (no

    nos olvidemos que

    el

    corte fundador

    de la historia

    tiene

    en Lihn

    siempre

    un caracter insubsanable ),

    construir la imagen

    de

    una ciudad

    capaz

    de

    acoger

    al

    poeta,

    sera

    para

    Lihn, en

    Pena

    de

    extranamiento,

    edificar en el texto la

    ima-

    gen

    de una

    urbe

    utopica

    inexistente

    en

    su

    atemporalidad.

    Si

    todo

    tiempo

    es

    presente ,

    y

    ese

    presente

    no

    puede

    vivirse si-

    no

    en

    el

    espacio

    imposible

    de

    una

    memoria

    que

    se

    postula

    como

    no vivida ,

    construir

    la experiencia

    posible

    de la

    ciudad

    sera

    para

    Lihn,

    en

    Pena

    de

    extrafnamiento,

    escribir

    en el

    presente

    del

    texto

    lo

    que el poeta denomina una contrahistoria , la potencialidad de

    una

    memoria

    no vivida

    que

    realiza

    en

    la

    propia

    letra

    del

    poema-

    rio una historia

    virtual la

    historia ,

    como

    dirna

    Lihn,

    de

    lo

    que

    pudo

    ser 31.

    El fantasma

    de la

    ciudad

    que

    edifica

    Pena

    de

    extrafnamiento

    es

    el

    producto

    de

    una

    denegacion

    que

    afirma

    y niega

    a

    la

    vez el

    limite

    que

    constituye

    a

    la

    historia

    como

    sucesion

    lineal

    de momentos

    irre-

    petibles.

    Fuera

    de

    las

    convenciones

    del

    reloj ,

    como

    nos

    decia

    Lihn,

    ni antes

    ni

    despues,

    la

    imagen

    de esa

    urbe

    espectral

    surge

    en

    la

    escritura

    lihneana

    en

    lo

    preliminar

    de un

    tiempo

    que

    (no)

    pa-

    so:

    La

    ciudad

    (mi

    metafora) ,

    nos dice

    el

    poeta,

    diestra en

    despla-

    zamientos, huye de la palabra y uno se ve obligado a la preteri-

    cion

    (48).

    Una

    primera

    aproximacion

    a Pena de

    extrainamiento

    hace

    evi-

    dente

    al

    lector

    la

    importancia

    que

    tiene

    el

    imaginario

    cinematogra-

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    7/14

    134

    JUAN

    MEDRANO-PIZARRO

    fico en

    la construccion fantasmatica

    de la ciudad que desarrolla

    el

    poemario.

    Las numerosas referencias

    al cine

    -concretamente

    Gary

    Grant y Irene

    Dunne- y

    a las

    fotografias

    antiguas,

    no deben,

    sin

    embargo, confundirnos.

    Si

    bien en Pena de extraiamiento los

    mass

    media proveen

    al sujeto

    con

    un archivo

    imaginario

    con el

    cual

    cancelar

    la falta que

    funda su

    inscripcion

    en la historia, se

    trata

    siempre,

    como dice

    el

    propio

    texto,

    de fantasmas artificiales (7).

    En contraste

    con el ready

    made

    propio

    de la industria

    cultural,

    la

    ciudad utopica y espectral que

    busca crear Pena

    de extranamiento

    es el

    producto

    laborioso

    de una doble

    negacion que

    da consistencia

    positiva a una falta, un fantasma de carne y hueso (33), como nos

    dice

    Lihn.

    El oximoron de una

    figura que,

    subvirtiendo cualquier

    logica oposicional,

    irrealiza la

    regla que

    la

    confirma

    como si

    fuera

    su excepcion (33).

    Lejos

    de todo

    estereotipo, y

    de todo

    mimetismo

    documental,

    la ciudad fantasma,

    inexistente

    y atemporal, que

    construye

    la escritura

    lihneana

    esta

    hecha

    de

    nada, pero

    de

    una

    nada

    que

    encuentra en

    el texto

    una

    existencia material: La

    Olana

    en la que pernoctamos

    -nos dice

    el

    poema-

    es de nada/sus

    pie-

    dras brotan

    de una cantera

    de

    palabras (17).

    Escribir

    el fantasma

    de la ciudad

    fue

    para

    Lihn dar

    cuerpo

    a esa

    nada,

    construir

    un

    fantasma

    de

    carne y

    hueso

    capaz

    de

    suturar en una

    imagen

    el

    corte castrante de esa mirada que inaugura la historia.

    Pese a

    la

    contundencia

    argumentativa

    de mis afirmaciones an-

    teriores

    es

    importante

    decir

    ahora que,

    en

    efecto,

    Pena de extrana-

    miento

    es el diario de

    un

    viaje; pero

    atencion,

    se trata, como

    tam-

    bien

    lo reconoce

    la

    critica lihneana,

    del diario de un viaje por

    una

    ciudad fantasma. Un diario construido,

    no con los recuerdos muer-

    tos y estereotipados

    de la

    memoria,

    ni

    tampoco

    con las

    imagenes

    de un

    presente

    inmediato capaz

    de

    atraparse

    fuera de la

    media-

    cion

    que

    en el

    tiempo impone

    el

    lenguaje.

    El

    diario de la

    ciudad

    fantasma

    que

    es Pena de extranamiento

    esta escrito con aquello

    que

    escapa

    la rememoraci6n historica.

    Suerte

    de

    memoria de la

    memoria, o al reves, olvido de aquello que la memoria tiene de re-

    peticion,

    es decir

    de no vivida , el sujeto

    poetico -testigo de

    un ol-

    vido

    que

    no se escribe

    como memoria-

    construye su relato viajero

    con los recuerdos

    del presente cosas

    que no tuvieron

    por defini-

    cion

    un

    futuro (7),

    con los fragmentos

    de un todo

    que no lleg6 a

    ser

    tal,

    restos en el sentido mas opaco

    del

    termino,

    con los recuer-

    dos sin

    objeto

    ni sujeto (9).

    Leer

    Pena de extrafiamiento es enfrentar

    un poemario

    que pro-

    duce el efecto de

    un collage. Suerte de

    bricoleur o ekeko

    de la

    cultura

    -como se definia

    el mismo Lihn-

    el poeta arma y escribe

    el

    texto con

    los restos del discurso filosofico

    y literario,

    y con

    image-

    nes del presente y pasado ciudadano: citas impllcitas y explicitas a

    Freud,

    Lacan, Roger

    Callois, Bergson,

    Eliot, Blaisse Cendrars,

    Lewis

    Carroll,

    e incluso Maria Rosa Lida

    de Malkiel, poemas

    escri-

    tos sobre

    poemas,

    poemas sobre cuadros

    y sobre peliculas, asi

    como

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    8/14

    FANTASMAY

    CIUDAD

    EN PENADE

    EXTRANAMIENTO

    135

    imagenes

    tomadas

    directamente

    de

    la

    escena

    urbana.

    En todo

    caso, y esto

    es lo importante

    a destacar,

    se trata siempre

    de citas

    descontextualizadas

    que hacen decir

    otra cosa

    a su referente

    ori-

    ginal.

    En un

    proceso que

    ha estudiado

    magistralmente

    Walter

    Benjamin

    en sus

    Tesis de

    la

    filosofia de

    la

    histonia 32

    y en

    su tra-

    bajo sobre

    El origen del

    drama

    barroco

    aleman33,

    Lihn

    alegoriza

    la

    realidad

    del contexto

    material

    y cultural

    de

    la

    ciudad que

    consti-

    tuye

    el escenario

    de Pena de

    extraiiamiento.

    Lejos de

    la

    cita

    erudi-

    ta

    siempre

    dispuesta

    a captar

    la

    historia

    tal y como

    verdadera-

    mente fue ,

    la alegorfa,

    sostiene

    Benjamin,

    por un lado

    vacia su

    referente historico de todo contenido original y, por el otro, lo

    proyecta

    sobre

    el presente de la representacion

    en una imagen

    que

    articula un sentido

    no previsto

    en su contexto

    inicial. Pena

    de ex-

    trahamiento

    narra

    sin duda

    un viaje de

    Lihn por Barcelona,

    To-

    ronto

    y

    Manhattan, pero

    ese

    contexto ciudadano,

    presente

    extra-

    textual que constituye

    la experiencia

    de base

    del poemario, esta

    construido como

    una

    cita al pasado

    y a otros textos;

    un proceso de

    alegorizacion que

    extrafia

    la realidad

    de su

    referente en

    un de-

    tour

    dialectico

    que mortifica la

    memoria

    no vivida

    del objeto

    y, al

    mismo tiempo,

    redime

    en el presente

    del

    poemario

    la potencialidad

    de la misma como

    posibilidad

    de otro futuro.

    La alegori'a es

    la he-

    rramienta de ese arquitecto de ciudades fantasmas que fue Enri-

    que

    Lihn: el

    mecanismo que

    hace posible

    en su escritura

    la

    mate-

    rializacion

    de la historia

    de

    lo

    que

    pudo ser .

    Sus

    ladrillos,

    como

    decia

    antes,

    son los

    recuerdos

    del

    presente,

    cosas

    que

    no

    tuvie-

    ron

    por definicion

    un futuro (7), y

    agrego, porque

    ese

    futuro

    no es-

    taba inscrito

    en su contexto original

    sino como

    pura

    potencialidad

    virtual. Alegorizando

    la

    realidad

    del

    paisaje

    cultural

    y

    material

    de

    la ciudad,

    Lihn da

    vida, representacion

    textual,

    a una

    memoria

    no

    vivida de

    la ciudad anquilosada

    en

    imagenes

    y

    discursos

    estereo-

    tipados.

    La

    ciudad espectral que

    construye

    Pena de extraiamiento

    surge

    en el instante

    de

    una

    cita

    aleg6rica,

    en

    la

    que ,

    como

    nos

    dice

    Lihn,

    se

    juntan

    y se besan presente y pasado, labios incompa-

    tibles

    que

    ninguna

    comedia

    pudo

    reunir

    (8).

    Ni

    presente,

    ni

    me-

    moria,

    entonces

    sino

    el instante

    de

    un

    (des)encuentro,

    una

    cita

    espec-tral

    donde

    el

    presente

    es

    pasado y

    viceversa.

    Puede

    ser la

    imagen

    de

    una

    muchacha

    drogadicta,

    de

    una

    cole-

    giala

    o un mendigo,

    un

    cuadro de

    Degas

    o un travesti, poco impor-

    tan los

    contenidos.

    Trascendiendo

    todo referente

    concreto,

    ese

    via-

    jero

    que

    es

    el

    poeta

    en Pena

    de extraiiamiento

    se interna en la

    ciu-

    dad

    no

    para

    captar

    la

    realidad

    del

    presente

    urbano tal

    y

    como

    ha

    sido,

    ni

    tampoco para

    inventarse la

    memoria de una ciudad

    propia

    y

    exclusiva,

    sino

    para

    aduefiarse

    del recuerdo tal

    y

    como

    habria

    si-

    do,

    pero

    no

    fue;

    un

    recuerdo

    inexistente

    que

    relumbra,

    sin embar-

    go,

    en el

    presente

    del

    texto

    en el

    instante

    de una

    cita

    fantasmatica

    que

    condensa

    el

    tiempo

    en

    una

    imagen.

    La luz tematiza

    explicita-

    mente en

    el

    poemario

    el

    instante

    de esa

    cita. Es en

    lo

    que

    Lihn

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    9/14

    136

    JUAN

    MEDRANO-PIZARRO

    denomina

    la luz del

    sol de hielo

    resplandeciente

    (11),

    que

    inunda

    y da el tono

    de

    la

    escena

    urbana

    en el

    texto,

    donde

    el

    sujeto

    poe-

    tico,

    ciego en el

    resplandor

    del

    sol,

    busca la nada con

    la cual

    cons-

    truir el fantasma

    de su ciudad

    utopica.

    Es

    en las

    cristalizaciones

    preliminares

    (11)

    de

    esa

    luz,

    vespertina y

    matutina, firia

    y

    cdlida

    a

    la

    vez,

    que

    bania

    la

    superficie

    de la letra

    donde

    el

    poeta

    hace

    cel

    reconocimiento de

    como

    es lo

    que

    no

    es

    (8).

    Ajena

    al

    rigor

    de

    un

    antes

    y

    un

    despues,

    la urbe

    espectral

    que

    construye

    Pena de

    extra-

    hamiento

    toma forma

    en lo

    que

    el

    poemario

    denomina: el

    res-

    plandor del

    polo

    de

    Manhattan . La memoria no vivida

    de la

    ciu-

    dad, redimida ahora en el presente del texto, brilla alll en el flash

    instaintaneo

    de una

    imagen:

    Manhattan

    flotando en una

    palan-

    gana

    de

    agua

    heladal que

    emitfa un

    resplandor boreal

    para

    luego

    desaparecer

    en

    el

    (12).

    Ma's alla

    de la

    belleza

    indiscutible de la

    imagen,

    y pese

    a su to-

    no de

    conclusion,

    dar

    cuenta de

    la

    logica

    del

    fantasma

    que

    sostie-

    ne en el

    poemario la

    construccion

    de la

    escena

    urbana,

    exige

    del

    lector

    un paso

    mas,

    un

    ulitimo rodeo en nuestro

    viaje

    por

    la

    ciudad;

    porque

    la

    luz,

    atencion,

    no es en

    Pena de

    extranamiento

    sino

    el

    brillo de la

    pupila

    tras

    la cual se

    oculta

    la

    mirada

    invisible de lo

    que el texto

    denomina el

    Ojo ciego

    del

    laberinto ,

    la

    mirada de

    ese

    Otro absoluto fundador de la temporalidad que interpelaba al

    poeta por

    su

    lugar

    en la

    historia.

    Dar

    cuenta del

    sujeto

    que

    supone

    esa

    mirada, y

    sobre

    todo,

    comprender

    su

    relacion

    con

    esa

    memoria

    no

    vivida

    que

    actualiza en la

    escritura

    lihneana

    la cita

    aleg6rica,

    exige

    que

    nos

    adentremos

    en el Otro

    barrio de la

    ciudad, la

    otra

    escena

    del

    texto, el

    espacio de lo

    que

    no

    se ve

    en

    el

    poemario, el

    lugar del

    inconsciente.

    Una

    lectura

    atenta de

    Pena de

    extrahamiento

    no

    puede

    dejar

    de

    destacar la

    importancia

    determinante

    que

    tiene en

    el texto la

    teoria

    psicoanalltica34. En

    efecto,

    ese

    collage de

    autoridades que es

    el

    poemario

    jerarquiza su

    referencia al

    psicoanalisis

    fundando

    el

    fantasma de la ciudad que construye el texto sobre el vaclo real del

    inconsciente

    freudiano, lo

    que

    Lihn en

    una cita

    directa a

    Freud

    denomina

    el

    teatro

    del Ello

    (49),

    el lugar

    invisible

    del

    Otro

    opera-

    dor

    y depositario

    ausente

    de

    los valores

    significantes de la

    historia

    que

    interpelaba al

    sujeto

    en

    la

    mirada. Si

    puede

    hablarse en

    el

    poemario de un

    deposito

    de la

    memoria no

    vivida ,

    este es,

    sin

    duda

    alguna, el

    espacio de

    lo

    que Lihn,

    expllcitamente

    define en

    el

    texto

    como

    el

    lugar del

    inconsciente: un

    lugar/no-lugar

    donde

    la

    historia no

    se

    entiende como

    devenir,

    sino

    como

    trauma y

    compul-

    sion a

    la

    repeticion, como

    insistencia

    mortal y

    gozosa

    de un

    no-

    sentido

    que,

    mas

    alla de

    todo

    placer, no

    hace sino

    afirmar un

    limi-

    te a la historicidad: el eterno retorno de lo mismo. 0 para decirlo

    con

    Lihn: un

    rio

    nadando

    contra

    su propia

    corriente

    que

    se

    pierde

    en

    el

    hontanar

    (50).

    El Otro,

    que

    habita

    en este

    espacio

    - El

    ma-

    estro

    de

    escena

    que

    aparece

    con

    la

    desaparicion

    de los

    actores

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    10/14

    FANTASMA

    Y CIUDADEN PENA

    DE

    EXTRANAMIENTO

    137

    (49)-

    deja olr su

    voz en el

    poemario

    en

    los lapsus

    del discurso

    del

    sujeto poetico,

    lo que

    Lihn denomina:

    las

    fallas del

    tramoyista

    (50),

    y

    lo que es ma's

    importante,

    inscribe

    su presencia

    en

    la

    urbe

    a

    modo de sociosis

    -la expresion

    es

    de Lihn35-

    no

    ya de neurosis,

    en

    los

    estereotipos

    de la

    cultura y

    en las

    imagenes

    osificadas

    de la

    historia.

    Demas esta

    decir

    que

    la

    urbe

    espectral

    que edifica

    Pena

    de

    extranamiento

    no pretende

    ser

    un sintoma

    mas

    de

    este discurso

    inconsciente

    dado

    a

    la repeticion

    de

    lo

    siempre otra

    vez igual.

    Le-

    jos

    de las convenciones

    de

    la

    representacion

    realista o

    romantica,

    y

    mortificando el pasado en su constante proceso de alegorizacion,

    Pena

    de extraiamiento

    pretende

    captar

    los momentos

    de

    ruptura

    de esta historia

    inconsciente

    inscrita

    en

    la

    memoria

    petrificada

    de

    la ciudad.

    Ahora bien, i,como

    dar representacion

    imaginaria

    a ese

    deposito

    invisible

    de la

    memoria

    no vivida

    que constituye

    en el

    texto el espacio

    de lo

    inconsciente? 4,Como

    hacer visible

    algo

    que

    por

    definicion

    se postula

    en el

    poemario

    como invisible?

    Lihn

    en-

    cuentra

    la

    respuesta

    a estos

    interrogantes

    en

    la

    mirada

    enigma-

    tica de

    ese

    Otro absoluto

    que, mas

    alla de toda vision,

    miraba

    al

    poeta

    en su deambular

    por la

    ciudad.

    Al inicio

    de este

    articulo

    de-

    cia

    que

    entrar en el

    poemario

    de la

    mano de

    Lihn no es

    ver sino

    ser

    mirados por una mirada que interpelaba al sujeto poetico, y por

    extension

    al lector,

    por su lugar

    en la historia.

    Digo

    ahora: el

    ale-

    gorista

    que es

    el poeta

    viajero

    construye

    la imagen

    de su

    ciudad

    fantasma

    no solo

    con

    la

    memoria

    no vivida de la

    urbe,

    sino

    tambien con la

    mirada

    no vista en

    el

    poemario:

    la mirada

    invisible

    de ese Otro que

    se dimensiona

    en el lugar

    de

    aquello

    que

    Lihn

    de-

    fine como

    el

    espacio

    del

    inconsciente.

    Pena

    de extrafamiento

    es un

    texto

    que

    da a ver lo

    invisible.

    Ese album

    de

    fotografias

    instanta'-

    neas que

    es el

    poemario

    capta,

    no

    lo

    que

    se

    ve

    en

    la

    escena urbana,

    sino la

    mirada

    de ese

    Otro inconsciente

    e invisible

    que,

    como

    falta

    o

    vacio,

    se

    da a

    ver en

    el texto

    en

    lo

    que

    Lihn,

    en

    mi cita

    inicial,

    llamaba

    el

    punto

    ciego del ojo .

    Puede

    ser

    Degas,

    Otto Runge

    o

    Joseph

    Cornell,

    la funci6n

    de

    to-

    do

    artista,

    sea este

    pintor,

    escultor

    o

    poeta,

    no

    es

    para

    Lihn

    repro-

    ducir sintomaticamente

    un

    pasado

    inconsciente

    no

    vivido, anquilo-

    sado en

    la

    realidad

    de

    la

    cultura,

    sino mortificar

    la

    memoria

    para

    dar

    a ver

    lo

    invisible,

    la

    imagen

    fantasmatica y utopica

    de lo

    que

    pudo

    ser

    pero

    no

    es,

    una

    historia virtual

    que,

    como vacio, falta

    o

    ruptura,

    adquiere presencia

    imaginaria

    en la obra

    de

    arte,

    en

    una

    mirada

    que

    nos

    cuestiona

    por

    nuestro

    propio

    lugar

    en la

    historia.

    Como

    en el caso de

    Joseph

    Cornell

    y

    sus famosas cajas,

    a quien

    Lihn

    dedica

    varios

    poemas

    en el

    texto,

    el artista

    es en Pena

    de

    extraiiamiento alguien que

    reintroduce

    en la

    realidad,

    transfigu-

    rados

    en los

    elementos

    de

    algun

    sistema

    interplanetario,

    como

    en

    una

    oficina

    de

    objetos

    perdidos...

    lo

    que pudo

    no

    ser ma's

    que

    detri-

    tus

    y,

    en

    el

    tiempo,

    fechas inmemorables...,

    algo

    que

    nos

    devuelve

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    11/14

    138 JUAN

    MEDRANO-PIZARRO

    nuestra propia

    mirada desde la otra

    orilla de la

    proporcion mini-

    mamente

    enorme

    en su eternidad

    momentanea

    (28).

    En el

    brillo de la cita

    alegorica

    que funde presente y

    memoria

    en la eternidad

    del

    instante,

    el

    poeta,

    en Pena de

    extranamiento,

    hace inmanente

    a

    la

    forma

    el

    vacio

    de

    la

    mirada fundadora de la

    historia

    en un

    interrogante que

    es al mismo

    tiempo respuesta:

    ,Que soy

    a los ojos de la historia?, se preguntaba el poeta.

    A modo

    de eco truncado,

    la ciudad le

    responde: Soy

    a los

    ojos

    de la

    historia.

    No hay

    significante,

    nos dice Lihn, con

    el

    suturar

    la falta

    que

    nos

    inscribe en

    el

    tiempo.

    La mirada de ese

    Otro,

    es

    pregunta por

    nuestro lugar en la historia, y al mismo tiempo respuesta por el

    imposible mas

    alla de la

    muerte. Como las dos

    caras de

    cinta

    de

    Moebius ,

    nos dice el

    poeta, pregunta

    y respuesta

    estan

    hechas

    de

    las mismas palabras.

    LLas

    cita el resplandor

    del

    polo

    de

    Manhat-

    tan?

    (23).

    En el

    resplandor

    instantaineo

    de la cita

    alegorica

    en el

    que cristaliza

    el

    fantasma

    de

    la

    ciudad lihneana

    desaparece

    la

    antinomia presente

    y memoria, vision-mirada, sujeto-objeto,

    poeta-

    ciudad.

    El

    presente

    es alli memoria

    y viceversa,

    el

    sujeto

    no es sino

    objeto:

    mirada, pregunta y

    a

    la

    vez

    respuesta,

    vision

    de

    la

    mirada

    del Otro

    que,

    negandolo

    como

    sujeto,

    lo afirma e inscribe en

    la

    ciudad,

    como vacio,

    como nada.

    En

    efecto,

    si

    hay

    algo que quede

    al

    final del proceso dialectico que supone este viaje por la ciudad que

    narra el poemario no

    es sino

    el

    vacio,

    o

    como dice

    el texto: un

    parasito

    del ser

    que

    se

    pasea por

    la

    ciudad, gozando

    de

    su inani-

    dad

    (10).

    Escribir

    en

    el fantasma de la ciudad

    el

    goce

    de esa nada

    fue

    para Lihn,

    en Pena de

    extrarnamiento,

    escribir en la vision el

    vacio invisible

    de

    la

    mirada;

    en el

    presente,

    el

    vacio de la

    memoria;

    en sus

    extremos,

    escribir

    su

    propia

    nada.

    Estas

    lineas , concluye

    Lihn,

    fueron escritas con

    el

    canto de la goma

    de borrar (57).

    Distanci&andose

    de toda una tradici6on critica de

    corte historico

    social,

    mi

    trabajo,

    en

    una lectura

    inmanente,

    ha

    estudiado la

    ar-

    quitectura de

    la ciudad que construye Pena de

    extranamiento

    de

    Enrique Lihn desde el contexto implfcito de lectura que define en

    el texto el

    problema de la memoria.

    Debe quedar claro,

    sin embar-

    go, que

    no ha sido

    esta una lectura apolitica del poemario.

    Mi tra-

    bajo fundado

    en el concepto de

    alegorna

    de Walter Benjamin e im-

    plicitamente en las aportaciones

    del

    psicoanalisis

    de

    inspiraci6on

    lacaniana, descubre

    en Lihn y en

    la

    materia misma

    de su forma,

    una

    politica

    de la memoria, que afirma

    lo

    que con

    Ernst Bloch

    po-

    demos llamar

    la funcion

    utopica

    de

    la

    obra de arte:

    la

    crntica

    del

    presente estacionario de

    la ideologia

    y

    la

    prefiguracion

    visible de

    la

    iluminacion de

    un principio de

    esperanza 36. Si, como sostiene

    Benjamin, jamas se da un documento

    de cultura sin que

    lo

    sea a

    la vez de la barbarie 37,escribir, y, por que'no, hacer critica, puede

    ser

    mortificar las formas para,

    mas alla

    de todo contenido

    y de to-

    da referencia

    concreta a la llamada realidad , descubrir

    en el va-

    cio,

    en

    la

    nada

    utltima del texto y del sujeto de la escritura,

    la

    cifra

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    12/14

    FANTASMAY CIUDAD EN

    PENA DE EXTRANAMIENTO 139

    de un

    nuevo principio:

    aquel

    que

    anuncia la

    posibilidad de otro fu-

    turo,

    la

    esperanza de lo que Lihn

    liamaba: 'la historia de lo

    que

    pudo ser, pero no

    fue .

    NOTAS

    1. Enrique Lihn,

    Pena de extranamiento

    (Santiago:

    Sinfronteras,

    1986).

    Toda

    futura

    referencia al

    texto remite

    a esta

    edici6n. Al

    final

    de cada cita,

    entre

    parentesis, se

    indica el

    nuimero

    de pagina.

    2. Enrique

    Lihn,Poesia

    de paso (La Habana:

    Casa

    de

    las Americas,

    1966).

    3.

    EnriqueLihn,

    Parts,

    situacion

    irregular (Santiago:

    Aconcagua, 1977).

    4. EnriqueLihn, A partir de Manhattan (Valparaiso:Ganymedes,1979).

    5.

    Enrique

    Lihn,

    El paseo Ahumada

    (Santiago:

    Ediciones

    Minga, 1983).

    6. V6ase en especial Walter

    Benjamin,

    Poesia

    y capitalismo.

    Iluminaciones

    2

    (Madrid:

    Taurus,

    1980).

    7. Georg

    Simmel, Las

    grandes urbes

    y la vida del

    espfritu , El individuo

    y

    la

    libertad. Ensayos

    de critica de

    la cultura

    (Barcelona:

    Peninsula,

    1986).

    8.

    Raymond

    Williams,

    The Country

    and the

    City (New

    York: Oxford

    U.P.,

    1973).

    9. Carl

    E.

    Schorske,

    Fin-de-Siecle Vienna.

    Politics

    and

    Culture (New

    York:

    Vintage

    Books,

    1981).

    10.

    Marshall

    Berman,

    All That Is

    Solid Melts Into

    Air.

    The Experience

    of

    Modernity New

    York:Simon

    and Schuster,

    1982).

    11. Jos6 Munioz Millanes, Fenomenologia del

    'flaneur' ,

    Modos y afectos

    del

    fragmento (Valencia:

    Pre-Textos,

    1988)

    145-167.

    12.

    Dionisio

    Cafias, El poeta

    y la

    ciudad (Madrid:

    Catedra, 1984).

    13. Angel Rama,

    La ciudad

    letrada (Hanover:

    Ediciones

    del

    Norte, 1984).

    14.

    Jorge

    Schwartz,

    Vanguardia

    y cosmopolitismo

    en la

    decada

    del veinte:

    Oliveiro

    Girondoy Oswald

    Andrade (Rosario:

    Beatriz Viterbo,

    1993).

    15. Julio Ramos, Desencuentros

    de la modernidad

    en

    America Latina (M6xico:

    FCE,

    1989).

    16. Pedro

    Lastra,

    Conversaciones

    con Enrique

    Lihn (Santiago

    de Chile:

    Atelier

    Ediciones,

    1990) 32.

    17.

    Enrique Lihn,

    La

    pieza

    oscura (Santiago:

    Editorial Universitaria,

    1963).

    18.

    EnriqueLihn,

    Diariode muerte

    (Santiago:

    Editorial

    Universitaria, 1989).

    19. Carmen Foxley,

    Escritura excentrica

    y

    modernidad (Santiago:

    Editorial

    Universitaria, 1995) 202-226.

    20. Oscar

    Sarmiento,

    Otro ejercicio

    de

    extrafiamiento

    de

    Enrique

    Lihn ,

    Revista

    Iberoamericana

    175 (1996):

    495-505.

    21.

    Luis

    Correa-Diaz,

    Lengua

    muerta.

    Poesia, post-literatura

    & erotismo

    en

    Enrique

    Lihn (Providence:

    Ediciones

    INTI,

    1996)

    60.

    22.

    Adriana

    Vald6s,

    En el

    transito ,

    Literatura

    y

    Libros

    170,

    La

    Epoca

    (domingo

    14

    de

    julio

    de

    1991):

    7.

    23.

    Enrique

    Lihn,

    Porque

    escribi.

    Antologia poetica

    (Santiago:

    FCE,

    1996)

    61.

    24.

    Porque

    escribi 180.

    25. T.S.

    Eliot,

    Burnt Norton ,

    The

    Complete

    Poems and

    Plays

    (New

    York:

    Harcourt

    Brace

    &

    Co., 1980)

    117-122.

    26.

    De

    origen griego,

    la

    figura

    ret6rica de la

    Ekphrasis

    ha sido

    definida

    hist6ricamente como descripci6n y, en un sentido mas limitado, como

    descripcion

    de obras

    de arte .

    V6ase

    The New Princeton

    Encyclopedia

    of

    Poetry

    and Poetics

    (Princeton:

    Princeton

    UP, 1993)

    320. John

    Hollander,

    Words

    on

    Pictures ,

    Arts

    and

    Antiques (March

    1984):

    80-91

    ofrece

    una

    muestra

    del uso de

    la

    ekphrasis

    de Homero

    a

    nuestros dias. Para una

    resenia

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    13/14

    140

    JUAN

    MEDRANO-PIZARRO

    del

    debate

    critico

    contemporaneo

    que

    ha suscitado

    el

    t6rmino remitimos

    a:

    James

    A. W. Hefferman, Ekphrasis

    and

    Representation',

    New Literary

    History22 (1991):

    297-316.

    27. Inscripta

    en

    la materialidad

    de las cosas

    y

    findante del orden

    de lo

    visible,

    la

    mirada constituye para Merleau-Ponty

    un instancia

    primordial:

    'La

    vision ,

    escribe

    Merlau-Ponty,

    est prise

    ou se fait du milieu

    des

    choses,

    lIa

    oii un visible se

    met

    a

    voir, devient

    visible

    pour

    soi et

    par

    la vision de

    toutes

    choses .

    Y

    agrega mas

    adelante a

    prop6sito

    del r6le de

    la

    mirada en

    la

    constitucion

    de la subjetividad:

    L'animation

    du

    corps

    n'est pas

    l'assemblage

    l'une contre

    I'autre

    de ses

    parties-ni

    d'ailleurs

    la

    descente

    dans

    I'automate

    d'un esprit

    venu

    d'ailleurs,

    ce qui supposerait

    encore que

    le

    corps

    lui-m8me

    est sans dedans et sans

    'soi'. Un corps

    humain

    est

    Ia

    quand,

    entre

    voyant

    et

    visible,

    entre touchant

    et

    touche,

    entre un oeil et I'autre, entre la main se

    fait

    une

    sorte de recroisement, quant s'allume i'etincelle

    du

    sentant

    sensible, quand

    prend

    ce feu

    qui

    ne cessera pas

    de bruler, jusqu'a ce que

    tel

    accident

    du

    corps

    defasse

    ce

    que

    nul accident n'aurait

    suffi

    a

    faire...

    Maurice

    Merleau-Ponty,

    L'Oeil et

    l'Esprit

    (Paris:

    Gallimard,

    1964)

    19-21.

    28.

    Lacan,

    por

    su

    parte,

    hace

    de

    la

    mirada la instancia que

    inscribe

    en el campo

    esc6pico

    la interpelaci6n

    del Otro,

    el orden socio-simb6lico,

    y

    la

    pregunta

    por

    su

    deseo

    (Che

    Vuoi?).

    Una

    interpelaci6n

    de

    imposible

    respuesta

    que,

    encarnaci6n

    ilustrada

    del menos fi

    (-p)

    de la castraci6n ,

    inscribe

    segiin

    Lacan, al sujeto

    como

    falta en

    un

    espacio

    que

    lo

    niega

    y

    lo

    excluye

    como

    tal.

    La

    mirada ,

    afiade

    Lacan,

    s6lo se

    nos

    presenta

    bajo

    la

    forma de

    una

    extrania contingencia,

    simb6lica

    de

    aquello

    que

    encontramos

    en el

    horizonte

    y como tope a nuestra experiencia, a saber, la falta constitutiva de la

    angustia

    de castraci6n . Jacques

    Lacan, Seminario

    XI. Los cuatro conceptos

    fundamentales

    del

    psicoandlisis,

    trad. Juan

    Luis

    Delmont-Sucre y Julieta

    Sucre

    (Buenos

    Aires: Paid6s, 1993) 81.

    29. V6ase

    Sigmund

    Freud, Duelo

    y melancolia ,

    Obras completas,

    vol.

    XIV,

    trad. Jose L. Etcheverry

    (Buenos

    Aires: Amorrortu,

    1996) 235-256.

    A

    prop6sito

    de la operaci6n

    del duelo Lacan

    escribe: The one

    unbearable

    dimension of

    possible

    human experience

    is not the experience

    of one's death,

    which

    no

    one has, but experience

    of the

    death of another.

    Where is the

    gap,

    the hole that results

    from

    this loss and that calls

    forth mourning

    on the part

    of the

    subject?

    It is a hole in the real,

    by means of which

    the subject

    enters

    into a

    relationship that is the

    inverse of what

    I have set

    forth in

    early

    seminars under the name of Verwerfung (repudiation, forclosure). Just as

    what is rejected

    from the symbolic

    register reappears

    in the real,

    in the

    same way the hole

    in

    the

    real that results

    from

    the loss, set the

    signifier in

    motion.

    This hole provides

    the

    place for the

    projection of

    the missing

    signifier,

    which

    is essencial to

    the structure

    of the Other.

    This

    is the

    signifier

    whose absence leaves

    the Other incapable

    of responding to

    your

    question, the signifier

    that can be purchased

    only with

    our own flesh

    and

    your

    own

    blood,

    the signifier that

    is essentially

    the veiled

    phalus Jacques

    Lacan,

    Seminar

    VI, class of

    April 22, 1959,

    in Shoshana

    Felman

    ed.

    Literature and

    Psychoanalysis.

    The Question

    of Reading

    Otherwise

    (Baltimore:John

    Hopkins UP, 1982)

    37-38.

    30.

    Porque

    escribi 74.

    31. Porque escribi 87.

    32. Walter

    Benjamin,

    Tesisde filosofia

    de

    la

    historian,

    Discursos interrumpidos

    I, trad. Jesds

    Aguirre (Madrid:

    Taurus,

    1987) 175-191.

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  • 8/19/2019 Fantasma y ciudad en Pena de Extrañamiento

    14/14

    FANTASMAY CIUDAD EN

    PENA DE

    EXTRANAMIENTO 141

    33. Walter

    Benjamin, El origen del

    drama barroco, trad.

    Jose Mufaoz

    Millanes

    (Madrid:

    Taurus,

    1990).

    En especial la secci6n

    Alegoria

    y Trauerspiel 151-

    233.

    34. Pese a que

    esta importancia se

    hace evidente en poemas

    como 'De lo

    mismo

    o

    Efimera

    vulgata , todo Pena

    de extraniamientodelata

    una lectura muy

    atenta de

    Los cuatro conceptos

    fundamentales del psicoanalisis de

    Lacan,

    asi

    como del conjunto

    de textos y

    autores que Lacan

    trabaja en su Seminario

    Xl de 1964: Roger

    Caillois,

    Medduse t Cie (Paris:

    Gallimard, 1960); Maurice

    Merleau-Ponty, Le visible et

    l'invisible (Paris:

    Gallimard, 1964); Jean Paul

    Sartre, L'etre et le

    neant, essai

    d'ontologie phenomenologique

    (Paris:

    Gallimard,

    1943) y, entre otros,

    Jurgis Baltrusaitis,

    Anamorphoses; ou,

    perspectivescurieuses (Paris: 0. Perrin, 1955).

    35.

    Enrique Lihn,

    Entretelones tecnicos de mis

    novelas , Derechos de autor

    (Santiago: Yo

    Editores, 1981)

    6.

    36. Ernst

    Bloch, The Principle of

    Hope,

    trans. Neville

    Plaice, Stephen

    Plaice,

    and

    Paul

    Knight. (Cambridge,MA:

    MIT

    Press, 1986).

    37. Walter

    Benjamin, Tesis de

    filosoffa de

    la historia 182.