FACECULTURA AL DÍATAS

El CuentoDe a tresCarmen Simón

Indagación históricaLa libertad de‘Sangrenegra’ IIPablo Isaza M.D.

Los mejores cuentos Pilo DíazHernán Camilo Yepes Vásquez

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La boleta de libertad

PABLO ISAZA NIETO, M.D.

“Vi un tipo que de una vez nos en-cañonó con una carabina, precisamente el que dicen que se llama Jacinto Cruz, nos dijo: no se mueva nadie; en la coci-na estaba mi hermano; gran hijo de … a la vuelta no será tarde y entonces si los matamos. Como los que estábamos en la casa, no quedáramos mirándolos, se devolvió y nos tendió nuevamente la ca-rabina y nos dijo: ¿Qué es lo que tanto miran la hijue… jeta? Este tipo es de color moreno, ojinegro, labios gruesos. Ese día vestía pantalones de dril color gris y camisa a cuadros azules, calzaba tenis co-lor café, representa una edad de poco más o menos 28 años, lle-vaba las siguientes armas: Una carabina no le sé el calibre porque no conozco de armas de fuego, creo que traía revólver o pistola, porque al lado derecho, le vi una funda en la que portan esa clase de armas ya sea pistola o revólver, en el hombro terciada portaba una peinilla corta encu-biertada”. Eran las declaraciones de la menor de 16 años, hija de los esposos propietarios de la finca Alegrías, donde Jacinto Cruz Usma cometió su primer asalto. El 27 de febrero de 1960 el Corregi-dor de Santa Teresa firmaba el siguiente documento: “Febrero veintiocho de mil nove-cientos sesenta (1960).

Señor - Alcalde Municipal.Líbano.Sírvase usted poner en libertad al sindica-do Jacinto Cruz Usma, cuya detención la ordenó este mismo despacho en boleta.Firma: Corregidor.” Que sucedió para que Jacinto Cruz

de ‘Sangrenegra’ (II) Usma quedara en libertad después de ha-ber sido denunciado y capturado por el Ejército? El Corregidor de Santa Teresa había enviado el expediente al Alcalde de Líbano, quien consideró que los proce-dimientos no habían sido correctos y de-volvió los documentos con el siguiente memorando: “Líbano, 28 de Enero de 1960. De-vuélvanse las presentes diligencias al Corregidor de Santa Teresa, para que reinicie derechamente la presente inves-tigación, dentro del preciso término de veinte (20) días. Resulta realmente de-sastrosa incuria y grado de negligencia y ausencia de elementales deberes, en la instrucción -llámesele así- de estos autos, en lo que todo parece un juego de mu-chachos. ¿Es posible creer a los ojos? “¿Es aceptable que un funcionario

con una asignación de $400.00 m/c., al mes y un Secretario con $230,00, para igual tiempo de servicio, que gozan a la vez de los beneficios de la Caja de Pre-visión Social Municipal, por contera ciu-dadanos en ejercicio en quienes debe su-poner elementales nociones de civismo, lleven a tales extremos de abandono el cumplimiento de sus deberes? “Como lo hasta ahora practicado no ni sumario, ni constituye investigación y apenas representa un desperdicio de pa-pel y sepultamiento de tiempo que el fis-co paga, se comunica tanto al corregidor de Santa Teresa como a su secretario, con una multa de cien pesos ($100.00) y cincuenta pesos ($50.00) m/c, respecti-vamente, si dentro del término acordado de practicar las diligencias encaminadas a la perfección de estos autos, o mejor de

la denuncia formulada.” El 27 de febrero de 1960, un mes después de haber sido devuelto el expe-diente de Jacinto Cruz Usma, el Corre-gidor de Santa Teresa ordenó la libertad incondicional del sindicado, quien esta-ba en la cárcel de Líbano, considerando que según lo expuesto por el abogado de Cruz Usma no existían pruebas suficien-tes que ameritaran su detención y por lo tanto expidió el siguiente auto: 1. Revóquese el auto de detención proferido con fecha seis de diciembre de 1959, contra Jacinto Cruz Usma, por este Despacho. 2º En su lugar ordénase su LIBER-TAD INCONDICIONAL y expídase la boleta de libertad al señor Director de la cárcel de Líbano, en donde se halla el detenido.

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Pomada

Definida por el Diccionario como «mixtura de una sustancia grasa y otros ingredientes, que se emplea como cosmético o medicamen-to», pomada se deriva del latín poma, plural neutro depomum ‘fruta de carozo’.Los romanos llamaban así a las frutas de mayor tamaño, pero no a las más pequeñas -las uvas, por ejemplo-, tal como demuestra la frase pronunciada por el poeta romano Ovidio: nec pomo feta nec uvis (que no dé frutas ni uvas).En las lenguas romances, pomum y sus derivados se especializaron para denominar a la manzana, como ocurrió con el vocablo caste-llano poma, el francés pomme o el italiano pomello. La papa o patata se llama pomme de terre en francés y pomo de terra (manzana de tierra) en italiano. En esta última lengua, el tomate se llama pomodoro o, coloquialmente, pomidoro (manzana de oro).Relata Fernando A. Navarro que en la Italia renacentista se preparaba un cosmético con aroma de manzana, llamado pomata, muy apreciado por los franceses, quienes adaptaron su nombre comopommade y así lo difundieron al resto del mundo. Con el paso de los años, el nombre del antiguo cosmético del Renacimiento se fue extendiendo a todo tipo de ungüentos, principalmente medicinales.

LA PALABRA DEL DÍA

Dos meses después de comparecer ante la justicia, Jacinto Cruz Usma, quien posteriormente sería conocido como ‘Sangrenegra’, obtenía la libertad. En su declaración la menor, testigo presencial del asalto a la finca Alegrías, había men-cionado que “en el hombro terciada por-taba una peinilla corta encubiertada”. La peinilla, humilde herramienta de trabajo campesino, fue convertida en símbolo de la crueldad de ‘Sangrenegra’. Las víctimas eran salvajemente degolla-

das por quien, a la vez comandante de cuadrilla, era el primer asesino en cada asalto cometido. En lo que se convirtió en una constante, los médicos legistas de la época consignaban en sus autopsias: “Decapitación completa producida por arma cortante por encima delante del cartílago tiroides y entre la 3ª y 4ª vérte-bra cervical. Herida de 20 cms. por arma cortante pesada que se extiende desde la región lateral derecha del cuello hasta la boca, lo que ocasionó la muerte.” El denominado “corte de franela” hecho con la “peinilla corta encubierta-da” de ‘Sangrenegra’, quedaba así descri-to en forma científica. Años después, cuando Cruz Usma había cometido innumerables crímenes, el Alcalde de Líbano solicitó al Corre-gidor de Santa Teresa, ya de una época posterior, el negocio correspondiente a Cruz Usma, ante lo cual el funcionario respondió: “Santa Teresa, Febrero 5 de 1963.- El presente negocio se encontró dentro de un cajón junto con otros negocios, que están en abandono y sin actuación nin-guna desde el siete (7) de marzo de mil novecientos sesenta (1960), habiéndose encontrado en dos cuadernos con 26 y 11 folios escritos original y duplicado, respectivamente, y lo pasó a la mesa del Señor Corregidor. Firma: Secretaria Ayer, como hoy, un error de la jus-ticia, en uno de los periodos más acia-gos de la historia reciente del Tolima y de Colombia, tuvo como beneficiario de una Boleta de Libertad al más tenebroso de los bandoleros: Jacinto Cruz Usma, alias ‘Sangrenegra’.

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Pilos con imaginación y amor por su tierra (I)

Érase una vez un viejo león que vivía en los valles del Nevado del Ruiz. Este viejo león se la pasaba de valle en valle cuidando su fami-lia y para ellos era prohibido abandonar los va-lles por las montañas. Hasta el momento todo era tranquilo, ya que no corrían ningún peli-gro, podían dsifrutar de la belleza de este pára-mo natural del Tolima y tenían gran cantidad de campo para ellos.Para sus hijos que tenían poca edad era difícil entender los peligros de la naturaleza, los mi-tos, la música de los humanos, por tal motivo el viejo león andaba preocupado por ellos. Un día los cachorros se pusieron a jugar, hasta lle-gar al límite de perderse en los valles comen-zaron a descender por las montañas y llegar a

los alrededores de una población llamada Mu-rillo, Tolima.Ellos comenzaron a ver que los humanos ha-cían escondidos entre la maraña miraban cómo sacrificaban animales, la música que oían y to-das las cosas malas que hacían. Estaban muy preocupados por lo que vieron cuando fueron a regresar.Fueron capturados por los humanos y sintieron que era su fin. Los llevaron a un parque de reha-bilitación muy cerca de su hábitat manteniendo encadenados, no podían hacer nada. Su padre, preocupado los buscaba día tras día, pero todo era inútil, no tenía fuerza para seguir buscándo-los: quería morir.Al regresar a casa, se encontró con su viejo ami-

go, el cóndor, y le dijo “amigo, ¿qué te pasa? ¿por qué estás tan triste? Y él, con voz entrecor-tada, le dijo: “He perdido a mis hijos hace mu-cho tiempo, los estoy buscando, pero todo es inútil. Y el cóndor le dijo: “Amigo, creo que los he visto. Ellos están en el zoológico de Petras, así que no te preocupes, porque voy a colaborarte”.Consiguieron todos los amigos que pudieron y se fueron hacia donde estaban. Como pudie-ron los zafaron de las cadenas hasta llegar a su libertad, y el padre estaba muy feliz, porque ya tenía sus hijos con él, se los llevó a su casa, donde los esperaba su madre y a partir de este momento los cachorros aprendieron la lección. Nunca más se desprendieron de su padre y su madre.

Un cuento de páramo

(Diana Valentina Benavidez Hernández, Líbano)

Ternura, creatividad y amor por el Tolima reflejaron los más de 400 participantes en el Primer Con-curso Departamental de Cuento y Pintura Pilo Díaz, que motivó a menores de edad hasta los 12 años a mostrar esto y mucho más en sus trabajos. De los 10 ganadores en cate-goría cuento, con prometedores escritores de distintos rincones del Tolima, presentamos cinco en esta primera entrega, publicación que alternaremos con los mejores tra-bajos en cuanto a pintura.

En un rinconcito hermoso de nuestro país y por donde no muy lejos para el río Magdalena, se encuentra el departamento del Tolima, tierra donde la música hace eco en sus lomas y montañas que lo rodean.Tierra de enorme belleza, donde Danielito, un niño campesino, disfruta del en-canto de la naturaleza hasta que Pedrito, su amigo, le contara sobre mitos, historias que lo impresionaron en gran manera, pero quien atemorizado buscó a su mamá para preguntarle sobre los mitos, pues él atemorizado había perdi-do el entusiasmo de disfrutar el encanto de la naturaleza temiendo encontrar-se con algún personaje de los cuales su amiguito le había hablado.Su mamá, al darse cuenta del temor, lo tranquilizó y le hizo saber que los mi-tos son solo leyendas inventadas por el hombre, para resaltar la cultura de una región.El pequeño Danielito, después de que su mamá le despejó sus dudas, des-cansó y continuó feliz su infancia.

Danielito en mi Tolima(Charly Jamid López Romero, Dolores)

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Pilos con imaginación y amor por su tierra (I)

go, el cóndor, y le dijo “amigo, ¿qué te pasa? ¿por qué estás tan triste? Y él, con voz entrecor-tada, le dijo: “He perdido a mis hijos hace mu-cho tiempo, los estoy buscando, pero todo es inútil. Y el cóndor le dijo: “Amigo, creo que los he visto. Ellos están en el zoológico de Petras, así que no te preocupes, porque voy a colaborarte”.Consiguieron todos los amigos que pudieron y se fueron hacia donde estaban. Como pudie-ron los zafaron de las cadenas hasta llegar a su libertad, y el padre estaba muy feliz, porque ya tenía sus hijos con él, se los llevó a su casa, donde los esperaba su madre y a partir de este momento los cachorros aprendieron la lección. Nunca más se desprendieron de su padre y su madre.

Hace mucho tiempo, en un pequeño pero hermoso pueblo del Tolima, un niño y su abuelo vivían en una casita en el campo, donde tenían un jardín de gran belleza y un paisaje de una variada naturaleza.El abuelo le decía que cuando aún era un niño se reunía con sus amigos, su padre y él a tocar en las orillas del río. Antes de dormir, el abuelo le contaba historias, mitos y leyendas.Un día el niño soñó que un hada le regalaba muchos instrumentos musicales y le enseñaba a tocarlos; al despertar le contó a su abuelo sobre este sueño y todas las noches pedían a Dios que se hiciera realidad.Cuando el niño creció, con sus amigos formó un grupo y con esfuerzo todos fabricaron sus propios instrumentos y comenzaron a tocar en todas partes, inspirados en la tierra y en sus hermosos paisajes, era una música muy alegre y que hacía emocionar a toda la gente.Ellos se dieron cuenta de que con esfuerzo y dedicación los sueños siempre se pueden ha-cer realidad.

La tierra de los sueños(Anny Catalina Gómez Ospina, Saldaña)

El próximo domingo, pu-blicaremos cinco de los mejores trabajos en la ca-tegoría pintura.

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Ana en el Tolima Grande

(Juan Fernando Góngora Bernal, Ibagué)

Había una vez una niña y su nombre era Ana. Ella vi-vía en el Tolima y decía que no le gustaba vivir aquí, que no tenía nada interesante. Un día, le dijo a su papá que no quería vivir más en el Tolima y se puso fu-riosa.Ana se encerró en su cuatro y su papá le dijo: “¿Por qué juzgas las cosas sin conocerlas? En esta tierra hay mucha belleza, te llevaré a que conozcas y com-partamos juntos”. Fueron a ver un desfile en el que ha-bía trajes típicos, bailes y, sobre todo, mucha música. Nunca se había escuchado algo tan precioso.Empezaron a tirar flores moradas, rosadas y amari-llas, y Ana dijo a su papá: “¡Qué flores tan preciosas!”. -“Son ocobos, hija”. -“Nunca lo había visto. Parece que las calles tuvieran un tapete de flores. Estoy muy con-tenta”.Pasaron los días, se fueron a una finca tranquila a las afueras de Ibagué, allí había otros niños, con los que compartieron risas y en la última noche hicieron una fogata; allí tenían que contar historias y la primera fue Ana. Ella contestó que no sabía historias.

Entonces un niño llamado Carlitos empezó a contar los mitos del Mohán y la Madremonte. Ana quedó en-cantada y dijo que jamás había escuchado los mitos y quedó convencida de que eran grandes historias.Volvieron de nuevo a la ciudad, porque Ana tenía que estudiar, y Ana le dijo a su papá que si podían repetir ese paseo, y él le contestó que sí.Al llegar a su colegio, contó a sus compañeros y a su profesora lo que había vivido por primera vez, había escuchado música tolimense, los mitos que la habían encantado y que vio una naturaleza increíble que lle-naba de paz. Pidió disculpas a sus compañeros, a la profesora y, sobre todo, a su papá, por haber dicho que el Tolima era aburrido y que no tenía nada que ver.Dio gracias a su papá por haberla traído al lugar don-de él había nacido, y dijo que no haber nacido aquí no quiere decir que no quiera al Tolima, es un departa-mento con muchas riquezas pero sobre todo, una be-lleza única.Ana vivió muy feliz en el Tolima y todos vivieron felices para siempre.

Había una mariposa que vivía en un bosque muy muy... grande. Allí también vivía una prin-cesa que le gustaba contar mitos del Mohán y la Patasola a sus amiguitos de la naturale-za, también cantaba y con su música alegra-ba a todos los animalitos, la rana, el conejo, el ratón y, en especial, la linda mariposa.Un día la princesa no pudo cantar porque

apareció un duende que la asustó y ella dejó de cantar, entonces sus amigos le con-taron a la mariposa lo que le pasó a la prin-cesa, y ella, con su belleza y resplandor de colores, botó una pelusa que la sanó para siempre de todo temor y volvió a contar y contar mitos en el hermoso bosque que que-da en mi bello departamento del Tolima.

Linda mariposa

(Zara Pacheco, Dolores)

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Petite MortPor Lizeth Yurani Patiño*

Su cuerpo rígido,pecado de los cielos,virtud de los hombres,placer de jóvenes, deseo de ancianos,fluidos recordando lugares,puñaladas de carne que desgarran amores,encarnando seres del pasado en odas del edén,desenfreno de orgasmos fermentados.

¡Oh noches repudiantes de placer!¡Oh noches de acceso carnal!Macabras son tus agallas que inhiben tus en-cantos,frescos son tus olores como el laurel en el alba,sangran las heridas como el cáncer en agonía,rozan tus miembros los pechos sudorosos,eres camino al calvario, buitres alimentando la muerte,ritual del sepulcro profano.

*Integrante de la Tertulia Tinta de Búho, Licencia-tura en Lengua Castellana, Universidad del Tolima.

EL CUENTO

De a tresCarmen Simón*En cuanto Leonor entra al chalet se prepara un trago de ron. Sólo quiere bañarse y dormir. Abre la llave de la tina, para ver atónita, un escuálido hilo de agua que des-aparece en un instante. ¡No puede ser! protesta ante nadie, envolviéndose en la toalla para ir a echarle un vis-tazo al aljibe.Mira y admite muda que cualquier esfuerzo es inútil. Tendrá que esperar al día siguiente para buscar a un fontanero. Bebe entonces el resto del ron, sirviéndose de inmediato otro. Ya en la cama, después de dos o tres cigarros, se queda dormida.Muy temprano, Leonor consigue en la ciudad que antes del mediodía le manden al plomero. Pero no llegó uno, sino tres. Tiene ahora frente a ella a un tipo recio, more-no, de estatura mediana, con una abundante melena la-cia aunque lampiño; detrás de él, un flaco, menudo, de cabello con rizos y algo afeminado, seguido por un regor-dete de rasgos asiáticos y piel cetrina. Duda en hacerlos pasar y, con rapidez, les revisa la apariencia tratando de encontrar algún motivo de confianza. Sólo puedo reco-nocer ese triángulo solaz.En el patio, el hombre moreno abre ruidosamente la caja de herramientas, para dejarla después en el piso. Con la risa en la boca y después de pellizcar el trasero al fla-co, grita: ¡Ándale Rizos! ¡Al tinaco! ¡Y avisa cuando entre l’agua! Y sin más, se echa debajo del lavadero. ¡Dame la estilson cuñado! -le dice al otro-. Ay’stá Negro, le contes-ta con agudeza mientras le tira la herramienta justo de-bajo del vientre.A Leonor sólo le queda disimular porque, al fin y al cabo, el juego les pertenece a ellos; ese su tocarse, de heñir-se el cuerpo con fugacidad. Y vienen las carcajadas y los órale Rizos y los ya estuvo Negro y los qué te pasa cuña-do y más y más risas en medio de las tuercas, los niples, empaques y grasa. Desde la azotea el Cuñado grita que ya hay agua y el Rizos pizca al Negro justo en el cierre de su pantalón avisándole: ¡Ya estuvo Negro! Éste se le-vanta, mira descaradamente a Leonor y le dice al Rizos sin reserva: “Ora, a cobrarle a esta vieja questá rebue-nota, y tú, mete la herramienta”.Ya Leonor es incapaz de ocultar su ofuscación. Paga al Negro lo que pide y sin resistencia accede a darle algo más “pa’ los chescos güerita.” Los acerca a la salida y cierra descansando su espalda en la puerta, para exha-lar la turbulencia. Regresa al patio y mira el suelo -ahora vacío- donde jugaban el Negro y el Rizos. Ahí mismo se echa, palpa su cuerpo y estalla en carcajadas recogien-do las sobras de ese humor.

*Escritora mexicanaFicticia.com

EL POEMA

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FACETAS IBAGUÉ, ABRIL 28 DE 2013

GERENTE: Miguel Ángel Villarraga Lozano EDITORA GENERAL: Martha Myriam Páez Morales COORDINACIÓN: Redacción Cultural EL NUEVO DÍA PERIODISTA: Hernán Camilo Yepes Vásquez EDITOR: Óscar A. Varón B.DISEÑO: Juan Manuel Ascencio D. FOTOS: Archivo. Suministradas. Colprensa. Internet TEL.: 2770050. Ibagué - Tolima - Colombia. PÁGINA WEB: www.elnuevodia.com.co CORREO ELECTRÓNICO: culturales@elnuevodia.com.co

FACEBOOK: Cultura El Nuevo Día - Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización expresa del Grupo Editorial Aguasclaras S.A.. ISSN: 021545-8.

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Editorial: Random House MondadoriTítulo: De verde a MaduroAutor: Roger SantodomingoPáginas: 190

BogotáEl 8 de diciembre pasado, Hugo Chávez había nombrado a su delfín Nicolás Maduro como el candidato a sucederlo en el gobierno. Des-de entonces, y con el fallecimiento de Chávez, Maduro se ha convertido en el hombre más poderoso del régimen venezolano.Pero, ¿quién es? Todo el mundo se pregun-ta si podrá asumir el legado del “líder supre-mo”, enfrentar los retos de una economía y un Estado disfuncional y sobrevivir a las intri-gas que dentro del mismo chavismo intentan competir por su liderazgo.Este libro relata aspectos desconocidos de su vida como activista de la izquierda vene-zolana, su faceta de rockero, su formación en Cuba en los 80, su primer encuentro con Chávez en la cárcel, sus inclinaciones espiri-tuales y, en especial, su papel en la construc-ción de Chávez como figura casi divina.

Editorial: NormaTítulo: La guerra de los duraznosAutor: Roberto AmpueroPáginas: 200

Muestra a dos pandillas de niños: “Los Panteras” y “Los Escorpiones”. Los prime-ros temen un ataque que los deje sin su pequeña cabaña en los cerros de Valparaí-so. Los únicos proyectiles para la defen-sa de las cabañas los proporciona un viejo durazno que crece en la cercanía.Una mañana de verano de 1974, la pandi-lla encuentra por casualidad a un herido entre los matorrales. Cuando pretenden alertar a la ambulancia y a la policía, el herido les pide que no lo hagan, que más bien lo oculten y protejan.Con su condición, el grupo de Los pante-ras’ someterá a prueba la amistad y leal-tad de los integrantes de la pandilla y enfrentará una aventura llena de emoción y suspenso, que cambiará para siempre sus vidas.

Editorial: Fondo de Cultura EconómicaTítulo: El conejito soñado. 5 historias de JoséAutor: Malika DorayPáginas: 90

Todos están listos para recibir a José, un conejito que espera en el vientre de Mamá Conejo el momento justo para salir al mun-do. Sus papás lo esperan con impaciencia e imaginan sus largas orejas; construyen una casa especial, le tejen gorros de gran-des orejas y pijamas aladas de muchos co-lores.Finalmente, cuando José nace no tiene esas largas orejas que todos esperaban, pero, aún así, es el conejo más especial y esperado por sus papás.Esta es una caja con cinco libros llenos de ternura y humor que evocan el embara-zo, el nacimiento y el desarrollo de un co-nejito.

Editorial: Fondo de Cultura EconómicaTítulo: Educación y justicia social en Amé-rica LatinaAutor: Juan Carlos TedescoPáginas: 272

Desde su amplia experiencia en el cam-po educativo, Juan Carlos Tedesco analiza en este volumen la relación directa entre la educación y los niveles de bienestar de las naciones latinoamericanas; la primera, cau-sa y consecuencia.La parte inicial del libro aborda la educa-ción en la región explorando tres etapas históricas: consolidación del estado nación, políticas centradas en desarrollo y recursos humanos y aquella en la que las baterías se centraron en el mercado y en construir clientes.La segunda se enfoca en explorar el futuro de la educación regional, y en los desafíos para las políticas formativas con el fin de alcanzar lo que menciona Ricardo Lagos en el prólogo: “El elemento central para percibir que pode-mos vivir en una sociedad más justa”.

INDISPENSABLEY POLÉMICO

AVENTURAS DEDOS BANDOS

UN CONEJITOMUY PARTICULAR

DISERTACIÓNREAL - FUTURA