Fabulas con moraleja

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LOS CAMINANTES Hace mucho, dos amigos Caminantes estaban yendo hacia sus trabajos, hasta que de pronto, uno de ellos encontró un bolso con dinero. El otro amigo dijo: "¡Que felicidad y que buena suerte tenemos amigo!, ¡que gran hallazgo!" "¿Hemos?" - Respondió el hombre quien encontró el bolso - "Yo soy el que encontró y es mi buena suerte y felicidad." El otro amigo quedó en silencio y comprendió que estaba fuera del hallazgo. Mientras seguían su camino, apareció un grupo de ladrones. "Oh no... estamos perdidos..." - Dijo el dueño del hallazgo. "¿Perdidos?, solo tú estás perdido, ya que nadie más que tu ha hecho el gran hallazgo." - Respondió el otro Amigo. A todo esto, los ladrones rebuscaron a ambos hombres y al hallar al dueño del hallazgo, le quitaron todo el dinero sin antes, darle una buena paliza. Moraleja: Prueba la hiel, quien comió la miel.

Transcript of Fabulas con moraleja

LOS CAMINANTESHace mucho, dos amigos Caminantes estaban yendo hacia sus trabajos, hasta que de pronto, uno de ellos encontr un bolso con dinero. El otro amigo dijo: "Que felicidad y que buena suerte tenemos amigo!, que gran hallazgo!" "Hemos?" - Respondi el hombre quien encontr el bolso - "Yo soy el que encontr y es mi buena suerte y felicidad." El otro amigo qued en silencio y comprendi que estaba fuera del hallazgo. Mientras seguan su camino, apareci un grupo de ladrones. "Oh no... estamos perdidos..." - Dijo el dueo del hallazgo. "Perdidos?, solo t ests perdido, ya que nadie ms que tu ha hecho el gran hallazgo." - Respondi el otro Amigo. A todo esto, los ladrones rebuscaron a ambos hombres y al hallar al dueo del hallazgo, le quitaron todo el dinero sin antes, darle una buena paliza.

Moraleja: Prueba la hiel, quien comi la miel.

EL CIEGOHaba una vez, un Ciego muy hbil para reconocer cualquier animal con tan solo tocarlo con su mano, y encima, diciendo de qu especie era. Un da, unos amigos le presentaron un lobezno. El ciego, lo toc y de modo indeciso dijo: "No acierto, si es hijo de una loba, de una zorra o de otro animal de su misma cualidad; pero lo que s s, es que no ha nacido para vivir en un rebao de corderos."

Moraleja: La maldad se puede reconocer a la distancia.

EL TORO Y LAS CABRAS AMIGAS Un da en un hermoso prado, un Toro y Tres Cabras jugaban muy contentos. Con el pasar de los das, se hicieron buenos amigos. A lo lejos, un Perro vagabundo los observaba pero a la vez, no comprenda que hacan juntos aquellos animales. Luego, se dijo: "Pero que hace un Toro grande y robusto conviviendo con aquellas Cabras esculidas y feitas?" Al da siguiente, el Toro se encontraba solo, as que el Perro se acerc a el y le dijo: "Estimado Toro, usted que es tan fuerte y grande, qu hace al lado de aquellas flacas y desagradables Cabras?. Todo el mundo creer que eres un Toro dbil." El Toro, pens sobre lo dicho por el Perro, as que se alej de sus amigas Cabras. Mientras segua sin rumbo, pensativo se dijo: "Ellas eran buenas y tambin diverta mucho. Por qu me aleje de ellas e hice caso a un Perro vagabundo a quien no conoca?" Tras esto, el Toro regres con sus Amigas para disculpase, y les prometi una gran y bonita amistad eterna. Moraleja: A la amistad la aleja quien con envidia aconseja.

EL LEN Y EL ASNO Una vez, un Hambriento Len invit a un Asno a cazar. Una vez reunidos, ste le dijo: "Escndete en la selva amigo Asno y rebuzna lo ms fuerte que puedas." El Len observando los lados de la Selva y dijo: "Yo me esconder en aquel agujero de salida. Cuando los animales estn asustados por tu rebuzno, huirn hacia all y los ir cazando uno tras uno." Tras esto, ambos pusieron en prctica lo acordado. Al pasar el rato, la tretafuncion muy bien. Cuando el Len ya tuvo muchas presas, el Burro sali de su escondite para acercarse al Len y preguntarle: "Que tal lo hice seor Len?" "Muy buen trabajo amigo Asno." - Dijo el Len - "Ni yo mismo hubiera tenido tanto susto de no saber que eras un simple Asno." Moraleja: El miedo no te llega, si sabes de donde viene.

EL VIENTO Y LA LEA Una vez, la Lea por accin del fuego, se convirti en una ardiente brasa, y vindose en gran li, clam auxilio al Viento para no perecer: "Amigo mio, por favor, aydame!, El calor me est matando!, si esto sigue as, en poco me convertir en cenizas!" El Viento, apiadado de la Lea dijo: "All voy amiga Lea!, No temas!, soplar lo ms fuerte que pueda para poder salvarte!" El Viento sopl y sopl todo lo que pudo, sin embargo, lo nico que consigui fue que la llama quemara ms a la Lea. "Tienes que soplar ms fuerte por favor... o no durar ni un minuto ms!" - le deca la Lea al Viento con desesperacin. El Viento sopl todo lo que pudo por salvarla, pero a los pocos minutos, no qued nada ms que una ceniza en el suelo. El Viento se alejo pensando en que hizo ms dao, que bien a la pobre Lea. Moraleja: Todo le pasa al revs, al que desdichado es.

EL COCODRILO MENTIROSO Hace mucho, dos Pajaritos se reunan siempre para conversar en un rbol, y luego, observaban todo lo que suceda a su alrededor. Una tarde, vieron a unos Patitos acercarse a un Cocodrilo. Una de ellas dijo: "Pobres inocentes amigo, van hacia el Cocodrilo ese sin saber sus verdaderas intenciones. Sabes?, en varias oportunidades, con pauelo en la boca se ha puesto a llorar y a engaar a animalitos cndidos y generosos, y cuando estn muy cercas, los atrapa rpidamente con su enorme boca." Mientras seguan hablando. El Pajarito vio algo y dijo: "Cielos, cielos! mira, mira!, Todos esos Patitos se acercan al Cocodrilo!. Pobrecitos, acabarn como almuerzo de este villano." Mientras los Pajaritos esperaban lo peor, un Patito muy astuto se escondi rpidamente, y cuando el Cocodrilo lo encontr, el Patito salt sobre su gran boca y le puso un gran palo con el cual, no pudo cerrar su gran hocico. Los Patitos aprovecharon la ocasin y se fueron del lugar rpidamente. "S!, bien merecido te lo tenias malvado." - Dijeron los pajaritos. Moraleja: Las lgrimas del cocodrilo, se burlan con astucia

EL ASNO, EL PERRO, Y EL LOBOUn da, caminaban muy cansados bajo el Sol un Asno con su carga, su Amo y el Perro. Cuando llegaron a la pradera, el Amo muy cansado se ech a dormir. El Burro se alej un poco y se puso a pastar tranquilamente, por otro lado, el Perro que estaba muy cansado y hambriento, le dijo al Asno: "Amigo Asno, me daras un poco de comida que hay en la cesta por favor?" El Burro le respondi: "Mejor, por qu no esperas un poco ms hasta que despierte el Amo, y te d de comer?" El Perro, no dijo nada ms tras esto. Mientras el Asno segua en lo suyo, la situacin se puso seria cuando de repente apareci un Lobo, y se abalanz sobre el Asno para devorarlo. Vindose en gran lio, el Asno dijo al Perro: "Slvame amigo Perro!" El Perro, respondi: "Mejor, por qu no esperas un poco ms hasta que despierte el Amo, y te salve?" Moraleja: Si no das oportuna ayuda, no esperes que sta a ti acuda.

EL LABRADOR Y SUS HIJOS Una vez, un Anciano Labrador tena varios hijos, pero por causas del destino, se enemistaron. As, que para para darles una leccin y unirlos, hizo un plan muy bien elaborado. Al da siguiente, los llam y les dijo que trajeran una porcin de varas para ser atadas a un solo fajo, y, que cada uno de ellos intente romperlas, sin antes decirles: "Hijos mos, quiero que sepan que dejar toda mi Herencia a aquel que pueda quebrar este fajo." Al or esto, los Hijos del Labrador intentaron romper dicho fajo apoyando este sobre sus rodillas sin embargo, todo esfuerzo fue en vano. El padre, intentando su turno, sac una por una las varas, y las quebr fcilmente. Sus Hijos, observando tal accin dijeron: "No es justo padre, as tambin podramos haberlo hecho nosotros." El Padre, les respondi: "Esta leccin Hijos mos, es la mejor herencia que les dejo, y deben pensar en ella, ya que ustedes son como estas varas. Si estn unidos por el amor fraterno, sern fuertes e invencibles, pero si estn separados, cualquiera los vencer." Moraleja: La unin, hace la fuerza.

EL TIGRE Y EL CAZADOR Un da, unas fieras eran perseguidas por un hbil Cazador. Estas huan llenas de terror pensando en la muerte segura que este les iba a dar. Sin embargo un Tigre, queriendo despertar su valor, dijo a sus compaeros de infortunio, que traten de defenderse, y que l personalmente tambin estaba decidido a hacerlo. Esa valenta y decisin, de poco o nada le sirvi al Tigre, ya que el tenaz Cazador, lo alcanz hirindolo de muerte. La Zorra, viendo al tigre echado, pregunt cmo lo haban herido tan lamentablemente. El Tigre contest: "No s quin me ha herido, pero reconozco que mi herida ha sido hecha por uno que puede ms que yo." Moraleja: Los fuertes, muchas veces se baten con temeridad, pero muy a menudo, tambin pueden ms que ellos el arte y el ingenio.

LA GATA Y EL HADA . Una vez, una Gata se enamor perdidamente de un apuesto Prncipe, pero viendo su estado, rog a una Hada que le convirtiera en Mujer. El Hada, apiadada de su pasin, la convirti en una bella adolescente. Cuando el Prncipe la vio, de inmediato se enamor, y se cas con ella. Hallndose los recin casados en su palacio, el Hada quiso saber si la Gata, al mudar de cuerpo, haba cambiado asimismo de instinto. Para ello, solt a un ratoncillo en el tranquilo saln. La Gata, olvidando su nuevo estado, se levant precipitadamente y corri tras el asustado ratoncillo. La Hada muy enfadada con su protegida, como castigo la devolvi a su primera condicin Moraleja: La cabra siempre tira al monte.

EL PERRITO CURIOSO Haba una vez, un Perrito que era muy curioso y que siempre velaba por las cosas que le interesaban a su Amo. Un da, el Perrito escuch ruidos que venan de la cocina, y para saber que suceda, se acerc sigilosamente. De inmediato, descubri a varios ratones dndose un gran festn con la comida de su Amo. Antes de atacar se dijo: "Pero que bandidos!, Ahora me las pagarn!" Y sin ms, el Perrito se abalanz sobre los ratones pero, no se percat que muy cerca de ah, haba una trampa para ratones con la cual tropez y atrap una de sus patitas hacindolo gritar a fuertes aullidos de dolor. Un Loro que estaba por el mismo lugar grit: "Vaya vaya, vean al Cazador cazado." El Perrito, martirizado por el dolor que le hacia la trampa suplic: "Por favor aydenme!, quitenme esto que prometo no molestar a nadie!" Los buenos ratones quienes oyeron su splica, se acercaron al Perrito y de inmediato lo liberaron. Luego, uno de ellos le dijo: "Ya vez Perrito?. Eso te sucede por hacerte de gato." Moraleja: No realices las funciones, para las que no tienes condiciones.

LAS LGRIMAS DEL RICO Cierta vez, un grupo de mujeres "Lloronas", se les haba pagado para llorar la muerte de una de las hijas de un acaudalado hombre. Una de las hijas muy sorprendida, se acerc a su Madre y le pregunt: "Madre, cmo nosotras que sufrimos la desgracia en carne propia, apenas lloramos, en cambio aquellas lloronas que nunca conocieron a la difunta, se deshacen en grandes llantos?" La Madre respondi: "No te extraes Hija ma, aquellas mujeres no lloran lagrimas sino dinero. Jams olvides que las monedas son las lagrimas del rico." Moraleja: El dinero convierte a sanos en sufrientes.

EL VIENTO Y EL SOL El sol y el viento discutan sobre cul de dos era ms fuerte, y su ria, fue tan larga dado a que ninguno de los dos quera ceder. Al poco rato, vieron a un hombre caminando tranquilamente, y ambos acordaron en probar sus fuerzas utilizndolas contra l. El viento dijo: "Vas a ver como con slo echarme sobre ese hombre, le quitar sus ropas." Y luego, empez soplar a ms no poder. Sin embargo, cuantos ms esfuerzos haca, el hombre ms oprima su capa, y segua caminando. El viento, muy molesto descarg lluvia y nieve, pero el Hombre no se detuvo, y se aferr aun ms a su capa. El viento, comprendi su derrota y se detuvo. Ahora, era el turno del Sol, quien se puso a sonrer, recalent la tierra y el pobre hombre, que se regocijaba con aquel dulce calor, se quit la capa y se la puso sobre el hombro. Ante esto, el Sol le dijo al Viento: "Ya ves que solo con bondad, se consigue mucho que con la violencia?"Moraleja: Es mucho ms poderosa una suave persuasin, que un acto de violencia.

EL JABAL Y LA ZORRA Cierto da, un Jabal se hallaba al pie de un rbol, frotando sus colmillos contra el tronco. Hasta que de pronto, lleg una Zorra que curiosa por lo que hacia el Jabal, le pregunt: "Oye amigo, por qu afilas tus dientes si no hay ningn peligro de cazador o sabueso alguno?" Entonces, el Jabal contest: "Lo hago porque as nunca tendr que afilar mis armas justo en el momento que debera usarlas." Moraleja: Siempre es necesario estar listo para encarar los problemas, y no esperar a que ellos se presenten, para apenas empezar a prepararse.

LA ABEJA Y LA PALOMA Cierto da muy caluroso, una Paloma se detuvo a descansar sobre la rama de un rbol, al lado del cual estaba un limpio arroyuelo. De pronto, vio una Abeja que se acerc para beber en el arroyuelo, pero la fuerza del agua, arrastr a la pobrecita Abeja. La Paloma al verla en tal aprieto, vol hacia ella, y la salv con su pico. Pasado un rato, un Cazador vio a la Paloma descansando, y se dispuso a darle caza. Sin embargo, en aquel mismo instante, la Abeja vio en peligro a su bienechora, as que de inmediato acudi a su rescate y pic la mano del Cazador. El dolor fue tan incomodo para este, que al sacudir su mano, fall su tiro, y con esto, logr escapar a tiempo la Paloma. Moraleja: Haz por otros, lo que quisieras que ellos hagan por ti.

EL RBOL Y EL ESPINO Disputaban entre s el rbol y el Espino, en la cual, se jactaba el rbol diciendo: -Soy hermoso, esbelto y alto, y sirvo para construir las naves y los techos de los templos. Cmo tienes la osada de compararte a m? A lo que el Espino dijo: -Si recordaras las hachas y las sierras que te cortan, preferiras la suerte de un espino!

Moraleja: Busca siempre la buena reputacin pues es una gran honra, pero sin jactarte por ello, y tambin cudate de los que quieren aprovecharse de ella para su propio provecho.

LA ZORRA Y EL GALLO Una vez en un corral, una Zorra que entr a un corral de Gallinas, fue atrapada de las patas por unas maderas que eran en s, una trampa preparada. Todas las Gallinas rpidamente haban huido con mucho miedo, mientras tanto la Zorra, vio al Gallo que estaba por huir y le dijo: "Espera por favor seor Gallo. Si estoy aqu, es porque vine a visitarte y ahora que te vas, as me lo agradeces?, al menos por favor busca algo con que liberarme." El Gallo sali del corral, y tras un rato, regres, pero acompaado del Dueo del corral que, tena en sus manos un gran garrote. Luego, el Dueo le dijo a la Zorra: "Se acabaron tus das de bribn animalejo. Ya no volvers a hacer de las tuyas." Moraleja: Cuando el malo, es remalo, la correccin viene con palo.

LAS DOS RANAS Un da de caluroso verano, los campos se encontraban amarillentos, los charcos secos, y los pantanos llenos de secas hierbas y muy escasas aguas. Ese da, estaban dos Ranas caminando en busca de agua muertas de sed y con la piel rugosa. Despus de mucho caminar, llegaron a la orilla de un profundo pozo, y sentndose en el borde, se pusieron a discutir si deban saltar en l, o no. Una de las Ranas aportaba con razn, que siendo el agua tan abundante, en el fondo del pozo podran vivir tranquilamente. Sin embargo, la otra, ms juiciosa que su compaera, despus de reflexionar seriamente dijo: "Todo eso est muy bien amiga. Yo no tengo ningn problema en saltar, pero si el agua se seca, cmo saldremos de aquel pozo?" Moraleja: Antes de tomar una decisin, es muy necesario reflexionar.

EL LEN Y LA CABRA Cierta vez, un Len hambriento, viendo que no le era fcil subir a los peascos en que pastaba una Cabra, decidi usar su "astucia" diciendo cariosas frases invitndola a pastar juntos a la fresca y aromtica hierba de la pradera: "Hola amiga Cabra, por qu no dejas esas aquellas rocas estriles, y bajas a los prados donde estoy?, aqu hay frescas y deliciosas hierbas para que te des un gran festn." La Cabra contesto de inmediato: "Tiene razn seor Len, lo har con mucho gusto; pero cuando est usted muy lejos de aquellos lugares." Moraleja: Jams escuches consejo alguno del enemigo, si no quieres sufrir amargos engaos.

LA CIERVA Y LA VIA Una Cierva que perseguida por unos cazadores, se refugi bajo una Via. Al pasar cerca los cazadores, y no notarla, la cierva se crey muy bien escondida, y empez a comer las hojas de la via que la cubra. Los cazadores, al notar que las hojas se movan, intuyeron que haba algo ah oculto, y sin pensarlo dos veces, dispararon sus flechas. El resultado, hirieron a la Cierva. La Cierva, vindose morir, se dijo: "Bien merecido me lo tengo, pues no deb haber maltratado a quien me estaba salvando!". Moraleja: S siempre agradecido con quien generosamente te da la ayuda para salir adelante.

LA GALLINA Y LA ZORRA Una vez, una Zorra hambrienta, se meti dentro de un gallinero en busca de alguna presa para satisfacer su voraz apetito. Viendo a su alrededor, hall una gallina que descansaba en lo alto de un palo, y tras varios saltos e intentos por atraparla, le fue imposible. Entonces, pens hacer uso de su "astucia", y dijo: "Hola Gallinita, me han dicho que estabas enferma, y vengo a visitarte. Baja, te tomar el pulso y as comprobaremos si ests mejor." La Gallina con serenidad respondi: "Amiga Zorra, es cierto que no me encuentro muy bien, pero es ms cierto an que enfermara de muerte si me pusiese al alcance de tus dientes. As que mejor djame tranquila y sigue tu camino." Moraleja: El que te adula y halaga, su bien y tu mal desea.

EL LABRADOR Y LA FORTUNA Se encontraba un Labrador, removiendo la tierra con su pala, hasta que encontr un paquete de oro. Agradecido, hizo una ofrenda diaria a la Tierra creyendo que sta, era a quien deba tan noble favor. Sin embargo, un da se le hizo presente la Fortuna, y le dijo: "Oye amigo, por qu agradeces a la Tierra los dones que Yo te he dado para hacerte rico?. Si los tiempos cambian, y el oro pasa a otras manos, echars la culpa a la Fortuna."

Moraleja: Cuando recibamos un beneficio, veamos bien de donde proviene antes de juzgar indebidamente.

EL PERRO Y EL REFLEJO EN EL RO Un da, un Perro que pasaba por puente de un ro, llevaba en su hocico un exquisito Hueso. De pronto, vio su propio reflejo en el agua del ro, y creyendo que aquel "reflejo" era en realidad otro Perro que llevaba otro Hueso mucho ms grande que el suyo, quiso aduearse de este, as que solt su Hueso, para quitarle a su "reflejo" su deliciosa pertenencia. Sin embargo, el resultado fue muy malo, ya que se qued sin su hueso ni el de su reflejo, porque simplemente no exista, era slo un simple reflejo, y el Hueso verdadero, se lo llev la corriente. Moraleja: Jams codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con mucho esfuerzo.

EL RATONCITO VANIDOSO Haba una vez, Ratoncito que por la vanidad de parecer "guapo y elegante", se haba dejado crecer su cola desmesuradamente. Sus amigos ratones al observar tan larga cola, le repetan constantemente: "Ten cuidado amigo mio, que tarde o temprano tu descomunal cola te dar un disgusto colosal." Pero el Ratoncito no hacia caso a los consejos de sus sensatos amigos, mas "bien", el Ratoncito estaba ms que satisfecho con su singular "colita", paseaba durante el da fuera de su madriguera y cuando se encontraba nuevamente con sus colegas, este les deca cantando: "Miren hermanos, no tenga envidia de mi colita, que a mucha honra me acompaa, pero no se acerquen mucho a ella, que es signo de grandeza." As, paso el tiempo. Hasta que un da, mientras se paseaba cerca de su hogar, el Gato apareci, y el vanidoso Ratoncito vindose en peligro, se dio a la fuga de inmediato y se lanz hacia una puerta entreabierta. Desgraciadamente, el Gato logr alcanzar su cola y sin rodeos, se comi al Ratoncito de un solo bocado. Moraleja: Dios al humilde levanta, y al orgulloso quebranta.

EL HOMBRE Y LA HORMIGA Cierta vez se hundi un barco con todos sus pasajeros, y un hombre, que presenci el naufragio desde la orilla, se dijo a si mismo: "Qu injusto es el cielo, pues para castigar a un solo pecador, ha hecho sucumbir a muchos inocentes." Mientras pensaba as, una hormiga le pic en la pierna, y l, para vengarse, extermin a todas las que por all haba. A los pocos segundos, se present un ngel ante l, y tocndole el hombro, le pregunto..: "Aceptars ahora, que el cielo juzgue a los hombres como t a las hormigas?" Moraleja: No reniegues de Dios en la desgracia, ni juzgar sus designios pretendas.

LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO Una vez, un Granjero y su esposa tenan la dicha de tener una Gallina que pona huevo de oro cada da. Sin embargo, su ambicin y curiosidad fue tan grande, que crean que su gallina tenia en su interior una milagrosa maquina de hacer oro, y para asegurarse de que nunca les falte aquel oro a cada momento, decidieron sacrificar a su gallina para obtener dicha "maquina". Al revisar las entraas de la pobre Gallina, su sorpresa fue colosal, ya que no encontraron nada diferente de sus otras gallinas. Y as, este par de ingenuos que creyeron ser ms ricos de una sola vez, perdieron su nico y seguro ingreso que era por da. Moraleja: Nunca destruyas por ninguna razn, lo que buenamente haz adquirido, y te est proveyendo de bienestar.

LAS BUENAS COMPAIAS Una vez, dos nios jugaban alegremente por el campo, hasta que de pronto, se detuvieron junto a una planta espinosa. Uno de ellos se acerc y dijo: "Oye, mira aquella bella Rosa." "Acaso ests ciego?" - Dijo su compaero - "No es una Rosa, es un Cardo." "Pero tiene olor a Rosa." - insisti el primer Nio. "Es porque durante un tiempo, estuvo a lado de una Rosa." - Respondi su compaero. "Sabes?, tienes razn. Observa, tengo un cardo a cambio de un Rosal." - Volvi aadir el primer nio. Su compaero razon y dijo: "No te preocupes. Hasta un Cardo se perfuma de una buena compaa." Moraleja Quien anda con buenos, parece uno de ellos.

EL COJO Y EL CIEGO Una vez, un Cojo y un Ciego llegaron a la orilla de un ro que deban cruzar forzosamente, pero no tenia puente. Ante esta dificultad inesperada, el Cojo dijo a su compaero: "Aqu hay un cruce bastante bueno, pero para serte franco, mis piernas no me permiten cruzarlo." El Ciego contest: "Yo lo pasara si pudiese ver, pero como me falta la vista, temo resbalar y ahogarme en l. Que haremos?." Pensando unos minutos, el Cojo dijo: "Se me acaba de ocurrir una magnifica idea!. Tus piernas mi amigo, sern mi sostn, y mi vista, ser nuestra gua. Ayudndonos mutuamente pasaremos sin dificultad a la otra orilla." Estando ambos de acuerdo, el Cojo se acomod sobre los hombros del Ciego, y emprendieron el cruce del Rio. Tras llegar a la orilla, ambos estaban felices y a salvo. Gracia a su ayuda mutua, lograron su objetivo de llegar a la ciudad antes del tiempo promediado. Moraleja: Aydame, que yo te ayudar.

LA OVEJA Y EL CIERVO Una vez, un celemn de trigo pidi a la Oveja el Ciervo, y le dijo: "Si es que usted de mi paga desconfa, a presentar me obligo un fiador que desde luego no dar lugar a tener queja." "Y quin es se?" pregunt la Oveja. "Es un Lobo abonado, llano y lego." dijo. "Un Lobo? As?" Mas hallo un embarazo: "Si l, no tiene ms posesiones que sus dientes, y t, los pies para escapar valiente, a quin acudir cumplido el plazo?" Moraleja: Antes de dar prestado se examina quin es el que pide y sus fiadores, as, ser menor sin otra medicina, la peste de los malos pagadores.

EL CABRITO Y EL LOBO salir la mam Cabra de su establo, dijo a su hijo que cuide la casa, pero sin antes advertirle, del peligro de aquellos animales que rondaban por los alrededores, con intencin de entrar a los establos y devorar los ganados. Dicho y hecho, no tard mucho en llegar el indeseable enemigo, y este fue, un Lobo malvado y astuto, que imitando la voz de la madre Cabra, llam delicadamente a la puerta para poder entrar. El cabrito al mirar por una rendija, vio al malvado y carnicero Lobo, y sin miedo le dijo: "S que eres nuestro mayor enemigo fingiendo ser mi madre, y se que si te dejo entrar, me devorars. Mejor marcharte malvado Lobo, que tu intento es en vano, por qu yo, jams te abrir la puerta." Moraleja: Sigue el consejo de tus padres, y vivirs feliz toda la vida.

EL MUECO DE NIEVE

Haba dejado de nevar y los nios, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recin formada.

La hija del herrero, tomando puados de nieve con sus manitas hbiles, se entrego a la tarea de moldearla.

Har un mueco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.

Le salio un niito precioso, redondo, con ojos de carbn y un botn rojo por boca. La pequea estaba entusiasmada con su obra y convirti al mueco en su inseparable compaero durante los tristes das de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...

Pero pronto los das empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El mueco se fundi sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botn rojo. La nia lloro con desconsuelo.

Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran leccin: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazn en cosas perecederas.

EL CEDRO VANIDOSOEraseuna vez un cedro satisfecho de su hermosura.Plantado en mitad del jardn, superaba en altura a todos los dems rboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que pareca un gigantesco candelabro.Plantado en mitad del jardn, superaba en altura a todos los dems rboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que pareca un gigantesco candelabro.Si con lo hermoso que soy diera adems fruto, se dijo, ningn rbol del mundo podra compararse conmigo.Y decidi observar a los otros rboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellsimo fruto.Tendr que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.Tanto y tanto creci aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del rbol, empez a tambalearse hasta que se troncho pesadamente. A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambicin les arruina!

LA GATA ENCANTADA

Erase un prncipe muy admirado en su reino. Todas las jvenes casaderas deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar.

Un da, dijo en voz alta:

Eres tan cariosa y adorable que, si fueras mujer, me casara contigo.

En el mismo instante apareci en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:

Prncipe tus deseos se han cumplido

El joven, deslumbrado, descubri junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellsima muchacha.

Al da siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el saln y zamprselo en cuanto lo hubo atrapado.

El prncipe empez entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que convirtiera a su esposa en la gatita que haba sido. Pero el Hada no acudi, y nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio.

EL HONRADO LEADOR

Haba una vez un pobre leador que regresaba a su casa despus de una jornada de duro trabajo. Al cruzar un puentecillo sobre el ro, se le cayo el hacha al agua.

Entonces empez a lamentarse tristemente: Como me ganare el sustento ahora que no tengo hacha?

Al instante oh, maravilla! Una bella ninfa apareca sobre las aguas y dijo al leador:

Espera, buen hombre: traer tu hacha.

Se hundi en la corriente y poco despus reapareca con un hacha de oro entre las manos. El leador dijo que aquella no era la suya. Por segunda vez se sumergi la ninfa, para reaparecer despus con otra hacha de plata.

Tampoco es la ma dijo el afligido leador.

Por tercera vez la ninfa busco bajo el agua. Al reaparecer llevaba un hacha de hierro.

Oh gracias, gracias! Esa es la ma!

Pero, por tu honradez, yo te regalo las otras dos. Has preferido la pobreza a la mentira y te mereces un premio.

LA OSTRA Y EL CANGREJO

Una ostra estaba enamorada de la Luna. Cuando su gran disco de plata apareca en el cielo, se pasaba horas y horas con las valvas abiertas, mirndola.

Desde su puesto de observacin, un cangrejo se dio cuenta de que la ostra se abra completamente en plenilunio y pens comrsela.

A la noche siguiente, cuando la ostra se abri de nuevo, el cangrejo le ech dentro una piedrecilla.

La ostra, al instante, intento cerrarse, pero el guijarro se lo impidi.

El astuto cangrejo sali de su escondite, abri sus afiladas uas, se abalanz sobre la inocente ostra y se la comi.

As sucede a quien abre la boca para divulgar su secreto: siempre hay un odo que lo apresa.

PUNTITO, EL ELEFANTE AMARILLITOComo todos saben, los elefantes son grandes y de color gris. Hasta que naci Puntito, el elefante enanito y amarillito... Como era diferente, los dems hacan bromas y se rean de Puntito. Los elefantes grandes y grises se jactaban de su fuerza y de los grandes pesos que eran capaces de mover. Puntito solo poda llevar ramitas, hojas secas, pasto y granitos de maz, en su pequea trompa amarilla.Un da, un gran rbol cay sobre el jefe de los elefantes, dejndolo atrapado. Todos los fuertes elefantes corrieron a salvar a su jefe. Pero por ms fuerza que hacan, no podan levantar el rbol. Todos transpiraban y jadeaban tratando de levantar aquel tremendo peso. Pero no podan. Hasta que de pronto, un relmpago amarillo llamado Puntito, salt sobre el tronco y con gran sorpresa para ellos, vieron que el rbol se levant y el jefe qued libre. La fuerza de todos no pudo levantar el rbol porque faltaba un poquito ms... justamente la poquita fuerza del pequeo elefantito.Y as fue que los grandes elefantes comprendieron que todos eran tiles, incluso Puntito... el amarillito.

LOS CONEJITOS DE COLORESHaba una mam coneja que tena muchos conejitos. Todos eran muy blancos, y tambin, como todos los nios, eran muy juguetones y un poquito locos. As que siempre estaban jugando por el campo.Pero, un da, todo el paisaje apareci tambin blanco. Haba nevado!Cuando la mam coneja fue a buscar a sus pequeos, no los poda encontrar, porque como eran blancos, se confundan con la nieve. Entonces fue a buscar pinturas y pint a sus conejitos de todos los colores. Ahora s poda verlos, fcilmente, jugando en la nieve blanca!.Todo anduvo bien, hasta que un da, al mirar al campo, no pudo encontrar nuevamente, a sus conejitos queridos. Haba llegado la primavera con todo su esplendoroso colorido!.Llam a sus nios y uno a uno los lav y los volvi a su color natural, el blanco. Ahora los poda observar tranquilamente como corran por el florido campo. Estaba muy feliz. Pero, un da, pasado el tiempo... volvi a nevar!...y este cuento vuelve a comenzar.

LA SEMILLAUna vez en el campo, se encontraron, un par de semillas de sanda, que son muy grandes y una semillita pequea y tmida.De inmediato, las grandotas, empezaron a molestar a la pequea.- Eres enana, le decan.- Casi no te ves.- Cuidado que te aplastamos, se rean.La semillita estaba a punto de llorar.En eso estaban, cuando lleg la hora de entrar en la tierra, para iniciar el largo y natural proceso de transformarse en plantas.Pas el tiempo y empezaron a crecer. Las sandas no crecieron mucho, porque sus frutos eran muy grandes y pesados. Mientras tanto, la pequea semilla result ser un rbol, y creca y creca. Y en ese momento mir para todos lados y dijo:- A dnde se habrn ido las semillas que me molestaban tanto?Y las sandas se pusieron verdes de envidia por fuera y rojas de vergenza por dentro.

COPITOLos perros, como todos saben, mueven la cola cuando se sienten contentos o cuando ven a su amo o se encuentran con otros perros.Pero Copito, un lindo perrito blanco, no lo haca y todos se preguntaban por qu Copito no mova su cola blanca. Tuvo que pasar mucho tiempo para que alguien se diera cuenta de lo que pasaba. Copito no mova su cola porque Copito saba sonreir! S! Copito saba reir como t! Era cosa de mirar su hociquito para ver como sus blancos dientes brillaban de contento. Ya sabes, si un perro no mueve su cola, sonrele.

MOTITA, LA NUBE PORFIADAUn da, de entre las grandes nubes que haban en el cielo, sali corriendo y jugando una pequea nube. Su mam, una gran nube blanca y esponjosa la llam dulcemente... Motita!, Motita! no te alejes mucho!. Pero Motita era una nubecita un poquito porfiada y no hizo caso a los llamados de su mam y sigui jugando en el amplio cielo y poco a poco se fue alejando.El aire, lejos de su mam, empez a ponerse muy helado. Motita empez a tiritar. Tiritaba y tiritaba. De pronto not que su cuerpo se empezaba a transformar en cientos de gotitas y empez a caer hacia la tierra. Se haba transformado en lluvia!.Al caer sobre el pasto de la pradera se unieron las gotitas en un pequeo charco y motita se senta muy rara transformada en agua.Afortunadamente para Motita sali el sol y empez a sentir un rico calorcito. El calor aument y aument. Motita empez a transpirar y se empez a transformar en vapor. Entonces empez a subir y subir, y a medida que suba se converta de nuevo en una nube. Motita estaba feliz, y ms feliz estuvo cuando abraz a su mam y le prometi no alejarse de ella ni siquiera para jugar a ser lluvia...

Liceo Tecnolgico Moderno de Tiquisate"Litemoti"

Nombre: Anglica Mara Cuyuch Vicente

Grado: Sexto Magisterio de Educacin Pre-primaria

Ctedra: Literatura Infantil

Catedrtica: Brenda Marroqun

Tiquisate, Abril 2,015