~~f8~~ Relato ruta deta secta · de Susana Soca (quien también contribuyó en la de Atlántida),...

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Las opiniones vertidas en los art:Ia1los firmados son de exdus tva de sus autores. liiii:t::'ifi1 Precio del ejemplar:$ 30.00 EL OBSERVADOR LUNES 27 DE DICIEMBRE DE 2010 wvvw.elobc:ervador.com.uy .. .... .. ... . ... . ... .. . ...... .. ... .. ... ... . ... .. ..... , ... . .... . ... ........ ... ..... . . :: : . . . : . . f \ • Relato · ra ruta deta secta · · ; .. .. .. ............ .. . .. ........ .. ........ ....... ............. .. ... .. . .. .................. .. .... ............ .. . ...... .. .... ... .... ... .. .... .. ... ... ... .. ........................... .. .. ..... .. . .. la hora de oficiar·de cicerone, la iglesia de Atlántida parece obligatoria yendo al ¡ este. Pero hay otra de no menor interés en la _i gnota Soca, que bien vale una misa Especialista en incendios Fernando Loustaunau ESPECIAL PARA EL OBSE RVADOR S e entiende por Ruta de la Seda el itinera- rio que en la antigüe- dad unió los impe - rios romano y chino, el camino por el que las sedas de Oriente llegaban a adornar los cuerpos y hasta las almas de las damas romanas. Hoy los 30 kilómetros que van de la península que diera por descubierta Solís en 1516 hasta el faro de José Ignacio no son solo un ícono en lo que hace a la naturaleza. Una superecléc- tica arquitectura, diseño, artes plásticas y estética en general conviven sin complejos en un área de referencia única. Uruguay.separó la Iglesia del Estado en 1917, sabido es. Cual- quiervisitante extranjero podria suponer, a partir de ese dato, que el país no dispone de significati- vos ejemplos en materia de ar- quitectura religiosa. Seria un error. Es más, se po- . dria casi afirmar que fue a la inversa. Caso paradigmático lo representa la llamada iglesia del Cerrito de la Victoria (nombre' asignado por el triunfo patriota al mando de José Rondeau en 1812), ambicioso proyecto en estratégica ubicación, suerte de Sacré Coeur a la montevideana. Pero concentrándonos en el es- te, algo que suena compulsivo es- tos días, parece de visita obligato- ria la iglesia deAtlántida. obra de un gran caballero oritmdo de Ar- tigas, el ingeniero Eladio Dieste. Imitada y reproducida, es un íco- no la Iglesia Cristo Obrero. Maes- tro de la luz y de la econonúa de medios, desarrolló la "cerámica armada" con construcciones en forma de bóveda en ladrillo con la utilización mínima de hormigón, obteniendo máxima liviandad. Ahora bien, no demasíado lejos, próximo al olvidado pueblo de So- ca -vale visitar la Floresta en linea recta de Soca al mar-, nos encon- tramos con una obra magna del catalán Antonio Bonet en medio mismo del far west. Contratado para la urbanización de Portezuelo (algo infrecuente en- tonces), respetó Bonet al máximo la frondosa arboleda proveníente de los más diversos lugares plan- tada por Antonío Lussich e insta- lándose en 1945 a vivir en la zona. Fue responsable de la Hostería Solana del Mar·y de varias casas ( por ej emplo invitó a trabajar en la bóveda de la casa Berlinghieri a Dieste). Constmye además Bonet la Gallarda para el exiliado Rafael Alberti y lo último será un banco en la montevideana calle Zabala hacia 1964. Aüos antes edifica una capilla en Soca sobre la idea de una estructu- ra plegada. Es un encargo original de Sus ana Soca (quien también contribuyó en la de Atlántida), tri- buto a su padre. Obra que desafía la imaginación en estructura poliforme; desde una mirada aérea reproduce una cmz valiéndose de cemento y ala- bastro. El interior está pensado pa- ra la refracción de los rayos solares, generando colores inéditos. La iglesia abrió restaurada ya co- mo espacio cultural en 2007 para un homenaje a la citada Susana Soca. Se basó en fotografías de la alemana Giséle Freund, quien eter- nizara a Soca y a muchos de sus amigos (Borges, Cocteau, Michaux, Nemda). La noche de la inaugura- ción una tormenta de aquellas no impedía que se auzaran por ejem- plo Estela Medina con Maria Ka- dama, recorriendo extasiadas ese El periodista volvía a casa des- pu és de recibir la Navidad con unos amigos. De repente si n- tió un profundo olor a quema- doy un humoquese hacía más intenso a medida que avanza- ba. Periodista al fin , sigu la senda que marcaba esa extra- ña neblina y llegó al incendio del Shopping de Tres Cruces .. Bajó del auto y cómo pudo _l le- al centro del edificio, hizo averiguaciones, searmóde un panorama completo, casi se intoxica, pero logró llegar con la not ici a al d ia rio. Esc rib , completó el artículo con datos telefónicos y como a la hora 5 "sub ió" la noticia en Observa. Setiróadormitarun rato en un sillón y horas después fue des- oerta,gq uiu, : completó el artículo con datos telefónicos y como a la hora 5 "subió" la notic ia en Observa. Setiró a dormitar un rato en un si llón y horas después fue des- ámbito de fe. Hija del cientifico : Francisco Soca, fom1ado en Fran- cía con Charcot (y a quien honra : la capital con una extraña escul- tura de Bourdelle), Susana era po- : líglota y viajera infinita. Dejó só- lidos ensayos, fimdó la revista La · Licorne en la París de posguerra, : además de ser mecenas silenciosa : (todo un tema es su relación con : Pastemak en Moscú). : A su muerte en 1959, el escri- : tor Emil Cioran dejó un lacónico pertado por el co lega de gua r- dia la mañana de Navidad: "Bien lo de Tres Cruces, pero ahora no te animás a corre r hasta Effa 's que se está incen- diando". Entre idas y venidas estuvo hasta el mediodía cuando finalmente se retiró a su casa, se dio una ducha, co- mió alg oy set iróa dormir una siesta. A las 22.30 lo despertó el teléfono : "Como es feriado navideño no hay nadie en la vuel ta. Vos que estás cerca, no · te animás a ir hasta el Shop- ping de Portones que parece que hay otro incendio". Yallá fue ... testimonio en su Carnet. Hubo · .. · .. ........ .... .. ................ · obituarios de norte a sur, desde Ungaretti a Onetti. Con el tiempo su colección de arte se fue eva- : parando (la pintó Picasso, tenia Van Gogh, Modigliani y hasta : JLLJL infinita obra de Nicolas de Stael, . . . . . . . . . . . . . ... ... ................... .... .. . . entre otros muchos). Su nombre . aparece siempre enhebrado con Henri Michaux, con Roger Caí- llois, con Paul Eluard y hasta con Albert Camus, a quien recibió en : su casa de la calle San José. Por décadas estuvo bajo sos- pechoso silencio y ahora em- : piezan tímidos reconocimien- : tos. : Queda la capilla, testimonio : último de espiritualidad, en : medio de esta no menos orien- tal ruta de la seda. :

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liiii:t::'ifi1 Precio del ejemplar:$ 30.00 EL OBSERVADOR

LUNES 27 DE DICIEMBRE DE 2010

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~ A la hora de oficiar ·de cicerone, la iglesia de Atlántida parece obligatoria yendo al ¡ este. Pero hay otra de no menor interés en la _i gnota Soca, que bien vale una misa

Especialista en incendios

Fernando Loustaunau ESPECIAL PARA EL OBSE RVADOR

S e entiende por Ruta de la Seda el itinera­rio que en la antigüe­dad unió los impe-rios romano y chino, el camino por el que

las sedas de Oriente llegaban a adornar los cuerpos y hasta las almas de las damas romanas. Hoy los 30 kilómetros que van de la península que diera por descubierta Solís en 1516 hasta el faro de José Ignacio no son solo un ícono en lo que hace a la naturaleza. Una superecléc­tica arquitectura, diseño, artes plásticas y estética en general conviven sin complejos en un área de referencia única.

Uruguay.separó la Iglesia del Estado en 1917, sabido es. Cual­quiervisitante extranjero podria suponer, a partir de ese dato, que el país no dispone de significati­vos ejemplos en materia de ar­quitectura religiosa.

Seria un error. Es más, se po­.dria casi afirmar que fue a la inversa. Caso paradigmático lo representa la llamada iglesia

del Cerrito de la Victoria (nombre' asignado por el triunfo patriota al mando de José Rondeau en 1812), ambicioso proyecto en estratégica ubicación, suerte de Sacré Coeur a la montevideana.

Pero concentrándonos en el es­te, algo que suena compulsivo es­tos días, parece de visita obligato­ria la iglesia deAtlántida. obra de un gran caballero oritmdo de Ar­tigas, el ingeniero Eladio Dieste. Imitada y reproducida, es un íco­no la Iglesia Cristo Obrero. Maes­tro de la luz y de la econonúa de medios, desarrolló la "cerámica armada" con construcciones en forma de bóveda en ladrillo con la utilización mínima de hormigón, obteniendo máxima liviandad.

Ahora bien, no demasíado lejos, próximo al olvidado pueblo de So­ca -vale visitar la Floresta en linea recta de Soca al mar-, nos encon­tramos con una obra magna del catalán Antonio Bonet en medio mismo del far west.

Contratado para la urbanización de Portezuelo (algo infrecuente en­tonces), respetó Bonet al máximo la frondosa arboleda proveníente de los más diversos lugares plan­tada por Antonío Lussich e insta­lándose en 1945 a vivir en la zona.

Fue responsable de la Hostería Solana del Mar· y de varias casas (por ejemplo invitó a trabajar en la bóveda de la casa Berlinghieri a Dieste). Constmye además Bonet la Gallarda para el exiliado Rafael Alberti y lo último será un banco en la montevideana calle Zabala hacia 1964.

Aüos antes edifica una capilla en Soca sobre la idea de una estructu­ra plegada. Es un encargo original de Susana Soca (quien también contribuyó en la de Atlántida), tri­buto a su padre.

Obra que desafía la imaginación en estructura poliforme; desde una mirada aérea reproduce una cmz valiéndose de cemento y ala­bastro. El interior está pensado pa­ra la refracción de los rayos solares, generando colores inéditos.

La iglesia abrió restaurada ya co­mo espacio cultural en 2007 para un homenaje a la citada Susana Soca. Se basó en fotografías de la alemana Giséle Freund, quien eter­nizara a Soca y a muchos de sus amigos (Borges, Cocteau, Michaux, Nemda). La noche de la inaugura­ción una tormenta de aquellas no impedía que se auzaran por ejem­plo Estela Medina con Maria Ka­dama, recorriendo extasiadas ese

El periodista volvía a casa des-pués de recibir la Navidad con unos amigos. De repente si n-tió un profundo olor a quema-doy un humoquese hacía más intenso a medida que avanza-ba. Periodista al fin , sigu ió la senda que marcaba esa extra-ña neblina y llegó al incendio del Shopping de Tres Cruces .. Bajó del auto y cómo pudo _l le-gó al centro del edificio, hizo averiguaciones, searmóde un panorama completo, cas i se intoxica, pero logró llegar con la not ici a al dia rio. Esc rib ió, completó el artículo con datos telefónicos y como a la hora 5 "subió" la noticia en Observa. Setiróadormitarun rato en un sillón y horas después fue des­oerta,gq R9..~~1Jg\es,aa~I(F~~[-,, uiu,

: completó el artículo con datos telefónicos y como a la hora 5 "subió" la notic ia en Observa. Setiró a dormitar un rato en un si llón y horas después fue des-

ámbito de fe. Hija del cientifico : Francisco Soca, fom1ado en Fran- ~ cía con Charcot (y a quien honra : la capital con una extraña escul- ~ tura de Bourdelle), Susana era po- : líglota y viajera infinita. Dejó só- ~ lidos ensayos, fimdó la revista La · Licorne en la París de posguerra, : además de ser mecenas silenciosa : (todo un tema es su relación con : Pastemak en Moscú). :

A su muerte en 1959, el escri- : tor Emil Cioran dejó un lacónico

pertado por el colega de gua r­dia la mañana de Navidad: "Bien lo de Tres Cruces, pero ahora no te animás a corre r hasta Effa 's que se está incen­diando". Entre idas y venidas estuvo hasta el mediodía cuando finalmente se retiró a su casa , se dio una ducha , co-mió algoy setiróa dormir una siesta. A las 22.30 lo despertó el teléfono : "Como es feriado navideño no hay nadie en la vuelta. Vos que estás cerca, no · te animás a ir hasta el Shop­ping de Portones que parece que hay otro incendio". Y allá fue ...

testimonio en su Carnet. Hubo · .. · .. ........ .... .. ................ · obituarios de norte a sur, desde Ungaretti a Onetti. Con el tiempo su colección de arte se fue eva- : parando (la pintó Picasso, tenia ~ Van Gogh, Modigliani y hasta : JLLJL infinita obra de Nicolas de Stael, . . . . . . . . . . . . . ... ... ............. ...... .... .. . . entre otros muchos). Su nombre . aparece siempre enhebrado con ~ Henri Michaux, con Roger Caí- ~ llois, con Paul Eluard y hasta con ~ Albert Camus, a quien recibió en : su casa de la calle San José. ~

Por décadas estuvo bajo sos- ~ pechoso silencio y ahora em- : piezan tímidos reconocimien- : tos. :

Queda la capilla, testimonio : último de espiritualidad, en : medio de esta no menos orien- ~ tal ruta de la seda. :