EXPOSICION DEL DR. FERNANDO BAPTISTA...

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1 EXPOSICION DEL DR. FERNANDO BAPTISTA GUMUCIO Dr. Tomás Enrique Carrillo Batalla Para la Academia Nacional de Ciencias Económicas y para Venezuela es un señalado honor tener en nuestro seno al Dr. Fernando Baptista Gumucio, ex-Ministro de Finanzas de Bolivia y actual Senador de ese país hermano, quien seguidamente va a . hacer su.exposición, sobre la Deuda Externa de su país dentro del contexto de la América Latina. El Senador Baptista Gumucio tiene una larga experiencia en materia de la Deuda Externa por cuanto presidió las conversaciones que en Bolivia se llevaron a cabo a nivel internacional mientras él desempenaba el cargo de Ministro de Finanzas de su país; igualmente ha participado en di- versos Foros y negociaciones internacionales sobre la Deuda Externa; también ha sido un factor importante en el dtseño de los planes de desarrollo de Bolivia, y además es autor de varios li- bros, entre los cuales se destaca "La Estrategia del Estaría" y la "Estrategia Nacional de la Deuda Externa"; esto es apenas una síntesis de las múltiples ejecutorias del Dr. Baptista Gumucio en

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EXPOSICION DELDR. FERNANDO BAPTISTA GUMUCIO

Dr. Tomás Enrique Carrillo Batalla

Para la Academia Nacional de Ciencias Económicas y paraVenezuela es un señalado honor tener en nuestro seno al Dr.Fernando Baptista Gumucio, ex-Ministro de Finanzas de Bolivia yactual Senador de ese país hermano, quien seguidamente va a .hacer su. exposición, sobre la Deuda Externa de su país dentrodel contexto de la América Latina. El Senador Baptista Gumuciotiene una larga experiencia en materia de la Deuda Externa porcuanto presidió las conversaciones que en Bolivia se llevaron acabo a nivel internacional mientras él desempenaba el cargo deMinistro de Finanzas de su país; igualmente ha participado en di­versos Foros y negociaciones internacionales sobre la DeudaExterna; también ha sido un factor importante en el dtseño de losplanes de desarrollo de Bolivia, y además es autor de varios li­bros, entre los cuales se destaca "La Estrategia del Estaría" y la"Estrategia Nacional de la Deuda Externa"; esto es apenas unasíntesis de las múltiples ejecutorias del Dr. Baptista Gumucio en

materia del estudio de los problemas da uno de ~os países másqueridos por Venezuela, la República de Bolivia, que fue la hijapredilecta del Libertador. Es para esta Academia un gran honortenerlo en nuestro seno, le damos la bienvenida y le cedemos lapalabra para que nos IkJstre con su sabidurla, con su experienciaycon susconocimientos en esta importante materia.

Dr.Fernando BaptlstaGumuclo

Ditrcil tarea constituye para mi el referirme a un tema comoel de la Deuda Externa ante este auditorio venezolano que aúnguarda en su memoria el infamante propuesto del cobro com­pulsivo de las obligacionesextranjeras, y más difícil todavía cuan­do en la actualidad, para superar los problemas económicosderi­vados de este nuevo proceso de endeudamiento, a preferido en­contrar sus propias opciones antes que someterse a presionestransnacionales. Sin embargo, hoy día quisiera puntualizar algu­nos aspectos que pudieran justificar mi presencia ante esta tri­buna, a fin de suscitar entre los presentes la más viva confron­tación de opiniones con relación al tema que nos ocupa, comoun reflejo más del pluralismo ideológicocada vez más fortalecidoen el sistema democrático venezolano, alejándome para ello detodo dogmatismo o fraseología que implique una demostraciónde pereza intelectual, suprimiendo todas aquellas consignas quesólo son útiles por su connotación ritual y no por su contenido e­sencial, para que las expresiones aquí vertidas orienten en lugarde confudir más sobre el origen, la situación actual de la deuda, ylas perspectivas de la deuda externa latinoamericana. La virtualmoratoria en que se encuentra la deuda externa continental con­traída por los gobiemos latinoamericanos con los centros finan­cieros privados internacionalesen las décadas pasadas, no cons­tituye como pudiera pensarse solamente un fenómeno imputa­ble al desatino administrativo de talo cual gobierno. en verdad,aunque su incidencia sea para la economía latinoamericana mu­cho más gravosa que para otros países de igualo menor estado

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de desarrollo, su impacto ha determinado que todos nuestrospaíses cuestionen cada día que pasa con mayor ahínco la es­tructura del sistema financiero internacional vigente. que es dedonde emanan todos los conflictos económicos que actual­mente confrontamos.

Por estas razones trazaré una elipse mucho mayor que larealizada hasta ahora sobre el origen de la Deuda Externa, parano repetir, por ejemplo, que el origen de esta crisis se debe al au­mento de los precios acordados por la OPEP, ya que ello supo­ne contar sólo una parte del enrollo financiero, menos cierto aúnel afirmar que el incremento de los precios del petróleo acumu­lado por los países productores acicateó el proceso inflacionarioen la economía mundial, al ser éste reciclado por la banca privadainternacional a los países urgidos de financiamiento externo, yaque cualesquiera que sean los volúmenes de recursos financie­ros obtenidos por los países productores de petróleo, éstos ja­más podrían justificar el endeudamiento de esta década, y mu­cho menos explicar los motivos que determinaron su moratoria.Reducir de ese modo el análisis de este proceso de endeuda­miento colectivo a las premisas anotadas nos conduciría a la ela­boración de recetarios equivocados, e inclusive contraprodu­centes para superarlos, a fin de evitar la reiteración de ese déficitde la actual crisis financiera es necesario por anticipado intentarun análisis mucho más amplio, aún a costa de exigir para ello unacuota de paciencia mayor de mis auditores.

No debemos olvidar que durante diez anos los países dela OPEP plantearon constante así como infructuosamente la ne­cesidad de incrementar los precios del petróleo, y para ello conta­ban con argumentos irrebatibles, sin embargo, sólo después deinstitucionalizada la inconvertibilidad del dólar el aumento deaquello fue inevitable. Esa inconvertibilidad del dólar determinóque las divisas, o monedas de los países de mayor significaciónen el comercio internacional, empezasen a flotar perdiendo conello, como es de suponer, su valor intrínseco, obligándose a

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buscar refugio en las materias primas para salvaguardar su poderde compra, dando como resultado que las cotizaciones de lasmaterias primas registrasen niveles mayores de los jamás alcan­zados en épocas de paz. Todo ese desajuste económico provo­cado por la devaluación del dólar, que se reflejó en el alza refe­rida de los precios de las materias primas, y sobre todo del oro, esanterior a los precios del petróleo acordado por laOPEP.

No es por tanto enteramente cierto lo aseverado común­mente que los precios del petróleo sean el origen de la crisis fi­nanciera internacional, quizás lo contrario esté más aproximado ala verdad; es más, esa alza de precios registrada en la cotizaciónde las materias primas creó en todos estos países una euforiacomparada a cualquier espejismo que abrió las compuertas alproceso de endeudamiento que agobia como ha dicho nuestroPresidente Don Tomás Carrillo Batalla, la economía de los paíseslatinoamericanos, sean éstos productores o no de petróleo, si al­guna fecha pudiéramos señalar para determinar, con la mayorprecisión posible el origen de la crisis financiera, ésta deberíasituarse en el15 de agosto de 1971, esto es mucho antes que elpetróleo registrase la escalada de sus precios, oportunidad enque el Presidente Nixon, en un discurso que sacudió los pilaresdel sistema financiero internacional, anunció que había pedido alSecretario del Tesoro suspendiera la convertibilidad del dólar enoro u otro activo de las reservas, ese anuncio tenía sobradas ra­zones para conmover los centros financieros europeos en parti­cular, así como la opinión pública en general, con la sola dife­rencia que los primeros previeron con antelación su desenlaceen tanto que la opinión pública no pudo cuantificar sus alcances.

En principio ese anuncio significaba que los Estados Uni­dos abandonando el compromiso contraído desde 1934 de com­prar o vender la onza troy de oro fino a $ 35, contrariando de estemodo lo acordado en la Conferencia de Bretton Woods, que bajoese supuesto alentó un sistema multilateral de pagos con cam­bios fijos referidos al dólar como una moneda de libre converti-

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bilidad. En consecuencia, con esa determinación presidencial,los dólares que circulaban a la sazón fuera de los Estados Unidosya no podrían constituir un crédito contra las reservas de oronorteamericanas, quedando sujetos, como cualquier otra divisaen curso, a las fluctuaciones que su cotización registrase en elmercado de valores. La falta de las más elementales regulacionesbancarias para el manejo de esos dólares, sobre los cuales la Re­serva Federal ya no tenía tuición alguna, así como el Tesoro Nor­teamericano tampoco podía reivindicar su propiedad, aceleró lacolocación de lo llamado eurodólares en mercados anteriormen­te considerados como riesgosos, aumentando considerable­mente la participación de la banca privada como fuente de finan­ciamiento externo. A ese vasto, intrincado y sobre todo anticon­vencional mercado de capitales que extendió con los eurodó­lares su área de influencia hacia los países latinoamericanos, concréditos renovables de bajo interés, se sumaron sin duda muyposteriormente los petrodólares.

La flotación de los tipos de cambios a que dió lugar la in­convertibilidad del dólar, cercenó uno de los principios básicosdel sistema financiero internacional creado en Bretton Woods,que preveía, para un mejor funcionamiento del comercio interna­cional, un sistema de paridades oficiales definidas con relación aldólar, y con débiles márgenes de evaluación, siempre que ésteestuviese supervisado por el Fondo Monetario Internacional, noobstante la política fondomonetarista actual, pese a que ha varia­do sustancialmente como se anotaban las condiciones del mer­cado financiero, insiste en que el objetivo primordial de toda la po­lítica fiscal de los países latinoamericanos debería estar orientadahacia el restablecimiento de la paridad fija única en los tipos decambio, aún a costa de causar con ello una contracción en la de­manda, e inclusive en la condición de vida de sus habitantes. Esnecesario por ello que estos países a través de sus institucionesdemocráticas, discutan y formulen una respuesta latinoamericanaa la crisis financiera actual, que no se circunscribe a los aspectoscoyunturales de la deuda externa, por ser ello solamente una par-

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te del proceso, probablemente la más apremiante, pero no poreso la más importante para el futuro de nuestra economía. Pro­poner, sugerir o abogar nuevamente en la renegociación de ladeuda externa por mayores plazos para el cumplimiento de estasobligaciones, menores tasas de interés que alivien su incidenciasobre las cuentas corrientes de las balanzas de pago, o la supre­sión de las comisiones fijas y variables que aminoren el costo delrefinanciamiento, considero que en la actualidad es una tareainsuficiente; limitar a esos términos el o los problemas del endeu­damiento externo significa condenar a estas naciones al estanca­miento de su economía por varios años.

Es necesario por ello profundizar un poco más en el aná­lisis de los factores o condicionantes que han determinado la in­viabilidad del pago de la deuda externa. No es sólo la deuda ex­terna de los países en desarrollo, la latinoamericana en especial,o de los países socialistas la que cuestiona el Sistema FinancieroInternacional, lo es también la deuda del poderoso sector agro­pecuario norteamericano cuya insolvencia también afecta al siste­ma bancario mundial, inclusive Estados Unidos registra hoy endía la más dramática transformación en su posición financiera in­ternacional, la Cámara de Comercio Norteamericana acaba de a­nunciar que su nación se convertirá a.su vez en una nación deu­dora con relación a otros centros financieros europeos y japone­ses, en efecto, su nivel de endeudamiento actual ha convertidoa los Estados Unidos en el deudor individual más importante delsistema financiero internacional.

Si bien hasta ahora la preeminencia económica de los Esta­dos Unidos le ha permitido mantener un dólar sobrevaluado, auna expensas del malestar de sus aliados europeos y asiáticos; deser evidente esta reversión en su posición financiera a fin de com­pesar su déficit, impulsará sus exportaciones; lo cual sólo es po­sible devaluando nuevamente su moneda para ceder al mercadointernacional en términos competitivos. Panorama que en sus tra­zos esenciales es posible resumir en la forma que estoy aquí

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planteando, pero no ast entrever o mejor aún prever sus cense­cuencias potenciales para el futuro de la economía mundial.

Hasta el momento en los Foros internacionales para discu­tir las implicaciones de la deuda externa se han referido sólo enforma tangente al sistema financiero mundial. Considero que espreciso, en esta ocasión, centrar el análisis sobre la incoherenciadel sistema financiero internacional; porque si enBretton Woodspocas naciones pudieron participar en el ordenamiento de la eco­nomía mundial de la post-guerra. quizás en Caracas a partir dehoy se pudiera acentuar la necesidad de formular una respuestalatinoamericana para la creación de un nuevo orden financiero,más equitativo y menos empírico que el actual.

Para lograr estos propósitos tal vez sea necesario reeditarel pensamiento vivo de Lord Keynes, que en su esencia atacabalas ideas aferradas al Patrón-Oro, preconizando la devaluación an­tes que la recesión, y el despegue económico antes que la auste­ridad de los sectores mayoritarios de la población.

Más aún, si aferrados hoy en día al Patrón-Dólar somos tes­tigos de un panorama monetario internacional de una cada vezmayor contradicción entre las exigencias y la economía mundialintegrada, y la función que se le otorga al dólar como único activode reserva.

Han sido ya varios los intentos realizados tanto por orga­nismos multilaterales como por organismos europeos para corre­gir esta injusta situación, que independientemente de las necesi­dades y posibilidades de expansión del comercio mundial some­te a procesos de brutal recesión, o de inflación rampante. a losajustes o desajustes de la economía norteamericana.

Es necesario retomar esas inquietudes varias veces ex­puestas, recoger su eco, reformularlas cotidianamente para esta­blecer nuevos mecanismos que regulen el sistema monetario

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internacional. En la reunión de Kingston de 1976 se desmone­tizó el oro, mejor aún, se acordó su oananzaclón, al tratar de qui­tarle toda función de reserva,dejándole tan solo su valor venal.

Quizás porque en esa oportunidad los eurodólares se con­sideraron suficientes para contribuir a un incremento sistemáticode las reservas monetarias. ast como asegurar el normal desen­volvimiento del comercio mundial. En esa ocasión ya lo plan­tearon, ya se presentó la conflagración de ideas entre los Esta­dos Unidos, los europeos y algunos países latinoamericanosque preferían considerar mucho más oportuna la creación de unaverdadera reserva monetaria internacional.

Después de largas y morosas discusiones que ocuparonnumerosas reuniones del Fondo Monetario Internacional, esa Ins­titución creó los DERECHOS ESPECIALES DE GIRO como unanueva expresión de reserva monetaria, que en efecto logró ycumplió su propósito al aumentar la liquidez de la economía mun­dial, pero que hoy en día está lejos de lograrlo, porque aun su­mados los DERECHOS ESPECIALES DE GIRO al propio capitaldel Fondo Monetario, equivaldría éste a la mitad de la signi­ficación que tenía esa Institución, en 1945 con relación al valordel comercio mundial.

En esa misma tendencia, de buscar nuevas reservas mo­netarias que permitan incrementar los medios de pago, se en­cuentra la creación del ECU, o sea la unidad monetaria europea,cuyo valor se define en relación con la canasta de ocho monedascontinentales, no así al dólar ni así al oro, cuyo objetivo es con­vertirse en el futuro en activo de reserva.

No es ajeno, al contrario contribuye de una manera sig­nificativa la formulación de un nuevo sistema monetario inter­nacional, menos caótico, la sugerencia presentada por AlanGarcfa, Presidente del Perú ante la Asamblea General de lasNaciones Unidas para la creación de un FONDO MONETARIO

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LATINOAMERICANO que contribuya a resolver Jos traumáticosproblemas que confrontan estas economías, agudizados por laexplosión de la Deuda Externa registrada al iniciarse la presentedécada.

Para este propósito, el fortalecimiento del Fondo Andinode Reserva ya en funcionamiento constituiría un invalorableprimer paso no por parcial menos representativo de la tendenciaanotada para alcanzar solucionesglobales de la crisis actual.

Antes de concluir esta exposición deberíamos expresarnuestro reconocimiento y solidaridad con todos los personerosgubernamentales que tienen a su cargo la diffcil tarea de rees­tructurarcon los acreedores privados la Deuda Externa. Sobretodo, si aquellos toman en cuenta no sólo sus posibilidades, sinotambién las limitaciones que confrontan todos y cada uno de lospaíses latinoamericanos para el pago de las obligaciones con­traídas.

Del mismo modo debemos felicitar iniciativas por el Minis­tro Manuel Azpúrua Arreaza ante la Banca Privada Internacionalpara incluir en la negociación la cláusula de contingencia, por lacual los cambios adversos del panorama económico internacionalpodrán alterar los términos originalmente convenidos en la rene­gociación de la Deuda Externa.

Es por todas estas razones que considero necesario in­sistir en la búsqueda de fórmulas acordes a las exigencias deestas economías con el contexto de un nuevo sistema financieroy monetario internacional, a lo cual ágoras esclarecidas comoéstas pueden con holguracontribuir a su realización.

Consideraba diffcil al iniciar esta exposición el inscribir laDeuda Externa en un marco más amplio como el referido a lacrisis por la que atraviesa el Sistema Financiero Internacional, y acuya reformulación deberíamos abocamos,sin embargo, la aten-

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ción por ustedes prestada y su benevolencia han hecho más lle­vadera esta tarea.

Dr. Francisco i\Illeres

Gracias al Dr. Femando Baptista Gumucio por su docu­mentada y densa exposición.

Tenemos 15 minutos para discutirla, si es que hubiere co­mentarios o preguntas. Los que quisieren preguntar o intervenirse servirán identificarse.

Dra. Isbella Sequera de Segnlnl

Las interesantes intervenciones del doctor Carrillo Batanay del doctor Baptista Gumucio, me llaman a la reflexión y me es­timulan a hacer el siguiente comentario:

Es indudable, todos los sabemos, que este problema dela Deuda Externa en el cual están sumidas las economías deltercer mundo y muy especialmente la de los países latino­americanos de la cual formamos parte todos nosotros, secorresponde con una crisis del sistema financiero a nivel mundial,pero más particularmente con la crisis del sistema capitalista. Estasituación es una respuesta a los problemas económicos que vie­ne confrontando los Estados Unidos, la capital hegemónica delcapitalismo -valga la expresión- desde hace algún tiempo prác­ticamente como lo ubicó el doctor Baptista desde el ano 1971 einmerso dentro de esa problemática de los petrodólares y delaumento de los precios del petróleo a partir de 1974. Esto ubicael problema de la deuda externa de los países latinoamericanosen dos contextos: uno interno y otro externo; el externo es elque hemos señatado, entonces eso nos obliga a la siguientereflexíón: venirnos a ser prácticamente víctimas de esa situación

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por lo tanto no tenemos por que responder fácilmente a losvictimarios sino revisar nuestra situación y ajustar la solución anuestras necesidades, a nuestras conveniencias, y no a hacersufrir las consecuencias del pago de la deuda a las clasesdesposeídas, y que esa parte puede corresponder también a ma­nejos inadecuados, pero no por robo sino a lo mejor por igno­rancia, por irresponsabilidad. no sé porqué pero en todo caso,probablemente Venezuela tenga que pagar alguna parte de sudeuda.

Entonces vaya hacer mías unas ideas que le oí a un eco­nomista de nombre Oswaldo Ron que considero muy intere­santes como soluciones al pago: una, hacer que el país acreedorlos Estados Unidos concretamente, acepte el pago con produc­tos de los diferentes países, materias primas o lo que esté encapacidad de producir cualquier país, vale decir una especie detrueque; esos productos le garantizan a los productores de lospaíses latinoamericanos un mercado; el gobierno de los EstadosUnidos asume esos productos y comercia con ellos y le paga a laBanca; esto no es nada extraordinario, tal sucedió en la otra opor­tunidad en que Venezuela estuvo también asediada, a comien­zos de siglo, por las grandes potencias que entonces se cobra­ron con los derechos de exportación, así es que esto sería encierta forma una situación similar. La otra idea se correspondecon los intereses que habría que pagar, porque no puede estarsujeta nuestra economía a los vaivenes especulativos de losaltos centros financieros que utilizan como instrumentos las tasasde interés, entonces, acogiendo las recomendaciones del pro­pio Fondo Monetario. y de otros centros financieros de tanta en­vergadura como éste, debemos acoger la tasa de 8,2 por cientoy establecerla como fija para el pago de la deuda.

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señor Suárez de Prensa LatIna

Quisiera felicitar al doctor Baptista Gumucio por su expo­sición, sobre todo por la claridad de los conceptos, especial­mente cuando hace referencia a la historia de la crisis, al procesomonetario y su responsabilidad en la crisis financiera provocadapor el endeudamiento y los desmanes financieros de la econo­mía norteamericana,mucho más trascendentales que al aumentode los precios del petróleo hecho por la OPEP dos anos des­pués. Sin embargo me llamó la atención que el doctor Baptistahace algunas referencias en cuanto a derechos especiales ante­riores a la inconvertibilidad del dólar, tal como si fuera un forcejeode los estrategas financieros norteamericanos antes de declararla inconvertibilidad, especialmente porque la inconvertibilidad yase habla producido poco antes de que Nixon la declarara, el 15de agosto; la declaración de Nixon es solamente una cosa formal,una declaración de guerra comercial contra los principales socios,accmpañada de la inconvertibilidad del dólar, y de un aumento,como se recordará, en las exportaciones de manufacturas quefue lo que realmente obligó a los demás patses a buscar aliadoscorno Japón y Europa Occidental y a encarecer sus mercancías acambio de que el dólar se devaluara; lo que le dio una doble ven­taja a los Estados Unidos en esa batalla comercial donde la incon­vertibilidad del dólar fue solamente el dato, tal vez más llamativo,pero que no resolvíapor sl mismo nada en realidad.

El precio del oro se había ido ya en el mercado libre porencima de los $ 35, Y el Sistema de Reserva Federal no le cam­biaba dólares a ningún pats subdesarrollado, porque los acusabade estar especulando con la compra de oro a $ 35 en el Sistemade Reserva Federal para venderlos en el mercado libre a $ 38, Yvolver de nuevo a comprar al Sistema de Reserva Federal a 35 yvolver de nuevo al mercado libre a venderlos a 38, realizando astuna ganancia a costa de la Reserva Federal de los Estados Uni­dos, por lo tanto los países subdesarrollados ya no lograban quese les devolviera por cada $ 35 una onza de oro; ast que la

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declaración de Nixon el 15 de agosto es tardía. ya que en lospaIses subdesarrollados la inconvertibilidad se habla producido.

Por eso los estrategas norteamericanos hablaban de crearoro. pero algo que fuera parecido al oro no podía salir de la nada,ni aún cuando ese algo como se llamara fuera de papel, o papeloro, estuviera respaldado por hechos especiales de giros. Ustedse referla a ello, doctor Baptista, precisamente en esta partecuando lo senara como un activo de reserva nuevo muy positivoque ha aumentado la liquidez internacional; desgraciadamente elFondo de Reserva no está al servicio de los países subdesa­rrollados; Venezuela, México, etc., no son países desarrollados,y basan su pontea, todas sus acciones, de acuerdo con las reso­luciones que se toman en el sistema de votación ponderado, lasresoluciones son tomadas por los países en beneficio, general­mente, casi siempre para citar el caso, que beneficia solamente alos países industrializados.

Los degs se reparten también con ese sistema ponderado y cuando se crearon, recuerdo que muchos órganos de pren­sa especializados pensaron que se había creado más liquidezpara los ricos, porque el 55 por ciento de esta liquidez nueva ibaa ser distribuida entre los países capitalistas interesados, y lospaIses subdesarrollados, a más de cien economías subdesarro­lladas le tocaban menos del 30 por ciento; por eso yo quería pre­guntarle ¿ por qué usted después de haber condenado algunosaspectos políticos del Fondo Monetario hacia el tercer mundo,de presión financiera por parte de esa entidad contra los EstadosUnidos, por qué usted hacía esta referencia hacia la creación dederechos especiales de giro como un aspecto positivo en las fi­nanzas internacionales?

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Dr. Fernando Baptlst3 Gumuclo

Yo creo que la pregunta es muy acertada y estoyconsciente además de la precisión en cuanto al calendario serefiere. Efectivamente los derechos especiales de giro fueroncreados muy anteriormente, con antelación al 15 de agosto de1971, pero no hay que olvidar que las crisis se van gestando, sevan madurando muy lentamente; cuando vemos la explosión dela crisis es precisamente cuando ha tenido un largo proceso demaduración, como ocurrió, por ejemplo, también con el aumentode las tasas de interés, luego combinó con la sistemática dismi­nución de las reservas de oro norteamericanas; suponer que lasreservas de oro norteamericanas prácticamente empezaron a a­gotarse a partir del 15 de agosto sería contar una parte muy ten­denciosa de la situación, por el deg norteamericano el proyectode la gran sociedad de Jonnson, la guerra de Viet-Nam, las reser­vas de oro norteamericano del 70 por ciento bajaron al 40 porciento y al 35 por ciento en la actualidad. a lo largo de esos anosincrementando las reservas metálicas de los países europeos­asiáticosy también de los países productores de petróleo.

Yo creo que hay, contestando a la señora que tambiéntuvo la gentileza de hacer la pregunta, una vieja y difícil polémica;¿estamos hablando de una crisis del sistema o estamos hablan­do de una crisis en el sistema? Yo creo que estamos hablando deuna crisis en el sistema, no de una crisis del sistema, por lo tantonosotros, Bolivia, Venezuela y 148 países más son países miem­bros del Fondo Monetario Internacional, de la misma manera quesomos de las Naciones Unidas y de la misma manera que somosdel Banco Mundial, yo creo que efectivamente el Fondo, res­pondiendo a los dictámenes por los que fue creado en BrettonWoods, y de acuerdo a la participación ponderada en su vota­ción, responde más a las necesidades de la economía norte­americana que a las necesidades de los países en desarrollo. Deesto estoy consciente, pero precisamente mi preocupación esque por otra parte, nuestros países no se han formulado una res-

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puesta latinoamericana a este injusto sistema económico finan­ciero y monetario internacional, por ejemplo,nada más injustoque el aumento de las tasas de interés acordado por el Presi­dente Reagan para estabilizar su economía en desmedro y enpe~uicio de las economíasde los países subdesarrollados.

La Deuda Externa prácticamente no existía, aquí estamoshablando de la magnitud a la que se ha referido el Dr. Carrillo Ba­talla y no existía porque realmente las posibilidades de expan­sión del comercio internacional en la venta del petróleo por ejem­plo, o del estaño nos permitían sufragar estos costos en cuanto acapitales. Pero ¿existe mayor injusticia o existe mayor razón pal­pable, para inclusive plantearse el repudio, que obligaciones quese habían contraído con carácter renovable a bajas tasas de in­terés que difícilmente excedían el 10 por ciento, de pronto lle­guen al 25 por ciento acumulando una especie de bola de nieveque ha hundido estas economías a punto de deprimirlas? Real­mente, o el sistema está malo es necesario que las reglas deljuego sean cambiadasde inmediato.

Yo creo que es probable, tanto de parte de Estados Uni­dos, como del Fondo, como del Banco Mundial, ya que el Se­cretario Shultz acaba de declarar que sí es injusto convertir a La­tinoamérica o estos pueblos subdesarrollados en exportadoresnetos de capital, ya existe un convencimiento por parte de Esta­dos Unidos. a nivel oficial que hay una injusticia flagrante en elsistema financiero actual. Pero nosotros, deberíamos constituirotras alternativas. otras respuestas. yo creo que, E.C.U.S. (Uni­dad Monetaria Europea) por ejemplo no es tan sólo una reservade activo fijo. ni va a movilizar la economía europea comotampoco lo hicieron los Derechos Especiales de Giros, para se­guir con el razonamiento del que me ha hecho la pregunta res­pectiva, pero lo que sí creo es que nosotros deberíamos for­talecer el Fondo Andino de Reserva, crear nuestros mecanismosfinancieros propios, para poder lograr que nuestros recursos leden mayor liquidez al sistema, nosotros en la forma de ALADI, en

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la forma de mercado común que estamos planteando al PactoAndino, encontramos una enorme estrechez de recursos Ifqui­dos que nos permitan incrementar o vender nuestros productosa precios razonables, es por eso,que yo creo que no disentimosen absoluto del criterio planteado y creoque hay mucho másquehacer, y ojalá una Academia tan importante corno es ésta se pu­diera avocar al estudio de una sugerencia mayorsobre los nue­vossistemas financieros internacionales parael futuro.

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EXPOSICION DELDA. PEDRO PALMA

Dr. Francisco Mleres

De inmediato pasamos a la segunda ponencia y le toca elturno al Dr. Pedro Palma, Director de Metro-Económica, Miembrode nuestra Academia y quien formó parte del equipo renegocia­dor, él va a tratar justamente sobre el acuerdo de refinancia­miento de la Deuda Pública Externa Venezolana y su Viablidad.

Dr. Pedro Palma

Deseo comenzar mi exposición agradeciéndole a la Aca­demia la gentileza de esta invitación para conversar con ustedessobre un tema de tan permanente actualidad como el problemade la Deuda Externa de la América Latina y el de Venezuela,igualmente deseo pedir disculpas porque el material de soporteque voy a utilizar, o al que voy hacer referencia, son cuatro pági­nas que les acaban de ser entregadas; lamentablemente no ten-

90 un número de copias en la cantidad suficiente para entre­gárselas a todos ustedes, por lo que les agradezco si compartenlas mismas con sus respectivos vecinos.

Quiero comenzar mi presentación haciendo referencia enprimer término al problema global de la América Latina, para luegoreferirme en específico al caso de nuestro país. Y para ello creointeresante comenzar diciendo que si bien durante los últimos a­nos se han notado importantes avances y cambios en los esque­mas aplicados para el manejo del problema de la Deuda Externade los países latinoamericanos, ya que entre otras cosas porejemplo se han ampliado los plazos en los acuerdos, en la rees­tructuración de la Deuda de los países de la América Latina se hanotado una mayor elasticidad en el otorgamiento de plazos operíodos de gracia a los países deudores; es importante tambiénnotar que esto está muy lejos de ser suficiente para resolver elproblema de la Deuda Externa en América Latina. Tan sólo hacecuestión de un ano una de las más importantes publicaciones fi­nancieras de los Estados Unidos, en uno de sus artículos decía:"que el problema de la bomba de la Deuda Externa Latinoame­ricana que se había vivido en el ano de 1983, prácticamente ha­bía pasado o se había superado y que todos los países iban porbuen camino a resolver los problemas de la Deuda sin que sepresentase ninguna situacióncrítica al respecto".

Diferí de esa opinión que se expresó y siempre he man­tenido que lejos de haberse resuelto el problema de la DeudaLatinoamericana, el problema está allí e inclusive tiende a agravar­se en una forma alarmante. Para demostrar lo que estoy dicien­do. les sugiero que vean la primera tabla del material entregadodónde se hace un simple resumen de la situación externaconcerniente o relacionada a la Deuda de algunos países de laAmérica Latina; en la primera línea de esa tabla ustedes tienenunos estimados acerca del monto de la deuda a fines de 1984, laDeuda Externa total tanto pública como privada de esos países; yen la segunda. las exportaciones de bienes y servicios que se

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espera realizarán esos países durante el ano 1985 magnitudesestas expresadas en miles de millones de dólares. En la terceralínea se tiene o se hace un estimado de cuánto deberían pagarpor concepto solamente de intereses. estos respectivos paísessi la tasa Libar, es decir la tasa interbancaria de Londres, se esta­biliza en torno a un 8 por ciento, o si se estabiliza en torno a un 9por ciento. y se considera un diferencial que ha sido acordadocon muchos países de la América Latina. o que hoy priva conellos. Yo les sugiero más bien que nos concentremos solamenteen el análisis de los pagos por concepto de intereses en los ni­veles de una tasa Libar de 8 por ciento, ya que ese es más omenos el nivel en que se encuentra actualmente esa tasa y por lotanto ese ejercicio de la tasa Libor al 8 por ciento más o menosrepresenta o es representativa de las obligaciones por este con­cepto que tienen los diferentes países de América Latina.

Si nosotros restamos el flujo que reciben los países porconcepto de exportaciones de bienes y servicios, de éste pagopor concepto de intereses, eso nos da simplemente la cuarta lí­nea, es decir, la línea del residuo-exportaciones de bienes y ser­vicios, menos pago por concepto de intereses, y esa magnitudnos dice cuánto le queda a los países de América Latina de su flu­jo de ingresos, para financiar cualquier otro gasto externo queellos tengan. En la línea siguiente, se establecen las importa­ciones de mercancías que estos países van a realizar posible­mente durante el ano 1985, de acuerdo a las perspectivas hoydisponibles; y ulteriormente se realiza una relación entre aquellamagnitud de residuo, lo que les queda a los países descontadoslos pagos por concepto de intereses de sus deudas externas,con relación a las importacionesde mercancía.

Estas relaciones que pueden estar por encima de 1, pordebajo de 1, o ser igual a 1, lo que nos dice es qué capacidad fi­nanciera van a tener los diferentes países de la América Latinapara realizar el pago de las compras básicas por conceptos de lasimportaciones de mercancías. Una relación equivalente a ésta

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por encima de 1, significa que los pafses tienen dinero suficientecon qué realizar sus compras, y si adicionalmente les queda unremanente y una relación inferior a 1, significa que a estos paísesni siquiera les quedan fondos suficientes para cancelar o realizar!os pagos por conceptos de ímpcrtacíones de mercancfas.

Ustedes allí se dan cuenta que la situación es disfmil enmuchos patses de la América Latina, pero que a países como Bo­livia, Chile, la misma Colombia y Perú ni siquiera les queda un flu­jo de recursos, una disponibilidad de recursos suficientes para fi­nanciar sus otras compras externas por concepto de servicios, orealizar cualquier tipo de pago por concepto de amortización, uotro pago externo que estos países pudieran realizar o tener querealizar. En consecuencia, para estos países el pago de serviciode su deuda implicarfa irremediablemente, o tener que acudir anuevas fuentes de financiamiento, es decir, aumentar su endeu­damiento para realizar la cancelación de sus obligaciones exter­nas; o simplemente acudir al uso más o menos intensivo de susreservas internacionales con estos fines o propósitos. Sin embar­go esa no es la totalidad del análisis.

En la línea siguiente nosotros hacemos una relación entreaquel pago por concepto de intereses y las exportaciones porconcepto de bienes y servicios, y nos damos cuenta que paísescomo Argentina, por ejemplo, que está más o menos en una posi­ción holgada para realizar el financiamiento de la compra de susimportaciones de mercancías, tiene que destinar, en caso deque la tasa Libor se estabilice en un 8 por ciento, el 41 por cientode sus exportaciones bienes y servicios única y exclusivamenteal pago por concepto de intereses de su deuda externa Boliviatiene que destinar el 48 por ciento de sus exportaciones al pagopor concepto de intereses. Chile el 43 por ciento; México el 32por ciento y Perú el 38 por ciento. En definitiva son relacionesdesproporcionadamente elevadas para ser absorvidas por estospaíses, ya que ello implica que estos países tienen que destinaruna enorme proporción de sus recursos, o de sus flujos de in-

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gresos por conceptos de exportación, solamente al pago porconcepto de interés de la Deuda Externa, sin contar inclusivetodos aquellos pagos que tuvieren que realizar por concepto deamortización de capital.

Esta situación inclusive tiende a agravarse en algunospaises, cuando vemos la debilidad de posición de reservas inter­nacionales que tienen, en el caso especffiCo de la Argentina,ellos solamente tienen un monto de reservas internacionales su­ficientes para financiar algo más de tres meses de sus importa­ciones. y por lo tanto su capacidad de echar mano a sus reservasinternacionales para cumplir sus compromisos externos está se­veramente limitada, condenándolos irremediablemente a tenerque acudir a un nuevo endeudamiento externo, para cumplir suscompromisos u obligaciones pasadas. Existen otra serie de paí­ses como es el caso de Colombia. Ecuador, Uruguay, etc., quetambién se encuentran en una posición sumamente débil encuanto a disponibilidades de reserva para poder utilizar las mis­mas y ast poder cumplir sus obligaciones extemas.

También se habla de que no necesariamente esta situa­ción tiene que persistir ya que existe una posición muy seria yválida de varios economistas que han planteado, que lo principalpara los paises de América Latina se fundamenta en el nivel deproducción o actividad económica de las economías industria­lizadas, ya que en la medida en que estas economías crezcanmás aceleradamente o más intensamente, ello implicará tambiénmayores posibiliddes de exportación de los paises de la AméricaLatina hacia esos principales mercados internacionales. Por lotanto una de las cosas fundamentales para resolver el problemade la Deuda. de acuerdo a ese punto de vista seria estimular elcrecimiento de los países industrializados, ya que los mayoresniveles de exportación de la América Latina hacia esos paísestambién le daría una mayor capacidad financiera de pagos paracumplir los compromisos externos y para poder cubrir sus re­querimientos internacionales.

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Sin embargo, de acuerdo a las últimas proyecciones delProyecto Link -que es un grupo de economistas a nivel interna­cional que nos reunimos periódicamente para revisar las proyec­ciones económicas mundiales- se puede ver en la parte inferiorde la tabla que las perspectivas de crecimiento de los países in­dustriales están severamente limitadas, y lejos de estar planteadauna recuperación económica, o un resurgimiento de crecimientoeconómico sólido en esas economías que efectivamente se pu­dieran traducir en mayores exportaciones, vemos que despuésde un aumento del producto territorial bruto o del producto na­cional bruto (en términos reales en esas economías del ordendel 5,2 por ciento en 1984, ano de recuperación económica y debonanza inclusive económica, fundamentalmente en algunospaíses como en Estados Unidos) las expectativas para 1985 y losaños subsiguientes son bastantes limitadas, esperándose queen el mejor de los casos estas economías crezcan algo más deun 3 por ciento en el afio de 1987. Esta situación poco favorableen materia de crecimiento nos indica que tampoco podemos ci­frar grandes esperanzas en un incremento de nuestra capacidadexportadora hacia esos países como consecuencia de una recu­peración económica, y por lo tanto esto nos cierra inclusive unapuerta adicional, a la consecución de la solución del problema deladeuda.

Hay sin embargo un factor esperanzador o medianamenteesperanzador que es el posible comportamiento que hoy se pre­vé para las tasas de interés a nivel internacional; después de ha­berse operado elevaciones sustanciales en las tasas de interésen la primera mitad de la presente década, e incluso de habersealcanzado un nivel de interés del orden del 12 por ciento en latasa preferencial de los Estados Unidos en el ano 1984, lo quese ha notado desde la segunda mitad de ese ano y a lo largo delano 1985 es más bien una tendencia a la baja de las tasas deinterés de esas economías, que obviamente se refleja en formafavorable sobre nuestras economías, porque ello implica tambiénuna reducción en los requerimientos de pago por este concepto

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que tienen que hacer los países deudores de la América latina.De acuerdo a esas mismas proyecciones del Grupo link, seespera que en el presente ano la tasa preferencial de los Esta­dos Unidos no supere, o no alcance siquiera una tasa del ordendel 10 por ciento, y que posiblemente a partir de 1986 y hastaquizás a finales de la presente década las mismas se estabilicenen un nivel inferior al 9 por ciento. Ello sería producto de laimplantación de una política monetaria de corte netamente ex­pansivo en los Estados Unidos, lo cual permitirá el acceso a uncrédito abundante y consecuentemente barato, teóricamentebarato en los Estados Unidos. Este nivel de abaratamiento en elcrédito, en el financiamiento internacional, también puede sercuestionado ya que una tasa estabilizada en los Estados Unidosen un nivel próximo al 9 por ciento, significa que las tasas realesexistentes dentro de esa economía, es decir la diferencia entrelas tasas de interés nominales y las tasas de inflación, sería to­davía muy alta, aproximadamente de un 5 por ciento ya que lainflación que se padece en esa economía es inferior al 5 porciento, luego está más bien próxima al 4 por ciento, y que por lotanto todavía hay posibilidades de bajar en forma sustancial estosniveles de tasas de interés en montos sustancialmente inferioresa los que aquí estamos tratando.

Esta posibilidad sin embargo se ve severamente limitadaya que el déficit presupuestario norteamericano que está en elorden de los doscientos mil millones de dólares por ano. com­binado con el elevado déficit comercial, es decir, la diferencia en­tre importaciones y exportaciones de mercancías de ese país, im­plica sin duda alguna los requerimientos crecientes de refinan­ciamiento dentro de esa economía; la cual absorbe una enormecantidad del potencial crediticio que existe dentro de la misma, yconsecuentemente un requerimiento casi insaciable de recursosque tienen que ser cubiertos en forma parcial, pero también demagnitudes crecientes desde todas partes del mundo, yeso ex­plica porqué ha habido un flujo persistente y permanente de lospaíses industrializados y de los países en desarrollo hacia los

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mercados financieros del dólar fundamentalmente atracos porlos altos intereses existentes. Precisamente. intereses productode esta situación netamente deficitaria y elevada demanda decréditos por parte de los Estados Unidos para financiar esos enor­mes déficits, implicará sin duda alguna presiones atslstas sobretodo en las tasas de interés, o como mínimo implicará una restric­ción a la posibilidad de baja en las tasas de interés sustancial­mente inferiores a los que aquí están planteándose. Sin embar­go es al menos algo alentador ver que esas tasas han bajado aniveles sustancialmente inferiores a los que se vivieron tan soloun par de anos atrás.

En cuanto al caso específico de nuestro país, en la segun­da tabla que ustedes tienen, se presentan algunos estimados-obviamente aproximados, ni mucho menos finales- acerca delposible perfil de pagos de la Deuda Externa venezolana tanto pú­blica como privada. o sea la Deuda Externa total, bajo el supuestode que la tasa Libor, que es la tasa de interés referencial quenosotros utilizamos a los efectos del pago de la deuda, se estabi­lizase después del año 1985 en un nivel del 8 por ciento. que esmás o menos concordante con el comportamiento del 8,6 porciento estabilizado de la tasa preferencial de los Estados Unidos

De ser este el caso, es decir de comportarse las tasas deinterés bajo ese esquema, es factible que este año los pagos porconcepto de servicios de la Deuda Externa total estén ubicadosmás o menos en torno a los cinco mil doscientos millones de dóla­res, posiblemente algo menos de esos si efectivamente no sefirma el acuerdo de refinanciamiento y por lo tanto no hay que pa­gar la cuota inicial de setecientos cincuenta millones de dólaresaprobados por los bancos acreedores, pero a partir del año 1986se notan niveles de cuotas por conceptos de servicios de la deu­da externa que están más o menos oscilando entre los cinco milquinientos millones y los seis mil doscientos millones de dólarespor año.

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Cabe entonces preguntarse, ¿es esto viable y absorbiblepara la nación, dadas las condiciones existentes en el mercadopetrolero internacional y en el ambiente económico que nos ro­dea?

Con el objeto de tratar de contestar esa Interrogante, exis­te una tercera tabla que tienen ustedes, donde nosotros hemoshecho unas simulaciones bastante rudimentarias si se adquiere,en la que se trata de visualizar las posibilidades de pago que ten­ga Venezuela bajo tres escenarios en materia petrolera interna­cional.

En el primero se supone un comportamiento en el preciodel petróleo relativamente favorable, inclusive con tendencias as­cendentes a partir del año 1986, hasta estabilizarse esos nivelesde precios en un nivel próximo a los $ 27 el barríl, que es, si sequiere bautizar así, la posición optimista oficial o si se quiere así,el escenario optimista oficial que ha sido utilizado en declara­ciones recientes del sector gubernamental; éste es un escena­rio, a mi modo de ver, poco probable. Con el fin de ver las posi­bilidades de pago que existan dentro de este esquema es impor­tante para nosotros considerar unos estimados específicos de lacuenta corriente de la balanza de pagos donde podemos enprimer término observar las exportaciones de mercancías menoslas importaciones de mercancías, importaciones éstas que las he­mos hecho solamente crecer al 5 por ciento por año, que es unsupuesto bastante conservador en los próximos años, porqueello implicaría prácticamente un estancamiento de las importacio­nes reales o del volumen de exportaciones que se realizarían a lolargo de la segunda mitad de la presente década. Pero digamos alos efectos del ejercicio académico que hemos supuesto puesque esas importaciones tiene ese comportamiento tan favorable.Después de obtener el saldo comercial y de restarle a ese saldocomercial todo lo que los pagos de importación o Jos pagosnetos de importaciones netas de servicios distintos al pago porconcepto de intereses, nos queda un saldo de la cuenta comen-

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te excluído el pago por concepto de intereses solamente, comoustedes saben, el pago por concepto de intereses de la deudapública se contabiliza en una partida de la cuenta de serviciosque es la partida de Ingresos sobre Inversiones como una salida.

Si a ese saldo de la cuenta corriente que es esencialmen­te lo que nos queda a nosotros, del producto de nuestras expor­taciones, una vez descontado todo lo que hemos importado demercancías y servicios, para realizar la cancelación del pago de ladeuda nos damos cuenta que a lo largo del período de 1985­1989 Venezuela tendría recursos suficientes, o un flujo de recur­sos suficientes, para cancelar estos compromisos externos. eincluso tendría un excedente del orden de dos mil cien millonesde dólares, que es lo que quedaría todavía para financiar cual­quier gasto externo distinto al de la cancelación para el serviciode la deuda. En otras palabras, en este escenario no habría pro­blema alguno, digámoslo así, para la cancelación de esos recurosos.

En el segundo escenario, que hemos bautizado como Es­cenario Petrolero Restringido, nosotros hemos considerado laposibílidad de que los precios del petróleo bajen en este ano aun nivel de 25,15 de dólar por barril, que podría ser inclusive algosuperior a ese nivel, y que en el ano 1986-1987 se reduzcannuevamente esos precios, a estabilizarse en un nivel entre23,50 y 24 dólares el barril, que es un escenario que según losexpertos petroleros hoy luce como más probable que el esce­nario optimista previamente presentado de ser ese el caso, a­quella diferencia entre el saldo de la cuenta corriente y el serviciode la deuda externa nos daría el ano 1985 todavía una situacióncon superávit pero ya a partir del ano 1986 irremediablementemantendríamos una situación de déficit a lo largo de todo lo queresta de la presente década, al punto de que en el período 1986y 1989 solamente en esos cuatro anos, Venezuela tendría nece­sidad de echar mano aproximadamente de dos mil seiscientos mi­llones de dólares adicionales, bien sea de las reservas inter-

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nacionales o bien sea de nuevos préstamos para cumplir suscompromisos de la deuda externa. Este escenario todavía esabsorbible debido a que Venezuela tiene un nivel de reservas in­ternacionales sumamente elevado, como se muestra en la prime­ra tabla que hemos presentado, donde Venezuela sin duda algu­na, está en una posición muchfsimo más sólida desde el puntode vista financiero que los otros países de la América Latina, peroya en este escenario implicarfa una restricción de tipo financieroya que además de la escasez de recursos para cumplir con loscompromisos de deuda externa, todavía nos taltaría también parapoder cumplir, para poder financiar cualquier gasto adicional ex­terno.

Hemos simulado un tercer escenario, el escenario petro­lero adverso, donde suponemos que los precios del petróleobajan a un nivel de $ 20, donde se estabilizan a partir del año1987 hasta fines de la presente década; bajo esa condición noso­tros tendríamos una situación de nuevo desfavorable en el pre­sente año (1985) pero ampliamente favorable a partir del año1986 a punto de que el déficit en que incurriríamos, o la estre­chez financiera en que caeríamos para honrar los compromisosde deuda externa entre los años 1986 y el año 1989 estarían entorno a un nivel próximo a los diez mil millones de dólares, es de­cir, tendríamos un nivel de reducción de reservas internacionaleso simplemente tendríamos o nos veríamos obligados a acudir aun endeudamiento forzoso, a un endeudamiento sustancial.

Ahora bien, dada la situación del nivel de la deuda latino­americana, es de mi convencimiento que ante la imposibilidad demanejar el problema de la deuda externa latinoamericana en unaforma viable y lógica, y por lo tanto, ante la imposibilidad de lospaíses de la America Latina de poder cumplir sus compromisosexternos, es prácticamente ineludible el hecho de que en el mer­cado financiero internacional aparezcan en un futuro, yo diríaque bastante próximo, nuevos esquemas que hoy no están plan­teados en el mercado financiero internacional. Es probable que

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nadie sepa a ciencia cierta que los acuerdos para fijar topes má­ximos al pago por concepto de intereses establecidos, o ligazo­nes entre los niveles de exportación de los diferentes paísescon los montos que estos países podrían destinar al pago de ser­vicio de la deuda, etc., van a aparecer en ese mercado financierointernacional, y es mi criterio también que en este momento Ve­nezuela debe hacer uso de su justo derecho de beneficiarse deesos esquemas nuevos que están o que estarían planteados yahora asequibles en el mercado financiero intemacional.

En este sentido, yo siento particular complacencia por lanueva cláusula de contingencia en la cual también se tiende a in­cluir un concepto más o menos aproximado de la cláusula de na­ción más favorecida, planteada por nosotros en el momento enque formamos parte de la Comisión de Reestructuración de laDeuda Externa. Pero dadas las situaciones existentes en el mer­cado financiero internacional, las condiciones en que Venezuelaestaba en ese momento no fueron acogidas para ser incluidasen la discusión con la Banca Internacional, sin embargo nos com­place particularmente ver que ahora se están incluyendo cláusu­las en ese sentido y me parece que como mínimo, Venezuela de­bería incluir en los acuerdos de refinanciamiento, o en los contra­tos de reestructuración con la Banca, también un punto que in­cluimos en la Comisión y que en el momento no fue acogido paraser discutido con los bancos, pero que a mi modo de ver es abso­lutamente esencial, cual es el hecho de que Venezuela establez­ca explícitamente en esos contratos que tiene el derecho a so­licitar a la Banca la negociación, quizás no la aplicación pero por lomenos la negociación individualizada de cualquier esquema másfavorable que haya sido aplicado en cualquier país de la AméricaLatina; la revisión de la totalidad del acuerdo a mi me parece queeso es absolutamente fundamental porque ello sí le daría a Ve­nezuela una protección para poder negociar, como mínimo. sinoobtener automáticamente la protección de esas situaciones másfavorables en caso de que se apliquen a otros países, sin queello a su vez pudiere implicar riesgo alguno para la nación. A los

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bancos por ejemplo decirles, bueno, si usted quiere solamenterenegociar o reabrir conversaciones en este punto específico,nosotros entonces interpretamos esa situación como que quie­ren revisar la totalidad del acuerdo, y que ante situaciones más ad­versas en el mercado petrolero internacional o situaciones finan­cieras que pudiera estar atravesando Venezuela en ese momen­to en comparación a las que tenía cuando se llegó al acuerdo derefinanciamiento con la banca acreedora, Venezuela como con­secuencia de buscar la aplicabilidad de esa situación o de ese es­quema más favorable pudiera incurrir en unos costos indesea­bles sustancialmente mayores.

Creo que esto es algo fundamental que hay que plantear­lo en esta situación, y por último quiero también plantear -ya queestoy próximo a que se me acabe el tiempo- un esquema quetambién fue planteado dentro de la Comisión, que realmente nofue acogido en su momento, pero que pudiere ser en el futuro fa­vorable en caso de que se decidiera, o que conviniera a la na­ción, reestructurar nuevamente los esquemas de pago por con­cepto de servicio de la deuda pública externa ante una situaciónde estrechez en el mercado petrolero internacional.

Este concepto que está referido en el último cuadro queustedes tienen, es un criterio que yo mantuve en la Comisión se­gún el cual quizás no era conveniente ir buscando una reestruc­turación de la deuda de tal forma que se pagaran cuotas unifor­mes en términos nominales a lo largo de todo el período de vi­gencia de todo el acuerdo, como en realidad se fue buscando yse logró, sino que debíamos más bien pensar en un esquemadel perfil de pagos según el cual las cuotas que se pagaran a lolargo del período de vigencia del esquema, tuvieran como baseo como objetivo la preservación, la constancia del valor presentede las cuotas futuras a pagar.

Todos ustedes saben que una máxima financiera elemen­tal es: que no es lo mismo pagar hoy cien millones de dólares

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que pagar cien millones de dólares dentro de doce años, el valorque hoy tiene, el valor presente de pago de cien millones de dó­lares dentro de doce años es substancialmente menor a los cienmillones de dólares si los tipos de interés se estabilizasen en 8por ciento, o ese fuese el tipo de interés promedio que privaseen el mercado internacional a lo largo de los 12 anos, un pago decien millones de dólares hoy sería equivalente, o tendría el mis­mo valor hoy, que un pago de doscientos doce millones dentrode doce anos, eso nos habría permitido en caso de que ese fue­se el criterio que privase, o el criterio que prive en un eventual a·cuerdo de reestructuración futura que posiblemente pudiéramosobtener de la banca acreedora un período de anos de gracia, qui­zás cuatro anos de gracia y comenzar a pagar cuotas de amortiza­ción crecientes como en realidad se logró en el acuerdo de refi­nanciamiento a partir del ano 1990 en adelante y ello habría impli­cado quizás un ahorro del orden de tres mil trescientos millonesde dólares para la nación, en pagos por concepto del servicio dela deuda pública externa en lo que resta de la presente década,precisamente cuando tenemos las situaciones más inciertas enel mercado petrolero internacional ante la debilidad que en esemercado existe, y cuando posiblemente pudiéramos sufrir, o pu­diéramos padecer, una situación de estrechez financiera en don­de esos tres mil y tantos millones de dólares nos habrían podidosignificar una situación muchísimo más holgada.

Esto lo planteo como posibles ideas que pudieran seguir­se en el futuro, corno alternativas para tenerse presentes en con­versaciones venideras con la Banca, en beneficio del país; sinembargo también y es necesario decirlo, creo y pienso que esconveniente y necesario para la nación firmar el actual acuerdode refinanciamiento, el cual dadas las situaciones del mercadoexistente y dadas las condiciones que se llevaron a la mesa deconversaciones, creo que se obtuvo un acuerdo favorable, peroni mucho menos un acuerdo que de hecho debe interpretarsecomo los acuerdos a que nos van irremediable e irreversiblemen-

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te a comprometer a realizar esos pagos durante los próximos do­ce anos.

La situación en el mercado financiero internacional cambia­rá irremediablemente. y nuevos esquemas más favorables paralos países deudores tendrán que aparecer. en ese momento se­rá función del gobierno venezolano defender los derechos de lanación e ir solicitando permanentemente ajustes, nuevos arre­glos, reestructuraciones en el tratamiento de la deuda, precisa­mente para irse beneficiando de esas nuevas circunstancias quevayan apareciendo en el mercado financiero internacional.

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EXPOSICION DELDR. OSCAR ECHEVARRIA

Dr. Francisco Mleres

El doctor Osear Echevarría es Presidente y fundador deECONOMIA, INGENIERIA y SISTEMAS C.A. firmade consultoríagerencial y financiera; en Cuba, su país de origen, fue DirectorGeneral del Ministerio de Comercio, ex-Director de Sistemas Ge­renciales del Banco Interamericano de Desarrollo y Asesor del Di­rector de Cordiplan, Profesor de Graduados de Georgetown Uni­versity y Escuela de Graduados de la Universidad Simón Bolivar.Actualmente se desempeña como Profesor de la Universidad Ca- .tólica AndrésBello.

Dr. Osear Echevarrla

Creo que hay que felicitar a la Academia por el acotamien­to del tema a decir: La Deuda Externa de Venezuela en el Con­texto de América Latina.

Mi preocupación es que lamentablemente el tópico ha de­bido ser debatido dos anos antes de que fuéramos a la mesa derenegociación, y así hubiéramos ido a la mesa de negociación po­siblemente con una actitud que nos hubiera dado algunos frutosmás. Creo que prácticamente se ha dicho lo más importante delcontexto. Primer punto, salvo Venezuela el resto de América La­tina no va a poder pagar su deuda. Si yo entiendo por pagar deu­da cuando los saldos deudores van descendiendo, en eso estánde acuerdo desde el año 83 el Banco Interamericano y así lo pu­blicó el Fondo Monetario Internacional, la Watter Econometric, ysin embargo hemos seguido con esta pretensión de que con re­negociaciones se iba a resolver el problema, el único país quepuede pagar la renegociación es Venezuela.

Segundo punto del contexto, las políticas de restriccióndel Fondo Monetario Internacional, que algunas cosas tiene bue­nas por la disciplina, le costaron en el ano 83, unos 400.000 em­pleos a los Estados Unidos porque nosotros importamos menos;uno de cada tres empleos en la agricultura americana es por ex­portaciones, uno de cada cinco en la industria es por exportacio­nes. Luego, las políticas deflacionarias son doblemente más gra­ves si sabemos que para que se cumpla esto de que la deuda na­da más llegue a cuatrocientos treinta mil millones para el alío1990 el supuesto es que el PTB (eso que hemos inventado loseconomistas para medir cuanto se produce) crezca al 2.7 porciento y las exportaciones al 11 por ciento. Toda exportación ob­viamente restringe consumo nacional. El resultado es que en elano 1990 el ingreso promedio de América Latina va a ser per cá­pita el mismo que tenía en 1978 después de haber subido, to­dos nosotros sabemos lo duro que es mejorar y después venirhacia atrás y todos sabemos el oosto social y político que puedetener eso.

La tercera realidad es que el futuro de los ocho mayoresBancos americanos, los que llaman los Money Center Banks, CityCoII, etc., -no me acuerdo de todos ni es el caso- depende de cé-

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mo nos comportemos cuatro deudores, porque Argentina, Bra­sil, México y Venezuela tienen en todos esos Bancos deudasque exceden entre el doscientos al ciento cincuenta por cientodel capital y las reservas de esos bancos, luego con dos de loscuatro deudores podemos llevarnos en la corrida a esos 8 MoneyCenter Banks. No va a suceder porque el Fearry Selbourg ya hatomado una decisión muy clara que los bancos pequeños sonlos que quiebran y los grandes como el Continental no van a que­brar y los rescatarán.

Con ese transfondo creo que la posición de Venezuela, yme alegro mucho que todavía hay tiempo de sugerir cláusulasnuevas, puede ser de una permanente renovación. Hay otrosdos conceptos que creo son importantes en el contexto, yo diríaque tal vez son de carácter ético, los anteriores son de caráctereminentementeeconómico.

Primero, que no pudo haber tantos préstamos malos, niuna crisis de la deuda, si no hubiera habido banqueros alegres,por no decir irresponsables, porque haber dado préstamos, ten­go infinidad de casos que podemos señalar, a empresas privadasque tenían ya un endeudamiento, una relación deuda-capital detres a uno. no creo que haya banquero que pueda considerarque esos préstamos se podían amortizar y haber permitido quepaíses acumularan en un solo año vencimientos que equivalíanal 90 por ciento de sus ingresos por exportaciones, me pareceque también si no es irresponsabilidad es un crasa ignorancia yquiero destacar este punto de la ignorancia o falibilidad de losbancos porque después me voy a referir a él, en algo que tieneque ver con nuestro acuerdo de renegociación. Losbancos tam­bién se equivocan, el Fondo Monetario Internacional también seequivoca y los ex-funcionarios del Banco Interamericano tambiénnos equivocamos.a pesar de la econometría.

El último punto también de carácter ético, yo creo que siesta deuda fue contraída por unos pocos, porque fueron pocos

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los que tomaron esas decisiones, y fue disfrutada por unos po­quitos más, recordemos que va a tener que ser pagada por el sa­crificio de todo el mundo, empezando más sacrificio propor­cionalmente por el de abajo. porque un 20 por ciento, como de­cía el doctor Ouirós duele pero no duele tanto, pero un 20 porciento de reducción al ingreso de una recepcionista que gana1.500 ó 2.000 bolívares, ése si duele de verdad.

¿Qué se puede hacer? Pues mirar a cosas distintas de larenegociación, que hizo falta porque indiscutiblemente es unproblema perentorio de los financiamientos. Y yo diría que apartede todas las soluciones hay un menú para que ustedes lo sepan,que ya gracias a Dios. ha sido comentado en varias publicacionescorno unas 20 a 25 propuestas de carácter técnico, que puedenser aplicables de una manera u otra para aliviar el problema de ladeuda y esas están clasificadas y no todas son aplicables a todoslos países, y por lo tanto el menú que nos viene bien a nosotrosposiblemente sea distinto al de Bolivia y al de México. Pero hayuna gama de lo que yo llamo soluciones de coparticipación. dis­tintas a las de concesiones financieras, éstas están basadas eneste principio en el cual si el acreedor también tuvo responsa­bilidad en el origen de la deuda, entonces lo invito a ayudarme agenerar los fondos con qué pagarle. Entre esas soluciones estála capitalización de parte de la deuda en la cual pasa de acreedora inversionista, y yo diría que casi es cosa de sentido común, por­que un señor que le presta a una empresa que tiene una deudacapital de tres a uno, creo que, de tacto, ese banquero estabaaceptando que iba a ser socio de esa empresa, y por lo tanto loque tenemos que hacer ahora es documentar esa sociedad Implí­cita del señor que dió préstamos en esas condiciones, yeso qui­ta el pago perentorio y convierte al acreedor y a algunos otros aquienes él pueda vender esa deuda en socios que tratan de lle­var adelante la empresa. La otra cosa sería lo que se llama Coun­try Craig, los banqueros todos ellos tienen casas trading com­pany, casas de comercialización, no veo porqué no se le puedeofrecer que nos ayuden a buscar exportaciones no tradicionales

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para aliviar el flujo de fondos. Pudieran haber varias solucionesde esa naturaleza, pero están basadas en el principio de copar­ticipación, en la búsqueda de soluciones y no en esto de que ladeuda es de ustedes, el problema es de ustedes, y lo que de­ben hacer es pagar; el problema es de los dos, de todos, delmundo industrializado, es nuestro también.

¿Cómo se aplica esto a Venezuela? A mi siempre me llamóla atención por qué hizo falta un terremoto en México y que elPresidente de la República hablara, para incluir una cláusula decontingencia,en los acuerdos, pero gracias a Dios ya se está in­cluyendo. Pero más me llamó la atención, cuando ustedes al leerel acuerdo resulta que la clausura de contingencia si está, peroestá para ser invocada por los banqueros.

Hay una cláusula que dice que si dos terceras partes delos bancos que son dueños de la deuda de la República, o de ladeuda de un ente de la República, presumen que ese ente nova a poder cumplir con el compromiso de amortización, o pre­sumen que las circunstancias adversas van a impedírselo a la Re­pública: ese grupito que puede ser de tres o cuatro bancos, noconozco la matriz, pero es posible que tres o cuatro bancos seandueños de la deuda dellNOS, no lo sé porque al fin ellos entre slse la pueden vender y se ha hecho mucho de lo que se lIamasuapara balancear carteras, esos señores pueden declarar el incum­plimiento del acuerdo, lo que es igual, no es trampa, si ellos tie­nen ese derecho yo creo que nosotros debíamos haberlo tenidoen el primero momento. Lo de la cláusula de nación más favo­recida yo creo que el doctor Pedro Palma lo ha defendido y lo haexplicado con gran lujo de detalles, creo que no hace falta abun­dar sobre ello y lo cual suscribo, la primera vez que lo mencionése me contestó que era de sentido común que la cláusula era im­plícita. veo que no, que el doctor Pedro Palma también la propu­so y no se la aceptaron, así que me siento en buena compañía yaque no fue solamente a mí que se la hizo.

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Ahora queda un aspecto que pudiéramos mejorar y quees lo que yo Ilamaria el pago anticipado individualizado; resultaque nosotros no podemos pagarle a ningún banco más rápi­damente que a los demás porque en ese momento, según el a­cuerdo, tenemos que pagarles a todos al mismo tiempo esa pro­porción adicional o si no estamos en falla, me parece de sentidocomún que si hay bancos que por sus circunstancias especiales,como por ejemplo el Banco Famérica -y no estoy diciendo nadaque no sea conocido por la prensa- está en necesidad de liquidarparte de su portafolio y quiere vendernos su deuda a la Repú­blica, al 50 por ciento de su valor, que la República no pueda, outilizando sus reservas, o teniendo financiamiento a 12 años tam­bién, mucho más barato porque hoy en día la República pudierapara hacer este tipo de operaciones obtener financiamiento al Li­bor más 5/8 en lugar del Libor más 1/8 su capital, pero eso noestá prohibido en este momento a pesar de que me parece queincluso eso no ayuda al Banco Famérica sino ayuda a los otrosBancos porque en la medida que la República paga menos porsu deuda le queda más para hacer frente al pago que ha pactadocon los otros Bancos.

En resumen, en la renegociación y en estas conver­saciones creo que deberíamos recordar no sólo la posición enque están los bancos sino lo que nosotros hemos hecho por losbancos, el listado de las concesiones que les hemos hecho a laBanca Privada Extranjera ocupa el 90 por ciento de esta páginapor ejemplo, reconocimiento de la Deuda Externa Privada; si nose hubiera reconocido, el 50 por ciento de los protafolios deesos bancos en Venezuela no se hubiera podido pagar, ha sidobeneficioso para nosotros, para evitar la quiebra de las empresas,pero para ellos son verdaderos beneficios porque si no, ellos se­rían accionistas de tacto.

El famoso Convenio Cambiario NQ 5, ha sido beneficiosopara el país, pero ha sido muchísimo más beneficioso para losbancos; y esa lista es bastante grande, yo diría que inagotable.

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Teniendo eso en mente, creo que. sabiendo que les estamosdando a esas economías cinco mil millones de dólares anualespor concepto de amortización y ocho mil millones anuales porconcepto de importaciones, tenortamos el perfecto derecho depedir reciprocidad; en el mundo de los negocios las deudas tamobien se cobran con intercambios, y cuando uno tiene un deudorque no puede pagar. uno se acerca y mira a ver corno le compraparte de su mercancía, y se la vende a otro. se negocia y la partede la cartera que se ha castigado entonces se le concede, y se ledice: no me pagues el ciento por ciento, págame el80 ¿Por quéno se han iniciado conversaciones de esa naturaleza? No sé silas palabras. si la carga de culpabilidad que parece tener la pala­bra deudor, y que la vr reflejada en una conferencia que tuvimossobre la deuda hace algunos meses en la que el Profesor RoqueFernández. en la Argentina, decía hablando de su país que laArgentina había tomado una posición demasiado dura y que loque había que decirle a los banqueros era que ellos eran pobresy además buenos. No sé si la culpabilidad de la Deuda nos ha he­cho pensar que lo que tenemos que ser es deudores buenos.No, creo que tenemos que ser deudores dignos e inteligentes. ylos banqueros van a estar muchísimo más servidos por gente porsupuesto, digna e inteligente, que por deudores que estén aver­gonzados de un error que cometimos los dos, ellos y nosotros.

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EXPOSICION DELDR. ALBERTO QUIROS CORRADI

Dr. Francisco Mleres

Tiene la palabra el Dr. Alberto Ouirós cuya presentación esmuy breve debido a que todos lo conocemos, creo que sería re­dundar el pretender hacer el listado de sus ejecutorias y méritos,de modo que sin más, como ya el Dr. Ouirós es habitué de estaAcademia. le concedemos la palabra

Dr. Alberto Qulrós Corradl

En realidad creo que para completar lo que han dicho losexpositores esta mariana especialmente los dos últimos en elcaso concreto de Venezuela, quizás lo que haría falta sería unadescripción breve de los factores externos que van a influir e in­cidir sobre el ingreso petrolero, ingreso que a su vez está íntima­mente relacionado como lo explicó el Dr. Pedro Palma, con sustres escenarios de precios con las posibilidades de pago de la

deuda, siempre y cuando ese pago se estructure en la forma,diría yo, un tanto ortodoxa que se ha venido discutiendo hastaahora, y no se pase a un nuevo sistema financiero internacionalque cambie totalmente las reglas de juego, tal como lo sugería elprimer expositor.

Creo que lo más importante aquí es entender un poco lanaturaleza no tanto y solamente del mercado petrolero, sino lanaturaleza de los actores en el mercado petrolero. empezandopor la OPEP.

Cuando la OPEP se fundó en defensa de los precios pe­troleros. básicamente ese era quizás su mayor objetivo o su obje­tivo prioritario por no decir casi el único, a medida que pasaronlos años los objetivos se fueron ampliando y su participación casicorno defensora de los principios del tercer mundo tomó puesotra prioridad en sus ejecutorias, sin embargo lo que acaba de su­ceder con la acción de Arabia Saudita en el llamado convenio delos nepacks, que no es sino el acuerdo de recibir por el precio pe­trolero los precios de los productos en el mercado de consumo,menos los costos de transporte, manufacturas y ganancias, nodebe llamar a sorpresa a nadie, porque en realidad en el mismomomento en que algunos países de la OPEP deciden con razónque van a participar en los mercados de consumo, directa o in­directamente, a través de inversiones y presencia, en ese mo­mento se hacen ya socios de la industrialización del producto, yse hacen socios también del mercado de los consumidores. porende la necesidad teórica de fijar el precio unilateralmente a lamateria prima se reduce, por eso es que siempre he hablado dedos OPEP dentro de la OPEP, la que salió al exterior y se integróy por lo tanto rehizo la cadena que rompieron las nacionalizacio­nes, y la que se quedó como vendedora estricta de materias pri­mas.

Sus estrategias muchas veces no son ni siquiera compa­tibles, y la acción de Arabia Saudita es grave por cuanto es pre-

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matura. porque toma esta decisión sin que la OPEP controle. ohaya incorporado a su cadena de control los precios de los pro­ductos de los países consumidores. es decir, al tornar la decisiónprematura. al no cerrar el cücuio de Influencia, lo que hace esque está regresando a 1960, a la época cuando los precios delpetróleo eran una consecuencia de los mercados de consumo.Se empieza la integración hacia abajo pero no se termina, no seconcluye, ni siquiera en una forma mayoritaria, por eso lo quehace Arabia Saudita es grave, porque ahora no hemos controla­do esos mercados y sin embargo vamos a estar dependiendo delos precios que allí se fijen.

Visto en esta forma ese es un factor externo muy pesadoy muy importante que va a incidir enormemente en los preciosdel petróleo, agreguémosle a eso no solamente el problema es­te de la OPEP, sino el problema de países productores que noestán agrupados en la OPEP y que hasta ahora no han consi­derado necesario hacer ningún tipo de sacrificio de tipo volumé­trico, de control restrictivo de producción. puesto que la OPEPha servido como colchón para absorber todos estos cambios enla demanda mundial que todos conocemos.

El tercer punto es que al tomar decisiones aisladas, los par­ses dentro de la OPEP lo que han hecho es evitar una acción deconjunto, y al evitar esa acción de conjunto lo que han hecho esdesestimular cualquier reacción de ayuda o de participación quepudieran tomar los países no OPEP,¿Por qué lo van a hacer? sile estamos haciendo el servicio nosotros.

Con todo eso por delante agregándole que el mercado in­ternacional de demanda energética está bastante paralizado ensu crecimiento, y que no se esperan grandes cambios para el fu­turo, que la capacidad productora combinada de los palses de laOPEP y de la no OPEP excede prácticamente en doce a quincemillones de barriles diarios la demanda actual, que repitiendo. nohay coherencia en las acciones internas, y que se ha devuelto a

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los consumidores la facultad de fijar los precios sin riesgos, pues­to que hasta está incluida una pequeña ganancia en el conceptodel nepack, entonces no es difícil el presumir que ciertamenteno vamos a estar en el escenario optimista que mencionaba eldoctor Palma en su exposición, es decir, el escenario de los $ 27por barril no está aquí, ni va a estar.

El segundo escenario que era el de cierta restricción entre$ 23,50 Y 24, decía él; bueno déjenme decirles que la pre­sunción oficial hoy ya es $ 24,50 para el 86, sin que suceda nadade aquí a diciembre, o de aqul a febrero, que sí va a suceder.

y el tercer escenario que era el llamado restrictivo empiezaa tener visos de alta probabilidad, de aproximadamente los $ 20 Yese es un escenario bastante desastroso en términos de posibili­dades de pago de la deuda externa, y cuanto nos queda.

. .Algunos pequeños números al respecto, solamente co-

rno telón de fondo, si Venezuela cumple su planta del 86 petro­lero, de 24,50 dólares y un millón cuatrocientos diez mil barrilesde exportación, los ingresos por divisas son del orden de losdoce mil seiscientos millones de dólares, si el pago que se letiene que hacer a los deudores está por el orden de los cinco mily tanto, bueno eso ya es más del 40 por ciento del ingreso en di­visa petrolera que a su vez es aproximadamente el noventa ytanto por ciento de los ingresos de divisas total.

De manera pues que la cosa empieza realmente a poner­se difícil. Los estudiosos de la materia han hecho otros tres esce­narios también que pudiéramos dividir en esta forma, si la OPEPse mantiene unida, primera premisa y si los países no producto­res o productores no asociados a la OPEP colaboran con algu­nas medidas restrictivas de producción, es posible que el preciodel petróleo se pueda mantener a un nivel que no deberla serinferior al de los $ 20; pero ya estamos hablando que no debería

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ser inferior al 20 por ciento si algunas cosas de estas suceden,cosas que no parecen probables del todo, por lo menos las dos.

Si esto no sucede y cada quien revienta por su lado, esmuy probable que se pueda llegar incluso a precios inferiores alos de $ 20 ¿Cuánto inferior es inferior a-$ 201 yo no quiero ni si­quiera calcular, pero para efectos de un escenario se habla hastade 10 u 8 dólares, que es el momento en el cual muchos produc­tores empezarían verdaderamente a cerrar su producción. No to­dos, como se pensaba antes ciertamente no los primeros pozos,ni los primeros yacimientos productores del Mar del Norte, por­que a 10 ó a 12 dólares por barril les es todavía más beneficiosoen términos de flujo de caja producir que cerrar, habiendo hechoya la inversión y tenido ya la amortización.

De manera que desde el punto de vista de lo que pudierasuceder teóricamente o en teoría económica uno pudiera llegarhasta 10 u 8 dólares.

Creo que ese es un escenario realista, porque a partir decierto número que no sé cuál es, pero pudiera ser a nivel de 20 o18 dólares, por supuesto que los factores políticos van a interve­nir y entonces todas las teorías de libre oferta y demanda se vana encerrar en el desván ante el pragmatismo de la inconvenienciamundial de precios de este nivel.

Entre otras cosas, las medidas que se podían tomar en elpasado que no han resultado muy exitosas para países desarro­llados como los Estados Unidos por ejemplo, poner tarifas paramantener artificialmente el precio interno podrían no ser copia­das por el Japón y Europa que a su vez pondrían a lo mejor tarifasmenores trasladando entonces la energía barata hacia sus mer­cados de consumo, y creando una nueva industrialización mu­cho más competitiva que la norteamericana, fenómeno que ya o­currió en los años 60, de manera que pareciera que esas no son

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medidas que serían vistas con mucha popularidad bajo la nuevaortodoxia de hoy.

Otra cosa que también es bueno recordar simplemente atítulo numerico, es que por cada dólar que se reduzca el preciode exportación venezolano se reducen los del ingreso de divisasen quinientos millones de dólares; si fueran dos dólares.ta reduc­ción del ingreso de divisas fuera de mil millones, o sea que ya es­tamos hablando que cada dólar es el 10 por ciento del compro­miso de la deuda si lo queremos poner en esa forma en términosanuales, y si la probabilidad es que por lo menos estarnos miran­do una reducción de dos dólares a plazo bastante cerca, enton­ces ya sabemos pues que de esos doce mil nos pueden quedardiez, y de esos diez que nos están quedando ya se parecen sos­pechosamente al tercer escenario de Pedro Palma.

De manera que si veo que la relación en términos de con­clusión, o de resumen más que de conclusión, que hay entre elingreso petrolero y la capacidad de pago es tan, pero tan cerradaque no hay forma diría yo, de ignorar por los próximos 3 o 4 años,que lamentablemente son los más inciertos en términos de rentapetrolera, la muy real posibilidad de que las premisas que se hantomado como de ingreso para estructurar todo el mecanismo depago de la deuda no se cumplan y que no se cumplan por unacantidad apreciable.

De manera que bien con cláusula de contingencia, o concláusula de nación favorecida, la verdad de la verdad es que lasprobabilidades asociadas con el ingreso petrolero de generar su­ficiente recursos para pagar la deuda en la forma comprometidase hacen cada vez menos probable, y por lo tanto no creo que escláusula de contingencia ni nación más favorecida el problemainmediato es cómo se reestructura el compromiso en virtud de lanueva premisa de ingreso que tenemos aquí enfrente mañana,no dentro de cuatro años, no dentro de cinco anos, no cuandose reestructure el sistema financiero internacional, no cuando se

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haga un Fondo Latinoamericano o MonetariO, no, mañana, por­que el compromiso que tenernos es de inmediato y la casi certe­za de una inminente reducción en el ingreso que apoya ese com­promiso también es inmediato.

De manera que creo que las fórmulas a proponer, si lo quese busca es una salida elegante al compromiso, porque decirque no se paga eso es fácil también, pero si lo que se busca esuna salida estructural y elegante. creo que tienen que ir en másprofundidad y con mucha mayor urgencia que lo que se ha dis­cutido hasta ahora hoy.

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EXPOSICION DELDR. JOSE FURIATTI

Dr. Francisco Mleres

Le daremos la palabra al doctor José Furiatti, quien es Pro­fesor de Economía de la Universidad Centro Occidental "Lisan­dro Alvarado", es graduado de Magister en Economía Petrolerade la Universidad Central y entre sus veleidades se cuenta el artey la ecología.

Furiatti participó en la Conferencia Cumbre de la Deuda ce­lebrada recientemente en La Habana.

Dr. José Furlattl

Pudiera decir que alrededor de este tema vamos a romperun poco con la tónica que ha privado durante toda la mariana,puesto que a mi izquierda tengo al doctor Pedro Palma que hizouna exhaustiva consideración de los escenarios posibles diría. y

aún vale la pena comentar. que aún en el escenario optimistayaasomabapor aur un déficit en el ano 86, cosa que no deja de serpreocupante.

Entonces decía que iba a romper un poco la tónica por­que quiero insistir en algo que se ha comentado. pero muy leve­mente en el curso de estas intervenciones, y es que la cuestiónde la deuda externa de América Latina y del Caribe viene a sercada vez más un problemapolítico y moral antes que económicoy financiero. Claro está, alguienpuededecir: ése está en una po­siciónromántica. peroyovoyademostrarquenoes ast.

Virtualmente se dio un consenso en el encuentro de LaHabanaque se reunieraentre fines de julio y comienzosde agos­to en esa ciudad donde también -qulero hacer énfasis- se dió unencuentro verdaderamente pluraüsta, verdaderamente heterogé­neo. y que lamentablemente, o quizás por razones interesadas.havenido siendominimizado a travésde ciertos mediosde comu­nicación; entonces, insisto en que el problemaes político y moralpor cuanto -no porque lo diga yo- personas calificadaspor ejem­plo así lo demostraron, el economista mexicano Alonso Aguilar,quiencumplierauna extraordinaria intervención en aquélencuen­tro, el Arzobispo de Sao Pauto.Paulo Arens, de quien voy a men­cionar una breve frase que dice así: "No hay posibilidades realesde que el pueblo latinoamericano y caribeño se responsabilicepor el peso del pago de las deudas colosales contraídas pornuestros gobiernos. ni siquiera es viable continuar pagando losaltos intereses a expensas del sacrificio de nuestro desarrollo ybienestar"; bueno, no los quiero cansarcon el resto de la cita. só­lo quiero que tengan una ligera idea de la propuesray de la inter­vención leídaporesteObispo braslleño enLa Habana.

Igualmente. en un sentido parecido fue la intervencióndel economista Aguilar. de quien solamente mencionaré esta pe­quena frase en la que dice: "el problema fundamental a que nosenfrentamos es por tanto un problema político, no es sólo una

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cuestén de plazos de vencimientos a tasas de interés o comisio­nes a pagar, es mucho más que todo eso, lo que en realidad sedebate es nada menos que nuestra independencia económica,estamos librando la lucha por nuestra segunda y definitiva inde­pendencia, la pesada carga que impone la deuda y los programasde ajustes del Fondo Monetario Internacional no sólo frena larecuperación y obstruyen el desarrollo de nuestro país. sino quelesionan gravemente la soberanía de nuestros pueblos".

Vale acotar que en el caso de nuestro país. Venezuela. seha insistido en que no estamos cumpliendo ajustes del FondoMonetario. pero para un analista muy acucioso o verdaderamen­te acucioso. se pueden conseguir entre eufemismos y formasveladas de invocar estos planes de ajustes que virtualmente seestán aceptando muchas de las imposiciones del Fondo Moneta­rio Internacional.

Entonces insisto en el carácter político y moral de estadeuda, de la cual no se puede escapar por supuesto Venezuelapor cuanto yo creo que en lo moral quizás llevemos la batuta. esdecir en lo externo ya hemos visto como calificadas persona­lidades han insistido que a todo lo largo de la América Latina seprocedió en una forma alegre por parte de las grandes institu­ciones financieras. hoy los grandes bancos acreedores con baseal famoso reciclaje de petrodólares para atar, vamos a decirlo así ycolocar grandes cantidades de excedentes financieros que te­nían en aquellos años, no ahora por supuesto.

En lo interno no hace falta que yo abunde. pero no lo pue­do dejar de mencionar. en la corrupción galopante que ha venidominando tanto las instituciones públicas y privadas de nuestropaís y especialmente el sector financiero. Esto del sector finan­ciero seguramente muchos de ustedes lo pudieron ver en unaentrevista al economista mexicano Carlos Teüo, que también es­tuvo en La Habana y que haciendo el análisis de lo que ocurriera

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en México hace tres anos parecía tristemente, digo parecía, quese estabarefiriendo aVenezuela.

Entonces deberlamos aprender de las experiencias aje­nas y no tener que desembocar en situaciones tan traumáticascorno I&s que ha tenido que pasar México. y va a seguir pa­sándolas porque, apartando el problema telúrico. la economramexicana yahabrasidoremovida muchoantesde eseterremoto.

Entonces nuestro país necesita, nuestra economía, nece­sita realmenteun tratamientode shock,el doctor MazaZavala, enuna entrevista también en la prensa señala con bastantes deta­lles y acepta que la corrupción del sistema financiero es una delas principales causas de que hoy Venezuela se enfrente a estasituacióntan difícil, por cuanto de no mediar esta situaciónde co­rrupción, Venezuelaen este momentosí estaría en mejores con­diciones y no en las condiciones que nos presentaba el Dr. Pal­ma hacealgunos momentos.

Volviendo sobre otro aspecto de la deuda en general dela América Latina,pero de la cual no escapatampoco Venezuela,yo diría que se observan dos planos cada vez más coincidentesen el entorno de esta deuda. Es decir, el caso venezolano quesiempre se trató de presentar sobre todo en el anterior régimen,pero tambiénen el actual,como algodistinto es cada vez más pa­recido al resto de los países latinoamericanos y la imposibilidad,aquello que el Comandante Fidel Castro llamaba en La Habanaen tantos encuentros que se han realizado allí en torno al proble­ma de la deuda como impagable y también incobrable, porque esmuy interesante este calificativo, porque es incobrable porquecasi ningún país tiene posibilidad de pagar, entonces aun cuan­do quisieran no pueden pagar, y decía la coincidenciaporque entorno a esta expresión de Fidel Castro, con distintos tonos porsupuesto, han asomado posiciones sorprendentes diría yo; elDr. Ortiz Mena, Presidente del Banco Interamericano de Oesarro­lo, el economista Miguel Rodríguez, que intervendrá, economís-

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tas del partido de gobierno Acción Democrática como Pedro Con­de y el mismo Matos Azocar, el ex-Presidente Carlos Andrés Pé­rez y el editor Miguel Angel caprues.

o sea, hay una heterogeneidad muy grande; se me olvi­daba uno muy importante, Henry Kissinger, que también planteóla virtual imposibilidad (cosa que fuera recogida con lujo de deta­lles por los medios especialmente norteamericanos) de que es­tos países pudieran atender las exigencias tal como están plan­teadas; es decir. el propio Senador Kissinger dijo: "a ningún paísen desarrollo incluyendo a los Estados Unidos durante un perío­do similar, se le ha pedido que se desarrolle contando sólo consus ahorros domésticos y que exporte capital simultáneamente";claro. esta cita es por la bestial exportación de capital. que yo diríamás bien fuga de capitales, que ha caracterizado los últimos cua­tro o cinco anos a nuestras economías y especialmente a la eco­nomía venezolana.

Pero también lo dijeron los expertos en el encuentro deLa Habana. y se ha dicho en otras reuniones. el problema no essólo de la deuda sino es necesario evitar que se reproduzca eseproblema, esa situación también ha sido planteada en muchasoportunidades. de que en el supuesto negado de que a cual­quiera de estos países. por ejemplo tomemos el que tiene meno­res o myores dificultades como Bolivia. se le anulara ípsotacto ladeuda. al día siguiente empieza de nuevo a endeudarse, porqueesa economía no tiene capacidad de generar recursos, está pos­trada. en diversos grados está ocurriendo algo parecido en lasotras economías latinoamericanas.

Arribamos entonces -concluyo con este breve comentario­a la alternativa que habría frente a este problema. Así como el Dr.Palma presentó varios escenarios para la economía venezolana yse han analizado escenarios para el conjunto de toda la deuda la­tinoamericana. precisamente el Presidente Fidel Castro lo hizoallí en uno de los textos presentados y lo hizo el Dr. Ortíz Mena.

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y puedo decir que aun en los escenarios más optimistas el pagopor intereses en un período aproximado de 10 años es enorme.bestial. quizás un grado menor en Venezuela, pero hablando detodaLatinoamérica imposible de costearo de pagar.

Entoncesconcluímos sumándonos a !o que diversas per­sonas hancalificado da utopía.participocomo decía al comienzoel Dr.Mieres de estasutopías.

Allá en La Habanaat\adimosalgo al planteamiento que es­taba flotando,elcual es: si se puede enjugaresta deuda creandoun Fondo Latinoamericano como en una de las Ponencias. creoque el Dr. Baptista Gumucio lo mencionaba a primera hora. perocomo decía el Comandante Castro exigiéndole a las potencias,señaladamente a Estados Unidos. que reduzcan su armamentomilitar,susgastos militaresen un porcentaje del 1Oal12 por cien­to y con eso solamente se podría superar y yo le añadía que esefondo debería ser constituído a la par por los países capitalistasindustrializados y por los países socialistas industrializados tam­bién con la Unión Soviética a la cabeza. de esta forma entoncesrepito.muchoslocalificande utópico,peropara mí es la salidade­finitivamente ideal. y que como muchos han dicho antes respon­sabilizay plantea la responsabilidad de lospaíses industrializadosdequese hayacreado estasituación difícil, realmente insalvable.

Finalmente, y pido excusas por haberme excedido en eltiempo, me suscribo también y exalto la posición del Presidenteperuano Alan Garcla, de anunciar en forma muy tajante que supaís no puede dedicar más del10 por ciento obtenidode sus ex­portaciones al servicio de la deuda, y lamento que en este paísaun cuandoestá un partidomuy similaral de Alan García no hayaelogiado o respaldado efectivamente esaposición.

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