Exégesis Mateo 5,20

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UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE Facultad de Teología LA JUSTICIA QUE NOS EXIGE DIOS (MATEO 5:20) PROYECTO DE EXÉGESIS Presentada en cumplimiento parcial De los requisitos para la asignatura de Métodos de Investigación Teológica Por Carlos Guillermo San Martín Sandoval Profesor guía: Ramon Carles Gelabert Santané Chillán, julio de 2013

Transcript of Exégesis Mateo 5,20

  • UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE

    Facultad de Teologa

    LA JUSTICIA QUE NOS EXIGE DIOS (MATEO 5:20)

    PROYECTO DE EXGESIS

    Presentada en cumplimiento parcial

    De los requisitos para la asignatura de

    Mtodos de Investigacin Teolgica

    Por

    Carlos Guillermo San Martn Sandoval

    Profesor gua: Ramon Carles Gelabert Santan

    Chilln, julio de 2013

  • 2

    TABLA DE CONTENIDO

    I. INTRODUCCIN ........................................................................................................... 3

    II. DEFINICIN DEL TEXTO ........................................................................................... 7

    III. QU DICE EL TEXTO? ............................................................................................... 9

    IV. SIGNIFICADO DEL TEXTO ......................................................................................... 13

    dikaiosu,nh EN MATEO ............................................................................................ 13

    dikaiosu,nh EN PABLO ............................................................................................. 15

    V. CONTEXTO GEOGRFICO E HISTRICO-SOCIAL ............................................... 18

    CONTEXTO HISTRICO ........................................................................................ 18

    CONTEXTO SOCIAL ............................................................................................... 19

    LA ECONOMA ........................................................................................................ 20

    VI. DILOGO CON COMENTARISTAS ........................................................................... 21

    VII. CONCLUSIN ............................................................................................................... 24

    BIBLIOGRAFA ............................................................................................................. 25

  • 3

    CAPTULO I

    INTRODUCCIN

    El Evangelio segn San Mateo es atribuido a Mateo Lev hijo de Afeo, un judo

    publicano o bien un recaudador de impuestos de Capernam (Mateo 9:9, Marcos 2:14,

    Lucas 5:27-29), y posteriormente un discpulo de Cristo hasta su muerte que posiblemente

    ocurri en Etiopa al extremo oriental de frica1. Mateo probablemente escribi este

    Evangelio entre los aos 50 al 70 d.C, ya que difcilmente pudo hacerlo antes de la primera

    dispersin de los cristianos en Jerusaln alrededor del 50 d.C (Hechos 8:4), porque la

    iglesia local no tena la necesidad de un Evangelio escrito estando los apstoles presentes

    para responder a todas las preguntas, y para impartir la enseanza genuina, adems, en

    Mateo 24:1-28 se hace alusin a la destruccin de Jerusaln como algo no ocurrido lo que

    significara que no podra ser despus de la destruccin de est en el ao 70 d.C.2

    Este el primer libro del Nuevo Testamento, el cual se caracteriza por su orden

    cronolgico, y por el propsito definido que tena de llegar a los judos por medio de la

    manifestacin explicita de un carcter hebraizante, por el cual pretenda mostrar a los estos

    que Jess era el Mesas que se enunciaba en las Escrituras Hebreas. Es evidente que el

    propsito de este Evangelio era llegar a los judos para que alcanzasen la salvacin por

    medio de Jesucristo, el cual invitaba a los judos a creer que el Mesas que esperaban y que

    estaba descrito en las profecas mesinicas de la Biblia Hebrea ya haba llegado, y estaba

    1 Merrill C. Tenney, New Testament Survey (Chicago: Moody Press, 1793), 180.

    2 Ibd. 173.

  • 4

    frente a sus ojos.3

    La sociedad juda en aquel entonces estaba determinada por la injusticia social

    disfrazada bajo agrupaciones religiosas con gran influencia econmica y poltica corrupta,

    abusiva e inmoral con los pobres y necesitados. Entre los hebreos, tales agrupaciones eran

    la aristocracia de la poca que en su mayora eran familias de sacerdotes y rabinos

    dirigentes, quienes eran los verdaderos gobernantes de Judea.4

    Una de las grandes y principales escenas que nos presenta este Evangelio

    posiblemente se desarroll en un monte a los alrededores de Capernam en la primavera del

    28 d.C,5 donde el mismo Jess expuso el Evangelio del reino de Dios y las bases sobre la

    cuales este se sostiene a sus discpulos y a judos que se encontraban all, acontecimiento

    que el mundo cristiano ha titulado como el sermn del monte.

    Este sermn nos deja en claro lo didctico de este Evangelio,6 en l Jess haba

    presentado un mensaje y testimonio completamente diferente al que el pueblo estaba

    acostumbrado a escuchar y ver de parte de los fariseos y escribas, entre otras sectas de

    aquel tiempo. La impresin de carcter revolucionario de parte de los judos al mensaje

    presentado por Jess en los primeros 16 versculos del captulo 5 del Evangelio segn

    Mateo, despert en ellos el inters de saber qu dira este supuesto Mesas acerca de la Ley,

    y algunos posiblemente creyeron que la buscaba invalidar. Esta, en s, era una de las

    pruebas para determinar la autenticidad de un profeta (Isaas 8:20), ya que si el profeta de

    3 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew (Michigan: Baker

    Book House, 1979), 108.

    4 Merrill C. Tenney, New Testament Survey (Chicago: Moody Press, 1793), 71, 78.

    5 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew, 271.

    6 Merrill C. Tenney, New Testament Survey, 183.

  • 5

    algn modo invalidaba la Ley o Tor (Pentateuco) o iba en contra del testimonio que

    daban las tablas de la Ley, que fueron escritas con el dedo de Dios, conocidas como los

    Diez Mandamientos, sera un falso profeta, y cunto ms seria determinante esta prueba

    para aquel que se presentara como el Mesas.

    Jess, al tener en s mismo la plenitud de la divinidad, saba lo que estaba pasando

    por la mente de los judos y afirm, en lo que nosotros definimos como la pericopa o

    contexto cannico que corresponde a Mateo 5:17-20, el cual nos ayudar a contextualizar el

    texto que vamos a analizar:

    17No pensis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir,

    sino a dar cumplimiento.18Os lo aseguro: mientras duren el cielo y la tierra, no dejar de

    estar vigente ni una i ni una tilde de la ley sin que todo se cumpla. 19Por tanto, el que

    traspase uno de estos mandamientos ms pequeos y as lo ensee a los hombres, ser el

    ms pequeo en el Reino de los Cielos; en cambio, el que los observe y los ensee, se ser

    grande en el Reino de los Cielos. 20 Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor que

    la de los escribas y fariseos, no entraris en el Reino de los Cielos.7

    Con estas palabras Jess dej en claro que el bajo ninguna circunstancia iba a

    atentar contra tales principios divinos expresados en la Ley, que eran la base del Evangelio

    que presentaba. Expres claramente que l vino a cumplir, con sus mandamientos y

    promesas, sus preceptos y profecas, sus smbolos y tipos que Lo sealaban en el Antiguo

    Testamento.8 As lo ratifica en el Evangelio segn San Juan cuando, usando un lenguaje

    directivo hacia los judos, dice: Escudriad las Escrituras; porque a vosotros os parece

    que en ellas tenis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de m; (Juan 5:39).9

    Escrituras que sin duda hacen refera a la Tor y a los profetas que en su mayora

    7 Escuela bblica de Jerusaln, Nueva Biblia de Jerusaln 3.a ed (Bilbao: Editorial

    Descle De Brouwer, 1998).

    8 Ralp Early y otros, Mateo, Comentario bblico Beacon, 10 vols. (Kansas City, Missouri: Casa Nazarena de Publicaciones, 1996), 6:75.

    9 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.

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    componan el Antiguo Testamento, las que bajo ningn punto de vista vino a abrogar, sino

    a invitarnos a escudriarlas para que podamos comprender que l es el cumplimiento de la

    Biblia Hebrea; de las profecas donde se revel su vida, ministerio y muerte; y de todo el

    sistema de sacrificios que se efectuaba en el Santuario que Dios mand construir a los

    hebreos por medio de Moiss.

    Y as llegamos, segn muchos autores del Nuevo Testamento, al texto central y

    fundamental del sermn del monte: Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor

    que la de los escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos (Mat 5:20).10

    Este es el texto bblico que vamos a analizar en funcin de la finalidad o propsito

    de lo expresado anteriormente en cuanto a la perpetuidad de la Ley, que nos conduce a la

    idea de justicia (gr. dikaiosu,nh [dikaiosn]), un concepto estrechamente relacionado con

    el carcter de Dios y el de un cristiano. Por esta razn analizaremos este concepto a la luz

    de este pasaje y su contexto, para poder aproximarnos a determinar a qu tipo de justicia se

    refiere: a una justicia imputada o a una justicia personal; la de Cristo que nos salva o la

    nuestra que es la evidencia de una verdadera conversin.

    10 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.

  • 7

    CAPTULO II

    DEFINICIN DEL TEXTO

    Para poder aproximarnos al texto griego del Nuevo Testamento, para as determinar

    de mejor manera el texto que vamos a analizar (Mateo 5:20), tenemos que tener claro que el

    Nuevo Testamento fue escrito hace casi 2000 aos, en los que el texto fue preservado por

    escribas y copistas a travs de los siglos en condiciones muy difciles. Sin embargo, a pesar

    de este cuidadoso trabajo, algunos escribas repetan palabras o cambiaban algunas letras o

    no entendan una letra y la omitan o expresaban una serie de alternativas de traduccin,11

    que se definen como variantes del texto y que condicionan al ciento por ciento de las

    versiones de la Biblia que vamos a comparar.

    Cantera-Iglesias: Porque os lo garantizo: si vuestra justicia no supera a la de los

    escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos. (Mateo 5:20).12

    Biblia de Jerusaln 3.a ed.: Porque os digo que, si vuestra justicia no es mayor

    que la de los escribas y fariseos, no entraris en el Reino de los Cielos. (Mateo

    5:20).13

    La Sagrada Biblia versin de La Septuaginta al espaol: Porque os digo que, si

    no abundare vuestra justicia ms que la de los escribas y fariseos, no entraris,

    11 Nancy Weber, Manual de investigacin teolgica (Miami, Florida: Vida, 2009),

    25.

    12 Francisco Cantera y Manuel Iglesias, Sagrada Biblia Cantera-Iglesias

    (Salamanca, Espaa: Biblioteca de autores cristianos, 2009).

    13 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.

  • 8

    no, en el reino de los cielos. (Mateo 5:20).14

    Biblia Latinoamericana 1995: Yo se lo digo: si no hay en ustedes algo mucho

    ms perfecto que lo de los fariseos, o de los maestros de la Ley, ustedes no

    pueden entrar en el Reino de los Cielos. (Mateo 5:20).15

    Reina Valera 1960: Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la

    de los escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos. (Mateo 5:20).16

    Reina Valera 1995: Por tanto, os digo que si vuestra justicia no fuera mayor

    que la de los escribas y fariseos, no entraris en el reino de los cielos. (Mateo

    5:20).17

    Nueva versin internacional: Porque les digo a ustedes, que no van a entrar en

    el reino de los cielos a menos que su justicia supere a la de los fariseos y de los

    maestros de la ley. (Mat 5:20).18

    Versin elegida: Biblia Jerusaln 3.a ed.: Porque os digo que, si vuestra justicia no

    es mayor que la de los escribas y fariseos, no entraris en el Reino de los Cielos. (Mateo

    5:20).19

    14 Natalio Fernndez, La Sagrada Biblia versin de La Septuaginta al espaol

    (Salamanca, Espaa: Sgueme, 2008).

    15 Ramn Ricciardi, Biblia latinoamericana 1995 (Madrid: Verbo Divino, 1995).

    16 Sociedades Bblicas Unidas, Santa Biblia Reina-Valera revisin 1960 (Sel:

    Sociedades Bblicas Unidas, 2008).

    17 Sociedades Bblicas Unidas, Reina Valera revisin 1995 (Colombia: Sociedades

    Bblicas Unidas, 1995).

    18 Luciano Jaramillo, Biblia NVI (Colorado Springs, Columbia: Sociedad Biblica Internacional, 2000).

    19 Nueva Biblia de Jerusaln, 3.a ed.

  • 9

    CAPTULO III

    QU DICE EL TEXTO?

    Texto griego:

    ,

    . (Mat 5:20).20

    Al ir al texto griego y analizarlo a simples rasgos podemos ver:

    Porque yo os digo, , clusula muy habitual en el Nuevo Testamento,

    formado por:

    L, verbo primera persona del presente de indicativo en voz activa, que por

    implicacin significa: explicar, hablar, decir, responder.

    , partcula primario y conjuncin causal porque, propiamente asignada a

    una razn, usada en una argumentacin, explicacin o intensificacin.

    , pronombre, irregular dativo de (vosotros); os.

    Que si vuestra justicia no fuese mayor,

    , Construccin con:

    , neutro de (querer , cosa) como conjugacin; demostr. Que.

    , partcula condicional, en caso de que, provisto, etc.; A menudo usado con

    otras partculas para denotar condicin indefinida o incertidumbre.

    20 Robert Estienne, Novum Testamentum graece (Bibleworks 8).

  • 10

    , partcula primario de negacin calificada, (adverbio) no, (conjuncin) no sea

    que, tambin como interrogativo (aplicando una respuesta negativa).

    , tercera persona, singular del aoristo primero de subjuntivo en voz

    activa del verbo w; aumentar, abundar, tener ms, aqu como fuere

    mayor.

    , genitivo de (vosotros) de (de o concerniente a) vosotros; vuestro

    estado, experimentabais.

    , articulo definido, el, la, lo ( a veces suplido en el espaol); cosa, el, este, ese,

    quien, uno.

    , de ; equidad (de carcter o acto) especficamente

    justificacin (cristiana); justicia , justificacin.

    , comparativo de (mucho, abundancia) ms en cantidad, nmero y

    calidad (tambin) en plural la porcin mayor, mayora, ms excelente,

    mayora.

    Que la de los escribas y fariseos, , frase

    constituida por:

    , articulo definido, el, la, lo (a veces suplido en el espaol); cosa, el, este,

    ese, quien, uno.

    de (escrito, carta) (personalmente) escriba o secretario;

    escriba o escribano.

    , partcula primario teniendo a veces fuerza copulativa y a veces tambin

  • 11

    cumulativa; y, tambin, aun, as, entonces.

    , de origen hebreo (dar dolor, declarar, esparcir.); Un

    separatista, exclusivamente religiosamente; fariseo, judo sectario.

    No entrareis en el reino de los cielos,

    , afirmacin construida con:

    , clusula con doble negativa enftica (palabra primaria, negativa

    absoluto) (partcula primario de negacin calificada), que equivale a de

    ningn modo, nunca jams.

    , segunda persona plural del aoristo segundo de subjuntivo en voz

    activa del verbo ;rcomai, entrar, aqu como entrareis; entrar, ir, llegar, pasar.

    , preposicin primario, que indica el punto alcanzado al que se quiere entrar, a

    menudo usado en composicin con el mismo sentido general, pero solo con

    verbos que expresan movimientos (literalmente y figurativamente); a , adentro,

    en.

    , articulo definido, el, la, lo (a veces suplido en el espaol); cosa, el, este,

    ese, quien, uno.

    , de (rey, soberano) literalmente y figurativamente; reinar,

    reino.

    , articulo definido, el, la, lo (a veces suplido en el espaol); cosa, el, este,

    ese, quien, uno.

    , por extensin cielo (como la morada de Dios); por implicacin

  • 12

    felicidad, poder, eternidad; especficamente el Evangelio; celestial, cielo.21

    Traduccin literal:

    Digo porque os que si no abunda vuestra la justicia mayor el escriba y fariseo

    nunca jams entrareis en el reino el cielo

    21 James Strong, Diccionario Strong en Espaol (Miami, Florida: Caribe, 2002), 9-

    232.

  • 13

    CAPTULO IV

    SIGNIFICADO DEL TEXTO

    En el texto escogido (Mateo 5:20) hay un concepto clave para poder determinar su

    significado, ya que, si vara, el sentido y la temtica del texto cambiaran rotundamente. Tal

    concepto es el de justicia, que en el texto griego es dikaiosu,nh [dikaiosn], el cual

    aparece 91 veces en el Nuevo Testamento. De ellas, 57 estn en las cartas paulinas, de las

    cuales 33 se encuentran el libro de Romanos. Adems, se encuentra 7 veces en Mateo, 3

    veces en Santiago y 1 Juan y las dems ocasiones se daran dentro de las cartas pastorales.

    A partir de la comprensin del significado de esta palabra podramos saber si esta justicia

    es imputada o personal.

    dikaiosu,nh en Mateo

    El concepto dikaiosu,nh es un motivo teolgico central en Mateo. La dikaiosu,nh ha

    sido puesta redaccionalmente por Mateo en todos los pasajes, el autor interpreta el camino

    de Jess como el camino de justicia(Mateo 21:32), expresin de la justicia que Dios

    exige a los hombres.

    Desde un principio, aun antes del bautismo de Jess, Mateo se dirige hacia la

    justicia que hay que cumplir (Mateo 3:15), que es el contenido de la voluntad de Dios,

    quien requiere justicia como la salvacin de los hombres. Eso, precisamente, comienza

    Jess a realizarlo de palabra y obra. La justicia se convierte, por un lado, en la expresin de

  • 14

    la salvacin de Dios, de la que los hombres tienen hambre y sed (Mateo 5:6)22 y, por

    otro, esta justicia sigue siendo muy de acuerdo con el pensamiento veterotestamentario y

    judio una exigencia de Dios a los hombres, una condicin de la salvacin que ellos

    mismos deben tambin realizar (Mateo 5:20). Esta doble faceta es la que caracteriza

    tambin al empleo del concepto dikaiosu,nh en Mateo.

    El texto escogido presenta una justicia que consista en una completa conformidad

    con la Santa Ley de Dios23, la que no se limitaba a lo exterior, como lo asimilaban la

    mayora de judos y en especial los escribas y fariseos que daban ms prioridad al

    establecimiento de su justicia a la vista de los hombres que a la de establecerla en sus

    corazones a la vista de Dios (1 Samuel 16:7). Lo que requiere Dios es una rectitud del

    corazn, una justicia interior a consecuencia de una renovacin de la mente, realizada a

    travs del Espritu Santo (pondr mi Ley en su interior y sobre sus corazones la

    escribir [Hebreos 8:10]), que conforme nuestros, pensamientos, deseos, pasiones a

    los principios divinos, que en definitiva son los que dan lugar a la justicia interior que

    deriva en una justicia exterior.

    As lo dej claro Jess en el sermn del monte cuando habl en cuanto al homicidio:

    Pues yo os digo: Todo aquel que se encolerice contra su hermano, ser reo ante el tribunal;

    pero el que llame a su hermano imbcil , ser reo ante el Sanedrn; y el que le llame

    renegado , ser reo de la gehenna de fuego y al adulterio, que no lo describe como un

    simple acto sexual sino como un pecado que nace de un corazn no santificado: Todo el

    que mira a una mujer desendola, ya cometi adulterio con ella en su corazn (Mat 5:28).

    22 Horst Balz y Gerhard Schneider, Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento, 2

    vols. (Salamanca, Espaa: Sgueme, 1996), 1:986.

    23 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew, 307.

  • 15

    Con estas dos ideas que plante Jess dej al descubierto la equvoca justicia que

    pretendan mantener muchos judos de los que ah se encontraban y a los que Mateo haba

    pertenecido hasta que Jess lo invit a seguirlo.

    dikaiosu,nh en Pablo

    Para Pablo el concepto dikaiosu,nh se halla estrechamente relacionado con el

    suceso central de la salvacin, la muerte y resurreccin de Jess. De acuerdo con la

    tradicin veterotestamentaria y juda, l ve en la justicia no solo un atributo moral de Dios o

    del hombre, sino que, con referencia al hombre, es un elemento esencial que hace que este

    sea enteramente lo que debe ser en relacin con Dios y con sus semejantes. Para Pablo la

    justicia, que determina e impugna la vida de un cristiano, no se espera ni se produce por la

    Ley y por el cumplimiento de sus preceptos, como se piensa en el judasmo descrito por

    Pablo, sino que es un don debido a la entrega de amor que Jess hizo en su muerte (Glatas

    2:21).24

    Con esto podemos ver que el concepto de justicia en Pablo tiene que ver ms con la

    soteriologa que con la tica. Pablo se esforz por demostrar a los judos que la relacin

    ntima que existe entre la justicia y la fe es conforme a las Escrituras, y trata de garantizar

    el carcter de la justicia como gracia. El concepto que tena Pablo de dikaiosu,nh en lo que

    respecta a escatologa se basa en la accin de Dios y la comunicacin de la misma por

    medio de la fe. Adems, en Glatas 5:5 acenta el carcter escatolgico permanente de

    dikaiosu,nh, que se define como la espera de parte de los creyentes del don salvfico de la

    dikaiosu,nh otorgado por el Espritu Santo.

    24 Horst Balz y Gerhard Schneider, Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento,

    1:988,989.

  • 16

    La justicia, concedida gratuitamente al creyente, exige del mismo un total servicio a

    ella (Romanos 6:12-23). El don de la justicia (Romanos 5:17) determina en el creyente un

    cambio de servicio; le traslada a una nueva relacin de una obediencia a Dios (Romanos

    6:13-22) o hacia el don concedido gratuitamente por Dios (Romanos 6:18). Pablo

    caracteriza el servicio que los justificados prestan a la justicia como un compromiso y

    entrega total a la lucha. Por ser los que han muerto al pecado y viven ahora para Dios, los

    justificados deben emplear a fondo sus miembros como armas de la justicia (Romanos

    6:13; 2 Corintios 6:7).

    El significado escatolgico-soteriolgico de la dikaiosu,nh persiste an all donde

    la dikaiosu,nh se asocia con el imperativo tico. Inversamente existe tambin la

    expectacin de que los cristianos produzcan fruto, que consiste en la justicia. Un fruto

    que, por cierto, ha llegado a ser posible por medio de Jesucristo.25

    La justicia definitivamente est directamente relacionada con la santidad, siempre y

    cuando esta justicia sea un don de Dios. Quien no practique la verdadera justicia que en

    el contexto de Mateo 5:20 debe ser mayor a la de los escribas y fariseos, ya que estos la

    limitaban solo al exterior para su propia gloria, buscando la aprobacin de los hombres

    (Mateo 6:1) como un resultado, fruto y evidencia de una verdadera conversin y

    aceptacin de la gracia de Cristo, no podr entrar en el reino de los cielos (1 Corintios 6:9-

    10; Hebreos 12:14; Mateo 7:21-23).

    Una justicia no como una condicin para la salvacin sino como un resultado de

    esta, derivada de una transformacin de la mente y el corazn que solo Dios puede efectuar,

    25 Horst Balz y Gerhard Schneider, Diccionario Exegtico del Nuevo Testamento,

    1:990.

  • 17

    la cual causa una obediencia no interesada en una eventual recompensa, sino en respuesta al

    incondicional amor de Dios (1Juan: 4:19; 5:3), obedeciendo los mandamientos de Dios,

    buscando la justicia que hay en ellos con gozo, por desprecio a la pecaminosidad de

    transgredirlos (1 Juan 3:4) y simplemente porque expresan la justicia de Cristo, ya que en

    l no hay transgresin alguna.

    Y as se exalta la gracia de Dios, que es la que nos ensea la justicia (Tito 2:11-14).

    Por tanto, la gracia en ninguna manera es contraria a la justicia (Isaas 45:8), si no fuese por

    la gracia de Dios, no podramos tener una justicia mayor que la de los escribas y fariseos,

    por lo cual seria imposible batallar y abandonar la enfermedad del pecado sin la gracia de

    Dios expresada en la obra santificadora del Espritu Santo.

  • 18

    CAPTULO V

    CONTEXTO GEOGRFICO E HISTRICO-SOCIAL

    Contexto histrico

    El Nuevo Testamento se escribi cuando casi todo el mundo civilizado estaba

    sometido bajo el dominio de Roma, imperio que estaba bajo la jefatura del emperador, al que

    en el Nuevo Testamento se le llama tanto Rey (1 Pedro 2:17) como Augusto (Lucas

    2:1).26 Herodes Agripa II (50 al 100 d.C) era quien tena toda autoridad como gobernador

    sobre tierras hebreas cuando posiblemente se escribi el Evangelio segn San Mateo entre el

    ao 50 y 70 d.C.

    Este tena tal influencia en el mundo judo que tena el derecho de designar al sumo

    sacerdote del Templo de Jerusaln. Aunque Agripa tena bastante conocimiento sobre el

    judasmo era indiferente a sus hondas implicaciones; de modo que aunque observaba las

    costumbres ceremoniales nunca demostr tener sincera conviccin acerca de la verdad.

    A los diferentes gobiernos extranjeros que dominaron Palestina los Ptolomeos, los

    Selecidas, los Herodes y los romanos el pueblo los consideraba generalmente como

    usurpadores cuyo gobierno tenan que tolerar, porque no podan jams llegar a ser sus

    soberanos. El pueblo haba tenido que someterse a su yugo poltico, pero nunca les dieron

    adhesin de corazn. El poder que realmente controlaba al judo era el del sacerdocio.27

    26 Merrill C. Tenney, New Testament Survey, 21.

    27 Ibd. 63.

  • 19

    Contexto social

    Exista una aristocracia tanto en el judasmo como en el mundo pagano, en el

    judasmo estaba constituida por familias de sacerdotes y rabinos dirigentes. En los

    Evangelios queda claramente demostrado que la jerarqua o los gobernantes de este tiempo

    eran los sacerdotes, quienes tenan control sobre el trfico comercial relacionado con el

    Templo, participaban en las ganancias derivadas de la venta de animales de sacrificios y del

    cambio de monedas que se necesitaba para las ofrendas del Templo.

    Entre los miembros del Sanedrn, el ms alto concilio del judasmo, haba hombres

    nobles y bondadosos, como Nicodemo y Jos de Arimatea. Probablemente eran

    terratenientes que arrendaban sus haciendas a cambio de una parte de las cosechas.

    La mayora de los habitantes eran pobres. Algunos eran hacendados, otros artesanos y muy

    pocos comerciantes. La esclavitud no se practicaba a gran escala en el judasmo, y lo ms

    seguro es que todos los judos de palestina fueran libres. Algunos, como los pescadores que

    se convirtieron en discpulos, posean pequeas empresas que les daban lo suficiente para

    sustentarse bastante bien.

    Debido a las obligaciones que la ley impona, las divisiones sociales entre los judos

    estaban restringidas; si todos tenan la responsabilidad de obedecer a Dios, eran

    moralmente iguales en su presencia. Aunque entre los judos se considera al rico como

    especialmente favorecido por Dios y, por lo tanto, como justo, no haba razn por la que

    alguien no pudiera alcanzar iguales mritos mediante las buenas obras. A pesar de una

    aristocracia que tiende a perpetuarse por s misma, en la oligarqua juda haba al menos

    una inherente igualdad moral que la restringa para que no se volviera demasiado

  • 20

    opresiva.28

    La economa

    Las monedas oficiales del imperio eran el denario y el aureus de oro o libra. Una

    libra equivala a cuarenta denarios, el denario equivala a 17 centavos de un dlar.

    Generalmente se practicaba el sistema bancario, aunque no en la forma intrincada que se

    conoce en el mundo moderno. El estado no subsidiaba a los bancos, pues estos eran por lo

    general compaas privadas.

    En el tiempo de Cristo y la Iglesia primitiva, el imperio romano ocupaba las tierras

    que limitan la cuenca del mediterrneo explotando al mximo las haciendas que contenan

    muchos rboles frutales y hortalizas de las cuales muchas estaban irrigadas por sistemas

    pblicos que Augusto constituy.

    Las fbricas que existan eran empresas privadas que empleaban esclavos que

    trabajaban en talleres donde fabricaban vasijas, gneros de lino y el papel que vena de

    Egipto. Los herreros y carpinteros se caracterizaban por fabricar productos ingeniosos y

    bien catalogados aunque todos los muebles venan del norte de Italia.29

    28 Merrill C. Tenney, New Testament Survey, 71-72.

    29 Ibd. 84-87.

  • 21

    CAPTULO VI

    DILOGO CON COMENTARISTAS

    Cuando buscamos el significado o bien analizamos un texto bblico, es clave saber

    cul es la posicin de algunos telogos representantes de distintos credos, y de

    comentaristas bblicos en cuanto al texto escogido o al concepto que produce las variantes

    en la interpretacin.

    Guillermo Hendriksen, nos dice:

    En consecuencia, la afirmacin hecha en el v.20 es definitivamente bsica para lo

    que sigue. La justicia exigida por Cristo es nada menos que una completa

    conformidad con la Santa ley de Dios, en todo lo que la persona hace y es. Tal

    justicia significa que el corazn, no solo la accin exterior, est en lo recto, en lo

    recto tal como Dios lo ve.30

    Estoy absolutamente de acuerdo con Hendriksen en que la justicia exigida por Jess

    es una plena conformidad con la Santa Ley de Dios siempre y cuando sea exigida como una

    consecuencia, evidencia o resultado de la salvacin y no como un requisito de esta, si se

    refiere a una justicia personal, por su puesto. Al referirse Cristo a una justicia imputada, la

    conformidad con la Ley sera un requerimiento. Adems, concuerdo con que la justicia no

    se limita solo a lo exterior, ya que lo expuesto por Jess posteriormente en cuanto al

    homicidio y adulterio ratifican esta idea.

    Comentario Bblico Beacon: Est bien que un cristiano agradezca a Dios, porque

    no est bajo la ley sino bajo la gracia. Pero, si cree que por esa causa se demanda menos de

    30 Guillermo Hendriksen, New Testament Commentary, Matthew, 307.

  • 22

    l, ha ledo el sermn del monte sin entenderlo.31

    No estoy completamente de acuerdo con el hecho de que, porque seamos salvos por

    gracia y no por nuestras obras, Dios no le da importancia a estas, porque sin duda son la

    evidencia de que realmente por medio de la fe se acept la gracia de Cristo, ya que l no

    nos deja as como estamos, sino que nos transforma.

    Comentario exegtico al texto griego del Nuevo Testamento: Todo aquel que

    pretenda entrar en el reino con su propia justicia no entrara en l, solo es posible acceder a

    la bendicin de entrar en el reino en la medida en que sea Dios mismo quien tome al

    pecador del lugar de las tinieblas en que vive y los traslade al reino del hijo.32

    Por su puesto que nadie puede alcanzar la vida eterna con su propia justicia, pues

    Jess es el camino y la vida. En l est la justicia sin transgresin o pecado, la justicia que

    exige la Ley y que ninguno ha alcanzado, pero que Jess alcanz. l ofreci su vida

    perfecta, la vida exigida por la Ley, para que la aceptemos y as, en el juicio, Dios Padre

    mire la vida perfecta de Jess y no la nuestra y seamos aceptos en el amado para vida

    eterna.

    David P. Scaer sostiene que: La referencia al Jess que llama a los pecadores y no

    a los justos (Mateo 9:13) es la nica en que se puede tener la certeza de que la palabra

    justicia se usa en un sentido estrictamente moral, sin otras connotaciones.33

    31 Ralp Early y otros, Mateo, Comentario bblico Beacon, 6:76.

    32 Samuel Prez, Mateo, Comentario Exegtico Al Texto Griego Del Nuevo Testamento (Barcelona: Clie, 2009), 327.

    33 David P. Scaer, Mateo ensea a la Iglesia (Estados Unidos: Concordia, 2006),

    288.

  • 23

    En cierta forma es verdad que podemos tener una certeza absoluta de que en Mateo

    9:13 se habla de una justicia moral, ya que se refera a la de los fariseos que tenan una

    supuesta justicia moral. En Mateo 5:20, sin duda alguna, nos habla de una justicia moral,

    lo que nos deja entrever esta posicin es la pericopa y las afirmaciones de Jess sobre los

    temas tocados posteriormente en el sermn del monte. El conflicto no sera aqu si la

    justicia es moral o no, si no, el tipo de justicia que Jess quiere que desarrollemos, una

    interior del corazn (Mateo 5:21-48).

    Dietrich Bonhoeffer afirma que: Si la justicia de los discipulos es mejor que la

    de los fariseos, se debe a que solo se apoya en la comunin con aquel que ha cumplido la

    Ley; la justicia de los discpulos es autntica justicia porque ahora cumplen la voluntad de

    Dios observando la Ley.34

    Esta declaracin es bastante aclaradora en cuanto a la justicia que apunta y exige

    Jess, que necesariamente tiene que ser mayor que las de los escribas y fariseos, que es,

    como bien dice Bonhoeffer, cumplir la voluntad de Dios observando la Ley no por nuestras

    fuerzas, sino por la gracia de Dios manifestada por medio de una comunin con Aquel que

    ha cumplido la Ley.

    34 Dietrich, Bonhoeffer, El precio de la gracia, el seguimiento (Salamanca, Espaa:

    Sgueme, 2004), 86.

  • 24

    CAPTULO VII

    CONCLUSIN

    Tras lo expuesto, podemos concluir que la justicia como tal no es algo que nos hace

    legalistas y nos aparta de la gracia de Cristo, siempre y cuando la entendamos como un

    resultado y no como la causa de nuestra salvacin. Que la justicia sea un requerimiento para

    entrar en el reino de los cielos no es algo que nos deba preocupar (ya que todos hemos

    pecado y estaramos todos perdidos, que no se mal interprete), porque Cristo pag ese

    precio que no est a nuestro alcance y, tambin, porque por esta misma gracia obtenemos la

    justicia que tenemos que experimentar como una evidencia de la salvacin, que tampoco

    est a nuestro alcance si no alcanzamos a Dios. Por ende, el concepto de justicia no es

    imputada o personal, sino, imputada y personal.

    La gracia y la justicia son conceptos inseparables, en la justificacin y en la

    santificacin y es trascendental que, como iglesia remanente, lo podamos entender a la luz

    de las Santas Escrituras. Esto es tan importante para la iglesia en general como para cada

    persona en particular, ya que, al comprender la mecnica que se desarrolla entre estos dos

    conceptos, estaremos menos propensos a caer en el legalismo y en la aceptacin de la idea

    de la gracia barata, que son distorsiones del entendimiento que pueden poner en juego

    nuestra salvacin, por la cual luch y sigue luchando Dios.

  • 25

    BIBLIOGRAFA

    Bonhoeffer, Dietrich. El precio de la gracia, el seguimiento. Salamanca, Espaa: Sgueme,

    2004.

    Hendriksen, Guillermo. New Testament Commentary, Matthew. Michigan, EE.UU.: Baker Book House, 1979.

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    Estienne, Robert. Novum Testamentum graece (Bibleworks 8).

  • 26