Examen a Fondo - De Motos

3
Apache TVS Por el Golfo de Urabá Texto y Fotos: JCP EF Examen a Fondo Cada viaje en moto siempre nos deja recuerdos grabados en la memoria, algunos más y otros menos, pero éste que hicimos con la Apache 160 por el Golfo de Urabá, será, por muchas razones, un viaje inolvidable. D esde mucho tiempo atrás teníamos ganas de rodar por el Urabá antioqueño y descubrir los paisajes y las rutas de una tierra bendecida por el creador con inmensas riquezas, pero al mismo tiempo condenada por la codicia humana a sufrir los rigores de la violencia. Siempre tuvimos una excusa para no ir, la mayoría de las veces era la compleja situación de “orden público”, o en otras palabras la guerra sin sentido que se ha ensañado con nuestro país y especialmente con algunas regiones. Otras veces nos frenaba una carretera que se desmorona con cada aguacero, dejando aislada a esta importante región, a la que muchos gobiernos le han dado la espalda cuando se trata de devolverle en obras de infraestructura los inmensos aportes que sus ex- portaciones le dejan a las arcas de la nación. Pero finalmente se llegó el día en que no tuvimos más excusas y fue la TVS Apache RTR 160, ensamblada por AKT motos, la encargada de llevarnos a cono- cer esta región, que de paso sería un inmejorable laboratorio de pruebas. Si bien es cierto que el convenio que le per- mite a AKT ensamblar y comercializar las motos de TVS en Colombia supone toda una novedad, no lo es tanto la Apache 160, modelo que ya había sido comercializado en el país años atrás y que nosotros pudimos probar en la edición No. 82 de agosto de 2008, cuando esta moto proveniente de India nos dejó una muy buena impresión en todo sentido, aunque nunca tuvo la difusión que la marca merecía y por ello somos conscientes de que para muchos supone toda una novedad, por eso mismo queríamos hacer una prueba especial, llevarla más allá de las fronteras urbanas y las carreteras cercanas, buscando desafíos mayores para una moto que por sus cualidades y precio se convierte en una tentadora opción, que ahora, de la mano de AKT, seguramente tendrá el respaldo y la difusión que antes no tuvo. Nuestro viaje coincidió con un puente festivo y para hacerlo más interesante planeamos un circuito que nos llevaría primero hacia Montería, por una carretera bastante recorrida por nosotros, de ahí hacia Arboletes, pueblo costero famoso por su volcán de lodo y ubicado en el límite norte de Antioquia, en ese punto tomaríamos rumbo al sur, comenzando una ruta totalmente desconocida, para buscar las turísticas playas de Necoclí, donde haríamos una pausa antes de emprender el camino de regreso por pleno corazón de la zona bananera. Aunque salimos temprano de Medellín, el tráfico no estaba para nada fácil, pero eso no fue problema alguno para la Apache, que tiene toda la agilidad de las motos pequeñas y un motor que es demasiado agradable cuando de rodar lento se trata. Un pequeño maletín amarrado con pulpos en el puesto del pasajero fue suficiente para acomodar todo el equipaje, pero en el caso de ir acompa- ñados será evidente la ausencia de una parrilla, elemento que seguramente será desarrollado por la industria auxiliar. Con más de 4 galones en el tanque esperábamos llegar bastante lejos sin tener que parar a reabastecer combustible, así empren- dimos la primera etapa con el objetivo de llegar a Necoclí al final del día, aunque nos separaban 550km, de los cuales no teníamos ni idea de cómo serían los últimos setenta. Las altas montañas de la Cordillera Occidental, en el primer tramo rumbo a Puerto Valdivia las superamos bastante fácil, primero fue una delicia subir hasta el Alto de Matasanos, disfrutando de sus curvas y de la hipnotizante panorámica que se tiene mientras se rueda al borde del precipicio, en una moto que invita a un manejo deportivo; luego RTR 160 10 www.demotos.com.co 11

Transcript of Examen a Fondo - De Motos

ApacheTVS

Por el Golfo de Urabá Texto y Fotos: JCP

EF Examen a Fondo

Cada viaje en moto siempre nos deja recuerdos grabados en la memoria, algunos más y otros menos, pero éste que hicimos con la Apache 160 por el Golfo de Urabá, será, por muchas razones, un viaje inolvidable.

Desde mucho tiempo atrás teníamos ganas de rodar por el Urabá antioqueño y descubrir los paisajes y las rutas de

una tierra bendecida por el creador con inmensas riquezas, pero al mismo tiempo condenada por la codicia humana a sufrir los rigores de la violencia.

Siempre tuvimos una excusa para no ir, la mayoría de las veces era la compleja situación de “orden público”, o en otras palabras la guerra sin sentido que se ha ensañado con nuestro país y especialmente con algunas regiones. Otras veces nos frenaba una carretera que se desmorona con cada aguacero, dejando aislada a esta importante región, a la que muchos gobiernos le han dado la espalda cuando se trata de devolverle en obras de infraestructura los inmensos aportes que sus ex-portaciones le dejan a las arcas de la nación. Pero finalmente se llegó el día en que no tuvimos más excusas y fue la TVS Apache RTR 160, ensamblada por AKT motos, la encargada de llevarnos a cono-cer esta región, que de paso sería un inmejorable laboratorio de pruebas.

Si bien es cierto que el convenio que le per-mite a AKT ensamblar y comercializar las motos de TVS en Colombia supone toda una novedad, no

lo es tanto la Apache 160, modelo que ya había sido comercializado en el país años atrás y que nosotros pudimos probar en la edición No. 82 de agosto de 2008, cuando esta moto proveniente de India nos dejó una muy buena impresión en todo sentido, aunque nunca tuvo la difusión que la marca merecía y por ello somos conscientes de que para muchos supone toda una novedad, por eso mismo queríamos hacer una prueba especial, llevarla más allá de las fronteras urbanas y las carreteras cercanas, buscando desafíos mayores para una moto que por sus cualidades y precio se convierte en una tentadora opción, que ahora, de la mano de AKT, seguramente tendrá el respaldo y la difusión que antes no tuvo.

Nuestro viaje coincidió con un puente festivo y para hacerlo más interesante planeamos un circuito que nos llevaría primero hacia Montería, por una carretera bastante recorrida por nosotros, de ahí hacia Arboletes, pueblo costero famoso por su volcán de lodo y ubicado en el límite norte de Antioquia, en ese punto tomaríamos rumbo al sur, comenzando una ruta totalmente desconocida, para buscar las turísticas playas de Necoclí, donde haríamos una pausa antes de emprender el camino

de regreso por pleno corazón de la zona bananera.Aunque salimos temprano de Medellín, el

tráfico no estaba para nada fácil, pero eso no fue problema alguno para la Apache, que tiene toda la agilidad de las motos pequeñas y un motor que es demasiado agradable cuando de rodar lento se trata. Un pequeño maletín amarrado con pulpos en el puesto del pasajero fue suficiente para acomodar todo el equipaje, pero en el caso de ir acompa-ñados será evidente la ausencia de una parrilla, elemento que seguramente será desarrollado por la industria auxiliar. Con más de 4 galones en el tanque esperábamos llegar bastante lejos sin tener que parar a reabastecer combustible, así empren-dimos la primera etapa con el objetivo de llegar a Necoclí al final del día, aunque nos separaban 550km, de los cuales no teníamos ni idea de cómo serían los últimos setenta.

Las altas montañas de la Cordillera Occidental, en el primer tramo rumbo a Puerto Valdivia las superamos bastante fácil, primero fue una delicia subir hasta el Alto de Matasanos, disfrutando de sus curvas y de la hipnotizante panorámica que se tiene mientras se rueda al borde del precipicio, en una moto que invita a un manejo deportivo; luego

RTR 160

10 www.demotos.com.co 11

EF

en la zona conocida como los Llanos de Cuivá, donde la carretera alcanza alturas cercanas a los tres mil metros, el motor mantuvo un correcto desempeño, perdiendo muy poco a causa de la altura y siendo capaz de sostener promedios de velocidad por arriba de lo legal con mucha facili-dad. Después vino el largo y complicado descenso desde el Alto de Ventanas, para nuestra suerte ese día no estaba la espesa niebla que es típica de esta zona y pudimos disfrutar a nuestro antojo en una vía que estaba desierta, sacándole todo el jugo a un chasis, a unas suspensiones y a unas ruedas que en las curvas encuentran su terreno favorito, negociando sin problemas la mayoría de los resaltos y desniveles que son normales en esta maltrecha carretera, al mismo tiempo los frenos dejaron ver su efectividad y su gran resistencia aunque se abuse de ellos, en especial el generoso disco lobulado que es protagonista indiscutible en el tren delantero, ofreciendo muy buen tacto y potencia de sobra.

Poco antes de culminar el descenso llegamos a un tramo completamente impregnado de aceite y por suerte lo vimos a tiempo. Fue más de un kiló-metro en el que estuvimos literalmente “patinando en el hielo” hasta que en una curva encontramos el culpable, un camión agonizante, aparentemente sobrecargado (como por variar) y en lamentables condiciones, que no aguantó más y quedó tirado en medio de la vía, dejando espacio solo para

Mulatos, en una zona dominada por fincas gana-deras y donde la violencia sigue siendo parte de una triste realidad, tal como lo vivimos en carne propia al encontrarnos a la orilla del camino, y parcialmente oculto entre la hierba, el cuerpo de un hombre sin vida, del que nos percatamos por esas cosas inexplicables del destino, cuando nos detuvimos a pocos metros queriendo aprovechar un bello paisaje para una foto.

En ese momento no solo perdimos las ganas de hacer la foto, sino también los ánimos y al mismo tiempo la tranquilidad y sin mediar palabra prendimos las motos y nos enfocamos en alejarnos de allí. Ahora desde la tranquilidad de mi escritorio recuerdo que la vía se fue poniendo cada vez peor, más estrecha, más cubierta por la vegetación y con más huecos y piedras, también recuerdo que instintivamente fuimos acelerando el ritmo con cierto delirio de persecución en la mente, escu-chando a lo lejos sonidos de motores que estaban solo en la imaginación, afortunadamente la TVS, proveniente de India, donde abundan las vías en pésimo estado, estaba muy bien preparada y no parecía inmutarse ante huecos, piedras ni zanjas,

el paso de las motos. Esa era la explicación a la soledad de la vía.

Ya entrando en tierras bajas, a orillas del Cauca, el monocilíndrico comenzó a respirar a plenitud, dejándonos sentir toda su potencia, que según la ficha técnica es de 15.2hp a 8.500rpm, con ello logramos ver en su tablero 125km/h, cifra nada despreciable, y pudimos mantener velocidades de crucero muy buenas sin tener que castigar el motor.

Entre paradas para refrescarnos, de alimen-tación y un tiempo largo que estuvimos escam-pándonos de un aguacero sorpresivo, se nos fue yendo el día, pero la detención más curiosa fue la que nos hicieron dos policías cerca de Caucasia. Pensábamos que se trataba de un retén rutinario

con las preguntas de siempre, de donde vienen, para donde van, cuánto corre la moto, Etc. Pero en vez de eso nos llevaron a una vía lateral para que hiciéramos zig-zag sin poner los pies en el suelo pasando por entre varios conos ubicados a poca distancia entre ellos. El objetivo, según nos contaron, era poner a prueba la habilidad de los motociclistas y crear conciencia de la importancia de saber manejar bien la moto. Por suerte la TVS con su gran agilidad y suavidad del motor no tuvo problemas para superar el examen varias veces.

Bien entrada la tarde estábamos rodando en una recta infinita, en la vía que une a Montería con Arboletes, cuando dimos un leve giro y de golpe nos encontramos con la hermosa imagen del Caribe que se abrió ante nuestros ojos y de golpe llegó ese inconfundible aroma de la brisa marina. La luz estaba perfecta para hacer algunas fotos y el lugar ideal para quedarse a disfrutar del atardecer y del sonido de las olas, ante esto decidimos pasar la noche en Arboletes y cerramos la jornada disfrutando de un delicioso plato de pescado y un par de cervezas frente a la costa, mientras la TVS descansaba después de una etapa de 475km.

Solo 70km nos separaban de las playas de Necoclí, pero quisimos madrugar para aprovechar al máximo el día, la vía comenzó con un excelente asfalto que duró hasta San Juan de Urabá, donde entramos a un afirmado de tierra bastante bueno que nos llevó hasta un pequeño pueblo llamado

solo al llegar a una bajada donde el suelo estaba húmedo y arcilloso, la rueda delantera perdió el agarre de golpe y moto y piloto terminamos en el suelo, con barro hasta la cabeza, pero afortunada-mente enteros, la moto con un simple raspón en la barra protectora y el respectivo piloto con algo de dolor en la cadera, pero dando gracias de llevar un pantalón con protecciones.

Todavía sintiéndonos muy mal llegamos a Necoclí y al preguntar por nuestro Hotel nos dijeron que estaba a 5km entrando por una vía que bordea la costa. Resulta que la noche anterior había caído una tempestad y el agua había convertido esos 5km en los más complicados de todo el camino. Cuando no rodábamos sobre una capa de pantano resbaloso, entonces estábamos sumergidos en profundos charcos que llegaban casi a cubrir el motor, pero nada de esto fue obstáculo para la Apache, que nos regaló una sesión de enduro sobre llantas de asfalto y nos ayudó a olvidar un poco aquellas tristes imágenes de una realidad que persiste aunque muchos nos neguemos a verla.

Un poco de playa nos ayudó a renovar energías para afrontar la ruta de regreso, de la que solo

13

Examen a Fondo TVS Apache 160

12 www.demotos.com.co12 www.demotos.com.co

teníamos algunas referencias sobre su estado y no eran nada alentadoras. Nos esperaban de nuevo los 5km de lodazales antes de salir al pueblo, pero gracias a la versatilidad de la TVS de nuevo fue fácil sortearlos sin más novedades que un par de sustos y las botas completamente embarradas.

Teníamos por delante 380km y estimábamos llegar a Medellín en unas 7 horas rodando sin afanes, pero pronto la realidad nos mostraría lo equivocados que estábamos. Al principio la vía estaba impecable, largas rectas daban paso a series de curvas rápidas con pequeños cambios de altura, algunos con vista al mar, donde daba gusto ir en la TVS, moto que probó ser bastante cómoda, con un asiento de buen mullido y una postura que no cansa más allá de lo normal. Todo marchaba maravillosamente cuando comenzaron a aparecer con mucha frecuencia inmensos huecos, cubriendo todo el ancho de la vía, que cortaban de tajo rectas impecables y en los que era inevitable detenerse, también fuimos presa de unos cuantos retenes, donde Ejército y Policía se alternaban cada pocos kilómetros para hurgar en nuestras maletas e indagar los motivos que nos llevaban por esta zona.

Entre Chigorodó y Mutatá, rodando en medio de exuberantes paisajes, nos impactó cruzarnos constantemente con caravanas militares formadas por vehículos fuertemente blindados y equipados con inmensos cañones, todo esto fue poniendo tenso el ambiente y llegó al punto máximo cuando nos detuvimos en un lugar para hacer una foto y mientras sacábamos la cámara de la maleta una señora en una casa cercana se apresuró a entrar los niños que jugaban afuera y cerrar la puerta. Ante esto decidimos seguir el camino parando lo menos

aceptables, creíamos que ya lo peor había pasado y nos soñábamos llegando antes del anochecer, pero de golpe nos topamos con una inmensa fila de vehículos parados y los peores presentimientos se hicieron realidad, al final de la hilera encontramos un derrumbe que tapaba la vía completamente. Era una inmensa masa de tierra y árboles que no dejaba ver el otro lado de la carretera, pero pronto vimos que la gente se abría paso por un sendero abierto a golpe de machete, poco después vimos salir una moto y luego otra y así sucesivamente, ante lo cual decidimos ir y dar una mirada. Lo más complicado era una subida muy empinada y res-balosa, pero con algo de ayuda no sería problema, además no había agua corriendo y todo se veía

Motor

CilindradaRel. compresiónTorque Máx.Potencia Máx.AlimentaciónEncendido TransmisiónSusp. Del.Susp. Tra.Freno Del. Freno Tra.Peso Capacidad TanquePrecioPara saber másFi

cha

Técn

ica

Monocilíndrico, 4T, 2 válvulas, SOHC, Refrigerado por aire

159.7 c.c.9,5 : 1

1.3 kg/m a 5.000rpm15.2 hp a 8.500rpm

CarburadorEléctrico y crank

5 velocidadesTelescópica hidráulica

Doble amortiguador MIGDisco de 270mm

Tambor 130mm136 kg en seco

4.23 galones (16.9L) $4.890.000

www.aktmotos.com

- La Apache consumió un galón de combustible cada 128 kilómetros, entre ciudad y carretera.- Con un solo tanque se pueden recorrer más de 500km sin necesidad de reabastecer.- La llanta delantera 90/90-17 protege bastante el rin gracias a su alto perfil.- Su manubrio dividido le da ese toque deportivo, sin perder comodidad.- El parrillero es bien tratado con una silla cómoda y unos calapies bien posicionados.- Las luces halógenas son muy suficientes.- Un detalle interesante del tablero es que memoriza la velocidad máxima, también tiene un cronómetro para medir el tiempo que tarde en ir de 0 a 60 km/h y una luz que indica cuando llevarla a servicio.

Comentariosposible, dejando atrás muchos paisajes dignos de ser captados con nuestra lente, entre ellos varios resguardos indígenas con sus construcciones típicas, inmensas bananeras y zonas selváticas que todavía se conservan, siendo un deleite para los sentidos. Aunque lo mismo no puede decirse de la carretera, que entre más avanzábamos más abandonada se mostraba, con tramos donde el asfalto ya no es más que un vago recuerdo y donde es inevitable ir de hueco en hueco, exprimiendo a fondo las suspensiones y poniendo a prueba la resistencia del cuerpo y de los rines de aleación que soportaron una buena dosis de golpes, mos-trando una solidez a toda prueba.

Entre huecos, retenes y más huecos el día se fue yendo y después de pasar por Dabeiba, Uramita y Cañasgordas, punto donde la vía vuelve a niveles

bastante estable, aunque posiblemente las ganas de llegar nos hicieron ignorar el peligro latente que representaba cruzar con todo y moto al borde de un precipicio por encima de un derrumbe que no tenía más de un par de horas de haber caído.

Entonces nos dimos manos a la obra y ayu-dando primero a otros con sus motos consegui-mos la ayuda necesaria para pasar las nuestras. Media hora más tarde estábamos del otro lado, sin alientos por el esfuerzo, tristes por no haber podido hacer fotos en medio de semejante locura, pero felices de seguir en la ruta con una moto que se mostró como una fiel compañera de todos los días o para cualquier aventura descabellada que se nos pase por la cabeza.

Examen a Fondo TVS Apache 160EF

El tablero análogo y digital

ofrece mucha información.

El disco delan-tero lobulado es

muy eficiente. El diseño de la cola, con stop

de leds, es muy llamativo.

15www.demotos.com.co14