EVALUACIÓN CRÍTICA DE LOS PRINCIPIOS EN ARQUEOMETRÍA ...

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Recibido: 17/03/2003 Aceptado: 03/06/2003 * Doctor en Prehistoria y Arqueología por la UAM. Diplomado Superior en Conservación y Restauración de BBCC (Arqueología) por la E.S.C.R.B.C. de Madrid. Aspectos introductorios E ste trabajo aborda con mayor con- creción que otros anteriores (Barrio 2001, 2002) algunos aspectos sobre la conservación y restauración de vidrios arqueológicos antiguos, en los que no suele ser habi- tual profundizar, en especial los refe- ridos a la filosofía que subyace en nuestras actuaciones profesionales a la hora de llevar a cabo proyectos de intervención en estos pequeños obje- tos de la cultura material. Es un asun- to que no se suele poner por escrito y sobre el cual nosotros queremos apuntar algunas de nuestras ideas, sur- gidas, sin duda, como ocurre casi 12 • 53 EVALUACIÓN CRÍTICA DE LOS PRINCIPIOS EN ARQUEOMETRÍA, CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN DE LOS VIDRIOS ARQUEOLÓGICOS Joaquín Barrio Martín* Parece posible acercarse, a modo de ensayo metodológico, a los criterios que rigen o subyacen tanto en las investigaciones arqueométricas como en las inter- venciones de conservación y restauración de los vidrios arqueológicos antiguos. Sobre todo, es necesario si queremos que esta labor se enmarque con claridad en el camino de la conservación científica en los comienzos del siglo XXI. Se aborda el análisis de unos principios que siempre se ponen de manifiesto, cons- ciente o inconscientemente, cada vez que se ejecuta un proyecto sobre estos materiales vítreos. No es fácil encontrar referencias concretas en los textos pro- pios de la deontología profesional que hablen de estos objetos menores. Sin embargo, se puede articular una propuesta inicial realizando una lectura atenta de estas normas y una valoración crítica de la literatura científica sobre la res- tauración de vidrios arqueológicos, contrastada a la luz de las propias experien- cias personales. Palabras clave: Vidrios arqueológicos, conservación, restauración, arqueome- tría, principios. CRITICAL EVALUATION OF THE PRINCIPLES OF ARCHAEOLOGICAL GLASS IN ARCHAEOMETRY, CONSERVATION AND RESTORATION It is possible, in the fashion of a methodological essay, to provide an insight into the criteria that govern or underlie both archaeometric research and the con- servation and restoration of ancient archaeological glass. Indeed this is neces- sary if we wish to situate this task clearly within the framework of scientific con- servation at the beginning of the 21st century. The article analyses a group of principles that always emerge, consciously or unconsciously, each time a proj- ect on vitreous material is undertaken. Concrete references to these lesser objects are not easy to find in the usual texts of professional deontology. It is possible however to formulate an initial proposal by undertaking a close rea- ding of these procedures and a critical evaluation of the scientific literature on the restoration of archaeological glass, and contrasting this with one's own personal experiences. Key words: Archaeological glass, conservation, restoration, archaeometry, principles. Pátina. Diciembre 2003. época II. Nº 12, pp. 53-64. ISSN:1133-2972 TÉCNICAS

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Recibido: 17/03/2003Aceptado: 03/06/2003

* Doctor en Prehistoriay Arqueología por la UAM.

Diplomado Superior en Conservacióny Restauración de BBCC (Arqueología)

por la E.S.C.R.B.C. de Madrid.

Aspectos introductorios

Este trabajo aborda con mayor con-creción que otros anteriores(Barrio 2001, 2002) algunosaspectos sobre la conservación y

restauración de vidrios arqueológicosantiguos, en los que no suele ser habi-tual profundizar, en especial los refe-

ridos a la filosofía que subyace ennuestras actuaciones profesionales ala hora de llevar a cabo proyectos deintervención en estos pequeños obje-tos de la cultura material. Es un asun-to que no se suele poner por escritoy sobre el cual nosotros queremosapuntar algunas de nuestras ideas, sur-gidas, sin duda, como ocurre casi

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EVALUACIÓN CRÍTICA DE LOS PRINCIPIOS ENARQUEOMETRÍA, CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓNDE LOS VIDRIOS ARQUEOLÓGICOSJoaquín Barrio Martín*

Parece posible acercarse, a modo de ensayo metodológico, a los criterios querigen o subyacen tanto en las investigaciones arqueométricas como en las inter-venciones de conservación y restauración de los vidrios arqueológicos antiguos.Sobre todo, es necesario si queremos que esta labor se enmarque con claridaden el camino de la conservación científica en los comienzos del siglo XXI. Seaborda el análisis de unos principios que siempre se ponen de manifiesto, cons-ciente o inconscientemente, cada vez que se ejecuta un proyecto sobre estosmateriales vítreos. No es fácil encontrar referencias concretas en los textos pro-pios de la deontología profesional que hablen de estos objetos menores. Sinembargo, se puede articular una propuesta inicial realizando una lectura atentade estas normas y una valoración crítica de la literatura científica sobre la res-tauración de vidrios arqueológicos, contrastada a la luz de las propias experien-cias personales.Palabras clave: Vidrios arqueológicos, conservación, restauración, arqueome-tría, principios.

CRITICAL EVALUATION OF THE PRINCIPLES OF ARCHAEOLOGICAL GLASSIN ARCHAEOMETRY, CONSERVATION AND RESTORATIONIt is possible, in the fashion of a methodological essay, to provide an insight intothe criteria that govern or underlie both archaeometric research and the con-servation and restoration of ancient archaeological glass. Indeed this is neces-sary if we wish to situate this task clearly within the framework of scientific con-servation at the beginning of the 21st century. The article analyses a group ofprinciples that always emerge, consciously or unconsciously, each time a proj-ect on vitreous material is undertaken. Concrete references to these lesserobjects are not easy to find in the usual texts of professional deontology. It ispossible however to formulate an initial proposal by undertaking a close rea-ding of these procedures and a critical evaluation of the scientific literatureon the restoration of archaeological glass, and contrasting this with one's ownpersonal experiences.Key words: Archaeological glass, conservation, restoration, archaeometry,principles.

Pátina. Diciembre 2003. época II. Nº 12, pp. 53-64. ISSN:1133-2972 TÉCNICAS

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siempre, a la hora de plantearse unproyecto de trabajo real, en este casoconcreto, la conservación de losvidrios de la villa romana de ElSaucedo, donde sin duda, existió unaofficinae vitreorum (Talavera LaNueva, Toledo) (Aguado et al., 1999).

Resulta patente que el vidrioarqueológico, como consecuenciade las circunstancias de la deposiciónen su momento y de un enterra-miento prolongado por varios cien-tos o miles de años en medio tierra,ofrece unos problemas muy seriosde cara a su conservación y exposi-ción en buenas condiciones. No sonmenores o mayores problemas quelos de las vidrieras medievales quesiempre han estado al aire, pero símuy distintos. Si para abordar la con-servación de estas extraordinariasobras de las catedrales e iglesias delMedievo se han manejado y con-trastado diversos criterios y opinio-nes, que han venido marcando has-ta la actualidad una manera de hacery el desarrollo de unos procedi-mientos cada día más eficaces, tam-bién la intervención en los vidrios deprocedencia arqueológica precisa deunas consideraciones deontológicasen las que no nos hemos detenidolos profesionales de la restauraciónarqueológica con suficiente interés.

No es habitual que los que reali-zamos trabajos de conservación en

materiales arqueológicos, conside-rados por muchos como "menores"frente a los restos arquitectónicos delos yacimientos, los mosaicos, laescultura o la pintura mural de estosedificios arqueológicos, nos plante-emos y sopesemos aquellos princi-pios o filosofía que van a guiar nues-tra intervención; es posible que lamenor relevancia pública y por tan-to la liberación de una cierta polé-mica, nos empuje a un mayor des-cuido en estos planteamientosteóricos, que a la postre siempre exis-ten en cualquier obra de restaura-ción, sea cual sea su entidad.

Tampoco uno encuentra muchosdetalles sobre los principios que hanregido la restauración de vidriosarqueológicos en las obras más recien-tes sobre la historiografía de la con-servación en nuestro país (Maca-rrón/González 1998) o de otros paísescomo Italia (Conti 2002), considera-do el país más prolijo en los análisisde la teoría de la restauración en losúltimos años, a pesar de que en estasobras se aborda de manera apreciableel estudio de los criterios seguidos enobras arquitectónicas, pictóricas oescultóricas,...Sin duda, la singulari-dad del Patrimonio Arqueológico(PArq) ejerce un efecto limitador a lahora de encontrar un mayor eco enestos estudios referidos.

Por eso nuestra intención no espresentar en estas páginas el desa-rrollo de un trabajo puntual de inter-vención restauradora realizado sobreel conjunto concreto de vidrios de laVilla de El Saucedo, sino que este artí-culo nos ha surgido como fruto de lareflexión personal en los prolegóme-nos de restaurar estas piezas. Tampoconuestra intención es escribir un ensa-yo literario o filosófico, sino hacer loque quizás se pueda calificar como unensayo metodológico sobre los prin-cipios del trabajo científico en el cam-po de la restauración del PatrimonioArqueológico. En definitiva, hacer unapuesta al día, desde los criterios per-sonales más objetivos, de las pautasque deben enmarcar las intervencio-nes sobre vidrios antiguos, y muy enespecial la conservación de los vidriosromanos, un período histórico y cul-tural en España que nos viene pro-porcionando una buena cantidad depiezas de vidrio, cuyo estado de con-servación habitual no es bueno (Figs.1y 2). Por ello es necesario hacer unesfuerzo extraordinario no sólo en su

estudio sino en el mantenimiento deestos objetos en las mejores condi-ciones de cara al futuro.

Aquilatar, en alguna medida, loscriterios que van a regir nuestrasactuaciones es algo necesario, pues-to que los documentos deontológi-cos más importantes como las Cartas,desde la de Atenas de 1931 a la deCracovia de 2000, donde quedanmanifiestos los grandes principios dela restauración moderna apenas tie-nen referencias concretas a los mate-riales muebles y mucho menos a losconsiderados menores como es elcaso de los vidrios arqueológicos.

¿Cómo abordar, pues, esta tarea?.Existen, a nuestro modo de ver, trescaminos para transitar en este análi-sis en los cuales se pueden encon-trar o de los cuales se pueden extraerdatos respecto de los criterios quese han seguido en las intervencionesde estas obras.

El primero es el de los textossobre la Teoría de la Restauración ,prioritariamente de Brandi, así comolas síntesis normativas realizadas enlos sucesivos documentos deontoló-gicos de los diferentes ámbitos nacio-nal, europeo, o internacional (Martí-nez Justicia 1996). Aquí tambiéntendrían cabida los trabajos sobre lahistoria de la restauración. El gruesode estos textos ha surgido del análisisy reflexión sobre las intervenciones enarquitectura y en pintura, y no es enningún caso el PArq representante dela cultura material el que se encuen-tra entre los objetivos de estos estu-dios (Melucco 1989,). Incluso cuandoaparece un interés mayor en el PArqéste se centra con preferencia en elconstruido, como se constata en laCarta de Roma de 1987.

El segundo camino es el de la lec-tura pormenorizada de las obras gene-rales (Frank 1982; Newton/ Davison1989; Pearson 1987; Bailly 1992;Tennent 1999; Velucchi, S. 2000) y artí-culos concretos sobre la conservacióny restauración de vidrios antiguos. Enningún caso son demasiado abun-dantes si los comparamos con losvidrios históricos. Aún así, es raroencontrarse en ellos un apartado con-creto sobre la filosofía o los principiossubyacentes en las intervenciones rea-les y en las propuestas realizadas paraabordar el trabajo en este tipo deobjetos arqueológicos.

El tercero de los caminos son lasexperiencias sobre trabajos de res-

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Fig. 1.El Saucedo:

Pieza 1. Baseumbilicada de

un objeto depequeñotamaño;

obsérvese elestado dedeterioro

inicial.

Joaquín BarrioTÉCNICAS

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tauración en vidrios de procedenciaarqueológica. Sin duda son impres-cindibles las propias experiencias,pero también la experiencia prácticade los trabajos de restauración demuchos profesionales que hemospodido conocer directamente. Pordesgracia, en muy escasas ocasioneshan visto la luz a través de artículospublicados, pero su valor está en queson el resultado en el tiempo real delos procedimientos, las técnicas y losmateriales con que se han abordadoentre nosotros los trabajos en la res-tauración de los vidrios arqueológi-cos. No hay duda de que en los La-boratorios y Talleres (IPHE, Museos,Escuelas o Departamentos) se hanrealizado numerosas actuacionessobre objetos de vidrio antiguos, perocasi nunca han salido a la luz median-te la publicación de sus informes.

A partir de la lectura de algunosde estos trabajos depositados en losarchivos de sus respectivas institu-ciones se pueden extraer o cotejarlos principios que subyacen en laintervención llevada a cabo en cadauno de los proyectos. Su estudioatento nos ha permitido reconocerel hilo conductor que existe bajo cadauno de ellos, averiguando los princi-pios deontológicos que sustentancada trabajo concreto tanto en lainvestigación del deterioro como enla práctica procedimental y en el resul-tado obtenido que puede ser evalua-do a través del paso del tiempo.

Será, por tanto, imprescindibleconjuntar las aportaciones de cadauno de estos caminos de análisis paraevaluar la situación en que nosencontramos en la actualidad encuanto a los principios aplicados enla práctica de la conservación y res-tauración de los vidrios antiguos.Para conducir nuestro análisis conmayor claridad hemos consideradola delimitación de una serie de áre-as de incidencia de dichos principios,diseñadas conforme se desarrolla elprotocolo de trabajo en este campocientífico de la conservación y res-tauración del PArq en los comienzosdel siglo XXI.

Criterios en la investigaciónarqueométrica

Nos parece necesario en primer lugartraer a colación las Cartas del Restauroo documentos normativos para com-

probar en ellos aquellas referenciasque sean expresas en la formulaciónde este criterio arqueométrico paralos bienes muebles y en concreto paralos vidrios. Incluso vamos a aportarciertos párrafos completos, siempreescasos, que hemos convenido comoesclarecedores.

Ya la primera Carta que se cono-ce, la de Atenas en 1931, en su escue-to articulado consagra la utilidad de laarqueometría en el ámbito de la con-servación, bien es verdad que referi-da entonces al mundo de la arquitec-tura, con estas palabras en su artículoVI "... recomienda: la colaboraciónen cada país de los conservado-res......con los representantes de lasciencias físicas, químicas, naturalespara alcanzar resultados seguros,siempre de mayor aplicación"(Martínez 1996:59-60). Es patente lafinalidad de esta colaboración inter-disciplinar, que vuelve a ser destaca-da en la Carta del Restauro de 1987con una mayor precisión; así en elAnexo D se aborda el asunto con estaspalabras, después de reconocer quela primera operación a realizar será"un cuidadoso reconocimiento delestado de conservación del propioobjeto y de las condiciones ambien-tales.... Por lo que se refiere a las con-diciones de conservación intrínsecasal objeto, es fundamental de losmodos de ejecución técnica y de losmateriales utilizados,....deberá lle-varse a cabo también el examen delas condiciones internas del objeto.De todos modos, tal verificación, ....,en la medida de lo posible deberá sercorroborada por los análisis y exá-menes de carácter físico, químico ynumérico, elegidos con absoluta prio-ridad entre aquellos que no sean des-tructivos....Cuando sea necesarioverificar ...., y no sea posible utilizarmétodos no destructivos, hay quelimitarse a realizar tomas de mues-tras, evitando en todo caso hacerloen lugares importantes de la obra.Estas tomas deberán limitarse almáximo también en el número.Deberá señalarse el punto preciso enel que se ha hecho la toma de mues-tras...". He aquí por tanto, el texto nor-mativo que hace una mayor concre-ción a este criterio arqueométrico.Finalmente en la última Carta deCracovia 2000, se refrenda en su artí-culo 10 esta misma necesidad deinvestigación y apoyo: "Las técnicasde conservación y protección deben

estar estrictamente vinculadas a lainvestigación pluridisciplinar cien-tífica...” pero abundando en otrosámbitos, como es el de los productosy los procedimientos de la práctica dela intervención, en que es imprescin-dible esta aportación analítica, "cual-quier material y tecnología nuevosdeben ser probados rigurosamente,comparados y adecuados a la nece-sidad real de la conservación"(Rivera 2000).

En este punto se suscita lasiguiente reflexión. Somos cons-cientes de que la investigación exclu-sivamente arqueométrica, entendi-da y realizada bajo el prisma de únicoconocimiento de composición y detecnología del vidrio, es un hechoconstatado en numerosas publica-ciones y encuentra su justificaciónen el estudio de materiales o mejorde los arqueomateriales; pero tam-bién creemos que puede ser distin-ta, ya que es muy posible compati-bilizar estos estudios tan necesarioscon los encaminados a la práctica delos trabajos de conservación y res-tauración, obteniendo resultadosmuy valiosos para formular proyec-tos concretos. Creemos que en laRestauración Científica actual debehaber un criterio de compensaciónentre los aspectos arqueométricos,los histórico/arqueológicos y las téc-nicas de intervención práctica. Así loha puesto de relieve una personali-dad relevante en este campo (Cola-lucci 2002); al considerar la tarea dela profesión de la restauración semuestra pesimista por el aparentefalso equilibrio interdisciplinar, pues"De hecho, el desarrollo del sectorcientífico, sin duda de gran impor-tancia, puede provocar el riesgo deque se pierda de vista el propio obje-to de la función de la restauración".

El criterio conductor es, pues,investigar con un claro objetivo deconservar y restaurar.

No obstante, para concretarmejor la exposición de este criteriocreemos necesario detallar algunosobjetivos en los que poder trabajaren este campo de la investigaciónanalítica. Conviene abordar los pro-blemas de tipo tecnológico, demanufactura y de composición delvidrio original. Arqueometría y tec-nología es un binomio bien intere-sante para un restaurador. Así, en elcaso del vidrio arqueológico, el mar-co histórico de procedencia tecno-

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lógica nos puede dar muchas pistasa los restauradores para iniciar el tra-bajo de diagnóstico en el Labo-ratorio. A partir de unos análisis pre-vios se contará con unos parámetrosiniciales, bien conocidos, que pue-dan ser tenidos en cuenta para estaprimera valoración del estado deconservación de las piezas:• Un vidrio potásico (datación o

tradición medieval) es menosresistente que el vidrio sódico(datación o tradición romana).

• El exceso de óxido como la cal–CaO– acentúa la tendencia a ladesvitrificación.

• Una relación escasa entre sílicey elementos alcalino-térreos vuel-ve poroso al vidrio.

En segunda instancia, la infor-mación analítica debería centrarseen los problemas de deterioro y alte-ración sobre la composición originaldel vidrio, con la detección de ele-mentos alterados químicamente oen los elementos estructurales defec-tuosos, y sus consecuencias en elestado de conservación de la pieza.Consecuentemente a ello podrá con-tribuir el análisis de las tierras delcontenedor arqueológico para com-probar los componentes que hanincidido en la particularidad del dete-rioro de dicha muestra, dando pie auna reconstrucción del ambiente queha determinado y las posibles cau-

sas que han generado dicho tipo decorrosión.

Y finalmente deberá abarcarse elcampo de la investigación en técnicasy materiales de intervención, con unavalidación experimental y una eva-luación real sobre las piezas de losresultados de la utilización de estosprocedimientos, testados a través deltiempo. También debe implicarse laarqueometría en la conformación delos valores y pautas de mantenimien-to y conservación preventiva de losvidrios antiguos tanto en los interve-nidos como en aquellos que no lo hansido. En definitiva, hacer posible quela analítica se enmarque en un pro-ceso global arqueométrico.

En el momento de la actuaciónsiempre decimos que el procedi-miento correcto es seleccionar las téc-nicas en función de las necesidades yde la resolución de los problemas,pero sin embargo suele ser en funciónde la disponibilidad de Laboratorios yde la disponibilidad económica comoestamos obligados a proceder. En elcaso de los vidrios antiguos, casi siem-pre de pequeño tamaño y en situaciónfragmentaria habitualmente, es preci-so reducir al máximo las muestras,actuar con inocuidad en la toma deellas si queremos recoger también lascapas de corrosión. Si actuamos sobreconjuntos de piezas de la misma pro-cedencia, como es el caso de ElSaucedo, se puede hacer una elección

de muestras patrón representativas,que pueden ser estudiadas directa-mente sin preparación alguna o embu-tidas para analizar su sección, lo queresulta imprescindible para conocerel estado de la estructura interna delos vidrios antiguos, pues las superfi-cies en todos los casos están alteradas(Fig.3). En todo caso las muestrasembutidas pueden ser recuperadas.

En cuanto a las técnicas disponi-bles no deseamos pormenorizar puesno es el objetivo de este trabajo, sinosólo dar algunos apuntes referencia-dos a nuestra experiencia personal. Elprocedimiento analítico debe comen-zar por las técnicas más sencillas, enespecial las estereoscópicas, que per-miten determinar los problemas dedeterioro corrosivo y estructural alnivel de su superficie, a pesar de lasdificultades que suelen ofrecer losvidrios para la observación adecuada.No obstante, para avanzar en el estu-dio arqueométrico de los vidriosarqueológicos es imprescindible con-tar con la Microscopía Óptica y laMicroscopía Electrónica de Barrido,las cuales proporcionan unas ventajasinsustituibles para valorar morfológi-ca y texturalmente, permitiendo reco-nocer las capas de la alteración cícli-ca, las fisuras, las heterogeneidades odefectos del proceso, la profundidadde la desvitrificación (López 1999:34).Y todo ello completarlo en el caso dela segunda técnica con un análisis EDde cada uno de los elementos que seconsidere oportuno, haciendo posi-ble el reconocimiento compositivo delos vidrios y por tanto todos los deta-lles de su tecnología (Fig. 4). Si sedesea una constatación de la compo-sición sería conveniente contrastarlocon otras técnicas también asequiblescomo la Fluorescencia de RX, lo queproporcionaría unos resultados másque convincentes (Schreiner/Lin-ke/Dubravka 2000). La experiencialograda en otros trabajos (Adams etal. 1997), nos animó a su utilizaciónen la primera etapa de la investigaciónarqueométrica de los vidrios de la villade El Saucedo (Barrio 2002). Avan-zando hacia una mayor sofisticación yprecisión en el análisis compositivopodría incluso completarse con otrosanálisis de PIXE-PIGE (Kiusma-Kursula1999; Weber et al. 2002; Gratuze et al.2000), que en nuestras muestras estápendiende de la puesta a punto de laconsiguiente línea del Acelerador dePartículas de PCM de la UAM.

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Fig. 2.El Saucedo:

Pieza 2.Objeto con

una elevadafragmentación.

Joaquín BarrioTÉCNICAS

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También son de destacar las bue-nas perspectivas que surgen con algu-nas de las técnicas tomográficas, ínte-gramente NDT, a la hora de reconocerlos problemas de deterioro y el esta-do de conservación de los vidriosromanos, un campo en el que aún lostrabajos no son abundantes. Es el casode la -MCT (Tomografía microcom-puterizada de Rayos-X), una aplicaciónque ofrece alternativas por su carác-ter no destructivo (López/ Römich2001; López et al. 2002) y unos resul-tados muy positivos para poder com-parar con otras técnicas complemen-tarias (SEM/EDX). Rastrea con detallela superficie y documenta sus fenó-menos de deterioro, p. e. las picadu-ras producto de la desvitrificación yde pérdida de materia física.

Para concluir en este apartado,la decisión, por tanto, a la que debellevarnos este criterio es al diseñoadecuado de un estudio arqueomé-trico que nos proporcione datosapreciables y decisorios para la con-servación y restauración de las pie-zas de vidrio optimizando al máximolas muestras obtenidas.

Criterios durante la intervención deconservación /restauración

Obviamos, por no ser éste el momen-to apropiado, entrar en la evaluaciónde los términos conservación y res-tauración y en la acepción que cadauno de ellos recibe a la hora de expli-car con mayor o menor precisión elgrado de la intervención sobre elvidrio arqueológico antiguo. Aunquelas corrientes de opinión suelen modi-ficarse casi continuamente en estecampo como en otros, para el grue-so de los profesionales restauradoresla gradación y la diferencia que mar-can ambas palabras es comprendidacon cierto detalle.

Los documentos deontológicos onormativos cuentan con muy escasasreferencias sobre la restauración delos vidrios antiguos. Sólo en la Cartasdel Restauro de Roma de 1972 y 1987,en sus Anexos A y C respectivamente,se pueden encontrar unos ligerosapuntes. En la primera se escribe: "Enla recuperación de los vidrios (ef.ope-raciones arqueológicas terrestres) esaconsejable no proceder a limpiezaalguna durante la excavación yaque están fácilmente sujetos a la exfo-liación". En la segunda el texto es el

mismo, salvo el último párrafo queañade, "por la facilidad con que estánsujetos a deteriorarse". Sólo se haceindicación, por tanto, al reconoci-miento de una problemática másamplia. Siendo objetivos, el textohabría que englobarlo mejor en el áreade la conservación preventiva quevaloraremos más adelante, pues en élno encontramos ni una sola línea refe-rida a cómo debe procederse en la res-tauración definitiva de estos objetos;sin embargo, entre líneas se da aentender que la intervención ha derealizarse en el laboratorio. Y aún más,se reconoce que su estado de con-servación es grave casi siempre. Poreso, los vidrios arqueológicos degra-dados, fragmentarios e incompletossuelen ser una muestra fiel de cómoha desaparecido la continuidad de laobra, por lo cual la restauración enellos debe entenderse dentro del prin-cipio acuñado por Brandi (1988)como el restablecimiento de la uni-dad potencial de la obra.

Desistimos, como no podía ser deotra manera, del intento de hacer enunas pocas páginas un análisis dema-siado pormenorizado de todos losaspectos que habría que recoger enel protocolo de trabajo de conserva-ción y restauración de los vidrios anti-guos. Para este cometido se puedeacudir a obras de carácter general cen-tradas en el estudio de los problemasde intervención en vidrios (Newton/Davison, 1989; Tennent (ed.) 1999;Velucchi 2000), cuyas aportaciones,de mayor o menor envergadura,siguen estando vigentes hoy en elgrueso de sus aportaciones.

Sin embargo, a la hora de revisary evaluar los criterios que rigen estostrabajos de intervención restaura-dora, nos hemos encontrado conmuy pocos artículos publicados enel ámbito nacional o internacional deproyectos concretos sobre la con-servación y restauración en labora-torio de los vidrios antiguos de pro-cedencia arqueológica. Algo másabundantes, pero tampoco mucho,son los trabajos publicados sobreanálisis arqueométricos, en los cua-les de manera tangencial se puedenrastrear algunos datos valiosos paranuestro propósito. Ya comentamosque la desventaja era significativafrente a los trabajos sobre restaura-ciones de vidrios históricos.

Aunque hemos aludido al princi-pio marco de Brandi de restablecer la

unidad potencial de la obra como elobjetivo sustancial que debemos abor-dar en el trabajo del laboratorio, loscriterios que deben de articular el tra-bajo de conservación y restauraciónde los vidrios de procedencia arqueo-lógica responden tanto a dichos prin-cipios generales para todas las obrasde arte que se recogen en nuestradeontología profesional como a la pro-pia singularidad de este material inor-gánico, que posee unos rasgos dedeterioro muy propios. En el marcogeneral del Patrimonio Arqueológico(PArq), los vidrios muestran un carác-ter bastante excepcional, no sólo encuanto a su escasa presencia en el catá-logo de objetos que se registran enuna excavación, sino también en cuan-to a los tratamientos e intervencionesde conservación donde la propia idio-sincrasia y la vulnerabilidad marcan laspautas a seguir.

Criterio de limpiezay conservación de las pátinas

Si echamos mano de la Carta delRestauro de 1972 en su Art.6.5 que-da "se prohíbe ...alteración o remo-ción de las pátinas"., el asuntoproblema parece completamentesolucionado. Sin embargo, es evi-dente que cualquier asunto relacio-nado con la limpieza de objetos dearte, en este caso de vidrios, tiene quever con el principio de historicidadestablecido en su día por Brandi, pueseste principio se transgrede en elmomento en que tomamos la deci-sión de remover alteraciones gene-radas a lo largo del tiempo o eliminarproblemas de deterioro, elementosen los que suele sustentarse el con-cepto de pátina en el vidrio antiguo(Brachert 1990: 165-171).La necesi-dad de conservación de la mayor par-te de los vidrios de procedenciaarqueológica obliga a conciliar algu-nos de estos principios consideradosintocables y volver la vista hacia el finúltimo que se persigue, que no esotro que el salvamento de la piezapara el futuro. En palabras de A.Melucco (1989:199-233) es la feno-menología de la intervención la quemarca la pauta y el ajuste de muchosde estos criterios. Objetos arqueoló-gicos como los vidrios antiguos nopueden ser excluidos de una inter-vención que corrija en primera ins-tancia la degradación matérica aúntraspasando algunos de estos princi-

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Evaluación crítica de los principios en arqueometría, conservación y restauración de los vidrios arqueológicos TÉCNICAS

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pios considerados sagrados en laTeoría del Restauro.

¿Cómo hemos de calificar lasláminas desvitrificadas y las irisacio-nes, como pátinas o como produc-tos de alteración?

Sobre este asunto sigue existien-do polémica no sólo a la hora de defi-nir lo que se considera una pátina enlos vidrios arqueológicos antiguossino en cómo actuar ante estas páti-nas. Nosotros con antelación ya nospronunciamos (Barrio 2001 ep.) enuna posición que de nuevo queremostraer a estas líneas pues tiene que vertanto con procedimientos técnicos ycientíficos como con los criterios quese manejan al realizar la limpieza delas superficies de estos vidrios.

Bajo este epígrafe de pátina serecoge uno de los asuntos que gene-ran mayor controversia en la actua-lidad en la conservación de vidriosantiguos de procedencia arqueoló-gica. Y nos referimos a las reflexio-nes sobre la consideración o no depátina para ciertos fenómenos dealteración de los vidrios romanos.

La desvitrificación, entendida estapalabra en el sentido estricto, es sólouncambio en el estado físico delvidrio, pero no un cambio en sucomposición química. En cuanto a laalteración, es un fenómeno que tie-ne que ver con un conjunto de reac-ciones químicas entre el vidrio y elmedio; un proceso mediante el cualciertos componentes del original setransforman por la incorporación deotros. Su desarrollo genera un dete-rioro cíclico ocurrido a partir delenterramiento tan largo, y se mani-fiesta en la superficie del objetodepositando una serie de laminillas

que se desprenden poco a poco,adelgazando la estructura vítrea ori-ginal del objeto. En el proceso pue-den añadirse otros productos cubrien-tes en forma de costra. A esto cabaañadir, que entre los profesionalesde la restauración los términoscomentados, desvitrificación y alte-ración, suelen ser utilizados demanera indistinta para referirse a unúnico proceso que se manifiesta enlos vidrios arqueológicos.

Así pues, las láminas que perma-necen en la pieza siempre modificanel aspecto original de estas piezas.Bien es verdad que en los primerosmomentos del proceso nos ofreceun favorable y atractivo colorido;pero a nuestro entender una irisa-ción no es una pátina. Bajo esta de-nominación de pátina se deben re-conocer los siguientes rasgos:• estable, homogénea y regular.• carente de riesgos para el futuro

de la pieza y que tenga una posi-tiva evaluación estética.

Creemos que estrictamente unapátina no es otra cosa que un fenó-meno de alteración superficial en quesuelen darse cabida numerosos pro-ductos de alteración, especialmentesales, fruto de la reacción química conlos elementos alcalinos lixiviados, conuna solubilidad diferenciada. De ma-nera breve, sin entrar en un desa-rrollo minucioso del proceso, podríadecirse que en estos vidrios de com-posición no eutéctica (caso de losromanos y la generalidad de todoslos antiguos), que poseen un exce-so de fundentes, parte de ellos no secombinan con la sílice, y en presen-cia de una HR superior al 40% dan

lugar a hidróxidos solubles de sodio,calcio y potasio, que en presencia deCO2 forman los carbonatos; se mez-clan con la sílice y las escamas de cris-talización produciendo una superfi-cie opalescente cubierta de unacostra de corrosión en que se inte-gran carbonatos, sulfatos y clorurosde distintos tipos junto con restosde la tierra del contenedor arqueo-lógico. Y todo ello incide no sólo enla falta de transparencia sino en lafragilidad del vidrio.

En las irisaciones laminares queconstituyen lo que habitualmente sedenomina pátina se suelen agruparvarios de estos compuestos cuyo resul-tado en la conservación de los vidriosarqueológicos es el siguiente: • Opacifican el vidrio y perturban

la legibilidad real de éste, aunquenos ofrezcan una visión plena dematices de color, que dan unaspecto tan "antiguo" a la pieza.

• Son higroscópicos y por tantoposibilitan que la humedad que-de retenida en la superficie delos vidrios y en consecuencia,mantienen los procesos que abo-can a esta alteración o mejor elfenómeno cíclico del deterioro.

Es indudable que esta costra des-vitrificada es una superficie alterada,que puede llegar a tener un espesorconsiderable casi similar al núcleo inal-terado, y por tanto no es la superficieoriginal, pues durante el proceso deenterramiento el vidrio podría haberperdido ya la capa superficial de uso ya la vez haber recogido compuestos dela tierra del entorno ajenos a la com-posición original de la pieza. Así sepuso de manifiesto en algunas piezasde El Saucedo, como por ejemplo enla correspondiente a la muestra nº 4.

De todos los aspectos que veni-mos valorando en el análisis de los cri-terios presentes en la conservación yrestauración de los vidrios arqueoló-gicos antiguos es este punto, el tra-bajo de intervención de limpieza, don-de siempre se ha suscitado una mayorpolémica, aparejada a la que venimosrefiriendo sobre la pátina, pues no envano es la etapa de trabajo que siem-pre ha suscitado mayores riesgos parala obra por su carácter de irreversible.Es la que se ha venido conociendo enla literatura científica como la clea-ning controversy. Quizás lo que pue-de extraerse de esta polémica es quecualquier limpieza, sea con una inter-

58 • 12

Fig. 3.El Saucedo:

Microfotografíade SEM donde se

observa ladelaminación

superficial.

Joaquín BarrioTÉCNICAS

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vención de mayor o menor calado,debe hacerse desde un reconoci-miento objetivo y serio de los ele-mentos que intervienen en la con-formación de dicha pátina que es biendistinta en cada material. Por eso nose puede construir una falsa analogíade la pátina extrapolando los datosdesde la pintura a otros materiales tandistintos como es el vidrio. Hay quepartir, con ayuda de una investigaciónpormenorizada, de una clara percep-ción de la materia que con el paso deltiempo se ha puesto de manifiesto enforma de esa película que denomi-namos pátina; una percepción quesupone reconocer el significado de lasecuencia estratigráfica y el punto enque ésta puede ser calificada como lasuperficie más aproximada al original.En modo alguno debe ser la pátina,en palabras de Brandi, una sordinapuesta a la materia para impedirla pre-valecer. Además, a nuestro modo dever la pátina en el vidrio arqueológi-co no suele mostrar la inocuidad deun barniz antiguo oxidado o una vela-dura de taller sobre una pintura osobre una piedra caliza que siempreha permanecido en el exterior. Estasláminas desvitrificadas actúan comoverdaderos receptores del principalagente de deterioro, la humedad,cuya actuación a tasas bien bajas, pordebajo del 40%, en colaboración conotros contaminantes es su principalriesgo para el futuro.

Por todas estas razones el res-taurador, cuando actúa sobre la pie-za de vidrio arqueológico, deberíaretirar todos estos productos de alte-ración, para posteriormente fijarmediante un consolidante protectorla capa de gel a la parte sana delnúcleo. Esta capa de gel es el puntode contacto entre las láminas desvi-trificadas y el vidrio inalterado. Salvoque las láminas y escamas desvitrifi-cadas supongan el único documentofísico del vidrio original; entonces sepueden mantener in situ, pero ello lle-vará aparejado un máximo control delmedio en lo que a la HR se refiere.

No obstante es muy difícil esta-blecer criterios o normas estrictas eneste caso pues puede haber otros fac-tores –profundidad del ataque corro-sivo, pérdida de las capas más exter-nas– que incidan en la toma de unadecisión que nosotros consideramosque sería la más aceptable para el futu-ro de muchos vidrios, y muy espe-cialmente cuando no se pueden con-

trolar los parámetros medioambien-tales de las vitrinas donde se exponeno de los espacios de almacenamientodentro del Museo (Bailly 1990:138),hecho por lo demás bien común toda-vía en muchos museos. Unas opinio-nes no muy alejadas se pueden ver enotros autores (Newton/ Davison1989:206), quienes apuntan que si lalámina envejecida del vidrio arqueo-lógico (iridiscente, opaca o negra)oculta la transparencia del color ori-ginal, cabría la opción de retirarla pormotivos estéticos; no obstante su reco-mendación es no eliminar éstas. Hayopiniones basadas en trabajos con-cretos sobre vidrios arqueológicosromanos (Mayas 1990), con mayorinclinación a eliminar las delamina-ciones, pues según este autor las esca-maciones siguen descomponiendoestos vidrios después de muchos añosde haber sido extraídos de la tierra; suretirada no supone la pérdida com-pleta de las irisaciones, mantenién-dose el vidrio perfectamente segúnuna experiencia contrastada superiora 6 años.

Para otros autores la opción esno eliminar las capas iridiscentes enningún caso, pues se destruye lasuperficie original, esto es, su espe-sor real y los rasgos de su tecnología(Cronyn 1990:137).

Por eso si las irisaciones se mues-tran en un estado incipiente, lo quesupone una degradación muy suavecon la superficie ligeramente modifi-cada por el ataque químico, y no estánformando láminas descohesionadasdel núcleo, quizás no sería preciso eli-minarlas ya que durante su limpiezamecánica se dañaría la estructura intac-ta. Esta es la opción tomada en algu-nos casos como en la restauración deun cáliz de vidrio belga procedente dela iglesia de San Martín que se man-tiene con todas las concreciones porel riesgo que supondría para su inte-gridad la retirada de esta láminas(Fontaine 1999:200-202). Conviene portanto tener en cuenta estas gradacio-nes y tomar la decisión caso por caso.Así creemos que conviene entender elArt.6.c, de la Carta del Restauro deRoma de 1987 cuando manifiesta “quese deben rechazar desde el momen-to en que se proyecte la propia res-tauración ...alteraciones o remocio-nes de las pátinas, siempre que no sehaya demostrado analíticamente queestán irreversiblemente comprome-tidas por la alteración del material

superficial. La conservación de esteúltimo puede ser, en efecto, fuente deposterior degradación....".

Para preservar los objetivos derigor y eficacia la limpieza de losvidrios arqueológicos debe hacersesiempre con la ayuda de medios ópti-cos (lupa o microscopio estereoscó-pico), puesto que poder actuar en elpunto exacto de la separación de lascapas de gel de las escamaciones esmuy complicado al tratarse de unmaterial tan vulnerable. De este modo,también puede determinarse la adhe-sión de la capa de gel, que no tienepor qué ser igual en todos los puntos,con el fin de proceder a su fijación conun consolidante. Si se consigue fijaresta capa de gel haría a su vez de pro-tector del núcleo vítreo intacto. Quizásse precisa una potenciación de las lim-piezas en los vidrios medievales enmayor medida que en los romanos,puesto que en aquellos, en función desu composición potásica, muestranmayor predisposición a un ataquecorrosivo más virulento. Somos cons-cientes de que el desarrollo de estecriterio de limpieza sólo puede venirdeterminado por un buen conoci-miento de los procesos de corrosiónmediante al menos microscopía ópti-ca o electrónica, a fin de determinarcuál es núcleo intacto y las capas yadeterioradas.

La eliminación de sales pernicio-sas debe ser un objetivo a desarrollaren el marco del criterio de limpieza.Como nosotros mismos hemos podi-do determinar en el estudio previode los vidrios de El Saucedo, no esajena la presencia de cloruros tantoen el interior como en las capas exter-nas del vidrio (Fig. 5) . Los poros yfisuras son los puntos donde se pue-den localizar con mayor intensidad.Su presencia es siempre muy dañina,especialmente por los efectos deaumento de volumen por cristaliza-ción dentro de estos espacios, pro-vocando una intensificación en laescamación y en las fracturas. Paradeterminar su procedencia, que demanera habitual será del terreno, espreciso partir de un rastreo y un aná-lisis de MEB con ED o de un medi-ción de los cloruros en las tierrasadheridas, pues conviene asegurar-se de si estos focos de cloruros tie-nen que ver con la composición,hecho poco frecuente, o más biencon su presencia en un medio sub-terráneo donde los han recuperado.

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Evaluación crítica de los principios en arqueometría, conservación y restauración de los vidrios arqueológicos TÉCNICAS

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En último término, queremosindicar que si se quieren eliminar lassales, localizadas en numerosas oca-siones en los cráteres y fisuras exis-tentes bajo las capas de desvitrifica-ción, no quedará más remedio queretirar estas láminas iridiscentes yproceder a su desalación bienmediante compresas de celulosa obien mediante inmersión en solu-ciones acuosas. En todo caso, ha dehacerse lo posible en su desalaciónpara que la limpieza sea eficaz.

Criterio de consolidaciónAnte superficies tan frágiles y tan vul-nerables como las de los vidriosarqueológicos parece obligado esgri-mir como un objetivo importante laconsolidación, cuya justificación seencuentra refrendada desde las pri-meras normas deontológicas, bien

es verdad que en ninguna ocasióncon referencia a los vidrios. El refor-zamiento de la materia física de losvidrios arqueológicos debe ser habi-tual dadas las condiciones de fragili-dad no sólo en la superficie sino enla estructura interna, debido a la pre-sión de las tierras. Por eso ha de lle-varse a cabo con un procedimientoadecuado que garantice su penetra-ción hacia el interior más allá de lapelícula de gel de la superficie. Porello la técnica que mejor convendríasería el vacío, controlado en una pre-sión adecuada a su fragilidad. Quizásen muchos museos pueda pensarseque es una protección excesiva por-que no permite una identificaciónclara de las superficies originales; sinembargo, nosotros creemos que sur-te un beneficio muy notable para lamateria física del vidrio si se eligenlas técnicas y los materiales adecua-dos y contrastados. Es indudable queaunque la consolidación contribuyea proteger estos vidrios de la acciónde los agentes superficiales, tambiénsupone el aislamiento de las piezasfrente al ataque químico del medioambiente, constituyendo la primeramedida para una preservación en elfuturo en condiciones aceptables.Pero, en modo alguno suple las me-didas de conservación preventiva,como en muchas ocasiones erróne-amente se cree.

El criterio de consolidación en elcaso de los vidrios arqueológicossoplados y de lámina muy fina esbien diferente del que se sigue en losvidrios planos o en la vidrieras me-dievales, pues en estos casos el apo-yo estructural no es tan imprescin-dible. Para los vidrios de El Saucedoes obvio que esta consolidación esmuy necesaria, pero siempre des-pués de haber retirado los elemen-tos de alteración superficial.

Además, hay algo más que debetenerse en cuenta como principio;la consolidación actúa como recu-peración estética de la superficie ori-ginal del vidrio devolviendo de algu-na manera la transparencia perdidao, al menos, mitigando la opacidadde la superficies al secarse.

En consonancia con estos plan-teamientos de principio sobre la con-solidación, se pueden señalar lascaracterísticas que debe poseer elproducto elegido:• Reversibilidad.• Transparencia plena.

• Perfecta adhesión a las irregula-ridades de la estructura siempredegradada en superficie.

• Buena resistencia y escaso espesor.• Escaso índice de amarilleamien-

to o envejecimiento.• Baja viscosidad que garantice su

penetración por las fisuras.• Compatibilidad con el adhesivo

que se haya utilizado en la inte-gración de los fragmentos.

Referente a los productos reco-mendados y cuya utilización estácontrastada, en los últimos años sehan añadido a los conocidos en lostextos clásicos (Newton/Davison1989: 209-214) otros realizados ex-presamente a partir de pruebas paravidrios arqueológicos (López/ Dó-menech 1998; López et al. 1999), queresultan de una gran utilidad paravalorar las distintas opciones. A estosproductos se pueden añadir las"ormocers" (cerámicas orgánicamen-te modificadas) (Newton/Seddon1999: 67; Motner et al. 2001). Se estáinvestigando con buenos resultadossu aplicación como películas de pro-tección de vidrios; su respuesta esmuy buena en condiciones extremasde envejecimiento y contaminantes(HR, T, SO2,..); no pigmentan lasuperficie, tienen buena adherencia,son hidrófugas y reversibles en disol-ventes orgánicos. Estas nuevas pro-puestas y perspectivas en un criterioconsagrado y admitido de formageneralizada por el grueso de la pro-fesión, esto es, la búsqueda de nue-vos procedimientos y de nuevosmateriales suficientemente con-trastados (p.e. en el art. 9 de la Cartade Roma de 1972).

Criterio de reintegraciónResulta evidente que buena parte delos vidrios antiguos que por normase encuentran en nuestros yaci-mientos están incompletos, y porello precisan de una intervenciónreintegradora, que permita a la pie-za recuperar su consistencia estéti-ca y estructural. En este sentido sehan expresado, con mayor o menorprecisión, los documentos deonto-lógicos hasta el día de hoy. Para no-sotros este es un planteamiento obli-gado con las piezas de la villa romanade El Saucedo, pues aunque los obje-tos son numerosos presentan entodos los casos amplias lagunas es-tructurales. Mejor suerte en cuanto

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Fig. 4.El Saucedo:

Pieza 5. Vista enSEM de la

sección de unamuestra y

detalles delprofundo

deterioro de lapieza.

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a su integridad suelen correr losvidrios hallados en las necrópolis.

Hay que tener en cuenta que laslagunas matéricas tienen un efectodirecto en el anulamiento de la uni-dad de la obra estética y estructural.El criterio que debe regir esta actua-ción es que no sólo la reintegraciónde los vidrios arqueológicos debecontribuir a devolver una lecturaadecuada al objeto sino también aacrecentar la solidez estructural depiezas tan frágiles y fragmentarias,es lo que se denomina reintegra-ción estática.. Además, con la rein-tegración se promueve directa-mente una presentación expositivacorrecta de estos vidrios antiguos,de la que tan necesitados están. Lafinalidad de toda reintegración portanto podría evaluarse y concretar-se en estos términos:• Un camino hacia la recuperación

estética.• Un camino hacia la recuperación

de la unidad.• Un camino hacia la recuperación

de la legibilidad.• Un camino hacia la recuperación

de la resistencia física.

El conjunto de operaciones téc-nicas que dan como resultado la rein-tegración, en cuyos detalles no esmomento de entrar ahora (Barrio2001, e.p.), suelen acarrear una muynotable dificultad y la mano de pro-fesionales expertos.

Aunque no es el cometido deeste trabajo detallar los procedi-mientos, sí queremos valorar algu-na de las opciones de reintegraciónque nos parecen cumplir con mayorholgura los criterios expuestos. Entodo caso deben seguirse unas con-diciones que contribuyan al desa-rrollo y aplicación de dichos princi-pios. En primer lugar, la perfectadistinción entre el original y elañadido, una norma destacada conpreferencia en todos los documen-tos deontológicos desde la Carta deAtenas de 1931 hasta la actualidad,con el objetivo de evitar las falsifi-caciones o falsos históricos. Así mis-mo se han ido añadiendo otrosaspectos dentro de este mismo prin-cipio normativo; si se trata de unareintegración volumétrica se debecontar con una documentación dedibujo preciso y contrastado con lasseries tipológicas de vidrios bienconocidas. Su diferenciación ha de

responder al principio de respeto dela autenticidad. Su obligada rever-sibilidad e inocuidad para el mate-rial vítreo lleva aparejada la facilidadpara realizar en el futuro nuevasintervenciones.

El criterio de reintegración abredos posibilidades que hay que sope-sar y justificar de manera razonada:una restitución global y una restitu-ción de lagunas. Cada uno de losprocedimientos puede ser aplicadoen casos bien concretos, que tienenque ver con la parte existente de laobra. De igual modo, los materialespueden ser muy variados, siempreque se mantengan las condiciones yrequisitos de solvencia contrastadaantes expresados.

No obstante, queremos incidiren el análisis de la denominada rein-tegración global en los vidrios ar-queológicos, un procedimiento enel que caben opiniones variadas,puesto que en los últimos años sehan realizado experiencias en estesentido con materiales diversos:vidrio, resinas epoxídicas, resinas depoliéster,.... Supone, en pocas pala-bras, la creación de una forma nue-va subyacente y distinguible, manu-facturada a partir de los datosformales de la pieza original, sobrela que se asientan los fragmentos opartes existentes de ésta. Esta opcióntécnica no creo que pueda conde-narse o descartarse alegando el prin-cipio brandiano de la autenticidadde la obra o el límite admisible parauna reintegración; a mi juicio estaríajustificada en función de las propiascaracterísticas de fragmentariedad ydebilidad de los vidrios sopladosarqueológicos. En cambio surte unefecto muy positivo en las condicio-nes de legibilidad correcta de la obraen el momento de ser expuesta anteun público inexperto. También cree-mos que proporciona unas condicio-nes de mayor seguridad física a la pie-za además de ser perfectamentereversible en las experiencias que seconocen, con lo cual esta reintegra-ción global actuaría en favor de esteprincipio deontológico tan crucialcomo es la reversibilidad. Este aspec-to es bien importante en los trabajossobre vidrios muy alterados de pare-des finas y porosas, pues lo impor-tante no sólo es que el procedimien-to de reintegración sea reversible sinoque esta reversibilidad no sea trau-mática, un hecho que se consigue con

facilidad con las estructuras subya-centes. Así mismo, la creación desuperficies subyacentes donde seasienten los fragmentos de los vidriosgenera un efecto muy positivo en laseguridad y manejo de la pieza.

Criterios de conservación preventivay control ambiental durante laexcavación arqueológicaLa actuación preventiva sobre losvidrios arqueológicos comienza enel momento mismo de la recupera-ción en el registro estratigráfico dela excavación y desde ahí corres-ponde establecer unos objetivos deintervención. Si nos hacemos ecode las escuetas líneas antes citadasde las Cartas de Roma de 1972 y de1987, el principio que debe regir latarea durante la excavación de vidrioes de una mínima intervenciónsobre las piezas encontradas. En opi-nión de algunos autores hay querestringir al máximo las limpiezasmecánicas in situ, recogiendo losfragmentos o los objetos de vidriosen las condiciones en que salen reti-rando sólo la tierra y en ningún casolas capas de corrosión. No obstan-te, en muchos casos es precisa unapreconsolidación y unión de losfragmentos inconexos; unos trata-mientos sencillos y eficaces quegaranticen la seguridad físicoquími-ca de estos vidrios (Sease 1990:48;Watkinson/Neal 1998:60-62).

Cuando las piezas tengan ciertaconsideración tipológica o estéticaes bueno realizar una consolidaciónprevia de baja resistencia y perfecta-mente reversible que tiene comoobjetivo evitar las pérdidas de mate-ria facilitando el almacenaje, el tras-lado, el dibujo y el estudio, que conseguridad conforman el objetivo dela investigación arqueológica, la cualevidentemente debe compatibilizar-se con la mejor conservación posi-ble de las piezas de vidrio encontra-das. No se puede hacer una buenaconservación en el laboratorio si nose han tomado medidas, aunquesean excepcionales, durante la extrac-ción de los objetos; y éstas tienenmucho que ver con el control de lasvariables del nuevo ambiente, elmedio "aire".

Para garantizar la mejor conser-vación de los vidrios, el almacenajeen la excavación puede hacerse en

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Evaluación crítica de los principios en arqueometría, conservación y restauración de los vidrios arqueológicos TÉCNICAS

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cajas de material plástico para losobjetos más significativos, y en bol-sas microperforadas para el resto,que se meterán en contenedoresestancos con HR controlada en nive-les no muy alejados de los del terre-no. El criterio a seguir en este casoconsistirá en desarrollar un procedi-miento de control con un termohi-grómetro para mantener una oscila-ción escasa de estos niveles, pues deotro modo la experiencia nos haenseñado que debido a un secadorápido se produce un acelerado des-prendimiento de las capas externasdesvitrificadas de los vidrios, lo queconlleva la pérdida de sus superficiesoriginales, no sólo de las capas decorrosión, quedando los vidrios"pelados".

Lo más correcto es que las pie-zas lleguen al laboratorio con unanotable humedad y con las capas decorrosión adheridas a la masa vítrea,de otro modo pueden perderse nosólo elementos esenciales de laestructura original del objeto sinodatos arqueológicos muy valiososreferidos a la decoración, coloración,etc...

El mantenimiento durante lassemanas posteriores a la extracciónen contenedores con una tasa dehumedad elevada para evitar unacompleta desecación resulta un cri-terio obligado. Aún a sabiendas deque una HR elevada no es benefi-ciosa para los componentes de losvidrios antiguos, creemos que deeste modo el grado de conservaciónde los objetos es más apropiado,para que durante el proceso de inter-vención restauradora se tengaopción a decidir qué parte de la cos-tra de alteración se elimina y el lími-te hasta donde esta limpieza se lle-va, a fin de preservar la autenticidady a la vez recuperar la presenciaestética de las superficies vítreas.

El cumplimiento de estos prin-cipios no exige una tecnología muy

compleja sino que se puede haceren pequeños contenedores estancosprovistos de compartimentos micro-perforados o encerradas en bolsasde material microperforado, querepartan por igual las condicionestermohigrométricas por todo el espa-cio, sin contacto físico de las piezasentre sí.

A fin de cuentas el criterio obli-gado en esta etapa es que los vidrioslleguen al laboratorio en unas con-diciones asimilables a las de su mo-mento de extracción.

Principios expositivos y criterios demantenimiento activo en los Museos

A nuestro entender, es bien impor-tante considerar las opciones expo-sitivas de los vidrios –el binomio con-servación - exposición debe estarbien presente– y el criterio que hayque mantener durante su presenciaen las vitrinas, tanto si se trata de pie-zas completas como si son piezas frá-giles, incompletas y restauradas; sinduda más en el segundo de los casos.Todos los profesionales sabemos quees muy complicada la exposición devidrios muy fragmentados ya que susposibilidades estéticas se encuentranmuy mermadas, y por tanto, de difí-cil comprensión para un público noexperto. A mi modo de entenderresulta poco adecuado llenar las vitri-nas con fragmentos de piezas difíci-les de ser entendidos estéticamenteo formalmente. Por ello creemos quees imprescindible echar mano de lasopciones de reintegración que secrean oportunas de las referidas enpárrafos anteriores.

Sin embargo, no es nuestrocometido en este trabajo adentrar-nos en los métodos expositivos ymuseológicos, ya sea para coleccio-nes permanentes o temporales, sinoen los aspectos de la conservaciónde los vidrios que se han de tener encuenta en el diseño expositivo, que,sin duda, son la respuesta que se haido configurando a lo largo del tiem-po para mantener estos objetos tanfrágiles en condiciones adecuadas(Thomson 1978).

Se puede partir de un hechoasumido comúnmente en el mundode la conservación y restauraciónarqueológicas: de poco sirven las res-tauraciones de calidad si no se pue-den garantizar unas adecuadas con-

diciones de mantenimiento poste-rior en las instituciones museísticasdonde se encuentren. Estos princi-pios del mantenimiento activo estánconsagrados desde los primerosdocumentos deontológicos, comoes el caso del Art.4 de la Carta deVenecia de 1964: "La conservación.....impone ante todo un manteni-miento sistemático". Sin embargo esen el Art.2 de la Carta de Roma de1987, cuando este principio es aqui-latado en una definición bien clara:“Mantenimiento: el conjunto deacciones recurrentes en los pro-gramas de intervención, encami-nadas a mantener los objetos deinterés cultural en condicionesóptimas de integridad y funciona-lidad, especialmente después de quehayan sufrido intervenciones excep-cionales de conservación y/o res-tauración.”

Al hilo de esta definición, comorecomendación general importante,no conviene descuidar el vidrio enlos espacios de almacenaje sino rea-lizar revisiones de control de su esta-do de conservación con cierta perio-dicidad; los vidrios antiguos sonobjetos muy vulnerables a los proce-sos de deterioro continuo o cíclico.El descuido de los vidrios duranteaños en las áreas de almacenamientono es por desgracia algo excepcionaltodavía.

Para concretar este principio enel caso de los vidrios arqueológicosantiguos, creemos que hay que ate-nerse a estos objetivos:

Medidas de seguridad físicaHemos destacado con insistencia lafragilidad y delicadeza de los vidriosantiguos de procedencia arqueoló-gica, puesto que aunque la aparien-cia puede asimilarse en ocasiones aun producto casi actual, su resisten-cia física nada tiene que ver conéstos. Además la aplicación de finí-simas capas de protección consoli-dante en casi nada mejoran su con-sistencia estructural. Un proceso deintervención restauradora, aunquecontemos con estructuras subya-centes, no puede devolver a estosobjetos todas sus propiedades origi-nales de resistencia; por eso convie-ne no descuidar los hábitos y con-troles sobre su seguridad física. Porello, es necesario no colocar losvidrios en lugares donde se produz-can vibraciones continuas o esporá-

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Fig. 5.El Saucedo:

Gráfica de lapresencia decloro en una

sección de unamuestra en un

análisis deintensidad

lineal ED concorrector ZAF.

Joaquín BarrioTÉCNICAS

Diagrama Intensidad Lineal Cl

05

101520253035

1 12 23 34 45 56 67 78 89 100

111

122

Page 11: EVALUACIÓN CRÍTICA DE LOS PRINCIPIOS EN ARQUEOMETRÍA ...

dicas, especialmente si estos estánfragmentados o presentan microfi-suras; un hecho que hemos com-probado con claridad en las piezasanalizadas de El Saucedo, por lo queparece que esta problemática no esajena a otros conjuntos y por tantoel riesgo se debe calificar de notable.

Tampoco ubicar los vidrios enlugares de riesgo físico para elloscomo en cajas con otros materialesmás rígidos o en contenedores pocoseguros o blandos, sino elegir con-tenedores rígidos que no se aplasteno deformen con facilidad. Lo mejorsería mantener cada individuoembalado por separado (materialplástico inerte o de cartón neutro)en una posición sin contacto con losotros, para evitar la abrasión y el roceque altera las superficies desvitrifi-cadas. Si los vidrios se almacenan talcomo proceden de la excavación, sinconsolidación de las láminas o capasde desvitrificación, el manejo direc-to debe ser mínimo a fin de evitar sudesprendimiento o dañar la superfi-cie reblandecida.

Y finalmente, deberían evitarselos choques de piezas y los manejosinadecuados que impliquen cualquierriesgo físico para los objetos. No sedebe olvidar que las piezas muy frag-mentadas, aunque se hayan pegadoy reintegrado al completo, siguensiendo muy frágiles. Esta actuaciónes especialmente importante en lostraslados y transportes para exposi-ciones temporales, puesto que es unhecho bien destacado de la políticacultural de nuestra sociedad actualla realización de tales muestras.

Medidas de controlde las condiciones ambientales

El primer elemento a tener en cuen-ta es la humedad. En todos los tra-bajos sobre el tema (Newton/Davison1989:240, citando a Brill 1978;Cronyn 1990: 70-75; Ryan et al. 1996;Römich 1999), se reconoce a la HRcomo el parámetro más importantede control, pues a partir de él se des-encadenan o reactivan todos los pro-cesos de alteración antes comenta-dos. Su control debe hacerse enestabilidad y regularidad, más allá dela cifra exacta marcada en el pará-metro. De todos es preciso saber quelos estándares habituales reconoci-dos por el grueso de las institucio-nes museísticas son éstos:

• Vidrios en buen estado = 45-50%HR

• Vidrios que transpiran o en esta-do delicado: menos de 40%HR.

• Vidrios calificados como "wee-ping glass", HR entre 2-42%, unosniveles por lo demás difíciles deconseguir en cualquier ambien-te museístico o en el interior delas vitrinas, a no ser que se dis-ponga de una tecnología de pre-cisión (Ling 2000:137-138).

Este control de la HR es crucialpues en referencia al ataque hidrolí-tico es preciso tener en cuenta queel mecanismo de corrosión es de12.4 µm por año con una HR entre40-50% y a 50ºC (Ryan et al. 1996).Un proceso propiciado en especialy desarrollado en medio ácido, queestá potenciado por la disolución degases como el SO2 y el CO2 presen-tes en nuestra atmósfera. A elloshabría que sumar el NO2 y los com-ponentes orgánicos volátiles tenien-do en cuenta los materiales con quevan confeccionadas muchas vitrinas(maderas, pinturas, telas, juntas desilicona, ..), por lo que también esbien importante, respondiendo a unalínea de trabajo bien reciente, con-trolar la acidez ambiental dentro deestos compartimentos donde seexponen los vidrios arqueológicos(Villegas 2000). Quizás como alter-nativa cabría recomendar el uso dearmarios de almacenaje climatizadospara la ubicación en las áreas dealmacenamiento y de vitrinas conmicroclima si contienen vidrios muysensibles donde es posible tener con-trolados todos estos parámetros. Elmercado hoy dispone de equiposindustriales en esta línea, sin la nece-sidad de que sean prototipos espe-cíficos que encarecen su costo.

Finalmente, conviene ampliareste control a la luminosidad. La altasemisiones de radiaciones UV y de IR(provocadas por la insolación) sonpeligrosas (problemas térmicos)sobre todo cuando los vidrios estánalterados o cuando sobre ellos se hanaplicado productos que sean sensi-bles a las modificaciones provocadaspor su actuación (López/ Doménech1998). En mayor o menor medidatodos los productos de adhesión,reintegración o consolidación exis-tentes en el mercado actual se dete-rioran por la incidencia de estasradiaciones (por encima de 150 lux

de IR y de 75 µW/lm de UV). Por ellolo mejor será evitar la exposición ala luz solar directa o de alta inciden-cia en los espacios donde se expo-nen, pues genera altas concentra-ciones de radiaciones perjudiciales(UV y IR), así como cambios térmi-cos bruscos y decoloraciones en losvidrios que lleven colorantes de Fey Mg. En todo caso contar en las áre-as de almacenaje con lámparas debaja emisión de radiaciones, dispo-nibles en el mercado por algunas fir-mas comerciales importantes.

A modo de conclusiones

Queremos indicar sólo que todaintervención sobre un conjunto devidrios de procedencia arqueológi-ca como el de la villa romana de ElSaucedo, cuyo proceso de conser-vación y restauración se nos ha enco-mendado, exige la asunción de unosplanteamientos deontológicos cla-ros previos a la intervención. Y queello debe enmarcarse en un conjun-to de procedimientos técnicos queparta del reconocimiento de la sin-gularidad y vulnerabilidad de estetipo de objetos en el marco de losprincipios establecidos para elPatrimonio Arqueológico, a fin deque piezas tan delicadas puedan serexpuestas y mantenidas en condi-ciones aceptables de cara al futuro.Todo el abanico de medidas a tomarpueden ser encajadas, previa valora-ción oportuna del caso particular deque se trate, en los principios quehoy se establecen en la restauracióny conservación científica.

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Joaquín BarrioTÉCNICAS