Etica y Deontologia Medica
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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS CENTRALES
“RÓMULO GALLEGOS”
ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD
PROGRAMA DE MEDICINA “DR. JOSÉ FRANCISCO TORREALBA”
BACHILLERES:
CORDERO EDERTH C.I 21170736
FLORES CLARA C.I 20269223
MALPICA MARIA C.I 22599853
QUINTERO YUHEIDY C.I 20767850
PROF. DIAZ ORTIZ LUCIO RODRIGUEZ WILTON C.I 20545530
3ER AÑO SECCION “F” URIBE LIOZMAR C.I 20449110
GAMBOA LUIZAIDA C.I 21101997
MONTOYA JULIO C.I 24975787
INTRODUCCION A LA ETICA Y DEONTOLOGIA DE LA PRACTICA MÉDICA
SAN JUAN, JULIO DE 2012
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1). CONCEPTO: ETICA Y MORAL; DESARROLLO HISTORICO Y CONCEPTUAL,
SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS.
LA ÉTICA Y LA MORAL:
En términos generales los conceptos de ética y moral significan lo mismo, pues
ambos términos proceden de palabras con raíces similares. Sin embargo, algunos autores
establecen cierta diferencia entre ambos conceptos. En este caso, tal diferencia podría
explicarse de la siguiente manera:
MORAL
Es el conjunto de principios, costumbres, valores y normas de conducta, adquiridos
y asimilados del medio (hogar, escuela, iglesia, comunidad). Su asimilación y práctica no
depende de una actitud plenamente consciente o racional, sino principalmente, de un
sentimiento de respeto a la autoridad moral de la que provienen.
La moral son las costumbres, principios, virtudes que tienen las personas, es decir,
cada persona tiene su moral, ya que cada quien tiene diferentes costumbres, principios que
hacen que exista una variedad de moral, y por lo tanto pueda existir lo que es la moral
buena y la moral mala, solo dependerá de como es en si la persona y como se desarrolla con
la sociedad
ETICA
Es el conjunto de principios, valores, costumbres y normas de conducta, adquiridos,
asimilados y practicados de un modo estrictamente racional o consciente. Corresponde al
ejercicio libre y consciente de la razón para justificar nuestros actos desde el punto de vista
del bien y del mal.
Visto de esta manera, podemos decir que la moral es particular y subjetiva, mientras que
la ética es universal y objetiva, porque se basa en principios racionales, que trascienden los
hábitos y las costumbres particulares. Por ello, si bien pueden existir diversas “morales” o
costumbres morales (la moral de los costarricenses, de los chinos, etc.), sólo hay una ética,
de la misma manera que una sola es la humanidad y una sola la razón humana. Desde
luego, de esta ética general, conformada por principios racionales de validez universal,
pueden derivarse normas especificas de conducta y conformarse así “éticas especiales”; por
ejemplo: la ética profesional, la ética médica, la ética social”.
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Además podemos dar otra definición:
ETICA: Ciencia que trata de los hábitos éticos que proceden de la propia interioridad del
sujeto; o ciencia que trata de los hábitos en tanto a que perfeccionan la naturaleza. Se
entiende a la ética bien como un conocimiento científico de los actos humanos, como una
ética individual y creadora que opera frente a lo político (costumbres sociales de los
grupos), y que exige de la voluntad y capacidad de cada sujeto.
ÉTICA: Es la forma en que cada persona interpreta las normas morales, es decir, es la forma en
la que se cumple una norma que está dispuesta por el mundo exterior, de tal forma que una
persona es ética si cumple con las reglas o normas morales impuestas por la sociedad.
MORAL: Es un conjunto de normas que se estableció desde nuestros antepasados en la cual
hace referencia a las cosas que para ellos son “buenas” o “malas” y que se han difundido de
generación en generación
DESARROLLO HISTORICO
TEORÍAS ÉTICAS Y SU CLASIFICACIÓN
Las teorías éticas son el resultado de las reflexiones críticas realizadas en torno a la
moral vigente. Reflexiones que pretenden “la fundamentación de los postulados y normas
morales, sea por recurso a un principio (moral) superior, que impere de manera
incondicional, sea por referencia a un bien supremo, cuya realización se afirma como
vinculante para cualquier persona” (A. Pieper, Ética y moral. Ed. Crítica. 1990).
Las teorías éticas permiten justificar o fundamentar las normas morales y, más en
general, los juicios morales. Las normas expresan obligaciones: dicen que “algo” es un
deber (su “forma” o estructura gramatical es “Todas las personas deben hacer X”). Los
juicios morales son juicios de valor, es decir, expresan que “algo” es bueno (su forma es “X
es bueno”). Por tanto, podemos decir que las teorías éticas establecen principios que
justifiquen enunciados del tipo “Todas las personas deben hacer X” y “X es bueno”. Pero
como el modo de justificación varía de unas teorías a otras, resulta que no sólo hay teorías
éticas distintas, sino también diferentes tipos de teorías éticas.
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LAS TEORÍAS ÉTICAS COGNITIVISTAS: sostienen que “bueno” es una propiedad o
cualidades X y, por tanto, la oración “X es bueno” es una proposición descriptiva, que
será verdadera o falsa según que X sea realmente bueno o no. En consecuencia, un
enunciado de este tipo nos aporta un conocimiento nuevo acerca de X. (Por eso se las
denomina teorías éticas “cognitivistas”).
LAS TEORÍAS ÉTICAS NO COGNITIVISTAS: afirman que “bueno” no es ninguna
propiedad o cualidad de X. Cuando decimos “X es bueno” no estamos afirmando nada real
sobre X, sino únicamente estamos expresando un determinado estado emotivo (al
igual que cuando decimos “¡qué barbaridad!”) o una orden (como “¡cierra la puerta!”).
Entre las teorías éticas cognitivistas también encontramos dos tipos diferentes de
teorías:
LAS ÉTICAS TELEOLÓGICAS Y LAS ÉTICAS DEONTOLÓGICAS: Las éticas
teleológicas son aquellas cuyo objetivo principal es determinar la meta o fin (en griego,
télos) de las acciones humanas. Una vez establecido, proponen normas y principios
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que orienten nuestra conducta en la consecución de dicho fin. La estructura de las normas
morales será: “Todas las personas deben hacer X, porque X es bueno”.
En este tipo de teorías:
El concepto clave es “lo bueno” (por eso también se las denomina éticas del
bien).
El deber (lo correcto) deriva de lo bueno (el deber es maximizar el bien).
El valor moral, positivo o negativo, de las acciones está determinado por el fin,
para el cual tales acciones son un medio. Por tanto, el fin es el que justifica las
normas morales.
A lo largo de la historia, este tipo de teorías éticas ha propuesto diferentes metas:
el bienestar humano, la búsqueda de la belleza, del bien, del auto despliegue, el
cultivo de la arete (excelencia o virtud), la autenticidad y la solidaridad. En general,
proponen como fin del ser humano el desarrollo y auto despliegue, su emancipación y,
por consiguiente, su felicidad.
Las éticas teleológicas se subdividen, a su vez, en dos grupos, según consideren o no
que “bueno” hace referencia a una propiedad “natural” de X. Así tendremos, por un lado,
las teorías éticas naturalistas, que afirman que los términos morales como “bueno” son
propiedades naturales de X; por otro lado, tendremos las teorías éticas intuicionistas,
según las cuales, “bueno” es una cualidad primaria que no puede ser identificada con
ninguna propiedad natural.
Para las éticas naturalistas, los términos morales, como “bueno”, corresponden a
propiedades o cualidades naturales (no morales) observables empíricamente, como
“placentero”, “útil”, etc. Afirman que podemos comprobar (observar, experimentar)
empíricamente que “X es bueno” porque equivale a “X produce felicidad” (eudemonismo)
o “X produce placer” (hedonismo) o “X es útil” (utilitarismo) o “X produce beneficio a la
especie humana” (naturalismo biológico). Por tanto, consideran que el mundo de los
hechos y el mundo de los valores están estrechamente conectados.
También las éticas naturalistas son de dos tipos: subjetivistas y objetivistas. Las
éticas naturalistas subjetivistas interpretan que los términos morales expresan preferencias
subjetivas, ya sean individuales o colectivas. Consideran “bueno” aquello que representa a
las preferencias, intereses o deseos fundamentales de los individuos y/o colectividades.
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En cambio, las éticas naturalistas objetivistas prescinden de las preferencias
subjetivas y consideran como “bueno”, por ejemplo, aquello que beneficia a la especie
(naturalismo biológico: Socio biología) o a la sociedad concebida como un organismo
(naturalismo sociológico).
Por su parte, las éticas intuicionistas afirman que los términos morales, como
“bueno”, no representan cualidades “naturales” como “placer” o “felicidad”
(observables empíricamente). Porque existe una barrera infranqueable entre el es (el
mundo de los hechos) y el debe (el mundo de los valores). Según este tipo de teorías, los
términos morales sólo pueden ser definidos mediante otros términos morales; y, en esta
tarea de definirlos, llegaremos a un término moral que será indefinible (y a partir de él se
definirán todos los demás) y únicamente podrá ser conocido mediante intuición directa.
Las teorías éticas deontológicas son aquellas que tratan de determinar qué es lo
correcto o el deber (en griego, deón). No proporcionan criterios acerca de cómo lograr
una vida feliz, porque lo importante es obrar conforme a deberes exigidos por la existencia
de principios dictados por la razón (como la ética kantiana) o por la existencia de derechos
(naturales y/o fundamentales) producidos mediante consenso o contrato social (como en las
éticas de los derechos). La estructura de las normas será “Todos/as deben hacer
(incondicionalmente) X”. Por tanto, el deber justifica las normas morales. En este tipo de
éticas lo importante no son los resultados o consecuencias que se derivan de dichos
principios y derechos, sino la correcta fundamentación de los mismos. Lo relevante es
el procedimiento mediante el que se alcanzan principios y normas o, dicho de otro modo,
lo importante es determinar qué condiciones se requieren para que una norma pueda ser
considerada “norma moral”. El procedimiento que establecen viene a ser el siguiente: si
una regla de conducta puede ser considerada como deber universal, entonces puede
considerarse también como una norma moral legítima.
Diferencias entre las éticas teleológicas y las éticas deontológicas. Puede ocurrir que éticas
teleológicas y éticas deontológicas defiendan el mismo tipo de principios, pero aunque
ambos tipos de teorías recomienden normas y acciones semejantes, no es superflua la
distinción realizada.
Por un lado, porque no siempre existe coincidencia entre las normas derivadas de
los principios establecidos por las éticas teleológicas y las normas derivadas de los
principios establecidos por las éticas deontológicas. Por ejemplo, en los casos de eutanasia,
una ética teleológica pasará por alto el principio de “el respeto a la vida” para considerar
qué es conveniente para la persona que desea morir; en cambio, una ética deontológica
pondrá el principio del respeto a la vida por encima de los deseos de quien desea morir.
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Por otro lado, aunque ambos tipos de teorías éticas coincidieran en la defensa de la
igualdad, la libertad o del respeto a la democracia, la razón por la que asumen tal defensa
no es irrelevante ni carece de consecuencias importantes. Quien
acepta la igualdad entre los seres humanos como un principio fundamental inviolable,
con independencia de las consecuencias que de su aceptación se sigan, puede fácilmente
derivar hacia tendencias absolutistas que impongan el igualitarismo con menosprecio de
las voluntades de los individuos concretos, sus deseos y el bienestar personal, particular y
colectivo. En cambio, si se acepta que el principio de la igualdad no es inviolable sino que
está sujeto a la noción de
bienestar, no cabe la posibilidad de “un déspota benévolo” que fuese infinitamente
sabio, justo y bondadoso, porque privaría a las personas de la autonomía, la libertad y
la autodeterminación, elementos imprescindibles de la noción de bienestar.
TEORÍAS ÉTICAS CLÁSICAS
TEORÍAS ÉTICAS NATURALISTAS SUBJETIVISTAS
EUDEMONISMO DE ARISTÓTELES
Aristóteles (384–336 ) Parte de una concepción tripartita de la naturaleza humana: la
naturaleza–tal–como–es (naturaleza humana inadecuada opuesta a la ética), que precisa de
una razón práctica (prudencia) para ser transformada en la naturaleza tal como podría ser si
realizase su télos. El fin (télos) de las acciones humanas es la endemonie, felicidad), es
decir, “la actividad del alma conforme a una arete (virtud o excelencia) perfecta”. La
palabra endemonie incluye las nociones de “comportarse bien” y de “vivir bien”.
“Comportarse bien” es actuar conforme a la virtud; “vivir bien” es ejercitar la función
propia del hombre. Los seres humanos, aquello que no comparten con el resto de animales,
es la razón. La actividad característica de la razón es la teoría (razonamiento especulativo
que se ocupa de las verdades inmutables). Por tanto, la actividad específicamente humana
es la vida teorética o contemplativa. Actividad que sólo una élite podrá realizar.
Para llegar a la vida buena, a la vida contemplativa, hay que comportarse bien, es decir,
poseer el conocimiento necesario (prudencia) para poder practicar las virtudes y adquirir
el hábito de comportarse de acuerdo con las virtudes.
Para elegir de manera virtuosa entre placeres y dolores, se requiere aplicar la regla
del justo medio y la prudencia. Aplicar la regla del justo medio consiste en elegir entre
dos extremos, entre dos vicios, de los cuales el uno lo es por exceso y el otro por defecto.
Por ejemplo, se dice que la virtud de la valentía (el valor) es el justo medio entre dos
vicios: la temeridad (el vicio del exceso) y la cobardía (el vicio de la deficiencia). Pero la
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elección del justo medio es “posición intermedia para nosotros”, es decir, se trata de un
justo medio subjetivo (por ejemplo, hay que comer de acuerdo con nuestras necesidades,
evitando prudentemente comer demasiado o escasamente).
Pero, además de aplicar la regla del justo medio, también es necesario considerar el
juicio del hombre prudente para elegir qué acción es más virtuosa. De ahí que la
prudencia (saber cómo tener en cuenta las circunstancias para aplicar principios
generales a las situaciones particulares) sea la clave de todas las virtudes. Sin ella no es
posible tener una vida virtuosa. Por ello, el conocimiento del justo medio no es sólo el
conocimiento de una fórmula, es saber cómo aplicar las reglas a las circunstancias
concretas. Para alcanzar la felicidad se requiere, pues, sabiduría en la elección,
moderación y constancia: no dejarse llevar por el deseo. Porque sin la guía de la
inteligencia, las pasiones desorganizadas, carentes de orden y finalidad, dificultan todo
proyecto humano de vida particular o colectiva excelente.
HEDONISMO DE EPICURO
Se llaman hedonistas las teorías éticas que identifican lo bueno con el placer (en griego,
hedoné) y consideran que el fin de toda actividad humana es la consecución del
placer.
El hedonismo de Epicuro de Samos (341–270 a.C) parte de la afirmación de que los
ciudadanos particulares que habitan en los grandes imperios helenístico y romano son
desgraciados, ya sea por el miedo a la muerte, a los dioses y al destino, ya sea por los
deseos vanos e ilimitados que los dominan. Sólo si consiguen desembarazarse de sus
temores y poner freno a sus deseos, se asegurarán los beneficios de la razón y serán felices.
El hombre debe llevar una vida tranquila y sosegada. Para alcanzar la felicidad,
previamente deben desaparecer los miedos.
Para liberar al hombre de estos temores, Epicuro recurrió al atomismo de Demócrito.
En el atomismo, la realidad es exclusivamente material. Las cosas están compuestas
de átomos de variadas formas que se mueven en el vacío y que se reúnen para
constituir los distintos cuerpos. Sus movimientos son mecánicos, no están rígidamente
definidos, lo que da margen para el azar (libertad). Esta circunstancia permite negar el
fatalismo y el destino. Según Epicuro no existe nada fuera del hombre que dirija su vida
a un fin determinado. Los dioses existen, pero no se ocupan de los asuntos humanos.
Además, el atomismo permite negar la inmortalidad del alma. El alma humana
también está compuesta de átomos. Al morir, los átomos del alma se separan y ya no
puede haber percepciones: la muerte es la privación de la percepción. Desde el momento
en que entendemos que la verdadera realidad para los seres humanos son las sensaciones
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(aisthésis) a través de las que captamos las cosas, el temor a la muerte deja de tener
sentido. Si el alma no es inmortal nada hay que temer de los premios y castigos de
ultratumba.
Cuando Epicuro caracteriza el placer, no se refiere a los placeres momentáneos, a las
sensaciones pasajeras, sino al placer que dura a lo largo de toda la vida. Y lo entiende como
ausencia de dolor y no, como satisfacción positiva. Pero para escoger adecuadamente
los placeres es necesario un arte de calcular. Al elegir los placeres y dolores "conviene
juzgar todas estas cosas con el cálculo y la consideración de lo útil y lo conveniente, porque
en algunas circunstancias nos servimos del bien como de un mal y, viceversa, del mal
como de un bien”. Y es en la aptitud para sopesar la felicidad e infelicidad presente o
futura, donde se encuentra la esencia de la prudencia, la virtud más alta de todas. Cuando
un hombre es prudente, es virtuoso, pues la vida virtuosa no consiste tanto en disfrutar
incesantemente de placeres, sino en saber cómo conducirse en la búsqueda del placer. Y
ese arte de calcular guiado por la prudencia nos hace preferir:
Los placeres estáticos (disfrute de un estado ya alcanzado: la aponía o ausencia de
dolor y la ataraxia o ausencia de perturbación) frente a los placeres dinámicos (proceso de
eliminación del dolor que culmina en sensaciones placenteras: por ejemplo, al hambre le
sucede la saciedad).
Los placeres intelectuales frente a los corporales a causa de su mayor duración: el
cuerpo sólo puede gozar del placer presente; el alma, además de percibir el placer
presente, anticipa y prevé el placer venidero y retiene en la memoria los placeres pasados.
Así, pues, cuando Epicuro habla de elegir entre los diversos placeres, lo que busca es la
permanencia del placer o ausencia del dolor. Por consiguiente, en la práctica debemos
esforzarnos por conseguir el máximo placer duradero, que consiste, según Epicuro, en la
salud del cuerpo y la tranquilidad del alma. De ahí que la ética epicúrea lleve a un
ascetismo moderado, al autocontrol y a la independencia. Esto es así porque Epicuro
busca un refugio psicológico para el sabio ante las adversas circunstancias que sufre la
pólis griega en la época helenística.
UTILITARISMO
Las teorías del placer y la felicidad reaparecieron en la filosofía inglesa de
fines del siglo XVIII y primera mitad del XIX, con Jeremy Bentham (1748–1832) y John
Stuart Mill (1806– 1876). El término "utilitarismo" se debe a que Bentham llamó
utilidad a la "propiedad de cualquier objeto de producir beneficio, ventaja, placer o
felicidad".
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La utilidad es considerada , como valor supremo y norma de conducta a la
que está sometido cualquier otro deber, norma o valor. El significado de las expresiones
valorativas sólo puede entenderse en este contexto: un juicio moral es un juicio acerca
de la felicidad; y una acción es buena en la medida en que conduzca a la felicidad
de la colectividad (la felicidad es entendida como "bienestar" o satisfacción de
necesidades). En este sentido, afirmar que “X es bueno” equivale a decir que “X produce
bienestar”.
El utilitarismo parte de una concepción egoísta de la naturaleza humana: el hombre
siempre actúa movido por sus propios intereses, que se manifiestan en la búsqueda del
placer y en la huida del dolor.
Pero la búsqueda del placer y la evitación del dolor establecidos como
norma individual, pueden entrar en conflicto con otros egoísmos particulares. Por esta
razón, y para evitarlo, considera necesario formular el principio de utilidad:
Por el principio de utilidad se entiende aquel que aprueba o desaprueba cualquier acción
según la tendencia que muestre en aumentar o disminuir la felicidad de aquel cuyo interés
esté en cuestión; o, en otras palabras, según promueva la felicidad o se oponga a ella.
(Jeremy Bentham, Introducción a los principios de la Moral y de la Legislación)
John Stuart
De este modo, el utilitarismo identifica la mayor felicidad del individuo con la
búsqueda de la mayor felicidad para el mayor número de individuos. Se trata de
construir una sociedad donde coincidan la búsqueda del placer personal y la búsqueda de la
mayor felicidad para el mayor número de personas.
Ahora bien, ni el comportamiento ético correcto ni las leyes “justas” se obtienen de
forma espontánea. Para actuar y legislar éticamente es necesario establecer la aritmética de
los placeres, en la que el bien es los ingresos y el mal los gastos. Hay que saber hacer un
cálculo entre placeres y dolores de tal manera que el balance resulte siempre positivo
(mayor cantidad de placer). Al elegir entre diversas posibilidades, se ha de
considerar que la dignidad humana es el constituyente esencial de la felicidad. Es decir, la
autenticidad y el autodesarrollo son los elementos, junto con la individualidad,
imprescindibles para la felicidad humana.
En apariencia, la propuesta del utilitarismo es muy simple: maximizar la felicidad
general. Procurar que los placeres sean disfrutados por todas las personas, si es posible, si
no, por el mayor número factible de personas; y que dichos placeres sean lo más
gratificantes que se pueda lograr, es decir, que no conlleven dolores, que sean duraderos y
fecundos, que no se agoten en el momento de su disfrute o en sí mismos.
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TEORÍAS ÉTICAS DEONTOLÓGICAS: IMMANUEL KANT
Para Kant (1724–1804) la pregunta fundamental de la ética no es “qué es lo bueno”, sino
“qué debo hacer” Y dado que los deberes morales se expresan en normas, la pregunta
puede formularse así: qué condiciones debe cumplir una norma moral para que pueda ser
considerada como tal, es decir, para que pueda obligar
En síntesis, la ética kantiana se caracteriza por:
* Las normas morales han de poseer validez universal. De lo contrario no serían
“normas”, sino “máximas” subjetivas y particulares, ya que el interés o las tendencias no
pueden fundamentar la universalidad de las normas. Así pues, la “forma” o estructura
lógica de toda norma es: “Todos deben (incondicionalmente) hacer X”.
* Rechazo de las éticas teleológicas, ya que hacen referencia a preferencias
subjetivas, son elitistas y, por tanto, no universales.
* Propuesta de una ética deontológica y procedimental, en la que se establece un criterio
único para fundamentar o reconocer normas morales. Tal criterio no es sólo un criterio de
“búsqueda” o fundamentación de normas. También es una norma o ley moral fundamental.
Kant la llama imperativa categórica, y la formula así: “Obra de tal modo que la máxima de
tu voluntad pueda valer siempre al mismo tiempo como principio de una legislación
universal (Crítica de la Razón Práctica)”. Es decir, el procedimiento para saber si una
máxima subjetiva (del tipo “haga yo X”) puede considerarse como una norma moral es
su universalizabilidad. Si el “haga yo X” puede convertirse en un “hagan todas X”,
entonces puedo tener la seguridad de que se trata de una norma moral. La ética kantiana es
deontológica y procedimental, ya que sólo atiende al “procedimiento” para establecer qué
es “lo correcto” o el deber.
* El criterio para determinar la validez universal de una norma es que su aplicación no
genere contradicción.
Por ejemplo: según Kant, el suicidio nunca podría ser una norma moral porque sería
contradictorio con la existencia misma de la vida humana. Tampoco lo sería el prometer
en falso para salir de apuros, porque ello destruiría la propia noción de promesa.
* El imperativo categórico supone que es el sujeto moral quien se da a sí mismo las normas
morales, es decir, supone que el sujeto moral es autónomo. Para Kant, este sujeto moral es
el individuo–conciencia o, lo que es lo mismo, la “buena voluntad” solitaria.
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* La ética kantiana reposa sobre el postulado de la libertad. Ésta aparece como la
condición de posibilidad o el fundamento del obrar moral, ya que no tendría sentido
obligarse moralmente a algo sin disponer antes de la capacidad de elegir hacerlo
SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS ENTRE ÉTICA Y MORAL.
Los puntos en los que confluyen son los siguientes:
En los dos casos se trata de normas, percepciones, deber ser.
La Moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de
generación en generación y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto ha esclarecido
y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los siguientes:
La Moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno de una
sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de sus
integrantes. En cambio la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como
resultado de su propia reflexión y su propia elección.
Una segunda diferencia es que la Moral es un conjunto de normas que actúan en la
conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética influye en la
conducta de una persona pero desde si misma conciencia y voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la ética. En las normas morales impera el
aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en las
normas morales destaca la presión externa, en cambio en las normas éticas destaca la
presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma
Ética es el valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino el descubierto internamente en
la reflexión de un sujeto.
Con lo anterior podemos decir existen tres niveles de distinción.
El primer nivel está en la Moral, o sea, en las normas cuyo origen es externo y tienen una
acción impositiva en la mentalidad del sujeto.
El segundo es la Ética conceptual, que es el conjunto de normas que tienen un origen
interno en la mentalidad de un sujeto, pueden coincidir o no con la moral recibida, pero su
característica mayor es su carácter interno, personal, autónomo y fundaméntate.
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El tercer nivel es el de la Ética axiológica que es el conjunto de normas originadas en una
persona a raíz de su reflexión sobre los valores.
2) CONCEPTO: ETICA MÉDICA, MORAL MÉDICA, DEONTOLOGIA,
DEONTOLOGIA MÉDICA.
DEFINICIÓN DE ÉTICA MÉDICA
La Ética Médica entonces es una disciplina que se ocupa del estudio de los actos médicos
desde el punto de vista moral y que los califica como buenos o malos, a condición de que
ellos sean voluntarios, conscientes.
Al decir "actos médicos", hacerse referencia a los que adelanta el profesional de la
medicina en el desempeño de su profesión frente al paciente (Ética Médica Individual) y a
la sociedad (Ética Médica Social). Los actos que lleve a cabo en función de su vida privada,
no profesional, caerán en el campo de la Ética General, la misma que permite juzgar los
actos de cualquier persona.
MORAL MEDICA: La moral medica nos indica la forma de cómo debe actuar el médico,
la sensibilidad que debe tener en su ejercicio Asimismo, puede entenderse como el
cumplimiento del deber. Vale decir, relacionarse con lo que uno debe o no debe hacer. De allí que
muchos autores refieren este significado como ética médica.
DEONTOLOGÍA
El término "deontología" viene del griego deon, deontos, que significa deber, obligación, y
a veces se ha utilizado como sinónimo de ética y moral. Históricamente se ha referido al
conjunto de deberes de una profesión expresado en un código de normas éticas que afectan
a los profesionales de un determinado colectivo. Generalmente ha sido aprobado por la
corporación correspondiente (Colegio de Médicos p. ej.), que vigilará por la calidad del
ejercicio profesional y prestigio social.
La palabra deontología la puso en circulación el inglés Bentham (1748-1832) en su
obra Science de la Morale (París 1832). Pretendía ser una alternativa más liberal del
término y del concepto ética (de ézos = costumbre), que al ocupar en calidad de concepto
laico el lugar del término religioso moral (del latín mores = costumbres) se había
moralizado considerablemente, al trasvasarse a ella buena parte de los antiguos contenidos
de la moral. Quería llegar a la fórmula kantiana, o dicho en términos históricos, quería
llegar al "libre examen" de los preceptos éticos saltándose la carga interpretativa de la
moral y de la ética. En su obra póstuma "Deontología o ciencia de la moral" busca el
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racionalismo (prácticamente un mecanicismo matemático) para valorar las conductas por su
utilidad, lo que nos da un valor de la deontología casi en las antípodas del que actualmente
tiene. Pero como la humanidad, desde que se desprendió del instinto como desencadenante
exclusivo de conductas, necesita inexorablemente algún tipo de moral para regir sus
comportamientos (es decir sus conductas en relación con los demás), también ha
moralizado esta última palabra que inventó su autor para que fuera lo más amoral posible.
Por consiguiente, cuando alguien clama por la deontología, clama por la moralidad
DEONTOLOGÍA MÉDICA
La deontología médica es el conjunto de principios y reglas éticas que han de inspirar
y guiar la conducta profesional del médico. Los deberes que se imponen obligan a todos los
médicos en el ejercicio de su profesión, independientemente de la modalidad
3) CONCEPTO DE BIOÉTICA APLICADA EN LA SALUD Y BIOÉTICA
MÉDICA
LA BIOÉTICA:
Según (Bartlett, 2005), se basa en el principio ético de "respeto a las personas"
La cual es una rama de la ética que desde los años 70, es una manera de hallar
explicaciones teóricas y nuevos acercamientos a los problemas éticos planteados por
los avances tecnológicos de la medicina, las nuevas modalidades en la prestación de
los servicios de salud, la investigación con sujetos humanos y los asuntos de la salud
pública y ambientales que puedan afectar a los individuos.
PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA: LA REFLEXIÓN DE LA BIOÉTICA ESTÁ BASADA
EN LOS HECHOS CONCRETOS, PRINCIPIOS Y REGLAS
La reflexión de la bioética está basada en los hechos concretos, principios y reglas. Los
principios guían al profesional de la salud hacia un enfoque particular en la solución de un
problema, pueden además cumplir con la función de justificación
(1) Son normas generales, son necesarios y suficientes para dirimir los dilemas éticos,
consisten en reglas que ordenan los argumentos y permiten resolver las diversas
situaciones
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(2) Los principios y las reglas se consideran que obligan prima facies y no poseen carácter
absoluto, permitiendo resolver situaciones de conflicto, basándose en el principio que
predomine en la situación de salud determinada
PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA:
Los principios fundamentales, universalmente reconocidos de la bioética planteados por
Beauchamp y Childress (3) son:
Beneficencia: Se refiere a la obligación de prevenir o aliviar el daño hacer el bien u otorgar
beneficios, deber de ayudar al prójimo por encima de los intereses particulares, en otras
palabras, obrar en función del mayor beneficio posible para el paciente y se debe procurar
el bienestar la persona enferma. Los elementos que se incluyen en este principio son todos
los que implican una acción de beneficio que haga o fomente el bien, prevenga o
contrarreste el mal o daño; adicionalmente, todos los que implican la omisión o la ausencia
de actos que pudiesen ocasionar un daño o perjuicio.
El que hacer del profesional de la salud está fundamentado en el principio de
beneficencia y consiste en el deber de asistir a las personas que lo necesiten. Este principio
se vincula con la norma moral siempre debe promoverse el bien y tiene como obligaciones
derivadas el brindar un servicio de calidad, con atención respetuosa, evitar el exceso de
terapéutica y respetar condiciones, credos o ideologías. Este principio es utilizado para
prevenir, aliviar el daño, hacer el bien como otorgar beneficios, debe estar dirigido a
garantizar la salud de la sociedad en el sentido más amplio de este concepto, para lo que se
precisa de un personal preparado, competente, actualizado, con una formación humanística
basada en los principios éticos y conocedor de las peculiaridades de la población que asiste.
No debe centrarse únicamente en curar o en restablecer la salud, sino también en prevenir y
en educar, lo que conduce a la modificación de estilos y modos de vida, de patrones
culturales que no contribuyen al mantenimiento de la salud colectiva.
El principio de beneficencia puede generar situaciones dilemáticas, en donde el acto de
beneficencia se contrapone a la no comisión de un mal, daño o perjuicio; en estas
situaciones priva la máxima de no causar daño, a menos que tal perjuicio esté
intrínsecamente relacionado con el beneficio por alcanzar y en donde el paciente o su
representante conjuntamente con el profesional de la salud considere al daño como inferior
en relación con el beneficio por obtener y esté dispuesto a asumirlo
Principio de No Maleficencia: Este principio es uno de los más antiguos en la medicina
hipocrática: Primum non nocere, es decir, no hacer daño al paciente, es la formulación
negativa del principio de beneficencia que nos obliga a promover el bien. Los preceptos
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morales provenientes de este principio son no matar, no inducir sufrimiento, no causar
dolor, no privar de placer, ni discapacidad evitable. Las obligaciones derivadas consisten en
realizar un análisis riesgo/beneficio ante la toma de decisiones específicamente en el área
de la salud y evitar la prolongación innecesaria del proceso de muerte (distanasia). Se trata
de respetar la integridad física y psicológica de la vida humana.
Este principio está contemplado en el juramento hipocrático cuando expresa “Dirigiré la
dieta con los ojos puestos en la recuperación de los pacientes, en la medida de mis fuerzas
y de mi juicio y les evitaré toda maldad y daño”.
Se diferencia del principio de beneficencia en que pudiese en ocasiones hacer el bien al
paciente y sin embargo, acontecer complicaciones no contempladas que eventualmente
pudieran perjudicarlo directa o indirectamente.
El equipo de salud en servicio al paciente debe preocuparse por hacer el bien, y cuidarse de
no hacer daño a una persona o a un colectivo.
El principio de no maleficencia no debe ser considerado de forma aislada ya que muchos
procedimientos en el área de la salud pueden ocasionar daños y/o sufrimientos, así como
causar riesgos al paciente, sin embargo se justifican en razón de los beneficios que puedan
generar, que por supuesto deben superar al dolor y la discapacidad.
Principio de Autonomía: Consiste en que cada persona es auto determinante para optar
por las propias escogencias en función de las razones del mismo, es decir, que al hacer uso
de la autonomía, cada quien conduce su vida en concordancia con sus intereses, deseos y
creencias (Jonson citado por Castillo, 1999)
LA BIOÉTICA EN LA SALUD PÚBLICA
Manifiesta a la salud como plenitud de vida, donde la bioética se relacionará con los actos
que promocionen la vida. De este modo, la bioética podrá referirse a todos los actos
humanos (que atienden derechos, y generan deberes o responsabilidades), en relación con la
vida humana, con la persona, única fuente de deberes y derechos. El cultivo de la actividad
humana que procura esa plenitud de vida, salud, supone entonces un efecto promotor de
civilización, que permite definir la bioética como salud.
La bioética tiene como propósito la educación y transformación del hombre para el
ejercicio del bien como resultado de una acción reflexiva, consciente y responsable
sustentado en el (Código de Bioética y Bioseguridad, 2002)
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Servirá para favorecer el proceso de socialización de la salud ya que no se limita al ámbito
médico, sino que incluye todos los problemas morales que tienen que ver con la vida en
general, extendiendo de esta manera su campo a cuestiones relacionadas con el medio
ambiente y al trato debido a los animales.
4) BIOÉTICA APLICADA EN VENEZUELA
El eje transversal de la Bioética fluye sin duda alguna, en forma explícita o
implícita, en los currículos de las Ciencias de la Salud, de Ciencias Jurídicas y Políticas,
Humanidades y Educación, en diversos programas de estudio universitario. La Bioética se
plantea como interdisciplina que permite redescubrir al ser-para-la-vida como un ser para el
encuentro (Buber, Zubiri, Habermas, Cortina). Un encuentro consigo mismo y con su
mundo (los demás congéneres y su ambiente).
Por otro lado, la Bioética permite al ser humano, establecer una visión más amplia y
holística de las situaciones en torno al ser humano, la calidad de vida, la verdad científica,
el ambiente y el ecosistema, todo lo cual le permite establecer nuevos límites y
posibilidades que todo ser humano en su contexto, con miras de hacer una transdisciplinar
de la vida, la salud, el ambiente y la ciencia.
La Bioética considera la complejidad de la vida, por lo que requiere de un esfuerzo
integrador (global) y vinculado con el contexto socio-cultural en que se desarrolla la
experiencia interdisciplinaria y con una visión transdisciplinaria del mundo, de la ciencia y
de la vida y basada en el modelo epistemológico bioética.
La complejidad y la promoción de la vida se incrementa como un par de posturas
que buscan desde la verdad salvaguardar la existencia del ser humano y de su ambiente, en
un contexto que se hace más egoísta y antiético: se incrementa la inseguridad ciudadana y
el incremento de la violencia en general; por otro lado, el aumento del consumo de tabaco,
alcohol y drogas; el cada vez más acentuado sentimiento de frustración creciente entre la
juventud con respecto a su futuro; la creciente pauperización mundial, donde las diferencias
sociales se acrecientan y las esperanzas por superar la pobreza se hacen cada vez más
insondables; y ante la necesidad de revalorizar el sexo, el matrimonio, la familia y la
sociedad.
La Bioética comienza a tener una mayor incidencia de evaluación y supervisión de
protocolos de investigación, por lo que se requiere de una mejor coordinación y definición
de elementos a considerar. Venezuela vuelve a ser considerada entre los primeros países
latinoamericanos que efectúan investigaciones para los grandes Laboratorios
multinacionales, pero sin embargo, independientemente de la calidad de los resultados se
confronta contra el tiempo de evaluación de protocolos y enmiendas, ya sea por parte de los
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equipos locales de investigación, los comités de bioética de investigación, el Instituto
Nacional de Higiene o de los Laboratorios. Un reto que tendrá que definirse próximamente.
Las expectativas sobre un mayor conocimiento del ser humano y de los valores de la vida,
la verdad y la ciencia, han propiciado que diversos especialistas unan sus esfuerzos en esta
reflexión. La Educación busca la conformación de un currículo que en forma integral logre
el crecimiento de la persona y la adquisición de nuevos aprendizajes desde la educación
primaria hasta la universidad
Bioética en Venezuela en estas últimas tres décadas. La Bioética tuvo una gradual
aceptación en el ámbito de salud, derecho, filosofía, teología, educación, ciencia y ecología,
sobre todo en esta última década, ingresando al siglo XXI con una perspectiva global y un
enfoque más social. Si bien la Bioética tuvo sus altibajos en su transcurrir, en parte fue por
la comprensión de su naturaleza y funciones que como interdisciplinar, se reorienta hacia la
reflexión antropológica y ética en torno al avance tecno científico y la promoción de la vida
en general, especialmente, de la vida humana. Como en otras latitudes, su origen estuvo en
los medios universitarios, unidades asistenciales y de investigación. Los primeros comités
tienen lugar en 1995. En 1998, se conformó la primera Comisión Nacional de Bioética en el
MSAS-Ministerio de Sanidad y Asistencia de Salud, hoy Ministerio del Poder Popular para
la Salud; un año después, la Constitución Nacional incorporó el término "bioética" en
aspectos ecológicos y, en el comienzo del siglo XXI se llevaron a cabo dos eventos
internacionales y el primer congreso nacional de Bioética. En el 2001 se institucionaliza el
Comité de Bioética en la LOCTI-Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología y Innovación,
aunque ya estaban definidos desde 1997 en los primeros proyectos de la LOS. Hoy, en las
principales ciudades, hospitales públicos y clínicas privadas, universidades, centros de
investigación se cuenta con personas capacitadas en la materia.
5) BASES LEGALES Y ÉTICAS LA BIOÉTICA DE VENEZUELA
BASES LEGALES DE LA BIOÉTICA
Literatura mundial y nacional referente a las bases legales de la Bioética referente a la
participación de seres humanos en protocolos de investigación clínica y científica.
Declaración Derechos Humanos, 1948.
Organización Naciones Unidas (ONU). Declaración del II Parlamento de las
Religiones del Mundo, celebrado en Chicago, 1993.
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Declaración sobre los Derechos Humanos y la Biomedicina. Convenio para la
protección de los Derechos Humanos y la dignidad del ser humano con respecto a
las aplicaciones de la Biología y la Medicina. 1997. Oviedo (Asturias).
Declaración Manzanillo, 1996 y revisada en 1998.
Declaración Universal sobre el Genoma y los Derechos Humanos, 1997.
Conferencia Internacional de Armonización (CIARM) sobre requerimientos técnicos para el
registro de Productos Farmacéuticos para uso en Humanos, 1996.
Declaración Bioética de Gijón, 2000.
Consejo de Organizaciones Internacionales en Ciencias Médicas (CIOMS). Pautas
Éticas internacionales para la Investigación Biomédica en Seres Humanos. Ginebra.
Organización Panamericana de la Salud, 2002.
Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura
(UNESCO). Perspectivas en Derecho y Genoma Humano, 2003.
Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial, Revisada y Modificada
09-10-2004.
Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura
(UNESCO). Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, 2005.
Ley de Medicamentos, 2000.
Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología y Innovación. Artículos que contemplan la
Bioética 6,7 y 8. 2001.
Código de Cámara Venezolana del Medicamento.
Método de Interpretación y Análisis Holístico en Casos Bioéticas. Acta Bioética.
2008; Schmidt, Ludwig. 14 (1):39-46.
La bioética es una disciplina científica necesaria para estudiar la vida respetando la vida.
Las creencias de las comunidades conforman el sentido de la humanidad. El análisis
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retrospectivo de los errores cometidos, generó propuestas interdisciplinarias de
comportamiento humano en documentos como el Código de Nuremberg, la Declaración de
Helsinki, el Informe Belmont y el Consejo de Nuffield. En Venezuela se formó la Comisión
de Bioética y Bioseguridad en 1999. Se revisa el significado de consentimiento informado,
las necesidades de iniciativas educativas en bioética genómica para un plan de retorno de
los beneficios y el planteamiento de un instrumento universal de bioética, para intentar la
supervivencia aceptable sugerida por VR Potter, desde un foro internacional o interior
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BIBLIOGRAFIAS
1ER TEMA:
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Universidad Simón Bolívar, 1989.
Casaretto J. La ética, como la persona, es indivisible. Aportes No. 16 Transparencia y Ética Pública, Primavera 2000 [en línea] 22 jul. 2003. (http://www.ag.org.ar/aportes.htm)
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GUISÁN, ESPERANZA, Introducción a la ética. Cátedra. Madrid. 1995
MACINTYRE, A. Historia de la ética. Paidós. Barcelona. 1981
DRA. MARÍA FERRO. Profesor Asociado de la Facultad de Odontología de la U.C.V.
DRA. LUZCARÍN MOLINA RODRÍGUEZ. Odontólogo.
MCS. PBRO. WILLIAM A. RODRÍGUEZ G. Profesor Asistente de la Facultad de
Odontología de la U.C.V. LA BIOETICA Y SUS PRINCIPIO
3ER TEMA:
PATRICIA VIT. Apiterapia y Vigilancia Ambiental (APIVA), Departamento Ciencia de
los Alimentos, Facultad de
Farmacia y Bioanálisis, Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. e-mail [email protected].
Componentes bioéticos en investigaciones de poblaciones humanas.
4TO TEMA:
LUDWIG SCHMIDT H. La Bioética en Venezuela, primeras huellas, 2007
5TO TEMA:
PROFESORA: DRA. ÀNGELS VARÓ PERA, ©2008 Centro Médico Docente La Trinidad.