Ética II - filosevilla2011 · valores políticos que el resto de las naciones ... el Discurso de...

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Ética II Profesor: Enrique Bocardo Crespo 1º de Filosofía / Turno de tarde II Cuatrimestre / febrero - junio 2012

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Ética IIProfesor:! Enrique Bocardo Crespo

1º de Filosofía / Turno de tardeII Cuatrimestre / febrero - junio 2012

índice

¿Qué es una corporación?! 2

Introducción 2

Cómo entender la relación de EEUU con los Derechos Humanos 8

El poder de las corporaciones! 14

¿Por qué no nos damos cuenta del poder de las corporaciones? 14

El poder de las corporaciones 19

La libertad! 45

1. La libertad de la riqueza 45

2. La distinción entre la libertad negativa y positiva 57

3. El poder de la libertad negativa 59

¿Es posible una ética global?! 61

Cómo se entiende la ética global: propuestas y aspiraciones 61

http://filosevilla2011.wordpress.com 1

¿Qué es una corporación?Tema 1

INTRODUCCIÓN

The Corporation (Documental)

15/02/2012

La revista médica The Lancet publicó en 2006 un informe en el que estimaba las bajas

de la Guerra de Irak. Aproximadamente fueron unas 655.000 las bajas durante las seis

semanas de campaña frente a las 20.000 que estimaba la administración Bush.

Otras investigaciones realizadas por el ORB –Opinion Research Bussiness ofrecen

datos más sombríos aún: según éstos, entre marzo y agosto de 2007 aproximadamente

murieron 1,3 millones de personas ¿dónde cuándo?

El profesor asegura que pasará los datos que comenta en clase a través de otros medios.

17/02/2012

¿Es legítimo que las autoridades políticas usen la mentira? Si el gobierno usa

elementos ideológicos para engañar a la población, se pone en crisis la base

democrática del consentimiento libre. Eso es lo que diferencia los estados

democráticos de los totalitarios: los gobernados tienen derecho a acceder a una

información libre. Cuanto más transparentes son los gobiernos, más fácil es que la

ciudadanía pueda evaluar a éstos: la acción del gobierno no debe limitarse al

ejecutivo, sino que debe haber instrumentos que puedan poner en juicio al

ejecutivo.

Veremos algunos aspectos de la conductas de los EEUU: ¿por qué a los EEUU se les

permite actuar con la libertad con la que lo hacen?

En la retórica oficial, la Guerra de Irak se llevó a cabo con la excusa de liberar a ese

pueblo y defender al mundo de un gran peligro. Se apeló así a criterios históricos

para que EEUU pudiese liderar la ocupación. Hay un patrón ideológico de actuación

que conforma la retórica de Washington, que descansa en la insistencia del

excepcionalismo de la nación americana.

2

La naturaleza excepcional reside en la identidad nacional de EEUU como profeta-

mesías-elegido de la democracia y de la libertad económica.

El ejercicio del poder se basa en el control de la opinión, no tanto en la ejecución de la

fuerza para dominar a la población.

La guerra es el instrumento que usa EEUU para garantizar la presencia de los

derechos humanos, y sin embargo, generaron unas bajas de más de un millón de

personas, lo cual acaba generando una cierta paradoja.

El Derecho Público Internacional regula las normas morales dedicadas al

comportamiento de los países. Hay una serie de países que no suscriben estas

normas, como EEUU.

El carácter excepcional de EEUU no depende de un reconocimiento jurídico positivo,

sino del conjunto de conceptos constructivos que define la identidad de EEUU

como nación, que se basa en la aceptación de una serie de valoraciones sobre la

posición única del país que contribuye a todo tipo de actos indiscriminados

perpetrados por el Gobierno. Seis ideas cimentan esto:

1. Dios ha elegido al pueblo norteamericano como su pueblo, por lo que éste

es el nuevo Israel de dios, el nuevo pueblo elegido, algo que le viene dado

de su tradición anglosajona. La Declaración de la Independencia es el

documento que certifica la elección de dios. El nacimiento de la nación no se

puede explicar como ocurre con el resto en términos de proceso histórico o

de decisiones colectivas, sino apelando a las leyes de dios, que son las que

determinan los designios de la historia humana.

2. La elección de dios se manifiesta en el pacto que contrae la nación

americana con dios. El pacto se entiende como un compromiso entre dios y

el pueblo americano, en virtud del cual, dios se compromete a proteger a

su pueblo, bajo la condición de que el pueblo cumpla siempre la

voluntad de dios.

3. La protección del pueblo elegido se basa en la intervención directa de dios,

comparable por su significación moral a la entrega de los preceptos de la ley

divina por parte de Moisés al pueblo. De forma que dios interviene en la

historia para darle a su pueblo elegido los bienes de la democracia, la

libertad y la búsqueda de la felicidad: dones literalmente revelados por

dios. Esta idea es contraria a los Derechos Humanos que emana de la

Asamblea Francesa y del Parlamento Inglés durante los siglos XVIII y

XIX.

3

4. Cumplir la voluntad de dios es lo mismo que realizar la misión que dios

otorgó a los EEUU, y realizar la misión es extender por el planeta los

valores políticos que el resto de las naciones son incapaces de conocer. La

posición de privilegio de EEUU es de carácter epistemológico: son los

únicos que tienen acceso a los valores que dios les ha otorgado. EEUU es

la que tiene el poder de definir un patrón de moralidad, que tiene la

obligación de evangelizar en el resto del mundo: EEUU es la ciudad que

está encima de la colina, y es una imagen a la que recurren todos los

presidentes en su discurso inaugural

5. ¿Cómo se sabe lo que dios quiere realmente? No actuar en conformidad con

la misión de dios significa atraer la ira de dios y la pérdida de los privilegios

del pueblo elegido. Así, el éxito de la misión es la confirmación de lo que

quiere dios.

6. La obediencia al pacto define un patrón de actuación específicamente

norteamericano. Así, actuar como el pueblo americano significa lo mismo

que realizar todas aquellas acciones que sean necesarias para asegurarse el

cumplimiento de la misión que dios le dio a EEUU. Eso justifica el

excepcionalismo de EEUU.

Todo esto justifica la posición excepcional de los EEUU conformados como una

religión civil, cuya retórica se sostiene a nivel doméstico para poder trasladar el

mensaje persuasivo a la población americana.

No se trata sólo de entender una forma de hacer política, sino de un criterio de

identidad que ha sido absorbido por la propia cultura americana. En 2010, una

encuesta demostraba la enorme aceptación de esta peculiar doctrina excepcionalista:

una mayoría de americanos del 58% cree que Dios le ha otorgado a América un

papel especial en la historia humana.

22/02/2012

El pacto hace que la política norteamericana se entienda como una religión civil: el

americanismo es una religión. Hay una serie de razones para justificarlo y

concomitancias entre la forma en que el presidente americano se relaciona con dios y

los textos políticos que configuran la identidad de la nación.

Como religión, estos textos son más o menos sagrados de cara a la doctrina

excepcionalista, con equivalencia a las sagradas escrituras o Biblia americana. Cuenta

además narraciones de lucha que dan identidad histórica a la nación. Tienen además

templos de culto, objetos sagrados y dramatis personagem que representan los valores

intrínsecos de América con los que identificarse.

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Ejemplos de textos sagrados serían el pacto que hace la tripulación del Mayflower, la

Declaración de Independencia de 1776, la Constitución de 1789, la Ley de Derecho –

The Bill of Rights–, el Discurso de Gettysburg y el texto de la obediencia a la bandera.

También disponen de sus narrativas históricas. Son los mitos culturales con arreglo a

las cuales todas las naciones construyen sus historias nacionales. No sólo son

fabulaciones, sino que constituye un valioso patrón cognitivo para identificarse como

un miembro nacional. Entre las referencias que los americanos asumen como parte de

su identidad están los sufrimientos de el general Washington en el Valle del Forge; el

gran valor de un sujeto, Jeremiah Denton en Janovi ¿?; otra es la conquista del Oeste.

En otro orden de cosas, también tienen lo que hemos llamado sus festividades u

ocasiones particulares. La más conocida es el 4 de julio; otra es el día de los veteranos;

el Memorial Day es el recuerdo a los caídos. Acción de gracias también es muy

conocido, así como el día de Martin Luther King, el momento en que se acepta que los

negros ya no son esclavos.

Tienen también ciertos altares o sitios de cultos, donde se despliegan los símbolos

americanos. Un ejemplo de ello es el Memorial de Lincoln, así como el Capitolio o la

Casablanca; también tenemos el cementerio nacional de Arlington y, por supuesto, el

Gran Cañón.

Los EEUU en virtud del conocimiento de dios revelado a su pueblo resulta ser una

nación superior al resto de las naciones, según se deduce del punto tres de los

elementos que constituyen al país como nación.

La superioridad es epistemológica, ya que es la única nación que tiene acceso a un

conjunto de valores morales que las otras naciones no han conocido porque dios no se

las ha otorgado: sólo gracias a la acción misionera de América pueden tener acceso a

esa información revelada.

Esto no significa que el resto de la humanidad no tenga derecho a disfrutar de los

valores americanos, sino que al contrario que el pueblo americano no está

epistemológicamente capacidad para entenderla. Así, América evangeliza al resto del

mundo los valores de la democracia. Esa es la justificación que se llevó a cabo entre

febrero y marzo de 2003 en The New York Times por un periodista llamado Ignatius,

quien presenta ante los lectores la guerra de Irak la más idealista que jamás se ha

librado, de modo que el mundo pueda entender la capacidad evangelizadora de

América.

Sólo la mente americana ha sido iluminada por el conocimiento divino. El resto de las

naciones permanecen en la oscuridad. George Bush dijo el 4 de julio de 2001 que “un

maravilloso país ha nacido; una idea revolucionaria que ha sido enviada a toda la

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humanidad: libertad, no sólo por la gracia de que es algo bueno, sino en virtud de los

derechos de nacimiento que tienen cada uno de los individuos; igualdad, no como

una teoría de los filósofos, sino como el designio del creador”. Para los padres

fundadores, los derechos humanos son dones de dios, pero no gratuitos para la

humanidad, sino sólo para los americanos.

Según Bush, dios es el dador del regalo divino de la dignidad. Somos iguales entre

nosotros porque la lección de la dignidad ha sido impartida por los americanos.

Para ilustrar esta superioridad moral y epistemológica americana también se pueden

usar ciertas imágenes:

1. The city upon the hill: la ciudad sobre la colina, el lugar elegido como el nuevo

Israel.

2. América es la mejor y la última esperanza para la humanidad: la tierra de la

libertad y la promesa.

3. El rayo de luz, con la capacidad de atraer al resto de la humanidad, sobre todo la

que es subyugada, la que sufre y la que anhela encontrar los valores que hacen a

los seres humanos como tales.

La idea es que como la ley que define la actuación de los EEUU como nación es una

ley revelada, los EEUU no están sujetos a las leyes positivas que gobiernan al resto de

las naciones, en virtud de su posición de privilegio epistemológico.

Sin embargo, gracias a la ejemplaridad del pueblo elegido, definida por el hecho

mismo de ser elegido por dios, lo que le da acceso a las leyes morales, EEUU tiene el

deber moral de exigir a las demás naciones una obediencia estricta a la ley positiva, y

por consiguiente tiene el privilegio de desobedecer las leyes positivas para imponer la

ley moral. En consecuencia, EEUU es una nación excepcional.

En virtud de la peculiar relación que existe entre dios y el presidente de los EEUU,

entendido como el jefe de la tribu del pueblo elegido, éste puede actuar como

sacerdote o profeta y pueda transmitir el mensaje al pueblo elegido, de modo que se

asegure de que la nación elegida sigue contando con el apoyo de dios.

El presidente tiene la potestad de interpretar el sentido de las leyes, de acuerdo a

cómo entienda la voluntad divina. En ciertos casos, está autorizado moralmente a

rechazar leyes positivas, e incluso leyes positivas federales, aún cuando hayan sido

aprobadas por la soberanía popular, si a su juicio contradicen la voluntad de dios, que

guía a la nación.

Ver el documental de la BBC The Century of the Selt

6

Walter Lippmann publica en 1927 un libro en el que se desarrolla el concepto de la

manufacturación del consentimiento: el pueblo es el ganado enloquecido, y no puede

tomar las riendas de los asuntos políticos, y sólo aquellos que saben gobernar son los

que tienen que acceder al poder. En la nueva era moderna todo el mundo tiene mucha

prisa y no hay demasiada inteligencia, por lo que hay que obligarles a consentir

mediante una serie de técnicas que sirvan para generar el consenso. Incluso los nazis,

durante la fuga de cerebros que hubo tras la II Guerra Mundial, llegaron a arribar a

EEUU, donde continuaron sus investigaciones sobre técnicas de control y

manipulación.

En términos prácticos, el carácter excepcional de la nación de EEUU implica la

libertad de poder cometer cualquier atrocidad moral por aberrante que sea si con ello

se cumple el compromiso –el pacto– contraído con la historia, con el papel que le

corresponde o con los designios de dios, que es quien a fin de cuentas mueve la

historia.

Dicho de otro modo. Lo que sería un crimen si lo cometiera un país no sujeto al pacto,

en el caso de los EEUU supone un acto sujeto al pacto: es un criterio de identidad

según el cual la acción es típicamente americana.

Joyce Carol Oates ha observado lo siguiente, “el excepcionalismo americano hace que

nuestro imperialismo sea altruista, que el saqueo de los recursos del mundo sea un

ejercicio saludable de capitalismo y libertad de mercado. Desde la infancia nos han

adoctrinado con la propaganda de que América es superior al resto de las naciones;

que nuestra forma de vida, una democracia basada en el mercado de masas

manipulada por los lobbies es superior a las demás formas de gobierno; que a pesar

de su frivolidad y degradación, nuestra nación es superior, como nuestro lenguaje”.

Lo que expresa el excepcionalismo es la visión laica de el despliegue de la historia

entendida como el plan de salvación que dios le ha hecho conocer a su pueblo

elegido. Así, desde este punto de vista nos ayuda a explicar uno de los problemas más

controvertidos y perplejos: el carácter absoluto de la política internacional americana.

Una vez que los EEUU ponen en marcha su máquina, la decisión es absoluta, y en

consecuencia, es inexorable: nada ni nadie puede impedirla.

¿Por qué no percibimos eso con el mismo rol con el que percibimos los crímenes nazis

o soviéticos? El patrón que define las acciones de los EEUU como necesarias se basa

en lo que podríamos enunciar como un principio de degradación moral: cuando se

aplica este principio, degrada a los seres. Ejemplos de esto, en Derecho Internacional,

contrariamente lo que dice en los artículos 2 y 3 de los Derechos Humanos, EEUU los

puede entender según sus intereses. ¿Por qué Sadam Husein aparece como el malo de

la película en 2001 y no en 1983 o cuando estaba en guerra con Irán? Si EEUU está tan

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preocupada por el bien de los seres humanos, ¿por qué no intervino cuando Irak

gaseó a los kurdos? Fue por un principio que enunció Jean Kirpatrick: EEUU verá con

buenos ojos todo régimen, por criminal que sea, que colabore con sus propios

intereses. Se ve claramente la relación de este principio con el principio de

degradación moral. Así, el bien o el mal moral depende de los intereses que tenga

EEUU. El Sha de Persia estaba apoyado por EEUU, a pesar de sus crímenes. Bush

llegó a decir que “los intereses americanos en la libertad son los mismos que los

intereses estratégicos americanos”, lo que representa esa idea de la libertad

instrumentalizada: deja de ser un valor absoluto. La validez de un derecho humano

depende así de los intereses de EEUU. El gran logro moral del siglo XX, en manos de

la interpretación de EEUU se convierte en una gran perversión moral.

24/02/2012

Cómo entender la relación de EEUU con los Derechos Humanos

Se dice que los intereses de EEUU en seguridad son los mismos intereses de América

en libertad. Es una identidad perversa por la perturbación que supone en la

interpretación estándar en los Derechos Humanos. Es un argumento similar al que

estriba Hegel acerca de la vinculación entre el Estado y la Iglesia Evangélica.

La libertad de cualquier habitante de la Tierra estaría, por tanto, sometida a los

intereses de EEUU en seguridad. Generalizando este principio, la validez de los

Derechos Humanos depende de los intereses en cuyos términos la administración

americana define su seguridad.

O se es humano o no se es humano: no hay un grado intermedio, de ahí que se

considere que la dignidad humana es un valor absoluto del hombre, ya que no

podemos dejar de ser seres humanos.

No tiene sentido afirmar que la dignidad humana venga definida en función de los

intereses de EEUU en seguridad, que no tiene el poder de decidir en qué

circunstancias son dignos los seres humanos. Definir la dignidad humana en función

de los intereses de América es un principio totalitario, que se encuentra tras los

crímenes perpetrados por nazis y soviéticos, donde la dignidad humana se define en

manos del partido que gobernaba.

La aceptación de este principio hizo posible el holocausto judío, las purgas soviéticas

y las intervenciones americanas en Sudamérica. El bombardeo masivo de Afganistán

durante la misión Libertad Duradera son el resultado de la aplicación práctica del

principio de degradación humana.

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También dejarían de ser inalienables los DDHH. Igualdad significa que no tiene

sentido hablar de seres humanos que sean más humanos que otros, a menos que la

ciencia perfeccione por intervención genética perfeccionar lo humano. Mientras que

eso no ocurra, sí tiene sentido mantener el discurso de que los seres humanos son

iguales. Los DDHH son inalienables porque no se pueden rechazar: es imposible

despojarse de los DDHH.

El artículo 2º de la declaración rechaza cualquier distinción entre los seres humanos

basada en su condición política. No podemos rechazar los DDHH de nadie por su

condición política: no es ésta una razón para negar la humanidad de una persona por

criterios políticos. Tampoco lo es por su condición jurídica o por los derechos del país

en el que viva o el territorio de cuya jurisdicción dependa una persona.

EEUU establece una diferencia entre la identidad americana y la del resto de las

naciones, lo que supuestamente le autorizaría a actuar como expresamente la

declaración de los DDHH prohibe que actúe algún país, ya que América estaría

actuando en contra de esa prohibición expresa de la vulneración de los DDHH.

El carácter excepcional de América no depende de un reconocimiento positivo del

derecho internacional público, sino del conjunto de conceptos –de las seis ideas ya

explicadas– con el que EEUU se concibe a sí mismo.

La Corte Penal Internacional es el primer tribunal basado en tratados que se creó para

promover el imperio del derecho y para asegurarse de que los crímenes

internacionales más graves no queden impunes. El tribunal tiene derecho para

resolver casos de genocidio, crímenes de guerra y contra la humanidad. El Artículo 12

le otorga la jurisdicción sobre los estados nacionales cuando el crimen se comete sobre

el suelo de los estados signatario, incluso en esos casos en que el estado no haya

firmado el acuerdo. EEUU e Israel votaron en contra de la creación de este tribunal,

como otros que no se caracterizan por su respeto a los DDHH –China, Irak, Yemen–.

El último día de la administración Clinton firmaron la entrada, pero rechazaron

firmar los estatutos aduciendo que la Corte no tiene legitimidad para juzgar a los

ciudadanos norteamericanos.

Judy Williams, premio Nobel de la Paz en 1997, citaba la opinión del General Gordon

Sullivan para justificar la posición de la administración americana ante su negativa de

suscribir la petición de prohibición de minas terrestres: si prohibes esa arma, pones en

peligro otros tipos de armamentos de EEUU por razones humanitarias, y es preferible

que se dañen seres humanos antes de poner en peligro los sistemas de armamento

americanos.

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29/02/12 ¡¡Muchas gracias a Reyes por estos apuntes!!

En Abril de 2009, Obama aprobó la publicación de documentos que habla sobre la

tortura ejercida por los EEUU, no obstante la documentación mostrada supone tan

sólo el 5% de los casos.

Además de la campaña masiva de propaganda contra Irak, se diseñó un plan con el

conocimiento de la administración, para aprobar el uso de la tortura, llevándola

escrupulosamente a la legalidad, o sea, hacer de la tortura un derecho legítimo del

gobierno de los EEUU.

El presupuesto fundamental que se encuentra detrás de esta violación de derechos

humanos, es que las autoridades de Washintong puedan decidir qué se considera

tortura al margen de los Acuerdos de Ginebra. Irónicamente se puede analizar en un

libro de Blum: “Sin esperanza” (Historias de torturas desde la segunda Guerra

Mundial).

Después del 11S del 2001, Bush dio al personal de la Casa Blanca órdenes secretas:

“No me importa lo que digan los países del Derecho Internacional, vamos a patear a

más de uno”. Con esto, el Presidente marcó la línea que posteriormente se seguiría en

cuanto a la tortura a sospechosos aún incluso saltándose (de nuevo) el Derecho

Internacional.

Así la actuación excepcionalista de este gobierno se detalla en la aprobación jurídica

de una serie de doctrinas de las cuales, tres a destacar:

1. El Presidente está por encima de la Ley. Se vulnera con ello el principio de

autoridad.

2. La tortura es jurídicamente justificable. Por lo que de nuevo se pone de manifiesto

la postura excepcionalista de los EEUU

3. La base de Guantánamo no es territorio de los EEUU. Por lo que se puede

albergar en ella tanto a presos como a violadores de los derechos humanos, sin

que por ello haya de responder dicho gobierno de sus actividades.

A partir de esto, se elaboraron leyes que les otorgaban al Secretario de Defensa y al

Vicepresidente, la autorización para poner en marcha usos de tortura en los casos que

se prevea una conexión entre Sadam Husein y los atentados de Washington.

Así, la tortura se convierte en una práctica del poder, lo que en otros Estados no se

puede contemplar de ninguna manera, para los EEUU es un privilegio en tiempos de

guerra.

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El 16S de 2001, el Vicepresidente justifica el espionaje, diciendo que se habrá de hacer

“calladamente sin discusión utilizando los métodos de las agencias”.

El 17S de 2001, Bush firma una directiva presidencial autorizando a la CIA prisiones

secretas Black sites, claro, fuera de los territorios de los EEUU (en Guantánamo y

Afganistán). Autorizó a la CIA a capturar o asesinar a más de una veintena de

individuos incluidos en una lista sin la necesidad de que el Presidente diera su

aprobación a dicha lista, o sea, con la libertad plena para capturar, torturar y asesinar

a todo sospechoso y con la justificación de dar caza a los terroristas implicados en el

11S tanto en Afganistán como en Irak.

El 18S, Bush afirma la autorización para el uso de la fuerza militar en respuesta a los

ataques del 11S, esto otorga al ejército el poder de usar la fuerza necesaria y

apropiada, en contra de quién haya planeado o participado en los ataques terroristas

del 11S, o hayan dado refugio a éstos. Todo, con el fin de prevenir cualquier acto

contra la nación. Con ello, cualquier persona que consideren se puede convertirse en

blanco inmediato de la CIA y en consecuencia pueden ser arrestados, torturados o

asesinados.

Las autoridades de Washington utilizaron la tortura para dar evidencia de que Sadam

Husein había prestado apoyo a Al Qaeda.

Los interrogatorios abusivos incluían técnicas de torturas como:

• Coger la atención: simulando el ahorcamiento

• Bofetadas e insultos

• Confinamiento en lugar estrecho

• Suspensión en la pared, golpeándolo

• Posición de tensión

• Privación de sueño

• Confinamiento en lugar estrecho con insectos

• Submarino mojado, simulando el ahogamiento boca abajo y suspendido por

los pies

• Tratamientos vejatorios, haciéndolo vestir de mujer.

A pesar de estas prácticas los interrogatorios no pudieron demostrar las conexiones

de Al Qaeda y Sadam Husein. Pero se hicieron una serie de documentación para

legitimar el uso de estas técnicas.

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Esa documentación sería:

1. Memorándum que envía John Yoo (alto cargo del departamento de justicia) el 9 de

enero de 2002, que incluye un informe al Consejero Especial del Departamento

General de Asesoramiento para Defensa, donde le dice al director que las

Convenciones de Ginebra (por la que se asegura que los prisioneros de guerra

tengan un tratamiento humano) y en particular la 3ª Convención, (expresamente

sobre el tratamiento de prisioneros de guerra) no se debe aplicar a los detenidos

Talibanes ni miembros de Al Qaeda, por los que estos pueden ser sometidos a

tortura.

2. Informe que envía Alberto Gonzáles (consejero de la Casa Blanca para asuntos

jurídicos) al Presidente en un Memorándum del 25 de Enero de 2002, donde le

dice que la guerra contra el terrorismo (global) es una nueva clase de guerra y por

consiguiente “hace que se convierta n en obsoletas las limitaciones tan estrictas de

las Convenciones de Ginebra, sobre los interrogatorios de prisioneros enemigos”.

El argumento no es nuevo, es el mismo que utilizaron los nazis para no aplicar la

3ª Convención a los prisioneros rusos.

Asumen así que tienen un poder excepcional que les autoriza a respetar o no

el Derecho Internacional.

Los argumentos que utiliza Gonzales son dos básicamente:

1.- Si se aplica la 3ª Convención de Ginebra no se tiene la flexibilidad necesaria para

eliminar el examen de caso por caso.

2.- Aumentaría así la amenaza para perseguir conductas criminales en las naciiones

bajo la ley de EEUU. En particular, el Estatuto de 1996 prohíbe la Comisión de

Crímenes de Guerra en por o contra de personas nacionalizadas en EEUU. Se dice

“Crímen de guerra se define siguiendo las indicaciones de la 3ª Convención de

Ginebra sobre el tratado”. Así, pues sostener que no se haga valer la 3ºConvención

resulta ser una violación contra los derechos humanos y contra la Convención misma.

El art. 3º del Estatuto de 1996 dice que el uso de la tortura no está permitido con

independencia de que se considere o no prisionero de guerra.

Hay otros documentos más donde se desarrolla estas ideas de justificar la

postura excepcional de EEUU en relación a la tortura a prisioneros de guerra.

No se conoce el nº de personas arrestadas o que han muerto, algunos calculan

entre 120-130 pero se cree que fue más alto (300 0 500) pero no hay evidencia para

afirmar el nº. Tampoco hay noticias en cuanto a los desaparecidos en los

interrogatorios.

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Las consecuencias de todo esto son:

1.- Los Derechos Humanos, contrariamente a lo que se afirma en el

preámbulo, no son Universales, a pesar de que formalmente han sido ratificado por la

mayoría de los países.

2.- La validez de los DH dependen de los intereses estratégicos de EEUU, si le

interesa o no promover el respeto a los DH

Un línea de argumentación que se ha seguido se puede encontrar en un

profesor de Harvar d, Michael Ignatcelf, ha escrito defendiendo la postura

excepcionalista y afirma que EEUU tiene el poder de desobedecer los DH para

hacerlos cumplir en virtud del papel garante que le acontece.

Otro como Niam Fergusson, dice que EEUU es un poder benigno y como tal

se puede permitir desobedecer los DH para favorecer políticas económicas que

eventualmente desarrolle la capacidad de países menos desarrollados. Así pueden

violar los DH en los países subdesarrollados por ejemplo, precisamente para

garantizar dichos DH.

3.- Otra consecuencia es que es muy difícil obligar a los países a que cumplan

con los DH sin el uso de la violencia. Si uno asume la excecionalidad de los EEUU

frente a los DH no se pude obligar a este a cumplirlos. No hay un poder lo

suficientemente persuasivo que les obligue a someterse a la 3ª Convención de

Ginebra.

4.- EEUU puede someter en contra de los DH, a un país o a sus ciudadanos a

un régimen que favorezca la violación de DH. Por ejemplo el caso de El Salvador

(años 80), Nicaragua (años del los Sandinistas. Aquí fue condenado los EEUU por el

tribunal internacional de justicia por apoyar EEUU a los terroristas, pero

posteriormente se anularon las sentencias).

Así, los DH dictan mucho de ser representativos, porque no son objetivos. Su

vulneración no acarrea las mismas consecuencias para unos que para otros y su

aplicación depende de los intereses económicos.

(Aconseja ver la película INSIDE JOB)

02/03/2012

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El poder de las corporacionesTema 2

Bibliografía

¿Por qué no nos damos cuenta del poder de las corporaciones?

El poder político suministra una serie de ficciones para que no percibamos cómo

actúa la influencia de las corporaciones y del propio poder político. Entre esas

ficciones, la más poderosa es la que consiste en la representación política. En la

medida en que se nos haga creer que los políticos que elegimos son nuestros

representantes genuinos, más caemos en esa ficción.

Si los políticos que gobiernan son nuestros representantes, ¿cómo es que toman

decisiones que perjudican tan decisivamente nuestras vidas? Primer, la noción de

representación política es uno de los conceptos más ambiguos, confusos e

irritantemente absurdos del léxico democrático. Según la Constitución del 78, la

soberanía reside en el pueblo, y los gobernantes son los representantes legítimos del

pueblo español.

Decir que el pueblo es soberano es la afirmación de una cualidad absoluta que define

la independencia del pueblo frente a cualquier otra autoridad. No se puede ser

soberano a medias, como no se puede ser humano a medias ni medio libre y medio

esclavo: o soy soberano, o no lo soy.

Si el pueblo es soberano, no se puede inferior que los individuos sean

individualmente soberanos. Yo no puedo ser soberano si el pueblo es soberano. No se

puede inferir que los individuos de una clase tengan las propiedades de la clase. La

soberanía del individuo se supedita a la soberanía del pueblo, y si soy soberano, el

pueblo no sería soberano por haber una serie de individuos soberanos. Si soy

soberano, no lo es el pueblo, y si lo es el pueblo, no soy soberano.

Afirmar que los partidos sean los legítimos representantes, implica negar a los

individuos la posibilidad de actuar con autonomía moral y política en la toma de

decisiones. Si deciden ellos, entonces no decido yo; si decido yo, no deciden ellos. No

encontramos con la misma paradoja.

La concepción más extendida, no la única, es que la elección en las urnas es el acto

por el que se crea la representación: el pueblo se divide en cinco entidades:

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1. el municipio, que es el sujeto de la representación, no sus individuos

2. autonomía

3. provincias a nivel nacional, porque la provincia se representa a nivel autonómico

en los parlamentos autonómicos, y a nivel parlamentario central. Así, son

entidades diferentes aunque los individuos sean los mismos.

4. el senado representa y no representa a la provincia. lo hace cuando es territorial

no circunscrita.

5. el parlamento europeo con 54 eurodiputados

La representación, así, es una pentafrenia o trastorno quíntuple de la personalidad

política que divide la indisoluble soberanía del pueblo en cinco entidades, todas

soberanas.

Casi todas las religiones excepto los budistas se basan en insondables misterios. La

religión civil también tiene su particular disociación personal al estilo del Misterio de

la Trinidad, aunque esta vez segmentada en cinco partes que son una misma.

La representación política es injustificablemente gravosa en relación a la efectividad

que debería tener. El congreso tiene un presupuesto de 98 millones de euros. En

Cataluña el coste es mayor por diputado, y en Andalucía cada diputado cuesta

430.000 euros.

Este sistema es muy efectivo para que los partidos logren la sumisión de la población

burlándose de sus intereses. Cada una de las parcelas de la pentafrenia supone una

importante parcela de poder para los partidos, no para los individuos. Cuantos más

votos obtiene un partido, mayor es su grado de participación y por tanto de poder.

Cuanto más poder tenga el partido, más atraerá los intereses de las empresas y

corporaciones. Si el poder se ejerce a favor de los beneficios del ciudadano, no

obtienen beneficios para la financiación del partido –que se aclara con cinco años de

retraso, que son los que tarda el Tribunal de Cuentas en aclarar la financiación de las

formaciones políticas–.

Un estudio de consultores del gobierno corporativo demostraba que en 2006 10

familias y apenas 20 empresarios controlaba el 20,14 % del capital del Ibex 35. El

profesor Tiago Santos dice que el 0,0035 % de la población española –unas 1.480

personas– poseen los recursos que equivalen al 80,5% del PIB. Esto es poder. El

99,995% de la población se reparten el 19,5% del PIB. El mayor avance en política

social de la democracia española.

15

Un partido político es fundamentalmente una maquinaria de acumulación de poder.

El poder necesita dinero, y por lo tanto, hay que buscar la financiación del poder.

Según la Ley Orgánica 8/2007 de la financiación de los partidos políticos, cada

partido recibe del estado un dinero en concepto de subvención según el número de

representantes. Entre los dos partidos mayoritarios reciben entre 65 y 80 millones de

euros para financiar datos, más 50 millones para organizar campañas. Los partidos,

además, recurren a la financiación de la banca. Los ciudadanos financian a los

partidos con el fin de mantenerlos.

Los ganadores de este juego perverso son la varios.

La banca que financia a los partidos en unas condiciones ventajosas e inaccesibles

para los ciudadanos medios. La soberanía reside en el pueblo pero sólo los que

ejercen el poder económico pueden imponer al resto una política que convenga a sus

intereses, creando un sistema de ficción para que el pueblo soberano no perciban el

juego. El informe Greco –estados generales contra la corrupción– de 2009 ponía de

manifiesto en una auditoría ad hoc que la deuda de los partidos españoles en 2005

ascendía a más de 144 millones de euros, lo que hace a los partidos españoles los más

vulnerables de los integrantes del crédito. No sólo es un negocio: también hace de los

partidos unos medios para la toma de decisiones que más les interesa. Así, los

partidos juegan a la impostura de la representación, pero quienes deciden son las

entidades financieras. Entre 1997 y 1999 según el informe Greco, los bancos habrían

condonado a los partidos una deuda de 19 millones de euros, lo que da una idea de lo

que piensan los bancos sobre la soberanía popular. En 2006 el Banco Santander

condonó al PSOE una deuda del 6 millones. A fecha de 2011 no hay datos oficiales

sobre la deuda acumulada de los partidos políticos con los bancos. Eso es poder. El

poder de ocultar información.

Imaginemos la deuda viva que los municipios han contraído con la banca. Un

equivalente de más de un tres por ciento del PIB.

07/03/2012

613 euros es la deuda municipal por habitante a fecha de 2006. Esto significa que hay

que reconocer una dependencia económica entre los partidos y las entidades

financieras, que implica una perversión del sistema democrático. Así, la agenda

política viene hasta cierto punto condicionada por los intereses de las entidades

financieras. La propaganda será el instrumento que el gobierno emplee para que sus

políticas no queden sometidas a la imagen de que están a merced de las

corporaciones. Se requiere por ello el control de los medios de comunicación y de la

educación.

16

Se requiere también de un gran ejército de ideólogos, periodistas y comentaristas que

tienen que reescribir la realidad para que los ciudadanos no perciban el conflicto de

intereses adquirido por la clase política. El compromiso que adquieren los partidos,

así, no se adquiere con la masa electoral, sino con las casas financieras.

Se comprende que la generosidad del banco siempre es recompensada. Hasta que no

sepamos la deuda real con las entidades privadas, no se podrá saber hasta qué punto

el gobierno está implicado en relaciones de dependencia con la banca.

Aproximadamente, ésta podría alcanzar el 20% del PIB, más del doble del gasto en

pensiones.

El informe del Tribunal de Cuentas tiene un retraso de cinco años, y fiscaliza el dinero

que los partidos reciben del estado, pero no éstos no está obligados a publicar los

datos de sus cuentas. Ningún gobierno ha emitido ninguna normativa de regulación

sobre las relaciones tóxicas adquiridas con las financieras.

Los beneficios de la banca son el resultado directo, supuestamente, por la

especulación financiera, amparada y admitida por el gobierno.

Como los bancos no pagan por regla general impuestos en paraísos fiscales, se limita

la capacidad para generar políticas que favorezcan el bienestar de la población: los

gobiernos endeudan a la población inyectando dinero a los bancos para que éstos

multipliquen sus beneficios sin pedir a cambio que inviertan para potenciar las

economías domésticas.

El segundo grupo ganador de este juego está compuesto por las empresas del Ibex 35.

Todos los bancos que cotizan en el I35, excepto Bankinter, tienen presencia en paraísos

fiscales. Se pensaba que en 2008 podrían haber desviado entre 5800 y 12500 millones

de euros, aunque la falta de datos fiscales hacen sospechar que las cantidades sean

aún mayores. Eso por no hablar del supuesto fraude fiscal que se le achaca

oficiosamente a estas empresas, que puede que ascienda, según datos aportados por

el Gobierno de Zapatero, hasta 40.000 millones de euros.

En el 2010 estas empresas alcanzaron beneficios de 50.000 millones de euros.

Telefónica, Repsol, IPF, Endesa, Iberdrola, Ferrovial, etc, tienen directivos que

incrementaron sus sueldos en una media del 20%. Los altos directivos de estas

empresas forman una clase privilegiada. 502 miembros de ellos ganaron una media

anual de 699.000 euros, unos 350 millones de euros en 2009, es decir, un 3,5% más que

en 2008.

En cuanto a los consejeros y ejecutivos con cargos en estas empresas, se llevaron un

76,5% del total del presupuesto de los consejos, con sueldos de 2,7 millones de euros.

Los expertos cualificados –independientes– percibieron el 12,4% de remuneración.

17

En contraste con el aumento del 22% de beneficios, la renta per cápita de los

españoles se situó 7 puntos por debajo respecto a la eurozona.

Otro problema de estas empresas es que algunas de las compañías tienen notorias

vinculaciones con la clase política. Aznar es consejero de Endesa, González de Gas

Natural, Marcelino Oreja está en Acerinox, EPSC y Repsol; Rato es presidente de

Bankia, Luis Ángel Rojo y Matute están en el Banco de Santander; Miguel Roca está

en ACS, que preside Florentino Pérez.

No conocemos porqué no hay manera de establecer una responsabilidad corporativa, de

forma que la práctica de sobornos de estas empresas no está sujeta a ningún tipo de

control político.

Según un informe del Observatorio de Comunicación de Responsabilidad, ninguna

empresa del I35 aporta información alguna sobre la cantidad de dinero donado,

préstamos condonados o aportaciones en especie donadas a instituciones y partidos

políticos, con desglose por país o con mención de la entidad. No sabemos nada de

nada, de nada, de nada. Sólo 15 de las empresas del I35 incluyen referencias a

sobornos, y algunas se refieren sólo a recibir sobornos, pero no dicen nada sobre su

capacidad para ofrecerlos, que es donde reside el verdadero poder. Ninguna de estas

empresas restringe los pagos de facilitación: un instrumento que se suele utilizar para

encubrir sobornos y tráfico de influencias en los partidos políticos. También estas

empresas tienen activos en paraísos fiscales.

Un informe de la asociación de inspectores de hacienda de octubre de 2009 estimaba

el fraude fiscal en España en 70.000 millones de euros.

El tercer grupo ganador son las empresas vinculadas a los partidos: los sindicatos, las

compañías públicas y las televisiones autonómicas destinados a mantener a la

población en el redil. Desde 1995 hasta 2009, el gobierno andaluz ha subvencionado a

UGT y CCOO con 251 y 253 millones de euros, respectivamente, a precio de mantener

la cohesión social en una región especialmente atacada por la crisis. El número de

afiliados de ambos no pasa del 16% de la masa trabajadora de la comunidad

andaluza.

En 2002, la administración tenía 335 entidades estatales. En 2011, el número de estos

organismos sobrepasa los 4.000, con una deuda pública de 52.000 millones de euros.

Podemos concluir que la representación política del juego democrático descansa en

una gran ficción, es decir, en una manera de entender la realidad. Como ocurre con el

resto de las ficciones, ni es verdadera ni falsa, pero su poder se haya en la fuerza

psicológica que ejerce sobre la población para percibir y atender las cosas de acuerdo

a la manera en que es prescrita por la ficción. Bajo la influencia de una ficción somos

18

presumiblemente incapaces de ver las cosas de otra manera que sea diferente a la que

impone la ficción.

El origen de la esclavitud política tiene su raíz en la mente: en no darnos cuenta de

que pensamos y actuamos de acuerdo con el guión que define la ficción. Esas

ficciones las llevamos implantadas. La estabilidad de las ficciones se basa en el hecho

de que son creíbles y aceptadas. La única manera de disipar el poder de la ficción de

la representación política consiste en no creerla.

El poder de las corporaciones

Desde la web de Fortune se puede consultar el nivel de beneficios que alcanzan

algunas de las grandes corporaciones del planeta.

William Domhoff publicó un estudio en julio de 2011 en el que dice que la

distribución de riqueza ene EEUU es la siguiente: el 1% de la capa superior de

propietarios tiene el 38,3% de todas las acciones de propiedad privada, el 60,6% de los

bonos financieros y el 62,4% del patrimonio mercantil. El 10% de la clase superior –

dentro de ese 1%– posee entre el 80 y el 90% de las acciones, bonos, fondos de

inversión y patrimonio mercantil, además del 75% de los bienes raíces. Puesto que la

riqueza financiera es lo que cuenta en el control de las estimaciones de lo que produce

ingresos, se puede decir que sólo el 10% de la población de los EEUU es la que

realmente posee a los EEUU.

Así, la distribución de riqueza en EEUU no ha sufrido una variación considerable

desde su creación. La élite que posee el país sigue siendo la élite que la gobierna.

Si atendemos a las estimaciones realizadas por Hacker & Pierson en un trabajo del

año 2010, veremos que se encuentran datos aún más preocupantes. Cuando más

exclusivo es el grupo en esa escala, mayores son las ganancias estratosféricas: el 0,1%

de la población –sobre 150.000 familias, de las más ricas– han visto crecer la porción

de su pastel del 2,7% en 1974 al 12,3% en ingresos: un aumento de 4x. Los datos son

más elocuentes en el 0,01% de la población –las 15.000 familias más ricas–, que han

visto que sus dividendos han aumentado de menos de uno por cada 100 dólares en

1974 a menos de uno por cada 17 dólares, lo que significa que cerca del 7% de la

riqueza del EEUU es poseída por el 0,01% de la población.

Un conjunto de corporaciones divididas en varios estratos se reparten esa cima

económica. El primer grupo son las que forman parte del complejo militar industrial –

¿Login Marting?, Boeing, General Dynamic, Computer Science, etc–; tras éstas,

encontramos las que componen la industria de la energía –Exxon-Mobil, Chebron,

Texaco, Shell US, BP America, etc–; continúa un estrato muy poderoso, con

vinculaciones con el complejo militar y farmacéutica, las de telecomunicaciones –19

AOL Warner, Disney, Viacom, News Corp, NBC, AT&T–; siguen las farmacéuticas –

Johnson & Johnson, Pfizer, Abbot, Fluor–; otro grupo es la de alta tecnología –Science

Aplicarion, IBM, Microsoft, HP–; continúan las entidades financieras –Goldman Sach,

JP Morgan Chase, Citi Group, Bank of America, Merryl Lynch, etc–; y ahora las

automovilísticas –General Motors o Ford–.

En la Guerra de Irak también sacaron muchos beneficios otras empresas, como las

aseguradoras, como la American International Group o la Unite Health Group. Las

aseguradoras han sacado este beneficio de la Guerra de Irak porque cuantos más

muertos, más dinero se genera.

La facturación de EPSON fue en 2003 de 247.000 millones de dólares. En su conjunto,

es superior a los ingresos de 185 gobiernos estatales de la época como Brasil, Canadá,

Suecia y Holanda. La General Electric facturó 125.913 millones de dólares, y obtuvo

unos beneficios de 16.000 millones en 2002. En el mismo años los 10 bancos

principales de EEUU controlaban el 55% de todas las operaciones bancarias. Nueve

años después, los seis bancos principales poseen el 62,3% del producto interior bruto

de EEUU.

En España no sabemos cuáles son los mecanismos con los que influyen en el

Gobierno las grandes corporaciones y qué dinero usan para ejercer esa influencia. En

EEUU sí que se conocen.

La capacidad que tienen estas compañías para influir la agenda política es en primer

lugar el resultado directo de su poder económico. Cuanto más dinero, más poder. En

palabras que Schatt Scheider dijo en 1960, el que determina de qué trata la política es el

que gobierna el país porque la definición de alternativas políticas significa la selección de

conflictos, y la selección de conflictos es la que otorga el poder.

Definir alternativas significa la capacidad de decidir qué políticas va a decidir el

gobierno. La selección de conflictos es la decisión en la selección de tal o cual foco como

política prioritaria. La estructura de influencia que detalla Scheider no es política, sino

corporativa.

Las grandes corporaciones son las que seleccionan los conflictos porque son las que

realmente tienen el poder para definir las alternativas en perjuicio de los intereses de

la mayoría. El único fin de las corporaciones es multiplicar los beneficios, de modo

que las alternativas son definidas con objeto de la que la autoridad política favorezca

los intereses corporativos, que no son los intereses, como decimos, de la mayoría,

yendo incluso en detrimento de ella.

La política del partido elegido sólo beneficia a la élite corporativa, que es la que

realmente tiene el poder económico para seleccionar los conflictos. Los dos mandatos

20

de la administración Bush muestran una gran recuperación de beneficios en

comparación con los anteriores.

09/03/2012

Las características jurídicas de las corporaciones

El año feliz de las corporaciones es 1886. Ese año, aparece una sentencia del juez

Stephen Field, que era miembro de el tribunal supremo de los EEUU. Vierte una

opinión sobre el caso de Santa Clara County contra Southern Pacific Railroad. Lo

importante de esta sentencia es que es la primera vez en la que se reconoce a una

corporación como persona física, no jurídica. Lo que justifica esta distinción es el

reconocimiento de que poseer acciones de la compañía es la asunción de la posesión

de una propiedad sin estar sujeto al tipo de responsabilidad que normalmente los

sistemas jurídicos definen para aquellos que son propietarios –es decir, que poseen

propiedad–.

La distinción que hace Field es que poseer acciones en una compañía permite a una

persona ejercer un tipo de propiedad que no está sujeta al tipo de control jurídico

sobre la posesión de propiedad.

Cuando uno tiene una propiedad se supone que la responsabilidad sobre ella debe

durar un cierto tiempo. Sin embargo, cuando dictó la sentencia el juez Field, las

corporaciones se pueden convertir en personas que pueden poseer una

responsabilidad ilimitada de la propiedad.

La invocación de la 14º enmienda ampara a las corporaciones como si fueran

personas físicas. Esta estrategia favorece la clase de propiedad característica de las

corporaciones: la posesión de acciones, que desde entonces es un derecho subjetivo

propio de personas físicas.

Lo que está tras la expansión del poder de la economía en EEUU es el pensamiento de

Herbert Spencer, la mente que proporciona a los grandes capitalistas del XIX la

justificación moral de la gran explotación a la que fueron sometidos hombres, mujeres

y niños, hasta la aprobación de la jornada de ocho horas. En la obra Dinámica social

ofrece esa justificación. Habla de la supervivencia de los más hábiles en el contexto

social, de forma que el estado no subvencione a los huérfanos, viudas y enfermos.

La conclusión es que con el propósito de proteger los derechos invocando la 14º

enmienda, la propiedad que tienen las corporaciones en relación al comercio y al

negocio, se convierten en la propiedad del individuo corporativo, ahora convertido

en una suerte de individuo físico que no puede ser desposeído de su propiedad.

21

Sobre esta base se entiende en qué consiste el poder de las corporaciones. Marcus

Hanna dijo que hay dos cosas importantes en política: primero el dinero, y la segunda no

recuerdo cuál era. En 1907 se aprueba la Ley Tillman, con la que se prohibe a las

corporaciones den dinero a los partidos políticos, cosa que se hacía desde 1886. En el

47 la prohibición se hace extensible la prohibición a los sindicatos.

Pero el que hace la ley, hace la trampa. En 1972, se levantan las prohibiciones que

introdujo la Ley Tillman, desarrollándose una argucia jurídica según la cual las

corporaciones pueden donar dinero a los partidos siempre que éste sea para mejorar la

estructura del partido, y no con fines políticos.

Así, desde ese momento, las corporaciones tienen básicamente tres instrumentos para

poder definir el conflicto político:

1. hacer donaciones individuales

2. realizar comités de acción política, creados por las corporaciones en los que sus

trabajadores contribuyen con dinero que les quitan de su sueldo para favorecer a

un partido político.

3. Lobby, o individuos que están concentrados en torno a Washington y establecen

grupos de presión sobre quienes tienen la responsabilidad legislativa mediante

sobornos. Un medio de presión es el llamado revolving doors o puertas giratorias.

Los Lobbies, contrariamente a lo que se cree, desde los años 80 han dejado de

recibir paulatinamente dinero por parte de las corporaciones para cuestiones de

presión electoral. Hacia 1997 había en Washington como 60.000 oficinas de

lobbies.

Un think tank o laboratorio de ideas es un lobby que desarrolla ideas y pensamientos,

como promover falsos datos o generar necesidades que favorezcan la creación de

riqueza a partir de comercialización artificial.

Cuando Bush define la nueva administración, la Lockhead Martin logró colocar ocho

miembros. El lobby de las armas colocó hasta 22 integrantes en esa administración.

Eso da una pista de las conexiones y la influencia de esos grupos de presión en la

cúpula de poder político.

En 1944 tiene lugar en un pueblo cercano a Boston, Bretton Woods, tiene lugar una

famosa reunión a la que asisten, entre otros, Churchill, Roosevelt y John Maynard

Keynes. Dos cosas se concluyen entonces: el Banco Mundial y el Fondo Monetario

Internacional.

El Banco Mundial proporciona préstamos de reconstrucción para Europa tras la II

Guerra Mundial. El FMI proporciona préstamos a corto plazo para gobiernos

22

nacionales. 4 años después, en el 48, aparece lo que se llamó el GATT –General

Agreement on Tariffs and Trade–. Inicialmente, se vendió el GATT como un proceso

cuyo objetivo consistía en eliminar las barreras del comercio. Pronto, se observó que

las barreras del comercio que se querían eliminar implicaban leyes para salvaguardar

el medioambiente o para preservar la seguridad de los obreros, que variaban de país

en país. Así, para eliminar estas redes se empiezan a fundar las primeras leyes

globales: así comienza la globalización que acaba explotando en el año 80. El NAFTA

es una consecuencia de los GATT.

En la práctica, el GATT define un cuerpo de nuevos derechos que literalmente

proporcionan a las corporaciones la habilidad de destruir las limitaciones jurídicas

que los estados nacionales tienen impuestas para defender su propio comercio.

Tras la crisis de los años 80, se crea por parte del FMI la política que ha definido desde

entonces la economía global: préstamos de ajustes estructurales o SAL. Estos

préstamos son instrumentos económicos controlados por el FMI el y Banco Mundial

que se pusieron en marcha en Filipinas en el 1980 y en Méjico en 1983 y se conciben

como herramientas de control de deuda que sirva para intervenir en decisiones

políticas.

Las exigencias que demandan el Banco Mundial y el FMI a cambio del SAL consisten

en dos:

1. Cortar servicios sociales o públicos

2. Llevar a cabo políticas de privatización de empresas de titularidad pública

14/03/2012

Estrategias de las políticas de reformas estructurales. Joseph Stiglitz distingue cuatro

escalones:

1. Privatización: Stiglitz lo denomina proceso de soborno. Es muy simple. Según

Joseph Stiglitz el Banco Mundial soborna a los líderes políticos del país

proporcionando un incentivo económico —el dinero que reciben— para que

ponga a la venta el tejido industrial del país. Es el mismo proceso que se

reprodujo en Irak. Básicamente, lo que se pretende controlar es la industria

energética —tanto a nivel de recursos como de infraestructuras—. La idea es que

el político reciba en torno a un 10% del valor de la venta como comisión. Un caso

muy curioso de privatización fue el que se llevó a cabo en Rusia, donde los EEUU

participaron junto con el Banco Mundial para que Yeltsin vendiera las principales

industria que estaban bajo control estatal. La lógica que describe Joseph Stiglitz

parece explicar que el primer paso funciona cuando hay connivencia entre los

23

administradores del Banco Mundial y las élites corporativas del país. Lo que se

fomenta de este modo es la presencia de una fuerte oligarquía.

2. Liberalización del capital de mercado: con esto se evita que el estado que controla

el BM o el FMI pueda aprobar leyes que signifiquen un aumento de impuestos

para los nuevos propietarios de las empresas que vende. Irak es otro ejemplo de

ello. Los bancos que controlaba Sadam han pasado a control de EEUU a través del

Banco de Importación y Exportación Americano, con la gravedad de que todas las

ganancias que entran en manos americanas no se reinviertan en Irak. Lo que

implica este segundo paso es que se lleve a cabo un proceso de desregulación

cuyo objetivo fundamental es evitar que las transacciones comerciales sean

controladas en beneficio de los ciudadanos del país. Así, las inversiones que hacen

las multinacionales no redundan en beneficio para el país. Indonesia o Brasil son

ejemplos de este dinero caliente, como lo llama Stiglitz: el dinero líquido entra en el

país para especular sobre propiedades y después sale cuando las corporaciones

empiezan a oler el menor problema. A finales de los 90 esto también pasó cuando

explotó la burbuja inmobiliaria. Esto tiene sin embargo un lado oscuro, ya que

ante la inestabilidad que provoca esto en el país lo normal es que el FMI obligue a

esos países a subir los intereses, que en ocasiones puede vascular entre el 30 y el

80%. Como consecuencia, los altos intereses devalúan el valor de la propiedad.

Otra consecuencia es la caída de la producción industrial, lo que nos lleva a

generar un agujero considerable en las reservas del país. Todas estas políticas son

de imposición externa, como puede comprobarse, y los grandes beneficiarios son

las grandes multinacionales que adquieren las empresas públicas.

3. Los precios del mercado suben en los alimentos básicos: Stiglitz observa que

asistimos a la implementación del paso tres y medio, que consiste en la rebelión del

fondo monetario internacional. La estrategia es simple: cuando la nación está a punto

de quebrar, el FMI literalmente se aprovecha sacándole hasta el último dólar de la

sangre, como dice Stiglitz. Esto significa la completa eliminación de el sistema de

subsidios públicos a las empresas. En Indonesia sucedió algo así en 1998. Otro

caso muy elocuente es el intento de privatizar el agua en Cochabamba en abril de

2000, donde el agua alcanzó precios impagables por parte de las clases más

pobres. En las mismas fechas, en Ecuador ocurrió algo similar con el gas

doméstico. Stiglitz insiste en que este tipo de rebeliones no le sorprenden a las

autoridades económicas del FMI, definiéndolas como rebeliones casi casi

predecibles. La segunda mitad del plan consiste en que las corporaciones

transnacionales ante el peligro de que exista una gran revuelta nacional acaban

por controlar todos los recursos públicos. Según Stiglitz, hay muchos perdedores

en el juego. No obstante, identifica dos grandes ganadores. Por una parte, los

24

bancos occidentales —aquellos con los que opera el FMI— y por otra parte, el

departamento del tesoro de los EEUU.

4. La estrategia de reducción de la pobreza o comercio libre: la idea es desarrollar el

comercio en la economía del país de acuerdo a las reglas que estipula la

organización mundial del comercio —WTO—y el Banco Mundial. Esto significa

llevar a cabo un asalto a las políticas nacionales de los países más pobres para

eliminar aranceles que permitan el libre comercio de los productos que venden las

grandes corporaciones. Como indica Stiglitz, el mecanismo es en esencia el mismo

que las potencias europeas siguieron en la Guerra del Opio. Para enriquecerse con

el opio, las potencias europeas usaran el ejército y la armada para forzar a los

mercados a mantener un libre tránsito del opio. En este punto, Stiglitz revela el

grado de perversión moral al que son capaces de llegar las grandes corporaciones.

Dice Stiglitz que el nuevo orden global ha condenado a millares de personas a la muerte,

imponiendo tarifas imposibles y tributos que hay que pagar a las compañías farmacéuticas

que elaboran las medicinas de marca. Dice Stiglitz que a las farmacéuticas no le

importan si la gene vive o muere, sino que la única preocupación que tienen es

recoger esos tributos.

Los requisitos del programa de ajustes estructurales que propone el FMI crean unas

oportunidades de mercado casi libres de riesgo para que las grandes transnacionales

adquieran empresas que estaban hasta entonces bajo control público: desde carreteras

y aeropuertos a industrias energéticas.

Uno de los ejemplos más curiosos es el de la empresa Enron. En 2001, esta empresa

consiguió unos beneficios por inversión exterior de 23.000 millones de dólares. Entre

los mecanismos que empleó para ello, contó con la colaboración del Banco Mundial

para que presionara a gobiernos de países del Tercer Mundo para hacerse con

servicios que estaban hasta ese momento en poder público. Hablamos de casos como

los de Colombia, Guatemala o India. En otros casos, Enron también recibió

financiación del propio Banco Mundial y de los gobiernos de estas naciones. Incluso,

del gobierno de los EEUU, que abonó un crédito de 3.000 millones de dólares.

Este es uno de los mecanismos. En No Logo se describen otro tipo de mecanismos,

como crear zonas especiales industriales en el que se asegura el abaratamiento de los

costes de producción. China es el caso más conocido, donde las marcas de las grandes

empresas como Nike o Adidas decidieron colocar las unidades de producción.

Desde 1980, China empezó a abrir fundamentalmente cinco áreas económicas

especiales, que expertos en economías han descrito como la expansión económica más

espectacular y sin paralelo en la historia. Estas cinco zonas atrajeron en la década de

25

los 90 una inversión que se calcula de 300.000 millones de dólares, lo que sirvió para

que Walmart, K-Mart fabricaran allí sus productos a muy bajo precio.

Otro dato que se extrae como expansión de la globalización reside en el número de

corporaciones que operan fuera del ámbito territorial del país de origen. Entre los 70

y los 90 el número de corporaciones se triplicó, y a finales de los 90 las

transnacionales representaban aproximadamente un tercio del capital mundial del

sector privado.

Como consecuencia de la expansión y del control del capital privado empezó a

producirse un movimiento por parte de las corporaciones para desarrollar nuevas

doctrinas que eventualmente justificaran los derechos corporativos, es decir, las bases

jurídicas que permiten a estas empresas operar en cualquier parte del planeta. ¿Por

qué no intentar lo que se hace en China pero a nivel global? La idea es que se consiga

una falta de regulación nivel global. Lo que se pretende es conseguir una inversión

para cualquier parte del mundo y que esté exenta de un proceso de regulación.

Básicamente, las corporaciones diseñaron lo que se llama en términos de management

dos canales:

1. El GATT: Debido a la lentitud de los procesos del mecanismo GATT, las

corporaciones vieron que era necesario crear otro tipo de acuerdo: los acuerdos

del NAFTA.

2. El NAFTA: el primer esfuerzo de este canal fue la creación de un sistema de

acuerdos comerciales que se llamó NAFTA —un acuerdo comercial que en

principio sólo incluía a Canadá y EEUU, pero luego añadió a México—. La

estrategia de este acuerdo busca asegurar instrumentos jurídicos muy poderosos

para defender los derechos comerciales de la corporación que tiene como base un

país para saltarse el control político o judicial de las decisiones de otro país que

haya firmado dicho acuerdo. El estado así se convierte en un elemento impotente

a la hora de controlar a la corporación. El artículo 1102 del NAFTA requiere que

los gobiernos deben de tratar a las corporaciones extranjeras tan favorablemente

como las propias, es decir, que no hay un régimen de protección con las empresa

domésticas. El artículo 1105 define el derecho de tratamiento mínimo estándar, que

significa que todas las corporaciones deben de tratarse de acuerdo a como se

estipula en el derecho internacional —al modo de personas físicas—. De hecho,

según lo define el artículo 1110, si las nuevas regulaciones que imponga un país

miembro de estos acuerdos reduce eventualmente el valor de la propiedad de una

corporación o los beneficios que espera alcanzar, la corporación tiene derecho a

llevar a juicio al gobierno y acusarlo de daños y perjuicios en un tribunal de

arbitraje, definido por los artículos 1104 a 1112. Esto significa que con el NAFTA

26

las corporaciones se convierten en elementos más poderosos, y desde luego

bastante más de lo que se había definido con las normas de los 144 miembros de

la organización mundial del comercio. Con esto, lo que en el caso de la WTC era

un derecho, con el NAFTA se convierte en un privilegio de la acción privada

frente a los intereses del gobierno.

16/03/2012

El 13 de septiembre de 1970, en el The New York Times Magazine apareció un artículo

de Milton Friedman que hoy es considerado un clásico: The social responsability of

business is to increase it profits o La responsabilidad social del negocio es aumentar sus

beneficios. Ahí, se postula Friedman como un defensor de la desregularización de las

relaciones económicas.

Friedman afirma que la discusión moderna sobre la responsabilidad social del

negocio se caracteriza por su ambigüedad analítica y ausencia de rigor. ¿Qué significa

decir que el negocio tiene responsabilidades? Sólo la gente puede tener

responsabilidades: una corporación es una persona artificial, con lo cual sólo puede

tener responsabilidades artificiales. Así, el negocio, como un todo, no se puede decir

que tenga responsabilidades. Incluso, afirma que se aplica en su sentido vago. Lo que

propone es que se aclare a qué se atribuye la responsabilidad social de las

corporaciones.

El primer paso, dice, sería intentar clarificar qué es lo que se quiere implicar cuando

se habla de responsabilidad social. Lo que hace Friedman es distorsionar el

planteamiento, ya que empieza negando que las corporaciones como tal puedan tener

responsabilidades. Dice que los individuos que son los que poseen el negocio, son los

que deberían ser considerados responsables en dos sentidos, tanto como propietarios

o como ejecutivos de la corporación. Si se habla de la responsabilidad de las

corporaciones, no es de la responsabilidad social de la corporación como persona

social o física, sino de la responsabilidad social de quienes poseen la corporación o

trabajan en la corporación como ejecutivos.

Dicho esto, Friedman argumenta que la única responsabilidad que tienen propietarios

y ejecutivos de la corporación es con los accionistas y asegurarse que ganen tanto

dinero como sea posible en tanto que respetan las reglas básicas de la sociedad tal y

como se incorporan en el derecho y tal y como se asume en las costumbres éticas y

sociales.

Friedman responde a la pregunta sobre la responsabilidad social del ejecutivo en su

capacidad de hombre de negocios diciendo que si este enunciado no se considera

pura retórica, lo que viene a decir es que tiene que actuar de tal manera que asegure

27

los intereses de sus empleados. Así, la responsabilidad social del ejecutivo, según

Friedman, consiste en que no utilice el dinero que se ha invertido en la corporación

para sus propios beneficios.

En la medida en que lleve a cabo el ejecutivo un aumento del precio para sus

consumidores, entonces está malgastando el dinero de los consumidores, y en la

medida en que sus acciones bajen el salario de algunos de sus empleados, en ese caso,

está malgastando el dinero de esos empleados, según postula Friedman.

La responsabilidad del ejecutivo, así, consiste en usar el dinero de los accionistas de

tal manera que simplemente aumenten sus beneficios. El principio político que se

encuentra detrás de los mecanismos de mercado según Friedman es la unanimidad,

lo cual explica parte del proceso de globalización o la marketización.

¿Qué es eso de mecanismo de mercado? Sólo es la forma en que funcionan los

mercados según las reglas de oferta y demanda. Según estas reglas, el que es capaz de

colocar un producto ahorrándose costes de producción tiene más probabilidades que

otro de disminuir el precio. Así, el producto que cuesta menos es el que elige el

consumidor. De lo que se trata es de ofrecer al consumidor un producto que le sirva

para ahorrarse en su adquisición. Dice Friedman que un mercado idealmente libre se

basa esencialmente en la propiedad privada. Este argumento es el que usa Friedman

para distinguirlo de otros que no son mercados libres, en el que los individuos se

fuerzan unos a otros o el estado controla economía, aniquilando la iniciativa

individual. Pero en un mercado libre toda cooperación es voluntaria: no hay fuerzas

que obliguen a la cooperación.

Como a nadie se le fuerza a cooperar en un mercado libre, las partes que intervienen

en el proceso de cooperación se benefician, con lo que tienen dos opciones: participar

para beneficiarse, aún a riesgo de perder —o una ganancia que a parar a las manos

del competidor— o no participar, con lo que no hay beneficio —quien quiera obtener

beneficios, debe arriesgarse—. El mercado siempre gana.

En este mercado, según Friedman, no existen valores. Por consiguiente, no se pueden

exigir responsabilidades sociales. Dice que lo único que está dispuesto a admitir es

que si existen valores son los que comparten los individuos que participan en el

mercado, y por consiguiente, si se pueden exigir responsabilidades son las que

podrían surgir sobre la base de esos valores arraigados a los participantes.

La siguiente premisa subyace en que el principio político tras el mecanismo político

—no de mercado, como decía antes—es el de conformidad. Es decir, la unanimidad es

el principio político tras los mecanismos de mercado y la conformidad es el que está

detrás de los mecanismos políticos. Estos mecanismos son aquellas decisiones que

28

tienen que ver con la elección de alternativas y la definición de conflictos políticos. Si

los mecanismos políticos tienen que ver con estas dos cosas, el poder económico

puede ser que sea una razón necesaria para definir en último extremo los conflictos

políticos imponiéndose su criterio en favor de sus intereses. Pero no es suficiente:

también necesita más poder en el control de información para establecer la

conformidad en los procesos políticos.

El individuo, dice Friedman, debe de servir a los intereses generales-sociales, es decir,

a los intereses de la sociedad, independientemente de quién decida cuáles son esos

intereses generales, ya sea la Iglesia, un dictador o la mayoría. En cualquiera de los

posibles escenarios, lo que tiene que hacer el individuo es obedecer los intereses

mayoritarios por su arraigo con el sistema democrático.

En un sistema democrático, a diferencia de los dictatoriales, los individuos pueden

libremente votar. Cuando votan, deciden. Ahora bien: si al final de la elección pierde

la opción por la que ha votado, debe de someterse según el principio de conformidad.

El problema está en el hecho de quién es quien controla lo que decide la mayoría. La

mayoría no decide, sino que a la mayoría se le hace decidir sobre procesos selectivos

de decisión. ¿Y quién deciden sobre las selecciones? Fácil: quien tiene más dinero, es

decir, quien tiene los mecanismos de mercado y controla el principio de unanimidad.

21/03/2012

...

Dice Friedman que en la medida en que sus actividades se desarrollen en una

competencia libre y abierta, sin engaños y sin fraudes, en la medida que en las

corporaciones persigan la multiplicación de sus beneficios respetando las reglas del

juego, todo está bien.

No obstante, lo normal es que las corporaciones no respeten las reglas del juego,

recurriendo a fraudes y engaños. Veamos algunos ejemplos.

Monsanto: estableció acuerdos para explotación agraria con el reino de Sri-Lanka y

con el de Camboya forzando al gobierno de EEUU a establecer acuerdos comerciales

con ambos en 1995 y en 1996. En el año 2004 se firmó otro acuerdo similar con

Agfanistán que incluía la protección de patentes para cultivos transgénicos. En la

India se da el caso más curioso. Se repite la jugada anterior, imponiéndose el cultivo

de semillas transgénicas, pero al contrario de lo que ocurrió antes, las consecuencias

fueron ahora más dramáticas. Monsanto repite su patrón de actuación: los

representantes de la empresa venden la semilla del algodón Bt —creadas por

Monsanto, y por tanto, bajo propiedad de la empresa— bajo la promesa de

29

multiplicar sus cultivos en tierra seca. Además, alegan de las semillas transgénicas

son inmunes a las plagas de la zona. Para hacer frente al coste de las semillas, los

agricultores se endeudan con prestamistas y bancos locales. Una de las condiciones

que impone Monsanto es la prohibición de usar semillas de otras cosechas, así que

cuantas más semillas se ven obligados a comprar, más beneficio se lleva Monsanto. El

resultado fue, como informaba el New York Times en 2006 que 17.707 agricultores que

vivían del algodón, en su mayor parte empobrecidos y desesperados por las deudas

contraídas, decidieron quitarse la vida en 2003. En ese año, sin embargo, Monsanto

duplicó la venta de sus semillas transgénicas. Lo mismo hizo dos años después, en

2005. Lo peor del caso es que en esta explotación, según un estudio de la OECD

Watch, además del comité de la India y Holanda, y el Fórum Internacional de

Derechos del Trabajo publicado en septiembre de 2007, denunciaba que en las

cosechas de los años 2006 y 2007 cerca de 416.460 niños menores de 18 años, la mayoría en

cuanto al 54% menores de 14 años, eran empleados en las granjas con semillas de algodón que

vendía Monsanto que representa el 92% de la producción mundial del país. En el estado de

Gujará, con el área de producción más importante, se empleaban 175.260 niños. Varias

compañías están implicadas en esta forma de esclavitud infantil. El informe añadía que

varias compañías Indias utilizan cerca de 200.000 niños que trabajan como asalariados

para los agricultores que los subcontratan en las plantaciones con semillas Bt de

Monsanto.

¿La conducta de Monsanto no implica engaño y decepción? ¿Respeta las reglas del

juego? ¿Realiza una actuación dentro de un mercado libre o usa su influencia en un

mercado que está bajo su control? Los argumentos de Friedman no tienen cabida,

pues.

Barrick Gold Company es una compañía con base en Toronto, Canadá, encargada de

la explotación de oro. Las denuncias que ha acumulado la compañía en el último año

incluyen cargos por haber participado en la quema de 130 casas cerca de la mina de

Porgera, en Nueva Guinea Papua. Además, se la ha acusado de manipular títulos de

propiedad de Australia y Chile. También es acusada del derramamiento tóxico de

Tanzania que provocó un aumento de los índices de arsénico cerca de la mina del

norte de Mara.

Asimismo, ha sido responsable de que se hundiera entre el 56 y el 70 % de los

glaciares en la frontera entre Argentina y Chile. Cuando compañías como Barrick

hacen cosas como estas usan el fraude y el engaño, o incluso es posible que, como

dice Friedman, son resultado de respetar escrupulosamente las reglas del juego.

Otro caso es el famoso de la compañía francesa Total, que ha sido acusada de haber

construido un oleoducto en Myanmar empleando esclavos. Lo más grave fue cuando

se produjo la rotura de un barco en 1999 en la planta de Bretaña, que produjo un 30

derrame de 30.000 toneladas de petróleo. En Andalucía también ocurrió algo parecido

con la compañía noruega Boliden en Aznalcóllar.

Consecuencias de estos ejemplos:

¿Se puede o no se pueden exigir responsabilidades a las corporaciones? O mejor

dicho ¿cómo llevar a los autores de estos actos a responsabilidad? ¿Cuáles son las

condiciones que deben constituirse para la petición de responsabilidad? ¿Es o no es

necesario desde el punto de vista de la ética de los negocios y desde la ética global

desarrollar una legislación —que se empezó a llevar a cabo hace no mucho— para

controlar y exigir responsabilidad corporativa? Y si es necesario, ¿cómo se justifica?

Y sobre todo, ¿qué argumentos podemos aducir para explicar la responsabilidad

corporativa y que nos proporcionen una teoría convincente para que a las

corporaciones se las pueda acusar de delito?

¿Por qué es necesario ir construyendo una legislación que obligue a la

responsabilidad?

Una ventaja es que una legislación de estas características ayudaría a evitar la

explotación en el trabajo —niños o el uso de esclavos como mano de obra—. Se

podrían controlar incluso los sobornos y la corrupción, lo que implicaría contar con

una legislación que exigiera a las corporaciones una responsabilidad social para que

el balance y la fuente de financiación que adquieren sean eventualmente públicos y

puedan estar controlados por los ciudadanos o los gobiernos locales.

Una segunda ventaja consistiría en que al tener una legislación que exigiera

responsabilidad a las corporaciones definiría la moralidad de las reglas del juego de

las que hablaba Friedman. El gobierno arbitraría el juego y las corporaciones se

implicarían en la construcción del criterio moral de las reglas.

Una tercera ventaja, un aspecto que se está empezando a cultivar de forma

deteriorada por parte de las propias compañías, es que algunos aspectos que se

definen en la legislación referente a la responsabilidad social corporativa pueden ser

buenos para las propias corporaciones y la imagen que las mismas quieren transmitir,

aumentando su reputación, facilitando recursos humanos, encontrando más facilidad

para vender su marca en nuevas comunidades. Eventualmente, la legislación que

regule la responsabilidad podría ayudar a mejorar el beneficio de la corporación. Esto

parece indicar que, visto desde este punto de vista, un número creciente de

corporaciones desarrollan campañas de relaciones públicas vendiendo la imagen de

que la empresa suscribe los criterios de responsabilidad que las grandes compañías

definen. No obstante, en la práctica no pasa de ser una mera estrategia de relaciones

públicas con vistas a vender una buena imagen.

31

La última ventaja es que aquellas compañías que tienen un comportamiento que en la

ética del negocio se conoce como canalla o Rogue Corporation, se exponen a no

competir en un mercado que alienta que las compañías se salten las reglas para

obtener beneficios.

Frente a estas ventajas se han propuesto otras desventajas:

La primera, y más costosa, es que llevar a cabo una legislación de este alcance exigiría

una inversión adicional de las compañías en burocracia, con lo que se aumentan los

costes. Esto lleva a la compañía a subir los precios de sus productos y servicios. Se

argumenta que los costes de este tipo de operaciones podrían superar el nivel medio

que se exige a una compañía para asegurarse los beneficios.

La segunda es desarrollar argumentos más elaborados y sofisticados cuya conclusión

venga a decir lo mismo que reclamaba Friedman: la única responsabilidad de las

corporaciones es la de multiplicar los beneficios. Si esa es la única responsabilidad

real, no es una buena política insistir en tener un sistema jurídico que controle la

controle porque se argumento que lo único que haría sería publicitar más de lo

debido el único interés que, en términos reales, tienen las corporaciones: multiplicar

los beneficios.

La tercera dificultad que han encontrado es que los criterios que se han de utilizar

para verificar si las corporaciones son responsables o no, varían de corporación en

corporación, de sectores y de países —la heterogénea legislación transnacional lo

impide—. De hecho durante el proceso de globalización se ha favorecido que los

marcos legales de cada país sigan siendo distintos. Además, dicen que están siempre

en continua evolución, por lo que no hay acuerdo para definir una legislación común

que haga a las corporaciones responsables.

Finalmente, surge un problema: ¿quién debe de ser el regulador? Hay varios

candidatos. Por un lado, se traslada el papel a los gobiernos; por otro, que lo sean las

Naciones Unidas; otros, que sea el sector corporativo el que se autorregule.

Respecto al gobierno, casi todos los países tienen sus organismos destinados para ese

papel. EEUU tiene una agencia: la Comisión para Seguridades e Intercambios. Sin

embargo, la CEE parece inclinarse por una política que favorezca la responsabilidad

voluntaria de las corporaciones.

Con respecto a la ONU, es normal que los países en vías de desarrollo acudan a la

Comisión de Naciones Unidas, pero el problema es que no tiene función regulatoria,

y por tanto, está desprovista de poder para intervenir.

32

Es bastante poco probable que las corporaciones decidan definir los criterios

voluntarios que determinen su propia responsabilidad social.

Ante esto, ¿cómo se ha de entender el funcionamiento de las corporaciones para que

se puedan exigir como agentes responsables?

Parece ser que la responsabilidad no plantea demasiados problemas filosóficos o

jurídicos a la hora de evaluar la responsabilidad social o criminal de un individuo. El

problema es que las corporaciones no son individuos, o al menos, en la legislación

europea. Y si se consideran como tal, siguiendo la legislación de EEUU, las

corporaciones suelen utilizar grandes recursos jurídicos para que lo que en un

principio es un beneficio que favorece los intereses de la corporación al ser

considerada una persona física, no se convierta en una dificultad cuando la misma

consideración tenga que responder por las acciones que lleva a cabo.

Las corporaciones, se suelen presentar en las controversias jurídicas, como una

entidad moral —a pesar de ser física en la legislación americana— que es distinta del

conjunto de los miembros que la forman. Según este argumento, las corporaciones no

se pueden considerar como moralmente responsables, o no con la misma extensión

que a la manera que lo serían los individuos que son juzgados y condenados por sus

acciones.

Sin embargo, el sentido común nos dice que cuando menos podemos distinguir 2

sentidos de la palabra responsabilidad cuando la queremos aplicar a las

corporaciones:

1. Si una corporación es responsable, implica determinar cuáles son las personas de

la corporación que son responsables ante los accionistas.

2. A quién se atribuye la responsabilidad una vez que se ha producida la acción que

se considera delictiva, ilegal, desastrosa o criminal. Lo que a nosotros nos interesa

no es determinar el sentido de responsabilidad del primer sentido, sino si es

posible plantear un argumento que eventualmente se le pueda atribuir a la

corporación cuando ha hecho un acto delictivo.

Para desarrollar este tipo de argumentos, podríamos plantear tres cuestiones:

1. ¿Por qué la responsabilidad de una corporación es importante? ¿Por qué merece

la pena desarrollar teorías, argumentos y legislaciones que exijan responsabilidad

corporativa?

2. ¿Podemos considerar a las corporaciones como agentes morales distintos?

33

3. ¿Tienen las corporaciones la capacidad de causar acciones o de tener creencias o

intenciones —incluso de tener conciencia—?

¿Por qué la responsabilidad de una corporación es importante?

Parece ser que en esta discusión, central en la ética de los negocios, hay dos

concepciones:

1. Argumentar que las corporaciones sí se entienden como entidades son

responsables por el fraude que realizan en el gobierno local.

2. No sólo es necesario castigar a las corporaciones por los delitos que cometen, sino

que también es necesario castigar a los actores que llevan a cabo las acciones de la

corporación, y deben ser considerados penalmente responsables.

Esta pregunta tiene implicaciones importantes para aquel que es condenado, ya que

no es igual que sean castigados los individuos o que lo sea el grupo o la propia

corporación. Además, es importante porque si examinamos la función que tienen los

castigos en la legislación penal, éstos funcionan con carácter disuasorio: cuanto más

se pena una acción, más argumentos hay para no hacerla.

Por otro lado, si se considera responsable sólo al grupo o a la entidad, entonces los

miembros que forman parte del consejo directivo de la corporación aparentemente no

tiene nada que ver con la comisión del delito de la misma. Por consiguiente, no son

responsables.

Dicho esto, veamos qué argumentos se han dado en la legislación más reciente para

presentar a las corporaciones como entidades.

Cuando se habla de las corporaciones como entidades, se usa la palabra colectivismo.

Básicamente, las asunciones básicas que se encuentran en la concepción colectivista

son las siguientes:

1. Las corporaciones son entidades. Si son entidades, pueden actuar en el mundo. Si

pueden actuar en el mundo, pueden actuar con independencia de los individuos

que forman el cuerpo directivo. Pero si las corporaciones no son entidades,

entonces la responsabilidad corporativa es la misma que la responsabilidad

individual, lo cual es esencial para aquellos que quieren defender la idea de

corporación como entidad, y con ello, trasladar la responsabilidad a las

corporaciones, no así a los individuos que las conforman. El clásico argumento

que se construye en este sentido es el siguiente: las corporaciones son algo

diferente a los individuos que la configuran porque hay ciertas propiedades que

se pueden atribuir a la corporación pero no a los individuos. Ahora bien, puesto

que tiene sentido atribuir estas propiedades, debe existir algo diferente a los

34

individuos a lo que se le puedan atribuir estas propiedades. Por lo tanto, al haber

algo a lo que se le atribuye, las corporaciones son distintas a los individuos que la

conforman.

23/03/2012

Se ha argumentado que las corporaciones persiguen fines, y que tienen una política

que definen y en base a la cual actúan. Los empleados de la propia corporación hacen

un trabajo que se subordina a esos fines y esa política. De hecho, los intereses de los

empleados está en gran parte definido por los intereses corporativos. Se supone que

el comportamiento de los empleados como empleados debe ser hasta cierto punto

consistente con los intereses que persigue la corporación. Nadie que sea vegetariano

trabajaría en McDonalds del modo que un antimilitarista se pondría a trabajar en

Casa.

La posición de la que parte esta concepción la sugirió el propio Kenneth Gailbraith,

sugiriendo que el ejercicio interpersonal del poder, es decir, la interacción de los

miembros de la corporación entre ellos mismos es lo que viene a definir lo que él

llamaba la personalidad corporativa. Gailbraith no usa esa expresión al modo de

metáfora, sino que lo que permite hablar de personalidad de las corporaciones está

marcado por los fines y políticas de las propias corporaciones.

Así que si tiene sentido afirmar que las corporaciones tienen personalidades, se sigue,

según el argumento de French —un autor representativo de la visión colectivista—

que las corporaciones se comportan racionalmente, que además tienen intenciones

deliberadas. Si se comportan racionalmente y tienen intenciones deliberadas, no hay

inconveniente moral en entender a las corporaciones como entidades moralmente

responsables.

Para justificar su conclusión, French argumenta que quienes niegan el carácter

colectivo de las corporaciones suelen perder de vista la estructura de decisión interna

corporativa o EDIC.

EDIC consiste en dos componentes que convierte a la corporación en una entidad

real:

1. Las funciones y las responsabilidades que distribuye la carta jurídica de la

corporación —los estatutos de la empresa—. Así, dentro de una estructura se

ofrecen razones para entender que la corporación actúa de acuerdo a los índices

de responsabilidad.

2. La política que persigue la propia corporación o las normas y las regulaciones.

35

Según esto, la EDIC nos dice exactamente qué posición ocupa cada individuo dentro

de la corporación. De aquí se sigue que cada corporación crea su propia imagen o una

política general característica de esa corporación que la distingue frente a otras

corporaciones. Por lo tanto, cada corporación lucha por definir una imagen externa y

que ésta sea considerada como un signo distintivo de la política que persigue esa

corporación frente a otras. En consecuencia, la EDIC cumple un papel de definir una

corporación como un ser vivo con la capacidad de actuar, sentir e incluso capacidades

antropomórficas.

Esta política general de la corporación se llama en la ética corporativa como la

creencia básica de la corporación, es decir, los principios a los que apela. Nike, por

ejemplo, apela a la integración de la mujer en los eventos deportivos.

Esto no es sólo una obra de márketing comercial. Lo que constituye la creencia

fundamental de la corporación se usa dentro de la misma como un criterio de

decisión para saber quiénes son los que actúan al por la corporación y quieres lo

hacen en contra. Si es un criterio distintivo, entonces hay que asumir una cierta

entidad en la corporación.

French concluye según esto que tiene sentido considerar a una corporación como un

agente moral responsable por las acciones que lleva a cabo, sólo en la medida en que

uno perciba que la acción colectiva de la corporación es una conclusión de la EDIC

que es aceptada por sus empleados.

Teniendo esto en cuenta, una de las implicaciones que se siguen de la visión

colectivista es que las propias corporaciones, con independencia de la teoría que uno

utilice para explicar la acción corporativa, es que las propias corporaciones trabajan

para dar un sentido antropomórfico a su actuación, incluso para cosificar su propia

identidad.

Es conveniente para la propia corporación que sea vista como una entidad, y la

propia estrategia de esta trabaja para que el público la perciba como un ser vivo. Así,

aquellos que trabajan en los departamentos de RRPP de las corporaciones saben que

el marketing de la corporación se beneficia extraordinariamente cuando la audiencia

la ve como un ser animado con entidad propia.

De hecho, Naomi Klein habla sobre la marca o brand como la entidad de la

corporación. Entender las corporaciones como marcas es entenderlas como entidades.

La corporación es una persona con la capacidad de actuar, visto de este modo. Y como

tal, tiene sentido preguntar quién es y qué quiere.

Así, se ha llegado a decir que las corporaciones entendidas como marca tienen alma.

Por eso, Klein habla de la expresión No logo como una acción de rebeldía.

36

Pensemos en las marcas como aquello que le permite a una corporación crear un

vínculo intelectual y emotivo con aquellos grupos de los que depende. En esencia, lo

que Klein enseña es que el éxito de las corporaciones depende de la comprensión que

los demás tengan en ellas.

A través de una marca, la corporación establece un vínculo con la gente de la que

depende, es decir, consumidores, empleados, accionistas e incluso, los responsables

políticos que regulan la actividad corporativa. Eso es lo que en realidad hace casi

inmune a las corporaciones, según Klein.

En el extremo opuesto, se puede ver el esfuerzo de otras corporaciones para que la

corporación sea percibida como un individuo real como KFC o General Mills

Corporation, que tiene en Betty Crocker a su imagen.

El hecho de que los responsables del marketing político se esfuercen por cosificar la

corporación forma parte de una estrategia de RRPP. Como suele ocurrir con

conceptos cosificados, la corporación representa de una manera concreta y definida el

mensaje que la corporación quiere que se perciba de ella. Y un logo no es ni más ni

menos que eso: la filosofía de la corporación.

Lo que se encuentra detrás de esta tendencia a cosificar las corporaciones es que la

gente no se dé cuenta de qué es realmente una corporación. Desde el punto de vista

jurídico, una corporación es un constructo legal o jurídico, como existen otros.

Cuando se habla del logo de la corporación, lo que hace esta es que la gente no

perciba qué es lo que persigue la propia corporación.

28/03/2012

Cuando se habla de responsabilidad moral se asumen dos criterios de decisión:

1. Actus Reus: que el sujeto que actúa pueda llevar a cabo acciones. Ser moralmente

responsable significa en primer lugar ser capaz de actuar en el mundo.

2. Mens Rea: que el sujeto tenga la capacidad vinculada a los procesos cognitivos de

concebir o proyectar, es decir, deliberación. Se habla de la capacidad que se le

atribuye a los seres humanos de llevar a cabo acciones con intención. Lo que

distingue las acciones voluntarias de las involuntarias es la deliberación de llevar

a cabo esas acciones.

Hay que asumir, por tanto, desde el colectivismo, el primer criterio de actuación, o

que las corporaciones pueden actuar en el mundo, alguien que nadie pondría en

duda. En los casos más aberrantes de actuaciones corporativas, se demuestra que

efectivamente pueden llevar a cabo acciones. La cuestión yace en la idea de saber si la

corporación, como entidad aparte de los individuos, tiene la capacidad de actuar.

37

Las corporaciones, además, de alguna manera, están dotadas de una cierta

intencionalidad, y que lejos de ser metafórico, deben asumir que tienen una cierta

conciencia de intención. Según la concepción colectivista, las corporaciones satisfacen

el primer y el segundo criterio, por lo que se les puede considerar la capacidad de

actuar con responsabilidad moral.

Este argumento, sin embargo, no es concluyente: está abierto a algunas objeciones. El

objetivo es comprobar si las corporaciones son o no son agentes morales, con lo que se

asume la capacidad de actuar en las corporaciones. Las objeciones serían:

1. Asumir que las corporaciones tienen la capacidad de actuar se basa en dos errores

lógicos. Velasques dice que el primer error es similar al que se infiere de la idea de

que las corporaciones son algo diferente a los individuos que las componen. Así,

el hecho de poder describir una acción como el resultado de una cierta

colectividad y que no le podamos atribuir una responsabilidad individual a los

sujetos que la componen no es una razón para creer que las corporaciones tengan

la capacidad de actuar Actus Reus: la corporación como corporación no tienen

porque recibir el peso de la relación causal de llevar a cabo una acción. Incluso

asumiendo que las corporaciones tienen una carta que regula sus actuaciones, ésta

no es un motivo de peso, la que los que actúan son los individuos que forman

parte de la corporación, y no la corporación en sí.

2. Asumir que pensar que si no podemos describir una acción en referencia al agente

que la lleva a cabo no significa que el agente no pueda realizarla. El peso moral de

la acción cae entonces sobre el agente efectivo de la acción.

En relación al presupuesto Mens Rea también encontramos ciertos errores en el

planteamiento. No podemos suponer que las corporaciones tengan una cierta

intención con una proyección determinada. Si en un sentido podemos decir que una

corporación tenga la intención de proyectar una imagen, sólo podemos afirmar esto

en sentido metafórico. En ese sentido, la intención de la corporación es diferente a la

intención de los individuos de los integrantes del consejo ejecutivo de la corporación.

Esto no debe, sin embargo, llevarnos a suponer que la corporación tiene una cierta

conciencia o una cierta intención. Por lo tanto, en este sentido, las corporaciones no

tendrían Mens Rea.

Las corporaciones no se pueden considerar como sujetos con responsabilidad moral.

La responsabilidad de las corporaciones no es de la corporación, sino de los

individuos que la forman. Por eso los argumentos que se emplean en La Corporación

son interesantes, a la hora de considerar que los responsables de las acciones son los

integrantes de la corporación.

38

Balkan argumenta que las corporaciones fundamentan son seis rasgos distintivos de

la psicopatía, la cual está ligada a los individuos que las forman. Siguiendo el

diagnóstico clínico que Balkan coge directamente de Robert Hare, se plantean seis

tendencias de la psicopatía:

1. Un despiadado desinterés por los sentimientos de los demás, que se manifiesta en

una ausencia de empatía, es decir, que no tiene la habilidad emotiva de sentir

dolor por el sufrimiento que causa en los demás.

2. Incapacidad de mantener relaciones duraderas, debido a la naturaleza superficial

y cambiante de las emociones.

3. Manifiesta los psicópatas un desprecio temerario hacia la seguridad de los demás,

que por regla general conduce a un rechazo generalizado para asumir

responsabilidad ante las acciones que uno lleva a cabo.

4. El engaño; el uso repetido de mentiras y artimañas con objeto de aumentar los

beneficios corporativos.

5. Incapacidad psicológica de experimentar culpa o remordimiento.

6. Egocentrismo y grandiosidad, que es la responsable de la incapacidad que sufren

para conformar su conducta a normas sociales o a patrones de actuación

socialmente admitidos.

Con esto, sacamos varias conclusiones. Esto no significa que todos los individuos que

trabajen en una corporación sean psicópatas, sino que hay que asumir un patrón de

comportamiento institucional que reproduce literalmente el de los psicópatas y que

además reciben una sustanciosa recompensa económica si se someten a ese patrón. El

patrón social característico del psicópata, por tanto, no es de la corporación, sino de

los individuos que actúan como tales.

En 2005, dos profesores británicos de psicología llamados Board y Fritzon publicaron

un estudio realizado sobre el comportamiento de 39 gerentes y altos cargos de las

empresas de UK más importantes, en el que demostraron según sus pruebas que los

pacientes del psiquiátrico de Broadmore que habían sido condenados por serios crímenes y

estaban encarcelados igualaban o superaban resultados psicopáticos de los gerentes y

altos cargos en ciertos referentes. Los experimentos también demostraban que en

relación a esos criterios o referentes —a las tendencias psicopatológicas de los presos

—, los altos ejecutivos de las corporaciones batían incluso al subconjunto de pacientes que

habían sido diagnosticados con desórdenes psicopáticos de la personalidad.

Una corporación, independientemente de su personalidad jurídica, no es un ente

colectivo con la capacidad de tomar sus propias decisiones. Para empezar, es

39

propiedad de sus accionistas, y el interés de la corporación es el mismo que el de sus

accionistas, por lo que su política está definida por las decisiones de sus propietarios,

que son las que regulan cuáles son los objetivos y el patrón de actuación de la

corporación. La responsabilidad de las acciones de la corporación no es de la

corporación, sino de quienes dirigen la corporación.

Así pues, extremando el argumento de Balkan, si el patrón de actuación de las

corporaciones coincide con el de los psicópatas, habría que aceptar que los rasgos

distintivos de los altos puestos con los mismos que los de ésos.

Las perspectivas psicológicas de quienes no tengan esos rasgos pero tengan que

trabajar en la corporación, tendrán que afrontar un dilema moral. Debe elegir entre

dos conjuntos de valores contradictorios: por un lado los valores corporativos y por

otro los valores personales; puede renunciar a sus valores morales o renunciar a los

beneficios económicos de la corporación.

La salida, según Hurt, es la esquizofrenia.

La esquizofrenia es la salida para aquellos que, careciendo de las características del

psicópata se quede en la corporación y trate de conservar el respeto moral que

demandan sus acciones. El doctor Jeckyll no es consciente de lo que hace Mister

Hyde. Es la versión pura de la dualidad de la mente de un sujeto que se disocia en

dos. Los valores humanos y la moralidad sobreviven al ataque de la patología

corporativa únicamente a través del cultivo de la esquizofrenia.

La solución del dilema puede ser perversa: o asumir la esquizofrenia como la única

vía de escape, o mantener la integridad moral, a riesgo de perder el empleo. Pero

dado que no se puede perder el empleo, habrá que asumir la esquizofrenia.

Veamos el caso de LB Campbell, de Textron, quien ganó más de 47 millones de

dólares durante 2005 en beneficios y compensaciones. La compañía fabrica las

bombas de racimo tipo CBU-105, que además están prohibidas, a pesar de que se

usaron en la operación Libertad Iraquí. Es probable que Campbell, asumiendo que no

llegara a la esquizofrenia, que los 10 millones de dólares que sacaba cada año

amortiguaran el remordimiento de conciencia que no debió sentir.

Ante esto hay que entender que la actuación corporativa implica amoralidad y que

las decisiones políticas no se rigen por normas del derecho público internacional. Uno

de los grandes desafíos de hecho de la ética global es justamente el creciente poder de

las corporaciones.

40

Las guerras presentan la ventaja de ser un campo de pruebas para contrastar la

eficacia del armamento que venden las corporaciones. Naturalmente es una gran

oportunidad para conocer de cerca las innovaciones del mercado de las armas.

30/03/2012

estoy más espeso que un chicle de cemento, así que los apuntes de hoy los recuperaré de otro

compañero. disculpen las molestias :(

11/04/2012

La empresa Raytheon fabrica una bomba de racimo que recibe el nombre de JSOW.

De cada 4 víctimas que causan estas bombas, una es un niño. Hay dos versiones: la

AGM 154-A y la AGM 154-B. La primera tiene una submunición que funciona cuando

se arroja al modo de una mina antipersona; la segunda, es una bomba que se usa para

abrir la coraza de los tanques. El hecho de que se lanzaran sobre Irak este tipo de

bombas es un éxito de las corporaciones que participaron, especialmente, de la

Raytheon, que coloca su producto en el mercado. Se cree que se usaron 253 bombas

de este tipo. Debe ser, por esto, uno de los factores por el que el consejero delegado de

Raytheon, William Swamson, lograra unos beneficios de 27 millones de dólares en

sólo cuatro años, desde 2002 a 2005.

El lema de la compañía es el éxito del cliente es nuestra misión, lo que significa que la

misión de la empresa es que las bombas de racimo asesinen al mayor número de seres

humanos posible. Swamson llega a decir que es una empresa con valores, con

integridad, compromiso e interesada en la gente. Pero, la gente en Raytheon tiene un

valor muy especial, como podemos comprobar.

Ua prueba de la dignidad con la que Raytheon trata a la gente se observa en el

número de municiones que estas bombas dejó en Irak. La asociación MiniTech

International —una ONG que limpia campos de minas y restos de munición—

elaboró un informe en 2004 que dice que entonces aún existía en Irak un millón de

toneladas de municiones diseminadas, equivalente a más de la mitad del almacén de

la máquina militar americana, sin incluir los campos de minas.

Habría que concluir que para la gente como los directores de las grandes

corporaciones del complejo militar industrial, la promoción de conflictos bélicos es un

medio más para maximizar los beneficios de las corporaciones. En términos

corporativos, un conflicto bélico es simplemente una oportunidad para vender el

producto, de manera que en la lógica aséptica del negocio corporativo lo que de

verdad cuenta es la rentabilidad de la corporación.

41

Esto es un gran negocio, y para que funciones, se requieren inversiones. La falta de

escrúpulos ante el daño de este producto se demuestra en la inversión que hacen los

grandes bancos a las empresas que fabrican este tipo de armas.

Las principales entidades financieras de Reino Unido, que apoyan el desarrollo

sostenible y los derechos humanos —como Barclays, el Haliffax o el Banco Real de

Escocia—, financian directamente la producción de uranio empobrecido y bombas de

racimo a través de créditos sindicados a empresas como el Grupo VT o Cobham, así

como Meggit.

De acuerdo con un informe de War On Want del año 2008, Barclays es el banco con

más acciones en el sector de armas globales de todo el mundo. En marzo de 2005,

Raytheon aseguró un préstamo de 1.700 millones de euros en un crédito sindicado en

el que, entre otros bancos estaba el Banco de América, Barclays, el Banco de Nueva

Escocia, JP Morgan Chase y, oh patria, el BBVA.

El BBVA también proporcionó en enero de 2005 unos 1.500 millones de euros a la

francesa Tales. El Banco de Santander participó en un crédito sindicado con 45

millones de euros a la empresa ADS, holandesa con capital francés. En este préstamo

también intervino el BBVA, que proporcionó 120 millones de euros. El total del

préstamos sindicado fue de 3.000 millones de euros.

Estos créditos son la prueba de que la venta de armas es un negocio, por lo que

promueven indirectamente los conflictos bélicos. Ante esto, ¿dónde está la moralidad

de un banco?

Si asumimos el principio moral de la libertad, entonces tenemos que concluir que

para las corporaciones la libertad es el poder de invertir. Considerando el lugar de

privilegio que ocupan y el poder que tienen para definir tratados internacionales, así

como el poder económico que tienen en los lobbies y su consecuente influencia

política en los gobiernos, y concluyendo la capacidad que tienen de construir

enormes conglomerados empresariales que determinan las economías, se sigue que

libertad para la corporación es libertad para explotar, para crear conflictos bélicos,

para crear desigualdad sociales, miseria y paro, así como para crear injusticia social.

En el nombre de la libertad, las grandes corporaciones no se regulan: los bancos

tienen el poder de determinar la deuda de los estados, creando nuevas inversiones

tóxicas. En nombre de la libertad se recortan los impuestos a las fortunas más grandes

y se aumentan los impuestos de los más pobres. En nombre de la libertad las

multinacionales pueden invertir millones y financiar lobbies corporativos. Gracias a

esta financiación se pueden parar legislaciones, definir otras en favor de las

42

corporaciones financieras y, resumiendo, en nombre de la libertad, el rico tiene

derecho a explotar al pobre.

El gran conflicto político de nuestro tiempo se puede caracterizar como una lucha o

como dos reivindicaciones contradictorias: la libertad positiva y la libertad negativa.

La positiva es el tipo de libertad que reivindican las grandes corporaciones, con vistas

a generar más beneficios. La negativa es la que crea argumentos con los que limitar el

poder de la libertad positiva de la que gozan las grandes corporaciones.

Libertad negativa es la libertad que uno tiene para actuar sin que nadie interfiera en

tu acción, y libertad positiva es libertad de inhibición, es decir, el poder que se

consigue saltándose a la torera los límites sociales, jurídicos, psicológicos o políticos.

Berlin explicaba cómo la libertad positiva había sido objeto de abuso por parte de las

grandes tiranías, como la Unión Soviético, y retrataba la brutalidad de los gobiernos.

También explicaba el tipo de filosofía que se encontraba detrás de la coacción de los

gogiernos soviéticos. La idea es que uno tiene que someterse a la voluntad general y

seguir el patrón inexorable de la historia, ejerciendo este papel el partido bolchevique.

Es difícil pensar que la actividad de los hombres pueda ser tan completamente

privada para que no llegue a afectar o a obstruir la vida de otros de una manera o de

otra. Así, la libertad de la que gozan unas personas, y en particular, la libertad

positiva de algunas corporaciones, debe ser limitada. De este modo, los argumentos

se empiezan a cargar de hilado de libertad negativa: algo hay que hacer para saber

cuáles son las limitaciones a imponer y con qué objeto, que no es otro, que proteger a

los pececillos frente al lucio.

La libertad que tiene un poderoso para utilizar su puño y golpearle debe de acabar

justamente antes de que toque mi nariz, porque si no, tengo un problema: el poderoso

no puede golpearme.

De hecho, la libertad negativa que exigimos de que no se nos golpee en la nariz es lo

que poco a poco se está poniendo de relieve en los grandes movimientos civiles, como

el Occupy Together o el 15M.

La libertad, así entendida, puede entrar en conflicto con otros valores. Una de las

consecuencias que se aprenden leyendo a Berlin es que no se puede hablar de valores

absolutos, de modo que cuando la libertad se entiende como un valor absoluto, puede

entrar en conflicto con otros muchos valores de la vida humana y social.

Así, si la libertad de la nación o el grupo social depende de la miseria que padecen un

gran número de seres humanos, entonces el sistema que promueve esta miseria y que

garantiza mi felicidad debe ser considerado inmoral e injusto. Si se aplica este

43

argumento al funcionamiento de las grandes corporaciones es imposible equilibrar la

gran maximización de beneficios con la miseria que genera. Algo debe haber de

inmoral e injusto cuando se promueve esta balanza. En teoría, debería ser el estado

quien tenga el poder para imponer restricciones, sobre todo sobre las libertades que

interfieren en las libertades de los demás, o por lo menos en las que entran en

conflicto con la justicia, con la humanidad o con la felicidad de las personas. De esta

manera, sin la implicación del Estado, las grandes y poderosas corporaciones

literalmente disponen de la libertad positiva para virtualmente llevar a cabo lo que se

les antoje. El problema es que los libertarios de la derecha no reconocen el conflicto, y

no sólo eso, sino que además lo niegan, ya que reconocer el conflicto implica, como

argumentaba Friedman, interferir en la libertad de las grandes corporaciones. La

asunción básica que hay tras la argumentación de los libertarios de la derecha es que

la libertad es igual para todos, pero en realidad no lo es.

La asunción que hay tras esto es pensar que la misma libertad afecta a todo el mundo

de la misma manera. Las corporaciones reclaman la libertad para crear conflictos

bélicos y no regularse financieramente; para explotar recursos y trabajadores; e

incluso, para matar. Además, insisten en que cualquier intento de limitar esta libertad

que ellos reclaman implica tiranía. Dicho de otro modo: cuando se plantea así la

cuestión, lo que manifiesta este planteamiento es que las grandes corporaciones no se

dan cuenta de que existe un conflicto entre la libertad del lucio frente a la libertad de

las carpas.

La nueva ideología libertaria de la derecha se puede ver así como una especie de

disfraz que adoptan aquellos que adoptan aquellos que defienden la necesidad de

disponer de la libertad positiva para seguir explotando sin límite ni restricciones su

entorno. A lo que asistimos es al desmantelamiento de los derechos sociales, sino de

lo que es peor: de la posibilidad de reconocer el ejercicio de derechos subjetivos que

históricamente ha sido vinculada con la defensa de los ciudadanos dentro del estado

nacional, quien ya no es poderoso como defensor de derechos civiles.

Los libertarios de la derecha pretenden que sólo el Estado tenga la potestad de

intervenir en nuestras libertades, pero ignoran el papel de los bancos, de las

corporaciones y de los ricos, para convertirnos en menos libres. Las corporaciones,

así, abusando del concepto de libertad positiva, argumentan que el Estado no tiene

derecho a limitar su libertad para proteger la libertad de la gente que es explotada

como consecuencia del ejercicio de la libertad que desarrollan los poderosos.

La conclusión es parecida al doble lenguaje del que hablaba Orwell: la libertad es un

instrumento de opresión.

44

La libertadTema 3

1. La libertad de la riqueza

Cuando se explica la teoría de la esclavitud, surge un concepto muy particular de

libertad que no podemos considerar ni como un prototipo o un elemento de libertad

positiva ni como de libertad negativa. Si queremos entender qué significa el poder de

la riqueza, hay que considerar una serie de elementos. El concepto de la libertad de la

riqueza es la ausencia de dominio. No es ni libertad positiva ni negativa.

Una de las grandes contribuciones del derecho romano es el digesto. El digesto es una

colección de leyes romanas del tiempo de Ulpiano en el siglo III dC, donde se agrupa

todo el derecho romano. Para los filósofos del XVII, especialmente para un grupo de

pensadores que escribieron entre 1649 y 1660, fue el digesto toda una fuente de

inspiración. En esa época, se toman algunos de los conceptos clásicos del digesto para

consolidar el concepto de libertad republicana.

El concepto de esclavitud se discute inicialmente en el digesto bajo un título que se

llama De Statu Hominis, o sobre el estado del hombre. En él, se hace una distinción

fundamental dentro del derecho de personas entre aquellas que son libres y aquellas

que son esclavas. Dice que hay una división fundamental sobre el derecho de las

personas o en relación a ello, según la cual todos los hombres o son libres o son

esclavos. En esta sección, el concepto de libertad se suele definir en contraste con la

condición de libertad. Frente al hombre libre, se dice, el esclavo es aquel que contrario

a la naturaleza se convierte en una propiedad de otro —recursos humanos—.

La pregunta fundamental ante esto es qué es lo que hace que un esclavo no sea libre.

Lo normal es que cuando se intenta dar respuesta lleguemos a la conclusión de que

no es libre porque su ausencia de libertad surge del hecho de que está de alguna

manera obligado a actuar en contra de su voluntad o de que existe sobre él una fuerza

coercitiva que le obliga a actuar de una manera en la que no quiere. Sin embargo, y

aquí yace lo más interesante del digesto, esta no es la manera en que se entiende la

noción de esclavitud en el derecho romano. Se reconoce que los esclavos, al ser

propiedad de otro, naturalmente pueden ser sometidos a coacciones. En

consecuencia, el propietario del esclavo posee los recursos físicos para obligarlo a

actuar de la manera que él quiera. Esto, sin embargo, no define la esclavitud. En una

comedia de Plauto llamada Mostellaria, veremos que el esclavo Tranio se vanagloria

45

de que es libre, porque su amo nunca lo oprime. Como casi siempre está ausente, es un

hombre benevolente, por lo que nunca ha sufrido una opresión de su amo. Así, el hecho

de que un esclavo como Tranio diga eso, se deduce que la concepción de la escalvitud

no se entendía en condición de no usar la opresión o el castigo para obligar al esclavo

a hacer algo.

Así que si queremos explicar en qué sentido un esclavo no es libre, no es suficiente

decir que está sometido a coacción: hace falta decir algo más.

Para entender esta noción, el digesto, en esa misma sección, distingue dentro del

derecho de personas. La distinción es aquellos que son o no son de Svi Iuris, o de

derecho propio, es decir, aquellos que están sometidos a su propia jurisdicción o no lo

están. Esta distinción nos permite entender en qué consiste la no libertad de la

esclavitud o ser verdaderamente esclavo.

Entre los ejemplos que cita el digesto de aquellos que no están sometidos a su propia

jurisdicción están los niños y los esclavos. Dice que aquel que carece de libertad se deriva

del hecho de estar sometido a la jurisdicción de otro. Esto resuelve la aparente paradoja del

esclavo Tranio. De esta manera, un esclavo puede en ocasiones puede hacer

literalmente lo que le da la gana, pero esto no lo convierte en un hombre libre, pues

está sometido a la jurisdicción de otro: la esclavitud del esclavo reside en el hecho de

que está sometido a la jurisdicción de otro.

Ser esclavo, según el digesto, es estar bajo la potestad, o in potestate, de alguien. Estar

bajo el poder de otro era una situación moralmente vergonzosa. Se utilizaba una

palabra para referirse a ello: obnoxius, vergonzosa. Significaba que esa persona tenía

que responder de sus acciones ante aquel que tenía dominio sobre ella. También

significaba obnoxius que una persona dependía de la voluntad de otro, que era lo que

se intentaba describir cuando se decía que los esclavos estaban a merced de sus amos.

De hecho, en la obra de Tácito hay referencias a este tipo de situaciones, diciendo que

los esclavos carecen del poder para prevenir el daño que aquel del que depende le

pueda hacer.

Así, una persona es esclava cuando lo que puede hacer viene determinado por el

poder que otra persona hace sobre ella. Estrictamente hablando, si entendemos la

libertad como ausencia de dominio, eso no es ni libertad positiva ni negativa. Berlin

cuando define la distinción entre ambos tipos de libertades asegura que la ausencia

de dominio puede ser entendida como libertad positiva, ya que estipula quién es

quien tiene que mandar; también puede decir que la libertad como ausencia de

dominio es negativa. Pero, como en el caso de Tranio, uno puede ser esclavo, gozando

de libertad negativa, y estar sometido por otro.

46

Si examinamos la noción de dominio, veremos que hay una diferencia entre riqueza y

habilidad para tener y ejercer potestad o poder. Así, la riqueza sirve como una fuente

de poder eventualmente —el más rico es el que más puede—, y el que más potestad

tiene es el que más inversamente crea más riqueza; cuanto mayor es mi habilidad

para ejercer potestad, mayor es mi poder para crear esclavitud. Un aumento de la

riqueza implica un aumento de servidumbre, por lo tanto.

La libertad política no se puede entender como libertad positiva o negativa

exclusivamente, ya que se tiene que entender como libertad para ejercer dominio, es

decir, para tener potestad sobre otro.

La segunda estrategia que se plantea es la siguiente pregunta: el esclavo en Roma

sabía que era esclavo, pero ¿por qué los esclavos modernos no se dan cuenta de que

no son esclavos?

18/04/2012

El sistema de democracia representativa se basa en una ilusión, a saber, el hecho de

que el que vota piensa que lo hace hacia sus representantes, quienes supuestamente

ejercen sus decisiones. De este modo, para que se perciba esta situación como legítima

debe creerse que las decisiones del gobierno satisfacen verdaderamente los intereses

de la mayoría.

Es necesario que la élite corporativa que ostenta el poder controle las fuentes de

opinión pública para que construya el consenso o las ilusiones necesarias con el fin de

ocultarle a la población los verdaderos intereses que promueve el poder. La idea es

mantener al rebaño enloquecido, según dijo el padre Niebuhr en los años 30.

El resultado es que gran parte de la población vive bajo la ilusión de que el poder del

gobierno se sustenta sobre un genuino sistema de representación, sin que sea capaz

de percibir el alcance que ejerce sobre ella la élite corporativa.

La intromisión de agentes sociales que intenten impedir el desarrollo de juicios libres

se considera una injerencia injustificable a la libertad de criterio que tiene todo

ciudadano.

Que un país como España, con unos 47 millones de individuos, se pueda gobernar sin

que el estado despliegue el uso de la fuerza física para someter a sus habitantes es un

hecho singular, ya que pone de manifiesto la eficacia que otros medios de control más

sutiles. Chomsky dice que la propaganda es a la democracia lo que el garrote a las

dictaduras, lo cual pone de relieve la efectividad misma de la propaganda, ya que

mientras el garrote te duele cuando te golpea, la propaganda logra su propósito sin

que los individuos lleguen a percibir la eficacia de los medios de control que tiene a

47

su disposición para educar las percepciones públicas para que el rebaño enloquecido

acepte las decisiones que en su nombre toma el gobierno.

La cuestión decisiva en la teoría de la representación política sigue siendo la de saber

qué intereses representan aquellos quienes representan los intereses del pueblo.

Gracias al mecanismo de la fabricación del consenso, es posible hacerle creer a la

población que las decisiones del gobierno representan realmente sus intereses. Un

caso clásico está en la Constitución americana y posteriores hasta el siglo XIX, según

la cual, los representantes del pueblo eran sólo quienes tenían derechos de propiedad:

las decisiones políticas eran tomadas por aquellos que satisfacía un tope en la renta

anual. En nuestro país, la renta venía definida por las propiedades del diputado que

se presentaba en las Cortes. En uno y otro caso, en este contexto quienes

representaban al pueblo realmente representaban a quienes, como ellos, tenía una

renta mínima, de modo que usaban la política como un instrumento para proteger y

promover los negocios vinculados a su renta. El principio de la democracia

representativa que se ha mantenido incuestionado lo expresó John Jay: la gente que

posee el país debe de gobernar.

En cuanto al resto de la población, es decir, quienes no poseen el país, la asunción

común es que el pueblo es una gran bestia, que no pudiendo manejar sus propias

riendas es demasiado vulgar para preocuparse por cuestiones de gobierno. Así, la

democracia representativa sólo se centra en cuestiones de renta mínima como para

ocupar un escaño. En la práctica, esto significaba que apenas el 0,001 por ciento de la

población decidía sobre las condiciones de vida del resto del país, que a juicio de sus

propios gobernantes, debería siendo demasiado estúpido para gobernarse a sí mismo.

La teoría más clásica sobre cómo hay que gobernar un estado procede de Walter

Lippmann, un periodista que escribió en 1921 un libro muy influyente Public Opinion.

Lippmann defiende que en lo que atañe el interés público es preciso crear el consenso

en favor de la cohesión social. Pero, ¿qué es la cohesión social?

La premisa que se encuentra tras la idea de Lippmann es que el interés común,

debido a la complejidad del proceso de información y de recolección de datos, no es

algo que resulte muy claro a todo el mundo. Así, es necesario que aquellos que están bien

informados suministren los elementos que permitan hacerse una idea del interés

público, que como dice Lippmann, la mayor parte de la población ni entiende ni está

muy interesada en saber, aún cuando el interés común afecte directamente. Como los

demócratas del XVIII, Lippmann creía que el pueblo era incapaz de gobernarse. Por

consiguiente, era impensable que la democracia representativa se concibiera como un

proceso de participación del pueblo en los procesos de deliberación política. Para ello,

argumentaba que la masa no es un organismo, de modo que es incapaz de pensar.

Para justificar este argumento, Lippmann dice que esto no se debe a que la multitud de 48

las mentes sea necesariamente inferior a la de sus dirigentes, sino a que el pensamiento es la

función de un organismo, y la masa no es un organismo, por lo que la masa no piensa. Insiste

Lippmann diciendo que este hecho permanece en la oscuridad porque la masa está

constantemente expuesta a la sugestión, no lee las noticias, sino que atiende el aura de

sugestión que tienen en la línea de lo que hay que hacer.

Ante la incapacidad de la gente ordinaria a la hora de entender la complejidad del

ámbito invisible de las decisiones políticas, Lippmann reclama la creación de una clase de

especialistas o clase especializada de profesionales. Esta clase se encargaría de recabar

y analizar los datos de la realidad social para presentarlos posteriormente como

conclusiones que definirían las líneas políticas de actuación. Los responsables

políticos utilizarían los medios modernos de comunicación para informar al público —la

masa— sobre las decisiones y circunstancias que le afecten.

La conclusión es que en política, el pueblo no decide: deciden los expertos, que son

quienes luego le dicen al pueblo cómo tiene que aceptar las decisiones que toman.

De esta concepción se siguen dos implicaciones:

1. La gente ordinaria, asumiendo que el conocimiento necesario para la

administración de los asuntos humanos surge de manera espontánea del corazón

humano, es llevada al engaño. Las decisiones, por tanto, no pueden expresar las

preferencias de la mayoría. Además, la masa es incapaz de comprender, ya que es

demasiado ignorante como para darse cuenta de la complejidad de los procesos

vinculados a las decisiones políticas, por lo que debe someterse a las decisiones de

un experto: es el golpe de gracia a la democracia representativa.

2. La información que los expertos suministran a la masa está manipulada por la

propaganda política con el objeto de fabricar el consenso. Esto nos lleva a pensar

que es posible presentar la realidad social de tal manera que condicione a la

opinión pública hacia la dirección que favorece los intereses de aquellos que, de

facto, detentan el poder. Así, ejercer el poder en una democracia representativa

implica desarrollar técnicas de manipulación que lleven a la masa a aceptar las

decisiones políticas. Esto implica que en una democracia es preciso emplear un

fuerte sistema de propaganda. De no ser así, no funciona.

Lippmann es uno de los primeros en advertir la vinculación que se da entre

democracia y opinión pública.

Otro gangster de la política es Harold Lasswell, quien en 1927 escribía que la

democracia ha proclamado la dictadura del debate, y la técnica de dictar al dictador se llama

propaganda. Así, quien tenga control sobre la propaganda, controla también la

49

democracia, en la medida en que consiguen poner los temas que dominen el debate

político.

Años después, Reinhold Niebuhr afirmaba en 1932 que si se tiene en cuenta la

estupidez del hombre medio es preciso que los observadores fríos suministren ilusiones

necesarias con la que alimentar la fe de los menos dotados. Esto de una ilusión necesaria es,

básicamente, la idea de crear en el pueblo una determinada actitud que los

especialistas deben introducir en la mente del rebaño enloquecido para sustituir el

proceso de elección racional por una respuesta emocional favorable hacia las

decisiones que tome la clase de especialistas. En esencia, una ilusión necesaria es el

mecanismo psicológico gracias al cual los menos dotados perciben un problema por

el que no sienten el menor interés como un asunto relevante gracias a las técnicas que

la manipulación y la propaganda ejercen en la percepción.

Una vez que se admite que el rebaño es demasiado estúpido como para que piense, es

preciso dirigirlo, manipulando sus emociones de tal manera que desarrollo las

actitudes apropiadas hacia los objetivos que definen los expertos en política.

Experimento:

1. qué papel desempeña en la toma de decisión la referencia a la soberanía popular.

2. los políticos como representantes de la soberanía.

3. los mecanismos que usan para vender las decisiones políticas al pueblo.

20/04/2012

La teoría de la representación política se basa en dos presupuestos, cuya asunción por

parte de la población le da una amplia legitimidad a los gobiernos representativos:

1. Los representantes del pueblos, los diputados, representan a aquellos que los

eligen en las elecciones. Cualquiera que sea la manera en que se entienda la

representación política debe contar con un requisito mínimo: la asunción de que

debe haber relación entre el pueblo y los representantes. Así, los 300 mínimos y

400 máximos diputados, más los senadores, del caso español que votan cada una

de las decisiones que se toman en el congreso y que se presentan como leyes

obligatorias, cuya desobediencia se puede castigar con el uso legítimo de la

fuerza, deben tener relación con sus votantes.

2. El pueblo es de donde parte la iniciativa legislativa —artículo 1.2 de la

Constitución española—. Es al mismo tiempo quien presumiblemente ejerce al

elegir a sus representantes. De este modo, es esencial que el ejercicio del poder se

base en el principio de la mayoría para que la elección de los representantes.

50

También asegura que la responsabilidad política de aquellos que lo han elegido se

pueda entender en términos de consentimiento. Es decir, aquellos que votan dan

su consentimiento para que el representante los represente y, además, actúe en su

nombre, y por consiguiente, guarde con el que lo vota algún tipo de

responsabilidad política.

En principio, todos los votos tendrían el mismo valor: lo que define el valor de un

voto no es el voto en sí, sino la suma de todos ellos. Un representante sale elegido

porque la suma de sus electores es mayor que la de sus oponentes, no porque sea más

poderoso en términos económicos. La responsabilidad legislativa de los

representantes del Congreso representaría, teóricamente, la voluntad de los electores.

Asimismo, es igualmente esencial que las decisiones de los representantes sean

consentidas: si no son consentidas, no son legítimas.

02/05/2012

El poder que ejerce el pueblo se basa en la legitimidad que le proporcionan las

instituciones para que exprese su consentimiento, eligiendo en elecciones a aquellos

que les representen. Las ideas de que los políticos son los representantes políticos y

que es el pueblo el que debe tener un cierto poder en la elección son subvertidos en el

sistema de representación parlamentaria: son dos ficciones que deben ser creídas para

poder funcionar.

En la práctica el sistema de elección de los representantes se basa en la capacidad que

tienen los partidos para reunir fondos con los que pagar las campañas. Estos fondos

provienen del Estado: los fondos fiscalizables, sujetos al control del tribunal de

cuentas son los que proporciona el Estado en función de la Ley Orgánica 8/2007 de

financiación de los partidos. Esa ley, sin embargo, no determina la fiscalización de los

fondos que reciben los partidos de parte de otras instituciones. En este sistema, el

sistema español es de los menos transparentes de Europa: los partidos sólo tienen

obligación de presentar sus cuentas en relación a la administración de los fondos que

reciben del Estado.

Para ocultar los fondos privados pueden recurrir a dos métodos:

1. Depositar dinero público en las fundaciones que controlas, que están exentas de

ser escrutadas en virtud de la citada ley.

2. La ley no expresa que los partidos tengan que explicitar las condiciones del

préstamo que contraen con entidades financieras: puede aparecer la cantidad

prestada, pero no el interés o las condiciones adicionales que permitan condonar

la deuda o cancelar el préstamo.

51

Las empresas del IBEX 35 tiene relación con los partidos mayoritarios, indirectamente

a través a de las empresas que controlan bancos y de las compañías que implican a los

representantes políticos en la gestión de esas empresas. El ejemplo de esto lo vemos

en los casos de puertas giratorias. Nuestra legislación tampoco es muy transparente

en este punto, ya que las empresas del IBEX 35 no están obligadas a decir qué dinero

destinan a los partidos políticos.

En el caso norteamericano, que es más visible que el nuestro, sabemos cómo las

grandes corporaciones compran a los políticos. Allí son identificables por ley, aunque

se den, cosa que no ocurre en el caso de la legislación española.

En EEUU se soborna con dinero directo, pago en especies, suscripción de créditos en

condiciones especiales y favorables, entretenimiento, transporte, alojamiento, servicio

de prostitución, información interna sobre oportunidades de inversión, honorarios

exageradamente altos, promesas de ocupar cargos de responsabilidad en la

corporación.

Así se observa muy claramente la responsabilidad política del pueblo y de sus

representantes: a más dinero, mayor corrupción de los representantes que inclinan la

balanza en la dirección de los que sobornan y corrompen, en detrimento de la

responsabilidad adquirida con los votantes.

En nuestro país, la fabricación del consenso se consigue a través del control de la

opinión pública. El Estado es una institución adicta a la propaganda política, lo cual

significa que el poder que ejerce el Estado se lleva a cabo controlando la opinión. Es

esta la forma más efectiva y la más sutil para el desarrollo de ese control. En España,

los mayores agentes de creación de propaganda y opinión son los partidos y el

gobierno a través del control directo de los medios de comunicación. El fin que

buscan ambos es cambiar las actitudes subjetivas de los ciudadanos y la percepción

de la realidad que la población se hace de lo que ocurre a su alrededor, de acuerdo al

conjunto de intereses de los que en cada momento detentan el poder, que en nuestro

caso son siempre los mismos, con independencia del partido que gobierno. No suelen

ser figuras públicas, pero son quienes deciden lo que hay que hacer. Unas tres cuartas

partes de la población percibe la acción del gobierno a través de la televisión, de

modo que se comprende el interés de los partidos políticos por asegurarse que los

informativos transmitan al público la opinión correcta que hay que tener.

Todos los programas informativos de las cadenas estatales y autonómicas deben

pasar por una férrea censura política que no cuestione los intereses políticos del

partido que gobierno, ya sea en la autonomía o en la nación. La adicción estatal a la

que hemos aludido se revela particularmente en el dinero que el gobierno destina a

financiar la RTVE, así como en los casos regionales, sin contar con los manejos con los

52

que el PP y el PSOE hacen para asegurarse de que la opinión pública esté manejada

por instituciones privadas ideológicamente afines al partido.

Por ejemplo, veamos el caso del PSOE. Mediapro forma parte de un grupo mediático

Imagina, que controla el diario Público, La Sexta y Gol TV. El grupo PRISA controlaba

Cuatro, El País y Sogecable. En el año 2008, RTVE tuvo unas pérdidas de 71 ,8

millones de euros, con un coste anual de 737 millones de euros, entre subvenciones y

financiación de deuda hasta el año 2015, según un estudio de UTECA. En 2009, 711

millones fueron destinados a la financiación de RTVE, es decir, un aumento del 41%,

llegado a 1143 millones de euros.

Las 14 cadenas autonómicas tuvieron también en 2008 unas pérdidas de 1208

millones. Pero llegaron a 1500 millones a mediados de 2009 ante la disminución de

ingresos por publicidad.

Mediapro, por su parte, es la compañía de marketing que diseñó la campaña del

PSOE para las elecciones de 2008, el año en que fue la mayor beneficiaria de la

eliminación de publicidad en TVE. Como consecuencia de esto, RTVE le encargó el

desarrollo de programas y series. Tal y como funcionaba, más del 70% de la

producción de RTVE en la era Zapatero recaía en cinco grupos: Imagina —Mediapro

y Globomedia—, GestMusic Endemol, El Grupo Ganga y News Atlantis, Boomerang

TV y El Terrat.

El gobierno usa dinero público para financiar a las empresas que son ideológicamente

afines a su partido para promover un estado de opinión favorable a los objetivos

políticos que persigue. Mediapro ha elaborado la campaña de marketing para vender

la inversión pública del Plan E —de 8000 millones de euros— por cerca de 200

millones de euros. La cantidad, no obstante, no está verificada. La falta de datos en

este sentido forma parte de la efectividad misma del sistema de adoctrinamiento de

nuestro gobierno. La moraleja es que las víctimas del adoctrinamiento no debemos

percibir cómo somos adoctrinados, sino que se debe vender la información como un

ejercicio de libertad. De camino, Mediapro también participó en la fanfarria de “Esto

lo arreglamos entre todos”, en la que también intervinieron un número de empresas

caracterizadas por incitar la iniciativa individual, como Telefónica, Iberia, El Corte

Inglés, BBVA, Banco de Santander, La Caixa, Caja Madrid, Repsol, Cepsa, Endesa,

Iberdrola, Red Eléctrica, Mapfre, Renfe, Albertis y Mercadona, así como la patronal de

la construcción —Seopam—.

La campaña no disminuyó el número de parados, pero creó el clima psicológico en la

población de que cada cual con su esfuerzo individual se podía salir de la crisis,

liberando al gobierno de la responsabilidad política y de dar explicaciones acerca de

53

porqué había crisis. Se trata de una técnica de manipulación intelectual para desviar

la atención pública de la responsabilidad del gobierno en la gestión de la crisis.

El creador de la propaganda política se dirige fundamentalmente a la modificación de

la percepción, introduciendo en la cabeza de aquel a quien quieren persuadir la idea

de que una vez aceptado el mensaje no cuestione lo que se le están contándole. La

idea es cambiar las actitudes de la población, induciendo al individuo en la dirección

adecuada con objeto de proporcionarle la interpretación correcta y moldear las

apreciaciones subjetivas que determinan los juicios que nos hacemos para que, esos

mismos juicios, estén de acuerdo con el conjunto de intereses electorales del partido.

Como el control de las televisiones autonómicas dependen de las decisiones del

director de cada cadena, la programación se concibe como un instrumento de

adoctrinamiento, es decir, de construcción legítima de la realidad para que los

espectadores perciban y se hagan una idea de la realidad que no cuestione ni la

autoridad ni el ejercicio ni los fines de las decisiones políticas. Las cadenas

autonómicas y nacionales, en consecuencia, se convierten en meros órganos de

propaganda.

Si las cadenas se convierten en meros órganos de propaganda de sus respectivos

gobiernos, su fin se acaba por limitar a eliminar la desconfianza de los espectadores

hacia los partidos que ostentan esos gobiernos. Este es uno de los mecanismos que se

usa.

Otro es un órgano político: la Secretaría de Estado de Comunicación. En la época de

Zapatero el secretario era Félix Monteira de la Fuente. Según la información que

ofrecía la web de la Vicepresidencia del Gobierno, Monteira formó parte del equipo

fundacional de El País, así como de Cinco Días y Público. Este órgano cumple dos

fines:

1. Es el encargado de coordinar la política informativa del Gobierno, de elaborar los

criterios que la determinan y relacionarse con los medios informativos.

2. Elabora y difunde los comunicados del Presidente y la reseña del Consejo de

Ministros, información a la que pueden acceder no sólo los medios de

comunicación, sino también los ciudadanos.

El primer fin de la SEC, se espera que el secretario determine los criterios de la

política del gobierno. Públicamente se afirma que esa política está determinada por

los criterios del secretario, y que el gobierno tenga la desvergüenza de usar dinero

público. La imparcialidad de esos criterios vendría garantizada por la notoria

afinidad ideológica del secretario con el partido que gobierna. Es otra forma de dejar

claro que la política informativa del gobierno no puede entrar en conflicto con los

54

intereses económicos e ideológicos de los consorcios informativos vinculados con el

partido del gobierno, en este caso, Mediapro y PRISA.

04/05/2012

Sigamos explicando la importancia del control de la opinión pública. La relevancia de

la propaganda política en nuestro país se advierte en el sueldo bruto que percibe el

que era el Secretario de Estado de Comunicación con Zapatero: 72.582 euros al año,

que probablemente será más a través de complementos de hasta el 50% del sueldo, es

decir, hasta unos 36.000 euros adicionales.

En Andalucía, sin embargo, el director de la RTVA está más valorado. El anterior

director, Rafael Camacho, cuyas credenciales consistían en haber sido portavoz del

gobierno de Chaves desde 1996, ocupó la dirección del ente desde 2000 a 2008, con un

sueldo de 100.000 euros brutos al año. Camacho caracterizaba su actuación, en la

memoria de 2005, en los siguientes términos: consolidar una notable posición en el

mercado y ofrecer un servicio distintivo, cuadrando el círculo virtuoso. Para cuadrar el

círculo virtuoso, la Junta asumió un déficit superior a los 700 millones de euros entre

2000 y 2008. Sólo en 2007, RTVA tuvo pérdidas de más de 177 millones de euros. Las

cuentas de la etapa de Camacho nunca estuvieron muy claras. El tribunal de cuentas

de Andalucía señalaba que se habían disfrazado en la memoria de 2006 112 millones

de pérdidas. Siguiendo su perceptiva intuición, este es un alarde más de la cuadratura

del círculo virtuoso.

Además del sueldo de Camacho, que en su caso es de 139.000 euros brutos anuales,

Carrasco, el actual director de RTVA, ha heredado un déficit acumulado de 37,6

millones de euros y el nuevo organigrama de la estructura del ente, con un coste de

3,26 millones de euros. Eso es lo mínimo que oficialmente se gasta la Junta sólo en

mantener el organigrama, sin añadir los costes de deuda y deuda acumulada.

El nuevo director de RTVE, Rafael Carrasco, ha defendido su gestión anunciando que

en 2009 se redujo el déficit en un 21,4% en relación con el ejercicio del año anterior, de

manera que uno de los logros del nuevo director es haberle ahorrado a la Junta 3,28

millones de euros. Pero si se tiene la proverbial habilidad para maquillar la deuda, la

fiabilidad de los datos tendrá que ser respaldado por el informe de la cámara anual.

¿?

Los sueldos de los 19 altos directivos de RTVA demuestran una media de 81.000 euros

anuales, lo que demuestra una singular simbiosis entre intereses electorales de

partido y su pervivencia: cualquier directivo de la televisión andaluza como de otras

televisiones autonómicas o de RTVE sabe que el medio más efectivo de asegurarse el

sueldo que percibe es propagar las consignas del partido a través del medio en que

55

trabaja. Así, cuanto más tiempo permanezca el partido en el poder, mayor

probabilidad de mantener su sueldo. La emisión de la propaganda beneficia en

último extremo sólo a los altos directivos, pero gracias a esto también se ve

beneficiado el partido que le paga, haciéndolo con el objeto de que los ciudadanos

que votan perciban religiosamente las consignas políticas del partido.

No es de extrañar que la Junta no se inquiete acerca de que los gastos de RTVE

lleguen, sólo durante el primer semestre de 2009, a 119,96 millones de euros. De

manera que el adoctrinamiento político de RTVA, como del resto de autonómicas

sirve de instrumento político con dinero público —es decir, que no sale del partido—.

El diputado socialista Miguel Ángel Vázquez calificó a RTVA de un instrumento

potente de cohesión social en la comunidad. Un eufemismo, quizás procedente de la

industria de las relaciones públicas, para indicar el control político de la opinión

pública. La influencia de los medios de comunicación es especialmente sensible en

Andalucía si se tiene en cuenta el escandalosamente bajo nivel cultural de la

población: a menos cultura, más facilidad para poner de acuerdo a los ciudadanos

ante determinados objetivos.

En Andalucía, el 21,2% de la población carece de estudios. De ese porcentaje, el 4,2%

es analfabeta. Desde una perspectiva electoralista, es más fácil manipular con una

población con una cuarta parte sin estudios que contando a otra que tenga estudios,

de manera que resulta chocante oír a los políticos pregonar su preocupación por

elevar la cultura del pueblo, lo cual es falso, ya que prefiere mantener a la gente en el

menor nivel cultural posible, ya que es la manera de mantenerlos engañados. Si

además se cuenta con un aparato de comunicación que aumente espectacularmente el

grado de estupidez colectiva, los medios de comunicación logran los fines sociales

que persiguen, a saber:

1. Que los ciudadanos sean cada vez más dóciles porque se hacen más estúpidos.

2. Que sean más sumisos a las consignas de la autoridad política representada por

los partidos que los financia.

3. Que ignoren las razones de las decisiones políticas que sus representantes toman

en su nombre, es decir, que se construya una red que proyecta una realidad

virtual creada por los medios con objeto de que la responsabilidad de aquellos

que representa el poder no pueda ser verificada por aquellos a quienes se

gobierna.

En una auditoria realizada por Ernst & Young a RTVA indicaba que en 2007 la cadena

utilizaba fondos de renta fija por un valor de 61,8 millones de euros y una

56

rentabilidad media del 3,73 por ciento. De esa cantidad, 51 millones de euros figuraba

en un fondo del BBVA, y el resto en un fondo del Banco de Andalucía.

En 2007, la deuda de RTVA con sus proveedores ascendía a 66,6 millones de euros,

con lo cual, era preferible invertir ese dinero en un fondo del que sacaban beneficio

las dos entidades, que no pagar a las empresas que suministran al ente. Y todo esto,

con dinero público.

El sistema de control corporativo no funciona igual en EEUU que en España. Los

responsables del marketing de las empresas saben que un producto que se anuncie en

TV tiene más probabilidades de venderse que otro que no se anuncie. Así, el que

consigue que su producto se anuncie, tiene más ventaja que el que no lo haga. Esto

demuestra una conexión directa entre mercado y publicidad televisiva, que resulta ser

un filtro muy efectivo a la hora de seleccionar qué tipo de noticias y qué tipo de

programas se han de emitir en la cadena en la que aparecen los anuncios de esos

productos.

Supongamos que un grupo de empresarios, compuesto por constructores, banqueros,

profesionales del sector cárnico y de la alimentación —con toreros— y cosmética.

Llamémoslo Puig y Alvarado SA. ¿Sería razonable que en algunas de las cadenas

donde salen anuncios de productos que fabrica este grupo emitiese programas con

información que los ponga en peligro? No, ya que cuanto más dinero dé el grupo a la

cadena, más fácil le resultará controlarla. Puig y Alvarado financiarán mediante la

publicidad la producción de programas que fomenten el grado de idiotez de la

audiencia para que ésta se vea sometida a una brutal campaña de publicidad que

multiplique por diez la venta de los productos que promocional el grupo en la

cadena. La televisión se financia con los anuncios, y el grupo dicta a la televisión la

clase de programas que ha de emitir.

El gobierno, como es habitual, sigue haciendo lo que han hecho siempre todos los

gobiernos: explotar, subyugar y engañar. Pero ahora lo hace en nombre de la

democracia, y como decía Vázquez, en nombre de la cohesión social, por lo que no

puede ser visto como un instrumento de opresión. Ahora dispone de la televisión

pública y el ministerio de propaganda, es decir, la Secretaría de Estado de la

Comunicación. La gente no protesta y no se rebela, porque reciben el mensaje de

cómo han de entender la postura oficial del gobierno.

2. La distinción entre la libertad negativa y positiva

¿Nadie puede ser obligado a creer algo en contra de su propio juicio? Este principio,

que podría ir contra la libertad de pensamiento, sería un atentado contra la libertad

positiva en tanto que atentado contra la libertad de cada individuo.

57

Esto nos permite defender la libertad que asiste a todo ser humano a conformar y

construir sus opiniones de acuerdo con la evidencia de que dispone. Si uno acepta

esta tesis, entonces ¿es o no es racional someterse a la autoridad política? La

autoridad ejerce ese poder, más allá de lo coercitivo, desde la manipulación de las

creencias, hasta tal punto que los manipulados pueden llegar a no ser conscientes de

la situación: recordemos el proceso de fabricación del consenso.

Según esto, si uno obedece a la autoridad en contra de su propio juicio, ¿se está

humillando? ¿se está degradando moralmente? y como consecuencia de una regular

sumisión que implique humillación y degradación, ¿corre el riesgo de pervertir su

propia naturaleza humana? Cuando el estado ejerce el poder, puesto que el poder del

estado implica fabricar el consenso, habría que concluir que el poder del estado

humilla, degrada y pervierte. Habría que concluir que el estado aparece como la

causa principal de la miseria intelectual y de la mansedumbre moral en la que vive

sumida la mayor parte de la población. Tras un proceso prolongado de manipulación,

el individuo pierde la capacidad de percibir los propios mecanismos de

manipulación.

Entre los instrumentos que el estado ha empleado para lograr la sumisión, el más

frecuente ha sido el uso de la violencia física. Ejércitos, policías, máquinas de tortura,

cárceles... Ningún estado por brutal o dictatorial que sea es capaz de subsistir a través

de la violencia. Socialmente es inviable. El poder que ejerce el estado y el que resulta

ser más efectivo se basa en el control de la opinión, sin el cual los grandes estados

totalitarios no podrían ejercer su papel.

¿Cómo podemos argumentar, usando la distinción de libertad positiva y libertad

negativa, para hacer frente a la necesidad de parar el control de la opinión que ejerce

el estado?

Berlin distingue la libertad positiva y la libertad negativa sobre una base confusa, en

sentido de que los límites entre ambas no están bien delimitados. Dice Berlin que

entre los muchos sentidos de libertad, se centrará en estos dos. Es cierto que no es que

no ofrezca razones o argumentos, pero deliberadamente no incluye una clara

distinción entre lo que es libertad positiva y libertad negativa. En sentido positivo, es

aquella libertad que permite al individuo hacer lo que desea, actuar sin obstáculos.

Berlin, al explicar esta noción, usa expresiones como que dependa de uno mismo, que yo

sea el sujeto de la acción y no el objeto, que las decisiones estén motivadas por mis razones y

motivos o convicciones, es decir, que nadie actúe por mí o que me obligue a actuar.

También habla de la capacidad que tienen los individuos para actuar por sí mismos,

cuando dice que son autodirigidos. Tener libertad positiva es ser el amo de uno mismo.

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Berlin dice que una vez que uno adopte esta concepción, podemos ignorar los actuales deseos

reales de los hombres y de las sociedades y puedo oprimir y torturarlo en nombre de. En base a

esto, argumenta porqué es inmoral oprimir a los seres humanos. La importancia

moral que tiene hablar de libertad positiva es porque en último instante es un

elemento de autorrealización: si se les priva de esa libertad, los hombres no pueden

hacer lo que quieren hacer, por lo que sus acciones no están ligadas a sus decisiones,

con lo que los hombres carecen de la posibilidad de actuar como seres autónomos. La

libertad positiva permite explicar porqué es una característica moral de la naturaleza

humana que nos consideremos seres autónomos.

La libertad negativa quedaría expresada bajo la consideración de que se puede decir

que soy libre hasta el grado que ningún hombre o nadie interfiere en mi propia

actividad, asociando esta idea a la libertad política —hasta dónde situar la libertad

negativa—. La libertad negativa es poner coto a lo que un hombre puede hacer.

3. El poder de la libertad negativa

instrumento

faltan los apuntes del viernes 11 de mayo!!

16/05/2012

Virtualmente es muy poco efectivo utilizar la noción de libertad negativa para limitar

el extraordinario poder que tienen las grandes corporaciones. Leer el artículo Truthdig

de Chris Hedge. Los mecanismos que utilizan las grandes corporaciones buscan

fundamentalmente crear conformidad, de manera que la política económica es hacer

creer a los individuos que sus acciones individuales están al servicio de intereses

sociales más generales, determinados en este caso por las grandes compañías, que no

se pueden percibir como intereses específicos de las grandes compañías, ya que los

disfrazan de cara a la opinión pública.

En este punto, hay que prestar particular atención a cómo funciona el aparato de

relaciones públicas que defienden las grandes corporaciones. La lógica tras esto es

sólo asegurarse que los individuos no perciban los intereses reales de las

corporaciones y que cuenten con un cierto apoyo popular. Cuanto más éxito tenga las

corporaciones en conseguir que los individuos se identifiquen con sus fines, más

difícil será definir una legislación que controle la responsabilidad de las

corporaciones.

Por esto es tan decisivo que las corporaciones se interpreten como seres cuya

responsabilidad descansa en último término en los órganos ejecutivos de la

corporación, que no es un ente natural, con lo que hablar de la responsabilidad

59

corporativa es hacerlo de los individuos que toman las decisiones en la corporación,

que no es una entidad a parte con autonomía moral de sus integrantes.

¿Para qué sirve entonces la distinción entre libertad positiva y libertad negativa? Es

una distinción interesante y plantea problemas importantes. Pero es una distinción

que a estas alturas se ha quedado antigua. Si examinamos los argumentos que

desarrolla cuando habla de la libertad tal y como ha sido concebida por los liberales

en el mundo moderno desde los días de Erasmo hasta los nuestros. Dice que toda

reivindicación por las libertades civiles y los derechos individuales y toda protesta

contra la explotación en contra de la esclavitud o de la hipnosis de masas que

organiza la propaganda, surge de esta concepción individualista frecuentemente

debatida del hombre. El valor de la libertad lo justificamos en términos individuales,

lo cual no tiene sentido atribuírsela a otros elementos. Al defender esta concepción,

basada en los plateamientos de John Stuart Mill, perdemos de vista la distancia entre

Mill y nuestra época. Entonces, se podía defender la noción de libertad en términos

individualista, como lo hace Berlin, pero si se tiene en cuenta el extraordinario poder

de propaganda del estado y de las corporaciones, es muy difícil defenderla.

Cuando Berlin atiende a la confusión por parte de Mill de la concepción de coerción o

libertad negativa con la necesidad humana de buscar la verdad por sí misma, se

encuentra con verdades defendibles en el siglo XIX, pero hoy ese planteamiento no

tiene validez. Berlin sostiene que las dos concepciones son diferentes. Dice que el

argumento de Mill en favor de la libertad como una condición necesaria para el

crecimiento del genio humano cae por los suelos.

Berlin cree que la doctrina de Mill es interesante porque está relacionada con la vieja

teoría del espacio privado de los hombres —debe haber un espacio accesible sólo a los

entes individuales donde no pueda entrar ninguna autoridad pública—. Esto explica

que buena parte de la doctrina de la libertad negativa se haya entendido con el

sentido de privacidad, o de que hay un espacio en los seres humanos que es sagrado

y que tenga sus raíces en el Renacimiento.

La segunda observación que tiene una gran importancia moral pero que no está

desprovista de cierta irrelevancia es que la libertad es incompatible con cualquier

ejercicio de autarquía. Además, no existe una conexión necesaria entre la libertad

individual y el gobierno democrático. Lo que rompe esta conexión inicial es

precisamente el incremento del poder que empiezan a tomar las corporaciones a

partir de la II Guerra Mundial. Sin embargo, en nuestra concepción política, seguimos

asumiendo esa conexión como una conexión necesaria sin percatarnos de que las

grandes corporaciones son las que ejercen el papel de los gobiernos.

60

¿Es posible una ética global?Tema 4

¿Qué es una ética global distinta a la aplicación práctica de la doctrina de los derechos

humanos? Hay ciertas diferencias. La ética global ahonda en la idea de si hay o no

hay una manera efectiva de salvaguardar los derechos humanos en situaciones de

amenaza como:

1. consecuencia de la acción de los estados.

2. la necesidad de vigilar el control que hacen las grandes corporaciones por

explotar grandes segmentos de poblaciones que viven en condiciones propias del

tercer mundo.

3. conflicto bélico en el que incurren los propios estados.

Así, la ética global implica:

1. reconocer en los derechos humanos la medida de nuestras responsabilidades

morales como referencia.

2. hay que definir un conjunto de reivindicaciones que hagan efectiva las violaciones

de derechos humanos contempladas en los tres escenarios que hemos expuesto.

Nuestra intención será definir el programa de objetivos de la ética global.

Cómo se entiende la ética global: propuestas y aspiraciones

Como su nombre indica, tomado literalmente, la ética global es la que asumimos que

debe de mantenerse válida para todo el mundo. Es una forma de dar énfasis a unas

de las características básicas de los DDHH, es decir, que son características

universales —aquel conjunto de conductas que consideramos éticamente necesarias

mantener deben protegerse en cualquier parte del planeta y no ceñirse a culturas y

poblaciones concretas, siendo necesario no cuestionarlas desde poderes mediados—.

Desde este punto de vista, la ética global se basa en la noción de libertad negativa: es

preciso defender este conjunto de valores humanos asegurándonos de que en

aquellos tres escenarios que hemos definido no existan poderes que interfieran

violando los conjuntos de derechos globales que tienen esas personas.

Uno de los casos más lamentables lo encontramos en el de los habitantes de la isla de

Diego García, donde se desalojó a la población de la ínsula para que EEUU plantara

una base militar auspiciada por Gran Bretaña —leer el libro de John Pilger—. Ante

este planteamiento, se advierte una seria objeción: la reivindicación universal de la

ética global se basa, nos guste o no, en la posición de privilegio de una cultura

determinada. Es muy difícil hacer entender en ciertos países del África negra la

validez de sus derechos o los problemas del Islam con la protección de los derechos

de las mujeres o de libertad de pensamiento. Debido a esta diversidad cultural, en

ocasiones las grandes corporaciones se benefician de este atraso cultural para

promover conflictos de intereses en beneficio propio, como el caso del Coltán en el

Congo.

Parte de la incapacidad que tienen las propuestas de la ética global es que las

legislaciones que regulan sobre todo el derecho al trabajo, definida en gran parte por

la OMT, no son universales, y no hay un poder en el mundo que pueda exigir el

cumplimiento de las legislaciones que firman los propios países.

Hacer un organigrama con las principales instituciones que se dedican a programas

vinculados con la ética global en la ONU y las instituciones que las apoyan.

18/05/2012

Las aspiraciones de la Ética Global traspasan intereses públicos o privados y cuentan

con la colaboración de ONGs. Este tipo de colaboración en zonas catastróficas es

normal, ya que el sector privado está muy poco desarrollado. En otros países, sin

embargo, donde el sector privado está desarrollado, como en Venezuela o en Cuba,

las propuestas de la Ética Global encuentran un sólido rechazo del gobierno, ya que

los beneficios del sector privado se relacionan con los intereses gubernamentales.

Así, la transferencia de tecnología no es gratuita. Es esencial que los países en vías de

desarrollo tengan acceso a la tecnología sin tener que pagar. Esta solución está

abocada a enfrentarse con los intereses de las grandes corporaciones que intentarán

hacer prevalecer su prioridades por encima y en contra de las prioridades locales

nacionales. La explotación de niños en la India es un ejemplo de ello.

Otro ejemplo es el programa desarrollo de las Naciones Unidas. Y uno más es las

metas del desarrollo del Milenio. La primera es una propuesta para hacer algo

necesario: mejorar las prácticas democráticas de los pueblos. Cuanto más

transparentes sean las decisiones del gobierno, los ciudadanos de ese gobierno

estarán en una situación más ventajosas para decidir si las decisiones de ese gobierno

aumentan o no su propio bienestar.

Otro punto es la intención de suprimir la pobreza rompiendo el ciclo de privación y

desesperanza, que sigue siendo el primer obstáculo al desarrollo.