Estudio de las prácticas pedagógicas en el nivel sala...

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UNIVERSIDAD MAYOR FACULTAD DE EDUCACIÓN DIRECCIÓN DE POST GRADOS Estudio de las prácticas pedagógicas en el nivel sala cuna menor, perteneciente a un establecimiento de la Fundación Integra de la región Metropolitana: Potenciando la relación interpersonal afectiva en la díada adulta significativa- niña/niño, desde la Educación Emocional. TESIS PARA OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE MAGISTER EN EDUCACIÓN EMOCIONAL Alumna: Lissette Emperatriz Barrientos Olate Profesor Guía: Mag. Claudio Molina Díaz. 2014

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UNIVERSIDAD MAYOR FACULTAD DE EDUCACIÓN

DIRECCIÓN DE POST GRADOS

Estudio de las prácticas pedagógicas en el nivel sala cuna

menor, perteneciente a un establecimiento de la Fundación

Integra de la región Metropolitana: Potenciando la relación

interpersonal afectiva en la díada adulta significativa-

niña/niño, desde la Educación Emocional.

TESIS PARA OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE MAGISTER EN EDUCACIÓN EMOCIONAL

Alumna:

Lissette Emperatriz Barrientos Olate

Profesor Guía:

Mag. Claudio Molina Díaz.

2014

Al Padre Dios que es amor en toda infinitud y que con su ternura me ha

hecho reconocer en esta investigación los dones que he recibido para

compartirlo y disponerlo a los demás.

Gracias Mamá, por darme tu vida, tu cuerpo, tus años y todo tu

amor…porque desde tus posibilidades en el maternaje puedo hoy

reconocerme y aceptarme.

A mis hijos, José Pedro y Estaban Gabriel, quienes me han permitido

aventurar en las luces y sombras de la maternidad, explorando el mundo

emocional de los primeros años y a mi esposo, José Guillermo, quien me

acompañó y materializó, desde muchos aspectos este desafío.

¡Gracias amor!

Dedico esta investigación a todos los niños y niñas de mi país, a

sus familias y especialmente a sus madres. A todas las estudiantes en

formación docente de la carrera de Educación parvularia que descubren

en la educación emocional un nuevo camino para enfrentar

conscientemente la práctica pedagógica.

Agradecimientos

“Enseñamos para que los demás vivan la alegría de nuestros propios

descubrimientos…”

Agradezco por las largas conversaciones, análisis, reflexiones y, por

sobre todo, el cariño de mis amigas de aventura Eu, Mónica y Marlenne; sin

ellas la experiencia habría sido solitaria y abrumadora. Infinitas gracias por el

tiempo terapéutico que me brindaron para llegar al final del camino sin el

“deber ser” sino “con lo que hermosamente soy”. ¡Gracias por hacerme

vaciar la mochila!

Gracias, profesor Claudio Molina por la maravillosa combinación entre

riguridad y alegría que en todas las clases estuvieron presentes, sin duda,

me motivaron a lograr el objetivo: APRENDER. También agradecer su

acompañamiento que estuvo siempre colmada de calidez, respeto, escucha

y tiempo…ese tiempo que necesité para madurar y para tomar conciencia de

que este estudio en primer lugar era para mí. Gracias profesor Claudio por

no temerle a mis ambiciones, sino por hacer que ellas se pusieran al

servicio de mis capacidades.

También quiero agradecer a todos aquellos que han aportado y

apostado en la creación de nuevos enfoques sobre las emociones

permitiendo que otros puedan seguir aventurando sobre cómo llevarlo a la

práctica en la vida personal y profesional. Desde ahí agradecer, el valioso

aporte del enfoque de la “Educación emocional” que logró dar cuerpo y

sentido al lenguaje de este estudio, que solo pretende expresar que la más

hermosa herramienta a la hora de abordar la acción educativa es nuestro

propio SER.

Sin duda, este estudio no podría haberse llevado a cabo sin la ayuda

de Nelly Artiga y Paulina Godoy quienes gestionaron la muestra en la

Fundación Integra. Agradecida especialmente del Jardín Infantil y Sala Cuna

“Las Palmas”, a la directora Señora María Angélica Villegas Cisternas y a las

asistentes de párvulos de los niveles sala cuna: Inés Coo Suarez, Josefina

Sánchez Ahumada, Marianela Santis Farías, Angélica Ramírez Osorio,

Carolina Estay Mardones y Gloria Castro Torres.

Agradecer a mi sobrina Constanza Bravo Barrientos, quien me

permitió recobrar las fuerzas cuando sentía que la meta de la tesis seria

inalcanzable. Gracias por compartir tus saberes, también por tu

contención, tiempo, alegría y compañía.

RESUMEN

El propósito de este estudio es dar cuenta, sobre el tipo de relación

interpersonal afectiva que se establecen en la vinculación diádica entre el

adulto significativo (educador) y el infante, dentro de la actual práctica

pedagógica que ofrece la educación parvularia Chilena y que en

consecuencia constituye para muchos niños y niñas el primer acercamiento

en la construcción del self (consciencia de ser uno mismo), fuera del núcleo

familiar.

El estudio permitió comprender la urgente necesidad de articular los

hallazgos de la neurobiología interpersonal a la práctica educativa en primera

infancia, específicamente en el nivel sala cuna menor, de tal manera de

fortalecer y potenciar eficientemente el desarrollo integral del ser humano,

Abriéndose a nuevas miradas, el estudio ambicionó el levantamiento

de una propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica desde la

primera competencia de la educación emocional: “Apertura al mundo

emocional”. Esto último se enmarca en la necesidad de renovar las formas y

los fondos en que se mide la práctica pedagógica otorgándole el sentido

humano y sagrado en que subyace toda relación.

El proceso investigativo fue abordado desde un diseño etnográfico, el

cual permitió analizar e interpretar los significados y funciones de las

acciones humanas, que se desarrollan en la práctica pedagógica al interior

de la sala cuna menor.

Las conclusiones que generó el estudio, fueron la ausencia de una

potente relación diádica dentro de la práctica pedagógica aumentando la

desregulación emocional del párvulo y su bienestar dentro del nivel

educativo, y por tanto impactando negativamente en la construcción de su

self (consciencia de ser el mismo). El impacto del estrés relacional como un

indicador de violencia encubierta, debido a la incompetencia o ignorancia

emocional de las adultas significativas. Finalmente se concluye que la

práctica pedagógica observada es un cristal traslucido para afirmar que sigue

siendo un factor de riesgo la inclusión del niño o la niña menores de un año

dentro de un sistema educativo rígido, con ausencia de la figura materna y

con estándares de educativos afianzados sólo en la cognición.

Palabras claves: educación emocional, emociones, necesidades,

adulto significativo, aprender a ser persona, self, práctica pedagógica,

relación interpersonal afectiva, relación diádica, niños y niñas, nivel sala cuna

menor, Educación Parvularia.

ABSTRACT

This research aims to recognize the interpersonal dynamics generated

within the dyadic relationship, which is the first approach in constructing the

infant's self.

The research led to understand that the interpersonal-neurobiology

findings, related with the emotional development of the infant within the first

year of life, plays a key role in achieving good mental health.

The aforementioned findings, which form the new theory of early

regulation, were achieved with the approach of emotional education to

understand the "learning to be" process in infant pedagogic practice. Then,

the need to create a proposal that shalljoin pedagogical practice from the first

competition of emotional education (Openness to the Emotional World)

arises.

The research process was discussed from an ethnographic design,

which allowed analyzing and deducing the meanings and functions of human

actions put into pedagogical practice within the nursery.

The findings produced by the study are related to the absence of a

strong dyadic relationship in pedagogical practice, which increases the

toddler emotional deregulation and welfare within this educational level.

Finally, this study determines the impact of relational stress as an

indicator of violence–due to emotionaladult incompetence or ignorance, and

shaping routine in pedagogy– as anenvironmental risk factor.

Key words: Emotional Education, Emotions, Needs, Significant Adult,

Learning To Be, Self, Pedagogical Practice, Affective Interpersonal

Relationship, Dyadic Relationship, Children, First Nursery Level, Nursery

Education.

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ..........................................................................................1

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ...................................7

1.1 PROBLEMATIZACIÓN ...................................................................... 7

1.1.1 Fundamentación ............................................................................9

1.1.2 Justificación ................................................................................. 16

1.1.3 Relevancia ................................................................................... 18

1.1.4 Factibilidad .................................................................................. 19

1.1.5 Complejidad ................................................................................ 20

1.1.6 Delimitaciones y limitaciones ....................................................... 22

1.1.7 Formulación ................................................................................. 23

1.2 OBJETIVO GENERAL....................................................................... 23

1.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS ............................................................. 23

1.4 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN ................................................. 24

CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO ............................................................. 27

2.1 APROXIMACIÓN AL MARCO DE REFERENCIA ............................. 28

2.1.1 Sentidos de la infancia: su historia e implicancias. ...................... 28

2.1.2 Los hallazgos de la neurociencias: su impacto en los primeros años de vida. ........................................................................................ 38

2.1.3 La construcción temprana del Ser (Self) en la primera infancia: su conexión con la relación interpersonal. ................................................ 47

2.1.4 El adulto significativo en la práctica pedagógica: su dependencia con el aprendizaje. ............................................................................... 57

2.1.5 La alianza de la teoría de la regulación afectiva temprana a la educación emocional: una ventana de oportunidades en la práctica pedagógica en el nivel sala cuna. ........................................................ 68

CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO ............................................... 86

3.1 PARADIGMA DE BASE .................................................................... 86

3.2 CARACTERIZACIÓN DEL TIPO DE DISEÑO A EMPLEAR ............. 90

3.2.1 Enfoque y tradición metodológica ............................................... 92

3.2.2 Nivel o alcance de estudio ........................................................... 93

3.2.3 Diseño de la investigación ........................................................... 94

3.3 UNIVERSO DE REFERENCIA Y MUESTRA (TEÓRICA) BAJO ESTUDIO ................................................................................................ 96

3.4 IDENTIFICACIÓN, SELECCIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LAS CATEGORÍAS DE ANÁLISIS INTERPRETATIVO ................................ 100

3.4.1 Sistema de categorías ............................................................... 101

3.4.2 Dependencia entre las categorías y los objetivos ..................... 116

3.5 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS A UTILIZAR ................................. 117

3.5.1 Guión de observación de la práctica pedagógica al interior del aula. ................................................................................................... 119

3.5.2 Validación de instrumentos ...................................................... 127

3.5.3 Tabla de especificaciones ......................................................... 133

3.6 PLAN DE ANÁLISIS DE LOS DATOS ............................................ 137

3.7 DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO .................................. 143

CAPÍTULO IV. RESULTADOS ................................................................ 146

4.1 PRESENTACIÓN ............................................................................ 146

4.1.1 Presentación de la institución educativa....................................... 147

4.1.2 Nivel educativo ............................................................................. 148

4.2 ANÁLISIS ........................................................................................ 149

4.3 DISCUSIÓN .................................................................................... 151

4.3.1 Descripción del clima emocional ............................................... 151

4.3.2 Intersecciones de las categorías ............................................... 168

CAPÍTULO V. CONCLUSIONES ............................................................. 226

5.1 CONCLUSIONES EN RELACIÓN CON EL PROBLEMA DE ESTUDIO .............................................................................................. 226

5.2 CONCLUSIONES EN RELACIÓN AL OBJETIVO GENERAL ........ 229

5.3 CONCLUSIONES EN RELACIÓN A LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS ...................................................................................... 231

5.4 CONCLUSIONES RESPECTO A LAS PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN .................................................................................. 234

5.5 CONCLUSIONES RESPECTO DEL MARCO DE REFERENCIA ... 240

5.6 EN RELACIÓN CON EL DISEÑO EMPLEADO .............................. 241

5.7 RECOMENDACIONES A LAS AUTORIDADES COMPETENTES, A LAS INSTITUCIONES ADMINISTRADORAS DE SALAS CUNAS, A LAS

INSTITUCIONES FORMADORAS DE EDUCADORAS DE PÁRVULOS Y DE TÉCNICAS ASISTENTES DE EDUCACIÓN PARVULARIA Y A LA COMUNIDAD DE INVESTIGADORES. ................................................ 243

5.8 OTRAS CONCLUSIONES .............................................................. 245

5.9 SUGERENCIAS EN RELACIÓN A FUTURAS INVESTIGACIONES EN EDUCACIÓN EMOCIONAL ............................................................ 245

5.10 PROGRAMA DE ACOMPAÑAMIENTO A LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA. ..................................................................................... 247

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................... 283

ANEXOS ................................................................................................... 290

INDICE DE FIGURAS Figura N° 1: Contenidos seleccionados para el marco de referencia 27

Figura N° 2: Distribución en el tiempo de las fases formativas del self 52

Figura N° 3: Asociación de categorías 101

Figura Nº 4: Proceso de validación de instrumento 129

Figura Nº 5: Dominio de la comprensión emocional 141

Figura Nº 6: Ubicación de las adultas dentro del mapa de comprensión e

incomprensión emocional 222

INDICE DE TABLAS

Tabla Nº 1: Selección de la muestra 20

Tabla Nº 2: Aprendizaje de ser persona 80

Tabla Nº 3: Relación de las técnicas v/s implementación 99

Tabla Nº 4: Relación de los objetivos específicos con las categorías 117

Tabla Nº 5: Contenidos de la microenseñanza 123

Tabla Nº 6: Resultados de la validación A 129

Tabla Nº 7: Resultados de la validación B 130

Tabla Nº 8: Instrumento final 131

Tabla Nº 9: Especificaciones del instrumento final 134

Tabla N° 10: Triangulación de métodos y técnicas 139

Tabla N° 11: Triangulación de resultados con la teoría 140

Tabla Nº 12: Etapas del trabajo de campo 143

Tabla Nº 13: Cronograma de actividades 144

1

INTRODUCCIÓN

¿La educación tiene alguna responsabilidad con el desarrollo de

las niñas y niños como seres humanos? .Con esta relevante pregunta

quisiera abrir el espacio de reflexión y análisis del presente estudio que

permitió reconocer paisajes, impresiones y desafíos de la actual educación

infantil en Chile.

Acercándonos a las posibles respuestas podemos aseverar que “sí, es

una responsabilidad de la educación, asegurar condiciones para que el

infante pueda ir constituyéndose en un ser humano en desarrollo, en el

contexto histórico y socio cultural en que transcurre su vida” (Romero, 2002).

Pero ¿qué es un ser humano?, en el transcurso de la historia del

hombre en el universo se han tejido variadas respuestas que surgen de las

transformaciones culturales, el progreso económico y científico. No hay duda

que será siempre un tema vigente y controversial, que apuntará a satisfacer

necesidades de sobrevivencia del hombre en el planeta.

Desde este estudio comprenderemos que el ser humano es una

integración en equilibrio entre cuerpo, mente, emoción y trascendencia,

desde estas dimensiones podríamos inferir que el ser humano se manifiesta

dentro del universo como un ser, con características propias de

sobrevivencia y evolución. Cada ser humano es una pieza singular, que en

su desarrollo y propio significado de sí mismo y del mundo, se va

transformando en una persona con sus particularidades que lo distinguen,

pero que a la vez comparte con otros seres humanos, por lo tanto sólo los

seres humanos en la relación interpersonal pueden formar a otros seres

humanos o sea se requiere ser de su misma camada, de su misma

naturaleza. Desde aquí se puede observar si la actual práctica pedagógica

2

proporciona elementos para el desarrollo humano, la apertura y el

crecimiento singular que cada persona necesita en la aventura del

autodescubrimiento y de su proyecto de vida. Desde este argumento los

pedagogos han tenido que ir transitando hacia nuevas posturas en el ámbito

educativo, esto porque hay nuevas interpretaciones de la realidad y con un

nuevo sentido común.

Sostener que la educación tiene la responsabilidad en la formación de

los seres humanos parece ambicioso y abrumador; sin embargo, la Ley

General de Educación sostiene:

“Como finalidad alcanzar su desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo,

intelectual, artístico y físico, mediante la transmisión y el cultivo de

valores, conocimientos y destrezas. Se enmarca en el respeto y la

valoración de los derechos humanos y de las libertades

fundamentales, de la diversidad multicultural y de la paz, y de nuestra

identidad nacional, capacitando a las personas para conducir su vida

en forma plena, para convivir y participar en forma responsable,

tolerante, solidaria, democrática y activa en la comunidad, y para

trabajar y contribuir al desarrollo del país” (LGE, 2009).

En esta declaración se puede desprender que hay intención desde las

políticas públicas, de construir un escenario que permita exaltar toda la

belleza del potencial humano en cada uno los ciclos educativos del sistema

educacional, pero cabe preguntarse ¿cómo podría materializarse esta

declaración en el nivel sala cuna?, mayor reto aún, producir prácticas

pedagógicas que desplieguen todas las capacidades humanas desde su más

tierna infancia.

3

A partir de lo anterior se puede plantear: ¿cómo necesitan aprender a

ser persona, los niños y niñas menores de un año?, variadas disciplinas han

aportado respecto a develar los requerimientos dentro del primer año de

vida, todas con la clara intención de permear los programas pedagógicos

para enriquecer las formas de abordar la acción del educador en el aula y

potenciar al ser humano, sin embargo, el aporte más significativo de esta

última década desde la neurociencia, es:

“Ha quedado muy claro que el útero y los entornos más inmediatos

después del nacimiento, y las relaciones diádicas entre el niño(a) y

sus cuidadores en los primeros años de vida, pueden tener efectos

directos y permanentes en el desarrollo cerebral del niño(a) y su

comportamiento” (Shore, 2012).

Desde aquí se puede traducir que los procesos afectivos que se

establecen entre dos personas significativas se encuentran ligados al núcleo

del self. ¿Qué significa esto último?, el self es la configuración de la

conciencia de ser uno mismo, en otras palabras “ser una persona humana”,

así lo asegura Winnicott (1960), “que el self verdadero aparece cuando existe

algún grado de organización psíquica y que está ligado a la experiencia de

continuidad existencial y de sentirse real como individuo, esto es posible en

el contexto de una relación”, en donde ambos se influencian y se conforman

en su estar y accionar, permitiendo el desarrollo del aprendizaje. Esta

dualidad que nos acompaña a lo largo del ciclo vital se hace patente

inicialmente en la estructura cerebral derecha o cerebro emocional, “el

predominio fuerte y coherente del hemisferio derecho emerge después del

nacimiento” (Shore, 2005).

Hay acuerdo entre las diferentes disciplinas, que en el primer año de

vida humano, la tarea esencial es la co-creación de un vínculo de apego

4

seguro y de comunicación afectiva entre el bebé y su cuidador. El niño y la

niña muestran sus florecientes estados emocionales de placer y de no placer

para que el cuidador los regule. Entonces, desde aquí la relación de apego

da forma a la capacidad para comunicarse con otros seres humanos y por

consiguiente iniciarse en el aprendizaje del convivir. Sin embargo, se

extiende hacia otras esferas mucho más profundas, donde el desarrollo

temprano de la auto-regulación es central en la emergencia de la salud

infantil: ¿qué quiere decir esto?:

En primer lugar, “que las enfermedades que se encuentran en la vida

adulta a menudo están basados en trastornos evolutivos y biológicos que

ocurrieron durante el primer año de vida” (Leckman y March, 2011), que la

negligencia, el maltrato y el estrés relacional alteran la trayectoria del cerebro

derecho y que esto sería el origen de trastornos psiquiátricos como: estrés

post traumático, trastorno del límite de la personalidad, esquizofrenia y

depresión mayor. Surge entonces una nueva mirada respecto a la

construcción de los sentidos de la relación interpersonal entre adultos/as-

niños/as, lo que permite entender la importancia de su delicada etapa en los

primeros años de vida y del cómo nutrir un entorno amigable que permita el

bienestar emocional dentro de las prácticas pedagógicas en nivel sala cuna.

Este gran avance levanta un tejido complejo, en donde el campo de la

pedagogía asume que la herramienta vital para una educación de calidad en

el primer ciclo de Educación Parvularia es preferentemente la calidad del

contacto de la relación interpersonal que allí se sostiene, sin embargo,

¿cómo articular los avances de la neurobiología interpersonal con la práctica

educativa?

Los hallazgos pueden quedarse en discursos academicistas o en

programas bellamente escritos de manera que los pedagogos lo ejecuten,

5

pero sin que llegue a tocar lo más esencial de nuestra actividad pedagógica,

el estado consiente de la relación que emerge en el contacto humano,

entonces se hace necesario buscar estrategias efectivas que puedan aportar

con potenciar y proteger el desarrollo del lado derecho del cerebro (la

emocionalidad) desde el cuidador hacia el infante, pero ¿cómo lograr esto en

medio de las múltiples exigencias en las que se enmarca el nivel sala cuna?

Hoy la educación emocional puede ser un puente eficaz para dar vida

al descubrimiento personal y del contacto con el otro (con su propia vivencia

emocional). Asimismo, reconocer que las emociones están presentes desde

la más tierna infancia, con la urgencia de ser visualizadas y acogidas por otro

como una energía que mueve, que nos impulsa a la acción y que por tanto,

necesita de otro para acompañarle y educarle en la manifestación libre y

sincera de sus miedos, dolores, tristezas, ansiedades y desbordes, para

poder entonces, compartir un territorio en común.

En Chile, el aumento de la cobertura del servicio sala cuna que

corresponde a niñas y niños entre ochenta y cuatro días de nacido hasta los

dos años de edad, surge por la incorporación de la mujer al mundo laboral y

como un espacio de protección a los derechos de los niños y las niñas en

situación de vulnerabilidad. Este transitar del mundo femenino ha

influenciado la conformación de una nueva vida familiar y de los estilos de

crianza, pero también la actual cultura económica y social ha contribuido a la

pobreza, la desigualdad, la exclusión y la vulneración de los derechos. Sin

duda, este primer nivel educativo viene a palear las duras problemáticas de

la búsqueda del sustento, de la competencia económica y la necesidad del

buen vivir. Hoy la sala cuna es un espacio delicado en donde la familia

comparte la formación del self (conciencia de ser uno mismo, conciencia de

ser persona humana) de las niñas y niños, en donde la práctica pedagógica

6

relacional del educador con el infante conforma un contexto en donde la

alianza o la discordia puede alterar el punto de partida de un ser humano.

La presente investigación pretendió aproximarse a la realidad de las

prácticas pedagógicas en el nivel sala cuna menor, focalizando la

observación desde la educación emocional sobre las relaciones

interpersonales que se establecen entre el adulto significativo (pedagogo) y

el infante.

Confiamos que el nuevo contexto de la práctica pedagógica que surge

de la relación entre los seres humanos, hoy puede constituirse en un nuevo

foco de intervención para fortalecer la más hermosa herramienta a la hora de

emprender la educación inicial: nuestro propio ser.

A continuación se presenta el capítulo I con el fin de sustentar el

problema investigativo.

7

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN

1.1 PROBLEMATIZACIÓN

Las bases curriculares de la Educación Parvularia en Chile son el

escenario mínimo para el aprendizaje y expresión vital de la ley general de

educación. Desde ahí sostiene que:

Busca favorecer aprendizajes de calidad para todas las niñas y niños

en una etapa crucial del desarrollo humano como son los primeros

años de vida. Si bien es cierto que el ser humano está en un proceso

continuo de aprendizaje durante toda su existencia, la evidencia

experta sobre la materia muestra la importancia que tiene este período

en el establecimiento y desarrollo de aspectos claves como: los

primeros vínculos afectivos, la confianza básica, la identidad, la

autoestima, la formación valórica, el lenguaje, la inteligencia

emocional, la sensomotricidad y las habilidades del pensamiento,

entre otros. (BCEP, 2004, p.15)

La declaración anterior reconoce la etapa vital y sensible en que se

encuentra la niña y el niño que asiste al primer nivel sala cuna, se devela la

fuerte conexión entre desarrollo, aprendizaje y enseñanza en donde “las

experiencias tempranas, oportunas y significativas tienen una gran influencia

en la arquitectura del cerebro y por consiguiente en la naturaleza,

profundización y extensión de las capacidades para la vida adulta” (BCEP,

2004, p.15)

En la actualidad se concibe al ser humano como un organismo abierto

y modificable, en donde su potencial cognitivo no tiene un valor definido, más

bien es un proceso que se autorregula en la intervención sensible y dinámica

8

del otro (mediador), desde ahí el hermoso juego entre genética y las

influencias ambientales permite aventurarse en la construcción de un ser

único, indivisible y relacional. Sin duda, los aportes de las ciencias duras

proporcionan un sostén para plantearnos, ¿cómo influir conscientemente en

la relación del adulto/a significativo/a con la niña y el niño en el contexto

pedagógico?. Para comprender lo anterior es necesario definir qué

entendemos por adulto o adulta- significativo/a en el marco de este estudio.

Se entiende por éste, a aquel adulto/a que se constituye dentro de una

relación subjetiva, permanente y cotidiana del hábitat de la niña y el niño, sin

distinción de su rol y formación profesional o técnica en que él o ella se

encuentre (educadoras de párvulos, asistentes en educación parvularia y

técnicos en educación parvularia), por tanto, él o ella que se posiciona como

un ser significativo en la relación es quien provee al infante la satisfacción de

sus necesidades y da lectura permanente a sus estados: emocionales,

físicos, espirituales e intelectuales y media los aprendizajes que surgen del

contacto: la exploración, el pensamiento y creación de los significados

compartidos.

A partir de lo anterior, el problema de estudio se sustentó en observar:

¿cómo se aprende a ser persona en la práctica pedagógica?, ¿cuál es el

accionar del adulto significativo en la relación interpersonal con el infante?,

¿se está consciente de las repercusiones positivas o negativas en la

construcción de la relación interpersonal en la díada adulto/a-niño/a?, ¿cuál

es la relación interpersonal latente que el adulto/a significativo/a se permite o

se representa dentro del espacio pedagógico?, ¿qué elementos del sistema

pedagógico permiten u obstaculizan la relación interpersonal? .Con estas y

otras preguntas se concurrió a observar la práctica pedagógica de manera de

visualizar y sistematizar la relación interpersonal en la díada adulto/a-niño/a,

desde la educación emocional.

9

A continuación, se informa respecto de las razones que motivaron el

levantamiento de esta propuesta de investigación y cómo ésta puede

responder a las necesidades vigentes de la educación infantil en Chile.

1.1.1 Fundamentación

Los actuales hallazgos de la neurobiología interpersonal han abierto

una fuerte discusión respecto de cuáles serían los principales elementos que

afectan positiva o negativamente la vida de un ser humano dentro del primer

año de vida y sus consecuencias. A pesar de la amplia gama de estudios

aún no es posible observar cómo estos descubrimientos se traspasan a la

práctica pedagógica. Aún hay una brecha importante por cubrir. Desde aquí

surge la idea ambiciosa por conectar los aportes de la neurobiología

interpersonal con el enfoque de la educación emocional que puede permitir

aterrizar elementos contundentes hacia la práctica educativa en el nivel sala

cuna.

Para comprender lo anterior, es necesario profundizar en dos campos:

el enfoque de educación emocional y los elementos de la co-creación del

sistema de apego que presenta la actual Teoría de la regulación afectiva

temprana proveniente de la rama de la neurobiología interpersonal. Desde el

primer campo definiremos la educación emocional como:

“Un proceso educativo orientado al desarrollo de la conciencia

emocional y la comprensión emocional. La educación

emocional se presenta en dos direcciones: la conciencia de la

experiencia emocional que le es única a esa persona, y que por

ello, devela el núcleo de su personalidad, y la comprensión

emocional que es el proceso intersubjetivo mediante el cual una

persona se vincula con el campo de la experiencia emocional

10

de otra persona. El logro de la conciencia y comprensión

emocional requiere del desarrollo de las competencias de

apertura, conocimiento, interpretación, regulación,

modulación, y conexión de la experiencia emocional”

(Cassasus, 2013, p 4)

En la definición anterior, se puede observar cómo la educación

emocional se sistematiza en las competencias emocionales, las cuales tienen

por finalidad abrir un espacio transformador en las cualidades de las

personas, es decir, se incorporan nuevas características a su personalidad.

Dentro de las competencias emocionales se precisará en la primera de ellas:

la capacidad de estar abierto al mundo emocional porque esta devela la

valoración de estar interesado por conocer y apreciar el espacio de lo

emocional personal y del otro. Esto último permite afirmar que dada las

características, físicas, sicológicas, cognitivas y biológicas del infante en el

primer año de vida puede este constituirse como un aliado para la co-

creación del vinculo de apego. Tal afirmación se sostiene dado que la

primera competencia se desglosa en seis dominios las cuales son

correlaciónales a los cuatro procesos duales de la co-creación del sistema

de vínculo de apego que ha sido levantada por las múltiples investigaciones

de la neurobiología interpersonal y que se sistematizaron en la actual teoría

de la regulación afectiva temprana de Allan Shore. A continuación se

presenta la correlación de los elementos que conforman la teoría de la

regulación afectiva temprana y los seis elementos de la primera competencia

emocional “Apertura al mundo emocional”.

11

La correlación antes mencionada fundamenta la relación

interpersonal entre el adulto significativo y el infante no solo desde una

perspectiva valórica, es decir, desde lo que se espera que ocurra sino

también de un mecanismo eficiente de la relación permitiendo gestionar el

desarrollo y el aprendizaje del ser en el aula.

Esta maravillosa coincidencia no es obra del azar; ambas líneas de

acción sustentan que el mundo emocional es de gran relevancia en el

desarrollo humano dentro del campo de la salud mental, espiritual, física

e intelectual. Para ambos, reconocen que el cuerpo es el vehículo

exclusivo por donde transita la emoción ya que su versátil capacidad de

conexión permite viajar desde el mundo interno a los otros así lo expresa

Shore. A. (1994- 2012) “en la comunicación de apego cargada

emocionalmente de cerebro derecho a cerebro derecho, el cuidador

afecta directamente la maduración dependiente de la experiencia del

cerebro derecho del infante”.

12

Complementando lo anterior, el enfoque de la educación emocional

hace referencia a que:

Nuestro cuerpo, nuestro cerebro, nuestra mente, vibran por y a través

de las emociones. Ellas son la energía que hace de puente hacia

nuestro interior, y también de puente hacia el mundo. Son el nexo que

une nuestra mente con nuestro ser, nuestro ser con los otros seres,

pensamiento y acción, une a la persona con el contexto, une nuestra

biología con la cultura. Siempre me remite a mí, (Cassasus, 2013, pp

4-5).

Desde esta resonancia cabría plantearse, si el adulto significativo

desde su lado derecho ampliamente potenciado a través de la primera

competencia emocional –capacidad para estar abierto al mundo

emocional– podría influir fuertemente en el lado derecho del cerebro de la

del niña/o. Lo que a su vez, permitiría proteger y conformar parte de la

arquitectura cerebral y por consiguiente el self. Así lo confirma Le Doux

(2000), “entre más amplia sea la gama de emociones que una niña o niño

experimenta, más amplio será el rango de emociones que desarrolla el self”.

Ahora bien, los resultados de las investigaciones en el campo de la

neurobiología interpersonal sustentada en la actual teoría de la regulación

afectiva temprana están dentro de un contexto familiar, es decir, en la

relación interpersonal diádica madre e hijo. Cabe entonces preguntarse si el

escenario relacional que proporciona la sala cuna dentro del primer año de

vida (fuera de la exclusiva relación filial), es suficientemente buena para

potenciar el desarrollo emocional de los infantes y responsabilizarse de las

consecuencias que estas tendrán dentro de su proyecto vital.

13

Surge entonces, la aventura de aproximarse a la práctica docente

desde el interior del aula, puesto que allí se despliegan las relaciones entre

niñas, niños y formadores. El aula se transforma en primer lugar, en un

espacio doméstico, dada la extensión de tiempo en que se convive. La

permanencia de los niños y niñas dentro de este habitad, permite que se

construyan prácticas sociales consensuadas (rutinas) que darán paso a un

sistema propio. Este sistema lo delimita un contexto pedagógico, en donde el

objetivo que le substrae es la acción de enseñar y aprender un currículo

oficial que permita, potencie y prepare al infante como un ser humano

altamente competente para la vida, este marco delimita una relación

planificada, explícita, objetiva y racional. Sin embargo, la relación

interpersonal delimita otro campo pedagógico oculto, implícito, subjetivo y

emocional, ¿cómo este campo de relaciones se recrea en el aula?, ¿qué

elementos estresores afecta la relación?; ambas preguntas llevan a concluir

que las interacciones que afectan el “ser” están dentro del ámbito del

aprendizaje, es decir, el maestro y el aprendiz no siempre ocupan el mismo

lugar, transitan de un ser a otro afectándose y por tanto no son inocentes ya

que de alguna u otra forma perturban al más frágil en este caso al infante.

Otra mirada importante que se confluye en la realidad de la vida

cotidiana del infante en el aula, es la construcción intersubjetiva:

Es decir, asumirlo en un mundo que comparte con otros. Tratando así

de establecer la correspondencia continua entre los significados del

niño- niña y los significados de quienes lo rodean y comparten con él

un sentido común de la realidad del mundo. (Amar, 1996).

La intersubjetividad abre un cosmos en donde la lectura de las señales

emocionales y la expresión lingüística de ellas son clave, ambos

sincronizados podrían dar paso a la conciencia del mundo interno y a la

14

comprensión del otro y por tanto a la realidad. Cabe entonces preguntar,

¿cómo interpreta la expresión de placer o no placer que manifiesta el infante

hacia el mundo exterior dentro del marco de la relación interpersonal entre

adulto/a-niña/o?, ¿de qué manera la respuesta de la adulta significativa

genera un aprendizaje sobre el self del infante? y finalmente, ¿de qué

manera la respuesta del infante influye en la construcción del self del adulto/a

significativa? .Lo anterior incita a indagar como surge el nivel educativo sala

cuna en nuestro país y qué necesidades las sustentan. En Chile el 19% de

los menores de tres años y el 74% de los niños entre cuatro y cinco años

asiste a establecimientos de educación parvularia (Chile, Ministerio de

Planificación y Cooperación, 2010). En los últimos años, ha aumentado

considerablemente la cobertura nacional de sala cuna, esto por el ingreso de

la mujer como fuerza laboral del país que ha llevado a legislar, por un lado el

actual sistema posnatal de seis meses y el nuevo proyecto de ley que se

elabora en el congreso respecto a la “sala cuna universal”, en donde la

empresa deberá asegurar como derecho a toda mujer contratada que

requiera el ingreso de su hijo/a este nivel educativo. Además, la empresa

deberá garantizar este derecho independiente del número de trabajadoras

que este posea, sin duda, el expansivo aumento de la crianza de los niños y

niñas menores de dos años fuera del seno familiar plantea, ¿cuáles podrían

ser los efectos de asistir a centros de educativos externos en la primera

infancia?

En el nivel sala cuna asisten niñas y niños que fluctúan entre las

edades de ochenta y cinco días a los dos años (asignando a los niveles sala

cuna menor y mayor). Los infantes se encuentran en una etapa altamente

sensible, dependiente y permeable al contacto humano, su primer

aprendizaje será iniciarse en la confianza básica que determinará sus

posibilidades, no sólo cognitivas, biológicas, sociales sino también de salud

mental. Dicho descubrimiento ha sido avalado por diversas investigaciones

15

como: Bowby (1969): Teoría del apego; Winnicott (1986): Cuerpos Vivos;

Myowa - Yamakoshi y otros (2003):Cognición; Gluckmany Adler (2004):

Orígenes evolutivos de la salud y la enfermedad; Triassa (2006): Conciencia

y cognición; Papousek (2007): Comunicación en la temprana infancia: Una

arena de aprendizaje intersubjetivo; Ryan (2007): Motivación y Emoción;

Knickmeyer y otros (2008): Un estudio de una tomografía computarizada del

desarrollo del cerebro humano desde el nacimiento hasta los dos años;

McGilchhrist (2009): El maestro y su emisario; Shore (1994-2012): La

regulación afectiva y el origen del self. Todas ellas intentan permear la

pedagogía infantil y son la señal clara que el abordaje de la calidad en las

relaciones interpersonales, no puede estar ausente o ser tierra de nadie a la

hora de llevar a la práctica el acto de educar.

Cómo ya se ha explicado dentro de los fundamentos del estudio sobre

la correlación entre los elementos del sistema de la co-creación del vínculo

de apego y los dominios de la primera competencia de la educación

emocional, junto con los efectos sobre la regulación y desregulación

emocional dentro del primer año de vida, nos confiere la posibilidad de

aportar con una propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica

consciente en el ámbito del “aprender a ser” permitiendo fortalecer la propia

identidad profesional docente. Así la propuesta de acompañamiento es un

espacio de formación y crecimiento personal, que permite ampliar el estado

consciente de las relaciones interpersonales cotidianas, para que este adulto

ampliamente conectado consigo mismo pueda entonces conectarse con un

otro significativo, por tanto, no responde a la estandarización del

comportamiento o de los ideales del adulto mediador, sino promover:

Desarrollo profesional docente: el rescate de la esencia

personal, “el verdadero self de cada adulto”

16

Conciencia emocional: la conexión con su mundo emocional,

a través de los estados emocionales en el que habita

permanentemente dentro y fuera del aula.

Comprensión emocional: el reconocimiento de la díada

adulto/a significativo/a-niño/a.

La cultura de la infancia: reconocimiento del ser emocional en

el primer año de vida.

Dado que ya se han señalados todos los fundamentos del estudio a

continuación se presentará la justificación que permitió profundizar en la

contribución al campo educativo.

1.1.2 Justificación

a) Relevancia social

La presente investigación pretende remirar el orden de las prioridades

dentro del sistema educativo en la educación parvularia chilena

especialmente en el nivel sala cuna, para que los profesionales relacionados

con el área se cuestionen y reflexionen sobre la importancia del contacto

relacional que ocurre en las aulas de educación infantil específicamente en

los niños y niñas menores de un año, de tal manera de advertir cómo esta

puede afectar la conformación del self (ser persona: “conciencia de sí

mismo”) y si estos efectos con posterioridad serán un piso para la

configuración de una sociedad más satisfecha, sana o enferma.

Por otro lado, se pretende evidenciar en los hallazgos cómo las

instituciones de educación infantil que atienden población en situación de

vulnerabilidad, están abordando en su práctica pedagógica, el “aprender a

ser”, precisando que la población infantil que atienden proviene de un

contexto de vulneración de derecho y que por tanto, las acciones respecto al

17

bienestar emocional deberían ser un elemento vital dentro de su programa

pedagógico.

Finalmente, la investigación intenta dar cuenta de la importancia de la

reciprocidad en las relaciones interpersonales y su relación con la

conformación del self, pues la construcción de éste no es un proceso

unilateral, sino es una co-construcción e intersubjetividad mutua entre el

adulto significativo y el infante, sostenido en el proceso diádico. Desde aquí

la vital importancia de apelar a la formación emocional de los adultos que

imparten educación parvularia

b) Utilidad práctica

El desarrollo de la temática tratada requiere de sustentos prácticos

que la hagan posible, por ello, el presente estudio desarrolló una propuesta

de acompañamiento a la práctica pedagógica, la cual tiene por objetivo la

articulación de los hallazgos de la neurobiología interpersonal hacia

educación emocional de manera de alimentar y materializar una práctica

pedagógica basada en la conciencia y comprensión emocional.

Este nuevo enfoque de mirar las relaciones interpersonales permite

levantar un nuevo elemento de estudio, de manera que a través de la

primera competencia, capacidad de estar abierto al mundo emocional, se

oriente la práctica significativa y relacional en la díada adulto/a-niña/o, con el

fin de desarrollar y proteger el cerebro emocional de los infantes, el abordaje

de la formación del ser en los primeros años de vida y fortalecimiento del

desarrollo profesional docente en el sistema educativo.

Facilitaremos a la comunidad educativa la posibilidad de advertir que

las emociones que surgen en la vida cotidiana del aula parecen ser un

18

hallazgo extraordinario en lo ordinario, pudiendo ser este un espacio abierto

para la discusión respecto a los avances, retrocesos y estancamientos en

educación infantil, específicamente en el nivel sala cuna.

Finalmente, se espera aportar evidencia necesaria para que con

posterioridad, otros investigadores arriesgados contribuyan a la aplicación de

programas de acompañamiento a la práctica pedagógica dentro del marco de

le educación emocional.

En el punto siguiente se plantea la relevancia del problema a

investigar.

1.1.3 Relevancia

El levantamiento investigativo se dirigió al Ministerio de Educación,

quien como entidad pública regula y selecciona el currículo mínimo para la

formación de los estudiantes. Lo anterior es importante, considerando la

influencia que el Mineduc posee, en el sentido que depende de este

organismo que las instituciones formadoras de docentes y técnicos

progresivamente incorporen la Educación Emocional y la neurobiología

interpersonal en los programas de estudio.

Este estudio, además es relevante para las instituciones públicas y

privadas de atención infantil, especialmente aquellas que atienden niños y

niñas en situación vulnerable en el nivel sala cuna, de manera que amplíen la

mirada respecto a cómo abordar la formación del ser dentro de sus proyectos

educativos y desarrollen currículos más pertinentes a las necesidades de los

niños y niñas menores de un año.

También está dirigido específicamente a las educadoras(res) de

párvulos, técnicos y asistentes de párvulos que desarrollan, mantienen y

19

sostienen el programa pedagógico, ya que sin duda son ellas quienes podrán

visualizar en esta investigación el panorama del quehacer pedagógico y sus

posibles efectos y desafíos.

Sin duda, la sociedad completa y específicamente el estado, deben

remirar el foco de calidad que se pretende establecer para los cimientos de

los primeros años en la educación infantil y cuestionarse si, desde las

políticas públicas, específicamente desde la organización del sistema

educacional, es posible favorecer el crecimiento integral y pleno del niño y la

niña en el nivel educativo sala cuna o sólo es una lamentable alternativa de

subsistencia para las madres trabajadoras y para el cuidado de los niños y

niñas en situación de vulnerabilidad.

Luego de haber constatado la relevancia que tiene esta investigación,

se procede a hacer alusión a los cimientos y redes que facultan el poder

realizarla.

1.1.4 Factibilidad

La factibilidad del estudio se sustentó, en primer lugar por la amplia

cobertura a nivel país del servicio sala cuna en la institución de Integra en

sectores de riesgo social y, por otro lado, la gran demanda de matrículas de

las familias en situación de vulnerabilidad y madres trabajadoras que han

contribuido a que surja este nivel educativo como una necesidad que se

requiere cubrir, indicando que este espacio pedagógico es de alta exigencia

en la regulación emocional, dado las características de las familias que

acceden a esta organización.

El establecimiento seleccionado fue el Jardín Infantil y Sala Cuna “Las

Palmas” ubicado en la región Metropolitana. El centro educativo es de

20

modalidad convencional, que atiende una población infantil de 118 niños/as,

entre las edades de 85 días hasta los 4 años de edad.

El nivel seleccionado pertenece al primer ciclo de Educación

Parvularia:

Tabla Nº 1: Selección de la muestra.

Nivel Educativo Edad

fluctuante

Número de

Niñas-niños

matriculados

Sobre matricula Número de

adultos/as

asignadas

por sala

Sala cuna menor Tres meses

hasta 1 año 1

mes

18 20

4

Ya resguardados en la factibilidad con la que se llevó cabo esta

investigación, abordaremos en el siguiente punto las complejidades que se

suscitaron en su desarrollo.

1.1.5 Complejidad

El estudio tuvo la complejidad interna de buscar los elementos que

hicieran visible el tipo de relaciones interpersonales que surgen en la díada

adulto/a-niño/a dentro del nivel sala cuna. Para lo cual se requirió revisar una

amplia bibliografía en los temas de neurobiología interpersonal, teoría del

vínculo de apego, competencias en la educación emocional y otros estudios

que pudiesen dar cuenta sobre los alcances de la estadía de los infantes en

el nivel sala cuna.

Por otro lado, la complejidad externa que se presentó, tuvo por

características:

21

Ausencia prolongada de los niños y de los adultos por

enfermedad.

Inseguridad de las docentes respecto a sentirse evaluadas en el

estudio.

Resistencia de las adultas para realizar las entrevistas.

Si bien las complejidades de la investigación consiguieron ser

superadas, siempre es necesario contar con cierta incertidumbre que movió

al investigador a buscar nuevos caminos para enfrentar con éxito el desafío.

Desde aquí informar que inicialmente se observaron dos niveles educativos

sala cuna menor y mayor, sin embargo, se optó por el primer nivel educativo

dado que:

Las adultas participantes no presentaron ausencia dentro del

proceso de investigación.

La asistencia de los niños y niñas dentro del transcurso de la

investigación fue aumentando, permitiendo observar la rutina en

momentos de alta exigencia.

Las entrevistas se lograron realizar a la totalidad de adultas

participantes.

Otro aspecto relevante para el desarrollo de la investigación fue que

la rutina diaria del nivel no fue afectada por la programación de actividades

generales del establecimiento como: la semana aniversario, fiestas patrias, la

semana de la educación parvularia, entre otros. Esto último permitió

aumentar la estadía de la investigadora dentro del nivel accediendo a más

campos de información.

22

Por otro lado, cabe destacar que el nivel sala cuna mayor permitió

realizar la revalidación de los instrumentos a través de la prueba piloto con lo

cual se consiguió afinar las temáticas que abordarían dentro del estudio.

Desde estos alcances se presenta el acotamiento de la investigación, que

permitió dar un marco de referencia dentro del área de las posibilidades.

1.1.6 Delimitaciones y limitaciones

El estudio se comprometió a:

Aproximarse a la práctica pedagógica en el nivel sala cuna menor,

respecto a la relación interpersonal que se establece en la díada

adulto/a-niño/niña.

Comprender el tipo de relación interpersonal en la díada educador

niña-niño desde el enfoque de la educación emocional.

Elaborar una propuesta de acompañamiento a la práctica

pedagógica desde la primera competencia emocional: “Apertura al

mundo emocional” para fortalecer el “aprender a ser y la identidad

profesional docente”.

Finalmente recopilados todos los antecedentes se puede presentar la

formulación del problema.

23

1.1.7 Formulación

A partir de la observación de las prácticas pedagógicas en primer

ciclo de Educación Parvularia, nivel sala cuna menor en el establecimiento

Jardín Infantil y Sala Cuna “Las Palmas”, perteneciente a la Fundación

Integra, región Metropolitana:

¿Cómo son las relaciones interpersonales en la díada adulto/a

significativo/a-niño/a dentro de la práctica pedagógica en el nivel sala

cuna menor?

1.2 OBJETIVO GENERAL

Comprender el tipo de relación interpersonal en la díada adulto/a

significativo/a-niño/as que surge en el nivel sala cuna menor, a fin de

sustentar una propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica desde

la primera competencia emocional: “Apertura al mundo emocional”.

1.3 OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1.3.1 Identificar el tipo de relación interpersonal que favorece o no la

construcción del ser persona (conciencia de sí mismo) en la díada adulto/a-

niño/a dentro del nivel sala cuna menor, para levantar un diagnóstico desde

el enfoque de la educación emocional.

1.3.2 Construir a partir del diagnóstico una propuesta de acompañamiento a

la práctica pedagógica desde la primera competencia emocional: “Apertura al

mundo emocional”.

1.3.3 Constatar si el mapa para observar la compresión e incomprensión

emocional propia de la educación emocional, sirve para identificar el tipo de

relación interpersonal que establecen los adultos significativos en el aula.

24

1.4 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN

Objetivos 1 Pregunta

1.3.1 Identificar el tipo

de relación

interpersonal que

favorece o no la

construcción del ser

persona (conciencia de

sí mismo) en la díada

adulto/a-niño/a dentro

del nivel sala cuna

menor, para levantar un

diagnóstico desde el

enfoque de la

educación emocional.

¿Qué muestran las prácticas pedagógicas en

el nivel sala cuna menor respecto al tipo de

relación interpersonal entre los adultos/as y el

niños/as?

¿A qué necesidades responde?

¿Qué tipos de relaciones interpersonales

observados en la práctica favorece o a la

regulación o desregulación emocional en el

aula?

¿Cuáles son las consecuencias que se

observan en la práctica pedagógica en relación

al impacto de asistir a la sala cuna?

¿Se está consciente de las repercusiones

positivas o negativas en la construcción de la

relación interpersonal en la díada adulto/a-

niño/a?

¿El escenario relacional observado, que

proporciona la sala cuna menor dentro del

primer año de vida, es suficientemente buena

para potenciar el desarrollo emocional de los

infantes y responsabilizarse de las

consecuencias que estas tendrán dentro del

proyecto vital del infante

25

Objetivo 2 Preguntas primarias

1.3.2 Construir a partir del

diagnóstico una propuesta

de acompañamiento a la

práctica pedagógica desde

la primera competencia

emocional: “Apertura al

mundo emocional”.

¿Cómo se presenta cada uno de los

dominios dentro de las prácticas

pedagógicas?

¿Si los dominios presentados están en

directa o no relación con la regulación o

desregulación emocional en el aula y por

tanto con el clima emocional?

De qué manera el abordaje de la primera

competencia emocional permite fortalecer

el desarrollo del self en infante y del

adulto, de manera de proporcionar a la

práctica pedagógica un enfoque saludable

para la co-creación del vínculo de apego.

Objetivo 3 Preguntas primarias

1.3.3 Constatar si el mapa

para observar la

compresión e

incomprensión emocional

propia de la educación

emocional, sirve para

diagnosticar el tipo de

relación interpersonal que

establecen los adultos

significativos en el aula.

¿Es útil como herramienta diagnostica el

mapa de la compresión e incomprensión

emocional para observar las relaciones

interpersonales que establecen los adultos

significativos en el aula?

¿Es posible emplear el mapa de la

compresión e incomprensión emocional

para evaluar y acompañar los estilos y

procesos que gestiona el docente dentro

del aula?

26

Para finalizar algunas ideas fuerza que permiten transitar hacia la

compresión de la persona humana dentro del marco de este estudio:

Los infantes traen consigo un código emocional, el cual es su primer

lenguaje y que requiere de un adulto para ser interpretado y compartido, este

código también debe ser reconocido como su derecho a expresarse con todo

su ser. Así la clave emocional le permite sobrevivir y generar los recursos

para su adaptación, ampliando las ventanas de oportunidades en el ciclo de

vida. La etapa crucial en que se encuentran los niños y niñas en el nivel de

sala cuna, se fundamenta en la conformación de las bases neurofisiológicas

de su ser y que estas están en directa relación con la emergencia de la salud

mental. Por tanto, el aporte más significativo de los adultos que allí se

desempeñan es, la co-construcción de un vínculo de apego que dará como

consecuencia el auténtico self. Para alcanzar dicho objetivo el enfoque de la

educación emocional permitirá al adulto significativo estar consciente de las

emociones que surgen en el contacto con el infante dentro del aula

“consciencia emocional” para luego iniciar el reconocimiento del otro hacia

la “compresión emocional”. Desde aquí surge una posibilidad auténtica en

el niño, la niña y el adulto de iniciar un camino hacia el aprendizaje del ser

persona dentro de un sistema educativo preocupado de la persona a

ocupado en las personas.

Ya erguidos los primeros acercamientos sobre el problema de

estudio, se abordará en profundidad en el capítulo II las dinámica

relacionadas con las emociones y la construcción del self, las actuales

repercusiones de la regulación y desregulación emocional en la primera

infancia y el impacto que provoca la construcción de las relación

interpersonal afectiva dentro de la práctica educativa en educación

parvularia..

27

CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO

Considerando el propósito de esta investigación, el cual responde a:

“Comprender el tipo de relación interpersonal en la díada adulto/a

significativo/a-niño/as que surge en el nivel sala cuna menor, a fin de

sustentar una propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica

desde la primera competencia emocional: “Apertura al mundo

emocional”. Se han seleccionado los contenidos a desarrollar en este

capítulo, los que se han organizado en la figura siguiente.

Figura N° 1: Contenidos seleccionados para el marco de referencia

28

2.1 APROXIMACIÓN AL MARCO DE REFERENCIA

El propósito de este apartado, es entregar una visión general de los

fenómenos y conceptos asociados a las emociones y la construcción del self

(conciencia de sí mismo) en la infancia y cómo estos fenómenos pueden

impactar y provocar cambios en la trayectoria de su vida. Por lo tanto, se

hace imperioso iniciar este camino definiendo que se entiende por infancia y

los cambios históricos, políticos, científicos y culturales que lo han

acompañado, para luego comprender el desarrollo de la infancia en el

contexto educativo, específicamente en el ámbito de la educación parvularia

y en la práctica pedagógica en el nivel sala cuna. Para ampliar la mirada se

ha recopilado una serie de antecedentes que permitió dar sustento al

problema de estudio y a sus resultados.

2.1.1 Sentidos de la infancia: su historia e implicancias.

Lo primero que surge dentro de la recopilación investigativa es advertir

que el desarrollo del ser humano es un fenómeno antiguo y discutido por

varias disciplinas, que intentan colorear su compleja y maravillosa evolución

interna (dentro de su propio ser) y externa (en su relación con el medio), sin

duda, el ser humano es desde muchos factores un ser inacabado e

inacabable de conocimiento. La evolución del ser humano dentro de sus

distintas etapas en la vida es un universo particular, que atiende su

contingencia con su propio desarrollo y con todo aquello que le proporciona

el medio. Por tanto, la etapa de vida en que se abocará la recopilación

investigativa es la primera infancia y por tanto el universo particular que

surge en torno a él.

Existe una extensa literatura que puede brindarnos una profunda

explicación sobre las concepciones y enfoques en la primera infancia, pero

sólo se hará referencia a un grupo selecto de ellas. Lo anterior permite

29

señalar que la primera infancia es un concepto vasto y que se debe

comprender en sus variaciones que están provistas por acuerdos entre

países, regiones, tradiciones, formas de organizar la familia y los distintos

sistemas educativos. Acordado esta inflexión, señalaremos que la definición

que logró consenso a nivel internacional es la que adopta UNICEF y el

Comité de los Derechos del Niño y la Niña, este enunciado establece que la

primera infancia constituye el período que transcurre, “desde el nacimiento,

el primer año de vida, el período preescolar hasta la transición hacia el

período escolar, esto compromete al tramo de edad que abarca desde el

nacimiento hasta los ocho años de edad” (Comité de los Derechos del Niño y

la Niña, 2006).

Para este estudio conceptualizaremos la primera infancia, desde el

nacimiento hasta el primer año de vida y junto con ello se considerará que la

infancia es, “una época clave de la vida, en la cual se configuran todos los

resortes afectivos e intelectuales del individuo y su correcto desarrollo

determina buena parte del éxito o fracaso posterior de cada individuo en su

proyecto vital” (Enciclopedia internacional de ciencias sociales, 1968). Desde

la psicobiología precisan definir etapas o fases, esto para agudizar la mirada

en torno a la evolución acelerada del ser humano en sus primeros años de

vida; desde ahí se distingue:

Fase de lactancia: abarca desde el momento del nacimiento hasta la

adquisición del lenguaje y la capacidad de andar.

Primera infancia: período comprendido entre el final del primer año

hasta el sexto o séptimo año de vida. Se caracteriza por un fuerte desarrollo

de la capacidad exploratoria del niño, así como del desarrollo intelectual con

un progresivo dominio del lenguaje.

30

Por otro lado, también es preciso abordar el concepto de niño/a y que

puede ser entendido desde lo legal, desde el desarrollo psicoafectivo, físico y

sociocultural. A partir de lo que planteó Campos (2009), “se entiende que

desde lo legal, ser niño/a se refiere a aquella población que pertenece a un

período que comprende el nacimiento hasta una cierta edad, determinada

por la constitución de cada país, o hasta alcanzar la emancipación”.

Desde lo psicoafectivo, se entiende por niño/a aquel individuo que aún

no ha alcanzado un grado de madurez suficiente para desenvolverse por sí

solo y que aún necesita estar bajo el cuidado o supervisión de otro.

En cuanto al desarrollo físico, ser niño tiene que ver con aquel sujeto

que aún no alcanza la pubertad.

Respecto a lo sociocultural, se refiere a que los infantes están en parte

formados según condiciones socioculturales que le rodean, como nivel

socioeconómico, raza, sexo, cultura, costumbres y creencias.

Acerca de la etapa específica de niños/as menores de un año, según

Piaget, se encuentra en el estado sensomotriz, el cual se refiere a que el

niño o la niña van evolucionando desde simples actos reflejos a hábitos

simples, hasta llegar a la realización de conductas más complejas.

Asimismo, esta etapa etaria se caracteriza porque el niño y la niña van

descubriendo la realidad mediante sus sentidos. Así también en esta etapa

comienzan a manipular objetos y a interactuar con el mundo. Respecto al

desarrollo cognitivo, sólo entienden los estados finales de las cosas y no las

transformación o mutaciones que estos sufren. Los niños y las niñas a esta

edad aún no entienden la transferencia, la cual se refiere a la capacidad de

31

extrapolar la existencia de las cosas, es decir que aunque tal objeto no esté

presente, no significa que no siga existiendo.

Por otro lado la pedagogía nos propone una imagen de niño y niña

que según Carla Rinaldí (citando por el enfoque Reggiano de Loris Malaguzzi

2001) sustenta:

Un niño animado por el enorme potencial energético de sus millones

de neuronas, por la fuerza de quien crece y hace el trabajo de crece,

por la riqueza de la curiosidad que lo lleva a investigar los porque de

cada cosa. Un niño que sabe esperar y que se espera mucho, que

quiere mostrar que sabe y que sabe hacer con la fuerza y la riqueza

de quien sabe asombrarse y maravillarse. Un niño potente desde el

nacimiento porque está dotado de núcleos de disponibilidades y

capacidades de autoconstrucción. Un niño que posee plenamente sus

sentidos o sea las direcciones y deseo de la conciencia y de la vida

(p.7)

Y desde el ser emocional podemos comprender al niño y la niña,

como:

El niño tiene, desde su nacimiento, la capacidad fundamental de

relacionarse socialmente. Pero podrá desarrollarla, siempre y cuando

haya alguien, el cuidador primario, disponible para establecer esta

relación social. Por eso, se puede pensar que para el bebé no es

posible desarrollarse en soledad. El bebé nace en un estado de

indefensión tal que para sobrevivir, constituirse en ser humano y

desarrollar su potencialidad genética necesita de otras personas que

le provean todo aquello que es necesario, ya que no puede hacerlo

por sí mismo. Los niños pequeños, al presentar una estructura

psíquica inmadura en formación, se encuentran en un estado de gran

32

fragilidad. Las experiencias afectivas con sus cuidadores primarios en

los primeros años de vida tienen una enorme influencia a favor del

desarrollo cognitivo, social y emocional, íntimamente relacionados.

(Unicef, 2012).

Si bien, la infancia se ve caracterizada por las distintas disciplinas

como la biología, psicología, sociología y la pedagogía entre otras, es preciso

reconocer que la infancia ha podido traspasar y permanecer anclada en la

historia y la cultura. Así la infancia también como un proceso histórico-cultural

nos permite adentrarnos en algunos antecedentes más antiguos que

fortalecen su identidad.

En el mundo grecorromano, se observó la ausencia de un concepto

para describir la niñez, ya que este período de edad estaba vinculado a los

significados de “nutrir”, “criar”, “engordar”, es decir, no existía una forma

específica para referirse a este período de la vida. Eso permitió dar cuenta

de lo apartado que estaban los grecorromanos de la actual descripción de

niñez.

En Europa, durante la época medieval tampoco existía una

representación social significativa sobre la “infancia”, tal como lo demuestran

diversas pinturas y relatos costumbristas de esa época. La niñez la definían

como un período muy breve en la vida de las personas, donde los niños y las

niñas, desde muy pequeños, una vez que pasaban el justo y breve período

de dependencia materna, se integraban al mundo de los adultos, vistiendo

igual que ellos y realizando las mismas actividades. Así, la sociedad de la

Edad Media sólo ve en el niño o la niña una persona pequeña, es decir, un

hombre incompleto que pronto se haría, o debería hacerse, un hombre

completo.

33

A partir del siglo XVIII en adelante, hubo cambios significativos

asociados al ámbito social y demográfico, como por ejemplo, se circula

desde una alta fertilidad a una alta mortalidad infantil. Posteriormente, estos

índices disminuyen debido a los avances de la medicina, el mejoramiento de

la higiene, el desarrollo de las ciudades y el fortalecimiento del Estado como

entidad entre otros. También, se asienta la influencia que tendrá la familia de

tipo nuclear iniciando el desarrollo de un sentimiento nuevo respecto de la

infancia. El niño y la niña comienzan a ser visualizados con más

posibilidades de sobrevivencia y sin el temor a la muerte de épocas

anteriores; así se inicia la construcción social del sentimiento de apego de los

padres hacia los hijos. Asimismo, el niño y la niña pasan paulatinamente a

ser el centro de atención de la familia, y está gradualmente se comienza a

organizar como una institución más poderosa.

En síntesis, los sentimientos que se crean entorno a la infancia habían

cambiado por un lado, en la vida privada (al interior de la familia) donde los

niños y las niñas son vistos como seres entretenidos y dependientes que por

su indefensión requerían de atención y cuidado; y desde el ámbito pública

(fuera de la familia), como un concepto naciente de fragilidad, pero a la vez,

como los futuros adultos y fuerza económica del país, por tanto, el Estado y

sus instituciones son responsables del cuidado y educación; así desde el

Estado y la sociedad civil comienzan a instaurar la concepción de “protección

hacia niñez”.

Tal es el cambio de paradigma que se realiza el Primer Congreso

Internacional de Protección de la Infancia–realizado en Bruselas en 1913–,

en el cual se instala la temática de la niñez en la agenda de los Estados y en

el discurso de las organizaciones internacionales. Los temas centrales del

congreso fueron: la higiene y la educación para la crianza de la infancia, la

urgencia en disminuir la mortalidad infantil, los programas para superar déficit

34

en la tutela de los niños y las niñas y la educación de las madres en el

cuidado de sus hijos. Es decir, temas que con algunas variantes y ampliación

de sus conceptos se han mantenido en los programas de los diferentes

congresos y seminarios internacionales hasta el día de hoy.

Después de este breve viaje hacia el exterior, adentrémonos a la

realidad de nuestro país. En Chile, la infancia se ha manifestado como un

fenómeno que ha permitido diferenciar al adulto del infante, expresado como

una construcción social que ha tenido matices y características, según los

períodos de la historia, clases sociales, tipos de sociedad y los atributos

asignados al género, entre otros.

Al terminar el siglo XIX y en la mitad del siglo XX, existe una sociedad

caracterizada por el fenómeno de la migración campo-ciudad, la expansión

de las ciudades, la reducción progresiva de la mortalidad infantil y la

instalación de un modelo capitalista de desarrollo, con fuerte énfasis en el

crecimiento hacia adentro, donde el Estado cumple un papel importante en la

generación de riquezas y en la entrega directa de servicios a la ciudadanía.

Es en este escenario en donde surge con gran fuerza el concepto de

educación como un valor social, situándose en la escuela. La escuela,

entonces, surge como un espacio de socialización preferentemente para los

niños y las niñas. En este sentido, se instaura una concepción de infancia

cada vez más asociada a la escuela y a la educación formal. Este concepto

de infancia permite comenzar a desplazar a la familia en lo que respecta a la

socialización temprana, iniciando la construcción y reproducción de un

sistema social en el que la niñez comienza a ser un elemento visible y

protagónico.

En la actualidad, Chile se constituye como una sociedad que ha

profundizado el modelo capitalista y se ha insertado con gran decisión en el

35

camino de la globalización económica y cultural. En ese contexto, ha

generado cambios como la permanencia de varios años en la educación

formal, en donde su propósito es que los niños y niñas a futuro lleguen a ser

trabajadores altamente eficientes en las aéreas tecnológicas y científicas

vinculados a las formas de producción más especializadas. En síntesis, la

infancia adquiere un protagonismo social, que evidencia el cuidado,

desarrollo, educación y control, los cuales son elementos que están a la base

de la reproducción social y económica del país.

Sin duda, el hecho que marca un camino sin retorno en el tema de

infancia, es la organización de la primera convención de los derechos del

niño y la niña, la cual fue suscrita y ratificada por nuestro país y representa el

marco regulatorio bajo el cual se instala la nueva concepción de niñez.

Desde otro ángulo, la convención ha traído otros alcances a nivel mundial

como la representación de la infancia en instituciones como la Unicef y la

ONU. Estos organismos han permitido asegurar la escucha de los niños y

niñas desde sus propias bases, abriendo una discusión más real a las

necesidades de la vida en la etapa infantil, así lo solicita la Unicef (2012), en

torno a los requerimientos de la infancia:

Protección y asistencia (…) tengan acceso a servicios como la

educación y la atención de la salud; puedan desarrollar plenamente

sus personalidades, habilidades y talentos; crezcan en un ambiente de

felicidad, amor y comprensión; y reciban información sobre la manera

en que pueden alcanzar sus derechos y participar en el proceso de

una forma accesible y activa (p.10)

Esta plataforma sin duda, permite ampliar la visión que se tiene de la

infancia no sólo para el futuro sino para el presente, “queremos un mundo

adecuado a las necesidades de los niños y niñas, porque un mundo

36

adecuado a nuestras necesidades es un mundo adecuado a las necesidades

de todos”. (Unicef, 2002, p.3). Gabriela Azurdy de 13 años, plantea en la

asamblea general de las Naciones Unidas a favor de la Infancia un desafío,

“incluir a las niñas y niños en la participación de la agenda social y ajustar las

necesidades de la actual cultura mundial a las necesidades de los seres

humanos” (Unicef, 2002, p.3)

La Convención sobre los Derechos de Niño y la Niña, y la suma de

todas las actuales organizaciones a nivel mundial y nacional a favor de la

infancia, constituye el inicio de un nuevo paradigma. Introduce un importante

giro al ámbito: jurídico, familiar, comunitario y Estatal. Ese giro consiste en

haber pasado de considerar al niño y la niña como “objeto” de preocupación,

protección y control, a ser un “sujeto de derecho” frente a los padres, la

comunidad y el Estado. Por tanto, la importancia social del niño y la niña no

radica en futuro actor económico o el reemplazo de la fuerza de trabajo,

como reiteradamente se escuchaba y leía en diversos discursos públicos,

sino que el valor del niño y de la niña, tal como indica la Convención y otras

organizaciones, es un actor participante de la construcción social y cultural,

provisto de derechos, deberes y garantías. Es así como nuestro país ha dado

pasos significativos en materias de infancia, lo que ha llevado a legislar a

favor de estos derechos; un ejemplo de ello son las temáticas que se han

abordado en los últimos proyectos de ley como pasar de una política

preocupada en los focos de cobertura y equidad en la educación infantil, a

una política ocupada en el foco de la calidad de la educación y por tanto de

los problemas de la niñez y su relación activa con la educación.

Estos cambios se distinguen o expresan en el creciente deseo de

mejorar el sistema educativo. Desde aquí nacen las actuales bases

curriculares de la Educación Parvularia (2005), criterios sobre la

implementación de la ley de articulación entre el segundo nivel transición y

37

primero básico (2006); los programas pedagógicos (2008); aplicación de la

prueba INICIA a egresados de pedagogía (2008); los mapas de progreso

(2010); los actuales perfiles de egreso de la carrera de pedagogía en

Educación Parvularia (2012) y la nueva Ley de aseguramiento de la calidad

de la educación parvularia, básica y media y su fiscalización correspondiente

a la ley N° 20.529. Así mismo se legisla en el 2013 la incorporación del

segundo nivel transición como obligatorio para la inserción a la educación al

primero básico, incrementando en 13 años la educación formal y se financia

gratuitamente el nivel medio mayor para que la población infantil asegure su

acceso a la educación parvularia. Actualmente se discute cuáles serían los

focos que se debe intervenir e invertir para asegurar la calidad y la gratuidad

en la educación.

Al incorporarse la mujer al campo laboral, nuestro país legisla y regula

el ingreso de los infantes al servicio de sala cuna; medida que se estableció

como obligatoria en el Código del Trabajo de 1930 y sus posteriores

actualizaciones (ley N° 20.545). A esto se adjunta la legislación del 2011, que

luego de un gran debate público se decide aumentar el post natal de tres a

seis meses, resguardando al infante en su derecho a estar con su familia en

los primeros meses de vida. Sin embargo, cabe recordar que para muchas

familias en situación de vulnerabilidad que además poseen trabajos

esporádicos, el nivel sala cuna se ha transformado en un espacio de

satisfacción de necesidades básicas como: la protección, alimentación,

salud, vestuario e higiene y al mismo tiempo el Estado lo ha utilizado como

una fuente protectora de los derechos de los niños y niñas y como plataforma

para sustentar y asegurar la fuerza laboral de la mujer entregándole

igualdad de oportunidades en el campo laboral. Es así como en la actualidad

se discute sobre la nueva ley de la sala cuna universal, que desea

instaurarse como un derecho para toda mujer trabajadora.

38

Como se observa en el ámbito público, existen los cimientos de una

conciencia en favor de la infancia reconociéndolo como un “ser integral”, con

derechos especiales de acuerdo a su edad, sumado a los cambios sociales

que ha experimentado el rol y funciones de la mujer, la familia y el Estado. Lo

que ha permitido la visibilidad y protagonismo del infante, instalándose como

un actor relevante en todas las áreas de la vida social. Así, el sentimiento

que se construye alrededor del niño y la niña es el de una persona con

derechos, que requiere cuidados especiales a través de una educación

oportuna y específica que permita un desarrollo humano sin techo.

Desde esta última consigna “los niños y niñas no tienen techo”, es que

abordaremos los últimos descubrimientos de las neurociencias, que

constatan la importancia fundamental de los primeros años de vida en el

desarrollo de ser persona.

2.1.2 Los hallazgos de la neurociencias: su impacto en los primeros

años de vida.

Se ha declarado que la humanidad ha pasado por tres revoluciones

sociales, las cuales han sido un avance considerable. La primera de ellas, es

la revolución agrícola, ocurrida hace unos 10.000 años; la segunda,

corresponde a la revolución industrial; y la tercera, ocurre debido a la

creación del microchip que dio origen a la sociedad de la información con un

intercambio de conocimientos nunca antes visto.

Algunos autores consideran que la cuarta revolución será la revolución

neurocientífica, la cual ya está invadiendo numerosas disciplinas

incorporando el prefijo “neuro”, ante las disciplinas tradicionales, así se

puede hablar de: neuroeconomía, neuromarketing, neurofilosofía, neuroética,

neuroeducación, neuropolítica. Todas estas nuevas disciplinas pretenden

39

aplicar los nuevos conocimientos de la neurociencia a sus materias, lo que

les lleva a esperar que este tributo sirva para darles un nuevo impulso.

Cuando se habla de revolución neurocientífica habría que diferenciar entre

una revolución objetiva –que se traduce en esos nuevos conocimientos y sus

aplicaciones– y una revolución subjetiva que parece ser la más significativa y

sorprendente de este siglo. En este punto nos detendremos, de manera tal

de explicar en detalle las implicancias de lo subjetivo en la infancia actual.

La revolución neurocientífica subjetiva cobra vital importancia porque

viene a modificar de manera considerable la opinión que tenemos sobre el

mundo que nos rodea y sobre nosotros mismos. A lo que nos referimos es

que por décadas el estudio de objetividad subsistió como un valor imperativo

para percibir la realidad, dónde los sentidos cumplían un valor de receptor y

de verificador. Sin embargo, hoy la subjetividad del yo es quien manda, se le

ha abierto la puerta a la subjetividad como valor vital a la ciencia, lo que ha

permitido mirar e investigar el cerebro humano como un órgano en equilibrio

entre lo interno y lo externo y entre lo que percibimos y la significación que le

damos. La neurociencia moderna nos dice que los colores, los olores, los

gustos y los sonidos no existen en la naturaleza, sino que son creaciones

particulares del cerebro. También lo ratifica la física cuántica que describe

que el acto de observar es un fenómeno afectado por el observador

distinguiendo que “de las partículas, de los campos de fuerza, de la

geometría, del espacio y del tiempo, está el último elemento constitutivo de

todo ello, el acto todavía más sutil del observador que participa" (Wheeler.,

2002).

En síntesis, podríamos decir que el yo es una entidad que desarrolla el

cerebro como cualidad emergente. Asimismo, es una entidad con la que no

se nace, sino que se desarrolla a partir de la maduración de estructuras

corticales y en interacción con el entorno, dependiendo, por tanto, de la

40

cultura en la que la persona se encuentra, de las relaciones interpersonales

que establece y de los sentidos que él o ella elabore. Entonces, desde aquí

podemos abrir un camino para comprender cómo las relaciones humanas

impactan en la construcción del yo dentro del cerebro.

En la última década ha quedado claro que “…los entornos inmediatos

después del nacimiento, y las relaciones entre el niño (a) y sus cuidadores en

los primeros años de vida, pueden tener efectos directos y permanentes en

el desarrollo cerebral del niño y su comportamiento” (Schore, 2012). Sin

duda, este relevante hallazgo permite advertir que el medio que recibe al

infante está sostenido principalmente por el estado emocional en que el

adulto significativo se encuentra, permitiéndole responder y resonar con el

infante, así lo asegura Schore y Schore (2008), “sostenemos que el

desarrollo individual surge de la relación entre el cerebro, la mente y el

cuerpo del bebé y el cuidador (adulto significativo), ocurrida dentro de una

cultura y un ambiente que apoya, inhibe o incluso lo amenaza”. Entonces,

estamos en presencia de un nuevo paradigma que está dispuesto a

impregnar a otras disciplinas como la psicología infantil, educación temprana,

la pediatría, el trabajo social, la psiquiatría, la salud entre otros. Ahondemos

un poco más, de manera de ir develando como la neurociencia ha llegado a

plantearse estos postulados.

En los últimos 10 años se ha profundizado sobre los hallazgos del

desarrollo temprano del cerebro. Las investigaciones plantean que tanto

durante el embarazo como después del nacimiento, se tiene un efecto

significativo en el ciclo vital del infante, no sólo en términos de bienestar

emocional, sino también en lo que refiere al desarrollo de desórdenes

psiquiátricos; así lo fundamenta Leckman y March (2001), “un consenso

científico está emergiendo respecto que los orígenes de las enfermedades

del adulto, se encuentran a menudo en las alteraciones del desarrollo que

41

ocurren durante los primeros años de vida”. Lo anterior, era para la ciencia

un terreno desconocido que le era imposible demostrar, hoy gracias a los

avances tecnológicos y a las nuevas investigaciones en el ámbito de la

biología interpersonal, se ha podido explicar cómo es que el cuerpo del bebé

se acciona frente a los estados emocionales de la madre o adulto

significativo y cómo la permanencia de estos estados accionan la inhibición o

potenciación del lado derecho del cerebro (cerebro emocional). Esto, a su

vez permite la conformación subjetiva e inconsciente del yo dentro de la

persona.

Por otro lado, desde hace algún tiempo se está hablando sobre la

noción de apego durante los primeros años de vida de un niño. Esa palabra

que puede sonar abstracta es, según los expertos, la clave del desarrollo de

la parte derecha del cerebro que posibilita la empatía. Allan Schore, un

referente internacional que ha recopilado una gran gama de investigaciones

relacionadas con el desarrollo temprano del infante, lo explica así de sencillo,

“la relación de apego entre la madre y el hijo le da forma, moldea el lado

derecho del cerebro”. Pero ¿a qué nos referimos con cerebro derecho e

izquierdo? El actual paradigma de las ciencias duras formula que existen dos

cerebros, así lo explica McGilchirst (2009):

Las diferencias entre los dos hemisferios cerebrales son profundas.

Cada uno crea una coherente, totalmente diferente y a menudo

incompatible versión del mundo, con prioridades y valores…no son

dos mitades de un cerebro, sino un sistema cortical-subcortical dual

con una única estructura y función (cerebro racional versus cerebro

emocional, cerebro lingüístico versus cerebro emocional, cerebro

lingüístico versus cerebro social, sistema del self implícito / explícito,

mentes consientes versus inconscientes).

42

Ahora bien, detengámonos en el lado derecho del cerebro ¿qué

podemos encontrar de valioso allí? .El cerebro derecho, en primer lugar es

por esencia integrador de las facultades viso-espaciales, no verbales,

especializado en los procesos emocionales como las sensaciones,

sentimientos, prosodia. Concibe las situaciones y las estrategias del

pensamiento de una forma total. Integra varios tipos de información (sonidos,

imágenes, olores y sensaciones) y los transmite como un todo, pero también

nos permite advertir sobre situaciones de peligro tanto internas como

externas. El lado derecho del cerebro ampliamente estimulado por el

contacto humano inicia su camino de reconocimiento de expresiones faciales

que están representadas por el cambio de posición de las cejas, de los

músculos faciales, de la boca (especialmente la sonrisa), la mirada, el tono

de voz y, por otra parte, por el contacto piel a piel a través de la temperatura,

textura, sonido y aroma. Es importante captar estos componentes, puesto

que permiten comprender la habilidad de entender el estado emocional del

otro y lo que pasa por su mente o las motivaciones que tiene. El punto más

importante en este sentido es la comunicación no verbal, plasmada en la

comunicación de cerebro derecho a cerebro derecho, dicha relación se da

entre la madre y el niño/a; así lo sostiene Schore (1994):

Las transacciones psicobiológicas reguladas y desreguladas de apego

entre madre e hijo están mediadas por las comunicaciones cerebro

derecho a cerebro derecho emocionales, no verbales e inconscientes,

con ello comprobamos que el hemisferio derecho del cerebro, es el

teléfono rojo, es decir el que obliga a la mente atender asuntos

urgentes sin demora; como por ejemplo, dar respuesta rápida al

peligro, al estrés y el dolor, puesto que lo hace es gestionar

respuestas de autoprotección, como la evitación y el escape.

43

Desde aquí nos planteamos una nueva forma de comprender el

vínculo y el apego, tal como lo hizo Bowlly (1969) en donde observaba que

“un vínculo de apego, es aquel que va acompañado por el más fuerte de los

sentimientos y las emociones”. La experiencia del afecto dota al ser humano

de la primera comunicación humana, despierta en él el deseo de la

motivación intrínseca, el movimiento corporal y el inicio de la auto-regulación

de la conducta.

El afecto, como lo define este nuevo paradigma es la respuesta

emocional observada o expresada, en donde la relación de contacto

interpersonal alimenta y despierta a los órganos de cada sistema del cuerpo

permitiendo maximizar su funcionamiento y proporcionar un desarrollo

armónico. El ser humano en su ingreso al mundo llega como parte de otro

ser, su madre o adulto significativo, quien se convierte en su primer alimento

y su primer lenguaje, en una comunidad de cuerpos unidos por el amor, así

lo asegura Céspedes (2010), al referirse sobre la estrecha vinculación entre

el estado emocional y el desarrollo biológico:

En condiciones ideales, la conquista de la autorregulación emocional

se acopla armoniosamente al plan madurativo global propio de los

primeros cinco años de vida, pero conservando resabios de etapas

anteriores, cuando era la madre u otro adulto significativo quien acudía

a confortarlo (p.70)

Un ejemplo de la especificad del afecto en la acción madurativa es la

que expone Helmeke y otros (2001), “la maduración funcional de los circuitos

límbicos, está influenciada significativamente por la temprana experiencia

socio–emocional del sistema límbico”. Todo lo anterior nos permite dialogar

sobre los efectos que se obtienen dentro de la demanda de la relación

interpersonal afectiva y la información subjetiva que emana de ella. La

44

información subjetiva, en términos de sentimientos emocionales que guían el

comportamiento, permiten que el cerebro se adapte rápidamente al entorno

cambiante y organice nuevos aprendizajes. Por otro lado, Porges (2009)

aporta a este planteamiento que “consistentes con las ideas de que el

hemisferio derecho parece jugar un importante papel en el afecto,

especialmente la expresión adaptativa del afecto negativo, el hemisferio

derecho también parece jugar un rol importantísimo en la regulación de la

función vagal”.

Desde aquí los alcances de regulación vagal nos permiten

adentrarnos hacia las respuestas de los individuos frente a situaciones que

considera como estrés, por tanto, las emociones que abordan al ser humano,

constituye un valor vital para la emergencia de sobrevivir a las tensiones, así

como también inician la preparación del organismo para períodos más

complejos y activa las experiencias somáticas (conexión entre lo que siente

el cuerpo y lo que traduce la mente), permitiendo preparar un respuesta

emergente frente al daño. Por tanto, el reconocimiento emocional permite

activar defensas adaptativas, reconocer estados de emergencia y reparar la

privación de afecto.

Entonces no hay duda que la tarea más esencial dentro de los

primeros años de vida humana es la co-creación de un vínculo de apego

seguro de comunicación afectiva entre el niño y la niña y su adulto

significativo. Ahora bien, ampliemos la visión hacia lo opuesto: ¿qué ocurre

cuando este vínculo de apego no es satisfactorio? y ¿qué ocurre con el

cerebro y la conducta humana? Shore (2009), lo explica así, “experiencias de

apego desreguladas impactan negativamente en el desarrollo del cerebro

derecho y establecen una predisposición para la psicopatogénesis”. La

psicopatogénesis es el trauma relacional de tipo apego desorganizado, que

deteriora los mecanismos reguladores del cerebro derecho y que conlleva a

45

la disociación del contacto con el medio que lo rodea. En este caso en los

infantes el conector a la realidad o medio que lo rodea es el adulto,

específicamente su cuerpo (su rostro y su voz). Desde aquí surge la

discusión de los orígenes de los trastornos psiquiátricos, Glaser et al.(2006)

conciben que “el trauma infantil puede tener efectos duraderos y

permanentes en el funcionamiento psicológico adulto, exponiendo a los

individuos continuamente a reaccionar más intensamente frente a mínimos

estresores que ocurren en el flujo natural de la vida cotidiana”.

Para Schore, el trauma en el apego expresaría un déficit en la

regulación afectiva, lo que trae como consecuencia una construcción del self

(conciencia de sí mismo) alterada o falsa, la cual impide la armonización

interna del self con su mundo interno (con el mismo) y el del self con el

mundo externo (con otros).

Adentrémonos brevemente en el trauma relacional, que es el centro

de la emergencia. Cuando nos referimos al trauma no estamos haciendo

alusión a una huella que se inscribió en la mente como un suceso, sino como

algo actual y vivo, que asociado a un suceso está ocurriendo en la mente.

Hablamos de un estado de la mente que está bajo la influencia de un suceso,

que más allá de su cronología histórica sigue actuando en la mente por sí

misma y sin la modificación que le habría provocado la huella. Una mente

traumatizada es una mente atrapada y restringida de libertad para

relacionarse con el mundo, desde aquí el trauma relacional ocurre en

circunstancias en donde el adulto significativo que provee de estabilidad y

armonía al niño y la niña, no está sintonizando con los estados y ritmos del

bebé, en consecuencia no logra dar satisfacción y lectura a sus necesidades

cayendo en acciones incoherentes y desreguladas que conllevan al estrés

relacional continuo y sostenido en el tiempo a través de micro episodios

(ocurren en pequeños espacios de tiempo, son recurrentes y mantienen un

46

estilo de reacción desregulada), que no se logran reparar e integrar

adecuadamente al psiquismo. Así es como emerge en el niño y la niña un

self (conciencia de sí mismo) falsa, es decir, una coraza que le permite

sobrevivir a los estados de amenaza en los que se encuentra.

El estrés relacional del cual se hace referencia en el párrafo anterior

se puede ejemplificar de la siguiente manera:

Es la tensión que puede tolerar una banda elástica; con un

estiramiento excesivo o sostenido pude cortarse o puede vencerse, es

decir, perder su cualidad de elasticidad tornándose rígida y

desgastada. Lo mismo sucede con el sistema alostasis humana: la

tensión excesiva en intensidad y sostenida en el tiempo provocan

desgaste (Céspedes, 2010, p.117).

Recordemos que el sistema alostasis, en palabras simples es

mantener la estabilidad ante el cambio, por tanto, el perder su cualidad de

protección y adaptación deja al ser humano desprovisto de una vía para

enfrentar el estrés o más bien con una vía enferma. Sin duda el estrés puede

ser un elemento a indagar dentro de la relación interpersonal descubriendo

factores internos y externos, que ayude a evaluar el bienestar emocional.

Para finalizar, los avances de las neurociencia vienen a explicar no

sólo la existencia de un cerebro, con sus respectivos hemisferios y funciones,

sino que interpela a otro cerebro, que se construye en el contacto con otro

significativo y vivencial; así lo sostiene el principio de la neurobiología

interpersonal de Shore (1996), “la organización del cerebro en desarrollo se

produce en el contexto con otro self, otro cerebro”. Con lo anterior

volcaremos la mirada hacia la construcción temprana del self (conciencia de

sí mismo) dentro de la relación interpersonal.

47

2.1.3 La construcción temprana del Ser (Self) en la primera infancia: su

conexión con la relación interpersonal.

a) Definición de self

Para dar apertura a la reflexión en torno al self, intentaremos

acercarnos a su definición desde varios autores de manera de enriquecer el

concepto y ampliar la mirada sobre sus alcances. Jung (1928) fue uno de los

primeros teóricos en utilizar la noción del self. Para él la consciencia y el

inconsciente son complementarios, de manera que van construyendo una

totalidad. De acuerdo a esta definición, “el self es un subordinado al ego

consciente y engloba no sólo la psique consciente, sino también la

inconsciente y, en consecuencia, por así decirlo es una personalidad que

también somos”. Para Winnicott (1960) que acuñó la noción de self, dentro

de su teoría del desarrollo emocional temprano plantea que “el self original o

verdadero, surge de los tejidos y de las funciones corporales, incluso de la

acción del corazón y de la respiración (…) y no hace más que reunir los

detalles de la experiencia de estar vivo”, además complementa su definición

refiriéndose a que el verdadero self surge de algún grado de organización

psíquica que implica sentirse un individuo real.

Más allá, el surgimiento del verdadero self y la experiencia de ser real

son procesos que sólo son posibles en el contexto de una relación. Sin duda

la primera relación que sostenemos tempranamente es con la de nuestra

madre o cuidador permanente, frente a ello Winicott, plantea que una madre

solo necesita ser “suficientemente buena”, esto es, una madre o sustituto

capaz de proporcionar cuidados maternos que, en términos generales,

favorecen y apoyan de distintas maneras el crecimiento psicológico del

niño/a permitiendo el desarrollo. Por otro lado, también hace mención al falso

self, que corresponde (en el desarrollo normal) a una organización del yo

48

adaptada al ambiente o una actitud social de cortesía que protege al

verdadero self.

En el caso que el cuidador por diferentes razones no logre cumplir las

tareas del maternaje de modo aceptable, el niño establece un falso self

complaciente que ocupa el lugar del verdadero self y que puede generar

sensaciones subjetivas de irrealidad y poquedad.

Para Kohut, el fundador de la corriente psicología del self, entiende

este término, como una estructura interna de la mente vinculada a la

representación psíquica que se tiene de sí mismo. Del mismo modo, a finales

de su vida en 1984, afirmó que “el self es el núcleo de la personalidad, y que

tiene que ver con la experiencia subjetiva que el ser humano tiene de sí

mismo” (Sassenfeld, 2011). Por otro lado, proporcionó algunos de los

atributos propios del self, como es su funcionamiento, como centro

independiente de iniciativa y recipiente de impresiones. Finalmente este

autor planteó que la vivencia específica de tener cohesión en el espacio y

continuidad en el tiempo (o su ausencia) es una dimensión crucial del self.

Wolf (1989) consideró que el self es aquella parte de la personalidad

que provee al individuo de un sentimiento de ser él o ella misma y, asimismo,

siguiendo a Kohut, quien expresa que el organismo pone de manifiesto una

tendencia básica hacia la organización de la experiencia, de tal manera que

este proceso organizador resulte en un sentimiento congruente de

consciencia y ser persona.

Para Freud el self es un yo corporal, que se constituye a partir de

sensaciones que están localizadas en el cuerpo, por lo tanto, lo fundamental

para la construcción del self son el cuerpo y sus afectos.

49

Por otra parte, Reich quien centró su teoría en el cuerpo, se explica el

self como una existencia de una personalidad nuclear primaria que está dada

de modo constitucional o natural y que se caracteriza por atributos que

incluyen la sociabilidad, la creatividad, la sexualidad y la capacidad de amar.

Las reacciones emocionales espontáneas de esta personalidad primaria

frente a ciertas experiencias infantiles con los cuidadores tempranos (rabia,

temor, tristeza, etc.) son reprobadas y le imponen al niño la represión de un

conjunto de afectos que no son aceptados por las figuras de apego. Como

compensación y como mecanismo defensivo que mantiene controlados tales

afectos, el niño conforma una máscara social o personalidad secundaria que

facilita la adaptación al entorno humano, pero que dificulta el contacto

genuino con las propias necesidades auténticas y con el mundo exterior.

Estos procesos subjetivos e intersubjetivos llevan a la cristalización del

carácter que, en la psicología somática iniciada por Reich, está compuesta

tanto por actitudes psicológicas habituales como por actitudes corporales

crónicas y que engloban tanto la personalidad secundaria como la máscara

descrita de afectos reprimidos.

Reich y Lowen (1985) han considerado el self, como fenómeno

primariamente biológico que puede definirse “como aquellos aspectos del

cuerpo que tienen que ver con los sentimientos”, por tanto postula que el self

no es un constructo mental, sino un hecho corporal, puesto que al estar en

contacto con el self, se es consciente de los afectos y se entra en contacto

inmediato con ellos. Recientemente, desde la perspectiva de la psicología

somática, Soth (2002) ha afirmado que los fundamentos del self están

constituidos por “la relación recíproca entre los procesos psicológicos y

corporales. Asimismo, cree que la consciencia subjetiva de mí mismo, tiene

sus raíces en las sensaciones físicas, impulsos, movimientos y procesos que

contribuyen a generar mi sentido de identidad”.

50

Para finalizar este recorrido conceptual, que nos ofrece una amplia

gama de compresiones sobre el self es importante concluir que, no es fácil

construir desde una sola visión el concepto de self; sin embargo, la

diversidad de acepciones permiten acercarse a él, desde la riqueza que

potencia aún más la experiencia del “sí mismo”. Cabe destacar que cada uno

de nosotros tiene esa experiencia aunque no lo sepa explicar claramente.

b) El origen del self

El self se constituye y se desarrolla en la relación afectiva o de apego,

así Wallin (2007) establece cuatro dominios del self que están ligados a las

interrelaciones:

Self somático; el self emocional cuyo objetivo es crear un apego para

sentirse seguro; el self representacional, es el que a partir de modelos

de trabajo internos-adquiridos en un base segura internalizada-permite

establecer el equilibrio emocional mediante el contacto simbólico; el

self reflexivo y la conciencia plena, se asocian a la presencia de una

base segura interna que hace posible la resiliencia y la exploración

(Bayón y otros, p.154)

La organización del self comprende inicialmente, la integración de las

vivencias corporales, lo que lleva a establecer los límites de su propio cuerpo

y del mundo. Una vez lograda la integración de se constituyen los elementos

fundamentales del self.

Por otro lado, Fonagy menciona tres modelos de experiencia subjetiva

en la conformación del self:

51

El modo de equivalencia subjetiva que significa que no hay diferencia

entre el pensamiento y los hechos; el modo como sí, que significa el

mundo interno se separa del externo; el modo mentalizador o reflexivo

en donde se es capaz de darse cuenta de que el mundo interno está

separado, pero relacionado con lo externo (Bayón y otros, p.157)

Para explicar lo anterior es necesario comprender que el núcleo del

self es el afecto denominado sintonía afectiva, doble proceso de resonancia

emocional en donde se siente algo próximo a lo que siente el otro, dentro de

una experiencia compartida. Así el apego y la intersubjetividad aparecen

como dos sistemas separados y complementarios, en donde el apego

equilibra nuestra necesidad de seguridad, y la intersubjetividad es guida por

la necesidad de conocer que somos conocidos por otros.

Entre el nacimiento y los cinco meses de vida el rostro humano es

fundamental en la conexión entre cuidador-niño/a, así el intercambio de

señales afectivas cara a cara proporciona información suficiente respecto al

estado emocional de ambos. Los afectos expresados mutuamente alimentan

la regulación emocional, dando cuenta que los afectos son de carácter

innato, es decir surgen espontáneamente, pero que la regulación es un

aprendizaje que se construye.

Stern, autor de la teoría de la subjetividad y la conciencia

prelingüística, propone una tesis dialogante entre los elementos de la teoría

psicoanalítica y la del apego, tomando como eje organizador del desarrollo el

sentido del sí mismo. Su trabajo puede considerarse como un intento

sistemático de considerar el desarrollo del sentido del sí mismo. Lo anterior

nos permite advertir sobre otras perspectivas respecto de los sentidos de sí

mismo dentro del desarrollo, esto porque el centro de interés fue el período

preverbal, el cual establece que algunos sentidos del sí mismo existen desde

52

mucho antes de la autopercatación (otros estados de mayor conciencia) y el

lenguaje. Desde aquí surge la pregunta ¿qué tipo de sentido de sí mismo

puede haber en un infante preverbal?, la respuesta la elaboró desde algunas

inferencias sobre la vida subjetiva del infante a partir de los datos

observacionales con lo cual propuso una sistematización sobre la formación

del self que se muestra en la siguiente figura.

Figura N° 2: Distribución en el tiempo de las fases formativas del self

Las observaciones de Stern denotaron específicamente la

comunicación no verbal o preverbal que se da entre personas y que

posibilitan la transmisión de emociones, afectos e ideas, sin el uso del

lenguaje verbal, sino a través de sonidos, gestos y movimientos, esta

especial distinción en la comunicación permite hoy dar valor subjetivo a las

manifestaciones corporales.

53

Stern, y otros investigadores, proporcionaron elementos constitutivos

para fundamentar el self como un elemento tangible, sin embargo, la tarea

ahora es conocer las influencias en las que se ve sometida la construcción

de sí mismos y su trayectoria en la primera infancia.

c) El self: sus alcances afectivos

Para adéntranos en los alcances del self y su conexión con las

relaciones afectivas, es necesario comprender que el self a lo largo de su

ciclo vital supone relevantes motivaciones para su asentamiento,

mantenimiento y desarrollo. Según Kohut (1977), “el niño no nace con un self

definido, cuenta con límites psicológicos y afectivos claros”; sin embargo, su

entorno humano lo trata desde un comienzo como si lo tuviera (o fuese),

debido a lo cual Kohut habló de la existencia de un “self virtual” que se basa

en el hecho de que los cuidadores, en el caso óptimo, se relacionan con el

infante como totalidad e individualidad. En este contexto, la atención y el

cuidado empático proveen al infante, por así decirlo, “de un espejo en el cual

gradualmente puede llegar a reconocerse y experimentarse como una

entidad total, un self” (Jacoby, 1985). En otras palabras, los cuidadores

tempranos cumplen determinadas funciones vinculares fundamentales para

la conformación del self del niño y la niña en el seno de las relaciones

existentes.

Desde el nacimiento en adelante, el infante expresa una variedad de

necesidades self objetales en el vínculo con sus cuidadores. Kohut describió

en un comienzo dos de estas necesidades a saber: la necesidad de

espejeamiento y la necesidad de sentirse unido con un otro idealizado;

agrega en sus estudios posteriores “la necesidad de experimentar afinidad e

igualdad con un otro que es percibido como similar a uno mismo, misma

54

naturaleza humana” (Bacal, 1990; Hartman, 1995; Kohut, 1971, 1977, 1984;

Riera, 2002; Wolf, 1988). En la misma línea, Riera (2002) precisan que la

función self objetal está ligada a la “circunstancia de que los cuidadores

tempranos reflejen al niño sus estados afectivos de modo apropiado”.

Cuando hablamos de estados afectivos apropiados, nos referimos a estados

afectivos regulados que desde Westen (1997) son el intento de “regular el

afecto para minimizar sentimientos no placenteros y maximizar los

placenteros, es la fuerza movilizadora en la motivación humana”. Desde la

misma línea la regulación afectiva:

Se da en el contexto de una relación con otro ser humano. El contacto

físico y emocional, como por ejemplo, acunar, hablar, abrazar,

tranquilizar, hace posible que el niño/a sea capaz de encontrar calma

en situaciones de necesidad, así como también le permite ir

aprendiendo por sí mismo a regular sus emociones. (Unicef, 2012).

Pero, ¿qué ocurre cuando los sentimientos de no placer aparecen

frecuentemente en la relación y el cuidador o adulto significativo no es capaz

de regular y reparar lo suficiente? .Para Schore (1994), las experiencias de

apego desregulado “impactan negativamente en el desarrollo del cerebro

derecho y establecen una predisposición para psicopatogénesis”. Esto

último–y como ya hemos abordado en otros apartados– es el signo más

visible respecto al deterioro de la salud mental de los niños y niñas y por

consiguiente en la construcción de su self. Para comprender mejor este

escenario Amanda Céspedes en su libro el estrés en los niños y adolecentes

relata:

“El niño se mostrará irritable, resistente a ser apaciguado a través de

las caricias y del confortamiento. En casos de desbalance muy severo,

las caricias y el cogerlo en brazos desencadenan una reacción de

55

rigidez; el niño extiende su columna vertebral alejándose de quien se

acerca solícito, mostrando enfado y disgusto. Su expresión es de

permanente disforia, el ceño adusto y sin atisbos de sonrisa…” (p.128)

Observemos ahora, lo que ocurre cuando la interacción es

recepcionada a través de los diferentes canales que el ser humano posee y

es transformada en una comunicación afectiva:

“Los bebes con adecuada alostasis van mostrando una progresiva

mayor tolerancia a la ausencia de la madre o cuidadora, se muestran

plácidos, y contentos cuando sus necesidades – de alimentación,

cambio de pañales – son adecuadamente provistas en un clima de

seguridad afectiva: son alegres, curiosos abiertos a descubrir lo

novedoso, gozadores; sus ritmos de sueño y alimentación son

regulares, no se enfermen fácilmente y el llanto de incomodidad, de

miedo, de frustración, suele ser rápidamente apaciguado cuando se le

atiende con solicitud y ternura”( p.128)

Ambas descripciones transitan por canales comunicativos que dan

cuenta sobre una realidad que algunas veces es favorable y otras no. Desde

aquí el infante elabora respuestas según sea el caso e inicia de esta forma el

aprender a ser. Para Walker - Andrews y Bahrick (2001), “desde el

nacimiento, un niño es sumido dentro de un mundo de otros seres humanos

en el cual la conversación, los gestos y las caras son omnipotentes durante

las horas de vigilia del bebé”.

De este modo los canales de comunicación afectiva poseen

información social que son dinámicos, multimodales y recíprocos. Por tanto

se concluye que el infante privilegia el sector del rostro humano, la voz, el

movimiento animado y las interacciones que la sostienen. Triassa y otros en

56

su libro “Conciencia y cognición”, plantea que la perspectiva infantil que se

tiene de sí mismos está inmersa en un mundo social, por tanto, es la base

inicial para aprender a interactuar con otros, especialmente con su cuidador.

El niño y la niña, entonces tratan de darle un sentido a lo que hacen, a su

incipiente pero válida comunicación afectiva, para ir construyendo los

primeros elementos culturales del ambiente en el cual está viviendo.

Es importante ahora hacer un alto para ingresar a un campo más sutil,

respecto a las aristas de la relación interpersonal afectiva, con el fin de dar

cuenta que la primera comunicación en la infancia es aquella preverbal, que

pertenece al reino del comportamiento intuitivo regulado, por el inconsciente

y por conocimientos relacionales implícitos, esto porque la información

trasferida o compartida que logra cruzar, se encuentra en un nivel de

comprensión desconocida que no depende de la intención o conciencia del

que la envía. Traducido esto a nivel de la relación humana, lo que se

comparte y sus reales significados sólo la alcanzan aquellos que están

viviendo la experiencia por tanto, lo observado es un campo minúsculo de la

realidad existente.

Para Bowlby (1969), el padre de la teoría del apego, “la madre e hijo

están acompañados por las más fuertes emociones y sentimientos, esto

ocurre dentro de un contexto de expresión facial, postura, tono de voz,

cambios fisiológicos, tiempos de movimiento y acción incipiente”. Ahora bien,

es importante comprender que el cuerpo de ambos seres humanos y las

emociones que los invaden en el contacto, provocan experiencias

significativas que dan paso a la conformación de ambos en propio ser y por

tanto con forman una manera estar con el otro, es decir una forma de

relacionarse que sólo ellos conocen e interpretan. Schore (2013), padre de la

refundada teoría del vínculo de apego y que actualmente se denomina teoría

de la regulación afectiva temprana, sostiene “que los episodios de miradas-

57

facial, auditivo prosódico, táctil-gestual, las comunicaciones afectivas y el

comportamiento psicobiológico armonizado del cuidador es contingente,

fácilmente predecible y manipulable por el niño”. Lo anterior se levanta como

un dispositivo de fácil lectura para el infante, pero para el adulto

desconectado de sus emociones, sin conciencia emocional es un universo

complejo y de escabroso encuentro en la compresión emocional.

El aporte actual de Schore, desde la neurobiología interpersonal

basada en la recopilación de todas las investigaciones sobre el desarrollo

emocional temprano, ha podido sistematizar una nueva forma de ver la co-

creación de un sistema de apego, de tal forma que le permita al cuidador

regular los estados afectivos del niño y la niña a través de procesos duales

de regulación interactiva. En síntesis, Schore, al sostener que existe una

transacción de apego intersubjetiva sostenida en la relación interpersonal de

cerebro derecho a cerebro derecho, la madre o cuidador es co-creadora del

ambiente facilitador del crecimiento, lo que permite al niño aprender a cómo

estar con otro y en el proceso aprender cómo ser persona.

Concluido el compromiso de acercarse a las posibles definiciones del

self, su origen y alianza con la relación interpersonal afectiva, se puede dar

paso a la construcción del adulto significativo y su implicancia en la

regulación y desregulación emocional.

2.1.4 El adulto significativo en la práctica pedagógica: su dependencia

con el aprendizaje.

Pareciera ser que compartir significados comunes es algo

relativamente obvio y que requiere lograr cierto consenso, negociación y

entendimiento. Los significados están enmarcados en construcciones

58

culturales y subjetivas que cobran importancia porque tienen sentido,

refrescan, cambian o amplían lo conocido y que por tanto se transforman en

algo nuevo por conocer. Desde aquí el adulto significativo es un ser humano

que en la relación interpersonal afectiva da significancia al primer mundo del

infante en el contacto uno a uno y los significados del mundo que posea este

adulto será los que proporcione a la relación.

Para la Unicef (2012), “el adulto significativo corresponde, al adulto

cuidador primario, a cargo de un niño/a pequeño y que ejerce las funciones

básicas de cuidados con él”. Esto le lleva a asumir las responsabilidades de

atención, apoyo y cuidados diarios. El adulto significativo se caracteriza por

ser quien pasa la mayor parte del tiempo con el niño/a y por ser aquel que se

encuentra disponible emocionalmente. El niño/a depende del adulto

significativo y mediante la relación interpersonal que se establece con él, se

conforma el ser tanto en el niño/a como en el adulto/a. El adulto significativo,

suele ser la madre o familiares cercanos, pero en niños/as que se

encuentran insertos en salas cunas o jardines infantiles, quien cumple ese

rol, son las educadoras y/o técnicos/asistentes de párvulos.

En el documento de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia

Chilena (2004), encontramos que el adulto responsable principalmente de los

niños y niñas, es el educador de párvulos y cumple un rol con diferentes

funciones como:

Formadora, modelo de referencia, diseñadora, implementadora y

evaluadora del currículo, por otro lado, también selecciona los

procesos de enseñanza- aprendizaje y mediadora del aprendizaje (…)

se concibe como investigadora en acción y dinamizadora de

comunidades educativas que se organizan entorno a los

requerimientos de los párvulos. (p.14)

59

Estas múltiples concepciones del Educador en el aula implican una

larga formación personal y profesional, que nos invitan a replantear sobre las

reales necesidades que surgen en la cotidianeidad de los niños y niñas en el

marco de su desarrollo humano dentro del nivel sala cuna.

Respecto a quien apoya el trabajo de la Educadora de Párvulos dentro

y fuera de aula, encontramos a los técnicos en atención de párvulos o

asistentes en educación parvularia el cual tiene por rol:

Apoyo al desarrollo psicomotor, cognitivo, social y emocional de niños

y niñas menores de seis años; preparación de niños y niñas para su

inserción en la vida escolar; apoyo a los profesionales del área y a

familiares o adultos responsables del párvulo" (Bases Curriculares de

la Educación Técnico Profesional, MINEDUC – 2013, p 94)

En el marco de esta investigación los adultos significativos están

referidos al trabajo cotidiano con los niños y niñas, por tanto, conviviendo en

el espacio y tiempo presente del aula. Además es quien permanentemente

comparte con el niño y la niña la totalidad de la jornada, es decir, en los

momentos de ingesta y descanso, reconoce los ritmos y cambios de estados

de ánimo del niño y la niña y que por tanto conoce y aprende a conocer las

características de cada uno de ellos enmarcada en una relación interpersonal

afectiva, sumada a la condición pedagógica.

Desde esta condición pedagógica estableceremos otros marcos de

referencia en donde se mueve el adulto significativo tales como:

El marco en donde el adulto significativo transita es el de un sistema

educativo, explícito, objetivo, planificado y medible.

60

El espacio aula es un escenario artificial de aprendizaje, preparado

especialmente para que ocurra lo que se espera que ocurra, por tanto,

lejos de ser un espacio natural, es simplemente un territorio construido

desde la necesidad social de los adultos que han determinado que es

un sistema óptimo para el desarrollo humano.

El proceso de socialización se inicia en la familia y continua en otros

espacio más amplio, en donde la familia accede, como el lugar donde vive

(vecinos, amigos entre otros), luego aparece la escuela (en este caso la sala

cuna) y por consiguiente la institución como ente creador y regulador de la

formación humana. Las instituciones forjan el rol que debe cumplir el adulto

significativo dentro del aula proporcionándoles estándares y normas de

comportamiento, es decir, el deber ser. Así se inicia el camino hacia las

pautas normadas de comportamiento que va sumiendo el subconsciente y

que no permite que emerja el verdadero yo. Sobre ello, Casassus (2009)

plantea “entramos así en una tensión entre el adaptarnos a una norma y lo

que sentimos. Se aprende a ser buen educador independiente de cómo se

sienta, por lo tanto se pierde la autenticidad y la conexión con el mismo” (p.

232).

Ahora bien, ¿Cuándo un adulto se transforma en un ser significativo

para un infante en el contexto pedagógico?, ¿quién hace la significación

primero?, el adulto que recibe al infante como su estudiante o es el infante

quien entra en contacto con el docente. Lo anterior puede explicarse desde

la relación interpersonal afectiva, ya que las interacciones auténticas que

están enmarcadas en la fluidez, la transparencia y el reconocimiento mutuo

logran proporcionar la llave de acceso a la entrega. Cada relación

interpersonal afectiva construye su propia llave de acceso que en la sintonía

y eco, provoca que surja un tipo de relación exclusiva e incluyente. Así lo

recrea Céspedes (2010):

61

El niño inicia su ritual de apego, una suerte de potente enamoramiento

primario: sus ojos reconocen los ojos de su madre o cuidadora y se

clavan en esas pupilas que lo observan, decodificando cada sutil señal

emocional y grabándola a fuego en su cerebro, diseñado para

almacenar esos primarios engrama: la mirada placida, la expresión

dulce y arrobada de la madre o cuidadora activa en el recién nacido

similar placidez, la que es decodifica en la amígdala como una

emoción positiva y archivada en el hipocampo – años después ese

niño convertido en adulto, buscará en otro significativo esa mirada,

esa expresión de ternura, ese contacto de piel a piel, para sentirse

seguro y plácido…(p-66).

Esta hermosa revelación permite consolidar la noción de que el

sistema educativo, la institucionalidad y el aula, es fundamentalmente una

comunidad de relaciones y de interacciones orientadas al aprendizaje. Ahora

bien, este último –el aprendizaje– depende principalmente del tipo de

relaciones que se enmarcan en la institución y en el aula. Por tanto se puede

establecer que es posible y necesario observar el tipo de relación

interpersonal que se establece entre el o la docente y sus estudiantes.

Ahora, adentrémonos a la relación entre adulto-niño/a, en el contexto

pedagógico. La relación que une estos dos sujetos y que está sustentada en

el aprendizaje es uno de los fines de la educación Parvularia en Chile, el cual

se expresa en las bases curriculares (2003), y que tienen por objetivo dentro

del primer ciclo en educación parvularia (corresponde a niveles educativos:

sala cuna menor, mayor y medio menor):

Los niños comparten la necesidad de una atención individual debido

su vulnerabilidad y a la dependencia que tiene de los adultos; al

62

finalizar este ciclo junto con el desarrollo de una mayor autonomía e

identidad se espera que vayan manifestando mayor interés por

integrarse y participar progresivamente en pequeños grupos. (p.30)

Cabe destacar entonces que la relación afectiva está dada por el

contacto uno a uno, el cual es vital y necesario para el aprendizaje del ser y

lograr con posterioridad el aprender a convivir. Para Casassus (2009),

considerando lo que expresa en su libro “El ser emocional”, la educación

debería estar centrada en la relación, esto significa, poner acento en lo que

está ocurriendo en la interacción entre el educador y los estudiantes; para

nutrir esta relación la pregunta principal y constante que debe hacerse es la

siguiente:

“¿Qué necesidad tiene este alumno? y luego preguntarse ¿qué es lo

que tengo que hacer para satisfacer esa o esas necesidades?, y así

diseñar su trabajo pedagógico”. (p. 249).

En contraposición al paradigma anterior, Casassus (2009) señala que

en la educación tradicional anti-emocional, el educador se pregunta “¿qué

debo hacer para que los alumnos hagan lo que yo quiero?”(p. 249) Así el

docente se inicia en la identificación del deber ser para acorazarse en el

falso self y en consecuencia sobreviene el control y la falta de empatía.

Posiblemente se podría creer que en el nivel sala cuna estos paradigmas son

añejos y que las prácticas pedagógicas desde el control y falta de empatía no

podrían estar abiertamente presente pero es importante recordar que este

nivel educativo está inserto en una macrocultura institucional (sistema

educativo) y en una microcultura personal (el adulto) y estás pueden estar

sintonizadas o desconectadas emocionalmente con las necesidades de la

infancia.

63

Un factor externo con el que tiene que lidiar diariamente los adultos e

infantes que están en el aula es el coeficiente técnico en la nivel sala cuna

versus el número de niños/as, que por norma JUNJI es de seis infantes por

adulto, pudiendo preguntarse ¿cuántas interacciones uno a uno puede tener

un niño o niña con su adulto significativo durante el día?, ¿de qué calidad

están siendo construidas esas interacciones?, dada la cantidad y calidad de

las interacciones ¿pueden estas constituirse en una relación interpersonal

afectiva?.

Otro factor a destacar es la rutina diaria–que es la organización del

tiempo, los espacios y las interacciones de aprendizaje– ¿Desde dónde es

levantada?, ¿responde efectivamente a los escenarios de bienestar que

requieren adultos y niños/a? .La rutina es un elemento curricular que debe

proporcionar la mayor satisfacción de las necesidades de adultos y niños/as

de manera que la convivencia sea armoniosa y respete los ciclos vitales de

cada infante.

El adulto significativo, en su transitar durante la jornada de trabajo en

la sala cuna, tendrá que conocer tres estados emocionales proporcionados

por el contacto cotidiano del niño y la niña: cuando está satisfecho, y más o

menos tranquilo, y cuando está excitado. Un ejemplo del estado emocional

insatisfecho y las posibles repercusiones en el aprendizaje ser se puede

observar así:

Si un niño llora sin ser consolado, se encuentra sólo en el aprendizaje

del paso del malestar a la calma y al bienestar. Ese bebé puede llegar

a tener dificultades para auto calmarse no únicamente en sus primeros

meses sino a lo largo de todo su desarrollo. (Schejtman and Vardy,

2008; Tronick, 2008).

64

La cita anterior refleja que el infante insatisfecho logra cambiar de

estado emocional sin la respuesta sensible de un otro, sin reparación, sin re-

significación y con ausencia del sostén emocional, en definitiva logra

calmarse pero no aprende a regularse, sino que más bien aprende a

resignarse a vivir en la desesperanza. Al detenernos en el sostén emocional

podemos descubrir que “se refiere al vínculo y respuesta afectiva, construida

entre el adulto/a significativo y el niño/a, que permite que este último pueda

satisfacer todas sus necesidades” (Unicef, 2012).

Otro foco importante en la relación es, que cada niño y niña es una

expresión singular de su ser como también lo son los adultos, cada adulto

forja su propia matriz de relaciones, generando una danza con el niño y la

niña, así lo explica Barrett and Fleming (2011) en su trabajo investigativo

sobre la interacción madre e hijo que describe:

Hay rutinas, normas y pasos en falso, hay toma y da, hay intimidad sin

paralelos a menudo, hay grandes diferencias en el nivel de habilidad y

motivación, hay un aprendizaje…esta danza puede ser bella, puede

ser tierna, puede ser torpe, puede ser difícil. Y a veces simplemente

no se produce nada. Cada relación es una sinfonía intersubjetiva que

sufre de estresores y que impactan a la díada.

Suter y otros (2007) señalan que “el estrés es un factor crítico que

afecta a las interacciones sociales en especial la interacción madre-hijo”.

Éstos investigadores reportan que durante los episodios vitales estresantes

las madres, “eran menos sensibles, más irritantes, críticas y punitivas y

mostraron menor calidez y flexibilidad en las interacciones con sus hijos”. En

general el estrés parece ser un factor que altera seriamente la práctica de

educar.

65

Probablemente los adultos significativos, que reciben a los niños y

niñas en el nivel sala cuna que provienen de familias en condiciones de

vulnerabilidad y con baja habilidad parental, consideran que el contexto

desvalido de donde ellos provienen podrían presentar daño en el desarrollo

del self o estar en proceso de serlo, desde aquí que el adulto significativo

puede ser una barrera protectora y posibilitar en su relación interpersonal

afectiva un espacio terapéutico para la reorganización del self y re-

significación de la experiencia traumática a través de los estudios de Diener

(2007), sobre la relación del terapeuta y el paciente expone, “estudios

muestran que mientras más los terapeutas facilitan la expresión de la

experiencia afectiva de los pacientes, más cambios positivos exhiben estos.

La facilitación afectiva del terapeuta es predictora del éxito del tratamiento”.

Si lo llevamos al campo de la díada docente-infante podemos afirmar que la

calidad de la relación será el factor esencial a la hora de la re- significación y

no la metodología, la técnica o la teoría pedagógica que sustenta la práctica

de educar. Así los currículos a través de la flexibilidad y la práctica a través

del docente puede ser un elemento crucial para el aprendizaje del ser.

a) Mi propio ser: la pedagogía de la relación interpersonal

afectiva.

Este especial sub-apartado tiene por finalidad reflexionar sobre los

alcances de la relación interpersonal en el aprendizaje del ser persona, esto

porque las relaciones significativas que se establecen en la vida humana

constituyen sin duda alguna en el primer mundo que los acoge.

Lo primero que hay que rescatar es que las relaciones interpersonales

significativas son el vehículo en el cual el infante inicia la aventura de

reconocerse en otro. Todo lo que provenga de esa primera relación uno a

uno será la base inicial para la construcción de la conciencia, modelará el

66

carácter y permitirá que aflore su bilogía, por tanto, el aprender a ser persona

no es algo que se enseña como si fuera una doctrina o como la elaboración

de un producto en serie. La riqueza del aprender es la co-construcción social

que está en el dar y recibir, en donde el maestro y el discípulo interactúan

intercambiando roles, así establecen una relación de transacción, de

permanente exigencia en el crecimiento del ser y de mutua interdependencia

en la edificación de la díada. En la misma línea Arancibia, Herrera, Strasser

(2009), “aprender algo va más allá de adquirir conocimientos, destrezas y

habilidades, ya que involucra producir aprendizaje, fomentar el

descubrimiento y construcción del conocimiento en los estudiantes, generar

entornos de aprendizaje de gran poder, mejorar la calidad del aprendizaje...”.

Para adentrarnos cómo el ser humano impacta en la trayectoria de

otro ser humano, es importante conocer lo que constituye la personalidad

dentro del ser.

La personalidad está conformada por el carácter y el temperamento;

ambos mancomunados definen la expresión del ser en su totalidad, desde su

psiques hasta su cuerpo, desde su emoción hacia su pensamiento y acción,

desde su subconsciente hasta su consiente, desde su coherencia hasta su

incoherencia. Pero ¿cuál es la diferencia entre carácter y temperamento? .El

carácter hace referencia a las características adquiridas durante el

crecimiento y posee una cierta connotación de conformidad con las normas

sociales aceptadas, el temperamento por el contrario no está relacionado con

las fuerzas de la socialización, sino con las disposiciones biológicas básicas

hacia ciertas conductas. Lo anterior señala que el carácter es aquel elemento

que se construye en relación con el medio que te rodea, es decir, la forma

particular en que te adaptas al medio, la forma en que te acomodas para vivir

y a veces para sobrevivir en el exterior con las herramientas del interior. Así

concordamos que el primer medio, contexto, espacio y cultura que es

67

entregado al infante es su adulto significativo, es decir, el cuerpo, el carácter

y el temperamento que este posee. El mundo del infante es otro ser, con

todo lo que es y no es, con lo que nunca será y con todo lo que podría ser, si

se arriesga a descubrirlo y experimentarlo.

Dado que la forma particular de ser se agrega como un plus vital a la

relación interpersonal afectiva en el contexto de la díada, cabría entonces

preguntarse ¿cómo potenciar en los adultos significativos su self auténtico y

cómo desenmascarar su falso self? .Así se podría avanzar significativamente

en la reconstrucción constante de una sana relación interpersonal,

conformado elementos de re-significación y de responsabilidad en su

proyecto de vida.

Por otro lado el carácter (forma que poseemos para adaptarnos al

medio) nos permite dialogar sobre los contextos o medios que sustenta el

ámbito público, es decir, el sistema social (político, económico y cultural), la

institución educativa y del nivel sala cuna. Si bien los infantes que asistente

al nivel sala cuna inician la conformación de su carácter desde la relación

interpersonal que establecen con su adulto significativo, hay un contexto que

también los aborda, como: la rutina diaria, la planificación pedagógica y el

programa educativo que sustenta una idea de niño y niña. Todos los

elementos curriculares antes mencionados están diseñados para impactar en

el desarrollo, enseñanza y aprendizaje y, por tanto, en la práctica educativa.

Así la práctica del aprender a ser es el más sutil y delicado dentro de los

cuatro pilar de la educación que promueve Unesco. En síntesis, la

maravillosa conformación humana es una herencia biológica y relacional que

siempre tiene la posibilidad de reorganizarse.

Para cerrar, es conveniente comprender que el adulto a cargo de la

crianza de un bebé debe poner al servicio de la relación su capacidad

68

empática (capacidad empática que deberá volcarse primero hacia él o ella de

manera de poder aplicarlo en otro) esto le ayudará a comprender qué es lo

que necesita ese niño en particular, considerando que aún no puede

expresarse con palabras, sí se comunica a través de gestos, miradas,

movimientos, llantos y sonrisas. Todas estas señales hábilmente leídas por el

adulto significativo será su ruta de viaje para responder en resonancia y

compasión.

Cuando un niño que se siente seguro respecto de los adultos que lo

cuidan no ignora los riesgos de aventurarse alejándose un tanto de ellos,

pero avanza de todos modos sabiendo que tiene dónde respaldarse en caso

de necesidad, este simple hecho potencia el crecimiento de la sana

autonomía y la conciencia poderosa de un de sí mismo seguro pero también

de un relación que lo visualiza y protege. El self que se construye a lo largo

de todo el ciclo vital se fortalece y permea preferentemente en los primeros

años de vida, siendo este el aprendizaje implícito más relevante dentro del

nivel sala cuna.

Ahora bien, dado que ya iniciamos el camino hacia el ámbito educativo

se abordará en el punto siguiente la conexión entre los postulados de la

teoría de la regulación afectiva temprana y la educación emocional.

2.1.5 La alianza de la teoría de la regulación afectiva temprana a la

educación emocional: una ventana de oportunidades en la práctica

pedagógica en el nivel sala cuna.

Ya hemos explorado los sentidos de la infancia y su implicancia en la

agenda pública. Hemos rosado sutilmente los últimos descubrimientos de la

neurobiología interpersonal y su impacto en el desarrollo evolutivo

especialmente en la construcción del self, sin dejar de mencionar que se

69

traduce en un paradigma que traspasa varias disciplinas, pero más

significativamente en la Educación, tema que nos convoca a desarrollar en

este punto.

Este apartado tiene por objetivo integrar los avances de la

neurobiología interpersonal a través de la teoría de la regulación temprana y

el enfoque de la educación emocional hacia un lenguaje comprensible para

el ámbito de la educación parvularia y así acercar ambas corrientes a la

práctica pedagógica en el nivel sala cuna.

Como ya lo mencionados en otro apartado la teoría de la regulación

afectiva temprana postula que las relaciones afectivas tempranas entre el

cuidador y el infante, afectan el desarrollo de sistemas de regulación cerebral

responsable de la conducta, los afectos, la cognición y la fisiología en el niño.

De este modo el desarrollo temprano se configura como una fusión de

mecanismos biológicos y experienciales que darán paso al “periodo sensible”

desde la gestación hasta el segundo año de vida. Este “periodo sensible” se

caracteriza por los cambios acelerados en la estructura cerebral los cuales se

verán propiciados por los factores biológicos, la experiencia ambiental la

cual gatillan el proceso de selección y conexión neuronal en coherencia a las

necesidades del ambiente. Por tanto la teoría postula “…que la organización

cerebral humana no solo necesita del ambiente para su desarrollo y

organización, sino que está diseñada para adaptarse a ese ambiente.”

(Schore, 2001; Edelman, 1993; Damasio, 1999, p. 29).

Así los hallazgos presentados por Shore dentro de la teoría de la

regulación afectiva temprana buscan comprender al cerebro más allá de un

órgano meramente biológico sino en su comprensión bio- psicosocial. En

donde el ambiente cobra relevancia como modulador de los procesos de

70

adaptación del cerebro en “el período sensible” del infante. En este contexto,

las relaciones afectivas continuas en el tiempo y coherentes con un con

número limitado de cuidadores, se configuran en un ‘contexto de apego.

A partir de los aportes de Schore, vinculo de apego y desarrollo

cerebral se convierten en procesos absolutamente co-dependientes, no

pudiendo el uno desarrollarse sin el otro. Así se consolida la idea de que la

teoría de la regulación se sustenta en la relación afectiva que el adulto

significativo modela y regula de forma intuitiva e inconsciente las

necesidades fisiológicas y emocionales del infante. Gestando así una

relación de continuos encuentros reguladores, los cuales permiten que el

niño o la niña desarrollen distintas habilidades para enfrentar y/o regular el

estrés, las emociones y las situaciones novedosas, así como el aprendizaje y

los estados mentales. Así lo sostienen Ovtscharoff y Braun (2001), en donde

amplían el concepto de apego más allá del abastecimiento de la seguridad o

confianza básica sino como el organizador cerebral:

La interacción diádica entre el recién nacido y la madre…sirve como

regulador de la homeostasis interna del desarrollo del individuo. La

función reguladora de la intención madre- recién nacido puede ser un

promotor fundamental para garantizar el normal desarrollo y

mantenimiento de las conexiones sinápticas durante el

establecimiento de los circuitos cerebrales funcionales.

Los estudios descritos especialmente en la investigación

contemporánea de infantes por investigadores como Stern, Tronick, Beebe y

otros, aportan a la teoría de la regulación afectiva temprana con dos patrones

relacionales que regulan la afectividad y la conducta: el proceso de

coordinación y la secuencia interactiva disrupción-reparación.

71

El primer patrón de coordinación denominado también como

sintonía, calce o entonamiento, puede explicar la cualidad o calidad de la

interacción cuando ocurre de forma adecuada y saludable, así las

interacciones implican el compartir y anticipar estados emocionales entre

infante y cuidador a través de un lenguaje sin palabras. Esto da paso a que

la díada pueda comunicarse y adaptarse a sus propios cambios de estado

afectivo produciendo acoplamiento y acomodación en el flujo de sus

activaciones afectivas. Para lo cual requerirá al cuerpo como receptor de la

información emocional implícita y no verbal, realizando la evaluación a las

manifestaciones de los participantes que conforman a diada construyendo

estrategias de regulación afectiva mutua. Lo anterior permite relevar que el

cuidador primario debe poder descubrir y respetar la necesidad de regulación

del niño y la niña en los intercambios relacionales, permitiéndole

experimentar su activación afectiva sin que esta tenga un efecto

desorganizador. La desorganización y desregulación de la respuesta de

sintonía del cuidador significativo, provocaría la protección del infante a

través de medidas regulatorias defensivas más drásticas, que a menudo

tienen consecuencias psicopatológicas a corto mediano y largo plazo. El

infante deprivado de experimentar las posibilidades de influenciar la conducta

y el estado emocional de su adulto significativo.

El segundo patrón secuencia interactiva disrupción-reparación

explican que los procesos interacciónales no son siempre son fluidos y que

experimentan constantemente de la negociación, la falla y la reparación. Así

ambos participantes de la relación diádica comprenden que existe un

continuo trabajo entre el ensayo y error, permitiendo abrir espacios de

paciencia y tolerancia en la relación. Dado que las relaciones saludables se

mantienen entre estos vaivenes, entre equilibrio y desequilibrio cabe

destacar entonces el concepto de disrupción y reparación que implica llegar

72

a conocer implícitamente cómo reparar y redirigir el proceso interactivo, así

el intercambio permite el desarrollo de nuevas formas de vinculación, es decir

de nuevos estados de conciencia, en la re-organizando la interacción diádica.

La experiencia repetida de un patrón de interacción completo que

incluye momentos de coordinación, disrupción y reparación “permite al

infante elaborar sus comunicaciones afectivas dirigidas a los otros y

usar sus capacidades de autorregulación más efectivamente, que le

permitan mantenerse comprometido o enganchado con el ambiente

externo en casos de estrés o ansiedad [...]” (de la Cerda et al., 2000,

p. 263)

Ambos patrones dan lugar a los cuatro procesos duales interactivos

que pertenecen al sistema de la co-creación del vínculo de apego,

proporcionan señales orientadoras para una relación interpersonal afectiva

saludable. El primer análisis que se puede desprender es que las relaciones

interpersonales pueden ser observadas y analizadas de manera de espejear

la conducta humana hacia la gestión de los recursos internos y no hacia el

deber ser, buscando focalizar el trabajo interno del adulto significativo más

que producir nuevos estándares de conducta. Por otro lado se observa al

infante como un sujeto de alta complejidad que requiere de desafíos

relacionales para la maduración de su ser. Así se logra comprender que los

nuevos hallazgos que proporciona la teoría de la regulación afectiva

temprana requieren de un intérprete que haga visible y sensible las acciones

pedagógicas de los adultos significativos hacia los infantes, en el primer año

de vida dentro del marco de la educación parvularia.

Referido a la búsqueda de nuevos intérpretes, emerge la educación

emocional como un interlocutor que pude acompañar al adulto significativo

en la construcción de nuevas formas de interacción consciente que

73

fortalezcan la diada por tanto la organización mental del infante su verdadero

self.

Para comprender lo anterior es preciso definir qué se entiende por

emoción. Hay varias definiciones sobre las emociones que la explican desde

diferentes fundamentos como el biológico, psicológico y social entre otros.

También hay una vasta literatura sobre la línea de la inteligencia emocional,

pero dentro de este estudio nos referiremos a las emociones como “una

energía vital. Se trata de una energía que por ser vital es cercana y lejana.

Cercana en la experiencia y lejana en la cognición…una energía que nos

afecta y que nos impulsa a la acción” (Cassasus, J. p 2- 2013). Así la

emoción implícita y subjetiva que emerge para transformarse en acción o

movimiento “podemos sentirla primero como una vibración que se presenta

en el cuerpo activada por visto, lo oído, tocado, saboreado u olfateado, las

sensaciones nos indican la presencia de una emoción” (Casassus, J., p 99-

2009).

Actualmente se reconoce un efecto de causalidad entre emociones y

aprendizaje, así se atribuye que las emociones interfieren en el deseo de

aprender o viceversa en el deseo de no aprender. Por tanto el alojamiento

emocional en el cerebro abre paso a la cognición, a la percepción, la

motivación, la menoría y el estrés.

La emoción y la cognición se unen en el postulado de que al activar

el proceso de información y volverla consciente, requiere de la disposición o

fuerza emocional impregne la vivencia de aprender. Así la emoción puede

constituirse en un mecanismo de aprendizaje adaptativo para el

procesamiento, interpretación y retención de la información. Así mismo la

emoción y la percepción se influyen, cuando el que percibe está en un

determinado estado anímico tiñe su percepción abriendo o cerrando los

74

procesos de aprendizaje, reprimiendo o fluyendo la expresión de su

conducta. Respecto a la emoción y motivación cabe destacar que esta es

el núcleo del aprendizaje pudiendo este ser el motor para aprender algo, así

gatilla una disposición fisca y mental. Son las emociones quienes evalúan el

agrado o desagrado de lo que se aprende. Otra hermosa conjugación es la

emoción y la memoria, la cual se complementa con la motivación ya que la

intensidad de la emoción activa una cierta intensidad emocional asociada al

evento que impulsa la retención significativa y por tanto a la conservación del

conocimiento.

La emoción y estrés, implica activar un patrón de emergencia

biológico (sistema neurológico y endocrino), que permite producir respuestas

más complejas frente al medio, abriendo otros espacios de conciencia. Pero

también el estrés prologando y sistemático puede provocar la emoción de

miedo amenazante donde el poder de la amenaza se evalúa por sobre las

posibilidades de la persona y no logra diseñar otra estrategia para salir del

estado, así el aprendizaje se ve detenido y dañado, requiriendo de la

regulación y re-significación.

Al comprender que las emociones se conjugan en pos del aprendizaje

se puede comprender que ellas, actúan en las relaciones impersonales y por

tanto en el espacio y tiempo del aula. Así nace la comprensión del clima

emocional en el aula que resulta de un sistema de relaciones entre el

docente consigo mismo, el docente con sus estudiantes y el estudiante

con su aprendizaje. Destacando como eje central la relación del docente

con los estudiantes. Hasta ahora el clima emocional en el aula está asociado

con el rendimiento académico, la disciplina, adaptación social y procesos de

aprendizaje. La experiencia emocional en el aula está sustentada como una

débil ecología de relaciones interpersonales afectivas, que en el proceso de

equilibrio y desequilibrio buscan provocar no sólo el aprendizaje académico

75

sino también en la formación integral de la persona, es decir en el

aprendizaje del ser.

En la relación interpersonal docente y estudiante se ven conformada

en una diada que juega entre la comprensión emocional (comunicación

empática y la incomprensión emocional (ruptura de la comunicación

empática). La comprensión emocional se levanta como un proceso inter-

subjetivo, que requiere que el docente y el estudiante entre en la experiencia

emocional del otro, o sea, se aproxime a las experiencias emocionales

compartidas. Esto abre paso a que la relación diádica que en el plano

pedagógico implica, que el docente de paso a estar consciente de lo que le

está ocurriendo a él en relación interpersonal y en lo que le está ocurriendo

al estudiante, así se sitúa el docente y estudiante en un plano de carácter

personal en la relación interpersonal.

La comunicación empática conducto de la comprensión emocional

loga entregar al docente una herramienta para sincronizar o entonar la

relación de manera que el estudiante se sienta acogido, contenido, sostenido

y aceptado por lo que él es. Así la sincronía da paso a la una forma especial

de acoger en donde se acompaña al estudiante a la elaboración de su fuente

de sufrimiento o de interrupción del bienestar.

El acompañar sensiblemente al estudiante en el proceso del

aprendizaje de sí mismo y del medio que lo rodea, implica reconocer que

acoger exige un análisis más profundo, es decir, explorar que detrás de la

emoción expresada está una necesidad satisfecha o insatisfecha.

Comprendemos las necesidades como una forma de motivación intrínseca

(interna), que mueve a la persona y la mantiene conectada con las

pulsaciones de su vida. Si el docente logra reconocer la necesidad que esta

76

a base de la emoción puede satisfacerla de manera devolver al equilibrio o

acompañar en la búsqueda del equilibrio interno.

Caracterizada la emoción como el personaje protagónico del enfoque

de la educación emocional, es posible presentar su definición:

“Como un proceso educativo orientado al desarrollo de la conciencia

emocional y la comprensión emocional. Así, la educación emocional

se presenta en dos direcciones: hacia la conciencia de la experiencia

emocional que le es única a esa persona, y que por ello, revela el

núcleo de su personalidad; y hacia la comprensión emocional que es

el proceso intersubjetivo mediante el cual una persona se vincula con

el campo de la experiencia emocional de otra persona. El logro de la

conciencia y comprensión emocional requiere del desarrollo de las

competencias de apertura, conocimiento, interpretación, vinculación,

regulación, modulación y conexión, por medio de escucha de la

experiencia emocional” (Casassus, J. pp 5-6 – 2013)

El corazón de la educación emocional está referido a la conciencia

emocional “foco en el ser” y la comprensión emocional “foco en la

relación con otros”, ambos íntimamente unidos nos abren el mundo del

“Ser Emocional”, mundo en el cual nos movemos desde la gestación y que

tiene sus impactos visibles en los años posteriores al nacimiento, esto último

ya lo hemos expuesto dentro de este mismo capítulo.

Una de las comprensiones que hay que realizar dentro del campo de

la educación emocional es que el maestro es uno mismo. ¿Qué quiere decir

esto?, pues que el estudiante debe buscar en sí mismo el contenido real de

la enseñanza, los profesores, maestros y educadores son sólo guías que

facilitan el aprendizaje, pero el verdadero trabajo es personal. Así se

77

comprende que el aprendizaje del ser, implica hacerse responsable de los

procesos al tomar conciencia de ellos. Juan Casassus en su libro “El ser

emocional”, expone:

El aprendizaje de las emociones propias de cada uno, es un viaje de

descubrimiento afecta nuestro cerebro emocional de sí mismo. Este

ocurre por la observación de cómo se desenvuelve las experiencias de

sí mismo en su cuerpo. Hay una gran distancia entre pensar y

reflexionar sobre mí mismo, y estar consciente de lo que está

ocurriendo. La reflexión intelectual acerca de las emociones, es algo

que afecta nuestro cerebro cognitivo pero la experiencia afecta

nuestro cerebro emocional, por tanto en la educación emocional,

sabemos a dónde estamos cuando iniciamos el camino pero no

sabemos a dónde nos llevara el sendero, el embarcarse hacia algunos

estados de incertidumbre logra despojar las barreras que impiden la

posibilidad de un verdadera transformación del ser (p.154).

La educación emocional se sistematiza en las competencias

emocionales las cuales son un conjunto de nuevos aprendizajes en el ámbito

del ser emocional. Para poder comprender mejor es necesario analizar su

antítesis la incompetencia emocional o ignorancia emocional. Muchas de

nuestras emociones son inconscientes, pero igualmente influyen en nuestro

actuar sólo que no lo sabemos. Existe la incompetencia emocional en

relación a sí mismo, es decir, estar desconectado, el no sentir lo que pasa en

torno a la experiencia emocional como:

No darse cuenta de lo que siente por falta de contacto con el cuerpo y

con el tono afectivo personal; no poder nombrar y o comunicar las

propias emociones no saber hablar de uno mismo o con otros de la

experiencia emocional; no reconocer qué lo que hace a uno estar

78

como está; No aceptar la experiencia emocional; pensar que no hay

forma de salir del estado en que se está. (Casassus, 2009, p.158).

Por otro lado la incompetencia emocional en relación al otro presente

provoca la inconsciencia emocional personal que dispara la negación de las

emociones y por tanto la negación de las emociones de los otros. Ejemplo de

esto:

Falta de contacto que no permite ver las emociones en el otro; no

entender por qué el otro siente lo que siente; no aceptar la emoción

del otro, juzgarla como correcta e incorrecta; Pensar que el otro siente

lo mismo que uno; No reconocer las emociones de la relación; no

poder acoger, contener, sostener al otro; no reconocer el filtro de mi

interpretación en mi mirada al otro” (Casassus, 2009, p.159).

Por otro lado también existe incompetencia emocional en relación a

los ambientes que cohabitamos como “no reconocer los estados de ánimo y

las emociones de los ambientes en los que nos movemos; no saber

sintonizar ni actuar de acuerdo a las circunstancias; no saber transformar

atmosferas emocionales” (Casassus, 2009, 160).

La amplia gama de ejemplos sobre la incomprensión emocional nos

da pistas para comprender el desglose de las competencias emocionales

que son:

La capacidad de estar abierto al mundo emocional.

La capacidad para estar atento: escuchar, percibir ponderar,

nombrar y dar sentido a una o varias emociones.

La capacidad de ligar emoción y pensamiento.

79

La capacidad de comprender y analizar las informaciones.

relacionadas con el mundo emocional.

La capacidad de regular la emoción.

La capacidad de acoger, contener y sostener al otro.

Así la primera competencia que es: la capacidad de estar abierto al

mundo emocional, nos provee de seis dominios que fortalecen, amplían y

sustentan el camino hacia el aprendizaje del ser. La conformación de estos

seis dominios en la primera competencia emocional puede traducir los cuatro

procesos duales de interacción que sostienen la co-creación del sistema del

vínculo de apego que está referida en la teoría de la regulación afectiva

temprana y que ya develamos en el capítulo uno de este estudio.

En síntesis ambas corrientes poseen elementos compartidos que

permiten el ambicioso aprendizaje del ser y que por tanto avalan y sustentan

este estudio en el marco de la práctica pedagógica en educación parvularia.

Para hacer más visible esta correlación es preciso establecer comprensiones

que se expresan en el siguiente cuadro.

80

Tabla Nº2: Aprendizaje de ser persona

Teoría de la regulación afectiva

tempana

Enfoque de la educación emocional

Infante Adulto significativo

Las emociones como facilitadora de la organización mental.

Las emociones como aprendizaje entre lo interno y lo externo.

La emoción como un recurso de sobrevivencia ante el medio.

La emoción que impulsa la acción

La configuración del self (conciencia de ser uno mismo) Iniciar programación de conductas saludables

La apertura a la conciencia emocional. Desprogramación de conductas no saludables

Foco en la relación interpersonal a través de la relación diádica.

Foco en la comprensión emocional a través de las relaciones interpersonales

El cuerpo como conductor de la comunicación no verbal, implícita y subjetiva.

El cuerpo receptor, transformador y conductor de la emoción implícita y subjetiva.

La regulación emocional como un proceso de autonomía.

El reconocimiento de las necesidades como una responsabilidad en el bienestar emocional.

La regulación emocional puerta de entrada para el aprendizaje del ser.

Clima emocional en el aula como puerta de entrada a la cognición y por tanto al ser.

El sistema de la co-creación de un vínculo de apego a través de los cuatro procesos duales interactivos.

Competencias emocionales La comulación empática

Finalizado la comprensión de los paralelos entre la teoría de la

regulación afectiva temprana y los postulados del enfoque de la educación

emocional puede constituirse un acompañamiento eficiente a la práctica

pedagógica en la primera infancia.

81

a) Desde el estándar de la supervisión al acompañamiento a la

práctica pedagógica.

La reciprocidad encontrada entre la teoría de la regulación temprana y

el enfoque de la educación emocional, nos permite analizar si estos

postulados que se fundamentan en el aprender a ser, son visibles en la

agenda educativa de nuestro país. En la actualidad el marco para la buena

enseñanza promulgado en el 2008 levanta una serie orientadores para la

mejora del desempeño en la práctica docente, así lo sostiene el documento:

“Emplearemos este Marco para la Buena Enseñanza para orientar

mejor nuestra política de fortalecimiento de la profesión docente. Las

universidades que diseñan los programas de formación inicial y de

desarrollo profesional, encontrarán criterios e indicadores, así como la

base técnica para mejorar sus propuestas” (CEPIP, 2008 p-5).

Lo anterior se regula a través de cuatro dominios: preparación para

la buena enseñanza (contenidos disciplinares que el docente debe saber e

integrar en su práctica a través de metodología adecuadas de mediación),

creación de un ambiente propicio para el aprendizaje (el carácter de las

interacciones que ocurren en el aula, tanto entre docentes y estudiantes,

como de los alumnos entre sí. Los aprendizajes son favorecidos cuando

ocurren en un clima de confianza, aceptación, equidad y respeto entre las

personas y cuando se establecen y mantienen normas constructivas de

comportamiento), enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes

(comprender las necesidades satisfechas e insatisfechas entorno al

aprendizaje), responsabilidades profesionales (la conciencia del docente

sobre las propias necesidades de aprendizaje, así como su compromiso y

participación en el proyecto educativo). Como se observa los dominios

reposan en un estilo de docencia inclusiva hacia el aprender a ser y por tanto

82

declarativamente existe la intensión de impregnar el ejercicio docente a

través de acciones conducentes a la calidad. Desde la misma línea

encontramos los estándares orientadores para las carreras de educación

parvularia y los perfiles de egreso, ambas sostienen que son un referente

para evaluar las instituciones formadoras de docentes y a los egresados

respecto a sus necesidades en la formación continua.

Como se denota, los contextos públicos que acompañan las prácticas

pedagógicas en la primera infancia no están en tierra de nadie, de alguna

forma se ha tratado de hacer camino, pero ¿estos alcances serán suficiente

para transformar la práctica pedagógica? .Esta interrogante nos plantea la

urgente necesidad de establecer que la práctica pedagógica es la

construcción de una relación didáctica al interior del aula, pero también en

su exterior. En su interior entre docentes y estudiantes y en el exterior entre

docentes y el sistema educativo. Así la práctica pedagógica en el aula, es un

espacio de resonancia entre lo que transmite un sistema educativo y lo que

efectivamente ocurre en ella. En la práctica coexisten dos actores centrales:

el docente y el infante y esta coexistencia radica en un intercambio recíproco

de conocimiento y experiencia.

En la práctica pedagógica, se espera que tanto el docente como el

estudiante compartan significados comunes y establezcan una relación

interpersonal que beneficie a ambos. En dicha práctica, hay aspectos que

son planificados, es decir, que son orientados por planes y programas del

Ministerio de Educación y otros que no son planificados y que surgen a partir

de las necesidades del momento, esto último es denominado flexibilidad

curricular.

En la práctica pedagógica no planificada surge el potencial de cada

docente, pues tiene que desplegar su flexibilidad, creatividad, habilidades

83

sociales y competencias de todo tipo. En cambio en la práctica pedagógica

planificada, el docente se rige a partir de una serie de estatus que le indican

que se debe hacer y cómo, es decir, aplica la normativa vigente;

promoviendo una formación de individuos a partir de lo que el Estado

normaliza y lo que estos deben ser y aprender.

Según Freire (2003), la acción educativa dentro del aula “… implica

esta indagación: qué pienso de mí mismo y de los otros” (p.23) Lo anterior

hace hincapié sobre el carácter social, objetivo e intencional de la práctica,

ya que intervienen los significados, percepciones y acciones de las personas

involucradas en el proceso educativo (estudiantes, educadores, familia,

Estado entre otras). Por otro lado los aspectos político-institucionales,

administrativos y normativos, que en virtud del proyecto educativo de cada

país, delimitan el rol del docente.

Dado que la práctica pedagógica nos ofrece un escenario rico para la

indagación, nos alienta a proporcionarle dentro del marco de los enfoques

antes mencionados, la iniciativa de levantar una propuesta de

acompañamiento a la práctica pedagógica. Comprendiendo que el desarrollo

infantil temprano es fundamental para lograr una sociedad sana, próspera y

sustentable, es vital sostener que lograr dichos desafíos se requiere de

prácticas educativas de alta calidad “la evidencia indica que la asistencia a

centros educativos infantiles no siempre esta tiene impacto positivo, puesto

que depende principalmente de la calidad de los programas” (Blelky, 2005)

.En tendiendo que la calidad del programa para el nivel sala cuna está

sustentada en: “apoyar el fortalecimiento del vínculo entre madre o cuidador

principal y el niño” (Dussaillant, 2009). Lo anterior fundamenta el objetivo de

la propuesta de acompañamiento las cuales son:

84

Desplazar la supervisión de la práctica pedagógica que

establece parámetros ideales y fotográficos de una sesión por

un acompañamiento reflexión entre lo técnico y lo experiencial

de manera de establecer parámetros de medición por

parámetros de autoevaluación. Desde aquí aplicar, la técnica

de la microenseñanza para converger en el mapa de la

comprensión e incomprensión emocional instrumento que

permite la auto-observación de la práctica.

Aportar con un abordaje técnico pedagógico hacia la práctica

docente de manera de ir acortando la brecha entre

investigación y praxis.

Levantar evidencia empírica sobre la actual praxis,

contribuyendo a evidenciar los avances, estancamientos,

retrocesos e impacto del programa pedagógico de la sala cuna

en los niños - niñas y sus familias.

Síntesis del apartado

El bienestar emocional, sin duda alguna, es un tema urgente a

repensar en la práctica pedagógica en la primera infancia, advirtiendo que el

desarrollo humano está sustentado en una relación afectiva significativa que

permite el inicio de la conexión consigo mismo y con el entorno.

Las emociones que están surgiendo del contacto entre dos seres

humanos –que inician una relación interpersonal de carácter pedagógico

entre docentes y estudiantes–son un espacio vital y de frágil ecología que

debe nutrirse constantemente. Estar consientes del aquí y ahora es el

ejercicio constante que nos invita a realizar la educación emocional:

hacernos responsable de nuestro hábitat emocional interno para luego

hacerse responsable de la conexión del hábitat emocional del otro.

85

La neurobiología interpersonal –que surge de la unión entre la biología

y la psicología– es un puente de acercamiento a la comprensión de nuestro

cuerpo, mente y emociones que funcionan como un todo coordinado para dar

sentido a la realidad subjetiva e intersubjetiva del mundo.

Advertir que el inicio de la construcción del self (conciencia de sí

mismo), aparece a través del contacto dulce y deseado de la madre o adulto

significativo hacia el niño o la niña y que este no debe ser interrumpido sino

potenciado. Cortar ese lazo es hacer de la infancia un espacio de vacío,

soledad y enfermedad, desde aquí la preocupación de plantear si el actual

servicio de sala cuna y las políticas públicas de nuestro país, protegen

efectivamente este primer derecho humano.

86

CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO

3.1 PARADIGMA DE BASE

En este apartado se presenta el diseño global del estudio, declarando

que se aproximó a la realidad desde el fundamento paradigmático

hermenéutico interpretativo, junto con los fundamentos epistemológicos del

idealismo.

El paradigma hermenéutico interpretativo indica que –tal como señaló

Schutz (1974)– se intenta establecer un proceso por medio del cual se haga

una interpretación inicial en torno al sentido de cualquier fenómeno y

posteriormente se realice una comprensión del mismo, junto con la escuela

filosófica del idealismo.

Este paradigma acepta que el conocimiento es una construcción

subjetiva y continua de aquello que le da sentido a la realidad investigada,

como un todo, donde las partes se significan entre sí en relación con el todo.

La hermenéutica proporciona no sólo una nueva forma de comprender

los discursos, sino también una nueva forma de interpretar la experiencia

humana a partir de éstos. Lo recién expuesto es importante, puesto que el

fenómeno de estudio corresponde a sujetos que interactúan dentro de un

espacio físico determinado, caracterizado por el contexto de la Educación

Parvularia, los cuales serán observados en su cotidianeidad, con el fin de

acceder a los discurso y mundo interno, manifestado en sus reflexiones,

acciones, relaciones, pensamientos, opiniones y sentimientos. Desde el

mismo foco sé estudió la relación diádica entre la adulta significativa-niño/a y

cómo esta relación configura el self (conciencia de ser uno mismo,

conciencia de ser persona humana), como una condición biológica de un

87

sistema propio. En esta relación diádica es preciso distinguir que es

intersubjetiva y que ocurre en el marco del nivel educativo sala cuna, lugar

en donde se hicieron las observaciones y que posibilitaron al investigador

levantar las una comprensión holística del fenómeno.

Tadeo (2011) planteó que “la hermenéutica contribuye a los

fundamentos epistemológicos relacionados con la construcción de la

realidad”, es por ello que la presente investigación tiene un carácter

interpretativo en lo hermenéutico pues intentó dar cuenta de cómo el hacer

rutinario las prácticas pedagógicas respecto del aprendizaje infantil se instala

mediante la naturalización y normalización de las formas de relacionarse con

el infante, originado una falta de cuestionamiento y reflexión sobre las

implicancias y repercusiones de estas. La normalización de algunas prácticas

que se desarrollan al interior de las salas cunas permiten observar cual es la

prioridad de las orientaciones técnicas de la institución (qué se enseña) y la

manifestación consensuada de acciones y relaciones entre los sujetos (cómo

se enseña); así se contrapone lo que realmente ocurre en el aula a partir de

la emergencia emocional y lo que debería ocurrir en el aula, la emergencia

racional.

Según Ríos (2005) el interés de la hermenéutica, es descubrir en el

discurso el conjunto de referencias que lo abren a un mundo nuevo de

sentidos, es por ello que la investigación y el tema tratado pretenden develar

aquellos aspectos más profundos del ser humano.

Asimismo, siguiendo los planteamientos de Gadamer, la hermenéutica

sigue una lógica comprensiva distinta, a fin que se pueda lograr un pensar

diferente abarcando la totalidad del escenario estudiado, esto es

consecuente con lo expuesto anteriormente, ya que uno de los objetivos de

la investigación radica en pretender que la sociedad y el área educativa

88

puedan cuestionarse respecto de la manera en que se establece el contacto

y los aprendizajes con los infantes, de tal manera que estos puedan

mantener, resguardar y potenciar al máximo sus capacidades. La

investigación expuesta siguió una lógica comprensiva distinta, pues integró la

relación entre lo vincular y la norma, a fin de desarrollar un tipo conocimiento

específico que se obtiene de la relación interpersonal afectiva entre los niños

y niñas y docentes. Lo importante de esto radica en no desechar los otros

elementos que proporcionan un buen aprendizaje (que se obtienen en la

planificación pedagógica), sino más bien ponerlas al servicio de la capacidad

de relacionarse afectivamente con otros, lo que generará condiciones

favorables que logran la comprensión emocional y una vez que ésta se

establece permite que ambos puedan darse lo que necesitan y en la forma

en que esto se requiere.

Por tanto, la hermenéutica plantea estudiar la existencia en su

totalidad y la comprensión de esto de un modo de ser de la existencia, en

donde lo observado no se debe reducir al método de pensamiento científico

moderno, puesto que se dejaría fuera la subjetividad e interpretación pura

correspondiente a los fundamentos del presente trabajo.

La base filosófica que respaldó el paradigma investigativo es el

idealismo que vino a aportar con esta visión, “los objetos físicos no pueden

tener existencia aparte de una mente consciente de ellos, porque no es

posible separar el concepto de esos objetos, de la conciencia que se tuviera

de ellos”. (Molina, 2012, p 31). Esto traducido a la presente investigación

significó que el sujeto consciente o inconsciente del accionar de su práctica

le advertirá al observante sobre aquellos aspectos o elementos que están

presentes o ausentes en su relación interpersonal afectiva cotidiana, con el

fin de dar cuenta sobre las concepciones, justificaciones, paradigmas que la

explican “interpretando y comprendiendo la conducta de las personas”.

89

Desde el idealismo subjetivo, Berkeley propuso que: “Los objetos que

conocemos corresponden a nuestras sensaciones; la existencia de los

objetos físicos consiste en ser percibidos, ellos son sólo ideas".

Considerando esta mirada, los actores de nuestra investigación estuvieron

imbuidos por sus sensaciones (como una experiencia personal generadas

por estímulos, como una respuesta de los órganos de los sentidos, siendo

interpretadas por la percepción) que son emanadas desde el contacto

humano. Primero se manifiestan en su propio “Ser”, luego se alojarán en la

mente desde un estado consciente o inconsciente para posteriormente ser

accionados, produciendo efectos y consecuencias. Así en el accionar

humano se van validando o impugnando prácticas que están a la base de

una cultura visible, estancada o necesitada de cambios.

Por otro lado Husserl propone aventurarnos con la experiencia

fenomenológica de la investigación donde argumenta:

Los estados de la mente se caracterizan básicamente, por tener

una intencionalidad, una dirección hacia los objetos.

Es necesario distinguir entre el objeto como tal y su significación.

Lo anterior se refiere a indagar sobre las posibles intencionalidades de

los actores, sobre cómo se expresan, que necesidades surgen de la relación

y de los significados otorgan en el ámbito educativo, desde ahí la

fenomenología es una investigación conceptual y eidética más que empírica.

En síntesis, la hermenéutica junto con el idealismo fueron utilizados

como supuestos epistemológicos basales de la investigación, puesto que

permiten observar aquello que se presenta como obvio y realizar

interpretaciones a partir de ello, junto con interpretar la experiencia humana y

90

actos que se desarrollan entre el adulto significativo y el niño/a en la díada

intersubjetiva.

3.2 CARACTERIZACIÓN DEL TIPO DE DISEÑO A EMPLEAR

La investigación es de índole cualitativa, la que según lo planteado por

Flick (2007) tiene relevancia específica para el estudio de las relaciones

sociales debido al hecho de la pluralización de los mundos vitales.

Además es un método de investigación que se utiliza principalmente

en las ciencias sociales, como la psicología, basándose en cortes

metodológicos y en principios teóricos tales como la fenomenología,

hermenéutica y la interacción social. Al mismo tiempo utiliza métodos de

recolección de datos que son no cuantitativos, como la entrevista y la

observación, con el fin de explorar las relaciones sociales y describir la

realidad tal como la experimentan los correspondientes, sin tratar de probar o

medir en qué grado una cierta cualidad o característica social se encuentra

en un determinado acontecimiento, es decir, se centra en el descubrir tantas

cualidades como sea posible, sin desechar ninguna de ellas, ya que todas

son igualmente valorables.

Según López y Sandoval (2006) la investigación cualitativa posee las

características como:

Inductiva: el investigador desarrolla conceptos e interrelaciones y

comprensiones de los datos sin ideas preconcebidas.

El investigador observa desde una perspectiva holística incluye el

contexto no sólo variables.

El investigador asume que es un factor dentro del contexto.

91

El investigador se identifica con la realidad observada a fin de

comprender lo que sucede.

El investigador debe enajenar sus propias creencias.

Asimismo, la investigación cualitativa es aquella que “produce datos

descriptivos, con las propias palabras de las personas, habladas o escritas y

la conducta observable. Constituida por un conjunto de técnicas para recoger

datos”, (López, 2006, p 13).

Lo anterior permitió caracterizar la realidad desde varios planos

permitiendo una triangulación rigurosa y rica en diversidad. Cuando se habla

acerca de diversidad se hace referencia a que los instrumentos que se

utilizarán proporcionarán información desde las diferentes posiciones de los

actores, lo que permitirá visualizar diferentes perspectivas y formas de ver el

mundo.

Para Flick (2007) la investigación cualitativa requiere un profundo

entendimiento del comportamiento humano y las razones que lo gobiernan,

ya que a diferencia de la investigación cuantitativa: busca explicar las

razones de los diferentes aspectos de tal comportamiento, dándole a cada

uno de ellos la importancia que corresponde y sin rechazar ningún

descubrimiento. En otras palabras, investiga el por qué y el cómo de los

actos y conductas, en contraste con la investigación cuantitativa, la cual

busca responder preguntas tales como: cuáles, dónde y cuándo, esto es

consistente con lo expuesto en la investigación, pues la presente intentó de

alguna manera develar mediante qué prácticas se aprende a ser persona en

la díada adulta significativa-niño/a al interior de la sala cuna.

Desde el punto de vista de Taylor y Bogdan (1994) la metodología

cualitativa se refiere a la investigación que produce datos empíricos, las

92

propias palabras de las personas–habladas o escritas– y la conducta

observable, a semejanza de la metodología cuantitativa, consiste en más que

un conjunto de técnicas para recoger datos, es decir, es un modo de encarar

el mundo empírico.

Además en este tipo de investigación no es de gran importancia la

cantidad de casos, sino que estos cumplan con las características y objetivos

del estudio, donde no se dejará de lado ningún caso, cualquiera de ellos

tendrá la misma importancia y valoración. Desde aquí declarar que la

muestra fue escogida dentro el marco tradicional de la enseñanza, pudiendo

aproximarse a una posible realidad total.

En síntesis, la investigación cualitativa permitió estudiar aquellas

cualidades de las relaciones interpersonales que se dan al interior de la sala

cuna en la díada adulta significativa-niño/as y el proceso de cómo se

aprender a ser persona.

3.2.1 Enfoque y tradición metodológica

El enfoque utilizado fue el etnometodológico en el cual, según Taylor y

Bogdan (1994), los significados de las acciones son siempre ambiguos y

problemáticos, por tanto se busca examinar los modos en que las personas

aplican reglas culturales abstractas y percepciones de sentido común a

situaciones concretas para que las accionas aparezcan como rutinarias,

explicables y carentes de ambigüedad, los significados son un logro práctico

de los miembros de la sociedad, para lo cual es necesario poner entre

paréntesis o suspender las propias creencias sobre la realidad. Estas teorías

son substantivas, ya que provienen de un enfoque más psicológico y social

que del estudio cuantitativo, son teorías, por así decirlo, blandas.

93

Garfinkel postuló que no es posible estudiar una realidad objetiva,

dado que los miembros no se encuentran en un escenario social objetivo,

sino que estos son quienes crean estos escenarios. Según Firth (2010):

La cualidad observable-comunicable de las acciones —es decir,

la narrabilidad de las acciones— no puede estar divorciada de

la forma en que los miembros las organizan y coordinan dentro

de un escenario. Ni, por implicación, el escenario social puede

ser considerado recurriendo a las interpretaciones analíticas a

priori de los científicos (p. 600).

Desde Geertz (1992) es necesario utilizar la descripción densa, la

cual postuló que no se debe generalizar desde casos particulares, sino que

se debe generalizar dentro de éstos. Asimismo esta postura teórica busca

lograr una inferencia clínica, la cual indaga respecto de los significantes e

intenta cuadrarlos en un marco inteligible. En el estudio de la cultura, los

significantes son actos simbólicos y lo que busca es el análisis del discurso

social.

En síntesis, tanto el enfoque etnometodológico como la descripción

densa son importantes para lograr la comprensión fenomenológica de las

prácticas normalizadas respecto de la enseñanza y aprendizaje en el ser

persona, llevado a cabo en la relación diádica e intersubjetiva adulta

significativa-niño/a.

3.2.2 Nivel o alcance de estudio

El nivel del estudio es exploratorio con fines interpretativos. Respecto

de este tipo de investigación es oportuno señalar que se realizó una fase

94

exploratoria o diagnóstica dirigida a conocer las condiciones, situaciones y

posibilidades para la evaluación del comportamiento axiológico.

Asimismo es interpretativa, pues tiene como objetivo central interpretar

los fenómenos, así como también estudiar sus relaciones para conocer su

estructura y los aspectos que intervienen en la dinámica de los mismos, por

tanto es importante dar cuenta de una fase exploratoria respecto del

problema y de interpretaciones respecto de las prácticas que se llevan a

cabo en la sala cuna y que tienen que ver con el cómo se aprende a ser

persona, mediante la relación interpersonal.

3.2.3 Diseño de la investigación

El diseño empleado en la investigación fue el etnográfico, el cual

según Flick (2007):

Corresponde a la investigación de un pequeño número de casos,

incluso puede ser uno sólo, se caracteriza por un fuerte interés por la

exploración de la naturaleza de un fenómeno social particular, mucho

más que la determinación a examinar hipótesis sobre ello.”(p. 158)

Es una tendencia a trabajar primariamente con datos que no se han

codificado en el punto de su recogida desde la perspectiva de un conjunto

cerrado de categorías analíticas.

El diseño etnográfico es un análisis de datos que implica la

interpretación explícita de los significados y funciones de las acciones

humanas, cuyo resultado toma principalmente la forma de descripciones y

explicaciones verbales, desechando la cuantificación.

95

Según Taylor y Bogdan (1994) el investigador trata de proporcionar

una imagen “fiel a la vida” de lo que la gente dice y del modo en que actúa;

se deja que las palabras y acciones de las personas hablen por sí mismas,

donde al mismo tiempo el investigador debe captarlas tal y como se dan. Los

estudios descriptivos se caracterizan por un mínimo de interpretación y

conceptualización, están redactados de tal modo que permiten a los lectores

extraer sus propias conclusiones y generalizaciones a partir de los datos,

permitiéndoles tener la impresión que ellos estuvieron en el momento de la

investigación y que pueden captar lo cotidiano.

Se utilizó este tipo de diseño debido a la mirada holística de este, a la

utilización de estrategias variadas de recogida de investigación y además

porque existe un fuerte interés por la exploración de la naturaleza de un

fenómeno social particular, como son aquellas prácticas que se han

naturalizado en la enseñanza y aprendizaje de ser persona al interior de la

sala cuna. También, esta investigación implica una interpretación explícita de

los significados y funciones de las acciones humanas, cuyo producto toma

principalmente la forma de descripciones y explicaciones verbales, ya que

mediante la observaciones de los actos y conductas que desarrollen las

adultas significativos y niños/as al interior del aula se desarrollará una

interpretación lo más apegada a lo tal y cual se observó.

Asimismo, el etnógrafo participa–explícita o implícitamente– en la

cotidianeidad de las personas durante un período de tiempo, observando lo

que sucede en la vida diaria de las personas, con el fin de obtener datos

ricos en análisis.

En síntesis, la etnografía como diseño de investigación permitió

estudiar la naturaleza de los fenómenos sociales para posteriormente poder

interpretar explícitamente los significados y funciones de las acciones

humanas, lo que permitió dar cuenta de cómo son las practicas infantiles que

96

se llevan a cabo al interior de la sala cuna y que están implicadas en el

proceso de aprender y enseñar a ser persona.

Ya fundamentado el paradigma, se aludió a la descripción del diseño

que organizó la información y los análisis de los datos.

3.3 UNIVERSO DE REFERENCIA Y MUESTRA (TEÓRICA) BAJO

ESTUDIO

El universo de referencia que se estudió se compone de una población

infantil –niños y niñas de ochenta y cinco días de nacido a un año de vida

aproximadamente–que asiste al primer ciclo de Educación Parvularia en el

nivel sala cuna menor y los adultos que accionan pedagógicamente sobre

ellos: técnicos o asistentes de párvulos, pertenecientes a la Fundación

Integra, de la región Metropolitana.

La muestra estuvo referida a tres adultas que están presentes en el

aula (técnico o asistente de párvulos) e infantes (niños y niñas menores de

un años aproximadamente). Cabe destacar que si bien durante las

observaciones que se hicieron en el aula se encontraba la educadora de

párvulos, ella no se incluyó en la muestra, ya que mayoritariamente se

observaron a las técnicas en educación parvularia, puesto que en esta

institución, son ellas las que accionan el currículo pedagógico en el aula y las

educadoras son las que manejan las orientaciones técnico-pedagógicas y

tratan de implementarlas a través del personal técnico.

La Fundación Integra proporcionó un establecimiento de educación

infantil, de modalidad tradicional, que tiene las siguientes características:

97

Posee cuatro niveles educativos (sala cuna menor y mayor, un

medio menor y un nivel medio mayor que corresponde al segundo

ciclo de la educación parvularia).

Cada nivel educativo cuenta con: un educador párvulo, técnicos o

asistentes de la educación según coeficiente técnico (número de

niños-niñas versus adultos), cumpliendo así con el protocolo

establecido.

Las características anteriormente señaladas aportaron con evidencia

para describir los contextos y asegurar la riqueza en el aspecto de la relación

entre adultas significativas-niños/as.

Tamaño: según la cantidad de matrículas al año 2013, la cantidad de

niños/as pertenecientes al nivel sala cuna menor es de 20 aproximadamente.

Sin embargo, la cantidad de niños/as de la muestra no es significativa para la

investigación, puesto que lo que se evaluó fueron las relaciones

interpersonales en la díada adulta significativa-niño/a, además la cantidad de

niños/as que asisten a la sala cuna varía día a día y está mediada por

situaciones personales y de salud. Cabe destacar que el período en que se

muestreó fue la de mayor asistencia de los párvulos al nivel.

El motivo de la elección del nivel educativo: fue en virtud de la

etapa etaria en que se encuentran los niños y niñas que asisten al nivel sala

cuna, donde se encuentran desarrollando y formando las primeras

conexiones del ser y conciencia de sí mismo. Así lo sostienen diversas

investigaciones que ya hemos señalado en el capítulo dos, en donde el

desarrollo del hemisferio derecho del cerebro y la regulación emocional se

establecen en la relación interpersonal afectiva y diádica entre la adulta y el

niño/a.

98

La práctica pedagógica: su selección está determinada porque

constituye un escenario propicio para la observación de las múltiples

interrelaciones dentro un tiempo y espacio reducido, como es el aula y su

rutina.

Hay que recordar que desde la pedagogía tradicional el enfoque de la

práctica ha estado centrado en el aprender a conocer y a hacer, por tanto se

hace más valioso el develar como la práctica pedagógica está abordando el

aprender a ser y por consiguiente el aprender a convivir.

Como ya lo fundamentamos en el capítulo anterior, la forma en que la

relación interpersonal se da y el estado de ánimo presente de los

participantes (adulta y niño/a), constituye en gran medida el proceso de

conformación del ser. Así la estadía en el aula establece una realidad

socialmente compartida e intersubjetiva y por tanto en un tipo de aprendizaje

que afecta la díada.

Técnicas utilizadas en el estudio: las técnicas escogidas fueron la

observación y entrevista, las que serán descritas más adelante. La entrevista

se realizó a la totalidad de adultos del nivel, pudiendo obtener información

suficiente para la profundidad de los análisis.

Respecto al terreno dónde se aplicaron las técnicas antes

mencionadas, ello se describe en la siguiente tabla:

99

Tabla Nº3: Relación de las técnicas v/s implementación.

Técnicas Implementación

Entrevista semiestructurada Se realizó a tres adultos que cumplen la

función de técnico en educación parvularia y

que pertenecen al nivel educativo

muestreado.

Observación en el aula

Durante una semana se observaron distintos

momentos de la rutina diaria, como las

experiencias permanentes (higiene, ingesta,

bienvenida y despedida) y experiencias

variables (experiencias de aprendizajes

planificadas según la evaluación intermedia

rendida por los infantes durante el segundo

semestre del 2013), así se pudo explorar

como ocurren las relaciones interpersonales

afectivas.

Microenseñanza

Se aplicó la microenseñanza, mediante la

videograbación, durante una semana (días

intercalados). En el tiempo de media jornada

(mañana-tarde). Lo anterior, con el fin de

registrar acontecimientos de la rutina diaria

que surgen de la díada de niño-niña y adulta.

Luego analizar los resultados a través de las

categorías y del mapa de comprensión e

incomprensión emocional.

El sentido de la técnica en la entrevista semiestructurada permitió

acceder desde algún punto al “self”, dando información necesaria para

observar las opciones paradigmáticas de los actores presentes en el aula

(adultos: técnico o asistente de párvulos). Junto con ello, la observación en el

aula permitió dar cuenta de aquellas rutinas y estados emocionales

presentes en el aprendizaje de ser persona y que por tanto interfieren en la

díada (adulta significativa-niño/a).

100

Observar la cotidianeidad de la práctica pedagógica permite dar

cuenta sobre las prioridades que los adultos seleccionan y accionan en la

relación interpersonal con los niños y niñas. Desde la misma línea advertir

sobre la predominancia de algunos aprendizajes esperados dentro de las

experiencias de aprendizajes planificadas que se fundamentan en las

evaluaciones de proceso que aplica está institución a sus párvulos. Otra

arista de la observación se refiere a aquellas experiencias rutinarias de

trabajo con los niños y niñas, con el fin de satisfacer necesidades básicas y

de sobrevivencia como la higiene, la ingesta, el abrigo y el afecto.

Ya establecido el universo y muestra del estudio, se da paso a la

selección de las categorías.

3.4 IDENTIFICACIÓN, SELECCIÓN Y CARACTERIZACIÓN DE LAS CATEGORÍAS DE ANÁLISIS INTERPRETATIVO

Las categorías están enmarcadas en el foco problemático de la

práctica pedagógica dentro del nivel educativo sala cuna. En donde el tipo de

relaciones interpersonales afecta la díada (adulto significativo/a- niño/a) y se

constituye en un aprendizaje en la conformación del self.

¿Desde dónde surgen las categorías? .Surgen desde el

levantamiento del marco referencial hacia el trabajo de campo, en donde

luego de haber observado las prácticas educativas al interior del aula se

pudo establecer un tipo de relación interpersonal entre los adultos e infantes.

Esto último permitió afianzar la idea de levantar una propuesta de

acompañamiento a la práctica pedagógica desde el enfoque de la educación

emocional.

101

Las categorías de estudio sobre la realidad de las prácticas

pedagógicas, se presentan mediante el siguiente esquema:

Figura N° 3: Asociación de categorías.

3.4.1 Sistema de categorías

Las categorías propuestas son de tipo deductivas o apriorísticas,

puesto que son tentativas. Como ya se señaló antes, se respaldaron en la

amplia recolección bibliográfica presentada en el capitulo dos.

a) Relaciones Interpersonales Afectivas:

Lo primero a considerar es que el ser humano por esencia es un

ser social y por tanto busca estar en relación con otros, desde aquí se puede

sostener que es una necesidad básica dentro del ámbito de la afectividad.

102

Las relaciones interpersonales afectivas que se establecen con el

infante constituyen sus primeros vínculos de apego y contactos sociales con

otros, y la forma en que esta se presente va a conformar los primeros

eslabones de su ser, es decir, conciencia de sí mismo. Lo anterior implica

inicialmente una relación diádica, es decir, una interacción uno a uno.

Desde la teoría de las relaciones objetales de Melanie Reizes, el

otro es un objeto de deseo del niño, así se entiende que la relación diádica

entre un adulto significativo-infante, se basa en la existencia de un objeto real

interno que requiere la existencia de un objeto real externo. El primer objeto

de deseo del niño es el pecho de madre. Asimismo, la relación diádica

exclusiva opera como un pasaje de regulación intersubjetiva en manos de los

adultos auxiliares. En complemento a lo anterior, Tronick (1989) desarrolló la

hipótesis de la Conciencia Diádica en donde argumenta, “que infante y

madre, paciente y analista constituyen un sistema auto-organizado que crea

sus propios estados de conciencia, estados de organización cerebral, que

pueden expandirse en sistemas más coherentes y complejos”. Así la

constitución de la díada dentro de las relaciones interpersonales afectiva es

el centro de atención y de emergencia.

Lo anterior permite comprender que las relaciones interpersonales

desde el contexto de la educación infantil se sostienen a través de una

comunicación afectiva en donde la gama de señales (físicas, auditivas,

emocionales, sensoriales entre otros) conforman un mensaje, el que

posteriormente es interpretado y re-significado por el receptor. Así lo señala

la Unicef (2012):

Los modos en que los adultos se ocupan del niño, las interacciones y

la comunicación con él, se internalizan y el niño construye así los

modelos de sí mismo que reflejan el modo en que sus padres lo ven,

103

imágenes transmitidas no solo en el decir sino también en el hacer con

él. Una vez construidos, estos modelos de sí mismo basados en las

interacciones entre el niño y sus padres tienden a persistir, y continúan

operando ya a un nivel inconsciente (p, 13)

Si bien la comunicación tiene diferentes objetivos, entre los que se

encuentran, motivar, informar, controlar, liderar entre otros. La comunicación

afectiva en el infante cumple un rol fundamental en la relación interpersonal,

esto porque implica iniciar un contacto comunicativo que permita compartir y

atraer la atención de un otro significativo hacia la satisfacción de las

necesidades fundamentales. Dentro de la relación interpersonal afectiva en

la díada adulto significativo e infante encontramos:

Sincronía: Denota la relación temporal entre eventos. Según,

Unicef (2012):

Incluye la concurrencia, la secuencia y la organización de las

interacciones entre el niño y los adultos. Tanto los cuidadores como el

bebé interactúan en forma activa en un marco de involucramiento

afectivo que determina un intercambio con mutua reciprocidad…la

sincronía describe la compleja “danza” que ocurre durante el corto,

intenso y juguetón intercambio entre el bebé y los adultos. Esta danza,

que se va repitiendo con ritmos particulares para cada niño, permite

desarrollar cierta familiaridad con el estilo de comportamiento de

ambos y con los ritmos de interacción que se establecen entre ellos

(p.15)

Sostén emocional: Se refiere al vínculo y respuesta afectiva,

construida entre el adulto/a significativo y el niño/a, que permite que este

último pueda satisfacer todas sus necesidades. Para la Unicef (2012), “es la

104

respuesta adecuada al sentimiento universal de desamparo con el que todo

bebé llega al mundo”.

Entonamiento afectivo: Según, Unicef (2012) se refiere:

A la capacidad de poder captar los afectos de otras personas y sentir

que es posible compartir estados interiores. Esto se lleva a cabo,

mediante la ejecución de conductas, las cuales expresan un estado

afectivo compartido, sin imitar la expresión conductual exacta del

estado interior (p.19)

Ejemplo de ello ocurre cuando una mamá jugando con su bebé canta

siguiendo el ritmo y la intensidad de los movimientos de su bebé. Ahí está

compartiendo con él ese tono vital que el niño experimenta. Del mismo

modo, Casassus (2009) señala que, “las relaciones interpersonales, permiten

estar con el otro y ligarse a este, mediante el desarrollo de la

intersubjetividad” en donde tal como señaló Giménez (2011), “las relaciones

interpersonales afectivas son el encuentro subjetivo de ego y alter ego”.

Asimismo, señala que la persona se encuentra en relación con otra cuando

se ha conectado consigo mismo o con otra persona. Ahora bien, cuando la

relación es estable y duradera a través del tiempo se habla de vínculo. Otro

punto importante es que lo que le da consistencia a la conexión son las

emociones, ya que estas le proporcionan el contenido, la tonalidad y la

intensidad a ésta.

Giménez (2011) señaló que Lévinas en sus planteamientos

relacionados con la intersubjetividad y la otredad, indicó que “la relación que

se establece con un otro, es más que una conceptualización, puesto que

considerar que es sólo eso, equivaldría a reducir el otro al yo mismo”.

105

Las relaciones interpersonales no son causales y pensar en ellas

implica también dar cuenta de su trayectoria, puesto que los seres no existen

en la totalidad de la relación sino que en el recorrido del sujeto en relación

con otro. La relación que se establece en la díada adulto significativo-niño/a

forma una coexistencia, puesto que ambos se hacen mutuamente parte y se

afectan. Por ello, las propuestas de acompañamiento a la práctica

pedagógica–que intentan dar cuenta que la relación con el otro– lleva

implicaciones que sólo pertenecen a esa intersubjetividad establecida entre

ambos. En otras palabras, el hecho de tener en cuenta la concepción y

significado del otro permite que ambos se comprometan y se hagan

responsables en la relación más allá que el cuerpo físico mismo. La

formación del ser como persona se genera en la relación niño/a y adulto/a

significativo, en la medida en que ambos se sienten afectados por otro y por

tanto surge con fuerza la responsabilidad de dar cuenta de mi acercamiento

a ese otro.

En cuanto a la otredad, el otro representa un ser que no cae en la

dinámica del mismo, puesto que su carácter es absoluto y permite ser al

hombre y la mujer quien es. Asimismo, el otro se caracteriza por la

responsabilidad hacia alguien que no es él mismo y que va más allá de

hacerse responsable en virtud de los actos que realiza.

La relación interpersonal afectiva, establecida entre el adulto/a

significativo y el niño/a, no es una relación yo-tú –o yo-otro–, sino que es un

vínculo profundo que va más allá del simple acto de conocer, que da cuenta

de la presencia del otro como vital –ya que afecta– y que por tanto se hace

necesario comprender la responsabilización.

Por otro lado, la diferencia entre la relación interpersonal afectiva y la

que no considera esto último radica en que la relación interpersonal afectiva

106

conlleva un tono afectivo que no se da en todas relaciones interpersonales

que establecemos con cualquier persona. La relación interpersonal afectiva

que se establece con el adulto/a es significativa y conlleva un tono afectivo

sobre la persona y la relación que establecen, de tal modo que el afecto

estructura la forma de ser de ambos participantes en la relación. El núcleo

central de las relaciones afectivas se conforma y desarrolla en base un pilar

fundamental: el amor, mediante una relación transaccional íntima y no

verbal, de tal modo que se exprese lo siguiente: “lo que yo te entrego a ti y

tú me entregas a mí”.

Finalmente, la relación interpersonal afectiva permite el aprendizaje

respecto del ser entre el adulto/a significativo y el niño/a al interior del aula.

Asimismo, la forma en que la relación interpersonal se da depende del

contacto interno que el adulto tenga consigo mismo y que entre en sintonía

con el estado emocional del otro (niño-niña). Cuando se logra tal estado, se

puede hacer lectura vivencial de ambos participantes, entregando

satisfacción a las necesidades solicitadas. Sin embargo, el leer las

emociones que se manifiestan desde un ser a otro es un paso hacia la

comprensión de que detrás de tal manifestación emocional, hay una o más

de una necesidad satisfecha o insatisfecha, comprendido esto los adultos y

niños/niñas comparten un territorio en común: el de una relación llena de

necesidades en los distintas etapas en que se encuentre su vida.

b) Emociones

Según lo planteado por Casassus (2009), “las emociones son una

energía vital, que puede ser experimentada o vivenciada y que permite unir

los acontecimientos internos y externos que ocurren en el ser humano”

(p.100). Así las emociones se internalizan y externalizan, así como también

impulsan el accionar o el actuar de una forma determinada.

107

Las emociones tienen un componente sensorial, lo que permite

entender porque las sensaciones indican emociones, así, por ejemplo,

cuando se tiene una sensación agradable se siente la emoción de felicidad.

Para Cassasus (2013), la emoción, “se trata de una energía que por

ser vital es cercana y lejana. Cercana en la experiencia y lejana en la

cognición” (p.2) Lo anterior señala que las emociones se vivencian en el

cuerpo, en el mundo interno y subjetivo. Las personas que las experimentan

pueden o no reconocerlas como propias, así también pueden o no

expresarlas, y cuando se logra esto último, provoca un “flujo emocional de ir

y venir que afecta mi manera de estar conmigo cuando estoy ante el otro y

de la misma manera cuando estoy en una situación” (Cassasus, 2013, p.6).

Finalmente, se pueden experimentar en solitario o pueden ser

compartidas por otros. Las emociones traen aparejado el concepto de

vivencia emocional, término que hace referencia a la influencia de las

emociones en la historia personal y formación de la personalidad del ser

humano. Es importante destacar esto como:

La información emocional que recibo influye en mi manera de estar

ante el mundo, y también está influenciada por la manera en que yo la

configuro. La primera forma que tengo para relacionarme con el

mundo, es la sensación que siento en ese momento (Casassus, 2013,

p.3).

c) Necesidades

Se refieren a aquello que le falta al ser humano y que lo impulsa hacia

la satisfacción de sus necesidades, de manera consciente o inconsciente.

108

Según lo plantea Casassus (2009), “las necesidades tienen dos

aspectos, uno que corresponde a la carencia y la potencialidad (p.207) Las

necesidades forman parte de la motivación intrínseca de los seres humanos

y se puede estar conectado o desconectado de ellas. Quienes reconocen sus

necesidades y dan eco a ella pueden sintonizar con las pulsaciones de su

vida, es decir, con lo que les hace feliz y con lo que no.

Para este mismo autor, existen personas que actúan y están dirigidas

por sus necesidades, así como también existen personas que reconocen

estas necesidades y otras que están muy alejadas de hacerlo. Asimismo,

existen diferentes tipos de necesidades–como fundamentales o básicas– que

tienen que ver con aquello que se necesita para sobrevivir, como el alimento,

la higiene, la salud, vestuario en otros; y las superiores que son las que se

encaminan hacia los sentimientos de plenitud del ser humano. Según

Maslow, las necesidades corresponden a la falta o ausencia de algo.

Asimismo, para este autor, existen varios tipos de necesidades como las

inferiores, en las que se encuentran las necesidades fisiológicas; necesidad

de seguridad; de amor y de pertenencia; y de estima. Así también existen las

necesidades superiores que se orientan hacia el camino de la

autorrealización. Por otro lado cabe recordar que los motivos y deseos

pueden ser expresión distorsionada de las necesidades.

En primer lugar, se debe reconocer que las necesidades existen y que

son una experiencia vital. Se sustenta como una experiencia vital, ya que

dan origen a las emociones y a los juicios (ejemplo de esto cuando sonrió y

me siento feliz, hay necesidades satisfechas y por tanto mi juicio de la vida

es plena), pero cuando estoy molesto e incomodo hay alguna necesidad que

aparece como insatisfecha y que requiere urgente saber qué la produjo para

volver al equilibrio y, por tanto, veo la vida compleja e injusta. Así lo explica

109

Casassus (2009), “los seres humanos estamos intrínsecamente motivados a

satisfacer la necesidad básica, lo hacemos para evitar enfermedad y evitar el

sufrimiento de una condición humana restringida” (p.208). El mismo autor

señala que existen necesidades satisfechas asociadas a emociones

particulares como la afectividad, excitación, alegría, esperanza, compromiso,

confianza y paz, entre otras. Del mismo modo, las necesidades insatisfechas

darían lugar a otras emociones como el miedo, la vulnerabilidad, inquietud,

cansancio y dolor, entre otras (véase en el anexo uno).

Por otra parte, Elizalde, Martí y Martínez (2006) señalan que “las

necesidades son infinitas, ilimitadas y cambiantes”. Desde este punto de

vista, la necesidad es concebida como infinita, ya que una necesidad

satisfecha inmediatamente hace que aparezcan otras, que será necesario

satisfacer.

Otro aspecto relevante es la postura de M. Max Neef, (citado por

Cassasus, 2009) el cual plantea “que la no satisfacción de necesidades

conduce a la patología”. Esta afirmación se vincula específicamente a la de

nuestro estudio, ya que la no satisfacción de necesidades básicas y de

sobrevivencia en la díada–desde el adulto significativo hacia el infante–

podría permitir el surgimiento de patologías en el desarrollo de la

personalidad y por consecuencia en la sociedad.

d) Aprender a ser

El concepto del aprender a ser se deriva en dos vocablos: primero,

aprender que proviene del latín apprehendere que significa atrapar, agarrar

o enredarse, es decir, implica ir en busca de algo e imbuirse en él. Su

etimología nos orienta hacia la implicancia de que el aprendizaje es un acto

voluntario, experiencial y que conlleva las funciones mentales, físicas y

110

emocionales. El aprendizaje humano está relacionado con la educación y

el desarrollo personal y por tanto implica movimiento.

Por otro lado, la palabra ser proviene del término griego eμnai que

significa soy o eres, pero también lo encontramos en el latín como esse que

según su conjugación puede derivar en soy, eres o es. Tales acepciones se

podrían asociar a la esencia de algo, es decir a un núcleo, así encontramos

otra expresión lingüística más profunda como el self que provine del inglés y

que significa mismo o auto. Así comprendemos que el ser persigue dentro de

sus distintas acepciones un sentido subjetivo, de autenticidad y propia

construcción.

El enlace de ambos términos –aprendizaje y ser– se puede constituir

en un autoaprendizaje de sí mismo.

Para Faure (1973) –en su informe sobre el aprender a ser– lo vincula

a la concepción del hombre completo, en el cual las cualidades afectivas

permiten el desarrollo del ser. Dicho autor planteó además que “el ideal

pedagógico es finalmente lograr la integridad física, intelectual, afectiva y

ética del ser”. Se confirma así entonces que uno de los objetivos a lograr en

la educación es también el desarrollo íntegro del ser humano como ser

racional, emocional y corporal. En la misma línea, para Delors (1996)–en el

informe sobre la “Educación encierra un tesoro”– concluye que existen cuatro

pilares de la educación y uno de ellos es el aprender a ser en donde planteó

que “aprender a ser, tiene que ver con desarrollar todas las competencias

técnicas y emocionales en una persona”. Así una persona aprende a ser

desarrollando al máximo su memoria, raciocinio, imaginación, aptitudes

físicas, sentido de la estética, facilidad para comunicarse con otros y carisma,

entre otras. El aprender a ser considera no sólo los conocimientos técnicos

sino también los que son fruto de la experiencia.

111

El aprendizaje como tal puede ser visto desde varias visiones las

cuales planteamos brevemente. Para Arancibia, Herrera, Strasser (2009):

Aprender algo va más allá de adquirir conocimientos, destrezas y

habilidades, ya que involucra producir aprendizaje, fomentar el

descubrimiento y construcción del conocimiento en los estudiantes,

generar entornos de aprendizaje de gran poder, mejorar la calidad del

aprendizaje y hacer posible el éxito para estudiantes muy diversos y

no sólo dar cabida a estos. (p.15).

Por tanto, el aprendizaje no es sólo un concepto teórico sino es un

paradigma, es decir, una forma de ver y pensar la educación. Asimismo, el

aprendizaje es el complemento de un cambio conductual y un conjunto de

procesos cognitivos que deben ser considerados para tener una definición

más integral de lo que significa el aprender.

Desde el conductismo, el aprendizaje es entendido como un cambio

relativamente estable en el comportamiento del sujeto, el cual es adquirido a

través de la experiencia. En contraposición a lo anterior, la psicología

humanista planteó que los estudiantes pueden adoptar un rol activo y

entusiasta, más que pasivos y receptores de información. Para ello, sugiere

que los docentes deben preocuparse menos del pasado del estudiante y

deben centrarse en cómo ayudarlo en el presente.

En los planteamientos de la psicología cognitiva, se visualiza al sujeto

como activo y procesador de información, así para Ausubel, el aprendizaje

corresponde a la organización e integración de información en la estructura

cognoscitiva del sujeto.

112

Por otro lado, para Gagné el aprendizaje es visto como una serie de

fases, en donde cada una requiere que se cumplan ciertas condiciones para

que el aprendizaje se produzca. Asimismo, planteó que existen condiciones

que se deben generar en el aprendizaje para que este sea efectivo, como por

ejemplo, ganar la atención de los alumnos, informar al aprendiz acerca del

objetivo del aprendizaje, estimular el recuerdo de los aprendizajes previos,

presentación del estímulo, guiar el aprendizaje evocar la conducta

(ejecución), proporcionar retroalimentación, evaluar la ejecución y mejorar la

retención y la transferencia.

El concepto de aprendizaje en esta investigación se entiende como un

proceso que da lugar al self y al desarrollo de este tanto en el infante como

en el adulto, ya que ambos se encuentran en la misma “trayectoria”, es decir,

un camino que se dirige a convertirse en personas en donde están en una

relación interpersonal afectiva que influye directamente en lo que ambos son.

Es importante dar cuenta que el término enseñanza no se consideró,

puesto que alude a que el educador sólo proporciona y transmite instrucción,

así como también sólo transfiere conocimientos del personal académico a los

estudiantes, en donde el estudiante es visto sólo como un receptor de

conocimiento. En dicho paradigma no visibiliza la creación y formación del

ser en la relación interpersonal, por ello para la investigación presente se

consideró el paradigma del aprendizaje, pues los infantes y el adulto

significativo co-crean el aprendizaje y además se afectan e influyen

mutuamente.

Posada (2004) hace referencia al ser, como un “atributo filosófico

general griego, el cual se le otorga a un ente capaz de definirse a sí mismo

frente al medio”. Lo anterior condiciona al ser persona como un fin en sí

mismo y conlleva la capacidad de trascender el presente.

113

El ser, como persona, trasciende las tendencias instintivas y permite el

autoconocimiento, la conciencia de sí mismo y el desarrollo de características

como la responsabilidad, voluntad, libertad y autodirección.

Asimismo, Echeverría (2006) sugirió que “existen mecanismos que

generan la persona y que esta es más que un fenómeno lingüístico, sino que

es un producto de la capacidad recursiva del lenguaje” .La persona es un

principio explicativo y activo de coherencia, que se proyecta a las acciones

que el ser humano ejecuta, en otras palabras: no sólo construimos historia,

sino que el ser humano es a partir de la historia que se tiene en el ser. La

persona además es una construcción social, puesto que el lenguaje es

fenómeno social que surge en el proceso de interacción con otros, mediante

el juego colectivo, donde los individuos coordinan acciones en conjunto.

Ser persona se vive como unidad de experiencia, la cual es subjetiva y

se construye gracias a que el ser humano es un ser lingüístico, producido por

el lenguaje. Igualmente, el ser persona es una adición de acciones a una

historia y la existencia de ésta hace posible el surgimiento del propósito

humano. Cuando ser persona requiere cambios, el impulso hacia la

trascendencia es lo que hace posible la trasformación en las personas, ya

que cuando esta se ha instaurado permite superar las resistencias y

complicaciones de la vida.

Echeverría (2006) planteó los cincos dominios básicos de la persona:

el primero de ellos es el dominio experiencial, el que hace referencia a que el

ser humano se vive como persona en la vivencia.

El segundo dominio hace referencia a lo discursivo, planteando que la

persona es un principio explicativo que da coherencia a las acciones

114

realizadas, en otras palabras, la historia de la persona genera un mundo de

sentido. La historia del individuo y el sentido de esta se complementan con

las visiones y discursos de la comunidad a la cual se pertenece.

El tercer dominio es la persona como dominio pre-formativo, el cual

indica que no todas las acciones que los seres humanos realizan están

basadas en la historia, puesto que existen prácticas o instituciones sociales

que sirven de orientación o norma para saber las determinadas formas y

maneras de hacer las cosas en una comunidad.

El cuarto dominio es la persona como dominio moral. Postula que la

persona es un conjunto de declaraciones acerca de las acciones que pueden

y no realizar. Lo significativo de este postulado, permite que se definan

formas diferentes de ser y el rango de posibilidades que se tiene para actuar.

El quinto y último dominio, es el emocional, el cual señala que la

persona es un campo emocional. Este último se construye mediante las

interacciones lingüísticas. Cada campo emocional define límites particulares

para la transformación, cambio o superación personal.

Finalmente, ser humano-persona implica estar obligado a tomar una

posición respecto del ser, hacerse cargo de uno mismo y a vivir un proceso

de incompletitud como persona. El sentido de incompletitud es el que

conduce a los seres humanos a la trascendencia, puesto que siempre se

intenta obtener algún tipo de realización. Junto con ello, ser persona es estar

en un proceso de permanente conocimiento de las propias limitaciones.

Para Casassus. J, (2009) dentro del enfoque de la educación

emocional “el ser ha dejado de concebirse solamente como racional y se ha

comenzado a considerar a este último en conjunto con el emocional”. (p.46)

115

.El ser racional se caracteriza por ser auto referido, coherente, desvinculado,

calculador, instrumental, fragmentado y predecible, en cambio el ser

emocional es referido al otro, incoherente, vinculado, indiferente al cálculo,

finalista, aspira a la totalidad y es impredecible. El ser humano comparte con

otros las características pertenecientes al hecho de ser de la misma especie

biológica, sin embargo, cada persona es diferente respecto de las otras, en

relación a la propia identidad.

El ser humano también es un ser físico: ocupa un cuerpo y ofrece

resistencia y corporeidad, sin embargo, no sólo existe éste, sino también el

cuerpo del sentir, en el cual ocurre el sentir y donde el ser humano inscribe

sus emociones.

Molina (2006) planteó, que el ser en Heidegger “es un concepto

universal, indefinible y comprensible, lo que permite que se pueda captar el

sentir del ser”. Heidegger, planteó que el ser se constituye a partir de las

cosas de “afuera” y de las relaciones intersubjetivas con la otredad, pues el

ser ensimismado, según Heidegger, no es un ser existente. El ser se mueve

en el mundo en distintos estados de ánimo. El ser es un tener que hacerse,

que se va perfeccionando y trasformando en lo que cada ser espera y quiere

de sí.

La existencia del ser en Heidegger alude a la conciencia y cuerpo

unido. Sin ser no hay ente y sin ente no hay ser. La existencia es la esencia

del ser y alude a no estar ensimismado. Junto el mundo, consiste en el

“horizonte de posibilidades” del ser humano, es decir, los diferentes planos

en que el hombre se puede manifestar, siendo el último de ellos la muerte.

Y finalmente, desde la educación emocional el aprender a ser es un:

116

…Camino que proponemos para abrir el conocimiento interno y

subjetivo, es la exploración emocional. Lo es, porque la emoción está

siempre referida al mi mismo (self) y a la persona que soy cuando

estoy en relación a los otros y al contexto en que me encuentro. La

emoción me informa acerca de mi mismo. (Casssus, 2013, p-7)

Ya definidas las categorías del estudio, se requiere dar cuenta de la

vinculación de estás con los objetivos planteados de manera de observar la

coherencia y solidez del estudio. Alusión que se hará en punto siguiente.

3.4.2 Dependencia entre las categorías y los objetivos

Como ya se explicó antes, las categorías se focalizan en la práctica

pedagógica, contexto que proporciona una vital información para levantar los

objetivos específicos del estudio. Para cotejar su relación se formuló una

tabla sinóptica, la cual se presenta a continuación.

117

Tabla Nº 4: Relación de los objetivos específicos con las categorías de análisis.

Objetivos específicos Categorías de análisis

1.- Identificar el tipo de relación afectiva

que favorece o no favorece la

construcción del ser persona

(conciencia de sí mismo) en la relación

interpersonal, en la díada adulto/a-

niña/niño dentro del nivel sala cuna,

para levantar un diagnóstico desde el

enfoque de la educación emocional.

Relación interpersonal afectiva

Aprender a ser

Necesidades

2.- Construir a partir del diagnóstico una

propuesta de acompañamiento

pedagógico desde la primera

competencia emocional: “Apertura al

mundo emocional”.

Emociones

3.-Constatar si el mapa para observar la

compresión e incomprensión emocional

propia de la educación emocional, sirve

para identificar el tipo de relación

interpersonal que establecen los

adultos significativos en el aula.

Relación interpersonal afectiva

3.5 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS A UTILIZAR

Los instrumentos y técnicas fueron seleccionados con el fin de

contribuir al producto final del estudio, el cual está referido a la propuesta de

acompañamiento a la práctica pedagógica. Los instrumentos y técnicas,

además se aproximan a la realidad de manera cercana y amigable, esto

debido a la limitante de los actores, la cual hace alusión al hecho que al ser

observados puedan sentirse evaluados y amenazados. Por consiguiente, el

primer instrumento a cautelar serán las personas o participantes del

estudio, los cuales se caracterizan por ser infantes menores de un año

118

aproximadamente y adultos que cumplen el rol formador dentro del aula,

pueden ser estos técnicos o asistentes de párvulos. Las técnicas y/o

instrumentos se describen a continuación:

Observación: es una herramienta y técnica de investigación

cualitativa que, según lo planteado por Flick (2004), “es una destreza de la

vida cotidiana, en la cual se integran los diferentes procesos psicológicos

como percepción visual, audición, tacto, olfato” -Existen diferentes tipos de

observación, las cuales pueden ser: observación encubierta frente a la

observación al descubierto, la observación no participante frente a la

participante, observación sistemática frente a la no sistemática, observación

en situaciones naturales frente a las artificiales, observación de sí mismo

frente a observación de otros.

Las características de la observación que se realizaron en el trabajo

de campo fue, en primer lugar, semiestructurada (mantiene un foco) y no

participante, es decir, el investigador no influye en la realidad y se abstiene

de intervenciones en el campo. Asimismo el observador fue sólo uno, por lo

que podrá capturar un solo contraste de la realidad dentro del espacio físico

intra- o extra-aula.

Por otro lado, el observador puede tener diferentes roles entre los

cuales se encuentran: el participante completo, el participante como

observador, el observador como participante y el observador completo. El rol

llevado a cabo en la esta investigación fue el último, pues mantiene la

distancia de los acontecimientos observados para evitar influirlos.

Por otro lado, las expectativas asociadas a la observación

corresponden a prestar atención a los acontecimientos y situaciones, en

119

donde la conducta y las interacciones cotidianas se presentan sin la

presencia de un investigador.

La observación tiene fases, las cuales se seguirán en el proceso de

observación de las prácticas pedagógicas en el proceso de aprendizaje del

ser persona, en la díada adulta significativa-niño/a al interior de la sala cuna.

Dichas fases son, según Flick (2004), “la selección de un espacio físico, la

definición de lo que se desea observar, la formación de los observadores, las

observaciones descriptivas, las observaciones focalizadas y las

observaciones selectivas”. Desde aquí, se estimo que se da por finalizada la

observación cuando se ha alcanzado una saturación teórica.

Asimismo, tal como planteó Gotari (1980) “la observación es una

técnica cuyo campo de acción es la observación directa”. Para esta

investigación el foco fue observar todas las interacciones concretas,

relacionadas con el tema de estudio al interior del contexto aula.

El medio de observación que se ocupo en este estudio fue la

microenseñanza que se define en el punto siguiente. Para adentrarnos en la

organización de la observación se presenta a continuación el guión aplicado

al trabajo de campo.

3.5.1 Guión de observación de la práctica pedagógica al interior del aula.

Introducción

El propósito de éste fue organizar el trabajo de campo y así obtener el

máximo de información para responder a los análisis de las categorías y por

consiguientes a las preguntas de investigación.

120

Se recurrió a esta planificación debido a la profundidad y sentido

amplio de la temática con la que se encontró el investigador al aproximarse a

la realidad, comprendiendo que no existen juicios apriori para interpretar la

realidad, sino más bien, desnudar los hechos tal cual como se presentan.

A continuación se presenta la planificación del proceso de observación

dentro del aula.

1.-Selección del entorno: establecimiento Jardín Infantil y Sala Cuna "Las

Palmas”, perteneciente a la Fundación Integra, región Metropolitana. Para la

observación de la práctica pedagógica en relación al proceso de aprendizaje

y formación del ser se planificó observar alrededor de una semana en forma

aproximadamente.

2.-La definición de lo que desea observar: en primer lugar, el objetivo fue

ir al campo a observar la relación interpersonal afectiva en las prácticas

pedagógicas que ocurren en la díada adulta significativa-niño/a al interior del

aula, respecto del proceso de aprendizaje en el ser.

3.-La formación de los observadores para estandarizar los enfoques: en

este caso, se trató de una investigadora única.

4.-Observaciones descriptivas: se observó aquello que da cuenta del

aspecto general del espacio y que sirve como indicadores para el posterior

análisis, como por ejemplo: señales del clima emocional en el aula.

5.-Observaciones focalizadas: se observaron aquellas prácticas

pedagógicas que se desarrollan entre las adultas permanentes y los niños y

niñas.

121

6.-Observaciones selectivas: se observó durante la jornada diaria todo tipo

de interacciones entre adultas y niños-niñas de manera tal de advertir si

existen dentro del contexto pedagógico algún tipo de relación interpersonal y,

específicamente, las relaciones interpersonales afectivas que requiere el

infante para satisfacer su construcción del ser persona. Para esto se

requirieron niños y niñas del primer ciclo de educación parvularia (nivel sala

cuna menor) y algunas técnicas o asistentes de párvulos, estas últimas,

seleccionadas a partir de la disposición a participar del trabajo de campo y de

su designación al nivel educativo a observar.

7.- Término de la observación: cuando se alcanzó la saturación teórica (al

momento en que ya no fue posible obtener información nueva y por tanto las

categorías estuviesen totalmente cubiertas).

Microenseñanza: a partir de lo expuesto por Watson (2007):

”La Microenseñanza, es una técnica de investigación pedagógica, la

cual surge en la Universidad de Stanford y que se aplica con

diferentes fines, uno de ellos y el fundamental, es promover un perfil

docente de acuerdo a un Modelo educativo”( p-10 ).

La microenseñanza es un procedimiento de entrenamiento que

pretende facilitar el proceso de aprendizaje. El individuo que accede al curso

para aprender a manejar dicha técnica, se prepara para una situación real.

Sin embargo, lo hace en una sala o ambiente mucho más reducido en

cantidad de alumnos y tiempo. Al momento de encontrarse en la sala

simulada trata de practicar alguna habilidad especifica de la docencia.

La clase es grabada mediante la videograbación, para que

posteriormente el profesor se observe y escuche, con el fin de someter a

122

discusión su desempeño junto a otros participantes. Esto permite que el

individuo pueda realizar una autoevaluación, la cual pretende mejorar

determinadas habilidades y retroalimentarse; esto además hace posible que

el sujeto pueda modificar lecciones o la forma en que pretendía enseñarlas.

En sus inicios el objetivo de la microenseñanza era lograr mayor

eficacia en los maestros. Por otro lado, el resultado de la microenseñanza es

un efectivo proceso de instrucción y aprendizaje.

La técnica de microenseñanza nace con el fin de potenciar el rol del

docente, para desarrollar en él no sólo la trasmisión del conocimiento, sino

también la construcción de éste en conjunto con los estudiantes. Así, la

microenseñanza permitió abrir nuevos caminos y alternativas en relación a la

investigación pedagógica.

En 1990, Jackson planteó un enfoque en el cual expuso que “la

técnica de la Microenseñanza, debía ser una práctica reflexiva, ya que así

permitiría que el docente en formación fuera capaz de realizar una labor

eficaz” -Dicho enfoque ha permitido que los roles de profesor, estudiante y

los recursos en el proceso de aprendizaje se valoren y aprecien. Asimismo,

ha reconocido la importancia del análisis crítico del sentir y hacer en el

proceso de la microenseñanza.

La microenseñanza ha considerado ciertos contenidos que han sido

abordados en el proceso pedagógico de los futuros docentes. A continuación

se presentan en la tabla cuatro.

123

Tabla Nº5: Contenidos de la microenseñanza

La comunicación en el

aula

Apoyo de recursos

didácticos.

La diversidad de los

estudiantes

Dimensión verbal:

Buena vocalización:

hablar con dicción y

claridad.

Modulación de la voz.

Utilizar un vocabulario

adecuado.

Coherencia en la

exposición.

Dimensión no verbal:

Desplazamiento por el

aula.

Expresión corporal

(gestos, ademanes, etc.).

Postura.

Empleo adecuado de

la pizarra.

Empleo de tecnologías.

Materiales didácticos.

Diseño de

estrategias.

Selección y

organización de

recursos.

Planeación de

actividades.

Fuente: Tabla extraída de Revista Digital de Investigación Docente Universitaria.

Asimismo, la microenseñanza tiene a disposición de los usuarios

pautas de criterios de evaluación de dicha técnica, sin embargo, estos son

desarrollados para la formación escolar y universitaria, y por tanto no son

específicas para este estudio. Desde aquí se comprende que la

microenseñanza fue utilizada dentro del marco de esta investigación para:

124

Registrar la realidad de la práctica pedagógica dentro de un contexto

especifico en donde ocurre un sin número de interacciones difíciles de

captura por un solo observador.

Analizar la realidad desde el desapego para no caer en la intervención

y los juicios, sino más bien adherirse a los hechos tal como ocurren.

Situación que sólo puede ocurrir cuando el observador estudia la

videograbación fuera del contexto aula.

Dado que la recogida de datos a través de la microenseñanza es

irrefutable, es decir, que los hechos que ahí ocurren no pueden ser

tergiversados. Puede entonces el investigador levantar desde la

realidad una propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica

en forma más coherente.

Desde lo anterior, los datos recogidos constituyen un material que se

utilizará dentro del programa de acompañamiento a la práctica, en

virtud de la autoobservación e introspección por parte de las técnicas

o asistentes de párvulo en el desarrollo de su práctica pedagógica

pudiendo esta ser utilizada específicamente para la autoobservación

ene le mapa de comprensión e incomprensión emocional.

Y para finalizar, el material de la microenseñanza puede retroalimentar

a la directora del establecimiento y a la institución –Fundación

Integra– sobre la práctica pedagógica desde los aspectos positivos

como aquellos que requieren mejora.

125

Entrevistas: según Flick (2004), “las entrevistas varían en lo que se

refiere a sus propósitos, naturaleza y amplitud” ( p- 89). Una entrevista tiene

por finalidad un carácter terapéutico, de orientación o investigación. Es

propicio aplicarlas a individuos más dispuestos a comunicarse oralmente que

por escrito, así es posible alentar por contacto directo al entrevistado; por

otro lado el entrevistador puede recoger información visual y auditiva más

allá de las respuestas como por ejemplo: expresiones faciales, corporales,

énfasis de la voz en alguna idea u otros elementos que aporten al contexto

de realidad.

Dentro de esta investigación la entrevista fue individual y de carácter

semiestructurada, con preguntas abiertas que pueden modificarse en su

forma y son de respuesta libre o de carácter mixto. La entrevista se aplicó a

técnicos o asistentes de párvulos del nivel sala cuna menor.

Es importante dar cuenta que las preguntas se realizaron en una fase

de exploración inicial, puesto que estas podrían ser modificadas conforme a

la información que se encontrara en el campo.

La composición de la entrevista fue a través del análisis del discurso el

cual permitió recoger información sobre el sentido de su práctica pedagógica

en el nivel sala cuna, la relación interpersonal que declara, el estado

emocional consciente o inconsciente y las necesidades que surgen dentro de

la estadía en el aula.

Análisis de discurso: según Flick (2004), este análisis de origina a

partir de la psicología discursiva desarrollada por Edwards y Potter en 1992 y

se interesa por mostrar cómo se construyen en las conversaciones las

versiones de cada participante a partir de los recuerdos, descripciones y

126

formulaciones. A partir de esta información se construye el trabajo interactivo

comunicativo. El análisis de las conversaciones representa el punto de

partida de dicha técnica; sin embargo, en la actualidad se emplea el estudio

del contenido del habla, tema y organización social de la información, más

que el análisis lingüístico.

Esto ha permitido que se realicen análisis de los procesos

psicológicos, como la memoria y la cognición y también procesos sociales y

discursivos.

En síntesis, esta técnica permite analizar los repertorios interpretativos

que se utilizan en estas construcciones de las versiones de cada

participante. Desde aquí se devela que el discurso dentro del campo

pedagógico puede sostenerse en el deber ser, es decir, lo académicamente

correcto decir y por tanto no siempre corresponde a lo que se siente y se

hace.

127

3.5.2 Validación de instrumentos

Fiabilidad: según Flick (2004), la fiabilidad “hace referencia a un

criterio para evaluar la investigación cualitativa”. En relación a la presente

investigación se utilizó la fiabilidad de procedimiento, puesto que permite

evaluar la investigación cualitativa sólo frente al fondo de una teoría

específica del problema en estudio y sobre el uso de los métodos.

Respecto de la investigación etnográfica, Kirk y Miller analizan la

calidad del registro y la documentación de los datos, para posteriormente

evaluar la fiabilidad de las interpretaciones posteriores.

Para los datos de la entrevista, la fiabilidad permitió comprobar las

guías de entrevistado, las preguntas generadoras en situaciones de prueba o

después de la primera entrevista.

La fiabilidad en la investigación cualitativa permite, en primer lugar,

analizar el origen de los datos de manera que se pueda comprender cuál es

la declaración del sujeto y donde comienza la interpretación del investigador.

En segundo lugar, los procedimientos en el campo o en la entrevista deben

hacerse explícitos en la formación y revisión de la comprobación, con el fin

de mejorar la comparabilidad de la conducta de diferentes entrevistadores u

observadores.

Finalmente, la fiabilidad de todo el proceso de investigación aumenta

con la documentación, asimismo, el criterio de fiabilidad es reformulado, ya

que permite la comprobación de la seguridad de los datos y los

procedimientos, que se pueden fundamentar en la especificidad de los

diversos métodos cualitativos.

128

Validez: término que hace alusión a la capacidad y medida en que el

instrumento o técnica de investigación tiene. Por tanto esta permite

cuantificar significativa y adecuadamente el rasgo, teoría o hipótesis que se

quiere comprobar o bien es congruente con ello.

La validez utilizada en los instrumentos fue la de contenido, puesto

que se refiere al grado o medida en que el conjunto de ítems de la entrevista

cubren de manera adecuada el universo del contenido a tratar.

Confiabilidad: según Flick (2004), “corresponde a la propiedad de un

instrumento o técnica de investigación, de generar resultados similares al

aplicarlo a idénticos sujetos en condiciones iguales”. Dentro de esta

investigación la confiabilidad se evaluó a través de formas paralelas, es

decir, se aplicó en el mismo espacio de tiempo a dos adultos que cumplen el

rol de técnicos o asistentes de párvulos que pertenecen al nivel educativo

paralelo al muestreado, permitiendo comparar comprensión de las preguntas,

amplitud y profundidad de las respuestas, significados de algunos conceptos

y tiempo estimativo de la entrevista, entre otras.

Adecuación: los instrumentos utilizados no sólo son válidos y

confiables, sino que además son fáciles de analizar dado el tiempo estimado

de la entrevista, el acotamiento del tema y el número de adultos

muestreados. Por otro lado al aplicar la primera validación por jueces

expertos y la segunda por una prueba piloto permitió realizar las suficientes

adecuaciones de los instrumentos (véase en el anexo dos, las acotaciones

de la validación).

A continuación se presenta el proceso de validación del instrumento y

los análisis que resultaron de ello:

129

Figura Nº4º: Proceso de validación de instrumento.

Tabla Nº6: Resultados de la validación A

Resultados que se obtuvieron

de la validación del

instrumento por los jueces

expertos

Replanteamiento del problema de estudio.

Especificidad en los objetivos.

Concreción en las preguntas de investigación.

Reestructuración de la muestra.

130

Tabla Nº7: Resultados de la validación B

Resultados que se obtuvieron

de la validación piloto del

instrumento

Correcto planteamiento de las preguntas: si estas se

comprendían por sí mismas.

Si las preguntas cubrían la suficiente información

respecto a los objetivos planteados.

Establecer si las respuestas de la entrevista piloto

podrían dar cuenta de nuevas categorías que no

fueron visualizadas por el investigador.

Coherencia entre la temática del estudio y las

categorías.

Reestructuración de la muestra.

Los diferentes resultados proporcionaron una versión más refinada,

logrando concluir un instrumento coherente con la estructura del estudio y de

mayor confiabilidad.

Versión final del instrumento después de la validación

Preguntas introductorias:

¿Cuál es su nombre?, ¿cuál es su actividad laboral?, ¿cómo llegó a trabajar

aquí?, ¿en qué nivel educativo se encuentra trabajando?, ¿cómo se siente

en este trabajo?

131

Tabla Nº8: Instrumento final

Relaciones interpersonales

afectivas

Emociones Necesidades Aprender a Ser

En su opinión usted

¿Cómo

observas que es la relación entre una tía y un niño en el nivel sala

cuna? Descríbelo.

De acuerdo a la relación con los

niños/as:

Podría usted describir ¿cómo

es tu relación particular y

cotidiana con los niños y niñas de su

nivel?

En su opinión:

¿Qué elementos considera que

hacen una buena relación

con los niños/as? y ¿Cuáles no?

¿Qué tipo de

relación estableces con

los niños/as dentro de una experiencia de

aprendizaje planificada? Descríbalo

Según los seis dominios de la

educación emocional:

-En relación a la importancia emocional

Podría usted

compartir conmigo sobre:

¿Qué emociones recuerdas de su

infancia y por qué?

¿Recuerdas cual fue su juguete favorito o juego favorito? y ¿qué sentías por él?

¿Cuál o cuáles son las emociones que sientes cuando te

relacionas u observas a los niños y niñas?

-En relación al reconocimiento

del otro:

¿Cuál es su niño o niña más

significativa o regalona de tu

nivel?, ¿me puede contar como surge

ese contacto?

-Ser sensible al sentimiento

propio y el de los

Mucha gente define las necesidades

como…..y dentro de las necesidades

existen las satisfechas y las

insatisfechas

Respecto a sus propias

necesidades:

¿Se le presentan necesidades

personales y/o profesionales su

relación con los niños y niñas? ¿Cuáles?

¿Cómo las satisfaces?

¿Qué necesita usted

para realizar una buena práctica pedagógica?

En relación a su

trabajo: ¿Cómo equipo de trabajo, tienen espacio para hablar sobre las necesidades que les surgen al interior de la práctica pedagógica, ya sean las necesidades de las tías o de los niños y niñas? ¿En qué momento?

En su opinión al observar y estar

En su opinión:

¿Cómo se puede ayudar a un niño/a a

ser persona?, y ¿cómo sabes usted

esto?

Desde el programa pedagógico de

Integra en el nivel sala cuna:

¿Qué se espera que aprendan los niños y niñas en el nivel sala

cuna? y de estos aprendizajes ¿cuál es

el que usted lo relaciona con el

aprendizaje del ser?

¿Existe alguna metodología o forma

que apunte al aprendizaje de ser persona?, ¿Cuál?

En relación al aprendizaje:

¿Qué has aprendido a nivel personal de la

relación con los niños/as? y ¿En qué le han servido esos

aprendizajes?

Respecto a los desafíos en tu

actividad laboral:

¿Cuáles cree usted

132

En su opinión respecto a los limites en la

relación:

¿Es importante para usted

poner límites en la relación con

los niños y niñas? ¿En qué

situaciones?

¿En qué momento del día, le parece que hay más conflicto al interior del

aula? y en esos momentos

¿cómo es su relación con los niños y niñas?

¿Con qué tipo

de niños y niñas se sientes más cómoda para

relacionarse? y ¿por qué?

otros:

¿Cómo se relaciona con los

niños y niñas, cuando están

tristes?

¿Cómo se relaciona con los niños y niñas, cuando están enojados/as?

-Valoración del bienestar:

¿Cuáles son las situaciones más

frecuentemente en las que un niño o niña llora en su nivel? y ¿qué

haces para que se sienta mejor?

¿Qué sientes

cuando un niño o niña le informa u observas que fue

golpeado o mordido por alguien? y ¿qué

haces para se sienta mejor?

¿Qué situaciones son las que hace más felices a los

niños y niñas de su nivel? y que sientes cuando los niños y niñas disfrutan de esas situaciones.

-Búsqueda de intimidad con

otros Mucha gente afirma

que hay varias formas de expresar

amor como por ejemplo:

con los niños y niñas en al aula:

¿Cuáles podrían ser las necesidades de los niños y niñas de

tu nivel? menciónalas.

¿Me podría dar algún

ejemplo en donde usted hayas

observado como el niño y la niña le manifiestan sus

necesidades satisfechas e insatisfechas?

¿Cree usted que la

rutina diaria proporciona tiempo suficiente para que los niños puedan

relacionarse uno a uno con los adultos del nivel?, ¿en qué

momentos de la rutina lo observa y en

cuáles no?

¿Existe congruencia entre lo que ofrece el programa pedagógico de Integra en el nivel

sala cuna y lo que necesitan los niños y

niñas? ¿Por qué?

que son los desafíos actuales de la

Educación Parvularia, en el nivel sala cuna?

Ahora en a su

práctica pedagógica: ¿Cuáles son los

desafíos que todavía le presenta su propia práctica pedagógica?

133

Decir te quiero o te amo Acariciar la cabeza o las manos Besar Abrazar Tomar en brazos ¿Hay algunas de estas con la que se sienta identificado?, ¿cuál y por qué? (si no hay alguna que se sienta identificado me podría mencionar otra)

-Apertura a dar y recibir afecto En su opinión: ¿Usted está dispuesta a recibir afecto?, ¿en qué situaciones?, ¿cómo?

3.5.3 Tabla de especificaciones

La entrevista semiestructurada–que se aplicó a las asistentes de

párvulos del nivel sala cuna– tuvo por finalidad indagar sobre si el discurso

que sustenta su práctica pedagógica es coherente o incoherente con su

práctica educativa, observando específicamente de qué manera influye en la

relación interpersonal con los niños y niñas. Por otro develar desde el

lenguaje las percepciones, creencias y paradigmas que sostiene su accionar

pedagógico y como estas se entrelazan entre su pensar, sentir y hacer.

Las preguntas principales cumplen el papel de situar el tema de

conversación para el cual se han formulado preguntas simples y variadas, de

134

manera de obtener frente las temáticas reflexiones amplias y profundas de la

cotidianeidad de su labor educativa. Por otro lado, las preguntas secundarias

indican la especificad de la temática permitiendo que las opiniones y

percepciones expliquen de alguna forma el mundo interno del sujeto y

justifiquen su accionar. A continuación se adjunta la tabla número nueve que

detalla la clasificación de las preguntas según las categorías de estudio.

Tabla Nº9: Especificaciones del instrumento final

CATEGORÍAS

PREGUNTAS

PRINCIPALES SECUNDARIAS

Relaciones

interpersonales

En su opinión usted ¿Cómo observas que es la relación entre una tía y un niño en el nivel sala cuna? De acuerdo a la relación con los niños/as: Podrías describir ¿cómo es su relación particular y cotidiana con los niños y niñas de su nivel? En tu opinión: ¿Qué elementos considera que hacen una buena relación con los niños/as? ¿Qué tipo de relación estableces con los niños/as dentro de una experiencia de aprendizaje planificada? En su opinión respecto a los limites en la relación: ¿Es importante para usted poner límites en la relación con los niños y niñas? ¿En qué momento del día, le parece que hay más conflicto al interior del aula? ¿Con qué tipo de niños y niñas se siente más cómoda para relacionarte?

Descríbelo Y, ¿cuáles no? Descríbelo ¿En qué situaciones? Y en esos momentos ¿cómo es su relación con los niños y niñas? Y, ¿por qué?

135

Emociones 1.-En relación a la importancia emocional Podría usted compartir conmigo sobre: ¿Qué emociones recuerdas de su infancia? ¿Recuerdas cual fue su juguete favorito o juego favorito? ¿Cuál o cuáles son es las emociones que siente cuando se relacionas u observas a los niños y niñas? 2.- En relación al reconocimiento del otro: ¿Cuál es su niño o niña más significativa o regalona de tu nivel? 3.-Ser sensible al sentimiento propio y el de los otros: ¿Cómo se relaciona con los niños y niñas cuando están tristes? ¿Cómo se relaciona con los niños y niñas cuando están enojados/as? 4.- Valoración del bienestar: ¿Cuáles son las situaciones más frecuentemente en las que un niño o niña llora en su nivel? ¿Qué siente cuando un niño o niña le informa u observas que fue golpeado o mordido por alguien? y ¿qué haces para se sienta mejor? ¿Qué situaciones son las que hace más felices a los niños y niñas de su nivel? 5.- Búsqueda de intimidad con otros Mucha gente afirma que hay varias formas de expresar amor como por ejemplo:

- Decir te quiero o te amo - Acariciar la cabeza o las manos - Besar - Abrazar - Tomar en brazos

¿Hay algunas de estas con la que se sienta

Y, ¿por qué? Y, ¿qué sentía

usted por él?

me puede contar como surge ese contacto

Y, ¿qué haces para que se sienta mejor?

Y, ¿qué sientes Y, ¿qué siente usted cuando los niños y niñas disfrutan de esas situaciones? ¿Cuál y por qué?

136

identificada? 6.- Apertura a dar y recibir afecto En su opinión: ¿Usted está dispuesta a recibir afecto?

( si no hay alguna que se sienta identificado me podría mencionar otra) ¿En qué situaciones?, ¿cómo?

Necesidades Mucha gente define las necesidades como…..y dentro de las necesidades existen las satisfechas y las insatisfechas Respecto a sus propias necesidades: ¿Se le presentan necesidades personales y/o profesionales en su relación con los niños y niñas?, ¿cuáles?, ¿cómo las satisfaces? ¿Qué necesita usted para realizar una buena práctica pedagógica? En relación a su trabajo: ¿Cómo equipo de trabajo, tienen espacio para hablar sobre las necesidades que les surgen al interior de la práctica pedagógica, ya sean las necesidades de las tías o de los niños y niñas? En tu opinión al observar y estar con los niños y niñas en al aula: ¿Cuáles podrían ser las necesidades de los niños y niñas de tu nivel? ¿Me podría dar usted algún ejemplo en donde tú hayas observado como el niño y la niña te manifiestan sus necesidades satisfechas e insatisfechas? ¿Cree usted que la rutina diaria proporciona tiempo suficiente para que los niños puedan relacionarse uno a uno con los adultos del nivel? ¿Existe congruencia entre lo que ofrece el programa pedagógico de Integra en el nivel sala cuna y lo que necesitan los niños y

¿Cuáles?, ¿cómo

las satisfaces?

¿En qué

momento?

Menciónalas

¿En qué momentos de la rutina lo observa y en cuáles no?

¿Por qué?

137

3.6 PLAN DE ANÁLISIS DE LOS DATOS

Luego de la construcción de las categorías que se levantaron durante

el trabajo de campo, entre la recolección teórica que sustentó el estudio, las

observaciones que se obtuvieron de la microenseñanza y el análisis del

discurso de las entrevistas, suministró una estructura que da cuenta de un

plan de análisis y sus posteriores resultados.

niñas?,

Aprender a Ser En su opinión: ¿Cómo se puede ayudar a un niño/a a ser persona? Desde el programa pedagógico de Integra en el nivel sala cuna: ¿Qué se espera que aprendan los niños y niñas en el nivel sala cuna? ¿Existe alguna metodología o forma que apunte al aprendizaje de ser persona?, En relación al aprendizaje: ¿Qué ha aprendido a nivel personal de la relación con los niños/as? Respecto a los desafíos en tu actividad laboral: ¿Cuáles cree usted que son los desafíos actuales de la Educación Parvularia, en el nivel sala cuna?

Y, ¿cómo sabes

esto?

y de estos aprendizajes ¿Cuál es el que usted relaciona con el aprendizaje del ser?

¿Cuál?

Y, ¿en qué le han servido esos aprendizajes?

Ahora en a su práctica pedagógica: ¿Cuáles son los desafíos que todavía le presenta su propia práctica pedagógica?

138

Las cuatro categorías que se levantaron proporcionaron el tipo de

relación interpersonal que permite o favorece el aprender a ser y por tanto la

construcción de ser persona (conciencia de sí mismo), aquí se recogieron –

desde el discurso de los adultos significativos– citas que dieron cuenta de

sus creencias o paradigmas, para luego ser cotejados con su accionar y

confrontadas con los postulados teóricos, permitiendo hacer un análisis

evaluativo de la práctica pedagógica.

Desde el proceso de confrontación nació la triangulación con el se

accedió a un universo más complejo, ya que se indagó sobre la coherencia,

el estado consiente y el impacto del pensar, sentir y accionar. Según Flick

(2004) el término triangulación, hace referencia a la “combinación de

métodos, grupos de estudio, entornos locales, temporales y perspectivas

teóricas diferentes, a fin de ocuparse del estudio de un fenómeno” .Por tanto

la triangulación empleada en esta investigación fue la de métodos, ya que

ésta permite aplicar diversos métodos para obtener información y

posteriormente analizar los contrastes, similitudes y diferencias. Desde aquí

se utilizó una tabla de doble entrada para analizar las intersecciones de los

elementos coincidentes y no coincidentes, permitiendo caracterizar a cada

una de las adultas significativas en la forma específica de relacionarse dentro

de la práctica pedagógica.

A continuación se presenta la tabla número diez que denota la

explicación anterior:

139

Tabla N° 10: Triangulación de métodos y técnicas

Categorías

Información

Entrevista Microenseñanza

Intersección Elementos

Coincidentes v/s no

coincidentes

a) Relación

interpersonal

afectiva

b) Emociones

c) Necesidades

d) Aprender a ser

persona

Citas de

los discursos

Episodios

observados

Análisis

La intersección de los elementos abrió un espacio significativo para

describir el tipo de práctica pedagógica que surge en el universo específico

de la sala cuna. El producto de la intersección fue un elemento clave para

cotejar los postulados teóricos que sustentan las relaciones interpersonales y

el aprendizaje del ser, para luego comprender sobre los estilos y procesos

que cada adulta significativa entrega en el marco de la relación interpersonal

afectiva en el nivel sala cuna.

A continuación se presenta la tabla número once que recoge la

información de la intersección (columna B), fundamentándola con los

postulados teóricos (columna C), para luego arrojar una ubicación en el

mapa de la comprensión e incomprensión emocional (columna D). Este

último análisis responde a los objetivos específicos que se declaró en la

capítulo uno.

140

Tabla N° 11: Triangulación de resultados con la teoría.

A B C D

Categorías Elementos

coincidentes-no

coincidentes

Postulados

teóricos

Tipo de relaciones

interpersonales en el aula

incomprensión emocional

a)Relación

interpersonal afectiva

b)Emociones

c)Necesidades

d)Aprender

a ser persona

Los resultados de la columna C que se fundamentaron en la teoría

de regulación afectiva temprana y el enfoque de la educación emocional se

usaron para procesar los datos de la columna D, a través del mapa dominio

de la comprensión e incomprensión emocional, generado la ubicación de

cada una de las adultas significativas dentro de un cuadrante. Los

cuadrantes permiten ubicar al docente dentro de un sistema de relaciones en

donde el mapa está configurado por dos ejes que sostiene la comprensión

emocional, entendida como lo que ocurre en el centro de un cuadro con dos

ejes. Un eje es la forma de estar con el otro en relación al control de los

procesos que está pensando que ocurra el aula (eje control) y el otro es la

forma de estar con el otro en los límites de la relación personal (eje vínculo).

El mapa posee al centro la comprensión emocional desde el cual el docente

puede oscilar, sin llegar a los extremos entre ser más o menos directivo y

entre el entrar o salir del mundo emocional de sus estudiantes. De esta

manera decimos que hay flexibilidad en los espacios a ocupar según cada

situación.

El mapa tiene un doble contraste en la observación, si el docente

observado `puede ubicarse desde la incomprensión emocional combinando

los extremos de casa eje. Así cuando el docente es ayudado por otro a ver

141

su práctica pedagógica puede indagar sobre otros estilos y procesos que

emplea dentro del aula que requiere mejora.

A continuación se presenta el mapa con esta doble dualidad de la

comprensión e incomprensión emocional.

Figura Nº 5: Dominio de la comprensión emocional e incomprensión emocional

(Mapa extraído del libro "La educación del ser emocional")

Para obtener los análisis del mapa de la incomprensión emocional

es preciso aclarar que posee, cuatro espacios interpretativos para realizar la

exploración de las adultas significativas en relación a los infantes de manera

que estos espacios definen ampliamente las conductas más frecuentes en

las adultas dentro del aula. Levantamiento que se obtuvo en la observación

de la microenseñanza.

Para mayor compresión del mapa de incomprensión emocional se

definirán los espacios interpretativos de los cuadrantes:

142

No diferenciado-directivo: el adulto pretende llevar él mismo el

proceso del niño o niña.

No diferenciado-no directivo: en el adulto no existe conciencia de

los límites de la relación y no hay una buena gestión de los procesos

pedagógicos.

Separado-directivo: el adulto en la relación se encuentra en estado

de frialdad incapaz de ponerse en el lugar del otro.

Separado-no directivo: el adulto en la relación no elige involucrarse

con el otro.

En congruencia a lo declarado en el estudio, respecto al guión de

observación en el punto observaciones descriptivas se aproximó al contexto

de la realidad específica del nivel educativo a través de las señales del clima

emocional en el aula, que a continuación se presentan:

a) El establecimiento.

b) Espacio físico del aula

c) Ambientación pedagógica.

d) Sonidos internos y externos.

e) La ubicación del docente.

f) Voz del docente.

g) Relación entre pares (infantes).

h) La respuesta a personas extrañas.

i) Actividades.

Conformada la estructura de los análisis, nos sumergimos en la

delimitación del trabajo de campo.

143

3.7 DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DE CAMPO

El trabajo de campo es dentro de la investigación cualitativa un

territorio desconocido, ya que se va sin juicios a enfrentarse a la realidad

existente, asumiendo en el proceso los factores que impactan, por tanto no

hay uso de controles. Sin embargo, el terreno puede ser programado de tal

manera de ir regulando los tiempos y pasos de las actividades que delimitan

la investigación. Desde aquí se presenta la tabla número doce, con las

etapas que sustentaron el trabajo de campo.

Para permitir mayor fluidez en el proceso global de la construcción del

estudio y priorizar los elementos centrales que dan sustento al trabajo

Tabla Nº 12: Etapas del trabajo de campo

ETAPA Nº1 Coordinación con la institución Coordinación con la institución participante.

Carta validada de la Universidad Mayor para iniciar el contacto con la institución a muestrear.

Entrega de la carta a la institución (Fundación Integra). Entrevista con la coordinadora del programa pedagógico

del sector sur de la región metropolitana. Respuesta de la carta, otorgando un centro educativo

para la muestra. Entrevista con la directora del establecimiento

seleccionado. Reunión con el nivel educativo a muestreado. ETAPA Nº2 Confección de los instrumentos. Preparación de los instrumentos.

Primera validación de la entrevista por juicios de expertos. (Validación A)

Corrección de la entrevista. Segunda validación de la entrevista, aplicación piloto. (Validación B) ETAPA Nº3 Presentación de la investigadora en el aula. Trabajo de campo Aproximación empática de la investigadora al nivel

educativo.

Aplicación de los instrumentos y técnicas

Inicio de la videograbación en el aula.

Aplicación de la versión final la entrevista. Entrega de la videograbación a la directora del

establecimiento.

144

investigativo, se ha construido un cronograma general de actividades el cual

se presenta a continuación.

a) Cronograma

Dado que el accionar de un estudio es complejo y debido a su alcance

y limitaciones, se fue necesario acotar los tiempos del investigador y de la

institución estudiada.

Las actividades aquí mencionadas permitieron abordar con mayor

certeza el terreno y proporcionar los tiempos suficientes para la construcción

de los análisis respectivos.

Tabla Nº13: Cronograma de actividades

Actividades Mes

1

Mes

2

Mes

3

Mes

4

Mes

5

Mes

6

Mes

7

Mes 8 Mes

9

Mes

10

Revisión del marco referencial

x x x x x X x x x x

Preparación de las técnicas

x x x x

Coordinación con la institución

x x

Presentación de la investigadora

x x

Primera validación de las técnicas por jueces expertos

x x

Corrección de las técnicas x

Segunda validación: aplicación piloto

x

Versión final de las técnicas

x

Aplicación de las técnicas x x X x x

Recolección de datos x x x x X x x

Análisis de los datos x x X x x

Desarrollo de la propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica

x

Generación de conclusiones

x

Cierre del informe x x

145

Síntesis del apartado

Luego de haber descrito en el marco metodológico la forma en que se

accedió a la realidad a través del levantamiento de categorías, la validación

de los instrumentos y el sistema de análisis de los datos, se puede dar paso

al capítulo IV, donde se procede a realizar el análisis de los resultados

obtenidos.

146

CAPÍTULO IV. RESULTADOS

4.1 PRESENTACIÓN

En este apartado se da cuenta de la exploración de los hallazgos que

se obtuvieron a partir del plan de análisis que se detalló dentro del capítulo

tres y que permitió abordar la realidad de una manera organizada.

Como ya se explicó en el apartado anterior acerca de la triangulación,

se sistematizaron los resultados a través de dos tablas de doble entrada en

donde la información se sometió a los análisis de las cuatro categorías

(véase en el plan de análisis de los datos). Los hallazgos arrogados por la

columna C de la tabla, se sometieron a un nuevo tratamiento a través del

mapa de la comprensión e incomprensión emocional que permitió ir en

búsqueda del tipo de relación interpersonal objetivo final de esta

investigación. Lo anterior permite comprender que el tipo de relación que se

establece la diada puede enmarcarse en las competencias e incompetencias

de las personas como de los sistemas institucionales, promoviendo o

inhibiendo las relaciones afectivas y vinculares.

Las categorías seleccionadas están estrechamente unidas, dado que

la relación interpersonal afectiva permite dar cuenta de necesidades

específicas del infante respecto a su particular etapa de vida y del adulto

respecto al estado emocional presente. Desde este estado emocional

consciente o inconsciente, emerge hacia la superficie a través de conductas,

que al ser concurrentes y validadas por la institución se traducen en una

forma de práctica pedagógica, es decir, en una forma en la que se imparte el

aprender a ser persona. Esto siempre en el marco de la díada, relación uno a

uno entre la adulta significativa y el infante.

147

Uno de los primeros descubrimientos que surgieron de la heurística

investigativa en relación a las categorías es su acción circular, es decir,

operan desde un ciclo en donde la categoría principal corresponde a la

relación interpersonal afectiva y que las necesidades y emociones

constituyen el vehículo por el cual transita el aprender a ser persona. Es

importante detenerse a explicar que las necesidades detonan una emoción y

que la emoción provoca una conducta. Las conductas son aquellas acciones

observables y están a la base de una relación interpersonal y que puede

rigidizarse impidiendo el desarrollo autentico del ser o re-significarse de

manera de plantarse otras posibilidades de acción en la vida.

Luego de que se ha dilucidado el complejo circuito de las categorías

se da inicio a la descripción de la muestra.

4.1.1 Presentación de la institución educativa

La muestra está enmarcada dentro de una institución privada, sin fines

de lucro, de administración directa del Estado (programa educativo que se

suma a otras instituciones en pos de la superación de la pobreza) y su

cobertura es a nivel nacional, atiende a niños y niñas en situación de

vulnerabilidad, es decir, familias con los siguientes perfiles: niños y niñas que

provengan de hogares de menores o derivados de SENAME (Servicio

Nacional del Menor); hijos e hijas de funcionarias/os de Integra; hijos e hijas

de madres jefas de hogar; familias que estén inscritas en los programas Chile

Solidario; hijos o hijas de madres adolecentes; hijos e hijas de madres del

programa: “Mejoramiento de la empleabilidad”; hijos e hijas de madres que

trabajan, estudian o buscan empleo; y aquellos niños y niñas que durante el

día no tienen un adulto que los cuide.

148

4.1.2 Nivel educativo

El nivel sala cuna menor corresponde al primer nivel educativo que

proporciona el sistema de la educación parvularia. Dentro de su organización

pertenece al primer ciclo, siendo la sala cuna menor el nivel que atiende a

niños y niñas entre las edades de ochenta y cinco días a un año y un mes

aproximadamente.

En el nivel muestreado, el número de adultos asignados son cuatro:

tres de ellos son permanentes y se desempeñan como asistentes de

párvulos y el otro adulto es una profesional (educadora de párvulos), la cual

tiene una estadía fluctuante en el aula, esto porque hay períodos durante la

rutina en que no se encuentra debido a que atiende otras situaciones que le

competen a su función. Dentro del estudio sólo se muestreó a las asistentes

de párvulos dada a la cantidad de horas que ellas permanecen con los niños

y niñas, junto con destacar que son ellas las que ejecutan el programa

pedagógico de Integra. Respecto a la cantidad de niños y niñas dentro del

aula se informa que posee una matrícula de 18 párvulos, llegando a una

sobre matrícula de 20. La sobre matrícula es considerada un elemento

importante ya que en la temporada de invierno la asistencia baja menos del

50% y esto ayudaría a incrementar el flujo de la asistencia en los meses de

mayor ausentismo de tal manera de lograr las metas de asistencia que se

apuesto el establecimiento, sin embargo, en temporada primavera-verano la

asistencia aumenta, llegando algunos días a 20 párvulos. Durante la muestra

la asistencia fluctuó entre 15 a 18 niños/as, entre los meses de septiembre y

noviembre del 2013.

149

4.2 ANÁLISIS

Lo primero que hay que señalar es que se realizó un análisis global a

través de las señales del clima emocional que sirvió para introducir los

hallazgos del estudio. Luego de esto, se procedió a examinar los datos

dentro de una comprensión individual, es decir, la forma de relacionarse de

cada una de las adultas respecto de los niños y niñas del nivel sala cuna

menor. Lo que da cuenta de ciertos patrones que nutren la práctica particular

de este equipo de trabajo y que por tanto no son generalizables. El propósito

de los análisis es develar, por un lado el sistema normativo de las

instituciones que proporcionan al nivel sala cuna, pudiendo estas satisfacer o

no las necesidades de los párvulos y, por otro lado, cómo las relaciones

interpersonales que sustentan un grupo determinado de adultos afectan la

construcción del self del infante, siendo este el eslabón más frágil de la

relación.

Adentrándose en el nivel educativo se puede distinguir la diversidad

de las tres adultas. Diversidad que se ve expresada en su forma particular de

ser y de estar en el nivel educativo, por tanto se puede inferir que nutre la

dinámica relacional grupal e individual hacia un clima emocional

heterogéneo. Este abanico de relaciones que se entre mezclan en la escasa

atención individual y en la compleja atención grupal de los infantes permite

ventilar por algunos momentos las tensiones provocadas por la desconexión

emocional de algunas de las adultas y por la persistente rutina pedagógica

fabricada para satisfacer las necesidades de alimentación, higiene y juego

grupal.

La relación diádica en que se sustenta la co-creación del vínculo, se

observa débil y hasta dañada por algunas de las adultas. Lo anterior provoca

que algunos de los infantes posean adultos significativos y otros sólo logren

150

ostentar atención grupal. Sin embargo, lo más complejo es para un sector de

niños/as, en donde simplemente no hay atención de exclusividad para ellos,

es decir, nadie los ha hecho significativos en la relación interpersonal.

La relación diádica entre un adulto y un infante, es reconocida en el

discurso por las tres adultas como vital dentro del campo del vínculo de

apego, pero al interior de la práctica pedagógica estudiada aparece como el

hermano pobre en el orden de las prioridades. Logra sobrevivir

precariamente en la muda y en los momentos de juego grupal, para sucumbir

en el tiempo reloj de la rígida rutina en que se ven envueltas las adultas y los

párvulos.

Los períodos de la rutina más críticos –en donde se ve afectada

considerablemente la relación diádica– es desde el inicio del almuerzo hasta

el período de la siesta, en tiempo reloj son alrededor de tres a cuatro horas.

Sin embargo, el efecto lunes y otros imponderables, tanto de los párvulos

como de los adultos, pueden hacer perfectamente una estadía de media

jornada de absoluta tensión y desregulación emocional.

El efecto lunes, también llamado deuterofobia, se fundamenta en que

tras la desconexión del fin de semana, el lunes suele ser un día espeso y de

desgana generalizada, el que puede llegar a convertirse efectivamente en

una fobia. En los infantes, guarda relación con que el inicio de la adaptación

a la rutina de la sala cuna. Los niños y niñas que vienen de la estadía del fin

de semana en sus hogares se incorporan a este espacio resistiéndose y

reorganizando su sistema para poder responder a las exigencias del medio

como: desapegarse de sus madres o familia directa; ubicarse espacialmente;

no ostentar exclusividad a sus demanda; compartir el espacio físico con otros

niños y niñas; confiar en un otro que no conoce o no quiere conocer;

adaptase a la rutina, a los ruidos y aromas; lograr alimentarse; lograr dormir;

151

refugiarse si se siente en peligro; y lograr la anhelada autorregulación para

sentirse feliz.

La forma de relacionarse está enmarcada en dos ámbitos, por un lado

en la forma particular de ser, es decir, su propio desarrollo personal (la

historia personal y su personalidad) y el estado emocional presente

consciente o inconsciente que emerge en el contacto con otro, dentro del

marco de su práctica pedagógica.

Luego de sondear los análisis del estudio, daremos paso a la

discusión de los resultados, aludiendo primero a la descripción general del

clima emocional del aula para enmarcar las particularidades de los

participantes dentro de su práctica pedagógica.

4.3 DISCUSIÓN

4.3.1 Descripción del clima emocional

a) Organización del establecimiento

El establecimiento seleccionado es un tipo de centro educativo que

atiende niños y niñas desde los ochenta y cinco días hasta los cuatro años

once meses de edad, organizados en los siguientes niveles: sala cuna menor

y mayor; medio menor y medio mayor; y atiende a 118 niños y niñas.

El establecimiento cuenta con diferentes espacios como las salas, en

las cuales se alberga a cada nivel educativo. Por otro lado, los espacios

exteriores son amplios y diversos, satisfaciendo las necesidades de

esparcimiento, exploración libre y segura a cada nivel educativo. Para

satisfacer las demandas del personal, se cuenta con comedor, sala de

152

reuniones, baños y oficinas. Para finalizar, existe un espacio independiente

para la preparación de los alimentos y lácteos. El espacio en general se

observa limpio, organizado, seguro y apto para los niños y niñas y los adultos

que ahí laboran.

En la ambientación del establecimiento se destaca: paneles con la

presentación del personal, decoraciones con trabajos de los niños y niñas, y

mensajes para las familias respecto a los derechos de los niños y niñas.

El establecimiento es atendido por tres estamentos, personal

suficiente dentro de las normas técnicas de la JUNJI.

El horario de atención normal es de las 08:30 a las 16:30 horas, con

una modalidad complementaria denominada extensión horaria, la cual

atiende a niños y niñas después de las 16:30 hrs, los cuales asisten casi 40

horas semanales, esto se podría comparar con el horario de un trabajador

una jornada laboral completa fuera de su entorno familiar.

b) Espacio físico del nivel

El espacio físico que alberga a los niños y niñas del nivel es de 30 m2

aproximadamente, distribuyéndose en forma separada por una sala de

actividades, amamantamiento y mudas. Así, al interior de este espacio se

viven los momentos de ingesta, muda, siesta y experiencias de aprendizaje.

Además, cuenta con cunas, catres de campaña, mesas y sillas acorde al

desarrollo físico de los niños/as, los que se encuentran en cantidad suficiente

y en buen estado. El mobiliario que organiza el material educativo son cajas

plásticas y repisas en donde se encuentra en su mayoría el material

permanente como: juguetes de plástico, goma, tela y esponja. Algunos de

ellos producen sonidos y se desplazan, pudiendo los párvulos interactuar con

153

ellos en forma segura e independiente. Por otro lado, existen otros

accesorios propios de la sala cuna como son: colchonetas, cojines, sillas

nido, espejo y también los centros de interés que permite a los niños y niñas

que no se trasladan puedan relacionarse con el ambiente en forma autónoma

(sin la ayuda del adulto) y de una manera confortable. Otro elemento a

considerar es el piso, el cual es de cerámica y se encuentra en buen estado,

sin embargo, se debiese cautelar la baja temperatura que emerge de él en

los períodos de invierno, ya que el cerámico tiene por característica permear

el frío de quien los pisa sin uso de calzado adecuado o se arrastre. Lo

anterior indica que como elemento es vital para aquellos niños y niñas que

inician su desplazamiento a través del arrastre o gateo. Asimismo, la

temperatura ambiental en algunas ocasiones no es suficientemente óptima

para el ritmo biológico del niño y la niña, recordando que los niños y niñas

desregulan su temperatura corporal dada la constante renovación celular en

que se encuentran los diferentes sistemas del cuerpo. La temperatura óptima

y permanente es de 21 grados ambiental, permitiendo a los párvulos y

adultos estar con menos prendas de vestir, lo que hace posible el contacto

físico piel a piel y la movilidad que necesita el infante y adulto. Estos dos

últimos elementos estimulan la relación diádica de manera de sostener

encuentros más cálidos y confortables. Desde el clima emocional en el aula

esto último da cuenta que el mobiliario y los materiales fungibles son más

visualizados y valorados por la institución para responder eficazmente al

proceso de enseñanza-aprendizaje que otros aspectos que contribuyen a la

relación uno a uno.

c) Ambientación del aula

La ambientación pedagógica del aula está enmarcada por elementos

en altura como: móviles de tela, dibujos en cartulina (los que simulan

enredaderas), dibujos en las ventanas con diseños de animales, dos ficheros

154

técnicos (documentación del nivel), un fichero de los cumpleaños de los

niños/as y, en algunas ocasiones, globos. En los muros, no se observan

trabajos de los niños y niñas. Sólo materiales decorativas confeccionadas por

las adultas que están a la altura de los párvulos y alguno de ellos no se

encuentran en buen estado. A continuación se describen:

Familia: se encuentran fotos de las familias de los niños/as

organizados en pequeñas casas (en ocasiones este panel es tapado

por las cunas que se ubican es ese sector en el momento de la

siesta).

Pertenencia cultural: se encuentran fotos de la municipalidad de

Buín, del alcalde, de la plaza, bandera chilena, escudo y presidente de

la república entre otros.

Normas de convivencia: se anuncian acciones como no escupir, no

morder, compartir juguetes, no empujar, hacer cariño, no tirarse el

pelo (estas declaraciones están escritas y animadas por dibujos).

Fichero: es un panel de tela en donde se encuentra una gallina con

sus pollos y se ocupa para la asistencia de los niños y niñas.

Otro elemento que se observa es la rotulación de objetos y espacios

dentro del aula como: el espejo, el baño, la sala de mudas y el fichero técnico

(imagino que la rotulación de los artefactos y sectores de la sala es para

iniciar a los niños y niñas a la iniciación de la lectura y escritura).

Desde el análisis del clima emocional del aula, llama la atención dos

elementos, la pertinencia cultural y las normas de convivencia. Ambos

elementos elaborados por los adultos, con la intensión de enseñar un

determinado aprendizaje. Desde la pertinencia cultural comprender que el

mundo en que se sustenta el niño y la niña es microscópico, es decir, de un

alcance corto pero profundo. Así se entiende que la cultura que reconoce

155

como significativa, es la que inicia en la familia y específicamente en la

relación diádica, pudiéndose explicar el mundo desde esa organización. Por

otro lado, las normas de convivencia que en el aula se expresan denotan que

las relaciones interpersonales afectivas entre pares, están concebidas desde

la intensión de violencia que observa anticipadamente el adulto sobre el niño

y niñas, concluyendo un estado moral del niño -bueno y malo. Así mismo las

normas de convivencias expresadas en el nivel educativo, se muestran como

un refuerzo hacia el control, más que como una acción empática que permea

todas las interacciones dentro del aula.

d) Los sonidos internos y externos

Los sonidos internos del aula están referidos por las vocalizaciones de

los niños, los llantos, los diálogos entre los adultos y los diálogos de los

adultos dirigidos a los párvulos. Junto a ello –en momentos como la

preparación a la siesta– se escucha música ambiental que en ocasiones se

encuentra entrecortada producto del mal estado del reproductor de CD,

aumentando la contaminación acústica del lugar. Los pocos espacios de

silencio y tranquilidad se observan durante la siesta y la ingesta de la leche

de mañana y de la tarde.

La ingesta en la hora del almuerzo suele ser el espacio para los

diálogos entre las adultas sobre temas personales o de los párvulos,

perdiendo el foco de atención de la alimentación como proceso pedagógico

diádico (entre el adulto y el niño/a). Desde la misma línea, se observa que la

alimentación múltiple en la que se somete el adulto a un grupo de niños y

niñas del nivel, invita a la mecanización de la acción de merendar y por tanto,

a la pérdida de contacto emocional en la relación interpersonal.

156

Respecto a los sonidos externos que inundan la sala están

determinados por el ruido que producen los niños y niñas de otros niveles

que están jugando en el patio y que colinda con la sala cuna menor. Estos

sonidos al acoplarse a la resonancia interna del aula, aumenta la

contaminación acústica alterando el bienestar y proporcionando un escenario

para desregulación emocional. Y, por último, pareciera ser que la alta

densidad de los sonidos no parce afectar la rutina diaria de los adultos.

e) Ubicación de las docentes

La ubicación de las docentes dentro del aula está dada según tareas a

cumplir en la rutina diaria, como en las horas del saludo, despedida, ingesta

y experiencias de aprendizaje. Están frecuentemente de dos a tres adultos y

la posición que ocupan en esos períodos es a la altura de los niños/as,

sentadas en la colchoneta relacionándose con el grupo completo o subgrupo

más que en forma individual. Se observa que dentro de las experiencias de

aprendizajes planificadas, las tías al estar sentadas se permiten tomar en

brazos a los niños/as, sin perder de vista el grupo asignado.

Por otro lado, el momento de espera a la siesta, la adulta que está en

el aula a cargo de todos los niños/as, deambula por la sala, ocupándose de

la organización del espacio como: la música ambiental, el traslado de las

cunas, la ubicación de los niños y niñas en las sillas nido o centros de

interés, recoger juguetes y bajar la intensidad de la luz. Dentro de las

acciones antes mencionadas la adulta mantiene una atención especial

respecto a las interacciones entre los niños y niñas, esto por los accidentes

que pueden ser prevenidos. En algunas ocasiones, la adulta se anticipa

dejando a algún niño o niña en la cuna de manera de prevenir posibles

mordidas. Esta práctica se fundamenta en que la adulta ha identificado a

ciertos párvulos que son propensos a morder y que en este momento de la

157

rutina están más propensos activarse dado que la atención de la única adulta

que está en el aula debe atender varios focos a la vez.

Otro aspecto a resaltar, es la atención permanente de las adultas a

informar sobre el estado del pañal del niño y la niña, siendo esto lo más

urgente dentro de la satisfacción de necesidades, despreocupándose de la

regulación emocional del niño y la niña. Lo anterior ubica a la adulta en la

sala como una supervisora de la higiene que se desplaza para detectar dicha

necesidad.

Si bien, la ubicación general del grupo de adultas es a la altura de los

niños y niñas y en posición frente a ellos, no se observa otras ubicaciones

como:

Acostada: provocando a los párvulos a que la inunden corporalmente,

perdiendo la posición de poder.

Posición objeto: en donde su propio cuerpo es objeto de juego. Esto –

dentro del marco de la relación interpersonal afectiva– juega un rol

importante, ya que el contacto corporal proporciona al niño y la niña su

primera forma de estar con el otro.

f) La voz de las docentes

La voz de las docentes y de los niños y niñas dentro del aula aparece

como un intercambio comunicativo importante, ya que el escaso vocabulario

formal de los niños y niñas menores de un año hace que las declaraciones

de los adultos aparezcan como monólogos o diálogos que se entrecruzan

entre los adultos que circulan dentro del aula. Las voces de los niños más

pequeños aparecen como balbuceos que escasamente las adultas recrean

en momentos que no pertenecen a las experiencias de aprendizaje y

aquellos niño/as que están en etapa bípeda expresan su sentir a través del

158

cuerpo como: saltando, aplaudiendo, recorriendo la sala, haciendo contacto

visual, tirándole el delantal a la tía para conseguir algo o, siguiendo a la tía

para que los tome en brazos. Si bien, la comunicación está presente en todo

momento de la rutina, el repentino llanto de los niño/as es el gran lenguaje

que señala la incomodidad o necesidad insatisfecha y que al parecer es tan

habitual para las adultas que no logra conmoverlas realizando su trabajo en

forma normal. Si bien las voces de los adultos son de un tono adecuado (no

hay gritos ni una voz alterada), en algunas de ellas aparece una voz melosa

que sutilmente aparece cuando se siente observada.

Por otro lado escasez de voz empática en los momentos de

desregulación emocional de los niños y niñas. Los tonos empáticos son

aquellas expresiones verbales suaves, aterciopeladas, delicadas, con

vibración, entonación específica y acompañada del contacto visual que

permite leer la acogida. Estas señales las aprende a identificar el infante tras

la relación uno a uno de la adulta significativa. Lo anterior se observó durante

los períodos de las experiencias de aprendizajes y después de la siesta.

Cabe destacar que la voz empática surge ante la respuesta positiva de parte

del niño/a a la interacción entregada por el adulto. Esto último es de

significativa importancia ya que la voz empática podría estar al servicio de

regulación emocional cuando los niños están insatisfechos, contribuyendo en

una oportunidad para recuperar la relación diádica.

g) La relación entre pares

La relación entre los párvulos está siempre delimitada uno a uno (yo y

el otro).Los grandes o pequeños subgrupos no existen en el universo infantil,

esto por la etapa de desarrollo en que se encuentran. Desde aquí cabe

señalar algunos episodios que ejemplifican lo anterior y que muestran las

consecuencias de la desregulación emocional, los juicios de los adultos

159

sobre la intencionalidad de las acciones entre pares, pero también se

advierten algunas relaciones empáticas.

Las relaciones que se dan en el nivel están dadas por el grupo de

niños que aún no caminan y que permanecen largas horas sentados con o

sin apoyo y los infantes que ya se trasladan y exploran el lugar que se les

ofrece. Los primeros se relacionan a través de la observación (contacto

visual y sonrisa) y el tacto (específicamente ocupan las manos y la boca),

esta forma de relacionarse permite acercarse al mundo que les rodea a su

zonas sensoriales más próximas. El contacto con otro/a niño/a lo realizan

desde ahí, por tanto, el rostro será quien determine la aprobación o

reprobación de la proximidad de las manos en el cuerpo del otro, para luego

dar paso a otras interacciones, sin embargo, se observa en algunas

ocasiones de parte de los adultos que inhiben el contacto entre los niños y

niñas anticipándose a posibles acciones como las de morder, tirar el pelo o

rasguñar. Así surgen declaraciones de parte de los adultos:

No estén peleando” (niños que están tocándose con las manos pero

ninguno ha manifestado incomodidad), luego de esta declaración la

adulta separar a los niños y niñas de tal manera de evitar la

reanudación de contacto físico que el adulto observa como peligroso.

En otra ocasión, un niño es detenido por una de las adultas antes de

introducir la mano en la boca de otro niño, la adulta dice a la niña con voz de

molesta, “¡Qué te pasa con los niños!, ¡no almorzaste!, ¡eso no se hace!” (

hace sonar las manos con dos aplausos), luego añade diciendo: “¡No sé qué

te pasa!", en voz alta conversa con otra adulta y dice “¿qué será lo que

siente cuando muerde” (tono de voz suave).

160

Por otro lado, los niños/as que se trasladan exploran el mundo con

mayor curiosidad y autonomía; su nivel expresivo es un poco más complejo y

consciente; la proximidad con el otro está determinada por la interacción con

los objetos deseados o por la acción que con ellos puede desarrollar,

ejemplo de esto es golpear, rodar, trasladar, transformar los juguetes o tratar

de obtener un juguete para sí. Aquí nuevamente la interpretación sobre la

intensión de la acción del niño/a que hace el adulto resulta clave, así se

evidencia cuando se observa el reclamo de una niña que desea un objeto

que posee otro niño, la adulta dice “no estén peleando” y otra adulta

interviene diciendo: “a ver qué pasa Florencia”, el tono es acusativo y le

llama la atención, sin ahondar en la intención de la niña, no busca su

respuesta. Luego de esto la niña pierde el interés por el objeto; pasa a otro

estado de ánimo y a otra acción.

Es frecuente ver choques y tirones de pelo entre los niños y niñas que

inician la marcha y despliegan sus manos, esto debido a la incipiente

motricidad fina y gruesa –que posee como principal característica la

inestabilidad– y la escases de precisión y fuerza, por lo que no logran regular

sus acciones, desde aquí se observan situaciones frecuentes como tirones

de pelo, caídas sobre objetos y sobre niños/as. Sin embargo, estas acciones

son interpretadas por el adulto como conductas violentas; como ocurre en

esta situación:

(En el momento del saludo, hay dos adultas y el grupo total de

niños/as está en la colchoneta; hay dos parejas de niños que están

interactuando uno a uno).

La primera pareja se toca y uno de los niños llora rechazando el

contacto pero es ignorado por el adulto (el niño que llora se regula

chupándose el dedo). La segunda pareja se toca y ninguno manifiesta

incomodidad, sólo que para el adulto que observa, es peligroso y

161

solicita a otra adulta que está más próxima que mire a la niña diciendo:

“¡Tía, la Florencia está pegando!”, la adulta más próxima se acerca y

con su mano le enseña a Florencia a hacer cariño (la niña acepta),

pero nuevamente la adulta cree advertir un posible pelea, esto trae

como consecuencia la separación de los niños, sin embargo, los niños

se abstraen de las declaraciones y acciones de las adultas retomando

el contacto visual e intentando reanudar el contacto físico.

En otro momento del día, cuando hay un clima emocional estable

dentro del aula, los niños y niñas logran relacionarse cercanamente (uno a

uno) y practican el contacto físico suave y empático, así lo refleja la siguiente

escena, “se encuentra una pareja de niños sentados en una colchoneta.

Ellos juegan largamente a colocarse el dedo en la boca sin que la adulta que

está al lado se percate de ello, es decir, el adulto no emite juicios de peligro.

Otro suceso, en donde se practica espontáneamente la empatía

relacional entre los niños y niñas, es en esta escena:

Dos niñas chocan y una cae a la colchoneta (las adultas no se

percatan de esto inmediatamente), la niña que cae a la colchoneta se

siente afectada, la otra niña se acerca y la contiene con su cercanía

física y la ayuda a pararse. La niña que está en la colchoneta acepta y

se deja ayudar, luego de un rato una adulta observa el hecho mientras

se traslada a otra parte de la sala y sin detenerse se percata y

refuerza el hecho diciendo: “¡Vamos Florencia ayúdala!”, las niñas

finalmente se incorporan y siguen jugando.

Por otro lado, también se observaron episodios en donde la relación

entre los niños fue amenazante, para uno de ellos, esto se ve reflejado en la

siguiente descripción:

162

Una niña se encuentra recostada en la colchoneta (está tranquila pero

con sueño), se acerca una niña más grande que camina y con su pie

la empuja; la niña que está en la colchoneta se asusta y se levanta

rápidamente, hacen contacto visual. La niña que está en la colchoneta

se recoge al lado de un centro de interés, luego la niña que camina se

ubica al lado de ella pisándola y riéndose… esto hace reaccionar a la

niña que está en la colchoneta quejándose, la niña afectada comienza

a llorar fuerte y para acallar su llanto Pascuala aplaude dos veces.

Una adulta advierte la situación y dice: “¡Pascuala no le pegue!”,

Pascuala insiste y comienza a pegarle patadas, luego se aleja coge un

juguete y se lo avienta pero no cae sobre la niña que está en la

colchoneta, sin embargo, la niña continua llorando y con mayor

intensidad. Por segunda vez Pascuala vuelve a tomar el juguete y se

lo avienta más cerca, pero no cae sobre la niña, se acerca a ella y la

intenta pisar; la otra intenta huir gateando pero la detiene el cuerpo de

Pascuala… al parecer el miedo la tiene paralizada.

La escena termina cuando una adulta interviene y la retira del lugar.

Otra acción de desregulación emocional producida entre pares pero

acompañada de un clima emocional estresante se puede apreciar aquí:

Un niño se encuentra en la silla nido. Él observa cómo se traslada la

única adulta que esta en el aula, ya que la sigue con la mirada; una

niña que camina se le acerca con un chupete que intenta ponerle en la

boca; él niño no está incomodo y deja que la niña se le aproxime. La

niña que camina intenta una y otras vez introducir el chupete pero no

lo logra (mientras la música suena muy fuerte y los llantos de algunos

niños aumentan en intensidad). El niño que está en la silla comienza a

inquietarse dado el que la niña se aproxima sobre el apoyándose en

163

su cuerpo y esto le molesta. La adulta advierte esa escena y dice:

“¡Isidora, cuidado con los niños!”. (La adulta continua con su

quehacer). El niño rechaza el chupete moviendo la cabeza y

rompiendo en llanto. Isidora se aleja de él con el chupete en la mano,

pero luego Isidora vuelva a insistir obligándolo a aceptarlo. El niño

esta estresado con esta situación y para calmarse usa por breves

segundo su mano succionándola, antes que vuelva Isidora a insistir

con el chupete. Finalmente Isidora se aleja y él niño ocupa

nuevamente su dedo para autorregularse.

Todas las situaciones descritas nos permiten reflexionar sobre la

protección al niño en situaciones de riesgo. El adulto significativo le transmite

la preocupación que se tiene respecto a la integridad del infante. Por el

contrario, cuando el adulto no es capaz de advertir el real peligro, se

sobreviene la desprotección transmitida por el desinterés, evidenciando

situaciones límite y de abandono.

h) Las respuesta a otras personas extrañas

En este punto se definirá por personas extrañas a aquellos adultos

que no son habituales en el aula y por tanto no aparecen como adultos

significativos, desde aquí nos encontramos con el personal de aseo.

Respecto al personal de aseo se observa que los niños y niñas

advierten poco su llegada por tanto se muestran confiados y relajados, la

interacción que el adulto establece es preferentemente con un niño o niña

que ya conoce o que en ocasiones se encuentra llorando o reclamando

atención, esto se evidencia en el apoyo que en ocasiones brindan las dos

auxiliares de aseo y que interaccionan con algún niño o niña. La observación

así lo demuestra:

164

La auxiliar de aseo entra al aula en el momento del almuerzo, observa

el nivel y su mirada se detiene en un niña conocida y se dirige hacia

su mesa y dice con voz fuerte: “le doy a mi hija”. Se ubica en cuclillas

y la educadora le pasa la cuchara para que la alimente, en ese mismo

instante otra niña se acerca a ella y coge el paño de aseo que el

adulto deja en una manilla de la puerta, la auxiliar de aseo no se

percata del hecho, es otra adulta quien le señala lo acontecido, y ella

se devuelve rápidamente hacia atrás y le quita el paño de aseo de las

manos diciendo: “¿Quién me sacó mi paño?”.La voz y el rostro con

que se dirige a la niña es de molestia, a lo que la niña responde con

dos gruñidos; el resto de los adultos sigue ignorando la interacción, ya

que la atención está en la conversación que sostienen las adultas y la

dinámica de la alimentación de los niños y niñas. Luego de un rato la

auxiliar se retira de sala abruptamente sin terminar de dar la

alimentación a la niña y su retiro lo hace sin despedirse de ella.

Las breves interacciones de los adultos auxiliares con los niños/as no

presentan un apoyo efectivo, más bien ocupan ese espacio de interacción

para socializar con los adultas perdiendo el sentido educativo de la

alimentación. Recordemos que alimentarse es una necesidad del organismo

y presenta un importante componente en la calidad de socialización e

intercambio comunicativo. Los momentos de alimentación –si se dan de una

forma afectiva, buscan la conexión con la mirada y con gestos amorosos–

contribuyen de manera importante a la relación del vinculo de apego con el

niño o niña.

En otra ocasión, en donde otra auxiliar de servicio llega al aula para

realizar algún tipo de apoyo al nivel, se observa la siguiente interacción:

165

Llega a la sala la auxiliar de servicio y se sitúa en una cuna e inicia la

interacción con una niña (mientras un niño a intervalos llora muy cerca

de ella, a pesar de eso, inicia un diálogo con la única adulta que está

en la sala con todos los niños /as. Las dos adultas ignoran el llanto del

niño que rompe con fuerza para llamar la atención de ambas, pero el

foco de las adultas esta en el tema de conversación que sostienen.

La adulta a cargo de la sala saca un pedazo de papel higiénico y

limpia la nariz del niño y le dice: “No llores, ya vas hacer tuto”

(mientras continua la conversación entre las adultas). La auxiliar de

aseo como una forma de ayudar al niño lo toma de la mano, pero no

se conecta con él ni con sus necesidades. En el mismo instante que

ocurre eso, la auxiliar de aseo mira a otro niño y le dice: “Chu, chu”,

dirigiendo su atención hacia una niña que está en una cuna, mientras

todavía tiene de la mano al niño que llora.

El niño que llora, no se calma y comienza a observar el diálogo de las

adultas y la interacción que establece la auxiliar de aseo con la niña

de la cuna. Esto provoca un aumento de su desregulación emocional

expresado en zapateos y llantos intermitentes. Ambas adultas

prosiguen su conversación si prestar atención al niño.

Como se observa, las interacciones de los externos, más que ayudar

en la sala en los momentos de mayor demanda de los niños y niñas, son un

foco distractor de la tarea de regulación emocional, por tanto no constituyen

un aporte significativo y real. Así lo ratifica esta situación:

Una auxiliar de aseo entra a sala y toma de la mano a Joaquín pero

luego se va y la adulta a cargo se dirige al niño diciendo: “La tía se

166

tiene que ir ahora, ella tiene que irse a otra sala a hacer las camas”, el

niño comienza a llorar: “Ya, Joaquín, deja de llorar”.

Los episodios expuestos reportan que el llanto es una forma de

comunicación que utilizan los niños y niñas para expresar sus necesidades

insatisfechas, por tanto, el llanto conecta al niño o niña con el adulto en un

diálogo íntimo entre el niño que “requiere” y un adulto dispuesto a responder

a este requerimiento. Reconocer el lenguaje que hay detrás del llanto es un

signo de la relación interpersonal afectiva y de la conformación de la díada,

que efectivamente no se da en este nivel educativo.

i) Las actividades

La rutina diaria está determinada por los tiempos de alimentación,

muda, descanso y juego grupal. Estos cuatro elementos que se combinan

dando forma a una estructura que se repite cinco días a la semana y que

está sustentada en la idea que los niños y niñas requieren una estructura

permanente que les brinde seguridad y confianza básica. Así rigurosamente

se cumplen los tiempos y actividades del día en donde la alimentación, la

muda el descanso y juego grupal son para todos iguales, es decir, el tiempo

estimado para ello no es selectivo. Esto último permite una práctica

pedagógica en donde el adulto se convierte en un ejecutor sistemático y

organizado, perdiendo la flexibilidad y la sensibilidad. Un ejemplo de la

rigurosidad que se observa es:

Aquellos niños/as que durante la mañana manifiestan sueño, se les

hace dormir brevemente para que el momento de siesta pueda volver

a ser retomado, durante la rutina del descanso que está programada

por el adulto.

167

La muda está determinada con ciertos márgenes de tiempo, si hay

muda por la mañana la adulta puede demorarse más, pero si es la

muda después del almuerzo o después de leche de las 14:30 horas

debe ser más reducida, debido al período de alimentación del personal

y el retiro del párvulo de la sala.

Otro aspecto a destacar dentro del foco de las actividades, es la

ausencia de explicaciones respecto a las acciones que el adulto significativo

realiza en la interacción con el niño y la niña. Recordemos que las palabras y

las acciones que acompañan la interacción, son la certeza que el infante

necesita para comprender a su adulto significativo y el mundo que él le

muestra. Esto se ve evidenciado en:

Cuando las adultas están en alguna experiencia de aprendizaje, o de

alimentación y repentinamente se distancian del niño o niña, sin

advertirle el porqué de la acción, surge automáticamente la

desregulación emocional, dando la sensación de abandono que

experimenta el párvulo.

Otro foco a atender es la forma en que se transita hacia los distintos

períodos de la rutina diaria y que están anunciados en algunas ocasiones por

canciones y el tiempo reloj de los adultos. Así podemos encontrar que se

entonan canciones con escaso contacto visual, cercanía física y voz

empática, es decir, carecen de intención consciente; lo que implica que estos

cambios son sorpresivos y bruscos; y no permiten anticipar al niño y niña

sobre las transiciones en los períodos, ya que sólo son parte de la

programación y condicionamiento de la educación infantil clásica, que no

deja permear el verdadero sentido de la calidez y confort que proporciona la

voz humana. Por otro lado se observa que el inicio y el término de la

experiencia de aprendizaje lo marca el adulto y no el interés del niño y la

168

niña, trasladándose a otro período de la rutina, sin percatarse de la pérdida

de la fluidez del momento.

Todo lo anterior, intenciona una práctica docente estructurada, que en

ocasiones pareciera estar más presente la necesidad del adulto de controlar

diversas situaciones que emergen de la interacción adulto-niño/a o niño-niña,

que el descubrimiento espontáneo que surge de la experiencia de estar con

otro. Desde aquí comprender que el ingreso de un niño o niña al aula debiera

consistir en el tránsito armónico de un “nido” a otro “nido”.

Ya expresado el análisis sobre las señales que proporcionan el clima

emocional en el aula dentro del nivel sala cuna. Se indagará sobre las

intersecciones de las categorías de estudio subrayando los elementos

coincidentes y no coincidentes, entre el discurso de los adultos y la

observación de la práctica.

4.3.2 Intersecciones de las categorías

Dentro del análisis de las intersecciones, distinguimos a los adultos

participantes como: adulto A, adulto B y adulto C y a los niños y niñas por su

nombre de pila, cuando se amerite.

Las intersecciones están enmarcadas en develar las coincidencias

versus no coincidencias, respecto a los discursos de las adultas y lo

observado en la práctica pedagógica. Los análisis de las intersecciones

fueron desglosados en forma individual, caracterizando a cada una de las

categorías antes señaladas.

Advertir que los resultados de las interrelaciones fueron cotejados en

forma simultánea por los enfoques de la teoría de la regulación temprana y la

169

educación emocional. Ambas dieron el sustento suficiente para establecer en

cada una de las adultas, una ubicación en el mapa de la comprensión e

incomprensión emocional y por tanto en un tipo de relación interpersonal.

a) Categoría relaciones interpersonales afectivas

Adulta A: observación de la práctica

Se devela en la entrevista que la adulta A, al referirse sobre como ella

define la relación entre una tía de nivel con los niños y niñas ella destaca

que:

Debe ser afectiva con todos los niños, pero igual uno los debe tratar

de no hacer diferencias…igual hay un niños que llega más. Esto

porque hay algunos que están más desvalidos uno trata de estar más

con él entregarles cariño. Lo que siento por ese desvalimiento es

alegría, (esta última afirmación no la sabe explicar bien).

Al confrontar el discurso de la adulta con su práctica educativa, se

observa que la adulta A mantiene una conexión más prolongada con los

niños y niñas en algunos momentos del día, pudiendo establecer una

relación fluida y empática, así lo demuestra este episodio:

La adulta A alimenta a una niña, quien está sentada en la colchoneta

jugando con un teléfono que tiene en la mano. La adulta A dice:

"¿Cómo está la mamá de la Florencia?", la niña responde: "¡Ah!…".

Luego de un rato dice molesta: "¡Eh!…". La adulta le llama la atención

su cambio de voz y dirigiendo la mirada hacia ella, dice: "¿Por qué se

enojó, a ver?".La adulta se responde en voz alta: "¡Ah, es que se

enredó!". La adulta le ayuda a desenredar el cable de su teléfono y

dice: "¡Ahí, sí!…Ahora marque", dice la adulta y hace sonar las teclas

170

del teléfono; la niña manipula el teléfono y la tía dice: "¡Aló! ¿Está la

mamá?" (la niña se muestra tranquila y satisfecha). Suena a los lejos

el piar de un pájaro, los niños que están cerca comienzan a balbucear

y la adulta advierte el estado de felicidad de los niños y niñas y

comienza a recrear el sonido del pájaro diciendo a los niños y niñas:

"Pío, pío…". Escucharon los pajaritos y dirige su mirada a los niños

que están de pie en las cunas y a los que están en la colchoneta; los

niños le sonríen y ella pregunta: "¿De los pajaritos te ríes?". Luego,

Emilia y la adulta lanzan una carcajada a lo que otro niño responde

también con una (en la sala hay seis niños y todos están atentos a la

conversación que se gesta, permitiendo iniciar un diálogo de sincronía

afectiva. La voz de la adulta es dulce y empática, realiza delicados

movimientos de cabeza, asintiendo los sonidos y movimientos de los

niños y niñas). Esto último invita a la adulta A, a lanzar besos en

respuesta a la demostración afectiva de los párvulos hacia ella, así se

evidencia en el siguiente episodio:

"¡Emilia!, ¡Emilia!", y lanza un beso. Emilia la mira desde su cuna

haciendo contacto visual con ella. Otro niño (que está en la cuna)

desea llamar su atención con movimientos y balbuceos, ella

responde:"¿Qué le pasa a usted?, ¿qué quiere?, si lo estoy mirando –

y le lanza un beso– ¿Quiere venir para acá? ¡Venga!". La educadora,

que se encuentra en la sala sacando las sabanas de las cunas, se

acerca al niño y lo sienta para que pueda interactuar mejor con la

adulta A; luego de un rato la adulta A, saca al niño de la cuna y lo lleva

donde esta ella y lo sienta junto a él”. (La grabación dura

aproximadamente 20 minutos y en todo el proceso no pierde la

conexión con los niños y niñas. Se observa que la adulta satisface la

necesidad de interacción con la relación interpersonal afectiva, para

171

luego ocuparse de otras funciones, como el orden y distribución de los

materiales).

Conclusiones

Por tanto, se observa coincidencia con su práctica pedagogía dentro

de la mayor parte del tiempo, comprendiendo que establece desde ambos

frente (discurso y práctica), que la relación entre un adulto y un niño/a en el

nivel sala cuna es sustentada en la base afectiva y que es la característica

principal de la relación. Dentro del marco de educación emocional se la

conciencia emocional y la comprensión emocional. Dado que el mundo

interno de la adulta hace resonancia con la de los niños generando un

clima de regulación mutua. Se ubica en el eje vínculo bien gestionado.

Adulta B: observación de la práctica

En la entrevista levanta su definición respecto a la relación tía niño-niña

como:

Lo más afectica posible porque el apego es lo primordial, el apego

nosotras lo trabajamos durante todo el año (…) se hace estimulando

diariamente desde que llegan hasta que se van (…) entregándoles

cariños a la hora del desayuno, a la hora de la muda y a la hora en

que están almorzando y al dormirse (…) que ellos se sientan seguros

cuando se duermen (…) que el niño sepa que en la sala está seguro,

que está acompañado de alguien.

Al confrontar el discurso de la adulta con su práctica educativa, se

observa que dificultades en la buena lectura de las señales emocionales de

los niños y niñas; así lo demuestra la relación que estableció a la hora de la

172

ingesta. Su relación fue silenciosa, sin palabras y sin atender las señales que

provienen de los niños/as. Su rostro está serio y su acción manual es rápida:

(La adulta B está alimentando a tres niños simultáneamente, dos de

ellos están sentados en la mesa y hay una niña sentada en una silla

nido). La niña que está en la silla nido en reiteradas ocasiones le ha

rechazado la comida, retirándole el rostro como signo de su negación.

La adulta insiste en alimentarla, la cambia de posición acercándola

más a ella, pero percatándose de su negación la adulta la deja por un

rato para alimentar a los otros dos niños que le responden

positivamente. (Mientras tanto la niña se refriega los ojos y lanza

algunos quejidos).Luego intenta retoma la alimentación de la niña que

está en la silla nido. (La niña comienza a llorar)”.

Como se observó, la adulta B alimenta en forma simultánea a tres

niños y fue capaz de responder fluidamente a aquellos que no se oponen,

esto porque no requirió ningún esfuerzo de ella para preparar una respuesta

de regulación emocional, ya que su afán estaba en terminar rápido la tarea.

Lo anterior, le impidió detenerse a realizar el contacto visual para buscar la

información justa que se requería saber, para preparar internamente la

respuesta de resonancia que la niña solicitaba frente a su estado emocional.

Desde aquí se concluye que los recursos como: preguntar, esperar una

respuesta, observar e interpretar señales quedan restringidos a una forma

relacional evasiva, es decir, la adulta conoce las señales verbales y no

verbales, sin embargo, no puede acoger, contener, sostener al otro en su

emoción.

173

Conclusiones

Se observa no coincidencia con su práctica pedagogía dentro de la

mayor parte del tiempo, comprendiendo que establece diferencias

significativas entre el discurso y la práctica. Así el marco de la educación

emocional se observa una relación interpersonal débil en el vínculo y

más apegado a la norma. Esto último disminuye la sincronía en la diada

impidiendo la construcción y fortalecimiento.

Adulta C: observación de la práctica

Por otro lado la adulta C, concibe la relación como una forma de

comunicación verbal así lo demuestra en la entrevista, al preguntarle sobre

¿cómo observa que es una relación entre una tía y un niño en la sala cuna?:

Escucharse mutuamente, si yo tengo que contarle algo a un niño para

que se sienta bien y que el niño quiera contar algo (…) escuchar

aunque sean balbuceo de él (…) hacer que uno los entiende porque

esa es su forma de expresarse.

Desde la práctica advertimos que la adulta C, se relacionaba a través

de explicaciones, específicamente en los momentos de desregulación

emocional de los párvulos. Así se muestra en el siguiente episodio:

(Durante la ingesta de la tarde -leche de las 14:30. La adulta C, se

acerca a un niño que está en la cuna, quien recién despierta de la

siesta. La adulta le acomoda la cama el niño le expresa con su cuerpo

y mirada la sensación de sorpresa a lo que la adulta dice: "¡No llore,

no se asuste!"–le saca el chupete y añade–"¡Vamos a tomar papita,

mira!", e introduce la mamadera en su boca. (La adulta mantiene la

174

mirada por algunos momentos en el niño, sin embargo se conecta con

otros focos que la distraen de la relación exclusiva)

En otra ocasión la adulta C, le explica a un niño sobre la ausencia de

una de las adultas:

La tía se tiene que ir ahora, ella tiene que irse a otra sala a hacer las

camas, ¡ya Joaquín deja de llorar, vamos a dormir!”, lo acuesta en la

cama y golpea la espalda del niño con unas palmadas, luego lo mece

en la cuna, con ausencia del contacto visual. Ya que su atención

también está en otros niños y niñas que deambulan por la sala.

Como se observó, por breves momentos intentaba explicarle al niño lo

que sucedía, con un tono de voz normal, pero no empática, con lo que no

logra calmarlo del todo e incluso, en ocasiones, aumentó su estado de estrés

llorando; finalmente el niño se resignó y volvió a su estado de aparente

calma. Lo anterior nos señala que la relación diádica no está presente, ya

que la adulta no reconoce las emociones de la relación y, por tanto, no

minimiza los estados negativos de estrés que permiten recuperar la díada.

Esto último se refuerza, con la idea de que ella plantea en la entrevista,

“hacer que uno los entiende porque esa es su forma de expresarse”.

Conclusiones

En la adulta C, se observa coincidencia entre su discurso y práctica,

donde su pensamiento lo aplica conscientemente, fundamentando su actuar

y por tanto estableciendo relaciones con significado personal y profesional.

Desde la educación emocional la adulta C, se observa más cerca de la

norma y por tanto con el riesgo de que su práctica afecte la relación

diádica. Desde la co-creación del vínculo de apego la comunicación

175

empática es una vivencia real que se sostiene en la significación de la

diada y por tanto en la transacción autentica de información afectiva.

Adulta A: autoobservación de su práctica, buenas y malas relaciones

Respecto como la adulta se autoobserva respecto a la construcción

de su relación con los niños y niñas ella sostiene que:

Me acerco harto a ellos me gusta compartir. Igual hay un niño que

muerde, pero me preocupo harto por él para que no vaya a morder a

otro niño. Juego con él, estoy igual preocupada de los demás pero

tratando de compartir con él (ella explica esta reacción del niño como

una conducta “nerviosa” esto debido a que la madre no se ocupa de

él)…es su forma de expresar “pónganme atención”.

Cuando se dialogó sobre lo que constituye una buena o mala relación,

la adulta A concluye que una buena relación es la comunicación, entregar

cariño y ser leal. Esto último la investigadora lo advirtió como un factor

destacable y le pregunta a que se refiere con lealtad, la adulta A reaccionó

así: “Se quedó en silencio, sin saberlo explicar y cambió de tema”.

Respecto a cómo es una mala relación para un niño, es el apego

excesivo así lo explicó ella:

Darle harto cariño está bien, pero si uno se aferra mucho a un niño y

el niño cambia de nivel le afecta al niño y le afecta a uno también… El

desapegarse daña más a uno que a los niños, porque ellos encuentro

yo que se adaptan, van donde les den cariño.

176

En su práctica la adulta A, se observa constituyendo una relación

diádica con un niño en donde ella es reconocida como adulta significativa por

parte de él y de las otras adultas. Es capaz de preparar una respuesta

empática, sin embargo, ante la petición de otro niño no logra hacer contacto,

es decir, no reconoce al niño como significativo y por tanto no duda en

desplazar su atención hacia otro adulto, así se observa en los siguientes

episodios:

(Es día lunes y se encuentran en la hora del saludo). Se inicia la

grabación con un clima emocional estable, pero repentinamente hay

un niño que rompe en llanto y es atendido por la adulta B, pero pese a

sus intentos no logró regularlo y mantuvo su llanto, sin embargo de

pronto se calma. Por otro lado, la adulta A –que amarraba un zapato a

un niño– no logró ver las señales de incomodidad que un bebé

manifestaba, por lo que pronto este rompió en llanto al alejarse la

adulta A del lugar. Habían dos adultas en la sala y tres a cuatro niños

que en cadena comienzan a lloran haciendo algunas pausas, las que

en algunas oportunidades fueron contenidas por las atenciones

individuales de la adulta A y B y en otras fueron por acción de

sublimación del niño.

En otra oportunidad, en la práctica se observó:

La adulta A se sentó en la colchoneta entre dos niños y se percató que

un niño (niño que lloró junto a ella por varios minutos mientras

amarraba un zapato y que se calmó sólo a intervalos) del grupo

rompió en llanto, ella se acercó y lo tomó en brazos, pero Tomás al

observar esto comenzó a llorar. La adulta A se dio cuenta del hecho y

trató de explicárselo así: "¡Pero, Tomás, no puedo estar con los dos!".

Luego de esto intervino la adulta B, solicitándole al niño que estaba en

177

los brazos de ella para que pudiera tomar a Tomás… Ella primero

sentó a Tomás a su lado cantando y golpeando en su pecho –acción

que calma al niño– para luego incorporarlo a sus piernas. El niño se

sintió atendido y la adulta A satisfecha en la relación.

Conclusiones

Lo anterior, se podría clasificar en la no coincidencia respecto al

discurso y la práctica, esto por que condiciona su discurso a la situación, es

decir, por un lado comparte el discurso del apego pero lo aplica

selectivamente en la práctica. Lo anterior, afecta al niño desplazado en lo

siguiente: no logra entrar en el espacio de intimidad con la adulta, es decir,

no hace contacto para compartir una relación diádica de regulación y por

tanto busca sublimarla. Es importante destacar que los niños y niñas en

situación de vulnerabilidad requieren construir “reservas emocionales”, es

decir, ya que no pudiendo tener la relación diádica con su madre, buscan

satisfacer esa necesidad a través de otras relaciones significativas durante

sus primeros años de vida. Esto último bajo ningún punto reemplaza la

relación materna, pero sí puede permitir la resiliencia.

Bajo el enfoque de la educación emocional la adulta A, se observa

hacia el eje de norma, inclinándose hacia una relación que se observa

cercana pero que no busca involucrarse.

Adulta B: auto-observación de su práctica, buenas y malas relaciones

La adulta B concibe su relación como de maternaje, proyectando su

pensamiento en el del pensamiento del niño, así lo indicó:

178

Yo, por ejemplo, después de mi colación paso directo a otro lado,

porque si me ve (refiriéndose a su niño significativo) no quiere tomar

leche…suelta la mamadera y no quiere ser acogido por la otra tía,

pero, ¡es rico eso!...porque uno remplaza a la mamá, porque la mamá

se va y en el pensamiento del niño dice: '¡aquí está mi mamá, mi otra

mamá!”.

Si bien la adulta se observa sensible en su discurso, cabe recordar

que la relación que se necesita sustentar en la sana relación diádica no se

fundamenta en el desvalimiento del niño, sino en reconocer al otro como un

legítimo otro y no en ser la reemplazante de algún afecto. Más bien, la díada

busca nutrir y fortalecer la identidad y por tanto la resiliencia de su historia

personal.

La adulta B, respecto a una buena relación intenciona el acogimiento,

como el principal y el cariño como una forma de expresión. Así lo ejemplifica,

“cuando uno los acurruca –luego añade– todo es permitido en los cariños…

hay niños celosos, por eso hay que hacer cariño cuando no lo ven los niños”.

Respecto a la mala relación se basó en representarla en la no acogida. Así

lo ejemplifica ella:

Cuando un niño no se toma en cuenta, el niño muchas veces llora y es

por algo: un niño llora no porque quiere llorar y uno tiene que estar

atenta a lo qué le pasa, qué le duele, porque siempre es por algo...no

dejarlo llorando y que siga llorando”.

Respecto a la temática de la buena relación se destaca en su discurso

reconocimiento de acciones empáticas como elementos centrales de la

relación: destacó el acurrucar y hacer cariño, como una acción de intimidad,

es decir que está dispuesta a entregar y recibir afecto, sin embargo, cuando

179

agrega que existen niños celosos, se concluye que hay un sector de niños

insatisfechos en el contacto físico y que por tanto no hay suficientes espacios

de exclusividad en la relación diádica. Por otro lado cuando define la mala

relación desde el abandono, logró ver perfectamente las señales pudiendo

evaluar la emergencia.

En la práctica la adulta B, se observa intentando en la relación

interpersonal establecer respuesta empáticas, en ocasiones logra en forma

breve estar sintonizada con otro, pero se ve interrumpida por la rutina y el

escaso personal que se encontraba dentro de la sala a la hora de siesta. Así

se evidencia:

(Se observó el momento de inicio de la siesta. El clima emocional del

aula estaba tranquilo y lo acompañaba una suave música y la

educadora). La adulta B tenía una niña en brazos (la forma de tomarla

en brazos era mirando a la niña hacia adelante) y sin trasladarse la

mecía, ya que también observaba el juego de dos niños en una cuna.

La niña se veía cómoda y la adulta aproximaba de vez en cuando su

rostro sobre ella haciendo contacto corporal. El período en que ocurre

esto fue reducido, ya que prontamente trasladó a la niña a otro lugar

de la sala ocupándose de otras actividades propias de la hora, como

apagar la luz y acostar a otro niño, entre otros.

Conclusiones

La adulta B, se observa débil en el plano de las respuestas de

resonancia o calce, así no logra acompañar los estados de regulación

y desregulación del niño y la niña, esto porque requiere más tiempo de

conexión, es decir espacios de mayor consciencia emocional que no

180

le proporciona el sistema. Así su práctica lejos del liderazgo

emocional, se ubica en el eje vínculo mal gestionado. Develando la no

coincidencia entre su discurso y práctica.

Adulta C: auto-observación de su práctica, buenas y malas relaciones

Respecto a la adulta C, sobre como ella describe su relación cotidiana

con los niños y niñas ella lo estableció así:

“Fui amorosa ya que me sentaba en el suelo, llegaban ellos, me

abrazaban. Algunas veces uno les llama la atención pero

enseñándoles… nunca ser pesada con ellos o molestarlos todo el

día…si hizo algo malo, '¡ya, a ver ven!, vamos a conversar…', pero si

uno los llama y les conversa…algo van a entender...algo entienden,

pero van a quedarse con algo que entendieron. No le voy a decir

palabras y palabras…no van a entender…uno queda tranquila en que

uno intervino en lo que hizo él”.

Lo anterior explica que la relación interpersonal que sostiene con el

otro es de control, ya que en todo momento enfatiza el rol moral que debe

tener el adulto sobre el niño, es decir, lo bueno y malo, lo correcto o

incorrecto. Esto desde la educación emocional, se comprende cómo, no

reconocer el filtro de mi interpretación en mi mirada al otro, proyectando mi

sentido de la vida en el sentido de la vida del otro.

Por otro lado, la adulta C define una buena relación centrándose en la

comunicación, así lo entiende ella: “La comunicación es una buena relación”.

Y cuando define una mala relación es: “Todo lo contrario, en la mentira…uno

siempre se equivoca.

181

Al observar la adulta C en su práctica. La relación que establece en su

práctica es a través de la comunicación verbal y por tanto, no observa el

estado emocional del niño, más bien actúa sobre él creyendo apagar la

desregulación emocional a través de la evasión explicativa permitiendo

desconectarse a pesar de escuchar el llanto y observar las señales de

rechazo, sometiendo al niño a su requerimiento. Así lo vivencia el niño en

esta situación:

(Es día lunes, Joaquín ha llorado durante la mañana. A intervalos

deambulaba por la sala gritando y llorando (sin lágrimas).Algunas

adultas lo calmaron tomándolo de la mano, entregándoles juguetes).

Luego se inició el saludo y el Joaquín buscó la compañía de un adulto,

quedándose quieto ante la acogida de una adulta que lo abrazó. Logró

estabilizarse, cantando y observando las acciones de las adultas e

imitándolas, pudiendo entrar en sintonía y concentración.

Intempestivamente entró la adulta C, a buscar un niño para la muda y

se acercó a Joaquín moviéndole la mano. El niño la miró y rechazó la

invitación echándose hacia atrás y cambiando la expresión de su

rostro. La adulta ignoró esa señal y lo tomó en brazos diciendo:

"Vamos a sacar el pañalsito". Luego de esto el niño rompió en llanto,

pero la adulta lo retira de sala diciendo: "¡Vamos a cambiar el pañal!".

Conclusiones

La adulta C, manifiesta coincidencia entre su discurso y práctica,

de manera de estar consciente respecto a sus respuestas que ofrece al niño

en la regulación o desregulación emocional. Esto nos permite comprender

que la relación interpersonal que construye la adulta C, es no entender por

qué el otro siente lo que siente, es decir, las circunstancias que gatillan el

estado emocional. Por lo cual preparó respuestas racionales hacia las

182

señales emocionales del niño, sin considerar la intimidad como elemento de

regulación. Así se evidencia también en esta afirmación (La adulta C se

dirige a la investigadora que estando en la sala se acerca a Joaquín que llora

insistentemente). Adulta C: “¡Tía, él llora un ratito en la cama y se queda

dormido!”. Lo anterior desde el enfoque de la educación emocional ubica

a la adulta C, el eje norma en donde su incapacidad de ponerse en el

lugar del otro impone el control.

Adulta A: limites en las relación

Respecto a los límites, la adulta A declaró que son importantes para

mantener una sana relación y lo ejemplificó a través de situaciones que ha

vivido con los niños y niñas. Ella se refirió a la acción de los niños por

experimentar nuevas posibilidades con su cuerpo y aventurarse a los

riesgos:

A pesar que son tan chiquititos y lo quieren hacer, van y se suben

arriba de la silla; va uno, les saca la silla y ellos se suben. Igual si uno

le dice que no, que se pueden caer, le explica y le explica…Si no les

pone un límite ellos lo hacen igual.

La declaración de la adulta A, evidencia que acciona frente al riesgo, a

través del límite de la protección al párvulo en relación a la experiencia

negativa que podría tener y por tanto la responsabilidad que ella tiene sobre

su cuidado. Reconoció la persistencia del niño y el poder que ella ejerce

sobre acción experiencial de riesgo. Cuando un niño o niña comprende que

sus acciones tienen consecuencias, no clasifican sus decisiones como

buenas o malas, sino responsabilizándose de ellas.

183

Desde aquí se observa que la práctica pedagógica de la adulta A se

ve afectada por la respuesta negativa de un niño, separándose de la relación

interpersonal con él hacia otra más satisfactoria. Así lo describe esta

situación:

La adulta A observó a un niño e interpretó interés de parte de él, sobre

el juego que ella propone con unas pelotas, entonces lo pone en

posición prona, pero el niño no reacciona, se queda sin movimiento.

La adulta A se acercó y trató de entusiasmarlo moviendo las pelotas,

tratando de que se mueva, pero él se quedó echado en la colchoneta,

la adulta dijo: "¡Ya po', Mateo!" y aplaudió dos veces y lo miró. Vuelve

a insistir, tirándole suavemente la pelota a la cara de niño, pero él no

reacciona. Luego, el niño le retiró la vista y comenzó a quejarse, ella

percibió su molestia y lo sentó, diciendo: "¡No te gusta estar así!". El

niño comenzó a llorar, moviendo con intensidad sus manos,

refregándose las manos en su cara. La adulta A se retira de su lado,

dejó de tomar atención al niño que le rechazó y se concentró en otro.

El niño que rechazó su propuesta de interacción se quejó por breves

momentos y luego se calmó. Quedó sentado observando a su

alrededor y a veces siguió el accionar de la adulta A. Luego, se quedó

mirando un punto fijo, ensimismado, como si por lapsus no estuviera

en la sala. Continuamente se restregó la cara y bostezó. Luego cogió

un juguete y centró su atención en él, sublimando su estado

emocional.

Conclusiones:

En esta categoría la adulta no coincide con su práctica, dado que los

límites que establece en el discurso es en el hacer del niño y la niña y no en

la relación, confundiendo el hacer con el ser.

184

La adulta en forma inconsciente actúa frente al rechazo situando un

límite: estoy junto a ti mientras tu respuesta sea favorable a mi

reconocimiento, no aceptando la emoción del otro, juzgándola como correcta

o incorrecta y no como algo que es. Desde el enfoque de la educación

emocional se ubica en el eje norma en donde promueve sutilmente que

cada párvulo haga lo que quiera con su estado emocional.

Adulta B: limites en la relación.

La adulta B, denomino normas a los límites distinguiendo entre el

cariño y el aprendizaje. Esto lo sustenta así:

Las normas con los niños…el cariño es uno y el aprendizaje es otro…

¡Esto no está bien!... 'Yo te quiero mucho, pero esto no está bien lo

que hiciste. La tía esta triste…'y si persiste lo dejo para que se le pase

la pataleta… Muchas veces los niños uno le explica y ellos no

entiende. Uno lo deja pero estoy al lado de él y cuando se le pasó, le

conversó…el niño se da cuenta cuando se le pasó la pataleta y estar

al lado de él se calma, porque si yo lo dejo ahí tirado solo ¿cómo se va

a sentir?, ahí sería como maltrato para mí…dejarlo tirado llorando.

En la práctica la adulta A se observa de la siguiente manera:

(La adulta A revisó los pañales de un niño que llora, se dio cuenta que

su pañal no estaba sucio con deposiciones y lo tomó en brazos; el

niño se calma. Luego se paró con él en brazos y lo trasladó hacia otro

sector de la sala para luego volver y dejarlo en la colchoneta cerca de

la adulta B. En ese momento la adulta B quedó sola con nueve niños,

entre los cuales lloraba Joaquín, Tomás y el bebé que ha dejado en la

185

colchoneta la Adulta A). La adulta B quedó sentada con una niña en

brazos mirando y escuchando el llanto de los niños y niñas, se ve

imposibilitada de asistir a todos. En un momento la adulta B dice:

"Cuidado", indicándole a una niña que se traslada sobre sus piernas.

La adulta B, observaba los llantos de los niños pero restringió su

mirada a aquella niña que tenía en sus brazos. Trató de consolar con

palabras que apenas se escuchan en la grabación debido a los fuertes

llantos de los niños. Por un momento no tuvo niños en su falda pero

esto no la invitó a acercase físicamente para contener y regular el

estado emocional de los niños y niñas… Así la experiencia de

aprendizaje planificada pierde fluidez y se vuelve en un espacio de

complejo de habitar.

Conclusiones

La adulta B, es coincidente su discurso con la práctica, ya que

efectivamente ante la desregulación emocional del niño está presente

físicamente, sin embargo, su presencia física y la lectura de señales no son

suficientes para preparar la respuesta empática. Así se evidencia que en

situación de estrés relacional en donde sus alcances se ven limitados, se

aísla, impidiéndole reaccionar y, por tanto, disponer de otros recursos como:

interacciones caras a cara, el contacto visual, la cercanía física (tocar, besar

y acariciar). Desde el enfoque de la educación emocional se ubica en el

eje vínculo pero mal administrado.

Adulta C: limites en la relación.

En cambio la adulta C definió los límites de la siguiente manera:

Los límites es como una educación, como un respeto, hasta cierto

punto uno tiene que llegar, porque corresponde hacer eso no más y no

186

pasar a llevar a otra persona. Es rara vez que al bebé le den pataletas,

pero si se tira al suelo lo dejamos en la colchoneta sino le han pegado

y si no se va agredir y llora; lo dejamos que llore un ratito y se calme

solo, después de a poquito uno lo incorpora pero no darle el gusto de

la pataleta que él hizo. Pongamos que él se puso a llorar por un

juguete que tenga otro niño yo no le voy a ir a quitar al niño ese

juguete para pasárselo a él, voy a dejar un rato que llore y que se

tranquilice un poco y después invitarlo con otro juguete: no con el

mismo… porque eso es como darle en el gusto y va seguir haciendo

pataleta cada vez que quiera algo.

Respecto a su práctica la adulta C se observa:

La adulta C conversa con la auxiliar de servicio y luego sostiene un

dialogo con la educadora del nivel. Algunos niños lloran fuertemente,

pero la adulta C está concentrada en el diálogo con la educadora,

dejando de involucrarse con lo que ocurría en la sala. Por unos

momentos se conectó con lo que sucedía y dijo: "Ya, ¿qué pasa?", y

luego continuó con su conversación. En otra oportunidad Joaquín

seguía a la adulta C dentro de la sala buscando su compañía y

regulación; la adulta C no se detuvo para hacer contacto con él, más

bien lo dejó desregularse a intervalos.

Conclusiones:

Tanto el discurso y práctica, es de absoluta coincidencia, ya que las

declaraciones de la adulta C emitió, carecen de reconocimiento sobre gustos

e inclinaciones de los niños respecto a los objetos deseo. Más bien la

información que obtuvo de la pataleta es de un capricho, es decir, un deseo

187

más bien efímero de algo. Esto último no lo interpretó como un estado de

frustración, donde la rabia o enojo se manifiestan como una emoción valida y

necesaria para la emergencia de la vida. Así, doblegó esta expresión a

través del sometimiento y acomodó su conducta a su ideología. Por otro lado

en su práctica se evidenció que el límite que ella imparte es una forma de

poder sobre el más débil, no logra ver los estados desregulados de los niños

más pequeños; sin duda este factor índice es la respuesta no empática que

expresa a los niños en su práctica y por tanto no logra conformar una

relación diádica significando a algún niño o niña. Desde el enfoque de la

educación emocional su relación esta inclinada hacia el eje norma.

Adulta A: factores de estrés en la relación

Cuando se le pregunta en qué momentos del día se observan más

conflictos al interior del aula y si estos afectan las relaciones con los niños y

niñas, ella sostuvo:

Cuando los niños almuerzan y cuando están las dos tías munando y

uno queda sola en la sala, cuando vienen hartos es complicad. Uno ya

está preparada cuando le toca el turno de quedarse sola...uno

visualiza primero a los que se tiene que preocupar de ellos para que

no pase nada malo... Muerden, sacan los contenedores y tratan de

subirse y uno los visualiza primero...los más tranquilitos no hacen gran

problema.

En la práctica se observa en el espacio de alimentación:

La adulta A, está dando el almuerzo a tres niños uno está en un centro

de interés y los otros dos están en una silla. Si bien el clima emocional

está regulado. El niño que está en el centro de interés es demandante

188

y manifiesta su estado con todo tipo de señales como: balbucea,

mueves sus manos, mueve su cuerpo con intensidad. La adulta inicia

el proceso de alimentación con su niño significativo a quien le habla en

forma dulce y pausada. Luego, alimenta al niño que está en el centro

de interés que calma sus acciones con la alimentación. Su niño

significativo al restarle atención le reclama y ella lo advierte diciendo:

“Tomás ya te voy a dar la comida”. Luego inicia la alimentación con la

tercera niña que se observa tranquila sin demanda, pero que la final

del almuerzo se empieza a quedar dormida en la mesa. Cuando la

adulta advierte esto le golpea la mesa para llamar su atención. (Se

observa que la adulta no se altera ante las demandas de los niños y

mantiene un rito y dialogo con ellos. Sin embargo, el niño de mayor

demanda que se encuentra en el centro de interés a intervalos se

desregula por la espera de la comida y el sueño).

Conclusión

Respecto a su discurso y práctica si existe coincidencia ya que la

adulta A, se prepara para los espacios de estrés en periodos específicos. Se

observó el periodo del almuerzo de los niños en donde se ve tranquila ante

las demandas de los niños y niñas. Cabe destacar que si bien ella, reconoce

las demandas de los niños y las atiende en la medida que puede. Se advierte

que la satisfacción de necesidades de alimentación y sueño está basada en

los tiempos de espera no adecuados para ellos, invitando a la desregulación.

Desde la educación emocional la adulta de ubica en el eje cercano al

vínculo preocupándose de las necesidades, pero el sistema no le

permite gestionar de mejor forma el aprendizaje ya que el recurso

humano es insuficiente. Por tanto el niño ocupa la sublimación de su

deseo.

189

Adulta B: factores de estrés en la relación

Respecto al tópico del estrés la adulta B, observa lo mismo que la

adulta A. Así lo declara:

La hora de almuerzo y la hora de siesta, yo respiro profundo, uno ya

los conoce y dice: '¡con estos ya tengo que estar más atenta!', tratar

que estén entretenidos… ya cuando están dormidos hay que suspirar

(signo de descanso); esos son los días que uno no quisiera venir,

porque es tenso, uno no quiere que le pase nada a los niños… Si lo

mordió estaba a cargo mío, uno se siente incómoda porque justo pasó

cuando uno lo estaba cuidando.

En la práctica se observa así:

La mayoría de los niños y niñas esta desregulado es la hora del

almuerzo y algunos niños han esperado este momento llorando. La

adulta comienza a armar su grupo de niño el cual ella alimentará.

Coge de la colchoneta a un niño que llora y se refriega los ojos. La

adulta lo coge de los brazos y lo traslada hacia su silla mientras el niño

sigue protestando por su comida. La adulta se observa rápida ya que

reconoce las señales de emergencia. Pero se detiene para ponerse el

delantal y la cofia mientras aumenta el llanto del niño en la silla. Ella

observa a su alrededor y se ve tensa, luego se retira del espacio para

ir en busca de una silla llega rápida a sentar a otra niña, que también

es de su grupo. Coge a la nueva niña que está jugando en la

colchoneta sin dirigirle la palabra la sienta e intenta amarrarla con los

broches de seguridad.

190

Conclusiones:

La adulta B, coincide su declaración con la práctica. Su actitud refleja

tensión y esto le impide elaborar una respuesta sensible. Desde la

educación emocional se ubica en el eje de norma, ya que al no tener

consciencia de su estado de estrés no logra conectarse con la

regulación o desregulación de los niños y niñas impidiendo gestionar

su trabajo vincular. Si bien, la meta es alimentar al niño esto es parte

del proceso de co- creación del vinculo de apego que obedece a la

disposición emocional del cuidador en momentos de estrés.

Adulta C: factores de estrés en la relación

La adulta C expresa que los niños y niñas viven un periodo de tensión

añadiendo: “Los niños están tensos y por eso lloran". Asimismo, frente a un

episodio de tensión en la práctica, la adulta C interactuó desconectada de las

emociones de los niños y niñas y de su propio estado emocional, así lo

evidencia este relato:

(La adulta C se encontraba sola en el aula. Se observaba que había

alrededor de 12 niños en el aula, algunos en la colchoneta, silla nido y

centro de interés, otros se trasladan en la sala). Ella se dirigió a la

radio para poner música y comenzó a cantar la canción: "Un elefante

se balanceaba…". Mientras un grupo de niños lloraba, la adulta se

paseaba de la mano con una niña cantando; por momentos los niños y

niñas se calman y ella comenzó a preparar las cunas. Los niños

rompieron en llanto. Joaquín lloraba muy fuerte y la adulta dijo:

"¡Joaquín, la tía no te puede llevar para allá!", él estiraba sus brazos

pero la tía no lo vio y prosiguió su actividad de preparar la sala.

191

Asimismo, en otra ocasión, en la práctica:

Una niña en forma insistente golpeaba a otra menor y cuando la adulta

C se percató del hecho y dijo fuerte “¡Pascuala!”,luego fue hacia ella,

la tomó de las axilas bruscamente con un corto pero intenso zamarreo

y la retiró del lugar dejándola afirmada en una cuna. Pascuala perdió

estabilidad aferrándose a la cuna, la adulta C se va del lugar a buscar

a otros dos niños que trasladan una cuna, a los a cuales les sonrió y

aplaudió su acción desconectándose de lo ocurrido con Pascuala y

con la niña afectada que quedo en la colchoneta. Pascuala se quedó

por unos momentos en los barrotes de la cuna mientras miraba a la

niña de la colchoneta. La niña de la colchoneta no hiso contacto visual

con Pascuala y buscaba con la mirada de la adulta C, pero no recibió

respuesta. Luego de un rato, la adulta C se acercó a la niña afectada

que sigue en la colchoneta y le revisó sus pañales, para luego dejarla

nuevamente en el mismo lugar, sin realizar ningún tipo de contención.

En ese momento la mitad de los niños lloraba y el ruido aumentaba

considerablemente. Si bien la adulta C intervino con algunas frases

como: "¡Ya, no lloren!", no se acercó a ninguno de los niños para

contenerlo y ayudar en su regulación emocional.

Conclusión

La adulta C, coincide su discurso con su práctica, ya que

efectivamente los niños y niñas están tensos, pero no reconoce que aspecto

ella puede intervenir para la regulación. Desde la educación emocional, el

sistema rígido de la rutina diaria y la disposición de la adulta sometida a

momentos de estrés, revela una incompetencia emocional en relación a los

ambientes en que cohabita, por tanto, la adulta no sabe transformar

atmósferas emocionales, esto porque se cree que no se puede cambiar o por

192

qué no lo observan como algo relevante. Así se ubica en el eje norma ya que

no es capaz de empatizar con el estado emocional del niño.

Adulta A: preferencia en la relación

Respecto a la adulta A, ella sostuvo que su preferencia es por los

niños disruptivos así lo señaló en la entrevista. “A mí siempre me han

llamado la atención los niños complicados, como este niño que muerde”.

(Relata la historia del niño que muerde y de los niños de Renca en donde ella

logra entrar en un espacio de relación y aceptación. Luego del relato, llora).

En relación a su práctica la adulta A, se observa con una relación

intensa de significación con un determinado niño, pero este nunca se le

observó mordiendo a nadie.

Conclusiones:

Entre su discurso y práctica se observa no coincidencia ya que su

discurso se enfoca en sentirse necesitada por el niño y la niña, intentando

identificarse con su estado de vulnerabilidad. Así el juicio sobre los niños y

niñas disruptivos se transforma en juicio de su realidad y del campo de sus

posibilidades. Esto último se sustenta desde la educación emocional en

donde un juicio es una evaluación en donde crea realidades e identidades.

En su práctica se observa como un adulto significativo- activo en su

relación sin mayores disrupciones en la relación. No se puede ubicar en

un eje ya que su respuesta es ambivalente.

193

Adulta B: preferencia en la relación

La adulta B se inclinó por la condición de género de los niños

prefiriendo a los varones en vez de las niñas, sin embargo, en su práctica

pedagógica actual se observa que establecía una relación con una niña que

considera significativa dentro del nivel educativo. Aunque la regulación

emocional se ve tensionada por los cuadros estresores del sistema.

Conclusiones:

Se observa no coincidencia entre su discurso y la práctica, ya que

busca agradar en la relación, por tanto se presenta la flexibilidad como un

factor, es decir, no se anticipa a la relación sino más bien deja que surja.

Desde la educación emocional se ubica en el eje vínculo.

Adulta C: preferencia en la relación

Al preguntar sobre con qué tipo de niño o niña establecen una relación

más fluida, la adulta C declaró que está más cómoda con los niños y niñas

más grandes, esto porque siente que se puede comunicar mejor con ellos.

Así lo argumentó:

Con los más grandecitos, por el hecho de que ellos responden. Por

ejemplo: si les digo algo ellos se ríen, en cambio los bebés la miran a

uno no más y yo espero la respuesta de ellos para seguir

haciéndolo… Los más grande te responden más rápido y me resulta la

comunicación fácil y más compleja con los más chiquititos;¿no sé

porque nunca me había hecho esa pregunta?… No es que lo haga

mal con los chicos o que no vaya interactuar con ellos cuando estoy

con todo el grupo.

194

Dentro del marco de su práctica, se observó como la adulta C

interaccionaba con el grupo de párvulos más grandes, en donde por períodos

cortos jugaba conectada con ellos. El escaso vocabulario de los niños y

niñas no permitía hacer grandes diálogos, pero sí las acciones como

manipular, mostrar y pasar objetos, mantenía el contacto y deseo de juego

entre la adulta y los niños/as. La adulta centró su juego sosteniendo los

elementos que le traían los niños y les otorgaba significado. Lo anterior se

observó así:

La adulta C estaba realizando una experiencia de aprendizaje. Ella

estaba con el subgrupo de los niños y niñas más grandes. En su

colchoneta había nueve párvulos que jugaban con libros, muñecas y

objetos de cocina. El clima emocional era estable. Todos los niños y

niñas jugaban: algunos solos, otros entre pares y dos niñas que

estaban más cerca de ella se relacionaban desde el uno a uno.

La adulta C en silencio observaba cómo jugaban los niños y al mismo

tiempo iniciaba un diálogo con la adulta A diciendo: "¿Y hoy día al final

son dieciséis?". La adulta A no contestó, pero intervino la adulta B

diciendo: "Sí, son dieciséis y se van dos", a lo que la adulta C

respondió: "Dos menos y quedamos con catorce" La adulta A intervino

y dijo:"Tengo diecisiete con Joaquín". (Mientras esta conversación se

gestaba, una niña quería darle de comer a la adulta C, pero ella no la

observaba, ya que continuaba su dialogo con las demás adultas.

Luego entró la educadora de improvisto y se cortó la conversación .En

ese momento la adulta C inició una interacción con una niña que le

pasó una muñeca; ambas jugaron a darle comida. La educadora se

retiró de la sala y se retomó la conversación de las adultas, ahora

sobre lo que habría de alimentación a la hora del almuerzo. Si bien la

adulta C por intervalos se conectó con la niña a través del juego, no

195

fue su foco de atención. Después tocaron la puerta y la adulta C volvió

a conectarse con la niña, pero ahora con una interacción más

prolongada. La adulta C sostenía una muñeca y la niña intentaba

poner la mamadera en la boca de la muñeca. La adulta C hizo el

sonido de succión y guió la mano de la niña con la manadera hacia la

boca de la muñeca diciendo: "¡Así!", mientras otra niña muy cerca de

ella se intentaba parar para buscar un juguete y la adulta C se lo

impidió tirándola hacia atrás, diciéndole:"¡Siéntese!".

Conclusiones

Se observa coincidencia entre su discurso y la práctica. Ella sostiene

inclinación por los más grandes y en la práctica está a cargo ellos. Esto

permite analizar que la adulta mantuvo el juego a intervalos, su contacto era

escaso ya que estaba atenta a lo que ocurría a su alrededor, dejándola con

un rango restringido de la realidad; sus aportes a las interacciones fueron

básicos y por tanto el encuentro del juego no permitió potenciar la díada.

Desde el enfoque de la co-creación del vínculo de apego las experiencias de

juego relacional establecen la díada, haciendo al cuidador sensible,

amplificando los estados positivos y de sincronía con la niña y el niño,

produciendo una amplia respuesta. Asimismo, el enfoque de la educación

aporta sobre la conciencia como una emoción, es decir, estar en

contacto con la vida que está presente surgiendo del contacto conmigo

mismo y con otros, así se puede experimentar la escucha como una

comunicación entre el estado consciente interno y el externo. Se ubica

dentro del eje norma, solo gestiona el aprendizaje para el control, por

tanto para la respuesta esperada.

196

b) Categoría emociones

Adulta A: conexión emocional

La adulta A logró conectarse con algunos hechos de su historia infantil

relevando que esos hechos se conectan con la vergüenza, sin embargo, al

finalizar esa parte de la entrevista, la adulta A declaró que no le gusta su

forma de ser y rompió nuevamente en llanto, declarando:

Desde chica me ha costado relacionarme con personas o hablar en

público, en el colegio me tenía que sentar con mi hermano, era muy

tímida hasta grande en el colegio… Cuando tenía que disertar era una

tortura”. Se le pregunta con qué emoción lo asociaba y ella dijo que

con vergüenza. Y cuando se le pregunta si le gusta como es, ella

respondió que ¡no!

Cuando se le preguntó sobre que sentía frente a su infancia y su

juguete favorito dijo, “las muñecas...tenía varias muñecas las tapaba, le daba

comida… Sentía cariño”.

Adulta B: conexión emocional

Por otro lado, la adulta B se conectó con la emoción de la pena en su

infancia y con alegría en relación a los niños y niñas de su nivel, pudiendo

ligar pensamiento y emoción. Así lo expresó:

Mi padre me pegó una cachetada y nunca me había pegado, y eso me

dio pena (…) una vez yo le pegue a mi hijo una palmada y ahí me

sentí mal y nunca más lo hice… Siento que estuvo bien lo que hizo mi

papá porque me corrigió.

Cuando se le preguntó sobre lo que sintió por los infantes que están

en su aula, señaló: “¡Siento alegría de tenerlos!… ¡Qué rico que vengan!...No

de rabia, de alegría, no rencor, nada”.

197

Adulta C: conexión emocional

Respecto a la conexión emocional, la adulta C no pudo nombrar ni

comunicar sus emociones del pasado al recordar su infancia o del presente

al preguntar sobre qué siente cuando se relaciona con los niños/as del nivel.

Su respuesta se basó en relatar hechos de su infancia y resaltar la relación

moral que proveía su padre en la formación personal de sus hijos. Así lo

expresó:

Sí…me acuerdo que mi papá nos inculcó ser muy educada: aunque la

persona fuera menor que uno tratarla de usted… Me cuesta un

mundo…que el respeto es importante…y a ser unidos porque siempre

nos juntamos todos…; si una muñequita de goma (…) y yo creí que

me la trajo el viejito pascuero...lo que siento son recuerdos de mi

infancia; que yo también fui así (refiriéndose a la infancia de los niños

de su nivel), que no fui al jardín por que no existía todavía… Empecé

de primero básico…me hubiese gustado ir al jardín porque yo veo

ahora más enseñanza…”

En relación a la práctica, las tres adultas se observan así:

Una niña que lloraba insistentemente. Se calmaba a intervalos, se

refregaba insistentemente la boca. Durante la grabación se observa

que ha pasado por las tres adultas –A, B y C– y ninguna logró

estabilizarla por completo. Cada adulta buscó su estrategia: jugar,

ignorarla, pasearla, dejarla con algún objeto. Pasó más o menos

media hora de grabación y las adultas sintieron que a la niña le estaba

pasando algo. La revisaron, por si estaba con su pañal sucio; le

tocaron la frente, por si tenía fiebre; intentaron hacerla dormir; y, por

último, exclamaron:"¡Debe tener hambre!".Luego de un largo rato y ya

próximas a iniciar el proceso de alimentación (almuerzo), entraron a la

198

sala las auxiliares de aseo que también la escuchaban llorar y

quejarse. Todos los adultos estaban en sus quehaceres, mientras que

la niña lloraba, hasta que una auxiliar de aseo dijo: "¡Oh, la Flor, llora y

llora!". La adulta C, ante esta interrogante contestó: "Hoy no es su

día", y la adulta B afirmó: "¡Anda es sus días! –y vuelve a repetir– ¡No

es su día!" y la niña siguió llorando.

Conclusiones adulta A, B y C

Respecto al discurso y la práctica las tres adultas en los periodos de

estrés presentan desconexión emocional por tanto para la adulta A y B no

coincidencia entre estos factores. Para la adulta C, hay coincidencia por

que no liga pensamiento con emoción y en su práctica si se advierte.

Respecto al enfoque de la educación emocional las tres adultas se

ubican en el eje norma, en donde la no escuchan a las necesidades de

la niña provocando frialdad emocional en la respuesta empática.

Adulta A: reconocimiento del otro

La adulta A sostuvo que a todos los niños se les debe querer por igual

y que no debe haber preferencias, así lo afirmó en la entrevista, “no hay

regalones… hay una relación de todos por igual”.

Dentro de la práctica se observó que la adulta A mantuvo una relación

más estrecha con Tomás, quien se calmaba rápidamente ante su presencia y

la demandaba en varias ocasiones, esto se evidenció en el siguiente relato:

Advirtió el niño el abandono de su adulto significativo y trató de llamar

su atención con llantos y quejas, así se observó cuando la adulta A se

199

aparta de Tomás sin mayores explicaciones para buscar el papel

higiénico para limpiarlo. Vuelve hacia él jugando y priorizándolo.

Adulta B y C: reconocimiento del otro

Respecto al reconocimiento del otro como un ser significativo dentro

de su rol educativo, las adultas B y C reconocieron tener uno o más párvulos

cercanos y advirtieron que la relación nace del contacto y de la mutua

reciprocidad y de la historia personal que ellos traen (respecto a la situación

de vulnerabilidad de sus familia).

Adulta B: “La elección una persona significativa es mutua. Cuando

llega el niño te da una sonrisa ¡ya está!, es como el apego. Eso se da

y cada uno se hace responsable de eso y queda en la intimidad de

cada uno”

Adulta C: “Si tuve una niña era la agustina se vino a despedir por que

se cambia de jardín (…) yo tuve la mamá de la niña también en el

jardín años atrás(…) yo la ayude harto no monetariamente, pero si en

consejo…la niña agustina se dio a querer conmigo un día que yo falte

lloró casi todo el día- ¡Ahí viene la tía Carmen!- le decían las tías y ella

miraba buscándome(...) de apoco la fui dejando por que ella sufría

cuando me iba a mudar y la dejaba con otra tía.

Pero en la práctica no se advierte la presencia de una relación

significativa permanente.

200

Conclusiones adulta A, B y C

Respecto a los factores discurso y práctica no se observa

coincidencia ya que las tres se disocian o en las declaraciones o en las

observaciones. Por tanto se puede ubicar en un eje de la norma

comprendiendo que la adulta A es no confiere importancia a la

significación en la diada dado que la cultura le indica que debe tratar a

todos por igual, sin preferencias. En cambio la adulta B y C, la cultura le

dice que si debe tener un niño significativo, pero la relación que viven

en la práctica no les permite que se geste la relación diádica.

Adulta A: ser sensible al sentimiento propio y el de otros

Respecto al sentimiento propio dijo que cuando ella entra a la sala es

otra y que los niños la ayudan a sentirse mejor, así lo afirmó:

Yo cuando entro en la sala soy otra… como que se me olvida todo…

me acuerdo de las cosas pero trato de no llorar, porque yo digo que

llorar no soluciona nada... A mí no me gusta que me vean llorar…ni

siquiera mis compañeras se han dado cuenta que estoy con pena…A

mí, los niños me hacen olvidar…todo el día con ellos, se me pasa.

Al preguntar ¿cómo te relacionasen los estados emocionales de los

párvulos, cuando ellos están enojados o tristes?, frente a esto las adultas A

manifestó realizar acciones en donde su ayuda es tratar de desconectar al

párvulo en su estado emocional. Así lo manifiesta: Cuesta…hacerlo reír,

cambiar el tema si yo llego a saber porque estamos enojados darle otras

opciones para que se alegre por que es mejor ser positivo que negativo.

201

Adulta B: ser sensible al sentimiento propio y el de otros

La adulta B también a su sensibilidad respecto a su estado de ánimo

en el aula, ocupa la flexibilidad diciendo: “A veces, cuando no estoy bien,

salgo de la sala me tomo un vaso de agua y vuelvo…a veces se puede estar

bien, otras veces no”.

La adulta A, en relación a sus acciones frente a los estados

emocionales del párvulo ella sostiene: “No le pregunto…voy donde él, lo

abrazo, le hago cariño, lo invito a jugar, a compartir con otros niños”.

Adulta C: ser sensible al sentimiento propio y el de otros

La adulta C, durante la entrevista no manifestó sentir que sus estados

de ánimo intervienen en su práctica pedagógica mostrándose en el discurso

autosuficiente, a pesar de distinguir que cuando alguna de las adultas está

con algún problema, todas se ayudan.

Respecto a cómo hace frente a la tristeza de un niño ella piensa en

actuar así: “Sí hacerle cariño no más (…) sienta a alguien que lo está

apoyando.

Respecto a la práctica, las tres adultas se observan así frente a un

niño:

Estaban las tres adultas y Joaquín lloraba y caminaba por la sala

manifestado su insatisfacción se acerca a una cuna en donde estaba

una de las adultas y grita, la adulta B lo tomó de la mano y lo soltó

dejándolo llorar, el niño se observó a sí mismo llorando en el espejo

dejándose caer en el centro de interés, su llanto era agudo e intenso.

La adulta B le habló y dijo: "¡Joaquín, Joaquín!", el niño no hizo

202

contacto visual con ella y se va hacia una ventana que da hacia el

patio. Se calmó y eso lo advierte la adulta B y dice: "Están jugando los

niños, a ver" y se paró desde su lugar a mirar por la ventana.

Repentinamente Joaquín rompió en llanto, las adultas B y C no se

conectaron con él. Luego entró la adulta A y lo llevó llorando al

mudador sin establecer contacto visual ni verbal.

Conclusiones de las tres adultas

Las adultas establecen en su discurso respuestas empáticas, pero en

la práctica son selectivas en la regulación por tanto no coincidente. Así los

relatos anteriores, permiten detectar desde la teoría de la co-creación del

vínculo de apego que el llanto del niño debiera activar en el adulto

significativo un respuesta de alerta y de protección pudiendo resolver

empáticamente el estado del otro, sin embargo, llama la atención que

ninguno de los tres adultos se sienta llamado a regular el estado emocional

del niño, más bien sus acciones están dirigidas a acallar su estado. Esto

último implica el no establecimiento de la díada y por consiguiente la no

conformación de una relación interpersonal afectiva. Desde la educación

emocional se ubican el eje norma, estableciendo control sobre el estado

emocional del niño con la incapacidad de ponerse en el lugar del otro.

Adulta A: valoración del bienestar

La adulta A declaró que los niños son felices cuando están en el patio.

Adulta B: valoración del bienestar

La adulta B, reconoció momentos de felicidad cuando juegan con un

determinado material.

203

Adulta C: valoración del bienestar

Mencionó que el momento de mayor satisfacción es después de la

siesta, cuando se toman la leche en el horario de las 14:30 horas, ya que se

encuentran más satisfechos.

En la práctica, se observa a las tres adultas después de la siesta:

Los niños y adultas se veían más satisfechos, la relación estaba más

distendida. Las adultas recreaban las vocalizaciones de los niños y

niñas, les sonreían, la música que acompañaba era suave y relajante.

Había suficiente material para el que desea espontáneamente

interactuar. Se dieron relaciones uno a uno, aunque la adulta C

persistía en estar atenta a todo, controlando, y eso no le permitió co-

estar en la relación de fluidez.

En la práctica, se observa a las tres adultas en el patio techado:

En el espacio extra aula (patio techado especialmente equipado para

la sala cuna) los niños y niñas de diferentes edades se relacionaban

fluidamente, esto por el aumento de espacio y porque los adultos

estaban más dispuestos a jugar uno a uno. Los roces por contacto

disminuyeron, el aire libre y la luz natural parecían impactar

positivamente sobre el clima emocional, sin embargo, aparecieron

repentinos focos de desconexión del adulto que impactaron en la

relación del niño o la niña y que impidieron nuevamente su estabilidad

emocional y por tanto, perdió contacto con el medio que le rodea.

204

Conclusiones adultas A, B y C

Respecto a los elementos del discurso y práctica es coincidente. Sin

embargo, ninguna de las adultas aludió que el estado de mayor felicidad está

en el encuentro relacional afectivo, es decir, en el lazo uno a uno que

proporciona la díada, por tanto se atribuye que el bienestar está asociado a

elementos externos que satisfagan las supuestas necesidades de los niños y

niñas. Desde la educación emocional se ubica en el eje norma, ya que la

relación está sustentada en factores externos y no en los internos

(relación diádica).

Adulta A , B y C: búsqueda de intimidad

En la búsqueda de intimidad, las adultas declararon que les gusta

expresar y recibir afecto, las expresiones que ellas manifestaron según su

preferencia fueron: acariciar la cabeza, abrazar, besar y la expresión oral del

sentimiento. Cabe destacar que la adulta C recalcó que la expresión oral del

sentimiento, como un “te quiero o te amo”, debe ser cara a cara, esto porque

a ella le permitiría observar la veracidad del sentimiento. Así lo expresa,

“acariciar a mí me gusta, que me digan la palabra y yo verle la cara para

saber si está diciendo de corazón”.

En la práctica de las tres adultas se observan que las expresiones

afectivas fueron escasas. No hay expresiones de parte de ella como: te

quiero, te amo u otra expresión de exclusividad en la relación (como palabras

que sean propias de la relación y que sea un código entre el adulto

significativo y el niño/a). El acariciar y el besar sí, en algunas ocasiones en

forma fugaz y escaso juego relacional “uno a uno”.

205

Conclusiones adultas A, B y C

Respecto al discurso y práctica, las tres adultas presentan selectividad

en la búsqueda de intimidad por tanto no coincidente. Esto se fundamenta en

que la intimidad, se vive como un espacio de encuentro, busca constituirse

en el escenario para el conocimiento y la reciprocidad. Es un contexto que

sólo lo construye la díada de manera de aprender a amar explicita e

implícitamente con códigos que pueden ser palabras, señales, objetos,

juegos, entre otros, y que por cierto se convierten en el repertorio ampliado

de mi propia naturaleza de ser conmigo mismo y con otros. La intimidad

activa la necesidad universal de confortamiento en donde los brazos

amorosos, la dulzura de la voz y las acciones del rostro dejan de ser simples

gestos, para ser analgésicos ansiolíticos y moduladores de la experiencia.

Esto último actuará sellando en las estructuras de la vida emocional y dará

paso a la autorregulación. Desde el enfoque de la educación emocional se

ubica en el eje norma ya que condiciona el encuentro.

c) Categoría necesidades

Adultas A, B y C: reconocimiento de las propias necesidades

Dentro de esta categoría, la adulta A afirmó sentirse satisfecha en su

vida laboral, “me llevo bien con ellas (refiriéndose a las otras dos adultas),

cuando hay que hacer algo para los niños lo conversamos, nos ponemos de

acuerdo como lo vamos hacer”.

La adulta B declaró que, “yo me siento bien: tengo un techo, tengo

trabajo, ropa…tengo salud y eso es lo importante”.

206

La adulta C reconoció, “estoy satisfecha con mi profesión; estudié, lo

logré y estoy trabajando en lo que me gusta... Me siento

tranquila…satisfecha; con los niños tengo buenas relaciones y con las tías

(las otras adultas)”.

Las declaraciones de las tres adultas hacen referencia sobre la alta

satisfacción en que se encuentran en su vida pública, es decir, sienten

agrado en el ejercicio laboral. Esto se puede fundamentar respecto a la

validación de sus prácticas pedagógicas por los adultos que la supervisan (el

adulto de supervisión de la práctica es la educadora de nivel). Así se observó

dentro de este contexto que la educadora del nivel que validó, permitió y

modeló en los episodios de estrés una forma particular de relacionarse ante

la desregulación de los niños y niñas. Así se describió el siguiente episodio:

(Se inicia la sesión de grabación con un clima emocional desregulado

ya que algunos niños y niñas lloraban. La educadora junto a las

adultas estaban entrando a los niños y niñas después de un momento

de patio. Todos los adultos se movilizaban en torno a la organización

del espacio. El ruido es de alta intensidad, no se distinguía con

claridad lo que decía la educadora). La educadora estaba en una

colchoneta con un grupo de párvulos, dos adultas estaban en el cuarto

de mudas y otra en la sala preparando las mesas y sillas para el

almuerzo, un grupo importante de niños/as lloraba; la educadora

estaba sentada en la colchoneta de frente a los niños/as,

específicamente los que no se trasladan por si solos. Ella entonaba

varias canciones una de ellas es: "¡La lechuza hace chu, hace chu!",

que animaba con movimientos dirigidos especialmente a los niños que

estaban en la colchoneta (mientras algunos de los niños caminaban

por la sala y sacaban algunos contenedores con juguetes y

comenzaban a arrastrar las mesas. Al mismo tiempo entró una adulta

207

y dejó una niña llorando al lado de la educadora sin consuelo).Había

una niña que la observaba y lloraba intensamente; ella seguía con su

canto sin prestar atención sobre el llanto de la niña, buscando

regularla con su acción más que contenerla con sus brazos. La

educadora aumentó el volumen de su canto y comenzó a golpear la

colchoneta al ritmo de la canción, la niña que lloraba dejó de hacerlo,

la educadora advirtió el silencio de la niña y repite la acción, sin

embargo el rostro de la niña no era de placer (no se reía, sus ojos muy

abiertos y su boca entreabierta y el refriego de sus manos sobre sus

ojos) puesto que no estaba disfrutando de la canción, y más bien se

callaba ante la animación de la educadora.

Conclusiones: adultas A, B y C.

Las adultas respecto a su discurso y práctica se observan satisfechas

y reafimadas en la práctica de la educadora, por tanto coinciden ambos

factores. Lo anterior se fundamenta en el valor de control que se le otorga a

elementos como canciones y juegos. Por otro lado sorprende la falta de

critica reflexiva entorno a la práctica pedagógica dando cuenta de que las

desregulaciones de los niños y niñas, son parte del sistema y de la vida de la

sala cuna. Por tanto, desde la educación emocional se ubican dentro del

eje control ya que logra sortear las complejidades de las

desregulaciones emocionales desde el refuerzo externo.

Adulta A, B y C: visualización de las necesidades de los párvulos en el

aula.

La adulta A, hizo referencia a las necesidades insatisfechas de sus

párvulos, “necesidad de afecto de su casa, también es importante la

alimentación”. Y consideró la higiene como una necesidad satisfecha.

208

La adulta B declaró que ella observa que la necesidad insatisfecha

está en el vestuario y la alimentación, así lo expresa: “en la ropa se nota…en

la alimentación muchas veces no es la adecuada se nota en su carita…se ve

la necesidad, pero hay otros que están alimentados, bien vestidos, tienen sus

casas y su madre trabaja”.

Y la adulta C advirtió respecto a las necesidades insatisfechas que

hay:

Necesidades de cariño: hay mamitas que los vienen a dejar a las

08:30 y… que se quedan hasta las 19:00h en extensión horaria, por el

hecho que trabaja la mamá… Se acercan a uno (refiriéndose a los

niños) que pueden estar con moquito, enfermito… se acercan a uno

para darle un besito. Es la necesidad que más uno ve en los niños...

Igual las mamás les demuestran cariño en el poco tiempo que tienen.

En la práctica se observa las apreciaciones de las tres adultas:

Durante el trabajo investigativo se observaron experiencias de

aprendizajes grupales (en donde las tres adultas participan) y, en

pocas oportunidades, juegos individuales de absoluta exclusividad.

Respecto a esto último se observó que cuando el clima emocional de

aula es estable los niños y niñas se incorporan desde su realidad a

estos juegos grupales a través de los sentidos, especialmente la

observación y el lenguaje no verbal. Así las adultas que juegan con

dos o tres niños en forma simultánea, mientras que los otros la

observan. En este espacio de mayor intimidad algunos niños

satisfacen su deseo de exclusividad y por tanto de afectividad.

209

En otra ocasión, se escucha entre las adultas un dialogo sobre las

complejidades de la alta asistencia del día anterior:

Son las 09:00 de la mañana y estaban preparándose para iniciar la

jornada con los niños y niñas en la sala. Adulta B comentó: "¿Ayer

tuvimos cuántos niños?, ¿veinte niños?", la investigadora exclamó:

"¡Uy!", la adulta B respondió: "¡Los sacamos al patio!". La adulta C

dijo: ¡Ayer tuvimos harta ayuda si…estuvo la directora, la tía Sandra,

la tía Katy y tuvimos que poner cuatro catres!".La adulta B intervino

diciendo: "¡A la hora de almuerzo tuvieron que venir a ayudar

porque…"; la interrumpe la adulta C que añadió: "¡Pero tuvimos harta

ayuda…" y después agregó: "¡Más era día lunes que algunos venían

llegando con licencia y lloraban mucho!", la adulta A dijo: "¡Más tanto

día feriado!"(…) la adulta C agregó: "¡Gracias a Dios no pasó ningún

accidente; ahí sí que terminamos estresadas!", la investigadora

preguntó por Joaquín y la adulta C señaló: "Pero poquitito, no lloró

tanto ayer… fueron los otros" (refiriéndose a otros niños/as).

Conclusiones: adultas A, B y C

Las adultas A y C, coincidieron en que el afecto es la necesidad más

insatisfecha de los párvulos dentro del contexto familiar. Cabe señalar que

esta necesidad especifica es atribuida por parte de las adultas al contacto de

la madre y su hijo y, por tanto, hay una clara distinción entre lo que surge de

la díada en el seno de la familiar y la díada en el contexto educativo. En

segundo lugar, la adulta B, declara que hay otras necesidades insatisfechas,

como son la alimentación y la higiene. Observando la práctica de las adultas

se confirmó que resguardan la ingesta y la higiene, ya que está

explícitamente marcada en la rutina, sin embargo, el ritmo intenso de la sala

cuna no resguarda suficientemente instancias afectivas uno a uno,

210

promoviendo acciones de juego afectivo como: acariciar, besar, hacer

cosquillas, decir te quiero entre otras; más bien el programa pedagógica

establece experiencias de aprendizaje grupal es enmarcadas en

aprendizajes esperados en los ámbitos del lenguaje y matemática. Desde

aquí, comprender que el discurso y la práctica no coinciden ya que las

necesidades insatisfechas de los niños y niñas observadas por las adultas

las de afectividad pueden ser mejor cubiertas por ellas a través del juego

pedagógico uno a uno, por otro lado la alimentación y la higiene esta

resguardad en los periodos de muda e ingesta y por tanto si estarían

satisfechas. Desde el foco de la educación emocional se ubican en el eje

norma, ya que la cultura del sistema de la sala cuna no proporciona los

espacios relacionales uno a uno. No responde a la necesidad de los infantes.

Adulta A: expresión emocional y necesidades

En esta categoría se desprende la arista sobre si las adultas

reconocieron las manifestaciones de los niños/as respecto a sus demandas

insatisfechas dentro del aula.

La adulta A, observó que el llanto es una expresión de necesidades

insatisfecha y así lo refleja su discurso en la entrevista, “a veces lloran por

hambre porque quieren leche, pero uno conociéndolos… ya sabe que es de

leche o están hechos o necesitan que los muden o es porque tienen sueño”.

Adulta B: expresión emocional y necesidades

La adulta B, declaró observar necesidades insatisfechas de los niños y

niñas en el cuerpo. Así lo comprende ella: “se nota en la alimentación que

muchas veces no tienen en su casa: lo veo en el rostro de ellos, cuando

211

están enfermitos y se quedan unos días en su casa, se nota el niño en su

cara y en la ropa…se ve la necesidad”.

Adulta C: expresión emocional y necesidades

La adulta C, observó que los cambios de conducta son señal de las

necesidades insatisfechas de los niños y niñas, así lo afirma en este relato:

Como uno ya los conoce sabe el cambio de conducta. Tuvimos un

bebé súper tranquilo y de un día para otro empezó a ser muy ágil, le

comentamos a la mamá, y era que en la casa ya no pasaba tanto con

ella porque se iba con la abuelitas paternas y ese trato no le gustaba

por que le consentía en todo, en cambio ella nos decía se toma la

leche a tal hora y tal hora…se puso muy inquieto se pasaba corriendo

a cada rato…se activó mucho el niño mientras la abuelitas lo

cuidaban.

En la práctica de las tres adultas, el infante vive el reconocimiento de

sus necesidades así:

En la hora de inicio de la siesta, algunos infantes lograron dormir

cansados de tanto llorar y pese al ruido que se gestaba en la sala (que

proviene de la música y de los llantos del cuarto de muda); fue

frecuente ver a un niño que lloraba gran parte de la rutina y dentro del

proceso de investigación, sin lograr verlo vincularse con ninguna de

las adultas; las acciones de regulación emocional que habitualmente

se usaron en los momentos de siesta fue dejar al niño en la cuna y

moverlo mientras intentaba dormir o acompañar al niño golpeando su

espalda o pecho a un determinado ritmo.

También, durante la práctica a modo general se observó esto:

212

El contacto emocional que se entregaba para la regulación dentro de

una experiencia de aprendizaje se caracterizaba en algunos casos

por: tomar de la mano y pasearlo dentro de la sala caminando,

sentarse con él en las faldas, pasar juguetes, colocar música, cantar y

dialogar. Pero también se utilizaban las expresiones como, ¡no llores!,

¿quién está llorando?, ¡no esté peleando!, ¡cuidado con los niños!,

¡hágale cariño!, eso al compañero le duele, entre otros.

Conclusiones: adulta A, B y C

Si bien el llanto, la condición física y la conducta, son medios de

verificación respecto a la insatisfacción, estos no están asociados a la

manifestación explicita de la afectividad y por tanto, no es una demanda que

las adultas se sientan llamadas a satisfacer. Desde aquí comprender que en

la práctica hay un discurso en torno a la relación afectiva pero no hay una

práctica consciente por tanto los factores discurso y práctica no son

coincidentes. Desde el enfoque de la educación emocional se ubica sobre

el eje norma, atribuyendo la incapacidad de las adultas de relacionarse con

las necesidades de los infantes.

Adulta A, B y C relación uno a uno

Respecto a la rutina diaria –y su implicancia en la satisfacción de

necesidades de los párvulos del nivel sala cuna menor– las tres adultas

declararon que el único momento del día en que ellas pueden establecer una

relación uno a uno, es en el momento de la muda, la adulta A afirma que:

“la rutina si proporciona tiempo para relacionarse uno a uno, pero

cuando hay muchos niños/as opina que “cuesta un poco pero sí se

213

da... como en la muda es como lo más y el almuerzo, aunque no tanto,

porque le da más de un niño”. La adulta B sostuvo que, “la única

relación en que estamos uno a uno es cuando lo mudamos y cuando

lo alimentamos”.

La adulta C extendió su explicación sobre el momento de muda

diciendo:

Ahora en la muda me relaciono más con los niños, converso más

cosas y no hay más niños al lado, que uno pueda estar pendiente... En

una experiencia (habla de la experiencia de aprendizaje planificada)

uno trabaja con un niño pero está pendiente de todo lo demás, en

cambio cuando yo voy a mudar, yo voy con un solo niño y estoy

pendiente de él no más. Ahí yo puedo conversar y esperar que me

responda el niño, no así en las otras experiencias porque son

grupales...el tiempo de la muda…depende a qué hora se haga. Si lo

hago en la mañana cuando no es tiempo de muda sí… Si es al

almuerzo y asisten entre 18 a 19 niños uno es automática, uno tiene

que ir mudando y sacando para alcanzar, para tener un ritmo, para

que ellos duerman todos al mismo horario. Pero si es en la experiencia

(refiriéndose a otro momento del día) la tía asume la experiencia y uno

tiene un cierto tiempo más relajado.

En la práctica de las tres adultas:

Si bien no se pudo grabar la instancia de la muda por resguardar el

derecho a intimidad del infante durante ese periodo de la rutina, es

preciso acotar que los tiempos observados para la muda están

marcados por tiempo reloj. Ejemplo de esto es la muda de la hora del

214

almuerzo que debe cumplir con tiempos óptimos para llegar a tiempos

al turno de almuerzo de las adultas.

Conclusiones. Adultas A, B y C

Las adultas coincidieron que el momento de la muda es un momento

individual pero que tiene sus restricciones en la práctica y que por tanto no

es un espacio que permita totalmente la construcción de la díada adulto

significativo-niño/a. Por tanto, coincide su discurso con su práctica. Las

declaraciones de las tres adultas advierten que hay conocimiento sobre la

influencia que ejerce la relación individual y que es un factor relevante dentro

de la pedagogía infantil. Pero la cultura de la sala cuna, expresada en rutina

impida que se forjen espacios relacionales de mayor calidad y cantidad. Por

tanto desde el enfoque de la educación emocional se ubica la relación

dentro del eje norma. Ya que conociendo las necesidades de los niños y

niñas no logra romper con la estructura que impone la rutina.

d) Categoría aprender a ser

Esta última categoría tiene la finalidad de revelar si el aprendizaje del

ser emocional es un activo proceso pedagógico dentro de la práctica o se

establece como un discurso aprendido en la educación infantil.

Para esta categoría el análisis del discurso fue el recurso más

importante, esto porque se recorre desde el consciente y al inconsciente en

el pensamiento del sujeto que estaría impregnado la práctica en el nivel sala

cuna. Por tanto no se cotejará esta categoría con la práctica dado que hay

suficientes ejemplos en las categorías relaciones interpersonales en las

cuales se visualizan las acciones de las adultas en relación a los niños y

niñas. Esto último se fundamenta en la construcción cíclica de las categorías.

215

Adulta A: promover y acompañar el aprendizaje del ser persona

La adulta A definió su acompañamiento, “entregándole cariño (…)

harto cariño (…) si ellos hacen algo acá en sala cuna como morder, decirle

que eso no se hace por que al compañero le duele. Aprender a ser

respetuoso”. Al profundizar esta temática se preguntó a la adulta sobre cómo

se ha construido este saber, ella respondió: “Uno lo va adquiriendo con la

experiencia con los niños…”

Adulta B: promover y acompañar el aprendizaje del ser persona

Para la adulta B, el apoyo que brinda a los infantes lo describe así, “a

los bebés, acogiéndolos, dándoles cariño, que tengan un buen desarrollo,

que se sientan ellos felices”. Y ella sostiene que este aprendizaje de

acompañamiento lo adquirió en su vivencia familiar y profesional, así lo

comprende ella: “Eso yo lo aprendí de mi casa, mis papas fueron muy

afectivos conmigo, después yo lo estudie… Miraba los hogares y decía a mí

me gustaría atender a los niños”

Adulta C: promover y acompañar el aprendizaje del ser persona

Y finalmente la adulta C se apoyó con ejemplos diciendo:

Siempre la verdad a su edad, diciéndoles las cosas como son reales,

en el vocabulario sobre las palabras feas, no hay que nombrarles que

hay palabras feas sino siempre ser positiva para que el niño vaya

viendo que es bonita la vida en la que estamos. Igual hay personas

que son malas pero hay que evitarlas, pero siempre siendo positivo lo

216

más posible. Ellos cuando grande dilucidaran qué es lo mejor, pero

uno siempre ser positiva con ellos.

Desde la misma línea se pregunto de donde fundamenta este

aprendizaje y ella sostuvo: De mi familia, de mi papá y de mi mamá…

¡Digan siempre la verdad, aunque sea cruel pero digan la verdad,

porque si le dicen una mentira a un niño después el niño se va a

enterar de la verdad…! Mi padre siempre decía: '¡Siendo respetuoso

van a caer bien en todos lados!'”.

Conclusiones adultas A, B y C.

La adulta A, inició su discurso aludiendo al factor afectivo, pero luego

cae en el condicionamiento de la afectividad como un recurso de control. La

adulta B se centra en la afectividad como un bien absoluto. Y adulta C

consideró que el desarrollo de ser persona está sostenida entre el deber ser

y la norma aplicada al “niño bueno o el niño malo”. Cuando se asocia la

definición sobre el acompañamiento al desarrollo humano con la obtención

de este saber, se destaca que la adulta B logró conectar la vivencia familiar

con los conocimientos de la pedagogía infantil, en cambio la adulta A sólo lo

extrapola al campo laboral, distinguiéndolo como un saber restringido y no

ligado a la vida. Asimismo la adulta C, en contraposición a la adulta A,

construye este saber sólo desde la vivencia familiar, permeando su forma

implícita de relacionarse. Lo anterior nos invita a reflexionar sobre la teoría

de la construcción del self en donde Main, y otros, sostiene que el modo en

que el individuo presenta la narrativa de su vida independiente su contenido,

predice su comportamiento como adulto significativo de un modo muy

específico y sistemático influyendo en la relación interpersonal y por tanto en

la díada.

217

Adulta A: aprendizajes en el primer año de vida

Cuando se preguntó sobre ¿cuáles son los aprendizajes más

relevantes dentro del nivel sala cuna?, la adulta A se refirió a: “Que sean

autónomos, que aprendan a sentarse, se hacen experiencias para lo físico…

para desplazarse…uno conversa con ellos, con títeres para que ellos puedan

hablar…el lenguaje”.

Cuando se preguntó sobre si existen algunos de los aprendizajes que

ella identificó relacionado con el aprender a ser persona. Ella respondió:

entregarle afecto a los niños y es prácticamente todo el día, cuando llegan,

cuando uno los va a mudar...igual les conversa…al almuerzo también.

Adulta B: aprendizajes en el primer año de vida

La adulta B lo consignó como, “aprendan a independizarse de a

poco…como las mamás se tienen que ir a trabajar, se tienen que

independizar un poco…y que tengan un buen desarrollo más adelante... De

ahí viene la base de que los niños se desarrollen bien”. Respecto a cuál de

estos aprendizajes se relacionan con e ser ella afirmo: “El aprendizaje que se

relaciona con el aprender a ser es…la autonomía”.

Adulta C: aprendizajes en el primer año de vida

La adulta C reconoció que los aprendizajes más importantes son:

Aprendan a caminar, socializar con otro niños...a compartir diferentes

cosas, los más bebitos a tomar cosas con sus manos, a escuchar

sonidos diferentes, a escuchar canciones y que aprendan a escuchar

porque en sus casas son puros gritos…en cambio si uno le pone

218

canciones de a poquito lo van repitiendo cosas agradables para el

oído.

Al preguntar si algunos de estos aprendizajes estaba relacionados con

el aprender a ser ella sostuvo que:

el compartir, el socializarse con los demás lo aprende a ser

persona…y el más importante es el compartir lo que tengan aunque

sea una miguita…por qué queda una sensación agradable que uno

compartió aunque sea poquito.

Conclusiones adultas A, B y C

Las adultas destacan dos aprendizajes: la autonomía y la

socialización, enfatizando las destrezas corporales, el desapego hacia la

madre y la iniciación hacia la convivencia. La misma biología indica que el

ser humano perteneciente a una camada sobrevive inicialmente en la

relación de subsistencia uno a uno, así se observa en la gestación

dependiendo del cuerpo de la madre para su crecimiento intrauterino y al

nacer, el pecho y los brazos que proveen de alimento y protección, por tanto

–desde el punto de vista de las adultas– se puede interpretar que la

autonomía está en apegarse lo suficiente como para poder buscar otras

satisfacciones que provee el medio. Lo anterior implica entender que la

socialización no se enseña, ya que por naturaleza los niños/as son seres

sociables. La tarea es ayudarles a vivir la sociabilidad, o sea, la calidad social

que produce nuestra cultura. Por otro lado resuena dentro de las

declaraciones de las adultas el aprendizaje del lenguaje íntimamente

relacionado con la autonomía y la socialización. Nuevamente surgen los

conceptos restringidos de las adultas, dado que el lenguaje enriquecido se

219

establece dentro de una intensión comunicativa afectiva, es decir, “yo hablo y

me comunico cuando siento que hay otro que me escucha”.

El desarrollo humano es una actividad que sólo se logra con otro y por

tanto, la reciprocidad es un elemento vital en la relación que establece la

díada adulto significativo-niño/a. Emerge como una urgencia no sólo en la

sobrevivencia del self del infante sino también promueve la construcción y

reconstrucción del self del adulto, permitiendo modificarlo en este caso en su

calidad como pedagogo y, sin duda, en la vida personal, lo que implica

integrar el desarrollo personal en cada área de la vida.

Adulta A: aprendizajes y self

Lo análisis anteriores nos permite acercarnos hacia las declaraciones

que las adultas hicieron respecto a que han aprendido de la relación

interpersonal con los niños y niñas. La adulta A declara:

Los niños y niñas me han enseñado en la relación, a entregar más

cariño…yo no soy muy afectuosa con mis hijas…con ellos he aprendido

eso…a expresar más…me han enseñado a ser más afectiva con el tiempo

que he ido trabajando con ellos”.

Adulta B: aprendizajes y self

La adulta B añade que: “Uno aprende de los niños mucho, aunque no

son hijos de uno, los aprende a querer, uno se siente bien que el niño se

sienta bien, que se sienta feliz, uno se siente feliz que le entreguen cariño a

uno y uno a ellos, hay niños que se apegan más a uno más que otros, uno

en general los toma todos por igual, pero no”

220

Adulta C: aprendizajes y self

La adulta C, lo interpreta así: “A ser más paciente, a pesar que soy paciente,

antes yo intervenía más con ellos, ahora me quedo para que ellos

interactúen entre ellos esperar qué hacen ellos primero. Antes era más

modelaje, antes uno le pasa la hoja y que pinten a la idea de uno, en cambio

ahora, uno les pasa el material y que ellos vean que se puede hacer con eso

(…)no dándole toda la indicación. Se logra que sean independiente, que no

todo se lo dé el adulto, aprendan a desarrollar su mente, más creativos, más

expresivos…

Conclusiones adultas A, B y C

La adulta A y B intencionaron la pregunta hacia el ámbito afectivo, es

decir, han aprendido a relacionarse con otro y les ha afectado dentro de su

rol, humanizando su ser y estar. En cambio, la adulta C no extrapola el

aprendizaje personal a una cualidad como la paciencia, entendida, desde el

ámbito pedagógico, como aprender a esperar la construcción teórica del niño

frente a la realidad. Esto último pareciera ser que modifica una conducta

dentro del rol del adulto en el ámbito del deber ser, pero no es significativa en

su vida personal ayudándola a observar sensiblemente la construcción

simbólica del niño y la niña. De las expresiones vertidas por las adultas se

puede reflexionar que el aprendizaje ocurre cuando el adulto tiene la

capacidad de leer sensiblemente los pensamientos internos, comprensiones,

emociones y deseos de los infantes, a partir de señales indirectas como

actitudes, gestos, expresiones y lenguaje corporal.

Análisis final de esta categoría

Dentro de esta categoría, es preciso comprender que los episodios descritos

en la práctica pedagógica son un reporte insipiente sobre cómo ellos viven la

relación entre las tres adultas y los niños y niñas. Se logran dar pequeños

221

destellos del mundo interno de los párvulos y de sus posibles significados

pero también de los sentidos y urgencias de las adultas. Por lo mismo, el

proceso de triangulación de la información final propone abrir un espacio

especulativo, es decir, que observado y registrado suficientes episodios de la

práctica –sumado al discurso de las adultas– es posible ubicar a estas dentro

de un campo de relaciones interpersonales que puede ser o no reconocido

por ellas. Esto último (el reconocimiento personal de las adultas dentro de su

práctica) no es parte de la investigación, sino que levantar la realidad en

tercera persona, es decir desde el exterior, enfatizando que el aporte de un

tercero puede ayudar a observar su labor educativa. Observar en tercera

persona permite validar la circunscripción dentro del mapa de incomprensión

emocional, respecto a las tendencias que las adultas incurren en su práctica.

Esto último permite responder al objetivo número tres el cual señala.

Constatar si el mapa para observar la compresión e incomprensión

emocional propia de la educación emocional, sirve para identificar el

tipo de relación interpersonal que establecen los adultos significativos

en el aula.

Lo anterior se formalizó en la aplicación del mapa de comprensión e

incomprensión emocional que encuentra en el Capítulo III pág. 134 sobre los

resultados que arrojaron las cuatro categorías de manera de sistematizar y

responder al objetivo general del estudio: ¿Cómo son las relaciones

interpersonales en la díada adulto/a significativo/a-niño/a dentro de la

práctica pedagógica en el nivel sala cuna menor?

A continuación se presenta la ubicación de las adultas respecto a su

relación interpersonal desde el ejercicio docente.

222

Figura Nº 6: Ubicación de las adultas dentro del mapa de comprensión e incomprensión emocional

Luego de ubicar a las adultas en el mapa, se procederá a explicar

brevemente sobre la circunscripción de las adultas en los cuadrantes.

Exploración de la adulta A

La relación interpersonal afectiva que establece es de rasgos

selectivo, caracterizada principalmente por transitar desde la conexión

empática a la apatía del estado emocional de sí misma y con el otro. Esto

último se evidencia en los episodios de alta conexión emocional con algunos

párvulos y a la vez de desconexión emocional ante la respuesta de rechazo

del infante a la interacción propuesta por ella, abortando la relación con la

niña o el niño. Esto último puede afecta la conformación de la díada, es

decir, no hay una relación significativa para ambos.

Lo anterior podría fabricar una forma de ser y de estar implícita ante el

infante, absorbiendo el aprendizaje del ser a través de relaciones afectivas

dicotómicas, es decir, clasifica las acciones de sí mismo y de otros como:

223

bueno/ malo; odio/amor. Esto último se podría injerta en el niño como una

conciencia de sí misma insegura, desconfiada y temerosa.

La ubicación del adulto dentro del cuadrante en relación a su práctica

pedagógica es separado-no directivo, oscila desde el vínculo bien

gestionado a la norma mal negociada. La selectividad de sus relaciones

afectivas dentro del aula, es un límite que pone en la relación para dejar de

involucrarse en lo que realmente sienten los párvulos y lo que siente ella de

sí misma. Por último las interacciones afectivas que se observan, sólo son

muestras de intentos de cercanía y deseo implícito por apegarse.

Exploración de la adulta B

La relación interpersonal afectiva que establece es de rasgos

asincrónicos, se caracteriza por una comunicación a destiempo en donde no

elabora una respuesta en el espacio y tiempo adecuado frente a la

desregulación emocional del infante. Esto se evidencia específicamente

cuando leyendo las señales no verbales de los infantes en los estados de

desregulación emocional, no elabora ni aplica una resonancia o calce acorde

a la requerida por la niño/a impidiendo conformar la relación diádica. Así se

podría concluir que no reconoce las pausas en la interacción, externaliza la

satisfacción del niño a través de objetos y evade el contacto cuando la

desregulación sobrepasa sus fuerzas.

Lo anterior podría constituir en el infante un aprendizaje del ser, en

donde no se aceptan a sí mismos, falta de empatía y de calma y, por tanto,

se observan tensos y ansiosos, volviéndose altamente sensibles a los

estados de estrés. Establecerían una conciencia de sí mismo, inseguro.

La ubicación del adulto dentro del cuadrante es no diferenciado-no

directivo, oscila desde el vínculo mal gestionado a la norma. La adulta,

224

desconectada con la emocionalidad presente y con la necesidad del niño y la

niña, se observa carente de repertorio en momentos de estrés, provocándole

un estado emocional de frustración y tensión. Esto último no le permite

responder eficientemente a las señales emocionales y por tanto no gestionar

de mejor forma los procesos pedagógicos.

Exploración de la adulta C

La relación interpersonal afectiva que establece es inaccesible, se

caracteriza por su rigidez, distancia física y desconexión emocional

impidiéndole concentrase en un tarea. Esto se evidencia en que no es capaz

de atender a los requerimientos de los párvulos, aunque esté tratando con

ellos; sin duda se ve ausente en el establecimiento de la relación diádica

pero presente en la gestión de su práctica, esto lo refleja en la constante

preocupación por los asuntos como la organización del aula, los documentos

administrativos y las historias familiares de los párvulos, entre otras. Lo

anterior se puede traducir a la incompetencia emocional en relación al otro:

no reconoce las emociones de la relación y por tanto no puede acoger,

contener, sostener al otro en su emoción.

Su expresión emocional es carente, puesto que es sobre controlada,

rígida y mecánica en su práctica pedagógica. Desde ahí la desconexión

emocional consigo misma surge de no poder nombrar y/o comunicar las

propias emociones, es decir, no sabe hablar consigo misma o con otros de la

experiencia emocional que le acontece.

Aquí, el aprendizaje del ser en el infante provocaría rasgos obsesivos

y dificultades en el controlar y retener, provocando timidez, rigidez, culpa y

desconfianza. Aprenden a no desarrollar su sensibilidad, aceptación de sí

mismo, cooperación con otros, accesibilidad y disponibilidad. Asimismo, a no

expresar lo que les ocurre emocionalmente y a rigidizar las relaciones

225

interpersonales que establecen. En consecuencia la conciencia de sí mismo

que elabora es de autosuficiencia.

La ubicación del adulto en el mapa es separado - directivo, oscila

desde la norma mal gestionada hacia el falso vinculo dado que la necesidad

de controlar la lleva a la incapacidad de empatizar, se acoraza en las

situaciones estresantes a través de la explicación racional de las emociones

y por tanto la empuja a actuar con frialdad emocional.

Síntesis del apartado

La práctica pedagógica es sin duda un foco de atención y de tensión

para la gestión de una educación de calidad.

Ejecutar un programa pedagógico no es simplemente reproducir lo

que sea que está escrito. Se materializa en los sentimientos, pensamientos y

acciones de personas que con su particular forma de ser la embellecen, la

complejizan, la obstaculizan, la sostienen y le dan vida.

El análisis de los resultados provee de información suficiente para

comprender la urgencia de replantearse sobre los objetivos y necesidades

reales del primer ciclo en educación parvularia.

Cada forma de ser es un mundo rico y modificable, dado la hermosa

combinación entre lo biológico, lo cultural y lo afectivo, siendo este último el

que provocaría mayor trasformación en el desarrollo humano.

Las ubicaciones en el mapa, no son para revelar aspectos patológicos

de las adultas dentro del aula, sino para analizar a nivel de funcionamiento

del ego sano, dado que este, es el vehículo para desempañarse

profesionalmente en el sistema educativo.

Finalizado este apartado se continuará con las conclusiones del

estudio.

226

CAPÍTULO V. CONCLUSIONES

5.1 CONCLUSIONES EN RELACIÓN CON EL PROBLEMA DE ESTUDIO

Comprendiendo que el problema de estudio que se levantó fue:

¿Cómo son las relaciones interpersonales en la díada adulto/a

significativo/a-niño/a dentro de la práctica pedagógica en el nivel sala

cuna menor?

Se concluye que la conformación de la relación interpersonal diádica

la suministran tres corrientes: la forma de ser de cada adulta, el estado

emocional presente y el sistema educativo que puede potenciar, amenazar o

inhibir. Desde ahí, explicar que las relaciones interpersonales afectivas son

diversas, implícitas, intersubjetivas e inconscientes y que responde al

proceso de aprender en donde adulto e infante se influencian mutuamente,

por tanto una débil ecología que requiere constante nutrición.

La diversidad en la relación afectiva está dotada de la forma en que

uno es, definiéndola como una arquitectura sofisticada, amplia e

interminable, cada etapa del ciclo vital nos propone nuevos desafíos, pero

también arrastra estructuras atrapantes y rígidas que nos han servido para

sobrevivir en el medio y que con el tiempo se confunden y entremezclan con

lo que realmente somos. Esto último nos permite dar cuenta, que pueden

transformarse en un repertorio de relaciones interpersonales y, por tanto, en

una práctica.

Develar quienes somos realmente es una aventura de matices, donde

lo polar de lo bueno y de lo malo no existe. Ampliar nuestra mirada respecto

a cómo sentimos, pensamos y actuamos, empatizando con nuestra historia y

reconociendo nuestras incoherencias, nos acerca a la humanización de

227

nuestra práctica pedagógicas, que no son inocentes, sino que influencia el

aprendizaje en todas sus dimensiones.

El estado emocional presente da cuenta de información valiosa sobre

lo que está ocurriendo en lo interno del sujeto como también en lo externo y

por tanto, el estado consciente o inconsciente del estado emocional fortalece

o debilita la relación interpersonal afectiva. Esto último, no es posible si no se

comprende que el cuerpo y sus diversas funciones dialogan en mí,

permitiendo el reconocimiento y aceptación. Si bien las funciones cognitiva

proporcionan una buena fuente de reflexión. Sólo cuando se está dispuesto a

sentir, la experiencia se vuelve vida y la vida se vuelve una experiencia de

aprender.

El aprendizaje es un factor implícito dentro del marco pedagógico,

dado que lo explicito se encuentra en el acto de enseñar, así la selección de

los aprendizajes de un currículo se transforman en los grandes objetivos a

alcanzar. Desde aquí comprender que las relaciones interpersonales

afectivas ocurren dentro de un contexto educativo específico y explícito, en

donde se sabe que la etapa del desarrollo del infante y su plasticidad

requieren de la co-creación de un vínculo de apego. Este vínculo de apego

implica formar una relación diádica, es decir, significarse mutuamente, para

establecer los incipientes pero válidos e irrefutables cimientos del self. Lo

anterior, no logra traspasar la práctica pedagógica implícita ya que no aborda

el aprendizaje del ser, sino la enseñanza del ser.

El contexto educativo en que subscribe este estudio tiene grandes

estresores que obstaculizan la relación interpersonal afectiva: el primero de

ellos es aventurarse a la posibilidad que un niño o niña a tan temprana edad

pueda subsistir bajo la amenaza de una relación compartida y excluyente en

228

la atención de sus necesidades fundamentales y creer que esto no tendrá

consecuencias nefastas para su desarrollo.

Otro elemento no favorece la relación interpersonal afectiva es el

proceso de darse cuenta tanto del mundo interno (lo que está pasando

conmigo mientras vivo los periodos de estrés) y externo (mientras interactuó

con los hechos de estrés) pareciera estar extraviado y se hace irreconocible

la intersubjetividad y resonancia, para poder acompañar y actuar desde la

práctica pedagógica.

El otro factor estresor es la rutina diaria, que levanta una práctica

pedagógica inflexible sin accionar la escucha sensible o empática. Si bien los

adultos poseen espacios para la reflexión y la formación pedagógica,

pareciera ser que la conformación de la relación diádica no es un tema a

abordar o no se sabe cómo, excluyéndola e invisibilizándola del aprendizaje

y priorizando otros, dentro de la oferta del mercado educativo. Así el

aprendizaje del ser queda relegado a los documentos oficiales en donde se

alberga la esperanza de poner al centro al ser humano, pero sin el ser

humano.

Por otro lado, la rutina aparece como un elefante blanco imposible de

cuestionar y modificar de manera que se sumerge en la práctica con fuerzas

explicitas (conscientes), es decir, todos comparten y dialogan sobre lo que se

va hacer y cómo se va hacer, consensuando ritmos y prácticas. Pero también

son implícitas (inconscientes) que actúan empujando a cada adulto, hacia

prácticas limitadas e incoherentes.

229

5.2 CONCLUSIONES EN RELACIÓN AL OBJETIVO GENERAL

Al adentrarse al objetivo general –que fue Comprender el tipo de

relación interpersonal en la díada adulto/a significativo/a-niño/as– surge

en el nivel sala cuna, a fin de sustentar una propuesta de

acompañamiento a la práctica pedagógica desde la primera

competencia emocional: “apertura al mundo emocional”.

Los análisis que se levantaron en el proceso del estudio detectaron la

comprensión de tres tipos de relaciones que fueron adheridas a cada adulta,

así estando frente al mapa podemos ubicar:

La adulta A se posiciona en el cuadrante separado-no directivo,

dentro del eje norma (lado inferior derecho del mapa) pero con

una tendencia al vínculo. Así la relación de selectividad no

permite que se involucre con estado emocional del infante dentro de

la díada, lo deja libre en la desventura de la desregulación

emocional.

La adulta B se posiciona en el cuadrante no diferenciado-no

directivo, dentro del eje vínculo hacia la norma (lado inferior

izquierdo del mapa). La implicancia del cuadrante es que confunde

su experiencia emocional con la del infante, impidiéndole llegar con

resonancia a la respuesta afectiva, esto último no optimiza la díada

como recurso de regulación afectiva impidiendo que el infante

aprenda a autogestionarse en la desregulación.

La adulta C se posiciona en el cuadrante separado-directivo,

dentro del eje norma hacia un falso vínculo (lado superior

derecho del mapa). La implicancia de este cuadrante es vivir la

práctica desde la frialdad emocional, pudiendo caer en la

vulneración de derecho del infante.

230

La triada de estos tres cuadrantes detecta en primer lugar que hay dos

adultas que se ubican en el eje norma (lado superior e inferior derecho del

mapa), dando a conocer la tendencia hacia una relación de incomprensión

emocional en la relación pedagógica, que podría llevar al distanciamiento

reciproco adulto-infante y por tanto caer en el abandono y negligencia. Lo

anterior se evidencia en la microenseñanza que permite observar como el

estrés relacional afecta el bienestar del niño/a, cayendo en acciones

desreguladas de la adula C y de la indiferencia en la adulta A. La adulta B

que se posiciona en el eje vínculo, ventila el clima emocional de control pero

añade la falta de resonancia.

Ante el panorama de relaciones interpersonales que proporciona el

mapa, se concluye que es necesario aplicar en el desarrollo profesional

docente las competencias de la educación emocional, específicamente la

primera competencia: estar abierto al mundo emocional, en donde sus seis

dominios sintonizan perfectamente con la necesidad insatisfecha de los

párvulos y de las adultas.

Cabe señalar que los seis dominios de la primera competencia

contribuirían al equilibrio entre la diferenciación y la resonancia dentro de la

relación interpersonal afectiva, distinguiendo y responsabilizándose por los

contenidos que aporta cada uno (infante y adulta). Atendiendo efectivamente

la emergencia emocional con la reciprocidad y equilibrio en el afecto,

conteniendo y modulando las explosiones pasionales como: la indiferencia, la

violencia y el abandono.

231

5.3 CONCLUSIONES EN RELACIÓN A LOS OBJETIVOS ESPECÍFICOS

En relación al objetivo uno: Identificar el tipo de relación

interpersonal que favorece o no la construcción del ser persona

(conciencia de sí mismo) en la díada adulto/a-niño/a dentro del nivel

sala cuna menor, para levantar un diagnóstico desde el enfoque de la

educación emocional.

No se encuentra un tipo de relación interpersonal específica que

favorezca la construcción del verdadero self (conciencia de sí mismo). Las

tres relaciones interpersonales, asignadas al mapa de la comprensión e

incomprensión emocional en este estudio, establecen la consciencia de sí

mismo en el infante con un grado de posible patología, situación que se

explica en el análisis de la exploración por adulta y que por tanto no

ahondaremos aquí. Sin embargo, cabe señalar que cuando un infante a muy

temprana edad es sometido a reiterados estados de estrés por parte de su

adulto significativo, se disocia de la realidad refugiándose del peligro en su

mundo interno. Está acción del infante es escapar cuando no hay

escapatoria, y por tanto interrumpe su necesidad de transformarse en un ser.

Respecto a la conformación diádica núcleo de la relación interpersonal

afectiva comprendida como un ente que existe, es decir, reconocible por la

especie que lo cría y que lo concibe como uno de ellos para luego establecer

conexiones más complejas entorno a la identidad de su ser. Se establece

pobremente dentro del campo pedagógico quedando a la suerte de un adulto

incompetente o ignorante emocionalmente frente a la tarea de significación

en la relación interpersonal afectiva o de las precarias herramientas que el

infante posee. Así surgen transacciones comunicacionales erráticas, lejanas

a la empatía entre las adultas e infantes impidiendo la conexión emocional

necesaria para obtener la reciprocidad y satisfacción.

232

Desde aquí, distinguir que el sistema rígido y estandarizado en la

atención grupal de los niños y niñas proporciona escasez en la relación uno a

uno, iniciando la socialización temprana excluyente. Por otro lado, el número

de párvulos versus cantidad de adultos que se encuentran en el aula provoca

un desapego excesivo y arriesgado para la salud mental de los infantes, esto

porque no se logra dar atención personalizada a aquellas demandas que

sólo se pueden abordar individualmente (alimentación, siesta e intimidad).

Esto último se refiere a que cuando el infante está desregulado

emocionalmente requiere atención específica que no es atendida

oportunamente, destruyendo en varios periodos del día la dinámica de

atención grupal (esta dinámica instaurada como una forma de optimizar el

recurso humano frente la atención del infante) estableciendo periodos de

estrés relacional y provocando la desconexión y desregulación emocional de

los adultos.

Desde el objetivo específico dos: Construir a partir del diagnóstico

una propuesta de acompañamiento a la práctica pedagógica desde la

primera competencia emocional: “Apertura al mundo emocional

Se pudo diseñar una propuesta de acompañamiento a la práctica

pedagógica desde la primera competencia emocional: “apertura al mundo

emocional”. Fundamentado en los hallazgos de la biología interpersonal

desde el sistema de la co-creación del vínculo de apego y aplicado en los

seis dominios de la primera competencia en educación emocional. Lo

anterior da cuenta de la articulación y trasferencia que se puede hacer a la

práctica pedagógica.

Los seis dominios de la primera competencia emocional, que logran

desmenuzar a cabalidad los sentidos de esta, fueron sumados al

233

reconocimiento personal que se puede establecer a través de la aplicación

del eneagrama, los videos de la microenseñanza y la ubicación de las

docentes dentro del mapa de la comprensión e incomprensión emocional.

(Véase punto 5,7 del capítulo V)

Respecto al objetivo tres: Constatar si el mapa para observar la

compresión e incomprensión emocional propia de la educación

emocional, sirve para identificar el tipo de relación interpersonal que

establecen los adultos significativos en el aula.

Si bien, la investigadora pudo concretar la aplicación del mapa

comprensión e incomprensión emocional como una prueba piloto en las

interacciones que observó de las adultas e infantes. Es preciso destacar que:

El mapa logra traducir formas de relacionarse entre el docente y los

estudiantes, permitiendo dar forma a los pensamientos y conductas

por tanto a una práctica.

Se reconoce que la observación acuciosa es clave para quienes

apliquen en el instrumento con más de una docente en el aula y desde

este punto la grabación de las clases es vital.

Los resultados del mapa son una tendencia y cada situación en que

se ve enfrentada la docente es un mundo a explorar, buscando

interpretaciones y desafíos.

Los hallazgos del mapa no son el resultado de una fotografía de una

sesión a observar, se construye de una multiplicidad de observaciones

que surgen de la cotidianidad, estructura de sistema, estados

emocionales presentes y de la forma de ser de cada docente. Por

tanto, no es una lista de chequeo en donde se observan conductas

presentes o ausentes.

Las tendencias como hallazgos dentro del mapa son sólo eso,

programaciones de acciones que se pueden desprogramar si se tiene

234

consciencia de ellas y si, se elaboran con un buen acompañamiento

en el aula.

La autoobservación que proporciona el mapa permite que se distingan

cuales relaciones interpersonales favorece o no el docente y cuales

favorece o no el sistema educativo. Permitiendo en cierto modo

evaluar la puesta en marcha de un currículo y asumir

responsabilidades diferidas entre docente y sistema educativo.

El mapa proporciona evidencia en torno a los focos de estrés que

revotan en el aula y accionan al docente frente a la relación

interpersonal afectiva.

5.4 CONCLUSIONES RESPECTO A LAS PREGUNTAS DE

INVESTIGACIÓN

En relación a las preguntas de investigación del objetivo uno,

revelan una débil construcción de la relación interpersonal afectiva, esto

provocada por factores externos del sistema educativo e interno de la forma

de ser de cada docente. Así encontramos que a nivel externo que:

El sistema de la sala cuna proyecta insuficiencia en la atención

individualizada hacia el infante, está referida a los espacios de

contacto en juego relacional individual, la ingesta y la siesta. Esto

último se produce por que el coeficiente técnico versus el número de

niños- niñas está sobre evaluada como optima y no permite gestionar

de mejor forma los aprendizajes del ser.

La rígida rutina que se establece para la satisfacción de necesidades

provoca estar más preparada para gestionar las metas que los

procesos y tránsitos de cada uno de los niños y niñas requiere para su

bienestar emocional.

235

La escases del contacto corporal piel a piel, de voz empática, juego

relacional uno a uno y espacios de calma y silencio. No son visibles

en el práctica cotidiana dado que el sistema tradicional de la sala cuna

levanta, un tipo de práctica centrada en el trabajo grupal, asistencial y

cognitivo. En donde los aprendizajes están sustentados en avanzar en

aéreas como el lenguaje, la socialización temprana y la autonomía

(iniciarse en la marcha y en los cambios de alimentación).

La mala organización de los equipos de trabajo en torno a las

demandas de los niños y niñas en periodos cruciales como la ingesta

y la siesta, permiten observar como el sistema colapsa cuando el

personal de la sala cuna se ve sobre demandado y se habitúa a estos

focos de estrés de niños y adultos, aceptándolos y validándolos como

parte de la práctica pedagógica.

A nivel interno, desde el mundo del docente:

Un factor que aporta el docente es la desconexión emocional tanto en

episodios estresores de alta demanda de los niños y niñas, como de

aquellos espacios de mayor fluidez. Lo anterior es provocado por un

lado por el escaso desarrollo emocional encontrado en las docentes,

como en una práctica añeja en donde el paradigma sobre cómo

aprenden y qué aprenden los niños y niñas menores de un año

todavía se centra en enseñar, modelar e instruir a un objeto y no a un

sujeto.

Las acciones de las docentes como el abandono y la despreocupación

entorno a la desregulación emocional del niño y la niña, son

sustentadas en la enseñanza del control emocional, de la evasión

emocional y de categorización de la emoción como buena o mala.

Las declaraciones vertidas por las docentes frente a las interacciones

entre los infantes, enjuician sus insipientes relaciones interpersonales

236

como acciones de violencia: morder, tirar el pelo, obtener un juguete o

de riesgo como trepar y lanzar entre otras. Sin embargo, esto no logra

inhibir del todo sus deseos de contacto ya que los infantes sortean

estos impedimentos con sus propias herramientas.

El repertorio de respuesta observado en las docentes hacia los

estados de desregulación emocional son escasos, disminuyendo los

procesos de contención y re-significación de los momentos de ruptura

de la relación afectiva. Así el llanto como una señal que lee el adulto

significativo como un activador en la relación, no logra traspasar como

señal emocional y por tanto el infante se sublima, se resigna y deja de

expresar.

Desde mismo modo, las necesidades que responde este tipo de

práctica pedagógica son una programación homogénea del aprendizaje, en

donde se entiende que los infantes requieren la satisfacción de sus

necesidades de la misma forma, al mismo ritmo y tiempo. Esto último

visualiza una pedagogía inflexible, no diferenciada y grupal. Por otro lado,

responde a la necesidad de control de los docentes sobre los infantes en

relación a la conducta deseada, impidiendo que surja la diferencia, la

exclusividad y la intimidad.

Otra necesidad a la cual responde este tipo de práctica es la

asistencialidad del sistema educativo de la institución estudiada. Así la

satisfacción de necesidades básicas como el cuidado, la alimentación y la

higiene, hacia los infantes en situación de vulnerabilidad son los ejes

centrales de la práctica, impidiendo que surjan otros factores de aprendizaje

más complejos.

237

En relación a los tipos de relaciones interpersonales que se

establecen, con respecto a la regulación o desregulación emocional,

encontramos tres tipos de relaciones:

Separado no directivo, en donde la adulta es selectiva con la relación

interpersonal afectiva impidiendo en algunos niños la conformación

diádica y por tanto, no responsabilizándose de la regulación emocional

de los infantes.

No diferenciado no directivo, en donde la adulta es asincrónica en la

respuesta a la relación interpersonal provocando la no regulación

emocional del infante y por tanto, no gestiona optimizando el

aprendizaje.

No diferenciado no directivo, en donde la adulta es inasequible en la

relación interpersonal, acentuando conscientemente la no

conformación de la diada como una forma de enseñar el desapego.

Se concluye que los tres tipos de relaciones fomentan la

desregulación emocional del infante y que conlleva las siguientes

consecuencias en la práctica:

No hay significación entre adulto e infante y por tanto, no hay

construcción diádica vital para la sobrevivencia del ser emocional y por

tanto no plasma los verdaderos aprendizajes del primer año de vida.

Que los focos de estrés que están instaurados en la práctica

constituye un ambiente o clima, y que son acumulables como eventos

negativos en donde no existe la reparación y por tanto, el efecto en los

infantes es de vulneración de sus derechos de bienestar.

Que las desregulaciones emocionales de las adultas advertidos en la

práctica son el primer foco de violencia hacia el infante.

238

Las afirmaciones anteriores, permiten concordar con las

investigaciones más recientes, las cuales han concluido que la asistencia al

nivel sala cuna tiene impacto negativo en el infante, especialmente en el

aspecto socio emocional. Y que este nivel responde a las necesidades

familiares y laborales. Desde aquí manifestar, que en los actuales programas

pedagógicos del nivel sala cuna advierten cuales serían los factores que

interrumpen la calidad de la educación en este nivel educativo. Por tanto, en

el impacto de asistir a un programa educativo infantil en el primer año de

vida. Desde este estudio el nivel educativo sala cuna se observa precario y

desfavorable para el desarrollo del self.

Respecto al estado de conciencia de las adultas sobre su relación

interpersonal y por tanto sobre las consecuencias negativas o positivas de

estas, se descubre que:

Las adultas reconocer como un factor relevante la relación

interpersonal y la identifican en la relación uno a uno, pero también

advierten que esta se da, en forma precaria producto del sistema. Esto

último no logra movilizar un mayor análisis de parte de ellas.

Durante el desarrollo del estudio, fue habitual observar en la práctica

la desregulación emocional de los párvulos como parte del paisaje que

ofrece la rutina, por tanto, es posible concluir que hay una pérdida de

la sensibilidad a la demanda y que se actúa automatizadamente frente

a los episodios de estrés. Desde la educación emocional, el sistema

rígido de la rutina diaria y la disposición de los adultos sometidos a

momentos de estrés, revela una incompetencia emocional en relación

a los ambientes en que cohabita, por tanto, las adultas no saben

transformar atmósferas emocionales, esto porque se cree que no se

puede cambiar o no lo observan como algo relevante.

239

En relación a las preguntas de investigación del objetivo dos,

sobre los dominios de la primera competencia emocional:

Al comprender que los seis dominios de la primera competencia

apertura al mundo emocional son sistémicos y no puede sobrevivir uno sin el

otro, siendo una cascada de nuevos repertorios de información, es preciso

concluir que todos se ven afectados y por tanto se presentan inestables,

invisivilizados y confusos, esto porque la comprensión emocional e

incomprensión emocional de parte de las adultas hacia los infantes es

restringida a un patrón de conductas: lo bueno y lo malo; lo correcto e

incorrecto, y no como una experiencia emocional.

Por otro lado, se puede distinguir dentro del sistema de la sala cuna la

inhibición de tres dominios provocando un clima de desregulación emocional:

Búsqueda de intimidad con otros, estar dispuesto a compartir

experiencias emocionales (se observa cuando en la rutina no hay

espacios para juegos individuales)

Valorar el bienestar emocional.(los focos de estrés relacional que se

observan en el almuerzo y siesta son parte del contexto del nivel

educativo)

Reconocer a otro como un legitimo otro (la rutina es igual para todos

homogeneizando ritmos, tiempos y necesidades individuales, por tanto

no espacio para la diversidad)

En la misma línea, al abordar la primera competencia emocional para

fortalecer la práctica pedagógica se establecería una forma de

acompañamiento funcional que estaría referida al proceso de la co-

construcción de vínculo de apego y no la meta de este. Esto quiere decir que

significarse en una relación, implica conocerse y reconocerse en varias

240

dimensiones humanas específicamente en mi forma de amar, donde no hay

reglas ni cánones, el límite es la interdependencia en el afecto.

En relación a las preguntas de investigación del objetivo tres,

respecto a la utilidad del mapa de la comprensión e incomprensión

emocional en el marco de las relaciones interpersonales:

El mapa pudo circunscribir los tipos de relaciones interpersonales por

cada adulta, relevando que las relaciones interpersonales son

implícitas, subjetivas y posibles de ver, por tanto de abordar dentro de

un proceso de acompañamiento en el fortalecimiento del rol docente.

El mapa permite comprender como surgen o se generan las relaciones

interpersonales permitiendo evaluar la gestión educativa en el aula.

Al hacer visibles las relaciones en el mapa, posibilita levantarla como

una categoría de calidad en la educación infantil.

5.5 CONCLUSIONES RESPECTO DEL MARCO DE REFERENCIA

El estudio permitió la exploración y recopilación de literatura que

fundamenta la articulación de la neurobiología interpersonal a través de

teoría de la regulación afectiva temprana, específicamente la co- creación del

vínculo de apego, puente que se ha construido con la educación emocional

hacia una herramienta práctica en el aula.

Las prácticas pedagógicas, desde un punto de vista técnico, podrían

decirse que son una transferencia de conocimiento sobre lo que se sabe el

mundo, desde ahí se selecciona y se enseña con variadas propuestas

metodológicas. Pero cuando se roza el ámbito del aprendizaje del ser

persona, el único material tangible es el propio ser y todo lo que emana de él.

Por tanto, se reconoce que la neurobiología interpersonal puede fundamentar

241

científicamente los riesgos que se expone al niño frente a un sistema

educativo rígido, compartido y excluyente.

El enfoque de la educación emocional permitió fundamentar la

presente investigación desde su aporte en la construcción del ser humano,

esto por qué el camino que propone es abrir el conocimiento interno y

subjetivo, es decir, la exploración emocional: “porque la emoción está

siempre referida al mi mismo (self) y a la persona que soy cuando estoy en

relación a los otros y al contexto en que me encuentro. La emoción me

informa acerca de mí mismo” (Casassus, 2013). Lo anterior sostiene el

descubrimiento del poder que posee la práctica pedagógica más allá de los

contenidos oficiales de un sistema educativo es, sin duda, la puerta de

entrada para comprender que la relación interpersonal afectiva (relación uno

a uno) es vital para la sobrevivencia del proyecto educativo en el nivel sala

cuna.

La escasas investigación pedagógica en el nivel sala cuna alimenta la

soledad de este primer nivel educativo, impidiendo que salgan a la luz

pública los factores de riegos a los que se expone al lactante. Por lo

anteriormente señalado, los hallazgos de la neurobiología interpersonal se

posicionan como los actuales indicadores en la emergencia de la salud

mental del infante y por tanto debieran permear todos los programas

pedagógicos de la educación inicial.

5.6 EN RELACIÓN CON EL DISEÑO EMPLEADO

Se concluye, que las complejidades del estudio estuvieron

relacionadas con hacer tangible la relación interpersonal, pero fueron

superadas por el mapa de comprensión e incomprensión emocional, sin

242

embargo, es preciso añadir las percepciones de las adultas frente a su

prácticas para enriquecer los resultados del mapa.

Otro aspecto a concluir, es el proceso de observación dentro de la

microenseñanza que permitió introducirse en la multiplicidad de acciones y

reacciones de los participantes en el aula, arrojando la riqueza de las

asociaciones e interpretaciones de la realidad.

243

5.7 RECOMENDACIONES A LAS AUTORIDADES COMPETENTES, A LAS

INSTITUCIONES ADMINISTRADORAS DE SALAS CUNAS, A LAS

INSTITUCIONES FORMADORAS DE EDUCADORAS DE PÁRVULOS Y

DE TÉCNICAS ASISTENTES DE EDUCACIÓN PARVULARIA Y A LA

COMUNIDAD DE INVESTIGADORES.

El presente estudio pudo concluir que son observables las relaciones

interpersonales afectivas dentro del aula y que estás producen efectos en los

niños y niñas, también en las adultas. Por tanto, se hace vital y urgente

avanzar en materia de reconocimiento del infante como un ser cognitivo, que

levanta su propia teoría de la realidad; un ser competente con capacidades

innatas que están presentes en él, mucho antes que se le enseñe; un ser

social, portador de su derecho a la infancia y como ser emocional

constructor de su self.

Desde este deseo, se recomienda a las instituciones que atienden

población infantil en situación de vulnerabilidad:

Utilicen la microenseñanza y el mapa de la comprensión e

incomprensión emocional como un abordaje metodológico para

explorar las prácticas pedagógicas y les permita observar los focos

de estrés y de bienestar dentro de la rutina.

Establezcan sistemáticamente periodos de capacitación del

personal dentro del enfoque de la educación emocional a través de

sus competencias.

Se revalorizase el rol que juegan las docentes técnicas en el nivel

sala cuna, dada la estrecha y permanente relación que tienen con

los párvulos, entregándoles una formación inicial y continua más

acorde con la responsabilidad que les compete en la formación de

estos.

244

Observen las prácticas pedagógicas no como la acción fotográfica

de un día sino como un proceso, que como tal, contiene momentos

complejos de resolver y que son esos momentos los que develan

las verdaderas competencias de las adultas en la práctica

pedagógica.

Centrarse en los focos de estrés dentro de la rutina, ya que son los

primeros indicadores de insatisfacción y, por tanto, de

desregulación emocional provocando los primeros signos de

violencia y vulneración de derecho.

La violencia provocada por el estrés relacional es invisible, ya que

siempre se responsabiliza a terceros sobre sus consecuencias. Se

hace necesario revisar los protocolos de los coeficientes técnicos,

las orientaciones y énfasis del programa pedagógico en el nivel sala

cuna, asumiendo la ausencia del aprendizaje del ser y por tanto de

la reparación diádica, la idoneidad de las técnicos y profesionales

de la educación parvularia, la conformación de los equipos de

trabajo para el nivel educativo, la permanencia de los adultos

significados en la conformación diádica, instaurando una nueva

forma de reconocer la relación interpersonal afectiva, asumiendo

que el cambio del adulto significativo, no tiene fundamento

pedagógico y que sólo se basa en la rígida creencia de los talentos.

Asimismo, reconocer que el liderazgo y permanencia de la

educadora de párvulos en el aula se constituye en un plus

altamente necesario.

Por otro lado, distinguir que el aprendizaje del ser, se constituye en

la conformación del auténtico self del adulto, por tanto no hay

técnicos ni profesionales desechables, a menos que se compruebe

una patología evidente, impidiendo ejercer saludablemente su

profesión.

245

5.8 OTRAS CONCLUSIONES

A partir del estudio reconocí mi forma de relacionarme afectivamente, al

interior de la díada familiar y con mis estudiantes:

Descubrir mis factores de estrés de manera de atenderlos

anticipadamente.

Comprender que el surgimiento de la violencia en la desregulación

emocional provoca la peor de las indefensiones del niño/a, ya que

por su edad no tiene escapatoria y por tanto se constituye en una

vulneración de sus derechos.

La reparación está en comprender que la desregulación emocional

es incompetencia o ignorancia emocional y por tanto se puede

educar.

La reparación en sí misma es una acción pedagógica potente y

transformadora, tanto para el adulto como para el niño/a.

La reparación consciente, ayuda a reparar la díada y fortalece el

auténtico self.

5.9 SUGERENCIAS EN RELACIÓN A FUTURAS INVESTIGACIONES EN

EDUCACIÓN EMOCIONAL

Se sugiere continuar profundizando en la investigación acerca del rol

de las docentes técnicas de educación parvularia, dada la

preponderancia de su figura en el aula en cuanto a la mayor

permanencia frente a los grupos de párvulos en comparación con las

docentes educadoras de párvulos.

246

Se sugiere investigar cuales podrían ser las señales del clima

emocionales en el aula, en el primer ciclo de educación parvularia y si

este serviría para construir nuevos enfoques para abordar el bienestar

emocional.

Se sugiere investigar sobre las emociones y necesidades que surgen

en la práctica pedagógica en el nivel sala cuna en relación a la

construcción de la relación diádica.

Y finalmente se sugiere un estudio longitudinal sobre los efectos

emocionales de la estadía de los párvulos en instituciones de

educación infantil durante el primer año de vida.

Desde la misma línea se recomienda investigar la relación que existe

entre los periodos de estrés y las enfermedades de los infantes en el

periodo que asisten en la sala cuna, los elementos que dificultan la

conformación diádica dentro del contexto pedagógico de la educación

parvularia y los factores internos que provocan la violencia infantil en

el sistema educativo del primer ciclo en educación parvularia.

247

5.10 PROGRAMA DE ACOMPAÑAMIENTO A LA PRÁCTICA

PEDAGÓGICA.

Apertura al mundo emocional: hacia una práctica consciente en la

primera infancia”

Presentación

El programa de acompañamiento a la práctica pedagógica, nos invita

a mirar con detención los eventos emocionales que nos ocurren en nuestra

estadía en el aula y como estos eventos hablan de mí y de la forma de

relacionarme con un otro. El aula, que es un escenario artificial que nos

convoca hacia un hecho objetivo como es enseñar- aprender y desarrollarse,

es a la vez un espacio subjetivo en donde mis sentimientos y acciones se

mueven al ritmo de una danza entre mi yo, el medio y el otro. La hermosa

combinación entre lo interno (mi mundo) y lo externo (el mundo de otros), nos

obliga a comprender que para “aprender a convivir” requiero en forma

simultánea estar “aprendiendo a ser”.

El aprendizaje del ser, radica en la exploración del mundo interno que

es un desafío cada vez es más urgente en la educación actual, esto porque

lo intrínseco se interseca con el mundo del otro e influye en su ser y estar, es

decir, se influencian mutuamente creado climas emocionales saludables o

tóxicos. Desde aquí, los adultos e infantes que conviven el aula están sujetos

a los embates de una cultura exigente y competitiva, que intenciona el

desarrollo humano sin el ser humano.

Los niños y niñas menores de un año, desprovisto de su sostén

materno se aventuran en el inicio de la educación externa (fuera de la

familia) para adentrase a un mundo pedagógico en donde el adulto que les

248

recibe es un humano con luces y sombras. Reconocer estos matices, se

hace vital para la conformación de una relación diádica con el infante, que

busca trasladarse de un nido a otro nido.

La infancia, es una etapa de la vida en donde se es permeable y moldeable

por el entorno. Entorno, que en el primer año de vida es el adulto significativo

suficientemente bueno, permita desde esa relación interpersonal acceder a

otros campos de conocimiento del mundo.

Siendo las personas, y más aun, los equipos de personas, la columna

vertebral en los programas pedagógicos en los niveles de sala cuna, se hace

indispensable que éstos sean capaces de “mirarse” exhaustivamente en lo

referido a los procesos que sus interacciones traen implícitos, ya sean estos

emocionales, actitudinales y por tanto comunicacionales, a fin de visualizar

las dinámicas relacionales expresadas en su accionar que inciden en la

construcción del self del infante y por tanto determina gran medida las

ventanas de oportunidades en su vida adulta.

La presente iniciativa, invita a explorar el estado actual de la trama

relacional de los adultos significativos en su nivel educativo, la naturaleza de

los códigos desde donde interactúan para así generar experiencias desde

donde “reconocerse” y “reconocernos” como potenciales agentes de

transformación a partir de una comunicación afectiva, más humana y más

humanizadora.

249

Taller 1

Introducción a la educación emocional

I.-Introducción

El enfoque de la educación emocional, surge de la corriente de las

inteligencias múltiples de H. Gardner, quien inicio un camino hacia la

hermosa aventura de nuestras capacidades humanas abriendo la posibilidad

de reconocer la inteligencia intrapersonal como una potente herramienta

para verse hacia dentro de sí mismo, es decir, la posibilidad que posee cada

uno de estar en contacto con sus propios sentimientos y percibir que le

ocurre y como le ocurre, para luego determinar la acción. Pero también la

interpersonal, es decir la relación consciente que establezco con él desde su

propia experiencia emocional.

La educación emocional es:

“un proceso educativo orientado al desarrollo de la conciencia emocional

y la comprensión emocional. Así, la educación emocional se presenta en

dos direcciones: hacia la conciencia de la experiencia emocional que le

es única a esa persona, y que por ello, revela el núcleo de su

personalidad; y hacia la comprensión emocional que es el proceso

intersubjetivo mediante el cual una persona se vincula con el campo de la

experiencia emocional de otra persona. El logro de la conciencia y

comprensión emocional requiere del desarrollo de las competencias de

apertura, conocimiento, interpretación, vinculación, regulación,

modulación y conexión, por medio de escucha de la experiencia

emocional”. (Cassasus, J 2012. P- 7).

250

Red de contenidos: Las distintas miradas de las emociones, la

educación emocional versus la inteligencia emocional y las

competencias emocionales.

II.- Propósito

El propósito de este taller es vivenciar y conocer los fundamentos de

educación emocional y sus competencias.

III.- Ejercicios

La transformación La transformación en mí

En el salón habrá dos contenedores,

uno con diferentes objetos (texturas,

formas y tamaños) las cuales deberán

ser transformadas por los participantes

en algo mejor. Y en el segundo

contenedor habrá accesorios para

trasformar.

Luego de realizar el ejercicio se les

invitará a reflexionar las siguientes

preguntas de indagación:

¿Qué sentiste cuando estabas

trasformando el objeto?, ¿Qué

dificultades se te presentaron mientras

intentabas transformarlo?, A partir de

la trasformación: ¿qué cualidades

perdió el objeto, qué cualidades

ganó?, El objeto actualmente

trasformado: ¿tiene una función?, ¿el

objeto se transformo o se reorganizo?

Luego en el gran grupo se comparte

Cada persona ha recibido un papel

con una emoción y debe transmitir esa

emoción a los demás participantes a

través de accesorios que se

encontraran en un contenedor (los

accesorios son objetos que sólo

podrán usar para distinguir el

alojamiento de la emoción en la parte

del cuerpo).

Luego de esto en parejas

comparten la siguiente pregunta:

¿Pudiste sentir la emoción que me ha

tocado?, ¿lograste trasmitirla como la

deseabas?, ¿en qué parte del cuerpo

aloje la emoción y por qué?

251

algunas de estas preguntas.

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

Teoría de las inteligencias múltiples

de H. Gardner.

La Educación del ser emocional de

Juan Cassasus.(capítulo I y V)

El milagro de Anna Sullivan, dirigida

por Arthur Penn

252

Taller 2

Primera competencia: Estar abierto al mundo emocional

I.- Introducción

Estar abierto al mundo de las emociones, es estar vivo y presente.

Vivo de tal manera de sentir intensamente lo que me ocurre y notar con ello

que algo cambia en mí. Para algunos, estar abierto a las emociones es estar

desprotegido y vulnerable, es como estar dispuesto al daño, sin embargo,

estar abierto es estar consciente y descubrir y advertir también el peligro.

Para poder adentrarnos en lo que me ocurre, debo situarme en que lo

que ocurre no está inicialmente en mi mente, sino más bien en mi cuerpo. Él

es el que siente y percibe a través de los sentidos los estímulos que provoca

el medio. Por tanto, los sentidos nos proveen de la información valiosa sobre

la realidad y sus alcances.

Lo que me ocurre, no es otra cosa que una emoción y la emoción la

definiremos como una energía vital, es decir, que provoca movimiento.

Cuando algo se mueve, cambia, se transforma en otra cosa. Hay diferente

tipo de movimiento en la sismología, movimientos oscilantes, ondulantes

entre cortado. Así como estos movimientos modifican las capas de la tierra

las emociones van dejando en nosotros una experiencia vital, una huella. La

tierra como sustrato de nuestro planeta está preparado para los embates de

los movimientos sísmicos, el cuerpo también lo está para las emociones, solo

que la cultura dominante nos enseña a que las emociones son un

emergencia frente a la cual un ser humano aprende un repertorio de

acciones, a veces sin ellas o sobre ellas, impidiendo a la emoción consiente

que se revele hacia lo que efectivamente nos sucede y necesitamos.

253

La exploración emocional es un terreno fértil para comprender mi propia

naturaleza, mi forma de ser autentica. Como lo define Cassasus. J:

“El camino que proponemos para abrir el conocimiento interno y

subjetivo, es la exploración emocional. Lo es, porque la emoción está

siempre referida al mi mismo (self) y a la persona que soy cuando

estoy en relación a los otros y al contexto en que me encuentro. La

emoción me informa acerca de mi mismo”.

Red de contenidos: Conciencia emocional y comprensión emocional.

II.- Propósito

El propósito de este taller es abriese a la exploración emocional y

reconocer las emociones que hay en mí.

III.- Ejercicio

Pasarela de sensaciones. Expresando y sintiendo las

emociones.

En el salón hay un circuito de objetos

(cada uno con diferentes texturas) que

se encuentran en el suelo y se invitará

a pasar a los participantes con sus

pies descalzos para sentir los objetos.

Junto con lo anterior se solicitará que

los participantes presten atención en la

sensación más agradable y en la

menos agradable y detenerse en esa

sensación.

Luego de la experiencia compartir

en parejas sobre las siguientes

Se forman parejas en el salón para

iniciar una experiencia con el tacto. En

silencio se iniciará un recorrido de las

manos de la pareja de manera de

reconocerla. Luego sólo con las

manos se expresaran emociones

como el cariño, la rabia, la soledad, la

vergüenza y la tristeza entre otras. ( la

experiencia se vivencia para ambas

personas)

Terminado el ejercicio anterior, cada

pareja se contacta sólo con espalda

254

preguntas indagatorias:

¿Qué sentí al sacarme los calcetines,

me gusto esa experiencia?, ¿Cuál fue

la sensación más agradable y la

menos agradable del circuito?, ¿Cuál

es la parte de mis pies más sensible?

para compartir desde el tacto un

abrazo y el cobijamiento. ( la

experiencia se vivencia para ambas

personas)

Al finalizar experiencia compartir en

parejas sobre las siguientes

preguntas indagatorias:

¿Cómo me sentí entregando mis

manos al contacto?, ¿Cuál fue la

emoción que más me costó expresar y

cuál menos?, ¿pude sentir el abrazo

por la espalda?, ¿me sentí cobijada

por la espalda de mi pareja?

Descríbalo.

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

La sabiduría de las emociones de

Norberto Levy

El alquimista, dirigido por Laurence

Fishburne

255

Taller 3

Primer dominio: Saber atribuir importancia a lo emocional

I.-Introducción

El ser humano se le ha definido por mucho tiempo como un ser

racional y tal cualidad le distingue sobre estas expresiones de vida. Lo

racional en el ser humano ha predominado como una forma poderosa de

explicar la realidad en forma objetiva, pero también como una cualidad fría,

distante y separada de lo emocional, así nacen estos dos polos lo racional

versus lo emocional compitiendo sobre quién define de mejor forma la

especie humana.

Ahora bien, si lo racional explica la realidad objetiva, entonces lo

emocional explicaría lo subjetivo. Si bien la realidad, está compuesta por

elementos que todos reconocemos por medio de la cultura, no todos vemos

lo mismo por tanto lo subjetivo y objetivo se entre mezclan. Así lo racional y

lo emocional también se integran como un todo en la mente y en el cuerpo.

La emoción por tanto nos habla de lo subjetivo, es decir, todo aquellos

que resignificamos como propio de la realidad y por tanto, existe para

nosotros. Otra cualidad de la emoción es que al estar consciente de lo que

me ocurre, permito que me invada auténticamente la emoción que

descubriendo qué la necesidad está a la base de ese sentir. Así entonces la

necesidad satisfecha o insatisfecha se expresa a través de la emoción y del

pensamiento que me habla de mi estado y de mi relación con el medio.

Lo anterior, es de vital importancia ya que cuando me siento triste no

es sólo porque hay un acontecimiento que lo explique, sino porque hay una

256

necesidad que requiere ser cubierta y en consecuencia de ello, me hago

responsable. Así la responsabilidad y la no responsabilidad también son

producto del estado emocional consciente e inconsciente.

La apertura al flujo emocional, me permite también conocer mi cuerpo,

que es el conector eficiente de las emociones autenticas. El cuerpo que no

miente y que es la dermis de la mente, puede elaborar una respuesta

sensible si conecto lo interno con lo externo. Así esta sensible y potente

conexión me puede hablar de los dolores y alegrías físicos y su conexión

con las alegrías y dolores del alma.

Red de contenidos: ciclo de las emociones inconscientes y consientes,

las necesidades y su relación emocional.

II.- Propósito

El propósito de este apartado es reconocer la importancia de lo

emocional como reporte de valiosa información de mí y de los otros.

III.- Ejercicios

Centramiento Lo que siento de otros me habla

también a mí.

El ejercicio es grupal. Los

participantes están círculos en

posición de pie. A través de la

música y el ejercicio de respiración

de cuatro tiempo se les invita a estar

presente en el aquí y en el ahora.

En un contenedor hay varios objetos

significativos que las participantes

han traído. Cada participante

reconocerá el suyo y elaborará un

poema para ese objeto.

Luego de escribir el poema se le

invitará a cada participante a escribir

al inicio del poema escribirá YO SOY

257

y para después compartirlo en

parejas.

Preguntas de indagación: ¿Qué

emociones sentiste por el objeto?,

Qué reflexiones levantas del poema?,

¿Me reconozco en el poema?

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

El error de Descartes por Antonio

Damacio.

Obedece a tu cuerpo ¡AMATE! Por

Lisa Bourbeau.

Tres metro sobre el cielo dirigido por

Federico Moccia

258

Taller 4

Segundo dominio: Reconocer al otro como un legítimo otro

I.- Introducción

El reconocimiento del otro como un legitimo otro. En primer lugar

radica en que ese otro es igual a mí, es decir, no sólo en lo

fundamentalmente biológico como ser humano, perteneciente a la misma

camada y refugiado en el mismo derecho social. Es otro tipo de igualdad, es

la igualdad ante la necesidad.

Todo ser humano desde su gestación hasta su muerte requiere de

otro para su subsistencia, por tanto aparece de la primera necesidad como

base de sobre vivencia, luego requerimos ser amados, deseados y

aceptados dentro de todo el ciclo vital, y por tanto aparece como segunda

necesidad. Así, en cada etapa y en cada persona aparecen las necesidades

fundamentales que nos proporcionan la interconexión con los otros, pero

también la igualdad con los otros.

Asimismo, también la escucha empática es una necesidad vital para la

vida en comunidad, y por tanto para el reconocimiento del otro. La primera

comunidad que me recibe es mi madre y el entorno familiar, más bien es el

cuerpo de mi madre y todos los factores ambientales que ahí transitan. Ese

otro que es mi madre, me legitima como existencia ante su escucha y

acogida, que no son sólo señales de afectivas superficiales sino más bien

son el motor de partida de todas la funciones biológicas de mi ser. Así el

reconocimiento del otro como un legítimo otro lo constituye como persona y

lo forma como ser consciente de sí mismo y por tanto se aprende a legitimar

a otro.

259

Red de contenidos: La intersubjetividad y el vínculo, aprender o

enseñar a estar con otros.

II.- Propósito

El propósito de este taller es reconocer al otro como un legitimo otro

desde la intersubjetividad y el vínculo.

III.- Ejercicios

Recuerdos de niña Sentimiento de manada

En una hoja en blanco dibújate cuando

eras niña, para luego ponerla al frente

tuyo y dedicarle algunas unas palabras

desde tu vida adulta.

Las preguntas de indagación para

compartir en pareja son: ¿Cómo me

sentí dibujando el pasado y cómo me

sentí hablando en el presente?, ¿Con

qué sentimientos viví cuando era niña

y con cuales vivo ahora?, ¿Cuál es la

emoción que se me reprimió o menos

deseada cuándo era niña?

Cada participante está sentada en el

suelo estableciendo un primer

contacto con la manos en donde con

la derecha se da y con la izquierda se

recibe. El ejercicio es contactarse con

una emoción que deseo dar y la

emoción que deseo recibir. Esto se

escribe en un papel que quedará al

centro del grupo en un recipiente

transparente.

Luego de realizar este primer contacto

el facilitador invitará a los participantes

a que se acerquen cada vez más uno

al lado del otro hasta estar bien

apretados y con la posibilidad de

hacernos cariños con la cabeza.

Terminado el ejercicio se contestan

en el gran grupo las siguientes

preguntas indagatorias:

260

¿Qué sentimiento fue el que recibí y

cuál fue el que obsequie?, ¿Cómo me

sentí en la manada?, ¿Qué sintió mi

cuerpo cuando nos hicimos caricias en

la cabeza?

IV- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

Los dominios de la infancia por

Hoyuelos.

Cometas en el cielo dirigido por Marc

Foster

261

Taller 5

Tercer dominio: Ser sensible al sentimiento propio y el de otros.

I.-Introducción

Ser sensible al sentimiento propio se reconoce en primer lugar al estar

consciente de que algo me está ocurriendo, que me gusta o que me

incomoda. Está primera etapa emocional es vital, conocer y ligar lo que

siento con una palabra que interprete mi actual estado y saber en qué parte

de mi cuerpo se está alojando. Cuando logro saber está información y me

permito sentirla tal cual como se expresa puedo entonces iniciar un camino

hacia la autoempatía.

La autoempatía no es ser simpática con uno mismo, es acompañarse

en el sentimiento que me acobija. Es la compasión que necesito para

comprenderme y reconocer tal cual como soy. La compasión mal entendida

como lástima, debilidad y caridad. Es sentimiento más generoso con el cual

me puedo encontrar como ser humano, de alguna forma la compasión me

libera de las rígidas exigencias de la perfección y del egoísmo.

La belleza de la compasión me permite conectarme con todo el

universo entendiendo este como todo lo creado naturalmente sin la

intervención del hombre pero para el hombre. La compasión en el universo

provoca el nacimiento natural de algo y también la muerte natural de algo,

es decir, estar presente en mis nacimientos y en mis muertes.

Ser sensible a los sentimientos de otros radica en estar conscientes

de los míos y de mi propia compasión, para luego ir en busca de un estar con

262

el otro compasivamente. Estar con el otro a través de la ausencia de juicios,

ausencia de reglas, ausencias de recetas y de ausencia de estereotipos. La

sensibilidad como un estado permanente no necesita de eventos sensible

sino es una forma de conexión con el mundo desde la compasión.

Red de contenidos: Comprensión e incomprensión emocional.

II.- Propósito

El propósito de este taller es reconocer mi sensibilidad y como esta

puede hablarme sobre mi estado y las posibilidades de estar en el campo

emocional del otro.

III.- Ejercicios

En que emoción habito

hoy

Reparar Retirar la mirada

Ejercicio de meditación

para reconocer las

emociones en las que

estoy habitando en el día

de hoy. Luego de esto

dibújala.

Las preguntas de

indagación en el gran

grupo son: ¿En qué

emoción estoy habitando

hoy?, ¿Qué sentientes

mientras dibujabas?

En un contenedor hay varias

muñecas a las cuales les

falta el nombre y una parte

de su cuerpo. Las

participantes al ritmo de una

canción se les invitarán a

reparar la parte física

dañada. Luego de esto, en

otro contenedor habrán

varios corazones rotos (en

mitades) se les invita armar

uno para su muñeca y

dedicarle un palabra de re-

significación.

Las preguntas de

Se juntan en

parejas para

trabajar con la

mirada. Un

integrante de la

pareja se convierte

en la persona

significativa para la

otra. La persona

significativa retirara

la mirada a la

pareja cuando

sienta que está en

contacto íntimo con

la otra persona. (La

263

indagación en parejas:

¿Qué sentiste cuando

reparabas?, a ¿Quién le

dedicas está reparación?

experiencia se

repite ahora para la

otra compañera)

Pregunta de

indagación ¿qué

sentiste cuando ese

alguien significativo

te retiro la mirada?,

¿qué parte de tu

cuerpo resintió la

perdida?

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Video y cine

En su libro Los límites del perdón, por

Simon Weinsethal -

¿Qué siente la mano derecha por la

mano izquierda? por Thic Nhat Hand

Los niños del cielo dirigido por Majid

Majidi

264

Taller 6

Cuarto dominio: Valorar el bienestar emocional

I.-Introducción

El bienestar como bien lo define es estar bien. Todos deseamos estar

bien, la armonía y el equilibrio es una petición permanente del nuestro ser.

Nuestro cuerpo como un ente biológico, está preparado para periodos cortos

de estrés. El parto y la adaptación extrauterina ya es un el primer escenario

de cambio que proporciona una buena dosis de estrés. Pero este se vuelve

necesario para activar mecanismos de protección ante el medio. Lo anterior

desde la neurobiología nos enseña a que el cuerpo preparado para las

emergencias nos enseña a resolver y preparar herramientas, así se produce

el aprendizaje y el desarrollo. En la misma línea el cuerpo está preparado

para la regulación es decir, para volver a estar en el bienestar. Esto último al

inicio de nuestra vida no se consigue solo requiere de otro que nos enseñe a

cómo hacerlo de esta manera el infante reconoce en él la armonía y la

aprende. Luego de superada la etapa de que otro me autoregule puedo

iniciar la construcción de mi propia autorregulación y modulación de las

emociones.

Los objetos o personas que son nuestra fuente de apego seguro,

transitan y cambian a lo largo del ciclo vital. Esto último nos invita a

reconocer que el bienestar está directamente relacionado con el vínculo de

apego. Cabria preguntarse hoy ¿Cuál es la persona u objeto que me

mantiene con un alto grado de bienestar emocional?

Red de contenidos: la incompetencia emocional y la ignorancia

emocional.

265

II.- Propósito

El propósito de este apartado es reconocer que los factores internos y

externos afectan el bienestar emocional e inciden en mi forma de estar

conmigo misma y con otros.

III.- Ejercicios

Mi cabeza El silencio y el ruido

Mi bienestar es

diferente al

bienestar de

otros

El ejercicio es sostener la

cabeza del compañero y

pulsar con él, al ritmo de la

respiración. Luego de

esto, se les enseñará a

realizar un masaje de

cabeza con los nudillos de

las manos (trabajo de

expansión)

Las preguntas de

indagación en parejas:

¿Qué sintió cuando

púlsate al ritmo de tu

pareja?, ¿qué sentiste al

sostener la cabeza de su

compañera?

El primer ejercicio es estar

en silencio logrando

respirar en cuadro tiempos.

Durante un rato se les

invitará a escuchar el llanto

de un bebé y reconocer las

emociones que el bebe

está expresando

Las preguntas de

indagación en parejas:

¿Cómo me siento al

escucharlo?, ¿Cuáles son

de bienestar y cuándo les

no?

Luego mirar diferentes

rostros de niños y ver que

Para finalizar los

participantes

buscarán

satisfacer el

bienestar de otros

a través de una

caja imaginaria.

(La experiencia

se repite ahora

para la otra

compañera)

Las preguntas

de indagación

en parejas:

¿Qué sentiste

frente a la acción

de bienestar de

266

emociones me expresan

para lo cual debo anotar en

un papel y compárala con

la mi pareja. Las

preguntas de indagación

son: ¿Observamos las

mismas emociones?

su compañera?,

¿Pudiste sentirse

efectivamente

mejor?

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

“De cuerpo y alama”, neuronas y afectos:

la conquista del bienestar de Boris

Cyrulnik

En búsqueda de la felicidad,

dirigida por Gabriela Muccio

267

Taller 7

Quinto dominio: Búsqueda de intimidad con otros, estar dispuesto a

compartir experiencias emocionales.

I.-Introducción

La intimidad es buscar un espacio para el encuentro uno a uno. Lo

íntimo es aquello que compartimos como esencia, es sutil e implícito, es un

lenguaje propio. Buscar el encuentro exclusivo es establecer códigos que

sólo la diada tiene. El primer encuentro intimo y exclusivo es en el cuerpo de

mi madre, yo y ella, en un espacio reducido y sofisticado en donde se me

permite estar en ella, es decir, adentro de un otro como un espacio

encarnado. Sin duda nacemos en una intimidad y exclusividad. Por tanto la

búsqueda de intimidad es básica y fundamental en el acto de amar. La

experiencia íntima busca establecer códigos de amor que satisfagan la

relación. Los gestos, palabras, historias y complicidades, están en el código

del amor y de la intimidad.

Compartir experiencias emocionales como la alegría, el amor, la

ternura, la caricia, la calidez y la palabra, son vivencias que marcan dejando

huella en nuestra vida.

La exclusividad en la relación como un espacio y territorio propio en

donde ambos aportan y se incluyen. En la relación intima de la experiencia

emocional no es mostrar el poder sobre el otro, sino despojándose de la

manipulación emocional, abriendo un campo de conocimiento profundo y

vinculante.

268

La familia círculo ampliado de intimidad, en donde cada uno

cumpliendo su rol establece y reconoce la creación de estas expresiones

emocionales que sustentan la vida afectiva y activan la búsqueda de la

plenitud.

Red de contenidos: la escucha emocional y la escucha anti emocional

II.- Propósito

El propósito de este taller es sentir momentos de intimidad permitiendo

el encuentro uno a uno.

III.- Ejercicios

Mirarse a los ojos Ayudando a nacer

El ejercicio es en parejas. Cada

participante está frente al otro y uno de

ellos intentará entrar en el espacio de

intimidad del otro sólo a través de la

mirada. Sólo podrá retirar la mirada

cuando la compañera le dé una señal

que ha entrado en su espacio íntimo.

(La experiencia se repite ahora para la

otra compañera)

Las preguntas de indagación en

parejas son: ¿Logró tu pareja entrar

en tu espacio de intimidad, y al hacerlo

que sentiste?, ¿Qué sentí cuando

experimenté la sensación de

observación permanente?

El ejerció es en tríos. Cada

participantes asumirá un rol padre,

madre e hijo. Quienes sean de madre

y padre ayudarán a nacer al hijo.

En primer lugar el hijo se acomodará

en posición fetal, la madre será quien

sostenga inicialmente al bebé para

luego incluir al padre. (Las acciones se

indicarán en un relato, la experiencia

se repite ahora para la otra las

compañeras)

¿Qué sentí al nacer?, ¿qué sentí al

ayudar a nacer?

269

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

¿Qué hace la sociedad con los niños

y niñas? Por María de los Ángeles

Viladot Presas

Madre e hijo por coproducción ruso-

alemana estrenada en 1997 y dirigida

por el director Aleksandr Sokúrov.

270

Taller 8

Sexto dominio: Apertura a dar y recibir afecto.

I.-Introducción

Las personas buscamos permanentemente afecto, cariño y amor. Sin

embargo, cada uno lo demostramos y transmitimos de forma diferente. Las

formas singulares del afecto están dadas por las experiencias emocionales

entregadas desde nuestra infancia y en todo el ciclo vital.

Los abrazos, besos, caricias, sonrisas, la mirada y palabras son

recursos que utilizamos para expresar y hacer experimentar el afecto.

Algunas personas se complican en la entrega del contacto físico y buscan

sustituir la experiencia corporal, por objetos materiales que satisfagan la

sensación de plenitud.

La sensación corporal del afecto, proporciona una vivencia altamente

potente en la satisfacción de necesidades de exclusividad, aceptación y

legitimación de otro. Así se entiende que una acción de afecto auténtico

constituye en una experiencia vital en la construcción de la personalidad y

del aprendizaje del ser.

El cuerpo receptor de las expresiones afectivas posee una sofistica red

para interpretar la acción humana bajo el signo de la emocionalidad. Así:

“El cuerpo humano tiene una red neuronal especializada en interpretar la

carga emocional de una caricia. La red es independiente de las neuronas

del tacto y se activa sólo cuando perciben amor, lo que desvela la

importancia que la naturaleza otorga a la ternura en las relaciones

humanas. Esta red neuronal permite a un bebé, por ejemplo, percibir el

271

amor de sus padres antes de nacer y constituye el fundamento de las

relaciones de pareja, familiares y sociales”

Pensemos incluso en el valor saludable de las cosquillas, un tipo

particular de caricia propio del ámbito íntimo que, aparte de hacer reír,

permitirte un momento para disfrutar en compañía y, en su justa medida,

ofrece una sana distensión. Pasarlo bien y el contacto corporal que se

produce con las cosquillas, fortalece los lazos emocionales al permitir un

momento de intimidad, a lo que se añaden los efectos terapéuticos de la risa,

tanto para grandes como para pequeños. De todos es sabido que reír eleva

el nivel de las defensas.

Red de contenidos: El vínculo y la norma.

II.- Propósito

El propósito de este taller es aventurarse al descubrimiento afectivo en

dar y recibir.

III.- Ejercicios

En el nido Con mi madre Satisfacer una

necesidad

El ejercicio es en tríos. En

un contendor hay

elementos para construir un

nido que las participantes

levantaran.

Luego de la construcción

les invita a organizarse

identificando los roles de

El ejercicio es en parejas. Se

eligen parejas en la cual una

es la hija y la otra es la

madre.

La madre recibirá a su hija

sentada y acogiéndola en su

regazo, luego cuando la hija

se haya llenado del cobijo de

El ejerció es

comunitario. Un

grupo de

participantes forma

un círculo central

que es rodeado

por otro círculo

más grande. Cada

272

padre, madre e hijo para

luego ubicarse dentro del

nido.

Para ayudar en la

organización habrá apoyo

de un relato y de música.

Los participantes dé cada

nido estarán acurrucados

por un largo rato hasta que

se da la señal de sacar al

hijo del nido y dejarlo en

otro nido.

Preguntas indagatorias

en tríos:

¿Qué sintieron en el nido?,

¿qué sintió el hijo al ser

dejado en otro nido?

la madre, se cambiará de

posición colocándose

sentada delante de ella

mirando hacia afuera.

Cuando la hija ya está

satisfecha, vuelve a

cambiarse de lugar

distanciándose de la madre

para estar en frente ella y

contemplarse mutuamente.

Luego la hija deberá retirarse

del espacio físico y dejar a la

madre sola. (El ejercicio es

acompañado de un relato y

la experiencia se repite

ahora para la otra

compañera)

Preguntas indagatorias:

¿Qué sentiste al estar

apegado con tu mamá y

después cuando la miraste

de frente?, ¿Qué sentiste al

retirarte del salón?

persona en el

círculo central

escribe en un

papel una

necesidad afectiva

que requiere y la

persona que

recibe el papel se

le invitará a

satisfacerla a

través del contacto

corporal. (La

experiencia se

repite ahora para

la otra compañera)

Preguntas

indagatorias:

¿Cómo te sentiste

en la experiencia?

273

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

Bajo el signo del vínculo: una historia

natural del apego de Boris Cyrulnik

Babies un documental por Thomas

Balmés

Cadena de Favores, dirigida por Mini

Leder

274

Taller 9, 10, 11 y 12

El eneagrama: Se tu propio maestro.

I.-Introducción

Es un símbolo geométrico que se compone de nueve elementos

(números) ubicados dentro de un círculo dentro del cual se encuentran

circunscritos un hexagrama y un triángulo equilátero. Tales elementos

definen los tipos básicos de personalidad del ser humano.

El círculo representa la unidad, el todo. El triángulo hace referencia a

la ley universal del tres, a las tres fuerzas básicas (activas, pasivas y

neutra/conciliadora) que configuran nuestra psique y la vida en general. El

hexagrama junto con el círculo se refiere a la ley del siete, que guarda

relación con la dinámica de cualquier proceso creativo. Los nueve eneatipos

del eneagrama se dividen a su vez en tres grupos triples que van a indicar de

dónde nace la fuerza de la compulsión en cada tipo: tres eneatipos mentales,

tres emocionales y tres viscerales. En cada grupo existe un tipo extrovertido,

uno introvertido y otro neutro.

La palabra eneagrama proviene del griego ennea "nueve" y gramma

"trazo". Se origino en el medio oriente hace más de 2.500 años. Su aparición

en nuestra época se debe a George Ivanovich Gurdjieff de nacionalidad

armenio-griega nacido alrededor de 1875. Gurdjieff estaba convencido de

que los antiguos habían desarrollado una ciencia completa para conocer y

transformar la psique humana; sin embargo ese conocimiento se había

perdido después.

275

En los años 70 el boliviano Oscar Ichazo y su discípulo un psiquiatra

de origen chileno llamado Claudio Naranjo, aplican el eneagrama para el

estudio de la personalidad desde una perspectiva psicológica; ellos

establecen que las nueve tipologías básicas están asociadas cada una de

ellas a una pasión determinada que en la mayoría de los casos, define una

neurosis particular. Tal neurosis nos aleja de nuestra esencia y por ello

mismo de los demás, generando conflictos y tensiones en nuestras

relaciones, que se repiten continuamente.

Red de contenidos: Los eneatipos.

II.- Propósito

El propósito de este taller es conocer y aplicar el eneagrama al

conocimiento personal y la conformación de equipos de trabajo.

III.- Ejercicios

Centramiento La caja de los recuerdos

El ejercicio es grupal. Los participantes

están círculos en posición de pie. A

través de la música y el ejercicio de

respiración de cuatro tiempo se les

invita a estar presente en el aquí y en

el ahora.

Las participantes se reúnen en grupo

para invitarles a sacar de una caja

objetos de la niñez. Luego de hacer

contacto dejarlo en la caja con una

palabra que evoque la sensación del

recuerdo.

Preguntas indagatorias: ¿Con qué

episodio de mi vida me conectó el

objeto?

276

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Video

El caballero de la armadura oxidada por

Robert Fisher. El regreso de la armadura

oxidada por Robert Fisher

Eneagrama Claudio Naranjo.

277

Taller 13

El self: La implicancia de nuestra forma de ser en la primera infancia

I.-Introducción

La palabra self es la configuración de la conciencia de ser uno mismo,

en otras palabras “ser una persona humana”, así lo asegura Winnicott: “que

el self verdadero aparece cuando existe algún grado de organización

psíquica y que está ligado a la experiencia de continuidad existencial y de

sentirse real como individuo, esto es posible en el contexto de una relación”.

El concepto de self se ha ido acuñando a lo largo de la historia y

todas en su momento valida, sin embargo, nos detendremos en el concepto

de Reich quien consideró el self como centró su teoría en el cuerpo, se

explica el self como una existencia de una personalidad nuclear primaria que

está dada de modo constitucional o natural y que se caracteriza por atributos

que incluyen la sociabilidad, la creatividad, la sexualidad y la capacidad de

amar. Las reacciones emocionales espontáneas de esta personalidad

primaria frente a ciertas experiencias infantiles con los cuidadores tempranos

(rabia, temor, tristeza, etc.) son reprobadas y le imponen al niño la represión

de un conjunto de afectos que no son aceptados por las figuras de apego.

Como compensación y como mecanismo defensivo que mantiene

controlados tales afectos, el niño conforma una máscara social o

personalidad secundaria que facilita la adaptación al entorno humano, pero

que dificulta el contacto genuino con las propias necesidades auténticas y

con el mundo exterior. Estos procesos subjetivos e intersubjetivos llevan a la

cristalización del carácter que, en la psicología somática iniciada por Reich,

está compuesta tanto por actitudes psicológicas habituales como por

278

actitudes corporales crónicas y que engloban tanto la personalidad

secundaria como la máscara descrita de afectos reprimidos.

Reich y Lowen (1985) han considerado el self, como fenómeno

primariamente biológico que puede definirse: “como aquellos aspectos del

cuerpo que tienen que ver con los sentimientos”, por tanto postula que el self

no es un constructo mental, sino un hecho corporal, puesto que al estar en

contacto con el self, se es consciente de los afectos y se entra en contacto

inmediato con ellos. Recientemente, desde la perspectiva de la psicología

somática, Soth (2002) ha afirmado que los fundamentos del self están

constituidos por:

“la relación recíproca entre los procesos psicológicos y corporales.

Asimismo, cree que la consciencia subjetiva de mí mismo, tiene sus

raíces en las sensaciones físicas, impulsos, movimientos y procesos que

contribuyen a generar mi sentido de identidad”.

Red de contenidos: Definición y orígenes del del self en la infancia.

II.- Propósito

El propósito de este taller es conocer la construcción del self en la

primera infancia y sus implicancias.

III.- Ejercicio

Centramiento Rito: La canción del alma

El ejercicio es grupal. Los participantes

están círculos en posición de pie. A

través de la música y el ejercicio de

respiración de cuatro tiempo se les

El ejercicio es individual. Las

participantes preparan un rito para el

cual cada participante debe traer fotos,

objetos importantes de su historia de

279

invita a estar presente en el aquí y en

el ahora.

manera de hacer un panel y crear un

ambiente.

Luego se leerá un texto sobre la

cultura africana respecto a la

construcción del ser humano

invitándolas a participar del rito la

canción del alma.

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

La maternidad y el encuentro con

su propia sombra de Laura

Gutman

El poder del discurso Materno de

Laura Gutman

El cisne negro dirigido por Darren

Aronofsky

280

Taller 14

La práctica pedagógica: Un escenario valioso para el descubrimiento

de la relación interpersonal afectiva.

I.-Introducción

En la práctica pedagógica, se espera que tanto el educador como el

estudiante, compartan significados comunes y establezcan una relación

interpersonal que beneficie a ambos. En dicha práctica, hay aspectos que

son planificados, es decir, que son orientados por planes y programas del

Ministerio de Educación y otros que no son planificados y que surgen a partir

de las necesidades del momento, esto último es denominado flexibilidad

curricular.

En la práctica pedagógica no planificada surge el potencial de cada

docente, pues tiene que desplegar su flexibilidad, creatividad, habilidades

sociales y todo tipo de competencias. En cambio en la práctica pedagógica

planificada, el docente se rige a partir de una serie de estatus que en el

fondo indican que se debe hacer y cómo, es decir, aplica la normativa

vigente; en el fondo la práctica pedagógica planificada, intenta formar

individuos a partir de lo que el Estado normaliza y lo que estos deben ser y

aprender.

Según Freire (2003), la acción educativa dentro del aula “… implica

esta indagación: qué pienso de mí mismo y de los otros”. Lo anterior hace

hincapié sobre el carácter social, objetivo e intencional de la práctica, ya que

intervienen los significados, percepciones y acciones de las personas

involucradas en el proceso educativo (estudiantes, educadores, familia,

estado entre otras). Por otro lado los aspectos político-institucionales,

281

administrativos y normativos, que en virtud del proyecto educativo de cada

país, delimitan el rol del maestro.

Dado que la práctica pedagógica, ofrece un escenario rico para la

indagación, nos alienta a proporcionarle dentro del marco de los enfoques

antes mencionados, la iniciativa de levantar una propuesta de

acompañamiento a la práctica pedagógica, en donde el adulto significativo

pueda estar más consciente de las emociones que lo invaden en el aula,

reconociendo su estar, para luego conocer y comprender el estado

emocional de los niños y niñas y así construir nuevas manifestaciones

emocionales que proporcionen el potencial y la protección del verdadero

self.

“Repensar la educación implica, a mi juicio, entenderla como un hecho

relacional donde lo que pasa a primer plano es la propia relación. Antes de

poder pensar esta relación es preciso revisar la presencia en el aula del

profesor como persona y sólo después nosotros, los docentes, estaremos en

condiciones de elegir el tipo de relación que deseamos tener con nuestros

alumnos. Todo esto con vistas a encauzar la dinámica entre ambos para que

aparezca el “respeto”, entendido éste tal y como lo reivindica Fromm

(ateniéndose a su raíz etimológica: respicere=mirar) como la capacidad de

mirar al otro, de verlo en su singularidad, de verlo como lo que es, como una

realidad irrepetible. En este sentido, comparto el punto de vista de F.

Hernández cuando afirma que “una de las contribuciones más radicales y

perversas de las ciencias de la educación en su proyección sobre la escuela

ha sido la de despojar a los niños, las niñas y los adolescentes de su

condición de sujetos para transformarlos en alumnos” (La importancia de ser

reconocido como sujeto. Cuadernos de Pedagogía, nº 319).

282

Red de contenidos: El estrés relacional, la incompetencia emocional en

relación a los ambientes que cohabitamos, observar en tercera persona.

II.- Propósito

El propósito del taller es reconocernos en nuestra práctica pedagógica

desde el ser emocional.

III.- Ejercicios

Centramiento Observar en tercera persona

El ejercicio es grupal. Los participantes

están círculos en posición de pie. A

través de la música y el ejercicio de

respiración de cuatro tiempo se les

invita a estar presente en el aquí y en

el ahora.

.Observar el registro de la micro

enseñanza y reconocer los factores

ambientales que provocan el estrés

relacional

Aplicar el mapa de comprensión e

incomprensión emocional sobre la

relación interpersonal afectiva con los

niños y niñas de mi nivel.

IV.- Lectura y cine complementario

Lectura Cine

El estrés en los niños y adolecentes: en

busca del paraíso perdido de Amanda

Céspedes.

Cambiar la educación para cambiar el

mundo por Claudio Naranjo

La educación prohibida German Dion

El club de los poetas muertos dirigida

por piter Wei

283

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ANEXOS

Anexo Nº 1: Emociones con necesidades satisfechas y emociones con necesidades insatisfechas.

Anexo Nº 2: Acotamiento de la validación A del instrumento.