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Revista Internacional de Investigación y Aplicación del Método de Casos (2008) XX, 1 © 2008 WACRA®. Todos los derechos reservados ISSN 1554-7752 ESTUDIOS DE CASOS COMO ALTERNATIVA PARA LA ENSEÑANZA DE ETICA Y RESPOSABILIDAD SOCIAL EN ADMINISTRACION Camilo Mejía Reátiga Universidad del Norte BARRANQUILLA, ATLÁNTICO, COLOMBIA Resumen Este artículo pretende hacer revisión sobre la relevancia de la metodología de estudio de casos como herramienta pedagógica de temas ético-sociales en la administración. Con tal objetivo en mente, se realiza una descripción de la importancia del tema ético y social para el campo de conocimiento administrativo. Posteriormente, se introduce la utilización del estudio de casos como herramienta en la enseñanza de la administración, buscando sensibilizar, aumentar la capacidad de asombro, y mejorar la toma de decisiones (desde el punto de vista ético). De otra parte, se describe (a través de ejemplos) la manera como se puede operacionalizar la utilización de los estudios de casos como herramienta pedagógica para estos temas éticos y sociales: actividades lúdicas, talleres y proyectos sociales. Finalmente, se establecen algunos desafíos de la metodología de estudio de casos como herramienta en la enseñanza de la ética y responsabilidad social. PALABRAS CLAVE: Ética, responsabilidad social, estudio de casos, proyectos sociales, situaciones complejas, sensibilización, capacidad de asombro, toma de decisiones INTRODUCCIÓN La enseñanza de la administración atraviesa por una coyuntura de alta complejidad donde, por un lado, las imposiciones de una economía globalizada generan grandes fluctuaciones de rentabilidades entre regiones y países, altos índices de movimientos de capitales y bienes entre los continentes, elevadas exigencias en cuanto a calidad de productos y productividades de las empresas y organizaciones y, por otro lado, demandan mejores oportunidades de acceso a puestos de trabajos con mínimas condiciones de dignidad, mejoras considerables en la atención a desigualdades de genero, clase, religión; menores impactos en el ecosistema, entre otros. Así, indiscutiblemente, las decisiones a las que llegan los directivos y empresarios pasan por una serie de dilemas que implican una encrucijada, poner todos sus intereses en los resultados económicos vs. los resultados sociales, o, tratar de equilibrar ambos en busca de una sociedad más justa y equitativa en cuanto a distribución de riquezas y apertura a mejores oportunidades de crecimiento. Ahora bien, teniendo en cuenta que las decisiones administrativas están altamente influenciadas por la formación a la que han sido sometidas las personas que las han de tomar, es incuestionable la responsabilidad que en este sentido juegan las escuelas de administración dentro del devenir de las sociedades humanas en lo que se refiere a su bienestar general. Se argumenta que la inclusión de contenidos éticos, de responsabilidad social y de construcción y desarrollo de capital social dentro de los programas de administración podría, en algún grado, permitir

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Revista Internacional de Investigación y Aplicación del Método de Casos (2008) XX, 1 © 2008 WACRA®. Todos los derechos reservados ISSN 1554-7752

ESTUDIOS DE CASOS COMO ALTERNATIVA PARA LA ENSEÑANZA DE ETICA Y RESPOSABILIDAD SOCIAL EN ADMINISTRACION

Camilo Mejía Reátiga Universidad del Norte

BARRANQUILLA, ATLÁNTICO, COLOMBIA

Resumen

Este artículo pretende hacer revisión sobre la relevancia de la metodología de estudio de casos como herramienta pedagógica de temas ético-sociales en la administración. Con tal objetivo en mente, se realiza una descripción de la importancia del tema ético y social para el campo de conocimiento administrativo. Posteriormente, se introduce la utilización del estudio de casos como herramienta en la enseñanza de la administración, buscando sensibilizar, aumentar la capacidad de asombro, y mejorar la toma de decisiones (desde el punto de vista ético).

De otra parte, se describe (a través de ejemplos) la manera como se puede operacionalizar la utilización de los estudios de casos como herramienta pedagógica para estos temas éticos y sociales: actividades lúdicas, talleres y proyectos sociales.

Finalmente, se establecen algunos desafíos de la metodología de estudio de casos como herramienta en la enseñanza de la ética y responsabilidad social.

PALABRAS CLAVE: Ética, responsabilidad social, estudio de casos, proyectos sociales, situaciones complejas, sensibilización, capacidad de asombro, toma de decisiones

INTRODUCCIÓN

La enseñanza de la administración atraviesa por una coyuntura de alta complejidad donde, por un

lado, las imposiciones de una economía globalizada generan grandes fluctuaciones de rentabilidades entre regiones y países, altos índices de movimientos de capitales y bienes entre los continentes, elevadas exigencias en cuanto a calidad de productos y productividades de las empresas y organizaciones y, por otro lado, demandan mejores oportunidades de acceso a puestos de trabajos con mínimas condiciones de dignidad, mejoras considerables en la atención a desigualdades de genero, clase, religión; menores impactos en el ecosistema, entre otros. Así, indiscutiblemente, las decisiones a las que llegan los directivos y empresarios pasan por una serie de dilemas que implican una encrucijada, poner todos sus intereses en los resultados económicos vs. los resultados sociales, o, tratar de equilibrar ambos en busca de una sociedad más justa y equitativa en cuanto a distribución de riquezas y apertura a mejores oportunidades de crecimiento.

Ahora bien, teniendo en cuenta que las decisiones administrativas están altamente influenciadas por la formación a la que han sido sometidas las personas que las han de tomar, es incuestionable la responsabilidad que en este sentido juegan las escuelas de administración dentro del devenir de las sociedades humanas en lo que se refiere a su bienestar general.

Se argumenta que la inclusión de contenidos éticos, de responsabilidad social y de construcción y desarrollo de capital social dentro de los programas de administración podría, en algún grado, permitir

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una mejora sustancial en los impactos (positivos) de las prácticas organizacionales sobre su entorno general y grupos de interés (stakeholders). Sin embargo, la enseñaza de este tipo de contenidos tiene un problema fundamental que se puede representar por la aparición de cuatro elementos esenciales: la aversión a la complejidad, la insensibilización ante los problemas sociales, la pérdida de la capacidad de asombro y el dilema en la toma de decisiones con carácter ético o social.

Partiendo de lo anterior, en el presente trabajo se pretende señalar al estudio de casos como una alternativa de enseñanza para estos temas, teniendo como objetivos fundamentales eliminar los elementos descritos anteriormente, de manera que se tenga la posibilidad de formar profesionales en administración con un amplio conocimiento circunscrito bajo criterios de responsabilidad social y ética empresarial. En este sentido, primero se establecerá la importancia del tema ético y social para la administración, seguido de un breve recorrido por el desarrollo del concepto de responsabilidad social empresarial (RSE). A continuación, se describirá la relevancia de la utilización del estudio de casos para la enseñanza de la ética empresarial, responsabilidad social y construcción del capital social, partiendo del establecimiento de cuatro objetivos concretos que responden a los problemas propios de este campo de estudio: Exposición a situaciones complejas, sensibilización, recuperación de la capacidad de asombro y toma de decisiones. De la misma manera, se identifican algunas corrientes de operacionalización que permitirían la construcción de casos a través de experiencias organizacionales, proyectos sociales y actividades y talleres. Por último, se realiza una breve reflexión sobre los retos del estudio de casos para los asuntos sociales en administración.

IMPORTANCIA DEL TEMA ÉTICO Y SOCIAL PARA LA ADMINISTRACIÓN

Es indiscutible la ingerencia que tienen las prácticas organizacionales dentro del contexto global del bienestar de la sociedad. Las desigualdades sociales como la ineficiente distribución de los ingresos, el desempleo, la pobreza, la discriminación y poco acceso a oportunidades laborales por parte de minorías, los altos grados de polución, contaminación y escasez de recursos naturales, el cambio climático, son apenas algunas de las manifestaciones del impacto social que tienen las actividades organizacionales.

En este sentido, se puede indicar que la inclusión de la dimensión ética en las políticas públicas garantiza -en cierta medida- el desarrollo; pero es necesaria la participación activa de la ciudadanía y otras instancias de la sociedad para que dichas políticas sean efectivamente fiscalizadas, controladas, controvertidas y reconfiguradas (llegado el caso). En este punto, es donde se hace relevante el aporte de la universidad como fuente de procesos de cambio dado que son los futuros profesionales los que llevarán las riendas de las empresas y organizaciones en años venideros. Si estos egresados no contemplan dentro de su formación integral una formación ética sólida y a prueba de fallas, con toda seguridad se podría afirmar que las condiciones de desigualdad y de altos niveles de corrupción no tendrán ningún cambio. Si por el contrario, los profesionales egresados de universidades reciben una alta dosis de formación en ética y de capital social, es muy probable que se generen las sinergias necesarias para que se de el primer paso, tomar conciencia de la existencia de un problema público y social generalizado, el cual, necesita del aporte de todos.

Algunos ejemplos de estos problemas corresponden a los grandes escándalos de corrupción, desde los entes locales (distritos, municipios, aldeas, pueblos, departamentos) hasta el nivel nacional. La indolencia de algunos individuos que utilizan los recursos públicos en su propio beneficio, golpean sin ningún tipo de misericordia los intereses de la sociedad, especialmente las clases menos favorecidas. Ejemplos como los de Villa El Salvador en Perú evidencian que realmente “si se puede” mientras exista voluntad y se actúe bajo parámetros de valores éticos y morales. (Kliksberg, 2001).

Ahora bien, lo anterior indica que existe una necesidad apremiante por involucrar la dimensión ética en todas las esferas de la sociedad, desde los valores enseñados en la familia y la escuela, hasta las prácticas organizacionales y las políticas de Estado a favor del bienestar general de la comunidad. En este sentido, la inclusión de este tipo de políticas claramente redundará en prácticas concebidas de mejor manera, que impliquen realmente una búsqueda de mejores condiciones de vida, de mayores opciones de desarrollo personal y profesional, y en general en una sociedad más unida y sin desigualdades. Sin embargo, lo que realmente lleva a una mejor sociedad es precisamente la concientización de que cada persona hace parte del colectivo y que el aporte individual suma y hace la diferencia. Los instrumentos de fiscalización ética y moral - de las prácticas y políticas públicas y privadas- existen y están presentes en la mayoría de las sociedades del hemisferio occidental, lo

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importante es que diferentes movimientos sociales emerjan como garantes y fuentes de control institucional desde lo público y lo privado.

Como respuesta a estas necesidades y problemas, en el ámbito internacional, se ha extendido la investigación con respecto al concepto de responsabilidad social de las empresas. A nivel global, se pueden encontrar dos grandes tendencias que podrían catalogarse como corrientes de pensamiento relacionados con estos temas. LEGITIMACIÓN A TRAVÉS DE RSE

La primera de las perspectivas, hace referencia a una corriente más tradicional donde la responsabilidad social es vista como una legitimación de las organizaciones. Dentro de esta perspectiva, las nociones o definiciones de RSE abundan y no se puede establecer un punto de unificación específico.

Algunos autores sostienen que bajo esta primera corriente, se considera que la responsabilidad social empresarial ha sufrido una evolución conceptual, pasando por tres etapas distintas: FILANTROPÍA EMPRESARIAL

El primer estadio de la evolución del concepto de RSE hace referencia a aquellas acciones unilaterales de las organizaciones que tienen por objeto mostrar una cara amable de las firmas a través de inversiones concretas que son escogidas de acuerdo con los interés de las propias compañías, teniendo en cuenta los beneficios que se pueden obtener con respecto a distintos factores como mejoramiento de imagen corporativa, reforzamiento de marca, etc.

Algunos exponentes importantes han hecho su aporte dentro de esta tendencia evolutiva del concepto de RSE. Así, de acuerdo con Porter (2003, p.11) “La filantropía puede ser a menudo el medio más rentable, y en ocasiones el único, para mejorar el contexto competitivo. Permite que las empresas utilicen no sólo sus propios recursos, sino también las iniciativas y las infraestructuras existentes de organizaciones no lucrativas y otras instituciones”.

Porter, como principal exponente y defensor de la adquisición de ventajas competitivas y análisis estratégicos, califica la RSE como filantropía, la cual representa unos beneficios a futuro si se le ve como una herramienta para mejorar la posición competitiva. RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

En este estadio se han vinculado la mayor cantidad de definiciones y preceptos sobre lo que RSE realmente debe significar.

Para Valenzuela (2005, p.239) La RSE significa: “Compromiso con la satisfacción de las necesidades del medio ambiente, de la sociedad y de los trabajadores, con una Intensidad similar a la generación de valor para los propietarios, que se refleja tanto en las estrategias, como en las acciones de la empresa, en cuya construcción participan activamente mediante el diálogo, todos los grupos de interés, en un escenario de justicia y responsabilidad”.

Como es evidente, esta definición hace referencia de manera general a la satisfacción de las necesidades de tres actores (el medio ambiente, la sociedad y los trabajadores).

De acuerdo con Cegarra y Rodríguez, “las prácticas de gestión social, son acciones tomadas por la empresa para llevar al máximo el impacto de sus contribuciones en dinero, tiempo, productos, servicios, influencias, administración del conocimiento y otros recursos que dirige hacia las comunidades en las cuales opera”. (2004, p.55)

Por su parte, para el Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial (2007) [CCRE], la RSE es “la capacidad de respuesta que tiene una empresa o una entidad, frente a los efectos e implicaciones de sus acciones sobre los diferentes grupos con los que se relaciona (stakeholders o grupos de interés).”

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CIUDADANÍA CORPORATIVA

Como su nombre lo indica, hace referencia específicamente a las organizaciones, y el significado básico es que las firmas deben ser “buenos vecinos”.

En este sentido Zadek propone un modelo de curva de aprendizaje en cuanto a la capacidad de desarrollar responsabilidades corporativas. El concepto implica que cuando una organización intenta establecer algunas prácticas socialmente responsables, esta pasa por una serie de etapas: defensiva, cumplimiento, gestión, estratégica y civil. (2005, p.5)

Para Waddock La ciudadanía corporativa, “representa los esfuerzos de los líderes de los negocios para “hacer el bien” voluntaria y abiertamente en la sociedad con la esperanza de crear confianza y una buena reputación entre los clientes, empleados e inversionistas, así como con los activistas, comunidades y el gobierno.” (2005, p.21)

Ahora bien, dentro de esta primera corriente se han hecho presente diferentes aportes que de una u otra manera impulsaron el desarrollo de la investigación y la aplicación de los resultados obtenidos en el mejoramiento de las relaciones empresa-sociedad. Uno de los principales aportes en este sentido fue el realizado por Freeman (1984) a través de su construcción de la teoría de los stakeholders o grupos de interés. Como lo plantea, Wood (1991, p.389) dicha construcción teórica ayudó a proveer “una respuesta a la pregunta, “hacia quienes debe ser socialmente responsable la empresa?” Su definición responde claramente a dicha pregunta: “Cualquier individuo o grupo que puede afectar o es afectado por las actividades de las empresas”. (Freeman, 1984, p.46)

Sin embargo, no fue sino hasta el trabajo de Mitchell, Agle y Wood (1997) cuando realmente se sentaron las bases para una construcción mucho más aplicada y pragmática del concepto de stakeholders. En este trabajo, los autores buscaron responder al problema de cómo identificar a esos individuos o grupos que Freeman (1984) había logrado determinar como esenciales para las consideraciones operacionales y de subsistencia de la organización en el largo plazo. Así, la teoría de los stakeholders, y más concretamente la combinación de tres elementos constitutivos: (como mecanismo de identificación) poder, legitimidad y urgencia, se ha convertido en un hito referencial en el estudio de la RSE. De la misma manera, la metodología de identificación de esos grupos de interés se ha constituido en una herramienta gerencial imprescindible para el sostenimiento competitivo de las firmas en el entorno global actual.

Ahora bien, desarrollos conceptuales recientes han aumentado el campo de estudio de la RSE cubriendo terrenos más amplios. Así, “El campo de estudio llamado entre otros como negocios y sociedad, negocios y su entorno, negocios y políticas públicas, junto con otras designaciones, fue institucionalizado en la Academia Nacional de Administración en 1971 como la División de asuntos sociales en la Administración”. [SIM por sus siglas en ingles]. (Carroll, 1994,p.5)

Como lo indica Wood, “la investigación en SIM implica un conjunto diverso de tópicos, incluyendo gobierno corporativo, valores gerenciales, acción política, colaboración, filantropía, regulación y crimen corporativo, e historia económica”. (1991, p.384)

Sin embargo, a partir de una investigación realizada entre expertos en el área, “las cinco mayores áreas en las cuales los expertos estaban conduciendo investigaciones eran ética en los negocios; asuntos sociales internacionales; desempeño social corporativo; política de negocios y gubernamental/pública; y asuntos de los negocios y de la sociedad”. (Carroll, 1994, p.12) Estas sub-áreas particulares tienen una alta movilidad en cuanto investigación, no obstante, un tema de investigación de mucho protagonismo en la actualidad se concentra en el tema del desempeño social corporativo o CSP (por sus siglas en ingles).

De acuerdo con Carroll (1999), en un artículo clásico, Sethi (1975) discutió:

Dimensiones del desempeño social corporativo,” y en el proceso distinguió entre el comportamiento corporativo que podría ser llamado “obligación social”, “responsabilidad social” y “sensibilidad social”. En el esquema de Sethi, la obligación social es un comportamiento corporativo “en respuesta a constreñimientos de fuerzas del mercado o legales”. El criterio aquí es solamente económico y legal. Responsabilidad social, al contrario, va más allá de la obligación social. El afirmó, “así, responsabilidad social implica llevar el comportamiento corporativo a un nivel superior donde sea congruente con las normas sociales prevalecientes, valores, y

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expectativas de desempeño. La tercera etapa en el modelo de Sethi es la sensibilidad social. El se refiere a esta como la adaptación del comportamiento corporativo a las necesidades sociales. (p.279)

En 1979, Carroll propuso una definición de RSC compuesta de cuarto partes que estaba inmersa dentro de un modelo conceptual de CSP (Carroll, 1979). En sus palabras,

“Mi argumento básico fue que para que los gerentes o las firmas se comprometan con CSP ellos tenían que tener (a) una definición básica de RSC, (b) un entendimiento/enumeración de los asuntos para los cuales existía una responsabilidad social (o en términos modernos, stakeholders hacia quienes la firma tenía una responsabilidad, relación o dependencia), y (c) una especificación de la filosofía de sensibilidad a los asuntos”. (p. 282) Por otro lado, “Wartick & Cochran (1985:758) definieron el desempeño social corporativo [CSP] como

la integración de principios de responsabilidad social, los procesos de respuestas [sensibilidad] social, y las políticas desarrolladas para dirigirse a los asuntos sociales”. Wood (1991, 386) RSE ESTRATÉGICA

La segunda gran corriente dentro del área de estudio de la responsabilidad social empresarial se conoce como RSE estratégica o strategic SCR (por sus siglas en ingles).

De acuerdo con McWillians (2006), Baron (2001) puntualiza que bajo esta corriente “es la motivación por la acción lo que identifica una acción socialmente responsable-como opuesto a privadamente responsable-“. Esto es, si la motivación es servir a la sociedad, al costo de los beneficios, la acción es socialmente responsable, pero si la motivación es servir la línea de fondo, entonces la acción es privadamente responsable. (p.9)

Oliva et al., (2005, p.47) reconoce el carácter estratégico de la Responsabilidad Social Empresarial afirmando que “la RSE vista como una herramienta de gestión empresarial, constituye una actitud estratégica, que tal como señaló en 1999, Enterprise Knowledge Network (SEKN), mejora la competitividad de la empresa y genera indudables beneficios para la comunidad”.

Otra alternativa de definición se presenta a partir de un articulo de la Revista Alma Mater (2006, p.27) “el concepto de RSE corresponde a una estrategia de negocios enfocada a incrementar la rentabilidad, competitividad y la sostenibilidad, sirviendo como parte de un nuevo modelo de desarrollo sostenible”.

De otra parte, Steven Rochlin propone “un modelo integral de responsabilidad corporativa que busca incluir dentro de la estrategia de negocios, el contenido de la responsabilidad como parte de las actividades necesarias que se deben llevar a cabo para llegar a feliz término dentro de los programas previstos por la estrategia corporativa”. (2005, p.5)

Por último, Gutiérrez (2000, p.7) establece que RSE es, “la forma inteligente como una organización se prepara, a través de un pensamiento estratégico, para integrar y articular su crecimiento y productividad a un entorno social complejo, dinámico y cambiante, buscando asegurar su permanencia en el largo plazo”.

Es indiscutible que tantas definiciones y conceptualizaciones aisladas y a veces antagónicas con respecto a la RSE, debilitan de manera importante la base teórica de cualquier campo de estudio que pretenda mejorar los conocimientos científicos o ayudar a corregir problemas estructurales en las relaciones empresa-sociedad. De hecho, hay visiones que algunos consideran radicalmente opuestas a la concepción tradicional de los elementos básicos de una definición de RSE. Por ejemplo, Friedman (2005) establece que, “En un sistema de libre empresa, basado en la propiedad privada, un ejecutivo corporativo es un empleado de los dueños del negocio. El tiene responsabilidad directa hacia sus empleadores. Esa responsabilidad es conducir el negocio de acuerdo con los deseos de los dueños, los cuales, generalmente, serán hacer tanto dinero como sea posible mientras que se cumpla con las reglas básicas de la sociedad, inmersas tanto en la ley como en la costumbre ética”. (p. 239) El aporte de Friedman, sin duda, ha sido catalogado en algunos escenarios como el principal antagonista de un concepto de RSE que busca anteponer los intereses sociales a los particulares de cada firma.

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Ahora bien, ¿cuál es la situación de la investigación sobre RSE en Colombia? En realidad, las investigaciones empíricas realizadas a nivel nacional han sido en su mayoría vinculadas con la gestión de organizaciones especificas, como el caso del estudio realizado con el apoyo y financiación de la Fundación Corona (Gutiérrez, 2006) Este trabajo, es muy importante para tener una primera aproximación de la naturaleza de la RSE en las organizaciones colombianas. Sin embargo, no es suficiente para poder generar un campo de pensamiento y una fortaleza científica; aún más, es necesario profundizar en una metodología más exhaustiva, utilizando fuentes de primera mano, entrevistas a profundidad y observación de las prácticas en el campo.

En este sentido hay una serie de elementos esenciales para la comprensión del fenómeno de la RSE que no pueden ser excluidos en la investigación desde la academia.

• Establecer el nivel de conocimiento sobre RSE. • Estimar una posible definición de RSE para el caso nacional. • Identificar las motivaciones internas que llevan a las organizaciones a implementar prácticas

socialmente responsables. • Estudiar el uso del reporting, es decir, la forma como las empresas divulgan sus logros y el

impacto de sus acciones socialmente responsables.

RELEVANCIA DE LA UTILIZACIÓN DE ESTUDIOS DE CASOS

El problema de la enseñanza de estos temas es que no se pueden medir bajo los mismos parámetros que los contenidos habituales de la administración, ni mucho menos, presentar bajo esquemas magistrales o de cátedra tradicionales. De hecho, como se hace evidente, un primer problema es la cantidad de definiciones diversas que se tienen sobre responsabilidad social empresarial, las distintas interpretaciones de ética empresarial y las diferentes manifestaciones de los asuntos sociales en la administración.

En este sentido, se hace relevante la utilización de metodologías de enseñanza-aprendizaje que permitan trasladar ciertos contenidos y, especialmente, experiencias a los estudiantes, sin que se pierda la esencia de la información que se está transmitiendo. Con este objetivo en mente, se propone el estudio de casos como alternativa a la enseñanza tradicional de los temas relacionados con la ética empresarial, responsabilidad social o problemas sociales en administración.

Ahora bien, el estudio de casos por su parte, implica necesariamente alcanzar una serie de objetivos que son los que, en mayor o menor grado, ayudarán a transmitir estos contenidos a los estudiantes sin que se pierda la calidad de las experiencias. Entre los objetivos principales que se pueden plantear: • Exposición a situaciones complejas. Dadas las condiciones socio-económicas actuales, es

indiscutible que en nuestra sociedad se presentan grandes polarizaciones en torno a cada uno de los diversos temas y asuntos que se puedan plantear. Ricos y pobres, derechistas o izquierdistas, liberales o tradicionales, etc.; son algunos de los polos opuestos que se enfrentan constantemente a través de debates que generalmente no tienen ninguna conclusión equilibrada. Evidentemente, lo mismo ocurre con las consecuencias que las prácticas administrativas tienen sobre las distintas dimensiones que conforman un colectivo humano. De acuerdo con Valleé (1985) dentro de cualquier colectivo humano existe una multiplicidad de sistemas, así como relaciones intrasistémicas e intersistémicas.

Relación con la Naturaleza

Otras Sociedades

Producción de Bienes Materiales

Sistemas Sociales Instituciones Políticas

Sistemas de Representaciones

GRÁFICA NO.1

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enestar de un grupo de personas que en sentido amplio podría tratarse de la s

s sociedades, construida para hacer inteligibles sus posibles evoluciones”. (Va

n estén influenciadas por las dist

edad, pues estarán influenciados por perspectivas productivas, sociales, políticas y trascendentales.

s –objetivos que se p

la pobreza, el desempleo, la enfermedad, la falta de oportunidad que sufren otras pers

una empresa particular, éstas si pueden aportar para la solución de algunos malestares específicos.

e las decisiones administrativas pueden tene

n nuevos proyectos de mejoramiento de las condiciones sociales para el colectivo en general.

Este esquema permite entender las relaciones y elementos relevantes cuando se realiza una evaluación general del bi

ociedad. De la misma manera, se puede obtener un panorama del entorno en el cual se moldea un

individuo, colocando especial atención a los mecanismos de funcionamiento de las sociedades; “Un modelo de análisis de la sociedad es: una representación simplificada, ideal, de los mecanismos de funcionamiento de la

lleé, 1985, p.79). Así las cosas, ¿pretender enseñar administración, sólo como una colección de conocimientos y

habilidades técnicas, no sería “arrogante” ante la magnitud de la complejidad dada por las relaciones entre cada uno de los sistemas propuestos por Valleé? Evidentemente, tener la posibilidad de exponer a los estudiantes en frente de situaciones complejas, permite ampliar su campo de raciocinio y análisis, de manera que las decisiones que tome

intas visiones de los sistemas que conforman un colectivo humano. Si lo anterior es cierto, entonces, en la medida que expongamos a los futuros dirigentes

organizacionales a situaciones complejas, estaríamos asegurando, por un lado, una educación de mayor calidad y, por otro, unos profesionales formados integralmente bajo criterios de multicomplementari

Sensibilización. El hecho que un individuo sea expuesto a situaciones complejas donde estén involucradas diferentes perspectivas de análisis no necesariamente implica que dicha persona efectivamente responderá y tomará decisiones más justas, equitativas y razonable

odrían definir como últimos dentro de cualquier plan de formación profesional-. En efecto, se podría argumentar que el sólo hecho de pertenecer a una sociedad en particular, y

estar considerablemente bien informado, sería suficiente para catalogar a una persona como un profesional con una visión de multicomplementariedad razonable. Pero, cuantas veces una persona se detiene a pensar ¿cómo afectan mis decisiones profesionales el bienestar general de otros individuos? ¿Quiénes son esos otros individuos? ¿Qué me motiva a tomar las decisiones que tomo? ¿Me duele

onas? Sin temor a errar, se podría afirmar que muchas personas desarrollan cierta inmunidad a las

dificultades y penalidades (de toda índole) de otras personas, hasta el punto que inconscientemente se puede llegar a negar una realidad que está presente y es evidente. En este sentido, la utilización de estudios de casos de empresas socialmente responsables puede permitir recuperar un poco la sensibilidad de los futuros dirigentes y presidentes de empresas sobre las dificultades, la pobreza, la desigualdad y otros problemas sociales que si bien pueden no ser responsabilidad directa de

Asombro. Otro de los alcances que se pueden observar con el uso de casos es el aumento de la capacidad de asombro por parte de los estudiantes. Por alguna razón (que no hace parte del alcance de este artículo), la sociedad moderna, gracias al modelo económico reinante y a problemas como la insensibilidad, ha perdido su capacidad de asombro. En la administración este fenómeno es mucho más significativo, sobre todo por el alcance del impacto qu

r sobre el grado de bienestar general de la comunidad. Lograr que los estudiantes de administración se asombren por los beneficios que algunas

prácticas organizacionales socialmente responsables pueden alcanzar dentro de una comunidad, permite tanto mejorar la sensibilidad como cambiar la manera de pensar y generar sinergias que desarrolle

Toma de decisiones (dilema). El estudio de casos para experiencias sociales responde a criterios diferentes con respecto a su utilización tradicional dentro del campo administrativo. El objetivo esencial de un estudio de caso social debe estar enfocado en el momento en que la organización

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tiene que tomar una decisión, la cual, generalmente implica un dilema, el cual, necesariamente contrapone la perspectiva e intereses económicos a los intereses sociales y los impactos de dichas decisiones sobre las comunidades hacia las cuales van dirigidas las prácticas empresariales. El dilema, entonces, es el “core” del caso social, pues es ahí donde está la esencia del asombro, de la sensibilidad y, lógicamente, de las nuevas perspectivas de multicomplementariedad que los futuros administradores deben tener dentro de su formación profesional.

, se pueden utilizar dos caminos alternativos a partir de s cuales empezar a trabajar los casos sociales:

CASOS ORGANIZACIONALES

ermiten complementar –a través de perspectivas diferentes- la formación de los estu

as alcanzarían en algún grado los objetivos que debería umplir un caso social o de ética empresarial.

CTIVIDADES Y TALLERES

as] otros recibieron sólo algunos de estos, y dos (2) grupos recibieron una (1) regla o un (1)

construía el capital social [den

s ayudas concedidas inicialmente. Las siguientes imágenes enseñan un aparte de la actividad.

Ahora bien, ¿cómo operacionalizar los estudios de casos para enseñar ética empresarial, responsabilidad social y construcción de capital social? Evidentemente, se deben tener en cuenta los objetivos descritos anteriormente. En este sentidolo

La principal fuente de experiencias organizacionales de carácter social o con alto contenido ético son los casos que se puedan documentar a partir de las prácticas empresariales. Las complejidades a las que se enfrentan las empresas u organizaciones en sus actividades diarias son numerosas y llenas de elementos que p

diantes. Ejemplos de hospitales públicos que sobresalen por su impecable desempeño dentro de un sector

que generalmente carga con el estigma de la corrupción de sus funcionarios, la ineficiencia y desgreño administrativo; de entes estatales que han aplicado indicadores de gestión ampliamente utilizados en el sector privado y han alcanzado grandes niveles de eficiencias y ahorros, empresas que han logrado alcanzar un equilibrio entre los intereses sociales y los económicos, o sencillamente firmas que se han preocupado por solucionar problemas específicos a grupos particulares de personas que no han tenido atención anterior por parte del Estado o cualquier otra institución, son apenas algunas experiencias que se podrían documentar y que sin lugar a dudc A

Otra fuente de experiencias importantes que se pueden utilizar para la construcción de casos con contenido ético o social son algunos tipos de actividades lúdicas. Por ejemplo, en el año 2006 se realizó un piloto donde la tarea fundamental era la construcción [bajo un ambiente competitivo –de concurso- y de mucha presión] de cubos a partir de papel cartón. Los estudiantes fueron divididos en seis (6) grupos a los cuales se les asignaron diferentes materiales para la elaboración de los cubos. Algunos grupos recibieron todos los recursos necesarios para el proceso de fabricación [cartón, tijeras, pegante, lápices, sacapuntas, regl

sacapuntas. Los estudiantes no recibieron más instrucciones que las siguientes: debían producir cubos de papel

cartón, [el mejor – o más bonito- ganaba el concurso] la única condición era no poder salir del sitio acondicionado para la actividad. Aunque el objetivo real del ejercicio era observar comportamientos éticos o anti-éticos que surgían en esas condiciones, las relaciones de poder que se presentaban, las desigualdades con que algunos colectivos deben sobrevivir, y la forma como se

tro del “laboratorio”], los estudiantes nunca fueron informados al respecto. Como consecuencia de la naturaleza del ejercicio, los grupos menos favorecidos trataron, por todos

los medios, de realizar negociaciones con sus contrapartes más fuertes. Por momentos, se alcanzaron razonables niveles de solidaridad; pero a medida que se terminaba el tiempo los grupos fuertes ejercieron su supremacía retirando la

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Imagen No. 1

Imagen No. 2

Uno de los principales hechos que se observaron era el comportamiento no - ético de algunos

integrantes de los grupos, que contrariamente a las instrucciones dadas, salieron del recinto y adquirieron más insumos para poder realizar la actividad a satisfacción. La pregunta relevante en dicho caso es: ¿este comportamiento “fraudulento”, que en esas circunstancias se puede considerar trivial, no representa una futura manifestación de debilidad ética o de posibles grados de corrupción en la vida laboral de esos estudiantes? Sin duda, este ejercicio piloto sirve para observar debilidades dentro de la formación ética y de responsabilidad social dentro de los programas de administración, que aunque parezcan superficiales, pueden dar luces sobre los futuros comportamientos de los directivos y gerentes que se están formando en las Escuelas de Administración.

PROYECTOS SOCIALES

La realización de proyectos sociales diseñados por estudiantes dentro de cursos específicos o adscritos a grupos de apoyo o de investigación de los asuntos sociales en administración, son una fuente importante de experiencias que se pueden documentar para someterlas a estudio y análisis a través del método del caso.

Ejemplos como programas de cultura ciudadana a pequeña o mediana escala pueden ser el punto de partida para la realización de futuros casos sobre organizaciones socialmente responsables, o inmersas en el campo de acción de los asuntos sociales en la administración. Aunque no son casos de empresas propiamente dichas, los ejemplos siguientes pueden ser considerados como casos de proyectos que de una u otra manera puede ser la semilla de futuros informes que documenten las prácticas sociales de diferentes empresas y organizaciones. Estos proyectos se realizaron como parte del trabajo final de un curso de administración de empresas de la Universidad del Norte –a nivel de pregrado-, donde los estudiantes estaban encargados de llevar a cabo actividades y programas de cultura ciudadana para mejorar los indicadores de convivencia y disminuir algunos otros que tenían impacto negativo en los niveles de bienestar de la comunidad universitaria.

• Utilización del Puente Peatonal. El proyecto pretendía concientizar a los usuarios (en su mayoría estudiantes) sobre la importancia del uso del puente peatonal para cruzar la avenida localizada en la salida peatonal norte de las instalaciones de la universidad. Dado que la avenida se presta para que los vehículos desarrollen altas velocidades, es importante que los estudiantes utilicen dicha estructura con el ánimo de prevenir accidentes.

• Embarazos no deseados. La población estudiantil está expuesta a los impulsos de la adolescencia y las influencias de los medios masivos de comunicación, donde una de las consecuencias es el embarazo (no deseado) de las jóvenes estudiantes. Por este motivo, se pretendía hacer una campaña que logrará captar en primera instancia la atención de los estudiantes. En segundo lugar, se pretendía llevar el mensaje claro que es importante protegerse con los medios de anticoncepción disponibles en el mercado y orientarse con las personas adecuadas para aprender a manejar su sexualidad.

• Reciclaje en la Universidad. Una de las consecuencias del desarrollo de los países y de las nuevas fuentes de comercio es la alta tasa de desechos que contaminan nuestras ciudades.

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Dentro de las universidades también son evidentes los altos índices de materiales contaminantes, por lo que esta campaña implicaba una concientización y capacitación sobre la forma correcta de disponer de los desechos dentro de las instalaciones de la universidad.

• Parqueo adecuado de los vehículos de los funcionarios. Aunque no se trata de un problema social como tal, la incorrecta manera como los funcionarios de la universidad parqueaban sus vehículos redundaba en una posible incapacidad para reaccionar y evacuar ágilmente las instalaciones en caso de alguna emergencia natural o como resultado de un acto de terrorismo.

LOS RETOS DEL ESTUDIO DE CASOS PARA LOS

ASUNTOS SOCIALES EN ADMINISTRACIÓN

El principal reto al que se enfrenta el estudio de casos como método para la enseñanza de contenidos éticos, de responsabilidad social y construcción de capital social está asociado al logro y consolidación de los objetivos básicos que los casos sociales deben alcanzar. No basta con tener acceso a fuentes de información y experiencias empresariales socialmente responsables, es necesario fortalecer la capacidad docente para la documentación y construcción de los casos, de manera que efectivamente se transmitan las vivencias organizacionales relevantes para los contenidos que se quieren enseñar, y no se reduzcan a la perpetuación del uso tradicional de esta herramienta.

De otra parte, las escuelas de administración deben propender por masificar la utilización de estudios de casos, especialmente por la alta gama de situaciones complejas que se presentan en nuestro entorno, donde se pueden encontrar experiencias de prácticas socialmente responsables de empresas que en otros latitudes no son fácilmente observables. En este sentido, es evidente que la naturaleza misma de los problemas sociales a los que se enfrenta nuestra sociedad es el punto de partida de las acciones que emprenden las organizaciones, por tal motivo, la documentación de estas problemáticas pueden llegar a ser un buen comienzo para la construcción y fomento de estudios de casos sociales.

Por último, el estudio de casos de prácticas socialmente responsables o éticas no implica una estandarización de principios, valores o actitudes que los gerentes deben seguir o utilizar como una receta para llegar a ser considerados como éticos o promotores del capital social. Por el contrario, se trata de formar a los estudiantes (futuros gerentes y empresarios) a través de la exposición a situaciones complejas, no para transmitir contenidos codificados, sino para que entre todos (profesores y alumnos) analicen y evalúen los comportamientos que ellos considerarían éticos o socialmente responsables. Así las cosas, el estudio de casos no debe tomarse como una herramienta prescriptiva, sino sencillamente una metodología para aumentar la capacidad de análisis crítico y la complementariedad de la formación administrativa.

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