Estudio 26

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Estudios de Apocalipsis Estudio # 26 Pbro. Francisco Chan Lopez

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Estudios de Apocalipsis Octavo estudio Pbro. Francisco Chan Lopez

Estudios de Apocalipsis Estudio # 26Pbro. Francisco Chan Lopez

Apocalipsis 20:1-3

1 Vi a un ngel que descenda del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2Y prendi al dragn, la serpiente antigua, que es el diablo y Satans, y lo at por mil aos; 3y lo arroj al abismo, y lo encerr, y puso su sello sobre l, para que no engaase ms a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil aos; y despus de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Apocalipsis 20

A la gran batalla sigue lo que podra parecer la victoria final de Dios. Ya la bestia y el falso profeta han sido lanzados al lago de fuego y azufre. Ahora el dragn, que no es otro que Satans mismo, es encadenado y encerrado en el abismo por un ngel. Pero, para asombro de todos, se nos dice que esto durara solamente mil aos, y que despus de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Apocalipsis 20Estos mil aos, conocidos como el milenio, han dado lugar a muchas controversias entre cristianos. Algunas personas dicen que habr mil aos de paz despus de la venida del Seor, que durante esos mil aos de paz l reinara sobre las naciones, pero que despus el diablo ser desencadenado otra vez. Otras personas dicen que el milenio empez con la primera venida de Cristo, y se cumplir a su retorno. Estas son las interpretaciones mas sobresalientes.

Apocalipsis 20Lo triste del caso es que, tratando de averiguar que sean esos mil aos, y cundo han de venir, los creyentes se han dividido en premilenaristas, postmilenaristas, amilenaristas,. Y mientras tanto el mundo mira con asombro, y continua incrdulo, en parte porque el testimonio de la iglesia se pierde en medio de tales luchas y discusiones.

Apocalipsis 20Una vez ms, todo esto se debe al intento de leer el Apocalipsis como quien lee un programa de televisin, para ver lo que viene despues. Pero, como hemos dicho repetidamente, el Apocalipsis no es un programa para el fin del mundo, sino un llamado a la obediencia en tanto esperamos que llegue ese fin.

Apocalipsis 20

Juan les escribe su libro a hermanas y hermanos asediados por la persecucin. En medio de esa persecucin, les exhorta a permanecer firmes. Pero hay adems otro peligro grave: que las cosas mejoren, que se acabe la persecucin, y que la iglesia empiece a imaginarse que ya termino su lucha. Esto ha sucedido muchas veces en la histona de la iglesia. Existe el peligro de que suceda en muchas iglesias, que tanto tuvieron que luchar en aos recientes, pero que ahora empiezan a tener un lugar reconocido en la sociedad.

Apocalipsis 20En medio de esas condiciones al parecer favorables, lo que se nos dice en este pasaje es que, aunque parezca que ya la gran batalla se ha ganado, todava no es as. Hay que mantenerse en estado de alerta. Pues la paz y tranquilidad de la iglesia, aun cuando parezcan durar mil aos, han de terminar. Cuando eso suceda, estaremos listos?

Apocalipsis 20Hasta aqui hemos pensado repetidamente en los modos en que la bestia se manifiesta en nuestra sociedad, y cmo hemos de responder. Pero piense ahora en otra tentacin ms sutil: la tentacin de pensar cuando las cosas marchan bien, que ya la lucha ha terminado. Quiz en su vida Satans esta encadenado. Pero no se duerma. Esa situacin puede cambiar. Cuando tal suceda, tiene usted que estar listo o lista a enfrentarse a l. Pdale a Dios que, aun en medio de los buenos momentos, le recuerde constantemente que usted tiene que velar y prepararse contra las acechanzas del Maligno.

Apocalipsis 20:4-64Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jess y por la palabra de Dios, los que no haban adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil aos. 5Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil aos. Esta es la primera resurreccin. 6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurreccin; la segunda muerte no tiene potestad sobre stos, sino que sern sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarn con l mil aos.

Apocalipsis 20Continuamos con algunos de los textos mas difciles de todo el Apocalipsis. Aqui sigue el tema de los mil aos. Pero ahora se complica con la introduccin de una primera resurreccin, en contraste con otra que veremos posteriormente (20:12-13). En base a este pasaje, algunas personas dicen que Juan anuncia una resurreccion de los cuerpos de los muertos en dos etapas: primero, los creyentes, y luego el resto de la humanidad.

Apocalipsis 20Pero note que lo que se levanta en esta primera resurreccin son solamente las almas de los fieles (versculo 4). No se habla aqui de que los cuerpos de los muertos se levanten. Lo que se dice es que los fieles, aunque hayan muerto fsicamente, continan viviendo aun antes de la resurreccin final.

Apocalipsis 20Los fieles no dejan de existir en espera de la resurreccin general. No, sino que ya reinan con Cristo, y continuarn reinando con l, aun antes que la tierra y el mar devuelvan sus muertos, hasta que llegue el da de la resurreccin final (lo cual se representa como mil aos), Sobre tales personas, la segunda muerte, es decir, la condenacin eterna, no tiene potestad.

Apocalipsis 20Este pasaje dice que quienes son fieles al Seor no tienen por que temer a la segunda muerte pues esta no tiene potestad sobre ellos, y no sern condenados. Y tampoco deben temer a la primera muerte (la muerte fsica), porque saben que sus almas le pertenecen al Seor, y que aun antes del juicio y el triunfo final, ya reinarn y sern sacerdotes con l. (Note una vez ms el tema de los creyentes como real sacerdocio, que hemos encontrado repetidamente en nuestro estudio [Apocalipsis 1:6; 5:10], y que aparece tambin en 1 Pedro 2:9.)

Apocalipsis 20:7-107 Cuando los mil aos se cumplan, Satans ser suelto de su prisin,8 y saldr a engaar a las naciones que estn en los cuatro ngulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el nmero de los cuales es como la arena del mar.9 Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendi fuego del cielo, y los consumi.10 Y el diablo que los engaaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y sern atormentados da y noche por los siglos de los siglos.

Apocalipsis 20Contina el tema de los mil aos. Pero ahora esos mil aos llegan a su fin, y una vez ms se prepara una gran batalla. Una vez ms el dragn o Satans queda libre para hacer sus malas obras, que consisten sobre todo en el engao. Ahora su obra se extiende a todas las naciones las naciones que estn en los cuatro ngulos de la tierra.

Apocalipsis 20Es aqui que aparece la extraa referencia a Gog y a Magog. Magog era uno de los hijos de Jafet, y Gog uno de los hijos de Joel (vea Gnesis 10:2 y 1 Crnicas 1:5; 5:4). Como en otros casos, se les daba tambin ese nombre a sus descendientes, de modo que Gog y Magog son tambin nombres de naciones.

Apocalipsis 20Ambos aparecen repetidamente en Ezequiel 38 y 39, y despus en alguna literatura juda posterior que no forma parte de la Biblia, Pero ya para esa poca los nombres de Gog y Magog se usaban como sinnimos de pueblos lejanos. Luego, el que Satans aqui traiga consigo a Gog y a Magog es otro modo de decir que hasta los pueblos ms lejanos fueron presa de su engao.

Apocalipsis 20Todos stos se levantan contra el campamento de los santos y la ciudad amada, y le ponen sitio. Pero, aparentemente sin esperar a que los santos salgan a la batalla, Dios enva fuego del cielo y los destruye. Es ahora que por fin el diablo o dragn es lanzado al lago de fuego y azufre, donde se nos dijo antes que ya estaban la bestia y el falso profeta. Este castigo ser constante y eterno da y noche por los siglos de los siglos.

Apocalipsis 20Si han tomado partido anteriormente. Es decir, no son espectadores neutrales. Al contrario, el Apocalipsis deja bien claro que en la batalla entre Dios y el dragn no hay neutralidad posible. Pero aunque no sean neutrales, tampoco son quienes han de llevar a cabo la batalla. Su batalla, como hemos visto repetidamente en el libro, es la de ser fieles aqui en la tierra. Es batalla contra la tentacin. Pero no es batalla para destruir al enemigo. sa es tarea de Dios.

Apocalipsis 20:11-1511Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en l, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningn lugar se encontr para ellos. 12Y vi a los muertos, grandes y pequeos, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, segn sus obras.

Apocalipsis 20:13-1513Y el mar entreg los muertos que haba en l; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que haba en ellos; y fueron juzgados cada uno segn sus obras. 14Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. 15Y el que no se hall inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

Apocalipsis 20Aqui se describe el juicio final. Como en otros lugares del Apocalipsis, el que esta sentado sobre el trono es Dios. Aqui se dice que el trono es blanco, porque se es el color de la victoria (recuerde el caballo blanco y las vestiduras blancas). La imagen segn la cual la tierra y el cielo huyeron es como correr una cortina grande. El trono de Dios es tal, que ni siquiera el cielo es su lugar propio. Ante la presencia de Dios, hasta el cielo huye.

Apocalipsis 20Lo que se describe no se dice exactamente en un orden lgico, pues primero se nos dice que los muertos estaban de pie ante Dios, y luego que el mar entrego sus muertos. Lo que se indica en todo caso es una resurreccin genera, de la cual nadie queda excluido. Hasta quienes fueron sepultados en el mar, todos los muertos comparecen ante el trono celestial.

Apocalipsis 20All son juzgados segn lo escrito en varios libros. El texto no nos dice que son esos libros, excepto que uno de ellos es el libro de la vida. En todo caso, todos son juzgados, y quienes no tienen su nombre en el libro de la vida son lanzados al lago de fuego, donde tambin son lanzados la muerte y el Hades; es decir, el infierno. Esta es la segunda muerte, no solamente porque es muerte eterna para los condenados, sino tambin porque es la muerte de la muerte.

Apocalipsis 20No nos gusta pensar mucho en Dios como juez. Preferimos verle como Padre amante, como quien perdona, como quien en su gracia borra nuestras rebeliones. Todo esto es cierto, pero la contraparte del amor de Dios es su justicia. Precisamente porque Dios es santo, y porque Dios quiere amar a su creacin, a la postre Dios ha de destruir todo aquello que no es santo, todo lo que no es digno de l. Se esta preparando usted para el da en que se presente ante el Seor?