7/21/2019 Esther Vilar-estrevista

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La hereje

el ensayista es siempre un anarquista, cuando menos verbal

E.V

Hay verdades tan chocantes que exigen ser salpicadas de eufemismos. Qu pasa cuando se opta

por eliminar de raz dicho recurso y se expone la verdad en toda su crudeza !ero esta clase de

verdades suelen ser como un cad"ver desentra#ado so$re la plancha de una morgue% repulsivos&

siempre y cuando& claro& no sea el de un ser amado. 'nevita$lemente nos cu$riremos los o(os y nos

daremos la vuelta% a menos que prefiramos eso a la mentira& en el fondo todava m"s espantosa.

)s son los ensayos de Esther Vilar& una mu(er que se hizo odiar por millones de lectoras *y uno que

otro lector+ de$ido a su $rutal retrato de la realidad so$re la alianza matrimonial en El var,n

domado& li$ro de cuyo an"lisis prescindir por el momento& no solo porque tam$in lo a$orrec

*aunque no tuve m"s remedio que reconocer que& al menos en )mrica -atina& el matrimonio es

compara$le a un negocio carnal en el que la mu(er se prostituye a cam$io de seguridad econ,mica&

y a$undan mu(eres que exigen privilegios sin entender que todo derecho entra#a una o$ligaci,n% y

no falta quien declar"ndose feminista permita que un se#or se haga cargo de todos sus gastos+& sinoporque esta autora& que sigui, pu$licando a discreci,n pese a que su nom$re fue $orrado de las

listas de $estsellers& cuenta con esplndidos li$ros mucho m"s afortunados& literariamente

ha$lando& que El var,n%& que sin ser un li$ro malo removi, algo demasiado p/trido en nuestras

entra#as. Esther Vilar es& para darme a entender& el equivalente ensaystico de la narrativa de

Elfriede 0eline1& con quien comparte la lengua alemana. !or otro lado& Esther ha escrito novelas

esplndidas que si $ien retoman con medida sus o$sesiones ensaysticas& resultan m"s ligeras& por

decirlo de alg/n modo& porque nada es ligero en la literatura de Esther Vilar2 3*%+ 4a(o la

influencia de la teora de la relatividad de Einstein& ha$a ideado tam$in una religi,n que

funciona$a sin so$orno& es decir& que ya no haca falta prometer al creyente una vida posterior en el

!araso para que se comportara correctamente en la 5ierra. 6o quiero entrar ahora en detalles&

porque no tiene mucho que ver con esta historia. !ero hoy sigo creyendo que el asunto tendraposi$ilidades de xito.7& dice 8arlitos& la ni#a sa$ihonda de largas trenzas ru$ias de -os siete fuegos

de 9ademoiselle *:ri(al$o& 4arcelona& ;

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hom$res.7 Entonces surgi, este panfleto& yo lo llamo panfleto. -o escri$ en tres meses y& eso s&

cam$i, mi vida porque se pu$lic, y fue un esc"ndalo.7 Ieconoce& sin em$argo *y esa opini,n se

refle(a ntidamente en sus siguientes li$ros+ que las mu(eres han cam$iado& que ahora son autnticas

feministas que han de(ado autoconmiserarse& aunque todava haya quienes sacan provecho de

hacerlo& y est" plenamente convencida de que el var,n de$e cola$orar en los de$eres domsticos

con su pare(a *de hecho ha escrito un par de li$ros acerca de los horarios compartidos+. Esther& que

de$i, ha$er sido una ni#ita idntica a la 8arlitos de -os siete fuegos de 9ademoiselle& novelafrancamente deliciosa& asegura que el tema central de su o$ra& el que en verdad la o$sesiona& es el

ta$/ del miedo a la li$ertad2 39i fascinaci,n por l tiene con seguridad mucho qu ver con mi

origen2 )rgentina& donde nac& crec y me eduquJ sus llanuras infinitasJ la populosa ciudad de

4uenas )ires& sin rostro ni historiaJ una sociedad que re/ne a inmigrantes de todos los grupos

racialesJ la poltica improvisada y sin ideas del go$ierno tras el desastre peronistaJ mi propia

procedencia heterognea% 5odo ello facilita$a el desarrollo de un gran individualismoJ pero al

mismo tiempo& me haca sentir la necesidad de fronteras de lazos humanos y de formar parte de

algoJ necesita$a una direcci,n& un modelo y unas categoras morales.7

9"s adelante& agrega2 3Esos fundamentos se completaron& de manera sorprendente& con mi

posterior traslado a )lemania. -a cuesti,n de la culpa$ilidad alemana& de la que los llegados de

fuera podamos li$rarnos& al menos en un primer momento& me mostr, la otra cara de la moneada.8,mo era posi$le que tantos hom$res en apariencia inofensivos& con los que yo ahora me

encontra$a& hu$ieran sido capaces poco tiempo antes de cometer el crimen del milenio& siguiendo

las ,rdenes de un GKhrer 8,mo es posi$le que millones de mu(eres hu$ieran vitoreado a ese

hom$re tan poco atractivo& cuando se encontra$a por la calle a diario con las futuras vctimas&

marcadas con la estrella amarilla Le qu otro modo poda explicarse aquello sino por la

arrolladora exigencia de reglas y dogmas que yo ha$a diagnosticado tan claramente con respecto a

m misma& y que convertira a los hom$res en $estias o m"rtires seg/n fuera el go$ierno al que se

sometan *38u"nta li$ertad podemos so$rellevar7& !rohi$ido pensar& ta$/es de nuestro tiempo&

!laneta& 4arcelona& ;F+. ) decir de Esther& la /nica religi,n inocua es el amorporque se trata& para empezar& de una religi,n privada cuyo o$(eto de culto es un dios personal que

tiende a perder poder a travs de la materializaci,n del milagro de la convivencia diaria.

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6aturalmente& como ocurre con el Lios omnipresente al que adoran m/ltiples religiones $a(o

distintos nom$res& entre m"s sordo se muestre este peque#o dios a las plegarias del adorador o

adoratriz& m"s reverenciado o reverenciada ser". Quiz" por ello sus novelas son inocuas en

comparaci,n con sus ensayos.

Londe Esther agudiza al m"ximo su sentido pr"ctico y su anarquismo ver$al& es en 8at,licas del

mundo& unos *:ri(al$o& 9ondadori& 4arcelona& BDDC& traducci,n de 4ettina 4lanch 5yroller+

donde& de entrada& por mucho que haya denostado al feminismo diciendo ma(aderas tales como quela mayora de las feministas eran les$ianas y sataniza$an a los varones para quedarse con las

muchachas $onitas& se declara feminista& m"s a/n& acusa a las cat,licas del mundo de ser una

vergKenza para el feminismo internacional y si $ien este& como sus ensayos previos& est"

impregnado de una irona que ocasionalmente degenera en cinismo& es& a mi (uicio& el li$ro m"s

impactante de esta autora. 3Han transcurrido casi dos mil a#os desde el nacimiento de aquel hom$re

que demostr, ser amigo de las mu(eres como ning/n otro hasta entonces escri$e Esther . Hace

casi dos mil a#os que ese hom$re muri, en la cruz por su ideal de igualdad de todos los seres

humanos *%+ solo os de(an cantar desde que ya no encuentran castratos *%+ @ cuando hacen sonar

las campanillas& cais de rodillas como perritos amaestrados *%+ )caso no os dais cuenta de que

de este modo no hacis m"s que ofender cada da al hom$re que llam"is vuestro salvados Qu

con vuestro comportamiento converts precisamente a 0esucristo& primer defensor de los derechoshumanos& en un $aluarte del sexismo7 *p. p B; y B+.

-a idea de escri$ir este ensayo donde se exhorta a las cat,licas a exigir& no m"s a pedir& mucho

menos a suplicar& su derecho a formar parte activa de su iglesia& ya no como mon(as& catequistas o

$eatas sino como sacerdotisas& cardenalas y papisas& surge de la participaci,n de Esther en un

programa televisivo de de$ate en )ustria donde se discutira el escandaloso escrito de (unio de BDD=

en el que 0uan !a$lo '' reitera$a su veto& con car"cter de definitivo& a las mu(eres deseosas de

ordenarse sacerdotisas. Esther& en su condici,n de cat,lica re$elde& experiment, una gran

admiraci,n por una te,loga de nom$re Mta Ien1eHeinmernn& invitada asimismo al de$ate& que con

ra$iosas l"grimas en contraste con su voz calma defendi, ante los fanfarrones o$ispos su vocaci,n

al sacerdocio. 'nspirada en la pasi,n de esta mu(er& Esther lanz, a los susodichos un desafo al

trmino de la emisi,n2 N?e#or o$ispo& nosotras le vamos a sorprenderO

?eguimos esperando la sorpresa por parte de las mu(eres con vocaci,n sacerdotal y que han

restringido su campo de acci,n al terreno intelectual donde han disertado a$undantemente so$re su

legtimo derecho a $autizar $e$s y cele$rar la comuni,n. -a propia Ian1eHeineman le hizo ver a

Esther c,mo& a travs de los siglos& los ensotanados no se han tocado el coraz,n para falsificar

documentos a diestra y siniestra& hasta desfigurar y virtualmente $orrar la participaci,n femenina en

la edificaci,n de la 'glesia 8at,lica. -os $otones de muestra de las enmendaduras que menudearon

a partir de la alta Edad 9edia& nos llevara $astante espacio. Vale la pena& sin em$argo& enumerar un

par2 en tiempos de !a$lo existan predicadoras& m"s exactamente llamadas diaconisas& entre las que

se menciona o se menciona$an en 8orintios BB2>& Iomanos BC2B y 8olonesenses B2;> a Ge$e&

!risca& 5rifana& 5rifosa y !ersisJ una mu(er 3muy estimada por los ap,stoles7 llamada 0unia& pasa&por o$ra y magia de una mano santa a transformarse en el var,n 0unias en Iomanos BC2F.

?a$iamente Esther trata de hacernos ver a los cat,licas que quien miente una vez& seguir"

hacindolo por los siglos de los siglos& amn. !ero de las 3$uenas cat,licas7 nunca se ha esperado

reflexi,n& solo limosnas *que podra ser un $uen comienzo para manifestar nuestro malestar2

cesando toda ayuda econ,mica a la iglesia+ y sumisi,n% o es que acaso el papel de madre no es

mucho m"s honroso que el de cualquier alto (erarca Este& nos dicen& no es m"s que un

insignificante representante de Lios en la 5ierra& mientras que la madre es *o de$iera ser+ la

encarnaci,n misma de la santidad% N!amplinasO& exclama Esther& sacudiendo sus rizos ru$ios2

39ientras en los cala$ozos de la 0unta moran y sufran las torturas m"s crueles decenas de miles de

(,venes& el nuncio apost,lico (uga$a al tenis con el torturador argentino de m"s alto rango. 9ientras

las madres de las vctimas implora$an $a(o la lluvia clemencia delante de determinada mansi,n&dentro de ella& los o$ispos argentinos cena$an con los generales argentinos. @ clava$an a su

?alvador en la cruz seg/n el rito cat,lico tradicional.7

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Es esta la 'glesia que tan ferozmente se opone al a$orto& se pregunta perple(a la autora. Mna

'glesia que si en vez de cola$orar con Hitler se hu$iera resistido a sus encanto& ha$ra& acaso&

impedido la matanza de (udosJ una 'glesia que& chanta(eada con promesas de preservar su poder& ha

esta$lecido lazos de amistad& esto es& de complicidad& con las m"s cruentas dictaduras. -a 'glesia

que impasi$le ha presenciado la matanza de ro(os se opone a que las mu(eres po$res recurran a

mtodos de control natal& no digamos ya al a$orto en condiciones salu$res y dignas& con lo cual&

afirma Esther& se esta$lece una poltica pro mortem que condena a la muerte psquica& moral y fsicaa millones de seres2 3Le qu os sirve un re$a#o cat,lico diez veces m"s numeroso si es un re$a#o

ham$riento& asfixiado y enfermo *%+ )caso las de$ates actuales no producen la sensaci,n de que

los se#ores de vuestra 'glesia creen que nos tum$amos por gusto en la mesa de operaciones para

de(arnos practicar seme(ante intervenci,n7 *p.p DF y DD+.

8am$iara la 'glesia con mu(eres a cargo 5odo parece apuntar a que s& y Esther est" convencida

de que las cat,licas& como en su momento las anglicanas& lograran& con un poco de audacia&

re$elda& sangre fra y voluntad posicionarse de altos cargos dentro de dicha instituci,n. Ellas& que

tienen las manos limpias de sangre& podran emprender con toda legitimidad una campa#a para la

renovaci,n de la 'glesia. )qu& Esther vuelve a recordarnos a la cnica ha$lante de El var,n domado2

3*%+ 9ientras la 'glesia se ocupa de garantizar con sus mandamientos la falta de li$ertad que

necesitamos para vivir& el Estado de$e velar porque nuestra li$ertad no se vaya al garete& es decir&por que nuestro sometimiento a vuestros mandamientos siga siendo voluntario y no se persiga a

quienes se niegan a o$edecerlos *%+ -a dictadura eclesi"stica se dara si al creyente se le pasaran

las ganas pero a/n as tuviera que rezar. !ero de todos modos vosotras& cat,licas del mundo& no

toleraris que suceda algo as& verdad7 *p. >B+ Ginalmente Esther aconse(a no que$rantar el voto

de celi$ato& por cuestiones meramente pr"cticas2 3En primer lugar tenemos la cuesti,n del dinero.

-os empleados solteros resulta$an m"s econ,micos que los que tenan familia& y adem"s eran m"s

flexi$les& ya que la instituci,n poda trasladar a un sacerdote sin prole a cualquier rinc,n del

'mperio cat,lico en cualquier momento. @ puesto que a la saz,n no ha$a escasez de nuevas

generaciones en el sector& poda exigirse cualquier cosa de los candidatos *%+ El sacerdote cli$e

era invenci,n de una autoridad que aspira$a a e(ercer el poder a$soluto so$re los pensamientos& los

sentimientos y la economa de sus s/$ditos. !recisamente en este "m$ito& la a$soluci,n sala

$astante cara.7 *p. C>+ -legara el da en que el humo $lanco& en vez de anunciar al pr,ximo

representante de 8risto que& seg/n Esther& es m"s $ien el representante del ?e#or 9aquiavelo&

anuncie ha$emus mamam 6os conformaramos& por lo pronto& con que ce(en en su empe#o de

mezclar los asuntos de Lios con los asuntos de la -ey.