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Especies exóticas invasoras EQUIPO INVASEP La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a las especies exóticas invasoras como la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial, tras la destrucción de los hábitat, llegando a responsabilizarle del 39% de las extinciones de animales producidas. E n el número anterior se- ñalábamos los riesgos de transmisión de enferme- dades a los humanos por la te- nencia de animales exóticos co- mo mascotas. Ahora, debido a que nos acercamos a las navida- des y las mascotas se convertirán en el regalo deseado de muchos niños, es necesario resaltar el problema de los abandonos y su problemática ambiental, econó- mica y social. En algunos de es- tos casos será un animal exótico el responsable de la sorpresa, una tortuguita, una cotorra o bien al- go más exótico aún como un gec- ko leopardo o un pez payaso co- mo “Nemo”. España se ha situado en el país europeo donde más abandonos de mascotas se producen, sien- do alrededor de 150.000 masco- tas abandonadas cada año. Estas cifras reflejan que 6 mascotas de cada diez que se regalan en Na- vidad son abandonadas, lo que nos obliga a realizar la siguiente reflexión “¿Somos buenos tuto- res de nuestras mascotas?” A te- nor de los datos es evidente que no. Si la compra no ha sido sufi- cientemente meditada o asesora- da por profesionales (profesiona- les de la venta de mascotas y vete- rinarios), sino que la adquisición se ha producido por el deseo ca- prichoso de la compra de un ani- mal exótico, es probable que con el tiempo éste se convierta en una carga. Por ello es necesario realizar una compra responsable donde nos deberíamos pregun- tar si sabemos que nuestra mas- cota cuando crezca cambiará y ya no será una novedad; que nece- sitará dedicarle parte de nuestro tiempo libre; que necesitará cui- dados especiales (costes de man- tenimiento y alimentación y visi- tas al veterinario); que todos en la familia debern estar de acuer- do con su adquisición, ya que una mascota es una responsabilidad familiar, y que deberá acompa- ñarnos en nuestras vacaciones o bien buscarle alguien que pueda cuidarla. La adquisición de una mascota exótica además nos obliga a ser aún más precavidos que con las mascotas tradicionales, debido a que, ya sea por la falta de expe- riencia en el manejo, descuidos o por la propia habilidad del ani- mal, podría escapar. O bien, en caso de no poder atenderla, con la mejor de las intenciones pe- ro también con el mayor de los desconocimientos fuera liberada al medio natural. La mayoría de estos animales acabarán murien- do por inanición, atropellos o de- predación. Sin embargo, unos po- cos sobrevivirán, principalmente aquellos ejemplares que presen- ten unas cualidades que les per- mitan adaptarse al medio, lo que se denominan especies asilves- tradas o “naturalizadas”. En estos casos una pequeña proporción de estas especies puede ocurrir que lleguen a establecer poblacio- nes reproductoras estables con el riesgo de afectar negativamente a otras especies autóctonas, pro- ducir daños en cultivos e infraes- tructuras, transmitir enfermeda- des o producir cambios en el me- dio ambiente. En este caso estas mascotas se habrían convertido en especies exóticas invasoras (EEI). La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a las especies exóticas invasoras como la segunda causa de pérdida de biodiversidad a ni- vel mundial, tras la destrucción de los hábitat, llegando a respon- sabilizarle del 39% de las extin- ciones de animales producidas. El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013) recoge un gran núme- ro de especies exóticas considera- das invasoras. Si analizáramos el número de especies que hoy día se consideran como invasoras y el origen de su introducción podría- mos ver como casi el 70% de los reptiles, anfibios, aves y mamífe- ros invasores han sido vendidos como mascotas. Estas especies como el mapache, la tortuga de Florida, las ardillas, el pico de co- ral, la cotorra de Kramer, la rana africana de uñas, el caracol man- zana, la cotorra argentina, los eri- zos africano y pigmeo o el tejedor rin se

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    NÚMERO 5. DICIEMBRE 2016BADAJOZVETERINARIA

    salud pública y medio ambiente

    Especies exóticas invasoras

    EQUIPO INVASEP

    La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a las especies exóticas invasoras como la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial, tras la destrucción de los hábitat, llegando a responsabilizarle del 39% de las extinciones de animales producidas.

    En el número anterior se-ñalábamos los riesgos de transmisión de enferme-dades a los humanos por la te-nencia de animales exóticos co-mo mascotas. Ahora, debido a que nos acercamos a las navida-des y las mascotas se convertirán en el regalo deseado de muchos niños, es necesario resaltar el problema de los abandonos y su problemática ambiental, econó-mica y social. En algunos de es-tos casos será un animal exótico el responsable de la sorpresa, una tortuguita, una cotorra o bien al-go más exótico aún como un gec-ko leopardo o un pez payaso co-mo “Nemo”.

    España se ha situado en el país europeo donde más abandonos de mascotas se producen, sien-do alrededor de 150.000 masco-tas abandonadas cada año. Estas cifras reflejan que 6 mascotas de cada diez que se regalan en Na-vidad son abandonadas, lo que nos obliga a realizar la siguiente reflexión “¿Somos buenos tuto-res de nuestras mascotas?” A te-nor de los datos es evidente que no. Si la compra no ha sido sufi-cientemente meditada o asesora-da por profesionales (profesiona-les de la venta de mascotas y vete-

    rinarios), sino que la adquisición se ha producido por el deseo ca-prichoso de la compra de un ani-mal exótico, es probable que con el tiempo éste se convierta en una carga. Por ello es necesario realizar una compra responsable donde nos deberíamos pregun-tar si sabemos que nuestra mas-cota cuando crezca cambiará y ya no será una novedad; que nece-sitará dedicarle parte de nuestro tiempo libre; que necesitará cui-dados especiales (costes de man-tenimiento y alimentación y visi-tas al veterinario); que todos en la familia debern estar de acuer-do con su adquisición, ya que una mascota es una responsabilidad familiar, y que deberá acompa-ñarnos en nuestras vacaciones o bien buscarle alguien que pueda cuidarla.

    La adquisición de una mascota exótica además nos obliga a ser aún más precavidos que con las mascotas tradicionales, debido a que, ya sea por la falta de expe-riencia en el manejo, descuidos o por la propia habilidad del ani-mal, podría escapar. O bien, en caso de no poder atenderla, con la mejor de las intenciones pe-ro también con el mayor de los desconocimientos fuera liberada al medio natural. La mayoría de estos animales acabarán murien-do por inanición, atropellos o de-predación. Sin embargo, unos po-

    cos sobrevivirán, principalmente aquellos ejemplares que presen-ten unas cualidades que les per-mitan adaptarse al medio, lo que se denominan especies asilves-tradas o “naturalizadas”. En estos casos una pequeña proporción de estas especies puede ocurrir que lleguen a establecer poblacio-nes reproductoras estables con el riesgo de afectar negativamente a otras especies autóctonas, pro-ducir daños en cultivos e infraes-tructuras, transmitir enfermeda-des o producir cambios en el me-dio ambiente. En este caso estas mascotas se habrían convertido en especies exóticas invasoras (EEI).

    La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera a las especies exóticas invasoras como la segunda causa de pérdida de biodiversidad a ni-vel mundial, tras la destrucción de los hábitat, llegando a respon-sabilizarle del 39% de las extin-ciones de animales producidas. El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (Real Decreto 630/2013) recoge un gran núme-ro de especies exóticas considera-das invasoras. Si analizáramos el número de especies que hoy día se consideran como invasoras y el origen de su introducción podría-mos ver como casi el 70% de los reptiles, anfibios, aves y mamífe-ros invasores han sido vendidos como mascotas. Estas especies como el mapache, la tortuga de Florida, las ardillas, el pico de co-ral, la cotorra de Kramer, la rana africana de uñas, el caracol man-zana, la cotorra argentina, los eri-zos africano y pigmeo o el tejedor

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    amarillo entre otros, son algunos de los ejemplos de estas mascotas invasoras que hoy día están cau-sando graves impactos.

    Algunas de estas especies como el caracol manzana, el mapache o la tortuga de Florida causan un impacto claro sobre las espe-cies autóctonas y los hábitats, sin embargo otras encuentran en el medio urbano un hábitat ideal para vivir. Es aquí donde se pro-ducen los impactos más patentes para la sociedad, como el caso de la cotorra argentina (Myiopsitta monachus). Esta especie origina-ria de Sudamérica se ha expandi-do por todo el mundo debido a su comercio como mascota teniendo las primeras citas en libertad en España en 1975 en la ciudad de

    terinario se convierta en un ase-sor de confianza para sus clientes y pueda informarles de cual pue-de ser la mascota más adecuada a sus necesidades o bien qué de-ben hacer con ella en caso de no poder atenderla. El abandono o li-beración no puede ser una opción para un propietario ni el destino de una mascota.

    ¿Qué ocurre si tengo una mascota exótica invasora?Actualmente la inclusión de es-tas mascotas en el Real Decre-to 630/2013 prohíbe la tenencia, el comercio, cesión, adopción, transporte y tráfico de estas es-pecies. Aquellos propietarios de mascotas invasoras adquiridas antes de la aprobación del cita-do Real Decreto podrán mante-nerlas en propiedad pero se en-cuentran en la obligación de rea-

    Barcelona. Desde entonces hasta ahora sus poblaciones han ido en aumento llegando a tener una po-blación en 2015, según los censos de la asociación SEO/BirdLife, en torno a los 20.000 ejemplares, te-niendo sus máximas poblaciones en el casco urbano de distribu-ción , istri y Málaga. Esta espe-cie causa diversos impactos debi-do su comportamiento reproduc-tivo y social.

    Es una especie muy gregaria que genera molestias en las zonas ur-banas principalmente por el rui-do que realizan con su constante graznido, sobre todo en las zonas donde se sitúan sus nidos. Éstos, ocupados por varias parejas, pue-den llegar a pesar hasta 100 kg, lo que produce el deterioro de árbo-les y la rotura de ramas, pudien-

    lizar una declaración responsable de su tenencia lo cual les obli-ga a cumplir una serie de com-promisos para evitar que estos ejemplares puedan llegar al me-dio natural en el futuro y causen un impacto. En el caso contrario, aquellos propietarios que ya no puedan tener dichas mascotas declaradas como invasoras, y sólo éstas, quedando exentas el resto de especies exóticas, podrán po-nerse en contacto con el Servicio de Conservación de la Naturale-za y Áreas Protegidas de la Direc-

    do causar accidentes a los vian-dantes. También causan proble-mas en el suministro eléctrico cuando efectúan los nidos sobre tendidos eléctricos y daños en otras infraestructuras, como bal-cones o antenas. En sus incursio-nes en el medio natural provocan daños en huertas y explotaciones agrícolas cuando se alimentan. A nivel sanitario estos ejempla-res pueden ser portadores de la bacteria causante de la psitacosis que pueden transmitir al ser hu-mano.

    Los trabajos de control y erradi-cación de estas especies invasoras realizados por las administracio-nes generan costes muy elevados

    y pocas veces los resultados son los esperados como el caso del ca-racol manzana ((Pomacea spp.) en el Delta del Ebro donde se han in-vertido en su control desde 2010 unos 6 millones de euros, o con la culebra real de California  (Lam-propeltis getula californiae)  en la isla de Gran Canaria donde se lle-va realizado un gasto de 1 millón de euros.Por todas estas razones es de vital importancia que la figura del ve-

    ción General de Medio Ambiente (Tlf.: 927006166) y cumplimen-tando un documento de cesión voluntaria entregar su mascota invasora a un Agente del Medio Natural que se encargará de su recogida en el propio domicilio del propietario.

    Más información en: http://www.invasep.eu/padres.html o en [email protected]

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    NÚMERO 5. DICIEMBRE 2016