Especial: Guerra en Libia

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Especial con la recopilación de artículos de United Explanations sobre la guerra en Libia.

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ESPECIAL:GUERRA ENLIBIA

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Especiales United Explanations Especial Libia: Guerra en Libia, 2011. 1era ed.Publicación Formato Digital.CATEGORIA; ÁFRICA. INTERNACIONAL, ECONOMÍA.

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Edición Única, Marzo 2012Formato Digital

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Índice

EspecialesGuerra en Libia 2011

Artículos Castellano

Revuelta en Libia: la personalidad bipolar de Saif el-Islam Gadaffi

Gadafi y los líderes europeos: ¿Falta de memoria o business as usual?

La coalición internacional ataca Libia

10 claves para comprender la intervención militar en Libia

¿Por qué el Consejo de Seguridad autorizó el uso de la fuerza en Libia? Libia

y la Responsabilidad de proteger

¿El Gobierno de Muammar Gaddafi ha violado el Derecho Internacional?

Artículos Inglés

Oil price and the effect of Libyan war

Who is who in the post-Gaddafi Libya

Colaboradores

Proyecto United Explanations

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Especiales:

Guerra en Libia 2011

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United ExplanationsEquipo

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Especiales United Explanations:

Especial Guerra en Líbia 2011

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Artículos

Guerra en Libia 2011

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Revuelta en Libia: La personalidad bi-polar de Said el-islam Gadaffi

Saif el-Islam Gadaffi, hijo de Muammar Gaddafi, realizó una entrevista hace un año en la que afirmaba que el futuro de Libia era “para los gestores” que debían ser “elegidos por el pueblo”. Pero en su última aparición en televisión cambió de tono: “La sangre correrá como ríos”. ¿Por qué tan radical cambio de actitud?

En octubre de 2009, su padre, Muammar Qaddafi (o Gadaffi como se le denomina en los medios occidentales) le nom-

bró su sucesor y el número dos del Go-bierno de Libia. Es el mayor de ocho hermanos. Arquitecto de profesión po-see un grupo de medios informativos que incluye televisiones por satélite y periódicos de capital privado.

A través de la Asociación de Derechos Humanos ha desarrollado una impor-tante actividad a favor de los mismos, realizando numerosas campañas para la liberación de los presos políticos con bastante éxito. Esta Asociación tam-bién ha lanzado campañas contra la tortura en Libia y el Medio Oriente y ha trabajado para mejorar los lugares de detención. Ocupa también el puesto de Presidente de la ONG «Fundación Gad-

dafi para la Caridad y el Desarrollo» a través de la cual organizó un envío de 2.000 toneladas de ayuda humanitaria y comida por mar hacia Gaza.

Sayf ha ido ganando peso político al adquirir experiencia de gobierno y ha sido visto hasta ahora como una puerta reformista hacia una eventual-democracia en Libia. Tanto es así que Estados Unidos había manifestado su satisfacción sobre su posible elección como sucesor de su padre, y Francia se estaba beneficiando comercialmente de su amistad mediante importantes acuerdos comerciales y militares.

Su postura reformista y prodemocra-tizadora quedaba bastante clara en un vídeo subido en Youtube el pasado mes de junio de 2010 en el que The Sunday Times le entrevistaba en rel-ación a cómo veía el futuro de su país.

Merece la pena destacar literalmente las frases pronunciadas en el discurso.

Un “supuesto” reformador hacia la democracia

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Table 1ᴥ Phasellus imperdiet rhoncus ᴥ

PBI Money Capital MGMT

Argentina 5665.23 6.23 87456.36 56

Brazil 456458.23 5.25 45465.25 45

Ecuador 5665.23 6.23 87456.36 56

England 456458.23 5.25 45465.25 45

U.S.A. 5665.23 6.23 87456.36 56

Marruecos 456458.23 5.25 45465.25 45

Mozambique 5665.23 6.23 87456.36 56

Nicaragua 456458.23 5.25 45465.25 45

Peru 122.65 3.25 574.63 25

Uruguay 45465.62 9.52 145874.23 85

Zomalia 234.56 1.23 132.25 11

Source: Erick Ragas | www.stockindesign.com

Cabe prestar atención a su estado de tranquilidad y relajación (mirad como se reclina en el sofá, el ambiente exte-rior tranquilo y el suave movimiento de sus manos):

Dando lecciones de Derechos Hu-manos a MerkelHace apenas un mes Saif firmaba una

carta como Presidente de la Fundación Gaddafi en la que le reprochaba a la Cancillera alemana Angela Merkel su a apoyo al Estado de Israel en forma de “regalos” en el ámbito militar: la donación de dos submarinos altamente sofisticados y de barcos de guerra eq-uipados con misiles, que se añadirían al arsenal de cinco submarinos propor-

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cionados y pagados por los contribuy-entes alemanes.

El caso de los submarinos ale-manes e IsraelCiertamente Alemania donó dos sub-marinos Dolphin a la marina de guerra israelí después de la Guerra del Golfo Pérsico a principios de 1990. Bueno, en realidad se hizo cargo del 80% de su coste. El primer Dolphin fue encar-gado en 1999, mientras que el segundo fue comisionado en 2000. Los israelíes más tarde compraron un tercer sub-marino por valor 350 millones dólares en total, con un 50% de los gastos compartidos con el gobierno alemán.

En noviembre de 2005 surgieron in-formes de que Alemania quería vender a Israel dos submarinos clase Dolphin SSK. En 2006, el acuerdo concluyó por un valor total de 1.270 millones dólares, en el que el gobierno alemán se hacía cargo de una tercera parte del coste. Los nuevos barcos se construyeron en el astillero AG Howaldtswerke-Deutsche Werft, en la ciudad de Kiel y la entrega se hizo efectiva el pasado año 2010.

Dejando a un lado las valoraciones sobre este suceso resulta más que in-teresante analizar el contenido y las palabras utilizadas por parte de el Saif hacia la Canciller:“No creo que el pueblo alemán, que ha sido víctima de la dictadura, la opre-sión y el terrorismo, ya sea en la época

nazi o durante el régimen comunista que la Sra. Angela Merkel conoce bien, esté de acuerdo en que el dinero de los contribuyentes se destine a la com-pra de armas de asalto, y a submari-nos que llevan -según a los informes-misiles de largo alcance que podrían ser equipados con cabezas nucleares.

No creo que lo que los contribuyen-tes busquen es mejorar la capacidad ofensiva del Estado más grande del mundo en términos de violación de los derechos humanos.”

Y sigue:

“a pesar de que Libia tiene el mejor registro en el ámbito de los derechos humanos en Oriente Medio, después de las numerosas reformas llevadas a cabo, no vemos ni en el Parlamento ni siquiera en la prensa alemana signos de protesta contra estos regalos le-tales donados por el Gobierno alemán a Israel, el más grande violador de los derechos humanos en el mundo.”

Y sigue siguiendo:

“[Israel] es el país que todavía está violando la soberanía de otros países soberanos, a través de los bombar-deos de su territorio y asesinando a ciudadanos de otros países.”

Es bien curioso que este señor que

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tan aperturista, reformista y sensible acerca de los Derechos Humanos se ha mostrado, de pronto lanzara el pasado domingo 20 de febrero un contun-dente mensaje a la población. Contex-tualizaremos un poco diciendo que el mensaje era en respuesta a aquellos libios y libias que salieron a la calle, a lo largo de una semana, en protesta por uno de los sistemas más represivos del Magreb, así como uno de los países menos transparentes a nivel informa-tivo del mundo.

¿Doctor Jekyll y mister Hyde?Resulta bien paradójico el cambio de personalidad en tan breve período de tiempo. Contrastemos sino las frases citadas en el primer vídeo con las del segundo que acabamos de ver:

· “Vamos a luchar hasta el final. No va-mos a dejar que se rían de nosotros ni Al Yazira ni Al Arabiya ni la BBC”.

· “Esto va a ser peor que Yugoslavia y que Irak. Ya lo veréis”.

· “El Ejército desempeñará un papel esencial para restaurar la seguridad, sea cual sea el precio a pagar. Se trata de la unidad de Libia”.

· “La sangre correrá como ríos”

Parece que el cambio de tono es palpa-ble, no? De casi Premio Nobel de la Paz a secuaz del mayor de los tiranos. Y es

que Libia a fecha de hoy ya ha sufrido más de 300 bajas (algunos apuntan a que ha habido más de 1.000 muertos). Ninguna de las actuales revueltas en los países árabes ha tenido tal número de bajas, y menos en tan poco tiempo. La respuesta ha sido, de largo, la más represiva de todas, con fuego abierto incluso por medios aéreos (bajo el pretexto de que se estaba atacando a “contenedores de armas”).

El cambio de lenguaje de las potencias extranjeras también es evidente y es que ya se están analizando posibles acciones, en forma de sanciones, por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas a Libia.

Más le valdría a Saif decidirse por cuál de los personajes se siente más iden-tificado, si el Doctor Jekyll o el Señor Hyde. Y tener bien presente que en función de su elección la historia (y el presente) le juzgará. Y más vale que lo piense bien porque, desgraciadamente, el precio a pagar será demasiado alto, no para él, sino para su pueblo.

Lluis Torrent | www.unitedexplanations.org

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Gadaffi y los líderes europeos: ¿Falta de memoria o business as usual?

Gadafi ha reaccionado a las protestas que han tenido lugar en Libia con una represión sin precedentes que está llevando al país al borde de una guerra civil. Sus antiguos aliados europeos se miran extrañados ante la actitud de su ayer compañero de negocios, ahora convertido en un criminal de guerra: ¿quién podía haberse esperado que Gadafi hiciese algo así?

El último capítulo de la ola de revoluciones en el mundo árabe ha tenido como pro-tagonista el Estado libio. El

pasado 15 de febrero estalló una re-vuelta popular en Bengasi, al este del país, inspirada en las revoluciones de Túnez y Egipto, y que está llevando al país al borde de una guerra civil.

Durante las décadas de 1970 y 1980, Libia llevó a cabo una agresiva política exterior que incluía la financiación de grupos terroristas y rebeldes de todo el planeta. Esta actitud convirtió a Libia en un auténtico “Estado paria”, sancio-nado por la ONU y excluido de la socie-dad internacional. No obstante, en los últimos años, la atracción que ejercen los hidrocarburos y la inversión libia, así como la contención del terrorismo

islamista y la inmigración ilegal, han hecho de Libia un aliado fundamen-tal de los países de la Unión Europea.

Las declaraciones de Muammar Al-Gadafi durante los últimos días, en las que afirma que quiere morir como un mártir y que luchará “hasta la última mujer y el último niño”, han puesto los pelos de punta a la comunidad internacional. Las informaciones que llegan desde Libia confirman la ex-istencia de un desastre humanitario de grandes proporciones, con miles de refugiados que se agolpan en las fronteras y múltiples atrocidades per-petradas por las fuerzas de seguri-dad libias y grupos de mercenarios.

Esta dura represión ha generado una unánime ola de repulsa internacional. Gadafi, quien apenas hace unos me-ses era un compañero de negocios muy buscado por parte de las poten-cias europeas, se ha convertido ahora

De excluido a invitado de honor y actor repudiado

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en un criminal de guerra. Pero, lo que está sucediendo no debe sorprender a nadie: si prestamos atención a la trayectoria del dictador, veremos que nunca ha dejado de ser un excéntri-co megalómano sin escrúpulos a la hora de ordenar la muerte de civiles.

Gadafi: ascenso e ideologíaTras un periodo de colonización itali-ana (1911-1943) Libia alcanzó la in-dependencia en 1951, convirtiéndose en una monarquía hereditaria gober-nada por el rey Idris. Pero la monar-quía no duró mucho: en 1969, un jo-ven coronel de 27 años, procedente de una familia beduina, le arrebató el poder al rey, convirtiéndose en el Jefe de Estado y su principal ideólogo.

La ideología de Gadafi: El libro verde

Desde la revolución, el objetivo de Gadafi ha sido diferenciar su país del resto del mundo. Así pues, cu-atro años después de llegar al poder puso en marcha lo que ha denomi-nado una verdadera “revolución cul-tural”, basada en una ideología que denominada “la tercera teoría”, alter-nativa al capitalismo y al comunismo. La ideología de Gadafi se ha plas-mado en su “Libro Verde”, completa-do a finales de la década de 1970[i].

En este libro, Gadafi expone unas ideas que son una mezcla confusa entre so-cialismo, populismo e islamismo. Gadafi renombró el Estado en 1977 denomi-nando el Nuevo sistema como “a jama-hiriya”, traducido como “Estado de las masas”. En teoría, este Estado está ba-sado en una descentralición del poder en manos de varios comités populares,

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pero en la práctica Gadafi aprovechó está descentralización para quitar el poder a los gobernadores y oficiales, siendo él la última autoridad en el país, que no cuenta con ninguna Con-stitución que limite el poder del líder.

En lo que respecta a su política inter-nacional, ésta ha estado basada en el panarabismo, intentando unir Libia con otros estados árabes (como Libia con Egipto y Siria, y Libia con Túnez), y el panafricanismo, con diversas campañas por la unidad Africana desde los años 90, cuando propuso crear los “Estados unidos de África”.

Libia: economía y poblaciónLibia es un enorme país, cubierto en su mayoría por desierto, y con esca-sa población (6.5 millones en 2010), la granmayoría concentrada en la costa. La estructura de la población libia es particular y muy compleja: si bien los libios nativos son funda-mentalmente bereberes, las diferen-tes invasiones turcas y árabes, junto con pueblos beduinos y tuaregs pro-cedentes del desierto, han compues-to un confuso mosaico de pueblos.

En lo que respecta a la economía, desde que el petróleo fue descubi-erto en 1959, los hidrocarburos se han convertido en el centro de la vida económica libia. La sequedad del ter-reno, las temperaturas extremas y la falta de agua, dificultan el desarrollo

de la agricultura (Libia importa el 75% de sus alimentos). Además, el sector servicios, sobre todo el turismo, están poco desarrollados, lo que repercute en una alta tasa de paro (en torno al 20%), la más alta de la región.

Las rentas procedentes del petróleo han convertido a Libia en uno de los países con la renta per cápita más alta de África (12.020 $ por persona/año, según datos del Banco Mundial). Pero a pesar de esta riqueza, los ben-eficios del petróleo no llegan a las ca-pas más bajas de la población: según la CIA, un tercio de los libios viven por debajo de la línea de pobreza.

Además de las privaciones económi-cas, la población libia ha sufrido décadas de dura represión. Durante las décadas de 1970, 1980 y 1990, se produjeron centenares de casos de desaparición forzada y otras vio-laciones graves de derechos huma-nos, todavía sin resolver, en las que estuvo implicada la temible “Agencia de Seguridad Interna”. Según el In-forme de Amnistía Internacional 2010, esta Agencia sigue actuando con im-punidad en el país, sobre todo con-tra los disidentes y los defensores de derechos humanos. La libertad de ex-presión, asociación y reunión siguen estando gravemente restringidas.

Las relaciones internaciona-les de Libia: de un Estado paria…

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Durante las décadas de 1970 y 1980, Gadafi usó los fondos del petróleo para promover su particular ideario político fuera de Libia. Embaído por una ideología anti-occidental y anti-sionista, Gadafi financió un amplio espectro de grupos armados, entre los que destacan varias organizacio-nes palestinas –como por ejemplo el comando que planeó y ejecutó el de-nominado “Septiembre Negro” en las Olimpiadas de Múnich de 1972-, y el IRA (Irish Republican Army), grupo al que proporcionó fondos y armas.

La presunta implicación de Libia en varios actos terroristas cometidos en suelo europeo, en concreto el at-entado contra la discoteca “La Belle” en Berlín Oeste, muy frecuentada por militares estadounidenses, llevó a EEUU a bombardear Libia en 1986. El ataque de la aviación norteam-ericana, cuyo objetivo principal era el propio Gadafi y su familia, destrozó su palacio presidencial y se cobró la vida de una hija adoptiva del dictador.

La respuesta de Gadafi no se hizo es-perar, y se propuso devolver el golpe financiando diversos actos terroris-tas destinados a matar civiles es-tadounidenses y de sus países alia-dos, como el perpetrado contra el vuelo 103 de Pan Am, conocido como el atentado de Lockerbie, en 1988, y el atentado contra el vuelo 772 de la compañía francesa UTA, en 1989.

Estos actos indiscriminados contra ci-viles convirtieron a Libia en un Estado paria, y a Gadafi en el “perro loco de Oriente Próximo”, tal y como lo denomi-naba Ronald Reagan. Las sanciones de EEUU y de la ONU, así como la ruptura de relaciones diplomáticas con numerosos países, mantuvieron a Libia fuera del juego internacional entre 1986 y 1999.

El atentado de LockerbieEn 1988, un avión de la compañía es-tadounidense PanAm que volaba de Londres a Nueva York, explotó mien-tras sobrevolaba la ciudad de Locker-bie, en el norte de Escocia. Un total de 259 personas murieron en la explosión, la mayoría ciudadanos estadounidens-es, así como 11 habitantes del área de Lockerbie, al caer restos del fuselaje del avión encimas de sus viviendas.

Las investigaciones revelaron que los autores materiales del atentado, que se llevó a cabo mediante una maleta bomba, eran dos ciudadanos libios, probablemente bajo las órdenes de los servicios secretos libios. La negativa de Gadafi de extraditar a los sospechosos al Reino Unido desencadenó las san-ciones de la ONU, impuestas en 1992.

Finalmente, en 1999 Gadafi accedió a extraditar a los autores materiales del atentado de Lockerbie, que fueron juzgados en La Haya. En 2003, Gadafi asumió la responsabilidad del atentado de Lockerbie, lo que aceleró la inser-

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ción del estado libio en la escena in-ternacional. En agosto de 2009, uno de los autores del atentado, Abdel-baset Ali al-Megrahi, fue extraditado por el Reino Unido, donde cumplía condena, a Libia. Su liberación poco después de llegar a Libia provocó pro-testas e indignación por parte de las familias de las víctimas del atentado.

A la reintegración en la sociedad internacionalA finales de la década de 1990, Gadafi comenzó a reconstruir sus relaciones con Europa. En diciembre de 2003, tras la retirada de las sanciones de la ONU y con EEUU enfrascado en la re-construcción de Irak, Libia renunció a su programa para desarrollar armas de destrucción masiva y al terrorismo. En 2006, EEUU retiró las sanciones unilate-rales, lo que abrió definitivamente la veda a las inversiones internacionales.

En efecto, desde ese momento, la in-versión de los países europeos se ha disparado, sobre todo en el atractivo y lucrativo sector energético libio. Las relaciones de Libia han sido especial-mente buenas con algunos países eu-ropeos, como Italia, España -el presi-dente Aznar fue el primer Presidente occidental en visitar Libia después de la retirada de las sanciones en 2003-, e Inglaterra, así como con la Unión Euro-pea, que vio en Gadafi un aliado funda-mental para frenar la inmigración ilegal.

Si duda el país que más relaciones ha tenido con Libia en estos años ha sido la Italia de Berlusconi. En 2008, Libia firmó con su antigua potencia colonial el denominado “Tratado de Bengasi”, un acuerdo de cooperación que intensificó las inversiones entre ambos países. Así pues, poco después de la firma de este tratado, Gadafi se convirtió en uno de los mayores in-versores de la Bolsa de Milán. Gadafi posee además el 7’5% del Juven-tus y es el primer accionista de Uni-credit, uno de los principales bancos de Italia. Del mismo modo, Italia ha sido el país europeo que más dinero ha ganado con la venta de armas a Libia (unos 200 millones de euros), como indica el diario La Reppublica.

Pero Italia no fue el único país que se enriqueció con la venta de armas: los cables de Wikileaks revelaron que Es-paña desbloqueó la venta de armas a Libia tras una visita de Gadafi en 2007. En 2008 se formalizaron acuerdos co-merciales valorados en 3,84 millones de euros destinados a la compra de armamento, violando la ley española sobre Comercio de Armas que prohíbe vender armas a países “con fines de represión interna o en situaciones de violación de derechos humanos”[ii]. Del mismo modo, en el primer trimes-tre de 2010 España vendió al Gobi-erno libio material de por un valor de 6,9 millones de euros, según denun-cia la coalición “Armas bajo control”.

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Gran Bretaña por su parte también ha intensificado las relaciones con Libia, sobre todo por el interés que la petrol-era BP tiene en las jugosas reservas del país. De hecho, BP ha aceptado que presionó al gobierno para que extra-ditase a Libia al autor material de los atentados de Lockerbie, que cumplía condena en Escocia. Los cables de Wikileaks desvelaron que Gadafi había amenazado con cortar el comercio con Gran Bretaña si el autor material del ataque de Lockerbie moría en la cárcel.

Libia y la UE: algunas clavesAunque para EEUU Libia no es una alianza especialmente importante, al ser Egipto su aliado fundamental en la región, para la los países europeos Libia se ha convertido en un aliado crucial en los últimos años. Esto se debe a cuatro factores principales:

Seguridad energética. Libia es uno de los primeros suministradores de petróleo a la UE (que compra el 90% del crudo libio), proveyendo a Italia el 32% del petróleo y el 14% a Ale-mania. Libia posee además las oc-tavas reservas de petróleo y gas del mundo, y su petróleo es de una gran calidad y fácil extracción, por lo que el país es muy atractivo para las grandes petroleras europeas como Shell y BP.Lucha contra el terrorismo islamista. Desde los ataques del 11S, Libia, al igual que sus vecinos magrebíes, se

convirtieron en aliados de EEUU en la guerra contra el terrorismo. La ex-cusa de luchar contra el terrorismo se ha utilizado, tanto en Libia como en otros países como Túnez y Marruecos, para reprimir a los opositores políticos.Contención de la inmigración. Dada su situación geográfica y la vasta exten-sión de sus fronteras, Libia atrae flujos de migración, sobre todo procedentes del África Sub-Subsahariana, que se dirigen a la UE. En Octubre de 2010, la Comisión Europea firmó un “acuerdo de cooperación” con las autoridades libias sobre la “gestión de los flujos migratorios” y el “control de fronter-as”, por el que la UE pagará a Libia 50 millones de euros. No obstante, las organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado repetidamente el maltrato recibido por inmigrantes y demandantes de asilo en los centros de detención libios.Relaciones económicas y financieras. Las potencias europeas han abierto en los últimos años sus bancos y empresas al capital libio. Las entidades de inver-sión creadas por Gadafi, tales como la denominada “LIA” (Libian Investment Authority), participan en empresas de la talla del poderoso grupo estatal ital-iano Finmeccanica (uno de los princi-pales suministradores del Pentágono), la petrolera italiana ENI, la FIAT, o el Fi-nancial Times[iii]. El miedo a una caída masiva en la Bolsa de Milán –debido a las ingentes inversiones de Gadafi- pro-vocaron su cierre el pasado martes 22.

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Ana G. Juanatey | www.unitedexplanations.20

La represión de Gadafi y el estupor internacionalDesde que la revuelta popular co-menzó el pasado 15 de febrero en Bengasi, la represión por parte de las autoridades libias ha sido brutal. Hasta el momento, nadie sabe el balance de víctimas, pero ya se ha hablado de la posibilidad de que ya hayan muerto varios miles de personas (la cadena de televisión Al Arabiya hablaba la semana pasada de 10.000 muertos).

Como consecuencia a la represión, varios diplomáticos libios han dim-itido y varias secciones del Ejército se han negado a disparar contra los manifestantes. Sin embargo, al con-trario que en el caso egipcio, dónde la mayoría el Ejército se negó a rep-rimir a la población, hay facciones del Ejército favorables a Gadafi que están dispuestos a cargar contra el pueblo. Estas divisiones en el Ejér-cito, así como la compleja estructura poblacional libia, donde conviven et-nias muy diferentes, llevan a pensar en la posibilidad de una guerra civil.

El sábado 26 de febrero, el Consejo de Seguridad Naciones Unidas decidió imponer a Gadafi y a su círculo duras sanciones, como la prohibición de vi-ajes, la congelación de sus bienes y la prohibición de la venta de armas. Pero probablemente la sanción más dura contra Gadafi ha sido la proposición

del Consejo de llevar al dictador a la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya. Esto convierte a Gadafi en un criminal perseguido internacional-mente por delitos contra la humanidad.

Aunque no sabemos cómo evolucionará la situación en las próximas semanas, todo apunta a que la población libia no ha terminado de sufrir los desmanes y excesos de un dictador dotado de abundante y moderno armamento. La crisis libia tendrá además consecuen-cias internacionales, puesto que sus efectos se hacen ya sentir en la subida del precio del petróleo y en los mer-cados, pudiendo ser considerables en países como Italia, como ya se ha visto la semana pasada en la Bolsa de Milán.

Mientras tanto los líderes europeos se muestran consternados por los hechos en Libia y manifiestan su sorpresa ante la actitud de Gadafi, su buen cliente y compañero de negocios. Con un poco de perspectiva históri-ca, no parece que haya lugar para la sorpresa. El perro loco de Oriente Próximo ha vuelto a mostrar los dien-tes, esta vez más armado que nunca y contra sus propios ciudadanos.

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La Coalición internacional ataca Libia

Los primeros disparos en territorio libio ya han tenido lugar. Tras la adopción de la reso-lución 1973 (2011) el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha autorizado una intervención en Libia con todos los medios posibles para frenar la matanza de la población civil. Te contamos alguna claves.

A las 17:45 horas del día de hoy ha tenido lugar el primer disparo de una fuerza ex-tranjera en territorio libio.

La acción ha sido realizada por parte de un avión francés contra un vehí-culo militar libio. La medida ha sido una contundente respuesta (ya ad-vertida) a la falsa declaración del Ministro de Exteriores de Libia, Musa Kusa, del alto al fuego inmediato que el gobierno de Libia anunció tan sólo conocerse el acuerdo del Con-sejo de Seguridad de Naciones Unidas de intervenir militarmente en Libia.

El pasado 17 de marzo el Consejo de Seguridad de las Naciones Uni-das (CSNU) adoptó la resolución 1973 (2011) por un total de 10 vo-tos a favor, ningún voto en contra, y 5 abstenciones (Brasil, China, Ale-mania, India y la Federación de Ru-sia). La resolución establece un to-

tal de 29 puntos de entre los cuales destacan las siguientes acciones:

• Exige el cese automático de la vio-lencia por parte del gobierno libio.

• Exige el cumplimiento del derecho internacional (que incluye la ayuda humanitaria y el respe-to por los derechos humanos).

• Autoriza llevar a cabo todas las medidas necesarias para proteger a los civiles que están sufriendo el ataque de las fuerzas libias.

• Decide establecer la prohibición de cualquier tipo de vuelo en territo-rio libio (zona de exclusión aérea a excepción de la ayuda humani-taria, asistencia y evacuación)

• Reconoce el papel de la Liga de los Estados Árabes en las materias de mantenimiento de la paz interna-cional y de la seguridad en la región.

Primeros disparos en territorio libio

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• Decide modificar la resolución 1970 (2011) para reforzar y asegurar la estricta implemen-tación del embargo de armas

• Decide que todos los Estados deben prohibir el vuelo o aterrizaje de cual-quier avión registrado en el Estado de Libia propiedad o en operación de compañías o nacionales libios.

• Decide congelar todos los fon-dos, activos financieros y recursos económicos localizados en otros territorios que sean propiedad o es-tén controlados directa o indirecta-mente por las autoridades libias.

Según indica Caroline Wyatt, espe-cialista de la BBC en temas de de-fensa “el contenido de la resolu-ción es tan amplio que permite toda clase de ofensiva militar para impedir amenazas contra civiles, lo cual in-cluye bombardear las fuerzas mili-tares del coronel Muamar Gadafi”.

Tras adoptarse la resolución del CSNU un total de 22 Estados se reunieron ayer en París (capital del país que ha liderado la propuesta y aprobación de la resolución) para coordinar una ac-ción militar inmediata sobre territorio libio a través de la cual hacer cumplir los contenidos de la resolución.

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Puntos clave del actual conflictoFalso cese de la violencia: El ministro de Exteriores de Libia in-formó tras la adopción de la resolu-ción 1973 (2011)que su país se com-prometía a “acatar”, en su calidad de “miembro de pleno derecho de Nacio-nes Unidas”, las resoluciones del Con-sejo de Seguridad de la ONU y por ello anunció “un alto el fuego inmediato y el fin de todas las operaciones milita-res”, que ya había entrado en vigor en el momento de hacer su declaración. El ministro añadió que “Libia tiene gran interés en proteger a los civiles”, y dijo, además, que el país también pro-tegería a todos los extranjeros y los ac-tivos extranjeros en Libia actuando en consonancia con las resoluciones del Consejo de Seguridad y con los artícu-los de la Carta de Naciones Unidas.

Reunión de coordinación de la inter-vención: Francia acogió en su capital, París, al día siguiente de la adopción de la res-olución una reunión extraordinaria con representantes de 22 países para co-ordinar los detalles de la intervención en el país libio. Además de Francia como anfitriona en la reunión han asis-tido los representantes de Alemania, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Emira-tos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Grecia, Irak, Italia, Jordania, Marruecos, Noruega, Holanda, Polo-nia, Catar y el Reino Unido. También han acudido el Consejo Europeo, la

Unión Europea, la Liga Árabe y la ONU.

Casi tantas muertes como en el ter-remoto de Japón: Mucho se ha hablado estos días de la catástrofe de Japón, situación que sin duda ha aprovechado Muammar Gadafi para progresar en su reconquis-ta del territorio libio, avanzando hacia el este del país hasta llegar al bastión rebelde en la ciudad de Bengasi. Pero justo cuando el hijo de Gadafi, al Islam Gadafi, dijo que el gobierno estaba a menos de 48 horas de ganar la batalla el CSNU anunció la resolución. El con-flicto en Libia podría haber causado a esta altura unos 6.000 muertos según Ali Zeida, portavoz de la Liga Libia de Derechos Humanos, tal y como infor-ma El Universal. El gobierno libio esti-ma en 300 la cifra de muertos, sin em-bargo en medios diplomáticos se habla de entre mil y dos mil muertos du-rante los 16 días de enfrentamientos.

Asegurando la zona de exclusión aérea: Estados Unidos es el país que asume la coordinación de la zona de exclu-sión aérea a través del USCENTCOM (el mando central norteamericano). Para asegurar la misión se dispone de dos fragatas y de una “veintena de aparatos” (según informa El Mundo) que intervendrán con el objetivo de garantizar la exclusión aérea en ter-ritorio libio. La definición de una zona de exclusión aérea implica la pro-

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hibición de vuelo en el espacio aéreo de Libia a excepción de aquellos cuyos fines sean de carácter humanitario.

Primeros pasos de la ofensiva de la coalición: Ya ha tenido lugar una primera ofen-siva de la coalición internacional para frenar el avance de las fuerzas de Gadafi sobre los rebeldes. La oper-ación ha involucrado a unos 20 ca-zas que han sobrevolado un área de entre 100 y 150 kilómetros en torno al enclave rebelde oriental de Ben-gasi, según informa La Vanguardia.

Una operación trabajada desde hacía semanas: Tan sólo aprobarse la resolución 1973 (2011) las autoridades francesas y británicas afirmaron que era cuestión de horas que la coalición internacio-nal interviniera en Libia. Ello ha sido posible porque se ha llevado a cabo una planificación de la ofensiva por parte del Reino Unido, Francia y la OTAN desde hacía semanas, con es-pías sobre el terreno. Aún así estén detalles finales y cruciales que to-davía tienen que ser resueltos entre las naciones participantes de la op-eración para garantizar que la acción sea posible, tal y como informa la BBC.

Las aportaciones militares, por países: España aportará un avión cisterna, cu-atro aviones F-18, una fragata F-100, un submarino, un avión de vigilan-

cia martítima y 450 efectivos milita-res. Francia aporta un portaaviones (Charles de Gaulle, con 15 aviones) y 20 aviones caza. El Reino Unido aporta 11 aviones tipo Tornado. Italia, que se ha querido quedar al margen sólo con-tribuirá en la misión cediendo el uso de sus bases militares aunque se afirma que podría acabar movilizando algunos aviones tipo Tornado. Dinamarca apor-tará seis cazabombarderos tipo F-16. Canadá, que apoya la decisión de una acción rápida, afirma que necesitará de dos días para prepar los aviones de combate canadienses que acaban de llegar a la región. Estados Unidos es el país que más aporta militarmente hablando. A través de la Flota VI

El precio del petróleo sensible a los acontecimientos: Los precios del petróleo subieron el pasado 17 de marzo más del 2 por ciento tras la votación del CSNU que autoriza una zona de exclusión aérea sobre Libia, pero cambiaron de rumbo luego cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Libia declarase un cese al fuego. Finalmente el barril de Brent cer-ró a un precio de 114,49 dólares el vi-ernes 18 de marzo, tras un día en el que la volatilidad del precio fue del 3,7%.

Obama, hijo de Gadafi: En una carta dirigida al presidente Obama Gadafi calificó al presidente norteamericano de “nuestro hijo”, en una declaración de motivos de

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una chocante familiaridad. ”aunque Libia y los Estados Unidos entren en guerra, Dios no lo quiera, [Obama] siempre seguirás siendo mi hijo y tengo todo el amor hacia ti como a un hijo, y no quiero que tu imagen cambie conmigo”. Y sigue “Nos en-frentamos a Al Qaeda en el Zagreb Is-lámico”. En cambio no tuvo palabras tan agradables para los líderes de la operación Francia y el Reino Unido.

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10 Claves para comprender la ac-ción militar en Libia

¿Por qué una coalición de países extranjeros está atacando Libia? y, ¿Por qué ahora?, ¿Qué países están en contra de la intervención militar? Ésas y otras preguntas se plantean en el siguiente artículo. Os aportamos algunas respuestas clave para comprender el conflicto bélico en Libia.

1. ¿Por qué tropas militares extran-jeras están atacando Libia?

En Libia los opositores al go-bierno llevan varias semanas de protestas hacia el régimen de Muamar Gadafi, quién ll-

eva 42 años en el poder bajo un ré-gimen dictatorial de mano dura hacia sus críticos. Como respuesta a las pro-testas las autoridades libias decidieron aplicar la violencia a las manifestacio-nes pacíficas de sus ciudadanos. La brutal represión de Gadafi hacia sus opositores provocó alrededor de mil muertos en las dos primeras semanas de protestas, la respuesta más sangri-enta de toda la ola de revueltas árabes hasta la fecha.

Las fuerzas de la oposición a Gadafi, bajo la tutela de antiguos comandantes militares del dictador, se organizaron y consiguieron hacer frente a las fuerzas del gobierno libio conquistando algu-

nas ciudades del Este del país. Pero el contraataque de Gadafi ha sido intenso y ha conseguido reconquistar ciudades que estaban bajo el poder rebelde. La situación de casi guerra civil y el el-evado número de muertes ha provo-cado un intenso debate internacional acerca de la necesidad de intervenir en el país.

2. ¿Por qué la intervención tiene lugar ahora?Tras numerosas discusiones acerca de la posibilidad de establecer una zona de exclusión aérea en Libia el pas-ado 16 de marzo el hijo de Muamar Gadafi, al Islam Gadafi, afirmó que su régimen estaba a tan sólo 48 horas de reconquistar el Este del país: “La posible imposición de una zona de ex-clusión aérea llegará demasiado tarde, porque las tropas gubernamentales se encuentran cerca de Bengasi y todo habrá acabado dentro de 48 horas”. Esta situación agravó la necesidad de una intervención exterior que evitara

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un mayor número de víctimas mortales y la victoria de los Gadafi.

La intervención en el país libio sólo podía tener lugar una vez aprobada una resolución del Consejo de Seguri-dad de Naciones Unidas (CSNU) que legalizara la acción militar. Finalmente, el pasado 17 de marzo, a través de la resolución 1973 (2011), el Consejo validó la intervención.

3. ¿Cuál es el objetivo de la interven-ción militar en Libia?El principal objetivo de la intervención militar de la Alianza internacional es llevar a cabo todas las medidas nece-sarias para proteger a los civiles que

están sufriendo el ataque de las auto-ridades gubernamentales libias.

4. ¿Se puede hablar de Guerra en Lib-ia?El Instituto Internacional de Investig-ación de la Paz de Estocolmo, define la guerra como aquel conflicto armado que cumple dos requisitos: enfrentar al menos una fuerza militar, ya sea con-tra otro ejército(s) o contra una fuerza insurgente y haber muerto mil perso-nas o más. La definición que realiza la Fundación Nobel (que otorga el Premio Nobel de la Paz, entre otros) consiste en: “un conflicto armado con al menos 1.000 muertos por combate militar en el que al menos una de las dos partes

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es el gobierno de un estado”.

Según Ali Zeida, portavoz de la Liga Libia de Derechos Humanos el conflic-to en Libia podría haber causado unos 6.000 muertos. El gobierno libio esti-ma en 300 la cifra de muertos, sin em-bargo en medios diplomáticos se habla de entre mil y dos mil muertos durante los 16 días de enfrentamientos. Aten-diendo a estos datos podríamos con-siderar que el conflicto en Libia toma rango de guerra.

5. ¿Es legal la intervención extranjera?La aprobación, el pasado 17 de marzo, en el Consejo de Seguridad de las Na-ciones Unidas (CSNU) de la resolución 1973 (2011) por un total de 10 votos a favor, ningún voto en contra, y 5 ab-stenciones (Brasil, China, Alemania, India y la Federación de Rusia) atorga valor legal, según la legislación inter-nacional vigente, a la intervención de la Alianza internacional.

6. ¿Qué incluye la resolución 1973 (2011) del Consejo de Seguridad?La resolución establece un total de 29 puntos de entre los cuales destacan las siguientes acciones:

· Exige el cese automático de la violen-cia por parte del gobierno libio.

· Exige el cumplimiento del derecho in-ternacional (que incluye la ayuda hu-manitaria y el respeto por los derechos

humanos).

· Autoriza llevar a cabo todas las me-didas necesarias para proteger a los civiles que están sufriendo el ataque de las fuerzas libias.

· Decide establecer la prohibición de cualquier tipo de vuelo en territorio libio (zona de exclusión aérea a excep-ción de la ayuda humanitaria, asisten-cia y evacuación)

· Reconoce el papel de la Liga de los Estados Árabes en las materias de mantenimiento de la paz internacional y de la seguridad en la región.

· Decide modificar la resolución 1970 (2011) para reforzar y asegurar la es-tricta implementación del embargo de armas

· Decide que todos los Estados deben prohibir el vuelo o aterrizaje de cu-alquier avión registrado en el Estado de Libia propiedad o en operación de compañías o nacionales libios.

· Decide congelar todos los fondos, ac-tivos financieros y recursos económi-cos localizados en otros territorios que sean propiedad o estén controlados directa o indirectamente por las auto-ridades libias.

7. ¿Qué significa zona de exclusión aérea?

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La decisión de definir una zona de ex-clusión en el espacio aéreo libio implica prohibir cualquier tipo de vuelo en el espacio aéreo de Libia, a excepción de aquéllos cuyos fines sean de ayuda humanitaria, de asistencia y/o evacu-ación. La decisión permite los bombar-deos sobre determinadas posiciones y el uso de aviones y barcos de guerra. Aprueba bombardeos de radares y otros sistemas de defensa de las auto-ridades libias. Para asegurar la misión se dispone de dos fragatas y de una veintena de aviones caza que entrarán en combate en caso de detectar un avión libio sobrevolando el país.

8. ¿Qué países forman la Alianza inter-nacional?Entre los países que forman la Alianza internacional se encuentran Bélgica, Canadá, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Irak, Italia, Jordania, Marruecos, Noruega, Catar y el Reino Unido. También inter-viene la OTAN.

9. ¿Quién está liderando la Alianza?Francia y el Reino Unido son los países que han liderado la acción desde el principio, poniendo sobre la mesa la necesidad de aprobar una resolución en el CSNU para legalizar una inter-vención extranjera en Libia. Estados Unidos, aunque no ha liderado a nivel diplomático la acción, es quien está coordinando las acciones militares y quien está realizando una mayor con-

tribución de efectivos militares y arma-mento. Se espera que en los próximos días la OTAN pueda relevar a los Esta-dos Unidos en este rol.

10. ¿Qué países no apoyan la interven-ción?Hasta la fecha los países que han ex-presado su rechazo contra la interven-ción armada lanzada el pasado sábado en Libia se encuentran Rusia, China, Venezuela, Irán, Paraguay, Uruguay, Alemania, Turquía así como la Liga Árabe y la Unión Africana, aunque en este último caso tres de sus miem-bros –Nigeria, Gabón y Sudáfrica- ac-tualmente forman parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y votaron a favor de la resolución 1973 (2011). Alemania y Turquía también se oponen a la intervención en Libia así como a una posible participación de la OTAN en el conflicto.

El Secretario General de la Liga Árabe, Amr Mohammed Moussa, ha afirmado que: “Lo que está ocurriendo en Libia difiere del objetivo de imponer una zona de exclusión aérea, y lo que que-remos es la protección de los civiles y no el bombardeo de más civiles”.

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Porqué el Consejo de Seguridad autorizó el uso de la fuerza en Libia?

El jueves 17 de marzo el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó el uso de la fuerza en Libia, a través de la resolución 1973, a raíz de las “graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos”, activando el principio de “la responsabilidad de proteger”. ¿Qué hizo

La semana del 14 de marzo, el avance de las fuerzas de Gadafi estaba poniendo con-tra las cuerdas a la oposición.

Su acercamiento a la ciudad de Ben-gasi, último y principal bastión de los rebeldes, anunciaba una victoria para Gadafi, que prometía ser tremenda-mente sangrienta e implacable.

Sin embargo, el pasado jueves 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó mediante la Resolución 1973 el uso de “todas las medidas necesarias para proteger los civiles en Libia”. El Consejo autorizó el uso de la fuerza en razón de las “graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos” cometidas en Libia desde mediados de febrero y para prevenir más muertes de civiles, activando el

principio de “la responsabilidad de proteger”.

El Consejo aprobó la medida por diez votos y cinco abstenciones. Esta Res-olución, que obtuvo el apoyo de la mayoría países europeos y árabes, fue posible gracias a los votos afirmativos de tres de los cinco miembros per-manentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Francia y Rusia), y por las ab-stenciones de los otros dos miembros (China y Rusia), que renunciaron a su derecho de veto.

Podríamos pensar que el contenido y contexto de la Resolución, centrada en la protección de los civiles libios, podría abrir la puerta a intervenciones humanitarias en otros contextos de violaciones masivas de derechos hu-manos. No obstante, no deja de lla-mar la atención que el Consejo de Se-guridad, que miró casi impasible como

La presión de Gadafi, la respuesta del Consejo de Seguridad

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se producían los genocidios de Ruanda y Srebrenica (Bosnia-Herzegovina), y observa cómo se están reprimiendo a los civiles en Barhein, Arabia Saudí, Ye-men y Siria, haya autorizado el uso de la fuerza con el propósito de proteger a los libios. ¿Qué hizo posible la Reso-lución 1973? ¿Puede sentar un prec-edente para futuras intervenciones?

El Consejo de Seguridad y el uso de la fuerza

El Consejo de Seguridad es la insti-tución internacional con la responsabi-lidad principal en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

El Capítulo VII de la Carta de la ONU , firmada en San Francisco en 1945, autoriza a este organismo a utilizar la fuerza cuando sea necesario para pro-teger la paz y seguridad internaciona-les. En virtud de la Carta, los Estados Miembros están obligados a aceptar y cumplir las decisiones del Consejo.

Composición y toma de decisiones en el Consejo de SeguridadEl Consejo está integrado por quince miembros: cinco permanentes y diez no permanentes. Los cinco miembros permanentes son China, Francia, Fed-eración de Rusia, el Reino Unido y los

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Estados Unidos. Los miembros perma-nentes reflejan la estructura de poder resultante de la Segunda Guerra Mun-dial (las cinco potencias vencedoras).

Los diez miembros no permanentes, son en la actualidad: Bosnia y Her-zegovina, Alemania, Portugal, Brasil, India, Sudáfrica, Colombia, Líbano, Gabón y Nigeria. Los miembros no permanentes son elegidos por la Asamblea General de las Naciones Uni-das por períodos de dos años y no pu-eden optar a la reelección inmediata. El logro de un cierto equilibrio regional inspira la elección de los miembros no permanentes.

Cada miembro del Consejo tiene un voto. Las decisiones sobre cuestiones sustantivas requieren nueve votos, incluidos los votos afirmativos de los cinco miembros permanentes. Esta última regla se denomina habitual-mente el derecho de “veto” y otorga a los cinco miembros permanentes la facultad de obstaculizar cualquier resolución. Este derecho de veto man-tuvo al Consejo de Seguridad prácti-camente paralizado durante el periodo de la Guerra Fría (1948-1989), puesto que el veto de las dos superpotencias, EEUU y Rusia, obstaculizaba cualquier acción que pudiese perjudicar alguno de los dos hegemones.

Desde el final la Guerra Fría, el Conse-jo ha tenido un papel más activo en la

escena mundial. El Consejo de Seguri-dad ha utilizado el régimen de sancio-nes para presionar a los Estados que hayan cometido graves violaciones de los derechos humanos o amenazas a la Paz. No obstante, la actuación del Consejo se ha seguido caracterizando por su politización y el doble rasero, como demuestra por ejemplo que no se hayan tomado medidas sancionado-ras contra Israel, siempre obstaculiza-das por EEUU.

El Consejo de Seguridad funciona de modo permanente: un representante de cada uno de sus miembros debe estar presente en todo momento en la Sede de las Naciones Unidas, en Nue-va York. Cuando una denuncia relativa a una amenaza a la paz llega al Con-sejo, se intenta que las partes lleguen a un acuerdo por medios pacíficos.

Cuando la solución pacífica de las controversias no es posible, el Con-sejo tiene la potestad de decidir so-bre las medidas más adecuadas para conseguir el cese de las hostilidades, incluido el uso de la fuerza. Hasta el momento, el Consejo de Seguridad ha autorizado el uso de la fuerza muy po-cas veces. La más sonada fue en 1991, permitiendo el ataque aliado al Iraq de Saddam Hussein, tras la invasión de su vecino Kuwait. Este ataque fue llevado a cabo por una amplia coalición inter-nacional y tenía el objetivo de expulsar a las fuerzas iraquíes de este país.

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En el caso de la protección de civiles por violaciones masivas de derechos humanos, el Consejo de Seguridad ha actuado siempre de modo muy prudente. Con excepción de algunas misiones de mantenimiento de la paz en las que se ha permitido el uso de la fuerza, el Consejo de Seguridad ha actuado normalmente a posteriori en lo que a la protección de los derechos humanos respecta. En los casos del genocidio ruandés y la matanza de Sr-brenica, por ejemplo, el Consejo creó los Tribunales ad hoc para juzgar a los autores de las matanzas, pero no fue capaz de impedir que tuviesen lugar.

El principio de “la responsabilidad de proteger”La responsabilidad de proteger parte de un concepto fundamental: cuando un Gobierno no cumple con el principio básico del Estado moderno de proveer protección a sus ciudadanos, la comu-nidad internacional debe asumir esta responsabilidad. Es decir, que la so-beranía y el derecho de no injerencia que durante cientos de años han ser-vido como carte blanche para el com-portamiento interno de los Gobiernos de los Estados del mundo, ya no son sagrados[i].

El debate sobre las intervenciones por causas de genocidio o violaciones masivas de derechos humanos tomó fuerza al finalizar la Guerra Fría. Este

principio fue propuesto en La Cumbre Mundial de la Organización de las Na-ciones Unidas en 2005, en la que más de 150 jefes de Estado y de Gobierno aprobaron la declaración sobre la re-sponsabilidad de proteger a la que se autoriza la acción colectiva internacio-nal “para proteger a la población [de un Estado] del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes contra la humanidad” si ese Estado no puede o no quiere proteger a sus ciudadanos.

Esta ineficacia del Consejo se debe a que para aprobar una resolución que envuelva el uso de la fuerza es impre-scindible el visto bueno de los cinco miembros permanentes. Esto implica que la medida no puede afectar a un país que sea aliado de alguno de los cinco o dónde alguno tenga intereses contrarios a una intervención. Además, las reticencias de Rusia y China a in-tervenir en los asuntos internos de los países han frenado la actuación del Consejo en situaciones de violaciones masivas de derechos humanos. ¿Qué ha paso entonces con la Resolución 1973?

Las posiciones de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguri-dad ante la Resolución 1973:EEUU: La actitud de EEUU en el ataque ha estado marcada por la prudencia. EEUU no tiene intereses significativos en Libia, por ello su apoyo a la inter-

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vención no parece haber sido moti-vada por oscuros intereses estraté-gicos o económicos, como fueron las intervenciones en Afganistán e Irak. Obama ha querido distanciarse así de su predecesor George Bush y se ha cuidado en todo momento de subrayar el carácter de “guerra justa” que tiene el ataque. Además, ha evitado liderar la operación, consciente del temor de la opinión pública estadounidense de que su gobierno se enfrasque en una tercera guerra en un país musulmán.

Francia: Sarkozy ha sido el principal promotor de la intervención en Libia. Su tibia reacción ante las revolucio-nes tunecina y egipcia, junto con los escándalos relativos a las conexiones entre su exministra de exteriores, Mi-chèlle Alliot-Marie y el entorno de Ben Ali, han empujado a Sarkozy a inten-tar mejorar su depauperada imagen, de cara a la elecciones generales del próximo año.

Inglaterra: El recién llegado a Down-ing Street, David Cameron, fue uno de los principales promotores de la intervención. Cameron se aseguró de evitar cualquier paralelismo con Irak, subrayando, al igual que su en todo momento el carácter legal y justifica-do de la intervención. Sin duda este ataque reforzará la figura de Cameron y le ayudará distanciarse de Tony Blair, cuya imagen quedará para siempre vinculada con la ilegal guerra de Irak.

Rusia: La abstención de Rusia ha pro-vocado el primer el conflicto público entre Vladimir Putin, Primer ministro de Rusia, y Dimitri Medvedev, el ac-tual Presidente. Así pues, mientras Pu-tin criticaba el ataque y lo tachaba de “nueva cruzada medieval”, Medvedev, defendía las resoluciones diciendo que habían sido “equilibradas y absoluta-mente ponderadas”. Esto muestra las disensiones que el apoyo a la medi-da han supuesto en el país, siempre opuesto a todo tipo de intervención en los asuntos internos. Cabe por tanto la posibilidad de que Medvedev quiera distanciarse de los posicionamientos inflexibles de su predecesor, un acérri-mo defensor de una soberanía estatal absoluta.

China: Al igual que Rusia, China se ab-stuvo y no utilizó su derecho a veto para bloquear la resolución que per-mitió la intervención en Libia. Sin em-bargo, en las declaraciones de la Em-bajada china en España con respecto a la intervención, se dejaba muy claro que China se oponía al uso de la fuerza en las relaciones internacionales. ¿Por qué no utilizó China el veto? Probable-mente porque no quiso ser la mala de la película. Si hubiese sido la única po-tencia en bloquear la Resolución, Chi-na hubiese aparecido -una vez más- como la defensora de los represores y la enemiga de los derechos humanos, estropeando los grandes esfuerzos in-

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ternacionales que el gigante chino ha estado haciendo para lavar su imagen internacional.

La excepcionalidad libiaCon las fuerzas de Gadafi a las puer-tas de Bengasi, el pasado jueves 17 de marzo parecía que la comunidad inter-nacional iba a presenciar, de nuevo im-pasible, como el aparato de un Estado represivo masacraba indiscriminada-mente a su población. Pero el sangui-nario comportamiento de Gadafi desde que comenzaron las protestas en el país, así como la posibilidad de que tu-viese lugar un auténtico genocidio en Bengasi, forzaron la actuación del Con-sejo de Seguridad, que dio finalmente luz verde a la intervención.

Así pues, la Resolución 1973 sienta un sugestivo precedente para la in-tervención en casos de violaciones masivas de derechos humanos y uso indiscriminado de la fuerza contra los civiles. Por una parte, la intervención se llevó a cabo con un amplio con-senso internacional y conforme a la le-galidad internacional. Por otra, China y Rusia, siempre celosos de proteger la soberanía nacional, no hicieron uso de su derecho de veto y permitieron que avanzase la Resolución. Esto muestra un cierto cambio de actitud en estas potencias, que podrían mostrarse en adelante más flexibles a las interven-ciones humanitarias.

Pero es importante poner de mani-fiesto que la Resolución 1973 es re-sultado de una serie de circunstan-cias, no fácilmente repetibles. Libia no era un aliado vital de ninguno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad; por el contrario, una reso-lución semejante sería enormemente improbable en Arabia Saudí o Israel, aliados fundamentales de EEUU en la región, o en Bahréin, con bases mili-tares estadounidenses. Además, una excelente temporalidad hizo que esta intervención se presentase conveni-ente para los intereses de los líderes impulsores, sobre todo para Sarkozy y Cameron.

Estamos lejos por tanto de que la re-sponsabilidad de proteger se haga re-alidad. Debemos conformarnos, por el momento, con el alineamiento, oca-sional y oportuno, de los intereses de las potencias con los intereses de las poblaciones reprimidas.

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Libia y la responsabilidad de pro-teger

Si la responsabilidad primaria de las Naciones Unidas es, a través del Consejo de Seguri-dad, el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional, ¿por qué ha intervenido en Libia y no en otras regiones en conflicto? La Responsabilidad de Proteger ha sido el motivo principal esgrimido por la coalición en su intervención. Veamos los claroscuros de esta operación.

La responsabilidad primaria de las Naciones Unidas (NNUU) es el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad Internacional.

Durante las dos últimas décadas, las operaciones de peacekeeping se han convertido en la principal herramien-ta del Sistema Internacional para re-solver posibles crisis así como el co-lapso de las instituciones estatales de países débiles y frágiles. En paralelo (y a veces relacionado) a estas operacio-nes, se han sucedido también muchas operaciones de paz no dirigidas por NNUU aunque aceptadas por el Con-sejo de Seguridad de NNUU (CS). Es-tas operaciones surgidas con el fin de la Guerra Fría, fueron bautizadas como intervenciones humanitarias. Sin em-bargo, el mal desarrollo de algunas de estas operaciones ha demostrado en

las últimas décadas que este interven-cionismo tiene un precio muy alto para la Comunidad Internacional.

En este contexto nuevas iniciativas se han discutido en el seno de NNUU con el fin de hacer frente al dilema entre la Responsabilidad de Proteger (RtoP) inherente a la existencia de NNUU y las graves contradicciones surgidas de las intervenciones militares, espe-cialmente tras la intervención en Irak. Sin embargo, en palabras del Secre-tario de NNUU, Ban Ki-moon, la RtoP “no debe entenderse como el derecho a intervenir, sino como su nombre in-dica, la responsabilidad de proteger a los ciudadanos de cualquier estado del genocidio, los crímenes de guerra y contra la humanidad y de las limpie-zas étnicas”. Este concepto apela así al compromiso de la Comunidad In-ternacional de a) asistir a los Estados

La responsabilidad de Naciones Unidas

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para que cumpla estas obligaciones; b) responder y ayudar a aquellas pobla-ciones que sufran la violación de estos crímenes.

He aquí la justificación de la Resolu-ción 1973 (2011) y de la Comunidad Internacional para actuar en Libia: evi-tar catástrofes humanitarias. Y he aquí la forma elegida: la “Operación Odisea al Alba” que ha reunido la fuerza bélica de más de una decena de países. Cier-to es que este pueblo está sufriendo masacres, y crímenes de guerra a ma-nos de un dictador. Sin embargo cierto es también que si ello está sucediendo es porque esta misma Comunidad In-

ternacional ha alimentado y sostenido en el poder, a este general llamado Gadafi durante las últimas tres déca-das. Así pues, esta supuesta ayuda que Occidente dice querer prestar al pueblo libio en su camino hacia la de-mocratización, presenta ya de entrada algunas ambigüedades no sólo por su forma y el tiempo que ha tardado en llegar; sino también por el marco de justificación del que se sirve: la RtoP.

¿Cuáles son estas ambigüedades?

1) Una reacción tardía: ni la Unión Europea (UE), ni Occidente han sido capaces de reaccionar rápidamente para adoptar una postura pública ante

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el conflicto y decidirse por una acción colectiva. Varias pueden ser las ra-zones de esta reacción tardía, desde mi análisis cuatro son las principales: a) el miedo al caos, la guerra civil o el integrismo religioso; b) el cálculo neg-ativo de posibles ganancias en caso de intervención; c) la necesaria discusión y negociación entre varios países para llegar a una decisión conjunta; d) y finalmente, las consecuencias que la guerra de Irak ha supuesto para EEUU no sólo en términos económicos sino también políticos; sobre todo dado un contexto de revueltas árabes. Esta lenta actuación de Occidente ha dado mucho margen de maniobra al general Gadafi aumentando su capacidad de actuación contra los rebeldes.

2) La utilización de eufemismos: prim-ero la Coalición, y ahora la OTAN han denominado el bombardeo sobre Libia como “zona de exclusión aérea” cu-ando el objetivo principal de ésta es proteger a los civiles y precisamente en un bombardeo aéreo uno de los principales daños colaterales es la muerte de civiles. Además lo ha hecho aún a sabiendas que probablemente esta medida no disuadiría a Gadafi ni a sus fuerzas. Este eufemismo no sólo es sospechoso sino que además pro-voca peligrosos paralelismos con Irak: ¿no pasó esto antes en Irak, cuando una zona de exclusión aérea fue im-puesta sobre el Norte y el Sur, las de-

fensas antiaéreas de Saddam fueron bombardeadas, sus aviones fueron destruidos, quedando éste económica-mente y políticamente sitiado; y aún así permaneció en resistencia durante 12 años hasta que los EEUU decidió invadir su país y derrocarlo?[1]

3) La justificación enmarcada en la RtoP vs. los Intereses de los aliados: como ya adelantaba nuestra compa-ñera Ana Juanatey, “lejos de que la RtoP se haga realidad, debemos con-formarnos, por el momento, con el alineamiento, ocasional y oportuno, de los intereses de las potencias con los intereses de las poblaciones rep-rimidas”. Por fortuna o por desgracia, no sólo los valores y el entusiasmo de las revoluciones árabes están detrás de esta intervención. Otros factores como el petróleo, según algunas vo-ces, o el característico antiamerican-ismo reflejado por Gadafi, son también posibles razones de que la Coalición haya actuado aquí y no en Yemen o en Bahréin dónde sus dirigentes se han mostrado afines a los intereses o han colaborado con EEUU.

¿Qué opina Oriente Medio de esta in-tervención?

La historia en Oriente Medio nos ha demostrado cómo de relevante es el apoyo de la población para que este

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tipo de intervenciones sean exitosas. En este sentido, la desconfianza del pueblo árabe hacia Occidente está bien fundamentada tanto en térmi-nos de intervención militar como en ejemplos de corrupción entre líderes de ambas regiones. De hecho muchas son las voces de desacuerdo que se han levantado tanto en los países ár-abes como en Occidente en contra de esta intervención. Sin embargo cierto es también que los rebeldes se han mostrado a favor de esta ayuda de Oc-cidente, ¿por qué? a) pues en primer lugar porque tal y como sostiene Ha-zem Saghieh , el pueblo de Libia es un pueblo prisionero. La Jamahiriya (“Es-tado de masas”) que Gadafi defendía, se ha revelado en su contra y éste ha respondido con represión y masacres, de forma que “la única alternativa que pueden ofrecer a los rebeldes, aquéllos que rechazan la intervención occiden-tal, es morir bajo los tiros de los hom-bres de Gadafi” [2]; b) y en segundo lugar y de igual importancia, porque ha sido la Liga árabe la que, a pesar de recibir grandes inversiones para la se-guridad de la región desde Occidente, ni quiere ni parece tener la capacidad, para actuar de forma regional como ya ha ocurrido en otros casos a la hora de realizar intervenciones humanitar-ias[3].

De acuerdo con esta idea, tambiénd es muy importante saber sí el pueblo

de Libia ha sabido definir claramente quién es el enemigo. Algunas person-alidades de los medios de comuni-cación como Abdelbari Atouan, direc-tor del Al-Quds Al Arabi Londres, se han mostrado firmemente en contra de esta intervención y han proclamado que convertirá a Libia en la “próxima Somalia”[4]. Sin embargo, dicen los rebeldes[5] que “desde su indepen-dencia en 1952, Libia ha demostrado no ser un pueblo dividido. Su población formada por principalmente por tribus de origen musulmán, quiere un Estado fuerte y unido capaz de aprovechar los recursos del petróleo”. No se trata, por tanto, de una guerra contra el Islamis-mo como siempre ha sostenido Gadafi y Occidente ha creído a pie juntillas. Ni tampoco de un complot de Occidente contra el mundo musulmán como han aprovechado para defender las fuerzas religiosas más extremistas. El pueblo de Libia es consciente de que hoy la guerra no es contra el extranjero in-vasor, hoy el enemigo es el dirigente tirano y corrupto, “le proche”.

¿Tiene esta intervención posibilidades de ser exitosa?

La repuesta es difícil de responder puesto que muchas son las posibles perspectivas para medir este éxito. Yo me remitiré a las que más me intere-san: las vidas humanas y el evitar hac-er daño. Si éste es el principal objetivo

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Almudena Díaz Pagés | www.unitedexplanations.org

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de la RtoP, en Libia la Comunidad In-ternacional ha fallado de nuevo. Y no sólo eso, sino que además me pregun-to hasta que punto le interesa a Oc-cidente y sobre todo a la UE que esta operación sea exitosa dado el contexto de revoluciones árabes, no vaya a ser, como bien adelanta Hazem Saghieh “que a otros pueblos se les ocurriese querer seguir el mismo ejemplo que Libia”.

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¿El Gobierno de Muammar Gad-dafi ha violado el Derecho Inter-nacional?

Naciones Unidas estima que en tres semanas del conflicto armado en Libia hubo alred-edor de 1.000 víctimas. El mundo atestigua los ataques contra la población civil, la re-stricción de la ayuda humanitaria y el uso desproporcionado de la fuerza gubernamental. ¿Qué esto no constituye un crimen? El Derecho Internacional nos da la respuesta.

Según la Organización de Na-ciones Unidas (ONU) tres se-manas del conflicto armado en La Jamahiriya Árabe Libia

bastaron para que alrededor de 1.000 víctimas fallecieran. El mundo ha ates-tiguado los ataques indiscriminados contra la población civil, la restricción de la ayuda humanitaria internacional y el uso desproporcionado de la fuerza que el gobierno, presidido por Muam-mar Gaddafi, ha utilizado para reprimir a la insurgencia. ¿Qué esto no consti-tuye un crimen? El Derecho Interna-cional nos da la respuesta.

¿El gobierno Libio ha violado el Derecho Internacional al reprimir al grupo armado rebelde en la forma en que lo ha hecho?

En principio debemos conocer las nor-mas aplicables y posteriormente anali-

zar la existencia -y en su caso, cuál es- de evidencia sustentable de vio-laciones a los tratados internacionales en materia de derecho internacional humanitario y de derechos humanos, de los que Libia forma parte.

Algunos de estos instrumentos son las Convenciones de Ginebra y sus Proto-colos adicionales, la Carta de Naciones Unidas; las resoluciones 1970 y 1973 (ambas de 2011) del Consejo de Se-guridad de Naciones Unidas (CSNU); la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio; el Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civi-les y Políticos; la Convención relativa a la no aplicación de limitaciones es-tatutarias a los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad; la Con-

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vención sobre los Derechos del Niño; el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la participación de niños en los conflic-tos armados. La Jamahiriya Árabe Libia está obligado a cumplirlos.

El pasado 17 de marzo el CSNU expidió la resolución 1973 y autorizó todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y a las zonas pobladas por civiles, ya que considero que los actos que se estaban actualizando en ese momento podían constituir crímenes

de lesa humanidad. De hecho, se de-cidió dar parte de la situación al Fiscal de la Corte Penal Internacional para poner sobre la mesa una iniciativa de investigación y posible enjuiciamiento de las personas con responsabilidad penal internacional.

Según el artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional…

‘…Se entenderá por “crimen de lesa humanidad” cualquiera de los actos siguientes cuando se cometa como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil

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y con conocimiento de dicho ataque: a) Asesinato;…e) Encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; f) Tortura;…h) Persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en moti-vos políticos, …i) Desaparición forzada de personas …’

La responsabilidad de proteger fue la doctrina que sustentó esta resolución. Además de los habitantes de Libia -en especial mujeres, niñas y niños- se pretende proteger al personal de asis-tencia humanitaria y a los correspon-sales de guerra. Haciendo un recuento de todo lo anterior, recordando las de-claraciones de Muammar Gaddafi de ‘aplastar y perseguir a la rebelión’ y comprobándolo con las acciones de su gobierno, podemos concluir fácilmente que sí hay violaciones al Derecho In-ternacional.

Libia no reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional; aunque a la vista del CSNU este no es un obstáculo para que conozca de la causa. Luego entonces, cabe analizar la opción de instaurar un Tribunal Internacional ad hoc que establezca un juicio y resuel-va. Sancionar a los responsables de las violaciones al Derecho Internacional corresponde al Consejo de Seguridad.

Si el Estado Libio no cumple las resolu-ciones del CSNU, ni reconoce la juris-dicción penal internacional ¿Cómo va a supeditarse a las normas que regu-lan las guerras? El Derecho de Guer-ras forma parte del Derecho Interna-cional. Para resolver aquella pregunta tenemos que hacernos otra:

¿Qué es el Derecho Internacional Pú-blico y cómo funciona?

Estrictamente, su creación no depende de ningún congreso. Recordemos que no hay en el sistema internacional ningún ente supranacional con autori-dad máxima para imponer normas. Por el contrario, la naturaleza de sus fuen-tes es completamente autónoma y le-gitima debido a que estas tienen que ser comunes a las naciones para ser aceptadas. Estas fuentes son los trata-dos internacionales, la doctrina de los expertos reconocidos en las diferentes naciones, la costumbre internacional –aplicable para todos los Estados- y las decisiones de órganos judiciales internacionales -como la Comisión In-ternacional de Justicia, la Corte Penal Internacional de Justicia, la Corte In-teramericana de Derechos Humanos, o sus similares Europea y Africana-.

Su función es establecer las normas que regulan las relaciones de los acto-

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res internacionales; erróneamente se ha argumentado lo efímero de sus al-cances ya que en la realidad nadie re-speta a las normas internacionales. El hecho es que la vigilancia e implemen-tación de las normas y sus sanciones es facultad exclusiva de los mismos Estados y de los organismos interna-cionales. No se puede pensar que el Derecho Internacional sea coercitivo tal como las normas de derecho inter-no ya que, en principio, no existe una pirámide jerárquica de autoridades en virtud de la soberanía de los Estados.

Interacción del Derecho de Guerra en un sistema internacional anárquico

Una de las premisas clave que rigen al sistema internacional es que no ex-iste ningún ente superior al Estado, ni siquiera la ONU lo es. Esta es una in-stitución en la que los miembros, de manera voluntaria, forman parte de ella y por ende aceptan sus funciones y jurisdicción. Todas las naciones poseen una calidad de par y no están sujetas a la autoridad de algún ente suprana-cional. La soberanía y la no interven-ción en asuntos interiores han sido las banderas legales de autonomía e independencia en un sistema en el que paradójicamente, todos dependen de todos. La acción de uno afectara todo

el entorno internacional en escalas relativas. A este fenómeno se le deno-mina interdependencia.

La guerra es uno de los fenómenos clásicos del sistema internacional. Des-de que existen Estados, existen guer-ras. Es uno de los ejemplos más claros para demostrar la interdependencia: sus consecuentes atrocidades han fincado fronteras internacionales, han dividido culturas, y han afectado los mercados financieros mundiales. Sin embargo, un efecto positivo ha sido la codificación del ‘Derecho de Guerras’.

Desde tiempos antaños sus terribles efectos propiciaron el establecimiento de usos o costumbres que rigieron su desarrollo y brindaron garantías de protección y derechos a los acto-res que participan en ellas. En el siglo XIX se comenzaron a codificar estas costumbres. La guerra evolucionó al punto en el que a partir del final de la Guerra Fría la incidencia de los conflic-tos armados entre Estados disminuyó y los conflictos armados al interior de estos se acrecentaron al igual que el numero de víctimas civiles, un grupo vulnerable exigente de la protección internacional.

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Como parte del Derecho Internacio-nal Público (DIP), el Derecho de los Tratados Internacionales y el Derecho Internacional Humanitario (DIH) -tam-bién denominado Derecho de Guerras- hacen mancuerna para establecer las normas que rigen a los conflictos ar-mados y a sus partes, además de pro-teger a los civiles inmersos en ellas.

¿Cuáles normas internacionales regu-lan los conflictos armados?

Los conflictos armados se rigen princi-palmente por tratados internacionales. La regla para su obligatoriedad es que solo las partes contratantes de estos convenios están obligados a cumplir-los. Por lo general, los Estados que así lo hacen forman parte de Naciones Un-idas porque comparten valores legales como el estado de derecho, la primacía del derecho internacional y el respeto y protección de la paz y la seguridad internacionales. El incumplimiento de estas normas y otras ad hoc devienen en delitos internacionales: el genoci-dio, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. Los organismos judiciales competentes para conocer de ello son principalmente la Corte Pe-nal Internacional y los Tribunales con jurisdicción internacional ad hoc que para este efecto instaure el Consejo de Seguridad.

Las Convenciones de Ginebra de 1989 y sus Protocolos adicionales son el principal instrumento del DIH. Depen-diendo de la materia, es decir, del tipo de conflicto se aplicaran las codifica-ciones.

A los conflictos de carácter interna-cional, aquellos en el que las partes son Estados soberanos se aplican las cuatro Convenciones de Ginebra y el Protocolo I, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales. Cuando las partes son un Estado y grupos armados disientes o solo grupos armados en el territorio de un Estado, se aplica principalmente el artículo 3ro común de las Conven-ciones de Ginebra y su Protocolo adi-cional II, relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional.

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Artículos en Inglés

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Oil price and the effect of Libyan war

Despite Libya produces only about 2 percent of the world’s oil, and despite Saudi Arabia has replaced 70% of Libya’s missing oil production, its war is causing disastrous effects worlwide. Let’s have a look at the most important landmarks of Libya’s war and its effects on the price of oil.

Despite Libya produces only about 2 percent of the world’s oil, and despite Sau-di Arabia has replaced 70%

of Libya’s missing oil production, its war is causing disastrous effects worl-wide. In February 22 Colonel Gaddafi said he would fight to his “last drop of blood” to remain at the helm and de-nounced protesters as “mercenaries” who were drugged and manipulated by foreign powers wanting to turn Libya into an Islamic state. That day OPEC daily basket oil price went up by 3.4%, the third largest oil price spike so far this year 2011. Two days later the price of oil scalated another 4.8% to US$ 111.01 a barrel, the biggest oil price increase in 2011.

The OPEC daily basket oil price

The OPEC Reference Basket of Crudes (ORB) is made up of the following: Saharan Blend (Algeria), Girassol (An-gola), Oriente (Ecuador), Iran Heavy (Islamic Republic of Iran), Basra Light (Iraq), Kuwait Export (Kuwait), Es Sider (Libya), Bonny Light (Nigeria), Qatar Marine (Qatar), Arab Light (Sau-di Arabia), Murban (UAE) and Merey (Venezuela).

The conflict in Libya started in protests against Gadafi’s regime in the eastern port city of Benghazi, and spread to Zintan, al Bayda and Quba. Since then, the oil price evolved from US$99 to a maximum of US$120.91 in April 28. A 21% oil price increase might seem big, but in fact it is huge.

Taking into account that the daily sup-ply from the Organization of Petroleum

A small player that provokes big re-percussions

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Exporting Countries’ 12 members rose to 30.05 million barrels a day in July from 29.94 million in June, it means that the acquisition cost of OPEC’s dai-ly oil production (responsible for 40% of world’s oil production) increased over US$657 million in just a couple of months. But as Gaddafi’s regime is closer to an end the oil price is having a small rest, with a 5% fall in August.

Libya’s war timeline

February 22. Colonel Gaddafi says he will fight to his “last drop of blood” to remain at the helm and denounces protesters as “mercenaries” who were drugged and manipulated by foreign

powers wanting to turn Libya into an Islamic state.

February 24. Anti-Libyan government militias take control of Misrata after evicting forces loyal to Gaddafi.

February 28. EU governments approve a package of sanctions against Gaddafi and his closest advisers including an arms embargo and bans on travel to the bloc.

March 10. France became the first country in the world to recognize the

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National Interim Council as Libya’s only legitimate government. The same day, government forces retook Az Zawiyah and Ra’s Lanuf, supported by tanks, artillery, warplanes, and warships.

March 16. Forces loyal to Gaddafi are near rebel-held Benghazi. Gaddafi’s son Saif al-Islam tells France-based TV channel Euronews: “Everything will be over in 48 hours.”

March 17. The UN Security Council au-thorises a no-fly zone and “all neces-sary measures” to enforce it to protect civilians. Within days, British Torna-does are engaged in ground attacks and Tomahawk missiles are fired from British submarines.

March 22. Pro-government troops re-take Ajdabiya, Zawiyah, Ras Lanuf and parts of Brega, and lay siege to Misu-rata, blocking the arrival of medicine and food at the port to around 5,000 people. In the following weeks, control of key cities swings back and forward.

April 10. Gaddafi accepts a roadmap for ending the conflict, South African President Jacob Zuma says after lead-ing a delegation of four African lead-ers at talks in Tripoli. Rebels reject the plan the next day.

April 30. Gaddafi’s youngest son Saif al-Arab is killed by a Nato airstrike, along with three grandchildren. The following day, the British and Italian Embassies in Tripoli are attacked.

May 4. NATO Secretary-General An-ders Fogh Rasmussen claimed that the Libyan government’s military capabili-ties had been significantly degraded since the operation started

May 5. The Royal Navy mine clearance vessel HMS Brocklesby located and de-stroyed the final mine at the entrance to the port of Misrata. NATO aircraft conducted numerous airstrikes against loyalist forces near Misrata and Ajdabi-ya, and military targets in Tripoli.

May 6. NATO conducted 57 air-strikes against loyalist military targets throughout Libya, while opposition forces gained full control of Al Kufra and Abu Rawayah after Gaddafi forces stationed there surrendered

May 12. NATO carried out 52 strikes against loyalist targets. Loyalist forces fired at least three rockets into Ajd-abiya. Loyalist forces also launched an attack on Misrata port, using a num-

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ber of small boats, but were forced to abandon their attack after NATO war-ships intervened.

June 8. Western and Arab nations meet rebels in Abu Dhabi discussing what U.S. officials call the “end-game” for Gaddafi.

June 15. Libya approves a $31.4 billion budget for the rest of 2011, to show it is functioning as normal.

June 27. The International Criminal Court in The Hague issues a warrant for the arrest of Gaddafi, his son Saif al-Islam and his head of intelligence.

July 27. Rebels win diplomatic recog-nition from Britain which also expels the remaining Gaddafi diplomats from London.

July 28. General Abdel Fatah Younus, senior rebel forces commander, is ar-rested by members of the NTC ques-tioning his loyalty. His body is found the following day. The death prompts fears of a split in the rebel camp.

August 3. the rebels defeated an at-tempt by Gaddafi’s forces to retake

Zliten. Meanwhile, NATO bombed Zliten and Tajura, near Tripoli, and the rebels captured a Gaddafi ship laden with 250,000 barrels of oil

August 6. Rebels from the mountain town of Yafran launched a major at-tack on the town of Bir Ghanam and conquered it by midday after Gad-dafi’s forces retreated from the town. Meanwhile Qatar supplied the rebels in Misrata with more weapons, and a renewed assault began on Brega. The government in Benghazi announced it had flown $10 million to the rebels in the Nafusa Mountains region

August 18. Rebel forces seized control of the crucial oil refinery in Az Zawiyah while journalists confirmed that they were in complete control of Gharyan

August 22. Not long after midnight, re-ports say rebels have reached Green Square, the city centre and the sym-bolic heart of the Gaddafi regime. But not all of the capital has fallen – foreign reporters inside the Rixos hotel say it remains under government control.

August 23. Libya’s oil production to re-cover more quickly than forecast after rebels’ “sudden takeover” of fields and export facilities, delaying the need for

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Lluís Torrent | www.unitedexplanations.org

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OPEC to tap spare capacity, Goldman Sachs reports.

August 27. Western news websites were reporting and showing pictures of the rebels entering the houses of Gaddafi’s sons and daughter in Tripoli.

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Who is who in the post-Gaddafi Libya

Once the people of Libya have dealt with Gaddafi and declared the country liberated there are new challenges ahead of them. Big and important challenges. With the start of the civil war many organizations and individuals emerged that will play a key role in the post-Gaddafi Libya.

Once the people of Libya have dealt with Gaddafi and declared the country liber-ated there are new chal-

lenges ahead of them. Big and impor-tant challenges, perhaps even more difficult compared to the overthrowing of one of the longest ruling Arab dicta-tor. Gaddafi sat firmly at the head of the regime for more than four decades leaving little or no space to opposition; nevertheless, with the start of the civil war many organizations and individu-als emerged that will play a key role in the post-Gaddafi Libya. But some ana-lysts remain concerned that the rivalry within the National Transitional Coun-cil (NTC) and between regional cen-ters of power could lead to new violent clashes. Let’s see which are some of the most important actors:

Mustafa Abdul Jalil

Leader of NYC, established on Febru-ary 27 in Benghazi, actually served as the justice minister in the Gaddafi government and was sent to Benghazi when the protests began. In light of the excessive use of violence used by government forces he soon changed sides and became the chairman of NTC. Highly respected among west-ern human rights groups for his ef-forts to reform Libya’s criminal code; he previously worked as a judge for two decades and was not afraid to rule against the government. Gaddafi’s son Saif al-Islam brought him into the government in 2007 as an attempt to present himself as pro-reform. His vi-sion of future Libya? “We are a Muslim nation, with a moderate Islam, and we will maintain that”.

Mahmoud Jibril

Head of NTC Executive Board, a U.S.-

La responsabilidad de Nacio-nes Unidas

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educated economist who helped per-suade NATO members to launch their Libya campaign last March, and one of the most prominent voices of NTC in the international scene. Before the uprising started he was involved (to-gether with other intellectuals) in a project called “Libyan Vision” which sought democratic reforms. Described as a very capable technocrat, which led day-to-day business of running NTC. Just one day before the death of Gaddafi he, however, announced he was planning to resign, citing internal power struggles for his decision: “We

have moved into a political struggle with no boundaries,” he said. “The political struggle requires finances, or-ganization, arms and ideologies. I am afraid I don’t have any of this.”

Ali Tarhouni

Finance minister of TNC; fled Libya in the 1970s to build a university career in economics. He returned to Benghazi as soon as the revolt started urging the Gaddafi troops not to use violence. Very efficient at fund raising – accord-

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ing to this article one of his first deci-sions as the rebel leader was to rob Benghazi’s central bank to obtain $320 million. He has been a key figure in negotiations involving Libya’s oil re-serves and, although politically inex-perienced, has become increasingly popular among the population for his economic competence.

Abdel Hakim Belhaj

Tripoli military commander; once led the Libyan Islamic Fighting Group, a militant group with links to al Qaeda. The assault on Tripoli which stormed away Colonel Gaddafi propelled this former Islamist fighter to interna-tional prominence. In close relations with influential Islamist cleric Ali Sal-labi who only a month ago denounced Mahmoud Jibril as “extreme secular-ist” after Jibril criticized Libya’s Muslim Brotherhood for political maneuvering. However, and despite his past, Abdel Hakim Belhaj claims that the past will not get in the way of the new Libyan administration’s attempts to build rela-tions with the rest of the world.

Misrata military commanders

Although Misrata is only 200 km from Tripoli it remains more than 600 km from Benghazi, the centre of the anti-Gaddafi resistance. It was one of the cities that suffered most the brutalities

of Gaddafi’s forces and it’s defenders many times felt abandoned by NTC. Even after they managed to defeat Gaddafi they still feel their struggle is not being given the importance it de-serves and this report quotes a fighter from the city: “They don’t want to say anything about Misrata,” he said in an interview at a seafront military base in the city. “I don’t know what they want — for Misrata’s revolution to disappear, that’s what they want.” It’s also worth mentioning that there is no one from Misrata on NTC board.

Berber groups

However small in terms of population (6.6 million), Libya is quite the oppo-site in terms of tribal diversity. The Berbers, a non-Arab minority who was suppressed under the Gaddafi rule joined the revolt, but they are, similar-ly as Misrata, far away from Benghazi and they also fell that their struggle has been forgotten. Many of the oth-er groups who fought in the frontline were often organized on the basis of tribal or regional affinities, which leads many analysts to be pessimistic for a successful and stable transition of Lib-ya. Prof. Michael Greig, an expert in international conflict management at the University of North Texas in Den-ton, says that “[o]ne of the key fac-tors for survival of a new democracy is the social cohesion of the society”.

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“The more diverse the society, the less stable these new regimes tend to be,” he adds, noting that Libya is a hard-to-unify tribal culture with ethnic di-versity. But on the positive side is the fact that Libya’s political transition was accomplished by indigenous forces and was not imposed from the outside.

Natural resources of Lybia

Natural resources, as the most impor-tant (and the easiest) source of income for the new government, will play a very important role. Although western forces played the key role in the libera-tion of Libya, according to Jason Pack (president of Libya-Analysis.com) and Sami Zaptia (CEO of KnowLibya) they should keep away from demanding preferential business contracts. “Surely no amount of oil, construction, infra-structure, or defense contracts can be better than a strong, moderate, and stable Libya that learns to select its business partners based on their mer-its rather than their nationality,” they argue:

“We believe the alliance powers should not ask the NTC to prostitute Libya’s vast treasure. Doing so would only cheapen the tremendous value of what the NATO alliance has done for Libya. The only true way the Libyans can re-pay the rest of the world for liberat-

ing them from Gaddafi is not through kickbacks, but by making the tough choices required to lay the foundation of a democratic, meritocratic, and eco-nomically open future.”

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Editores

Edición Especial Libia 2011

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Almudena Díaz Pagés (Spain)

[email protected]

Ana G. Juanatey (Spain)

[email protected]

I’ve studied Political Sciences in Barcelona and in Paris, at the Université Sorbonne ; and an MA in International Relations, spe-ciality in Peace and Security, in Barcelona.

PhD candidate at the Universidad Pompeu Fabra, Barcelona. Master’s in International Relations, Barcelona Institute of Interna-tional Studies (2007).

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Chapter 01 [ 65 ]

Iztok Potokar (Slovenian)

[email protected]

Lluís Torrent (Barcelona, Spain)

[email protected]

Graduate in Sociology of Culture and Pro-fessor of History, University of Ljubljana; Master in International Relations, Institut Barcelona d’Estudis Internacionals.

Degree in Environmental Sciences, mas-ter’s in Environmental Intervention, mas-ter’s in International Relations and special-ization in Political Science.

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Un grupo de ex-alumnos de Relaciones Internacio-nales decidieron desar-rollar el proyecto United

Explanations en octubre de 2010. El sitio tiene como objetivo analizar y explicar los asuntos internacionales de una manera clara, sencilla y fácil de entender. Queremos acercar la realidad internacional más cercano a la gente común. Las relaciones inter-nacionales no son sólo las relaciones entre países, sino entre ciudades, empresas, organizaciones y ciudada-nos. Queremos cubrir todo eso.

También tenemos la intención de de-mostrar la relación entre los asuntos internacionales y las personas que describen cómo la política mundial afectan a los ciudadanos

Creemos que la falta de interés de la gente en la política internacional reside en su complejidad. La política global, la economía, el medio ambi-ente son cada vez más complejas con el tiempo. Y esta falta de interés, a su vez, provoca dificultades de com-prensión. Esto lleva a la indiferencia y la pasividad. Por lo tanto, entender es el primer paso para crear concien-cia, y luego a la acción.

Por lo tanto, aquí estamos, por lo que el primer paso: explicar lo que está sucediendo. ¿Te gustaría formar par-te de nuestro objetivo ? Realmente necesitamos toda la ayuda posible.

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United Explanations cuentan con un equipo de 15 editores y 130 co-laboradores, que se encuentran re-spartidos entre las 13 secciones de la web: Cultura; Economía y Negocios; Medio Ambiente; Género; Desarrollo Global; Grapshot; derechos Huma-nos; Humor; Derecho Internacional, Paz y Seguridad; Perfiles; Política; Sociedad.

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Chapter 01 [ 67 ]

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endo el artículo al autor correspon-diente y al sitio web, siguiendo los lineamientos CC.

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Especial United Explanations: Guerra en LibiaBarcelona, 2011

España www.unitedexplanations.org

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