ESPECIAL DE EDICIÓN 3 Promesas Fotográficas · 2018. 8. 13. · Mare “Monstrum” es el título...

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ESPECIAL DE EDICIÓN 3 Promesas Fotográficas

eMILIO APARICIO

IVáN VALeNCIA

JUAN DIeGO B. CANO

En el terreno documental y de reportería ellos brillan y se destacan.

Identificando al fotógrafo en elsujeto fotografiado

Mil historias, una sola imagen

Pasión por la imagen

72 73REVISTA ENFOQUE VISUAL / Marzo 2016 - Mayo 2016 REVISTA ENFOQUE VISUAL / Marzo 2016 - Mayo 2016

Emilio Apariciotextos y fotografías: emilio aparicio

por: JUaNa BUitrago

IdENTIFIcANdO AL FOTógRAFO EN EL SUjETO FOTOgRAFIAdO

La Habana, CubaSERIE: PUÑOS DE ACEROEl Gimnasio de Boxeo Rafael Trejo ha sido la cuna donde muchos de los mejores deportistas y campeones mundiales del país han crecido o se han formado como boxeadores. Con entrenadores de primer nivel que han estado en juegos olímpicos y en competencias internacionales, los atletas entre 10 y más de 20 años, que actualmente asisten al gimnasio en distintos horarios, han encontrado en el boxeo una opción de vida; la oportunidad de conocer el exterior y la única posibilidad de hacer realidad todos sus sueños.


emilio aparicio rodríguez

sonas y de pronto encontró a este sujeto barbado, sucio, estética-mente poco atractivo, pero que en su ser revelaba algo muy fuerte que llamaba su atención, “cuando llegué a la casa y vi la foto, me llevé la sorpresa de que el tipo era muy parecido a mí, y yo no me fijé en eso cuando disparé, entonces la imagen me reveló que la persona que estaba en esa foto casi que podía ser yo, esto me trastocó, ese fue un punto de partida para iniciar mi proyecto y acércame al tema, que no es el que todo el mundo conoce, prejuicios hay muchos pero nadie se detiene a pensar en lo que hay detrás de esa ropa sucia, del mugre y de sus circunstancias”.

Así llevó a cabo un proyecto en el que hacía fotos instantáneas de habitantes de calle, a quienes les regalaba la imagen y les pregun-taba que sentían al verse ahí. Más que un trabajo documental, también fue un trabajo emocional, en el que Emilio no solo se halló identificado, sino que tomó un rol de acción frente a una comunidad presente en nuestra realidad.

Emilio plantea una narrativa visual en la que él mismo no se hace evidente, pero en la que es consciente de dejar una parte suya, un sentimiento, una angus-tia. “A veces me identifico en la soledad con algunas fotografías que hago, suelo identificarme con las vivencias del contexto que voy fotografiando”.

Se refiere al blanco y negro, como un factor de carga emocio-nal muy fuerte, ya que lo remite a la magia del pasado, del rollo, de

fotografía, una pasión que apenas descubría. Así, inició sus estudios en LCI, donde la exploración en la técnica y los géneros de la fotografía lo llevaron a identificar hacia donde se quería dirigir. Emilio quería contar historias de lo real, porque más allá de las maravillas que se pueden recrear en un estudio, lo suyo es involucrarse con la gente, ca-minar, conversar. Haciendo de la fotografía documental un modo de vida, su fotografía personal está basada en su interacción con otros sujetos, buscando profundi-zar, yendo más allá de lo que sus ojos ven. Normalmente estos son proyectos de largo aliento, y se convierten en satisfacciones al verse transformados por el trabajo que el fotógrafo realiza.

Confiesa que aunque muchas son las fotos que lo pueden representar, y aunque no tiene una específica que lo marque, si tiene un momento, su proyecto de tesis en la universidad, el cual realizó con habitantes de calle y que bautizó Hacía tiempos no hablaba con personas de ver-dad: retratos documentales de habitantes de calle. “Esos fueron 8 meses de mucha profundidad, y es un tema que sigo trabajan-do a mi manera, a mi ritmo, desde otras aristas. Creo que ese ha sido mi punto de quiebre, donde encontré algo que iba más allá del fotoperiodismo, que hizo que me interesara ir más allá de la foto, algo que me apasionó”.

Este tema inició cuando aún estudiaba Arquitectura, algún día estaba tomando fotos de per-

Emilio Aparicio, es un fotógrafo bogotano, que se define como un sujeto sencillo, descom-plicado, tranquilo pero acelera-do. La curiosidad es una de sus características innatas, siempre está buscando imágenes diferentes a las que ya ha capturado con su lente. Su sensibilidad es un valor agregado, necesita conectarse con el sujeto directamente antes de conec-tarse con él través de su cámara.

Cuando tenía 18 años, fue enviado a Egipto para prestar el servicio militar como traductor de inglés en una Comisión Interna-cional del Ejército. “Nunca había estado tan lejos del país, había estado en otros países pero nunca en Egipto, menos en una base militar en la mitad del desierto, y el hecho de vivir esas cosas nuevas generó en mi la necesidad de documentar vivencias. Alguna vez quise comprar una cámara pero no tenía la plata, estando allá recibía un sueldo y la compré, ahí fue cuando empecé a disparar con una cámara fotográfica y no con un arma. Los paisajes eran impresionantes, la cultura, salir de la base era como encontrarse con un potrero de vacas, pero era un desierto lleno de camellos. Los beduinos con sus túnicas, era algo sorprendente que nunca creí vivir tan joven. Entonces fue cuando realmente descubrí la fotografía, quise traer todas esas imágenes de Egipto, llegué con muchas fotos para que mi familia las pudiera ver”.

De regreso a Bogotá, empezó a estudiar Arquitectura, carrera que más tarde cambió por la

Bogotá, Colombia.Proyecto: “HACÍA TIEMPO NO HABLABA CON PERSONAS DE VERDAD”.

(Retratos Documentales de Habitantes de Calle)José Miguel.


la química de la fotografía aná-loga. Y, aunque sabe que el color tiene un potencial único, prefiere evitar distracciones en sus foto-grafías, buscando que la atención del observador se centre en lo que sucede dentro de la imagen.

Actualmente trabaja para el gobierno, y teniendo en cuenta que su trabajo es una cuestión de inmediatez, ha logrado reunir suficiente material para determinar que tiene un trabajo profundo, enfocado en docu-mentar a un mismo personaje a diario, saber cuándo está de mal genio, cuáles son sus mejores án-gulos y cuáles son las historias que puede contar. “Para mí tra-bajar con el ministro de Hacienda fue lograr un documento, fue un reto personal y profesional el de fotografiar al mismo personaje durante 2 años y medio. Es un asunto de registro y de visibi-lización de esta persona 24/7. Entonces aunque todo el tiempo trabajo en pro de la inmediatez, si lo miro a largo plazo tengo una gran cantidad de material para hacer un trabajo documental”.

Sabe que es necesario observar el trabajo de otros fotógrafos, entender qué ven, cómo lo ven y sobre todo para qué ven. En su haber uno de los referentes es Jacob Aue Sobol, fotógrafo danés, “él tiene un trabajo muy emotivo en blanco y negro, muy contrastado, muy fuerte, es una las influencias que tengo de hacer las fotos como las hago. Él afirma la necesidad de involucrarse con el sujeto para poder fotografiarlo. La capaci-dad de registro que tiene Pete Souza, fotógrafo reconocido por registrar el día a día de Barack Obama. Steve McCurry, por su manejo de color y sus impresio-nantes fotos, parecen postales, el color en él es increíble”.

Para quien le entrega su vida a la fotografía debe existir una necesidad de retroalimen-tarse de ella, Emilio solo espera “que me permita seguir enamo-rado de ella, que me permita seguir descubriendo a través de ella cosas que me ayuden a aprender, a sanar, a expresar, y sobre todo que me lleven a aportarle algo al mundo”.

Boyacá, Colombia.Proyecto en Curso: La Sierra.

Continuamente he visitado el Parque Nacional Natural Cocuy en Boyacá, lugar donde se encuentra una de las sierras nevadas más impactantes del país y que durante los últimos años se ha visto afectada por el calentamiento global. Alrededor de esta zona viven campesinos que se dedican a cultivar la tierra y al turismo, sin embargo el cambio climático ha sido el responsable de que muchos de ellos abandonen la montaña para buscar oportunidades en la ciudad.


fotografías página siguienteBogotá, colombia.proyecto: la playa / músicos Urbanos de Bogotá.

localizada en el costado oriental de la avenida caracas entre las calles 54 y 55 de la localidad de chapinero; se encuentra la zona de mayor concentración de músicos urbanos e informales que tiene Bogotá. Desde hace aproximadamente cincuenta años el sector de la playa ha sido el punto de encuentro de más de 500 músicos provenientes de todo colombia y otros lugares del mundo.

Bogotá, colombia.proyecto: el palo del ahorcado.

en lo más alto de los cerros de ciudad Bolívar; entre barrios subdesarrollados, pasajes escabrosos y zonas de alta criminalidad, se encuentra uno de los símbolos religiosos más míticos y reconocidos de la capital. Un enorme, solitario y funesto árbol de eucalipto atestado de relatos inconclusos que solo quienes viven en la zona conocen realmente.


colombiaproyecto en curso: aeropuertos

Viajar constantemente por cuestiones de trabajo me ha permitido conocer decenas de aeropuertos, salas de espera y puertas de embarque que he intentado documentar a lo largo de tres años. este proyecto a largo plazo donde se ven siluetas de pasajeros en espacios aeroportuarios, es el resultado de la espera, los retrasos en los vuelos y los lugares visitados.


Iván Valencia

textos y fotografías: iVáN ValeNcia

por: JUaNa BUitrago

MIL hISTORIAS, UNA SOLA IMAgEN

Roma, Italia.

Esta Familia de refugiados africanos reside en Roma, Italia. Posan con maquillaje de barro, representando a los miles de náufragos en el Mar Mediterráneo, entre ellos familiares y amigos. Un homenaje del que fueron testigos y sobrevivientes.


iván Valencia.

otra lo que tienes que aprender trabajando en la calle. Quizá mucha gente se estrella afue-ra, porque es otro cuento, tú aprendes lo básico, pero con el colegaje tú aprendes un montón”.

Mare “Monstrum” es el título de su tesis de grado, un proyecto que documenta parte de la historia de un grupo de refugiados que atravesando el Mar Mediterráneo, en búsqueda de una forma de vida más hu-mana, han visto sucumbir a sus seres queridos ante la inclemen-cia del mismo. Este trabajo fue desarrollado en Roma, Italia, a donde fue llevado por un par de sus amigos, quienes hacien-do teatro se han encargado de ayudar a estos refugiados a sanar su pasado y a convertirse en una nueva familia. “Ese tra-bajo me alimentó mucho, era el primero en el exterior, y además trabajando con una problemá-tica que está vigente y es cada vez más grande en el mundo. Eso fue hace dos años, y no era tan fuerte, en este momento la migración es un boom mediá-tico. Obtuve un 5 meritorio en la tesis, saqué un libro como de 400 páginas, resultado de mucha investigación, tuve que dedicarme a conocer todas las partes de la historia. Al final logré unos retratos gigantes de cada uno de ellos, donde ya están con sus vestimentas, con rostros más tranquilos, fueron hechos con lente 50, mi ideal era poder acercarme a ellos, ir más allá de la travesía de mi-grar, mostrando lo que sucedía luego en sus vidas”.

do y creciendo en el arte de la imagen. Para Iván descubrir que la fotografía ofrece un mundo de posibilidades, explorar el proce-so de edición y darse cuenta que, aunque otro fotógrafo apuntara al mismo punto que él, las dos imágenes serían muy diferentes, fue encontrar el arte, la pasión, “descubrir que un mismo objeti-vo se puede mirar desde muchas perspectivas y que cada una de ellas, logra una foto diferente, es increíble. Nadie tiene la perspec-tiva del mundo que tú tienes”.

Cuando hace fotografías, se fija mucho en las expresiones, no en las muecas, sabe bien que los ojos de una persona cuentan mucho, la expresión de su cuerpo, el entorno, la luz. Contar una historia en una sola imagen, es lo que más le ha gustado de componer sus fotografías.

No muchos fotógrafos jóve-nes, tienen portadas en uno de los periódicos más importantes del país, no todos han parti-cipado en revistas grandes, normalmente empiezan desde muy abajo, sin embargo Iván ha dado pasos agigantados desde antes de graduarse, en el año 2013 postuló una de sus fotografías en los Sony World Photography Awards, obtenien-do el premio al primer lugar por Colombia, algo inesperado pero que fue fruto de su princi-pal convicción, la disciplina.

“Esa foto me abrió la puerta para entrar a Revista Semana, allí he tenido la oportunidad de ser formado por mi jefe y mis colegas, una cosa es lo que tu aprendes en la universidad

La imagen y el arte son dos elementos que han acompañado a Iván Valencia a lo largo de su vida. Con la influencia de su padre, pintor y músico, y la complicidad de su madre, una periodista que también hacía fotografía en su trabajo, este joven fotógrafo de origen isleño, se inclinó hacia el arte de la imagen desde muy pequeño.

Gracias al oficio de su madre, fue testigo de muchos de sus viajes en calidad de reporte-ra y fotógrafa para el programa informativo 7:30 Caracol, resul-tado de esto, obtuvo excelentes imágenes, las cuáles ganaron varios reconocimientos, “mi mamá me mostraba fotos todo el tiempo, y aunque nunca pensé en que quería ser fotógra-fo, ese gusto estuvo ahí desde el principio, gracias a su oficio de periodista, yo tengo el propósito de contar historias siempre”.

Luego de hacer 7 semestres de Diseño Gráfico, Iván afirma que una luz llegó a su vida, “es-taba agobiado en ese momento, tenía esa idea de tener que permanecer como el diseñador que siempre está detrás del computador, no quería eso para mí, así que lo dejé. Pasaron unos meses y mientras tanto yo le ayudaba a mi mamá con el registro fotográfico para el periódico de Chía”. Solo cuando tomó la decisión de ingresar a LCI a estudiar fotografía, enten-dió que eso era lo que realmente lo apasionaba. Desde que inició se destacó por sus trabajos, las notas se convirtieron en moti-vaciones para seguir aprendien-

Roma, Italia.

Un refugiado africano en Italia se mimetiza con la ciudad.


Dentro de sus referentes más significativos, se encuen-tran Steve McCurry, de quien afirma aprender con cada ima-gen; Paul Nicklen, fotógrafo de la National Geographic, quien hace fotografía de fauna salvaje y evita usar teleobjetivos, el acercamiento con el sujeto es fundamental para él; del colom-biano John Quintero, su trabajo lo inspira; el trabajo del argen-tino Alejandro Chaskielberg, quien trabaja con cámara de placa, usando medio formato; admira la fotografía documen-tal de Fabio Cuttica, de quien afirma que tiene la estética que le ha costado desarrollar en sus fotos; entre muchos otros. Al final todos confluyen en la necesidad de registrar al otro en su forma de vida.

Aunque laboralmente se desempeña como fotoperiodista para diferentes agencias y medios de noticias, la fotografía documen-tal hace parte de su vida diaria, puesto que siente que lo obliga a vincularse y a sensibilizarse con el sujeto. Lo que también lo lleva a recordar la necesidad del respeto por el fotografiado, cultivando en él no solo una ética como ser humano y fotógrafo, sino también como fotoperiodista que informa con sus imágenes, “no se trata de ir dispa-rando por ahí como un loco”.

Siendo un fotógrafo joven piensa en los que vienen tras él, para quienes sugiere que permanezcan nutriéndose de conocimiento, aplicando todo lo aprendido, “este oficio se logra en la medida que se entrena el ojo, tomando y leyendo diferen-tes referentes, las referencias visuales son definitivas al mo-mento de componer imágenes y contar historias. Además del factor pasión, que es lo que en realidad mueve a los que quere-mos vivir de la fotografía”.

Bogotá, Colombia.

La Guardia presidencial formada y concentrada en la celebración del 20 de julio, Día de la Independencia de Colombia, todos menos uno.


1. fotografías página anteriortumaco, Nariño.

saltar al agua es la diversión de los niños que viven en sus palafitos.

2. fotografías página anteriorcocuy, Boyacá.

las fuerzas militares de colombia en plena vigilancia. Duermen en sus pequeños cambuches a miles de metros de altura y a temperaturas muy bajas.

3. tunja, Boyacá.

Dos penitentes vestidos en sus “capirotes” celebran la semana santa en colombia, con inciensos caminan por toda la plaza y entre sus espectadores.

4. acandí, chocó.

Una señora me sonríe a pesar de su infección en los ojos, causada por bacterias que se reproducen en ciertas selvas colombianas.

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5. Quibdó, chocó.

Dos jóvenes intentan encender una “bazuca de humo”, tradición anual en las fiestas de San francisco de Asís (san pacho).

8. san Basilio de palenque, Bolívar.

Un joven disfruta en éxtasis total, donde la música y el sentimiento de baile no se apaga, a pesar de ser uno de los corregimientos más pobres y donde desafortunadamente ha sufrido mucha inseguridad, no deja de ser una de las raíces de la “champeta” y la pasión.

9. san Basilio de palenque, Bolívar.

con cantos y velas encendidas, los habitantes de san Basilio de palenque cada año celebran sus fiestas.

6. Quibdó, chocó.

Un integrante de una oNg colombiana, examina a su paciente víctima de enfrentamientos entre bandas.

7. sutamarchán, Boyacá.

Después de una guerra de tomates y barro, los habitantes de sutamarchán se limpian con el agua de un carrotanque de los bomberos. la famosa “tomatina” también se hace en colombia cada año con miles de tomates no aptos para el consumo humano, se preparan para ser lanzados.

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Juan Diego B. Canotextos y fotografías: JUaN Diego B. caNo

por: JUaNa BUitrago

“recoNstrUir”

“estaba acostado viendo televisión, como la mayoría de mis amigos. De un momento a otro un terrible terremoto comenzó en armenia, mi ciudad natal. mi abuela se cayó en el pasillo, hice todo lo posible para ayudarla a levantar, pero la casa se tambaleaba de un lado a otro. los cuadros caían, la nevera, la biblioteca y todo lo que se podía ir al piso, se fue. luego del terremoto, unas 5 horas después, estaba en el centro ayudando a mi familia a llevar víveres desde un negocio de un tío, y una segunda réplica sucedió, casi tan fuerte como el terremoto, muchos edificios cayeron cerca, esa es una de las imágenes que tengo tatuadas en mi memoria. Hasta ese momento las únicas fotos que había hecho habían sido en un paseo, pero al ver el destrozo que había delante de mí, decidí salir con un rollo de 24 y mi cámara “piscinera” a retratar mi ciudad devastada. esta foto fue en el centro de armenia, cerca del antiguo Hotel plaza, el cual se desplomó junto a decenas de edificios más. El terremoto dejó más de 1000 muertos, muchas familias perdieron a sus seres queridos, amigos, conocidos que nunca iban a volver, también sus casas, apartamentos, autos, y más. el eje cafetero tuvo que renacer de las cenizas, o en este caso, del polvo”.

PASIóN POR LA IMAgEN


Juan Diego B. cano

fue asignado inicialmente como fotoreportero en un periódico lla-mado ‘El Periódico’, y que cambió una semana después cuando lo ascendieron a Jefe de fotografía. Un año más tarde fue contra-tado por el diario EL TIEMPO, donde conoció a esos referentes que tenía del fotoperiodismo en Colombia, Milton Díaz, Héctor Fabio Zamora, Mauricio Moreno, y todos esos nombres que siempre tuvo en su cabeza, que ahora compartían con él su conocimien-to, y un espacio de trabajo, todo esto ha sido una motivación extra para dar la talla y tener el nivel que se requiere.

De ahí en adelante han surgi-do muchos premios de fotografía. Como contador de historias tiene una obsesión y es que cualquier historia es interesante, observa e imagina situaciones, diálogos, encuentra personajes en los sujetos del común, y se imagina que pasa en la vida de esas personas, algo que tiene que ver mucho con el cine, de allí parte esa necesidad de conocer las historias de las personas y también la de contar eso desde sus fotografías.

“La construcción de memoria es algo vital para una comunidad, el que olvida su historia tiende a repetirla, y si desde nuestra pro-fesión no contribuimos a la cons-trucción de esa memoria visual, sabiendo que la gran mayoría no tiene la oportunidad de ver

comprar la que sería entonces su primera cámara, una de 2MP que para esa época, año 2004, llenó sus expectativas. Así empezó haciendo fotos y un día cualquiera mientras pasaba por una calle de Armenia, se encontró con un área acordonada, y en la presencia del ejército, la policía y el DAS, “era la escena del crimen de un sicario que acababa de asesinar a alguien y se había encerrado en un edifi-cio con varios rehenes, entonces yo sentí que algo dentro de mí se activó de inmediato. Cuando capturaron al tipo salí corriendo detrás de él haciendo fotos, y después de que lo agarraron y se lo llevaron, fue cuando me pre-gunté ¿para qué hice estas fotos? Entonces decidí enviarlas al periódico local, donde no solo las publicaron sino que también me ofrecieron el trabajo de reportero gráfico. Aún hoy, ese no sé qué se me activa, pienso que es pasión, y es algo innato”.

Factores como la adrenalina, documentar el momento justo en el instante preciso, y la sensación que experimenta como fotope-riodista cuando ve que la gente in-teractúa con sus fotografías en el papel lo motivaron aún más. Así pasó el tiempo y tras cinco años de oficio decidió venir a la capital.

Con dos maletas, una de ropa y otra con equipo fotográfico, llegó a Bogotá con la intención de conseguir trabajo, el cuál le

Juan Diego Buitrago Cano, es un fotógrafo nacido en Armenia, Quindío, a quien lo caracterizan las ganas de explorar la fotografía en sus diferentes facetas, además de sentirse muy atraído por la imagen estática y en movimien-to. Viviendo en su ciudad natal soñaba con estudiar cine, pero se dedicó al periodismo, la publici-dad y la fotografía. Oficios que lo llevaron a trabajar para un periódi-co local durante 5 años, y que luego lo trajeron a Bogotá, donde hasta ahora y en sus palabras “todo ha salido muy bien”.

Desde muy pequeño y gracias a su familia siempre estuvo rodeado del arte, en su caso se acogió a la música y desde el cole-gio se dedicó a interpretar varios instrumentos, antes de dedicarse a la fotografía lo primero que hizo fue producir música. Saliendo del colegio a los 15 años, estudió periodismo y luego publicidad.

Empezó a trabajar en juntas disciplinas y aunque siendo publi-cista ya se había abierto el camino y también había ganado varios premios, decidió que continuaría con el periodismo, “quedarme de-trás de un computador diseñando campañas o haciendo ese tipo de cosas no era lo que yo quería, así que dije no, lo mío es la calle y me voy de fotógrafo”.

Luego de atravesar una situación económica difícil, vendió sus instrumentos y decidió

KISS, la leyenda

“Parte de mi trabajo se ha concentrado en la música, siendo una de las grandes pasiones que tengo he tratado siempre de hacer fotos en los conciertos de los grupos que me gustan. Retratar a esos héroes de la infancia y adolescencia es una de las cosas increíbles que tiene trabajar con el Tiempo. Recuerdo cuando los veía en Mtv y soñaba con verlos en vivo, y ahora que tengo la fortuna de ir con mi cámara a capturar los mejores instantes de sus conciertos, puedo decir que es un sueño cumplido. en esta foto Gene Simmons, líder de la emblemática banda KISS durante su segunda presentación en Colombia realizada en el estadio el Campín de Bogotá. Haciendo gala de uno de los iconos con los cuales este grupo se hizo famoso, su lengua”.


lo que nosotros vemos, esta-mos perdiendo el tiempo…”

Entre sus influencias más significativas están la luz de Rembrandt, el surrealismo de Picasso, sin dejar atrás a da Vinci quien con el arte y la ciencia lo influenció sobre todo en sus ganas de hacer y lograr una infini-dad de cosas. Por los fotógrafos el infaltable Henri Cartier Bresson, “con él más que el momento decisivo, que es algo muy román-tico, es la forma como manejaba la geometría dentro de sus fotos, la composición era impecable, y ni hablar de James Natchwey con su estilo único, no hay más que decir. Los pintores me marcaron mucho de ahí nació el manejo de la luz, observar su trabajo es fundamental”.

Para ser un buen reportero gráfico se necesita antes que nada ser un buen fotógrafo “uno debe volverse un mercenario de la fotografía, coger una cámara y no tener que pensar en el ISO, el dia-fragma, la velocidad, eso debe ser automático en uno, las situacio-nes son rápidas y solo tienes que actuar entendiendo la luz de las mismas. Entonces si un reportero gráfico no comprende la cámara como una extensión de su ser, se le va a dificultar mucho estar a tiempo y de manera efectiva para capturar ese momento preciso”.

Partiendo de su experien-cia manifiesta que los nuevos reporteros gráficos deben tener en cuenta la importancia de separarse un poco de los grupos, cuando el reportero camina solo encuentra las fotos que nadie está viendo, la exploración y la curiosidad son dos factores ele-mentales en la reportería gráfica. “Imaginarse las situaciones le permite a uno moverse dentro de los ángulos adecuados. Lo más importante es no hacerle caso a esas personas que le dicen a uno que no haga algo, no deje de explorar, de aprender y de soñar. Todo es posible siempre, y cuando uno trabaja en pro de eso aún más, la honestidad con uno mismo siempre es necesaria”.


Bogotá bajo el fuego. “el fenómeno del niño, sumado a la mano negra de algunas personas, propiciaron a principio de este año una serie de incendios graves en la capital. Uno de los más graves fue en el barrio san Blas, donde las llamas, que alcanzaron los 15 metros, estuvieron a punto de llegar a las casas contiguas. fue necesario crear una cadena humana para sofocar el incendio con baldes llenos de agua, 2 helicópteros y varias máquinas de bomberos lidiaban afanosamente con las llamas. al día siguiente se produjo una de las imágenes más conmovedoras de la emergencia. Un habitante de la calle ayudaba a los bomberos a cargar mangueras para sofocar otra conflagración en la calle 220, demostrando que este es un problema de todos, y que debemos ayudar siempre que podamos”.


De nuestra tierra

“parte de mi trabajo documental con el periódico el tiempo, ha sido trabajar con algunas comunidades indígenas, en especial las etnias wayuu y arahuaca. en ese camino han sido innumerables las fotos que han quedado grabadas en la mente. en esta serie podemos ver algunas de ellas, tomadas en Nabusímake, pueblo sagrado de los arahuacos en la sierra Nevada de santa marta y en la guajira, en el cabo de la Vela y en rancherías cerca de Rioacha. Lo más gratificante es la enseñanza que ellos proporcionan, son personas llenas de sabiduría y tranquilidad. No posan, son auténticos, mucha veces temerosos de las cámaras, pero que con un poco de charla amena van dejando de lado el miedo y nos dejan ver su lado más espiritual”.

Urbanografía “Una parte muy importante de mi trabajo personal se llama “Urbanografía” en ella busco resolver cuestionamientos acerca de cómo percibo la ciudad. el trabajo se desarrolla en una gran parte en Bogotá, donde vivo actualmente, y es en sus calles donde surgen varios capítulos, sombras, luces, formas, arquitecturas, reflejos, toda una ciudad que muchas veces parece no tener una forma específica, o que simplemente nos deleita con sus maravillosos colores, creando un remix de formas que generan una identidad de ciudad. la tesis cambia de acuerdo a cada capítulo, pues la

búsqueda no se centra en un solo frente, las formas que se crean a partir de las sombras son bellísimas, son compañeros inseparables que a medida que el sol se esconde, ellas se alargan tratando de no morir. por otra parte está la gente que camina por sus calles, llevando consigo múltiples historias, azarados por la inseguridad, el clima, el tráfico. Y tenemos también la arquitectura, edificios y calles llenas de sucesos históricos. la ciudad es un microuniverso complejo, pero fascinante, para odiar y enamorarte al mismo tiempo”.

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