ESCVELA ESPAN2LA1

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ESCVELA ESPAN2LA1 Lo fundamental en el Maestro Las sesiones del primer Consejo Nacional del S. E. M. que se han desarrollado en Madrid, ofrecen, sin duda, multitud de aspectos propi- cios al comentario. Pero por la autoridad de la persona, por la gran- deza de la doctrina que lia expuesto y por haber tocado los temas más profundos que al Maestro atañen, la intervención del señor Obispo de Madrid-Alcalá, Doctor Bijo y Caray, merece que reparemos en ella de una manera singular. No sólo ha tenido la conferencia de nuestro Prelado aquellas carac- terísticas tan suyas de elocuencia comunicativa y hondo fervor, que dan un valor persuasivo tan grande a todo lo que dice, sino que abor- dando desde gran altura los problemas del Magisterio y llamando a la conciencia de los Maestros como individuos y como clase, ha desarro liado una lección maravillosa, que cala hasta las fibras más íntimas y sensibles de un educador católico y español. Porque las palabras del Doctor Eijo operaban sobre el supuesto in- destructible de que no puede existir en la nueva España un Maestro que no sea católico convencido. Algunas veces hemos dicho en estas co- lumnas que la más preciada conquista de la guerra de Liberación, que Franco llevó hasta la victoria, ha sido la Escuela cristiana. El enorme sacrificio realizado y la gran cantidad de sangre vertida resultarían estériles si las generaciones infantiles pudieran ser entregadas, al- guna vez, a Maestros que no sintiesen ante todo a Dios y a la Patria, a España y a la Religión católica, fundidas en una suprema unidad ideal, por la que hemos vencido en la guerra y por la que tenemos que velar en la paz. Maestros católicos, naturalmente, escuchaban al Obispo de Madrid, y por eso sus palabras tenían tanto alcance. Quiso apoyarse, con su- premo acierto, para pronunciarlas, en otras anteriores que pronunció, para Maestros también, el que era entonces Cardenal Pacelli y hoy ocupa el solio de Pedro con el nombre de Pío XII. El maravilloso discurso de aquel Cardenal ilustre abarcaba tres puntos fundamentales que el Doctor Eijo glosó con insuperable elocuencia. El primero, la oración; el segundo, el amor; el tercero, la vigilancia. Con estas tres normas adqui- ría la función del Maestro su verdadero rango apostólico, pues el Ma- gisterio es apostolado y sólo puede ejercerse con el espíritu de sacrifi- cio y de abnegación que da la vocación verdadera. No hay que encarecerle a. ningún católico la importancia de la ora- ción. Nada sin la ayuda de Dios es posible, y mucho menos aquella labor delicada y ejemplar que se practica sobre almas tiernas y mol- deables, a las que hay que imprimir una elevada norma moral que sea garantía de una conducta. La oración vierte las aguas fecundas del favor Divino sobre una obra en la que el amor es condición esencial. Amor que el Doctor Eijo, siguiendo al Cardenal Pacelli, nos presentaba con una trascendencia social evidente, pues ha de ser amor de caridad y ha de sembrar en las almas la semilla de la justicia. No hay Magis- terio sin abnegada perseverancia, no hay perseverancia sin amor, y todo ello ha de venir de la fuente única de donde todo amor nos viene: de Jesucristo. Finalmente, la condición de la vigilancia amorosa es inseparable del espíritu apostólico, y, por lo tanto, de la tarea del Maestro. ¿Qué es, por ejemplo, el sistema preventivo de San Juan Bosco, del que hablá- bamos en nuestro número anterior, sino una aplicación de la vigilan- cia amorosa para lograr el bien del niño? Vigilad y orad es el eterno consejo que se da al apóstol, y tal es también la norma fundamental del Maestro católico, y, por lo tanto, del Maestro español. Nos congratulamos vivamente de que en el Consejo Nacional del S. E. M. se hayan pronunciado las bellísimas y trascendentales pala- Taras del Doctor Eijo, que brindamos a la meditación y estudio de nues- tros compañeros todos. K "K Año III Núm. 91 Madrid, 11 febr.ro de 1943 s umario: i Lo fundamental en el Maestro, página 81). I Discurso del Ministro de Edu- cación Nacional, páginas 90, 98, 99 y 100. La Junta Central. Reflexiones sobre la idea de Maestro, por Víctor García Hoz, pág. 91. La Vida en la Escuela: Evan- gelio; Religión, por M. I).; Geografía; Escuela rural, por Daniel Nagóre; Cruci- grama, págs. 92, 93, 94 y 95. Página femenina: La herma- . na de San Benito, por Julia G. Castañón; Labores; La buena educación, págs. 96 y 97. El Primer Consejo- Nacional del S. E. M ; Discurso del Excmo. Sr. Obispo de Ma- drid-Alcalá, págs. 100, 101 y 102. Disposiciones oficiales: Las vacantes de Direcciones de Graduadas; El Concurso general de traslados, en Na- varra; Plantillas de la cuarta categoría (Maestras); Ascen- sos a afectos de Derechos pasivos, pág. 103. Otras noticias: Traslados por depuración; Junta Provincial de 'Primera Enseñanza de Madrid; Colegio de Huérfa- nos del Magisterio en Cha- martin de la Rosa; Misa do- minical y de días festivos; Auxiliares del Ministerio de Educación Nacional, pági- na 103. la Semana, pág. 104. ' 11 ni m m i •• • ••• m i l MI iimiiimi ti i ti i ni m mi iii 11 ii i •• ¡3

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ESCVELA ESPAN2LA1

Lo fundamental en el Maestro Las sesiones del pr imer Consejo Nacional del S. E . M. que se han

desarrol lado en Madrid, ofrecen, sin duda, mult i tud de aspectos propi­cios al comentario. Pero por la autoridad de la persona, por la gran­deza de la doctr ina que lia expuesto y por haber tocado los temas más profundos que al Maestro a tañen , la intervención del señor Obispo de Madrid-Alcalá, Doctor Bijo y Caray, merece que reparemos en ella de una manera singular.

No sólo ha tenido la conferencia de nues t ro Prelado aquellas carac­ter ís t icas tan suyas de elocuencia comunicativa y hondo fervor, que d a n un valor persuasivo tan grande a todo lo que dice, sino que abor­dando desde gran al tura los problemas del Magisterio y l lamando a la conciencia de los Maestros como individuos y como clase, ha desarro liado una lección maravil losa, que cala has ta las fibras más ínt imas y sensibles de un educador católico y español .

Porque las palabras del Doctor Eijo operaban sobre el supuesto in­destruct ible de que no puede existir en la nueva España un Maestro que no sea católico convencido. Algunas veces hemos dicho en estas co­lumnas que la más preciada conquista de la guer ra de Liberación, que Franco llevó has ta la victoria, ha sido la Escuela crist iana. El enorme sacrificio realizado y la gran cant idad de sangre vert ida resul ta r ían estéri les si las generaciones infantiles pudieran ser ent regadas , al­guna vez, a Maestros que no sint iesen an t e todo a Dios y a la Pa t r ia , a España y a la Religión católica, fundidas en una suprema unidad ideal, por la que hemos vencido en la guerra y por la que tenemos que velar en la paz.

Maestros católicos, na tu ra lmente , escuchaban al Obispo de Madrid, y por eso sus palabras tenían tanto alcance. Quiso apoyarse, con su­premo acierto, para pronunciar las , en otras anter iores que pronunció, para Maestros también, el que era entonces Cardenal Pacelli y hoy ocupa el solio de Pedro con el nombre de Pío XII. El maravil loso discurso de aquel Cardenal i lustre abarcaba t res puntos fundamentales que el Doctor Eijo glosó con insuperable elocuencia. El primero, la oración; el segundo, el amor ; el tercero, la vigilancia. Con es tas t res normas adqui­r ía la función del Maestro su verdadero rango apostólico, pues el Ma­gisterio es apostolado y sólo puede ejercerse con el espíri tu de sacrifi­cio y de abnegación que da la vocación verdadera .

No hay que encarecerle a. ningún católico la importancia de la ora­ción. Nada sin la ayuda d e Dios es posible, y mucho menos aquella labor delicada y ejemplar que se pract ica sobre a lmas t iernas y mol-deables, a las que hay que imprimir una elevada norma moral que sea garant ía de una conducta. La oración vier te las aguas fecundas del favor Divino sobre una obra en la que el amor es condición esencial. Amor que el Doctor Eijo, siguiendo al Cardenal Pacelli , nos presentaba con una t rascendencia social evidente, pues ha de ser amor de caridad y ha de sembrar en las a lmas la semilla de la just icia. No hay Magis­ter io sin abnegada perseverancia , no hay perseverancia sin amor, y todo ello ha de venir de la fuente única de donde todo amor nos viene: de Jesucr is to . •

F ina lmente , la condición de la vigilancia amorosa es inseparable del espír i tu apostólico, y, por lo tanto , de la ta rea del Maestro. ¿Qué es, por ejemplo, el s i s tema preventivo de San Juan Bosco, del que hablá­bamos en nues t ro número anter ior , sino una aplicación de la vigilan­cia amorosa para lograr el bien del niño? Vigilad y orad es el eterno consejo que se da al apóstol, y tal es también la norma fundamental del Maestro católico, y, por lo tan to , del Maestro español .

Nos congratulamos v ivamente de que en el Consejo Nacional del S . E . M. se hayan pronunciado las bell ísimas y t rascendenta les pala-Taras del Doctor Eijo, que br indamos a la meditación y estudio de nues­t ros compañeros todos .

K "K

Año III Núm. 91

Madrid, 11 febr.ro de 1943

s umario: i Lo fundamental en el Maestro,

página 81). I Discurso del Ministro de Edu­

cación Nacional, páginas 90, 98, 99 y 100.

La Junta Central. Reflexiones sobre la idea de Maestro, por Víctor García Hoz, pág. 9 1 .

La Vida en la Escuela: Evan­gelio; Religión, por M. I).; Geografía; E s c u e l a rural, por Daniel Nagóre; Cruci­grama, págs. 92, 93, 94 y 95.

Página femenina: La herma-. na de San Benito, por Julia

G. Castañón; Labores; La buena educación, págs. 96 y 97.

El Primer Consejo- Nacional del S. E. M ; Discurso del Excmo. Sr. Obispo de Ma­drid-Alcalá, págs. 100, 101 y 102.

Disposiciones of ic ia les: Las vacantes de Direcciones de Graduadas; El Concurso general de traslados, en Na­varra; Plantillas de la cuarta categoría (Maestras); Ascen­sos a afectos de Derechos pasivos, pág. 103.

Otras noticias: Traslados por depuración; Junta Provincial de 'Primera Enseñanza de Madrid; Colegio de Huérfa­nos del Magisterio en Cha-martin de la Rosa; Misa do­minical y de días festivos; Auxiliares del Ministerio de Educación Nacional, pági­na 103.

la Semana, pág. 104.

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Eru leu clausura^ del Primer" Consejo Nacional del S. E. M., pronuncia^ unu> importante; discurso el

Ministro de; Educación^ Nacional

El domingo tuvo lugar" eru el Palacio del Consejo Nacional de; F. E. T. y des las J. O. N. S., laj solemne; clausura^ del Primer- Consejo Nacional del S. E. td.

Presidió el acto el Ministro efe Educación, señor Ibá-ñez Martín, acompañado del Vicesecretario vlvel Movi­miento, Mora Figueroa; Vicesecretario de Servicios, Valdés, y Secretario jefe central del Servicio Español id el Magisterio, José Miairía Gutiérrez.

Asistieron la Delegada Nacional de la Sección Feme­nina, Pilar Primo de Rivera; Gobernador y Jefe pro» vincial, Carlos Ruiz; Delegado. Nacional de ex Cauti­vos, marqués de la Valdavia; Delegado Nacional de Sindicatos, Sanz Qrrio; Director general de Enseñanza Media, Ortiz; Oficial mayor de la Secretaría del Par­tido, Sánchez Puertas; Vicesecretario general de! Cou-

El Ministro de Educación Nacional, señor Ibáñez Martín, du­rante el discurso que pronunció en la clausnra del I Consejo

Nacional del S. E. M.

sejo Nacional de Educación, Hocamora, y numerosas je­rarquías. El salón, estaba, totalmente ocupado por lo» congresistas, qiue han participado en las tareas diel Con­sejo, y las diversas tribunas, completamente llenas d'e público.

DISCURSO DEL SECRETARIO JEFE CENTRAL

DEL S. E¡ M.

Abierto el acto, el Secretario jefe central del S. E. M., José María Gutiérrez del Castillo, pronunció un elocuen­te discurso.

Después de comentar el intenso trabajo vivido duran te los días del Consejo, manifestó, entre otras cosas, que las conclusiones quedan expuestas al análisis. A las altas jerarquías corresponde hacer realidad este anhelo ambicioso y fresco con que irrumpe nuestra, voz, la de la Falange, en el ámbito de la Primera Enseñanza.

Todo lo que aquí se ha elaborado está de acuerdo con nuestra doctrina, con nuestra fe die católicos y con nues­tro ímpetu dte revolucionarios.

Conocido es el fervor con que los falangistas hemos hecho si'empre nuestras afirmaciones efe fe.

Terminó exhortando a todos los Maestros a trabajar con todas sus fuerzas en esta gran empresa, difundien­do y enseñando la buena nueva de la Falange a las nue­vas generaciones de la Patr ia .

Al terminar su intervención, el camaiada - José M a n a Gutiérrez fué ovacionado'.

DISCURSO DEL MINISTRO DE EDUCACIÓN

NACIONAL

A continuación, el Ministro de Educación Nacional,, señor Ibáñez Martín, clausuró el Primer Consejo Na-eior.al del Servicio Español del Magisterio con el si­guiente discurso:

Hombres e ¡deas "Camaradas: Una mirada sobre la realidad histórica que nos rodea

confirma la existencia de un fenómeno inexorable: el die¡ que no existen ideas sin hombres. Por eso, cuando que­remos que nuestras ¡deas sobrevivan a nuestra propia vida, caediza y terrena, nuestra ambición se cifra en que otros espíritus la recojan y le den permanencia.

Porque la vida de! hombre es un constante movimiento de lucha. Mas hay dos maneras de combatir : buscando la destrucción del enemigo o pretendiendo, por el con­t rar io, su conquista. Existe entre estos dos estilos de combate la misma diferencia que distingue los dos con­ceptos antagónicos, y a veces semejantes, de vencer y de convencer. E! mismo matiz diferencial que separa la ¡dea de destrucción de la de creación.

Las doctrinas, que hoy const i tuyen la levadura de nuestro Movimiento nos piden acuciantemente que con­quistemos para ellas hombres que las sirvan con desin­terés, con f idel idad, con abnegación. Necesitamos opera­rios que nos ayuden a sembrar y que después compar­tan con- nosotros la tarea de recoger la mies. Tenemos ideas que—-por representar un claro y puro sentido re l i ­gioso—son inmortales, absolutas y eternas. Buscamos pa­ra ellas un f i rme soporte humano. Que una nutrida fa­lange de hombres de buena fe se acoja bajo las bande­ras de nuestra verdad, que es la verdad de Dios y la verdad de España, y naga el milagro de que nuestras ¡deas de hoy, que son los eternos ideales de imperio y teología de nuestra vieja historia, no se acaben ni se extingan con nuestra propia muerte. Soto si otros hom­bres los recogen con amor y con ilusión, estos ideales supremos podrán sobrevivimos con fuerza perdurable.

Con razón decía José Antonio que la vida no vale la pena si no es para quemarla en el servicio de una em­presa grande. Porque si morimos y nos sepultan en esta t ierra madre de España, ya queda en vosotros la semilla,. y pronto nuestros huesos resecos se sacudirán de ale­gría y harán nacer flores sobre nuestras tumbas, cuan­do el paso resuelto de nuestras falanges nutridas nos-traigan el buen anuncio de que otra vez tenemos a Es­paña.

Pero importa destacar aquí que la inquietud por tales problemas del espíritu es una inquietud viva, operante y fecunda. España se ha liberado ya de aquel intel.ee-tualismo falso y vacío, que Jugó en su historia el papef de un vago espejismo, que fué, como la claridad de la luna, luz sin calor, sin vida propia, reflejo de un mundo muerto.

La fe y el saber

No. España tiene que enseñar, a part i r de ahora, ideas saturadas de un hondo contenido v i ta l . V ¡en esta as­piración hay dos caminos: el camino de la fe y el ca­mino del saber, como dos polos extremos de la obra de la educación.

Despertar la fe en el niño es tarea que corresponde al Maestro. Despertar las fuentes del saber en el hom­bre es empeño que inspira la alta formación del cien­tí f ico. Pero el saber es la forma posterior de la fe. Por ello destaca como trascendentalísima la obra del apos­tolado espiritual del Maestro. España debe. Pues, edu­car a sus hombres para, que aprendan a amar y- a ser­v i r a su Dios y para que sei adiestren en amar y servir a su Patr ia. Al lado de ello, la educación primaria dará a cada hombre del mañana un instrumento técnico que le permita en lo fu turo la consagración al trabajo y que garantice su honesta y legítima subsistencia.

(Continúa en la página 98.)

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LA JUNTA CENTRAL

El Concurso de traslados es una verdadera obsesión para muchos miles de Maestros. Continuamente estamos recibiendo consultas rela­t ivas a la fecha aproximada en que creemos que estará resuelto, y que demuestran el ansia con que todos desean su rápida termina­ción.

Nuestra respuesta es siempre la misma: no sabemos, ni aun aproximadamente, cuándo te rmi ­nará.

Ya están hechas las adjudica­ciones del turno forzoso, del de consortes, de Navarra, de las Oposiciones; pero todo está rela­cionado y pendiente de dar f i n a la resolución del turno volunta­r io; es decir, de la Junta Central Calif icadora.

Pero la labor de esta Junta Central durará mucho o poco, se­gún los procedimientos adminis­trat ivos que se empleen. Sabe­mos que el Director general de Primera Enseñanza tiene un gran empeño, hasta el punto de cons­t i tu i r para él una verdadera pre­ocupación, en que se acelere el Concurso; y en lo que a él co­rresponde, no ha podido hacer ya más. Por otra parte, las per­sonas que constituyen la Junta Central son garantía cierta de Justicia; pero es necesario que actúen con rapidez, y para ello, se requiere una organización ad­ministrat iva dentro de la misma Junta, de tal modo acertada, que permita el iminar las dificultades y atacar con eficacia las causas de los retrasos.

Primeramente, estaría fuera de todo sentido de eficiencia práct i ­ca, pensar que esas personalida­des que constituyen la Junta, y que disponen de escasísimo t iem­po libre, tuvieran cada una que estudiar detenidamente cada uno de los miles de expedientes; pero, por otra parte, no puede exigir-seles que sean responsables de aquello en que no intervienen.

. Por eso, hemos mostrado nos­otros siempre el deseo de que co­menzase la Junta, o bien el M i ­nisterio, por asignar a cada méri­to un número de puntos determi­nado, y hecha la clasificación por el personal administrat ivo, quedase después para la Junta la resolución de los casos dudosos y de las reclamaciones. También podría destacarse de la Junta una comisión permanente, que, en caso de unanimidad, resolviese por sí; quedando para el pleno los casos excepcionales.

De este modo, sin sufr i r de t r i ­mento la necesaria just ic ia, se conseguiría la rapidez, que en el punto a que hemos llegado, es también imprescindible.

fie/7 ex ion es sobre la idea de Maestro

Nunca está demás la reflexión sobre viejos tema? encerrados en palabras de circulación frecuente, cuyo uso continuo hace perder los perfiles precisos do los conceptos que usamos a menudo y que tenemos por de sobra conocidos.

En estos casos debe concentrarse la reflexión para que nuestra in­teligencia sea capaz de ahondar a través de los lugares comunes a fin de que, traspasado lo que es mera apariencia vulgar, lleguemos hasta encontrar la nota esencial de la idea corriente, o un nuevo matiz que justifique y dé algún valor a nuestra actividad reflexiva.

El concepto de Maestro es uno de los que circulan por el mundo desde que la cultura es uno de los patrimonios de la Humanidad. Y desde el concepto de Maestro que representa la perfección de un oficio, hasta el de una recia personalidad que es nombrada respetuosamente con el apelativo propio de Maestro, pasando por el que se dedica al poco lucido menester de enseñar las primeras letras, la idea de Maestro con uno u otro contenido es de dominio y uso universal.

En el terreno pedagógico pudiera parecer que se ha restringido in­debidamente el concepto de Maestro al referirse concretamente a la persona que educa o dirige la educación. Sin embargo, esta restric­ción lo es, en tanto, en cuanto se restrinja el concepto de educación. Efectivamente, si el concepto de educación no se estrecha caprichosa­mente a los límites de los establecimientos escolares, cabe perfecta­mente en la atribución de la idea de Maestro al que dirige un taller en el que trabajando se aprende un oficio y al hombre que con su vida y su trabajo científico o literario representa una norma a seguir, incluso por quienes no tienen con él contacto personal alguno, pero que a tra­vés de su obra establecen relación.

Hay, evidentemente, diferencias entre estos tres tipos de magisterio, y, sin embargo, es necesario que algo de común exista en ellos para que a todos se les pueda decir Maestros, a no ser que ésta sea una palabra equívoca.

Sin salimos de la univocidad del término, la nota común aplicable a todos los tipos de magisterio está, sin duda ninguna, en la misma raíz etimológica de la palabra Maestro.

El Magister latino, derivado de maguí, tiene, según parece, su raíz en el sánscrito maliat (grande) y éste en malí (aumentar) con antece­dentes también en el hebreo mag (mago, grande, poderoso). No nece­sitamos más elementos que éstos, tomados de un diccionario etimoló­gico latino, para que nos hagamos cargo de la idea básica que ha con­tribuido a la formación del concepto de Maestro: la idea de grandeza.

Pero el Magis latino, como el aumentar sánscrito, igual que el cas­tellano más, son términos que hacen referencia a una relación. El magis no se concibe sin el qumn, el aumentar existe en función de dos canti­dades, la básica y la-que incrementa, el más exige un que; esto vale tanto como decir que la idea de Maestro implica, sobre todo, una re­lación de desigualdad; el Maestro es un ser mayor que otro, es un ser con grandeza relativa, es decir, con superioridad. La superioridad nom. bra ya exactamente la nota primera, fundamental en la idea de Maes­tro: el Maestro es un ser superior a otro.

De intento hablo de ser, sin referirme a hombre porque también la idea de Maestro se aplica a las obras, por ejemplo, obra maestra, y también en este caso se da la cualidad superior en la obra llamada maestra, respecto de las demás de su especie.

Si limitamos la idea de Maestro a los hombres, entonces llegamos a que la cualidad de Maestro confiere al que la posee una posición humana superior, de grandeza, respecto de otros hombres; estos seres humanos que constituyen el segundo término de la relación, son aquellos que experimentan la acción del Maestro.

Ahora bien, cuando existe una relación humana de tal suerte que ambos términos son desiguales y hay, por lo tanto, un término superior que actúa sobre otro inferior, se da el fenómeno de la autoridad.

La autoridad, es, por tanto, la primera condición de la función ma­gistral.—Víctor García Hoz, Profesor de la Universidad Central.

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E V A N G E L I O D E L A D O M I N I C A

D E S E P T U A G É S I M A ( » » d e f e b r e r o )

San Mateo, XX, 1-16

Parábola de los obreros que fueron enviados a la viña.

En aquel t iempo dijo Jesús a sus discípulos esta pará­bola: El reino de los cielos es semejante ia /un padre de fami l ia , que salió !muy de mañana a ajustar trabajado­res para su viña. Y habiendo convenido con ellos en darles un denario (1) por día, los envió a su viña.

Saliendo luego cerca de la hora de tercia, (2) se en­contré con otros que estaban ociosos ¡en la plaza y les d i jo : 'Id también vosotros a mi viña y os daré :1o que fuere justo. Y ellos fueron. Volvió a salir cerca de la hora ¡de sexta y de nona, e hizo lo mismo.

Finalmente, salió cerca de la hora undécima, y ha­llando otros que estaban sin hacer nada, les d i jo : ¿Qué

hacéis aquí ociosos todo el día? Dijéronle: Es que nadie nos ha llamado ia jo rna l . Id también vosotros a mi viña.

A la puesta del sol di jo el dueño de la viña a su ma­yordomo: L lama ,a los trabajadores y págales el Jornal, empezando por los últ imos hasta los ¡primeros. Vinieron, pues, los que habían ido cerca de la hora undécima y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los ¡pri­meros creyeron ¡que ¡les daría más; pero no recibió1 cada cual sino un denario. A l recibirle murmuraron ,contra el padre de fami l ia diciendo: Estos últ imos no han t raba­jado más que una hora y los has igualado con nosotros, que 'hemos soportado >el peso del día y del calor.

Mas respondiendo a uno de ellos, le d i jo : Amigo, no te ,hago agravio. ¿No te ^ajustaste conmigo en un ¡dena­rio? Toma lo jquie es tuyo y vete. Yo quiero dar a este úl t imo lo mismo que a t i . ¿Acaso no ¡me es lícito hacer lo que quiero? ¿O ha de ser tu ojo malo (3) porque yo soy bueno? Así los pr imeros serán los últ imos y los ú l ­t imos los pr imeros; porque muchos son los llamados, mas pocos los escogidos.

(1) El "denario" valía diez "ases" y cuatro "cuartos". (2) Líesele las nueve al mediodía. '(3) "Ojo malo", en la Escritura, quiere decir "en­

vidia".

R E L I G I Ó N Tema:

La oración (continuación).—Nuestros intercesores.— La Santísima Virgen, los Angeles y los Santos.

Material: Láminas que representen a la Santísima Virgen, al

Santo Ángel de la Guarda, al Arcángel San Miguel, al Ángel San Rafael, la vida de algún Santo: Justo y Pastor, Santa Eulalia, Santa Inés, etc. El Catecismo de la Diócesis

PRIMER GKADO

Niños y Maestros escribirán, al mismo tiempo; los primeros en-sus cuadernos, y el segundo, en la pizarra d'e la clase:

Oraciones

Ángel cié mi Guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de (tía. Si me desamparas, yo me perdería.

"¡Oh, María, sin pecado concebida, rogad' por nos­otros, que recurrimos a Vos!

María, Madre mía, sal-Fadme de pecado en todo el día.

San José, rogad1 por nos­otros.

Comentarios: Al tiempo de mostrar a los niños las láminas arriba

indicadas, la Santísima Virgen, San Rafael, etc., se puede sostener un diálogo por el estilo' de éste:

—i Quiénes son los que están en esta lámina? ¿Qué hacen? ¿Dónde están? ¿Qué hacen con los niños? ¿Qué le pasa al Ángel de la Guarda cuando los niños son buenos? ¿Y cuando son malos? ¿Alguna die. las oracio­nes escritas" es directamente para Diosf ¿Cuál de ellas es para un Santo? ¿Cuál para el Ángel? Etcétera.

Conclusiones: a) La Virgen es Madre de Dios. 6) La Virgen es nuestra Madre. c) A la Virgen hay que quererla mucho. d) Vo tengo un ángel que me guarda. e) Debo imitar al Santo de mi nombre.

Tareas: Que los niños aprendan y escriban jaculatorias como

éstas: Jesús, José y María—<os doy el corazón y el alma

mía. Jesusito de mi vida,—eres niño como yo',—por eso te

quiero tanto—y te doy mi corazón.

SEGUNDO GRADO

Presentará el Maestro a la clase una lámina cfel por­tal de Belén o mandará abrir las Historias Sagradas por el pasaje bíblico que interesa comentar, de forma

c

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dialogada, a este tenor, ya de forma colectiva, individual o alternada.

—¿Dónde está el Niño Jesús? {Tiene naturaleza hu­mana? ¡,Y cuál otra? ¿Quién es su madre? La Virgen María jes Madre de u n . . . ? ¿Y de qué, m á s . . . ? Por eso la Virgen es tan rica, pod'erosa y buena, por ser la Madre de Dios.

Dios, al morir en la Cruz, la dejó por Madre de to­dos los hombres, y de aihí arranca nuestra obligación y consuelo de contarle cuanto nos pase y pedirle todo lo que necesitemos. •

Otras actividades: la Leerles o contarles algún ejemplo de protección

de la Virgen. 2* Narrarles el viaje del joven Tobías para que vean

lo que hace el Ángel de l a Guarda. 3-' Narrarles o leerles la vid'a de algún Santo para

que comprendan la razón de llevar sus nombres.

Conclusión:

La Santísima Virgen, el Santo Ángel de la Guarda y los Santos de nuestro nombre son nuestros abogados para que el Señor, Dios, nos conceda lo que le pedimos en la oración.

Resumen escrito: La Virgen María es Madre de Dios. La Virgen María es nuestra MadTe.

. Dios ha concedido a los ángeles para que nos guar­den, defiendan y rueguen por los hombres.

Los Santos sen hombres y mujeres que fueron muy buenos, han querido mucho a Jesús y la Virgen. Nos­otros tenemos que imitarlos,. pues, para ello', llevamos su nombre.

TERCER GRADO

Par te práct ica :

Aprender de memoria las preguntas del Catecismo. ¿Hemos de hacer oración a los ángeles y Santos? ¿Qué son los ángeles? ¿De qué sirven más que de eso? ¿Qué oraciones decimos a Nuestra Señora?

Parte retrospectiva:

Por medio del diálogo, recordar lo que es orar.—Cómo hablamos con Dios.—Cuál es la reina de las oraciones y necc-sid'ad de la oración.

Sinopsis:

Iaterceso r e s nuestros en ' la oración.

La Virgen María.

Los Angeles.

Por ser Madre de Dios Por ser nuestra Madre. Por ser nues t ra corredentora.

Por ser ministros de Dios y encar­gados de los hombres.

Por ser amigos íntimos de Dios. Por ser hermanos nues t ros .

Comentarios:

' Valiéndonos de la conversación y de la vida corriente, 'deducirán que los niños, cuando quieren algo y para liacer más fuerza, buscan intercesores: sus madres, res­pecto del padre; a otros compañeros, junto al Maestro. Las personas mayores preceden igual: recomendaciones, «tortas de presentación, avales, etc., etc.

De la misma manera necesitamos abogados para con Dios, y éstos son: La Virgen María_ los Angeles y San­tos.

Dios es nuestro Padre, nos ha hecho, nos conoce, sa* he nuestras neeesid'ades y debilidades, nos ha creado coiné, seres sociables y no habría sociedades si no hu­biera familia, y ésta, sin uña madre cariñosa y solí-sata.

Los cristianos formamos la g'ran familia de la Igle­sia, donde ocupa lugar preferente la Santísima Virgen, nuestra Madre, Reina y Señora, al mismo tiempo que Madre de Dios; por eso El se ha dejado para sí el atri­buto de su justicia y a su Madre le ha entregado el de la misericordia, con el fin de que la utilice sin medida entre los desterrados hijos de Eva. Prueba de ello nos da en los momentos culminantes de las manifestaciones de Dios para eoa el hombre ingrato a sus beneficios:

a) En el portal de Belén, en brazos de María. b) Los Reyes Magos le encuentran en el regazo de

su Madre. c) La primera manifestación de la omnipotencia de

Dios en. la vida pública es a ruegos de María (milagro efe las bodas de Qaná).

(?) En el Calvario, cuando el Cielo no le admite, la tierra lo desprecia y está sin nada más que con su Ma­dre, Jesús, Dios, se la deja en herencia a la Huma­nidad en la persona de San Juan.

Llegar al alma de los ñiños para que comprendan lo que vale la Santísima Virgen, por ser la Madre de Dios y nuestra; fué abogada tan poderosa en nuestro favor y como Ella corresponde a los que, confiadamente, se ponen bajo su patrocinio, se acogen bajo su manto e imploran su protección. (Lectura de alguna interven­ción milagrosa de la Virgen.)

Los ángeles.—Son nuestros intercesores por designio del mismo Dios. A cada uno de los hombres que vie­ne a este mundo Dios le da, por compañero inseparable, un ángel, para que le aconseje, guarde y guíe. Por ello, debemos tener gran devoción a nuestro Ángel de la Guarda, el cual nos mira como un sagrado depósito que Dios le ha confiado, no se aparte nunea de nuestro lado y nos presentará ante el Tribunal de la Divina Justicia el día de nuestra muerte.

¿Si nos hubiesen dejado escoger nuestro compañero para mientras viviéramos en este mundo, nos hubiéra­mos atrevido a escogerle de tal categoría? Pues lo que nosotros B© hubiéramos hecho, Dios, por su bondad y misericordia infinita, nos lo ha concedido.

Los Santos.—Los Santos nos sirven de intercesores ante Dios, por ser amigos íntimos suyos y hermanos nuestros. En sentido amplio, Santos son todos aque­llos que poseen la gracia santificante; es decir, todos los justos, ya; vivan o se encuentren en el Cielo. Pero én el sentido estricto, llamamos Santos a aquellos justos que han practicado la virtud en grado heroico, está confirmada cen milagros y la Iglesia los ha juzgado dignos de ser tenid'os por modelos de vida cristiana e intercesores nuestros.

Es provechoso honrar y venerar los Santos porque Dios, por su medio, se complace en concedernos gracias o, darlas más abundantes, ya que así engrandece a Ids que tan fielmente le sirvieron ©a vida.

Debemos tener especial devoción al Santo de nuestro nombre, a San José, a quien la Iglesia ha proclamado su Patrono universal, y a los Patronos de nuestra Dió­cesis y Parroquia.—M. D.

Problemas resueltos de: ARITMÉTICA, ALGEBRA, GEOME­TRÍA, TRIGONOMETRÍA y FÍSICA

con exposición teórico-práctica de los métodos generales de resolución y demostración, por

D. MANUEL XIBERTA ROQUETA Profesor de la Escuela Normal de Gerona.

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94 11 d e f e b r e r o d e 1 9 4 3

GEOGRAFÍA

ESTAMPAS GANADERAS

PRIMEE GRADO

Contenido de la lección:

Frases sencillas para escribir y aprender: 1. La ganadVfia es urna de las mayores riquezas de

España. 2. El ganado lanar y el cabrio son los que mejor se

adaptan a nuestro suelo y a nuestro clima. 3. El ganado de cerda se produce principalmente en

Extremadura 4. Ea región más propicia para el ganado 'vacuno es

la región septentrional. 5. El toro de lidia, único en si mando por su bravu­

ra y. pureza de raza, se desarrolla, sobre todo, en los campos andaluces.

6. El ganado mular es el más resistente para las faenas agrícolas.

7. El ganado asnal es el mejor auxiliar del labra­dor. •

8. En el África 'española y en Jas islas Canarias se emplea mucho el camello,

9. Otros aspectos importantísimos efe nuestra gana­dería son la caza y la pesca, la cría de gallinas y cone­jos, abejas y gusanos de seda.

Programa:

La ganadería española.—1. ¿Tiene importancia mu s-t ra ganadería!—2. jQué especie' de ganado se adapta mejor & nuestro suelo y a nuestro clima?—3. ¿Dónde se produce, principalmente, el ganado de «erda?— 4. ¿Cuál es la región más propicia para el ganado vacuno?—5. ¿Dónete, se desarrolla el ganado de lidia? 6. ¿Cuál *es el ganado más resistente para las faenas agrícolas —7. ¿Cuál es el mejor auxiliar del labrador?

8. ¿En qué parte de España, se emplean los camellos? 9. ¿Qué otros aspectos muy importantes presente núes- • t ra ganadería?

Es t ampas :

1. Coleccionar estampas de nuestra ganadería.—2. Calcar y dar color a las estampas que publicamos.

Villancicos:

RecordaT y cantar villancicos en que se habla de los pastores.

Canciones:

Recordar y cantar la bella canción efe Trashuman-cia «Ya se van los pastores a la Extremadura.»

Ejercicios de lenguaje y vocabulario:

¿Qué producen las ovejitás? ¿Qué producen las cabras? ¿Qué cosas efe comer se sacan del cerdo? Etc., etc. Esta lección ofrece innumerables temas para esta clase da ejercicios. • ,

LA RIQUEZA GANADERA ESPAÑOLA

SEGUNDO GRADO

l e c t u r a s geográficas:

Le hablaba de España, a todas horas, a nuestro pe­queño amigo Juan José, su buen padre que tanto se

preocupaba de educar bien a su hijo. Presenciando um día la hermosa costumbre campesina española de la ben­dición de los ganados en la fiesta de San Antonio Abaá —después d'e rodear éstos, varias veces, la iglesia del pueblo—, le habló de la gran riqueza ganadera espa­ñola.

• Nuestro ganado lanar —le dijo—, es el origen de los inmensos rebaños de América y Australia. España es el país de Europa de mayor número ele cabras; nueat t ra raza cabría es la mejor del mundo..

Nuestro ganado de cerda ofrece el tipo céltico rf» las magníficas razas del Norte de España, y el tipo ibé­rico de las razas, excelentes, extremeña, andaluza, etcé­tera.

El gana/do vaotmo constituye gran riqueza y es el pre­dominante en nuestra lluviosa región septentrional, d«-dicado, principalmente, a la producción efe leche; e» otras regiones de España se ¿festina, sobre todo, al tra­bajo y a 3a producción de carne. El toro de lidia •—tip& perfecto de la especie— es único en ed mundo constitu­ye extraordinaria fuente de riqueza y es base de nues­tra incomparable y bellísima fiesta nacional.

El ganado caballar español, semejante al árabe, «s tan admirable, que de. él cíijo un ilustre personaje ox-tianjero que era el más estimad-O', entre todos los del mundo, por su hermosura, noWeza j vigor. En enante al ganado asnal, auxiliar valioso de nuestros campesi­nos, cuenta España ecn dos razas principales, que so» la catalana y la andaluza. El ganado mular es la et-peeie mas resistente y sufrida para el trabajo del cam­po, utilizada por nuestros labracíores.

Labor hermosa efe patriotismo1 sei í siempre el fomen|« y mejora de nuestras especies ganaderas, la explota­ción adecuada de la eaza mayor y menor, de la pese* marítima y fluvial y de la llamada zootecnia menor, »

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E s c u e l a E s p a ñ o l a 95

explotación ríe los conejos y ares de corral^ de las abe­jas y del gusano de seda.

Programa: La riqueza ganadera española.—Importancia eje nuca-

t ro ganado lanar y cabrío.—Tipos principales de nues­tro ganado de cerda.—Características, más noiables de nuestro ganado vacuno.—Especies dedicadas al t rabajo: cómo se caracterizan los ganados caballar, asnal y mu­lar.—Labor de patriotismo en relación con la' ganadería.

Ejercicios: 1. Comentar la Lectura geográfica.—2. ("orno ejer­

cicio de copia, dictado o resumen, escribirla en, los cua­dernos.—3. Ilustrarla con algunos grabados y dibujos.

Recitación: Buscar, leer, interpretar y recitar la poesía tan her­

mosa Mi vaquerillo, de Gabriel y Galán. Escribirla en los cuadernos, pintando el vaquerillo con las vacas.

ESCUELA RURAL

FORRAJES BARATOS PARA LAS AVES

Oon frecuencia en tiempos de escasez, suele ser pre­gunta del labriego de qué forrajes silvestres puede dis­poner para el suministro a sus aves de alimento de esto clase, de gran importancia para los gansos, que son, entre aquéllas, les vegetarianos más efefraidos, y aun­que no de tan imperiosa necesidad, también interesan­te para las demás aves de corral por su influencia en ía formación de la sangre y en la digestibilidad, debido a la gran proporción de sales alimenticias que contie­nen. El verde, sobre todo, de plantas tiernas y ju­gosas, produce los mayores efectos; además, para evi­tar estreñimientos engrasamiento excesivo y merma de postura, por lo tanto, da a los huevos un buen sabor y color amarillo en la yema, que tanto se estima.

Pues bien, entre las que el campo día espontáneas, una de las mejores es la ortiga, que ¡contiene abundante albúmina y grasa, es estimulante de- la digestión y vita­liza todo el organismo. Son buenas lo* mismo para las gallinas que para Jos patos, pavos y gansos. Se utilizan picadas y mezcladas con los amasijos, lo mismo al esta­do verde que después de secas y desmenuzadas, y aun así pueden reemplazar al verde mezclándolas con los ali-Hiientos blandos y también al salvado, del que es un ex­celente sustitutivo. Las haiinas de esta urtieácea siguen a las cereales en contenido de albúmina, fécula y gra­sa, y, más que tedo, en sales, a las que se debe atribuir el excelente efecto que proefucen en el régimen dieté­tico de las aves.

Toda, clase de tréboles y la mielga (alfalfa silvestre), secos y molidos, son un buen alimento, incluso para in­vierno. Las plantas de- Jugares húmedos, como la hier­ba cinta, el ranúnculo (aunque de éste hay especies tó­xicas), la sanguinaria, espinaca silvestre diente de león, grama, ete. son buenas cuando se cortan frescas; pero no lo son, en. icambio, las plantas marinas por la ex­cesiva cantidad de sal y yodo que encierran.

Las hojas de árbol, asimismo, pueden ser un recurso estimable, y lo mismo que sean de olmo, acacia, abedul, chopo, fresno, aliso y arce; pero no así las de roble, en­cina, haya, etc., por contener excesivo tanino. Ahora que para su aprovechamiento útil deben cortarse cuando están, tiernas y por la tarde, que es cuando contienen más principios feculentos, y nunca desde mediados de agosto,

pues ya la vegetación languidece y el follaje deja de contener muchas sustancias que antes le dan valor.

Aunque no tan económicas, pues es difícil mantener las gallinas y aves como las ovejas, con pasto espontá­neo las hay de rendimiento pronunciado entre las culti­vadas.

Una planta de muy fácil cultivo por su rusticidad, le cpie le permite aprovechar terrenos pobres, si bien fres­cos pero sombríos, es la consueleía o sínfito, planta ori­ginaria del Cáucaso, a la que se le pueden dar hasta cinco, cortes en el año, con un buen rendimiento forra­jero. Durante toda la primavera y el otoño, proporción» alimentos nutritivos que no le va en zaga al de la or­tiga y es tan rústico como ella. Debe suministrarse pi­cado, como los anteriores, y mezclado, con los amasijos. Asimismo, puede cultivarse con ese fin la pataca o ba­tata de caña, cuyo follaje puede tener la misma utili­zación que el anterior e incluso sus tubérculos, que, eru-dos, suelen ser picoteados por las gallinas con gran ape­tencia. ,

P a r a el invierno, sobre todo, en que el verde escasea, pueden servirnos la col o berza común, que es fácil de cultivar en gran escala, y hasta cuyo tronco, picado, sir­ve, y aun la misma remolacha, de sabor muy agradable, y que entera o cortada en rodajas, lo mismo que 1» azucarera y la zanahoria, pueden hacer grandes servicio» en este aspecto de favorecer la puesta. La última de és­tas, bien picada, incluso sirve para la cría de polluelos. El nabo y sus hojas son más tolerables para este ob­jeto. Las de remolacha son excesivamente laxantes y n» deben emplearse, y aun las de nabo, en abundancia, pue­d'en dar gusto a los huevos.

El régimen, pues, forrajero del gallinero y demás aves tienen para todas las épocas sustitutos en cantiefad y qu« no son excesivamente caros, no siendo, por tanto, esta circunstancia la que puede alterar, en gran1 cuantía, el plan económico, si se eligen a propósito las épocas para suministrar el forraje que necesitan y que resulte más módico. Del modo como se administren puede lograrse ahorro- importante en el aspecto financiero.—Daniel Na-gore.

CONCURSO PERMANENTE DE CRUCIGRAMAS ESCOLARES

Crucigrama* por- JULIUS

3k

b e 4 e f

h »

V « i

Horizontales. — a: 'Con­sonante. — b: Culpable.— c: Recelaba. — d: Aléjate. Alégrate. — e: Ha termi­nado. Abreviatura de tra­tamiento (femenino). — f: Tiempo de -verbo (al re­vés). Parte de un volátil, g: Palabra nütil en un dis­curso. — h: Religiosa. — i: Consonante.

Verticales. — I: Conso­nante.—II: Camino..—i HI: Poseer. — XV: En valen-

i B JE ff "T í̂l i n » ciano, nada. Lirio. — T: Iniciales de una organiza­

ción del Movimiento. — VI: Escuchar. Corriente de agua próxima a su desembocadura en el mar (al revés).— VII: Separo. — VIII: Espacio de tiempo en que se di­vide la vida de la Tierra.— IX: Vocal.

(La solución en otra p£3¡na.)

<f||p

ACADEMIA " C H A M A RTIN" Avenida de José Antonia, 27, CHAMARTIN (Tranvía. 7 ) Especializada en preparación por correspondencia de oposiciones

al Magisterio, Direcciones de Graduadas e Inspección. D i r e c t o r : A . M a n a c u n o C « » t r o

Page 8: ESCVELA ESPAN2LA1

LA HERMANA DE SAN BENITO

(10 de íebrero)

Esto ocurría en Xursia, pequeña ciudad italiana del A¡penino Cen­t r a l . . . Un día del año 480, nacían don gemeütos, ella y él, linceos como dos botóneteos de ro sa . . . Eran el fruto tardío de un piadoso matri­monio, y a poco de la alegría de este alumbramiento, se llevó el Se­ñor a la madre. Atendió el padre con amorosa solicitud a los liuerfanillos, y los puso al cuidado de una mujer, tan buena, que los amó tierna­mente. ^

Al recibir el agua de la gracia, se le llamó a él- Be­nito, que quiere decir bendito, y Escolástica a ella, que significa escotar, discípula. Por cierto que andando el tiempo habían de cumplirse los felices augurios que encerraban sus nombres.

Crecía la graciosa parejita. compenetrándose tan hon­damente, que eran gemelas sus almas, como lo habían sido sus cuerpos. Ambos se consagraron a Dios, y sus vidas se deslizaron como dos corrientes paralelas na­cidas del mismo manant ia l . . . Sólo que él fué río'cau­daloso que pasó fertilizando la heredad del Padre de Familias en ubérrima cosecha. . . y ella, arroyito d'e lím­pidas aguas, que regó uno de esos deliciosos huertos en que se crían las flores de mística fragancia destina­das al Esposo Divino. . .

El fué el gran San Benito, Patriarca del monacato .de Occidente, Padre de una familia tan numerosa como las arenas del mar . . .

Ella, la Abadesa de un Palomareito, al estilo- teresia-no, en donde se acogieron piadosas doncellas.

El fundó la célebre Abadía de Monte Casino, modelo para otras innumerables, que se han ido edificando a través de los siglos y subsisten florecientes, todavía hoy

Ella rigió el Monasterio de Plumbariola, Palomarei­to establecido en el valle, a la sombra bienhechora de la gran. Abadía.

- Discípula del Espíritu Santo, Escol ástica crecía, a ejemplo del Divino Maestro, en sabiduría y en gracia En un continuo trato con- Dios, todo su vivir e ra ora­ción. Con maternal esmero cuidaba de las jóvenes que, bajo su tutela, se habían eonsagTado al Señor y que, al calor de aqufl claro ejemplo de santidad, florecían de virtudes.

Desde la alta Abadía contemplaba el gran Pad're Be­nito, con ojos enternecidos, el humilde Palomarieo co­bijado en el valle, y asomado, a la ventana de su celda, le enviaba con frecuencia su amorosa bendición Las palomas que volaban de la hondonada a la cumbre y de la cumbre a la hondonada, eran las encargadas de cam­biar los mensajes de los santos hermanos.

Cultivaban un recio espíritu de austeridad v renun­ciamiento, y así, se veían muy raras veces. Sólo una al ano, antes de empezar la Cuaresma. Reuníanse entonces en una de las granjas de la Abadía, v acudían allí acompañados de algunos d'e sus religiosos, pasaban la jornada en divinas pláticas, tomaban una modesta re­facción y se despedían hasta el año siguiente

Una vez en que esto oeurr ía . . . ¡Qué bonito' episodio! ¡Parece una viñeta arrancada de un antiguo misal ' Al aproximarse el final de la entrevista, rogó Escolás­tica a su hermano que consintiera en prolongarla para saborear más largo tiempo el placer de aquellos rega­lados coloquios... Presentía ella que se a-espedían hasta el Cielo. Negóse el hermano, y entonces la santa se re-eogioun momento en sí misma a orar. Súbitamente se desato tan recia tempestad que hacía imposible abánelo-aar aquel albergue.

L A Varias Maestras suscriptoras nos escriben mostrando

su complacencia por los trabajos de divulgación que he­mos venido insertando acerca de las labores populares

Dibujo u f a . 1

españolas. Con gusto atendemos los requerimientos de una de ellas, para que publiquemos modelos de punti­llas y entredosts de malla para visillos, cstores, etc.,

—I Qué has hecho, hermana?—le reprochó dulcemente el Santo f

—Te regué que te quedaras y no me oíste; se lo lo­gué al Señor, y me ha complacido...

A los tres días de esta escena, el Abad de Monte Ca­sino hallábase asomado a la ventana que miraba a Plum­bariola, y de pronto, ve salir de la celda de su hermana una palomita blanca, que,' en un sereno planear, iba trasponiendo las altas regiones de las estrellas. Suspiró el Santo, comprendiendo, y sus ojos se arrasaron de lá­grimas. Aquella paloma era el alma d'e Escolástica, que volaba hacia la mo-rada de claridad y hermosura infi­nitas, donde vive el Esposo.

Los monjes de Monte Casino subieron el cuerpo de la Santa a la Abadía y le dieron allí honrosa sepultura, en la misma que estaba labrada para el Abad.

Cuarenta días después, el alma del Patriarca. Benito seguía la ruta d'e la paloimta blanca, dejando en su vuelo una estela radiante y luminosa. Sus venerados restos descansaron junto a los de su hermana.

El simbolismo de sus nombres tuvo un dichoso cum­plimiento. El del Santo Abad es bendito mil veces a través de las generaciones. Ella, a los pies siempre del Divino Maestro, aprend'ió divinas lecciones, y puso los pies en sus huellas, como discípula fie).

En l a feliz armonía de sus vicias, él fué como el acMde sonoro y arrollador que llena las naves del tem­p l o . . . Ella, como la dulce melodía de ' un salmo que penetra suavemente las almas. — Julia G. Castañón

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LA E D U

B U EN A C A C I O N

e^m^n4fta¿\ R E S

C

(

aunque estos últimos han perdido actualmente la acep­tación que tenían antes en nuestras casas.

El dibujo número 1 que publicamos, es d-e malla cua­drada de Luauco, bordada a a punto dé zurcido y ligera­mente bordeada; puede servir para tiras horizontales, colo­cadas entre varios paños de tela. Hace muy buen efecto siendo la malla hecha y bor­dada con hilo color heige y la tela del mismo tono.

El dibujo número 2, es ma­lla de la misma «lase.que la anterior, también bordeada, y va muy bien en .tiras vertica­les entre paños efe tela.

El dibujo número 3, malla de Luaneo, de color blanco o ieige, es de la misma clase .que las anteriores; es una puntilla cuyas ondas finales ran festoneadas, y la parte superior para incrustrarla en la tela.

En el próximo número con­testaremos cómo se plancha la malla.

Dibujo num. 2

Dibujo núm. 3

Y como el que labra el campo, de lo que coge en él

da sus primicias y diezm.os a Dios, así ¡a mujer, de

las labores suyas y de sus criadas, aplique su par­

te para vestir a Dios en los desnudos y hartarle en

los hambrientos; y llámele como a la parte de sus

ganancias, y abra sus manos al afligido, y al menes­

teroso sus palmas. (FRAY LUIS DE LEÓN.—"La

Perfecta Casada".)

Del discurso de Pilar Primo de-Rivera, en el 1 Consejo Nacional' del S. E. M.

«La buena educación consiste, en principió, en no molestar a los de­más, sin un motivo fundamentado. Porque,naturalmente, ¿quién ha di­cho —decía José Antonio— que

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . * cuando insultan nuestros sentimien­tos, antes que reaccionar, como hom­

bres, estamos obligados a. ser amables? Pero fuera de este caso, la educación, como os digo,,

consiste en principio en no molestar a los demás. Esto, que parece tan. fácil, requiere una serie de pe-

.queños detalles y de vencimientos continuos, que nece­sitan efe nuestra permanente vigilancia, hasta que ya la fuerza de la costumbre llega a crear en nosotros un, hábito que, sin esfuerzo, nos hace aparecer continua­mente como personas bien educadas.

Pero esta superioridad en la educación tiene que n o ­tarse no solamente en las ocasiones decisivas de la vida; hasta en los más pequeños detalles de nuestra existen­cia y en las reacciones mínimas de nuestro carácter, tie­ne que verse el refinamiento que con nuestra educación hemos recibido. Porque no cabe d'uda que una persona que no atienda debidamente a su higiene personal, que-hable de una manera gritona y descompasada en ter­tulias y. espectáculos públicos, que no cuide como de­biera las normas que deben seguirse en la diaria nece­sidad de alimentarse, no cabe duda de que esta persona molesta a los 'demás. Y como éstos, un sin fin de detalles que sería largo enumerar y que el evitarles hace mu­cho más agradable la convivencia familiar y la vida de relación con nuestros semejantes. En otro "orden de eo-sas hay que ir también educando el gusto de los niños y orientándoles sus lecturas, espectáculos, etcétera, para-que no caigan nunca en la vulgaridad' de que les guste lo que no debe gustarles. Hay que enseñarles también el respeto y cortesía que deben tener con los mayores de. edad o jerarquía, conservando siempre, como es natural, el concepto que de la camaradería tenemos en la Falange

Claro que debéis tener un gran cuidado en no con­fundir la elegancia y buena educación con la cursilería, porque aún es peor la mala educación disimulada con-una capa de finura artificial. Queremos que los ^ p a ­ñoles sean sencillamente elegantes, con ésa elegancia que tendrían nuestros descubridores y esa gracia no rebusca­da con que se nos presentan algunos personajes de nues­tra Histeria.

Porque yo os aseguro que la persona que tiene que ufanarse en bnscar trabajosamente las palabras y los-aden.anes para resultar bien, seguramente es una cursi.. En cambio, veis con la naturalidad con que se expresan-y se presentan algunas gentes del campo, y' *es porque llevan innatto, como si dijéramos, ese señorío que hace, á muchos españoles naturalmente elegantes; los nombres de esos pueblos, en donde, como nos decía José Antonio, «todavía, bajo la capa más humilde, se descubren gen-, tes dotadas ele una elegancia rústica que no tiene un. gesto excesivo ni una palabra ociosa».

Este tema tan eomplejo- de la educación que a ojos: superficiales podría parecer pueril al lado de los impor­tantes que en este Consejo estáis tratando, tiene, como-habéis visto_ muy alta importancia, ya que se arraiga--en. uno de 'los postulados fundamentales -de la Falange,, que sólo conseguirá la Patria nueva, fuerte y gloriosa efue ambiciona cuando en cada uno de sus hijos logre-resucitar armado con las armas del día aquel compen­dio de virtudes cristianas y caballerescas que el mundev ewvidió bajo el nombre de un «hidalgo español».

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El Primer Consejo Nacional del S. E* M. Política de Prim-era Enseñanza, a) En io eco-. , , , on, nómico

{Viene de la pagina 90.) Triple f inal idad de la educación

He aquí la triple finalidad de la educación elemental. Pero conviene destacar aquí que en ningún caso como en el de la formación espiritual del niño, el concepto de Dios y el de la Patria encierran en el fondo un mismo significado. En efecto, la psicología del hombre español es la del hombre que vive cara al cielo. Nadie se ex­plicaría —se ha dicho recientemente— que un ruso pu­diera ser astrónomo. EJ hombre de Rusia no mira a las estrellas. Su vista se pierde en la llanura infinita, que acota la línea de un horizonte inexorable. El hombre es­pañol es el que en la soledad de su dolor y de su tris­teza, en el silencio de sus fracasos, en la angustia ín­tima de su desesperación, se pone cara a cara ante Dios. Para el alma rusa, el hombre aislado no cuenta como realidad metafísica ni histórica. Sin embargo, en Es­paña, nuestro espíritu crece en una exaltación vertical, como flecha disparada hacia el cielo. Para los pueblos que no creen en Dios, la expansión de su espíritu sigue una línea de vuelo raso, horizontal, alicortada, casi adherida hacia la tierra.

Pero los españoles saben seguir con tino el vuelo alta­nero de las águilas, conocen el color de las nubes, y para andar por los caminos de la tierra se guían por la geo­metría sideral de las estrellas.

Esas estrellas que en el océano Pacífico dibujaron pa­ra nuestros conquistadores el signo simbólico de la Cruz del Sur y que en un extremo de nuestro continente tra­zaron para Europa la ruta apostólica que terminaba en Compostela, España está siempre con la vista, el cora­zón y el afán puestos en la altura de los cielos, y di jé -rase que en nuestros grandes momentos imperiales se produce en nosotros un asombroso milagro de (evitación, que levanta gloriosamente a nuestra Patria hacia el rei­no de Dios.

Por eso os decía que aprender a servir a Dios es lo mismo que amar el servicio de la Patria.

Acercamiento de España hacia Dios

El desvelo supremo del Maestro debe cifrarse en for­jar el alma de la juventud. Porque si un alma que se eleva es capaz de levantar un mundo, despertar el ansia de elevación espiritual que anida en el puro corazón de las juventudes es conmover hasta en sus más hondos cimientos la vida misma de la Patria. Digámoslo clara­mente: de todas las revoluciones de que ha sido esce­nario el mundo, la más definitiva y la más transfor­madora ha sido la revolución espiritual del cristianismo. Y si de ella España fué el paladín más esforzado, el que con más razón pudo rendirle el tributo de su ex­celso martirologio, es porque la hacía consustancial con su propio destino.

Nosotros queremos salvar a España. Y porque pensa­mos así, necesitamos acercarla hacia Dios con el pen­samiento que vibraba en el ánimo del profeta cuando, dirigiéndose' al Señor en uno de sus salmos, decía: "He aquí que los que se alejan de Ti perecerán".

El Maestro español, símbolo del caballero cristiano

Si en Dios está, en efecto, la salvación de los hom­bres y de los pueblos, en el hombre de España el sen­tido religioso no puede ser una dimensión de la vida, sino la aspiración más profunda del alma. De aquí que el símbolo clásico que representa la índole misma del hombre hispánico sea necesariamente la figura entera, noble, varonil y fuerte del caballero cristiano.

Las virtudes del caballero paladín de las causas no­bles, defensor del bien y debelador del mal, magnánimo frente a la mezquindad, valeroso, resuelto, sufrido y he­roico, resumen nuestras más íntimas virtudes raciales Pues bien, el Maestro español deberá ser. ante todo, el caballero cristiano por excelencia.

La formación del Maestro es el problema previo e in excusable de la educación del hombre de España. Plan teaos en vuestro interior esta pregunta e intentad darle una respuesta satisfactoria: ¿Cómo podrá forjar el al ma del niño un Maestro, que no sepa rezar? He aquí el problema fundamental de la educación española.

Para crear un espíritu profundamente cristiano y pro fundamente español en el niño es preciso, primero, for­jar este carácter en el ánimo del Maestro. Para lograr­lo, el Ministerio de Educación Nacional alienta una pre­ocupación constante, que constituye la esencia de la po­lítica desarrollada on el plan de la Primera Enseñanza. Mas como aquí se trata de un problema vital, la polí­tica del Ministerio se ha traducido, no en conceptos y abstracciones, sino en auténticas y fecundas realidades. En tres categorías de soluciones se han manifestado és­tas efectivamente: en lo económico, en lo personal y en lo legislativo.

En el primer aspecto, el número de Maestros en Es­paña, que era de 51.543 en 1935, y cuya retribución no pasaba de los 190 millones de pesetas, se ha aumentado en 1940 a 54.000, con una retribución presupuestaria de 244.928.000 pesetas. Pero en el año 1942 el presupuesto no podía quedar estancado en esta cifra. Era preciso dar .una más justa compensación al Magisterio español por la labor de alto sentido nacional que prestaba a España y al Movimiento. Para dignificar la clase docente qu« se dedica a la primera enseñanza, en el año 1942 el pre­supuesto del Magisterio llegó a la suma de 312.227.000 pesetas. Es decir, un aumento global con relación al de 1935 de 122 millones de pesetas, casi el doble, en estos dos años, de lo que la República había hecho en cinco de su gobierno. Ello hace elevar el promedio de sueldos, que en aquella época no pasaba de 3.600 pesetas por Maestro, a la de 5.825, con una mayor elasticidad dentro de la escuelas, que pasan a tener una categoría superior de 14.000 pesetas y una mínima de 5¡.000. Y téngase en cuenta, además, que todas estas cifras se refieren al Ma­gisterio Nacional de Primera Enseñanza y a su Escalafón general, y no están, por tanto, comprendidos en ellas los créditos que figuraron en el ejercicio económico de 1942 para el pago de sueldos a los oficiales del Ejército, Maes­tros en prácticas, ni las asignaciones para Maestros en el extranjero. Protectorado de Marruecos, División Azul, sus­tituidos por tuberculosis ni las subvenciones a los Centros privados de Primera .Enseñanza, a quien la República per-siguió, y que se elevan a 4.250.000 pesetas.

Como si aquellas mejoras económicas alcanzadas en el ejercicio económico de 1942 no cumpliesen plenamente los desvelos que para el Ministerio representan los comple­jos problemas de la Enseñanza española, en el último Presupuesto, recientemente aprobado en Consejo de Mi­nistros, bajo la iniciativa del Caudillo, se ha alcanzado un nuevo auge de cuatro miilones de pesetas en esta escala de mejoramiento profesional que el Ministerio viene rea­lizando con exquisito celo.

Mas si en el aspecto económico se ha logrado aquel generoso nivel, en el aspecto personal se ha acometido también una reforma que era ya insoslayable y necesaria,

b) En lo persona!

La revolución roja había, en efecto, invadido, como una trágica oleada, las tierras doloridas de España. Muchos consiguieron salvarse de su influjo. Pero hubo parte que sucumbió trágicamente en este naufragio de valores éter,-nos y universales que representaba la anarquía marxista. Era preciso devolver otra vez al Maestro español su dig­nidad de serlo. Había que celar con desvelo incansable por la ideología de estos cuadros de choque espirituales que constituían el frente pedagógico, que, a partir del día 18 de julio, tenía que ser ya una nueva trinchera para el triunfo de nuestra Revolución

Para .ograrlo ha sido preciso acometer una tarea dolo-rosa, pero necesaria, de aquMatamiento y depuración. Co­mo en un organismo vivo tiranizado por fil mal. España tuvo que diseccionar zonas excepcionales de su masa vi­tal. Ai Magisterio afectó, quizá con inusitada fuerza, esta tarea de purificación. Pero un supremo interés religioso y un soberano interés nacional lo exigían así.. El sentido, por otra parte, de hermandad social y, sobre todo, de pro­funda caridad cristiana, que es esencia de nuestro Movi­miento, ha hecho que esta dolorosa misión pudiera cum­plirse sin herir los postulados de la más rigurosa justicia para con los que. después de todo, eran nuestros herma­nos.

Cada año, por otra parte, se aumentan los cuadros de esta milicia Juvenil que engrosa las filas del Magisteria español. Quinientas Escuelas anuales de nueva creación equivalen a un nuevo grupo de Jóvenes apóstoles dispues­tos a cumplir, en los rincones más apartados de España, en aldeas perdidas, en valles ignorados o colqadas en la cumbre de casi inaccesibles montañas, esa nobilísima mi­sión de llevar, como misioneros en su propia Patria, el nombre de Dios y el nombre de España al alma de los niños que mañana, desde el campo, de la fábrica o del taller, han de ser el instrumento anónimo, sufrido y ge­neroso de la propia vida de España.

La Parroquia y ia Escuela

Y si aquella obra tenía importancia indiscutible, no menos trascendental era el afrontar el problema, más que pedagógico casi diríamos evangélico, de cuidar el alma de esa infancia que en torno a las ciudades crece en am­biente de peligrosa promiscuidad familiar, jalonando las zonas terminales de las grandes urbes, donde a veces no llega nada más que a través del templo Parroquial un reflejo de la inmediata civilización.

Respondiendo a esta necesidad se han creado en los suburbios de Madrid 190 Escuelas, y sucesivamente, en

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la medida necesaria para que la obra vaya perfeccionán­dose, se irán creando nuevos Centros de Enseñanza Pr i ­maria, que rodeen a la capital de España, sustituyendo la tenaza de odio e incomprensión que el marxismo for jara, por un halo de luz, de caridad, de amor y de paz.

Así. al lado del Párroco tendrá el Maestro que reali­zar no sólo la función docente, sino también un 'apostola­do espiritual y religioso. Mucho pide hoy España de sus Maestros. Mas importa que el sacrificio exigido se cum­pla desinteresadamente, con la generosidad a que nos obliga nuestra doble cualidad de católicos y de falangis­tas. En primer término, porque nadie puede considerar­se excluido del imperativo insobornable de la caridad. Y en segundo lugar, porque para el Servicio Español del Ma­gisterio, José Antonio, con su vida consagrada al ideal, generosa'y desinteresada, ejemplarmente ofrecida —hasta el sacrificio últ imo de la propia muerte— para alcanzar, -a costa de elia, el sacrif icio y Ja gloria de nuestra Es­paña y de nuestra Falange, es el símbolo inexorable y permanente de que en nuestras obras el afán de medro o el interés personal —oíd esto bien— son incompatibles con la rectitud y con la pureza de intención.

Últ imamente, la necesidad de restaurar el elemento hu­mano ha impulsado al Ministerio a convocar una oposi­ción general de ingreso. Y como complemento de la misma, a afrontar la empresa de un concurso general, que ordenará, en términos de estabilidad y just ic ia, la residencia adecuada de cada Maestro. Para dar estruc­tura jerárquica a la labor inspectora, el Ministerio crea la Inspección Central, cuidando de que aquélla cumpla, a part ir de ahora, una f inalidad de estímulo, más que de fr ía o amarga fiscalización.

Como Ministro de Educación Nacional, he pretendido con todo ello que al rellenar los cuadros humanos de es­tas centurias que combaten por una España mejor desde las vanguardias, siempre alerta, de la Primera Enseñan­za, que España esté en vías de recobrar el sentido t ra ­dicional de su destino y de su historia»

Como el paralít ico del Evangelio, España necesita de brazos que la ayuden. No basta que contemos con ideas inmortales que queremos propagar si no hay seres gene­rosos que nos ayuden a difundir las. Hoy a la Falange co­rresponde en este sentido la más grave responsabilidad. Tiene en sus manos el signo de la Revolución española. Desaprovechar esta coyuntura sería traicionar a los ca-maradas que murieron comulgando en nuestra misma fe. Si queremos que no se malogre nuestra Revolución, nues­t ro primer afán debe cifrarse en darle permanencia. Y pa­ra ello, la única forma de eternizar los ideales que nos animan es el imprimir les el sentido de lo único que no se marchita, es decir, de la ¡dea de Dios.

c) En lo legislativo

Este es precisamente el significado fundamental que late detrás de toda nuestra renovación legislativa. En el ambiente de lo legal ha tenido también que manifestarse la actividad del Ministerio de Educación. Era preciso crear un nuevo Código docente que fuera como la carta magna de la Escuela española.

Con un cr i ter io altamente espir i tual, la nueva ordena­ción del Magisterio, en cuya elaboración trabajan actual­mente organismos competentes, tendrá por f inal idad dar al niño los elementos técjnicos necesarios para que pue­da en el futuro sentirse colaborador en la empresa na­cional de la Patr ia. Esta es la razón de que se piense en una organización de la Escuela no sólo con un sentido -fríamente intelectual, sino con un cr i ter io social y hu­mano. La Escuela deberá suplir la misión de la fami l ia cuando ésta haga dejadez o abandono de sus funciones. Pero siempre se habrá de reconocer en todos los planos de la Enseñanza el carácter de célula primordial que la fami l ia tiene, a cuyos insoslayables intereses deberá amol­darse el espíritu de la educación. Por otra parte, la Es­cuela rura l cumplirá un servicio del más alto valor al adiestrar a la Juventud hacia los derroteros de una vida campesina, en la que el trabajador de la t ierra consiga romper con el espíritu rut inar io que le legaron, como un lastre contra todo afán de superación, las viejas genera­ciones. Tiene que haber una organización Jerárquica de la diversa clase de estudios con los que se quiera formar el espíritu de la niñez. Y en esta jerarquía de valores no podrá prescíndírse de aquellos conocimientos técnicos e instrumentos que den acceso a la Escuela de Trabaje, a 1ai Escuela Artesana y a la Escuela Profesional. No olv i ­déis que todo niño es un mundo en pequeño y que en la esperanza de una fu tura realización de las posibilida­des que ese mundo encierra, hay una serie de aptitudes potenciales, que un defecto de formación podría esteri­l izar en la nada. Para que esa destrucción de fuerzas admirables, que, puestas en Juego, podían haber sido ins. f rumento de una fuerza motriz espir i tual al servicio de la Patr ia, no se pierda en la infecundidad, la nueva car­ta de la Escuela española ordenará la tarea del Magis­

terio de modo que el Maestro se sienta responsable de la esterilización de todos los valores humanos, físicos y es­pirituales que tiene latentes en su músculo y en su in ­teligencia el niño, cuya educación le ha sido confiada.

Con todo ello, veis, camaradas, cómo se perfi la una t i ansformación def ini t iva de la Primera Enseñanza en lo espir i tual y en lo mater ial . Ni nuestra Enseñanza está empobrecida y t r iste, ni nuestros Maestros son ya tam­poco funcionarios dearraigados, objeto de menosprecio, cuando no de burla, por parte de la ignorancia popular, ni eternos írredentos de un indiferentismo estatal. El nuevo Estado ve en vosotros el más perfecto instrumento para percibir el latido auténtico de la Patr ia. Y no olvida vuestro sacrificto callado y f i rme cuando, sin estriden­cias arrogantes, abandonáis mejores empleos impelidos por una vocación doGente y misionera. Por eso, porque la suprema preocupación del Caudillo es nuestro pueblo, su elevación y su cul tura, la Enseñanza Pr imar ia ha de-Jado de ser bastión de una seudocultura socializante y propicia a las sugestiones de todas las políticas. La En­señanza Pr imar ia tiene un norte y un servicio: España y su pueblo. Y vosotros, soldados ya de una fe gloriosa y vencedora, no podéis abandonar vuestra misión a la des­gana. Porque el Estado os asiste, os considera como pre­dilectos de una vanguardia que ha de romper la muralla espinosa de la indiferencia y de la mala fe que se alcen en su torno. Por eso la Enseñanza Primaria va a integrar, se en el cuadro general de la pedagogía española con los más altos honores.

Armonización de la Primera Enseñanza con las demás ramas de la educación

Armonía y equil ibrio de la Escuela con las restantes ramas de la educación es el tema que hoy tiene plantea­do el Ministerio con innegable tono de urgencia. Armonía y equilibrio en elevación y en profundidad, armonía y equil ibrio en lo material y en lo espir i tual. Que ai lado de la alta cul tura que conquista y que descubre un fun­damental sentido a nuestra calidad científ ica, vaya vues­t ra voz serena diciendo a los hijos de España lo que siem­pre debieron, saber: que nosotros no ocultamos a nuestros hijos ni su presente ni su pasado. Que nosotros no hace­mos coto cerrado ni de la ciencia ni de la historia. Venga el estudioso a la Escuela, que para todos está abierta. Que al no estudioso tampoco le abandonamos, y seremos nosotros los que vayamos a buscarle a donde quiera que esté. Y así, cuando nuestros .hombres vistan el gris ace­ro de las armas, sabrán quiénes son y por qué lo hacen: que son de la misma raza que los hombres que conquis­taron mundos; que son hijos de esta España que supo soldados que sois: con el más implacable código de gue-tienen una misión trascendente que cumplir , y que sin ella su vida es incomprensible. Que ellos mismos son Es­paña.

Y eso sólo vosotros podéis mostrárselo. Porque sólo a vosotros el Caudillo ha confiado esta misión sagrada. Y porque si no lo hacéis, España os lo demandará como a soldados que sois: con el más implacable código de gue­rra, es decir, con el Juicio de los siglos y de la historia.

En Magisterio, en la investigación

Y puesto que hablamos de dignif icación, quiero hoy des­tacar cómo, aparte nuestra intención de recoger la vieja aspiración del Magisterio de que se reconozca el carácter universitario de vuestros estudios, quiero destacar, repi­to, que nosotros hemos hecho más. Que en el más alto organismo de la cul tura española hemos situado en pla­no de honor las actividades de nuestros mejores pedago­gos. Me refiero al Inst i tuto de Pedagogía "San José de Calasanz", del Consejo Superior de Investigaciones Cien­tíf icas. Nadie puede quejarse ya de la vieja cantilena del abandono minister ial . El Caudillo de España, que tan alen­tadoras palabras dir igiera al Magisterio en los momen­tos supremos de la guerra, ha recibido de manos del re­presentante de este alto Centro pedagógico las primeras publicaciones conteniendo vuestros desvelos y los de vues­tros investigadores. La labor del próximo año promete aún ser más f ruct í fera. Este es vuestro camino. Se os abren las Universiuades. Se crean Centros especiales ex­clusivamente pedagógicos. Y se os coloca en la situación material y espiritual que nunca ocupasteis en España. Pero aún hay más, porque el nuevo Estado, que. como ya os he dicho, ve en vosotros una vanguardia inestimable, os ha confiado, con plena seguridad en el éxito, empre­sas que exceden de la esfera tradicionalmente asignada al Magisterio. Se ha reconocido el coeficiente, no mera­mente instruct ivo, sino altamente cul tural , de vuestro t ra­bajo, y se os ha encomendado esta aran obra nuestra que son las misiones de cul tura, con las que pretende­mos llevar a los más recónditos rincones de nuestra Es­paña la conciencia de nuestro sentido nacional y falan­gista, tan Justo y tan verdadero, que bien pudiera de­cirse con orgullo que es la conciencia de la raza.

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El serv ic io de España

Hasta aquí nuestro balance. Hasta aquí la invocación d e lo que ha sido de la obra del nuevo Estado en torno a la cul tura pr imaría. Pero esto no basta. Si yo quisiera ha­cer un discurso forruulario y ministerial , terminaría ya mi oración requiriéndoos, como es costumbre, para con­t inuar prestándome una asistencia bien efectiva, y de la que yo estoy sinceramente orgulloso. Pero no es bastan­te, repito, porque también en éste como en todos los de­más aspectos de la vida nacional, no es lícito el confor­mismo. Porque es preciso luchar siempre para llegar a más. Porque nosotros sólo tenemos una meta: España, su servicio y su gloria. Y todo cuanto hagamos y todos nues­tros fervores mejor intencionados y niás ardientes, sólo servirán para contr ibuir , en muy pequeña escala, a lo que es ya la voz de muchos siglos. Somos depositarios de una tradición y de una historia. Y tenemos graves compromi­sos con ellas.

Cualquier hombre podría cumplirlos haciéndose digno continuador de la labor de aquellos españoles que nos ga­naron un renombre universal y eterno. Pero nosotros, por españoles, por católicos y por falangistas, no pode­mos conformarnos con esta labor di f íc i l . La nuestra es mucho más ardua*, hemos de ser ejemplo y guía de quie­nes han de engrandecer esa tradición y esa historia. Si no sabemos conseguirlo; si no sabemos alumbrar en el corazón de ios niños la llama de la hidalguía y de la ca­ridad, habremos fracasado. Y no se olvide: nuestro f ra­caso es el fracaso de una civil ización y de una Patr ia.

Por eso, Maestros del S. E. M., Maestros todos de Es­paña, quiero que oigáis en mí la voz amiga que, si ello fuera necesario, os recordaría cómo, junto a una inta­

chable ética profesional, debéis ungir vuestro servicio de-un claro sentido de apostolado, que quiere decir tanto co. mo superación sin término, como lucha sin fat iga y sirs descanso. Vosotros defendéis a España desde las lí­neas erizadas de vuestro frente pedagógico, hoy tan im­portante como lo fuera en un pasado bien próximo el frente mi l i tar . Y vosotros, como los soldados de entonces, jurasteis una bandera, a la que todo debéis. Y así como ellos vencieron, también vosotros venceréis, porque, co­mo ellos, tenéis un Caudillo y una fe, por los que sa­bréis empeñar, con noble y apasionada obsesión, vuestro más ardiente denuedo.

;Viva Franco! ¡Arr iba España!"

Terminado su discurso^ el señor • Ibáñoz Mar ín filé largamente ovacionado.

Per último, los asistentes entonaron el «Cara al Sol», dando los vítores d'el Movimiento el Ministro de Educa­ción Nacional.

V is i t a a El Escor ia l

En ¡a mañana del lunes, los Consejeros se. trasladaron a El Escorial. Oyeron una misa eñ la basílica del mo­nasterio y después hicieron ofrenda de uña corona so­bre la tumba de José Antonio. El acto, fué presidido por el Ministro de Educación Nacional, a quien acompaña­ba el Secretario nacional del S. E . M.

El Pr Nac lona 1 del S. E. M.

El Obispo de; Madrid-Alcalá pronuncia., ante; los congresistas y numeroso público una. interesantísima., alocución^

«Estad siempre eru vela, tensa^ y cierta, porque; el peligro es grave»

SarLj José de; Calasanz, Patrono de la Organización.— Telegrama^ de; S. E. el Jefe; del Estado.—El Ministro inaugura^ la^ Exposición^ del Libro Escolar"

El día 3, por la mañana, continuaron las tareas del Primer Consejo Nacional del S. E . M. , reuniéndose las diversas Comisiones y Subcomisiones para estud'iar las ponencias objeto del Consejo; más tarde, se reunió el Pleno, presidido' por el Secretario jefe central, cámara-da. Gutiérrez diel Castillo; el jefe ,de la Secretaría Téc­nica de Educación NacionaJ, el antiguo jefe d!e la Cor­poración, el Inspector central y el jefe provincial del S. E . M. de Madrid.

Seguidamente el Consejo aprobó, por aclamación, la ponencia qué el camarada Bailó, jefe provincial del S. E . M. en Granada, presenté y que, leída por el presidente de la Comisión de Ponencias libres, eamarad'a Torrecilla, .trata de la solemne proclamación dei Patro­nato de San José de Calasanz sobre el Servicio Español del Magisterio, y que esta festividad se celebrará el 27 de noviembre

En la sesión de la tarde y después d'e ser estudiadas per el Consejo- algunas ponencias, se celebró la anuncia­da conferencia del Obispo de Madrid-Alcalá.

Eué recibido a la puerta de la Delegación Provincial cíe Educación por e1 Secretario jefe central del S. E. M., camarada José María Gutiérrez del Castillo; jefes, de departamentos centrales y demás jerarquías- del servicio, con los que pasó al salón de actos, donde ocupó la pre­sidencia acompañado del camarada Gutiérrez del Cas­tillo y del pad'r-e Mateo, Delegado provincial do Educa­ción, y jefes de los departamentos centrales y jerarquías del servicio. ':..".

DISCURSO D E L OBISPO DE M A D R I D - A L C A L Á

Los fo r jadores

El conferenciante, tras unas breves palabras de exordio, dice que siente especial complacencia "porque vengo a hablar al Magisterio Nacional, a los apóstoles de la luz y del bien, a los forjadores de los ánimos de la mayoría de los españoles, que en los años en que son blandos co­mo la cera os son entregados para que en ellos y por ellos formésis la España de mañana; a los de misión más parecida a la del sacerdocio; a la profesión —¿por qué no confesarlo?—que más preocupaciones y afanes y amo­roso afecto ha despertado siempre en mí.

¡ Los forjadores!... ¿Os percatáis bien de vuestra impor­tancia? En vuestras manos está el porvenir de España. A vosotros os están confiados los cimientos de la Patr ia. Lo que vosotros sembréis en la mente de los niños, eso co­sechará la nación. Grandeza o ruindades; esfuerzo, b i ­zarría, arriscamiento y heroicidad, o apocamiento, cobar­día y traiciones; honradez y vi l lanía; de intrépidas em­presas virtuosas o de bastardas perversiones y abyectas inmoralidades; de gestas gloriosas o de envilecimiento y deshonor.

Todo eso depende, en grandísima parte, del Magisterio Nacional. Lo sabéis bien y no debéis olvidarlo ni un mo­mento. Con ese afán vengo hoy a hablaros. Pero la doc­t r ina que voy a exponer rio va a ser mía. sino del Pa­pa, de Pío X I I , felizmente reinante. Yo me l imitaré a re ­petir y glosar ligeramente sus enseñanzas.

El 13 de Julio de 1937, en la amplísima Catedral de París, la famosa iglesia de Notre Dame, de 130 metros de largo y 48 de ancho, se apiña ingente mul t i tud, presi­dida por las más altas dignidades eclesiásticas de Fran­cia. Se respira el ambiente de las ocasiones excepciona­les. La voz del orador, fuerte, pastosa, enérgica y a la par amable, resuena bajo las ojivales bóvedas de 35 me­tros de al tura. El Cardenal Pacelli (hoy Pío X I I ) habla al corazón de Francia y lo oye el mundo entero. Prescm-

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diendo de lo que el santo y sabio Cardenal Pacelli le hace decir acerca de Francia y exclusivamente para los •franceses, me l imitaría a recoger lo que a todos y cada uno de vosotros os dice igualmente vuestro templo, la monumental iglesia de cualquiera de nuestras capitales, (o mismo que la iglesia humilde de cualquiera de nues­t ras aldeas.

Escuchadlo, señores Maestros, que, como cristianos y como españoles, y especialmente como falangistas, debéis aprender para siempre a oír lo que los templos dicen.

I nv i t ac ión a la o rac ión

Oíd al Legado de! Papa: "En medio del rumor incesan­te de esta inmensa metrópoli, entre la agitación de los negocios y de los placeres, en el áspero torbell ino de la lucha por la vida, como compasivo testigo de las desespe­raciones estériles y de las alegrías engañosas. Notre Dame de París, siempre serena en su tranqui la y paci­f icadora gravedad, parece repetir sin cansancio a cuan­tos pasan: "'Orate f ra t res" , orad, hermanos míos; parece ser ella misma un "orate f ra t res" de piedra, una inv i ta­ción perpetua a la oración". ,

Pocos serán, señores Maestros, los que tengan tanta ne­cesidad de orar como vosotros; porque para desempeñar debidamente la misión que sobre sus pequeñuelos os con­f ía la Patr ia, se requiere más asistencia de Dios, más lu-*ces y gracia y v i r tud que para los ordinarios quehaceres de la v ida; y la asistencia y auxil io de Dios sólo con la oración se obtienen. Eso, siempre; pero con singular ma­nera en los críticos días en que vivimos, cuando vuestra vocación no os exige sólo generaciones nuevas, sino las -generaciones nuevas de la nueva España.

¡Oh, qué bien os cuadran las palabras que pronunciaba el Cardenal Pacelli: "¡Sed fieles a vuestra vocación. Ja­más ha habido una hora tan cargada de graves deberes para vosotros, ni tan buena para responder a ellos. No dejéis pasar la hora, no dejéis que se malogren los do­nes con que Dios os enriquece para la misión que os con­f í a ; no los malgastéis, no lo profanéis al servicio de cual­quier otro ideal engañoso, inconsciente o menos noble y menos digno de vosotros!" " Y para eso escuchad la voz que os g r i ta : "Orad. Si no. no realizaréis más que obra humana, y a la hoi*a presente, frente a las fuerzas ad­versas, la obra puramente humana está condenada a la esteri l idad, es decir, a la derrota: eso sería el fracaso de vuestra vocación".

"Una invitación a la oración veía el actual Soberano Pontíf ice, como debéis ver vosotros, en las bóvedas que se alzan y en la al tura se juntan como las manos que se unen en act i tud orante, y en la aguja de aquella cúpula,-flecha que se eleva al cielo como un suspiro; pero veía también mucho más: veía lo que quisiera que vosotros, como falangistas, vierais en todo templo, para que la Ca­sa de Dios consagrase el ¡dea! de just ic ia social que es «I alma y el nervio de la Falange y sin la cual ésta ni •salvará a España ni tendría razón de ser."

Amor fraternal

Estas piedras venerables —decía el Cardenal— paré-cerne que murmuran con ternura apremiante la exhorta­ción al amor: "Amate f ra t res" .

Las bóvedas del templo que acoge por igual a todos bajo su abrigo protector, en nombre del Padre común que está en los cielos, le inspira primero la idea del amor f ra ­terno con que nos debemos dar calor todos los humanos.

Un amor que sabe comprender, un amor que se sacri­f ica y que por sus sacrificios socorre y t ransf igura; he ahí !a gran necesidad, he ahí el gran deber de hoy día. Atinados programas, amplias organizaciones, todo eso es­tá muy bien; pero, ante. todo, la labor esencial es la que debéis llevar a cabo en el fondo de vosotros mismos, en -vuestro espíritu, en vuestro corazón, en toda vuestra con­ducta. Sólo quien ha establecido a Cristo como Rey y centro de su corazón, sólo éste es capaz de arrastrar a los demás hasta la realeza de Cristo. La más elocuente pala-bra choca contra los corazones sistemáticamente des­confiados y esquivos; pero el amor abre los" más obsti­nadamente cerrados.

"¿Cuántos hombres (f i jaos, señores Maestros, en los tr istes acentos de estas palabras, que. retratan la real i ­dad del origen de muchos perversos enconos), cuántos hombres no han perdido la fe en el Padre que está en los Cielos, sino porque primero han perdido la confianza en el amor de sus hermanos que están sobre la t ier ra, aun da los que hacen profesión de vida cristiana? El des­pertar estos sentimientos fraternales y la visión clara •de sus relaciones con la doctrina del Evangelio, devolverá a los hijos pródigos a la Casa del Padre.

Suspira el Cardenal Pacelli porque el gr i to "Amad, her­manos" resuene por toda la t ier ra , e invoca la Divina "Providencia para que suscite "los héroes del amor, t r i un ­fadores sobre las doctrinas del odio, para apaciguar la lucha de clases, para curar las sangrantes llagas del mun-ílo, para que el templo sea de nuevo el abrigo de todo el pueblo y le haga olvidar, como un sueño pasajero, las

horas sombrías en que la discordia le helaba el sol del amor" ; y se complace en considerar que los sociólogos católicos estudian esos problemas de la hora presente a la luz de la fe divina y en comprobar que " la juventud creyente se interesa y afana en la capital cuestión del proletariado y en su solución justa y cr is t iana."

Los abusos del capitalismo

Y poniendo el dedo en la llaga misma, que vosotros, como falangistas y como, por tanto, como católicos, que­réis y debéis remediar, so pena de renunciar a vuestro Fundador y a vuestra doctrina, a vuestro Caudillo y a la salvación de España, exclama estigmatizando los abusos del capital ismo: ¡Qué amarga desilusión, qué ironía dolo-rosa resulta de la lectura de los fastos de la Humanidad, en la cual los hombres que, uno tras otro, han sido salu­dados como preceptores, como salvadores, como maestros de la vida y artíf ices del progreso —y que, a veces, bajo algún aspecto, lo han sido—, aparecen hoy día como res­ponsables de un retroceso después de veinte siglos de Cris­t ianismo, a un estado de cosas que, desde ciertos puntos de vista, es más negro, más inhumano que el anterior a la Era Crist iana.

Una organización económica gigantesca ha asombrado al mundo por e! fantástico acrecentamiento de la produc­ción, y muchedumbres inmensas mueren de miseria ante los ojos de los fabricantes, mientras éstos mismos sufren con frecuencia extremo apuro por fal ta de posibilidad de dar. salida al exceso monstruoso de sus productos. Ha parecido que una sabia organización técnica constituya defini t ivamente al hombre dueño de las fuerzas de la Na­turaleza, y en el orgullo de su vida, ante las más sagra­das leyes de esa misma Naturaleza, el hombre muere de fat iga y de miedo de v iv i r , y el que da a las máquinas casi apariencia de vida, tiene miedo de t ransmi t i r a otro su propia vida, hasta el punto de que la ampl i tud, cada día mayor, de los cementerios, amenaza invadir con sus tumbas todo el suelo que queda libre por la ausencia de cunas.

El progreso, Saturno devorador

¡Tétr ico cuadro el que nos presenta la elocuente pala­bra de el hoy Papa Pío X I I ! El progreso, convertido en Saturno devorador de sus propios hijos. Una organiza­ción ecnómica que se creyó la úl t ima palabra del adelan­to, y que puede ser, si Dios no lo remedia, la úl t ima ho­ra de la Humanidad por la acumulación de parados ham­brientos, por la adversión inhumana a la natalidad, por el fracaso que lleva consigo la desconsiderada superpro­ducción, por el cult ivo sistemático, casi científico, de caínicos odios exterminadores!

Único" remedio: que Ja Humanidad esc'uche la t ierna e inexplicable voz de todos los templos de Cristo sem­brados sobre la faz de la T ie r ra : Amad, hermanos. ¿Será oída y atendida esa voz redentora?

Revolución redentora que exige la nueva España: "Amad, hermanos"

Aquellos descreídos que no acatan el mandato del amor crist iano, que lo llaman el opio del pueblo y sólo quieren caminos de odios, matanza y exterminio, y en su progra­ma (del que queda para siempre como borrón infamante de la Historia de España una t r is te experiencia tal real y práctica como cruel y sanguinaria) juntó el odio a los vivos con el odio a la natalidad, fecundo también en artes y prácticas escandalosamente propagadas; y éstos y otros creyentes y practicantes, pero sordos en parte a la voz de la Iglesia; negadores de la necesidad de pro­funda reforma social, que recortan y achican el mandato del amor f raternal , crist iano, reduciéndolo a la práctica siempre laudable, pero insuficiente, de la caridad priva­da, y miran con recelo a cuantos en seguimiento de los Romanos Pontífices defienden y propagan la redentora doctrina social católica, constituyen el doble obstáculo que hay que vencer para alcanzar la nueva etapa del progreso cristiano que aguarda la Humanidad.

Vosotros, señores Maestros, en el desempeño de vues­t ra misión peculiar no tenéis que habérosla con ellos; es más grata, vuestra labor, no tenéis sino que oír bien la voz de la Iglesia y. repetirla muchas veces al oído de vuestros niños y procurar que llegue al corazón de los pequeñuelos en toda la ampli tud de generoso amor f ra­terno y de revolución redentora que exige la nueva Es­paña, ese "Amad, hermanos".

La tercera parte del maravilloso discurso que os ex­pongo —prosigue diciendo— explica otro aviso que el templo da a todos; la más importante y necesaria: " V e ­lad, velad, hermanos."

'En esto el próximo futuro Papa abre su pecho y deja ver las graves preocupaciones que pesan sobre su cora­zón.

Le duele la visión de la ciudad alegre y confiada. " V i -gílate, oh; sí." Hay tantos que, como los apóstoles de Getsemaní, Justo a la hora en que su Maestro iba a ser

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.entregado, parecen dormir en su ciego descuido, en el convencimiento de que la amenaza que pesa sobre el mun­do no les afecta a ellos., pues no les alcanza parte alguna de responsabilidad, que ningún riesgo corren en la c r i ­sis en que el Universo se bate angustiosamente. ¡Qué desilusión! Así, un tiempo sobre el muro del palacio en que Baltasar banqueteaba, la mano misteriosa escribía el "Mane Thecel Fares". ¡Y tan siquiera Baltasar tuvo la prudencia y curiosidad de preguntar a Daniel, profeta del Señor! ¡Cuántos hoy día, ni siquiera tienen esa pru­dente curiosidad! ¡Cuántos permanecen sordos e inertes ante la advertencia de Cristo a sus apóstoles: 'V ig i l a te et orate ut non intret is in tentat ionem".

Y tras exponer las razones de esta vigilancia,- el Obispo de Madrid-Alcalá prosigue diciendo: "Vig i lad y estad siem­pre en vigi l ia tensa y cierta, porque el peligro es grave. Lo denuncia el Cardenal Pacelli con los siguientes párra­fos: "Velad. No se t rata hoy, como en otros tiempos., de sostener la lucha contra formas deficientes o alteradas de la civi l ización religiosa, en los que la mayor parte conservaban aún un alma de verdad y just ic ia, heredada del Cristianismo o tomada de él inconscientemente por contacto; hoy es la sustancia misma del Crist ianismo, la esencia misma de la Religión la que está en l i t ig io ; su restauración o su ruina es la que se juega en las luchas implacables que trastornan y conmueven hasta sus ci-" mientos nuestro Continente, y con él, el resto del mundo."

" N o es t i e m p o de indu lgentes i l us iones"

"No es tiempo de indulgentes ilusiones, de amables com. prensiones, de dulzarrones juicios que no quieren ver en las audacias del pensamiento, en los extravíos del sen­tido moral más que un ofensivo "d i le t tant ismo" , oca­sión de escarceos doctrinales y de vanos Juegos dialéct i­cos. l_a corriente que insensiblemente arrastró a las gene­raciones de ayer se precipita hoy en el úl t imo extremo de todas esas desviaciones del espíritu de voluntad, de las actividades humanas: tal es el estado actual, el confuso desorden de la Humanidad, del cual somos testigos, no descorazonados, por cierto, pero sí espantados."

"Una gran parte de la Humanidad en la actual Euro­pa se encuentra, en el orden religioso, sin Patria, sin ho­gar. Para ella, la Iglesia no es ya el hogar fami l ia r ; Dios ya no es el Padre, Jesucristo no es más que un extran­jero. Caído de las alturas de la revelación crist iana, des­de las cuales podía, de una sola ojeada, contemplar el mundo, el hombre no puede ya ver el orden de la con­traposición de sus fines temporal y eterno."

¡Funesto destino, señores Maestros, desesperante suer­te la de esos pueblos que han perdido la fe y en el mo­mento del supremo peligro se ven faltos de aquella alma crist iana que fué impulso de resurrección y de vida en nuestro glorioso Movimiento Nacional.

"¡Qué trágico trabajo de Sisifo —exclama el Cardenal Pacelli— el pretender la restauración del orden, de la Justicia y de la felicidad terrenos en el olvido o la ne­gación misma de las relaciones esenciales y fundamen­ta les!"

El maravilloso discurso del Cardenal Pacelli —añade— va tocando ya a su término. Y aquí encuentro unas alentadoras palabras que. esas sí, sobre todas, me pare­cen apropiadas a vosotros como si hubieran sido escritas para infundir en vuestros cristianos corazones todo el ar­dor, toda la enégica actividad que necesitáis para llevar a cabo la Cruzada a que os consagráis para bien de Es­paña:

" E n las horas de crisis es cuando se puede formar j u i ­cio "del corazón y del-carácter de los hombres, de los va­lientes y de los pusilánimes."

"Estamos en una hora de crisis. A la vista de un mun­do que vuelve la espalda a la Cruz de Dios crucificado y Redentor, de un mundo que abandona las fuentes de agua viva por el fango de las cisternas contaminadas; a la vista de los adversarios, cuya fuerza y orgulloso desa­fío no ceden en nada al del Goliat de la Biblia, los pu­silánimes pueden gemir de antemano por su inolvidable derrota; pero los valientes, esos saludan en la lucha la aurora de la v ic tor ia ; saben muy bien que son débiles, pero también saben que Dios, fuerte y poderoso, se com­place en escoger la debilidad para confundir la fuerza de sus enemigos." ¡Para vencer, orad, amad, v ig i lad!

Y termina con ferviente plegaria a Nuestra Señora, de la cual entresaco tan sólo unas líneas, que contrastan fielmente el estado del mundo y, desgraciadamente, el de nuestra España, en la que también el problema social t iene que ser resuelto y también los llamados por Dios a resolverlo, es decir, los suyos, se dividen por cuestio­nes secundarias. "Espejo de just ic ia, Madre celestial, Se. ñora Nuestra, volved los ojos al mundo, en que los her­manos, olvidados con demasiada frecuencia de los gran­des principios y de los grandes intereses comunes, que los deberían unir , se entregan, intransigentemente, a las opiniones secundarias que los div iden; mirad los po­bres desheredados de la vida, cuyos legítimos deseos se exasperan ai fuego de la envidia, y que, a veces, persi­

guen reivindicaciones justas, pero por caminos que la just ic ia reprueba; conducirlos al orden y a la t ranqui­l idad, que es la única verdadera paz."

Ap lausos para el V i ca r i o de Cr is to

He terminado, señores Maestros. Me invitasteis" a ha­blaros, y por amor de Dios, de España, de nuestro Cau­dillo y de vosotros he venido a prestar este acto de ser­vicio. Nada mío que valiera la pena podía daros, y os he traído aquí la doctrina de la Iglesia, a la que todos amamos más cada día por ser ella lo que es en sí y por ser lo que es para defensa y salvación de nuestra Patr ia.

Y esa doctrina os la he presentado brotando de los au ­torizados labios de aquel eminentísimo Cardenal que hoy es Vicario de Cristo.

Aplaudid, fervorosamente, que vuestros aplausos son para El. Para mí sólo la confusión de no haber acertado, a despecho de mi buena voluntad, a hacerlo mejor. ¡A r r i ­ba España!"

Te leg rama de la Secre tar ía del Jefe del Estado

En la mañana del día 4 eon.inuó sus tareas el Pri­me* Consejo Nacional del S. E. M.

A las nueve de la mañana, se reunieron las Comisio­nes y Subcomisiones para el estudio de ponencias, y a las once y media lo hizo el Pleno del Consejo, bajo la presidencia del Secretario. Jefe central, camarada José Har ía Gutiérrez ü'el Castillo, quien, en primer tér­mino, dio lectura al telegrama recibido, de la Secretaría particular ale Su Excelencia el Jefe del Estado, el cual ¿ice así: «Su Excelencia Jefe Es;ado y Generalísi­mo agradece telegrama de adhesión que, en nombre afiliados le envía, con motivo iniciación tareas Primer Consejo Nacional, y envía a todo-s su saludo.»

El M i n i s t r o de Educac ión Nac iona l i naugura la Ex­

posic ión del L i b r o

A' la una se celebró la inauguración, por el Ministro, de Ed'ucac!ón Nacional, don José Ibáñez Martín, de la Exposición del Libro que el Servicio Nacional del Ma­gisterio ha organizado, con motivo de su Primer Con-, sejo Nacional, en el Círculo de Bellas Artes.

La Exposición ofrece un variado conjunto de volú­menes, con secciones dedicadas a , libros religiosos, deí Movimiento, escolares y pedagógicos. En total, figuran en la Exposición alrededor <Je 1.500 volúmenes.

i i i i i i i i i iM i i i i i t i i i i iM i i i i i i i i imimi i iMi i i iM i i i imimi i immi i i i i i i i i i i i i imMi i i imi i i i i i i f i i i

Almanaque Escolar de

"Escuela Española" para

1 9 4 3 Una hoja pa ra cada semana, 53 hermosas lámi­

nas, el Evangelio de cada domingo, fiestas religio­sas, fiestas escolares , días de -vacación, no tas úti­les, memorándum, etc. CINCO PESETAS

Ante la acogida insospechada de nuestro "Alma naque Escolar" por el Magisterio, nos hemos deci­dido a presentarle con importantes mejoras que núes tros suscriptores y amigos pueden comprobar en el del presente año.

Entre otras, encontrarán la de ir adherido a un fuer­te cartón revestido en papel imitación tela de ele gantes tonos y la de poderse acoplar, indistintamente, como mural o para mesa.

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E s c u e l a E s p a ñ o l a ' 103.

DISPOSICIONES OFICIALES Las vacantes de Direcciones de Graduadas. — El Concurso general de traslados en Navarra. — Plantillas del Magisterio en su cuarta categoría (Maestras). — Ascensos

a efectos de derechos pasivos.

BOLETINÜOFIC1AL DEL ESTADO

JUEVES, 4 DE FEBRERO DE 1943

15 DE ENERO. — O. DE LA D.

Adjudicación de pía- Se publica en el Suplemento al zas del Concurso de número 90 de ESCUELA ESPA-traslados en Navarra ÑOLA.

("B. O. del E.i' del 4 de febrero.)

SÁBADO, 6 DE FEBRERO DE 1943

2 DE FEBRERO. — O. M.

Plantillas en la cuar. Se publica en el Suplemento al ta categoría. Maestras número 90 de ESCUELA ESPA­

ÑOLA. ("B. O. del E." del 6).

LUNES, 8 DE FEBRERO D 1943

29 DE ENERO. — O. M.

Ascensos a efectos de Se publica en el Suplemento al derechos pasivos número 90 de ESCUELA ESPA­

ÑOLA. ("B. O. del E.", del 8).

MARTES 9 DE FEBRERO DE 1943

27 DE ENERO.—O. DE LA D.

Remisión de vacantes Para el debido cumplimiento de Direcciones de Gra- de lo dispuesto en el último pá-

duadas rrafo de la Orden ministerial de 13 de enero de 1942 ("Boletín

Oficial del Estado" del 18), comprensiva de las relacio-»es de Maestros y Maestras aspirantes' a cubrir Direc-cfones de Graduadas de seis o más grados, en expecta­ción de destino, con motivo del Concurso-oposición con­vocado por Orden de 13' de mayo de 1941 ("Boletín Ofi­cial del Estado" del 15),

Esta Dirección General ha resuelto que por las Sec­ciones Administrativas de Primera Enseñanza se comu­nique, en el improrrogable plazo de quince días, a par­tir de la publicación de la presente Orden en el "Bo­letín Oficial del Estado", relaciones de las plazas que de este tipo existan vacantes en las respectivas provin­cias, no reservadas al Concurso general de traslados. En ellas se incluirán, a más de las surgidas con posteriori­dad al 31 de diciembre de 1941, las que, figurantes en ¡a lista publicada con la Orden de esta Dirección General de 6 de febrero de 1942, aparecieron en el "Boletín Ofi­cial del Estado" de 8 del mismo mes, no habiendo sido cubiertas por los opositores" aprobados. Toda nueva va­cante producida después del envío por las Secciones Ad­ministrativas de las correspondientes relaciones, será co­municada telegráficamente a la Dirección General de En­señanza Primaria (Sección, de ' Provisión de Escuelas), por dichos Organismos, tan pronto como de su existen­cia tenga conocimiento.

("B. O. del E." del 9 de febrero.)

MIÉRCOLES. 10 DE FEBRERO DE 1943

29 DE ENERO. — O. M.

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas dic­taminará la fabricación de material pedagógico. (Publ i ­

cado en el Suplemento al número 91 de ESCUELA ES--PAXOIA.

("B. O. del E." del 10 de febrero),

6 DE FEBRERO. — M. O.

Plantillas del Magisterio en.su cuarta categoría (Maes­tros). — Se publica en el Suplemento al número 91 de-ESCUELA ESPAÑOLA.

("B. O. del E." del 10).

OTRAS NOTICIAS TRASLADOS POR DEPURACIÓN

Ha sido firmada una Orden ministerial, por la cual se-restablecen los traslados por depuración, que estaban, diferidos hasta 'la resolución del Concurso en trámite.

SE VA A EDIFICAR UN COLEGIO PARA HUÉRFA­NOS DEL MAGISTERIO EN C H A M A R T I N

DE LA ROSA

Acaba de adquirirse, en cerca del millón de pesetas, una amplia zona de terreno de Chamartín de la Rosa, para construir un edificio destinado a los huérfanos va­rones de padre y madre del Magisterio Nacional.

REUNIÓN DE LA JUNTA DE HUÉRFANOS

El miércoles, día 10. habrá celebrado reunión la Jun­ta de Huérfanos del Magisterio, con los Arquitectos de­signados al efecto, para resolver el concurso de ante­proyectos presentados para la construcción de un Cole­gio, en Zaragoza,- con destino a .los huérfanos del Ma­gisterio.

MISA DOMINICAL Y DE DÍAS FESTIVOS

Por la Superioridad ha sido confirmado expresamente que la obligación de asistencia colectiva a la Misa del7

domingo alcanza a todos los colegios privados, los cuales deberán realizarlo de acuerdo con los respectivos curas párrocos.

A U X I L I A R E S DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL

Se convoca a los señores opositores a plazas de Auxilia­res de Administración del Ministerio de Educación Na­cional, para que asistan a la práctica del primer ejer­cicio, que tendrá lugar en el aula magna de la Facul­tad de Derecho de la Universidad Central, el día 22 de febrero, a las cuatro de la tarde.

JUNTA PROVINCIAL DE PRIMERA ENSEÑANZA DE MADRID

Habiendo sido designada para prestar servicios en una-Escuela Nacional la Maestra aprobada en las últimas Oposiciones a ingreso en el Magisterio Nacional doña Concepción Fagoaga Gutiérrez, deberá presentarse en. esta Secretaría en el plazo reglamentario, para hacerse cargo del título extendido a su nombre.

Al igual deberá presentarse D. Herminio Caballero Ca-macho, para comunicarle el Grupo Escolar en el cual' realizará las correspondientes prácticas.

Madrid, 1? de febrero de 1943.

SOLUCIÓN A L CRUCIGRAMA

Horizontales. — a: S. — b: Reo. — c: Tenia. — d: Ves, Ríe. — e: Fin. Sra. — f: Ael. Ala. — g: Ripio. — h: Sor. i: R.

Verticales.—I: F.—II: Vía.—III: Tener.—IV: Res. Lis. V: S. B. M. Por. — VI: Oir. Air. — VII: Aislo — V i m Era. — IX: A.

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ti 04 1 1 d e f e b r e r o d e 1 9 4 3

ESCVELA SPAÑ5

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dos tomos del "Semestre Legislativo" y un "Alma­naque Escolar" para 1943.

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LA SEMANA J u e v e s 4. ESPAÑA.—El Minis t ro del T raba jo

se posesiona de la P res idenc ia del Consejo del I n s ­t i t u to Nac iona l de Prev is ión . — El Min is t ro Se­c re t a r io del P a r t i d o rec ibe en aud ienc ia de honor a los m i e m b r o s del P r i m e r Consejo Nac iona l del S. B'. M.

LA GUERRA.—Aleman ia e s t á r econs t i t uyendo el heroico Sexto Ejérc i to , que se h a sacr i f icado en S ta l ing rado .

Viernes 5. ESPAÑA.—El Minis t ro Secre ta r io del P a r t i d o sale p a r a Anda luc ía y E x t r e m a d u r a . — E n n o m b r e del Caudil lo a s i s t i r á a la coronación de la Virgen, P a t r o n a de Málaga . — Bajo la p res idenc ia del Min i s t ro de la Gobernación, se cons t i t uye el nuevo Consejo Nac iona l de Sanidad.

LA G U E R R A . — N u e v o s refuerzos rusos en la b a ­ta l la en t r e e l Don y el a l to Donetz .

Sábado 6. ESPAÑA.—Se publ ica un Decre to de la J e f a t u r a del E s t a d o n o m b r a n d o los c i n c u e n t a P r o c u r a d o r e s en Cor tes de l ibre des ignación del Caudillo. — El Vicesec re ta r io del. P a r t i d o , c a m a -r a d a Mora F igue roa , pres ide la i naugurac ión del curso de ins t rucc ión polí t ica de la Milicia Un ive r ­s i t a r ia .

LA G U E R R A . — T r o p a s a l e m a n a s an iqu i l an a los con t i ngen t e s rusos d e s e m b a r c a d o s en Novoross isk

ITALIA.—El Duce r eo rgan i za el Gobierno. Asu­me la c a r t e r a de A s u n t o s E x t e r i o r e s y cesan como Minis t ros Ciano, Grand i y Bot ta i .

Domingo 7. ESPAÑA.—Tiene lugar en Madr id la solemne c l ausu ra del P r i m e r Consejo Nac iona l del S. E . M. El Minis t ro de Educac ión p r o n u n ­cia un i m p o r t a n t e d i scursp . — Bajo la p re s iden ­cia del ca.marada Valdés , Vicesec re ta r io de Servi ­cios, se c o n m e m o r a el VI I an ive r sa r io del ac to del C inema E u r o p a y t iene lugar la imposición de Me­dal las de la Vieja Guard ia a fami l ia res de Caídos.

LA GUERRA.—Al Oes te de Oskol, hac ia Kur sk , l a lucha se - hace c a d a vez m á s dura .

Lunes 8. ESPAÑA.—El Minis t ro Secre ta r io del P a r t i d o as i s te a una Misa en la C a t e d r a l de Má­laga y pres ide la ce remon ia de la bendición del Sana tor io " F r a n c i s c o F r a n c o " .

L A GUERRA.—Un crucero , dieciséis t r a n s p o r t e s , c u a t r o veleros y va r ios barcos c i s t e rnas , hund idos por los s u b m a r i n o s a l emanes .

Mar tes 9. El Min is t ro Secre ta r io del Pa r t i do , c a m a r a d a Ar re se , p ronunc i a un i m p o r t a n t í s i m o d i scurso a n t e u n a g r a n concen t rac ión fa langis ta en Sevilla. — E n toda E s p a ñ a se c o n m e m o r a con emoción y fervor el "Día del E s t u d i a n t e Caído ." .

L A G U E R R A . — E n el sector c en t r a l del Donetz se l ibran los m á s du ros comba te s de la g r a n b a t a ­lla de invierno. — F u e r t e s reserváis a l e m a n a s e s ­t á n p r e p a r a d a s p a r a t o m a r p a r t e en la lucha.

Miércoles 10. E S P A x A . — S e convoca p a r a la f ies­ta de las L e t r a s de 1943, o rgan izada por l a Aso­ciación de la P r e n s a de Barce lona .

LA GUERRA.—Los a l e m a n e s l ibran v io lent í s imos c o m b a t e s de defensa al sur del f rente ruso .

NOTAS DEPORTIVAS DE LA SEMANA

Resu l t ados de los pa r t idos de P r i m e r a División de Liga j ugados el pasado domingo, día 7:

At lé t ico Aviación. 1; Sevilla, 0. Castel lón, 3; Ma­drid. 0. Be t i s , 0; Barcelona , 2. Zaragoza , 1; Coru-ña, 1. Oviedo, 4; Valencia , 1. Cel ta , 8; G r a n a d a , 3.

Imp. S a m a r a n : Mallorca, 4; teléfono 70806

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Madrid, 16 de febrero de 1943 *

Suplemento ai núm. 91, del 11 de febrero

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas, dirigirá la fa­bricación de material pedagógico. - Estadística científica de la organización docente nacional. - Plántulas del Magisterio en su

cuarta categoría

M I É R C O L E S , 10 DE F E B R F & O DE 1 9 4 3

29 de enero. - O. M.

El Consejo Superior de investigaciones Científicas, dirigirá ia fabricación de materia! pedagógico.

La eficacia de la enseñanza en todos sus grados, aparte ia labor fundamental del Profesorado, está íntimamente li­bada a los medios metodológicos de que se dispone, entre los cuales destaca el material científico pedagógico que liace a los alumnos más amena y asequible la disciplina cien­tífica. Pero este material no na de ser copia servil de la ex­periencia ajena, sino que precisa sea orientado por nuestros profesionales, de conformidad con la mentalidad y las necer sidades pedagógicas y culturales de nuestros alumnos.

Por otra parte, el Decreto de creación del Inst i tuto «San José de Calasanz», de Pedagogía, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, atribuye a éste el estudio e in­vestigación de ios problemas metodológicos, uno de ios cuales es, sin duda alguna, el que nos ocupa, y para cuya mejor resolución lia de buscar la colaboración de los otros Inst i tutos investigadores en sus disciplinas especificas.

Por ello, Este Ministerio dispone : ¿'rimero.—Se encomienda al Inst i tuto «San José de Ca­

lasanz», de Pedagogía, del Consejo Superior de Investiga­ciones Científicas, ia dirección de la fabricación del mate­rial científico-pedagógico, que ha de emplearse en los diver­sos Centros de enseñanza dependientes de este Ministerio.

Segundo.—Para el mejor cumplimiento de lo que se dis­pone en el número anterior, el Inst i tuto «San José de Ca­lasanz» actuará de acuerdo con los Insti tutos «Juan Se­bastián Elcano», de Geografía; «José de Acosta», de Cien­cias Naturales, y «Torres Quevedos, de Física aplicada, en *us respectivas disciplinas, sin perjuicio de extender esta colaboración a los demás Insti tutos del Consejo Superior Ae Investigaciones Científicas cuando se estime necesario.

Tercero.—Será obligatorio para todos los Centros docen­tes dependientes de este Ministerio, cuando hayan de ad­quirir material científico-pedagógico, hacerlo de entre los modelos dirigidos por el Inst i tuto «San José de Calasanz».

Cuarto.—Por este Ministerio se designará el Profesorado flue, bajo la dirección del citado Inst i tuto, ha de encar--gerse del cometido determinado en la presente Orden.

<S. O. del E. del 10 de febrero.)

30 de enero. - O. M.

Estadística científica de la organización docente nacional.

1* organización docente, para qi'.e sea eficaz y responda a las verdaderas necesidades geográficas y sociales, ha de tener una base estadística, no como simple acumulación *e datos, sino como estudio científico de los mismos, y para que, siguiendo las normas de la Estadística matemá­tica aplicada a los problemas de la educación, lleguen a establecerse las leyes a que obedecen y las correlaciones que permitan deducir las causas y, en consecuencia, poder apli-oar las soluciones.

Y puesto qtie el Decreto de creación del Inst i tuto «San José de Calasanz», del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, atribuye a éste la tarea de investigar sobre la

organización docente y cuantos problemas estén ligados a la educación nacional, parece lo más Indicado asignarle esta labor, que ha de realizar desde el punto de vista pura­mente investigador, y en su virtud.

Este Ministerio ha tenido á bien disponer : Primero.—Se encomienda al Inst i tuto «San José de Cala­

sanz», del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el estudio, sobre una base de estadística científica, de la organización docente y pedagógica española.

Segundo.—Todos los Centros docentes y organismos de­pendientes de este Departamento ministerial o por él auto­rizados para la enseña,nza estarán obligados a colaborar «on el Inst i tuto «San José de Calasanz» en la labor ante­dicha, atendiendo cuantas indicaciones y peticiones de da­tos estadísticos solicite el citado Inst i tuto.

(B. O. del E. del 10 de febrero.)

6 de febrero. - O. AA.

Plantillas del Magisterio en su cuarta categoría (Maestros).

(El primer número de cada nombre pertenece al escala­fón, y el segundo, a la categoría.)

En ejecución de la Ley de Presupuestos para el ejercicio económico del año en curso, aprobada e» 12 de enero del corriente año (B. O. del E. del 19), y de acuerdo con los créditos figurados en el capítulo primero, artículo primero del correspondiente a este Departamento, como aplicación de las nuevas plantillas del personal del Magisterio Nacio­nal Primario, a propuesta de la Comisión Especial de Es­calafones,

Este Ministerio ha resuelto : I.» Considerar comprendidos en la categoría cuarta del

escalafón general del Magisterio, con el sueldo de 9.600 pe­setas anuales, consignado a la misma, según la nueva plan­tilla aprobada en la citada Ley de Presupuestos, los siguien­tes Maestros que en la actualidad se hallan en el disfrute del mencionado sueldo :

383. 1. Don Juan Gelart Torres (Cádiz).—407. 2. Constan­tino Gómez de S. y Robres (Zaragoza).—4-09. 3. Gonzalo Junquera Lucas (Valladolid).—430. 4. Francisco García Ló­pez (Huelva).—432. 5. Eduardo Martínez Gracia (Murcia).— 442. 6. Pedro María Pueyo García (Coruña).—443. 7. Juan Salamero Amat (Barcelona).—444. 8. Felipe Cacho • Péi'ez (Logroño).—453. 9. Celso Parragués Alonso (Ciudad Real).— 454.—10. Fernando Mónico Sacristán (Madrid). — 456. 11. Manuel López Ruiz (Córdoba).—457. 12. Antonio Monzón Agustín (Murcia).—465. 13. José Rodríguez Hernández (Se­villa).—479. 14. Pedro Malulos Blanco (La Coruña).—480. 15. José J. Vera García (Sevilla).—481. 16. Amador Gallardo Serrano (Sevilla).—482. 17. Francisco Varo Navarro (Córdo­ba).—491. 18. José Gabriel Sánchez Román (Cáceres).—492. 19. Cándido Tomás Sánchez (Valencia).—493. 20. Francisco Bravo Molina (Córdoba).

494. 21. Don Antonio Monforte Pastor (Valencia).—507. 22. Ernesto García Rodríguez (Sevilla).—509. 23. Emilio Aguilar Honorato (Sevilla).—520. 24. Pablo José Talayero Olite (Zaragoza).—521. 25. Emilio Gazapo Abelló (Madrid). 522. 26. Julio Sánchez López (Madrid).—523. 27. Francisco J. Talón Martínez (Valencia).—525. 28. Manfredo Monforte Raga (Valencia).—526. 29. Antonio Vera Soria (Zaragoza).— 528. 30. Decoroso Villar Bueno (Madrid).—532. 31. Ricardo Vecino López (Valencia).—534. 32. Enrique Estefanía Jimé­nez (Madrid).—535. 33. Alejandro Ganuzas Sáenz (Logro­ño).—536. 34. Salvador Ruso González (Alicante).—547. 35.

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26 (Sup.) 1 6 d e f e b r e r o d e 1 9 4 3

Julián Ramos Cufiado (Valladolid).—588. 36. Juan Tam-parillas Esteban (Zaragoza).—591. 37. Celedonio Villa Te­jederas (Sevilla).—604. 38. Pablo Esteban Sánchez (Madrid). 605. 39. Manuel Va Rica (Madrid).—607. 40. Andrés de Francisco Amigó (Madrid).

608. 41. Den Julián >il Alvares-, (ValladaBd).—609. 42. José Hevia Gutiérrez (Oviedo).—gis. 43. Juan de la D. Guillen (Madrid).—611. 44. Dionisio Garijo Royo (MaCli,.—«12. 45. Santiago Díaz Recarte (Vizcaya).—613. 46. José Martos re i ­nado (Madrid).—616. 47. César Castañón Juan (Madrid).— 618. 48. Aurelio Aparicio Arenillas (Madrid).—619. 49. Va­lerio Burillo Bergés (Madrid).—620. 50. Eusebio Sarasa San Román (Zaragoza).—622. 5i. José Lasheras Miranda (Zara­goza).—624. 52. Antonio Valero García (Guadalajara).—625. 53. José López y López (Madrid).—626. 54. Francisco Ar-bolsea F. de Esquide (Navarra).—629. 55. Manuel Castelao Azores (Cáceres).—632. 56. Manuel Villanueva Albert (Va­lencia).—635. 57. Federico Carabella Castell (Castellón).— 647. 58. José Ribot Dalmáu (Barcelona).—657. 59. Leonardo Hernáiz Clavijo (Logroño).—659. 60. Juan José García Gon­zález (Madrid).

661. 61. Don Antonio Montolíu Górriz (Barcelona).—663. 62. Regino Saldaña Arconada (Madrid).—665. 63. Félix Cal­vo Pérez (Lérida).—668. 64. Ignacio Buil López (Alicante).— 674. 65. Enrique Ugedo Berges (Madrid).—681. 66. Salvador Martínez Ludefia (Valencia).—684. 67. Mariano Alonso Gó­mez (Valladolid).—687. 68. Jesús Rodríguez Fernández (Sa­lamanca).—691. 69. Juan José Mir Valles (Murcia).—695. 70. Pedro González Díaz (Madrid).—897. 71. José Taibol Gar­cía (Orense).—702. 72. Nicolás del Río Castelo (Corana).— 703. 73. Andrés Alderete Olóriz (Barcelona).—704. 74. Nico­lás Pérez Bosquet (Almería).—709. 75. José Llórente Gutié­rrez (Málaga).—719. 76. Samuel Baltés Bailón (Madrid).— 720. 77. Enrique Grau Fortseré (Barcelona).—726. 78. Pri­mo de Miguel Garrido (Avila).—727. 79. Antonio Araoz An-t f e s z (Ciudad Real).—730. 80. Abdón Alonso Sánchez (Sa­lamanca).

732. 81 Don Rómulo González Cabrera (Avila).—738. 82. Cristiniano Echevarría Ratibel (Navarra).—739. 83. Urbano Blasco Ezender (Oviedo).—745. 84. Ildefonso Maestre Nava­rro (Córdoba).—747. 85. Miguel del Barco Mazón (Badajoz). 756. 86. Manuel Godoy Caballero (Jaén).—765. 87. José Ma­ría Carrión Griñáu (Valencia).—767. 88. Ricardo José López del Moral <Madrid).—769. 89. Pedro Muñoz Molleja (Cór­doba).—771. 90. Alberto Cambronera Prat (Albacete).—774. 91. Pedro Escudero Herrera (Valladolid).—777. 92. Ladislao Herrera Ruiz (Valladolid).—781. 93. Dionisio Pastells Cam­pos (Barcelona).—782. 94. Isidoro Aros Juvé (Barcelona).— 785. 95. José Domínguez Guerra (Zamora).—786. 96. Casia­no Fernández Lorenzo (Toledo).—787. 97. Agapito Eloy Leí-fier Acosta (Zamora),—788. 98. Enrique Pájaro Rodríguez (Badajoz).—789. 99. Antonio Mampaso Pérez (Madrid).—790. 100. Juan Blanco Redondo (Cáceres).

794. 101. Don Eduardo Sánchez López (Madrid). — 798. 102. Antonio Blanco Vázquez (Coruña).—797. 103. José Fe-rrándiz Simó (Valencia).—801. 104. José Guerrero Martín (Córdoba).—803. 105. José Qutrós García (Valencia).—804. 106. Ramón Martínez González (Almería).—809. 107. Esdras Miguel Cortés Agustín (Zaragoza).—810. 108. Juan Manuel Ortiz González (Málaga).—812. 109. Manuel Fernández Pé­rez (Granada).—817. 110. Manuel Salazar Benavides (Sevi­lla).—821. 111. Jerónimo Sastre (Madrid).—822. 112. Gabriel Ramos González (Segovia).—823. 113. Teodoro Aparicio Men­dos (Oviedo).—324. 114. Mateo Hernández Pérez (Vizcaya). 825. 115. Demetrio Barrera González (Huelva). — 826. 116. Diego Fernández Moreda y Pérez (Vizcaya).—828. 117. Cayo Molinero Olalla (Burgos).—829. 118. Luis Fernández Mon­tero (Valladolid).—830. 119. Simeón Merino Tapia (Santan­der).—831. 120. Eustaauío Ojeado Castro (Oviedo).

836. 121. Don Melquíades Pinedo Caballero (Santander).— 841. 122. Laureano Sáinz Rasines-Pereda (Burgos). — 343. 123. Lorenzo Salancva de Pablo (Zaragoza).—844. 124. Mi­guel Córdoba Acosta (Málaga).—847. 125. Bernardino Ruiz de Zarate Laca (Madrid).—851. 126. Vicente Vidal Torres (Valencia).—855. 127. Joaquín Selma Fontanet (Castellón). 858. 128. Teodoro Delgado Palao (Zamora).—859. 129. Agus­t ín Aboy Hernández (Salamanca).—860. 130. Francisco Pau­la Navarro Blasco (Valencia).—862. 131. Benigno Fernández Escamilla (Cáceres).—865. 132. Eugenio Moreno Rodríguez (Cáceres).—867. 133. Elias Molíns Lorenzo (Castellón).—868. 134. Victoriano Andrés Roche (Zaragoza).—870. 135. Rafael Rodríguez Otero (Salamanca).—871. 138. Francisco Sánchez Solís (Cáceres).—872. 137. Plácido Pasamar Sangüesa (Zara­goza).—877. 138. Tadeo Martín Ángulo (Salamanca).—878. 139. Jaime Costa Simó (Valencia).—881. 140. Juan Antonio Antequera Cornejo (Avila).

886. 141. Don Claudio Polvorosa Martínez (Valladolid).— S87. 142. Dionisio Ríos Rubio (Valencia).—£89. 143. Srancis-co García Carrera (Valladolid).-—890. 144. Ricardo Escobar Rodríguez (Segovia).—892. 145. Arcadio Ponte Briguó (Bar­celona).—896. 146. José Nadal Gadea (Alicante).—901. 147. Salomé Benito Morata (Toledo).—902. 148. Alejandro Gar­cía Hernando (Guadalajara).-—904. 149. Rafael Rodríguez Cano (Sevilla).—907. 150. José Navarro Espinosa (Murcia). 909. 151. Pedro Casteñs Batllé (Gerona).—910. 152. Francis­co Sánchez de Novaro (Gerona).—912. 153. Marcelino .TJgalde Barriocanal (Vizcaya).—915. 154. Esteban Gramullaque Sán­chez (Toledo). — 916. 155. Juan B. Herminio Sanz Cano (Cuenca).—921. 156. Santiago Marcos Tejedor (Vizcaya).— 925. 157. Bartolomé Esteva Salva (Baleares).—926. 158. Juan Socías Bemasar (Baleares).—928. 159. Emilio Nieto Muro (Orense). — 930. 160. Francisco D. Climent Pastor (Va­lencia).

932. 161. Don Fernando Sómez Tirado (Ciudad Real*.— 937. 162. Arturo López Nv^iez (Lug¡;!.—939. 163. And-,"-, ixl»-ra Perelló (Baleares).—940. 164. C':.ndido Rodriguen j Ro­dríguez (La Coruña).—942. 165. Mamjiíl v./lsioa Guinea (Sevilla).—943. 166. Leoncio Cortés Corasro (Valencia).—9tt. 167. Policarpo Domínguez Martin (Jaén).—947. 168. Benito Jordáa Ponce (Sevilla).—848. 169. Felipe García Gil-Alb*. (Córdoba).—94°. 1-TQ. Manuel Losada García (Sevilla).—350. 171. Tomás ue Sola Luque (Sevilla).—951. 172.. Jaime Cid Fernández (Pontevedra).—952. 173. Pedro Manuel Gordlll» Bordallo (Badajoz).—953. 174. Juan García Várela Escós (Granada).—955. 175. Sebastián Urbano Vázquez (Huelvaj. 956. 176. Fernando García y García (Sevilla).—957. 177. Ma­nuel Lema Morales (Huelva).'—989. 178. Adolfo Sánchez y Sánchez (Cádiz).—960. 179. Desiderio López Velicia (Sego­via).—963. 180. Ladislao Bachiller García (Valladolid).

964. 181. Don Antonio Moreno Garrido (Huelva).—967. 182. Ricardo Repiso Caldut (Badajoz).—969. 183. Emilio José León Urrea Arce (Albacete).—374. 184. Enrique Sánchez Pi­zarra (Huelva).—978. 185. Tomás Llombart Nogueres (Va­lencia).—980. 186. José Vives Jover (Alicante).—981. 187. Vi­cente Figuerola de San Vito (Valencia).—982. 188. Gabriel Torras Tomasa (Barcelona).—983. 189. Fernando Martines Rodríguez (Lugo).—984. 190. Ernesto Balanzart Castro (Mur­cia).—985. 191. José Pueyo García (Pontevedra).—986. 192. Justo Ternero Moreno (Huelva).—987. 193. Francisco Rodrí­guez Bernal (Castellón).—989. 194. Luis Gutiérrez Sanz (Ma­drid).-—990. 195. Francisco Vázquez del Barco (Granada).— 992. 196. Antolín Vidal Montana (Barcelona).—993. 197. Ra­miro Calavia Blasco (Madrid).—995. 198. José César Rodrí­guez (Madrid).—996. 199. Hilario Gracia Andréu (Barcelo­na).—897. 200. Jesús Llorca Radal (Madrid).

1.000. 201. Don Miguel Jiménez Martín (Granada).—1.002. 202. Ramón Ramia Güeros (Valencia).—1.004. 203. Francis­co García Almería (Madrid).—1.006. 204. Manuel Bertolía Peña (Valencia). — 1.008. 205. Jesús Las He2-as Minguen* (Lérida).-—1.010. 206. José María López Gacho (Castellón).— 1.011. 207. Marcos Grachín Barbanoj (Zaragoza). — 1.012. 208. Baudilio Arce Arce (Oviedo).—1.013. 209. Marino Zafo­ras Román (Madrid).—1.015. 210. Alberto Gil Pérez (Ma­drid).—1.016. 211. Andrés Morías Giner (Vizcaya).—1.019. 212. Casto Antón Gil (Guadalajara).—1.022. 213. Primitivo Camarero de la Torre (Madrid).—1.026. 214. José Gras Ba-surto (Barcelona).—1.027. 215. Pedro Pino López (Guipúz­coa).—1.030. 218. Nicolás Rodríguez Pollán (Barcelona).— 1.031. 217. Manuel Fernández Clemente (Cáceres). —1.032. 218. Juan del Río Martín (Avila).—1.033. 219. Conrado Prat Fábregas (Barcelona).—1.034. 220. Hlginio González de B. García (Toledo).—1.036. 221. José Díaz Alejo Alvarez de Lara (Madrid). —1.037. 222. Juan Ramón Córdoba Acosta (Madrid).

2.o Que asciendan a la categoría cuarta y sueldo de 9.608 pesetas anuales los siguientes Maestros que a cont inuados se expresan, completando así las 455 dotaciones consignadas en Presupuesto para dicha categoría:

1.040. 223. Don Manuel Hernández Hernández (Madrid). 1.041. 224. Enrique Rodríguez García (Oviedo).—1.043. 225. Vicente Jimeno Paláu (Valencia).—1.044. 226. Lorenzo Sal­vador Sapena (Valencia).—1.046. 227. Juan Padilla Fernán­dez (Málaga).—1.048. 228. Francisco Antonio Calvo Flore» (Granada). — 1.049. 229. Juan COntreras Rubio (Jaén).— 1.050. 230. Francisco Romero Zurita (Granada).—1.053. 231. José Duacastella Poch (Barcelona).—1.055. 232. Marcelo Ga­go Rodríguez (Oviedo).—1.056. 233. Augurio Ochoa y Cerro (Valladolid).-—1.057. 234. Joaquín Navarro Rebullida (Gero­na).—1.059. 235. José Marqués Latorre (Zaragoza).—1.061. 236. Victoriano M. Casedas García (Zaragoza).—1.062. 237. Esteban Vendrell Romero (Barcelona).—1.063. 238. José Sa-baté Perelló (Tarragona).—1.064. 239. Vicente Solé Monta­na (Barcelona). — 1.066. 240. Tomás Navarro Trigo (Za­ragoza).

1.087. 241. Don Ricardo Ríus Dalmáu (Gerona). —1.068. 242. Juan Constanti Anguera (Barcelona).—1.069. 243. Ma­riano Lachen Lafarga (Vizcaya).—1.071. 244. Jaime Rosell* Babiloni (Baleares).—1.072. 245. José Sorigué Vilaseca (Lé­rida).—1.073. 246. Diego Pérez Vélez (Cádiz).—1.074. 247. An­tonio Pulido Molina (Badajoz).—1.077. 248. Rafael Ruiz So­ler , (Córdoba).—1.079. 249. Victoriano García López Navas (Cádiz).—1.080. 250. Leoncio Toves Sánchez (Valladolid).— 1.083. 251. Isidro Blanco Escribano (Madrid). —1.084. 252. Segundo Gallego González (Oviedo),—1.085. 253. Pablo Gar­cía Garrido (Cáceres).—1.086. 254. Ramón Díaz Rodrigo (Ciu­dad Real).—1.087. 255. Juan Ildefonso Medel González (Gua­dalajara).—1.088. 256. Mariano Alcañiz Sáiz (Cuenca).—1.089. 257. Sixto Luna González (Cuenca). —1.090. 258. Ignacio Barba Sanz (Segovia).—1.091. 259. Gabriel Rivera García (Cáceres).—1.092. 260. Manuel Muñoz de Morales (Ciudad Real).

1.093. 261. Don Ginés Rubio García (Murcia).—1.096. 262. Amadeo Malmenéu Mestre (Castellón).—1.097. 263. Cristó­bal Galiana Zaragoza' (Alicante).—1.098. 264. Matías Tejero García (Badajoz).—1.101. 265. Ángel Rafael González Gon-zálvez (Valladolid).—1.102. 266. Juan Plaza Mediavilla (Pa­tencia). —1.105. 267. José María Ruiz Lasa (Valencia).— 1.107. 268. Sebastián Sanjoaquin Arnedo (Huesca).—1.108. 269. Constantino Pemán Otal (Zaragoza).—1.109. 270. Ale-Sandro Pascual Ruiz García (Valencia). —1.111. 271. Rai­mundo Villanueva Freiré (Granada).—1.112. 272. Román García Gárate (Zaragoza).—1.113. 273. Manuel García Gas­tón (Lérida).—1.115. 274. Francisco Martín Mor (Valencia). 1.117. 275. José Recio Sánchez (Madrid).—1.119. 276. Gabriel Zato Vicente (Salamanca).—1.121. 277. Sebastián González Bellido (Zamora).—1.122. 278. Rafael Eguiluz Victoriano

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E s c u e l a E s p a ñ o l a (S»p.) 2?

(Guipúzcoa).—1.125. 279. Tomás Albert Silla (Valencia).— 1 127 280. Julio Mateos Serrano (Salamanca).

' 1 ISO 281. Don Antonio Ortega Campos (Granada).—1.134. 282 Joaquín José Pérez Rodríguez (Málaga). —1.135. 283. Antonio Deva'que Barea (Almería). —1.137. 284. Juan M. Bautista Monterreal (Jaén). —1.139. 285. Manuel Jiménez Cachón (Guipúzcoa).—1.141. 286. Eustaquio Roig Luna (Ba­dajoz) —1.143. 2B7. Víctor I. . juran Gordillo (Córdoba).— 1 145 288. Eugenio Moltó Seguí (Málaga);—1.147. 289. Fe­derico Yudego Albo (Tarragona).—1.148. 290. Alberto Alva-rez Domínguez (Cfdiz).-—1.150. 291. Antonio González No­vas (Pontevedra). - 1.151. 292. José Santiago Pro y Blas (Lugo). — 1.152. Z-4. Antonio Farto Bravo (Pontevedra).— 1 153. 294. Masías Mier Roig (Santander).—1.155. 295. Igna­cio Quintana García (Las Palmas).—1.156. 296. Luis Rodrí­guez Salcedo (Córdoba).—1.163. 297. José Pía Romaní Ele­na (Barcelona).—1.164. 298. Santiago Ondatra Aguírre (Viz­caya).—1.165. 299. Ulpiano Lorenzo San Román (Zamora).— 1 166. 300. Francisco Lozano Degea (Badajoz).

1.167. 301. Don Ramón Otero Blanch (Barcelona).—1.168. S02. Ignacio Yurrita Aramburu (Guipúzcoa). — 1.169. 303. Zacarías Miguel López (Valladolid).—1.171. 304. Juan Ma­nuel López Hernández (Valladolid).—1.173. 305. José Ribal Cabré (Lérida).—1.175. 306. Agustín García Navarro (Za­mora).—1.176. 307. Mariano Domíngtiez Molinero (Zamora). 1 178 303. Alejandro López de Sena (Sevilla).—1.179. 309. Emilio Sangenís Usó (Barcelona).—1.180. 310. Antonio Lon­go Borrego (Madrid).—1.182. 311. Bernardino Zuazo Arenas (Córdoba).—1.185. 312. Erasmo San Martín González (Gui­púzcoa).—1.187. 313. Francisco Benedicto Barea (Valencia!. 1.188. 314. Esteban Amigó Rojals (Tarragona).—1.190. 31o. José María Albar Ingalaturre (Valencia).—1.191. 316. José Amado Juan Tomás (Zaragoza).—1.193. 317. Rafael Jiménez Muñoz (Zaragoza). — 1.194. 318. Francisco Sabalía Martín (Jaén)—1.195. 319. Máximo Marín Martínez (Cádiz).—1.19S. 320. José María Pascual (Zaragoza).

1.199. 321. Don Emilio Cascón Zurinaga (Tarragona).— 1 200. 322. Atilano Díaz Ruiz (Álava).—1.203. 323. Fernando A. Guijarro Cuevas (Murcia).—1.204. 324. Leovigildo Aguí­rre S. Miguel (Valencia).—1.206. 325. Manuel Figalat Morant (Valencia).—1.207. 326. José Orlóla Duato (Valencia).—1.210. 327. Julio Valero Sarrasí (Cuenca).—1.213. 328. Juan de Mata Salvador Toquero (Guadalajara). — 1.214. 329. José Ruiz Sánchez (Madrid).—1.215. 330. José María Muriel Li­nares (Córdoba).—1.217. 331. Pedro Muñoz Rodríguez (Jaén). 1.218. 332. José Castillo Puerta (Granada).—1.219. 333. Án­gel Díaz Picón (Almería).—1.221. 334. Demetrio Gil Boix (Valencia).—1.224. 335. José Villegas Mingorance (Málaga). 1.225. 336. Jacinto Trincado Fernández (Madrid). —1.226. 337. Luis Matute Martínez (Madrid).—1.227. 338. César Mar­tínez Espinosa (Sevilla).—1.229. 339. José María Andrés y Andrés (Zaragoza).—1.230. 340. Antonio Varjas Joya (Cádiz).

1.231. 341. Don Fernando Serra Molíns (Barcelona).— 1.232. 342. Jaime Bech Rotllán (Barcelona).—1.233. 343. An­tonio Gal vez Pérez (Cádiz).—1.234. 344. Baldomero Balot Villar (Barcelona). — 1.236. 345. Rafael Cervera Ferreres (Córdoba).—1.237. 346. Francisco Arias Abad (Jaén).—1.238. 347. Remigio Sáez Soler (Valencia).—1.240. 348. Pascual To-xrent Fernández (Valencia).—1.241. 349. Enrique Cassasas Cantó (Barcelona).—1.243. 350. Francisco Martínez Morales (Valencia).—1.244. 351. Ángel Navarro Causapé (Vizcaya).— 1.248. 352. Clarencio Maceda López (Madrid).—1.249. 353. Francisco Catena García (Málaga).—1.251. 354. Pedro Oros Serrano (Zaragoza).—1.253. 355. Francisco Sánchez Claro (Madrid).—1.254. 356, Constantino Ibáñez Rojo (Vizcaya).— 1.255. 357. Fortunato D. Pérez de Albéniz (Logroño).—1.256. S58. Ángel Perrero Anón (Zaragoza).-—1.257. 359. Marcelino Juan García (Salamanca). — 1.258. 360. Cipriano Calzada Martínez (Santander).

1.260. 361. Ángel Lalinde Poyo (Zaragoza).—1.261. 362. Leonardo Carreras Liñana (Valencia).—1.262. 363. Manuel Gómez Gutiéi-rez (Málaga).—1.264. 364. Juan Pedro Redrue-11o López (Madrid).—1.265. 365. Ricardo Zarzuelo Espinel (Madrid).—1.266. 366. Cándido Blanco González (Madrid).— 1.287. 367. Teodoro Romanillos Chicharro (Madrid).—1.268. 368. Diego Vázquez Otero (Málaga).—1.269. 369. José Olme­do López (Granada).—1.270. 370. Pedro Cabrera Martínez (Jaén).—1.271. 371. Manuel Martínez López (Jaén).—1.274. 372. Manuel Molina Pozo (Jaén).—1.275. 373. Andrés Man­zano Castro (Madrid).—1.277. 374. Gabriel Moratalla Moya (Granada).—1.280. 375. Avelino Claudio Villalonga (Valen­cia).—1.282. 376. Diego Sevilla Sánchez (Valencia). — 1.283. 377. Ricardo Llorca Lloret (Alicante).—1.284. 378. Fernando Pastor Guitart (Valencia).—1.285. 379. Enrique Rubio To­rres (Valencia).—1.286. 380. Julio Ruiz Velasco (Huesca).

1.287. 381. Don Antonio Blanes Pava (Guadalajara).— 1.288. 382. Dionisio González Paucot (Vizcaya).—1.289. 383. Luis Ignacio Santos Echeveste (Guipúzcoa).—1.290. 384. Ata-nasio Aracama Aguirre (Guipúzcoa).—1.293. 385. Manuel Gar­cía Pérez Rico (Córdoba).—1.294. 386. Rafael Centeno Cres­po (Madrid).—1.295. 387. Ciro Egido Maza (Cuenca).—1.298. 388. Miguel Martínez Laudel (Huesca).—1.300. 389. Joaquín Madrid Llamas (Zamora).—1.302. 390. Juan Sánchez López (Valladolid).—1.303. 391. Fernando Sánchez García (Guipúz­coa).—1.304. 392. Justo Germán Baltés Bailón (Madrid).— 1.306. 393. Cándido Bajón Revilla (Vizcaya).—1.307. 394. An­drés Ferrer Ginard (Baleares).—1.309. 395. Ángel Martin Ro­dríguez (Madrid).—1.310. 396. Manuel Madriles Cases (Mur­cia).—1.312. 397. Lázaro Blanco López (La Corufia).—1.313. 398. José Pampín Pomar (La Coruña).—1.314. 399. Enrique Correa Alvarez (Lugo).—1.315. 400. Laureano López y López (Pontevedra).

1.316. 401. Don José Rey González (Pontevedra).—1.317.

402. Federico González y González (Orense).—1.319. 403. Pa­tricio Bozalongo Tobía (Logroño».—1.32.'.'. •<«. Julián LorenT» Blasco (Zaragoza).—1.321. 405. Luis Alonso Batlle ¡Coraooisf. 1.322. 406. Manuel Ugedo Semper (Barcelona).—1.323. 407. Ignacio Gallego Salas, siéndole de aplicación la Orden minis­terial de 25 de noviembre de 1940 (Cuenca).—1.324. 408. Aquilino Hernández Sarasa (Madrid).—1.326. 409. Antoni» Galve Pascual (Avila).—1.329. 410. Ignacio Ayuba Soriano (Zaragoza).—1.331. 411. Sebastián Delgado López (Granada). 1.333. 412. Andrés M. Capdevlla Gracia (Zaragoza).—1.334. 413. Juan Francisco Monzón Agustín (Teruel).—1.335. 414. Jorge Díaz Recarte (Alicante).—1.336. 415. Manuel Gaspar Lacruz (Valencia).—1.337. 416. Felipe Fernández Gonzáles (Madrid).—1.338. 417. José Sánchez Galán (Córdoba).—1.341. 418. Alberto Salazar Benavides (Sevilla).—1.345. 419. Gabriel Bartolomé Herrera (Zamora).—1.347. 420. Miguel Gil Liarts (Soria).

1.349. 421. Don José Les y Conde (Navarra).—1.350. 422. Aparicio Jane Vila (Barcelona).—1.351. 423. Francisco A. de Milla Alonso (Sevilla).—1.352. 424. Juan Maldonado Várela (Sevilla).—1.354. 425. José Valencia Ruiz (Cádiz).—1.335. 426. José Luis Martínez Jiménez (Cádiz).—1.356. 427. Celestina Montoto Suárez (Oviedo).—1.358. 428. Manuel Gil Galas (Cádiz).—1.360. 429. Florencio Herrero Hernández (Zamora). 1.362. 430. Salvador Ruiz López (Málaga).—1.363. 431. Manuel Martínez Afión (Málaga).—1.365. 432. Nicomedes Gordill» Esteban (León).—1.366. 433. Evaristo Arrayas Mariano (HueJ-va).—1.368. 434. Jesús Esteban Moran (Vizcaya).—1.369. 435. Toribio Sánchez Patino (Salamanca).—1.370. 436. Francisc» Guerra Díaz (Badajoz).—1.373. 437. Marino Rodríguez Sáena (Guipúzcoa).—1.375. 438. Vicente Comas Roe (Castellón).— 1.377. 439. Isidro Joaquín Hernández Ruiz (Madrid).—1.379. 440. Andrés Cortés Agustín (Madrid).

1.380. 441. Don Lorenzo Ferrer Aparicio (Madrid).—1.385. 442. Francisco Martínez Hernández (Alicante).—1.338. 443. Arturo de Castro Peces (Madrid).—1.387. 444. Pedro Gabriel del Río Márquez (Toledo).—1.339. 445. Agustín Sin Pueyo (Santander).—1.390. 446. Ernesto Pérez Delgado (Madrid).— 1.391. 447. Agustín Lloréns Prat (Barcelona).—1.394. 448. José Serra Molíns (Burgos).—1.396. 449. Juan Pedro Jiménez González (Cuenca). — 1.397. 450. Nicanor Andrés Asensi» (Zaragoza).—1.398. 451. Isidro Macáu Teixidor (Barcelona).— 1.401. 452. Federico Juan Segarra Gráu (Tarragona).—1.40E. 453. Valentín González López (Madrid).—1.407. 454. Antonio González Escalada (Oviedo).—1.408. 455. Eugenio Gómez San Martin (Ciudad Real).

3.o Las Secciones Administrativas de Primera Enseñanza extenderán los nuevos títulos administrativos de los Maes­tros ascendidos a quienes se refiere la presente Orden, coa. efectos económicos y administrativos de primero de enera del corriente año y hasta la fecha del cese, en su caso, para aquellos que hubieren causado baja con posterioridad a la citada.

4.» Las Secciones Administrativas de Primera Enseñanza comunicarán telegráficamente con urgencia a la Dirección General de Primera Enseñanza (Sección de Escalafones) las observaciones que estimen pertinentes, basadas en fundamen­tos legales, si a ello hubiere lugar, o el parte negativo ea su caso.

(B. O. del E. del 10 de febrero.)

S Á B A D O , 2 3 DE E N E R O D E 1 9 4 3

9 de enero. - O. M.

E s c u e l a s N o r m a l e s Vacante una dotación de la tercera categoría escalafons.1

del Profesorado numerario femenino de Escuelas Normales por fallecimiento de doña Eustaquia Delgado Montañés, Pro­fesora de la Normal de Badajoz, el día 26 de diciembre de 1942,

Este Ministerio acuerda dar la oportuna corrida de esca­las, con efectos económicos y escalafonales del día 26 de di­ciembre de 1942, y, en su consecuencia, pasan : a la tercer», categoría, con 16.000 pesetas anuales de sueldo, doña Car­men Raposo González; de la Normal de Barcelona; a la cuar­ta categoría, con 14.400 pesetas anuales . de sueldo, doña Asunción Navarro Gárate, de la Normal de Vizcaya; a la quinta categoría, con 13.200 pesetas anuales de sueldo, don* Pilar Barberán y Tros de Ilarduya, de la Normal de Madrid; a. la sexta categoría, con 12.000 pesetas anuales de sueldo, doña Ernestina E. Otero Sestelo, de la Normal de Orense; a la séptima categoría, con 10.600 pesetas anuales de sueldo, doña María Valdés San Martín, de la Normal de Vizcaya; a la octava categoría, con 9.600 pesetas anuales de sueldo, doña Aurora Prado Mazas, de la Normal de Zamora: a la novena categoría, con 8.400 pesetas de sueldo anuales, doña Mercedes Sanz Miedos, reingresada en 27 de octubre de 1942 en virtud de resolución de expediente depurando su con­ducta política.

(B. O. del 23 de enero.)

f 6 de octubre. - O. íh.

Cruz de Alfonso X el Sabio En virtud de expediente promovido de conformidad co»

lo dispuesto en el artículo quinto de la Orden de 11 de abrS ds 1939, y en atención a los méritos que concurren en doña Rosa Buján de Castro,

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26 ®»fl 16 d e f e b r e r o «le 19 4 3

Este Ministerio ha tenido a bien concederle el ingreso en M Orden Civil de Alfonso X el Sabio con la categoría de « m í .

(B. O. del 25 de enero.)

Bn virtud de expediente promovido de conformidad con lo dispuesto en el articulo quinto de la Orden de 11 de abril «te 1939, y en atención a loa méritos que concurren en don Marcelino Pedreira y Fernándes,

Este Ministerio ha tenido a bien concederle el ingreso en Sa Orden Civil de Alfonso X el Sabio con la categoría de

(B. O. del 23 de enero.)

J U N E S , 1 DE F E B R E R O DE 1 9 4 3

13 de enere. - O. M.

Subvención para viviendas de Maestros

Visto el expediente incoado por el Ayuntamiento de Mo­cejón (Toledo), solicitando subvención del Estado para coas-iruir directamente en dicha localidad un edificio con destino a seis viviendas para los Maestros;

Resultando aue la Oficina técnica de Construcción de Es­cuelas ha informado favorablemente el proyecto, redactado »or los arquitectos don Luis García de la Rasilla y Navarro Reverter y don Arístides Fernández Vallespín,

Considerando que con arreglo a lo prevenido en los artícu­los 16 del Decreto de 15 de junio de 1934 y 4.» del de 7 de Sebrero de 1936, puede concederse al Ayuntamiento de refe­rencia la subvención de 30.000 pesetas, 6.000 por cada una de las seis viviendas, toda vez que el pueblo de Mocejón no rebasa de la cantidad de seis mil habitantes en su censo de ^oblación, cuya suma le será abonada envíos dos plazos que señala el artículo 16 del aludido Decreto de 15 de junio í e 1934,

3ste Ministerio ha tenido a bien disponer: l.o Que se apruebe el proyecto redactado por los arqui­

tectos don Luis García de la Rasilla y Navarro Reverter y tíon Arístides Fernández Vallespín para la construcción por el Ayuntamiento de Mocejón (Toledo) de un edificio con destino a seis viviendas para los Maestros en dicha locali­dad; y

2.» Que se conceda, en principio, al referido Municipio la (santidad de 30.000 pesetas, que se abonará en ios des plazos «iue señala el artículo 16 del Decreto de 15 de junio de 1934 y previos los requisitos exigidos por les artículos 2.» y 3." del de 7 de febrero de 1936.

(B. O. de 1 de febrero.)

28 de enero. - O. M.

Nombramiento de Maestro en el Golfo de Guinea

De conformidad con la propuesta formulada por esa Di­rección General para la resolución del concurso anunciado en el B. O. del E. de 5 de diciembre de 1942, he acordado nombrar Maestro de Primera Enseñanza en los territorios españoles del Golfo de Guinea a don José Cañibano Casano-va, ex combatiente.

(B. O. dsl 1 de febrero.)

** ' E N C O L E S, 10 DE FEBRERO DE 1 9 4 3

4 de febrero. - O. M Í

El Libro de Calificación Escolar El Libro de Calificación Escolar, utilizado en la enseñanza

media, se ha incorporado ya a los usos normales de este gra­do de enseñanza. Pero los cuatro años de experiencia que lian transcurrido desde su creación aconsejan la introduc­ción de algunas reformas en cuanto a su redacción, conteni­do, formato, edición y distribución. Por lo cual, y atendien­do al mejoramiento de estos aspectos, este Ministerio dis­pone :

Primero. Las normas para la confección y redacción del Libro de Calificación Escolar, así como la gestión económica del mismo, serán de la exclusiva competencia de la Dirección General de Enseñanza Media.

Segundo. Esa Dirección, con el asesoramiento del Consejo Nacional de Educapión y de las Instituciones pedagógicas que estime pertinentes, dictará en el plazo más breve posible las nuevas normas de confección y redacción.

Tercero. Para la gestión económica estará asistido el di­rector general por una Comisión compuesta por un director de un Inst i tuto Nacional de Enseñanza Media de Madrid, un técnico en ediciones perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas y el secretario de la Sección se­gunda del Consejo Nacional de Educación.

La edición se concertará mediante concurso público; la distribución se regulará por la indicada Comisión, y los be­neficios, si los hubiere, se destinarán a los fines benéfico-sociales de la Mutualidad de Catedráticos de Enseñanza Me­dia, afecta a la Dirección General del Ramo.

Cuarto, u n a vez constituida la Comisión a que se refiere

la presente Orden, la Dirección General intervendrá la dis­tribución y liquidación de los ejemplares presentas y f u t u ­ro» procedente» de los contratos actualmente en vigor.

(B. O. del 10 de íebreroju

S Á B A D O , 1 3 DE F E B R E R O DE 1 9 4 3

9 de febrero. - O. de la D.

Expediente resuelto Hn el expediente incoado por doña María del Socorro So-

lanich Lacombe, Maestra jubilada de Alicante, la Comisión ejecutiva del Escalafón del Magisterio Nacional Primario ha formulado la siguiente ponencia :

«Visto el expediente incoado por doña María del Socorro Solanich Lacombe, Maestra jubilada de Alicante, en súpli­ca de rectificación de corridas de escalas y de otorgamiento de ascensos;

Resultando : Que doña María del Socorro Solanich Lacombe cumplió la edad de setenta años el día 25 de noviembre de 1939, sin que fuese declarada jubilada hasta fecha posterior, cesando en el ejercicio activo de la enseñanza el 15 de abril de 1940, encontrándose en ese día en el percibo del haber de-10.600 pesetas anuales;

Resultando : Que hasta el día 31 de diciembre de 1939 dis­frutó la reclamante el sueldo de 9.000 pesetas, convertido en ei de 10.600 pesetas por aplicación al Magisterio de la Ley de 30 de diciembre de 1939;

Resultando : Que por Orden Ministerial de 24 de enero de 1941 se ascendió en corrida de escalas a diversas Maes- ¡ tras, entre las que se encuentra doña Elisa Pelayo Velasco, núm. 66 del Escalafón, que ocupa la vacante de la señora Alvarez Couder, ascendiendo al sueldo de 10.600 pesetas, cu­yas diferencias deberla percibir desde 1 de enero hasta 19 de junio de 1940, fecha en que fué jubilada, y debiendo,, asimismo, serle liquidadas las diferencias de 8.000 a 9.000-pesetas hasta 31 de diciembre de 1839;

Resultando: Que doña María del Socorro Solanich La-combe estima que debió serle adjudicado el ascenso otorgado a la señora Alvarez Couder, argumentando para ello que tie­ne el núm. 31 del Escalafón y que se le debe asignar el suel­do de 10.600 pesetas, por haber cesado el 15 de abril de 1940. argumentos en los que abunda la Sección Administra t i va­de Primera Enseñanza de Alicante, que propone que se acce­da a lo solicitado por la señora Solanich;

Resultando que la Dirección General de la Deuda y Clases Pasivas al señalar haber pasivo a esta Maestra ha estimado como regulador el sueldo de 9.000 pesetas;

Considerando que a tenor de lo dispuesto en el artículo 168 del Estatuto del Magisterio, la jubilación es forzosa a los setenta años de edad, debiendo cesar el Maestro en el servicio activo, el mismo día que cumpla los setenta años., de conformidad con lo preceptuado en el artículo 170, en. cuya virtud debió cesar doña María del Socorro Solanich La-combe en la Escuela que regentaba precisamente el día 25 de noviembre de 1939, porque en ese día cumplía los setenta años; que, por tanto, ha sido correcta la apreciación de la. Dirección General de la Deuda y Clases Pasivas al tomar como regulador el sueldo que la interesada disfrutaba el día en que cumplió setenta años, que era el de 9.000 pesetas;

Considerando que al otorgar la Orden ministerial de 24 de enero de 1941 a la señora Pelayo Velasco, núm. 66 del Es­calafón, el ascenso, no por ello se postergó en sus legítimos derechos a la señora Solanich Lacombe, porque, aun cuando , hubiera podido otorgársele en lugar de la señora Pelayo, no ( hubiera podido percibir más sueldo que el que ella disfru- > taba en el momento en que su jubilación era forzosa, por­que, como se ha hecho constar en el «Resultando» corres­pondiente, el sueldo que corresponde percibir a la ascendi­da durante el año 1939 es el de 9.000 pesetas, que es el mis­ino que tenía la reclamante, sueldo que fué convertido por Ley de 30 de diciembre de 1939 en el de 10.600 pesetas desde l.o de enero de 1940, desde cuyo día también lo percibió la señora Solanich, aunque indebidamente, porque debió cesar con anterioridad; que, por tanto, sería absurdo resolver de acuerdo con las conclusiones formuladas en el escrito de reclamación;

Considerando que es incomprensible que se emitan infor­mes como el que la Sección Administrativa de Primera En­señanza de Alicante ha formulado en este expediente, en ei que los hechos planteados son de una evidente claridad, así como los textos legales de aplicación, aunque quizá no-sea esto más que la lógica consecuencia de la irregularidad de dicho Centro, por no haber ordenado el cese de la recla­mante el día en que cumplió los setenta años de edad.

El Vocal Ponente que suscribe tiene el honor de proponer a la Comisión Ejecutiva : l.o Que se desestime la petición de doña María del Socorro Solanich Lacombe; y 2.o Que se llame la atención al Jefe de la Sección Administrativa de Primera Enseñanza de Alicante sobre la conveniencia de emi­tir informes que estén de acuerdo con la escrupulosa rela­ción de los hechos y con la adecuada aplicación de los tex­tos legales pertinentes.»

Ponencia que la Comisión Ejecutiva del Magisterio Nacio­nal Primario acepta en todas sus partes.

Y esta Dirección General de Enseñanza Primaria, confor­mándose con lo resuelto por la Comisión Ejecutiva del Ma­gisterio Nacional Primario, ha tenido a bien resolver como; en la misma se propone.

(S. O, del 13 de febrero.)