Escuchar Las Llamadas de Espíritu- Retiro Marzo-2015

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ALEGRENSE Y ESCRUTEN “¡Alégrense!” y “¡Escruten!”, como dos imperativos que condensan las invitaciones y provocaciones que nos hace el Papa. Dejémonos confrontar, animar, cuestionar, provocar por el Papa Francisco, por sus palabras y gestos evangélicos. Dejémonos “despertar” por él a una vida consagrada más viva y más consagrada. Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco nos ha dirigido varias expresiones a nosotras consagradas, de esas expresiones que se graban a fuego en el corazón: “¡Abran puertas!”, “¡Despierten al mundo!”, “¡No renuncien a su identidad profética!”, “¡Sean testimonio de un mundo distinto!”, “Ir a la periferia”, etc. Cómo no referirnos al contexto de nuestro País La invitación a celebrar este año nos lanza a despertar de nuestras distracciones, a mirar contemplativamente y con intensidad tanto la situación actual de nuestro contexto histórico, así como de la vida consagrada y su futuro; a asumir nuestra realidad “minoritaria y envejecida”, pero con presencias más significativas y pobres, con menos estructuras y una misión más desde el servicio que desde la mera administración; sentimos la invitación a ver cómo estamos y con qué contamos; a seguir escuchando “a Dios donde la vida clama” y dejarnos leer por la realidad 1 . A la vida religiosa le toca despertar al mundo, porque está llamada a ser su conciencia profética. El año de la vida consagrada es una invitación para convertirnos a lo esencial, a Jesús, a su pasión de Reino, a su misión de contagiar la alegría del Evangelio. Es tiempo de remover, de quitar las piedras de nuestros sepulcros que no dejan salir la vida y la alegría. 1

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ALEGRENSE Y ESCRUTEN

Algrense! y Escruten!, como dos imperativos que condensan las invitaciones y provocaciones que nos hace el Papa. Dejmonos confrontar, animar, cuestionar, provocar por el Papa Francisco, por sus palabras y gestos evanglicos. Dejmonos despertar por l a una vida consagrada ms viva y ms consagrada.Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco nos ha dirigido varias expresiones a nosotras consagradas, de esas expresiones que se graban a fuego en el corazn: Abran puertas!, Despierten al mundo!, No renuncien a su identidad proftica!, Sean testimonio de un mundo distinto!, Ir a la periferia, etc. Cmo no referirnos al contexto de nuestro PasLa invitacin a celebrar este ao nos lanza a despertar de nuestras distracciones, a mirar contemplativamente y con intensidad tanto la situacin actual de nuestro contexto histrico, as como de la vida consagrada y su futuro; a asumir nuestra realidad minoritaria y envejecida, pero con presencias ms significativas y pobres, con menos estructuras y una misin ms desde el servicio que desde la mera administracin; sentimos la invitacin a ver cmo estamos y con qu contamos; a seguir escuchando a Dios donde la vida clama y dejarnos leer por la realidad[footnoteRef:1]. A la vida religiosa le toca despertar al mundo, porque est llamada a ser su conciencia proftica. [1: ]

El ao de la vida consagrada es una invitacin para convertirnos a lo esencial, a Jess, a su pasin de Reino, a su misin de contagiar la alegra del Evangelio. Es tiempo de remover, de quitar las piedras de nuestros sepulcros que no dejan salir la vida y la alegra.En la medida del amor y la pasin por nuestra vocacin y misin este ao ser fecundo en todas y todos los consagrados. Me he topado varias veces en el aeropuerto con un comercial que tiene como slogan: Make it happen, que puede traducirse como hacer que pase. Y como normalmente hay que esperar buen rato a que salgan las maletas me da tiempo para ponerme a pensar en lo que quisiera que pasara en la vida consagrada, en el mundo, en mi propio corazn. S! Queremos que pase algo en nuestra vida, en nuestros Institutos, en nuestras comunidades y en nuestra misin! Hay que ponernos de modo para que el Espritu nos lleve a hacer que pase lo que l y nosotros queremos que pase sobre todo con ocasin de este ao de gracia.El triple objetivo que se nos propone para esta celebracin se condensa en este hermoso lema: Mirar el pasado con gratitud, abrazar el futuro con esperanza y vivir el presente con pasin. Somos conscientes de la realidad en que vive la vida consagrada, de sus luces y sombras, ms, con todo y todo, est la disposicin a responder a estas llamadas que en el fondo nos est haciendo el Espritu, quien no ha dejado de guiarnos con suavidad y constancia a lo largo de la historia. LAS LLAMADAS DEL ESPRITUHay que hacer que pase lo que el Espritu quiere que pase. No se trata de voluntarismo, sino de un dejarse llevar, de una indefectible docilidad a l, de escuchar sus llamadas. Hay que darle la razn al Espritu: En nuestra vida personal, en la vida privada, el Espritu nos lanza a tomar un camino ms evanglico. No pongamos resistencia al Espritu Santo: esta es la gracia que quisiera que todos nosotros pidiramos al Seor; la docilidad al Espritu Santo, a aqul Espritu que viene a nosotros y nos hace caminar hacia adelante por el camino de la santidad, de aquella santidad tan bella de la Iglesia. La gracia de la docilidad al Espritu Santo. En este tiempo de desconcierto y desesperanzas, es necesario discernir las llamadas del Espritu. Cules son esas llamadas? Las podemos descubrir en el interior de nuestro corazn y en la vida cotidiana. Hacia dnde tenemos que ir como Vida Religiosa? Hacia dnde nos llama el Espritu? Ojal que pudiramos colocar una luz de esperanza y de consuelo en medio de esta realidad donde la vida clama. Hay que ser muy humildes para enunciar las llamadas, pero tambin audaces. Lo hermoso es que son intuiciones en las que parece que vamos coincidiendo las religiosas y religiosos de todas las latitudes, por lo que se van confirmando como verdaderas y apasionantes llamadas del Espritu. Algunas constatacionesEstamos viviendo una nueva poca en la que la vida religiosa no parece tener mucho reconocimiento. Pero es para agradecer a Dios el hecho de que hayamos llegado a este tercer milenio con vida. Lo que hoy nos urge es que esta vida se revitalice bajo la accin renovadora del Espritu, porque nos habita una conviccin: que la vida religiosa tiene vida, y vida para rato y que es un regalo para la Iglesia y para la humanidad. Mas, como dicen algunos, no toda forma de vida religiosa tiene futuro, sino aquella que se deja renovar por el Espritu. En estos ltimos aos no ha existido congregacin que no haya entrado en la etapa de refundacin, pero tal vez cierto cansancio y desesperanza nos han llevado ms bien a refundirnos, encerrarnos, a ser muy autorreferentes como dice el Papa Francisco. Desde hace tiempo que nos hemos preguntado cmo devolverle a nuestra vida religiosa su encanto, su belleza, su alegra. El tema de la alegra se impone, no slo porque nos motiva el Papa Francisco con la exhortacin Evangelii Gaudium, sino tambin porque la misma realidad que vivimos nos urge a recuperarla.La vida consagrada no acaba de terminar su viaje por el famoso tnel que est atravesando las entraas ms oscuras y duras de nuestra existencia; y el riesgo de este viaje que parece interminable es el desgaste de la esperanza, el debilitamiento de la alegra. Es posible tambin que en esta situacin experimentemos la desolacin ante un contexto de crisis. La desolacin, nos dice el discernimiento, es un estado espiritual, en donde est ms vulnerable que nunca nuestra debilidad humana, vulnerabilidad que aprovecha el Enemigo para convencernos que no tenemos salida. Pero ms presente est Dios sosteniendo nuestra esperanza, desde la oracin, el silencio y los anhelos ms profundos del alma.Una cosa tambin es cierta: constatamos que la vida consagrada est viviendo captulos apasionantes, en los que no importa tanto el cundo llegaremos (aunque muchas veces suspiremos por esa meta), sino el mismo camino andado. Aquello que es importante , sino , expresa una de las provocaciones del Papa Francisco en la carta Escruten[footnoteRef:2]. Dice hermosamente san Agustn: Canta y camina, camina en la alegra. La alegra corre peligro cuando se deja llevar por la inmediatez, por los resultados; cuando medimos cuantitativamente las cosas; mas se fortalece y se acrecienta, cuando va haciendo camino, abriendo brecha, como punta de lanza, con la confianza bien puesta en la promesa de Dios. Valorando el andar de estos ltimos aos, podemos decir que tenemos muchas razones para la alegra, ya que hemos intensificado nuestra bsqueda, nuestra reflexin, y sobre todo nuestra pasin, movida por la inquietud del amor. Ya sera una razn fuerte para alegrarnos el darnos cuenta [2: CIVCSVA, Scrutate, Libreria Editrice Vaticana, Roma, 2014, No. 18, pg. 95.]

REVISTA VIDA RELIGIOSA, Centinela, cunto queda de noche?, Artculo encontrado en el nmero 1/vol.117