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Las vacunas pueden considerarse el avance médico más exitoso en la historia de la Salud Pública. Surgieron tras la observación de que quienes habían tenido una enfermedad infecciosa y sobrevivido, por ejemplo varicela, no volvían a pade-cerla por el resto de su vida.

La primera vez que nuestro cuerpo se enfrenta a un germen patógeno, tarda un poco en crear todo lo necesario para combatirlo y la memoria de ello se guarda en unas células llamadas linfocitos T y linfocitos B, que son parte del sistema inmune y actúan rápidamente si aparece

de nuevo el mismo germen. Las vacunas están he-

chas con partes de virus o bacterias debilitados o muer-tos que se alteran para desencade-nar la respuesta de nuestro sistema inmune a una en-fermedad. Provo-can que nuestro organismo fabri-que los anticuerpos que combaten las enfermedades imi-

tando la infección sin sufrirla. Si una persona

vacunada contra una en-fermedad entra en contacto

con el virus o la bacteria que la provoca, su sistema inmune lo reconocerá e in-mediatamente producirá los anticuerpos necesarios para combatirla (ver ¿Cómo ves? Núm. 99).

Detrás de cada vacuna está el conoci-miento científico de cómo un determinado germen infecta nuestras células y en qué forma el organismo desencadena su sis-tema de defensa. Las vacunas se diseñan además con consideraciones prácticas como las características de la población a la que se aplican y su riesgo de contraer ciertas enfermedades, el cual es diferente en cada individuo y en cada parte del mundo.

Los bebés y niños pequeños son la población a la que más se vacuna, pero los adolescentes y adultos deben asegurarse de tener al día sus vacunas para proteger su salud, y no sólo por requisito escolar o para entrar a algún país.

Las vacunas incluidas en la Cartilla Nacional de Vacunación previenen en-fermedades a las que están expuestos los habitantes de México, en ella no se contemplan vacunas para enfermedades que sólo existen en otras partes del mundo como la encefalitis japonesa o la fiebre amarilla.

Muchas enfermedades que han sido erradicadas en países con programas de vacunación muy avanzados todavía existen en países donde no se han desa-

Por Dulce Adelaida Rivera Ávila

Enfermedades que son comunes entre los habitantes de un determinado país, pueden ser muy peligrosas para un viajero que nunca se haya expuesto a ellas.

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rrollado mucho estos programas, por eso hay que tomar más precauciones cuan-do se viaja a ellos o también cuando no se han padecido enfermedades como varicela o paperas, que genera lmen-te se presentan en la infancia. Con el uso generalizado de las vacunas se han erradicado en varias regiones del mundo enfermedades como la viruela y la poliomielitis; también se ha reducido de manera importante el número de enfermos y de muertes por sarampión, fiebre amarilla y hepatitis B.

Para las vacacionesNada más triste durante las vacaciones que enfermarse. Algunos de los destinos más espectaculares del mundo son también hogar de algunos de los peores bichos, y éstos no hacen diferencias, se alojan tanto en pensiones modestas como en hoteles de lujo. Igual que pasar horas eligiendo el traje de baño y haciendo maletas, es importante ponerse a considerar los ries-gos a la salud que implica viajar a deter-minadas regiones. La gran mayoría de los turistas mexicanos no recibe ninguna vacuna aunque viajen a zonas donde se pueden contraer enfermedades infecciosas mortales.

Pero no siempre hay que vacunarse para viajar al extranjero; depende de factores como el país al que se viaja, la temporada, si se visitan zonas rurales y las actividades que se vayan a realizar, además del historial médico. Y si hace falta vacunarse para un viaje, los niños, los adultos mayores, las personas con defensas bajas, las mujeres embarazadas, etc., requerirán distintas vacunas.

Debido al tiempo que toma al or-ganismo crear defensas, se recomienda aplicar las vacunas al menos de cuatro a seis semanas antes de viajar; esto además permite que se apliquen los refuerzos en caso de requerirlos y ver al médico si se presenta algún efecto adverso.

Las vacunas de un viajero se dividen en tres categorías: las de rutina y universa-les, las recomendadas con base en el riesgo

de adquirir una infección durante el viaje y las obligatorias para entrar a un país. Un viajero primerizo se sorprenderá al enterarse del número de vacunas recomen-dadas para entrar a un país y de su costo, pues la mayoría no están cubiertas por el seguro médico ni tienen subsidio federal.

Las vacunas recomendadas para viaje-ros son aquellas que protegen de contraer infecciones presentes en otras partes del mundo y que además evitan que una per-sona al regresar lleve la enfermedad al país de origen y la propague en la población desprotegida.

Lo primeroIndependientemente de si se va a viajar o no, es necesario visitar al médico para saber si uno tiene al día las vacunas dis-ponibles en México recomendadas según la edad, por ejemplo la del tétanos; ésta requiere un refuerzo cada 10 años en adultos menores de 65 años. El refuerzo debe incluir difteria y tos ferina (pertus-sis), pues la protección que da esta vacuna aplicada en la infancia disminuye en ado-lescentes y adultos.

Quienes nacieron después de 1970 de-ben tener dos dosis de la vacuna contra el sarampión aplicadas a partir de los 13 me-ses de edad; el sarampión se ha erradicado en América, pero se sigue transmitiendo en los demás continentes.

Todo viajero, sin importar su edad y la época del viaje, debe vacunarse cada año contra la influenza estacional, pues si bien es cierto que el mayor número de casos se da en el hemisferio norte en los meses de octubre a marzo y en el hemisferio sur de abril a octubre, en los trópicos circula todo el año. La vacuna se elabora con las cepas que se aíslan con mayor frecuencia

en todo el mundo, protege de formas gra-ves de la enfermedad y es el padecimiento que afecta a los viajeros más prevenible por vacunación (ver ¿Cómo ves? Núm. 51 y 127).

La hepatitis B es 10 veces más conta-giosa que el virus de la inmunodeficien-cia humana (VIH), causante del SIDA;se transmite por contacto sexual o por agujas contaminadas y transfusiones sanguíneas, las embarazadas la transmiten a su bebé. Es una enfermedad crónica pues algunas personas no logran eliminar el virus y es-

Viruela (Variola virus). Varicela (Varicella zóster).

Poliomielitis (Poliovirus).

CAPV-UNAM

Clínica de Atención Preventiva del Viajero, UNAM Aeropuerto Internacional de la Ciudad de MéxicoHorario de atención: Lunes a viernes de 9:00 a 17:00 horas; sábado de 11:00 a 14:00 horas.Teléfono: 25 98 35 50Correo electrónico: capvunam@gmail.com, capvunam@hotmail.comPortal: www.clinicadelviajero.com.mx

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tán expuestas a contraer cirrosis, cáncer de hígado e insuficiencia hepática. La vacuna es eficaz y segura. Entre los grupos con más riesgo de contraer hepatitis B están quienes manipulan material quirúrgico, los que se encuentran en tratamiento dental, las mujeres embarazadas, los viajeros de larga estancia o personas con una enfermedad crónica que durante un viaje llegaran a necesitar una intervención quirúrgica. Como ninguno de nosotros está exento de requerir alguna cirugía du-rante nuestra vida ¿no convendría por ello aprovechar los beneficios de la vacuna? Cabe resaltar que ésta es una de las pocas vacunas que además previene la aparición de un cáncer: el hepatocarcinoma. La va-cuna se incluyó en la Cartilla Nacional en 1999; si alguien nació antes de esa fecha y no está vacunado debe recibir tres dosis, la protección dura toda la vida.

Zonas de riesgoLa hepatitis A se adquiere por agua y alimentos contaminados, o por con-tacto directo con una persona enferma; a diferencia de la hepatitis B no causa

hepatopatía crónica y rara vez es mortal, pero puede causar síntomas debilitantes, incapacidad prolongada y hepatitis ful-minante; la gravedad de esta enfermedad aumenta con la edad. Las zonas de alto riesgo para contraer hepatitis A son centro y Sudamérica, y el sur de Asia.

La fiebre entérica o tifoidea es causa-da por la bacteria salmonela presente en alimentos y bebidas; la probabilidad de adquirirla depende del nivel de servicios sanitarios del destino. Afecta el intestino y ocasionalmente el torrente sanguíneo. Existen variedades de esta bacteria y la vacuna sólo contiene una: Salmonella tiphy, por ello ofrece una protección mo-derada; en este caso lo más importante es tomar medidas de higiene. La vacunación es sobre todo para quienes visitan el sur y el este de Asia, en especial zonas rurales.

En Pakistán, Afganistán y Nigeria todavía existe la poliomielitis y hay otros países donde podría haber brotes. Se transmite por agua y alimentos contami-nados con heces de personas enfermas. El refuerzo es cada 10 años e idealmente en la presentación inyectable, pues es más segura que la oral. Por fortuna, la poliomielitis es rara en los viajeros, sólo deben vacunarse quienes vayan durante la temporada de transmisión o brote y realicen actividades en zonas agrícolas como acampada, caminata, senderismo, bicicleta, pesca, caza y visiten granjas. Se aplican tres dosis, por lo que el esquema se completa en un mes.

En Asia la encefalitis japonesa es actualmente la principal infección neuro-lógica en niños que causa discapacidad. Transmitida por la picadura de un mosqui-to, está presente en zonas rurales agrícolas del sur y sudeste asiático durante el verano

y la temporada de lluvias. De los que de-sarrollan la enfermedad muere un 30% y un 50% de los sobrevivientes se queda con alguna secuela neurológica de por vida.

La rabia existe en todo el mundo, se transmite por contacto con la saliva de un mamífero enfermo: la vacuna se aplica antes y después de la exposición a quienes visitan una zona sin acceso a los servicios médicos y realizan actividades de riesgo como ciclismo o trabajo con animales salvajes.

Entre marzo y noviembre, en zonas forestales de Europa central y Rusia la mordedura de garrapata puede producir la infección por un virus que afecta el sistema nervioso. Existe una vacuna para prevenirla y hay que aplicarla con dos me-

Sarampión (Morbilivirus). Fiebre amarilla (Flaviviridae). Tifoidea (Salmonella).

Hepatitis B (Hepadnaviridae).

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RutinariasDifteria, tétanos y tos ferinaHepatitis BInfluenza estacional y pandémicaSarampión, paperas y rubéolaPoliomielitisVaricela

SelectivasCóleraHepatitis ARabiaFiebre tifoidea

ObligatoriasFiebre amarillaEnfermedad meningocócicaPoliomelitis

Hay que tener en cuenta que para acceder a los servicios de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero, de la UNAM, es ne-cesario pedir una cita y que las vacunas deben aplicarse entre cuatro y seis semanas antes del viaje.

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ses de anticipación en la clínica del viajero, se recomienda espe-cialmente a quienes van a trabajar en las montañas o a realizar senderismo o acam-pada en dichas zonas.

La vacuna contra la fiebre amarilla es obligatoria para cier-tos países; esta enfer-medad se transmite por la picadura de un mosquito que se en-

cuentra en zonas selváticas de Sudamérica y del África subsahariana. Es un padeci-miento muy grave, carece de tratamiento específico y puede causar discapacidad e incluso la muerte. La vacuna protege contra todas las variantes de fiebre ama-rilla. Por la gravedad de este mal, muchos países que no lo tienen como tal, pero sí el mosquito, solicitan el certificado de vacu-nación internacional a todo aquel que haya visitado un país en donde se transmita. Si la requieres acude a un centro certificado y avalado por la Secretaría de Salud para su aplicación y expedición de la tarjeta amarilla correspondiente.

La vacuna contra la meningitis me-ningocócica, que protege contra cuatro de los seis principales serotipos (A, C, Y y W135), es un requisito para los pe-regrinos que visitan la Hajj en el Reino Árabe Saudi, pues estarán en contacto estrecho con la población local. Tam-bién la solicitan a estudiantes que van a campus universitarios, ya que es una

enfermedad que puede presentarse dentro de las residencias.

Medicina del viajeroEl especialista en medicina del viajero posee los conocimientos sobre el país que uno visite: su nivel de servicios sanitarios, la existencia de algún brote, enfermedades que se pueden prevenir con vacunas, y medidas de prevención de otros padeci-mientos como la malaria.

Enfermedades que son comunes y no graves entre los habitantes de un determi-nado país pueden ser muy peligrosas para un viajero que nunca se haya expuesto a ellas. La prevención es particularmente importante para quienes viven en un país desarrollado y visitan familiares o amigos de su país de origen más pobre; no son turistas comunes, sus estancias son más largas, visitan áreas diferentes a los desti-nos turísticos usuales y están en contacto estrecho con la población local. Puede que de pequeños hayan enfermado de hepatitis A y sean inmunes a ella, pero si sus hijos na-cieron en el país más desarrollado ellos no lo son y se beneficiarían con la vacunación.

En muchas ocasiones los niños pe-queños que viajan para visitar a la familia son una población muy vulnerable: tocan todo y andan por todas partes; la mayoría cuenta con las vacunas de rutina para su edad ¿pero cuenta también con las reco-mendadas para el viaje? El especialista en medicina del viajero conoce la edad mínima de administración y los esquemas a seguir de cada una.

Es cierto que el riesgo para alguien de adquirir una infección en un solo viaje es bajo, pero muchas de las vacunas que se recomiendan protegen de riesgos en via-jes futuros. Para los viajeros frecuentes,

ya sea por ser parte de una tripu-lación o por negocios, o que sean voluntarios, misioneros o migrantes, estas vacunas son una inversión.

No hay vacunas para todas las enfermedades infecciosas, y una de las que merece espe-cial atención tratándose de los viajeros es la malaria. Ésta se transmite por la picadura de un mosquito y el tratamiento preventivo consiste en la toma del antiparasitario específico

antes, durante y después de la

estancia en una zona de riesgo. Existen varias opciones de tratamiento, cada una con indicaciones y contraindicaciones específicas, por ello éste se elige con base en el historial médico de cada persona. Los parásitos que la causan han creado resistencia a alguno de los medicamentos disponibles limitando las opciones en zo-nas geográficas del África subsahariana, Asia, América y Oceanía.

En las llamadas clínicas del viajero hay médicos especialistas en esta rama, que se encuentra en desarrollo desde 1991 por la Sociedad Internacional de Medicina del Viajero, y abarca medidas enfocadas a la prevención, particularmente educación sobre la salud, y medidas profilácticas, entre ellas vacunas, basadas en un riguroso análisis de riesgo.

En México contamos con la Clíni-ca de Atención Preventiva del Viajero (CAPV), que depende de la Facultad de Medicina de la UNAM y está ubicada en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. En esta clínica se ofrece una valoración clínica sobre el estado de salud del viajero, y asesoría y evaluación del riesgo con respecto al viaje. También se aplican una variedad de vacunas y se dan otros servicios, por ejemplo el de farma-covigilancia, la venta de un botiquín de viaje individualizado y asesoría médica durante el viaje.

Dulce Adelaida Rivera Ávila es médico residente de medicina familiar. Realizó su servicio social en la CAPV, Unidad Mixta de la Facultad de Medicina de la UNAM, durante el periodo 2012-2013.

La autora agradece la asesoría en la elabo-ración de este artículo al Dr. J. Baruch Díaz Ramírez, especialista en medicina del viajero y responsable de la Clínica de Atención Pre-ventiva del Viajero (CAPV), y al Dr. Pedro A. Reyes López, médico internista especialista en inmunología adscrito a la CAPV.

Más iNforMACióN

• Organización Mundial de la Salud: paludismo: www.who.int/malaria/travellers/es; cólera”: www.who.int/topics/cholera/faq/es

• Organización Panamericana de la Salud, “Alerta epidemiológica: viajeros internacionales-riesgo de infección con sarampión y rubéola”: www.paho.org

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