Ernesto Treviño Ronzón Conferencia OVE Retos y contornos de la observación ciudadana en...

8/9/2019 Ernesto Trevio Ronzn Conferencia OVE Retos y contornos de la observacin ciudadana en educacin

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Vetas, contornos y retos de la participacin ciudadana en educacin.

Insumos para el acto ciudadano de la observacin1

Ernesto Trevio Ronzn2

Contenidos a tratar

Presentacin .......................................................................................................................................... 1

1. Coordenadas conceptuales para el ejercicio de la observacin ciudadana en educacin ........... 5

2. Condiciones contextuales para el ejercicio de la observacin ....................................................... 8

3. Ciudadanos y expertos: desnaturalizar y problematizar ............................................................. 12

4. A manera de cierre: la importancia de generar efectos de conjunto........................................... 16

Lista de referencias ............................................................................................................................. 19

Presentacin

Buenas tardes a todos, bienvenidos nuevamente a la toma de la toma de protesta de los

primeros afiliados al Observatorio Veracruzano de la Educacin (OVE). Mientras

pensbamos en la dinmica para este acto, consideramos pertinente introducir en la

agenda una charla que nos permitiera socializar con ustedes algunos de nuestros puntos

de vista sobre el acto cvico de participar en educacin en una de sus modalidades

especficas, la observacin ciudadana informada. Algunas de las ideas que voy a

1 Conferencia presentada con motivo de la toma de protesta de los Afiliados Fundadores del ObservatorioVeracruzano de la Educacin, 4 de junio de 2010.2 Maestro en Educacin, cursa el Doctorado en Ciencias en el CINVESTAV-IPN, Mxico. Miembro fundadordel Observatorio Veracruzano de la Educacin. Correo electrnico: [email protected] ,http://ernestotr.blogspot.com/


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exponer recogen las preocupaciones compartidas de los integrantes del OVE; otras son

mas y las presento en el entendido de que tienen algn grado de relevancia para las

tareas que aqu nos convocan. Por tanto, la presentacin que voy a realizar es un

posicionamiento a la vez personal y colectivo que debera servir como herramienta para

provocar algo; de entrada el dilogo y el debate pblico y abierto entre los aqu

presentes y otros colegas que no han podido acompaarnos.

Dialogar y debatir son dos cualidades que, me parece, deben ser intrnsecas a la

idea de ser ciudadano activo. As, en el contexto de esta toma de protesta, quiero ver esta

presentacin como el inicio de una dinmica de dilogo donde todos los que

participamos en OVE aprendemos de todos, en un acto de formacin colectiva que nos

permita desarrollar un capital intelectual para una participacin seria, informada y

rigurosa. Justo como yo tengo la oportunidad de estar frente a ustedes, espero que

pronto ustedes estn de este lado exponiendo sus ideas y preocupaciones, mientras del

otro lado, yo escucho atento.

Cuando preparaba esta presentacin me preguntaba cul sera el tono, el

contenido y la dinmica adecuada de exposicin, en un congreso las reglas del juego son

claras, cuando se dialoga con vecinos o la familia las reglas del juego son distintas; en un

saln de clases el sistema de interaccin se regula con principios y reglas propias del

entorno. En este caso el contexto tambin tiene sus particularidades, pues me encuentro

entre colegas con quienes comparto ciertas inquietudes a pesar de que con la mayora

de ustedes nunca he interactuado. En tal circunstancia, como lo que mejor s hacer es

trabajo acadmico, mi presentacin est cargada hacia el lado de la reflexin acadmica


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pero he tratado de equilibrarla con algunos elementos de reflexin ms personal y

poltica a la luz de mis experiencias ms recientes.

La presentacin se ha organizado en tres momentos. En el primero de ellos

abordo algunas coordenadas conceptuales tiles para guiar el dilogo sobre la

observacin ciudadana. En el segundo momento me detengo a situar las condiciones que

alientan la participacin ciudadana en educacin. En el tercer momento exploro la

nocin de ciudadano experto, una figura que encuentro til para caracterizar la tarea de

participar desde un emplazamiento de observacin, cvica, crtica e informada. El

cuarto momento contiene algunas consideraciones generales a partir de lo expuesto.

Antes de avanzar quiero plantear dos presupuestos y una tesis de trabajo. Estos

los extraigo de la matriz de reflexin que gua mi participacin en el OVE. En cuanto a los

primeros, mi visin de la observacin arranca de una serie de presupuestos bsicos de

diferente orden y alcance.3 Dos de los ms relevantes, y altamente condensados para

esta charla son los siguientes:

Presupuesto(s) de orden social: la educacin es un bien social multidimensional

que afirma los valores ms preciados por cada generacin. Por la forma en que la

hemos diseado en tanto civilizaciones, la educacin es en todos sus mbitos,

dimensiones y manifestaciones objeto de grandes esperanzas y aspiraciones, y

tambin de descontento y frustracin. Al da de hoy, pese a estar sometida a

fuertes crticas, la educacin es objeto de alta valoracin en todas las sociedades

modernas y es una de las principales guardianas del contrato social, como sea

que lo entendamos.

3 Desde la epistemologa, la teora del conocimiento hasta las ms diversas corrientes y paradigmasmetodolgicos, quienes hacemos investigacin somos entrenados en la construccin y defensa denuestros supuestos, hiptesis o presupuestos de conocimiento. Los que hacemos investigacin desde unemplazamiento post-fundacional asumimos tambin la tarea de explicitar los supuestos de orden cultural,poltico y tico que informan nuestras afirmaciones. Ahora bien, siguiendo la inquietud de Bachelard(2004), un gran reto aqu es identificar hasta dnde los presupuestos son herramientas heursticas oautnticos obstculos epistemolgicos, o peor an, culturales o sociales.


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Presupuesto(s) de orden poltico: dado que a lo largo de su existencia ha tenido

como una de sus funciones explcitas la formacin del sujeto ciudadano (el

ilustrado, el humanista, el cosmopolita), la educacin, en particular la que ofrece

el Estado, debe ser construida y observada como asunto de inters pblico que

incumbe a polticos, expertos, no expertos y a los ciudadanos en el sentido ms

amplio de la nocin; ms, cuando el Estado, en particular en pases como Mxico

ha errado sistemticamente en varias de sus encomiendas en esta materia. Por

ejemplo, la educacin en el Estado de Veracruz, llega a los ltimos recambios

generacionales todava con altos ndices de inequidad social, con vicios

estructurales ancestrales y con serias deficiencias tcnicas que resultan

abiertamente indefendibles.

Sobre estos dos presupuestos, la tesis de trabajo que quiero compartir con

ustedes es la siguiente:

Frente a problemas y deficiencias ingentes, enmarcada en las particularidades de

la poca tan compleja en que nos ha tocado vivir, la educacin en Veracruz

requiere ser observada sistemticamente desde diferentes emplazamientos.

Considerando las condiciones locales y nacionales de gobierno y gobernanza, y el

tamao de los retos que como sociedad se enfrentan, la tarea educativa requieredel acto sistemtico de la observacin ciudadana, una de las formas claves de

participacin social. Este acto resulta socialmente relevante si se encauza

organizadamente, desde un emplazamiento informado y crtico capaz de someter

al escrutinio pblico los presupuestos polticos, culturales y educativos, as como

las normas, los lenguajes, los conceptos y las acciones que gobiernan la educacin

local, en particular, aunque no solamente, la formalizada en instituciones

escolarizadas.

Veamos si podemos dotar de sentidos puntuales al conjunto de esta reflexin.


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1. Coordenadas conceptuales para el ejercicio de la observacin ciudadana en

educacin

He decidido iniciar la presentacin con un ejercicio intelectual bsico: la socializacin de

una serie de conceptos para encuadrar el dilogo. Estos aparecen en la base de esta

presentacin y forman parte de un vocabulario propio que en sentido amplio constituye

la rejilla a travs de la cual observo el campo de la educacin en Mxico.

Voy a entender temporalmente la observacin ciudadana en educacin como el

acto a travs del cual un ciudadano se hace visible en el espacio pblico para someter al

examen crtico los supuestos, las concepciones, las acciones, las implicaciones, los

resultados y las consecuencias sociales, culturales y polticas de las tareas de la

educacin, con el propsito de informar y fomentar el dilogo, la reflexin y la accin de

diferentes sectores y actores sociales. El acto de la observacin ciudadana como quiero

entenderlo presupone y requiere, a su vez, de la distincin de tres conceptos clave: lo

poltico, la poltica y las polticas.

Lopoltico es un principio ontolgico que traigo aqu desde la filosofa poltica de

ltima generacin y alude a los procesos de sedimentacin/reactivacin social (Laclau,

2006; Marchart, 2009). Dentro de lo poltico est incluida la negatividadcomo fuerza

productora no en el sentido coloquial, y el conflicto como algo constitutivo de las

sociedades, y es relevante en tanto concepto que seala el carcter abierto, asimtrico,

diferencial y conflictivo de las estructuras sociales, de las visiones de mundo, de la

distribucin del poder, de los recursos, de los bienes y de los beneficios. Lo poltico es


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pues el nombre que usamos desde la teora poltica para describir lafisura que tratamos

de llenar a travs de nuestras acciones. Esta figura existe en otros campos, en el

psicoanlisis de Jacques Lacan esta fisura puede ser nombrada como lo real(Lacan,

1977), en la filosofa deleuziana (Deleuze, 1994) se podra llamar la diferencia pura; en

todo los casos, esto es aquello que hace posible que la sociedad siga en movimiento. En

un lenguaje pues de filosofa poltica, lopoltico es intrnseco a la sociedad y se muestra

en su forma ms elemental en aquello que nos fuerza a los actos de la decisin.

Lapoltica la voy a entender aqu como una arena de disputa donde se

encuentran, se contrastan y procesan diferencias a partir de valores, expectativas e

intereses disimiles. La poltica es el terreno de las agencias sociales, de las estructuras,

de las tradiciones sedimentadas: de los partidos, de las religiones, las empresas, los

sindicatos, los gobernantes, los especialistas, los ciudadanos organizados. A diferencia

de algunas corrientes polticas y sociolgicas de pensamiento de antao y

contemporneas, siguiendo a Laclau (2006), Mouffe (1993), Buttler (2007) y Rancire

(2007), puedo afirmar que la poltica no es posesin ni es exclusividad de un grupo, una

esfera, una estructura poltica o un agente. Una visin tal de la poltica ha generado por

aos la tendencia afortunadamente no siempre exitosa a la despolitizacin de las

sociedades, es decir, ha generado efectos que tienden a inhabilitar y descalificar la

posibilidad de que los ciudadanos puedan observar, criticar, cambiar, reclamar las

reglas, los valores y las formas en que se conducen las instancias clave que regulan su


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vida bajo argumentos del tipo: esto no les toca, pues es responsabilidad de otros o

para eso hay representantes, etc.4

Voy a entender aqu laspolticas como los recursos y mecanismos a travs de los

cuales se intenta gestionar y concretar las pretensiones expuestas en la arena poltica.

Las polticas son de diferente tipo, duracin, alcance, naturaleza, tienen diferente

origen y trayectoria (de estado, de gobierno, pblicas, etc.); son por definicin, desde su

concepcin hasta su instrumentacin y evaluacin, objeto de resistencias,

reelaboraciones, resignificaciones y disputa. Las polticas y la poltica estn marcadas

por el signo de lo poltico.

Ahora bien, esta distincin entre lo poltico, la poltica y las polticas es clave

porque me permite organizar y guiar los criterios de observacin condensados al inicio

de este apartado bajo el concepto de observacin ciudadana en educacin. Permite

distinguir entre planos de concepcin, de reflexin y de accin, pero tambin identificar

su superposicin; permite comprender que la capacidad de accin poltica no es

posesin exclusiva de algunas agencias especficas como los sindicatos o las instancias

gubernamentales, y que, en tanto realizan acciones que influyen la vida de la sociedad en

general, sus acciones y sus racionalidades necesitan ser tradas a la rea del debate

pblico abierto ante los ojos de los afectados por ellas.

4 Esto se recubre tambin con el uso del poder y la corrupcin. Muchas instancias polticas tradicionalescomo partidos y sindicatos inhiben la participacin de sus miembros a travs de la compra de voluntades,de favores. En muchos casos esto es altamente efectivo y los actores no lo cuestionan, ms bien aceptan elbeneficio y se desactivan como actores polticos.


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2. Condiciones contextuales para el ejercicio de la observacin

Me parece que en un acto como este de toma de protesta conviene hacer una referencia

a algunos referentes contextuales tambin. La distincin presentada arriba y algunas de

mis afirmaciones previas son posibles en buena medida por la poca histrica, social y

cultural en que nos ha tocado vivir, y debido en parte tambin a algunas de las y

herencias y ganancias de generaciones previas e incluso contemporneas. Ubiquemos

muy brevemente estas condiciones:

En el plano internacional, diferentes agencias como los organismos financieros,

las organizaciones civiles y las organizaciones para la asistencia tcnica han puesto en la

agenda pblica la necesidad de socializar los principios de las libertades democrticas.

Han formado parte de las olas de democratizacin que de cuando en cuando llenan las

playas de diversos pases. Estas organizaciones no son lo mismo y no persiguen los

mismos fines; pero en su diferencia han puesto en la agenda la relevancia de asegurar

marcos de libertad y algunas incluso han acentuado la necesidad de la participacin de

la ciudadana en las decisiones de gobierno. Algunas de estas agencias lo han hecho

siguiendo el principio de las libertades individuales, otras siguiendo el principio de la

libertad del mercado, otros el principio de las libertades civiles. Algunas han generado

efectos nocivos y lamentables para algunas regiones del mundo mientras que otras han

tenido resultados edificantes en tanto abrazan causas que en generaciones previas eran

casi impensables. Pero en todo caso, debemos colocarlas como uno de los factores que


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han hecho posible el acto de observar cvicamente desde el espacio pblico en tanto

ejercicio de libertad democrtica, con todo lo ambiguo que esto nos pueda sonar.

En elplano nacional,la mexicana es una sociedad crecientemente ms educada o

cuando menos con mayores ndices de escolaridad; tenemos un mayor capital cultural,

tenemos una mayor circulacin de personas por diferentes contextos. Esto se ha

articulado con la creciente proliferacin de especialistas y organizaciones interesadas en

las tareas de la reflexin, la discusin y la transformacin social. Todava son pocas pero

cuentan en el acto del ensanchamiento del espacio pblico.

Tenemos a nuestra disposicin mayores recursos tecnolgicos. La historia de

la tecnologa nos marca como una de las generaciones con mayores avances en el

desarrollo de tecnologa de comunicacin y de informacin que no se detiene en el

terreno de la productividad, o en el terreno del ludismo. Las tecnologas recientes se han

conectado con el terreno de la interaccin y articulacin social, sncrona o asncrona a

travs de, por ejemplo, las redes sociales, un fenmeno de nuestro tiempo, del cual

apenas estamos aprendiendo.

La tecnologa no es slo los dispositivos tecnolgicos, fsicos o virtuales, son

sobre todo sistemas de conocimiento en articulacin con ciertas convicciones y dudas

ms profundas. En lnea con esto, nuestra generacin se caracteriza por tener mayor

conocimiento disponible que ninguna generacin previa pese a ellos, todava no

logramos avanzar sustancialmente en formas de uso socialmente justas y relevantes.

Una de las reas de mayor desarrollo en trminos de conocimiento es la ciencia

(investigaciones y teoras) social, educativa y poltica. Esto es relevante para la tarea de


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observacin ciudadana porque contamos con creciente conocimiento acerca de qu y

cmo son las tareas de gobierno, sobre la interaccin social, sobre l diseo,

implementacin, limitaciones y consecuencias de las polticas de estado, de gobierno,

pblicas incluidas las polticas educativas, etctera. La antropologa social, la

antropologa de la cultura, los desarrollos sobre los derechos humanos, nos habilitan

para observar con mayores recursos las condiciones a travs de las cuales las sociedades

organizamos nuestras interacciones, y nos incluimos y excluimos a nosotros mismos, de

forma activa o por muestra inaccin.

Otro factor clave que alienta la observacin ciudadana es el mantenimiento, o si

se prefiere, la persistencia de tensiones, descontentos y reclamos ante la ineficiencia,

la incompetencia o la abierta falta de responsabilidad y escrpulos de muchos lderes

sociales y de responsables de gobierno y de gestin pblica, que redunda en atraso,

corrupcin y terribles formas de exclusin. Esto ha movilizado que diferentes

organizaciones salgan a manifestarse organizadamente, que salgan a luchar por atencin

y hasta por el poder. Esto es importante porque debemos reconocer que la participacin

ciudadana en pases como el nuestro, no resulta de la generacin espontnea, hay

razones puntuales que la detonan; y tampoco se otorga por decreto, por ms que

aparezca en las leyes o reglamentos; una posicin se gana, por ella se tiene que luchar

contra las tradiciones, contra las creencias ms enquistadas, contra el sentido comn, a

veces contra las leyes vigentes mismas e incluso en contra del sentido ms bsico de

supervivencia (sea sta poltica, ciudadana, econmica y por supuesto, biolgica).


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Ahora bien, debemos reconocer tambin que en sociedades como las nuestras, las

mexicanas y las veracruzanas, la participacin social ciudadana es incipiente. La mayora

de nosotros todava pensamos y vivimos distantes cuando no indiferentes. En parte, es

por ello que somos blancos fciles de la corrupcin y la impunidad. Muchos hemos

tratado de movernos con relativa insistencia en el terreno de la opinin eventual, el cual,

si bien til, es todava de bajo perfil de cara a los problemas que enfrentamos. No

desconozco que el trabajo honesto en las trincheras es til y edificante; no desconozco

que el acto ciudadano de votar es importante, lo es. Es slo que para muchos de nosotros

ese acto no es suficiente en sociedades como la nuestra.

Hay muchas formas de sostener esto, me voy por un ejemplo poco sofisticado. En

Mxico, el sentido de la auto-crtica, la vergenza o la autocensura en los responsables y

funcionarios pblicos rara vez existe. Como sabemos, aqu es tradicin que cuando los

funcionarios pblicos o los gobernantes se equivocan o son descubiertos en actos de

corrupcin, hacen todo lo posible por preservar su posicin de ventaja y sus privilegios.

Es por ello que Mxico le ha aportado al mundo algunas de las figuras clave de la

corrupcin moderna, desde nuestro sistema de justicia, algunos de nuestros sindicatos

hasta, los fueros, el recurso del amparo, etc. Es paradjico porque estas herramientas

deban permitir condiciones de estabilidad, certeza y desarrollo; se supona que algunos

deban desaparecer y otros mejorarse con el paso del tiempo; sin embargo, esto no

ocurri, devinieron instrumentos a travs de los cuales se volvi una tradicin que en

Mxico, los actos de mal gobierno y de mal servicio pblico no tengan consecuencias.

Frente a esto, lo ms que se nos invita a hacer es, poner una queja o votar por otro


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partido, cada tres o seis aos. Bueno pues aunque esto pueda sonar razonable desde un

punto de vista tcnico, me parece que hemos llegado a un punto donde es simplemente

inaceptable por su insuficiencia, muchos hemos recorrido ese camino y sabemos por

donde pasa y a donde llega. Estos recursos tcnicos debieron haber funcionado hace

mucho, como en otros pases, pero no lo han hecho como debieran, por ello tienen que

ser escalados con otros que detonen y articulen esfuerzos individuales y colectivos para

inducir mejoras.

Aqu, podemos plantearnos la pregunta: cmo le hacemos para tratar estos y

otros problemas en un terreno tan complejo como la educacin? Cmo le hacemos para

desnaturalizar semejantes tradiciones?

3. Ciudadanos y expertos: desnaturalizar y problematizar

Los ciudadanos no conformes con las formas en que se conducen sus sociedades han

activado distintas formas de manifestacin y participacin. En Mxico, estamos

familiarizados con las marchas, los plantones, las huelgas. Otras opciones incluyen la

organizacin colectiva de ciudadanos interesados en algn aspecto especfico de la

realidad. sta opcin es la que me interesa aqu. Para referirme a ella voy a emplear la

figura conceptual del ciudadano experto. No es que la nocin me guste en particular,

pues creo que creo que tras figuras como el experto y el especialista se esconden

algunos de los peores vicios de la modernidad como proyecto intelectual, cultural y


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poltico; sin embargo, a falta de otra la voy a usar temporalmente. Al hablar del

ciudadano experto retomo parcialmente el examen de Frank Fischer (2003: 204-209)

quien describe al experto que participa en el campo de la ciudadana como alguien con

cierto nivel de conocimiento especializado para poder mediar, guiar o asesorar los actos

de participacin de diferentes grupos en la definicin de polticas que los afectan

directamente.

A partir de estos y otros desarrollos contemporneos, voy a entender al

ciudadano experto como un tipo de actor social que interviene en el espacio pblico

mediando, asesorando, pero sobre todo, detonando y alentando los actos de

participacin a partir de un cierto grado de especializacin. Este ciudadano conoce y

quiere conocer (sobre hechos, derechos, datos, problemas, teoras, tecnologas,

estrategias, metodologas), mantiene un principio de conviccin, es capaz de dialogar,

precisar, negociar, cuestionar. Reconoce la necesidad de formas institucionalizadas de

accin, pero pone en duda sistemticamente su pertinencia y sus resultados.

En el caso de un observatorio como el OVE, especializado en temas de la

educacin, quiero pensar en el ciudadano experto como alguien que ilumina los

procesos y los problemas desde adentro sin dejar de ver desde afuera. Es un actor que

observa crticamente desde diversos niveles de accin, organizacin, de conocimiento y

desde diversos lugares de experiencia. Y que recuerda que tambin es observado y este

conocimiento gua su actuar.

Es alguien que no solamente opina desde un lugar inamovible, sino que circula, se

mueve y asume la tarea de formar las condiciones para que otros puedan construir sus


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propias opiniones. As, alienta diversas formas de dilogo, socializa informacin y otras

herramientas para la reflexin pblica con la intencin de propiciar la formacin de

ciudadana.

El ciudadano experto tiene sus convicciones y las compromete, tiene sus

conocimientos y los pone en duda constantemente, reconoce la posibilidad de que otros

tengan una opinin distinta y aun as, o mejor dicho, gracias a eso, es capaz de sentarse a

participar en el debate abierto. El ciudadano experto es aquel capaz de reconocer y de

actuar contra de algunos de los mayores problemas en la forma en que se disean y

actan las polticas sociales. Voy a citar tres ejemplos de ellas:

1. Los diseadores de poltica y los tomadores de decisiones rara vez someten aescrutinio los presupuestos ms elementales que subyace a las polticas que

producen: sus valores, sus convicciones, sus perspectivas epistemolgicas,

conceptuales, etc.

2. Es tradicin de los diseadores de poltica y los tomadores de decisionesmirar al ciudadano como alguien al que, cuanto ms, le interesan resultados, y

en la mayora de los casos, est feliz si se lo deja en paz o si de vez en cuando

se le toma su opinin. Los ciudadanos son distantes dadores de opinin.

3. Es tambin tradicin de los diseadores de polticas y tomadores dedecisiones llegar a las mesas de presentacin de iniciativas o incluso de

negociacin con sus modelos mentales armados y sin la mnima intencin de

modificarlos, con lo que el acto de interaccin ciudadana no pasa de ser una


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mera formalidad, cuando no, una abierta falta de respeto a toda idea de

inteligencia social.

Frente a estas tradiciones sedimentadas, el ciudadano experto es alguien que

sabe que una poltica que no es capaz de escapar a esta forma de pensamiento, en

particular en la educacin, es parte de los problemas y no parte de las soluciones.

Para subvertir esto, el ciudadano experto toma distancia, desnaturaliza las

formas de pensamiento, los lenguajes y las formas de accin. Desnaturalizar, en

trminos derrideanos ofoucaultianos implica hacer extraas cosas que para muchos son

naturales o normales. Para esto, las historiza, las contrasta con distintas fuentes, las

deconstruye, las problematiza y muestra que no nacieron as, sino que son producto de

acciones de actores con nombre y apellido.

En esta lnea, el ciudadano experto tambin es capaz de construir como un

problema, aquello que parece una costumbre o un hecho innegable propio de las

circunstancias. Por ejemplo, que los nios de una comunidad tengan que caminar 3 km

para ir por agua corriente. O que las plazas laborales, sea en educacin bsica, media

superior o superior se hereden, se negocien y hasta se vendan. Estos actos cotidianos

pueden ser construidos como una circunstancia, una tradicin, un hecho, un derecho,

puede ser incluso una denuncia. Pero para el ciudadano experto, en un pas como

Mxico, en un Estado como Veracruz, estos eventos deben ser problema que requieren

ser examinados, dimensionados, expuestos y debatidos pblicamente y, si su conviccin

le alcanza, debe asumir la tarea de subvertirlos. Y es el mismo caso para la asignacin de


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puestos claves de la gestin de la educacin generalmente hecha por amistad o

afinidad intelectual y no por capacidad tcnica, de la alianza entre sindicatos y

gobernantes por favores o apoyos polticos que rara vez llegan al total de los

agremiados, o la hegemona de un grupo o tradicin en una institucin educativa,

entre muchos otros ejemplos que aqu no podra listar pero que no pueden, que no

deben permanecer como cosas naturales, como aspectos normales de la vida poltica y

educativa de Veracruz.5

4. A manera de cierre: la importancia de generar efectos de conjunto

Decid titular esta presentacin como vetas, contornos y retos de la participacin

ciudadana en educacin por una razn: dada su juventud la participacin ciudadana en

Mxico es un territorio en construccin. La participacin tiene diferentes contornos,

algunos estn anclados en la vida institucional, otros en las tradiciones, otros en la vida

cotidiana; tiene muchas vetas, pues los territorios nuevos qu explorar son amplios, en

particular en temas como construccin de indicadores, negociacin de agendas

educativas, definicin de polticas y prioridades especficas, en materia de rendicin de

cuentas, de evaluacin de desempeos, de asignacin y uso de presupuestos, de

5 El da 15 de mayo de 2010 fue publicada en el Diario de Xalapa, una nota con fotografa donde se diceque el candidato a la gubernatura del Partido Revolucionario Institucional se reuni con lderes de laseccin 32 del SNTE; adems de mostrarle su apoyo, le entregaron su propuesta educativa para laintegracin del programa sectorial 2010-2016 (sic). El acto, que da por hecho la victoria del candidato,debera ser ilegal y ticamente insostenible, y muestra aquello que parece natural en un pas como Mxicoy en un estado como Veracruz, y que deben ser desnaturalizadas. Ver nota: Avala Duarte propuesta deescuelas de tiempo completo en: http://www.oem.com.mx/diariodexalapa/notas/n1634275.htm


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asignacin de puestos y de plazas laborales, en la formacin de ciudadana desde el

espacio educacin-sociedad. Pero cada veta, y cada contorno que nos dice dnde

encontrar esa veta, es el indicador de un reto, pues ah donde se quiera participar, hay

tambin barreras que sortear. Desde una llamada no contestada, un correo ignorado,

hasta la descalificacin y una abierta negativa al dilogo. Pero esto es parte del reto de

construir la participacin, as que no llegamos a esta tarea con una visin demasiado

ingenua, slo medianamente romntica y altamente informada.

Para quienes arrancamos con la idea de construir el OVE, estos primeros meses

han sido de aprendizaje y tenemos claro que la tarea apenas inicia. Sabemos que la

educacin es un ente vivo y por ello nuestras formas de accin y nuestros sistemas de

pensamiento deben actualizarse constantemente. Un observatorio no es un grupo

masivo, es un grupo compacto donde los miembros se requieren para generar efectos de

conjunto, hacia el interior y hacia el exterior. Para pasar de la inconformidad a la

denuncia, de la denuncia al anlisis, del anlisis a la comunicacin, de la comunicacin a

las propuestas innovadoras, no necesariamente en ese orden; hay que trabajar fuerte en

diferentes dominios.

Como ciudadano y colega suyo, pretendo activar este privilegio que se concede a

cada generacin de tener la posibilidad de examinar los trminos que guan su propia

existencia. Parte de esos trminos nacieron con la nocin misma de ciudadana que se

sigue elaborando desde que se comenz a tejer en su forma moderna en el siglo XVIII; es

un acto que no se ha detenido. Cada generacin, a la luz de los debates de la poca, del


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conocimiento disponible, de los problemas ingentes y de sus aspiraciones ms

elementales tiene el reto de reelaborarla.

Para cerrar esta participacin quiero suscribir los preceptos que nos han sido

socializados por el Observatorio Mxico y que en gran medida comparto. Queremos en

conjunto construir un un espacio social para la observancia crtica y el anlisis de la

educacin, contribuyendo a la formacin de una opinin pblica mejor informada,

responsable y crtica promoviendo la participacin activa en la discusin de asuntos

relacionados con la educacin nacional y local.

Parafraseando a Foucault (1992), podramos decir que los efectos de conjunto se

logran a partir de la articulacin de fuerzas de diferente magnitud y procedencia, con

diferente trayectoria, sonoridad y territorialidad que se van sincronizando mientras se

abren espacio. En esta lgica, nos proponemos abrir un espacio de carcter plural, que

desde diferentes polos permita la reflexin de los problemas educativos, formular

propuestas para resolverlos, ejercer una vigilancia crtica de las polticas educativas,

establecer un dialogo con las autoridades educativas demandando esclarecimiento de

sus polticas, acciones y el cumplimiento de metas prometidas, sin descartar la

posibilidad de pblicamente elaborar conjuntamente con ellas propuestas pertinentes.

Con estos argumentos es como descargo la tesis que expuse al inicio de mi

presentacin, sobre que la educacin en Veracruz requiere ser observada

sistemticamente desde diferentes emplazamientos, de forma organizada, desde un

emplazamiento informado y crtico capaz de someter al escrutinio pblico los


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presupuestos polticos, culturales y educativos, as como las normas, los lenguajes, los

conceptos y las acciones que gobiernan la educacin local.

Sobre esta base, le doy la bienvenida a los nuevos integrantes del OVE. Les doy las

gracias por su amable atencin y les devuelvo ahora el turno de la participacin.

Lista de referencias

Bachelard, Gastn (2004) La configuracin del espritu cientfico. Mxico: Siglo XXI.Buenfil, Rosa Nidia (2010) Democracia: territorios y ambigedad, en Reinalda Soriano

Pea y Mara Dolores valos (coordinadora),Anlisis poltico de discurso.Dispositivos intelectuales en la investigacin social. Mxico: PAPDI, Juan Pablos, pp.41-56.

Buttler, Judith (1993) Bodies That Matter: On the Discursive Limits of Sex. New York:Routledge.

Deleuze, Gilles (1994) Difference and Repetition. NY: Columbia University Press.Fischer, Frank (2003) Reframing Public Policy. UK and NY: Oxford University Press.Foucault (1992) Microfsica del poder. Madrid: La piquetaLacan, Jacques (1977) The four fundamental Concepts of Psycho-Analysis.

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