Entrevista Julia Piera

10
ENTREVISTA A JULIA -¿Desde cuándo tenías el deseo de llegar a ser actriz? Esta es una buena pregunta para empezar. Nunca me lo había planteado así, pero supongo que el deseo no vino de un día para otro; quiero decir que no me levanté una mañana diciendo “yo de mayor quiero ser actriz”, creo que fue algo más progresivo. Con siete años empecé a ir a clases de interpretación que impartían aquí en el pueblo (de eso sí que me acuerdo bien) y, poco a poco, digamos que el teatro me fue atrapando. -¿Por qué decidiste estudiar interpretación? Porque el teatro es lo que más me llena en este mundo y pienso que uno debe hacer lo posible por dedicar su vida a hacer aquello que le gusta, aquello con lo que se siente a

description

Entrevista Julia Piera

Transcript of Entrevista Julia Piera

ENTREVISTA A JULIA

-¿Desde cuándo tenías el deseo de llegar a ser actriz?

Esta es una buena pregunta para empezar. Nunca me lo había

planteado así, pero supongo que el deseo no vino de un día

para otro; quiero decir que no me levanté una mañana

diciendo “yo de mayor quiero ser actriz”, creo que fue algo

más progresivo. Con siete años empecé a ir a clases de

interpretación que impartían aquí en el pueblo (de eso sí que

me acuerdo bien) y, poco a poco, digamos que el teatro me fue

atrapando.

-¿Por qué decidiste estudiar interpretación?

Porque el teatro es lo que más me llena en este mundo y

pienso que uno debe hacer lo posible por dedicar su vida a

hacer aquello que le gusta, aquello con lo que se siente a gusto

porque las complicaciones ya vienen después solas.

-¿Hay que esforzarse mucho para estudiar interpretación?

La verdad es que sí, hay que esforzarse muchísimo aunque

mucha gente piense lo contrario. La interpretación requiere

un continuo trabajo con las emociones, con las imágenes, con

la imaginación, con la voz y con el cuerpo. El actor se tiene

como instrumento a sí mismo, al igual que el músico tiene un

violín, por eso debe estar siempre preparado y en buena

forma lo que requiere un esfuerzo físico y mental

considerable.

-¿Hay que tener alguna habilidad peculiar para ser actriz?

Esta es una pregunta muy común pero muy difícil de

responder. Hay quienes piensan que no hace falta ninguna

habilidad especial, que cualquiera puede ser actor

aprendiendo una técnica y logrando una cierta naturalidad;

pero otros defienden que un actor nace con ciertas aptitudes

(que no actitudes) que lo hacen único, aunque luego

evidentemente éstas se puedan desarrollar con la técnica. Yo,

personalmente, simpatizo más con esta segunda teoría como

es lógico.

-¿Qué es necesario para entrar en la escuela de arte dramático?

Para acceder a la RESAD es necesario tener el Bachillerato o

haber superado una prueba de madurez parecida a la

Selectividad, pero lo realmente importante es superar después

con éxito las pruebas específicas de acceso que se dividen en

un examen teórico de análisis de texto y en un examen

práctico propio de cada especialidad (dirección, dramaturgia,

escenografía, interpretación gestual, interpretación musical o

interpretación textual).

-¿Cuántos años tenías cuando te subiste a un escenario por

primera vez?

No recuerdo bien, creo que fue en el colegio con unos cinco o

seis años.

-¿Recuerdas lo que sentiste esa primera vez?

La verdad es que no lo recuerdo, pero algo adictivo tuvo que

ser.

-¿Sigues sintiendo lo mismo cada vez que subes al escenario?

Muy probablemente sea lo mismo, sí. Es como una mezcla de

nervios y adrenalina, que se dispersan en cuanto pronuncias

la primera palabra del texto porque es entonces cuando te

zabulles de lleno en el personaje y te olvidas de todo lo demás.

El resto de cosas que te acompañan en tu día a día dejan de

pesarte por unas horas y te involucras entonces en dar vida a

un personaje, es una sensación maravillosa (como diría Lope:

“quien lo probó, lo sabe”).

-¿Cuántos papeles has interpretado?

La verdad es que de momento no he interpretado demasiados,

aún no soy actriz ni pretendo dármelas de ello. Soy una

estudiante de interpretación a la que le queda mucho camino

que recorrer y mucho que aprender. Sin embargo puedo decir

que, antes de entrar a la RESAD, tuve la suerte de interpretar

alguna obrita de Chejov, alguna pieza breve de Tennesse

Williams o cosas semejantes en una escuela de Guadalajara.

-¿Cuál es el papel que más te ha gustado?

Puede que, de los pocos que llevo interpretados hasta el

momento, el de doña Inés (del Don Juan Tenorio de Zorrilla)

sea mi preferido.

-Si pudieras elegir un papel, ¿cuál elegirías?

Sin duda alguna escogería a Blanche de Un tranvía llamado

“Deseo” o a la señorita Julia de Strindberg, aunque son

papeles que requieren mucha madurez actoral y, por el

momento, no los considero a mi alcance.

-¿Has protagonizado algún papel importante? ¿Cuál?

El papel de doña Inés en el Tenorio Mendocino de

Guadalajara puede que sea el más importante que he

interpretado y fue, sin duda, un trabajo muy interesante.

-Cuando te has subido a un escenario, ¿alguna vez se te ha

olvidado lo que tenías que decir? ¿Cómo lo has resuelto?

Más de una vez, pero lo importante es estar metido en la

atmósfera de la escena, de manera que, si se te olvida alguna

frase del texto, puedas improvisar con cualquier otra que

venga al caso sin perder la concentración ni la intención

comunicativa.

-¿Has tenido alguna experiencia divertida relacionada con el

teatro?

Claro, en el teatro no paran de ocurrir anécdotas divertidas.

Recuerdo una vez que en un pueblo de la provincia, mientras

estábamos representando El Oso de A.Chèjov y yo salía a

escena vestida de viuda, unos ancianos que estaban en la plaza

comenzaron a gritar “Mozaaaa” en voz alta, provocando un

gran revuelo entre el resto del público. Nosotros, entre tanto,

teníamos que seguir con la representación aunque por dentro

nos moríamos de la risa. Actuar por los pueblos es siempre

una aventura.

-¿Cuál es tu sueño interpretativo en el futuro?

Mi sueño es poder vivir de esta profesión, poder comer

haciendo lo que realmente me gusta, que es el teatro. Ese es

mi sueño, de momento no voy más allá de eso.

-¿Qué te gusta más el drama o la comedia? ¿Por qué?

El drama, sin duda. Supongo que, como espectadora, me

gusta ver situaciones crudas en escena, conflictos

contundentes, situaciones extremas. Me gusta salir del teatro

con las tripas revueltas y con la mente en funcionamiento.

Como actriz también lo prefiero, creo que mi lado trágico

gana con mucho a mi vis cómica.

-¿Es cierto que el aplauso del público es la mayor recompensa o

hay otras cosas?

Es una de las mayores recompensas, sí. Nosotros trabajamos

para el público y recibir su agradecimiento o su aprobación

en forma de aplausos es siempre el mejor de los halagos.

-¿Es compatible la interpretación con tu vida?, ¿te queda tiempo

para hacer otras cosas?

Ja, ja, ja. Esta pregunta me la hago a mí misma todas las

mañanas. Estudiar en la RESAD no deja tiempo para muchas

más cosas, tu vida comienza a fusionarse con la interpretación

y ya no sabes qué va primero, si una cosa o la otra. Pero yo no

lo veo como algo negativo, yo elegí este camino hace tiempo y

ya entonces era consciente de las consecuencias; ahora sólo

queda asimilarlas.

Muchas gracias por la entrevista, me han parecido unas

cuestiones muy interesantes. Disculpad si las respuestas se

salen un poco de madre, es la primera vez que hago algo así.

Un saludo. Julia