Entrevista Director de La Dirac

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12 13 En dos años la Dirac dio pasos importantes en la internacionalización de las artes visuales nacionales, apoyando a artistas en bienales y ferias o en la gestión de Ch.ACO, entre otras cosas. Este es solo uno de los ámbitos que se posicionan fuera de las fronteras del país, y que a partir de mediados de marzo quedarán en manos de Germán Guerrero. HORACIO DEL VALLE “EL ALMA DE LOS PAÍSES SE REFLEJA POR EL NIVEL DE SU CULTURA” exactamente dos años –o un poco más– de haber asumido como director de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirac), Horacio del Valle deja el cargo para asumir un nuevo desafío: hacerse cargo de la Embajada de Chile en Suecia. Conversamos con él acerca de las orientaciones de su admi- nistración durante este período –que se vio marcada por un giro estratégico hacia la sistematización de la gestión– , de los logros y proyectos que se concretaron en materia de artes visuales y de los desafíos para Germán Guerrero, ex embajador de Chile en México, quien tendrá la tarea de internaciona- lizar la cultura chilena durante el resto del actual gobierno. —Uno de los lineamientos estratégicos de las Políti- cas Culturales 2011-2016 es “Contribuir a instalar los bienes y servicios artístico-culturales en el escenario internacional”. La Dirac se dedica específica y exclu- sivamente a posicionar la producción nacional en el extranjero. ¿Por qué es tan relevante hacer este trabajo? Porque el alma de los países se refleja no por sus políticas ni por su éxito económico, sino fundamentalmente por el nivel de su cultura, de su creatividad, de su reflexión en torno a los problemas humanos llevada a la creación. Entonces es imprescindible que el tema cultural, que en Chile está extraordinariamente bien desa- rrollado, se exteriorice y se sistematice la forma de hacerlo. A eso apuntan las políticas públicas culturales en materia internacional. Además, por su esencia, la Dirac es una unidad que se ocupa de la diplomacia cultural, es decir, de aportarle a nuestras misiones los elementos e insumos para que ellos hagan su trabajo en distintos planos. Asimismo, la cultura contribuye a nuestra gestión diplomáti- ca e incluso responde a las prioridades de la política exterior del país. —¿Cree usted que hay cada vez mayor interés de los creadores nacionales por internacionalizar sus carreras? ¿Cree que hay más conciencia de que esto puede darles mejores oportunidades? Eso es una tendencia absolutamente global. A las personas no sólo les interesa conocer lo que hacen los demás sino dar a conocer lo que están haciendo. A ese fenómeno natural en el siglo XXI se le debe adicionar un elemento extra: el mercado chileno tiene sus limitaciones. En consecuencia, si uno va a generar platea, qué bueno que vayan muchos chilenos a ver nuestras películas o exposiciones, pero evidentemente al artista, cineasta, dramaturgo o novelista le gustaría que fueran muchísimas más las personas que conocieran su obra. Las limitaciones que tiene el ámbito chileno se resuelven con la interna- cionalización de nuestras creaciones. Es una tendencia absolutamente natural. Significa más espectadores, más compradores, más coleccionistas, además de un tema im- portantísimo en cuanto a la trascendencia del alma de Chile. —Desde que usted está a la cabeza de la Dirac hubo un cambio estratégico importante. ¿Cuál fue el diagnóstico que hizo necesario este cambio? Básicamente es una reflexión en torno a un tema de gestión, de aprovechar de una mejor forma los siempre insuficientes recursos en el ámbito de la cultura. Eso nos motivó a, sin desconocer los éxitos considerables que se obtuvieron en administraciones anteriores, intentar darle un sesgo más pragmático a la internacionalización de la cultura. No alcanza para todos, entonces había que priorizar y considerar ciertos elementos adicionales, por ejemplo, la mayor intinerancia posible de las manifestaciones cultu- rales gestionadas por la Dirac. Antiguamente se gastaba una buena cantidad de recursos para colocar un evento y se realizaba con mucho éxito en una sola capital, en- tonces su efecto era relativamente pobre en términos de visibilidad y difusión. Eso había que corregirlo. Otro tema estratégico que se consideró fue el apoyar solo proyectos de envergadura y ojalá multidisciplinarios: que los postu- lantes se preocupen de contactar a cultores o creadores de otras disciplinas para enriquecer la muestra que va a llevarse al exterior. Finalmente, era importante que las muestras que se hicieran en el exterior, cuando regresen a Chile, también sean mostradas en el país. —Otra innovación de esta adminis- tración tiene que ver con dejar una historia tangible de lo que hace la Dirac afuera. Lo que usted haga en materia cultural, si no tiene registro, es efímero. Si no se hace desperdiciamos una magnífica oportunidad que nos da el mundo de la cultura para dar a conocer y colocar a Chile con una imagen potente en el exterior. En cambio, si nosotros llevamos un registro, ya sea audiovisual o en papel, y lo hacemos llegar a los principales directores de museos, críticos de arte, de teatro, de música, a los principales gestores de festivales, el efecto multipli- cador es notable. Hemos dedicado muchos recursos al uso de la valija diplomática para colocar publica- ciones chilenas en el exterior y las respuestas a eso en estos dos años han sido bastantes y relevantes. —Se ha enfatizado también en la generación de alianzas con otras instituciones en el desa- rrollo de estas estrategias y políticas culturales. ¿Cuáles son estas instituciones hermanas? ¿Qué pasa con la empresa privada, por ejemplo? Al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Fun- dación Imagen de Chile, la Dibam, el Consejo de Monu- mentos Nacionales y ProChile debo agregarle que cuando descubrimos, con un informe jurídico, que la Dirac podía recabar fondos del sector privado, empezamos a pensar muy seriamente en también bus- car aliados es- tratégicos en el sector privado, en instituciones que normalmen- te son muy me- cenas y apoyan el tema de la cultura. Por ejemplo, para el proyecto “Chile Cultura” [afiches de la obra de fotógrafos y artistas visuales para decorar o ser difundidos en las embajadas y consulados], para las iniciativas del segundo semestre de 2012 ya contamos con el patrocinio de una universidad privada en la impresión. —La nueva administración significó también la disminución de los agregados culturales –siete actualmente versus más de 15 en otros gobiernos. Los agregados culturales han aumentado o disminuido de acuerdo con los criterios que tiene el estado en determina- do momento. Esto responde a un criterio bien planificado porque los agregados culturales compiten con agregados Por M. Angélica Navarro Ovalle, periodista Imágenes cortesía de Dirac A entrevistas Entonces si su pregunta es si ha valido la pena el esfuerzo, es decir, ¡absolutamente! Por las gestiones que se han hecho en los últimos cinco o seis años, se va a conocer muchísimo más de las artes chilenas que en otras etapas.

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En dos años la Dirac dio pasos importantes en la internacionalización de las artes visuales nacionales, apoyando a artistas en bienales y ferias o en la gestión de Ch.ACO, entre otras cosas. Este es solo uno de los ámbitos que se posicionan fuera de las fronteras del país, y que a partir de mediados de marzo quedarán en manos de Germán Guerrero.

HORACIO DEL VALLE

“El alma dE los paísEs sE rEflEja por El nivEl dE su cultura”

exactamente dos años –o un poco más– de haber asumido como director de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores

(Dirac), Horacio del Valle deja el cargo para asumir un nuevo desafío: hacerse cargo de la Embajada de Chile en Suecia. Conversamos con él acerca de las orientaciones de su admi-nistración durante este período –que se vio marcada por un giro estratégico hacia la sistematización de la gestión– , de los logros y proyectos que se concretaron en materia de artes visuales y de los desafíos para Germán Guerrero, ex embajador de Chile en México, quien tendrá la tarea de internaciona-lizar la cultura chilena durante el resto del actual gobierno.

—Uno de los lineamientos estratégicos de las Políti-cas Culturales 2011-2016 es “Contribuir a instalar los bienes y servicios artístico-culturales en el escenario internacional”. La Dirac se dedica específica y exclu-sivamente a posicionar la producción nacional en el extranjero. ¿Por qué es tan relevante hacer este trabajo?—Porque el alma de los países se refleja no por sus políticas ni por su éxito económico, sino fundamentalmente por el nivel de su cultura, de su creatividad, de su reflexión en torno a los problemas humanos llevada a la creación. Entonces es imprescindible que el tema cultural, que en Chile está extraordinariamente bien desa-rrollado, se exteriorice y se sistematice la forma de hacerlo. A eso apuntan las políticas públicas culturales en materia internacional.Además, por su esencia, la Dirac es una unidad que se ocupa de la diplomacia cultural, es decir, de aportarle a nuestras misiones los elementos e insumos para que ellos hagan su trabajo en distintos planos. Asimismo, la cultura contribuye a nuestra gestión diplomáti-ca e incluso responde a las prioridades de la política exterior del país.—¿Cree usted que hay cada vez mayor interés

de los creadores nacionales por internacionalizar sus carreras? ¿Cree que hay más conciencia de que esto puede darles mejores oportunidades?—Eso es una tendencia absolutamente global. A las personas no sólo les interesa conocer lo que hacen los demás sino dar a conocer lo que están haciendo. A ese fenómeno natural en el siglo XXI se le debe adicionar un elemento extra: el mercado chileno tiene sus limitaciones. En consecuencia, si uno va a generar platea, qué bueno que vayan muchos chilenos a ver nuestras películas o exposiciones, pero evidentemente al artista, cineasta, dramaturgo o novelista le gustaría que fueran muchísimas más las personas que conocieran su obra. Las limitaciones que tiene el ámbito chileno se resuelven con la interna-cionalización de nuestras creaciones. Es una tendencia absolutamente natural. Significa más espectadores, más compradores, más coleccionistas, además de un tema im-portantísimo en cuanto a la trascendencia del alma de Chile.

—Desde que usted está a la cabeza de la Dirac hubo un cambio estratégico importante. ¿Cuál fue el diagnóstico que hizo necesario este cambio?—Básicamente es una reflexión en torno a un tema de gestión, de aprovechar de una mejor forma los siempre insuficientes recursos en el ámbito de la cultura. Eso nos motivó a, sin desconocer los éxitos considerables que se obtuvieron en administraciones anteriores, intentar darle un sesgo más pragmático a la internacionalización de la cultura. No alcanza para todos, entonces había que priorizar y considerar ciertos elementos adicionales, por ejemplo, la mayor intinerancia posible de las manifestaciones cultu-rales gestionadas por la Dirac. Antiguamente se gastaba

una buena cantidad de recursos para colocar un evento y se realizaba con mucho éxito en una sola capital, en-tonces su efecto era relativamente pobre en términos de visibilidad y difusión. Eso había que corregirlo. Otro tema estratégico que se consideró fue el apoyar solo proyectos de envergadura y ojalá multidisciplinarios: que los postu-lantes se preocupen de contactar a cultores o creadores de otras disciplinas para enriquecer la muestra que va a llevarse al exterior. Finalmente, era importante que las muestras que se hicieran en el exterior, cuando regresen a Chile, también sean mostradas en el país.

—Otra innovación de esta adminis-tración tiene que ver con dejar una his tor ia tangib le d e l o q u e h a c e l a D i r a c a f u e r a .—Lo que usted haga en materia cultural, si no tiene registro, es efímero. Si no se hace desperdiciamos una magnífica oportunidad que nos da el mundo de la cultura para dar a conocer y colocar a Chile con una imagen potente en el exterior. En cambio, si nosotros llevamos un registro, ya sea audiovisual o en papel, y lo hacemos llegar a los principales directores de museos, críticos de arte, de teatro, de música, a los principales gestores de festivales, el efecto multipli-cador es notable. Hemos dedicado muchos recursos al uso de la valija diplomática para colocar publica-ciones chilenas en el exterior y las respuestas a eso en estos dos años han sido bastantes y relevantes.

—Se ha enfatizado también en la generación de alianzas con otras instituciones en el desa-rrollo de estas estrategias y políticas culturales. ¿Cuáles son estas instituciones hermanas? ¿Qué pasa con la empresa privada, por ejemplo?—Al Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la Fun-dación Imagen de Chile, la Dibam, el Consejo de Monu-mentos Nacionales y ProChile debo agregarle que cuando descubrimos, con un informe jurídico, que la Dirac podía recabar fondos del sector privado, empezamos a pensar

muy seriamente en también bus-car aliados es-tratégicos en el sector privado, en instituciones que normalmen-te son muy me-

c e n a s y a p o y a n e l t e m a d e l a c u l t u r a .Por ejemplo, para el proyecto “Chile Cultura” [afiches de la obra de fotógrafos y artistas visuales para decorar o ser difundidos en las embajadas y consulados], para las iniciativas del segundo semestre de 2012 ya contamos con el patrocinio de una universidad privada en la impresión.

—La nueva administración significó también la disminución de los agregados culturales –siete actualmente versus más de 15 en otros gobiernos.—Los agregados culturales han aumentado o disminuido de acuerdo con los criterios que tiene el estado en determina-do momento. Esto responde a un criterio bien planificado porque los agregados culturales compiten con agregados

Por M. Angélica Navarro Ovalle, periodistaImágenes cortesía de Dirac

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Entonces si su pregunta es si ha valido la pena el esfuerzo,

es decir, ¡absolutamente! Por las gestiones que se han

hecho en los últimos cinco o seis años, se va a conocer

muchísimo más de las artes chilenas que en otras etapas.

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en otras disciplinas y tienen que ser personas de exclusiva confianza del Presidente de la República. Es un número limitado, entiendo que son 24. En algunas oportunidades hemos aumentado los agregados científicos y disminuido los culturales y en otras oportunidades el predominio total ha sido de los agregados culturales, y no con mejores resulta-dos que los que están teniendo los siete que tenemos hoy.

—¿Por qué se eligió a personas con más ex-periencia en la gestión en sí en lugar de actores o escritores, como se ha hecho anteriormente?—En términos prácticos, y el Presidente lo ha entendido perfecta-mente, se ha propuesto en esta etapa que los agregados culturales sean más gestores que creadores. Hay experiencias en el pasado de muy buenos gestores que venían el mundo de la creación, pero también ejemplos nefastos. El agregado cultural debe ser un muy competente gestor porque las condiciones de trabajo son bastante complejas, los recursos son limitados y los desafíos son gigantescos.Adicionalmente a eso, los funcionarios del servicio exterior están capacitados para hacerse cargo de la gestión cultural en las embajadas donde no tenemos agregados. No hay ab-solutamente ninguna de nuestras misiones que no tenga una persona encargada del área de la cultura. En este sentido, el tercer tema que estamos explorando, con tremendos resultados, es el de los contratados locales: contratar a un chileno o algún extranjero que viva en el lugar, para hacerse cargo de esta labor.

La Dirac y las artes visuales.—La Dirac apoya la participación de artistas en bie-nales y ferias extranjeras. ¿Qué impacto ha visto usted que tienen estas iniciativas en sus carreras?—Se lo resumo en un área: el diseño. En 2010 creamos el Consejo Asesor de Diseño de la Dirac. Desde esa fecha ya hemos participado en 100% Diseño en Londres y hemos acompañado a diseñadores en otros eventos internacionales. Nos invitaron a participar en el Salón del Mueble de Milán y propusimos a diez diseñadores chilenos, pensando que se podían elegir dos o tres, con cuatro piezas cada uno. ¡Y resulta que eligieron a los diez! Y cuando nosotros, por un tema de espacio, esfuer-zos y recursos, les propusimos a los curadores que vaya cada uno con una obra, ellos nos dijeron que no, que tienen que ir con las cuatro. Entonces nos dimos cuenta de que hay diseño chileno de gran calidad y que está perfectamente capacita-do para competir en las ligas mayores del diseño mundial.Eso pasa con la arquitectura también y lo mismo está empe-zando a ocurrir con las artes visuales: atraemos la mirada de importantes críticos internacionales de arte y se dan cuenta de que en Chile hay artistas visuales importantes y con propuestas interesantísimas. El impacto que tuvo Iván Navarro, por ejemplo, cuando la Dirac propuso y se aceptó que se generara un pabellón propio en la Bienal de Venecia y no en uno colectivo, fue notable.

—De hecho, después de esa muestra le ha ido increíble. Por ejemplo, en Arco 2011 vendió una obra por más de 36 mil euros.—Y le ha pasado lo mismo a Prats. Y feliz Alfredo Jaar aceptó la invita-ción que se le ha hecho. Incluso él va a realizar una gestión privada para

obtener fondos adicionales para su participación en Venecia 2013.Entonces si su pregunta es si ha valido la pena el esfuer-zo, es decir, ¡absolutamente! Por las gestiones que se han hecho en los últimos cinco o seis años, se va a conocer muchísimo más de las artes chilenas que en otras etapas.

—Usted decía que estas participaciones gene-ran nuevos proyectos. Con un presupuesto tan li-mitado, ¿cómo se hace cargo la Dirac de ellos?—Hay que priorizar. Hemos tenido que destinar esfuerzos importan-tísimos a nuestra participación en Venecia, Milán y otras bienales de mucha visibilidad, en perjuicio de proyectos menores. Por mucho esfuerzo que hagamos, la Dirac es una dirección que tiene personal limitado y capacidad de gestión limitada para conseguir fondos.

— E n t o n c e s a p o y a n a g e n -te que tiene una carrera más consagrada.—No necesariamente, porque en el futuro la Dirac puede focalizar su atención en los artistas emergentes, el corto-metraje o, como se ha hecho recientemente, en el arte cinético. En este caso concreto, la Dirac le ha puesto un énfasis muy relevante a resaltar la obra de Matilde Pérez.

—Otro proyecto que ha apoyado la Dirac es la feria Ch.ACO. ¿De qué forma se ha materializado esta colaboración?—Nosotros apoyamos las manifestaciones que se generan en Chile y que están orientadas hacia el público chileno, pero que tienen una repercusión internacional muy grande y efectiva. Es el caso de lo que

está haciendo FITAM con Santiago a Mil o nuestros festivales de cine. Otra de esas ellas, absolutamente creciente y en pleno desarrollo –por eso hay que cuidarla mucho–, es Ch.ACO, que cada día es más conocida afuera. Nuestro aporte a Ch.ACO, en primer término, es aprovechar nuestras redes para difundir la feria entre galerías extranjeras importantes. En ese sentido se inscribe lo que estamos haciendo hoy: una difusión masiva del catálogo Ch.ACO. Yo le aseguro que ese catálogo en estos momentos está en el escritorio de importantísimos directores de museos, críticos de arte y galerías en todas las capitales del mundo donde tenemos representación diplomática. Es un catálogo bilingüe y en conse-cuencia su difusión uni-versal se facilita mucho.

— ¿ Q u é c o s a s que se han con-cretado grac ias a esta mayor visibilización de la feria afuera?—Esta es la primera vez que lo hacemos sistemática-mente y espero que después de esta distribución masiva obtengamos una respuesta interesante de las galerías a las que se lo hemos hecho llegar. Además aumentan las posibilidades de que vengan grandes críticos de artes o grandes artistas. El hecho de que nuestro en-cargado de cultura visite a un galerista, un artista o un museo importante y conversen sobre Ch.ACO, tiene un

efecto claramente mayor que el de simplemente man-darle un mail o de invitarlo a ingresar a la página web.

—A poco tiempo de partir del cargo, ¿cuál es su evaluación, abar-cando también las otras disciplinas que promociona la Dirac?—El trabajo de la Dirac no se pueda medir simplemente por el inicio o término de una gestión; es un trabajo de continuidad. Yo no podría haber hecho ninguna de las iniciativas que se hicieron durante estos dos años si no hubiese habido antes un trabajo intenso de parte de mi antecesor. El equipo que hoy trabaja en la Dirac es prácticamente el mismo que hace diez años. Lo que cambian

son los énfasis en una determinada área, cualidad o acción.

—¿Qué desafíos le quedan a su sucesor?

—Tiene un gran desafío, la Feria Internacional del Libro de Gua-dalajara, en que somos el invitado de honor. Un segundo gran desafío es la construcción del importantísimo Año Internacional de la Cultura Chile-Italia que cuenta con una inmensa cantidad de iniciativas: se iniciará el año Chile-Italia, con una gran muestra de Matta en coincidencia con una de Picasso, vamos a poner mucho énfasis en la presentación de la ópera “Il Postino”, con argumento de Antonio Skármeta, vamos a participar en la Feria Internacional del Libro de Turín como invitado de honor, entre muchas otras cosas.

Las limitaciones que tiene el ámbito chileno se resuelven con la internacionalización de nuestras creaciones. Significa más espectadores, más compradores, más coleccionistas, además de un tema importantísimo en cuanto a la trascendencia del alma de Chile.