Entre visillos [11668] - Cavanilles · 2020. 1. 25. · A través de las palabras los personajes se...

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    Entre visillos, Premio Nadal 1957, narra la vida en una ciudad de provincias, llena de rutina,conservadurismo e hipocresía. A través de la charla aparentemente banal de un grupo de muchachas,conocemossusocupacionescotidianas,susangustias,lainsalvabletristezaqueasomatraselaburrimientoylafaltadeimaginación.LapresenciadePabloKlein,llegadoalaciudadparaocuparsedelaclasedealemándelInstituto, es el pretexto narrativo que centra lamayor parte de los sucesos deEntre visillos. Pablo, personareservada y observadora, honesta y poco convencional, choca con el ambiente plano y conformista. Conrecursosestilísticosbiencuidadosyunenfoquedirectoyrealista,CarmenMarínGaitenosdaesteretazodevida española pintado con las tintas de la desilusión, los imposibles, y las aceptaciones de una juventudcondenadaaverpasarlavidaentrevisillos.

    CarmenMartinGaite

    PRIMERAPARTEDOSTRESCUATROCINCOSEISSIETEOCHONUEVEDIEZONCESEGUNDAPARTETRECECATORCEQUINCEDIECISÉISDIECISIETEDIECIOCHO

  • CarmenMartinGaite

    Entrevisillos

    CarmenMartínGaite(1925-2000)nacióenSalamancael8dediciembrede1925.SelicencióenFilosofíayLetrasporlaUniversidaddeestamismaciudad.Colaboróenvariasrevistasliterarias,comoTrabajosyDías,enSalamanca,yRevistaNueva,enMadrid.SedoctoróenlaUniversidaddeMadridconlatesisUsosamorososdelXVIIIenEspaña.IgnacioAldecoa,cuyaobraestudiaríaposteriormente,laintrodujoensucírculoliterario,frecuentado por autores que más tarde formarían parte de la conocida Generación del 50 o Generación dePostguerra.SonescritoresdelatalladeAlfonsoSastre,JuanBenet,MedardoFraile,JesúsFernándezSantos,JosefinaAldecoaoRafaelSánchezFerlosio.Conesteúltimosecasóen1954.

    ComienzasucarreraliterariaconlapublicacióndeElbalneario,novelacortaconlaqueobtieneen1955unodelospremiosliterariosdemayorprestigioenEspaña,elCaféGijón.Tresañosdespuéspresentalaquesería una de sus obras más emblemáticas, Entre visillos, al Premio Nadal, galardón que le fue concedido.Duranteladécadadelossesentacontinuócultivandolanarrativa,conobrastanimportantescomoLaataduras(1960) o Ritmo lento (1963), pero es en los setenta cuando se puede apreciar perfectamente la enormeversatilidaddeMartínGaite.PublicasusdosensayossobreelprocesocontraMacanaz,sutesissobrelosUsosamorososdelXVIIIenEspaña,recopilasupoesíaenArachas(1976),yunadesusobrascumbre, lanovelaRetahílas,salealaluzen1974.Aestadécadadebemosasimismosuprimerarecopilaciónderelatos,Cuentoscompletos.Tambiéncultivóelgéneroperiodístico,trabajandocomoredactoraenloscomienzosdelperiódicoDiario16.

    Entreotroslogros,MartínGaitedestacaporhabersidolaprimeramujeralaqueseleconcedióelPremioNacionaldeLiteraturaconElcuartodeatrásen1978,yporhaberganadoen1994elPremioNacionaldelasLetrasalconjuntodesuobra.TambiénobtendráelPremioPríncipedeAsturiasen1988,compartidoconelpoetagallegoJoséÁngelValente[1929-2000],elPremioCastillayLeóndelasLetrasen1992,olaMedalladeOrodelCírculodeBellasArtesen1997.ConsuensayoUsosamorososde laposguerraespañolarecibióen1987elPremioAnagramadeEnsayoyelLibrodeOrodeloslibrerosespañoles.Estaobradisparasusventas,ydesdeentonces lasobrasdeCarmenMartínGaiteestánsiempreentre lasmásvendidasenEspaña, siendoespectacularsuéxitoen laFeriadel librodeMadrid,dondesuobrasolíasituarse,cada temporada,entre lasmásexitosas.

    Cultivó también la crítica literaria y la traducción, destacando sus versiones de autores de la talla deFlaubert,RilkeoEmilyBrönte,entreotros.SusúltimasnovelaspublicadassonLoraroesvivir(1997)eIrsedecasa(1998).En1999sereeditayrepresentaLahermanapequeña,yrecopilaenCuéntameensayosycuentosescritosentre1953y1997.Póstumamentesepublicólanovelaenlaqueestabatrabajandohastaelmomentodesumuerte,Losparentescos (2001).Murióel23de juliode2000acausadeuncáncer.EstáenterradaenElBoalo.MuchoscríticoshanqueridoverenelcorpusnarrativodeMartínGaiteeldeseodeirperfeccionandosiempre la escritura de un solo libro. Así, sus novelas muestran una evolución sin rupturas, una constantemetamorfosissobre labasedeunestiloquesemantienedesdeElBalneariohastaNubosidadvariableoLosparentescos,porcitarlaprimeraydosdesusúltimasymásimportantesnovelas.Deahíquealolargodesuobra nos vayamos encontrando con una serie de características propias del estilo de Martín Gaite,características que, expresadas o manifestadas de maneras distintas se hacen presentes en todas sus obras.Destaca especialmente su gran maestría en el empleo del lenguaje coloquial, consiguiendo reflejar de unamaneraconvincenteel lenguajehablado tantopor lascapasmáseducadasde la ciudadcomopor lasmenoscultivadas.HastalapublicacióndeRetahílas(esdecir,enlasobrasElbalneario,EntrevisillosoRitmolento)seenfatizabalasoledaddelosprotagonistasylaausenciadeunacomunicaciónválida.Apartirdeentoncesnosencontramosconquesehaefectuadounpasoadelanteimportanteenlamaneradeabordarlarelaciónentrelospersonajesdesusnovelas,lascualesseplantearánnoenfuncióndelasoledadindividualsinodeldiálogoconelotro.Tras lapublicacióndeRetahílas lapalabraadquiereaúnunprotagonismomayor, si cabe: lapalabracrea,comunica,relacionalascosasyalaspersonasentresí.Yredimedeldolor.

    Sueleaparecera lo largode todasuobra la fusiónentre losgéneros fantásticoy realista,ydependedecadanovelalapreponderanciadadaaunelementouotro.Resaltanenlaintroduccióndeelementosfantásticoslas novelas El balneario y El cuarto de atrás. También presenta temas y obsesiones, símbolos y elementosrecurrentes,comoson losespejos,elusocontinuadodeldesdoblamientodelyo,el silencio, la soledad...Noobstante, si tuviésemos que escoger uno entre tantas temas insistentes como el quemás ymejor recorre y

  • modulasuobraysuestilo,ésteseríaelempleodeldiálogoentrelospersonajescomosideunhilosetratase,conelquevaenvolviéndoselamadejadelaconversación.Atravésdelaspalabraslospersonajesseexpresan,seexplicanasímismosyseacercanentreellos,aprendenaentenderalosdemás.Lapresenciaeimportanciadelinterlocutor,eldiálogoconelotroseconvierteenunodelospuntalesdesuconcepciónyenfoqueliterario:lacorrientedeconcienciaqueresultadeldiálogoredundaenelautoconocimientodelhablanteydeloyente.Deestemodo,graciasalosefectosquelapalabrahabladaoescritatienesobrelosprotagonistasdesusnovelas,estosconquistansuseguridadylogranconocerseasímismos.

  • CarmenMartínGaiteEdicionesDestino,S.A.RBAEditores,S.A.,1992,porestaediciónPérezGaldós,36bis,08012Barcelona

    Proyectográficoydiseñodelacubierta:EnricSatuéllustracióncubierta:JosepLluísNavarroISBN:84-473-0025-0DepósitoLegal:M.9.541-1993Impresiónyencuadernación:MATEUCROMOARTESGRÁFlCAS,S.A.Ctra.deFuenlabrada,s/n.Pinto(Madrid)ImpresoenEspaña-PrintedinSpain

    ParamihermanaAnita,querodólasescalerasconsuprimervestidodenoche,ysereía,sentadaenelre...

  • PRIMERAPARTE

    UNO

    AyervinoGertru.Nolaveíadesdeantesdelverano.Salimosadarunpaseo.Medijoquenocreyeraqueporqueahoraestátancontentayanoseacuerdademí;queestabadeseandopodertenerundíaparacontarmecosas.FuimosporlachoperadelríoparalelaalacarreteradeMadrid.

    Yome acordaba del verano pasado, cuando veníamos a buscar bichos para la colección con nuestrosfrasquitos de boca ancha llenos de serrín empapado de gasolina. Dice que ella este curso por fin no sematricula,porqueaÁngelnolegustaelambientedelInstituto.Yolepreguntéqueporqué,yesqueellaporlovistolehacontadolodeFonsi,aquellachicadequintoquetuvounhijoelañopasado.Ennuestrascasasnolohabíamos dicho; no sé por qué se lo ha tenido que contar a él.Me enseñó una polvera que le ha regalado,pequeñita,deoro.

    —Fíjate qué ilusión. ¿Sabes lo queme dijo al dármela? Que la tenía guardada sumadre para cuandotuvieralaprimeranoviaformal.Yavestú;yalehahabladodemíasumadre.

    Que si no me parecía maravilloso. Me obligaba a mirarla, cogiéndome del brazo con sus gestosimpulsivos.Sehabíapintadounpocolosojosyamímeparecíaqueseibaaavergonzardequeselonotase.LuegomecontóqueseponedelargodentrodepocosdíasenunafiestaquedanenelAeropuerto,queellayasabecómolovanaadornartodo,porqueÁngelescapitándeaviaciónyunodelosqueloorganizan;quehanestadojuntoscomprandobebidas,farolillosycolgantesdecolores.Meexplicóconmuchosdetallescómoessutrajedenoche;sesoltabademíentrelasexplicacionesydabavueltasdevalsporlaorilla,sorteandolosárbolesyechandolacabezaparaatrás.SeparóenuntroncoymefuehaciendoconeldedounaespeciedeplanodelaentradaalAeropuertoydeloshangaresdondevanadarlafiesta.

    Queríaquemeloimaginaraexactamenteparaqueledieraalgunaideaoriginaldecómoloadornaríayo,porsilesirveaÁngelloqueyodiga.Nocomprendíaquenohubieraconvencidoamishermanasparairyotambién,tanfantásticocomoserá.Nolequisecontarquehetenidoqueinsistirparaconvencerlasprecisamentedelocontrario.Ledijesóloquesoypequeñatodavía.Queríaquehablaraellaymedejaraamí.

    —Túmellevasdosmeses,Natalia.¿Esqueyanoteacuerdas?—dijo.Ysereía—.¿Tanmayorteparezcoahora?

    Estábamosenelsitiodelasbarcasyhacíaunatardemuybuena.Yoquisequeremáramosunpoco,peroGertruteníaprisaporvolveralassiete,yademásnoqueríaarrugarseelvestidodeorganzaamarilla.Yomesentéenlahierbacontraeltroncodeunárbol,yellasequedódepie.Seagachabaarecogerpiedrasplanasylasechabaalrío;brincabandosotresvecesantesdehundirse,parecíanranitas,yamímegustabamirarloscírculosquedejabanenelagua.Medijoqueporquéestabatancallada,quelecontasealgunacosa,peroyonosabíaquécontar...

    Teníalaspiernasdobladasenpico,formandounmontecitodebajodelasropasdelacama,yallíapoyabaelcuadernodondeescribía.Sintióunruidoenelpicaporteyescondióelcuadernodebajodelaalmohada;dejócaerlasrodillas.Habíavocesenlacalle,yunamúsicadepitosytamboril.Asomóunachicaconuniformedelimpieza.

    —PeroseñoritaTali,¿nosalealbalcón?—¿Cómo?—Pusounavozadormilada.—Quesinoseasoma.Llevanunratobailandolasgigantillasaquímismodebajo;sevanamarchar.—Bueno,yalasviayer.Ahoravoy,esquemehedespertadohaceunmomento.—Puessutíahapreguntadoylehedichoqueyaestabalevantada.Novayaaserqueseenfadecomoel

    otrodía.—Gracias,Candela,¿quéhoraes?—Yahandadolasnueveycuarto.—Yamelevanto.Descalza se desperezó junto al balcón.Había cesado lamúsica y se oía el tropel de chiquillos que se

    desbandaban jubilosamente, escapando delante de las máscaras. Natalia levantó un poco el visillo. A losgigantesselesenredabanlosfaldonesalcorrer.Perseguíanalosniñosagarrándoselasonrientecabezotaparaque no se les torciese, y con la otramano empuñaban un garrote. Lasmanos era lo que dabamásmiedo,arrugadas, pequeñitas, comode simiodisecado, contra los coloresviolentosde la cara.El tamboril volvió a

  • tocarmientrassealejaban.HacialacalledelSolsedirigían;pordondelariadadeniñoslosibadesviando,entorpesesguinces,deunaaceraaotra.Detrás, loshombrecitosdelamúsica:unoledabaal tamboryotrosseagachabanarecogerperrasypesetasdentrodelaboina.Nataliaviovenirentreelbarullo,sorteandochavales,aMercedesyJuliaconotrachicadebeige.Seseparódelcristalysepusoavestirse.

    —¡Bruto!—legritóMercedesaunniñoqueibahaciendoestallarfulminantes.—¿Quétehahecho?—preguntóladebeigevolviendolacabeza.Yvioalniñoqueescapabahaciendode

    avión,mientrasMercedessemirabalamediajuntoalcalcañal.—Unbestia.Mehatiradounpetardodeésos.Igualmehahechocarrera.—Aver.Carreranoparece.Noladejanaunaniandar.Dichosasgigantillas.AlcanzaronaJulia,quehabíaseguidoandandodespacio,ycruzaronlacallelastresjuntas.Elrunrúndel

    tamborilsealejabaconlasrisasdelosniños.Laamigadijo:—Puesoye,¿sabestúquiénmehaparecidounachicaqueveníadecomulgar?—¿Quién?Nosé.—Goyita.—Mechoca.Losabríamos—dijoMercedes.—Puedenhaberllegadoanoche.—Claroquesíqueseríaella—intervinoJulia—.¿Porquénovanahaberllegado?¿Porquenolosepastú?

    Noséporquélotienesquesabertodotú.La calle era fea y larga como un pasillo. Empezaban a levantarse las trampas metálicas de algunos

    escaparatesysedescubríanalotroladodelcristalobjetospolvorientosyamontonados.Eldueñodelapañeríahabíasalidoalapuertayestabainmóvilcondosdedosenelchalecomirandoalchicoqueallídelante,bajosuvigilancia,sacudíaenlaluzunapiezadetela.Cuandotocaronlaacera,lassaludósinmoverseconungestodelmentón.Ellasseveníanquitandolasrebecas.

    —Buenosdías,donJosé.—Mujer,puesdebíamoshaberesperadoalasalidaporsiacasoeraella.¿Comonotefijasteseguro?—Esquevicuandosemetíaensubanco,yluegomelatapabaelpúlpitocasideltodo.Llegaronalportal.Separaronylaamigabostezó.—Mehelevantadoyohoyconundolordecabeza.—Hizounademándeirse—.Bueno,chicas...—Hija,quéprisatienes.—Claro;vosotras,comoyahabéisllegadoacasita...Mercedesdoblólamantillayleclavóenlamitadunahorquilladorada.Dijo:—Súbeteadesayunarconnosotras.—No,no,queyaosconozcoymeentretenéismucho.—Bueno,yquétienesquehacer.Quesuba,¿verdad,Julia?—Claro.—No,deverdad,mevoy,quehoydijomimadreque iba ahacer lasgalletasde limóny la tengoque

    ayudar.—Puesvayacosa,llamamosatumadre,totalnoteretrasasmásqueunratito.Niquefueratantoloque

    tienequehacer.—Queno,anda,quenoempieces.¿VaisairluegoporcasadeElvira?Mercedes se salió del portal y la cogiópor unbrazo.Sepuso a tirar hacia dentroy la otra se deba-tía

    riendoapequeñoschilliditos.—Ay,ay,bueno,ya,quemetiras...—Venga,déjanosenpaz,siestásmuertadeganas...Julia,apoyadaenlapared,lasmirabasinintervenir.—Anda,nohagáiselganso—dijo—.Osmiralagente.Laamiga,yalibre,searreglólashorquillas,sofocada.—¿Perotúveslastrazasquemehapuesto?Nodebíasubir.Subieron.Ibahaciendoremilgostodavíaporlaescalera.—Miraqueeresfaenista.Luegosemehacetarde.Sinofueraporlobienqueseestáenelmirador...Deaquelmiradorverdedecíanlasvisitasqueerauncocheparado,queallísabíamejorqueenninguna

    partedelmundoelchocolateconpicatostes.—Candela,pongaotratazaparaeldesayuno.SequedalaseñoritaIsabel.Siestácaliente,noslotraeya.Ladoncellasoltóel trapodelpolvoycerróunapuertaquedabaalpasillo;seveíandoscamasamedio

    hacer.Retiróelcogedoralooscuro.—Ahoramismo.Enlahabitacióndelmiradorestabatodomuylimpio.Allísebarríaysequitabaelpolvoloprimero.Era

    grandeyestabaseparadaendosporunbiombodeavestruces.Lapartedel fondoeramásoscura.Habíaunpianoyretratosovalados.Enlaconsolabrillabaunrelojconpastorcitasdoradasdebajodesufanal.Elmiradorquedabaenlapartedeacá,queeradondeseestaba,dondelaradio,elcostureroylacamilla,dondelabutacade

  • orejasylalámparaenformadequinqué.Eraunmiradordeesquina.TeníaenlaparedunazulejorepresentandoelCristodelGranPoder,deSevilla,ydebajounbarómetro.

    —Siéntate,Isabel.Isabelsehabíaquedadodepiejuntoalacamillacubiertadetelarameada.Dijo:—Nosotrasyahemospuestolasfaldillasdeinvierno.Dicemamáqueestasdecretonaledanunpocode

    fríoporlastardes.—Puessí.Tempranoempieza,conlobuenoquehace.Sihacecalor...—Ya;esqueesunafriolera,¿mimadre?,uh,algodemiedo.—Pues lo que es aquí hasta dentro de veinte días por lo menos, ¿verdad?, no sacamos la ropa de la

    naftalina.Esllamaralmaltiempo.Perosiéntate,mujer.Yoahoramismovengo.Juliamirabaalacalleatravésdeloscristales.Sevolvióuninstantehaciasuhermana.—Toma,llévameelveloylachaquetasivasparaallá.—Sí,voyunmomentoaverquéhaceNatalia.Isabelsesentó.Sepusoamirarunpequeñofolletodepapelanaranjadoconorladeestrellitasqueestaba

    abierto en el costurero: "Día doce-Inauguración de la feria.A las nueve, dianas y alboradas. Las popularesgigantillasrecorrernlaciudad.Alasonce,solemnemisacantadaenlaSantaBasílicaCatedralconasistenciadelGobiernoCivilyotrasautoridades.Alauna...".Locerróysepusoahacerconéluncucurucho.Securvóeldibujodeunbanderilleroqueaparecíaenlaportadadeatrásylasletrasdelanuncio"CoñacVeteranoOsbor...".

    —Yamíqueesteañonomeparecequeestemosenferias.Julianosevolviónidijonada.Dabaelsolen lacasadeenfrente,enunosescudosque tenía lapiedra.

    Isabelvinoyseacodóasulado;lepasóunbrazoporloshombros.—Quécalladaestás,mujer.—Sí,noséquémepasa,estoycomodormida.—LaviuditadelCondeLaurel.Delantedelmiradorseensanchabalacalleenunaespeciedeplazuelatriangular.Habíauncochedelínea

    con el motor en marcha y lo rodeaban algunas mujeres de oscuro que hablaban con los viajeros por lasventanillasabiertas.Auparonaunaniñaparaqueledieseunbesoaunodelosdedentro.Enuncartelquehabíaarriba,sujetoalabaca,poníalosnombresdelospueblos.

    —Porquetunovionovieneeseañoalasferias,¿no?Juliaseencogiódehombrosypusoungestodefastidio.—Hija,nosé.Quehagaloquequiera.—¿Quées?¿Queestáisreñidos?—No,noesqueestemosreñidos.Estamoscomosiempre.—¿Entonces?—Estamossiempremedioasí—dijoJuliahaciendoungestodedesalientoconlamano—.Porlascartas

    seentiendeunotanmal...—Desdeluego.Losnoviazgosporcartasonunalata.YavesloquemepasóamíconAntonio.Dosaños,

    ytotalparadejarlo.Juliasepusoamorderseunpadrastro,conlosojosbajos.Seleempezaronacaerlágrimasenlamano.—Claroquefuiyolaqueledejé.Meaburrídeesperar,hija,ydecalentarmelacabeza.Conunchicode

    fuera,todoloquenoseacasarseenseguida...¿Peroquétepasa,mujer,estásllorando?Había bajado la barbilla hasta apoyarla en el pecho y lloraba con los ojos cerrados. Cuando oyó la

    preguntadeIsabelysintióquelapresióndesubrazosehacíamásestrecha,setapólacaraconlasmanos.—Esquesivieraslocansadaqueestoy—dijoconlavozahogada—,sivieras...yanopuedoestarasí.Deprontolevantólacarayselimpiólosojosbruscamente.Dijoconurgencia,sinvolverlacabeza.—¿VieneMercedes?—No.¿Porqué?—Noledigasnadadeesto...,sinoteimporta.—No,mujer.Descuida.Perodime,¿quéesloquetepasa?—Nada.-Lavozselehabíavueltomástranquila—.Quenosentendemosmal,quemevuelvelocaenlas

    cartas,conlasventolerasqueledandequelequieropoco,ysiemprepidiéndomeimposibles,cosasqueyonopuedohacer.Quenosehacecargo...Fíjate:porejemplo,seenfadaporquenovoyaMadrid.Simipadrenomelleva,¿quéquerráquehagayo?Puesconesoya,quenolequiero.

    —Ah,esosiempre,esotodos.¿PorquétecreestúquereñimosAntonioyyo?Puesporeso,nadamásqueporquenomedabalaganadehacerloqueélquería.

    —No,sinosotrosnocreoqueterminemos.Simequieremucho.—Tú,detodasmaneras,noseastonta,notedejesavasallar.Yoporlomenosesloqueteaconsejo.Site

    ponesblandaespeor.¿Queriñes?Puessantaspascuas.Yavesyo,mepaséunberrinchehorrible.Acuérdate,laprimaverapasada,queniganasdeiralcinetenía;peroluegosealegrauna,yoporlomenos...

  • SeoyóunchirridocercanoyluegolastrescampanadasdemenoscuartoenelrelojdelaCatedral.Juliateníalosojosfijosenlabacadelcochedelíneaatestadadebultosycestas.

    —Sipudieravenirpor lomenosundíaodos,ahorapor las ferias.Hablandoesotracosa.Decartassehartauna,cuandotecontestaaunadeenfadada,yaniteacuerdasdeporquéeraelenfado,porquealomejoryahasrecibidoluegootrasuya,yestáscontenta.Teaburresdeescribir,teaseguro...

    —Pero¿ycómovienetanpocoaverte?¿Nopuede?—No.Siempretienecosasquehacer.Yatedigo,dicequeesmáslógicoquevayayo,queaélaquínose

    lehaperdidonada,yqueencambioyoallípodríahacermuchascosasyqueséyoqué.Ayudarle,animarleenlosuyoaunquesólofuera.

    —Peroytú,¿cómovasair,mujer?—No.Esono.Podríairacasadelostíoscomootrasvecesquemeheestadomesesenteros.Perobuenoes

    mipadre.Comoquemevaadejarahora,comoantes,sabiendoqueestáélallí.—YÉl¿quéhace?¿Cosasdecine,no?—Sí.—¿Esdirector?—No,directorno.HaestudiadoenunInstitutodeCine,quelesdaneltítuloytienemuchoporvenir,una

    cosanueva.Élescribeguiones,losargumentos,¿sabes?,oporejemploparaadaptarunanovelaalcine.Porquetienen que cambiar cosas de la novela.No es lomismo.Cambiar los diálogos y eso. Pero también hace élargumentosqueseleocurren.

    —Sí—resumióIsabel—.Sonesosnombresquevienenenlasletrasdelprincipiodelapelícula.—Sí.Loquepasaconese trabajoesquehayqueesperarmuchoparacolocar losguionesyvermucha

    gente;conoceraunosyotros.Peroluego,cuandosetieneunnombre,yaseganamuchísimo,fíjate.Juliahablabaahoraconciertasuperioridadylavozselehabíaidocoloreando.—Ydocumentalesytodo.Teniendosuerte...Lascestassebambolearoneneltecho,cuandoelcochedelíneaarrancó.Doblólaesquinayllegaronal

    miradoralgunasvocesagudasdeadiós.Lasmujeresdelutosequedaronquietasunmomentohastaqueyanolovieron.Luegosedispersaronlentamente.

    —PuesMercedesdecíaqueoscasabaisesteañoquevieneparaverano,¿no?¿Noteestabashaciendoyaelajuar?

    —Sí.Meloestoyhaciendoapocos.Yaveremos.Aéltodoestodeajuarypeticionesypreparativosnolegusta.Dicequecasarseendiezdías,cuandodecidamos,sindarlecuentaanadie.Yavestú.

    —Uy,porDios,quécosamásrara.Lodirádebroma.Entró Candela con la bandeja del desayuno, y la puso en la camilla. En el pasillo, Mercedes estaba

    discutiendoconNatalia,sinentrar.—Mentira,nohasdesayunado.Enlacocinanohayningunatazasucia.Tevienesalmiradorconnosotras,

    porDios,quémaníadeestarsiempreenotrolado,comolafamiliaescocida.IsabelyJuliasevolvieronysesentaronalacamilla.—NoledigasaMerchequeestabatristeyeso—dijoJuliadeprisaenvozbaja,mirandoalapuerta—.

    Soncosasquesedicenpordecir,queunosdíastelevantasdemejorhumorqueotros.ComoellaaMiguelnoletienemuchasimpatía...

    —Porfavor,mujer,québobada,yoquélevoyadecir.—Notevayasacreerquenolequieroporloquetehedicho.Yonolecambiabaporninguno.—Puesclaro.—Esqueellasiempreestáconquenolequiero.Alomejoratitambiéntelohacontado,selodiceatodo

    elmundo.EntróMercedes.Nataliaentródetrás.—Buenosdías.Vioelrostrodelachicadebeige.Nosabíasilaconocíaono.Separecíaaotrasamigasdelashermanas.

    Todasleparecíanlamismaamiga.—¿ConocíasaNatalia?Isabelmiróelrostropequeño,casiinfantil.—Puescreoquelahevistoalgunavezenlacalle,delejos.Meparecíaqueeramayor.¿Cómoestás?—Bien,gracias—dijoella,bajandolosojos.Cogióelprogramadelasferiasyconunatijeradebordarleempezóahacerdientesyadornosportodoel

    filometiculosamente.Lasbriznasdepapelselecaíanenlafalda.—Tambiénesraro,¿verdad?,quenuncanoshayamosconocido,contantasvecescomovengoavuestra

    casa.—¿Ésta?—laseñalóMercedesconelpitorrodelacafetera—.Nomeextraña;sinosotraslaconocemosde

    milagro.Estoesmássalvaje...Isabelsesonreía,sinquitarleojo.Detallabalascejasespesas,losgrandesojoscastaños.

  • —UyporDios,¿nooyesloquedicen?¿Aquenoesparatanto?—Medaigual.No,nomepongascafé.Siyahetomado.—Bueno,peroestatequietaconesastijeras,¿quéestáshaciendo?Loponestodoperdidodepapelines.—Ah,mira,lastijeritaspequeñas—dijoJulia—.Lasestuvebuscandoayer.Luegomearreglasunpocolas

    uñas,¿eh,Isabel?—Sí,mujer,encantada.Perotengoquellamaramimadre.¿VasairalCasinoalanoche?—Creoyoquedaremosunavuelta.¿Túquédices,Julia?—Amímedaigual.Total,estásiempretanful.—Sí,esverdad,noséquépasaesteañoenelCasino.Ycuidadoquelaorquestaesbuena,peronosé.—Lamezcla—saltóMercedesconsaña—.Lamezclaquehay.Decíamosdelaniñadelwolfram.Laniña

    delwolfram,laduquesadeRoquefeller,al ladodelascosasquesehanvistoesteaño.HastaladelToronto,¿paraquédecirmás?,sihastaladelTorontosehavestidodetulrosa.Yporlasmañanasenelpuesto.Asíqueclaro,esuntufoapescadilla...

    —No,yquehaydemasiadasniñas,ymuchasdefuera.Perosobretodolasnuevas,quevienenpegando,notedejanunchico.Isabel,aldeciresto,volvióamiraraNataliaylesonrió.—Sí,vosotras,vosotras,lasdequinceañossoislaspeores.Elladesviólavista.—Aéstalapondréisdelargo.—Noquiere.—¿Quenoquiere?Seráquenoquieretupadre,másbien.—No.Soyyo,yo,laquenoquiero-aclaróNataliaconvozdeimpaciencia.—Hija,Tali,nohablesasí.Tampocotehandichonada.¡Jesús!—seenfadóMercedes.—Bueno,esqueespequeña.Tendrácatorceaños.—Quéva.Yahacumplidodieciséis.Ellaquesedescuideyverá.Detreceañoslasponendelargoahora.

    Perosehaemperradoenqueno,ycomodigaqueno...Fíjate,siyalehabíatraídopapálatelaparaeltrajedenocheytodo,aquellaquetrajodeBilbao,¿notelaenseñéati?

    —Uy,mujer,puesquépena.¿Esquenotehaceilusión?—Tiempo tiene. Dejarla —dijo Julia, y Tali la miró con agradecimiento—. Tiempo de bailar y de

    aburrirsedebailar.Precisamente...—Dieciséisañosnolosrepresenta,desdeluego.Detodasmaneras,cuántadistanciaentrevosotras.¿Oes

    quehubohermanosenmedio?—No,sólounoquenaciómuerto.YdesdeésehastaNatalia,nueveaños.Mercedes se quedó mirando a Julia y le pesó el silencio que se hizo. Sabía que Isabel podía estar

    calculandolosañosdeellas.—Mamámuriódeesteparto,¿losabías,no?Esode lospartosquéhorrible,¿verdad?—dijoaprisa—.

    Menosmalqueahorasemueremenosgente.—¿Quées,quepadecíadelcorazón?—Sí.Delcorazón.Nollegóaconocerlaaésta.—Graciasatutía.Esunsolvuestratía,escomomadre,¿no?—Fíjate.Nataliasequitabaunoporuno,apequeñospellizcos,lospedacitosdepapelpegadosalafalda.Siempre

    que estaba ella hacían las mismas preguntas y contaban las mismas historias. Siempre este largo silenciodespuésdequesenombrabaamamá.Esteruidodecucharillas.Hoycogeríalabiciyseiríalejos.Hoyibaahacermuybueno.

    —¿Estamermeladaesladepera?—Sí,lahahechotíaConcha.—Ossalemejorqueencasa.Ladecasaestádemasiadoespesa,empalagosa;noséenquéconsiste.—Yavestú.Yeslarecetaigual.—Puesyocreoquesí,voya irestanochealCasino—decidióIsabel—.Loqueesqueme tendríaque

    lavarlacabeza.Semeponeenseguidaincapaz.Yasemehaquitadocasitodalapermanente.Seexplorabaelpeloconlosdedos,pormechones.Juliaacercósusillayselotocópordetrás.—Aver.ConDop.NosotrastenemosDop;¿porquénotelalavasaquí?—No.Ir‚alatardealapeluquería.Oye,quetodavíanohellamadoamimadre,¿quéhoraes,tú?Mercedes abrió las hojas del mirador y se asomó, inclinando el cuerpo hacia la izquierda. Se veía,

    cerrandolacalle,latorredelaCatedralylagranesferablancadelrelojcomounojogigantesco.—Menostresminutos—dijometiéndose—.Mevuelveaatrasar.Yadelantósurelojitodepulsera,sacándolelacuerdaconlasuñas,cuidadosamente.

  • DOS

    Lleguéhacialamitaddeseptiembre,despuésdeunviajeinterminable.Eltrentuvodosaverías,lasegundapesadadearreglar,yaapocoskilómetrosdelallegada,enmediodeunosrastrojos,yeneserato,quefuelargo,sepusoelsolymediotiempoaterminarmelospitillos.Habíasidounatardedemuchocalor.Salíalpasillo.Unpastorinmóvilestabamirandolosvagonesconlasmanosapoyadasensupaloyalgunosdelosborregosquesehabíanquedadoporelsolteníanunasombragrotescaymovedizadepatasmuylargas.Lasombradealgúnperfilounbrazodelosviajerosasomadossemovíatambiénsobrelatierra.Enel límite,acosadeunkilómetro, vi unos pocos llanos y, apenas levantadas del sembrado, las casas de un pueblo chico. A unmuchachopecosoqueandabaporallícontiradorenlamanolellamarondesdeunaventanilla,lepreguntaronquesipodíatraerunasgaseosas."Mande,¿esamí?""Unasgaseosas,digo,oalgoparabeber."Norespondióyseechóacorrerporelsenderodelpueblo.Losviajeros,aburridos,empezaronabajarsea lavía,yseformódesdelamáquinaalosvagonesdeprimeraunaespeciedepaseoprovinciano.Elpadredeunachicaderosa,queibaenmidepartamento,seencontróconunamigo;sepusieronalamentarsedenohaberseencontradoentodoeltrayecto.EldemidepartamentoveníadeSanSebastián,decíaquelamujeryloshijossepasabantodoelsantodíainventandogastosydiversiones.Detiendasydemeriendasydecines.Unoquepapáveinteduros,otroquenosvamosenbiciaIgueldo,otroqueveníatardeacenar...Ycuandollovía,nosabíasdóndemeterteconaquelgentío.Ni sitiopara sentarsea leerelperiódico.Enelhotel tecomían lasmoscas,enelcaféunacocacoladiezpesetas,loscinesabarrotados...ÉlIbacontandoestascosasconlosdedos,disparándolosalairesucesivamente en firmes sacudidas, empezando por el pulgar. Sacaron las petacas y fumaron. El otro señorhabíaestadoenunbalnearioydecíaqueallísecomíamuybienyqueeravidatranquilaysana.Lepreguntóquesiveníanensegunda."Sí.Noencontramosprimeraconlasdificultadesdeúltimahora.Ahí,enesevagón,dondeestáasomadamichica."Lachicaderosamirabahaciaelpuebloconojosdeaburrimiento;elamigodesu padre puso un gesto ponderativo al volverse hacia arriba ymirarla, dijo que eramuy guapa, que no seacordabadeella."Goyita,esteseñoresdonLuis,eldelalmacéndecurtidos."Encantada.Sonreíaaldecir",conloslabiosestirados."Vaya,yqué,ahoraahacerestragosenlasfiestasdelCasino,¿eh?,¿oyatienesnoviotú?""¿Ésta?, ¿novio?Abuenaparte va.Más le gusta bailar conunos y conotros.A ésta connovio, lamataba,fíjese.Lamataba.""Hacebien,yalocreo,endivertirsetodoloquepueda.Juventud,divinotesoro.Atitetengoquepresentaryoamihijoelmayor,elqueestudiaDerecho.Menudoelementotambiénparaesodelbaile.Alomejorloconoces."Ellahizoungestoambiguoconlaboca."Nosé.Alomejor."

    Mefuiadondelamáquina,acuriosear laavería.Volvióelmuchachopecosoconunhombrevestidodepana y traían un burro cargado de sandías; se pusieron a venderlas entre la gente que tenía sed. Fue unacontecimientoytodoscompraron;pedíandinerolosniñosasuspadresylosquesehabíanque-dadoeneltrenencargabanalosdeabajoquelescomprasen.Mediolaimpresióndequeeracomounagranfamiliadeviajerosyque todosocasi todosseconocían.Yo tambiéncomprésandía,que lavendíanpor rajasgordas,ycuandovolvíasubiraldepartamentomegoteabaelzumoporlabarbilla.Lachicaderosasehabíapuestoahablarconotravestidaderayasconescotemuygrandeeneltraje,yestabancon-trayendounasúbitayentusiastaamistad.Laderayasveníaenprimera,perosesentóallí."Mehetiradounviaje"decía."Todosviejos.Sisémevengoaquícontigo."EradeMadridyveníaapasar las fiestasacasadeuncuñado.Laotrachica leexplicabaconorgulloysuficienciacómoeranlasfiestasyleofrecíapresentarleagenteyllevarlaconellaysusamigasalosbailesdenoche.Hablabancadavezentonomásíntimodecuchicheoymeempezóaentrarsueño.LachicadeMadridllevabasandaliasdetirasylasuñasdelospiespintadasdeescarlata, laderosateníamedias.Coneltopetazo de la máquina nueva que trajeron de la ciudad, volvía a abrir los ojos. Cantaban los grillosfuriosamente.Elpastorhabíaatravesadolavíaysealejabalentamenteconsurebañodisperso.Habíacedidoelcalordelatardeylasvocessonabanmásanimadasydespiertas,comoliberadas.Laspersonassubíanaltrenengrupos,bromeando,ytraíanelrostrosatisfecho.Semetíanensusdepartamentosigualquecuandoseentraenelvestíbuloenlosentreactosdelteatro."Bueno,hombre,bueno.Parecequeahoravadeveras."

    Cuandovolvióaarrancareltrencerréotravezlosojos.Pensabaqueentreelretrasoyesodelasfiestaslomásseguroeraquenoestuvieranadieen laestaciónaesperarme.Casime ibaadormirdel todo,cuandooídeciraalguienenelpasilloqueyaseveíalaCatedral,ysalí.Todavíaalgunasnubesoscurasdelapuestadesol,quehabíasidoviolentayroja,estabanquietastiznandoelcielocomorasgones.Vielperfildeunastorresylosfilosdemuchostejadoscoloreados,calientestodavía.Brillabanloscristalesdelosmiradoresyempezabanaencenderse bombillas poco destacadas en la tarde blanca. El río no lo vi. Luego el tren semetió entre dosterraplenesypitómuyfuerte.Todalagenteestabasacandolosequipajesalpasillo.

    Efectivamente, nadie había venido a esperarme.Medetuveun rato en el andén,mirando a todos ladosentrelaspersonasquesemovíanllamándoseporsusnombres,peroamíningunasedirigió.Apenasmehabía

  • separadodelasescalerillasporlasquebajédeltrenylagentealsalirmetropezaba.Endosgruposmásallá,laschicasdemidepartamentosehabíanreunidoconsusrespectivasfamiliasysesaludabanentrelascabezasdelosotros."Adiós,mona, te llamaré:",dijo ladeMadridagitandoelbrazomientrasalguienla teníaabrazada."¿Quiénesesachica?",lepreguntóalaotraunaseñoraquemeestabarozando."Yoquésé,mamá,deMadrid.""Puesvahechaunaexagerada".

    —Aquíestáustedestorbandoelpaso;hagaelfavor-medijounmaletero.Echéaandar,yadelosúltimos,ydejémimaletaenlaconsigna.Laestacióneraungrancobertizoantiguo

    ychocabalaluzdeneóndelpuestodeperiódicos.Estabanhaciendoreformas.Parasalirhabíaquedarunrodeoentresacosdecemento,pisandolatierradelcampo.Afuera,enunaplazuelaconjardines,mequedédudandosinsaberloqueharía.

    —¿Quierecoche,señor?Adomicilio.Mehablabaunhombrecitomuyfeoconchaquetadecuero.Meempujóaunpequeñoautobúsqueteníasu

    entradaporlatraseraydosbancosalosladosdeunpasillomuyestrechoEstabantotalmenteocupadosymillegadaprodujomiradasdeprotesta.Mequedédepieunpocoencorvadoparanodarmeconlacabezaeneltecho.

    —¡Correrseparaallá!—gritóelhombre,haciendoel ademándeempujar a lagentecon lasmanos—.¡Vamoscompletos!

    —Aquínohaysitioparamí—dijeyo,tratandodebajarme.—¿Cómoquenohaysitio?—seenfadóelhombre.Habíasubidoalpasilloyestabacontandoenvozaltalosviajeros.—Sontrece,hayunsitio;tienequecaberesteseñor.Hágaseparaallá,señora,quitenesebolso.Aversi

    nosvamos.Porfinmepudesentardemediolado,sinhundirmemucho,teniendoenlasrodillasmipequeñomaletín.

    Elhombresehabíabajado,peroantesdecerrarlaportezuelavolvióameterlacabeza.Yoocupabaelúltimoasiento,juntoalaentrada.

    —Oiga,semeolvidaba,¿usted,adóndeva?—¿Yo...?—vaciléunmomento—.Pues,alInstituto.Adelantóunpocomáselcuerpoyenlapenumbravisugestodeincomprensión.—¿Adóndedice?—HedichoalInstituto.InstitutodeEnseñanzaMedia—pronunciécontodaclaridad.—Yeso,¿pordóndecae?—Sí,hombre,cercadelRollo—intervinoalguien—.Alfinaldelacuestadelacárcel.Algunosviajerosempezabanaestarimpacientes.—Vengaya,hombre,¿nosvamosono?—protestóotro.—Bueno,llevaremosprimeroalosdelcentro.Cuidado,quecierro¡Tira,Manolo!El motor sonaba ya muy fuerte y el coche se estremecía sin moverse. Volvió a sonar con dos o tres

    intervalosyporfinarrancó.Aunaseñoraqueibaamiladolediconunaesquinadelmaletíncontralasrodillas.—Dispense.Memiróconunresoplido.Eragorda;lafaldaestrechallenadearrugastirantesdemusloamuslo.Sehabía

    sacadoloszapatosporeltalón.Miréalaportezuela.Elhombredelachaquetadecuerosehabíaquedadodepiesobreelestriboyviajabaallí,deespaldasalascallesqueíbamosatravesando,comountimonel,sujetoalaventanillaabierta.Enelespacioquesucuerponotapaba,porlosladosdeestaventanillatrasera,serecogíalaluzdelacalle,seveíandesaparecerpuertas,paredes,letreros,algunostranseúntes.

    Bajábamos,mepareció,porunaavenidadecasaspequeñas,algunaconun trozode jardín; sóloveía laparte baja. Saltaba el autobús sobre los adoquines del empedrado, tocando la bocina En un cierto puntotorcimosbordeandounparqueconolorachurrosfritos,ydesdeentoncesseempezóaoírmásruidoyavermásgente.Baresyescaparates,cochesyalgunamoto.Erancallesestrechasyelcocheibadespaciorenqueabaarrimándosealaacera.Tocabasincesarunabocinaantiguaconladridodeperro.Másallálosbocinazosdelcochecoincidieronconrisasjóvenesysobresaltadas,yporlosladosdelhombrecilloqueibaenelestribovigruposdegente.Unseñorseagachóysacólacabezaporlaventanilla."¡Québonitolohanpuestoesteaño!",dijo.Yotambiénmiré.Habíaunosarcosdebombillasencendidasformandodibujosrojosyverdesencimadeunacalleancha.Enaquellacalleelautobússeparóvariasveces.SellamabalacalledeToro.Elhombresaltabadelestriboacadaparadayabríalaportezuela.

    "¡Toro, veintiséis!" "¡Toro, cincuenta!:"Metía la cabezapara avisar y, a la luzdeunabombillaque seencendíaeneltecho,todosmirábamoslosbultosdelosviajerosqueselevantabanysalían.Lasconversacionesde dentro se hacían entonces un poco patentes, debajo de la débil luz del techo, como si sólo se hubieranreveladounossegundos,aguiños,detanbisbiseadas,ylosqueestábamoscalladosnossosteníamoslamiradadebancoabanco,oladirigíamoshaciaarribaporqueseoíanenlabacalospasosvigorososdeunapersonaquelevantabay revolvíamaletas, "¡Esanoes! ¡Esamarrón!"gritabandesde lacalle losquehabíansalido.Ysedestacabanlasvocessobrelosmurmullosderisasydepasosdelagentequepaseabaallíafuera.

  • EnunadeestasparadasvialachicaqueveníadeMadrid.Levilanuca,vueltaaotrapersona.Hablabadelaamigaquesehabíaechadoenelviaje:"...unatalGoyitaLucas,dicequemevaapresentaraamigassuyas...""UyporDios,mona.¿Tefijasteenlarebecarosaquetraíademangacorta?Yelpelolargoasí,conmuchashorquillasy comomal rizado, ¿no sabes?" "...bueno,mujer,peroa ti que temeta enunapandilladechicasjóvenes.Nohastenidopocasuerteahoraenferias,conelbarulloquehay.""Noesquefuerafeadeltodo,peronos‚cómoexplicarte.Eratambiénporelniño...","...pococonelniño...","...pocoporelniño...""...no,sinoeraantipática.Cursi,perosimpática". "...simpática...", "...antipática...".Otravezarrancamos.Otravezparar.Medormíconlacabezaapoyadaenlapareddelaizquierda.

    Cuandoabrílosojos,yasehabíanbajadotodoslosviajerosyelhombredelcueroestabasentadoenfrentedemí,juntoalacabinadelchófer.Apartéelmaletínymeincorporé.Seoíancánticosycampanas.

    —¡RodeaporlacalleAntigua!—dijoelhombre.Mevolvíhacialaventanillaysaquélacabeza.Elcochehabíafrenadoalaentradadeunaplazuela.Era

    unaprocesión.Pasabanmujeresenfilaconvelasencendidas;lasllevabanseparadasoblicuamenteparaquelallamanolesprendieseenelvelo.Empezabaaoscurecer.Cantaban.Entrabanacantarcadaunaunpoquitomstardeylevantabanunconjuntodevocesconfusaseincomprensibles.AlgoeradelRedentor;amedidaqueunassealejaban,lasqueveníandetrássehabíancambiadoalaestrofaanteriordelcántico,ylatraíanreciente,comosialasotrasseleshubiesedesmayadoyellaslavinieranrecogiendo.Unaniñaqueibadelamano,embobadamirandolosmonaguillos,setropezóconunaaletadenuestrococheyseechóalloraragrandesgritos.

    —¿Qué?¿Echóustedunsueñecito?—Sí,señor.Yaveoquesehaquedadoestovacio.¿Mefaltamuchoparallegar?—No,yamuypocos.Sinohubierasidoporlaprocesión,habríamossalidomásderecho.Mepasélasmanosporelpelo,meestirélospuñosdelacamisa.El coche reculó.Pasabancuatro señoresde luto agarrandocintasde estandarte.Enfrentevi la iglesiay

    siluetas de niños en el campanario, con las piernas hacia afuera, contra la piedra,mirando abajo, hacia lasprimerasfigurasdelaprocesión,queyasemetíanporlagranpuerta.Volteabanconfuerzalascampanas.

    —Puessí,hombre,sí.¿Vieneapasarlasferias?Salimosaotracallesolitaria.Elhombresehabíareclinadoalolargodelbancodeenfrente,apoyándose

    sobreun codo,y se sujetaba la cara con lapalmade lamano.Meestabamirando.Yo ledijeque sí con lacabeza.Deprontobajó laspiernasy se corrióhastaquedar sentado justo enfrentedemí.Medijodeplano,confidencial:

    —Yasabráquepasadomañananotoreaelmonstruo.Susojospillabandefrentelosmíos.—¿Cómodice?Ah,no.Nosabíanada.—LehancogidoenlasegundadeAlicante.Pronósticoreservado,siempredicenlomismo.Total,quecon

    tanpocosdíasparaponersebueno,yaverustedcomonovieneaninguna.Noshundieronlascorridas.Yohiceunvagogestodecondolenciayescapécon losojosaotraparte.Sinmirarle, leoíaconmayor

    libertad.—...Yquenohayquedarlevueltas.Elqueanimabaelcarteldeesteañoeraél.Aparicio,¿quépinta?,¿no

    leparece?—Claro.Subimosporunacuestamuyempinada.Parecíaqueelautoseibaaescurrirparaatrás.Nopodía.Metióla

    segunda. El hombre me preguntó que si era extranjero y me pareció como si hubiese estado pensando enhacermeestapreguntadesdequeempezóahablarconmigo.Nosabíasidecirlequesíoqueno.Porfinledijequeno.Luegosehizounapausaylaaprovechéparapreguntarleloqueledebía.Habíamosllegadoalacimadelacuestayatravesadounaavenida.Andábamosahorasobreunterrenosinpavimentaryelcochedabatumbosigualquesianduvierasobrelossurcosdeunsembrado.Deprontoseparó.Elchófersevolviódeperfilydijo:

    —Debesereseprimeredificioquehaydetrásdelatapia.Siaesteseñornoleimporta,ledejamosaquísinllegaralapuerta.Lodigoporqueluegoespeorparaque

    demoslavuelta,señorDomingo,queestáestomuymalo.Yodijequemedabaigual.Esperéarecibireldineroquemedevolvíaelhombre,yluegocogímimaletín

    ymebajéeapartéalaescasaacera,alladodeunamujerquevendíacaramelos,yesperéallílamaniobraquehacíaelcocheparadarlavuelta.

    —Avísemecuando lleguecon las ruedasdeatrása lapared,hagael favor—dijoel chófer, sacando lacabeza.Seloavisé.Senosechabanencimaalamujeryamí.Luego,cuandoyaseiban,medijeronadiósconlamano.

    Echéaandar.Vi,a laderecha, la tapiadequehabíanhablado.Para llegaraella, tuvequeatravesarunpuentedebajodelcualpasabanlasvíasdelferrocarril.Latapia,queseiniciabajustamenteacontinuación,eraunparedónaltísimoymuylargo,ysóloalfinalteníaaccesoporunpequeñohuecocuadrangularsinpuertaquelocerrase.Lafranqueéyentréaunpatiograndeyabsolutamentedesnudo,comoeldeunacárcel.Alfondo,aunoscienmetros,estabalafachadadelInstituto.

    Eradepiedragris,sinningún letreroniadorno,y teníasolamente tresventanalesunoencimadeotroy

  • encima,asuvez,deunapuertademasiadopequeñahacialacualibaavanzando.Todoestabaarrinconadoenlapartedelaizquierda,detalmaneraqueporelotroladosobrabamuchapared.Chocabaladesproporciónylatorpeza de aquella fachada que parecía dibujada por lamano de un niño.No había nadie.Graznaban en eltejadounospájarosnegros.

    Medetuveen lapuerta.Estabaentreabiertayno tenía timbreni indicaciónalguna.Tratédeempujarla,perocedíacondificultad,yentréporlaaberturaquetenía,queerasuficiente.Aparecióunaescalerablancayunamujerquelaestabafregando,arrodilladaenlosprimerospeldaños,deespaldasamí.Measustéunpocoalvislumbrar,inesperadamente,elbultodesucuerpo,porquetodoaquelloestababastanteoscuro.

    —Buenastardes,señora.Volviólacabeza.—¿EsaquíelInstituto?—¿ElInstituto?Sí.Aquí.Memiraba fijamente. Yo le di las gracias y empecé a subir la escalera, pisando por encima de unos

    periódicosquehabíapuestoenlosescalonesreciénhumedecidos.Cuandoestaballegandoalprimerpisoyyanolaveía,oísuvozdesdeabajo,llamándome.

    —Oiga...,señor...,usted.Measoméporelhueco,apoyándomeenlabarandilla.—¿Qué?¿Mellamabaamí?Alzólacabezaenlapenumbra,sinincorporarsucuerpo,comosiaquellaposturadeestaragachada,con

    lasmanosylasrodillassobreelsuelo,fueraenellanormaleinevitable.Dijo:—Nohaynadiearriba.—¿Nadie?—repetíyo.Ymiréparaarribamuydesconcertado.Vienelprimerpisounapuertadecristalescerrada,conunpapel

    pegadoalaizquierda,comodehorariosoconalgúnaviso.Blanqueabavagamenteestepapelalresplandordeunasuciabombillaencendidaenloaltodelapuerta.Tambiéndemásarriba,deunaclaraboyadeltechoconalgunoscristalesrotos,bajabatodavíaunaúltimayapagadaclaridadquesedifundíapor todoelhuecodelaescalera.Estaluzyladelabombillaluchabandébilmente,sinanularse.

    —Pedrosehaidohaceunrato—añadiólamujer—.¿BuscabaustedaPedro?Empecéabajardespaciolaescalera,trasunabrevevacilación.—¿Pedro?Noséquiénes.Perotendráquehaberunbedel,oalgunapersona.Habíallegadodenuevoabajo.—ElbedelesPedro.Peroesqueyaesmuytarde.Mañanaempiezanlosexámenesdeloslibres.—Entonces,¿laresidenciadelInstitutonoesaquí?Lamujerseincorporóunpoco.Sesecólasmanosconeldelantal.—¿Quéresidenciadice?Aversivieneequivocado.AquíeselInstituto.—Sí,deacuerdo.Peroyodigo la residenciade losprofesores,creíqueestaríaenelmismoedificio.El

    sitiodondevivenlosprofesoresylosalumnosquenoseandeaquí-aclaréimpacienteantesusojosdeasombro.—No sé qué decirle. No he oído nada.Yo creo que viven todos en sus respectivas casas. Pero venga

    mañanayPedroselodirá.—Estábien.Muchasgracias.—Denada.Yameiba.Salíaporlapuertaymevolví.—Oiga,perdone.¿Sabeustedaquéhorasuelevenireldirector

    porlasmañanas?Nosehabíavueltoaagacharymehabíaseguidoconlosojos,comosiesperaravermeentrardenuevo.

    Dijo,inflandosolemnementelavoz.—Eldirectorsehamuerto.—¿Cómo?¿DonRafaelDomínguez?—Nosédecirlecómosellamabadeapellido.—Pero,¿estáustedsegura?—lebusquélosojosparacerciorarme—.Seráhacepocosdías.—Cincodíashace.Bienseguraestoy.—¿VivíaélenlacalledelCorreo?—Sí, señor. En el doce. Fui yo a llevar un recado a la casa, y en esemomento, lo sacaban. Dijo "lo

    sacaban"contonoestremecidoylastimoso;comosisegozaraevocandoelfúnebrecortejo.Luegomemiróamí,maternalmente.

    —¿Eraparientesuyo?—No,no...¿Correodoce,hadichousted?—Doce,sí,señor.—Adiós,seloagradezco.Salíalpatio,bordeélatapia,lleguédenuevoalpuentedelferrocarril.Allímedetuve.Losmurosdeaquel

    puenteerandecementodeteriorado,nomuchomásbajosqueyo.Apoyélabarbillaenelborde.Vilastraseras

  • de las casas que daban a la vía, en lo alto de un terraplén escurridizo, las ventanas abiertas y encendidas.Ventanasdecocina.Prepararíanlacena.Eraunbarriodecasaspobres.Porlasventanassalíanvocesagudas,demujer.Fuisiguiendolasvíasrectasysolashastaquesemeperdíandevista,juntándosealláenelcampo.Elcamposeadivinabadesdibujado,bajolasnubesoscurasquetodavíanosehabíanfundidoconlanoche.

    Oí acercarse un tren. Me lo sentí llegar vertiginosamente por la espalda, y me quedé muy quietoesperándolo.Luegoloviaparecerdebajodemíyalejarseestruendosamenteconsusvagonesretemblantesymeescupió a la cara una bocanada de humo denso y rojo. Cerré los ojos. Todo el puente se había quedadoretumbando.Cuando los abrí, el trenya ibamuy lejos con su luzencarnada.Unaparejadenovios sehabíaacodado junto a mí y miraban alejarse el tren con las caras muy juntas, los brazos cruzados por detrás,extasiados."EseldePortugal,¿sabes,mivida?"Nimehabíanvisto.Lestuveenvidia.

    Meseparédeallíymedicuentadequeestabamuy fatigado,dequenecesitabaencontrarunapensióncualquieraparadormiraquellanoche.

  • TRES

    La chica deMadrid que venía a pasar las fiestas a casa de un cuñado, hablaba de su veraneo en SanSebastiáncondescuidoyconfianza.DecíaSanSebas.

    —Miraquenohabertevisto,mujer,enSanSebas;siallínosconocemostodos.¿Quéplanhacíastú?¿IbasalCristina?

    Goyitaleenvidiabaaquelladesenvoltura.EllaotrosveranoshabíaidoaunpueblodeÁvila,dondeteníanfamilia,yesteañodeSanSebastiánsetraíaunaimpresiónpálidaysosaqueahora,alhablarconsuamigadeltren,ladesazonaba.Leparecíaquenohabíaestadoallí,queseveníasinconocerlaciudadexcitanteyluminosaqueledescubríanlaspalabrasdelaotra.

    —¿AlCristina,cómo?¿AlHotelCristina?—Sí,alasfiestasdetardeydenoche.Esloúnicoqueseponeunpocomediobien.—No,yonoheido.Habríaquevivirallí,mefiguro;nosabíaquedieranfiestas.¿EstabastúenelHotel

    Cristina?—Sí,claro.Creíquetelohabíadicho.—¿Tú?—No.Nosotrosno.NosotrosenlaPensiónManolita,unaquehayenlacalledeGaribay,quetienedos

    tiestosenlapuerta.LachicadeMadriderarubiayllevabaelpelomuycortopeinadoconflequilloaloMarinaVlady.Decía

    queeramáscómodoasíparanadar.Hablabadeyatesydepescasubmarina,deesquísacuáticos.Goyitanosabíanadar;sesentíaadisgustorecordandoeltrocitodeplayadondeteníanelloseltoldo,untriángulodearenalimitadoporpiernasdesnudas,porbolasdeNiveaybañadores;susbañosridículosenlasprimerasolasjuntoalosniñosdecincoañosqueechanbarquitos,losgritosdejúbilocuandoelagualesalpicabamásarribadelacintura.Queríacambiardeconversación,salvaralgodesuveraneo,quenoselevinieratodoabajo.

    —AlTenisfuidostardesylopasémuybien.Elúltimodíaestuvetodoelratoconunchicomejicanoqueeramajísimo.La rabiaque loconocíal final,yacuando faltabandosdíasparavenirnos.Estababastanteenplan.

    —Quérolloloshispanoamericanos,chica,quépeste.Parecequelosregalan.Yluegoseteponendeuntierno.¿AquesellamabaRaúloRobertooalgúnnombreporelestilo?

    —No.SellamabaFélix.Esto del mejicano había sido lo único un poco parecido a una aventura y Goyita se complacía en

    aumentarlo. Le esperó en la estación asomada hasta el último momento, y todavía cuando el tren arrancópensabaqueleibaaverentrarconunramodefloresyecharacorrerapasogimnásticotendiéndolelamanohacialaventanilla.Hastaselevinieronlaslágrimasalosojosdetantoescudriñarlapuertaconestedeseo,ylasluces del andén se le alejaron temblando de llanto y sirimiri. Sabía muy bien que no la iba a escribirmandándoleunafotoquesehicieronjuntos,niseibanavolveraverninada;yademástampocoleimportabademasiadoque fueraasí,peroseesforzabaporconvencersede locontrario.Másquenadapara justificardealgunamaneraaquellosdosmeses,ylailusiónquehabíapuestoenellosantesdeir;ysobretodoporpoderlecontaralgorománticoasuamigaToñuca.Habíapreguntadoporellaencuantobajódeltren:

    —Mamá,¿havueltoToñuca?Lotuvoquerepetirvariasveces.LamadrecontabaqueJoséMarihabíavueltodelcampamento,quela

    criadasehabíadespedidoenelmomentomásinoportuno;hablabadeunatarjetapostalperdida.LogróquelahicierancasocuandoyabajabanporlaAvenidadelaEstación.

    —¿Cómodices?—Toñuca,quesihavuelto.—Sí,creoqueelotrodíatetelefoneó.—¿Quéledijisteis?—Yonomepuse.Cuandollegóacasa,nosabíaquéhacer,paradaenmitaddesucuartoqueleparecíadesconocidoymás

    grande, con lahojadel calendariomarcandoeldiecisietede julio.Dejó lamaleta sindeshacery le entraronunos deseos irresistibles de bajar a la calle. Ya era casi de noche. Acababan de encender las bombillas decolores de unas guirnaldas tendidas de lado a lado sobre la gente que paseaba. Se encontró con unmilitarconocidodeporlaprimavera.Noseacordabadesunombre.

    —Hola,chica.—Hola.Echaronaandarjuntosentrelagente.Leparecíaquesehabíacoladoenlaciudadporunapuertatrasera.

    Otros años había vuelto del veraneo mucho antes de que fueran las fiestas y había esperado a las amigas

  • consumidade impaciencia.Ellas traían reciente elmorenode losbrazosy los relatosde sus excursiones, lamirabancongestodedesconocerla.Sinembargo,eracasipeorllegarlaúltima,comoahora,yencontrarsecontodolonuevoenmarcha,nosabercómohacerparareanudarlo.Elmilitarlepreguntóquesihabíaestadoenlostoros.

    —No.Acabodellegardeveraneo.—Yotampoco.Nodebehabersidonadadelotrojueves.Laganaderíaesavadecapacaída.Goyitamirabaa losgruposdechicascogidasdelbrazo.Lasveíacruzardeunaaceraaotra; separarse,

    juntarse,echarseareír.—Oye,¿túconocesamiamigaToñuca,unaqueesunpocopelirroja?—¿Pelirroja?Nosé,nomedoycuenta.—Sí,hombre;simeparecequefueellaquiennospresentó.Unaasíchatita,debuentipo.—Ah,sí,ya.¿Quées?¿Quelaestásbuscando?—Sí.—PuesestaráenelCasino,¿Porquénovas?—¿AlCasino?No,hombre.Hebajadosólounmomento,yaves,detrapillo.Todavíahueloatren.Sinola

    encontramosenestavuelta,mesuboacasa.Lagentedabalavueltaalllegaralaúltimamanzanadelacalledondeseacababanlosarcosdeluces.El

    militarlamiraba.—Anochenoestabastúenelbaile,¿verdad?Notevi.—¿Peronoteestoydiciendoqueacabodevenir?—¿Venirdedónde?—DeSanSebastián.—Ah,quésuerte,tú.Estaríaestupendo.—Sí.Oye,¿yelbailedeanochequétal?¿Divertido?—Yo me fui temprano. Había demasiada gente. Esa amiga tuya sí que estaba. Oye, pues tú de San

    Sebastiánvienesmásguapa.—¿Yeselprimerodenochequehahabido?—Creo que sí. El del aeropuerto es a la semana que viene.Debe de estar bien.Anda difícil lo de las

    invitacionescontantagentecomohavenidoesteaño...También,encasa,durante lacenacomentaron lomismo.Quecuántagente.Quemásgentequeningún

    año,queenningúnsitiosecabía.JoséMaría,elhermano,queacababadevolverdelcampamento,lecontóqueToñuca tenía en casa unos franceses y que andaba todo el día con ellos de acá para allá. Que estabamuymoderna. Luego se puso a relatar sucedidos del campamento.De uno vasco que le llamabanMarcoBruto.Menudoelemento,delosbuenoselementosdeallí.Elúltimodía,queestabaunpocobebido,sesubióaunoscajonesyempezóaecharundiscursometiéndoseconlosmilitares.Madre,quérisa.Poníalamismacaradelteniente,yleimitabaigual,losgestos,todo.Goyitapreguntósieraunoalto,conlamandíbulasaliente.Ellaleconocía.AcompañabaaIsabelSegarraporelinvierno.Cuandoenestovieneelteniente,ytodosahacerleseñasparaquesecallara.Siesotroselacarga,pero.elteníasalidasparatodo.Levioysequedatanfresco.Vayledice."Teniente,¿legustaaustedelcirco?".APitilín, lapequeña, lehizomuchagraciaelnombredeMarcoBrutoylasegundavezquelodijeronseleatragantólacomidaderisa.Tosiaylamadreledabaenlaespaldagolpescomoazotes.DonGregoriodijoquelajuventuddeahoranoteníarespetopornadanipornadie.Goyitamirabaelbordedelasoperayelcucharónasomando.Lecostabatrabajopensarqueestabaencasa.SelevantósintomarelpostreytelefoneóaToñuca.Noestaba.Cenabaconsusamigosfueradecasa.LedijosumadrequealdíasiguienteseibanenexcursiónaToledo.

    —Quenomellameya.Dígalequehevuelto.Estoycansadaymevoyaacostar.Tardóendormirse.Alamañanasiguiente,bastantetemprano,lallamólachicadeMadrid.Salieronjuntas.

    PorlatardefueronalCasino.Eraenormelacantidaddecarasdesconocidas.Elsalóndetélohabíandecoradoentonosamarillos.SesentaronenlamesadeMercedes,Isabelychicasmayores.Hablabandedosendosconrisasymisteriosycasino lashicieroncaso.Alanueva lamiraronconrecelo.Goyitapidióungin-fizzysepusoamirarlosdibujosdoradosdelasparedes.Cantabalaanimadora,unarubiamuyllamativa,yhacíacalor.Isabel,mientrasseempolvabalanarizdabapataditasenelsueloycantabatambiénacompasándoseconlavozdelmicrófono:"Imposible-verásque tudestino-nossepara-perodéjameamarte...".LepreguntóaGoyitaquequétalporSantander.

    —HasidoenSanSebastiándondehemosestado.—Ah,creíqueenSantander.EnSanSebastiánestuvimosnosotroselañopasado.Bueno,enZarauz,pero

    íbamosmucho.Túvienesbienmorenita.—Sí.Nolassacónadieabailar.Cuandosalieron, ladeMadrid ledijoaGoyitaquecuántasmujeres,que todoeranmujeres,queasíera

    imposibleligarunplandivertido.

  • —Yluegoestasamigastuyas,nosé,soncomoviejas.—¿Notegustan?—Noséquédecirte.Parecendeseñoraslasconversacionesquetienen.—Mimásamiganoestáhoy—seexcusóGoyita—.Laconocerásmañanaopasado.Éstateencantará.Es

    uncielo.AsudescontentoseempezóaañadirlaresponsabilidadquesentíadedivertiralaamigadeMadrid.Aldía

    siguientelallevóaverlaCatedral.—Impone.Esenormedegrande,unadelasdemásméritodeEspaña,yalohabrásoídodecir.Subieronalatorreyvolvieronmuycansadas.AGoyitaleapretabanloszapatos.Enlaterrazadeuncafé

    de la PlazaMayor se encontraron con Toñuca y sus amigos extranjeros. Se sentaron con ellos. Goyita enseguidanotóqueladeMadridleerasimpáticaaToñuca.

    —MiraquellevarlaaverlaCatedral,mujer,aquiénseleocurre.Latenemosquedivertirdeotramanera.Conlasganasquetiene.

    —Hija,siesqueestoydespistadatodavía;nosénisiquieralagentequehay;esunlíovenirdelveraneotantarde.Notecentras—seexcusóGoyita.

    —Nada,nada,quenotieneperdónllevarlaaverlaCatedral.—Sí, verdaderamente—dijo la de Madrid—. A mí todo me parece igual lo que construían en aquel

    tiempo.Vengabóvedasymásbóvedas.Aunodeloschicosfranceseslehacíamuchagracialodeprisaquehablaba.—Suscabellossonrubios—dijo—.Encambiotienemuchacaracterísticavivacidadespañola.HablarondeMadrid.Ellos iban a ir aMadriddespuésde las fiestas.Toñuca sabía algunaspalabrasde

    francésyservíadeintérpreteenlosmomentosdemucholío.Sereía.SereíantodosmenosGoyita,queestabaadisgusto.LadeMadriddijoquedeMadridalcielo,yqueellalesacompañaríacuandofueranallí.

    —¿Túquéprefieres,elambientebohemioolossitiosfinos?Porquealosfrancesesacadacualledaporunacosa.

    Goyitaantesdelasdosselevantóycogiósubolso.—Pero,¿tevastanpronto?—Yasabesqueamipadrelegustacomerapunto.—Mujer,estamosenferias.—Sí,peroélnomiraeso.—Bueno,mona,puesluegotellamo.Atuamigalaacompañaremosnosotros.Ledolíalacabezayseechólasiesta.VinoJoséMaríaahablarconellaunrato.LashabíavistoenlaPlaza

    ylepreguntóquequiéneralachicanueva.—Unaamigamía,¿porqué?—Porqueestádefenómeno.Simelapresentas,tedoyunanoticiabomba.—Anda,déjameenpaz,¿novesquequierodormirunpoco?—Peroyonoentiendo,¿quéhedichoparaqueteenfades?—Sinoestoyenfadada,déjame.—Entonces,¿cuándomepresentasatuamiga?Miraquelanoticiaquetedoyacambioesmuybuena.Goyitasequedócalladaconlosojoseneltecho,enlasrayasdeluzysombraqueproyectabalapersiana.

    Vioalargarseyborrarselasombradeunvehículoquerodóenlacalle.Luegootrodetrás.Automóviles.—¿Quées?Dímelo,anda,loquesea.Valientebobadaserá.JoséMaríasepusoamirarunlibro.Laviodereojoincorporarsesobreloscodos:—Noesbobada.Bienqueteimporta.—Dejaesoahora,noseas.Dímelo.TepresentoaMarisolcuandoquieras.—Vaya,elnombrenoestámal.¿Melapresentasseguro?—Quesí.—PuesestáaquíManoloTorre.Goyitalemiródesconcertada,comoqueriendodescifrarlelaexpresión.Selevinomuchocaloralacara.—Mentira.Quémentirosoeres.—¿Mentiroso?Bueno,comotúquieras.—Claroquesí.Lohabríanvistomisamigas.—¿Porquélovanahabervisto?Havenidoalacorridadehoyconsutío.—¿Losabestú?—Naturalmente;erestonta.¿NovesqueheestadotomandounascañasconélenelPostigo?Comonome

    dejascontártelo.Goyitavolvióatumbarse.Sepusolosbrazosdetrásdelanuca.—¿Yquésecuentaelniño?¿Pordóndehaandadoesteverano?—CreoqueenElEscorial.Traíaunachaqueta...¡Madremía!—¿Porqué?¿Cómoera?—Asícomodechica,jaspeada,másrara.Mepreguntóporti.

  • —Hombre,quéacontecimiento.Yalopuedoapuntarenmismemorias.—Ah,esoallátúsiloapuntasono;peronomevengasahoraconquenoteimportaquehayavenido.Sehabíaacercadoalaventanaymirabaentrelasrayas.Viodestellarelsoldelasiestaeneltechodeunautomóvilquedesaparecióvelozmente.—Puesno tedigoqueno;cuantosmáschicosvengan,amás tocamos.Esodesde luego.¿Tedijo si se

    piensaquedarmuchosdías?—No.Nomedijonada.Govitasepusounbrazoporlosojos.—Venga,hombre,déjamedormir.Nolevanteslapersianaahora.—Siesqueestabamirando.Hapasadoelcocheeseamarilloquetedije;seguroqueesextranjero.Está

    llenodeamericanoselGranHotel.Otroimponente,oye,¡quécochazo!Debendesubiryaparalostoros.—Nomeinteresa—dijoGoyitaconlosojoscerrados—.Veteamirarlodesdeelcomedor.Luego,cuandosefuesuhermano,alargólamuñecaparaverlahorayseechófueradelacama.Lascuatro

    y cuarto. Se apoyó en la coqueta, delante del espejo. No se oía nada por la casa; en la calle un rumoramortiguado y superpuesto de claxons alejándose. Con la barbilla en las palmas de las manos y la cejaizquierdaligeramentelevantada,estuvounratoespiándoselaexpresióndelrostroplanoyvulgar.Luegodijoenvozlenta,parecidaaladelosdoblajesdelaspelículas:"Teheechadotantodemenos,tanto...".Volvióamirarlahora,abriólapuertaconcuidadoysalióalpasillo.Cruzóenfrenteyempujóotrapuerta.Eraeldespachodesupadre,undespachodeadorno,paraningunacosa.Olíaapuroapagadoyestabanbajadaslaspersianas.Fueal teléfonoymarcóunnúmero.Tardabanenponerse.Seechólablusaparaabajo.Semiróloshombrosyelescote.

    —Diga.Escondiólacaracontraelrincóndelapared.—Oiga,porfavor.DonManuelTorre.Hablabamuybajo,mirandoparalapuertacerrada.—¿Cómodice?¿Quién?—SeñorTorre.¿NoesahíelNacional?EnelHotelNacionalhabíanpuestobarradecafetería.Estaballenodegente.—Voyaver.Espere.Zumbabanlosturmix,subíanybajabanlasmanivelasnegrasdelacafeteraexprés.Elbotonesdejóabierta

    lapuertadelacabina:"SeñorTorre...señorTorre..."."...¡dosparaleche!"—Handejadoestodemasiadocubista—leestabadiciendoManoloTorreaunlimpiabotasconocidoque

    acababadehacerleelservicio—.Megustabanmáslassillasdeantes.—Peroasíesmásnegocio.Menudo.El botones se asomó al arco que daba al comedor. Le vio sentado con otro, vestido de aviador, y al

    limpiabotas, al lado de la mesa, que cogía la propina sonriendo. Lo menos cinco pesetas. Vaya señoritorumbosoqueera.

    Elaviadorcogióunretratoqueestabaencimadelmantelalladodelastazasdecafé.LedijoaManolo:—Bueno,entoncesqué.¿Quedamosenquetegusta?—Esunamonada,chico,desdeluego.Ledoydiez.—Y sobre todo mira, lo más importante, que es una cría. Ya ves, dieciséis años no cumplidos. Más

    ingenuaqueungrillo.Quénoviovaahabertenidoantesniquénada.¿Noteparece?,esunagarantía.Yodemetermeenestoslíostienequeserconunachicaasí.Parapasarelratovalecualquiera,perocasarseesotrocantar.

    —Que sí, hombre, que estamosde acuerdo.Yquedebe ser lista la chavala.Miraquepescarte a ti.Sepuedecreer.Loquemenosmepodíafigurarcuandohasdichoquemequeríascontarunacosa.

    Seacercóelbotones:—Lellamanalteléfono.—¿Amí?¿Quiénes?—Nohadicho.—Vuelvoenseguida,Ángel.—Sí,oyetú,dateprisa,quedecidamosloquesea,porquesenosvaahacertarde.—No,hombre.Conlamotoestamosenseguida.Siademásnohaynadaquedecidir.Tútevienesconmigo

    alabarreraytuentradaparamitío.—Buenoanda,puesdespachapronto.Sequedósoloelaviador,mirandoalejarsealotroentrelasmesas.Deladealladoselevantaronunamujer

    morena con un traje de seda brillantemuy estrecho y un señor canoso. "Estupenda tarde, desde luego; hoyvamosavercosasbuenas",ibadiciendoelseñor,quesalíadelantemordiendosupuro.Ellasedemoróunpocoestirándose el vestido por las caderas.Al pasar al lado del aviador, le tropezó la silla y se inclinó hacia élimperceptiblemente.

  • —Adiós,Ángel,orgulloso—lemurmuró.Atufaba aperfume francés.Un instante le sostuvo él lamirada entrepestañasy lemandóalargandoel

    cuellounabocanadadehumocongestodebeso.Unospasosmásallá,elseñordelpuroleplantólamano,aella,enelbrazodesnudo,muycercadelsobaco.

    Ángelvolviólosojosalafotografíaquehabíaquedadoencimadelamesa.Sacólacartera,peroantesdeguardarla todavía lavolvióamirar.Lachicaestabadeperfily se leveíanunaspestañas larguísimas.Abajoponía la firma "Gertru", en letra redondilla esmerada. Se le pusieron ojos soñadores, de codos en lamesa,esperandoal amigo.Por laventana seveían los soportalesde laplaza, enprimer término,ymás allá el soldurísimocontralosadoquines.Pasóunautobúsnaranjaatestadodepersonasqueibanalostoros.

    —Venga,yaestoy.Cuandoquieras—dijoManolollegando.—Hastardadopoco.¿Quiéntellamaba?—Nosé.Hancolgadocuandomehepuesto.Algunaequivocación.

  • CUATRO

    Durante dos días ni siquiera retiré el equipaje de la consigna, tal carácter de provisionalidad habíaadquiridomiestancia.

    MuertodonRafaelDomínguez,desaparecíaelpretextodemiviaje,aunquelaverdadesqueyomismomedabacuenta,paseandopor las callesde la ciudad,dequeenel fondonuncahabíapensado,ni aunantesdeemprenderlo,quepudieratenerelviajeotrosentidoniobjetomásqueelqueseestabacumpliendoahora,esdecir, el de volver a mirar con ojos completamente distintos la ciudad en la que había vivido de niño, ypasearme otra vez por sus calles, que sólo fragmentariamente recordaba. Casi todo lo veía como cualquierturista profesional, pero de vez en cuando alguna cosa insignificanteme hería los ojos de otramanera y lareconocía,seidentificabaconunaimagenviejaqueyoguardabaenlamemoriasinsaberlo.Meparecíasentirentonceslamanodemipadreagarrandolamía,ymequedabaparadocasisinrespiro,taninesperadayvivaeralasensación.

    Nomefuedifícilencontrarelbarriodondehabíamosvividoaquellosdosinviernos,cercadelaPlazadeToros.Ahoraporallíestabanconstruyendomucho,asfaltandocallesyabriendootrasnuevas.Selevantabanlascasasamarillassonrosadas,lisas,consusventanassimétricas.Lanuestra,unviejochaletconjardín,lahabíandemolido.TambiénencontrélaCatedralyelrió.Elríoestabacercademipensión.

    Bajaba en curva la calle de arrabal empedrada de adoquines grandes y se veían por la cuesta arribacamionetas v carros de arena tirados por una ristra de tres o cuatro mulas, su carretero al pie, avanzandolentamentealmismopasodelosanimales.Crucéalaorilladealláatravesandoelpuentedepiedra,ycaminéhacialaizquierdaporunacarreterabordeadadeárboleshastadejarlejoslaciudad.Luegolavitodaalvolver,reflejadaenelríoconelsolponiente,comoentarjetaspostalesquehabíavistoyenelcuadroquemipadrepintó,perdidocomocasitodosdespuésdelaguerra.

    AmediodíamegustabasentarmeenlasterrazasdeloscafésdelaPlazaMayor,ymeestabaallímuchoratomirandoeliryvenirdelagente,quecasirozabamimesa,escuchandotrozosdeconversacióndelosotrosvecinos, tan cerca sentados unos de otros que apenas podían cambiar sus sillas de postura. Había muchaanimación.Sobretodomuchachas.Salíanenbandadasdelasombradelossoportalesamezclarseconlagentequeandabaporelsol.Secanteabanporentrelasmesasdelcaféyllamabanaotras,moviendolosbrazos;sedeteníanaformar tertuliasen lasbocacalles.Venía lamusiquilla insistentedeunhombrequesoplabaporelpitodelosdonnicanoresconsucajóncolgandodondelosalineaba.Otrovendíaglobos.Losdesplazabanconlosempujones.Enmediodelaplazatocabaunabanda.Lasrachasdemúsicaestridenteavecesseapagabanensusurrosocubiertasporel ronquidodeunosautobusesnaranjaque salíandedebajodelAyuntamientocadacuartodehora,despejandolagenteaglomerada,envolviéndolaenelhumodesucolanegra.

    Al tercer día de mi estancia todavía no había decidido ni quedarme ni marcharme, pero me entrócuriosidad por conocer la familia de don Rafael. No fui a verles con ningún proyecto determinado; sinembargo,conelpresentimientodequeestavisitameayudaríaatomaralgunaactitud.

    La calle delCorreo era estrecha, calle de iglesias y conventos, con árboles antiguos.Mequedé paradodelantedelportal,indeciso;yunasseñorasquebajarondeunCadillacrojomepidieronquelasdejarapasar."Oye, ¿me he arrugadomucho?", preguntó la que iba delante. Eran tres. No había portería. Eché escalerasarribadetrásdeellas,acomodandomipasoalsuyoporquenoqueríaadelantarlas.Sustaconessemovíandeunpeldañoaotroyhacíanvariarlaposturadesuscuerposesforzadamente,comoenlossaltosdelacámaralenta.Llegaronalrellanoysedetuvieron;unadeellasllamóenprimerapuerta.

    —Porfavor,sabenustedes,¿LosseñoresdeDomínguez?Sehabíanapartadounmomentoparadejarmepasoysevolvieronhaciamí.—Esaquí,enestapuerta—memirabanlastresconatención—.Dondenosotrashemosllamado.Di lasgraciasysehizounsilenciomientrasesperábamos,perodedentrode lacasaveníaunrumorde

    pasosyconversaciones.Abrióalguienqueestabacercadelapuertayellasentraronconmuchaconfianza.Habíagruposportodo

    elpasillo,personasquepasabanconsillasyotrasquesedespedían.Amínadiemepreguntónadaydiunospasossin rumbofijohastaelumbraldeunahabitacióngrande."PorDios,nosemolesten,quenosemuevanadiepornosotras",entródiciendounadelasseñorasquehabíansubidoconmigo.Yoísillasquesecorrían.Echéunarápidamirada,sinatrevermeaentrar.Aladerechahabíamujeres,alrededordeunamesacamilla,yalaizquierdahombres,sentadosydepie,oapoyadosenrespaldos.Unadoncellasalióconunabandejadevasos,ymepareció quememiraba con curiosidad.Medieron ganas demarcharme, camuflado entre un grupo depersonasqueseibaenaquelmomento,yhastameseparédelaparedparahacerlo,peroluegoviqueseestabandespidiendodeunachicade lutoen lapuertayqueyo también lo tendríaquehacer. "¿Paraquéhassalido,

  • mujer,Elvi? ¡Quédisparate!Anda, andacon tumadre, lapobre." "Dijomihermanaquea lomejorvendríaluego."Poníanvozcompungida,comodeclamando.Ledieronbesosalamuchachadeluto.Ellasemantuvouninstanteconlapuertaentreabiertaalaescalera,diciendoadiós;luegosevolviódecaraamíparacerrarlaysequedóconlaespaldaapoyadaenlosbrazoscruzados,conungestodecansancio.Memirósinparpadear.Enesemomento estábamos los dos solos frente a frente, separados por el estrecho pasillo que bruscamente sehabíavaciado.Lesostuvelamiradaysupequeibaahablarme;esperé.

    —¿Ustedbuscabaaalguien?—preguntóporfin,sinmoversenicederenlafijezadesumirada.—Seguramenteausted,porlomenosesocreo.Hubounapausa.Meturbéporquesusojosbrillabandemasiado,igualqueconfiebre.—¡Quéraroestodoesto!—dijopasándoselamanoporlosojos—.Porfavor,nosemuevanidiganada

    ahora,¿quiere?Nomemovínidijenada.Deprontohabíatenidolasensacióndeestarenelteatro.Suposturaconlamano

    cubriéndole a medias el rostro, el tono misterioso y evocador de su voz, el ruido en la habitación a misespaldas; todomemetíaen situación.Hastaelpercherocon sombreroscolgadosmeparecióunadecoraciónparaaquellaescena.

    —Nocabedudadequeustedeseldelretrato—dijosacandounavozlenta,perodecididayvolviendoamirarme—.¿Cómoesposiblequevengaprecisamentehoy?

    —¿Quéretrato?—meatrevíapreguntar.—UnretratoquetienemipadrehechoenSuizaelañopasadoconungrupodegente,cuandoelCongreso

    deMineralogía.Esperó,yyoasentíconlacabeza.Seacercóunpoco.Cadapaso,cadamovimientosuyomeparecíaque

    eranlosqueteníaquehacer,comositodoestuviesecalculado.—Esafotografíahacetiempoquenolaveíayanochemedespertéylaestuvebuscando.Porunaseriede

    razonesquenopuedoexplicarleahora,sentíamuchaangustiaymellevélafotografíaalacamaparamirarla.Ustedestáalladodemipadre.Nuncahastaayermehabíafijado,niélmehabíahabladodeusted,peronosé;porunciertogestoqueéltieneallí,losdosjuntos,meparecióquehabríansidoamigoseneseviajeymepuseaimaginareltipodeamistadquepodríahabersido.Esrarísimo,peromepasóasícomoselocuento.Meparecióqueélvivíayqueéramosamigoslostres.Nopudedormir.Memoríaencerradaenmicuarto.

    Ahoraestabacasijuntoamíyyanomemiraba.Inclinólacabezacontralasmanosquehabíaenlazadofuertemente. Lo que siguió lo entendí más confuso porque se puso a morderse los nudillos de los dedos,nerviosamente.Me contó que había estado a punto de ir a Suiza con su padre y que la noche anterior sedesesperabaasomadaalbalcóndesucuartopensandoqueesoyanuncasepodríaremediar,quelascosasquepodíahaberhechoenaquelviajeyanuncalasharíaylagentequepodríahaberconocidoyanolaconocería;yquepensando esono se podía consolar.Queunviaje le puede cambiar a uno la vida, hacérsela ver deotramanera,yaellaeseañose lahabríacambiado.Lepreguntéqueporquénohabía ido,peronomecontestódirectamente.

    —Siustednoviveaquí—dijo—,nopuedeentenderciertascosas.Hacepocoqueestáaquí,¿no?—Tresdías.—Tresdías—repitió—.Nopuedeentendernada.SileexplicoporquénofuiaSuizasereirá,diráque

    quédisparate,queesonopuedeser.Creeráquelohaentendido,peronohabráentendidonada.Solamenteunoqueviveaquímetidopuedellegararesignarseconlascosasquepasanaquí,yhastapuedellegaracreerqueviveyquerespira.¡Peroyono!Yomeahogo,yonomeresigno,yomedesespero.

    Hablabaconrabia,convozexcitada,comosiyolaestuvieracontradiciendo.Habíapasadodeuntonoaotrosintransición.Tuvemiedodequenosoyeranlosdelahabitaciónporquesehabíaidodesplazandohaciaelhuecode lapuertayestábamosseguramentea lavistade laspersonasdedentro. Inclusoparecíaqueellasegozaseenalzarlavozcomosiconsusúltimasfrasesquisieradesafiaraalgunadeaquellaspersonas,otalvezatodas ellas. Seme ocurrió decirle que seguramente sacaban las cosas un poco de quicio bajo el peso de sudesgracia,peroenseguidasentíquemehabíaequivocadotratandodeconsolarlaporesecamino.Loviensusojoscasifuriosos.

    —Aquí tendría que estar usted hace diez días de lamañana a la noche, aquí en esta casa, a ver si seahogabaonoseahogaba,comoyomeahogo.Oyendocómoledicenaunodelamañanaalanochepobrecilla,pobre,pobrecilla.Díaynoche,sintregua,díaynoche.Yvengadesuspirosydecompasiónymáscompasión,paraqueno sepuedaunoescapar.Ycompasión tambiénparaelmuerto, compasióna toneladaspara todos,todosenterrados,elmuertoylosvivosytodos."Usted,¿quécree?,¿queunmuertonecesitatantacompasión?"¿quenecesitadelosvivosparaalgo?Porlomenosaél,queledejenenpaz,¿noleparece?

    Estabacompletamentejuntoamí.Mellegabaporelhombro.Mirésurostroenrojecidoquebuscabaelmíoy no supe al momento qué contestar. Estaba azarado pensando que los de dentro se estarían enterando denuestraconversación.Parpadeóydijoseparándose,convozmásbaja,insegura:

    —Perdóneme.Noséporquélehedichoestascosas.Nisiquieraleconozco.Noséloquemehapasado.Yo...

  • Yseechóallorarconviolentossollozos.Miraronhacianosotrosdetodaspartes.Dijeron"pobrecita",conunclamorapagado,yunaamigavinoy

    sepusoaacariciarlelacabeza,leobligóareclinarlaensuhombro.—Vamos,Elvira.Tienesqueserfuerte.Yomefijéenlaspuntasdemiszapatos,queestabanmuydeslustradasparaunavisitaasí,peroenseguida

    levantélacabeza.Habíavenidounmuchachodepiesgrandes.—Elvira,¿quétehapasado?¿Porquénotevasunpocoadescansar,anda?La teníaabrazadapor loshombrosymemirabamuchoamí.Eradelgado,elpelounpoco largo,y las

    patillas.Ellaselimpiólosojosylevantóunamiradadistinta.—¡Quétontería!—dijo,moviendoelpelo—.¿Porquémevoyairadescansarsinoestoycansada?Mire

    —añadió, pero sin volver los ojos a mí—, le presento a mi hermano. Teo, este señor era amigo de papá.Atiéndeletú,porfavor.

    Hizounsaludoextraño,unaespeciedesonrisaalvacío,ysediolavuelta.Laamigalasiguió.Seabrióelcirculodemujeresqueestabanalrededordelacamilla,yladejaronpasarensilencio,comoaunaimagensanta.

    YoseguíaTeoalaotrapartedelahabitación,dondehabíaexclusivamentehombres.Alprincipiotodosestabanpendientesdemí,ydecómomesentaba,ysielsilencioquesehizoconaquelloscarraspeosdesillashubiesecontinuado,sumismaviolenciamehabríaayudadoaencontrarunpretextoparamarcharme,peroenseguidase reanudaron lasconversacionesquenuestra llegadahabía interrumpido.Yomesentéenundiván,muyencajonadoentreTeoyotromuchachodechaleco,concadenadeorocolgandodebolsilloabolsillo,quenosofreciótabaco,sonriéndomeconunaparticularamabilidad.Teohabíaoídohablarasupadredemí,ysabíaqueeraprobablequevinieraadarunaclasecomoauxiliarenelInstituto.Sinembargo,el telegramaqueyopusedesdeParísdiciendoqueaceptabaenfirmeelofrecimientodebíahaberquedadoenel Institutosinquenadieloabriera,porquesegúncalculóél,poresasfechassupadreestabayamoribundo.Mepreguntóquedequéeralaclasequemehabíaofrecido.

    —Enlaúltimacartamehablabaprincipalmentedeunavacantedealemán.Perodijoquesiyoaceptaba,yaloveríamoscuandollegase.Porlovistosiemprehabíahuecosdeprofesorauxiliar.Élsabíaqueparamíestodelaclaseeraunpretextoparapasarmeuninviernoenestaciudad,querecuerdoconsimpatíaporhabervividoenelladeniñoconmipadre.

    Meaburríamuchoestetemadeconversación,peroprocurédisimularloparaquenosetraslucieraelsúbitodesinterés que me había entrado por todo este asunto del Instituto, hasta tal punto de que no lo sentíarelacionadoconmigo.

    —Creo que el señorMata será quien se quede de director ahora—dijoTeo—.Le hablaremos en estesentido.Ustedtendrálacartademipadre,queenpazdescanse,quepuedeservirnoscomojustificanteanteél.Espersonadenuestraconfianza.Siustedespera,alomejorvieneporaquíestamismatardeyyolespondréencontactoparaquehablenpersonalmente.

    —No,porfavor,sieslomismo.ÉItendráotroscompromisos,comoesnatural.Yotengotiempodevolveracualquierademistrabajosdeotrosaños.Enningunapartehaempezadoelcursotodavía.

    TodalaconversaciónconTeotuvountonocortésyprotocolario.Mehizomuchaspreguntasquemesentíobligadoacontestarconelmayordetalleposible,debidoquizás

    alestilofríoyjudicialdesuinterrogatorio,yalasprolijasesperanzasquemedabaabogandoenfavordemiasunto.

    Enlaspausasmesentíaliberadoyestudiabaelmododedespedirmesinparecergrosero.Meenterédequeelchicodelaizquierdahabíaabiertociertapolémicaenunperiódicolocal."Claro—decía—,aesoyanohansabidoquécontestarme.Guardétodosloscargosdepesoparaestesegundoartículo,yleshasentadocomounrayo.Sehabíancreídoquepodíansofocarasíporlasbuenaslavozdeunciudadanolibre.Peronomeconocen,no.Quémevanaconocer."Leoíamejorquealosdemás,debidoasuvecindadyaqueteníalavozaguda.Dosvecessevolvióhaciamí,comopidiendomiasentimiento.Deotros,porestarbastantehundidoenelsofá,sóloveía piernas contra el bordedeuna silla, o en algúnmomentounpocodeperfil.Un señor, quemeparecíarecordardeltren,lereprendiócontonoenfáticoypaternal,ledijoqueundíaacababamal,quequécosasseleocurrían."Cosasdeímpetujuvenil,sí,esoya,notevayasacreerqueyonohesidocomotúenmistiempos,poresote lodigo.Queelquemásyelquemenos,Emilio, todosllevamosdentronuestrodonQuijote.Peroesasquijotadasacabancon la reputacióndeuno."Elchico leescuchabamirándose lasbocamangasconunalevesonrisasuperior.

    TeomepreguntócosasdelviajeaSuizaydelaamistadquemehabíaunidoconsupadre,yyo,mientrascontestaba,nopodíadejardepensarenElvira.Laveíaentrelasotraspersonasagrupadasalextremoopuestodelahabitación,igualquesilamiraseporunosprismáticospuestosdelrevés.Elhumodelpitillomealargabayalejabalahabitación,volvíacasiirrealeslascosasqueestabacontando.Muyallá,enlapareddeenfrente,habíaunaparadorconespejobiseladoyelespejoreflejabamúltiplescabezasquesemovían.

    Al final,Teoquedóen llamarmepor teléfono,despuésde suconversaciónconelnuevodirector,ymepreguntódóndemealbergaba.

  • —EnlapensiónAmérica.Nosésitendráteléfono.Mejorquellameyo.—¿América?¿Dóndeestáeso?¿TúhasoídolapensiónAmérica,Emilio?—Esporallícercadel Instituto—expliqué—.Enunpaseoanchoquebaja.Lanocheque lleguéestaba

    cansadoynoteníaganasdebuscar.Elnombremehizogracia.—Yasédóndevaaser—dijoEmilio—.Tienegracia,esverdad,pensiónAmérica,quétendráqueveren

    aquelbarrio.Ysesonrió.Teníaun rostromenudo,decejasespesas.Deprontomeparecióquehabíaasistidoa toda

    nuestraconversaciónyhabíatomadoparteenella.Cuandomelevantéparairme,élsedespidiótambién.Teonos acompañó hasta la puerta, y se quedó en la ranura entornada hasta que desaparecimos escaleras abajo.Salimosjuntosalacalle.

    —Yovoyhaciaallá;¿usted?Ledijequenollevabadirecciónfijayestoparecióalegrarle.Decidióqueiríamosjuntos.—MellamoEmiliodelYerro—sepresentódeteniéndoseunmomentoparaalargarmelamano—.Suelo

    tenerbastante tiempolibreymemolestaqueseaburra lagentequevieneaquí.Siquiereustedpodemosseramigos.Mejordicho,siquieres.Tevoyatutear.

    —Sí,claro.YomellamoPabloKlein.—¿Parecequetevasaquedaraquíesteinvierno,no?—Creoquesí.Depende.—Sí,yaleheoídoaTeo.Seguroquetequedas.Puesestoesaburridoparaunoquelleganuevo,peroya

    sabes,pasacomoentodaspartes,encuantoteambientas,lopuedespasarestupendo.Dentro,claroestá,delalimitacióndeunacapitaldeprovincia.

    Ledijequeyonomesolíaaburrirenlossitiosyélmecortóconviveza.—Ahno,yotampoco.Quientieneunpocodevidainteriornopuedeaburrirse,esolohedichoyosiempre.

    En ciertomodo yo soy un solitario, un enamorado de la soledad. Perome refiero a que aquí hay círculosagradables,genteconlaquesepuedetratar,discutir,yestosenecesitamuchasveces,¿onoestásdeacuerdo?

    —Sí,sí.Hablabamuydeprisaymeaturdíaunpoco.—Estosmismoshermanos,particularmenteella,Elvira.¿Túyalosconocíasdeantes,no?—¿AloshijosdedonRafael?No,nolosconocía.Pareciómuyasombrado.—Comoellasehaemocionadotantoalverte,yhasdichoquevivisteaquídepequeño.Hubounapausa,peroyonotuvetiempodecontestarnada.—¿Yquétehaparecidodeellos?—preguntó—.DeElvira,¿quétehaparecido?—Hehabladoconellapocorato,peropareceunachicadegrantemperamento.—Esextraordinaria,maravillosa—dijoconfuego—.YTeolomismo—añadióunpococortadoporque

    yolemiraba—.Sondelomejordeaquí.Luegohablamosdeviajesquelegustaríahacer.Hablabaélsobretodo,ymuchasvecesseanticipabaamis

    respuestas.Mecontólasalabanzasdelaciudadydimosunpaseoporcallesqueyoyahabíarecorrido.—Son un remanso estas calles para el espíritu —decía—. Yo me conozco de memoria todos estos

    rincones.MehablódeKierkegaard,deUnamuno,defilósofosquehabíanvividoenciudadespequeñas.Decíaque

    leyendolasobrasdeUnamunoselesaltabanlaslágrimas.Seveíaquedeseabaagradarmeyhaceralardedesucultura. Se había imaginado que yo era escritor y le decepcionó bastante cuando le dije que no lo era, quesimplementemeinteresabanlosidiomasytomabanotasparauntrabajodeGramáticaGeneral.

    —Yo soy ante todo poeta—dijo con énfasis—. Además de esto intento preparar unas oposiciones aNotarías.

    Yseriódelaingeniosidaddelcontraste.Empezabaacaerlatardeylaspiedrasdelosedificiossedorabandespacio,comounacarne.Emiliome

    contó la leyendadedoso tresdeaquellosedificiosyse jactabadeestashistoriascomodeviejasgloriasdefamilia.Íbamosapasoperezoso,deteniéndonosmucho.PorlacalledelaCatedralunosniñossedisputabanenelsueloamordiscosypatadasunpedazodehieloquesehabíacaídodeunacamioneta.Elpedazopasabademanoenmanoychillabansobándolo,queriéndoselollevara labocaparaesconderlodelosotros;dosotresvecesserevolcaronenracimo,agitandopiernasybrazos,yeracadavezmáspequeño.Alfinalunodeelloslevantólospuñosapretadosycuandolosabrióbrillabaapenasunaesquirlaqueseconsumiógoteando.Lanzóungritodetriunfo,ylosotroslemiraroncondesconsuelolasmanosvacías.

    YomeparéamirarlosyaEmilioleinterrumpieronsudiscurso.—Quéchicos—dijoconantipatía,subiéndosealaacera.Luegovioqueyoreíaymeimitó,desconcertado.—¿Tegustanlosniños?Hacía preguntas continuamente y me miraba con ojos ansiosos como si quisiera clasificarme,

  • encasillarme.—¿Quéniños?Segúnquéniños.—Eresunapersonarara—dijodespuésdeunpoco.Languideciólacharlaydeprontomeparecióquenoteníaningúnsentidonuestropaseo,quetodohabía

    sido forzado y postizo. En silencio volvimos hacia las calles del centro. Él estaba citado con unos amigos.Hablándomedeellos,sobretododeunescultorqueteníasuestudioeneláticodelGranHotel,volvióaponerselocuaz.Porlovistodabareunionesenaquelestudio,ymequisoanimarparaqueyosubieraconélaconoceraestegrupo.

    —SobretodoporYoni,teencantará.Haviajadomucho.Esdelomáslibreyoriginal.Leprometívenirconélotrodía.Estabaunpococansadodesucharlayqueríallegarmehastalaestación

    pararetirarmiequipajedelaconsigna.AlapuertadelGranHotel,unedificiolujoso,nosdespedimos.

  • CINCO

    Alsalirde los toros,noencontrabanelcoche.Traíanen losojoschispasdesol,delorode los trajes,ycaminabanaturdidassorteandolosautomóvilesqueseponíanenmarcha,lagentedelasalida,lospuestosdeheladosygaseosas.

    —Noosperdáisdemí,niñas—dijoelpadredeGertru,volviéndosehaciaellas.GertruseparóaesperaraNatalia,quesehabíaquedadorezagada.—Ven,notequedesatrás.Túcógetedelbrazo.—No,mejorsueltas;nosempujanmenos.Sinomepierdo.—Esquemetuerzounpococonlostacones,¿sabes?Lehablabasinmirarla,atentaalequilibriodesupeineta.Nataliasedejócogerdelbrazo.Sintióelruido

    deltrajedeglasé.—Quéincómodadebesirconeso.Nosécómopuedes.Nopodíasniaplaudir.Una señora le enganchó el encaje de la mantilla con los colgantes de una pulsera. Se detuvieron a

    desprenderse.ElpadredeGertruyalasestaballamandodesdeelcoche,conlabocina.—Vamos,vamos,papá.Espera.Miraaver,Tali.Yocreoquemelaharasgadounpoco.Entraronalasientodeatrás,Gertrulaprimeraysetuvoqueagacharmucho.Bajólaventanillaypusoel

    mantón de manila para afuera muy colocadito. Arrancaron. Iban despacio, al paso de la gente, y algunosasomaban la cara al interior con curiosidad, hombres sudorosos con gorros de papel.Uno le tiró un beso aGertru.Ellasepusoaabanicarsemuydeprisa.

    —Quécalor,¿verdadtú?Entraba el aire fresco, elmurmullo de los comentarios. Salieron a lo asfaltado. El padre preguntó que

    adóndeiban,quesillevabanaNataliaprimero.—No,no,siTalisevieneconnosotros.Tevienes,boba.Primeromerendaremosencasa,yluegoloquete

    hedicho.—Noséquéhacer,deverdad;medaunpocodeapuro—dijoTali.—Peroapuroporqué.Sihasidoélelquehadichoquetequiereconocer.¿Novesqueleestoyhablando

    siempre?¿Notienesganasdeconocerletú?Hablabanahoraconvozdesecreto,mirandoelsuelodelcoche.—Sí,mujer,sinoesporeso.Esquealomejorosmolesto,yademásyoalCasinonoheidonunca.—Algunaveztienequeserlaprimera.¿Notedejantushermanas?—Yalosabesquesimedejan.—Anda,mujer,ytepintounpocoloslabios,tepongobienguapa.¿Notehaceilusión?Nataliasequedómirandolacalle.Enelbordedelaacerahabíagenteparada,niños,manchasdecolorado.

    Adelantaronalcochedelospicadoresquetrotabasonandocampanillas.—Haquedadoenllamar.Ledecimosquenosguardemesa.Mequitoesto,merendamos.Sobrelasochoy

    mediapodemosllegar,¿teapetece?MerendaronencasadeGertru,semudóellayllegaronalCasinoalasocho.Ángel,quehabíasalidoala

    puertaaesperarlas,lasviovenirdelbrazoarrimadasalapared.Sunovialesonrió.Laotrachicaveníamirandopara el suelo. Les dijo que estaba todo llenísimo, que la única mesa que habían encontrado se la estabaguardandounamigo.

    —Bueno,éstaseráTali,mefiguro—dijomirándola.—Sí,mira,Tali,tepresentoa.Ángel.—Vaya,encantado,lafamosaTali.Ellaletendióenlínearectalamanopequeñayrígidaquenoseplegabaalapretón.—Muchogusto.—Creoqueeresunratolistatú.—¿Porqué?—Ah,yonosé.Lafamadelobuenollegaatodaspartes.EsopregúntaseloaGertru.Sereíamirándola.Teníaunbigoterubiomuyfino.—Esqueyolehecontado,¿sabes?,quesiempremehasayudadoaaprobarytodaslascosas.Losalada

    queeres.Gertruhablabaconunavozdistintadelasuyadesiempre,másnasal.—Québobada—dijoNatalia—.¿Entramos?Subieroncuatroescalones.Leazarabaquelahubierandejadoentrelosdos.Alfinaldelosescalonesse

    estacionabaungrupodechicasquecuchicheabanseñalandohaciaadentro,atravésdeunapuertadecristales;

  • serozabanlosvuelosdesusvestidos.Ángelseadelantóasujetarleslapuertaysalióunabocanadadecalorconlos acordes de un swing, delgados, buceando entre el barullo. Al entrar, sólo se veían personas paradas,espaldaspegandounasaotrascomoenlasúltimasfilasdelamisadeuna.Unaescalera.Columnas.Seabrieronpaso.

    —Uf, cómoestá esto—dijoGertru—.Mejorquevayas túdelantehasta lamesa.Ven,Tali. ¿Tenemosbuenamesa?

    —Muybuena,albordedelapista.ManoloTorreeraelamigoquelesestabaguardandolamesa.Selevantóalverlesllegar,ydespuésdelas

    presentaciones se quería ir. Ángel le preguntó aManolo que qué le parecía de su novia y él hizomuchasalabanzasdesubelleza,congraciaydesparpajo.Talieraincapazdemirarlesalacaraaningunodelostres.

    —Teadvierto,oye,quelaopinióndeéstevalecomoningunaenmateriadechicas—dijoÁngel—yesexigente,¿sabes?Todavíanosehaconocidocasiningunaaquienélhayadadodiez.¿AGertrucuántoledas?

    —Puesunnuevebienlargo.Palabra.Habíandejadodetocar.Talimiróalasparejasaglomeradasenfilascompactas,queavanzabanapenascon

    un rocede suelaspara salirsede lapista.Dejabanaldescubierto las losasdel suelo,grandes,blancas,y losdivanes de la orilla de enfrente, lasmesas ocupadas por otras personas. "Que no hablen demi", se repetíaintensamenteconlasuñasclavadasenlaspalmas."Quenomehagancasonimepreguntennada"

    —¿Yestaamiguitatuyatanmona?—dijoManolo.Gertrulacogiódelbrazodesdesusilla.—DelInstituto.Peroesboba,ledaapuroveniraquí.Manolopusogestodeconquistador.Echóelhumoconojosentornados.—¿Deveras?Vaahaberquequitarlelatimidez.Peromírame,mujer,quetevealosojos.Ellaloslevantóhaciaarriba,haciaunabarandillacircularsostenidaporlascolumnas,congenteasomada.—¿Allíarribaquéhay?—preguntóconmuchoazaro.—¿Allí?Nada.Lagalería.Enlosbalconesquedanalacalleseponenlasparejitasmelosasqueestánen

    plan—explicóÁngelsonriendo.—No,yporrespirartambién,chico.Estodeabajoseponetremendo—yManolosepasódosdedosporel

    cuellodelacamisa—.¿Nonotáiscalor?Los cuerpos de los que salían de bailar se dirigían a buscar el desagüe de la esquina y se dispersaban

    despaciohaciaelbaroelsalóndeté,conunfrotardesuelas.ToñucayMarisol,queveníandelsalóndeté,intentabanabrirsepasounadetrásdeotra,contralacorriente.

    —Mira,poraquí—dijoToñucaconsiguiendounapequeñabrechaentrelasespaldasdelagente—.¿Mehaceelfavor?

    Contralasparedesylascolumnas,losgruposdelosqueestabandepiedefendíandelosempellonesunacopaounplatoconalmendras.Marisolseparóapedirlefuegoaunosmuchachos.

    —Tú—lallamóToñuca,empinándose.La vio venir con el pitillo encendido, volviéndose para atrás y hablando algo a aquellos chicos. Le

    preguntóquedequélosconocía.—¿Yo? De nada. De que me han dado lumbre. Igual se vienen con nosotras, si nos quedamos aquí.

    Parecensimpáticos.—Oye,¿peronoqueríasiraltocador?—Queno,mujer,quéva.Eraunpretextoparasalirdeahídentro.Quéamorletenéisaesesalóndeté.

    Estoestámuchomásanimado.Continuamente entraba gente nueva. Lasmuchachas recién llegadas fingían una altivamirada circular

    comosibuscasenaalguien,yhablabanunasconotrasentrelaconfusión,sinavanzar.DijoToñucaqueallísinsentarseestabancomodesairadas.

    —Ay,chica,perobailaremos,cuántoprejuiciotenéis.¿Novesqueaesamesadedentronoseatrevenaacercarse?Sisomoslasmilyunaniñas.¿Dedóndesacáistantasamigas?

    Toñucanoatendíaahora.Habíapuestounacarasorprendida.—Anda,siestáahíManoloTorre.—¿Quién?—Nada,ManoloTorre,unchicoquelegustaaGoyita.—¿Cuáles?—Esedeoscurodelaprimeramesa.Nomirestandescarado.—¿Esequemiraahora?Oye,quémueblebizantino;estáunratobieneltío.¿Yleconoces?Tedicenosé

    qué.Toñucalesaludóconunasonrisa.—Nada,medicehola.NosésientraracontárseloaGoyitaparaquelosepa.—Déjalo,mujer,estateaquíconmigohastaquevuelvanatocar.¿Esquenoesdeaquíesechico?—Sí,perosueleestarenlafinca.

  • ManolomiródereojolascaderasdeMarisol.—Oye—ledijoporlobajoaÁngel—,¿quiénesesachicadeverdequeestáconlahermanadeLeón?—¿Esadelpitillo?Nosé.Seránueva.¿Setimacontigooconmigo?—Yocreoqueconmigo.Losmúsicos,vestidosdeazuleléctrico,volvieronacogerlosinstrumentosconpereza.AGertruleentró

    hormiguilloenlospies,queríabailar,salirdelosprimeros,antesdequesellenaralapista.SepusodepieycogiódelamanoaÁngel.AManololedejaronsoloconNatalia.

    —¿Noteimportaráquedarteconellahastaquevolvamos,verdad?¿Oteníasprisa?—Amínomeimportanadaquedarmesola—dijoellaconlosojosserios.—No,hombre,mequedoyocontigo,bonita,paraquenotecomaellobo.Estabansentadosenlasesquinasopuestasyellanolemiraba.Vinouncamareroylespreguntóquesiibanatomaralgo.—Vamos,pequeña,¿quétomastú?Dijoquesidra.Sidranotenían.—Tomauncoñac.Verásquérico.—No.Notomonada.—Youncoñacconseltz.Sedebíaverbien lapistadesdeaquellabarandilladearriba, severíanpequeñitas lascabezas.Ymejor

    todavía asomarse desde un avión que planeara encima de este hormigueo.Omás alto, desde la torre de laCatedral.

    —¿Quémiras?—Nada.Manoloarrimósusillaunpoco.—Temehasquedadomuylejos.Parecequenoestemosjuntos,¿verdad?—Ynoestamosjuntos.Élseechóareír.Lamiródesconcertado.—¿Sabesqueeresunafierecilla?Marisolmientrastantoletaladrabaconojoslánguidosapoyadacontrasucolumna.AToñucalasacarona

    bailarylepreguntóquesinoleimportabaquedarsesola.—PorDios,quédisparate—dijoellasindejardeobservaraManolo—.Nomeconocesamí.ManolosepusodepieycogióaTalidelamano.—Anda,fierecilla.—¿Quéquiere?—Nada,mivida,quebailemos.PeroporamordeDios,monada,nometratesdeusted.Ellanosemoviódesusitio.—Nosébailar.—Peroteenseño.Estonosearreglahastaquebailemos,yaloverás.—¿Quéesloquesearregla?AManoloselepusounavozimpaciente.—Nada,hija,nosé.Notevoyaestarrogando.¿Quieresqueteenseñeabailar,síono?—No.—Puesteaseguroqueesunplaneltuyo,rica,noséparaquévienes.Se sentóotravezdemedio lado.Marisol lemirócon sorna; semirarondeplanoestavez.Talibajó la

    cabezaalmantelysepusoadesmenuzarunapajita.Dijo:—Esqueyonosébailar