EDUCACION Y TECNOLOGÍA RETO DEL TERCER MILENIO

 

 

 

 

 

 

 

 

ENSAYO

 

 

 

 

 

 

Presentado a:

Dr. ALFONSO CLARET ZAMBRANO

Dr. EVELIO BEDOYA

 

Presentado por

CARLOS GABRIEL LONDOÑO

 

 

 

Como componente cualificatorio

para el proceso de admisión de  la

Maestria en Educación cohorte 2009

 

 

 

 

 

 

 

UNIVERSIDAD DEL VALLE

FACULTAD DE EDUCACION

MAESTRIA EN EDUCACION

Cali, Mayo 28 de 20009

EDUCACION Y TECNOLOGIA RETO DEL TERCER MILENIO

 

 

Nuestra formación específica en Educación y su énfasis en la enseñanza de las Ciencias Naturales nos obliga constantemente a explorar la relación de la información científica con las diferentes disciplinas en las que interviene, posibilitando su sistematización por medios manuales o electrónicos y permitiendo encontrar, a través de la misma, el sentido de su organización de conocimiento, apoyados en Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC).

 

De allí que la interdisciplinariedad en una relación dialógica con las disciplinas es la que nos permite hallar sentido a la información, convirtiéndola en conocimiento, la cual si no estuviese articulada a una o varias disciplinas específicas solo sería un conjunto aislado de datos. Es por ello palpable la

relación que apreciamos en el día a día entre las diferentes disciplinas y la información común que manejan; por ello sistematizar sin conocer lo sistematizado, es solo mecanizar.

 

Tal aproximación nos ayuda a entender cómo términos de uso común como interdisciplinariedad, transdisciplinariedad, no son de común comprensión. La especialización y disciplinariedad de algunas profesiones puede alejar el horizonte del trabajo interdisciplinario que se requiere en los procesos de transmisión del conocimiento científico y quizás por el mismo concepto de educación-formación específico que facilita vacios en la percepción del trabajo de otras disciplinas.

 

Es por ello que la búsqueda de una comprensión de la educación y de su función en el mundo contemporáneo, así como el papel de la tecnología y su inserción social a través de la educación ha motivado no solo la composición del presente ensayo, sino la participación en la Maestría; en la búsqueda de una Educación en Ciencias que incorpore las nuevas tecnologías, haciendo uso de las NTIC, hacia las NTIC y a través de las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC).

 

Nuestro mundo contemporáneo está ligado irremediablemente a la ciencia, entendida ésta,  no como la constructora de dicho mundo, sino más bien como la estructura de conocimiento organizado y sistémico que lo posibilita, un conjunto de procesos y acciones cotidianas que intervienen y modifican su conformación e información; y que mantienen un desarrollo histórico constante y positivo (Popper,1962;  Kuhn, 1972; Lakatos, 1983).

 

El hombre con un tipo de pensamiento científico-tecnológico es capaz de transformar la naturaleza y dirigirla para conquistar la ciencia, el espacio, y aún, su propia esencia biológica, llevándonos a pensar ¿cuándo el mismo hombre llegará a alcanzar la conciencia para comprender los resultados de su propia creación?

 

Es allí en donde el impacto de los procesos tecnológicos de las últimas décadas ha cambiado la forma misma en que la sociedad se comprende, visión ésta que ha orientado mi mirada a la forma como la educación ha recibido la mayor transmisión de la ciencia y la técnica de procesos; como lo es la tecnología, vista ya no, como un conjunto de herramientas o técnicas, sino más como un medio para dicha construcción.

 

"La ciencia sería una actividad creativa en la que se descubren nuevos principios, nuevas leyes o nuevos fenómenos por el amor mismo al conocimiento. La tecnología sería una actividad que tendría como finalidad  hallar  alguna aplicación de los hallazgos hechos en la ciencia a la solución de problemas prácticos" (Ministerio de Educación, ciencias naturales y educación, 1998) 

 

En los conceptos planteados por Thomas S. Kuhn la tecnología se fundamenta en la aplicación de las realizaciones científicas, lo que a su vez permite construir más ciencia, en el sentido de su utilidad y de su verificación en un problema práctico específico”. Otras definiciones más clásicas enfocan la tecnología como “la aplicación de los conocimientos científicos y empíricos a procesos de producción y distribución de bienes y servicios”.

 

Lizardo Carvajal plantea una definición más Contemporánea de tecnología, como “la ciencia que estudia los conocimientos incorporados a los objetos y los conocimientos desincorporados inherentes a las relaciones con otros objetos, procesos y  personas”.

 

Partiendo de estas definiciones  apreciamos como la aplicación tecnológica, plantea en sus soluciones, nuevos retos y preguntas que deben ser estudiadas por la Educación y por la Ciencia, para definir nuevas comprensiones de los fenómenos observados y las de sus aplicaciones.

 

El ser humano desde sus orígenes aplicó lo que conocía, esto es lo que observaba en la naturaleza, así lo demuestra el gran avance en las herramientas y utensilios que tenían en sí mismos una serie de conocimientos incorporados. La comprensión de los fenómenos de la naturaleza y de las particularidades de los objetos en la misma naturaleza permitió cada vez hacer más dinámico el proceso de "conocer" así como de hacer más amplio las aplicaciones de lo "conocido".  Paralelo a lo anterior surgió la necesidad de garantizar la transmisión “efectiva” del conocimiento obtenido y de resguardar sus fundamentos.

 

La cohesión de la Tecnología y la Educación radica en la necesaria unión entre la razón de la creación y de la construcción (y de entender el funcionamiento de lo construido y lo creado en la realidad) a la par con mantener la capacidad de transmitir en forma didáctica el resultado las diferentes etapas del proceso creativo y de su incorporación a la luz de los saberes existentes. En este sentido la proyección social de la ciencia y la tecnología deben plantear el carácter racional de la Tecnología y el carácter formador de la Educación.

 

En este escenario se presenta un nuevo tipo de analfabetismo, ligado a una incompetencia en la comprensión y utilización de las nuevas tecnologías. Es cada vez más necesario tener un nivel de comprensión de ellas, expresado no solo en su manejo, sino en su sentido y aplicación.

 

Es indudable que gran parte de esta distorsión se deba a la forma en que tecnología ha sido tomada, más como una herramienta, basada en una academia que la enfoca como un conjunto de métodos y de técnicas para el logro de desarrollos específicos, desconociendo en gran medida su complejidad implícita en el vasto contenido de conocimientos incorporados a ella; lo que conlleva a desentenderse de su valía, y  más aun, de la amplia y flexible gama de sus aplicaciones.

 

Del lado de la Educación, los aportes tampoco han sido valiosos. Sin desconocer el importante rol que han asumido algunos grupos de docentes de Ciencias Naturales; cada día parece existir en la Educación Colombiana una “Cátedra Comenio” para la enseñanza de las Ciencias; entendida esta como la utilización del texto ilustrado como fundamento de la formación docente en los primeros niveles y posteriormente como la mecanización del uso del texto como herramienta de trabajo, sea por construcción conceptual o “porque la Editorial X me lo recomienda y regala”.

 

Surge en éste punto otra reflexión en torno al ¿Qué hacer con la tecnología? acompañada de un ¿Cómo hacerlo?. Aquí es en donde la perspectiva educativa aparece para hacernos entender, que si bien las disciplinas objeto de estudio hacen uso de la tecnología, desconocen en muchos casos su concepción y conocimiento propio y específico, limitando así su comprensión y usos potenciales.

 

En este escenario el problema de la utilización de las nuevas tecnologías se ha convertido en un problema educativo del cómo hacer uso de ellas mismas para el logro de aprendizajes significativos, contextualizados y transformadores. Y en la punta de la lanza del problema, surge la informática con su herramienta por excelencia, los computadores; ejemplo claro de la nueva brecha entre conocimiento y analfabetismo, a tan solo un clic de distancia.

 

German Vargas Guillen cita que “Hoy es imposible sustraerse a la influencia de los computadores y sus aplicaciones.  Y así como fue un fracaso el propósito de algunos trabajadores de destruir las máquinas, aduciendo que acabarían con la necesidad de la mano de obra humana, igualmente sería una nueva forma de

oscurantismo negarse a aceptar la presencia del computador en la escuela, con argumentos como el de que va a permitir prescindir de los maestros”.1

 

Esta reflexión centra mi mirada hacia una aproximación en el cómo de la relación Enseñanza-Aprendizaje a través de las nuevas tecnologías, lo que en realidad se convierte en una mirada a las nuevas relaciones pedagógicas con tecnologías de información y comunicación.

 

Si pensamos que la tecnología no es el objeto, sino el conocimiento ya incorporado, podemos inferir que en la concepción del objeto tenemos un camino para su análisis, que parte desde los métodos de estudio y va hasta la representación racional de su transformación y aplicación. Una transformación causada en la necesidad expresada por la realidad misma a la que debe atender la Ciencia y la enseñabilidad del conocimiento por la que debe propender la Educación.

 

“La relación entre computadores y educación es complicada. Pero esto no quiere decir que sea incomprensible, «complicada» y que, en consecuencia, haya que dejar el asunto a los llamados «especialistas» o que deba pasarse a las nuevas tecnologías «a ojo cerrado»; tampoco quiere decir que los especialistas no tengan nada que decir al respecto de la relación educaciónlcomputadores o que debamos rechazar la presencia de las nuevas tecnologías en la escuela.  Puede decirse que la relación entre computadores y educación es compleja porque involucró muchos aspectos que se determinan entre sí; contiene muchos niveles de problemas, de manera tal que cuando nos arriesgamos a decir cuál es el primero o el más importante, inmediatamente lo que hacemos es tomar partido por alguna de las posiciones teóricas, pedagógicas y sociales que circulan a propósito de esta relación”.2

 

Considero entonces que se requiere una aproximación disciplinar a la realidad que se quiere sistematizar, dicho de otro modo, no podemos dar una aplicación y orientación educativa clara con nuevas tecnologías si desconocemos el componente tecnológico, no en sí mismo (ej: aprender manejo de computadores), sino en cómo enseñar con la perspectiva tecnológica vista desde el componente disciplinar y orientada a un desarrollo de competencias específicas en el área. No por ello se debe dejar de lado la aplicación del componente tecnológico, ya que ha grosso modo parece ser el “caballo de batalla” para apartarse del proceso de incorporación de las NTIC a la Educación; a veces jocosamente diciendo: “yo eso de los computadores no lo entiendo y manejarlo mucho menos, mejor los libros como antes”.

 

Como lo demuestra la visión del mundo desde la percepción de un físico, un matemático, un filósofo, un abogado, un ingeniero o un humanista, visiones en las que se denota con claridad su concepción disciplinar propia, benéfica en cuanto a la especialización en su trabajo, pero compleja en cuanto al grado de dificultad para acoplar su visión a otras disciplinas (causando problemas de  adaptación de  las tecnologías a nuestros lentes para comprender las visiones interdisciplinarias).

 

Acá se centra mi aproximación a lo educativo en la tecnología y a lo tecnológico en la educación, a un enfoque relacionado con el lente con que nos acerquemos a las didácticas de la tecnología, enfoque que orientará nuestro proceso de investigación hacia una perspectiva transdiciplinar en donde se propenda por el aprendizaje, en una clara  superación y acompañamiento de lo tecnológico para la comprensión de lo disciplinar.

 

Finalmente, la Cita de Ramiro Valencia Cossio refiriendose a que “Si ves el mar, empiezas a ver las olas” nos recuerda y refuerza dicha unidad de criterio, vista en disciplinas básicas como la Física, la Biología, o la Matemática y aún, en la Religión o en la Filosofía, en cuanto que si no comenzamos a articular nuestra visión disciplinar con una concepción educativa, los esfuerzos por una comprensión coherente del papel de la nuevas tecnologías en la formación de una sociedad más equitativa a través de la Educación; no serán más que un espejismo que dependa de las políticas de cada nuevo gobierno,  y de las necesidades los dominadores del conocimiento frente a los recicladores de esa información y conocimiento.

 

Desde ésta visión, queda planteada la interdependencia entre la Educación, la Ciencia y la Tecnología, como factores fundamentales para el desarrollo humano, que incluyen valores educativos, sociales y culturales como motor para potenciar la creatividad y racionalidad al servicio de la actividad Educativa científica-cultural y tecnológica.

 

Una visión aparentemente simple, material y pragmática, pero en realidad una experiencia enriquecedora que nos aproxime al sentido de unidad de la Educación con la Tecnología y nos aleje de nuestra preocupante ceguera frente a sus posibles usos, modos y sentidos.