Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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1 CATOLICISMO ROMANO: ¿REALMENTE BIBLICO? ‘Tanto lo que Dios dice como lo que jura es inmutable (Salmo 12:6; Números 23:19). Puede ser que con los hombres no sea así, porque su vanidad es tal que no puede haber mucha firmeza en lo que hablan. Pero la palabra de Dios es afirmada en diferentes formas; es pura y completamente libre de escorias, como el oro siete veces purificado. Aún Balaam, siendo enemigo, fue constreñido a dar este testimonio: “Dios no es hombre, para que mienta; ni hijo de hombre, para que se arrepienta: Él dijo ¿Y no hará? Habló ¿Y no lo ejecutará?” (Números 23:19). La palabra de Dios, entonces, es una verdad segura y autoritativa en sí misma, (autopistos, auto-digna de confianza).’ 1 INTRODUCCIÓN Han pasado ya 2000 años desde que se iniciara la primitiva iglesia de Jerusalén. De la lectura de las páginas del Nuevo Testamento, y al pasar de los siglos, y lo que vemos hoy nos preguntamos ¿qué quedan de las enseñanzas de Jesús y sus Apóstoles en el Catolicismo romano actual? Al Catolicismo le enorgullece levantar la bandera de que su doctrina es la verdadera y que se apoya en el testimonio de las Escrituras, la Tradición Apostólica y el Magisterio de la Iglesia, y que fuera de su iglesia romana no hay salvación 2 ¿Era eso, sin embargo, lo que quiso Cristo? ¿Fueron eso sus enseñanzas? En estas páginas queremos hacer un recorrido por la Biblia y por la historia de la iglesia hasta nuestros días. Debido a la inmensidad del tema que nos ocupa nos centraremos en varias interrogantes: ¿Dónde está la autoridad de Dios en la Escritura o en la Tradición? ¿Cuál es la autoridad de una persona que dice ser vicario (representante exclusivo) de Cristo en la tierra? ¿Cómo fue que evolucionó la doctrina católica hacia lo que tenemos hoy en día? Y nos fijaremos en dos doctrinas católicas, como ejemplo de evolución: el dogma de la transustanciación (sacramento de la Eucaristía) y lo que pretende llegar a ser el quinto dogma sobre María: María Corredentora. Ahí vamos… I. LA AUTORIDAD: ESCRITURA Y TRADICIÓN. Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen (Mateo 23:1-3) 1 JUAN CALVINO, Comentario a la Epístola a los Hebreos, pág. 133-134 2 Es un dogma de la Iglesia católica, definido en la forma, "es absolutamente necesario para la salvación de toda criatura humana que esté sujeta al Romano Pontífice" (bula Unam Sanctam del Papa Bonifacio VIII, año 1302) También aparece en la profesión de fe del Cuarto Concilio de Letrán: “Una, más que nada, es la Iglesia Universal de los fieles, fuera de la cual nadie está salvado". Supone una versión modificada de la frase de Cipriano de Cartago: Extra ecclesiam salus non est.

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UN recorrido por diferentes aspectos importantes del catolicismo romano y la Biblia.

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CATOLICISMO ROMANO: ¿REALMENTE BIBLICO?

‘Tanto lo que Dios dice como lo que jura es inmutable (Salmo 12:6; Números

23:19). Puede ser que con los hombres no sea así, porque su vanidad es tal

que no puede haber mucha firmeza en lo que hablan. Pero la palabra de Dios

es afirmada en diferentes formas; es pura y completamente libre de escorias,

como el oro siete veces purificado. Aún Balaam, siendo enemigo, fue

constreñido a dar este testimonio: “Dios no es hombre, para que mienta; ni

hijo de hombre, para que se arrepienta: Él dijo ¿Y no hará? Habló ¿Y no lo

ejecutará?” (Números 23:19). La palabra de Dios, entonces, es una verdad

segura y autoritativa en sí misma, (autopistos, auto-digna de confianza).’1

INTRODUCCIÓN

Han pasado ya 2000 años desde que se iniciara la primitiva iglesia de Jerusalén. De la

lectura de las páginas del Nuevo Testamento, y al pasar de los siglos, y lo que vemos hoy nos

preguntamos ¿qué quedan de las enseñanzas de Jesús y sus Apóstoles en el Catolicismo romano

actual?

Al Catolicismo le enorgullece levantar la bandera de que su doctrina es la verdadera y que

se apoya en el testimonio de las Escrituras, la Tradición Apostólica y el Magisterio de la Iglesia,

y que fuera de su iglesia romana no hay salvación2 ¿Era eso, sin embargo, lo que quiso Cristo?

¿Fueron eso sus enseñanzas?

En estas páginas queremos hacer un recorrido por la Biblia y por la historia de la iglesia hasta

nuestros días. Debido a la inmensidad del tema que nos ocupa nos centraremos en varias

interrogantes: ¿Dónde está la autoridad de Dios en la Escritura o en la Tradición? ¿Cuál es la

autoridad de una persona que dice ser vicario (representante exclusivo) de Cristo en la tierra?

¿Cómo fue que evolucionó la doctrina católica hacia lo que tenemos hoy en día? Y nos fijaremos

en dos doctrinas católicas, como ejemplo de evolución: el dogma de la transustanciación

(sacramento de la Eucaristía) y lo que pretende llegar a ser el quinto dogma sobre María: María

Corredentora. Ahí vamos…

I. LA AUTORIDAD: ESCRITURA Y TRADICIÓN.

Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de

Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que

guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque

dicen, y no hacen (Mateo 23:1-3)

1 JUAN CALVINO, Comentario a la Epístola a los Hebreos, pág. 133-134 2 Es un dogma de la Iglesia católica, definido en la forma, "es absolutamente necesario para la salvación de toda

criatura humana que esté sujeta al Romano Pontífice" (bula Unam Sanctam del Papa Bonifacio VIII, año 1302)

También aparece en la profesión de fe del Cuarto Concilio de Letrán: “Una, más que nada, es la Iglesia Universal de

los fieles, fuera de la cual nadie está salvado". Supone una versión modificada de la frase de Cipriano de Cartago:

Extra ecclesiam salus non est.

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A. JESUS, LA TRADICIÓN Y LA ESCRITURA.

Jesús en este pasaje pareciera estar diciendo que los escribas y fariseos tenían verdadera

autoridad por estar sentados en la cátedra de Moisés. Hay quienes opinan que la silla de Moisés

era una silla que había en todas las sinagogas donde se sentarían sus líderes y desde ahí enseñaban,

y otros dicen que se trataba, en realidad, de una figura retórica para indicar a alguien que enseña

con la autoridad de Moisés. Sea como fuere, este pasaje parece indicar que los Fariseos tenían

algún tipo de autoridad Mosaica. De hecho, Jesús fue criticado por ser alguien que predicaba como

“quien tiene autoridad” (Mateo 7:29; Marcos 1:22).

¿Realmente Mateo nos está indicando que deben seguirse las palabras de los Fariseos al

pie de la letra?, pero… ¿puesto que son hipócritas (lo dice en los siguientes pasajes) no deben

seguirse el ejemplo de sus acciones? En la práctica, esto supondría, lógicamente, tener que hacer

todo lo que los Fariseos enseñaban. El problema es que los Fariseos no solo seguían las enseñanzas

escritas (el Tanaj-Antiguo Testamento) sino que además se basaban en la “Torá oral”, a la que a

fin de cuentas daban más importancia que a la escrita. Así se habían llenado de tradiciones y

mandamientos de hombres con toda una serie de reglas y regulaciones que no hallaban consistencia

en la Escritura. Los judíos rabínicos ortodoxos actuales saben muy bien de toda esa parafernalia

de reglas y regulaciones3 que tienen que aprender y poner en práctica cada día, puesto que parece

ser que “ellos” son los herederos de aquellos fariseos.

En Mateo 5, encontramos otro suceso en el que los discípulos de Jesús se habían sentado para

comer pan y lo habían hecho sin lavarse las manos. Los Fariseos se vuelven a quejar otra vez a

Jesús que se estaban violando las tradiciones de los ancianos a lo que Jesús responde que lo en

realidad se estaba violando era la Tora al imponerse tradiciones artificiales (“vuestra tradición”-

Mateo 5:2-3). En ese capítulo Jesús dice: “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo

y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido”, v.18. Pero

si Jesús no enseño a sus discípulos a lavarse las manos ¿estaba anulando la ley? ¿No es esto una

contradicción? La realidad es, que “el lavarse las manos”4 antes de comer no aparece en ninguna

parte de la Torá escrita. Jesús confirmó la Torá escrita pero negó la “tradición” de los fariseos.

Así Jesús reconocería la autoridad de las Escrituras, cumplidas en su propia vida y en su propia

misión (“conforme a las escrituras”- 1 Corintios 3:4-5; “para que se cumplan las Escrituras-

Mateo 26:56; Marcos 14:49; Lucas 21:22) pero negó la tradición de los fariseos.

Esto nos confirma que en los tiempos de Jesús ya había dos autoridades para los judíos: la

escrita (el Tanaj) escrita y la oral transmitida de generación en generación. Los fariseos seguían

los dos tipos de Revelación. Es trascendental que entendamos bien estos conceptos porque se

3 A partir del Shulján Arúj, el tratado Rabínico moderno que abarca cada aspecto de la vida diaria en sus más mínimos

detalles. Por poner un ejemplo, una de las reglas se refiere a la instrucción de cómo ponerse los zapatos por la mañana:

"Una persona debe ponerse primero su zapato derecho, pero no atarlo. Luego debe ponerse su zapato izquierdo y

atarlo y se vuelve sobre su zapato derecho y lo ata". (Shulchan Aruch, Orach Chayim 2:4)

El Rabino Moshé Isserles, el Rabino Ashkenazí que anotó en el Shuján Aruj las tradiciones únicas para los judíos

europeos agrega: "Nota: Incluso con zapatos que no tengan cordones una persona debe ponerse primero su zapato

derecho". (Shulján Aruj, Oraj Jayim 2:4). ¿Podemos entender como hoy en día haya judíos ortodoxos viviendo en

Israel con un clima muy semejante al de Andalucía donde hace mucho calor vayan judíos ortodoxos con sus gorros

de piel de animal como los que llevaban en los antiguos países de la Ex Unión soviética? El poder de la tradición. 4 cuando los Rabinos hablan sobre "lavarse las manos" no se refieren a coger una barra de jabón y limpiarse; eso es

tan sólo higiene de sentido común. A lo que los Rabinos se refieren es a un ritual de limpieza de las manos muy

específico. El ritual Rabínico empieza con un jarro especial que cumple ciertos requisitos y especificaciones. Este

jarro lleno de agua se coloca en la mano derecha y se vierte el agua sobre la mano izquierda. Luego el jarro se pasa a

la mano izquierda y se vierte el agua sobre la mano derecha. El proceso se repite una segunda vez y según algunas

tradiciones una tercera vez. Al final debe recitarse una bendición: "Bendito eres Tu, Eterno, Dios nuestro, Soberano

del universo que nos ha santificado con Sus mandamientos y nos ha ordenado con respecto al lavado de manos".

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volverán a repetir en la historia de la cristiandad como veremos más adelante5. El fariseísmo de

aquella época en realidad, ha sido, el tipo de judaísmo que ha sobrevivido a los tiempos. Eso quiere

decir, que si en época de Jesús había otros grupos dentro del judaísmo (saduceos, esenios, etc.)

hoy solo queda básicamente el fariseísmo representado en el judaísmo rabínico ortodoxo. Aunque

han cambiado muchas cosas desde entonces es interesante conocer sus principios básicos actuales

para comprender como actuaban entonces y el porqué de la reacción de ellos contra Jesús y por

qué Jesús hablo de ellos de esa manera. Son los siguientes:

1. Dos Torahs. El más importante y más trascendente. Según ésta doctrina cuando Moisés

ascendió al Monte Sinaí recibió dos Torahs, una Torá Oral y una Torá escrita. Éste es un

concepto muy antiguo que el Talmud cita en nombre de Shammai, el famoso Rabino que

vivió unas décadas antes de Jesús6 Así que la doctrina más fundamental del Fariseísmo es

la creencia en la Torá Oral. El Talmud explica que esta "Torá Oral" fue revelada a Moisés

en una segunda revelación en el Monte Sinaí. Según el Midrash, esta "segunda" Torá fue

dada oralmente para preservarla de los Gentiles. Dios sabía que el Tanaj sería traducido al

Griego, explica el Midrash, así que Él dio la Ley Oral, Mishnah, el Talmud, y el Midrash

oralmente para conservarlos como dominio exclusivo de los Rabinos a modo de

conocimiento secreto. Uno de los cambios más profundos en el Fariseísmo desde el Siglo

1º d.C. es que la Torá Oral ha sido escrita. El primero en empezar a escribirla fue Rabí Judá

el Príncipe, que hacia el año 200 d.C. escribió la Mishnah, una recopilación de las doctrinas

y prácticas Farisaicas discutidas en las academias Rabínicas.

2. Autoridad de los Rabinos. Es la creencia en que los Rabinos tienen autoridad absoluta

para interpretar la Escritura, y que lo que ellos dicen en materia religiosa es por definición

verdadero. Esto está mejor expresado por la doctrina Rabínica que afirma que si los

Rabinos dicen que la derecha es la izquierda, o que la izquierda es la derecha, tienes que

obedecerlos. Cuando un judío sincero descubre que alguna interpretación del Talmud no

parece sostenerse en alguna palabra de la Escritura se le recuerda que los Rabinos lo han

interpretado de esa manera y no se tiene ningún “derecho” a cuestionarlo.

3. Interpretación irracional. En tiempos de Moisés, ¿Cómo entendía el pueblo llano la

Escritura? ¿Qué entendían cuando se leía públicamente? Sería una interpretación sencilla

y evidente (Dt. 31:12-13). El problema es que los Rabinos interpretan la Escritura usando

lo que hoy es conocido como interpretación Midráshica. La interpretación Midráshica

consiste en sacar de contexto palabras y leer el significado dentro de ellas consiguiendo

interpretaciones que nada tienen que ver con el sentido del texto original.

4. Tradiciones de Hombres. Los Rabinos creen que si algo se practica en toda la comunidad

Judía durante un largo periodo de tiempo entonces esta costumbre se convierte en

obligación para la comunidad7.

5. Leyes artificiales. Los Rabinos tienen “la potestad” de promulgar nuevas leyes. Éstas leyes

Rabínicas inventadas se llaman takanot ("promulgaciones, reformas")8 o mitzvot

5 Es lo mismo que sucederá en la historia de la iglesia Católica donde la “Tradición oral” transmitida por los apóstoles

llegará a tener más valor que la misma Escritura. 6 "Nuestros Rabinos enseñaron: Ocurrió un incidente con cierto gentil que vino ante Shammai. Él le dijo: ¿Cuántas

Torahs tenéis? Él [Shammai] contestó: Dos, la Torah Escrita y la Torah Oral (Talmud Babilónico, Shabbat 31a) 7 La máxima Rabínica dice: “Una costumbre de Israel es una ley"; en realidad dice literalmente, "Una costumbre de

Israel es Torá"! El ejemplo clásico de esto es el uso de la Kipáh o gorra. 8 Nota aclaratoria: existe una traducción del Evangelio de Mateo atribuida a Shem Tov. Se encuentra en la biblioteca

Universitaria Hebrea en Mt. Scopus, está dentro del libro llamado El Evangelio de Mateo según un Texto Hebreo

Primitivo. El autor se llamaba George Howard, un competente erudito de una universidad Americana. Howard explica

que una versión Hebrea del libro de Mateo había sido conservada por un Judío Español del Siglo XIV llamado Shem-

Tov Ibn Shaprut. La tesis sobre este Evangelio es que aun siendo una traducción del griego al hebreo podría contener

elementos originales del hebreo original, según dicen los que creen que el Evangelio de Mateo se escribió

originalmente en hebreo. Pues bien, en ese Evangelio la traducción del texto apuntando al inicio de este estudio diría

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derabanán ("mandamientos de nuestros Rabinos"). El clásico ejemplo de una takanáh

(singular de takanot) es el lavado de manos que es una ley promulgada por los Rabinos. A

causa de que los Rabinos promulgaron esta ley, y porque Dios ordenó que se obedeciera a

los Rabinos (por lo menos según la Ley Oral), tiene que hacerse de esa manera.

Viendo esto, podemos comprender mejor que pasaba hace 2000 años con el pueblo de Israel,

que realmente en vez de cumplir la “verdadera” ley de Moisés estaban “ocupados” con las leyes

artificiales con las que, en realidad, los rabinos, habían ocultado la verdadera Torá. Por eso, Jesús

dijo: "Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición". (Mateo 15:6b)

Jesús de esta manera, dejo claro, que la verdadera autoridad era la de la Escritura no la de las

tradiciones de los hombres.). Y uno de los inconvenientes que nos encontramos es que Jesús

personalmente no dejo por escrito su enseñanza. Por lo menos, que sepamos hasta la fecha. Lo que

hizo fue confiarla oralmente a sus discípulos. ¿Qué paso, cuando Jesús ya no estaba y sus sucesores

tenían que seguir adelante con el legado (doctrina-enseñanza-consejo de Dios) que Jesús les

ordeno que enseñaran y guardaran? (Mateo 28)

B.- LOS APOSTOLES Y LA TRADICIÓN.

Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido,

sea por palabra, o por carta nuestra. (2 Tesalonicenses 2:15)

En las primeras décadas de la iglesia primitiva no existía el Nuevo Testamento, tal como

lo conocemos hoy. La enseñanza de Jesús se pudo trasmitir a través de la predicación y enseñanza

de los apóstoles y los discípulos que iban predicando el Evangelio por donde fueron esparcidos

(Hch. 8:4). Por eso, los tesalonicenses tenían que retener la doctrina que había sido enseñada bien

de manera oral (“por palabra”) o bien de manera escrita. En el principio de la iglesia, los discípulos

disponían de las Escrituras (Antiguo Testamento) y la “tradición oral” contada por los Apóstoles.

Con el tiempo unas décadas después, surgirían los primeros escritos evangélicos. Por eso Pablo

mismo dice:

En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y

recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que

recibir. Hechos 20:35. Lo cierto es que estas palabras no se encuentran

“registradas” en otros evangelios”.

Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la

noche que fue entregado, tomó pan; 1 Corintios 11:23

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió

por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 1Corintios 15:3

Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente

evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Gálatas 1:9

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de

paz estará con vosotros. Filipenses 4:9

Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando

recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como

lo siguiente: "Los Fariseos y sabios se sientan en la silla de Moisés. Por consiguiente, todo lo que él os diga, hacedlo

diligentemente, pero según sus reformas (takanot); y sus precedentes (ma‘asim); no hagáis, porque ellos hablan pero

no hacen". Interesante cuando menos.

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palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en

vosotros los creyentes. 1 Tesalonicenses 2:13.

Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os

apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza

que recibisteis de nosotros. 2 Tesalonicenses 3:6

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para

salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1 Timoteo 1:15

Si según los estudiosos, en esa época todavía no habían sido escritos los evangelios

(probablemente Marcos) podemos deducir de los siguientes versículos lo siguiente:

a. La tradición oral acerca de lo que Jesús dijo e hizo es un hecho. Los apóstoles trasmitieron

la enseñanza acerca de Jesús de manera oral por lo menos en las primeras décadas después

de su muerte. Así nos lo testifica el mismo Lucas, en su Evangelio: “tal como nos lo

enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la

palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas

las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo”(Lc. 1:1-3)

b. No todo lo que se escribió posteriormente es todo lo que Jesús hizo, sino Juan no hubiera

dicho las siguientes palabras: “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales

si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se

habrían de escribir. Amén”. (Juan 21:25). Y este fue el último Evangelio en escribirse.

¿Esto quiere decir que los Evangelios son testimonios incompletos? En el sentido de contar

todo lo que paso, sí. Pero en el sentido de que lo que contienen es lo que necesitamos saber

no son incompletos.

c. ¿Si no se escribió todo lo que Jesús hizo podríamos preguntarnos si tampoco se escribió

todo lo que dijo? Bueno en principio no podemos afirmar ni a favor ni en contra. Solo

podemos mencionar en el caso de Apocalipsis la prohibición de añadir algo a lo que ya está

escrito (Ap. 22:18-19).

d. Demos un paso más. Si hubo cosas que pasaron que no se escribieron y hubo cosas que se

enseñaron que tampoco se escribieron, ¿querrían los primeros cristianos olvidarse de ellas

o querrían, sin embargo, conservarlas, por lo menos en la memoria? Y llegado su momento

¿querrían enseñárselas a otros para que no fueran olvidadas? De María se dice que ella

guardaba todas las cosas que Jesús decía en su corazón (Lc. 2:19,51) ¿Sería esa la misma

actitud del resto de los discípulos? ¿Podemos imaginarnos a los apóstoles contando sus

experiencias a sus discípulos con todo lujo de detalle posible?

e. Los apóstoles recibieron el encargo de Jesús de enseñar a “guardar” todas las cosas que Él

les había mandado. Por eso, Pablo le dice a Timoteo que busque hombres fieles, a los que

trasmitir lo que él mismo (Pablo) había enseñado a Timoteo. Este era el “método” de

enseñanza, trasmisión de la verdad de maestro a discípulo. En cierta manera, lo que habían

aprendido en el judaísmo.

f. Las Escrituras de las que se habla en el Nuevo Testamento eran en realidad las del Antiguo

Testamento aunque muy pronto se equiparan, por lo menos las epístolas de Pablo con la

misma autoridad que Escritura, o sea, palabra de Dios (2 Pedro 3:14-16)

A esta forma de trasmisión oral apostólica que acabamos de comentar es a lo que el catolicismo

denomina “Tradición”. Concepto que se irá ampliando y añadiendo de contenido con los Padres

de la iglesia, escritores eclesiásticos, concilios y dogmas papales. Pero sigamos con el siguiente

paso lo que ocurrió cuando ya no estaban los apóstoles y fueron sus discípulos y otros los que

continuaron ministerialmente hablando la edificación de la iglesia. Paradójicamente Jesús se puso

en contra de las “tradiciones de los padres” que ocultaban el sentido de la Torá y que en ocasiones

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la contradecía. Ahora se inicia precisamente ese proceso en la iglesia pero a la inversa. Muy similar

por cierto a los principios Fariseos: la doble Torá (Biblia y tradición); autoridad de los rabinos (los

obispos); interpretación irracional (la iglesia tiene el monopolio de la interpretación correcta);

tradiciones de hombres (papado, devoción a María y santos; purgatorio, etc.) y leyes artificiales

(sacramento de la penitencia).

Por cierto que otra de las practicas del judaísmo fue la de seleccionar, y decidir que escritos

eran o no Palabra de Dios, y la de “suprimir” documentos que no estuvieran de acorde con su

doctrina. Fue lo que sucedió en la ciudad de Jamnia que se convertiría en un centro intelectual del

judaísmo después de la destrucción de Jerusalén del año 70 d.C. Allí se darían pasos muy

importantes para el rompimiento del judaísmo con el cristianismo naciente.

C.- LA TRADICIÓN EN LA CRISTIANDAD.

Nos encontramos en el periodo de la historia de la Cristiandad en la que los apóstoles han

muerto, ahora son otros los que ocupan su lugar. Los primeros siglos tienen dos fenómenos

importantísimos para el devenir cristiano: las persecuciones, y la elevación de la figura del Obispo

como ministerio principal en autoridad de las iglesias.

Veamos que dicen estos personajes acerca de la “Tradición”:

Ignacio de Antioquía (¿? - 107 d.C.): “Yo hice, pues, mi parte, como un hombre

amante de la unión. Pero allí donde hay división e ira, allí no reside Dios. Ahora

bien, el Señor perdona a todos los hombres cuando se arrepienten, si al

arrepentirse regresan a la unidad de Dios y al concilio del obispo. Tengo fe en la

gracia de Jesucristo, que os librará de toda atadura; y os ruego que no hagáis nada

en espíritu de facción, sino según la enseñanza de Cristo. Porque he oído a ciertas

personas que decían: Si no lo encuentro en las escrituras fundacionales (antiguas),

no creo que esté en el Evangelio. Y cuando les dije: Está escrito, me contestaron:

Esto hay que probarlo. Pero, para mí, mi escritura fundacional es Jesucristo, la

carta inviolable de su cruz, y su muerte, y su resurrección, y la fe por medio de Él;

en la cual deseo ser justificado por medio de vuestras oraciones”9

Papías de Hierápolis (69 – 150 d.C.) “Junto con las interpretaciones, no vacilaré

en añadir todo lo que aprendí y recordé cuidadosamente de los ancianos, porque

estoy seguro de la veracidad de ello. A diferencia de la mayoría, no me deleité en

aquellos que decían mucho, sino en los que enseñan la verdad; no en los que recitan

los mandamientos de otros, sino en los que repetían los mandamientos dados por

el Señor. Y siempre que alguien venía que había sido un seguidor de los ancianos,

les preguntaba por sus palabras: que habían dicho Andrés o Pedro, o Felipe, o

Tomás, o Jacobo, o Juan, o Mateo o cualquiera otro de los discípulos del Señor, y

lo que Aristión y el anciano Juan, discípulos del Señor, estaban aún diciendo.

Porque no creía que la información de libros pudiera ayudarme tanto como la

palabra de una voz viva, sobreviviente”10

Ireneo de Lyon (130 – 202 d.C.) “Cuando nosotros los atacamos con la Tradición

que la Iglesia custodia a partir de los Apóstoles por la sucesión de los presbíteros,

se ponen contra la Tradición diciendo que tienen no sólo presbíteros sino también

apóstoles más sabios que han encontrado la verdad sincera: porque los Apóstoles

«habrían mezclado lo que pertenece a la Ley con las palabras del Salvador»; y no

9 Ignacio de Antioquía, Carta a los Filadelfios 8 10 Papías, fragmentos en Eusebio, Historia eclesiástica III,39 Paul L. Maier, Eusebio, Historia de la Iglesia, Editorial

Portavoz, Michigan 1999, pág. 126

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solamente los Apóstoles, sino «el mismo Señor habría predicado cosas que

provenían a veces del Demiurgo, a veces del Intermediario, a veces de la Suma

Potencia»; en cambio ellos conocerían «el misterio escondido», indubitable,

incontaminado y sincero: esto no es sino blasfemar contra su Creador. Y terminan

por no estar de acuerdo ni con la Tradición ni con las Escrituras”11

La lucha contra la herejía y contra los herejes tenía como arma muy importante el recuerdo

de la Tradición oral. Veremos que el concepto de episcopado también cobra mucha importancia

en la lucha contra los herejes, porque resuena el argumento de que la iglesia es verdadera porque

ha recibido “la verdad” en la sucesión que se ha ido dando ininterrumpidamente desde los apóstoles

hasta los obispos para lo cual se crean incluso listas de obispos en diferentes iglesias. ¿De quién

habían recibido en realidad los herejes su doctrina? Esto era parte del planteamiento. Por eso dice

Ireneo:

“Para todos aquellos que quieran ver la verdad, la Tradición de los Apóstoles ha

sido manifestada al mundo en toda la Iglesia, y podemos enumerar a aquellos que

en la Iglesia han sido constituidos obispos y sucesores de los Apóstoles hasta

nosotros, los cuales ni enseñaron ni conocieron las cosas que aquéllos deliran.

Pues, si los Apóstoles hubiesen conocido desde arriba «misterios recónditos», en

oculto se los hubiesen enseñado a los perfectos, sobre todo los habrían confiado a

aquellos a quienes encargaban las Iglesias mismas. Porque querían que aquellos

a quienes dejaban como sucesores fuesen en todo «perfectos e irreprochables»,

para encomendarles el magisterio en lugar suyo: si obraban correctamente se

seguiría grande utilidad, pero, si hubiesen caído, la mayor calamidad”12

Otros seguirían en la misma línea de conservar la Tradición para que no se pierda como

Clemente de Alejandría13; o Hipólito de Roma14 que lo ve como una manera de prevenir el error y

a la herejía15; Orígenes expone que la enseñanza de la iglesia ha sido salvaguardada por la sucesión

apostólica. Afirma también la importancia de lo que llama “la tradición eclesial y apostólica" y

tajantemente sostiene que no se ha de aceptar como verdad más que aquello que en nada difiera

de la tradición eclesiástica y apostólica16 y además inicia una práctica que seguirá la iglesia en

siglos posteriores, la de apoyar sus doctrinas tanto en la Sagrada Escritura como en el contenido

de la Tradición, como cuando defiende el bautismo de los niños pequeños17. Cipriano de Cartago

seguirá en la misma línea18 pero rechazando a quien diga tener autoridad sin poder demostrar su

sucesión apostólica19. Atanasio de Alejandría trasmite un documento resultado del Sínodo en

Alejandría (369) donde se juntaron novena obispos de Egipto y Libia dando fe de la importancia

que tenían los concilios ecuménicos para la Iglesia: “Pero las palabras del Señor las cuales

vinieron a través del concilio ecuménico de Nicea permanecerán por siempre”20; y dice también:

11 Ireneo de Lyon, Contra las herejías III,2,1-2 12 Ireneo de Lyon, Contra las herejías III,3,1 13 Clemente de Alejandría, Stromata I,1 14 Hipólito, La Tradición Apostólica, I,1 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita

Edición, Madrid 1995, pág. 492 15 Hipólito, La Tradición Apostólica, III,38 Ibíd., pág. 499 16 Orígenes. Las doctrinas fundamentales 1,2 17 Orígenes, In Rom. com. 5,9: EH 249 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita

Edición, Madrid 1995, pág. 395 18 San Cipriano, Epist. 67, 5 19 San Cipriano de Cartago, Ep 75,3 20 Carta sinodal para los obispos de África, 2 [inter A.D. 368/372]

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“desde los orígenes, la auténtica tradición, doctrina y fe de la Iglesia Católica, que el Señor dio,

los apóstoles predicaron y los padres conservaron”21

San Agustín enseña como en la Iglesia se debe guardar todo lo que provenga de la Tradición,

aunque no se halle escrito:

“...Todo lo que observamos por tradición, aunque no se halle escrito; todo lo

que observa la Iglesia en todo el orbe, se sobreentiende que se guarda por

recomendación o precepto de los apóstoles o de los concilios plenarios, cuya

autoridad es indiscutible en la Iglesia. Por ejemplo, la pasión del Señor, su

resurrección, ascensión a los cielos y venida del Espíritu santo desde el cielo, se

celebran cada año. Lo mismo diremos de cualquier otra práctica semejante que se

observe en toda la Iglesia universal”22

Juan Crisóstomo nos deja una excelente evidencia de como interpretaba él, la segunda carta de

Pablo a los Tesalonicenses 2,15; diciendo:

“Por lo tanto, los hermanos, permanezcan firmes y mantengan las tradiciones

que han recibido de nosotros por palabra o por carta. De esto está claro que no

dejaron todo escrito, sino que hay mucho también que no fue escrito. Como lo que

fue escrito, lo que no quedó escrito es también digno de creerse. Así, miremos la

tradición de la iglesia también como digna de creencia. ¿Es una tradición? No

busquemos más”23

Basilio el Grande afirma que los dogmas y mensajes preservados en la Iglesia han sido

recibidos tanto por medios orales como por medios escritos, y rechaza la idea de abandonar las

costumbres no escritas24.

Así a lo largo de todos estos siglos se fue reafirmando la idea de que la verdadera Iglesia: la

Católica (universal) era la que había sido depositaria de una palabra de Dios, no escrita, trasmitida

de manera oral a través de los tiempos, y a través de los hombres con autoridad para hacerlo

(primero los apóstoles y después los obispos). De entre estos obispos paulatinamente uno de ellos

comenzó a destacar: el obispo de Roma y éste se convertiría junto con la iglesia de Roma (la de

los mártires Pedro y Pablo) en el actor principal de la cristiandad como representante de Cristo en

la tierra como veremos más adelante. A partir del momento que la iglesia se convierte en “iglesia

imperial” esa Tradición iría engordando a través de los símbolos, credos y dogmas emitidos en los

concilios de la Iglesia. Volvía de nuevo el mismo proceso que paso con los judíos que cuanto más

se afianzaban en su Tradición más se alejaban de la verdadera Palabra de Dios.

D.- EN LA ESCOLASTICA.

Durante esta época en las Universidades los grandes maestros reconocen la Biblia como la

norma infalible de la doctrina cristiana aunque también citan a los Concilios y a los Padre como

“autoridades”; llegando incluso a reconocer que en ciertos temas (como por ejemplo, la procesión

del Espíritu Santo del Hijo, el origen y forma del sacramento de la Confirmación, y la veneración

de las imágenes) todo no ha sido escrito25. Pedro de Aquila afirma rotundamente que muchas

21 Atanasio de Alejandría, Contra los paganos 6 22 Agustín de Hipona, Carta a Jenaro (Ep 54,1-2) Obras Completas de San Agustín, Tomo VIII, Biblioteca de Autores

Cristianos 69, Madrid 1986, pág. 338 23 Juan Crisóstomo. Homilía sobre la segunda epístola a los tesalonicenses 24 Basilio el Grande, El Espíritu Santo 9,22 25 cfr. S. Buenaventura, In 1 Sent. disp. 11 al ad5; In 3 Sent. disp. 9 al q2 ad6; S. Tomás: In 4 Sent. disp. 7 q1 a3; Sum

Th. 3 q25 a3 ad4; Escoto: In 1 Sent. Proe. q2

Page 9: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

9

verdades nos han sido transmitidas sin que fuesen escritas en la Biblia26; como reconocen que eso

ha sucedido en el caso de ciertos temas de los sacramentos. En esa época se utiliza, no obstante,

otra terminología al hablar de tradición. A finales del s. XIV, Ockham plantea abiertamente la

cuestión de la existencia de verdades católicas no consignadas en la Escritura27, pero la realidad,

es que no existe realmente en la Escolástica un debate sobre la Tradición, muy probablemente por

hallarse ellos mismos inmersos en ella.

E.- LA REFORMA Y LA CONTRAREFORMA.

Aquí nos encontramos frente a un cambio de paradigma en la Cristiandad de importancia

extrema. Lutero habla de la Tradición, como tradiciones de hombres frente al valor de la Escritura

escrita como “única” Palabra de Dios. Se deshecha por tanto, la tradición eclesiástica y se declara

el principio de la “sola Escritura”28 dando lugar a una nueva hermenéutica de la Escritura,

apoyada por la justificación por la fe y que cuestionara las mayorías de las doctrinas católicas

englobadas dentro la “Tradición”.

La lucha de la Reforma contra Roma se centró una y otra vez en este punto: ¿tiene la Biblia

la única palabra, o hay otra autoridad aparte de las Escrituras? ¿Se puede poner a la tradición, a

los padres de la iglesia o comunidad, a los concilios, a los decretos papales al lado de la Biblia?

La iglesia o comunidad de Roma pone a la Escritura y a la tradición más o menos en el mismo

nivel. Roma acepta la Biblia porque la iglesia o comunidad la ha aceptado. La autoridad de la

Escritura depende así de la tradición y de la autoridad de la iglesia o comunidad.

Pero la Reforma se aferraba a la Escritura sola, y confesaba su autoridad, suficiencia, claridad

y necesidad absoluta. Y esto llego a hacerlo incluso cuando dentro de la misma Reforma se

levantaran grupos que comenzaron a hablar de la Escritura como “letra muerta” dándole mayor

énfasis a las experiencias espirituales personales como sería el caso de grupos como los

anabaptistas con ideas más radicales de Reforma.

La iglesia Católica reacciono mal y tarde a la Reforma y lo hizo “a la contra” de las tesis

protestantes. Así definió en el decreto De canonicis Scripturis promulgado en la sesión 4.ª el 8 de

abril de 1546, con las siguiente palabras que su intención era:

“conservar la pureza del Evangelio, que prometido por los Profetas, predicado

más tarde por Cristo el Hijo de Dios, el cual encomendó a sus Apóstoles predicarlo

a toda criatura, como fuente de toda verdad salvífica y de toda disciplina de

costumbres. Esta verdad salvífica y disciplina de costumbres están contenidas en

los Libros santos y en las tradiciones no escritas, que recibidas por los Apóstoles

de labios de Cristo o transmitidas por los mismos Apóstoles, bajo la inspiración

del Espíritu Santo, llegaron hasta nosotros como si pasaran de mano en mano. Por

eso el Concilio con igual afecto de piedad e igual reverencia recibe y venera a

todos los libros... y también las tradiciones mismas que pertenecen a la fe y a las

costumbres, como oralmente dictadas por Cristo o por el Espíritu Santo y

conservadas en continua sucesión en la Iglesia Católica29

26 Libros hos sententiarum quatuor, I.l, d.11 27 De potestate ecclesiastica et politica, 1. 2, cap. 2, en Opera omnia, Fráncfort 1614, t. 11, 411-412 28 El principio de la Sola Scriptura fue formulado realmente en el debate de Leipzig en 1519. Lutero en línea con Hus

y Wycliff se había percatado de las contradicciones existentes con la Biblia en las apelaciones a la historia, la tradición

y los papas realizadas por el magisterio, y es pues a partir de este momento en que la elección entre Escritura y

tradición se convierte en el fundamento sobre el cual la hermenéutica protestante se construye. La utilización del lema

de la Sola Scriptura como tal, es posterior y no pretendemos atribuirlo a los reformadores desde el primer momento,

e incurrir en anacronismos. 29 Denzinger. Sch. 1501

Page 10: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

10

De esta manera se colocaba a la Tradición Apostólica al mismo nivel que la Biblia y se

ponían las bases “legales” desde el punto de vista eclesiástico para justificar muchas doctrinas que

en realidad eran injustificables. Teólogos posteriores al Concilio y hasta el siguiente Concilio

justificarían que era la tradición, su relación, sus tipos, su importancia, el lugar de la misma en la

eclesiología, etc.

Pero también en el seno del Protestantismo surgirían “tradiciones”. Podemos decir que el

frescor de la novedad del mensaje de los primeros reformadores dio lugar a una escolástica

protestante centrada en definiciones y letra que perdió mucho de la teología de los reformadores.

Y por supuesto, se crearon igualmente tradiciones de hombres que perduran hasta el día de hoy, y

que pueden ser fácilmente identificables. Otro punto en la cuestión del principio de la sola

escritura que nos debe llevar a alguna reflexión cuando menos es el que se produce con la idea

propugnada de la libre interpretación de la misma. Concepto que suena muy en un principio pero

que ha traído como consecuencia que desde sus orígenes el protestantismo se haya convertido en

una ingente cantidad de denominaciones y sub denominaciones (se cuentan, según algunos miles),

porque a fin de cuentas, “cada cual es libre de interpretar la Escritura como considere”. ¿Debería

ser esto así?

F.- CONCILIOS VATICANO I Y II

El Concilio Vaticano I vuelve a ocuparse del tema de la tradición en la misma línea que en

siglos anteriores, usando términos muy parecidos a los de Trento. Dicen en el comienzo de la

Constitución Dei Filius, que exponen la doctrina “fundados en la Palabra de Dios escrita o

transmitida”30. Es la Iglesia quien tiene la autoridad verdadera para juzgar correctamente el

contenido de la palabra divina, subrayando la autoridad del Magisterio31. Al Magisterio le

corresponde conservar, guardar y declarar el depósito contenido en la Escritura y en la Tradición.

El Concilio Vaticano II ha dedicado uno de sus principales documentos, la Constitución

dogmática Dei Verbum, al tema de la Revelación y su transmisión. El argumento planteado es el

siguiente: Cristo escogió a sus apóstoles y los sucesores de estos para la transmisión viva de la

Revelación. Esta trasmisión (este es el punto) incluye variedad de medios: no solamente la

predicación oral sino que también comprende ejemplos e instituciones, de la misma manera que

los Apóstoles no solo recibieron la Revelación de Jesús de sus dichos sino también de sus hechos.

Y además se llega a afirmar que la Tradición, en el fondo, no es otra cosa que la misma Iglesia,

que en su doctrina, en su vida y en su culto ha perpetuado y trasmitido a todas las generaciones

todo lo que ella es y todo lo que ella cree32. Otra “señal” más de como la doctrina católica se ha

agarrado a la supuesta “Tradición apostólica” para que su doctrina este en continua evolución y

cambio al antojo de los tiempos y sobre todo caprichos de la jerarquía que se aferra a su posición

de cualquier manera posible.

30 Denz. Sch. 3000; expresión que reaparece en Denz. Sch. 3006 y 3011, en el primero de esos lugares reproduciendo

palabras textuales del Decreto tridentino 31 El magisterio de la Iglesia (latín Magisterium Ecclesiae) es la expresión con que la Iglesia Católica se refiere a la

función y autoridad de enseñar que tienen el Papa (magisterio pontificio) y los obispos que están en comunión con él.

Al Magisterio le corresponde conservar, guardar y declarar el depósito contenido en la Escritura y en la Tradición. 32 Const. Dei Verbum, nº 8

Page 11: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

11

CONCLUSIONES.

Para un católico practicante las consecuencias de esta deriva doctrinal que ha sido el hecho

de dar preeminencia en la práctica a la Tradición por sobre la Escritura son las siguientes:

1. La gravedad de darle el mismo nivel de autoridad espiritual a las Sagradas Escrituras con

la Tradición olvidando las características que hacen que la Escritura sea un libro único en

muchos sentidos.

2. La obligatoriedad de creer lo que el Magisterio de la iglesia ordena. Hay que creer “por

qué lo dice el papa, o el obispo o tal padre de la Iglesia, no importando si tiene o no apoyo

en la Biblia y esto ha abierto “las puertas” a doctrinas que son claras reminiscencias del

paganismo o de la filosofía humana y han convertido la fe del católico en una fe ciega que

cree por imposición pero no por ningún tipo de entendimiento o razón humana. La fe se

impone autoritariamente como en cualquier régimen político dictatorial. La dictadura de la

fe.

3. Creer doctrinas fundamentadas realmente en tradiciones de hombres que no enseño Cristo

a su Iglesia y en doctrinas totalmente erróneas sin base escritural.

4. Vivir en un sistema religioso que no tiene en cuenta la libertad de conciencia del ser

humano, ya que todo en la vida de la persona en último lugar es determinado por la iglesia.

Como dijimos al principio, Jesús rechazó las doctrinas inventadas de hombres que enseñaba el

Fariseísmo, al mismo tiempo que realzaba el valor y autoridad de la verdadera Escritura escrita.

Es lo que hizo dándonos ejemplo, aquel día que estaba en la Sinagoga en Nazaret y leyó el rollo

del profeta Isaías, y después de leer, dijo “esta Escritura se ha cumplido Hoy”; verdaderamente el

Espíritu Del Señor estaba sobre Él (Lucas 4:16-21) Es lo que hizo al negarse a seguir el ejemplo

de los Fariseos (los maestros de la tradición oral); es lo que hizo cuando tiro las mesas de los

cambistas en el Templo para recordar que su casa seria llamada “casa de oración” basándose en

las Escrituras (Cif. Isaías 56:7; Marcos 11:17). Por último decir, que no puede haber “verdadera

autoridad” sino la que se basa en las Sagradas Escrituras, y con ella misma queremos concluir este

capítulo diciendo las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo:

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”. (Mateo 24:35)

Page 12: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

12

II. LA AUTORIDAD DEL PAPA.

Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi

iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las

llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en

los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos.

(Mateo 16:18-19)

Zeffirelli33, en su espléndida película Hermano sol, hermana luna, nos

ofrece una escena gloriosa tanto por su escenificación estética como por su agudo

significado: el papa Inocencio III, en la cumbre de su poder, recibe a Francisco de

Asís, a quien nunca ha visto, y a sus primeros compañeros en una majestuosa sala

de audiencias. El papa se encuentra sentado en su rico trono, en lo alto de

innumerables escalones, rodeado por su brillante corte de cardenales y curiales.

Todos van ataviados con lujosas vestiduras, cubiertos de joyas. Allí arriba, desde

el pináculo de su gloria, Inocencio ve muy borrosamente el grupo apiñado de los

frailes: no los distingue, no capta su sentido. Se alza del trono y decide bajar y, a

medida que se acerca se le va deslizando la capa magna y van cayendo las

vestimentas superpuestas, la mitra, las joyas, los anillos y cruces. Al mismo tiempo

va descubriendo cada vez más nítidamente los rostros del andrajoso grupo formado

por Francisco y sus hermanos. Cuando llega al nivel de san Francisco, Inocencio

sólo viste el alba blanca, pero ve, oye e interpreta, es capaz de comprender el

significado profundo del santo y se produce una sintonía real entre ambos. Poco

después, en una lenta marcha atrás, va subiendo de espaldas los escalones, caen

sobre él las gemas y los lujos hasta cubrirlo, y va perdiendo en igual medida

visibilidad, hasta que de nuevo sólo intuye muy borrosamente a Francisco34.

A. ¿QUIÉN ES EL PAPA?

Comenzamos con esta iluminadora y brillante descripción acerca del primado de Roma, el

papa que nos llega del cine. Veamos que dice el Catecismo oficial de la Iglesia Católica:

424 Movidos por la gracia del Espíritu Santo y atraídos por el Padre nosotros creemos y

confesamos a propósito de Jesús: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16).

Sobre la roca de esta fe, confesada por San Pedro, Cristo ha construido su Iglesia (cf.

Mt 16, 18; San León Magno, serm. 4, 3; 51, 1; 62, 2; 83, 3).

552 En el colegio de los doce Simón Pedro ocupa el primer lugar (cf. Mc 3, 16; 9, 2; Lc

24, 34; 1 Co 15, 5). Jesús le confía una misión única. Gracias a una revelación del Padre,

Pedro había confesado: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Entonces Nuestro Señor

le declaró: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades

no prevalecerán contra ella» (Mt 16, 18). Cristo, "Piedra viva" (1 P 2, 4), asegura a su

Iglesia, edificada sobre Pedro la victoria sobre los poderes de la muerte. Pedro, a causa

de la fe confesada por él, será la roca inquebrantable de la Iglesia. Tendrá la misión de

custodiar esta fe ante todo desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc

22, 32).

33 Franco Zeffirelli, seudónimo de Gianfranco Corsi (Florencia, Toscana, 12 de febrero de 1923), es un director de

cine, diseñador y productor de óperas, teatro, cine y televisión italiano. 34 Juan María Laboa Gallego, Historia de los Papas, Editorial digital liete, 2005, pág. 2

Page 13: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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881 El Señor hizo de Simón, al que dio el nombre de Pedro, y solamente de él, la piedra de

su Iglesia. Le entregó las llaves de ella (cf. Mt 16, 18-19); lo instituyó pastor de todo el

rebaño (cf. Jn 21, 15-17). "Está claro que también el Colegio de los Apóstoles, unido a su

Cabeza, recibió la función de atar y desatar dada a Pedro" (LG 22). Este oficio pastoral de

Pedro y de los demás apóstoles pertenece a los cimientos de la Iglesia. Se continúa por los

obispos bajo el primado del Papa.

Está claro cuál es la doctrina y lo que se enseña con respecto a la autoridad papal por parte

de la Iglesia Católica Romana porque el sucesor actual de Pedro, es el papa.

El papa es el obispo de Roma, y recibe la consideración de cabeza visible de la Iglesia

católica, cabeza del Colegio episcopal; jefe de Estado y soberano de la Ciudad del Vaticano. Se

trata de un cargo electivo. El último papa (actual) es Jorge Mario Bergoglio, cardenal argentino

que gobierna desde marzo de 2013 con el nombre de Francisco. Su cargo se corresponde al del

antiguo Patriarca de Occidente de la "Iglesia ecuménica" previa al Cisma de Oriente y Occidente.

Al papa también se le conoce como Santo padre, Sumo pontífice, Vicario de Cristo,

Sucesor de Pedro y Siervo de los siervos de Dios. A nivel internacional, el papa recibe el trato de

jefe de Estado y el tratamiento honorífico y protocolario de Su Santidad. Igualmente, es el

representante por excelencia de la Santa Sede, la cual tiene personalidad jurídica propia, canónica35

e internacional. Así mismo, el pontífice posee inmunidad diplomática, es decir, no puede ser

acusado en tribunales, ya que más de 170 países lo reconocen como jefe de Estado del Vaticano36.

Hasta el pontífice presente, la Iglesia católica enumera una lista de 266 papas en los dos

milenios de historia de dicha institución. Es evidente que existen muchas iglesias dentro de la

Cristiandad que no acatan ni creen en la autoridad del papa.

Como jefe supremo de la Iglesia tiene las facultades de cualquier obispo, y además aquellas

exclusivas e inherentes a la cátedra petrina, como la declaración universal de santidad

(canonización), nombramiento de cardenales y la potestad de declarar dogmas o declaración ex

cathedra. Esta última es una de la más controvertida, ya que implica la llamada infalibilidad papal,

por la cual, conforme a la teología católica, el pontífice está exento de cometer errores al momento

de promulgar una enseñanza dogmática en materia de fe y moral37.

Pero al iniciar este estudio debemos preguntarnos ¿ocupó realmente Pedro un lugar especial

primordial y distinto entre los doce apóstoles? Y si fue así ¿en qué consistió esa singularidad

otorgada a Pedro? Y más aún ¿esta función especial de Pedro puede ser corroborada por las fuentes

neotestamentarias? Y por último ¿las prerrogativas especiales que Pedro tuvo fueron solamente

para él y terminaron con su muerte, o fueron heredadas por sus sucesores, hasta el final de los

siglos? Son preguntas que necesitan respuesta. Lógicamente una es la respuesta dada por la Iglesia

Católica romana otra muy diferente la que dio la Reforma protestante.

B.- PROCESO DE LA FORMULACIÓN DOGMATICA

Podríamos afirmar que la iglesia cristiana paso a ser una iglesia organizada cuando se

dieron dos factores en ella: la profesión de fe (el credo), aceptado por todas las iglesias como

35 Código de Derecho Canónico. Canon 361 36 Inmunidad diplomática. 37 Constitución Dogmática Pastor Aeternus. (1870). Concilio Vaticano I. Capítulo 4

Page 14: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

14

expresión de la tradición de los apóstoles y un gobierno episcopal que mantuviera la unidad frente

a las diversas corrientes heréticas que surgieron con el paso del tiempo.

En esa lucha contra la herejía, surge como hemos comentado en el capítulo anterior el

concepto de “sucesión apostólica” (los discípulos directos de los apóstoles, quienes a su vez

hicieron discípulos, etc.). La fe se definía como un depósito precioso que tenía que guardarse

fielmente y trasmitirse a otros que también fueran fieles. Serían finalmente los obispos los que se

convertirían en los guardianes más fiables de este depósito. Se fabricaron listas de sucesión de

obispos en todas las iglesias, donde lógicamente las más importantes eran las que podían justificar

su origen así como la sucesión ininterrumpida, como la que uso Ireneo de Lyon en el siglo II de la

Iglesia romana: Lino, Anacleto, Clemente, Evaristo, Alejandro, Sixto, Telesforo, Higinio, Pío,

Aniceto, Sotero y Eleuterio. Los estudiosos no saben realmente nada de estas personas, que incluso

posiblemente fueron simples presbíteros con cierta importancia. En esta lista no aparece Pedro

sino que se habla de los apóstoles fundadores. Eusebio de Cesárea, historiador eclesiástico,

tampoco menciona que Pedro fuera el obispo de Roma en ninguno de sus escritos.

1. La figura especial de Pedro en el Nuevo Testamento.

Pedro, el pescador, a quien son dirigidas las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo en el

capítulo 16, es el discípulo que más veces aparece y por cierto en algunos de los momentos más

señalados de los Evangelios y Hechos de los Apóstoles. Nombrado como Kefá 9 veces y 154 como

Petros (nombres en arameo “roca” y en griego que significan “piedra“–que se puede tirar con la

mano-). Algunas cosas más sobre Pedro: estaba casado, posiblemente su mujer viajaba con él en

sus viajes misioneros (1 Corintios 9:5). En todas las listas de apóstoles del Nuevo Testamento él

aparece el primero, lo que se quiera o no reconocer tiene que tener alguna ¿importancia?

Algunos detalles más:

a. Cuando Pedro conoció a Jesús por primera vez estas fueron las palabras de Jesús a Pedro:

Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas (que quiere

decir, Pedro). Juan 1:42. En el mundo hebreo era de vital importancia el nombre de la

persona, y así Dios le cambio el nombre a Abram-Abraham y a Jacob-Israel. Esto

evidentemente tiene su significado si tenemos en cuenta que fue el único discípulo al que

Jesús le cambio el nombre. Cuando menos nos indica un destino diferente.

b. Pedro tomaría la iniciativa (¿Cómo portavoz de los doce? o ¿por su temperamento?) para

preguntarle a Jesús por el significado de las parábolas (Mt. 15:15; Lc. 12:4)

c. Pedro expresa una obediencia absoluta en el suceso de la pesca milagrosa (Lc. 5:4-8)

d. Después de la predicación sobre el pan de vida que hizo Jesús, los discípulos ante la dureza

de sus palabras comenzaron a marcharse y Jesús les pregunta a sus discípulos si ellos

también quieren marcharse a lo que Pedro responde estas bellas e inspiradoras palabras:

“Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y

conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. (Juan 6:68-69)

e. El día de la resurrección de Jesús, fue María Magdalena la primera en ser testigo de la

resurrección, quien va y se lo cuenta a los apóstoles. Juan y Pedro salieron corriendo para

corroborar las palabras de María Magdalena, como Juan era más joven llego antes al

sepulcro. Aquí un detalle que el evangelista pensó que era de vital importancia apuntarlo.

Nos puede pasar desapercibido pero puede tener cuando menos la importancia del respeto

debido a Pedro, ¿por su edad? ¿por miedo? ¿por su ministerio? Lo cierto es que Juan que

llego al sepulcro antes que Pedro, espero a que Pedro pasara primero, por delante de él, al

sepulcro; para luego pasar él (Jn. 20:3-8)

Page 15: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

15

f. Pedro, sin embargo, el día de la crucifixión negó tres veces a Jesús (lo que nos habla de su

humanidad y de su pecado), pero el Evangelio también cuenta la historia de cómo Jesús,

después de haber resucitado le hace la triple pregunta de si le amaba, y le hace el encargo

de que pastoree sus ovejas (Jn. 21:15-17)

g. Pablo cuando cuenta la tradición de como Jesús había resucitado dice que a quien primero

se apareció Jesús fue a Pedro y luego a los doce (1 Cor. 15: 3-6)

h. En los días previos a Pentecostés, y después de haber muerto Judas Iscariote, fue Pedro

quien propone a los otros apóstoles la elección de un nuevo apóstol (Hechos 1:22)

i. Fue Pedro, quien en Pentecostés, una vez fueron todos llenos del Espíritu Santo, se puso

en pie levantando la voz y predicando el Evangelio con el resultado de que aquel día 3000

personas se añadirían a la iglesia (Hch. 2: 14-41)

j. En todos los acontecimientos que van sucediendo en los primeros días de la iglesia

primitiva Pedro tiene un protagonismo esencial y pionero (Hch. 3:1-10; 11-26; 4:4; 5-22;

5:1-11; 14-15; 29; 8:1-25; 9:31-42)

k. Pedro abre las puertas del Evangelio a los gentiles (Hch. 10:1-48; 11:1-2; 18)

l. Su influencia en el concilio de Jerusalén, donde en medio de la confusión de las discusiones

sobre si los gentiles tenían que circuncidarse para ser cristianos, Pedro alzó la voz y cambio

el sentido del Concilio (Hch. 15:1-35), terminando Santiago como presidente en ofrecer el

resultado de las discusiones.

m. A partir del año 50 aproximadamente ya no se tienen noticias de Pedro. Cuando fue Pablo

a visitar Jerusalén en el año 58 para la fiesta de Pentecostés ya no se encontraba allí ¿Dónde

estaría? La tradición cuenta que de viaje misionero, pasando por Antioquia para terminar

en ¿Roma?38

n. Llama la atención que cuando Pablo escribe su epístola a los romanos, salude a 30 personas

entre las que no se encuentra Pedro. Así, que por lógica es evidentemente que en esa época

Pedro ni era obispo de Roma y ni siquiera se encontraba allí.

Es más que evidente que Pedro fue especial tanto en su relación con Jesús, como en su relación

con los doce apóstoles y los inicios de la iglesia primitiva. Ahora bien, de ahí a pensar que lo que

Jesús entrego en las manos de Pedro pasaría a otras manos o sucesor, eso ya entra dentro del terreno

de la especulación. Tendrían que pasar algunos siglos para que el obispo de Roma comenzara a

llamarse “papa”39, lo que indica que no está tan claro lo de la sucesión petrina como la Iglesia

Católica ha impuesto a lo largo de su historia.

2. El papado en los tres primeros siglos de historia de la iglesia.

¿Cuál es la argumentación que la iglesia ha ido realizando a lo largo del tiempo para

justificar la existencia del papado?, es el que sigue:

a. La iglesia católica se fundamenta en la creación del papado en el texto de Mateo 16, porque

Pedro aparece como quien da estabilidad a la comunidad de los creyentes en una función

38 No existe una sola prueba documental fidedigna que demuestre que Pedro visitó alguna vez Roma y, por lo tanto, tampoco de

que muriera y fuera enterrado allí tras ser martirizado. 39 La palabra “papa” no aparece en la Escritura, y además se prohíbe llamar “padre” (Mateo 23:8-9).

La palabra latina Papa, que significa "Gran Padre", tiene un trasfondo pagano religioso, como era de esperarse. En la Roma pagana

de la antigüedad existían una gran variedad de cultos pertenecientes a diversos dioses, sin embargo, había un culto que destacaba

en importancia con respecto a los demás, este era el de la diosa Gíbele, la "Madre de los dioses". Su culto era antiquísimo, pues se

le ha rastreado incluso hasta el período Neolítico (edad de piedra), con una civilización matriarcal asentada en la región de Catal

Hüyük, cerca de la antigua ciudad de Iconio. Gíbele vino a Roma desde Frigia (Asia) y los romanos la llamaban Magna Mater, la

Gran Madre. La Gran Madre, por otro lado, tenía también un consorte, cuyo nombre era...Papas, que en el griego significa Gran

padre. Este era el nombre antiguo en Asia del consorte de Gíbele, pero los romanos después lo nombraron Attis

Page 16: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

16

de testimonio y dirección que durará cuanto dure la Iglesia. De este texto y de su

interpretación profundizada y magnificada a lo largo de los siglos se deduce la serie y el

significado de los pontífices romanos. Igualmente se tendrán en cuenta cada pasaje en el

que aparece Pedro para irse apoyando en su ministerio petrino, como cuando Jesús dice

“Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he

rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos”(Lc. 22:30-

32). Así se interpreta que el ministerio de Pedro sería confirmar a “todos” los hermanos de

“toda” la historia de la iglesia.

b. Las cartas de Pedro. En esas cartas se mandan saludos a la “Iglesia reunida en Babilonia”.

La exegesis que se hace acerca de quién es Babilonia, es que se trata de la ciudad de Roma,

con lo que se justificaría la estancia de Pedro en Roma.

c. Clemente de Roma en el año 95, treinta años después de la muerte de Pedro al escribirle

a los Corintios, les recuerda del tiempo cuando “Pedro y Pablo estaban entre nosotros”.

Este dato será confirmado por Ignacio de Antioquía en 108, en 180 por Ireneo y en el año

200 por Tertuliano.

d. La tradición de la muerte de Pedro en Roma. Tradición muy antigua que incluso desde

el siglo II se conoce acogida universalmente por los primeros escritores cristianos y se da

el fenómeno de hacer cultos en sus enterramientos. Esto es mencionado por Gayo un

eclesiástico de Roma alrededor del año 200 y corroborado supuestamente por la

arqueología actual40

Lo cierto es que en los primeros siglos, las figuras representativas de la iglesia romana eran

Pedro y Pablo, los dos juntos, no solo Pedro. Esa era la importancia de la comunidad romana, los

dos apóstoles. Hay un dato interesante y es que la primera basílica que allí construyeron los

cristianos, no le fue dedicada a él, sino a san Juan, lo que por lógica resulta bastante extraño si

Pedro hubiera sido papa allí. Aunque no se sabe realmente quienes eran esos “obispos de Roma”

de la lista de Ireneo no se tiene porque pensar que fueran inventados sin más, ya que realmente

eran listas muy próximas a los hechos y la memoria histórica (la Tradición) se consideraba

fundamental en aquellas comunidades41. Pero son de vital importancia la historia de los obispos

de Roma porque la Iglesia Católica romana “ha supuesto” que fueron ellos los verdaderos

sucesores de Pedro como obispo y “papa”. En los dos primeros siglos las fuentes con las que se

cuentan son mínimas. En el tercero, sin embargo se cuentan con más fuentes. Ya hemos hablado

del catálogo de listas de obispos. Las primeras son las de Hegesipo y Liberiano, y la segunda la de

Ireneo, ya mencionada.

Sin embargo, el documento más importante en el que se basa la iglesia católica es el

llamado Liber pontificalis42 colección de biografías de los papas elaborada en tiempos del papa

40 en 1939 descubrieron bajo el monumental altar de la confesión, que Constantino mandó construir sobre el trofeo del siglo II —

un cementerio romano—, una tumba en cuya cercanía se encontraron numerosas pintadas con exvotos y proclamaciones de

veneración por el apóstol Pedro. Hay voces, sin embargo, que hablan que el hallazgo de la supuesta tumbar de Pedro realmente es

un fraude. Aun así el papa Pablo VI dio crédito a las investigaciones de Guarducci, y el 26 de junio de 1968 hizo un comunicado

anunciando el descubrimiento de los restos del apóstol. tras la muerte de Pablo VI Guarducci ya no pudo volver a entrar en la

necrópolis, y las supuestas reliquias de San Pedro fueron retiradas del edículo monumental. Ella mantuvo hasta su muerte que la

culpa de su ostracismo la tenían las maquinaciones del padre Ferrúa, carcomido por la envidia de sus descubrimientos. Hay muchas

voces de especialistas que niegan sin embargo tal descubrimiento considerándolo otro invento y fraude más de la iglesia católica. 41 No existe forma de demostrar la realidad de los datos que aparecen reflejados en tal lista. Esta sucesión de nombres al menos

hasta Aniceto (155-166), procede única y exclusivamente de la piadosa tradición. Llama la atención también que los relatos

piadosos aseguren que Pedro murió crucificado -al igual que su amado maestro Jesús-, mientras que San Pablo fue decapitado,

como le ocurrió a Juan el Bautista. 42 ha visto sus datos biográficos rechazados por la crítica histórica.

Page 17: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

17

Hormisdas (514-523) basándose en la documentación de los archivos que existían en la iglesia de

Roma, cinco siglos después.

Es de notar que la iglesia de Roma cuenta desde muy temprano con un prestigio mayor que

el resto de iglesias no solamente por ser la capital del imperio o por ser el lugar del martirio de

Pedro y Pablo sino por su relación de “iglesia madre” al haber sido supuestamente Pedro

obispo/papa de la misma. Veamos algunos ejemplos:

a. Esto se trasluce en los textos antiguos como en las cartas de Clemente de Alejandría a las

diferentes iglesias, donde se nota un tratamiento totalmente diferente cuando se refiere a

la iglesia de Roma. Es el mismo caso, con Ireneo de Lyon, que habla de la tradición

apostólica a la que hay que ceñirse y que está representada por la iglesia de Roma, lo cual

no implica necesariamente prestigio de un supuesto obispo de Roma o papa.

b. En la controversia pascual con la fecha de celebración de las iglesias de Asia.

Tradicionalmente la fecha de la pascua había sido el día 14 del mes de Nisán, y así lo hacía

Policarpo, discípulo de Juan. Sin embargo, el obispo de Roma había establecido que se

celebrara el domingo siguiente al día 14. Policarpo tuvo que trasladarse a Roma para

reivindicar la manera “apostólica” de hacerlo. No se llegó a una solución aunque se

mantuvo la paz. En el siglo II, sin embargo, al introducir en el rito las iglesias de Asia el

uso del cordero pascual. El obispo Víctor I (189-198) actuó con dureza contra las iglesias

de Asia, creo un sínodo de iglesias para afirmar el rito romano y se llegó a amenazar con

la excomunión a las iglesias de Asia, Ireneo apacigua como intermediario la situación y

finalmente, con el tiempo las iglesias de Asia aceptarían el rito romano.

c. En el siglo III aparecen los primeros fenómenos de papas y antipapas. Hay una lucha de

poder basadas supuestamente en desacuerdos doctrinales. Es un fenómeno curioso en este

siglo que iglesias o personajes de otros lugares de Roma apelaran al obispo de Roma

cuando surgían conflictos serios en ellos. Esto cuando menos habla del respeto que se tenía

a la iglesia de Roma, y su obispo.

d. Esteban I (254-257). En su afán de imponer la superioridad de la iglesia romana y con un

autoritarismo patente pretendió excomulgar a cuantos se opusieran a las prácticas y

decisiones de su iglesia apoyándose por primera vez para demostrar su autoridad en el texto

de Mateo 16:18; “Tu eres Pedro, y sobre esta piedra…Se trata del primer registro histórico

de reivindicar la autoridad de un obispo en la herencia de Pedro para imponerse por encima

de la autoridad del resto de obispos.

3. A partir de Constantino.

Las consecuencias que trajeron sobre la Iglesia cristiana después de Constantino son que la

iglesia pasó de ser la “iglesia perseguida” a la “iglesia del imperio”. La primera celebración de un

Concilio Ecuménico el de Nicea donde se aprobaron cosas trascendentales para la cristiandad fue

convocado por Constantino, preocupado por la unidad de la cristiandad, que a su vez pensaba daría

unidad a su imperio, quien se definió a sí mismo como el obispo de los obispos, como Pontifex

Maximus y Vicario de Cristo.

Después de la muerte de Constantino es cuando el obispo romano comienza una escalada de

poder que culminará en el siglo XIX con el dogma de la infabilidad papal. Y esto nos lleva a

interrogarnos ¿Por qué? ¿Por qué podemos ver claramente una línea continua de escalada hacia el

poder no solo espiritual sino temporal de todos los papas? ¿Por qué no ha habido ningún papa en

la historia que haya recordado la actitud de Jesús de “escapar” cuando después de la multiplicación

Page 18: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

18

de los panes y los peces querían hacerle rey? ¿Por qué ningún papa recordó las palabras de Jesús

cuando dijo: “mi reino no es de este mundo”? (Juan 18:36).

La capital del imperio se había trasladado a Constantinopla, la “nueva Roma”, y allí su obispo

había crecido en poder estratégico por su posición política dentro de la cristiandad. El obispo

romano Dámaso empieza a reivindicar su figura como primero entre los obispos como se había

definido Constantino así mismo43 y adquiere para sí el título de Pontífice máximo44. Esta postura

de Dámaso, no fue aprobada por importantes teólogos de la época como San Agustín45 y San

Ambrosio46.

La influencia que Dámaso tuvo en el devenir de la iglesia de Roma fue muy importante en

diferentes maneras: primero por la manera en como llego a ser obispo de Roma47, segundo por el

estilo de vida corrupto que llevaba. Así con él, el obispado de Roma ante el vacío de poder político

que se había creado al cambiar la capital del imperio confiere al obispo de Roma unos privilegios

y riquezas que hicieron que “ser” obispo de Roma fuera un gran logro desde el punto de vista

materialista48. El “papa” desde entonces tendría grandes riquezas y grandes extensiones de tierra.

Los sucesores de Dámaso seguirían en la misma línea que éste, continuando el desarrollo de

las doctrinas que apoyaban la posición especial del Obispo de Roma. Así, Siricio, sería en realidad,

el primero en llamarse “Papa” según dan fe de ello historiadores católicos en sus crónicas de los

papas. Fue el primer Papa en emitir decretos (El decreto 385 declaró que los sacerdotes deben

dejar de convivir con sus esposas).

Sesenta años después de la muerte de Dámaso aparece en escena un papa que reafirmaría

el sentido de la doctrina católica dando más pasos en su reafirmación de autoridad sobre la

cristiandad: León I (440-61). Sus logros para el papado son: conseguir del emperador romano

Valentiniano III la primacía del obispo de Roma políticamente sobre todas las demás Sedes, que

sería heredada a partir de ahora por sus sucesores; exaltó su Sede en Roma al denominarse a sí

43 Las ambiciones del obispo de la "nueva Roma" salieron a la luz en el Concilio de Constantinopla (año 381), segundo concilio

ecuménico, donde el entonces obispo de Roma, Dámaso I, no fue invitado. Allí se decretó que el obispo de Constantinopla debía

tener el primer rango después del obispo de Roma, "porque Constantinopla es la nueva Roma". El propósito era, sin duda, darle a

Constantinopla una posición en el imperio del Este que estuviese por encima de Antioquía y Alejandría; y Roma, por supuesto, no

sería afectada. Dámaso reaccionó inmediatamente, y en el año 382 un sínodo romano declaró -con obvia referencia a la decisión

del año previo- que la iglesia Romana debía su primacía no a los decretos de un sínodo, sino a los poderes comisionados a Pedro

por Cristo. Roma era, según Dámaso, "la primera Sede (silla o trono) del apóstol Pedro (Ibid.)" Dámaso también añadió el término

"apostólica" al nombre de la iglesia Romana. 44 en el año 382 el emperador Graciano ordenó que el Altar de Victoria –una diosa del imperio- fuese destruido. Hasta ese entonces

los senadores habían tomado el juramento de lealtad al imperio sobre ese altar. Y, antes de empezar sus sesiones, cada uno de ellos

quemaba un grano de incienso sobre el altar. Cuando el Senado, que en su mayoría era pagano, fue informado del edicto imperial,

mandaron una comitiva a Milán para que se entrevistara con Graciano. La comitiva llevaba consigo la túnica de Pontifex Maximus,

la cual intentaban presentar al emperador. Y el emperador, por su parte, debía recibir el título y la túnica, pues pensaban que el

sentimiento amistoso así inducido haría que el emperador cambiase de opinión. Sin embargo, el emperador terminó rechazando la

túnica y el título, afirmando que resultaba impropio para un emperador cristiano. Cuando el emperador Graciano rechazó el título

y rito de iniciación de Pontifex Maximus, que le correspondía a él por causa de ser el emperador romano en turno, el puesto

obviamente quedó vacante y fue tomado entonces por el obispo romano Dámaso. 45 También se opuso Agustín, quien objetó: "somos cristianos, no petrianos". En el concilio Vaticano I, en 1870, al declarar la

infalibilidad papal, se le reprochó oficialmente a san Agustín, el más famoso padre de la Iglesia, sus “opiniones erróneas” (pravae

sententiae) acerca del primado papal. 46 San Pedro, escribió Ambrosio, "tenía una primacía de confesión, no de oficio; una primacía de fe, no de rango". 47 Para conseguir el obispado de Roma, Dámaso tuvo que enfrentarse a Ursino, desarrollándose una sangrienta lucha iniciada por

Dámaso cuyo resultado fue 137 muertos seguidores de Ursino. Después de su victoria es confirmado obispo de Roma. Pero Ursino

apela ante la corte imperial acusando a Dámaso de instigación al homicidio y de financiar y organizar una guerra civil entre os

cristianos de Roma. Sin embargo, Dámaso compro a los testigos de la parte contraria, quedando absueltos de los cargos y

mandándose a Ursino y a sus seguidores al destierro a las Galias (Francia). Aunque este suceso parezca grave no es comparable

con las cosas terribles que harian otros papas, en el futuro, como en la creación de las guerras santas o la Inquisición. 48 Un escritor de ese entonces, el historiador Amiano Marcelino, sugirió que definitivamente se llevaba a cabo una reñida

competencia por esa posición tan lucrativa: "Porque una vez ganado el puesto, el individuo puede disfrutar en paz una buena

fortuna asegurada por la generosidad de matronas; puede trasladarse en carruaje y vestirse con magníficas ropas; y dar banquetes

cuyo lujo supera el de la mesa del emperador"

Page 19: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

19

mismo como “Pedro en la silla de Pedro” . León también fue el primer Papa en adjudicarse, para

su propia conveniencia, el texto bíblico de Mateo 16:19 donde el Señor le entrega a Pedro las

llaves del reino de los cielos y el poder de atar y desatar. Tal autoridad, no obstante, no fue

conferida solamente a Pedro, pues dos capítulos más adelante, en Mateo 18:18 el Señor da la

misma autoridad a todo el grupo de discípulos. Y después, en los versículos siguientes 19 y 20 del

mismo capítulo, vemos que se extiende este derecho a TODOS los creyentes. En el concilio de

Calcedonia celebrado en el año 384, en sus actas se recoge la siguiente afirmación: “¡Esta es la fe

de los Padres! ¡Esta es la fe de los apóstoles! ¡Debemos creerla! ¡Anatemas a quien no la cree!

Pedro nos ha hablado por medio de León... Esta es la verdadera Fe.”49 Otra contribución de este

papa que afectaría gravemente el futuro de la iglesia fue hacer la distinción entre persona y oficio,

eso tenía como consecuencia que incluso aunque un papa fuese pecaminoso no afectaría al carácter

petrino del papado, lo que serviría como base para que en la historia de los papas encontremos

todo tipo de inmoralidades reflejadas en ellos. Otro de sus logros es conseguir que todo aquel que

no se sometiera a la Iglesia, se convertía entonces en un hereje; y, por lo tanto, sujeto al edicto de

las leyes de herejía del imperio. Los siglos ulteriores reflejarían las tendencias aquí ya reflejadas:

papas ávidos de poder y riqueza, doctrinas realizadas al antojo de los papas, pero sobre todo, y lo

más importante la manera en como los papas se fueron apropiando de toda la autoridad en la

iglesia. Existe una larga lista de las grandes sombras que el papado ha arrojado sobre no solo la

iglesia sino la misma humanidad.

La elección de los siguientes Papas, toda una carrera de corrupción, engaños, manipulación,

conspiraciones y asesinatos. La mano del hombre más que la de Dios. Durante muchos siglos

ocupar el trono de San Pedro significaba tener la potestad para coronar y deponer a reyes y

emperadores. Y, del mismo modo, los papas actuaron durante mucho tiempo como auténticos

monarcas terrenales y no como guías espirituales. Los papas se vieron atrapados por las mismas

ansias de poder y entregados a los mismos apetitos carnales que sus colegas laicos. El papa Nicolás

II, en el año 1059, a fin de evitar las injerencias del poder político civil, encomendó a los

cardenales dicha función, dejando a los anteriores electores la sola prerrogativa de poder aclamar

al nuevo (que debía pertenecer al clero romano y ser designado preferentemente en Roma).

Alejandro III, en 1179, estableció que para la elección era necesario sumar las dos terceras partes

de los votos; y, finalmente, Paulo VI excluyó del electorado activo a los cardenales mayores de

ochenta años. Resulta desconcertante que se le pongan condiciones de Corte sociopolítico a una

elección que, según la Iglesia, deriva de la inspiración del Espíritu Santo sobre el cónclave.

El concepto de “sucesión apostólica” que la iglesia argumenta se cae por su propio peso.

Desde el punto de vista bíblico, cuando se eligió a Matías como sustituto de Judas se pidieron unos

requisitos ¿mínimos?: “Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con

nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros comenzando desde el

bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo

con nosotros, de su resurrección”. (Hch. 1: 21-22). ¿Cómo entonces podían ser sucesores de Pedro

alguien que no cumplía con esos requisitos anteriormente expuestos? Esto nos enseña que una cosa

fue el ministerio “especial” de los Doce y otro la función de ministerio apostólico como misionero

evangelizador y fundador de iglesias, como serían más adelante Pablo y Bernabé (Hch. 13:1-3)

Desde el punto de vista histórico, una cosa es que el obispo de Roma, tuviera privilegios

por ser obispo de la capital del imperio, y otra cosa encontrarnos con la realidad de que en esos

49 Actas del Concilio, Sesión 2.

Page 20: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

20

siglos no se veía al obispo de Roma como el sucesor de Pedro con todos los poderes que Cristo le

dio a Pedro50. Los listados de los primeros obispos son más que “sospechosos” de ser ciertos, lo

mismo que el resto de listados que se diera en las sedes de otras iglesias por el mundo. Así como

el resto de listas en siglos posteriores. Así mismo, la costumbre de la iglesia católica de “falsificar

documentos”51; extraviar52 o destruir otros53; llama poderosamente la atención teniendo en cuenta

el gran éxito que ha tenido a lo largo de los siglos. Me pregunto ¿Qué “sorpresas” podríamos

llevarnos si algún día pudiera accederse a los Archivos Vaticanos hasta sus últimos rincones?

¿Cambiaría la manera de ver la historia que tenemos hoy? Hasta hace unos años es que han sido

descubiertos mucho de los libros apócrifos de los cristianos de los primeros siglos, y casi siempre

que se ha encontrado alguno se ha causado algún revuelo en el seno sobre todo del catolicismo de

que pueda hacer daño de alguna manera a la Doctrina oficial de la Iglesia ¿de qué tienen miedo?

Ese sueño de dominio completo, de autoridad absoluta del papa se produce por fin en el

Concilio Vaticano I, donde se proclama el dogma de la Infabilidad papal54. Desde 1870 solo se ha

proclamado un dogma, el de la Asunción de la Virgen María, que fue proclamado por el papa Pío

XII el 1 de noviembre de 1950, previa consulta con los obispos del mundo. En el Concilio Vaticano

II que auguraba una primavera para la iglesia, sin embargo, el dogma sería ratificado55, así que

más de los mismo. En el año 1970 un teólogo católico controvertido, Hans Küng publica un libro

titulado “Infalible. Una pregunta”. Donde se plantea el estancamiento de la supuesta renovación

eclesial que sería el Concilio Vaticano II y hace una reflexión de la infabilidad papal. La respuesta

del Vaticano llegó en 1980, y fue dada por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la

50 Donde está la autoridad petrina cuando Sócrates, historiador eclesiástico del s.V, había escrito: "Desde que los emperadores

comenzaron a ser cristianos, las cuestiones de la Iglesia dependen de ellos, y los principales concilios se han celebrado y celebran

a su arbitrio." 51 La Donación de Constantino es un decreto imperial apócrifo atribuido a Constantino I, según el cual, al tiempo que se reconocía

como soberano al Papa Silvestre I, se le donaba la ciudad de Roma, las provincias de Italia y todo el resto del Imperio romano de

Occidente, creándose así el llamado Patrimonio de San Pedro. La autenticidad del documento era puesta en duda ya durante la

Edad Media, pero el humanista Lorenzo Valla pudo demostrar fehacientemente en 1440 que se trataba de un fraude de la curia

romana, ya que mediante el análisis lingüístico del texto no podía estar fechado alrededor del año 300. Decretales

pseudoisidorianas, Falsas decretales o Pseudo-Isidoro son denominaciones historiográficas de una colección de decretales

apócrifas, falsamente atribuidas a un tal Isidorus Mercator, durante mucho tiempo confundido con Isidoro de Sevilla. Las Falsas

decretales fueron redactadas entre los años 30 y 40 del siglo IX y constituyeron una de las más importantes fuentes del derecho

canónico medieval. 52 Hubo más de una ocasión en los primeros concilios que se perdieron documentos de los mismos, como actas o decretos. 53 Era costumbre cuando alguien era declarado hereje el quemar sus escritos. Así se perdieron muchos de los documentos de

Orígenes por ejemplo. Muchos documentos de herejes de toda la historia de la iglesia han desaparecido por lo que resulta difícil

poder hacer una verdadera valoración de sus pensamientos o teología sobre todo teniendo en cuenta que la “costumbre” de la iglesia

católica ha sido siempre dentro de sus estrategias contra los herejes, el denigrarlos. Así en la España de Franco nos enseñaban en

el colegio que Lutero se inventó la reforma para poderse casar con la monja, y que Enrique VIII se separó de la iglesia Católica

para poderse casar con otra mujer. Inventos sobre las practicas secretas de los judíos, de las practicas secretas de los caballeros

templarios, inventos de lo que hacían las mujeres brujas, y una larga lista de inventos. 54 la infalibilidad pontificia constituye un dogma, según el cual el papa está preservado de cometer un error cuando él promulga,

a la Iglesia, una enseñanza dogmática en temas de fe y moral bajo el rango de «solemne definición pontificia» o declaración ex

cathedra. Como toda verdad de fe, ninguna discusión se permite dentro de la Iglesia católica y se debe acatar y obedecer

incondicionalmente. 55 Este santo Concilio, siguiendo las huellas del Vaticano I, enseña y declara a una con él que Jesucristo, eterno pastor, edificó la

santa Iglesia enviando a sus apóstoles como él mismo había sido enviado por el Padre (cf. Jn., 20,21), y quiso que los sucesores de

estos, los obispos, hasta la consumación de los siglos, fuesen los pastores en su Iglesia. Pero para que el episcopado mismo fuese

uno solo e indiviso, estableció al frente de los demás apóstoles al bienaventurado Pedro, y puso en él el principio visible y perpetuo

fundamento de la unidad de la fe y de comunión. Esta doctrina de la institución perpetuidad, fuerza y razón de ser del sacro primado

del romano pontífice y de su magisterio infalible, el santo concilio la propone nuevamente como objeto firme de fe a todos los

fieles y, prosiguiendo dentro de la misma línea, se propone, ante la faz de todos, profesar y declarar la doctrina acerca de los

obispos, sucesores de los apóstoles, los cuales junto con el sucesor de Pedro, vicario de Cristo y cabeza visible de toda la Iglesia,

rigen la casa de Dios vivo. Lumen Gentium, párrafo 18.

Page 21: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

21

Congregación para la Doctrina de la Fe (y posteriormente papa Benedicto XVI), quien prohibió a

Hans Küng seguir enseñando teología católica.

C. COMENTARIO CRÍTICO.

Aunque es más que evidente el apoyo bíblico para considerar a Pedro como un apóstol singular

y especial, con un protagonismo fuera de toda duda, no existe ninguna base escritural, sin embargo,

para pensar que los dones que Cristo le dio a Pedro serían depositados en sus sucesores, porque ni

siquiera se ha podido demostrar a día de hoy que tuvo sucesores como Roma ha pretendido

demostrar todo el tiempo.

Los datos históricos registrados en los padres de la iglesia en los primeros siglos pueden

inducirnos a pensar que la iglesia de Roma tenia cierto liderazgo sobre otras iglesias pero en

ninguna manera se registra ningún documento que pruebe que Pedro estuviera en Roma, y si no

estuvo en Roma como pudo ser obispo y mártir, ¿leyenda o invento? En cualquier caso algo falso.

Después de Constantino la deriva que tomo la iglesia católica en cuanto a sus líderes es más

que patente buscando la gloria y los placeres de este mundo más que hacer la voluntad de Dios.

Uno se pregunta cómo hombres así estaban capacitados para dirigir el destino de la iglesia y mucho

menos para que pudieran aprobar y formular doctrinas verdaderamente cristianas. Es patente que

el papado una vez instituido después de varios siglos de la fundación de la iglesia que ya nada

tiene que ver con el cristianismo primitivo se centró en la búsqueda de poder sobre las demás

iglesias e incluso sobre el destino de los diferentes imperios y estados civiles a lo largo de la

historia. El papado ha provocado mucha vergüenza con su testimonio, así como mucho dolor y

muchas muertes. Saber las grandes orgias y bacanales que tenían lugar en el Vaticano en los papas

del Renacimiento nos indigna. Solo recordar haber impulsado la creación de las Cruzadas o la

Inquisición nos vienen a la mente tales horrores y atrocidades. El papado y el antisemitismo

siempre han ido de la mano. Los papas han sido vergonzosamente antijudíos, y solo hasta hace

unos años ha habido una pequeña reconciliación. El papado ha sido además gran responsable del

freno a la cultura, la ciencia moderna, la filosofía, sobre todo en los países católicos como es el

caso de España donde es patente la influencia negativa que tuvo tener monarcas católicos

supeditados en muchas ocasiones a los dictámenes del papa.

Consecuencias sobre la vida de un católico practicante.

Realmente pueden ser muchas pero la más importante es que para un católico la razón solo

existe para trabajar en el desarrollo de la argumentación para defender los dogmas católicos, es

decir, un católico no puede usar su razón para llegar a conclusiones propias en base a lecturas de

la Biblia propias (la interpretación correcta solo la tiene “y la controla” el Magisterio de la Iglesia).

Se termina el uso de la razón para comprender la fe y se le queda solo la fe de creer…lo que el

papa que es infalible dictamine lo que hay que creer. Si el papa lo dice, entonces hay que creerlo.

El católico pierde así definitivamente su libertad como persona de poder tener ideas propias o

creencias propias, todo en su vida espiritual y personal le viene determinado por la fe de la Iglesia.

La infabilidad papal provoca evidentemente la promoción de una fe ciega. Solo se cree lo que el

papa dice que hay que creer. Lo peor de todo, y para concluir este estudio es que la autoridad del

papa así definida está por encima de los cardenales que no tienen autoridad para corregirle, podrán

aconsejarle pero cuando habla en Ex – cathedra no puede ser corregido. Autoridad por encima de

todos los obispos a los que puede instituir y destituir, autoridad sobre toda la organización civil

del Vaticano, sobre el aparato de la curia romana y sobre todo los laicos católicos creyentes en el

mundo. ¡Que Dios ayude y guarde a los católicos sinceros!

Page 22: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

22

III. BREVE HISTORIA DOCTRINAL DEL CATOLICISMO.

“Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, creador de lo visible y de lo

invisible, y en el Señor Jesucristo, Hijo de Dios, unigénito del Padre, esto es,

de la sustancia del Padre, Dios de Dios, luz de luz, verdadero Dios de

verdadero Dios, engendrado, no creado, consustancial al Padre, por quien

todo ha sido creado en el cielo y en la tierra; que por nosotros y por nuestra

salud descendió del cielo, y se encarnó, y se hizo hombre, sufrió, resucitó al

tercer día, subió a los cielos y vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Y

en el Espíritu Santo”. “Los que dicen: Hubo un tiempo en que no existía, y

no existía antes de ser engendrado, salió de la nada, o que defienden que es

de otra sustancia que el Padre, o que el Hijo de Dios es creado, que no es

inmutable, que está sujeto a cambio, quedan anatematizados por la Iglesia

Católica”.56

Al iniciar este capítulo, la primera pregunta que nos surge es ¿cuándo comienza la historia

doctrinal del catolicismo? Empieza desde la iglesia primitiva como pretende el catolicismo oficial

o surge “realmente” siglos después en los tiempos de Constantino. Aunque creo personalmente en

la segunda opción referiremos algunos acontecimientos importantes en el devenir de la doctrina

cristiana y posteriormente católica.

La manera de hacer doctrina católica característica ha sido convertir las definiciones que

han ido surgiendo en definiciones dogmáticas. Definiciones de fe que todo cristiano “estaba

obligado” a creer sin más una vez que eran formuladas y declaradas.

Por eso, comenzaremos exponiendo que es un dogma…

A.- ¿QUÉ ES EL DOGMA PARA LA IGLESIA CATOLICA?

En la Iglesia católica, un dogma es una verdad absoluta, definitiva, inmutable, infalible,

irrevocable, incuestionable y absolutamente segura sobre la cual no puede flotar ninguna duda.

Una vez proclamado solemnemente, ningún dogma puede ser derogado o negado, ni por el Papa57

ni por decisión conciliar. Por eso, los dogmas constituyen la base inalterable de toda la Doctrina

católica y cualquier católico está obligado a adherir, aceptar y creer en los dogmas de una manera

irrevocable58.

La Iglesia Católica proclama la existencia de muchos Dogmas, siendo 44 el número de sus

principales dogmas. Ellos están subdivididos en 8 categorías diferentes: Dogmas sobre Dios, sobre

Jesucristo, Sobre la creación del mundo, Sobre el ser humano, Dogmas marianos, sobre el Papa y

la Iglesia, Sobre los sacramentos y Dogmas sobre las últimas cosas.

Pero no queda ahí la cosa, porque además de los dogmas, quedan todavía muchas

definiciones doctrinales que, no estando expresamente definidas en la Biblia o en la Tradición oral,

plantean todavía dudas y no se encuentran todavía completamente desarrolladas. Esas

definiciones, que después se pueden volver dogmas, son divididas en:

1. Verdades de fe, que son objeto de creencia por todos los católicos, aunque todavía no sean

dogmas y que pueden sufrir algún desarrollo doctrinal posterior.

2. Verdades próximas a la fe, que faltan poco para volverse verdades de fe.

56 Símbolo del Credo Niceno. 57 ¿Habrá algún día que algún Dogma choque con las ideas de algún papa, y éste se atreva a derogarlo basándose en

su supuesta infabilidad? 58 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 88

Page 23: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

23

3. Hipótesis, que pueden ser creídas por los católicos y que permanecen solamente como temas

de reflexión por parte de teólogos debidamente acreditadas por la Santa Sede.

Aquí queremos apuntar que el avance de la doctrina siempre tuvo consecuencias, y muchas

de ellas no tuvieron nada que ver en el área de la Fe.

C.- DESARROLLO DOCTRINAL DE LA IGLESIA CATÓLICA

Las alteraciones y adiciones verificadas en la doctrina católica en el transcurso del tiempo

son llamados por la Iglesia Católica desarrollo de la doctrina y justificados por el hecho de que, "a

pesar de que la Revelación ya esté completa, todavía no está plenamente explicitada" y, por eso,

a lo largo de los tiempos, la doctrina católica fue siendo enriquecida por nuevas clarificaciones,

nuevas definiciones de dogmas y nuevos pronunciamientos papales o conciliares.59

Debido a la extensión del tema, vamos a realizar un desarrollo histórico-crítico de la

doctrina católica de una manera lo más resumida posible. Empezando por la iglesia primitiva,

veamos que paso…

En la iglesia primitiva, encontramos “dos aperturas con dos rupturas”. La primera apertura

tiene que ver con que el mensaje evangélico no era solamente para Jerusalén. Pronto encontramos

en la iglesia primitiva tanto a judíos como a helenistas, y pronto surgió el conflicto entre ellos

(Hechos 6), lo que tuvo como consecuencia la creación de un ministerio especial: los siete

diáconos, encargados de servir las mesas. Entre esos diáconos se encontraba Esteban, quien se

convertiría en el primer mártir de la iglesia (Hechos 7). A partir de ahí surgió la primera

persecución contra los cristianos (Hch 8; 11, 19) que huyeron hacia Samaria, Antioquia y la costa

mediterránea. Como consecuencia de esto, se da el siguiente proceso en la iglesia, y es que ahora

para ser cristiano ya no hacía falta ser judío. Comienza con la predicación de Pedro en la casa de

Cornelio (Hch. 10-11). Es un cambio de paradigma en el cristianismo primitivo, el mensaje era

universal para todos los hombres. Con el tiempo surgirían tensiones entre los judeocristianos y los

cristianos gentiles, tensiones que el mismo Pedro no sabe sobrellevar (Gal. 2) y al que Pablo

reclama su falta de claridad. El problema era que los judeocristianos reclamaban a los gentiles la

necesidad de circuncidarse y guardar la ley para poder acceder a la gracia de ser discípulos de

Jesús. El conflicto, no pequeño tuvo que resolverse en Jerusalén, dando lugar al llamado Concilio

de Jerusalén (Hch. 15). La fe cristiana se hacía universal, y ya no estaba ligada al judaísmo. Esto

tuvo sus consecuencias a lo largo de toda la historia. Cuando en los primeros siglos la iglesia fue

perseguida por el imperio romano ha habido historiadores que han planteado la tesis de que en

muchas ocasiones fueron los judíos bien los hostigadores bien los delatores para que se

persiguieran a los cristianos a los que aunque en principio eran una secta del judaísmo se les

termino separando del mismo. De la misma manera, ¿o mucho peor? cuando la iglesia dejo de ser

perseguida y se convirtió en perseguidora, fue la más fiel perseguidora del judaísmo por todas las

edades y de mil y una maneras, bajo dos pretextos teológicos: “los judíos fueron los asesinos de

Jesucristo” y “la iglesia es ahora el verdadero pueblo escogido de Dios en sustitución del pueblo

elegido Israel”.

En este periodo Pablo, es sobre todo el “teólogo” de la iglesia por excelencia.

En este periodo es de vital importancia que según la tradición católica60, tanto Pablo como

Pedro murieran como mártires en Roma, donde se supone se encuentran sepultados. Esta tradición

59IGLESIA CATÓLICA (2000). Catecismo de la Iglesia Católica. Coimbra: Gráfica de Coimbra. Pág. 66 60 Efectivamente se dice que, bajo el Imperio de Nerón, Pablo fue decapitado en la misma Roma, y Pedro fue

crucificado Y de esta referencia da fe el título de Pedro y Pablo que ha predominado para los cementerios de aquel

lugar hasta el presente y no menos lo confirma un varan eclesiástico llamado Gayo, que VIVIO cuando Zeferino (199-

217) era obispo de Roma Disputando por escrito con Proclo, dirigente de la secta catafrigia, dice acerca de los mismos

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que no tiene fundamento bíblico es de más importancia de lo que parece, porque es uno de los

pilares básicos de Roma tanto para su doctrina del Pontificado como para autoproclamarse la

iglesia principal de la cristiandad. A esta tradición se volverá una y otra vez para significar lo

especial de la comunidad romana sobre el resto de la cristiandad.

Estos primeros siglos serán sobre todo característicos por las persecuciones, y por las

defensas de la fe (los apologistas). Estas defensas, en cierta manera, van conformando las

definiciones de la doctrina. Al cristianismo se le abrieron tres frentes en esa época: el judaísmo, la

filosofía grecorromana y los grupos cristianos heréticos (Ej. Gnosticismo, Marción, etc.). Es

importante mencionar que en esa época “circulaban” además de las escrituras neotestamentarias

recogidas en nuestro Nuevo Testamento como canónicas muchas otras, las cuales, fueron

desechadas, escondidas y destruidas en la mayoría de los casos, hasta fechas bien recientes.

Este periodo es el que contempla también la institución de la figura del Obispo como

supuesto sucesor de los apóstoles. La iglesia pasa a ser gobernada por obispos a los que se les debe

obediencia, llegando a afirmarse que para ser cristiano es preciso obedecer a los obispos. Clemente

de Roma es un exponente de lo que estamos hablando.

Cabe reseñar de este periodo la importancia de la Escuela de Alejandría, con su máximo

exponente Orígenes, quien influiría en una manera de hacer teología, a través, sobre todo de la

alegoría, aunque fueran condenadas algunas de sus tesis como heréticas y muchos de sus escritos

destruidos.

El cristianismo de aquellos años se desarrolló en el vasto Imperio Romano, aprovechando

sus infraestructuras, sus grandes ciudades. Más adelante ese imperio al dejar de perseguir la iglesia

le daría “la estructura organizativa” y mucho de su amalgama de religiones. Es el tiempo en el que

un Emperador cambiaría el rumbo de la iglesia (tristemente para algunos y “alegremente” para

otros, como siempre todo depende del color con que se mire.

El año 312 el emperador Constantino "se convirtió al cristianismo"61. En ese entonces puso

los fundamentos de los cuales surgiría más tarde la iglesia “imperial”. Desde el año 312 empezó a

influir una fuerte ola de enseñanzas paganas que se agregaba a este llamado cristianismo, que la

Roma de Constantino representó. Desde este año se puede contar la fundación de la iglesia

imperial, que fue hecho oficial en el año 380 d.C. Apuntamos algunas fechas acerca de lo que

supuso este cambio de paradigma:

En el año 321 Constantino hizo del día del sol o sea del domingo el día de reposo.

En el Concilio Ecuménico62 I de Nicea celebrado en el año 325, y con la asistencia (según

autores) de 220 a 318 Obispos, con la autorización del ¿Papa u obispo? Silvestre I quien también

envió sus delegados. Tengamos en cuenta en primer lugar que el convocante del Concilio y su

Presidente fue el mismo Constantino, a quien se consideraba como “Obispo fuera de los obispos”,

y la motivación fue sobre todo política porque quería tener un Imperio unido a través de la religión

y los cristianos estaban desunidos en cuanto a la doctrina de quien fue realmente Jesús: Dios u

hombre. El presbítero Arrio, de la escuela de Antioquia, fue el que desencadeno la disputa. La

solución paso por escoger una palabra griega, que no aparece en la Biblia para definir la naturaleza

lugares en que están depositados los despojos sagrados de los apóstoles mencionados lo que sigue «Yo, en cambio,

puedo mostrarte los trofeos de los apóstoles, porque si quieres Ir al Vaticano o al camino de Ostia, encontraras los

trofeos de los que fundaron esta Iglesia», según cuenta Eusebio de Cesárea en su Historia Eclesiástica. Hoy estos

textos se ven como leyendas más bien. 61 Esto es altamente dudoso, por sus acciones posteriores y puesto que se hizo bautizar prácticamente cuando estaba

pronto a morir. 62 Los asuntos propios de un Concilio Ecuménico son los que conciernen a la marcha del pueblo cristiano: dogmas,

costumbres, disciplina, sacramentos, interpretación de la Escrituras, censura de libros, etc.

Page 25: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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de Cristo, el término HOMOOUSIOS (consustancial al Padre), por votación mayoritaria, de 318

Obispos. Los comentaristas histórico críticos dicen que esta fue la manera en la que Jesús paso de

ser hombre a ser Dios (tesis que ha popularizado el libro “El código Da Vinci”). Así surge lo que

pasara a la historia de la iglesia con el nombre del Símbolo de Nicea o Credo.

Se sabe que cuando llego la hora de confirmar el texto así redactado, Constantino, muy

democrático él, dijo que todos los obispos que se negaran a ello serían inmediatamente desterrados

por las autoridades imperiales. Precisamente, uno de los defensores de la divinidad de Jesús, el

obispo Atanasio de Alejandría, fue desterrado en varias ocasiones. Constantino fue el iniciador de

una costumbre dentro de la iglesia que ha perdurado hasta nuestros días: la persecución de los

herejes63.

En el año 354 el obispo de Roma Julius I ordenó, que el día del nacimiento oficial de

Cristo es el 25 de diciembre. El concilio de Laodicea dio una orden en el año 364:”Los cristianos

no tienen que ser como los judíos y estar desocupados, sino tienen que especialmente respetar,

siendo cristianos, si posible, no hacer trabajo alguno en ese día. Si se nota que siguen el judaísmo,

que sean excluidos de Cristo.” En el año 375 empezó la veneración de ángeles, santos muertos y

uso de imágenes. En el año 378 un obispo romano Dámaso heredó del emperador como el líder

religioso los títulos de Pontifex Maximum y Vicarius Christi. Así el trono del papa de Roma se

hizo el heredero del culto babilónico del sumo sacerdote. Desde entonces todos los obispos (papas)

de Roma han tenido estos títulos. En el año 380 el cristianismo se hizo la religión oficial del

imperio de Roma. Así nació oficialmente la iglesia católica romana.

Un año después se convoca el Concilio I de Constantinopla donde son convocados 150

obispos (solo orientales), y donde el obispo romano no tiene ni representación. Es el concilio donde

se aprueba el Dogma de la Trinidad64 que tantos quebraderos de cabeza daría para poder ser

explicado. El Credo es ampliado por tanto, y se añade además que Jesús se encarnó de María la

virgen por el Espíritu Santo.

En el año 381 empezaron las oraciones extraoficiales a la virgen María, madre de Dios y

reina del cielo. La doctrina de la perpetua virginidad de María (doctrina que dice María es virgen

antes, durante y después del parto) fue establecida cerca de trescientos años después de la muerte

de Jesús.

Este fue el tiempo también en que se cerró el canon del Nuevo Testamento. Hoy en día, los

historiadores se hacen muchas preguntas al respecto. Se habla de “añadidos”, de “mutilaciones”

en aras de conseguir unos textos que pudieran apoyar la marcha doctrinal que la iglesia había

tomado. Así uno de los códices más importantes de la cristiandad, “el Códice Sinaítico65” parece

evidenciar arreglos doctrinales, amén de tener en sus páginas otros libros que no consideramos

como canónicos. En el siglo IV la posesión de libros considerados como heréticos era considerado

como una ofensa personal.

63 La iglesia se convertía así en perseguidora bajo pretexto de la unidad de la iglesia, que en realidad era la unidad del

imperio. Lo mismo, que en España, con los Reyes Católicos y muchos siglos después con el dictador Franco. 64Es el dogma central sobre la naturaleza de Dios en la mayoría de las iglesias cristianas. Esta creencia afirma que

Dios es un ser único que existe simultáneamente como tres personas distintas o hipóstasis: el Padre, el Hijo el Espíritu

Santo. 65 El Códice Sinaítico (Londres, Biblioteca Británica, Add. 43725; Gregory-Aland n.º א (Aleph) o 01) es un manuscrito

uncial del siglo IV de la versión griega de la Biblia, escrito en scriptio continua entre los años 330 y 350. Originalmente

contenía la totalidad de ambos Testamentos, pero solo han llegado hasta nuestros días trozos de la Septuaginta, la

totalidad del Nuevo Testamento, la Epístola de Bernabé y fragmentos de El Pastor de Hermas (lo que sugiere que

estos últimos dos textos podrían haber sido considerados parte del canon bíblico por los editores del códex).

Page 26: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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En el año 384 el obispo de Roma Dámaso encarga a Jerónimo a elaboración de una Biblia

traducción del Antiguo y el Nuevo Testamento al latín: “la Vulgata latina” que se convertiría en

la traducción oficial de la iglesia católica. Se buscaba la “unidad” de versiones. Jerónimo se da a

la tarea pero encuentra que los Evangelios tenían alteraciones e interpolaciones. El mismo habla

de la gran dificultad de su trabajo ante la profusión de versiones y copias, lo que según él, le

obligaba a una elección y profundas modificaciones. Cambios que le llevarían a no tener su

conciencia tranquila. Así se constituyó la Vulgata, traducción corregida, aumentada y modificada,

como lo confiesa su autor, de manuscritos antiguos. Esta traducción oficial fue revisada en el año

1546 por el Concilio de Trento, siendo presentada por Sixto V en 1590. Se ordenó una nueva

revisión, modificada por Clemente VIII en otra nueva edición en 1592 que es la que hoy está en

uso, llamada Sixto-Clementina.

En el año 431 en el concilio de Éfeso comenzó la exaltación de María y el término "madre

de Dios"(en griego: Theotokos) fue aplicado a ella por primera vez en oposición a Nestorio, que

defendía que María solo debía ser llamada de Madre de Cristo, porque ella era solo la madre de

naturaleza humana de Cristo y no de su naturaleza divina. Nestorio defendía que esas dos

naturalezas eran distintas y separadas, algo que el concilio condenó. Además del nestorianismo, el

concilio condenó todavía el pelagianismo, que entraba en oposición con la doctrina del pecado

original y de la gracia desarrollada por San Agustín, en el siglo V.

Después del Concilio de Calcedonia, en el año 451, esta infundada suposición fue

aprobada oficialmente por Roma. En el año 394 empezó la misa como rito diario en la iglesia

católica Romana. La noche entre 24 y 25 de diciembre de 394 d.C. se celebró la misa para Cristo,

donde el sacerdote bendijo el pan y el vino y pasó, "la conversión singular de toda la sustancia

del pan en el cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en su sangre".

En el año 500 vinieron a la iglesia las vestiduras especiales para los sacerdotes, que los

separaban de la gente normal de la iglesia. La doctrina del purgatorio era enseñada en el año 593

por Gregorio el Grande, abriendo el camino para la doctrina del purgatorio en la iglesia católica.

En el año 553 María fue hecha una virgen eterna (Aieparthenos). En el año 600 Gregorio I ordenó

que se use la lengua latina como lengua para orar y predicar. En el año 600 la iglesia de Roma

tomó en uso la oración a María y los santos muertos.

El Tercer Concilio de Constantinopla (680-681) condenó el monotelismo y reafirmó

que Cristo, siendo Dios y hombre, tenía las voluntades humana y divina. En el año 709 se empezó

en la iglesia a besar los pies del papa. El Segundo Concilio de Nicea (787) definió la validez de

la veneración de imágenes santas, condenando así la iconoclastia.

En el año 787 el concilio de Nicea legalizó la adoración de la cruz, las imágenes y las

reliquias66. En el año 850 se instituyó un concepto; El agua bendita, mezclada con una pizca de sal

y bendecida por el sacerdote. En el año 890 empezó la adoración de San José.

En el año 1079 el papa Bonifacio VII estableció el celibato sacerdotal obligatorio. En el

año 1090 se empezó a usar el rosario. En el año 1184 concilio de Verona estableció la Inquisición

de los herejes. En el año 1190 se empezó la venta de bulas e indulgencias, con los cuales se

perdonaba los pecados en la iglesia.

El Cuarto Concilio de Letrán (1215) oficializó una antigua tradición en que cada católico

tenía que recibir, por lo menos una vez por año, en la Pascua, la confesión y la Eucaristía. Ese

66 Se llaman reliquias a los restos de los santos después de su muerte. En un sentido más amplio, una reliquia constituye

el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido, aunque sean muy pequeñas. Las reliquias también

designan a los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido al santo en cuestión o haber estado en contacto con

él, considerados dignos de veneración. Existen literalmente miles de reliquias repartidas por todo el mundo.

Page 27: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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concilio defendió también el celibato clerical, la doctrina de la transubstanciación y condenó

todavía los albigenses. Se implantó además la confesión auricular de los pecados al sacerdote (en

vez de a Dios) por lo menos una vez en año.

En el año 1220 el papa Honorato III decretó la adoración de la hostia. En el año 1229 el

concilio de Valencia prohibió la Biblia de los "laicos" lo colocó entre los libros prohibidos.

En el año 1251 Simon Stock de Inglaterra inventó el escapulario, que es una pieza de tela

marrón que se usa junto con la imagen de la virgen María, porque se supone que tiene poderes

sobrenaturales. El uso del escapulario se acompaña de promesas como la protección de la condena

eterna o algunas otras bendiciones. La adoración de los objetos entró en la iglesia católica de

Roma.

El Concilio de Constanza (1414-1418) condenó las herejías de John Wycliffe y de Hans

Hus, que eran dos famosos precursores de la Reforma Protestante. El Quinto Concilio de Letrán

(1512-1517) definió la inmortalidad del alma. En el año 1439 la doctrina de los siete sacramentos

fue confirmada.

En el año 1545 el Concilio de Trento surgido como reacción contra la Reforma Protestante

declaró que la tradición y la Biblia son de igual autoridad. En el año 1547 la Iglesia Católica

Romana decretó en el Concilio de Trento: "Si alguno dijere, que los Sacramentos de la nueva ley

no son necesarios, sino superfluos para salvarse; y que los hombres sin ellos, o sin el deseo de

ellos, alcanzan de Dios por sola la fe, la gracia de la justificación; bien que no todos sean

necesarios a cada particular; sea excomulgado"67 Se reafirmó, clarifico, y definió la presencia

real de Cristo en la Eucaristía, la doctrina de los siete sacramentos (siendo cada uno de ellos

ampliamente debatido y definido por el concilio), la doctrina de la gracia y del pecado original, la

justificación, el valor y la importancia de la misa, el celibato clerical, la jerarquía católica, la

Tradición, el canon bíblico (incorporó nuevos libros y reafirmó como auténtica la Vulgata), la

liturgia (la misa tridentina), el culto a los santos, de las reliquias y de las imágenes, las indulgencias

y la naturaleza de la Iglesia. El concilio promovió también la publicación del Index librorum

prohibitorum. El Concilio de Trento fue el concilio que duró más tiempo, emitió el mayor número

de decretos dogmáticos y reformas. Tendrían que pasar tres siglos para la celebración de un nuevo

Concilio, tales fueron sus resultados.

En el año 1854 Pio IX promulgó la Inmaculada concepción de María (El dogma de la

Inmaculada Concepción, también conocido como Purísima Concepción, es una creencia del

catolicismo que sostiene que María, madre de Jesús, a diferencia de todos los demás seres

humanos, no fue alcanzada por el pecado original sino que, desde el primer instante de su

concepción, estuvo libre de todo pecado)68. En el año 1870 El Concilio Vaticano I aseguró la

infabilidad del papa69 en materias de fe y moralidad. En 1891, el Papa León XIII publicó la

encíclica Rerum Novarum, marcando así el inicio de la sistematización de la Doctrina Social de la

Iglesia. A finales del siglo XIX e inicios de siglo XX, apareció la herejía del modernismo, que fue

duramente condenada por el Papa San Pío X.

En el año 1931 el papa Pio XI confirmó de nuevo la doctrina de la virgen María como la

madre de Dios. En el año 1950 Pio XI proclamó La Asunción de María (Es la creencia, de acuerdo

a la tradición y teología de la Iglesia católica y de la Iglesia ortodoxa, de que el cuerpo y alma de

67 CONCILIO DE TRENTO, LOS SACRAMENTOS, SESION VII 68 Contenida en la bula Ineffabilis Deus, de 8 de diciembre de 1854. 69 Contenida en la Constitución Dogmática Pastor Æternus, promulgada por el papa Pío IX el 18 de julio de 1870.

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la Virgen María, la madre de Jesucristo, fueron llevados al Cielo después de terminar sus días en

la Tierra. No debe confundirse con la Ascensión, que hace referencia al propio Jesucristo)70.

Entre 1962 y 1965, el Concilio Vaticano II, idealizado por el Papa Juan XXIII, impulsó

el aggiornamento (actualización) de la Iglesia, tratando por eso de varios temas distintos, tales

como la reforma de la liturgia, la constitución y pastoral de la Iglesia (que llegó a ser fundada en

la igual dignidad de todos los creyentes), la relación entre la Revelación divina y la Tradición, la

defensa de la libertad religiosa, el empeño al ecumenismo y la defensa del apostolado de los laicos.

Ese concilio no proclamó ningún dogma, pero sus orientaciones doctrinales y pastorales son de

extrema importancia para la acción de la Iglesia en el mundo moderno.

En el año 1965 María fue nombrada “Madre de la Iglesia” por Pablo VI. En estos años, y desde

el año 1920 se está tratando de promulgar el quinto dogma (como veremos adelante en otro

capítulo) sobre María, “María corredentora”. En 1968, el Papa Pablo VI publicó la encíclica

Humanae Vitae, que trataba de varios asuntos relacionados con el valor de la vida, la procreación

y la contracepción.

C. IMPLICACIONES DE LAS DOCTRINAS CATÓLICAS.

1. El episcopado.

La primera doctrina católica que inicia el proceso de alejarse de las enseñanzas de Jesús y los

apóstoles es indudablemente la concepción del episcopado. La figura del obispo realmente paso a

ser algo así como un gobernador civil en asuntos terrenales y espirituales.

Si en el Nuevo Testamento encontramos un modelo de gobierno colegiado con varios

ministerios como nos muestra el caso de la iglesia en Antioquia donde había “profetas y maestros”

(Hch. 13:1); o como se instituían “ancianos” para el gobierno y enseñanza en las iglesias dista de

ser muy diferente a lo que fue la figura del obispo a partir del primer siglo. Para ser parte de la

iglesia había que obedecer al obispo. Hubo una época en la que solo con la presencia del Obispo

se podía hacer la Eucaristía. Fueron los obispos los que reunidos en los concilios “añadían” a la

enseñanza que ya estaba en las Escrituras. Fueron los obispos de las grandes metrópolis como

Roma, Alejandría y Constantinopla los que lucharon entre ellos por el poder sobre el resto de la

iglesia. Pero sobre todo, fue la figura del obispo de una de esa metrópolis (Roma) la que desviaría

por completo la enseñanza de Jesús: el obispo de Roma.

Actualmente los obispos de algunas diócesis se han convertido en protagonistas ante su silencio y

ocultación de casos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes sin escrúpulos y por

supuesto nada cristianos71.

2. La iglesia de Roma y el papado.

Roma es protagonista desde muy temprano de luchas encarnizadas en el seno de la iglesia. La

lucha contra la herejía no era una mera discusión de ideas, o propuestas diferentes. Algunos de los

principales líderes heréticos de los primeros años como Basilides, Marción, estuvieron en Roma.

Allí se enfrentaron con los líderes de la iglesia romana y viceversa. Así que desde muy temprano

la iglesia de Roma se acostumbró a “luchar por la fe”. Esa lucha sin embargo, le fue llevando a la

elevación primero del protagonismo como iglesia sobre las demás iglesias y posteriormente a que

el obispo de esa ciudad fuera cada vez más protagonista. ¿Cómo podemos definir la postura del

70 El 1 de noviembre de 1950 se publicó en la bula Munificentissimus Deus. 71 Hoy en día debido a las modernas tecnologías le es muy difícil a la iglesia Católica la estrategia de la ocultación de

sus desvergüenzas. Baste entrar en internet en cualquier buscador para investigar como muchos obispos tienen como

estrategia principal la ocultación de los hechos. Hace unos días salió a la luz un caso de abusos sexuales en la diócesis

de Granada, donde el afectado, tuvo que mandar una carta al mismísimo papa Francisco para que le hicieran caso en

sus reivindicaciones:

http://www.abc.es/sociedad/20141121/abci-obispos-abusos-sexuales-granada-201411211210.html

Page 29: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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obispo Dámaso que para alcanzar su posición induce a una lucha contra su opositor y seguidores

que concluye con la muerte de más de ciento cincuenta personas?

¿Dónde está Dios ahí? ¿Dónde está el mensaje evangélico ahí? Da vergüenza nada más que

pensar en la larga lista de hechos “diabólicos” protagonizados por estos obispos de Roma

convertidos posteriormente en papas72, aquí apuntamos un breve resumen advirtiendo de antemano

que puede herir sensibilidades pero que son hechos contrastados:

Sergio III (904-911) Conocido como “esclavo de todos los vicios” por sus cardenales, llegó al

poder tras asesinar a su predecesor y tuvo un hijo con su amante adolescente, treinta años más

joven que él, la prostituta Marozia; el hijo ilegítimo de la pareja pasaría a ser el papa siguiente.

Los más altos puestos del Vaticano se adjudicaban mediante subasta, como si fueran baratijas, y

el papado inició su “siglo oscuro”.

Benedicto IX (1032-1048) Escandalizaba continuamente incluso a sus cardenales más curtidos

pervirtiendo a niños de corta edad en el palacio de Letrán. Arrepentido de sus pecados, abdicó para

retirarse a un monasterio, pero cambió de parecer y volvió a ocupar el cargo.

Juan XII (955-964) A sus dieciséis años, fue acusado de acostarse con sus dos hermanas y de la

invención de un catálogo de vergonzosos nuevos pecados. Descrito por un historiador de la Iglesia

como “la escoria misma”, murió a los veintisiete años, cuando el marido de una de sus amantes

irrumpió en su dormitorio, le descubrió in fraganti y le destrozó el cráneo con un martillo..

Bonifacio VIII (1294-1303) Después de masacrar a la población entera de la ciudad italiana de

Palestrina, se dio a arreglos con una mujer casada y la hija de esta y adquirió renombre en toda

Roma como pedófilo desvergonzado. Proclamó en célebres palabras que mantener relaciones

sexuales con niños no era más pecaminoso que frotar una mano contra la otra. El poeta Dante

reservó un lugar para él en el octavo círculo del infierno.

Clemente VI (1342-1352) Toda apariencia de decoro se abandonó cuando el papado se trasladó a

Aviñón, en el sur de Francia, durante setenta y cinco años. El poeta Petrarca impuso al bon vivant

Clemente VI el nombre de Dionisos eclesiástico por el número de amantes y la gravedad de su

gonorrea.

Sixto IV (1471-1484) Instalado de nuevo en Roma, el papado alcanzó su verdadero punto más

bajo en el Renacimiento. Sixto IV, que construyó la Capilla Sixtina, tuvo seis hijos ilegítimos, uno

de ellos con su hermana. Recaudó un impuesto eclesiástico sobre las prostitutas y cobraba a los

sacerdotes por tener amantes, pero sus detractores sostenían que con esto lo único que conseguía

era que aumentara la prevalencia de la homosexualidad en el clero.

Inocencio VIII (1484-1492) Este pontificado es recordado como la Edad de Oro de los Bastardos:

reconoció a ocho hijos ilegítimos y se sabe que tuvo muchos más, aunque entre amorío y amorío

encontró tiempo para poner en marcha la Inquisición. En su lecho de muerte ordenó que una bonita

ama de cría le diera leche fresca de su pecho.

Alejandro VI (1492-1503) El despiadado Rodrigo Borgia, que adoptó el nombre de Alejandro VI,

presidió más orgías que misas, escribió Edward Gibbon. Tras su muerte, el cuerpo de este papa

fue expulsado de la basílica de San Pedro por considerarlo demasiado malvado para ser enterrado

en suelo sagrado.

Julio II (1503-1513) Es recordado por haber encargado a Miguel Ángel los frescos del techo de

la Capilla Sixtina. Fue también el primer papa que contrajo el “mal francés”, la sífilis, de

prostitutos de Roma. El Viernes Santo de 1508 no pudo dejar que los fieles le basaran los pies por

tenerlos completamente cubiertos de úlceras de la sífilis.

72 Cif. Los Papas y el Sexo, Espasa, 2010: De San Pedro a Benedicto XVI’ sacude lo que desde hace siglos se juzgó

como inconcebible en la Iglesia: el sexo, puro y duro visto a través de los ojos de los 261 sumos pontífices que

ocuparon la Silla de Pedro, desde el mismísimo Pedro al actual, Benedicto XVI. Hubo papas casados y pederastas;

violadores y homosexuales; fetichistas y adúlteros; travestís y vouyeristas; masoquistas y sadomasoquistas; hijos de

curas y asesinos de papas; padres de papas e hijos de papas.

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Julio III (1550-1555) Se enamoró de un joven y apuesto mendigo a quien vio peleándose en la

calle con el mono de un vendedor ambulante. El papa lo nombró cardenal.

Da vergüenza pensar que no haya habido “restitución” ni “confesión de pecado” real por parte

de los papas actuales. Y da vergüenza la manera en que “cínicamente” se sigue perpetuando las

enseñanzas que autentican y legalizan a estos señores como vicarios de Cristo en la tierra. Da

vergüenza pensar que estos han sido los supuestos “sucesores de Pedro”. Y que más nos llama la

atención es que muy probablemente las cosas que “ahora” se saben sigan siendo tan solo la punta

del iceberg de la desvergüenza vaticana.

Podemos decir con rotundidad que si ha habido alguien responsable de todos los trágicos

hechos y sufrimiento de gran parte de la humanidad en los últimos 1700 años han sido los papas73.

Y que podemos pensar si en última instancia estos papas fueron los responsables de la aprobación

de las doctrinas católicas, ¿qué valor podemos darle a las mismas?

3. La importancia del concepto de la Tradición y la Sagrada Escritura.

Otro gran invento a su antojo del catolicismo es la existencia de una tradición oral trasmitida

a ellos por los apóstoles. En base a esa tradición es que han sido creadas muchas doctrinas y la

Escritura ha ocupado en la práctica un “tercer lugar” después de la Tradición y Magisterio de la

Iglesia.

4. Veneración de María y los santos y reliquias.

Comentan los historiadores que siempre ha existido una relación entre el papado y la

veneración a María. Para desarrollar esta doctrina a la iglesia católica no le ha temblado el pulso

en falsear el segundo mandamiento de la Ley de Dios dado a Moisés donde se prohíbe muy

claramente cualquier forma de idolatría74. La veneración a María ha supuesto, como dicen algunos

estudiosos la continuidad de la idolatría pagana. Pero este tipo de “veneración”, ha supuesto

también desde el punto de vista económico grandes ingresos para la iglesia católica a través de las

peregrinaciones, las visitas a iglesias con supuestas reliquias y las procesiones de semana santa

(hermandades). Todo se convierte finalmente en un lucrativo negocio75.

5. Doctrina de la salvación por obras, sacramento de la penitencia, purgatorio.

La iglesia en sus doctrinas ha manipulado los conceptos de pecado original, pecados mortales

y veniales y se ha convertido en la administradora del perdón que nos libra del purgatorio o del

infierno. Eso es lo que ha hecho durante toda su historia. Acusando permanente las conciencias de

las personas como fue el caso de Lutero hasta que Dios le reveló su gracia, y la salvación por la

fe, y lo libro de ese sistema religioso que era el sacramento de la penitencia que ofrecía unas

prerrogativas al clero que no aparece en la Escritura pero que les daba poder sobre el pueblo. El

invento del purgatorio también fue un lucrativo negocio. Recordemos que el mismo Lutero

comenzó su proceso de Reforma escandalizado por el uso que se hacía de las indulgencias como

una manera de recolectar dinero para construir la Basílica de San Pedro.

73 Baste recordar la persecución sin piedad de los herejes, con sus muertes y desaparición de sus escritos, el impulso

de las guerras santas (las Cruzadas) donde murieron tantas personas, la persecución de los judíos, la incitación a la

guerra entre diferentes Estados, la persecución de los filósofos y científicos y hoy en día la persecución de los métodos

anticonceptivos. 74No habrá para ti otros dioses delante de mí. No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los

cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas

ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos

hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, y tengo misericordia por millares con los que me aman y

guardan mis mandamientos. (Ex. 20:3-6) Biblia Católica de Jerusalén. 75 Como el negocio que a día de hoy sigue siendo la visita de millones de peregrinos al Vaticano, y los principales

centros de peregrinación mundiales como: Lourdes, Fátima, Guadalupe, el Pilar, Jerusalén, Santiago, etc.

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6. Doctrina de la transustanciación.

Esta doctrina que expondremos en profundidad en capítulos posteriores, ha aportado dos

consecuencias al catolicismo. La primera la necesidad de sacerdotes debidamente ordenados que

puedan hacer “el milagro” mediante sus palabras y su oficio de convertir literalmente el pan y el

vino en verdadero cuerpo y verdadera sangre de Jesús. Esto implica que para que haya Eucaristía

es inevitable la existencia del clero. Otra implicación es el dar un carácter más sagrado a los

templos católicos ante la costumbre de guardar en un sagrario las hostias consagradas “pequeños

cuerpos de Cristo”. Esto nos recuerda el arca de la alianza que se encontraba en el lugar santísimo

en el tabernáculo (Lv. 16:2). Así un templo católico se convierte en un lugar realmente sagrado

por el “contenido” que tiene. La adoración por parte del creyente católico de esas hostias

consagradas evidentemente lo desvían de conocer al verdadero Cristo y le roban gloria a Dios,

además de incurrir en pecado de idolatría.

7. Doctrina de no hay salvación fuera de la iglesia.

Este es considerado dogma de la iglesia. Ha sido una de las maneras históricas de defenderse

de la heterodoxia. Es una de las maneras incluso actuales de seguir creando miedos y temores a la

condenación. Por eso, se ha dado el caso, de que tanta gente diga no creer en los curas o en el papa

pero, sin embargo, se siguen reconociendo católicos. Entre ellos, encontramos a famosos teólogos

como Hans Küng, que no está de acuerdo con la infabilidad papal ni otras doctrinas de la iglesia

pero conserva la esperanza de que algún día las cosas puedan cambiar y ser de otra manera76.

8. Doctrina de la infabilidad papal.

Esta podemos considerarla como la doctrina estrella del catolicismo romano porque es el

pretexto perfecto para la reinterpretación del pasado de la historia y tener el papa la seguridad de

su existencia en el futuro pudiendo como han hecho hasta ahora poder seguir proclamando dogmas

que nada tienen que ver con la Sagrada Escritura.

CONCLUSIÓN.

Una primera conclusión que podemos hacer es que es más que evidente por los datos

históricos que la doctrina católica planteada como heredada de los apóstoles en realidad ha sido

algo que ha ido añadiéndose, matizando y rehaciendo continuamente a su antojo. Algunos teólogos

lo han adornado como “la evolución del dogma”77.

Las “vidas cristianas” de algunos de los que “crearon” algunas doctrinas eran de todo menos

cristianas. Por lo tanto, y sin apoyo bíblico, ¿qué respeto nos pueden merecer algunas de ellas?

Que la iglesia católica dejara de lado las Escrituras como única norma de fe y fuera

“sumando” otras voces y otras opiniones, ha traído la consecuencia del alejamiento de la verdad

del Evangelio.

Es más que evidente que la Iglesia Católica necesita una reevaluación de sus doctrinas y

tener la valentía de volver al principio: al evangelio puro y sencillo que predico Jesús hace dos mil

años. ¿Habrá algún papa valiente que se atreva a tal tarea?

76 HANS KÜNG, La iglesia católica, Editorial Mondadori, Barcelona, 2002, pág. 129 77 El término fue introducido en 1845, en el libro de Newman Ensayo sobre el Desarrollo de la Doctrina Cristiana.

Newman utilizó la idea del desarrollo de la doctrina en defensa de la doctrina católica ante la clara evidencia histórica

de correcciones e innovaciones.

Page 32: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

32

IV. LA TRANSUSTANCIACIÓN.

“"Si alguno dijere que, en el santo sacramento de la Eucaristía, sigue siendo

la sustancia del pan y el vino junto con el cuerpo y la sangre de nuestro Señor

Jesús Cristo, y se niega que maravillosa y singular conversión de toda la

sustancia del pan en el cuerpo, y de toda la sustancia del vino en la sangre,

las especies del pan y el vino solo restantes, que la conversión de la Iglesia

Católica más apropiadamente llama transubstanciación, sea anatema”78

Este es uno de los cánones con los que el Concilio de Trento definía la transubstanciación.

Quien no lo creyera sería apartado de la comunión de la Iglesia, y…maldito. Así se maldijo a todas

las personas que no creían en este dogma, y que no creyeran en el futuro. Y así se ha condicionado

igualmente a los católicos a tener que creer en esta doctrina.

La definición de la doctrina de la transubstanciación se refiere a lo que sucede en el

momento en que el sacerdote declara unas palabras dándose entonces la conversión total de la

hostia79 y del vino en cuerpo, sangre, alma y divinidad de Jesucristo. A pesar de que el pan y el

vino siguen conservando su aspecto y sabor originales, son realmente Cuerpo y Sangre del Señor

ocultos bajo la apariencia de pan y vino. Eso dicen. ¿Un milagro?80 Realmente una cuestión de

“fe” ciega.

A.- DESARROLLO DE LA DOCTRINA CATÓLICA

Como toda doctrina católica ha tenido un proceso. No es algo que surge de la noche a la

mañana. Se le tiene que buscar una justificación bíblica primeramente, para pasar a una

justificación histórica, para pasar luego a la discusión y formulación por parte de la jerarquía de la

iglesia. Otro de los añadidos de las doctrinas católicas son los “milagros” que casualmente suceden

alrededor de los mismos, otra manera más de justificar lo injustificable. En este caso, se cuenta del

milagro de las “hostias sangrantes” (hostias que aparecen con sangre, o comienzan a sangrar

cuando son consagradas)81. Lo mismo paso con el dogma de la Inmaculada que años después de

su proclamación dio lugar a las apariciones de Lourdes.

Veamos cómo se argumenta la doctrina:

1. Fundamento bíblico. Hay toda una rica argumentación católica recorriendo alegóricamente

el Antiguo Testamento para llegar al Nuevo:

a. En la exegesis realizada se parte de una explicación de las comidas de Jesús con los suyos.

Estas comidas nos son interpretadas como un símbolo de amistad sino de anuncio del amor

de Dios a los hombres (Lc 1:,9; Mt 9:9-13; 11:19; Lc 15,1-2; Lc 7:47; Mt. 11,18-19). El

banquete es un anuncio de la llegada del reino y ese sentido la Eucarística será el banquete

por antonomasia.

78 Concilio de Trento. Sesión 13, Canon 2. 79 Hoja redonda y delgada de pan ázimo que el sacerdote consagra en la misa para el sacramento de la comunión. 80 Cuando Jesús transformó el agua en vino (cambio de sustancia, paso de mineral a vegetal) los que lo probaron no dijeron que

“veían agua” pero sabía a vino; el cambio fue real (Juan 2:10-12). 81 Historia del Milagro Eucarístico de Santarém; sucedido en 1236:

http://www.corazones.org/lugares/portugal/santarem/a_santarem2.htm

Se puede consultar en internet muchos casos, este sería uno de ellos:

http://www.informador.com.mx/jalisco/2013/474218/6/otros-casos-de-hostias-sangrantes-en-el-mundo.htm

Page 33: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

33

b. Los relatos de la institución de la Eucaristía vienen enmarcados, a excepción de 1 Cor

11:23-26, en el relato mismo de la pasión (Mc 14:22-25; Mt 26:25-29; Lc 22:15-20); pero

aún más, la Eucaristía viene a expresar el sentido mismo que Jesús dio a su muerte.

c. La “última cena” realizada en un contexto pascual82. Según los evangelios sinópticos

fue la cena de la pascua, según el evangelio de Juan sería el viernes. Podemos decir que:

se menciona que la última cena tuvo lugar en Jerusalén, se utiliza un local prestado (Mc

14:13-15), Jesús come en esta ocasión con los Doce (la celebración de la pascua exigía la

presencia, al menos, de diez personas), tiene lugar “al atardecer”, “recostados” y no

sentados (así se hacía en la cena pascual, como signo de liberación), el lavatorio de los pies

se explica desde la práctica exigida a los laicos para poder comer la cena pascual, el hecho

de que Jesús parta el pan en el curso de la cena (“mientras comían”: Mc 14,18-22) es

significativo, pues en una comida ordinaria se comenzaba siempre por la fracción misma.

El vino rojo era el propio de la cena pascual, El himno que se canta (Mc 14,26; Mt 26,30)

era el himno Hallel, que se recitaba en la cena pascual. Después de cenar no vuelve Jesús

a Betania como en las noches anteriores, sino que se encamina al huerto de los Olivos (era

preceptivo pasar esa noche en Jerusalén: Dt 16,7), Jesús anuncia durante la cena su pasión

inminente, y sabemos que la explicación de los elementos especiales de la comida era parte

integrante del rito pascual. Habría que añadir también el tema del memorial (“haced esto

en memoria mía”), que pertenecía al ambiente de la celebración pascual83.

d. Significado de las palabras de Cristo. Jesús pone el pan en relación con el destino de su

cuerpo, y el vino en relación con su sangre derramada. Jesús va a la muerte como verdadera

víctima pascual. Comiendo la carne y la sangre inmoladas, se entraba en comunión con

Dios, y en este contexto viene a decir Pablo: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no

es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo

de Cristo? (1 Cor 10,16). Por ello no se puede entrar en comunión con las carnes inmoladas

a los demonios y con la carne de Cristo (v.21). Para Pablo, cuerpo y sangre son, pues, dos

elementos sacrificiales. “Haced esto en memoria mía”. Lo dice Pablo más expresivamente:

“Porque cuantas veces comiereis este pan y bebiereis este cáliz, anunciáis la muerte del

Señor hasta que venga” (1 Cor 11,26). La participación en el pan y el cáliz de la cena

supone la participación real en el sacrificio de Cristo, y por ello se proclama de forma

objetiva y real la muerte del Señor. Cristo con su gesto se presenta como víctima pascual

para hacernos partícipes de su sacrificio.

e. En consecuencia, si esta comida sacrificial encierra la presencia de la víctima, podemos

entender en sentido plenamente real las palabras de Cristo: “Esto es mi cuerpo, esto es mi

sangre”. Es la presencia de la víctima, requerida en esta comida sacrificial que nos hace

partícipes del sacrificio de Cristo en la cruz, la que da al verbo ser toda su plenitud de

sentido. La presencia de la víctima viene exigida por el carácter de comida sacrificial que

Cristo da a la cena84.

82 Para un mayor estudio acerca de la Pascua consultar:

http://www.sigueme.net/estudios-biblicos/68-la-pascua-cual-es-el-significado-de-la-pascua/ 83 La Mishnah nos ha descrito el rito de la pascua o haggadà judía, la cual es una verdadera catequesis pascual que provenía del

mandato de Yahveh de explicar a los hijos el signifi­cado del rito. Tenemos una versión del siglo II, aunque toma materiales de

siglos anteriores y refleja, probablemente, lo que se hacía en la época de Cristo. 84 Tomado de “El sacrificio eucarístico”, por José Antonio Sayes. BAC, Madrid 1986, parte I, capítulo I, pp. 3-38

Page 34: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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2. Formulación histórica.

Aquí la iglesia Católica tiene un mundo de citas que leídas sin un prejuicio de antemano

parecen indicar que desde muy temprano la sensación que da es que se cree en la transustanciación

(como una presencia real de Cristo en el pan y en el vino) de hecho, aunque lógicamente no se le

de ese nombre. Dada la enorme extensión y la brevedad de nuestro estudio hemos apuntado

algunas nada más y solamente hemos anunciado los autores que las realizan sin introducirnos en

el personaje en cuestión. Son las siguientes:

Ignacio de Antioquia.

“Se mantienen alejados de la eucaristía y la oración porque no quieren confesar

que la eucaristía es la carne de nuestro Salvador Jesucristo, carne que sufrió por

nuestros pecados y fue resucitada por la benignidad del Padre”85 …“Tened

cuidado de no celebrar más que una sola eucaristía; porque no hay más que una

sola carne de nuestro Señor Jesucristo y no hay más que un cáliz para reunión de

su sangre; hay un solo altar, como hay un solo obispo con sus presbíteros y mis

hermanos los diáconos”86

En ese tiempo ya se plantea que para que la Eucaristía “tenga validez” tiene que ser

presidida por el obispo o por alguien designado por él, o sea, un presbítero debidamente ordenado.

Justino Mártir.

“Este alimento se llama entre nosotros Eucaristía; del cual a ningún otro es lícito

participar, sino al que cree que nuestra doctrina es verdadera, y que ha sido

purificado con el bautismo para perdón de pecados y para regeneración, y que vive

como Cristo enseñó. Porque estas cosas [el pan y el vino durante la celebración

de la eucaristía] no las recibimos como si fueran pan ordinario y bebida ordinaria,

sino que, así como Jesucristo Salvador nuestro se hizo carne por la Palabra de

Dios y tomó carne y sangre para salvarnos, así también nos han enseñado que el

manjar convertido en eucaristía por las palabras de una oración procedente de Él

[de Jesús] -manjar con el que son alimentadas nuestra sangre y nuestra carne al

modo de una transmutación- es la carne y la sangre de aquel Jesús que se encarnó

por nosotros. Pues los apóstoles, en los comentarios por ellos compuestos,

llamados evangelios, nos transmitieron que así les había sido mandado: que Jesús,

habiendo tomado el pan y dado gracias, dijo: haced esto en memoria de mí; éste es

mi cuerpo [Lc. 22,19; 1Cor 11,24], y que habiendo tomado del mismo modo el cáliz

y dado gracias, dijo: Esta es mi sangre [Mt. 26,28]; y que solamente hizo

participantes a ellos. Lo cual también en los misterios de Mitra han enseñado a

hacerlo los malvados demonios. Porque sabéis, o podéis saber, que cuando alguno

es iniciado en ellos, se ofrece pan y un cáliz de agua y se añaden ciertos versos.”87

Ireneo de Lyon.

“...el pan sobre el cual se hace la acción de gracias es el cuerpo del Señor; el cáliz

es su sangre...”88 (…) “Están enteramente locos quienes rechazan toda la

Economía de Dios, al negar la salvación de la carne y despreciar su nuevo

85 Carta a los cristianos de Esmirna, 7,1 86 Carta a los cristianos de Filadelfia, 4 87 Primera Apología, 66 88 Adv. haer. IV,18,4

Page 35: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

35

nacimiento, pues dicen que ella no es capaz de ser incorruptible. Pues si ésta [la

carne, nuestro cuerpo] no se salva, entonces ni el Señor nos redimió con su sangre,

ni el cáliz de la Eucaristía es comunión con su sangre, ni el pan que partimos es

comunión con su cuerpo (1 Cor 10,16). Porque la sangre no puede provenir sino

de las venas y de la carne, y de todo lo que forma la sustancia del hombre, por la

cual, habiéndola asumido verdaderamente el Verbo de Dios, nos redimió con su

sangre. [...] Pues él mismo confesó que el cáliz, que es una creatura, es su sangre

(Lc 22,20; 1 Cor 11,25), con el cual hace crecer nuestra sangre; y el pan, que es

también una creatura, declaró que es su propio cuerpo (Lc 22,19; 1 Cor 11,24),

con el cual hace crecer nuestros cuerpos”89…

Clemente de Alejandría.

“Yo te regeneré [...]. Yo te mostraré la faz de Dios, el Padre bueno [...]. Yo soy tu

alimentador, que me he dado a mí mismo en pan (del cual quien lo gustare, no

experimentará ya la muerte) y me he dado a diario en bebida de inmortalidad.”90

Tertuliano.

“Por lo cual ya hemos probado con el evangelio por el misterio del pan y del vino

la verdad del cuerpo y la sangre del Señor, al contrario del fantasma de

Marción.”91 …“Después de declarar que había deseado con grandes ansias comer

la Pascua como suya (sería indigno que Dios desease nada ajeno), tomando pan y

dándolo a los discípulos lo hizo su cuerpo diciendo: Esto es mi cuerpo; es decir, la

figura de mi cuerpo. Pero no hubiese sido la figura si no fuera un cuerpo verdadero.

Al fin algo que es vano (como un fantasma) no podía constituir una figura”92 …“Si

al pan se lo hizo cuerpo precisamente porque Él carecía de un cuerpo real [cosa

que enseñaban los docetas], entonces lo que debió entregar por nosotros, era el

pan [pero en realidad nos entregó el cuerpo]”93...“Se lava la carne [con el

Bautismo] para que se limpie el alma; se unge la carne [Bautismo y Confirmación]

para que se consagre el alma; se signa la carne [Confirmación y Unción de los

Enfermos] para que se proteja el alma; se ensombrece la carne con la imposición

de manos [Confirmación, Orden Sagrado] para que se ilumine el alma; se alimenta

la carne con el cuerpo y la sangre de Cristo [Eucaristía] para que también el alma

se sacie de Dios.”94

Traditio Apostolica. :

“Cada uno tenga cuidado de que ningún infiel guste de la Eucaristía, ni algún ratón

u otro animal. Porque es el cuerpo de Cristo, que ha de ser comido por los fieles y

no debe menospreciarse”

Orígenes.

“Si subes con Él para celebrar la pascua, te dará el cáliz del Nuevo Testamento, te

dará también el pan de la bendición, te concederá su propio cuerpo y su propia

sangre” 95…”Los que asistís habitualmente a los divinos misterios, sabéis cómo,

89 Adv. haer. V,2,2 90 Quis dives salvetur, 23 91 Adversus Marcionem, 5,8,3 92 Contra Marcionem, 4,40,3 93 Contra Marcionem, 4,40,3 94 De resurrectione mortuorum, 8,3 95 In Ieremiam, homilía 19, 13

Page 36: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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cuándo recibís el cuerpo del Señor, lo guardáis con cuidado y veneración para que

no se caiga una partícula y no desaparezca algo del don consagrado. Porque, si

por negligencia se cae algo, os creéis reos, y con razón. Pero si ponéis tanto

cuidado para conservar el cuerpo, y tenéis razón en ponerlo, ¿cómo pensáis que es

algo menos impío descuidar la palabra de Dios que su cuerpo?”96

Eusebio de Cesárea: “Nosotros, los que pertenecemos al Nuevo Testamento, celebrando nuestra

Pascua cada domingo, siempre nos saciamos del cuerpo del Salvador, siempre participamos de

la sangre del Cordero.”97

Atanasio.

“Entonces celebraban la fiesta comiendo un cordero irracional y ahuyentaban al

exterminador untando los dinteles con su sangre; pero ahora, cuando comemos al

Verbo del Padre y signamos los labios de nuestros corazones con la sangre del

Nuevo Testamento, conocemos la gracia que nos ha dado el Salvador”98…“Verás

a los levitas que llevan los panes y el cáliz con el vino y los ponen sobre el altar. Y

mientras que no se hacen las oraciones e invocaciones, es sólo pan y vino; pero

cuando se han terminado las grandes y admirables preces, entonces el pan se hace

cuerpo y el cáliz sangre de nuestro Señor Jesucristo. Y de nuevo: Vengamos a la

realización de los misterios. Este pan y este cáliz, antes de las oraciones e

invocaciones son puros [pan y vino]; pero cuando han sobrevenido las grandes

preces y las grandes invocaciones, baja el verbo al pan y al cáliz y se hace su

cuerpo”99

Gregorio Nacianceno. “Sin temor y sin dudas come el cuerpo, bebe la sangre, si deseas la vida” 100

Ambrosio de Milán.

“Mi carne verdaderamente es comida y mi sangre es bebida. Oyes carne, oyes

sangre, conoces los misterios de la muerte del Señor; y ¿calumnias a la divinidad?

[...] Nosotros siempre que recibimos los misterios [en la celebración eucarística],

que por el misterio de la sagrada plegaria se transfiguran en carne y en sangre,

anunciamos la muerte del Señor”101…“No era cuerpo de Cristo antes de la

consagración; pero después de la consagración te digo que es ya el cuerpo de

Cristo. Él lo dijo y se hizo, lo mandó y se creó”102

Juan Crisóstomo.

“Hecho hijo, gozas también de una mesa espiritual, comiendo la carne y la sangre

que te regeneró.”103 …“No es el hombre quien hace que las cosas ofrecidas [pan

y vino] se conviertan en Cuerpo y Sangre de Cristo, sino Cristo mismo que fue

crucificado por nosotros. El sacerdote, figura de Cristo, pronuncia estas palabras,

96 In Exodum, homilía 13,3 97 De solemnitate paschali 7 98 Epistula festalis 4,3 99 Fragmentum ex sermone ad baptizatos, PG 26,1325 100 Oratio 45, In sanctum Pascha, 19 101 De fide, 4,10,124 102 De sacramentis 4,4,16 103 Expositiones in psalmos 144,1

Page 37: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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pero su eficacia y su gracia provienen de Dios. Esto es mi Cuerpo, dice. Esta

palabra transforma las cosas ofrecidas”104

Agustín de Hipona.

“Lo que veis es el pan y el cáliz, que es lo que también os están diciendo vuestros

ojos; pero en lo que vuestra fe pide ser instruida, el pan es el cuerpo de Cristo, el

cáliz la sangre de Cristo.”105 …“Luego sigue lo que se hace en las preces santas,

que vais a oír, para que viniendo la palabra se haga el cuerpo y la sangre de Cristo.

Porque suprime la palabra [de la consagración], es pan y vino; añade la palabra

y ya es otra cosa. Y esa otra cosa ¿qué es? El cuerpo de Cristo y la sangre de

Cristo.”106

Isidoro de Sevilla: “En la boca del cristiano entra el cuerpo del Señor antes que los demás

alimentos.” 107

Juan Damasceno. “Si el mismo Verbo de Dios por su voluntad se hizo hombre [...], ¿no puede

hacer cuerpo suyo al pan, y sangre al vino y agua?”108

Antonio de Padua: “Al imperio de las palabras: "Esto es mi cuerpo", el pan se transustancia en

el cuerpo de Cristo, que confiere la unción de una doble riqueza a aquel que lo recibe dignamente:

mitiga las tentaciones y suscita la devoción.109

Mencionamos ahora a dos autores importantes en el tema de la Eucaristía:

Pascasio Radberto (+859), autor del primer tratado sistemático sobre la Eucaristía, De

corpore et sanguine Domini, PL 120,1267ss) Conocido por su interpretación casi cafarnaítica110

de la presencia real.

Berengario de Tours (999-1088). Este último tendrá mucha influencia en los Albigenses,

Valdenses y Cataros, como también en algunos “reformadores” posteriores. Con estos y otros

autores, las controversias suscitadas van llevando a la Iglesia a precisar su terminología eucarística,

exactamente como sucedió con todas las demás verdades de la fe. Plantea la eucaristía como algo

más bien simbólico. Llama la atención que esta interpretación simbolista se ve claramente en este

siglo por primera vez en la historia de la iglesia y en cierta manera, también puede resultar una

reacción contraria a la postura anterior de Pascasio.

Igualmente Juan Wycliff (1384) y Hans Hus111 (+1415) siguen en la línea de doctrina

simbólica que el Concilio de Constanza condenaría.

Lutero, si bien coincidía con los católicos en la doctrina de la presencia real, no aceptaba

la transubstanciación, sino que afirmaba que tanto el pan como el cuerpo de Cristo están presentes

(doctrina de la con-substanciación, o impanación112,) A pesar de su clara predicación, otros

“reformadores” negaron la presencia real de Cristo en el pan eucarístico, como es el caso de

104 Prod. Jud. 1,6 105 Sermo 217 106 Sermo Denis 6,3 107 De ecclesiasticis officiis 1,18,3 108Expositio fidei 86 -De fide orthodoxa 4,13 109 Sermón sobre La Cena del Señor 110 Basándose en la literalidad de Juan 6 donde Jesús dice que coman su carne, se ve como algo casi caníbal. 111 Una de las peticiones de Hans Hus era poder dar al pueblo el vino en la eucaristía que se había dejado de dar. 112 Lutero creía en la consustanciación: Claro que interpretar eso no es tarea fácil y tiene multitud de posibles significados. Por

ejemplo: Junto a la substancia del pan y del vino se hace presente Cristo. Pero, ¿cómo se hace presente? Es más. ¿Cuál es la

substancia de un cuerpo espiritual? Cuando Jesús celebró la Santa Cena con sus discípulos ¿pensó en este razonar filosófico de los

griegos? Si fue durante la Pascua Judía, ¿no decían (y dicen aun hoy) ante el cordero sacrificado "esta es la pascua del Señor"?

¿Pensaba, Jesús, en griego o en hebreo?

Page 38: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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Karlstad, Ecolampadio y Zwinglio, entre los más notables. En 1527 Lutero publicó sobre el tema

una obra titulada: “Sermón en el sacramento…contra los espíritus fanáticos” en la que defiende

abiertamente la interpretación tradicional de la Iglesia. Un año después escribe otra obra,

Confesión de la cena de Cristo (WA 26,261-509) con el mismo contenido:

“Que el vino permanezca [en el sacramento después de la consagración] no me

interesa, pues me basta saber que la Sangre de Cristo está allí. Que con el vino

suceda lo que Dios quiera. Y antes de sostener, con los visionarios, que allí sólo

hay vino, prefiero unirme al papa y pensar que allí sólo hay Sangre.”113

Palabras realmente impresionantes. Para Lutero lo más importante era afirmar la presencia

real; en cuanto al “cómo” de esa presencia prefería no tomar postura.

Las diferencias doctrinales entre los varios “reformadores” en torno a la presencia real se

iban haciendo cada día más irreconciliables para su resolución se convocó un coloquio en

Marburgo a fines de septiembre de 1529. Los principales participantes del coloquio fueron

Zwinglio y Ecolampadio, por una parte, y Lutero y Melanchton por la otra. De tal encuentro,

acaecido entre septiembre y octubre de 1529, tenemos relatos con todos los detalles. Para nuestro

propósito baste señalar que, después de varios días de discusión los presentes firmaron un

documento con 15 artículos; el último de ellos trataba sobre el cuerpo y sangre de Cristo, único

tema del coloquio. El artículo afirmaba que “el sacramento del altar es el sacramento del

verdadero cuerpo y sangre de Cristo”, y añade:

“Y aunque todavía no nos hemos puesto de acuerdo sobre si el verdadero cuerpo y

sangre de Cristo está o no corporalmente en el pan y el vino, sin embargo los de

una parte darán a los de la otra pruebas de caridad cristiana cuanto les permite su

conciencia; y cada parte rogará instantemente a Dios todopoderoso que Él nos

confirme por su Espíritu Santo en la inteligencia de la verdad.”

En 1530 la así llamada Confesión de Augsburgo se declara de esta manera: “Respecto a la

Cena del Señor se enseña que el verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Cristo bajo las

especies de pan y vino y que allí se distribuyen y reciben” (Artículo 10)

Sigue diciendo Lutero:

“Sobre el sacramento del altar Sostenemos que en la cena el pan y el vino son el

verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Cristo, y que se administran y reciben

no sólo por los cristianos piadosos, sino también por los malos.114 …“Ahora bien,

¿qué es el Sacramento del Altar? Respuesta: Es el verdadero cuerpo y sangre de

Nuestro Señor Jesucristo, en y bajo el pan y vino, que nosotros Cristianos debemos

recibir según el mandato de la Palabra de Cristo: comed y bebed [...] Es la

Palabra, digo, la que realiza y distingue a este Sacramento, de tal modo que ya no

es mero pan y vino, sino que es, y es llamado, el cuerpo y la sangre de Cristo.”115

113 WA 26,462, 3-6-7 114 http://semla.org/portal/wp-content/uploads/2011/05/Lutero-Martin-Articulos-De-Esmalcalda.pdf 115 Catecismo Mayor, XIV,5

Page 39: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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Calvino hace una proposición intermedia entre Lutero y los otros reformadores, ya que ni la

explicación de uno ni la de los otros le satisfacía, dijo:

“Confesamos unánimemente, que, al recibir en fe el sacramento según el mandato del Señor,

somos hechos verdaderamente partícipes de la propia substancia del cuerpo y de la sangre

de Jesucristo”116… “De lo cual Él nos da en la cena una enseñanza tan cierta y manifiesta,

que es preciso estar asegurado, sin duda ninguna, que Cristo con todas sus riquezas nos

está allí presente no menos que si estuviera en la presencia de nuestros ojos y fuera tocado

con nuestras manos.”117... “Si se nos pregunta, sin embargo, si el pan es el cuerpo de Cristo

y el vino su sangre, responderemos que el pan y el vino son signos visibles que nos

representan el cuerpo y la sangre; pero que se les atribuye ese nombre y ese título de cuerpo

y sangre porque son como instrumentos por los que nos los distribuye el Señor Jesús.”118

La Iglesia respondió a las dudas y novedades de los “reformadores” de una manera

contundente con el Concilio de Trento manteniendo y especificando la doctrina tradicional de la

transustanciación119.

El Catecismo de la Iglesia Católica romana afirma al respecto:

"La presencia del verdadero Cuerpo de Cristo y de la verdadera Sangre de

Cristo en este sacramento, `no se conoce por los sentidos, dice S. Tomás, sino sólo

por la fe, la cual se apoya en la autoridad de Dios'. Por ello, comentando el texto

de S. Lucas 22,19: `Esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros', S. Cirilo

declara: ̀ No te preguntes si esto es verdad, sino acoge más bien con fe las palabras

del Señor, porque él, que es la Verdad, no miente"120

B.- LO QUE DICE LA BIBLIA

Como ya hemos visto por la argumentación católica. La cuestión bíblica se reduce

finalmente a un problema de concepto hermenéutico. De ahí que a la iglesia católica le interesa

tanto señalar cada vez que tiene oportunidad que es al Magisterio al que corresponde la correcta

interpretación de los textos.

Si los textos de institución de la Cena del Señor (Juan 6:32-58; Mateo 26:26; Lucas 22:17-

23; y 1 Corintios 11:24-25) se interpretan literalmente entonces tendríamos que pensar que si, que

Cristo está presente de una manera real en el pan y en el vino. Pero la interpretación correcta es la

simbólica no la literal. Que Jesús dijera de sí mismo que Él era la puerta de las ovejas (Jn. 10:7)

no quiere decir lógicamente ni que fuera una puerta de madera, ni que se convertiría en una puerta

de madera, esto es de sentido común. De la misma manera podemos pensar cuando Jesús dijo al

señalar el pan, las palabras de que eso era su cuerpo. Un detalle muy importante es que cuando

dice Jesús esas palabras, El todavía no había sido sacrificado. Otro detalle es que se refiere al vino

como al fruto de la vid, no que fuera su sangre real. Pero al catolicismo le gusta usar sobre todo el

pasaje del evangelio de Juan 6: 53-57: “…El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida

eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre

116 Petit Traicté de la Saincte Cène, CR 5,460 117 De la Cène du Seigneur, CR 22,69-70 118 Petit Traicté de la Saincte Cène, CR 5,438-439 119 Para poder explicar la doctrina de la Transubstanciación se tuvo que echar mano de dos términos filosóficos básicos tomados

de Aristóteles como no podía ser de otra manera: sustancia y accidentes. Sustancia es aquello que hace que una cosa sea lo que es.

Accidente corresponde a las propiedades no esenciales de una cosa y que son perceptibles por los sentidos 120 Catecismo de la Iglesia Católica nº 1381. S. Tomás de Aquino, s.th. 3,75,1, citado por Pablo VI, MF 187

Page 40: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

40

es verdadera bebida…” Hace una interpretación otra vez literal y lo relacionan además con la cena

del Señor, menos mal que el mismo Jesús se encargó de interpretar lo que había dicho de sí mismo

más adelante en el versículo 63: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las

palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” De esta manera, está claro que las palabras

que Jesús ha hablado se enmarcan en el contexto espiritual, no material; en un contexto metafórico,

no literal. Está queriendo decir que Él es alimento para el espíritu humano igual que el pan es

alimento para el cuerpo físico.

La cena del Señor para nosotros es como nos enseñan las Escrituras “un recuerdo” solemne

del cuerpo y la sangre de Cristo (Lucas 22:19; 1 Corintios 11:24-25), pero nunca la conversión

literal del pan y el vino en su cuerpo y sangre. Y lo más importante es que como evangélicos

rechazamos rotundamente esta doctrina porque es interpretada como un re-sacrificio de Jesucristo

por nuestros pecados lo que entra en conflicto con la Escritura que nos enseña que el sacrificio de

Cristo fue una sola vez y para siempre (Hebreos 10:10; 1 Pedro 3:18); y ya no hay necesidad de

sacrificar todos los días a Cristo como se supone se hace en las misas católicas, la Escritura es muy

clara: “que no tiene necesidad cada día como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero

sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo (Jesús) una

vez para siempre, ofreciéndose a Sí mismo.” (Hebreos 7:27)

C.- CONSECUENCIAS DE LA DOCTRINA PARA UN CATÓLICO

Como católico uno de los requisitos es “participar” la comida eucarística de una forma

periódica, lo que supone para la Iglesia Católica de una manera literal comer el cuerpo (carne) de

Cristo y beber su sangre, substancial y verdaderamente presentes en la hostia, gracias a un rito

exclusivo de las manos y palabras de un sacerdote católico debidamente ordenado y habilitado

para tal propósito. Esto implica que:

1. Hay una asistencia a misa de una manera periódica obligatoria como mandamiento de

la iglesia donde si se quiere crecer como cristiano “hay que comulgar” (comer la hostia

consagrada)

2. Se recomienda tomar de la eucaristía, después del sacramento de la confesión, a ser

posible, para no tener ningún pecado mortal cuando se come la hostia consagrada. Esto

hace necesaria la realización de otro sacramento, el de la penitencia impartido por

supuesto por un sacerdote.

3. El ministerio sacerdotal se hace necesario en la vida cristiana de la vida católica, porque

sin el mismo, ni podría haber “alimento espiritual” ni “perdón de pecados”.

Consecuencia lógica: la perpetuación del sacerdocio y de la jerarquía.

CONCLUSIÓN

De hecho, y para terminar, concluir diciendo que la definición de la doctrina de la

transustanciación se definió en dos circunstancias cuando menos interesantes: en primer lugar en

el Concilio de Letrán como reacción contra los valdenses que no aceptaban la jerarquía y pensaban

que todos los fieles tenían los mismos poderes. La segunda circunstancia fue para condenar la

doctrina protestante (en el Concilio de Trento) que no hacían ninguna diferencia entre el sacerdocio

ministerial y el sacerdocio de los fieles. Esto tiene una consecuencia, cuando menos, y es que, en

la doctrina de la transustanciación, lo que realmente estaba en peligro, no era si Cristo estaba

presente o no en el momento del rito de la misa, sino que para que fuera efectivo tenía que haber

un sacerdote debidamente consagrado por la jerarquía, lo que estaba en peligro, era la existencia

misma de la jerarquía. ¿Curioso?

Page 41: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

41

V. LA DOCTRINA DE MARIA CO-REDENTORA.

Desde hace casi un siglo -el cardenal belga Désiré-Joseph Mercier lo inició hacia 1920-,

existe un creciente movimiento en la Iglesia a favor de la proclamación de un quinto dogma

mariano. En estos años, más de 800 cardenales y obispos han pedido a los distintos papas una

definición infalible del papel especial de María en la salvación de la humanidad. Además, los

promotores de esta devoción han recogido más de siete millones de peticiones de fieles de todo el

mundo.

En esta época, cardenales y obispos de todos los continentes pidieron a Benedicto XVI que

considere el dogma de la Maternidad espiritual de María bajo tres aspectos esenciales, como co-

redentora, como mediadora de todas las gracias y como abogada. Ya en su época de cardenal se

negó a formular más dogmas sobre María, y ya al no ser papa (por lo menos en funciones), no

podrá hacerlo él personalmente. Ratzinger dijo a un entrevistador alemán en el año 2000 que la

fórmula “Co-redentora” se aleja mucho del lenguaje de la Escritura y de los Padres de la Iglesia,

por lo tanto, provocaría malentendidos, “amenazando y obscureciendo la situación de Cristo como

la fuente de toda redención.

Lo cierto es que ya son cuatro los dogmas que la iglesia Católica ha promulgado acerca de

María. Este que vamos a comentar ocuparía por tanto, el quinto lugar, o sea, el quinto Dogma

Mariano: María corredentora.

A. SU FORMULACION DOGMATICA.

Hace tiempo que dentro del seno de la iglesia católica existen quienes están a favor del

quinto dogma y otros que están claramente en contra. Incluso estudiosos famosos de María como

es el caso del padre René Laurentin, importante mariólogo y estudioso de las apariciones marianas,

se expresó hace tiempo en contra de la proclamación del dogma.

Es costumbre milenaria en la doctrina de la iglesia católica ir dando pasos en sus

formulaciones dogmáticas a la manera de subir escaleras para llegar adonde se quiere llegar. Así

ha sido con el dogma que el papa concibió para sí mismo sobre la infabilidad papal y que se

formuló y declaro en el Concilio Vaticano I. Tuvieron que pasar muchos siglos para finalmente

llegar a este objetivo.

A lo largo de los siglos, la Iglesia católica no ha cesado de alabar a la Virgen María a través

de sus teólogos y de sus doctores. Hombres y mujeres de todos los tiempos han expresado su gran

amor hacia la Madre de Dios con sus escritos profundos. Como dijo San Anselmo (1034-1109):

“De María puedes decir lo que quieras, con tal de no decir que es Dios, y te quedarás corto”121.

San Luis María Grignon de Monfort, doctor de la Iglesia, y san Alfonso María de Ligorio,

fundador de los Redentoristas, fueron grandes impulsores de los movimientos marianos, que nunca

hubiesen llegado a tener su actual vigor de no haber sido por la intervención de los últimos papas.

En el caso de María han sido formulados ya cuatro dogmas122 que exponemos a continuación para

poder entender el progreso en la formulación dogmática acerca de María como corredentora:

1. El de su Maternidad Divina: “María es la Madre de Dios” (theotokos en griego).

Aprobado en el Concilio de Éfeso, año 431, bajo el Papa Celestino I.

2. El de su Virginidad Perpetua: “María fue Virgen en el parto, antes del parto y después

del parto”. Segundo Concilio de Constantinopla, siglo VI, y segundo concilio de Letrán,

siglo XII.

121 Orat 52; PL 158, 956. 122 Los dogmas católicos son verdades doctrinales definidas de una manera exacta, que son consideradas infalibles y

que tienen que creerse de manera obligatoria si se quiere ser miembro de la iglesia Católica.

Page 42: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

42

3. El de su Inmaculada Concepción, “María, nacida sin pecado original”. Definido por

Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en su encíclica Inneffabilis Deus: “La Virgen María

nunca tuvo la menor mancha de pecado y fue inmune a él desde su concepción y durante

su inmaculada vida”.

4. El de su Asunción a los cielos. “María, asunta a los cielos en cuerpo y alma”. Así lo

define Pío XII al declarar el dogma de la Asunción de Nuestra Señora el primero de

diciembre de 1950, en su documento Munificentissimus Deus.

Como hemos mencionado anteriormente a mediados del siglo XX se levantó un gran

movimiento eclesial “Vox populi” que agrupa a católicos de los cinco continentes cuya insistencia

y principal aspiración es la proclamación del quinto dogma Mariano: María, corredentora en el

plan divino de la salvación, mediadora de todas las gracias y abogada del pueblo de Dios.

Así se le presento la propuesta a Pio XII en el Primer Congreso Mariano Internacional, que

tuvo lugar en Roma en el Año Santo 1950. Más adelante el 2 de mayo de 1984 el entonces cardenal

Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, afirmaría que dicha doctrina se

encontraba ya en diversos documentos dentro del Magisterio de la Iglesia. La reacción del lado

protestante fue tan reacia al cardenal que se está replanteando la manera de reelaborar este dogma

para no influir negativamente el ecumenismo por el que la iglesia católica ha optado en lo últimos

tiempos. No obstante, Juan Pablo II, en una audiencia general concedida el 8 de septiembre,

festividad del nacimiento de la Virgen María, afirma nuevamente que “la Santísima Virgen

participó en los sufrimientos de su divino Hijo para ser la corredentora de toda la Humanidad”.

Hasta Teresa de Calcuta suplicó al Santo Padre la aprobación de este quinto dogma en una carta

personal, fechada el 14 de agosto de 1993, en la que se exponían tres importantes reflexiones:

1. María es nuestra corredentora. Ella dio a Jesús su cuerpo y sufrió con Él al pie de la cruz.

2. María es la mediadora de todas las gracias, Ella nos dio a Jesús y como madre nuestra que

es, nos las otorga.

3. María es nuestra abogada. Reza a Jesús por nosotros y, a través de ella, llegamos al Corazón

Eucarístico de su Hijo.

Juan Pablo ha llegado a afirmar:

“María, aunque concebida y nacida sin mancha de pecado, participó de

una manera maravillosa en los sufrimientos de su divino Hijo, para poder ser la

Corredentora de la humanidad”123 …“¡Que María Santísima, Corredentora de la

raza humana junto con su Hijo, les otorgue siempre fortaleza y confianza!”124

…“La participación de María se realizó durante el acontecimiento mismo del

Calvario y en calidad de madre; por tanto, se extiende a la totalidad de la obra

salvífica de Cristo. Solamente ella fue asociada de ese modo al sacrificio redentor,

que mereció la salvación de todos los hombres”125 …“En verdad, ¿qué es la

mediación maternal de María sino un regalo del Padre para la humanidad?”126

¿Cómo es definido este dogma?

La idea es que se considera a María por una concesión muy especial de Dios, el haber

contribuido de manera eficaz aunque subordinadamente y en unión a la acción salvífica de

Jesucristo, a redimir al género humano, a través de: haber aceptado ser la madre de Jesús, y por

los dolores que tuvo que pasar, principalmente durante la Pasión y Muerte de Jesús en la cruz.

123 Juan Pablo II: En el saludo que dirigió a los enfermos después de su Audiencia General el 8 de septiembre de 1982 124 Juan Pablo II: Palabras dirigidas el 24 de marzo de 1990 a los participantes voluntarios de una peregrinación de la

Alianza Confederada del Transporte de Enfermos a Lourdes (OFTAL), así como a los enfermos que atienden 125 Juan Pablo II: Audiencia General del 9 de abril de 1997 126 Juan Pablo II, Discurso Papal, Roma, 1 de Octubre, 1997, L´Osservatore Romano, 41

Page 43: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

43

Ahora bien, para ser parte de esta especial colaboración con Jesús en cuanto a la redención

tenía necesariamente primero que darse otro don en ella, el que le viene de la Inmaculada

Concepción. Los méritos de María son por gracia, mientras que los de Jesús son por su propia

naturaleza127.

Hay, sin embargo, como hemos afirmado anteriormente otras voces, dentro de la iglesia128

que se oponen a la aceptación y declaración de este quinto Dogma mariano. Se habla de la

ambigüedad del término, contradictorio incluso desde un punto de vista teológico y ecuménico. Se

debe ahondar con seriedad en el papel de María en la redención, papel importante pero nunca

igualable al único Jesús.

Esta doctrina de la participación de María en la realización de la Redención no se menciona

expresamente en ningún documento eclesiástico anterior al papa León XIII. Desde éste hasta Pío

XI, los papas han usado el nombre “corredentora” o el verbo “corredimir” en varios documentos,

siguiendo la corriente teológica de su época. Sin embargo, es curioso que, a pesar del creciente

progreso de esta doctrina en los años que precedieron al Vaticano II, ni Pío XII, ni Juan XXIII, ni

Pablo VI hayan usado jamás dichas expresiones, al menos en documentos oficiales, lo cual no

quiere decir que no hayan empleado, especialmente Pío XII, expresiones que significan lo mismo

con otras palabras.

B. ARGUMENTACIÓN129 DE LA DOCTRINA.

El paquete de argumentos utilizados son los que siguen: una exegesis dudosa y tramposa de la

Escritura en la que comenzar el edificio sobre la doctrina de María. Partiendo de la hermenéutica

sobre la tipología de Cristo en el Antiguo Testamento (como dijo Pablo Jesús es el Nuevo Adán…)

ahora María se nos convierte en la “nueva Eva”, y a partir de ahí la “encuentran” alegóricamente

en diversos lugares tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. El uso de las citas a favor de

sus tesis de los Padres de la Iglesia hasta Bernardo (sigo XII); que la verdad llama la atención las

cosas que dicen sobre María; el uso de las citas de las cosas que dicen los llamados “santos de la

iglesia”; las citas de lo que dijeron los Reformadores Lutero y Calvino; las palabras de los Papas;

las palabras de los teólogos, y por último, sus supuestas apariciones y milagros “acreditados” que

tanto animan la religiosidad popular. Todo este vasto material se ha ido apoyando uno en otro para

formar la estructura del edificio enorme que es la fe y doctrina católicas sobre María que a día de

hoy sigue su curso en la consecución del dogma sobre María corredentora que es lo que se quiere

alcanzar. Lo que alegóricamente hablando sería conseguir de terminar la construcción del edificio.

Ahora queremos ofrecer además un resumen sobre los argumentos principales que se usan para

esta doctrina y nos hemos basado en lo dicho por el Dr. Scott Hahn130 y son los siguientes:

1. El Evangelio de Jesús toma forma en María. María se nos presenta como aquella en la que

primeramente se cumple y de una manera perfecta el Evangelio anunciado por Jesús. El Padre

127 Esto es lo que piensan los maximalistas: los que piensan que por mucho que se ensalce a María nunca se le hará

justicia, precisamente por esa excelencia suya, que la hace entrar en el mismísimo orden hipostático: de Mariam

numquam satis (nunca se dirá lo suficiente de María) como decía san Bernardo. 128 Los minimalistas: aquellos para quienes cuanto menos se destaque el extraordinario puesto que tiene la Virgen en

la economía de la salvación mejor. Fueron precisamente los minimalistas quienes en el Concilio Vaticano II lograron

impedir que a la Virgen se la dedicara un esquema propio y consiguieron que se la insertase, en cambio, en el esquema

sobre la Iglesia. También se opusieron ya entonces a la definición de la Corredención de María y de su Mediación

universal como dogmas de fe (según pedían muchos padres conciliares) y no ocultaron su desagrado al proclamarla

Pablo VI en el aula conciliar Madre de la Iglesia. 129 conjunto de argumentos usados para defender una tesis propia o rechazar una tesis del contrario 130 El doctor Scott Hahn es Profesor de teología y estudios bíblicos en la Universidad Franciscana de Steubenville, y

reconocido internacionalmente como autor y conferenciante de apologética, ecumenismo y estudios bíblicos.

Originalmente evangélico y antimariano pero ahora convertido al catolicismo y apologeta del quinto dogma mariano.

Page 44: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

44

envía a su Hijo para redención de la humanidad, comenzando con María. Al fijarse en María

en este cumplimiento no se pretende robar gloria a Jesús sino celebrar la obra de Jesús en su

madre, que es la criatura humana que lo manifiesta de la manera más perfecta.

María no es Dios pero si es la madre de Dios, siendo considerada como la creación más

grande de Dios. Su maternidad, en la que pone su carne y sangre a Jesús la une naturalmente

y hace además que Jesús este legalmente obligado por medio de la ley de su Padre ("Honrarás

a tu padre y a tu madre"), de compartir su honor, como Hijo, con María. Este argumento hace

suponer que Jesús como hijo de María tendría un comportamiento ejemplar con ella que le

llevaría a enriquecerla con los dones de su divina gloria, y en esto, somos llamados a imitar a

Jesús.

2. La salvación es una dinámica de trabajo compartido

Partiendo del ejemplo de la Trinidad, Juan Pablo II nos introduce la idea de familia en

el tema de la redención. Así ahora, para los creyentes131, el Padre es nuestro Padre (Jn. 20:17),

en virtud de la obra salvadora del Hijo, quien es "el primogénito entre muchos hermanos" (Rm.

8:29) y, por lo tanto, el Espíritu Santo es "el Espíritu de hijos adoptivos" que nos hace exclamar

"Abba, Padre" (Rm. 8:15). Así la religión cristiana católica se nos define como única y

definitiva: siendo el Evangelio de Dios que comparte su vida familiar y su amor con la

humanidad, y…aquí se nos presenta la tesis diciendo: todo comenzó con el don de María como

Madre; ella obedeció al Padre concibiendo al Hijo con el poder del Espíritu Santo “por

nosotros”.

María se nos define como colaboradora de Dios. Y para hacernos entender el concepto de

colaboración se echa mano de las palabras de Pablo cuando dijo: “Somos colaboradores de

Dios" (1 Co 3:9). Y de todos los colaboradores humanos que tiene Dios, y lógicamente, María

es especial y la principal colaboradora. Colaboró al quedarse embarazada de Jesús, cuidarlo

después de su nacimiento, alimentarlo con su leche materna, cantarle para que se durmiera y

acompañarlo toda su vida hasta llegar finalmente a la cruz del Calvario, donde ella, como un

“Abraham”, ofrecía a Su hijo voluntariamente. Dicho así lo que se quiere transmitir es que

finalmente toda la existencia del Hijo dependía del “si” de María a Dios. Visto así, y como

conclusión final a este argumento podríamos decir ¿pudo existir un colaborador más íntimo?

Nuevamente partiendo de la frase de Pablo cuando dice: “Ahora me alegro por los

padecimientos que soporto por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones

de Cristo, a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col. 1:24). Partiendo, de la doctrina de las

obras para la salvación, de la mística y ascetismo del sufrimiento, se plantea el ser discípulos

de Jesús, como algo que requiere un gran esfuerzo. Partiendo de este texto bíblico se plantea

que cuando “ofrecemos” al Señor nuestros sufrimientos (como hiciera Pablo) estamos

convirtiéndonos en colaboradores de los sufrimientos redentores de Jesús. María, en este

sentido, se convierte en la colaboradora por excelencia al haber unido,”dicen” su corazón con

el de Jesús, especialmente en el calvario. Y esto se apoya en las palabras recogidas en el

Catecismo de la Iglesia Católica:

"La maternidad de María perdura sin cesar en la economía de la gracia,

desde el consentimiento que dio fielmente en la anunciación, y que mantuvo

sin vacilar al pie de la cruz, hasta la realización plena y definitiva de todos

los escogidos." Sin embargo, la maternidad divina de María no terminó con

la resurrección y ascensión de su Hijo, y tampoco después de su asunción,

como lo indica el Catecismo: "En efecto, con su asunción a los cielos no

abandonó su misión salvadora, sino que continúa procurándonos con su

131 Católicos

Page 45: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

45

múltiple intercesión los dones de la salvación eterna (…) Por eso la Santísima

Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora,

Socorro, Mediadora"132

3. El "oficio salvador" de María: mediación maternal

Si hubo papas anteriores que no se atrevieron a hablar en estos términos de María, el

fervor mariano que tuvo el papa Juan Pablo II le ha dado la libertad de usarlo en seis ocasiones

(así como el término "corredentora") a lo largo de su pontificado. Se le atribuye incluso la

sutileza teológica de la definición que parece que está recibiendo mayor aceptación, la frase

“mediación maternal”.

Al aparecer al termino tan atrevido de “mediación” para su defensa se echa mano de las

palabras de Pablo cuando dijo: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los

hombres, Jesucristo hombre,” (1Tm 2:5). Este es el mismo texto que utiliza la teología

protestante para rebatir todo lo contrario, pero veamos el “matiz” exegético utilizado para

plantear como efectivamente María si puede ser Mediadora: en primer lugar, la palabra griega

que se utiliza aquí para "uno" es eis, que significa "primero" o "principal," no monos, que

significa "solamente" o "sólo." Así como hay sólo un mediador, también hay sólo una filiación

divina, que los creyentes compartimos al participar en Cristo. La mediación de Cristo no es

excluyente de María, por tanto, sino que la establece por medio de su participación. En la

misma línea se nos presenta a Jesús como Sumo Sacerdote por ser el Hijo primogénito de Dios

(Heb. 1:6-2:17), de lo que se fundamenta que por nosotros ser hijos de Dios (Heb. 2:10-17),

fluye nuestra santidad sacerdotal y servicio (Heb. 13­:10-16: 1P 2:5). La conclusión final de

este aspecto es, por tanto que, Jesús como Hijo primogénito de la familia de Dios, media como

Sumo Sacerdote entre el Padre y sus hijos, pero que María media como Reina-Madre (ver 1R

2:19 y Ap. 12:1-17). De esto trata su mediación maternal. Para el Padre, María es la Madre del

Hijo. Para nosotros pecadores, ella es la Madre de nuestro Salvador, y para su Hijo, ella es la

Madre de sus hermanos. Cuando se habla del papel de María en el plan salvífico de Dios, la

palabra "madre" no sólo es sustantivo sino verbo y, por lo tanto, un oficio.

4. Cristo mereció la capacidad de María de merecer

Aquí el concepto de mérito se usa con un sentido familiar otra vez, se plantea como una

herencia o una pensión. Según el Catecismo, la "acción paternal de Dios" es la que nos permite

merecer: "La adopción filial, haciéndonos partícipes por la gracia de la naturaleza divina,

puede conferirnos, según la justicia gratuita de Dios, un verdadero mérito. Se trata de un

derecho por gracia, el pleno derecho del amor, que nos hace "coherederos" de Cristo”133

Siguiente argumento: Jesús no tenía necesidad de nada por lógica, por tenerlo todo, así que

todos sus méritos fueron de acuerdo a nuestras necesidades. Él ha querido que todas las gracias

y méritos, que Jesús nos ha conseguido con su pasión y muerte, sean distribuidos por manos

de la madre universal: María. La pregunta es ¿de qué manera ha mostrado Dios Padre al mundo

cuanto fue lo que en realidad mereció su Hijo? En nosotros seguramente, pero…sobre todo en

María. ¿Por qué? Porque en el ser humano casi siempre suele haber una gran brecha entre lo

que Dios quiere para nosotros y en lo que realmente llega a ser, algo que no sucedió con María

donde el ideal y la realidad fueron una misma cosa. María alcanzo la meta de la unión

interpersonal de voluntad divina y humana.

5. Mater Et Magistra

¿Cuál es el papel que juega el magisterio en todo esto? La perspectiva que se nos ofrece

acerca del magisterio es sobre todo como una voz profética en medio del mundo, que

132 Catecismo de la Iglesia Católica, 969, citando Lumen Gentium 62 133 Catecismo, 2008-2009.

Page 46: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

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salvaguarda la verdad recibida de Dios y que añade las verdades nuevas que Dios va relevando.

En este contexto aparece la vieja argumentación de siempre en la que el Señor mantiene su

promesa a Pedro (y sucesores) a los que entregó las llaves y les dio la capacidad de penetrar

más profundamente en las grandes riquezas del depósito sagrado de la fe(Mt. 16:17-19). Y a

eso se añade además la infabilidad papal como “don exclusivo el Espíritu”. Así fueron

proclamados los dones marianos anteriores, y además coincidiendo con la definición del propio

dogma de la infabilidad papal. Fueron dogmas declarados no para contrarrestar herejías como

sucediera en el pasado sino con propósitos evangelistas de proclamar el evangelio,

perfectamente encarnado en la Madre de Dios y Madre nuestra. En un mundo desgarrado por

la incredulidad y el pecado, María se mantiene, por lo tanto, como un signo vital de la manera

en que Dios restaura a su familia. De hecho, al declararse el último dogma inmediatamente ya

se pensaba en el siguiente: el quinto dogma.

C. OBJECIONES A LA DOCTRINA

Aunque existen objeciones de todo tipo para este dogma, vamos a presentar a continuación

algunos expresados en el mismo seno del catolicismo:

1. El nombrar a María “Corredentora”, la pone en un mismo nivel con Jesucristo, el Hijo Divino

de Dios, haciéndola algo como una cuarta persona de la Trinidad, una diosa o casi divina diosa,

lo cual es una blasfemia para cualquier Cristiano verdadero.

2. El llamar a la Santísima Virgen María “Corredentora”, está contra el propio ecumenismo

Cristiano, puesto que lleva a la división entre católicos y otros cristianos

3. El llamar a la Madre de Jesús, “Corredentora” o su subsecuente rol como “Mediadora”, implica

un rol de mediación por alguien más que Jesucristo, pero las escrituras llanamente declaran en

1 Timoteo 2:5 “Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los

hombres, Cristo Jesús, hombre también”, y por tanto ninguna criatura puede ser correctamente

un mediador.

4. El llamar a María una corredentora o decirle a los Cristianos en general “corredentores”, es el

tener a un ser humano activamente participando en la redención, la que es divina o, más

específicamente, una actividad “teándrica”, alcanzada por Jesucristo solo en sus naturalezas

divina y humana, y por tanto prohibida por la Cristiandad. Tal cosa sería sólo en estimular el

paganismo, puesto que pone a la persona humana de María, como una parte de la acción divina

redentora que sólo Jesucristo puede lograr.

5. La idea de María como Corredentora y las enseñanzas sobre la corredención Mariana, son una

creencia pía sostenida por algunos Católicos devotos, pero no es una enseñanza doctrinal de la

Iglesia Católica. Sólo se le encuentra en algunos textos papales menores y ni ha sido enseñada

oficialmente por el Magisterio, ni tampoco está doctrinalmente presente en las enseñanzas del

Concilio Vaticano Segundo.

6. A un nivel teológico más especulativo, parece que María no puede participar en la adquisición

de las gracias de la redención (o “redención objetiva”) como Corredentora, cuando ella misma

necesitó ser redimida. Si Ella cooperó en la redención objetiva, es porque sin Ella, la redención

objetiva no se hubiera alcanzado. Pero si la redención objetiva definitivamente fue lograda,

entonces ella misma no puede ser beneficiada personalmente. Esto sería aceptar que al mismo

tiempo que la redención objetiva está en el acto de ser alcanzada, ha sido ya alcanzada, lo cual

sería una contradicción.

7. Aun dando por válida la legitimidad de María Corredentora y su correspondiente doctrina de

la corredención, no existen rezones substanciales o frutos para su definición papal en estos

tiempos, y de hecho tal definición causaría serias divisiones dentro de la Iglesia.134

134 Para profundizar más en las objeciones puede leer el artículo completo en internet:

Page 47: Ensayo Sobre Catolicismo Romano

47

D. ¿DONDE ESTA EL INTERES EN LA PROCLAMACIÓN DE ESTE DOGMA?

Queremos terminar el presente ensayo, haciéndonos eco de la noticia que informó el

periódico de la diócesis de San Pablo y Mineápolis, The Catholic Spirit, monseñor Chinnappa

afirmó que el reconocimiento de la función de María en el plan de Dios para redimir al mundo

junto a Cristo “favorecería el diálogo interreligioso y la sana evangelización”. También ayudaría

al ecumenismo, al aclarar que María tuvo una función subordinada, aunque especial, con Jesús y

que “los católicos no adoran a María, sino que la veneran a la luz de su cooperación única con

el Señor”, dijo. Por otra parte, aseguró que María desempeña un papel único en la evangelización

de los no cristianos, en concreto en Asia. En este sentido, el arzobispo explicó que la figura

femenina, a menudo en forma de divina madre, tiene gran importancia en varias tradiciones

religiosas de este continente. Personas familiarizadas con estos llamados “cultos maternos” se

abren fácilmente a la devoción a la Madre de Dios, añadió. Como ejemplo, indicó que el santuario

de la Virgen de la Salud en Vailankanni (India) atrae a millones de visitantes, incluidos hindúes y

musulmanes. No es esto lo sucedido a lo largo de la historia con la devoción mariana en diferentes

lugares (Guadalupe, Lourdes, Fátima, El Pilar, Loreto, el Rocío). ¿No nos llama la atención que

justo cuatro años después de que se proclamara el dogma de la Inmaculada comenzarán las famosas

apariciones de la Virgen en Lourdes? Y además que la misma Virgen se definiera así misma como

la “Inmaculada”135

E. QUE NOS DICEN LAS ESCRITURAS AL RESPECTO.

Lo cierto y verdad es que no existe ninguna referencia bíblica para justificar la doctrina de

María como corredentora ni ninguna de las dictadas anteriores. Pero si queremos apuntar lo que si

se dice de María en la Biblia: María, la madre de Jesús se nos define como era una mujer quien

fue descrita por Dios como “muy favorecida” (Lucas 1:28). María necesitaba de la gracia de Dios,

al igual que el resto de nosotros. María misma comprendió esta hecho, al declarar en Lucas 1:47,

“Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.” María reconoció que ella necesitaba ser salvada,

que ella necesitaba a Dios como su Salvador. Mateo 1:25, hablando de José, declara, “Pero no la

conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso por nombre Jesús.” La palabra “hasta”

indica claramente que José y María tuvieron una unión sexual después del nacimiento de Jesús.

José y María tuvieron varios hijos juntos después de que Jesús nació. Jesús tuvo cuatro medios-

hermanos (Jacobo, José, Simón, y Judas), Jesús también tuvo medias-hermanas, pero no se

mencionan sus nombres o el número de ellas (Mateo 13:55-56). Dios bendijo y favoreció a María

dándole varios hijos, lo cual en esa cultura era una clara indicación de la bendición de Dios hacia

una mujer. Una ocasión en que Jesús estaba hablando, una mujer de entre la multitud exclamó,

“Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste” (Lucas 11:27). Nunca hubo

una mejor oportunidad para que Jesús declarara que María era en realidad digna de alabanza y

adoración. ¿Cuál fue la respuesta de Jesús? “Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la

palabra de Dios, y la guardan.” (Lucas 11:28). Para Jesús, la obediencia a la Palabra de Dios era

MAS IMPORTANTE que el ser la mujer de quien nació. En ninguna parte de la Escritura Jesús,

o alguien más, dirige alguna alabanza, gloria o adoración a María. Elisabeth, la pariente de María,

alabó a María en Lucas 1:42-44, pero su alabanza estaba basada en el hecho de que María daría a

luz a Jesús. María estuvo ahí en la cruz cuando Jesús murió (Juan 19:25). María estuvo con los

http://www.mercaba.org/FICHAS/MAR%C3%8DA/corredentora_respuestas_objeciones.htm 135 María nunca había sido tan popular ni se había aparecido con tal consistencia y frecuencia como en el siglo veinte,

que ha sido llamado “la era de María”. De casi todos los continentes más de 400 apariciones han sido reportadas

durante este período—más que en los tres siglos previos combinados. Las apariciones marianas contemporáneas se

distinguen de las más antiguas principalmente por dos rasgos: son públicas y en serie. Esto es, múltiples apariciones

ocurren en secuencia, a veces durante un muy largo período y las apariciones no tienen lugar privadamente sino más

bien frente a una audiencia. Otra diferencia es que un número creciente de apariciones son experimentadas por niños

o adolescentes, ya sea a un solo vidente o a un grupo de ellos.

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apóstoles en el día de Pentecostés (Hechos 1:14). Sin embargo, María nunca vuelve a ser

mencionada después del capítulo uno del libro de los Hechos. En ningún momento los apóstoles

le concedieron a María un papel prominente. La muerte de María no está registrada en la Biblia.

Nada se dice de María acerca de su ascensión al cielo, o siendo de alguna forma exaltada en el

cielo. María debe ser respetada como la madre terrenal de Jesús, pero no es digna de adoración.

En ninguna parte indica la Biblia que María puede escuchar nuestras oraciones, o que puede ser

mediadora para nosotros ante Dios. Jesús es nuestro Único abogado y mediador en el cielo (1

Timoteo 2:5) Si se le hubiera ofrecido alabanza, adoración, u oraciones, María hubiera dicho lo

mismo que los ángeles: “¡Adora a Dios!” (Apocalipsis 19:10; 22:9) María misma establece el

ejemplo para nosotros, dirigiendo su alabanza, adoración y glorificación solamente a Dios,

“Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado

la bajeza de su sierva; pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones,

porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre” (Lucas 1:46-49).

CONCLUSIÓN

La conclusión es simple. El católico ha sido desviado de tener una verdadera experiencia del

amor del Padre a través de su Espíritu Santo en nuestros corazones al centrarse en la figura de

María a la que se convierte (no en la teoría, aunque casi) pero si en la práctica en la cuarta persona

(como verdadera diosa) de la Trinidad. A esta “diosa” es a la que se tiene que tener devoción y

orar sobre todo a ella que si nos comprende, y ayuda ante Jesucristo quien terminara mediando al

Padre Dios. Con este quinto dogma además se le rendirá más gloria (que es solo debida a Dios)

reconociendo su papel como mediadora así como corredentora.

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