Ensayo 01 maria carolina fernandez
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Ensayo “Leyes de La Simplicidad”
MARIA CAROLINA FERNÁNDEZ MORALES
D.I Carlos Gutiérrez
UNIVERSIDAD DEL NORTE
DEPARTAMENTO DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y DISEÑO
DISEÑO INDUSTRIAL
BARRANQUILLA
2012
En un mundo donde generalmente se buscan recompensas inmediatas y
reacciones más de prisa, se nos muestran productos y servicios cada vez más
complejos; el diseñador y tecnólogo John Maeda en su libro sobre la simplicidad,
señala que ésta se puede aplicar a cualquier ámbito de la vida, incluyendo la
concepción de productos.
El autor en su libro, nos muestra cómo la simplicidad puede solucionar problemas
frecuentes o perfeccionar productos existes. Se cuestiona y nos pregunta sobre
la simplicidad a través de todo el libro, haciéndonos pensar que es el camino que
deben abordar los productos futuros. Aunque Maeda no llega a una respuesta
final en su libro espero que al finalizar este ensayo yo logre encontrar una
respuesta a las preguntas que me formulé a través de su lectura: es posible
alcanzar la perfección, la simplicidad total?; la simplicidad es el camino al que
debe apuntar un diseñador? o es el balance entre la simplicidad y la complejidad
lo que debemos perseguir?; todo esto teniendo en cuenta que lo que las nuevas
generaciones demandan, pues si bien estamos en una era de “ciudadanos
virtuales” que anhelan, lo simple también es cierto que en su mayoría escogen lo
complejo, y que cada día más se acrecenta la masa que no perciben lo bello de
lo simple.
Maeda desarrolló en su libro 10 leyes de la simplicidad, haciendo analogías de
proyectos para explicar cada uno de los conceptos: Reduce, Organiza, Tiempo,
Aprende, Diferencia, Contexto, Emoción, Confianza, Fracaso, La única.
Expondré mi opinión sobre las mencionadas leyes, a través de un objeto de uso
cotidiano en la cocina: el Horno microondas el cual es usado para calentar o
descongelar alimentos. El horno microondas tiene como función transformar la
energía eléctrica en ondas de alta frecuencia; las mismas se denominan
microondas, éstas penetran en el interior de los alimentos provocando una fricción
entre sus moléculas originando así calor. Cuando se activa el horno, las
microondas se ponen en marcha dispersándose por toda la superficie de los
alimentos, introduciéndose en su interior hasta alcanzar los 2,5 cm de profundidad
y a tal profundidad se produce la fricción entre moléculas generándose un rápido
calentamiento, el resto del alimento se llega a calentar por contacto.
Si analizamos el Horno Microondas desde la primera ley: Reduce, la cual nos
enseña que la forma más sencilla de conseguir la simplicidad es por medio de
una meditada reducción de lo innecesario; podemos señalar que este objeto, a
pesar de su uso aparentemente “sencillo”, posee algunos “botones”
innecesarios; sin embargo, como lo plantea Maeda en su libro, ¿dónde está el
balance entre simplicidad y complejidad?. En mi criterio, se trata de que al
momento de concebir el objeto, el mismo se debe analizar desde varios ángulos
para así reducir el contenido y hacerlo sencillo; donde lo sencillo no pueda existir
sin lo complejo, pero esto último termina siendo esclavo de lo primero.
Si tomamos el principio dos del diseño universal “Uso flexible” y el tres “uso simple
e intuitivo”, pienso que podemos tener una mezcla entre un producto que sea
simple de usar y al mismo tiempo cumpla con las demandas que como usuarios
exigimos. En tal sentido, el horno microondas cumple su función primordial, y
cumple en gran parte estos criterios, pero está presente la complejidad de lo
innecesario
De otro lado, respecto a la novena ley: el fracaso, la considero relacionada con
la primera (reduce), cuando hablábamos del balance entre lo simple y lo complejo,
el cual a su vez se enfrenta con el deseo del consumidor de que el microondas
cumpla con el objetivo para el cual fue concebido pero a la vez sea lo
suficientemente intuitivo; ello enfrenta al diseñador con una encrucijada en la cual
nos damos cuenta que algunas cosas no se pueden hacer más sencillas.
En cuanto a la segunda ley: organización; en mi concepto, es una de las que más
cumple el horno microondas; pues logra que veamos un sistema que de suyo es
complejo, de una manera reducida y simple. Si lo relacionamos con el cuarto
principio del diseño universal “Información perceptible”, el diseño del horno
microondas, gracias a su organización, nos transmite a los usuarios la información
necesaria de una manera efectiva. Así, por Ejemplo, cuando se cumple el tiempo
de calentamiento, el horno nos manda una información una alerta a través de una
señal sonora.
El hecho de que un producto esté bien organizado, ayuda a reducir el tiempo
(cuarta ley de la simplicidad) y a su vez le parecerá más simple al usuario. El
ahorro de tiempo no debe mirarse sólo desde la óptica de la disminución del lapso
para la preparación de alimentos, sino que, pensando en la simplicidad del
objeto, debe mirarse desde el aspecto de la comprensión del significado de los
objetos de comunicación del producto; para esto por Ej. se pueden crear formas
y estructuras que asemejen lo que las personas consideren como común; éste
ejemplo ya está aplicado en el microondas (símbolos de comidas en la parte
superior frontal) pero aunque estos símbolos nos ayuden a entender a la
¨mayoría¨ de las personas, no suple las necesidades de información de un cierto
grupo de personas con necesidades especiales.
La octava ley: confianza, en mi sentir es dependiente de la cuarta ley:
aprender. Al referirse a la confianza John Maeda, habla de la importancia de
confiar en la simplicidad, donde los productos deben ser honestos, simples, sin
adaptaciones, para lograr ahorrar tiempo y dinero. Cómo se daría esta ley en el
horno microondas sin saber acerca de él, sin haber estudiado sobre el mismo;
pues la investigación es el primer pilar para un diseño exitoso. El horno
microondas cumple con esa ley, es simple y honesto; sin embargo no se podría
aseverar que no podría ser mejor; en tal sentido, se requiere entonces del
conocimiento para efectuar los cambios y para aprender se necesita tiempo, y
muchos piensan que esta es una inversión perdida. Es de vital importancia que
los diseños sean entendibles, no solo para un grupo de personas sino para todas
las personas, en tal sentido, el microondas a pesar de sus limitantes, es un
producto que hace entender su funcionalidad.
La simplicidad y la complejidad se necesitan una a la otra (diferencia, quinta ley).
Tomando al horno microondas como ejemplo, no podríamos reconocer la
simplicidad, sin el contrapunto de la complejidad. Con ello no pretendo señalar
que la complejidad es lo mejor, sino resaltar el valor que tiene la complejidad para
hacer del sistema algo funcional. Los objetos están conformados por sistemas
complejos en los cuales la organización es la unión para hacer de ellos unos
productos simples y depende del diseñador ORGANIZAR el sistema; en tal
sentido, el horno no podría funcionar sin un complejo sistema de cables el cual,
gracias a la organización, no percibe el usuario.
En cuanto al contexto, existen dos conceptos diferentes que quiero desarrollar.
El primero, el del paso a la monotonía, donde la complejidad es la que gobierna;
dicho concepto, lo relaciono con la ley de reducir, y pienso que es una
consecuencia de la excesiva reducción. Debe existir un balance para un producto
exitoso. El segundo concepto “todo lo importante se produce en un primer plano”;
tomando como ejemplo al horno microondas, considero que cumple a cabalidad
con este concepto, pues en el plano Fontal muestra al usuario todas las acciones
que necesita realizar, sin requerir un esfuerzo físico máximo; siendo así un
diseño que comunica el mensaje deseado.
En relación con la séptima ley: Emoción, Maeda habla de cómo debemos
emplear la simplicidad para crear emociones positivas. Al respecto,
“para crear objetos con motivaciones no se necesita de tecnología o estilos
elaborados, nuestro amor por los objetos no es ni siquiera los objetos mismos, es
sobre nosotros, nosotros amamos a los objetos que nos conectan con otras
personas, y que nos recuerdan que estamos vivo” (Metrópolis, 2009)
Teniendo como marco de referencia la cita transcrita, considero que el horno
microondas, si lo analizamos desde diferentes puntos de vista, puede o no
cumplir con esta ley. Así, si se mira como un objeto que ahora tiempo el cual
puede emplearse para compartir con otros, cumple la ley; pero si analizamos
este producto desde su sola apariencia formal, no cumpliría la ley. Entonces es
importante que el usuario se sienta identificado con este objeto a un nivel más allá
del práctico. Lo anterior, relieva la importancia de que los diseñadores nos
conectemos más con nuestra inteligencia emocional, pues tal como mencioné el
conocimiento es poder, y esto hace parte esencial de ese conocimiento.
En cuanto a la decima ley: “La única”, empezaré citando esta frase
“Lo importante es que esté diseñado de tal manera que las características visuales
no sean las más importantes. De hecho podría tomarte un tiempo darte cuenta
que también funciona” (Metrópolis, 2009). Con ello quiero reforzar lo que Maeda
dijo, la simplicidad se trata de eliminar lo obvio y añadir lo que da significado, lo
cual pienso que en un producto es lo que no se ve, lo que está relacionado con
las emociones, con lo intangible del producto; es decir, la parte simbólica de éste.
En el caso del horno microondas, el mismo representa para los usuarios directos o
indirectos, un agilizador de una tarea diaria o un ahorro de tiempo.
Finalmente deseo responder las preguntas que me hice al principio de este
ensayo. Es posible alcanzar la perfección en la simplicidad total?, es la
Simplicidad el camino? O el balance entre la simplicidad y la complejidad es lo que
debemos perseguir?. Por todo el expuesto en el transcurso del ensayo, me inclino
a considerar que un diseñador debe buscar el balance entre la simplicidad y la
complejidad, pues cómo podríamos apreciar la simplicidad sin un poco de
complejidad; además, todo está hecho de sistemas y el trabajo de los
diseñadores es volverlos sencillos para que la interacción de las personas con los
objetos sea posible. El proceso de diseño deben fluir con facilidad, y tener la
capacidad de transformarse si es necesario, sin dejar atrás la simplicidad y sus
principios.
La vida cotidiana cada vez más rápida y convulsionada exige simplicidad en sus
productos; el diseñador es el encargado de generar productos que puedan ser
usados por la mayoría de las personas o por un grueso número, para ello deben
ser sencillos, con un uso intuitivo. Muchas veces el mercado hace que se
diseñen cosas cada vez más complejas, pero que en su utilización en realidad
son simples; sin embargo, generalmente sólo en momentos de urgencia
apreciamos el valor de lo simple y nuestra creatividad nos llevará a crear objetos
innovadores y sencillos.
Bibliografía
JOHN MAEDA, Las leyes de la simplicidad. Gedisa Editorial
Metropolis, the magazine of architecture and design (2009)
State university, te center for universal desing , Los principios del diseño Universal