Enigmas que plantea el relato de la Resurrección de Jesucristo. Lo que realmente debió ocurrir...

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ENIGMAS EN TORNO A LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO: Claves bíblicas que nos permiten resolver algunos de los misterios que envuelven el evento más importante de la historia del cristianismo. Nota : Este artículo es el resumen del capítulo 10 del libro (en preparación) de Alfonso Baeza Parra titulado: LOS MILAGROS DE JESUCRISTO: CLAVES BÍBLICAS Y EXTRA-BÍBLÍCAS QUE NOS ACERCAN A LA VERDADERA DIMENSIÓN QUE DEBIERON TENER LOS MILAGROS DEL NUEVO TESTAMENTO. Para recibir una copia gratuita del citado capítulo 10 en su versión completa, solicítalo a [email protected]. Cualquier comentario, crítica u observación a este estudio, puedes dirigirla a esa misma dirección de correo electrónico.

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ENIGMAS EN TORNO A LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO:

Claves bíblicas que nos permiten resolver algunos de los misterios que envuelven el evento más importante de la historia del cristianismo.

ENIGMAS EN TORNO A LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO:

Claves bíblicas que nos permiten resolver algunos de los misterios que envuelven el evento más importante de la historia del cristianismo.

Nota: Este artículo es el resumen del capítulo 10 del libro (en preparación) de Alfonso Baeza Parra titulado: LOS MILAGROS DE JESUCRISTO: CLAVES BÍBLICAS Y EXTRA-BÍBLÍCAS QUE NOS ACERCAN A LA VERDADERA DIMENSIÓN QUE DEBIERON TENER LOS MILAGROS DEL NUEVO TESTAMENTO. Para recibir una copia gratuita del citado capítulo 10 en su versión completa, solicítalo a [email protected]. Cualquier comentario, crítica u observación a este estudio, puedes dirigirla a esa misma dirección de correo electrónico.

La resurrección de Jesucristo es la PIEDRA ANGULAR sobre la que descansa el edificio de la fe cristiana.

La resurrección de Jesucristo es la PIEDRA ANGULAR sobre la que descansa el edificio de la fe cristiana.

La resurrección de Jesucristo es el hecho fundamental sobre el que descansa el edificio de la fe cristiana. Sin embargo, los datos que tenemos de ella y, en general, de lo que aconteció en los días siguientes a la crucifixión (procedentes de la única fuente existente, el Nuevo Tstamento) nos plantean muchas incógnitas para las que no encontramos respuestas convincentes en el marco de la interpretación bíblica tradicional - fundamentalista.

Sin embargo, la información que tenemos de ella y, en general, de lo que aconteció en los días siguientes a la crucifixión (procedente de la única fuente existente, el Nuevo Testamento) nos deja con muchas incógnitas para las que no encontramos respuestas convincentes en el marco de la interpretación bíblica tradicional - fundamentalista.

Este artículo propone una perspectiva interpretativa DISTINTA desde la que sí es posible dar respuesta a muchos de esos ENIGMAS, como los que se citan a continuación:

Este artículo propone una perspectiva interpretativa DISTINTA desde la que sí es posible dar respuesta a muchos de esos ENIGMAS, como los que se citan a continuación:

1) ¿Qué sentido tiene que la resurrección de Jesús, destinada iba a convertirse en el fundamento principal de la fe cristiana, tuviera lugar sin testigos?[i]

1) ¿Qué sentido tiene que la resurrección de Jesús, destinada iba a convertirse en el fundamento principal de la fe cristiana, tuviera lugar sin testigos?[i] [i] Para Marcos, Lucas y Juan, la resurrección se produjo sin testigos. Mateo, en cambio, afirma que el sepulcro de Jesús estuvo vigilado por soldados romanos que presenciaron el acontecimiento, pero ese relato de Mateo no es auténtico. Para la explicación correspondiente remitimos al lector al trabajo mencionado en la cabecera de este artículo.

2) Tras la resurrección, ¿por qué Jesús resucitado no fue visto por nadienadie, a excepción de Sus propios seguidores?

2) Tras la resurrección, ¿por qué Jesús resucitado no fue visto por nadienadie, a excepción de Sus propios seguidores?

3) ¿Por qué los discípulos no empezaron a predicar sobre la resurrección hasta después de la ascensión, cuando ya nadie podía ver a Jesús resucitado?

3) ¿Por qué los discípulos no empezaron a predicar sobre la resurrección hasta después de la ascensión, cuando ya nadie podía ver a Jesús resucitado?

4) ¿Cómo interpretar el ¿Cómo interpretar el cambio de cambio de aspecto físicoaspecto físico, debido al cual los propios , debido al cual los propios apóstoles apóstoles “dudaban”“dudaban” ante ante Jesús Jesús resucitadoresucitado o incluso llegaban a o incluso llegaban a no no reconocerloreconocerlo? ? (Mt 28: 17, Lc 24: 13 – 32, (Mt 28: 17, Lc 24: 13 – 32, Jn 21: 12)Jn 21: 12)

5.1. Puesto que Jesús había predicho su resurrección en repetidas ocasiones (Mt 16: 21; 20 19, etc.), entonces …

5.1. Puesto que Jesús había predicho su resurrección en repetidas ocasiones (Mt 16: 21; 20 19, etc.), entonces …

5.2. … ¿cómo explicar que los apóstoles trataran de “locas” (Lc 24: 11) a las mujeres que les trajeron la noticia de la resurrección (Mt 28: 9), y se negaran a creerlas? (Mc 16: 11)

5.2. … ¿cómo explicar que los apóstoles trataran de “locas” (Lc 24: 11) a las mujeres que les trajeron la noticia de la resurrección (Mt 28: 9), y se negaran a creerlas? (Mc 16: 11)

¿Cómo explicar que sin realizar la más mínima comprobación, gastaran una fuerte cantidad de dinero en sobornar a los guardias, para que no contaran a nadie lo que acababan de contarles a ellos (Mt 27: 62 – 67; 28: 12 – 13).

¿Cómo explicar que sin realizar la más mínima comprobación, gastaran una fuerte cantidad de dinero en sobornar a los guardias, para que no contaran a nadie lo que acababan de contarles a ellos (Mt 27: 62 – 67; 28: 12 – 13).

6) ¿Por qué los dirigentes judíos, que consideraban a Jesús un impostor, sí creyeron la noticia de la resurrección, que los mismos apóstoles consideraban una “locura?” (Lc 24: 11)

6) ¿Por qué los dirigentes judíos, que consideraban a Jesús un impostor, sí creyeron la noticia de la resurrección, que los mismos apóstoles consideraban una “locura?” (Lc 24: 11)

7) ¿Por qué la ascensión es registrada únicamente por Lucas, un cristiano de segunda generación que no había conocido personalmente a Jesús (Lc 1: 2), mientras que Mateo y Juan, considerados por la tradición como testigos privilegiados de esa solemne y emotiva despedida, ni siquiera la mencionan?

7) ¿Por qué la ascensión es registrada únicamente por Lucas, un cristiano de segunda generación que no había conocido personalmente a Jesús (Lc 1: 2), mientras que Mateo y Juan, considerados por la tradición como testigos privilegiados de esa solemne y emotiva despedida, ni siquiera la mencionan?

8) Durante los 40 días que JESÚS RESUCITADO permaneció en la tierra, según el Nuevo Testamento (Hch 1: 3) se mostró a los discípulos en muy breves y contadas ocasiones. ¿Por qué no permaneció con ellos hasta el momento de Su partida al cielo?

8) Durante los 40 días que JESÚS RESUCITADO permaneció en la tierra, según el Nuevo Testamento (Hch 1: 3) se mostró a los discípulos en muy breves y contadas ocasiones. ¿Por qué no permaneció con ellos hasta el momento de Su partida al cielo?

9) Jesús se apareció a las mujeres y les encargó que transmitieran cierto mensaje de Su parte a los apóstoles (Mt 28: 10; Jn 20: 17). ¿Por qué no las acompañó Él mismo hasta donde estaban ellos?

9) Jesús se apareció a las mujeres y les encargó que transmitieran cierto mensaje de Su parte a los apóstoles (Mt 28: 10; Jn 20: 17). ¿Por qué no las acompañó Él mismo hasta donde estaban ellos?

… y Mateo confirma que los apóstoles realizaron ese largo viaje (unos 150 km.) hasta Galilea donde días más tarde se produjo el emotivo reencuentro con el Maestro (Mt 28: 16 – 20). Pero Lucas y Juan, los últimos evangelistas, afirman que Jesús estuvo con los apóstoles el mismo día de la resurrección en la propia Jerusalén donde ya se encontraban (Lc 24: 36; Jn 20: 19), dejando sin sentido el mensaje de ir a Galilea, que por supuesto Lucas y Juan omiten ¿Cómo interpretar este dato contradictorio?

… y Mateo confirma que los apóstoles realizaron ese largo viaje (unos 150 km.) hasta Galilea donde días más tarde se produjo el emotivo reencuentro con el Maestro (Mt 28: 16 – 20). Pero Lucas y Juan, los últimos evangelistas, afirman que Jesús estuvo con los apóstoles el mismo día de la resurrección en la propia Jerusalén donde ya se encontraban (Lc 24: 36; Jn 20: 19), dejando sin sentido el mensaje de ir a Galilea, que por supuesto Lucas y Juan omiten ¿Cómo interpretar este dato contradictorio?

10) Según Marcos y Mateo, los primeros evangelistas, el reencuentro de los apóstoles con JESÚS RESUCITADO debía producirse en Galilea. Así les encargaron los ángeles a las mujeres que lo transmitieran a los discípulos (Mt 28: 10; Mc 16: 7)…

10) Según Marcos y Mateo, los primeros evangelistas, el reencuentro de los apóstoles con JESÚS RESUCITADO debía producirse en Galilea. Así les encargaron los ángeles a las mujeres que lo transmitieran a los discípulos (Mt 28: 10; Mc 16: 7)…

11) Tratándose del evento más importante para la fe cristiana, ¿cómo explicar las divergencias tan notables[i] que existen entre los distintos evangelistas con relación a lo que ocurrió el día de la resurrección?

11) Tratándose del evento más importante para la fe cristiana, ¿cómo explicar las divergencias tan notables[i] que existen entre los distintos evangelistas con relación a lo que ocurrió el día de la resurrección?

[i] «Si en el relato de la pasión los tres sinópticos siguen carriles paralelos, en los relatos de la resurrección presentan divergencias impresionantes» (Luis Alonso Schökel, Biblia del Peregrino, Ediciones Mensajero, Bilbao 1996, tomo III, p. 148. Comentario a pie de página de Mateo 28)

12.1. ¿Cómo armonizar los pasajes de los evangelios que presentan a Jesús resucitado como un ser completamente espiritual que atravesaba paredes, que aparecía y desaparecía a voluntad, que tenía “apariencia de espíritu” (Lc 24: 31, 37; Jn 20: 19, 26; etc.) …

12.1. ¿Cómo armonizar los pasajes de los evangelios que presentan a Jesús resucitado como un ser completamente espiritual que atravesaba paredes, que aparecía y desaparecía a voluntad, que tenía “apariencia de espíritu” (Lc 24: 31, 37; Jn 20: 19, 26; etc.) …

12.2. … con aquellos otros que aseguran que se trataba de un hombre de carne y hueso, que comía y bebía (Lc 24: 43; Hch 10: 41), que conservaba las heridas de la crucifixión (Jn 20: 27), etc.?

12.2. … con aquellos otros que aseguran que se trataba de un hombre de carne y hueso, que comía y bebía (Lc 24: 43; Hch 10: 41), que conservaba las heridas de la crucifixión (Jn 20: 27), etc.?

Si desde posiciones fundamentalistas es difícil dar respuestas convincentes a preguntas como las anteriores, no lo es tanto desde una perspectiva interpretativa más abierta y realista, una una perspectiva que nos puede acercar a lo perspectiva que nos puede acercar a lo que que realmenterealmente ocurrió en los días ocurrió en los días siguientes a la crucifixión.siguientes a la crucifixión.

Si desde posiciones fundamentalistas es difícil dar respuestas convincentes a preguntas como las anteriores, no lo es tanto desde una perspectiva interpretativa más abierta y realista, una una perspectiva que nos puede acercar a lo perspectiva que nos puede acercar a lo que que realmenterealmente ocurrió en los días ocurrió en los días siguientes a la crucifixión.siguientes a la crucifixión.

Según la hipótesis defendida por este autor, las contradicciones y dificultades que encontramos en los relatos de la resurrección se deben a que los evangelistas recogen, junto con informaciones procedentes de los auténticos relatos primitivos, algunos datos espurios que la tradición ya había incorporado para el tiempo en que ellos escribieron.

Según la hipótesis defendida por este autor, las contradicciones y dificultades que encontramos en los relatos de la resurrección se deben a que los evangelistas recogen, junto con informaciones procedentes de los auténticos relatos primitivos, algunos datos espurios que la tradición ya había incorporado para el tiempo en que ellos escribieron.

Desgraciadamente, el registro de la vida y enseñanzas de Jesús no se produjo como lo muestra esta ilustración de ficción. El único soporte de los hechos y dichos del Maestro era el frágil recuerdo que conservaban sus seguidores, que fue transmitiéndose de forma oral. Con el paso del tiempo y la progresiva desaparición de los testigos directos, esas tradiciones fueron incorporando algunos datos espurios

Tradicionalmente se ha afirmado que los evangelios fueron escritos muy tempranamente, durante el tiempo llamado “de los testigos oculares” (30 – 70 d.C.). Sin embargo la evidencia creciente de los últimos tiempos apunta a una composición más tardía, en concreto, al último tercio o cuarto del siglo, después de la gran catástrofe nacional que para los judíos supuso la guerra judeo-romana (66 – 73 d.C.)

Tradicionalmente se ha afirmado que los evangelios fueron escritos muy tempranamente, durante el tiempo llamado “de los testigos oculares” (30 – 70 d.C.). Sin embargo la evidencia creciente de los últimos tiempos apunta a una composición más tardía, en concreto, al último tercio o cuarto del siglo, después de la gran catástrofe nacional que para los judíos supuso la guerra judeo-romana (66 – 73 d.C.)

Esa guerra supuso la desaparición de los pocos testigos que aún pudieran quedar de las actividades del Maestro Galileo…

Esa guerra supuso la desaparición de los pocos testigos que aún pudieran quedar de las actividades del Maestro Galileo…

La conflagración eliminó prácticamente todo vestigio del paso de Jesús de Nazaret por la tierra.

La conflagración eliminó prácticamente todo vestigio del paso de Jesús de Nazaret por la tierra.

Los evangelistas fueron, con toda seguridad, cristianos anónimos de segunda o tercera generación, que no habían conocido personalmente a Jesús (*).

Los evangelistas fueron, con toda seguridad, cristianos anónimos de segunda o tercera generación, que no habían conocido personalmente a Jesús (*).

(*) Véase Antonio Piñero, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, Ed. Trotta, Madrid 2008, p. 37. El profesor Piñero es catedrático de Filología Griega de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en lengua y literatura del cristianismo primitivo.

Para llevar a cabo su tarea, se sirvieron de escritos fragmentarios ya existentes, así como de tradiciones orales que, para entonces, seguramente ya contenían datos espurios, algunos de los cuales ellos dieron por buenos e incluyeron en sus relatos.

Para llevar a cabo su tarea, se sirvieron de escritos fragmentarios ya existentes, así como de tradiciones orales que, para entonces, seguramente ya contenían datos espurios, algunos de los cuales ellos dieron por buenos e incluyeron en sus relatos.

Pero, ¿cómo identificar los datos espurios, si es que los hay, para poder aislar un núcleo de verdad que refleje lo que realmente ocurrió, lo que contaban los auténticos relatos primitivos? Dos estrategias simples que podemos usar son:

Pero, ¿cómo identificar los datos espurios, si es que los hay, para poder aislar un núcleo de verdad que refleje lo que realmente ocurrió, lo que contaban los auténticos relatos primitivos? Dos estrategias simples que podemos usar son:

1ª) Por un lado, la comparación cuidadosa de las narraciones de los diferentes evangelistas nos permite detectar algunas informaciones que no encajan bien en el cuadro general.

1ª) Por un lado, la comparación cuidadosa de las narraciones de los diferentes evangelistas nos permite detectar algunas informaciones que no encajan bien en el cuadro general.

2ª) Por otro, contrastando lo que nos cuentan los evangelios sobre la resurrección, con las creencias de los cristianos de la primera generación, podremos igualmente identificar posibles elementos que, siendo ajenos a lo que creyeron los que habían conocido a Jesús, debemos interpretarlos como reelaboraciones espurias de los relatos originales.

2ª) Por otro, contrastando lo que nos cuentan los evangelios sobre la resurrección, con las creencias de los cristianos de la primera generación, podremos igualmente identificar posibles elementos que, siendo ajenos a lo que creyeron los que habían conocido a Jesús, debemos interpretarlos como reelaboraciones espurias de los relatos originales.

La primera estrategia citada nos permite ya dar respuesta a una de las incógnitas planteadas al principio de este trabajo, la relativa a la sorprendente CREDULIDAD con la que los dirigentes judíos reaccionaron a la noticia de la resurrección de Jesús. En realidad NO hubo tal credulidad porque nadie vino a los sacerdotes a decirles que Jesús hubiera resucitado.

La primera estrategia citada nos permite ya dar respuesta a una de las incógnitas planteadas al principio de este trabajo, la relativa a la sorprendente CREDULIDAD con la que los dirigentes judíos reaccionaron a la noticia de la resurrección de Jesús. En realidad NO hubo tal credulidad porque nadie vino a los sacerdotes a decirles que Jesús hubiera resucitado.

La historia de los soldados, que únicamente Mateo dio por buena y recogió en su evangelio, es en realidad espuria. En este resumen no hay espacio para la explicación correspondiente y por ello remitimos al lector al capítulo original.

La historia de los soldados, que únicamente Mateo dio por buena y recogió en su evangelio, es en realidad espuria. En este resumen no hay espacio para la explicación correspondiente y por ello remitimos al lector al capítulo original.

Baste con citar aquí que el discurso de Gamaliel, recogido en Hechos 5: 34 – 42 refleja claramente que los dirigentes judíos nunca tuvieron constancia fehaciente de que Jesús hubiera resucitado.

Baste con citar aquí que el discurso de Gamaliel, recogido en Hechos 5: 34 – 42 refleja claramente que los dirigentes judíos nunca tuvieron constancia fehaciente de que Jesús hubiera resucitado.

En cuanto a la segunda estrategia, el lector puede estar preguntándose: ¿cómo saber lo que creían los cristianos que habían conocido a Jesús?:

En cuanto a la segunda estrategia, el lector puede estar preguntándose: ¿cómo saber lo que creían los cristianos que habían conocido a Jesús?:

Podemos encontrar pistas de esas creencias sin siquiera salir de la Biblia, puesto que el Nuevo Testamento incluye escritos anteriores a los evangelios, documentos que datan de los años 50’s, cuando todavía debían vivir muchos de los que habían conocido a Jesús: las epístolas de San Pablo. Esas cartas nos dan pistas muy valiosas sobre muchas de las creencias de los primeros cristianos.

Podemos encontrar pistas de esas creencias sin siquiera salir de la Biblia, puesto que el Nuevo Testamento incluye escritos anteriores a los evangelios, documentos que datan de los años 50’s, cuando todavía debían vivir muchos de los que habían conocido a Jesús: las epístolas de San Pablo. Esas cartas nos dan pistas muy valiosas sobre muchas de las creencias de los primeros cristianos.

Pablo no nos aporta detalles de la resurrección de Jesucristo, pero habla de ella como modelo de la

resurrección final de los justos (1ª Cor 15: 16 – 23) , y de esta última afirma:

Pablo no nos aporta detalles de la resurrección de Jesucristo, pero habla de ella como modelo de la

resurrección final de los justos (1ª Cor 15: 16 – 23) , y de esta última afirma:

“Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, […] lo que siembras NO ES el cuerpo que ha de salir, […] Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. […]” (1ª Cor 15: 35 – 44)

“Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, […] lo que siembras NO ES el cuerpo que ha de salir, […] Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. […]” (1ª Cor 15: 35 – 44)

Aquí tenemos un dato fundamental: Pablo afirma que los salvos resucitarán con un CUERPO ESPIRITUAL. Y puesto que la resurrección de Jesús es modelo de la de los salvos, Él mismo también debió resucitar en forma espiritual.

Aquí tenemos un dato fundamental: Pablo afirma que los salvos resucitarán con un CUERPO ESPIRITUAL. Y puesto que la resurrección de Jesús es modelo de la de los salvos, Él mismo también debió resucitar en forma espiritual.

Las palabras de Pablo nos sugieren que la resurrección se produce en una dimensión diferente a la que conocemos, no accesible al ojo humano, salvo por revelación.

Las palabras de Pablo nos sugieren que la resurrección se produce en una dimensión diferente a la que conocemos, no accesible al ojo humano, salvo por revelación.

Parece evidente que Jesús no fue a predicar “a los espíritus” con un cuerpo de carne y hueso, sino también “en espíritu”

Lo mismo dice el autor de 1ª Pedro:

“Porque también Cristo padeció […] siendo a la verdad muerto en la carne, PERO VIVIFICADO EN ESPÍRITU, en el cual también fue y predicó a los ESPÍRITUS ENCARCELADOS, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, […]” (1ª Ped 3: 18 - 20).

Pero si Jesús resucitó en forma espiritual, y no física, tenemos motivos para cuestionar aquellos pasajes de los evangelios que hablan de un Jesús resucitado de carne y hueso.

Pero si Jesús resucitó en forma espiritual, y no física, tenemos motivos para cuestionar aquellos pasajes de los evangelios que hablan de un Jesús resucitado de carne y hueso.

Evangelio de Marcos, 70 d.C. aprox.

Evangelio de Mateo,80 – 90 d.C.

Evangelio de Lucas,80 – 90 d.C.

Evangelio de Juan,90 – 110 d.C.

70 d.C. 75 d.C. 80 d.C. 85 d.C. 90 d.C. 95 d.C. 100 d.C.

Sin salirnos del Nuevo Testamento, podemos comparar los relatos de la resurrección que hacen los distintos evangelistas, teniendo en cuenta sus fechas aproximadas de composición (Marcos,[i] 70 d.C. aprox Mateo, 70-80 d.C. Lucas, 70 – 80 d.C. Juan 90 –

100 d.C.) y podremos comprobar la evolución de ideas que se estaba produciendo

entre los cristianos, merced a unas tradiciones lógicamente vivas. [i] Se debe tener en cuenta que el final de Marcos (Mc 16: 9 – 20) es un fragmento añadido por un autor posterior que ya conocía los evangelios de Mateo y Lucas, como puede constatarse en cualquier Biblia que incluya comentarios a pie de página.

Por ejemplo, Lucas y Juan, los evangelios más tardíos, hablan EXPLÍCITAMENTE de un Cristo resucitado de carne y hueso, cosa que no sucede en los dos primeros, Marcos y Mateo.

Por ejemplo, Lucas y Juan, los evangelios más tardíos, hablan EXPLÍCITAMENTE de un Cristo resucitado de carne y hueso, cosa que no sucede en los dos primeros, Marcos y Mateo.

Lucas, que escribe en los años 80’s, afirma también que Jesús permaneció 40 días en la tierra, antes de ascender al cielo ante los apóstoles (Hch 1: 1-11) …

Lucas, que escribe en los años 80’s, afirma también que Jesús permaneció 40 días en la tierra, antes de ascender al cielo ante los apóstoles (Hch 1: 1-11) …

Pero Pablo, que escribe tres décadas antes que Lucas, parece no saber nada sobre esa “estancia física” del Jesús resucitado en la tierra.

Pero Pablo, que escribe tres décadas antes que Lucas, parece no saber nada sobre esa “estancia física” del Jesús resucitado en la tierra.

Para Pablo, resurrección y ascensión fueron una misma cosa. Jesús fue simultáneamente resucitado y entronizado en el cielo, desde donde se manifestó a Sus seguidores por medio de revelaciones o visiones, tal y como se le manifestaría a él mismo unos años más tarde.

Para Pablo, resurrección y ascensión fueron una misma cosa. Jesús fue simultáneamente resucitado y entronizado en el cielo, desde donde se manifestó a Sus seguidores por medio de revelaciones o visiones, tal y como se le manifestaría a él mismo unos años más tarde.

… Y NO ESTABLECE NINGUNA DIFERENCIA ENTRE SU PROPIA EXPERIENCIA Y LAS DE LOS QUE LO VIERON EN LOS DÍAS SIGUIENTES A LA CRUCIFIXIÓN.

… Y NO ESTABLECE NINGUNA DIFERENCIA ENTRE SU PROPIA EXPERIENCIA Y LAS DE LOS QUE LO VIERON EN LOS DÍAS SIGUIENTES A LA CRUCIFIXIÓN.

Pablo hace una relación de las personas a las que se había aparecido Cristo resucitado, incluyéndose a sí mismo (1ª Cor 15: 3–8)…

Pablo hace una relación de las personas a las que se había aparecido Cristo resucitado, incluyéndose a sí mismo (1ª Cor 15: 3–8)…

Recordemos que la aparición de Jesús a Pablo en el camino a Damasco, no tuvo lugar en el plano físico: los que le acompañaban no vieron lo que él vio, ni oyeron lo que él oyó.

Recordemos que la aparición de Jesús a Pablo en el camino a Damasco, no tuvo lugar en el plano físico: los que le acompañaban no vieron lo que él vio, ni oyeron lo que él oyó.

La experiencia fue totalmente real para Pablo (y de hecho el resplandor de la aparición lo dejó transitoriamente ciego), pero a los demás no les afectó lo más mínimo (Hch 9: 1 – 8; 22: 6 – 11).

La experiencia fue totalmente real para Pablo (y de hecho el resplandor de la aparición lo dejó transitoriamente ciego), pero a los demás no les afectó lo más mínimo (Hch 9: 1 – 8; 22: 6 – 11).

Pero por mucho que los presentes hubieran mirado hacia donde parecía mirar Esteban, nunca hubieran visto lo que él estaba viendo por revelación (Hch 7: 55 – 56).

Pero por mucho que los presentes hubieran mirado hacia donde parecía mirar Esteban, nunca hubieran visto lo que él estaba viendo por revelación (Hch 7: 55 – 56).

Una experiencia similar es la que había tenido Esteban durante su juicio ante el sanedrín: alzó sus ojos al cielo y vio a Jesús a la diestra de Dios.

Una experiencia similar es la que había tenido Esteban durante su juicio ante el sanedrín: alzó sus ojos al cielo y vio a Jesús a la diestra de Dios.

Y de esa misma naturaleza debieron ser también las apariciones de Jesús a sus seguidores tras la crucifixión.

Y de esa misma naturaleza debieron ser también las apariciones de Jesús a sus seguidores tras la crucifixión.

En los años 50’s, Pablo predicaba a un Cristo “vivo”, pero nunca mencionó la tumba vacía. En los años 50’s, Pablo predicaba a un Cristo “vivo”, pero nunca mencionó la tumba vacía.

A lo que debemos añadir: o a los que, a pesar de no tenerla (como fue su propio caso) iban a responder favorablemente a una revelación tal.

(*) Antonio Piñero, “Guía para entender el Nuevo Testamento”, Ed. Trotta, Madrid 2008, p. 222.

Cómo explica el profesor A. Piñero (*):

“Pablo hace hincapié en que el Jesús Resucitado sólo es visible […] a los

que tienen fe en Él”,

La naturaleza espiritual de la resurrección de Jesús debió propiciar las críticas de los enemigos de la nueva religión.

La naturaleza espiritual de la resurrección de Jesús debió propiciar las críticas de los enemigos de la nueva religión.

En su obra El Discurso Verdadero Contra los Cristianos, el filósofo neoplatónico del siglo II d.C. Celso, acusaba a los cristianos de basar su fe en la resurrección de Jesús en lo que habían manifestado algunos que lo habían visto en sueños o en visiones.

En su obra El Discurso Verdadero Contra los Cristianos, el filósofo neoplatónico del siglo II d.C. Celso, acusaba a los cristianos de basar su fe en la resurrección de Jesús en lo que habían manifestado algunos que lo habían visto en sueños o en visiones.

Es evidente que Celso no inventó esa “acusación”, sino que se limitó a citar lo que los enemigos del cristianismo ya venían diciendo desde los tiempos de los apóstoles.

Es evidente que Celso no inventó esa “acusación”, sino que se limitó a citar lo que los enemigos del cristianismo ya venían diciendo desde los tiempos de los apóstoles.

Los ataques de quienes, Los ataques de quienes, desde el principio habían desde el principio habían rechazado la resurrección rechazado la resurrección por la ausencia de pruebas por la ausencia de pruebas tangibles, debió propiciar tangibles, debió propiciar el surgimiento, entre los el surgimiento, entre los cristianos de la segunda cristianos de la segunda generación y posteriores, generación y posteriores, de historias que de historias que transformaban los transformaban los primitivos relatos de primitivos relatos de visionesvisiones en en encuentros encuentros físicosfísicos entre los apóstoles y entre los apóstoles y un un Jesús resucitado Jesús resucitado de de carne y huesocarne y hueso..

Pero la realidad es que la resurrección Pero la realidad es que la resurrección de Jesús tuvo naturaleza de Jesús tuvo naturaleza espiritual, espiritual, y y las manifestaciones a los discípulos se las manifestaciones a los discípulos se produjeron mediante produjeron mediante visiones. visiones. Esta Esta hipótesis nos permite resolver hipótesis nos permite resolver satisfactoriamente la mayoría de los satisfactoriamente la mayoría de los interrogantes que se desprenden de interrogantes que se desprenden de los relatos evangélicos de la los relatos evangélicos de la resurrección, y hasta intuir el origen resurrección, y hasta intuir el origen de algunos de los datos espurios que de algunos de los datos espurios que encontramos en los mismos.encontramos en los mismos.

Pero la realidad es que la resurrección Pero la realidad es que la resurrección de Jesús tuvo naturaleza de Jesús tuvo naturaleza espiritual, espiritual, y y las manifestaciones a los discípulos se las manifestaciones a los discípulos se produjeron mediante produjeron mediante visiones. visiones. Esta Esta hipótesis nos permite resolver hipótesis nos permite resolver satisfactoriamente la mayoría de los satisfactoriamente la mayoría de los interrogantes que se desprenden de interrogantes que se desprenden de los relatos evangélicos de la los relatos evangélicos de la resurrección, y hasta intuir el origen resurrección, y hasta intuir el origen de algunos de los datos espurios que de algunos de los datos espurios que encontramos en los mismos.encontramos en los mismos.

1. Explica, por ejemplo, la ausencia de testigos del evento (no podía haberlos), así también como el hecho de que nadie vieranadie viera a JESÚS RESUCITADO. No es que Jesús Resucitado anduviera durante 40 días “escondiéndose” de la gente, sino que, siendo Su resurrección de naturaleza espiritualespiritual, sólo pudieron verlo aquellos a los que Él quiso manifestarse por medio de visiones.

1. Explica, por ejemplo, la ausencia de testigos del evento (no podía haberlos), así también como el hecho de que nadie vieranadie viera a JESÚS RESUCITADO. No es que Jesús Resucitado anduviera durante 40 días “escondiéndose” de la gente, sino que, siendo Su resurrección de naturaleza espiritualespiritual, sólo pudieron verlo aquellos a los que Él quiso manifestarse por medio de visiones.

2. Esta hipótesis nos permite entender también detalles como el de que Jesús no acompañara a las mujeres a las que se apareció, para dar a los apóstoles la noticia de Su resurrección:

las mujeres lo vieron en visión, y no físicamente.

2. Esta hipótesis nos permite entender también detalles como el de que Jesús no acompañara a las mujeres a las que se apareció, para dar a los apóstoles la noticia de Su resurrección:

las mujeres lo vieron en visión, y no físicamente.

3. La aparición a través de visiones explica que Jesús Resucitado no permaneciera con los apóstoles, sino que sólo lo vieran en muy contadas y breves ocasiones.

Aunque con el tiempo la tradición sustituyera las visiones por encuentros físicos con un Jesús de carne y hueso, este dato espurio “chirría” en el cuadro general de otras informaciones veraces procedentes de las auténticas tradiciones primitivas, que también encontramos en los evangelios.

Aunque con el tiempo la tradición sustituyera las visiones por encuentros físicos con un Jesús de carne y hueso, este dato espurio “chirría” en el cuadro general de otras informaciones veraces procedentes de las auténticas tradiciones primitivas, que también encontramos en los evangelios.

4. EXPLICA TAMBIÉN LA RAZÓN POR LA QUE LOS APÓSTOLES REACCIONARON CON INCREDULIDAD ANTE LA NOTICIA DE LA RESURRECCIÓN QUE LES TRAJERON LAS MUJERES.

4. EXPLICA TAMBIÉN LA RAZÓN POR LA QUE LOS APÓSTOLES REACCIONARON CON INCREDULIDAD ANTE LA NOTICIA DE LA RESURRECCIÓN QUE LES TRAJERON LAS MUJERES.

ESA REACCIÓN, APARENTEMENTEESA REACCIÓN, APARENTEMENTEINCOMPRENSIBLE, ESTÁ AVALADAINCOMPRENSIBLE, ESTÁ AVALADAPOR LOS 4 EVANGELIOS, QUE AL POR LOS 4 EVANGELIOS, QUE AL REFLEJARLA NO HACEN MÁS QUE REFLEJARLA NO HACEN MÁS QUE RECOGER LOS ECOS DE ALGO QUE RECOGER LOS ECOS DE ALGO QUE REALMENTE ASÍ DEBIÓ SUCEDERREALMENTE ASÍ DEBIÓ SUCEDER. . AUNQUE PARA UNA EXPLICACIÓN AUNQUE PARA UNA EXPLICACIÓN COMPLETA SE REMITE AL LECTOR COMPLETA SE REMITE AL LECTOR AL CAPÍTULO CITADO EN LA AL CAPÍTULO CITADO EN LA CABECERA, VALGA CON DECIR CABECERA, VALGA CON DECIR AQUÍ QUE LOS APÓSTOLES AQUÍ QUE LOS APÓSTOLES PROBABLEMENTE PROBABLEMENTE NO NO HABRÍAN HABRÍAN RECHAZADO EL TESTIMONIO DE RECHAZADO EL TESTIMONIO DE LAS MUJERES SI ÉSTAS LES LAS MUJERES SI ÉSTAS LES HUBIERAN HABLADO DE UN HUBIERAN HABLADO DE UN ENCUENTRO ENCUENTRO FÍSICOFÍSICO Y OBJETIVOY OBJETIVO CON JESÚS. CON JESÚS. PERO ELLAS LES PERO ELLAS LES HABLARON DE HABLARON DE VISIONESVISIONES (LC 24: (LC 24: 22, 23), LO QUE SUSCITÓ EN ELLOS 22, 23), LO QUE SUSCITÓ EN ELLOS LAS LÓGICAS SUSPICACIAS LAS LÓGICAS SUSPICACIAS

5.1. EN EL MARCO DE ESTA HIPÓTESIS SE ENTIENDE

IGUALEMENTE BIEN LA RAZÓN DE LA DEMORA DE LOS DISCÍPULOS EN EMPEZAR A PROCLAMAR LA RESURRECCIÓN, DEMORA QUE DEBIÓ SER REAL, POR CUANTO ESTÁ IMPLÍCITA EN TODOS LOS EVANGELIOS, Y LUCAS LA FIJA EXPLÍCITAMENTE EN 50 DÍAS (Hch 2)

5.1. EN EL MARCO DE ESTA HIPÓTESIS SE ENTIENDE

IGUALEMENTE BIEN LA RAZÓN DE LA DEMORA DE LOS DISCÍPULOS EN EMPEZAR A PROCLAMAR LA RESURRECCIÓN, DEMORA QUE DEBIÓ SER REAL, POR CUANTO ESTÁ IMPLÍCITA EN TODOS LOS EVANGELIOS, Y LUCAS LA FIJA EXPLÍCITAMENTE EN 50 DÍAS (Hch 2)

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5.2. ¿A qué pudo obedecer esa demora? Parece lógico suponer que una resurrección física (objetiva y tangible) de Jesús habría provocado un entusiasmo tal en Sus seguidores que les hubiera llevado a una espontánea proclamación de la noticia a los cuatro vientos. Así había sucedido, por ejemplo, con muchos de los enfermos sanados por Jesús, que llevados por una euforia incontenible habían divulgado el milagro, incluso contra la orden expresa de Jesús de que no lo hicieran (Mt 9: 31). ¿Por qué no ocurrió ahora algo parecido con la noticia de la resurrección?

5.2. ¿A qué pudo obedecer esa demora? Parece lógico suponer que una resurrección física (objetiva y tangible) de Jesús habría provocado un entusiasmo tal en Sus seguidores que les hubiera llevado a una espontánea proclamación de la noticia a los cuatro vientos. Así había sucedido, por ejemplo, con muchos de los enfermos sanados por Jesús, que llevados por una euforia incontenible habían divulgado el milagro, incluso contra la orden expresa de Jesús de que no lo hicieran (Mt 9: 31). ¿Por qué no ocurrió ahora algo parecido con la noticia de la resurrección?

5.3. Resulta muy significativo que, en ninguno de los evangelios, encontremos un dato que TODOS ESPERARÍAMOS ENCONTRAR (si no conociéramos ya lo que sigue en esos relatos): LA PETICIÓN DE LOS APÓSTOLES A JESÚS DE QUE SE REIVINDICARA A SÍ MISMO, Y A ELLOS, DEJÁNDOSE VER POR LA GENTE.

5.3. Resulta muy significativo que, en ninguno de los evangelios, encontremos un dato que TODOS ESPERARÍAMOS ENCONTRAR (si no conociéramos ya lo que sigue en esos relatos): LA PETICIÓN DE LOS APÓSTOLES A JESÚS DE QUE SE REIVINDICARA A SÍ MISMO, Y A ELLOS, DEJÁNDOSE VER POR LA GENTE.

… las apariciones de Jesús Resucitado debieron ser de una naturaleza que no tenía sentido para los apóstoles pedirle que los acompañara adonde la gente pudiera verlo.

… las apariciones de Jesús Resucitado debieron ser de una naturaleza que no tenía sentido para los apóstoles pedirle que los acompañara adonde la gente pudiera verlo.

5.4. Resulta muy revelador que en ninguno de los evangelios aparezca algo que se parezca a una petición tal…

5.4. Resulta muy revelador que en ninguno de los evangelios aparezca algo que se parezca a una petición tal…

5.4. Son muchos, pues, los datos que avalan la hipótesis de una resurrección espiritual y de la manifestación a sus discípulos por medio de visiones:

• La incredulidad inicialincredulidad inicial de los apóstoles ante la noticia de la resurrección. • La llamativa ausencia de interés por su parte en que Jesús se mostrara a la gente. • La demorademora de los discípulos en la proclamación de la resurrección. • El hecho de que nadie salvo ellos mismos viera a JESÚS RESUCITADO… etc. Todo nos lleva a un escenario más que probable

5.5. Tras la humillación que supuso para los discípulos la crucifixión de Su Maestro, un rayo de esperanza se abrió paso entre el sentimiento general de vergüenza y derrota: algunos vinieron al grupo con la noticia de que Jesús se les había aparecido en visión.

Ello causó la consiguiente controversia interna, porque mientras unos aceptabanaceptaban el testimonio de los visionarios, otros dudabandudaban, y otros, en fin, tachaban todo aquello de “locura”“locura” (Lc 24: 11).

5.5. Tras la humillación que supuso para los discípulos la crucifixión de Su Maestro, un rayo de esperanza se abrió paso entre el sentimiento general de vergüenza y derrota: algunos vinieron al grupo con la noticia de que Jesús se les había aparecido en visión.

Ello causó la consiguiente controversia interna, porque mientras unos aceptabanaceptaban el testimonio de los visionarios, otros dudabandudaban, y otros, en fin, tachaban todo aquello de “locura”“locura” (Lc 24: 11).

66.1..1. LA ASCENSIÓN LA ASCENSIÓN.-.- PUESTO QUE NO HUBO JESÚS PUESTO QUE NO HUBO JESÚS RESUCITADO FÍSICO, ES OBVIO QUE RESUCITADO FÍSICO, ES OBVIO QUE TAMPOCO PUDO TAMPOCO PUDO HABER ASCENSIÓN. HABER ASCENSIÓN.

Pero una vez que la tradición convirtió las visiones en encuentros físicos con un Jesús de carne y hueso, debieron surgir historias sobre lo que había pasado con ese cuerpo físico, y una de ellas fue la que Lucas dio por buena e incluyó en sus escritos (Hch 1: 1 – 11). Sin embargo, la significativa ausencia de esa historia en los restantes evangelios delata su origen espurio.

6.2. Si realmente Jesús hubiera resucitado físicamente y hubiese puesto fin a su estancia en la tierra ascendiendo solemnemente al cielo en presencia de sus discípulos, resultaría impensable que tres de los cuatro evangelistas omitieran ese importante dato, que además constituiría la “conclusión natural” de sus respectivos relatos.

6.2. Si realmente Jesús hubiera resucitado físicamente y hubiese puesto fin a su estancia en la tierra ascendiendo solemnemente al cielo en presencia de sus discípulos, resultaría impensable que tres de los cuatro evangelistas omitieran ese importante dato, que además constituiría la “conclusión natural” de sus respectivos relatos.

7.1 La hipótesis de la resurrección espiritual y la manifestación a los discípulos por medio de visiones nos permite explicar también aquellos pasajes que presentan a algunos discípulos “dudando” de la identidad de Jesús cuando estaban ante Él, o incluso siendo incapaces de reconocerlo (Mt 28: 17; Lc 24: 13 – 32; Jn 21: 12, etc.).

7.1 La hipótesis de la resurrección espiritual y la manifestación a los discípulos por medio de visiones nos permite explicar también aquellos pasajes que presentan a algunos discípulos “dudando” de la identidad de Jesús cuando estaban ante Él, o incluso siendo incapaces de reconocerlo (Mt 28: 17; Lc 24: 13 – 32; Jn 21: 12, etc.).

7.2. Si los encuentros hubieran sido físicos (como solemos imaginarlos, y como se muestra en esta ilustración) no hay razón para que no le reconocieran. ¿Por qué no iban a reconocer al mismo Jesús con el que habían pasado los tres últimos años? El marco de la resurrección espiritual nos permite reconstruir lo que realmente sucedió tras la crucifixión:

7.2. Si los encuentros hubieran sido físicos (como solemos imaginarlos, y como se muestra en esta ilustración) no hay razón para que no le reconocieran. ¿Por qué no iban a reconocer al mismo Jesús con el que habían pasado los tres últimos años? El marco de la resurrección espiritual nos permite reconstruir lo que realmente sucedió tras la crucifixión:

7.3. En los días siguientes a la crucifixión, algunos discípulos afirmaron

“que habían visto de ángeles, quienes dijeron que Él vive” (Lc 24: 22, 23).

Otros aseguraban haber recibido alguna revelación del propio Jesús (Jn 20: 18)…

… Al comentar unos y otros sus respectivas experiencias y comprobar que los mensajes recibidos eran muy similares, algunos de los que inicialmente creyeron haber visto a un ángel concluyeron que el ser celestial que se les había revelado no era otro que el propio Jesús, al que no habían sabido reconocer.

7.4. Ese dato se conservó, es decir, se mantuvo el recuerdo de que algunos habían recibido una revelación del propio Jesús, al que no habían sabido reconocer. Pero con el paso del tiempo y la transformación del Jesús Resucitado en un ser de carne y hueso, los antiguos relatos se adaptaron al nuevo escenario, aunque generando las lógicas inconsistencias

8.1. Los evangelios de Marcos y Mateo hacen hincapié en que el reencuentro de los apóstoles con Jesús Resucitado debía producirse en Galilea (Mc 14: 28; 16: 20; Mt 26: 32; 28: 7, 10), Y ASÍ DEBIÓ SUCEDER REALMENTE, aunque Lucas y Juan omitan este dato y de hecho lo contradigan en sus respectivos relatos.

8.2. Tras la muerte de Su Maestro, y con ella las esperanzas de Sus discípulos de un reino terrenal (Lc 22: 24), los discípulos debieron regresar a su tierra (Galilea) de forma inmediata. Muerto Jesús, permanecer en Jerusalén no tenía ya sentido, además de que con ello ponían en peligro sus propias vidas.

8.2. Tras la muerte de Su Maestro, y con ella las esperanzas de Sus discípulos de un reino terrenal (Lc 22: 24), los discípulos debieron regresar a su tierra (Galilea) de forma inmediata. Muerto Jesús, permanecer en Jerusalén no tenía ya sentido, además de que con ello ponían en peligro sus propias vidas.

8.3. Una vez en Galilea algunos vieron a Jesús en visión y compartieron su experiencia con el grupo, produciéndose la controversia interna y las dudas cuyos ecos dan forma a algunos pasajes muy significativos:

“Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban” (Mt 28: 16, 17)

Los pasajes de Lucas y Juan que hablan de encuentros físicos de Jesús Resucitado con los apóstoles, el mismo día de la resurrección, y en la propia Jerusalén, deben ser pues, producto de una reelaboración del verdadero relato primitivo de los acontecimientos de la postcrucifixión, que hablaban de las apariciones, exclusivamente en forma de visiones.

Los pasajes de Lucas y Juan que hablan de encuentros físicos de Jesús Resucitado con los apóstoles, el mismo día de la resurrección, y en la propia Jerusalén, deben ser pues, producto de una reelaboración del verdadero relato primitivo de los acontecimientos de la postcrucifixión, que hablaban de las apariciones, exclusivamente en forma de visiones.

Las notables divergencias que encontramos en los evangelios en cuanto a los sucesos del día de la resurrección evidencian la existencia de tradiciones espurias que estaban intentando transformar la naturaleza espiritual de la resurrección en un hecho físico, en la historia de la tumba vacía. Era difícil que esas tradiciones, no basadas en datos reales, armonizaran entre sí.

Las notables divergencias que encontramos en los evangelios en cuanto a los sucesos del día de la resurrección evidencian la existencia de tradiciones espurias que estaban intentando transformar la naturaleza espiritual de la resurrección en un hecho físico, en la historia de la tumba vacía. Era difícil que esas tradiciones, no basadas en datos reales, armonizaran entre sí.

Pero entre tantas discrepancias hay un dato en el que coinciden los cuatro evangelios: fueron LAS MUJERES, María Magdalena y otras, las que inicialmente propagaron la noticia de que Jesús había resucitado. Así debió suceder realmente, y este dato nos ayuda a entender también la reacción inicial de incredulidad de los apóstoles

Pero entre tantas discrepancias hay un dato en el que coinciden los cuatro evangelios: fueron LAS MUJERES, María Magdalena y otras, las que inicialmente propagaron la noticia de que Jesús había resucitado. Así debió suceder realmente, y este dato nos ayuda a entender también la reacción inicial de incredulidad de los apóstoles

Recordemos que Jesús había expulsado de María Magdalena siete demonios (Mc 16: 9), y también había librado de “espíritus malos” a las otras mujeres (Lc 8: 1 – 3). La posesión diabólica se manifestaba, según los evangelios, de formas muy distintas: ataques de tipo epiléptico (Lc 9: 39), desórdenes psíquicos diversos (Mt 8: 28), e incluso otros problemas como ceguera (Mt 12: 22), sordomudez (Mc 9: 25), etc. etc.

Recordemos que Jesús había expulsado de María Magdalena siete demonios (Mc 16: 9), y también había librado de “espíritus malos” a las otras mujeres (Lc 8: 1 – 3). La posesión diabólica se manifestaba, según los evangelios, de formas muy distintas: ataques de tipo epiléptico (Lc 9: 39), desórdenes psíquicos diversos (Mt 8: 28), e incluso otros problemas como ceguera (Mt 12: 22), sordomudez (Mc 9: 25), etc. etc.

En el caso de María Magdalena y las otras mujeres es muy probable que la manifestación visible de la posesión que habían sufrido hubieran sido ciertos desórdenes mentales.

En el caso de María Magdalena y las otras mujeres es muy probable que la manifestación visible de la posesión que habían sufrido hubieran sido ciertos desórdenes mentales.

No es extraño pues que, conociendo su historia pasada, y oyéndolas ahora hablar de visionesvisiones, los apóstoles pensaran que su antiguo mal estaba volviendo a reproducirse…

No es extraño pues que, conociendo su historia pasada, y oyéndolas ahora hablar de visionesvisiones, los apóstoles pensaran que su antiguo mal estaba volviendo a reproducirse…

… probablemente a causa del dolor desgarrador producido por la contemplación de la humillación pública de Su Maestro, Su crucifixión, Su agonía y Su muerte.

… probablemente a causa del dolor desgarrador producido por la contemplación de la humillación pública de Su Maestro, Su crucifixión, Su agonía y Su muerte.

Pero después ellos mismos, los apóstoles, o algunos de ellos, pasaron por experiencias similares, o participaron en ellas, reconociendo finalmente lo que las mujeres ya les habían transmitido: que Jesús realmente VÍVÍA …

Pero después ellos mismos, los apóstoles, o algunos de ellos, pasaron por experiencias similares, o participaron en ellas, reconociendo finalmente lo que las mujeres ya les habían transmitido: que Jesús realmente VÍVÍA …

Y que, además, vivía sin las limitaciones que impone un cuerpo físico, en una dimensión diferente, desde la que podía asegurarles Su dirección para la obra a la que los enviaba. Aunque en un marco alterado, los ecos de esa creencia primitiva resuenan en el evangelio de Mateo:

Y que, además, vivía sin las limitaciones que impone un cuerpo físico, en una dimensión diferente, desde la que podía asegurarles Su dirección para la obra a la que los enviaba. Aunque en un marco alterado, los ecos de esa creencia primitiva resuenan en el evangelio de Mateo:

«Y Jesús […] les habló diciendo: “toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones […]; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén». (Mt 28: 18 – 20)

«Y Jesús […] les habló diciendo: “toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones […]; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén». (Mt 28: 18 – 20)

La confianza en esa promesa era la que sostenía a los cristianos cuando debían enfrentarse a las dificultades, a la persecución e incluso al martirio.

La confianza en esa promesa era la que sostenía a los cristianos cuando debían enfrentarse a las dificultades, a la persecución e incluso al martirio.

«Los valores promovidos por el cristianismo atraían cada vez a más y más gente, de modo que lo que había empezado siendo una insignificante secta del judaísmo, tres siglos después constituía ya la religión más importante del Imperio Romano.

El Imperio cayó, y después de él unas potencias han ido sustituyendo a otras, pero el cristianismo ha permanecido. Hoy en día, aunque fragmentado en cientos de denominaciones distintas, constituye la religión con mayor número de fieles de todo el mundo.

El Imperio cayó, y después de él unas potencias han ido sustituyendo a otras, pero el cristianismo ha permanecido. Hoy en día, aunque fragmentado en cientos de denominaciones distintas, constituye la religión con mayor número de fieles de todo el mundo.