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ZOMBIES La verdadera historia de una leyenda inquietantemente real

LAS LEYENDAS SUMERGIDAS DE LA ATLÁNTIDADe los Diálogos de Platón a Tartessos

RELATO INÉDITO

EL PADRE VENTURA Y EL SECRETO DE EL GRECONuevas aventuras del protagonistade La gran pirámide invertida de Toledo

LALA GRANGRANPIRÁMIDEPIRÁMIDEINVERTIDA INVERTIDA

DEDE TOLEDOTOLEDOLa nueva novelaLa nueva novela

dede Marcus Marcus PolvorancaPolvoranca

Misterio, emoción e intriga Misterio, emoción e intriga en un Toledo mágico, en un Toledo mágico,

enigmático y apasionante, enigmático y apasionante, de la mano del inigualablede la mano del inigualable

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Director:MARCUS POLVORANCA

Diseño y maquetación:ÁNGEL FERNÁNDEZ ARANDA

Edita:ENIGMAS MISTERIOSOS E INEXPLICABLES

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© Enigmas Misteriosos e Inexplicables, 2014

EDITORIALEn primer lugar, felices fiestas. Si tieneusted este número de la revista antes deque haya llegado el 2015 es, o bien por-que se lo ha comprado, o bien porquees usted un lector fiel de nuestros libros,y le ha llegado como regalo. En cual-quiera de los dos casos, muchísimasgracias. Lo que trae este número es,como en los anteriores, una muestraalgo más extensa e ilustrada de lo quees nuestra web, con temas que segurole sonarán como la Atlántida, los zom-bis, o nuestro querido padre Ventura ylos enigmas en torno a las pinturas deEl Greco. Leyendas terroríficas, civiliza-ciones desaparecidas bajo las aguas, ylos misterios de la ciudad más enigmá-tica del mundo, de la mano del más ilus-tre –y divertido– de los arqueólogos einvestigadores que ha dado la historiareciente. Un pequeño menú sin máspretensiones que el de entretenerles enestas tardes breves y nostálgicas donde–al menos en el hemisferio norte– lashojas amarillentas cubren el suelo juntoa los árboles, desnudos del frío húmedoy persistente, que anuncia la llegada delcrudo y melancólico invierno. Así que,sin más, les recomendamos que se aco-moden junto a la chimenea –o estufa, oradiador, o lo que sea–, enciendan supipa –si son mayores de edad, claro– ydisfruten de lo que traen las páginas deeste nuevo especial, dossier o comoquieran llamarlo, que hemos preparadopara usted.

Sumario4 LAS LEYENDAS SUMERGIDAS DE LA ATLÁNTIDA

10 LA VERDADERA HISTORIA DE LOS ZOMBIES

16 EL PADRE VENTURA Y EL SECRETO DE EL GRECO

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MARCUS POLVORANCAMARCUS POLVORANCAJulia b. y la leyenda de la isla perdida Julia b. y la leyenda de la isla perdida

en mitad de la nocheen mitad de la noche

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Página anterior: Isla de Bimini, en Ba-hamas, una de las posibles localizacio-nes de la mítica Atlántida.

LAS LEYENDAS SUMERGIDAS DE LA ATLÁNTIDA

«Neptuno, a quien correspondió la Atlántida, colocó en una parte de estaisla a los hijos que había tenido con una mortal...»

PLATÓN, Diálogos

La leyenda moderna arranca con Platón, y a unamención que aparece en sus diálogos en torno alos Atlantes, un pueblo que según los ancianosde Atenas habría existido más allá de las colum-nas de Hércules y que habría conquistado granparte del norte de África, y de Europa, antes deser detenidos por los atenienses prehelénicos9.000 años antes de Solón. Una potencia de laAntigüedad, vamos, que habría desaparecidopoco después de aquella mítica batalla por algúntipo de cataclismo que habría sepultado sus cons-trucciones debajo del agua del mar.

IGNATIUS DONNELLY

La leyenda, que tras Platón siguió muy viva en lacultura Occidental como paradigma de civiliza-ción avanzada que sucumbe tras enfadar a losdioses por su soberbia y otros errores propios detodo desarrollo, despierta muy vivamente du-rante la segunda mitad del siglo XIX, en almasinspiradas post románticas, que buscan en el pa-sado las huellas de algo que ponga orden en elcaos que, para ellos, supone los avances y cam-bios profundos de la revolución industrial. Así,

destaca entre todos estos soñadores Ig-natius Donnelly, un congresista norte-americano amigo de los proyectosutópicos, que en 1882 publica unaobra clásica del misterio, La Atlántida:el mundo antediluviano, que es la pri-mera en basar la creencia en este con-tinente perdido en las semejanzasentre la cultura egipcias y algunas cul-turas mesoamericanas, es decir, la exis-tencia en ambas orillas de pirámides,por ejemplo, o de un alfabeto basadoen pictogramas. Es la primera, deci-mos, en establecer que la Atlántida ha-bría sido un continente sumergido enel pasado como afirmaba Platón, quehabría servido de puente entre esasgrandes civilizaciones.

UN PASO MÁS ALLÁ

El éxito de Donnelly fue asombroso.Tanto, que hoy en día muchos segui-mos fascinados por esas semejanzas

entre las antiguas culturas de amboslados del Atlántico, que la Arqueologíamoderna no ha hecho más que acre-centar. Aunque sólo se trate de intui-ción –los errores de su teoría sonmuchos; las inexactitudes, también–hay que reconocerle ese enorme mé-rito propio de una época que se abríaa la exploración del mundo. Tambiéna los misterios de la mente, no menosinescrutables que aquellos otros. Y ha-blamos del espiritismo. Madame Bla-vatsky y toda su cohorte aprovecharontambién las teorías sobre un conti-nente desaparecido para ensanchar sumundo onírico y multidimensional. LaAtlántida, como mito de algo muygrande y significativo que desaparecióen el pasado, encajaba muy bien conesa idea acerca de otros universos pa-ralelos al nuestro, de espíritus y seressuperiores que habrían habitado elmundo antes que nosotros, los huma-nos. También los nazis, claro, un ele-mento indispensable para cualquierconspiración cósmica. Ellos, afanososbuscadores de lo ario, vieron la posi-bilidad de encajar esta fantasía cientí-fica con los Atlantes de Platón,supercivilizados y –por qué no, pensa-rían Himmler y compañía– altos y ru-bios y de ojos azules. Pero si hayalguien merecedor de una calle o unaplaza de aquella mítica ciudad bajo lasaguas no es otro que Edgar Cayce(1877-1945), el médium que a travésde los sueños describió una Atlántidamezcla de elementos egipcios y mayas,

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Ignatius Donnelly (1831-1901) es uno de losresponsables de la popularización de las mo-dernas teorías en torno a la Atlántida.

y que convulsionó los años sesenta porsu pronóstico de que la civilizaciónemergería en 1968 frente a las costasde Florida, hecho que, de alguna ma-nera se cumpliría un año después, en1969, con el descubrimiento en las Ba-hamas del Muro de Bimini, unaenorme estructura de piedra que paralos escépticos no es más que una for-mación natural pero que para otrosmuchos supone la prueba de que algogrande, algo desconocido y desdeluego muy misterioso, permanece bajolas aguas del océano Atlántico precisa-mente donde aventuraba que se en-contraba el bueno de Cayce.

TEORÍAS DEL MÁS ACÁ

Lo cierto es que algo debe de haber.A nadie se le escapa que el pasado es

un periodo demasiado amplio del queapenas tenemos documentos fiables.La Arqueología demuestra día a díaque las leyendas son relatos basadosen algo real, y que hay que escucharatentamente para poder averiguar quées lo que llevamos a nuestras espaldasy de dónde venimos realmente. Hayestudios que sitúan la Atlántida en elmar Egeo. El cataclismo que habría se-pultado esa civilización enemiga deAtenas podría haber sido el terremotoque, se sabe, asoló en su momento lacultura minoica, de la que aún quedanen Creta impresionantes muestras.Son muchos los puntos a favor, comotambién lo son para quienes sitúan lacivilización perdida en las costas deHuelva, hogar de los antiguos y enig-máticos tartessios. Su situación “másallá de las columnas de Hércules” o la

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La isla de Santorini, en el mar Egeo, esotra de las localizaciones de la Atlán-tida que manejan los investigadores.

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