ENGENDRANDO EL AMANECER Capitulo VI

7/30/2019 ENGENDRANDO EL AMANECER Capitulo VI

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Eme-san
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Edicin: 2014

Copyright Eme-san

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Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o compartida en cualquierforma sin autorizacin expresa del autor.


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_ Buscando en la oscuridad?... Quiz seamejor esperar el da

_ Entonces... Engendremos al sol y hagamosque amanezca!


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VI

Deslumbrado por su Fulgor

Despus de toda la intimidad que establec con Maurice, gracias a la mutua

confesin de nuestras miserias, esperaba que nada cambiara entre nosotros y que

al da siguiente volviera a entrar en mi habitacin lleno de energa para invitarme a

contemplar el amanecer en medio del campo. No fue as

Despert con los rayos del sol cuando ya estaba bastante entrada la maana.

Al principio me sent confuso y luego aterrado, acaso Maurice haba pensado

mejor las cosas y ahora no quera continuar nuestra amistad?

Claro que, considerando que ambos habamos estado despiertos hasta

tarde, l poda haberse tomado la libertad de dormir ms tiempo y, a la vez, haber

tenido la gentileza de dejarme descansar. Pero yo estaba ms inclinado a pensar lo

peor.

Para colmo, cuando baj a desayunar, el ms antiguo de mis sirvientes, a

quien Maurice haba encomendado administrar toda la casa, me inform que

Maurice ya haba comido muy temprano.

Apenas tuve nimo para dar unos bocados y al terminar me dirig a su

habitacin como quien va en direccin del mismsimo purgatorio. Tena miedo de

ser rechazado a tal grado que me costaba respirar; senta mi corazn golpendome


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frentico por dentro y mis pasos se hacan tan pesados que era casi imposible

avanzar. Tuve que forzarme por no empezar a gritar desesperado.

Una vez que llame a su puerta, Maurice contest sin demostrar ninguna

emocin en su voz, lo que me oblig a reunir todo mi valor para abrir la puerta. Loque vi al entrar me sorprendi: Maurice estaba en medio de la habitacin rodeado

de libros desparramados en el suelo, en una mano sostena una hoja de papel y en

la otra una pluma; sus dedos estaban manchados de tinta lo mismo que le encaje de

la manga de su camisa.

Llevaba la misma ropa que el da anterior, slo se haba despojado de la

casaca y la chupa; su cabello alborotado bien poda compararse con la melena de

un len en llamas, tan rojo y brillante a la luz del sol matinal. En su rosto sevislumbraban unas sombras oscuras debajo de sus ojos que contrastaban con su

sonrisa triunfal. Al contemplarle as slo pude llegar a una conclusin y exclam:

_ Has estado despierto toda la noche?!

_ Parece que s, amaneci antes que me diera cuenta.

_ Para qu? Qu es todo esto?

_ Esto es tu respuesta de ayer- dijo con picarda mientras me haca una

teatral reverencia.

_ Cmo?- no puedo describir lo perplejo que me senta, en mi cabeza

trataba de reconstruir nuestra ltima conversacin y no atinaba a encontrarle

sentido a sus palabras. Maurice se ri, seguramente de mi cara de idiota, y, dejando

pluma y papel en la cama, vino a mi encuentro.

_ Me refiero a lo que dijiste acerca de que puede ocurrir en el mundo algo

que no sea voluntad de Dios.

_ Yo dije semejante cosa?


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_ No te finjas inocente, t has sido el culpable de que me pasara toda la

noche tratando de comprobar tu muy escandalosa afirmacin.

Maurice se estaba divirtiendo conmigo y yo empezaba a destilar un frio y

desagradable sudor. Era una suerte que en nuestra muy galicana Franciaestbamos a salvo de la Inquisicin.

_ Vers Vassilli-continu Maurice animado- hay quien dice todo lo

contrario, incluso textos del Antiguo y el Nuevo Testamento, as que he estado

tratando de encontrar argumentos a favor y en contra y fundamentar tu

planteamiento.

Comenz a caminar por la habitacin y, con una pasin que me sorprendi,

empez a narrarme su bsqueda. Si en algn momento Maurice se mostraba en

todo su esplendor era cuando tena estas batallas intelectuales, para l una frase

que yo haba dicho guiado slo por mi propia simpleza se haba convertido en un

bastin donde atrincherarse y defenderse contra el absurdo en el que se senta

constantemente sumido.

Recuerdo bien sus palabras porque muchas veces volvimos sobre el mismo

tema, quiz fue lo nico que comprend bien de todo lo que su brillante inteligenciafue capaz de intuir sobre ese misterio inabarcable que es nuestra existencia y lo que

sea que est detrs de ella.

_Hasta ahora he logrado sostener que es posible que ocurra algo contrario a

la voluntad de Dios porque el hombre es libre y puede desobedecerle. Por tanto el

mal que vemos en el mundo se puede atribuir al hombre que rompe el plan de su

Creador. Eso no es algo nuevo y lo encontramos en la teologa; pero tambin

encontramos la idea contraria, que este mundo es un lugar de prueba y todas esastonteras

_ Toda la noche en esto Maurice. Debiste descansar y esperar al da

siguiente.


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_ Mi mayor problema viene de las contradicciones que encuentro en las

Sagradas Escrituras; por ejemplo, en el libro del xodo se dice que Dios endureci

el corazn al Faran para que no dejara salir a los Israelitas de Egipto y as

obligarlo por la fuerza, como si una mala decisin de un gobernante fuera su

voluntad. Y en otros libros nos dicen que Dios no quera darles un Rey al pueblo

Judo cuando estos se los pidieron porque este los oprimira, pero unas pginas

ms adelante aparece como voluntad de Dios que terminaran gobernados por un

Rey. Y es precisamente en esos textos que se fundamenta el considerar a los

Reyes poseedores de un derecho divino y gracias a eso hay quien afirma que,

incluso cuando obran mal, los monarcas estn cumpliendo la voluntad divina.

_ No puedo creer que algo que yo dije te llevara a esto.

_ Luego entran otras preguntas: El respeto hacia la libertad del hombre

hace a Dios impotente ante el mal? La nica respuesta que Dios da ante el mal es

el castigo en la otra vida? De qu sirve que se enve al malvado al infierno si la

injusticia prevalece en el mundo y el pobre es constantemente oprimido? Es Dios

intil ante el mal? Qu siente Dios ante el mal? Qu hace respecto al mal? Sobre

todo el mal que hacen los reyes supuestos ungidos por Dios. Porque Dios permite

lo que no quiere? An no doy con una respuesta a estas preguntas, he estado

buscando y creo que estoy bien encaminado.

_ Ya deja de ignorarme ya empezaba a molestarme- Dime de dnde han

salido todos esos libros - dije sealando los que estaban esparcidos en el suelo

_ Son tratados de teologa, desde San Agustn hasta Santo Toms. Y por

supuesto todos los libros del Antiguo y Nuevo Testamento en griego y algunas

traducciones.

_ Trajiste todos esos libros contigo? En griego dices?

_ El texto griego ofrece ms


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_ Si te escuchara mi to, se escandalizara! Esto es prcticamente una

biblioteca entera -me incline para examinar uno de los libros que estaban en suelo-

Maurice este libro lo escribi Martn Lutero!

_Lutero era mal monje pero buen telogo, vale la pena enterarse de lo quedice, al menos para pensar un poco.

_ Realmente mi to te hara encerrar -segu paseando la mirada otros

ttulos y no pude dar crdito a mis ojos- Maurice varios de estos libros estn

prohibidos!

_ Ha sido por malentendidos

_ Pues tienes una coleccin de malentendidos muy solemnes aqu. Empiezo

a pensar que esta biblioteca no pertenece a tu familia. Acaso es de una de las

comunidades de Jesuitas

_ No se te escapa nada- y me mostr una cara llena de orgullo y satisfaccin-

eres de las personas ms inteligentes que he conocido Vassilli.

Maurice era, como siempre lo fue, sincero en sus halagos pero en aquel

momento no vena al caso si yo era o no un pozo de sabidura, lo que importaba eraver si tena ante m a un potencial hereje y si la culpa era ma por haberle sugerido

la idea, as que me impacient.

_ No salgas con eso ahora. Y qu es eso? - dije sealando dos enormes

bales repletos de gruesos tomos y carpetas colmadas de papel que estaban junto a

la cama - Cuntos libros has trado?

_ Son menos de lo que parece...

_ Si estos libros son de los Jesuitas por qu los tienes t? Debieron

entregarlos junto con todas sus propiedades cuando los expulsaron de Francia. Es

terrible que te obliguen a cargar con estos libros.


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_No estn obligando a nada y lo menos peligroso que hay en estos bales

son los libros. Los libros son un regalo para que me entretenga. Lo que

verdaderamente estoy cuidando est aqu - dijo sealando algo dentro de uno los

bales.

Me acerqu para ver la mejor teniendo cuidado de no tropezar ninguna de

las pequeas torres de libros que Maurice haba erigido por toda la habitacin. Se

trataba de una caja de metal con una enorme y fuerte cerradura.

_ Por el tamao debe contener joyas o monedas de oro - dije con recelo.

Maurice levant la caja sujetndola de dos argollas que tena a los lados y la

sacudi un poco.

_Ni oro ni joyas, pero an as debo cuidarla muy bien y mantenerla en

secreto.

_ Y por qu me lo cuentas?

_ Porque soy malo guardando secretos. Esto es una confesin, no puede

decrselo a nadie, seor Abate- Mauricio sonri mientras haca un guio pcaro- Yo

mismo no s que hay dentro y no tengo la llave.

_ Eso excita bastante la curiosidad... por cunto tiempo de resguardar?

Quin te la dio? Cundo debes entregarla y a quien?

_Todas las preguntas responden con un nombre: Doctor Claudie Daladier.

Se refera al hombre que sirvi de intermediario entre Maurice y los jesuitas

cuando ste estaba desesperado en casa de su padre tratando de escapar a todo

momento.

_Entonces bien podra estar vaca y ser parte del tratamiento mdico, una

manera para que dejaras de querer saltar por la ventana para reunirte con tus

queridos jesuitas.


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_O puede ser que, tal y como ve a travs del ojo de la cerradura, se trata de

documentos importantes.

Me acerqu para ver a travs del orificio y efectivamente podra apercibirse

la silueta de rollos de papel que bien podran ser documentos sellados de lacompaa de Jess.

_Podran ser ttulos de propiedad...

_ Eso pienso. Puede tratarse de un resguardo para reclamar lo nuestro

cuando la compaa se haya restablecido en Francia - dijo mientras guardaba la

caja

_ Esas son grandes esperanzas.

_ No hay reyes ni parlamentarios eternos.

_ Cierto, pero a ninguno le gusta que se lo recuerden y consideran un acto de

traicin el anhelo de verlos en el reino de los cielos - Maurice ri divertido y

aplaudi mi comentario, de ms est decir que me sent muy halagado

_Digamos que slo nos preparamos para lo inevitable y esos papeles bien

podran valer en un futuro para recuperar mucho de lo que le han arrebatado a la

compaa

_ Y en el presente te mantendr ligado a la compaa, o ms bien

encadenado. Esto no es ms que un grillete Agregu dando unos golpecitos al

bal con la punta de mi zapato.

_ Estar ligado y ser til a la compaa me salva de volverme loco sintiendoque no hay suelo bajo mis pies.

_ Tan importante es para ti ser jesuita?- no pude disimular mi

preocupacin, me pareca triste que aquel encantador joven estuviera tan unido a


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una orden que para aquel momento era semejante a un barco en medio de una

tormenta.

Maurice detuvo a pensar su respuesta devolvi la caja al bal y los cerr para

sentarse encima.

_Lo que es importante para m es tener algo que hacer. Saber que mi vida

tiene un objetivo, una meta y no ser una especie de intil carente de propsito. Una

existencia sin ningn sentido es lo que ms me aterra. En el fondo es que no quiero

ser insignificante.

_ Supongo que eso nos pasa a todos

_Oh, no lo creas, la mayora se conforman con seguir los pasos de baile que

les han enseado desde nio sin cuestionarse nada.

_ Hasta que nos quitan la msica - susurr con tristeza. Al ver que Maurice

me miraba sin saber qu contestar, agregu tratando de poner buena cara- no me

hagas caso, ya me encuentro mucho mejor

_Eso es porque eres una persona excepcional. T definitivamente eres

capaz de analizar la vida mejor que la mayora de la gente. Mi maestro de novicios

sola decir que la gente excepcional sufre ms que los dems porque ve todo de

manera diferente y termina sintindose solo.

_ Seguramente lo deca por ti, que no eres nada del montn; por ejemplo,

qu es esto?- dije sealando a mi alrededor- Al principio pens que los libros

estaban en esparcidos arbitrariamente Pero empiezo a ver que esto es un caos

ordenado - haba notado al moverme por la habitacin que los textos en el suelohacan una figura.

_ Exacto! Definitivamente no se te escapa nada -contest entusiasmado y

fue a buscar la hoja en la que haba estado escribiendo cuando entr en la


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habitacin- vers esto es slo una manera de organizar mis ideas y lo que voy

encontrando en los libros.

Al mostrarme la hoja pude ver que tena dibujada la mitad de una

circunferencia y de esta se proyectaban lneas como si de los rayos del sol setratase.

_ Un amanecer? -dije instintivamente

_ No, no es un dibujo, aunque ahora que lo dices queda bien analoga

porque anoche realmente hiciste salir el sol en medio de mis tinieblas. Gracias!

Maurice sonri de una manera tan adorable que me ruborice hasta la raz

del cabello. Volv a estudiar la hoja y not que en cada lnea haba una frase escrita,

algunas eran preguntas.

_ Esto es temo que no tengo idea.

_ Si te colocas aqu -dijo sealando un claro entre los libros- comprenders

fcilmente

Obedec y l, ponindose a mi lado, seal los libros en el suelo y luego

coloc la hoja ante mi cara para quitarle volver a sealar los libros.

_ Ah! Ya veo.

Los libros estaban organizados igual que las lneas del dibujo y el claro en

que me encontraba de pie era la media circunferencia que apareca en la hoja.

_ Cada hilera de libros tiene relacin con una de estas preguntas - exclamtriunfante golpeando la hoja con mi mano.

_ As es -asinti complacido


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Repar en que cada libro en el suelo tena hojas sobresaliendo con algunas

frases escritas

_ Has ledo y resumido todos estos libros en una noche?

_ No todos, algunos los conozco lo suficiente como para saber qu voy a

encontrar en ellos y slo he tomado algunas notas para cuando pueda empezar a

escribir un tratado.

_ Nada menos que un tratado!- no pude evitar el tono socarrn.

_ Un tratado sobre la posibilidad de que algo ocurra en el mundo sin ser

voluntad de Dios

_ Vas a escandalizar a mucha gente

_ No lo hago para escandalizar sino para no volverme loco ante lo que pasa

mi alrededor. Cmo puede ser voluntad de Dios que unos reyes destruyan todo

nuestro trabajo en las Reducciones por un capricho?.

_ Ms bien por una intriga bien urdida.

_ Eso es mucho peor, cmo puede ser voluntad de Dios que unos

cortesanos envidiosos puedan acabar con una obra que le daba gloria a l?

_ Quiz daba ms gloria a la Compaa que a Dios

_ Tienes idea del trabajo que costaba construir, organizar, conservar y

proteger una Reduccin? Tienes idea de cuntos padres dejaron su vida en ese

empeo? Sabes lo que significa vivir expropiado de s mismo, disponible 24 horaspara los Guaranes, sabiendo que debamos hacer el trabajo de diez hombres por

qu slo dos o tres jesuitas tenamos que guiar a cientos de aquellas gentes? Hay

maneras ms sencillas de buscar la gloria humana, por ejemplo limitndonos a

fundar colegios para los seores espaoles y portugueses que dominan en esas

tierras, pero nosotros decidimos dedicar nuestras vidas a los Guaranes.


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El rostro de Maurice se vea sonrojado, su voz se entrecortaba por la pasin

con que hablaba; me di cuenta de que nunca aceptara argumentos en contra de la

Compaa de Jess y mucho menos contra las Reducciones. Yo no quera discutir

con l, a pesar de que llevaba aos adiestrndome en el arte de despotricar contra

los jesuitas; ellos eran sagrados para l y para m l ya comenzaba a ser objeto de

mi veneracin, as que cambi ligeramente el tema.

_ Y entonces, aqu estn escritas las ideas que vas a desarrollar en tu

tratado. Deberas usar algo as como el esquema de Santo Toms en la Suma

Teolgica.

_ Prefiero fundamentarme en las Sagradas Escrituras.

_ Las Sagradas Escrituras son intrincadas.

_ No tanto como Santo Toms.

_ La interpretacin de la Biblia en un tema delicado

_ Bobadas!, que otra cosa debemos leer para conocer a Dios sino la Biblia.

No es eso lo que nos dej claro el Concilio de Trento.

_ Tambin dej claro que hay que interpretarlas guindose por la tradicin y

t tienes aqu, adems de obras de Lutero, otros celebres integrantes del ndice de

Libros Prohibidos.

_ Algunos de esos libros llegaron al ndice porque un puado de mentes

medrosas prefirieron prohibirlos a tomarse el trabajo de entenderlos.

_ Te pueden quemar por decir eso!

_ Dios es infalible, los telogos, obispos, cardenales y el Papa no lo son

_ Definitivamente terminars en una gran hoguera como Giordano Bruno


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_ No exageres -dijo rindose como si fuera un juego- Mientras no termine

casado con una ex monja como Lutero me doy por satisfecho.

No tuve ms remedio que rerme de su ocurrencia. Debo decir que esa fue la

primera vez que Maurice sac a relucir su fobia a por el matrimonio. Durante eltiempo que compart con l llegu a la conclusin de que la idea de pasar la vida

ligado a una sola persona le aburra terriblemente, an ms si se trataba de una

mujer con vocacin de mueca como la mayora de las nobles francesas.

Maurice amaba con su cabeza y se aburra fcilmente de la gente superficial,

por eso vea los matrimonios arreglados como un infierno. La nica mujer que

despert en l alguna pasin era, adems de muy hermosa, muy inteligente. El

resto de las mujeres en su vida, su madre y sus tas sobre todo, haban sido

intransigentes y asfixiantes.

Estoy seguro que eso fue lo que sembr en l tal odio hacia el matrimonio

que lleg a ver en la Compaa de Jess el escape perfecto para tan triste destino.

Por supuesto que l afirm hasta el final que su eleccin por la vida religiosa

responda un llamado divino.

En cuanto a m, desde nio me dijeron que mi destino era ser cardenal y esefue mi objetivo hasta que empec a pensar y sentir por m mismo y ya no supe qu

hacer con mi vida.

Volviendo al captulo que ahora escribo, nuestra conversacin contino en

un tira y encoge entre mis temores por las libertades que se tomaba Maurice y su

desafiante deseo de saber la verdad de todas las cosas. Estando en esto me fij en

su escritorio y vi una carta de su padre que al parecer haba sido estrujada y vuelto

intilmente a componer. En ella pude leer, gracias a las grandes letras que us el

Marqus, que ste le peda que volviera a casa de inmediato y no me usara de

excusa para escaparse a las Indias otra vez.


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No pude evitar tomar la carta en mis manos y mirar a Maurice con terror,

si l se marchaba que sera de m? Mi amigo se encogi de hombros y sonri

tristemente.

_ Ya no confa en m, s que le he dado motivos, pero no debera ser tanmolesto recriminndome mi viaje al Paraguay cada rato.

_ Te irs pronto?

_ Eso depende de ti, de cmo te encuentras ahora

_ Yo - quise decirle que me morira si me dejaba slo pero pudo ms mi

buena educacin- Estoy bien, no quiero ser causa de disgusto para tu padre

_ Mi padre tiene otras cosas para disgustarse a gusto y yo no quiero dejarte

hasta que ests mejor. De hecho me gustara que vinieras conmigo pero quizs no

te agrade la idea

_ Ir! dije apenas conteniendo un grito - Si a tu padre no le molesta, ir

con gusto

_ l estar encantado, de hecho l mismo lo ha sugerido. Adems, piensa

que si viajo contigo hay menos posibilidad de que escape al Paraguay otra vez.

Los dos remos de buena gana a costa del pobre viejo que hasta soaba con

Maurice embarcndose una vez ms.

Una vez que el viaje estuvo acordado, slo faltaba pedir la aprobacin de mi

padre. Le escrib y en su respuesta se mostr encantado de que abandonara mi

vida libertina y volviera a Pars. Agradeca a mi amigo por sus buenos servicios,Maurice le haba escrito tambin y le haba asegurado que no cesara hasta verme

completamente recuperado. Ni mi padre ni yo imaginamos cunto tiempo le

llevara cumplir esa promesa ni el empeo que pondra en tal empresa.


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No puedo dejar de estar agradecido a Maurice por haberme salvado, incluso

si me ha hecho llorar ms que nadie en este mundo destrozando mi corazn sin

misericordia. Me pregunto si de haber sabido lo que me esperaba igual hubiera

abordado ese carruaje unas semanas despus. Seguramente s, porque hubiera

bastado con ver la hermosa sonrisa de Maurice para que me lanzara tras l hasta el

fin del mundo, como de hecho lo hice. Tanto en aquel tiempo como ahora, he

considerado que cualquier precio es poco con tal de estar a su lado...

Gracias por leer

Engendrando el Amanecer.

Para m es muy importante saber tu opinin,

por eso me hars muy feliz si visitas mi blog y

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ENGENDRANDO EL AMANECER Capitulo VI

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