En El Superchino

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  • 7/25/2019 En El Superchino

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    Me despert tarde y con hambre. Hambre de algo salado. ya se me haba pasado la tentacin del desayuno en que quers comer lo dulce. Necesitaba algo sallado y ya. El daanterior me haba acostado tardisimo, mirando una pelicula de un japones re loco.habia tenido pesadillas y despus de eso me haba dormido en un sueo profundo. Cuandodespert el hambre y las ganas de comer algunas papas o algo de jamon y queso medesesperaban. Busque con furia en los cajones algo de plata. La billetera se mehaba perdido haca dos das y yo andaba medio linyera con el tema de la plata. Encontr 50 pesos en una campera vieja y me fui al chino que queda a 2 cuadras de mi casa a tratar de saciar el hambre que me atinaba a la ruina. Esas dos cuadras fueron un fasitidio ya que yo me encontraba medio dormido sin esperanzas de despabilarme. En el trayecto pise un charco de agua (a la noche haba llovido) y despus unperro de una vieja puta del edificio en el que vivo quiso moderme la mano. Con suerte y un pie mojado llegu al chino y me fui disparando para la parte de los lacteos. Le dije a juan que me diera 100 de queso y 100 de jamon. Al chino le pusejuan en mi imaginacin, en realidad no se como se llaman. Lo unico que se es que son como una familia. La que dirije todo es una mina de unos 35, 40 aos que tiene2 hijos, uno que es un peque de 1, 2 aos y otro que tiene 13, 14, que pobre lo pusieron a trabajar en la caja. Despus est juan, que debe ser el hermano de esta mina o un chino que habr quedado colgado y vino con la flia. Despues al marido de laflaca lo vi un par de veces pero no trabaja en el super porque no est mucho. Cuestion que mientras yo estaba pidiendo lo ms dormido mi fiambre y tambin mientras buscaba que pan ira a poner entre fiambre y fiambre, se empizan a escuchar ruidos

    y discuciones en el sector de las cajas. Echo una mirada intergondolas y veo a 2personajes totalmente sacados, de procedencia asiatico vestidos de negro, uno con una katana de 1 metro de largo y el otro zapallo con una amatrelladora automatica. En ese momento me empez a latir salvajemente el corazn, es decir muy muy rpido porque uno de los yakuza tambin me miro inter-gondolas. EN el transcurso de losmicrosegundos el que me miro empez a venir a la parte de lacteos y fiambres. Yoestaba casi desmayandome del miedo y las gotas de frio hacian sudadera de todo mi cuerpo. Las manos que sostenian el pan lactal bimbo me temblaban zarpado