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En 2011, desde la Fundación FUCAC propusimos realizar una revisión acerca de la educación cooperativa. Desde ese término se comprenden propuestas muy diferentes

en formas y contenidos, y nuestro propósito era ir sumando bases y discusiones para precisar conceptos, vías, y lograr una mejor educación en cooperativismo.

Entendemos que el trabajo realizado por la Lic. Gloria

Canclini y su grupo de trabajo, y el documento generado a partir de las reflexiones y las experiencias iniciadas,

constituyen un aporte valioso para impulsar proyectos renovados, donde el cooperativismo sirva como

herramienta inspiradora de mejor convivencia, trabajo compartido, democracia y solidaridad.

3

El grupo de trabajo compuesto por Gloria Canclini, Lucía De Rosa, Olga Andregnette, Olga

Urgoiti, Miriam Arbiza, Teresa Rodríguez y Mariela Alonso, realizó sus reuniones en la casa de la

Fundación FUCAC y en la escuela 373 del Cerro, en Montevideo.

4

Contenido

I. Introducción. ............................................................................................................................................. 10

II. La cooperación. ........................................................................................................................................ 12

III. ¿Porqué educar en cooperativismo? ....................................................................................................... 14

IV: Para qué y cómo educar en cooperativismo. .......................................................................................... 18

V. Introducción a los fundamentos metodológicos. ..................................................................................... 21

V. Los modelos teóricos ................................................................................................................................ 27

VI. Estrategias Metodológicas. ..................................................................................................................... 37

VII. Principios de secuenciación del currículo .............................................................................................. 38

VIII. Describiendo el inicio de una experiencia piloto de Educación en Cooperativismo. ............................ 46

Trabajar a partir de un problema: ................................................................................................................ 48

Bibliografía. ................................................................................................................................................... 52

5

UNA PROPUESTA METODOLÓGICA

Lic. Gloria Canclini.1

AGRADECIMIENTOS

1 Maestra y Licenciada en Ciencia Política, docente de la Universidad de la República. Las opiniones

vertidas en este documento son de exclusiva responsabilidad de su autora.

6

Al grupo humano con que he recorrido este proceso, Maestras Lucía De Rosa, Olga Andregnette, Olga

Urgoiti, y Miriam Arbiza, y a las estudiantes de Psicología Teresa Rodríguez y Mariela Alonso; a las/los

docentes de la Escuela No. 373 por haberme apoyado con entusiasmo, brindando parte de su tiempo para

la obtención de la información requerida, por haber puesto al servicio de los objetivos sus conocimientos

y su compromiso con la tarea educativa. A ellos/ellas mi reconocimientos por sus aportes, sin los que este

trabajo no hubiera sido posible.

Al Sr. Javier Pi. Gerente General de FUCAC y al Sr. César Boné, Coordinador de Fundación FUCAC por la

confianza y apoyo brindados al permitirme ejecutar esta consultoría y por sus comentarios.

Cordialmente

Gloria Canclini.

7

“Cuanto más abiertos estemos hacia nuestros

sentimientos, mejor podremos leer los de los demás”.

Daniel Goleman

Presentación

Antecedentes

FUCAC ha venido desarrollando una estrategia institucional tendiente a fomentar los

valores del cooperativismo. En ese sentido se ha comprometido a apoyar el

cooperativismo escolar, asumiendo un compromiso activo, a través del asesoramiento,

la difusión de materiales de apoyo y la realización de jornadas para educadores.

A los principios y misión que le son propios, FUCAC sumó un espacio institucional- la

Fundación - que constituye un valor agregado a su línea de trabajo basada en el

concepto de responsabilidad social. Desde allí se vio la necesidad de reflexionar sobre lo

actuado en el área del cooperativismo escolar, a los efectos de capitalizar los logros y de

superar las limitaciones que se pusieron en evidencia en el trabajo ya realizado.

Es así que fui convocada para sumarme a esta iniciativa, con la finalidad de alcanzar los

siguientes objetivos:

Objetivo general de la consultoría.

Asesorar técnicamente en la confección de una metodología para la educación en

cooperativismo, fundamentada en la respuesta a dos interrogantes por qué y para qué

educar en cooperativismo.

Actividades.

Siendo consistente con los principios del cooperativismo, se entendió que esta tarea

debía emprenderse como un proyecto colectivo. Con tal propósito se conformó un

grupo integrado por las docentes Lucía De Rosa, Olga Andregnette, Olga Urgoiti, y

8

Miriam Arbiza, y por las estudiantes de Psicología Teresa Rodríguez y Mariela Alonso;

coordinado y orientado por quien suscribe el presente informe.

Metodología de trabajo:

Se definió la realización de un encuentro semanal, durante el cual cada miembro del

equipo desarrolla los aspectos que investigó en la semana y luego se intercambian y

sintetizan las conclusiones. Se dio inicio a estas actividades el 2 de agosto y se ha

previsto un ciclo de seis a siete sesiones.

Se establecieron dos líneas de acción:

a) La primera de carácter teórico. Esta dimensión implica:

Revisión de bibliografía sobre didáctica, pedagógica y de psicología de la

educación.

Análisis de los contenidos sobre educación en cooperativismo en los

programas de educación primaria y secundaria.

Análisis y discusión sobre lineamientos pedagógicos, didácticos,

metodológicos y fundamentos de la educación en cooperativismo.

Teresa Rodríguez y Mariela Alonso prepararon y orientaron un taller de trabajo sobre

“Inteligencias Múltiples e inteligencia Emocional” del cual participó todo el grupo. La

inteligencia emocional es un constructo reciente en la ciencia pedagógico-didáctica. Al

final de la jornada se analizó la pertinencia de aplicar estos conceptos a la metodología

que se está elaborando.

¿ Por qué? Porque en los primeros niveles educativos (primaria y secundaria) se atiende

también a la educación integral, es decir promover en el sujeto que aprende un

desarrollo integrado en sus capacidades cognitivas, afectivo-emocionales y sociales.

La teoría de las inteligencias Múltiples se centra en las inteligencias formuladas por

Gardner: “intrapersonal” e “interpersonal” que tienen relación con el constructo de la

inteligencia emocional y la inteligencia “lógico-matemática” o habilidad para resolver

problemas, esta última ha sido cuidadosamente documentada por Piaget. (1978, 1979a

y 1979b). 2

2 PIAGET, J. (1978). La equilibración de las estructuras cognitivas. Problema central del desarrollo, Madrid: Siglo

9

La inteligencia intrapersonal implica el “conocimiento de los aspectos internos de una

persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la

capacidad de efectuar discriminaciones entre estas emociones y finalmente ponerlas un

nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia

conducta…puesto que esta inteligencia es la más privada precisa de la evidencia del len-

guaje, la música u otras formas más expresivas de inteligencia” (Gardner, 1995:42). 3

La inteligencia interpersonal “se construye a partir de una capacidad nuclear para sentir

distinciones entre los demás, en particular, contrastes en sus estados de ánimo,

temperamentos, motivaciones e intenciones” (Gardner, 1995: 40).

En resumen, ambas inteligencias, la intrapersonal y la interpersonal describen tentativas

de solucionar problemas con significados emocionales desde puntos de partida

diferentes.

La inteligencia interpersonal, más social, permite comprender y trabajar con los demás,

la inteligencia intrapersonal, más personal, permite comprender y trabajar con uno

mismo.

La teoría de las inteligencias múltiples se ha desarrollado como un enfoque de la

cognición humana que comporta implicaciones didáctico-educativas que merecen

consideración.

b) La segunda línea de trabajo, avanza en la puesta en práctica los hallazgos que se

han realizado en el campo teórico, habiéndose iniciado contacto con la Escuela

No. 373, cuya Directora integra el grupo de trabajo al que ya referimos. En el

Anexo I, detallaremos las actividades que se han realizado.

XXI.

PIAGET, J. (1979a). Seis estudios de psicología, Barcelona: Seix Barral

PIAGET, J. (1979b). El papel de la noción de equilibrio en la explicación psicológica; Problemas de

psicología genética, en: Seis estudios de psicología, Barcelona: Seix Barral, 10ª ed., 143-171. 3 GARDNER, H. (1995). Reflections on multiple intelligences. Phi Delta Kappan, 77, 3, 200-209.

10

I. Introducción.

Las sociedades modernas son cada vez más complejas. Los efectos “macro” de la

globalización no sólo se expresan en el campo de la economía, el mercado laboral, el

comercio, la difusión de la información, la tecnología, los movimientos migratorios, sino

también en los valores de la sociedad y en las pautas de consumo. Por tanto la

Educación del Siglo XXI, se encuentra frente al desafío, no sólo de trasmitir

conocimientos, sino también de generar habilidades y competencias para la convivencia

colectiva, en un mundo cada vez más plural y caracterizado por la velocidad del cambio.

El ciudadano moderno es cada vez más “un ciudadano del mundo”. La única manera de

avanzar como seres humanos y como sociedad es aprender a convivir (vivir- con) en la

diversidad. Precisamente la diversidad debe ser aprendida y aprehendida como una

“oportunidad” para emprender acciones con otros- que son distintos- para alcanzar

fines comunes.

Dada la naturaleza social del individuo, y considerando que la organización de la

comunidad se basa en la división del trabajo y la especialización- paradójicamente- a la

vez que se profundiza el “individualismo”, cada vez más se vive en continua

interdependencia.

En este contexto, el cooperativismo cobra relevancia, por cuanto a la vez que requiere

del potencial individual de las personas, las orienta a poner sus capacidades individuales

al servicio de una meta común: es una empresa colectiva donde todos ganan.

El cooperativismo, más que un concepto es un “valor”en sí mismo, y para vivirlo es

preciso desarrollar una serie de competencias y habilidades previas. Como señala C.

Velásquez Callado (2004)4 “Los valores hacen referencia a modelos ideales de actuar y

de existir que el ser humano aprecia, desea y busca, y a través de los cuales interpreta el

mundo y da significado a su existencia (González Lucini, 1990; Ortega, Mínguez y Gil,

1996). Debido a su consideración de ideal, de algo a lo que se tiende, poseen una

naturaleza abstracta e intangible y sólo se hacen explícitos a través de las conductas o

los modos de comportarse que manifiesta una persona ante determinadas situaciones.

4 Velásquez Callao, C. 2004.” Las actividades físicas cooperativas:Una propuesta para la formación en valores a

través de la educación física en las escuelas de educación básica” Ed. Secretaría de Educación Pública. México.

11

En este sentido, la tendencia (o predisposición aprendida) a comportarse de una manera

ante determinadas realidades vividas: problemas, ideas, situaciones, personas o

acontecimientos, recibe el nombre de actitud (González Lucini, 1990; Puig, 1993; Ortega,

Minués y Gil, 1996).”

Siguiendo al citado autor, de estas definiciones cabría destacar dos ideas fundamentales:

1. Los valores y las actitudes se aprenden y, por tanto, son educables.

2. Para evaluar la interiorización de un determinado valor por parte de una persona es

necesario fijarse en las conductas que manifiesta en diferentes situaciones. Pues valores

y actitudes conforman una estructura que guía los principios de acción de la persona.

La vida cotidiana nos muestra que para afirmarnos como seres humanos debemos

reconocer que requerimos de los demás, por lo tanto es necesario comprender que

nadie tiene la verdad absoluta, y que el logro de muchas metas sólo es posible cuando

se logran conciliar intereses opuestos.

¿Qué hacer, cómo actuar desde el rol docente frente a un momento histórico

caracterizado por la adversidad y la incertidumbre? ¿Qué posibilidad tiene la ética

cooperativa de contribuir a mejorar la calidad de los aprendizajes?

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II. La cooperación.

El término cooperar de raíz latina, significa obrar conjuntamente con otro u otros para

un fin común ( co- operari).

Aunque al referirnos a la historia del cooperativismo, el tema se sitúa a partir del siglo

XIX en Europa, como señala Leonor Ocampo5, “es justo reconocer que al momento de la

conquista, existían comunidades que hacían de la cooperación su modo de vida. Cultura

que no fue reconocida por el conquistador, y que recién vuelven en forma incipiente con

la llegada de las corrientes migratorias europeas del siglo XIX.”

Desde el punto de vista de la antropología social, según expresa Ocampo, la cooperación

puede ser voluntaria o compulsiva. En el primer caso, es una asociación voluntaria en

función de intereses y objetivos compartidos. Si bien las motivaciones de naturaleza

económica pueden estar presentes en la motivación de los actores que se unen

voluntariamente, lo que predomina en esta modalidad es la calidad de los lazos sociales

que configuran el centro aglutinante de la actividad ( por ejemplo para levantar

cosechas, para mitigar los efectos de una crisis- comedores/merenderos, etc)

En el segundo caso, la cooperación es impuesta externamente. Desde los lazos de

servidumbre, hasta el moderno sistema impositivo, son ejemplos de esta modalidad.

En el ámbito educativo según sean las estrategias didácticas, las actividades pueden

estructurarse en forma cooperativa o competitiva. Cuando prevalece esta última, las

situaciones están condicionadas por la calificación numérica donde pocos alcanzan los

niveles más altos, y se basan en el trabajo individual. En cambio en el enfoque

cooperativo como sinónimo de trabajo en grupo, prevalece la responsabilidad

compartida. Cada integrante del grupo es conciente que para cumplir con las metas

todos dependen de todos. El resultado beneficiará a la vez a cada miembro y al grupo.

Cada integrante reconoce en el otro a su par- no a un competidor- y las habilidades de

cada uno son necesarias para poder realizar una actividad compartida.

5 Ocampo, L. 2010. La educación cooperativa como cultivo en valores y transversalidad. Cap. 1. El

Desafío de la Educación Cooperativa en la hora actual. Ed. Intercooop.

13

De modo que hay una diferencia cualitativa entre cooperar voluntariamente, a partir de

una elección personal, y hacerlo como una exigencia impuesta por otros. “Esta libertad

de elegir, participar,modificar, es importante para que se internalice la cooperación

como valor, más allá de la edad psicológica adecuada” (Ocampo, 2010)

El cooperativismo contribuye a crecer en los valores de una cultura de paz y tolerancia.

Conforme lo establece el Informe de la Comisión Internacional sobre Educación para el

Siglo XXI de la UNESCO, uno de los pilares de la educación en el nuevo milenio es

“aprender a vivir juntos”. Esto no es otra cosa que desarrollar una actitud de aceptación,

consideración y disposición a admitir en los demás una manera de ser y obrar distinta a

la propia; en suma, la comprensión del “otro” como expresión de la diversidad y de la

pluralidad de la realidad en la que estamos inmersos.

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III. ¿Por qué educar en cooperativismo?

El concepto de educación cooperativa es un concepto polisémico. Tiene una dimensión

axiológica: los valores de autonomía y responsabilidad, participación, democracia, ayuda

mutua y solidaridad, igualdad y equidades, que dan respuesta a esa pregunta.

Complementariamente lleva implícita una dimensión profesional y técnica, referida a la

capacidad para la gestión de una empresa (Comtois, Beaulieu y Humérez-Comtois, 1982),

que respondería a las preguntas para qué y cómo.

En primer lugar situaremos la educación en cooperativismo en el contexto de la

democracia. El sociólogo alemán Max Weber, en el siglo pasado ya se planteaba cómo

resolver el problema de la democracia en un mundo caracterizado por la pluralidad de

valores. Precisamente ese mundo se vuelve un mundo de reglas porque las estructuras

de acción colectiva e individual se burocratizan, se institucionalizan a través de las leyes

y de la economía. Bajo esas circunstancias, los individuos eligen los medios más eficaces

para alcanzar los fines que se proponen; con lo cual la libertad se traduce en la

conquista de espacios de acción, para emprender cosas de cara a otros que piensan

distinto.

Dicho esto, la calidad de la democracia pide algo más que reglas de juego claras,

transparentes y gobiernos legítimos. Es preciso que la propia sociedad sea capaz de

desarrollar todas sus potencialidades.

Es en ese marco que cobra sentido la pregunta inicial, ¿porqué educar en

cooperativismo?

Es una pregunta que indica motivo o razón. Si tomamos como pilar lo propuesto por

UNESCO, “Aprender a vivir juntos”, damos significación a la educación en

cooperativismo como vehículo para el desarrollo de una cultura de solidaridad.

Esa cultura, implica nada más ni nada menos que la “percepción del otro” como un ser

“integral”. Así concebido el “otro”, la consecuencia de la interacción entre las personas

permite el desarrollo más pleno de sí mismas y de la sociedad; potencia las capacidades

individuales y colectivas, acrecienta la “autoestima” y genera mentalidades proactivas,

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más abiertas al cambio y a la pluralidad. El cooperativismo rompe el aislamiento

“individualista”.

Sin embargo se corre el riesgo de que se aplique con fines utilitarios. Aceptar que

necesitamos de los demás, puede inducirnos a la práctica del cooperativismo con fines

instrumentales, es decir, percibiendo al otro como un “medio” para los objetivos

personales y no como un “un fin en sí mismo”, respetándolo en toda su integridad. De

ahí la importancia de educar tempranamente en los valores del cooperativismo.

Conviene tener en cuenta que los términos sociedad y comunidad son ambiguos, por

cuanto tienen a la vez un sentido normativo y uno descriptivo. Según el filósofo y

pedagogo estadounidense John Dewey 6”, en el primero de sus sentidos, se concibe a la

sociedad como “una comunidad de propósitos elogiables y bienestar, lealtad a los fines

públicos, afinidad de simpatías”. Sin embargo, observa dicho autor, en los hechos “ no

encontramos unidad, sino una pluralidad de sociedades, buenas y malas. Hombres

reunidos en conspiraciones criminales, compañías de negocios que oprimen al público

mientras lo sirven, maquinarias políticas que se mantienen unidas por el interés del

saqueo, están incluidas. Sí se dice que tales organizaciones no son sociedades porque no

cumplen los requisitos ideales de la noción de sociedad..”

No obstante los hechos nos muestran que “Los hombres se asocian en toda clase de

formas y para todo tipo de propósitos. Un hombre participa en una multitud de grupos

diferentes, de los que sus asociados pueden ser bien distintos. Muchas veces parece que

no tienen nada en común salvo que son modos de vida asociativa. Dentro de toda

organización social grande hay numerosos grupos más chicos: no sólo subdivisiones

políticas, sino asociaciones industriales, científicas, religiosas. Hay partidos políticos con

diferentes propuestas, grupos sociales, pandillas, bandas, corporaciones, compañías,

grupos firmemente unidos por lazos de sangre, y así hasta una variedad infinita. En

muchos de los Estados modernos y en algunos de los antiguos, hay gran diversidad de

poblaciones, de idiomas, religiones, códigos morales y tradiciones. Desde este punto de

partida, cualquier unidad política menor, alguna de nuestras grandes ciudades, por

ejemplo, es un cúmulo de sociedades asociadas libremente, más que una comunidad de

acción y pensamiento inclusiva y permeable.”7

Por eso, una vez más, la necesidad de una medida de valor para cualquier modo dado

de vida social. En ese sentido, la democracia es un sistema que permite encontrar una

6 Dewey, John. Democracia y Educación.

7 Ibídem.

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forma de vida social en la que los intereses de un grupo son compartidos por todos sus

miembros, y a la vez hace posible la libertad de interactuar con otros grupos. Al decir de

Dewey “Una sociedad que hace provisiones para que todos sus miembros participen en

igualdad de condiciones de sus bienes y que asegura el reajuste flexible de sus

instituciones mediante la interacción de diferentes formas de vida asociativa es por lo

tanto democrática [..] Tal sociedad debe tener un tipo de educación que les dé a los

individuos un interés personal en las relaciones sociales y el control, y los hábitos

mentales que aseguran los cambios sociales sin provocar desorden”

Así concebida la educación, la democracia se presenta como un ambiente propicio para

el mejoramiento humano.“Si se indaga en qué consiste precisamente el mayor bien de

todos, que debe ser el fin de todo sistema de legislación, se hallará que se reduce a dos

objetos principales: la libertad y la igualdad; la Libertad , porque toda dependencia

particular es fuerza quitada al cuerpo del Estado; la igualdad, porque la Libertad no

puede subsistir sin ella.” “Se necesita pues, ordenar la organización de la producción de

tal modo que permita dar a cada cual las condiciones materiales y espirituales para

gozar de la libertad y de la igualdad”. Rousseau 8

Cohen 9 interpreta que siendo el hombre el que hace las leyes, éste se siente

moralmente obligado a cumplirlas y que el Estado deberá asemejarse lo más posible a

una cooperativa en cuanto:

-todos somos iguales ante la ley.

-todos somos partes del todo que constituye el estado.

- los que gobiernan deben hacerlo para todos y diferenciar las actividades político

partidarias por medio de las cuales se acceden a los órganos de conducción pública y

debe responder por sus acciones ante la asamblea, en este caso el pueblo.

Por ello puede afirmarse que el cooperativismo en el ámbito educativo contribuye a

internalizar estos valores.

Obviamente que los valores de la convivencia democrática deben trasmitirse en el

proceso de “socialización” de los individuos. Por lo tanto, siguiendo a Dewey, la praxis

educativa, ha de implicar un manejo inteligente de los asuntos, y esto supone una

8 Rousseau, J J. El contrato Social o Principios de Derecho Político. Edición original 1762. Edición electrónica,2004.

www.laeditorialvirtual.com.ar

9 Cohen, Hemann (1842-1918) Filósofo alemenán citado por Ocampo, L. 2010. La educación cooperativa

como cultivo en valores y transversalidad. Cap. 1, pág 39. El Desafío de la Educación Cooperativa en la

hora actual. Ed. Intercooop.

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apertura a la deliberación del educador en relación con su concreta situación educativa

y con las consecuencias que se pueden derivar de los diferentes cursos de acción. Por

tanto, la escuela según este pedagogo, se concibe como reconstrucción del orden social;

el educador es un guía y orientador de los alumnos.

En ese sentido, como la educación es un fenómeno que incide en el desarrollo de la

personalidad de los individuos, el sistema educativo es un ámbito privilegiado para

internalizar el cooperativismo. Pero como la captación de sus valores no se produce sólo

a través del intelecto, es necesario insertarlo en el proceso formativo como un

componente transversal del currículo.

18

IV: Para qué y cómo educar en cooperativismo.

“Los cambios de una organización sólo son posibles

en la medida que los sujetos que la habitan

están dispuestos a realizarlos…”10

Cuando se educa en cooperativismo, no sólo se están brindando al alumno

“herramientas” para desarrollar su propio proyecto de vida, sino también se está

promoviendo el desarrollo de habilidades y destrezas necesarias para la convivencia

social. Además, dado que en un esquema de trabajo cooperativo cobran relevancia las

capacidades que cada miembro puede aportar para contribuir al objetivo común; se

favorece la “autoestima” (todos tienen algo que aportar) y el sentido de responsabilidad

(por cuanto del trabajo de cada miembro depende el resultado final).

La interacción que se da en el contexto educativo (formal e informal), es un proceso de

relación interpersonal en el que los individuos o grupos se influyen recíprocamente.

Existen tres formas básicas de estructurar las actividades según la interacción entre el

alumnado:

Competitivas: “Tu éxito me perjudica, tu fracaso me beneficia”.

Individualistas: “Tu éxito no me importa, sólo me preocupa el mío”.

Cooperativas: “Tu éxito me beneficia, tu fracaso me perjudica”.

En general, dentro del aula ha predominado una metodología de enseñanza-aprendizaje

en la cual prevalece la interacción docente-alumno para alcanzar los objetivos del curso.

De modo que la posibilidad de que los alumnos se apoyen mutuamente en los

aprendizajes, ha quedado relegada a un espacio residual y ocasional.

Habitualmente se dedica poco tiempo a programar actividades cooperativas. Estamos

inmersos en un sistema que apoya modelos de conductas opuestas (televisión, deportes

10

Premisa de Sistemas Autopoiéticos, Maturan, (1980). citado por Gallo Ma. Gallo. El aprendizaje

cooperativo como espacio de encuentro en la organización escolar.Cap. 3. El Desafío de la Educación

Cooperativa en la hora actual. Ed. Intercooop. 2010.

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profesionales, actividades deportivas extraescolares...)y a veces es duro nadar contra

corriente, pero ir a favor lleva inevitablemente al desastre

Sin embargo se ha demostrado la gran influencia que tiene la interacción entre los

alumnos en cuanto que cambia los términos del intercambio porque:

Contribuye y facilita el aprendizaje de destrezas sociales al margen de los

adultos.

Ofrece un contexto que permite comparar los logros propios con los de los

demás.

Fomenta el sentido de pertenencia al grupo.

Lo que facilita el aprendizaje no es la cantidad sino la naturaleza de esta interacción en

la que influyen tres variables:

1. El esfuerzo de los diferentes miembros del grupo.

2. Los conocimientos y habilidades de cada componente del equipo.

3. La estrategia colectiva.

La metodología del aprendizaje cooperativo es muy positiva sólo si se tiene oportunidad

de practicarla con compañeros distintos (no siempre con el mismo grupo).

Introducir actividades cooperativas en clase, no aumenta necesariamente la

cooperación si no va unido a un cambio en la metodología y en los objetivos .

Los diferentes estudios e investigaciones realizados en diversos países y contextos,

parecen poner de manifiesto la superioridad de las metodologías cooperativas sobre las

basadas en la competición o en el trabajo individual para favorecer una Educación de

calidad. Este enfoque de la educación permite que todos y cada uno de los alumnos-

independientemente de sus características personales- desarrollen al máximo sus

habilidades y destrezas y todo ello en un marco inclusivo centrado en las relaciones

interpersonales y en la comunicación grupal. Se crea así un clima positivo de clase, que

facilita los procesos de socialización y permite una transferencia de las situaciones de

aula a otros contextos de la vida.

Todas las evidencias sugieren que el aprendizaje cooperativo es una estrategia de

enseñanza que puede contribuir muy positivamente al logro de los objetivos de la

Educación.

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Lo importante de esta metodología es que su objetivo no es trasmitir los conceptos

básicos del cooperativismo, sino desarrollar actitudes para la convivencia social. Con ese

fin es preciso potenciar la creatividad personal (logrando un equilibrio entre

conformismo e individualidad) y la armonía dentro de las relaciones.

Por ello, el cooperativismo debe ser necesariamente un componente transversal de los

programas, susceptible de aplicarse en todas las actividades escolares (desde la

recreación a las tareas de aula).

Es necesario entonces una cuidadosa planificación. Por tanto plantea la necesidad de

capacitar a los educadores para organizar y orientar actividades colectivas procurando:

Evitar:

El efecto polizón (los menos capaces dejan que lo hagan los demás).

Roles de liderazgo (los más capaces hacen lo más importante, los otros tienen un

rol secundario).

Dispersión de la responsabilidad y haraganería social.

Abandono del trabajo ante el mínimo problema (con la tarea o con los

compañeros).

Conseguir (componentes del aprendizaje cooperativo):

Interdependencia positiva (mi trabajo beneficia a los demás y viceversa).

Interacción promotora (cada miembro anima a los demás).

Responsabilidad interpersonal e individual.

Habilidades interpersonales y de grupo (técnica de grupo)

Procesamiento grupal o auto-evaluación (reflexionar sobre su trabajo).

21

V. Introducción a los fundamentos metodológicos.

Frente a las turbulencias (Schlemenson 1996) 11 , que caracteriza el contexto

sociocultural actual, genera verdaderas dificultades a la labor docente, por cuanto sufre

las consecuencias de las dificultades en las interacciones sociales que se dan tanto en

los escenarios institucionales como comunitarios. Parece que las instituciones

educativas han ido perdiendo su capacidad de “dialogar” con la realidad social y de

proporcionar una oferta educativa que contribuya al desarrollo de la sociedad.

Dice Ruffini12 “las decepciones que la crisis social imponen a padres y alumnos

desencadenan con frecuencia sentimientos de impotencia. Esto deviene en conflictos

intersubjetivos y al mismo tiempo hacen síntoma en los sujetos y en las instituciones.

Familia e institución reaccionan repitiendo entre sus miembros la violencia que sufren”

En virtud de estas consideraciones, existe opinión generalizada acerca de la pertinencia

del enfoque de la educación cooperativa. Esta sensación de crisis de la sociedad en

general y del sistema educativo en particular, la vemos como “una oportunidad” para

plantear nuevas estrategias.

Inteligencia Intelectual o Académica

Como hemos señalado, los aprendizajes en el campo del cooperativismo requieren del

desarrollo de habilidades y competencias para la vida social.

Entonces, bajo la premisa de que la educación es un proceso de perfeccionamiento

integral, intencional y permanente del ser humano, orientado a su autorrealización y al

logro de su inserción activa en la sociedad, tan importante como la inteligencia

intelectual o académica, son las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional.

11

Schlemenson (1996), citado por Ruffini, Ma. Cristina. Cap. 2. pág.44. El Desafío de la Educación

Cooperativa en la hora actualidad. Ed. Intercooop. 2010.

12

Ruffini, Ma. Cristina. Cap. 2. Enfoque psicológico de la educación cooperativa. El Desafío de la

Educación Cooperativa en la hora actualidad. Ed. Intercooop. 2010

22

Implica la habilidad de razonar, planear, resolver problemas, pensar de manera

abstracta, comprender ideas complejas, aprender rápidamente y aprender de la

experiencia.

Howard Gardner con su teoría de las Inteligencias Múltiples abre el campo a otras

posibilidades dentro del mundo de la Educación. Al definir la inteligencia como una

CAPACIDAD la convierte en una destreza que se puede desarrollar y no como algo

exclusivamente innato o inamovible. No niega el componente genético, pero sostiene

que esas potencialidades se van a desarrollar de una u otra manera dependiendo del

medio ambiente, las experiencias vividas, la educación recibida, etc.

Dentro de este campo entran las siguientes inteligencias:

1. Lingüística

2. Lógico-matemática

3. Espacial

4. Musical

5. Corporal-cinética

6. Interpersonal

7. Intrapersonal

8. Naturalista

La Inteligencia emocional se define como la capacidad de reconocer nuestros

sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones en nosotros

mismos y en nuestras relaciones. Une lo intrapersonal (en relación con nosotros mismos)

y lo interpersonal (en relación con los otros). 13

Este tipo de inteligencia es una habilidad que implica tres procesos:

13

El uso más lejano de un concepto similar al de inteligencia emocional se remonta a Charles Darwin,

que indicó en sus trabajos la importancia de la expresión emocional para la supervivencia y la adaptación.

Thorndike, en 1920, utilizó el término inteligencia social para describir la habilidad de comprender y

motivar a otras personas.

David Wechsler en 1940, describe la influencia de factores no intelectivos sobre el comportamiento

inteligente

Hasta la década del 70: La Psicología dominada por el paradigma conductista y por el movimiento de los

test pasa por alto los factores no intelectuales.

Howard Gardner en 1983 define las Inteligencias Múltiples.

Peter Salovey y John Mayer, 1990 dan la primera definición de Inteligencia Emocional.

Daniel Goleman, 1995: Inteligencia Emocional

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1. Percibir: Reconocer de forma consciente nuestras propias emociones e identificar qué

sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal.

2. Comprender: integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento y saber

considerar la complejidad de los cambios emocionales.

3. Regular: dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma

eficaz.

La Inteligencia Emocional se desarrolla a largo de toda nuestra vida, con cada una de

las experiencias que vamos adquiriendo.

Abordar la educación desde la perspectiva de la Inteligencia Emocional, supone un

cambio de paradigma, puesto que se asume que la inteligencia no es un factor

exclusivamente intelectual. Según investigaciones realizadas a nivel mundial por The

Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations el éxito de las

personas se debe un 23% a sus capacidades intelectuales, y un 77% a sus aptitudes

emocionales. A lo largo de la vida resultan esenciales una mayor autoestima, una mejor

capacidad para gestionar las emociones perturbadoras, una mayor sensibilidad frente a

las emociones de los demás y una mejor habilidad interpersonal y, como apuntan Daniel

Goleman y Linda Lantieri, todas estas aptitudes se construyen en la infancia.

¿Para qué sirve la Inteligencia Emocional?

Es el timón que nos permite navegar de manera adecuada y con efectividad nuestros

sentimientos y emociones hacia una meta común.

Ayuda a identificar y orientar emociones y sentimientos.

Eleva la autoestima.

Mejora el rendimiento escolar.

Brinda autonomía y seguridad.

Potencia y estimula las relaciones interpersonales.

Mejora la salud mental y física.

Educar en cooperativismo desde la inteligencia emocional

24

En el informe Delors (1999, UNESCO) la Comisión Internacional sobre Educación para el

siglo XXI propone los cuatro pilares sobre los cuales debe organizarse la educación a lo

largo de la vida: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender

a ser.

Aprender a ser uno mismo y a convivir es más fácil si se desarrollan desde la escuela las

competencias propias de la inteligencia emocional. Desarrollar la inteligencia emocional

desde los primeros años de nuestra vida es prioritario para tomar conciencia de

nuestras emociones y comprender los sentimientos de los demás, lo que nos brindará

mayores posibilidades de desarrollo personal. Por eso es fundamental en el ámbito

educativo la formación en competencias emocionales. Esta formación centrada en las

relaciones con los demás, además de mejorar las calificaciones académicas y el

desempeño escolar, incrementa los niveles de bienestar y ajuste psicológico y la

satisfacción de las relaciones interpersonales de los alumnos.

Mediante el aprendizaje de las habilidades emocionales y sociales, los educandos no

sólo amplían su vocabulario emocional, sino que también aprenden a emplear

estrategias para afrontar situaciones emocionalmente difíciles. Alcanzan el autocontrol

emocional y manejan adecuadamente las emociones e impulsos conflictivos. Estas

estrategias autorreguladoras son muy útiles en el contexto escolar cuando, por ejemplo,

se acometen tareas académicas, a la vez que resultan eficaces en otros contextos no

escolares (familiar y social).

Con este enfoque lo que se busca es lograr la transferencia de estas habilidades de la

inteligencia emocional a otros ámbitos, como el personal y el social. En la década de los

80 se describió este tipo de inteligencia como una inteligencia social susceptible de

someterse a un proceso de “alfabetización emocional”. Y ahí cabe insertar el concepto

de resiliencia (Werner y Smith, 1962)14 . En el campo de la física este término se emplea

para describir la capacidad de un cuerpo de recobrar su forma original luego de haberse

ejercido sobre él una fuerza deformadora. Trasladado al ámbito social, se aplica para

definir la capacidad del sujeto que sometido a condiciones adversas, logra superarlas y

alcanzar una “adecuada” calidad de vida. Justamente, la alfabetización emocional,

desde el enfoque de la inteligencia emocional, permite acompañar el proceso de

desarrollo de esta competencia.

14

Werner y Smith, 1962, Citado por Ruffini, Ma. Cristina. Cap. 2, pág.72. Enfoque psicológico de la

educación cooperativa. El Desafío de la Educación Cooperativa en la hora actualidad. Ed. Intercooop. 2010

25

En suma, ¿qué competencias se desarrollan mediante este enfoque?

Intrapersonales:

Autoconocimiento

Autocontrol emocional

Automotivación

Interpersonales:

Empatía

Habilidades Sociales

La Educación en cooperativismo debe ser concebida como una materia o asignatura más

del programa educativo. Debe integrarse en la vida cotidiana del centro educativo y

transversalmente en el currículo. Debe implicar a toda la comunidad educativa: alumnos,

docentes y familia. No es un programa para abordar un problema social – uno más que

añadir a las cargas de la educación formal-es una estrategia para mejorar el clima

educativo en general.

Requiere de una formación consistente de acuerdo con un currículo basado en la

investigación con un conjunto de lecciones que, una vez que las habilidades sociales y

emocionales han sido internalizadas, han de ser aplicadas en todas las áreas curriculares

y en situaciones reales de la vida escolar y personal del alumno.

El objetivo de este tipo de aprendizaje es permitir a los alumnos experimentar los

valores de la cooperación (democracia, ayuda mutua, solidaridad, equidad e igualdad) a

través de la acción, desarrollar habilidades para el trabajo cooperativo en equipo, tomar

decisiones en forma democrática, realizar un proyecto en forma cooperativa

La naturaleza de la metodología, implica que su aplicación debe realizarse en todos los

niveles de la educación, sobre la base de un Proyecto que involucre todas las actividades

que se desarrollan cotidianamente. De esta forma en los últimos grados de la escuela

primaria - dado el estadio de desarrollo psicológico- los alumnos estarían en

condiciones de desarrollar una experiencia concreta de cooperativa escolar, aplicando

los valores del cooperativismo ( por ejemplo: un proyecto de aula escogido

democráticamente y cuyos aspectos organizacionales y financieros serán gerenciados en

26

forma cooperativa por los alumnos. Así, éstos se inician en las cuatro funciones de la

empresa marketing, contabilidad, producción y gestión de los recursos humanos).

Modelo de secuenciación

En cualquiera de los niveles de la educación que se aplique la pedagogía de la

cooperación, la pedagogía de proyecto, la competencia transversal “cooperar”, y los

campos generales de formación “orientación y emprendimiento” y “vivir juntos y

ciudadanía”, debe concebirse como un de proceso de desarrollo de actitudes y

aptitudes en este campo de la educación, que debe implementarse progresivamente.

Por eso es aconsejable que la labor educativa tenga una estructura modular, planificada

progresivamente conforme a las etapas del desarrollo y a los contenidos de cada ciclo.

Cada módulo se organiza en torno a un eje, e introduce gradualmente las competencias

a desarrollar. Así mismo debe contener un menú de productos a obtener e indicadores

de ejecución. (Objetivos, resultados, actividades e indicadores de ejecución).

También es preciso organizar la “caja de herramientas” es decir material institucional

conteniendo las diversas informaciones complementarias a los módulos de actividades;

es decir, información de naturaleza teórica adecuada a los contenidos de cada módulo,

la información sobre las dinámicas de trabajo en grupo, la formación de grupos de

trabajo, y ya en las últimas etapas herramientas para la gestión de un proyecto.

Rol del docente.

Bajo esta concepción el docente, antes que un transmisor de conocimientos, será un

entrenador y facilitador de experiencias que permita a los alumnos hacer sus propios

descubrimientos y mejorar sus capacidades. Por tanto, para la aplicación exitosa de la

metodología, deberán realizarse instancias de sensibilización y capacitación de los

docentes a los efectos de que ellos mismos desarrollen las capacidades que se requieren

y dispongan de los instrumentos teóricos y los recursos para su aplicación.

Como en otras áreas de la tarea docente, hay una distancia entre teoría y práctica. Si

bien hay opinión generalizada sobre las bondades de la inclusión del cooperativismo en

la educación; un diploma de especialización en el área sería un muy buen aporte para el

sistema.

27

V. Los modelos teóricos

Desarrollar un modelo para la enseñanza del cooperativismo tiene como propósito

fundamental establecer una línea de pedagógica que oriente los procesos educativos.

Dichos procesos deberán necesariamente:

Propiciar ambientes centrados en el ser social, mediante procesos colectivos.

Valorar el aprender haciendo, la reflexión individual y colectiva y las prácticas de

trabajo cooperativo.

Trabajar a partir de acciones con sentido solidario como proceso de cooperación

e integración.

Planear y orientar ambientes de aprendizaje centrados en las personas, su

entorno social y sus niveles de conocimiento.

Las relaciones entre el facilitador y los participantes son preferiblemente

horizontales. El facilitador es reflexivo y crítico.

Teniendo en cuenta el tipo de actitudes que se deben desarrollar en los alumnos,

entendemos que el marco metodológico más apropiado para sustentar el aprendizaje

resulta de la confluencia de la teoría del aprendizaje significativo, basada en principios

del enfoque constructivista, con el paradigma sociocultural y la acción comunicativa.

Este encuadre configura un conjunto de instrumentos metodológicos apropiados a los

objetivos que persiguen la enseñanza del cooperativismo.

V.1 El paradigma constructivista y su aplicación en la educación.

La postura epistemológica del constructivismo, otorga al alumno un papel activo en el

conocimiento. La relación del sujeto cognoscente y el objeto de conocimiento es

dinámica, en la medida que el sujeto al actuar sobre el objeto, lo transforma, y se

transforma, porque construye sus propios marcos y estructuras interpretativas.

Para este paradigma, un educando posee un cuerpo de conocimientos, experiencias e

instrumentos intelectuales que determinan en gran medida sus actividades y actitudes

en el aula. Los esquemas de conocimientos previos que posee el alumno, actúan

atribuyéndoles significado a los contenidos de los aprendizajes, a la vez que funcionan

como mediadores entre las estrategias o tareas didácticas y los resultados de los dichos

aprendizajes.

28

Justamente a este aspecto se refiere Yus, cuando afirma que “ aunque el origen de los

postulados constructivistas es cognoscitivista, los consideramos extrapolables al ámbito

de las actitudes, considerando éstas como elementos construidos por el sujeto, en los

que el componente cognoscitivo (creencias) supone un importante aspecto responsable

de los procesos de interiorización.

Según Patricia Vázquez (…) el docente debe “…dar la oportunidad de que el aprendizaje

autoestructurante de los educandos pueda desplegarse sin tantos obstáculos y propicie

actividades cooperativas propuestas intencionalmente, que provoquen entre los

alumnos intercambios de puntos de vista y el surgimientos de conflictos socio-

cognitivos”.

En consonancia con esa idea de conflicto cognitivo, Yus nos dice que “ para que se

produzca un nuevo aprendizaje, es preciso que se produzca un cambio conceptual, lo

que, para Posner y Cols. (1982), se produce siempre que se cumplan los siguientes

puntos:

• El alumno ha de verse insatisfecho con sus ideas previas.

• La nueva idea ha de ser inteligible.

• La nueva idea ha de ser inicialmente verosímil.

• La nueva idea ha de ser potencialmente útil.”

El docente, a partir de su conocimiento sobre las etapas y estadios del desarrollo

cognitivo general, está en condiciones de crear un ambiente pedagógico que promueva

la reciprocidad, el respeto, la autoconfianza y la creatividad. De allí la importancia de

fomentar la independencia y la heteronimia moral e intelectual del alumno. Es

fundamental que los educandos adquieran confianza en sus propias ideas, permitirles

que las desarrollen y las exploren por sí mismos, tomen sus propias decisiones y que

vivan como constructivo el aprender de los errores.

Para que ello sea posible, el nuevo contenido de aprendizaje no sólo ha de ser

«potencialmente significativo», sino que también debe provocar la motivación del

alumno, es decir, debe procurarse una actitud favorable hacia lo que va a aprender.

En suma, el alumno que aprende significativamente, puede aprender a aprender y a

pensar, ya que encuentra la oportunidad de explorar, experimentar, solucionar

problemas y reflexionar sobre los temas definidos por el docente, o las propias

actividades e inquietudes que surjan en la clase.

29

Las estrategias y técnicas de enseñanza se deben regular a partir de establecer metas y

objetivos educativos, organizar la secuencia de los contenidos, crear estrategias para

activar, orientar y promover entrenamiento cognitivo y metacognitivo en los alumnos

Este enfoque parte de concebir al alumno como un ser social, que es producto y

protagonista de múltiples interacciones sociales. De modo que en los procesos

educativos, bajo esta perspectiva, los educandos y los docentes “negocian, discuten,

comparten y construyen los códigos y los contenidos curriculares …*y + también

habilidades, valores, actitudes y normas” (Bruner, 1988)

Esto implica que los saberes no sólo son trasmitidos por unos y reproducidos por otros,

sino que los actores implicados en el proceso enseñanza- aprendizaje los interpretan,

resignifican y se influyen recíprocamente.

El paradigma cognitivo- cuyos principales representantes son Ausbel, Bruner, Glaser,

Rumelhart, Jenkins y Shuell- ha influenciado en numerosas corrientes, como lo son : la

psicología de la Gestalt, la psicología genética de Piaget, el enfoque sociocultural de

Vigotsky y la ciencia de la informática, que retomaron su lenguaje y lo incorporaron al

planteamiento teórico metodológico.

Varias son las dimensiones implicadas en lo cognitivo- atención, percepción, memoria,

inteligencia, lenguaje y pensamiento- por lo cual según Gardner (1987) y Pozo (1989) el

enfoque cognitivo está interesado en el estudio, descripción y explicación de las

representaciones mentales, así como en determinar el papel que juegan estas en la

producción y desarrollo de las acciones y conductas humanas.

De acuerdo a esto, al momento de definir la planificación y la secuencia de las

actividades curriculares, el docente deberá orientar los esfuerzos teóricos

metodológicos teniendo en cuenta:

Cómo las representaciones mentales guían los actos (internos o externos) del

sujeto en el contexto físico y social en que actúa.

Cómo se elaboran o generan dichas representaciones.

Qué tipo de procesos cognitivos y estructuras mentales intervienen en la

elaboración de las representaciones mentales y en la regulación de las conductas.

30

En lo que refiere a las estrategias metodológicas, resulta útil el aporte que desde el

campo de la psicología describe De Vega (1984): Introspección, investigación empírica,

simulación y análisis de los protocolos verbales.

Tal como lo señala Patricia Vázquez, de acuerdo a este enfoque, el alumno es concebido

como un sujeto activo, procesador de información, dotado de competencia cognitiva

para aprender y solucionar problemas, así como para aplicar los conocimientos

adquiridos en situaciones nuevas de cualquier tipo.

Se comprende entonces la relevancia de que la enseñanza se oriente al logro de

aprendizajes significativos, al desarrollo de habilidades estratégicas generales y

específicas del aprendizaje. Por tanto la planificación y la organización de los procesos

didácticos son una herramienta fundamental, por su capacidad de crear las condiciones

mínimas para aprender significativamente, y el contexto adecuado para que el alumno

participe activamente.

Desde este marco teórico, el docente es un actor clave para “provocar” y “estimular” en

el alumno su capacidad creativa, su libertad de pensar soluciones frente a los dilemas

que se le plantean, de socializar sus hallazgos de comprender y de incorporar los puntos

de vista de otros sujetos con los que interactúa, y su capacidad de establecer pautas

acordadas de interacción. En suma, aprender a aprender y a pensar, a hacer uso

creativo de las denominadas estrategias cognitivas de enseñanza (mapas conceptuales,

resúmenes, etc). En la presentación de los contenidos y las experiencias de aprendizaje

debe existir siempre un grado suficiente de significatividad lógica, y la posibilidad de

que los alumnos experimenten, exploren, solucionen problemas y reflexionen ya sea

sobre los temas definidos en el currículo, o los que surjan espontáneamente en las

situaciones de clase.

“ La definición principal que se le da al aprendizaje, es la adquisición de información en

forma sustancial y su incorporación en la estructura cognitiva no es arbitraria, esta se

hace relacionando dicha información con el conocimiento previo. Para que ocurra el

aprendizaje significativo es necesario: que el material que se va a aprender posea

significatividad lógica y potencial, que haya distancia óptima entre los conocimientos

previos y la nueva información y por último que exista disponibilidad, intención y

esfuerzo de parte de los alumnos para aprender”(Vázquez, P)

Esa distancia a la que se alude, es necesaria para que el alumno internalice los

conocimientos y pueda luego operar con ellos (aplicarlos); en tanto que la habilidad del

31

docente para crear atmósferas motivacionales, es una variable clave para el éxito de los

aprendizajes.

La evaluación tiene la misma importancia que el aprendizaje. A esos efectos es plausible

considerar la propuesta de Vázquez:

Evaluación del aprendizaje de contenidos

Evaluación del aprendizaje de contenidos procedimentales

Evaluación de la modificación de actitudes

Tan importante como evaluar los avances en la adquisición de contenidos, es evaluar los

procesos relativos a los estados de conocimiento, o sea las interpretaciones y la

aplicación de los contenidos. Es decir- considerando la situación de partida de cada

alumno- medir el grado de aproximación a los saberes.

V.2 El paradigma Sociocultural.

Vigotsky fue el fundador y principal promotor de este paradigma.

Como resultado de los estudios llevados a cabos demostró que el desarrollo psicológico

debe ser entendido como una serie de transformaciones cualitativas, asociadas con

cambios en el uso de instrumentos psicológicos.

Bajo este enfoque, la relación entre el sujeto y el objeto de conocimiento es concebida

como una interacción dialéctica, esto es - según Vázquez- “entre el sujeto y el objeto de

aprendizaje existe una relación de indisolución, de interacción y transformación

recíproca en un contexto histórico”.

Hay dos cuestiones que plantea la citada autora:

a) Que es especialmente pertinente para el planteamiento de este enfoque en

escenarios educativos “el desarrollo humano debe entenderse como un proceso

dialéctico de internalización de la cultura provista por un contexto socio histórico

determinado” (Hernández 1998, citado por Vázquez). Y continúa “ esto significa que la

participación de un niño en escenarios y en actividades socioculturales organizadas, con

la intervención y el apoyo de los otros más aculturados, le permite apropiarse

activamente de los distintos instrumentos físicos y psicológicos que en dicho contexto

sociocultural se consideran valiosos”

Una de premisa central de esta postura es que en la enseñanza no es posible estudiar, ni

facilitar ningún proceso de desarrollo psicológico disociado del contexto histórico-

32

sociocultural en que está inmerso el educando, habida cuenta que este ambiente en

que se inscribe la actividad educativa posee una “serie de instrumentos y prácticas

sociales históricamente determinados y organizados” (Rogoff, 1993 citado por Vázquez)

De modo que en el acto educativo, tan importante como los estadios evolutivos del

pensamiento, son los factores socio-culturales que inciden en la construcción de los

aprendizajes.

Consideramos que en las siguientes afirmaciones de Vázquez queda resumida la

pertinencia e importancia de esta perspectiva metodológica:

Citando a Edwards y Mercer (1998), quienes plantean que dichos saberes no son sólo

trasmitidos por unos y reproducidos por otros, sino que en torno a estos se crean

interpretaciones y asimilaciones de significados.

Como se puede apreciar esta afirmación coincide con la perspectiva constructivista que

ya consideramos.

Por lo que se puede concluir que “la escuela desempeña un papel en la promoción de

aprendizajes específicos y del desarrollo general de cada alumno. Por lo tanto, la

educación formal debería estar dirigida en su diseño y en su concepción a promover no

sólo el desarrollo de las funciones psicológicas superiores, sino fomentar también la

creación de un código ético, un sistema de valores y actitudes favorables para la

mediación sociocultural en los educandos.

El valor de este enfoque radica en que en el acto educativo se proponen metas para el

pleno desarrollo del individuo en su contexto cultural para la producción social. Se pone

énfasis en el trabajo productivo en el sentido de un aprendizaje ambientado en un

diálogo colectivo sobre los problemas que surgen en la comunidad. Obviamente el

método varía según el nivel de desarrollo de cada educando y al método de cada ciencia

(Método pedagógico de Comeva)

Obviamente, este planteo exige reformularse el modelo educativo. Este es un gran

desafío. La evidencia de los fracasos estudiantiles, exige al cuerpo docente reflexionar

acerca de la distancia que hay entre el modelo educativo actual y la realidad sobre la

que opera.

Centrarse más en el alumno y tener en cuenta el contexto en el que actúa, signado cada

vez más por la velocidad y la cantidad de flujo de información, darle instrumentos para

33

seleccionar la información e interactuar positivamente utilizando todo el potencial de

las redes de comunicación, son algunos de los desafios a los que nos enfrentamos.

V.3 La Acción Comunicativa

La acción comunicativa se vuelve crucial, es por eso que le damos tanta importancia a la

inteligencia emocional.

En ese sentido, es útil tener en cuenta la Teoría de la Acción Comunicativa de Habermas.

Este autor propone un modelo que permite analizar la sociedad como dos formas de

racionalidad que están en juego simultáneamente: la racionalidad sustantiva del mundo

de la vida y la racionalidad formal del sistema, pero donde el mundo de la vida

representa una perspectiva interna como el punto de vista de los sujetos que actúan

sobre la sociedad, mientras que el Sistema representa la perspectiva externa, como la

estructura sistémica (la racionalidad técnica, burocratizada-weberiana, de las

instituciones).

Habermas estudia a la sociedad como un conglomerado de sistemas complejos,

estructurados, donde el actor desaparece transformado en procesos (sistema-racional-

burocrático), y por otro lado, también incluye el análisis sociológico que da primacía al

actor, como creador inteligente pero a la vez sumergido en la subjetividad de los

significados del mundo vital. Es más, no debemos confundir sociedad con mundo de la

vida: la sociedad, no es equivalente al mundo de la vida, dado que la sociedad es, a la

vez, mundo de la vida y sistema

A la esfera del trabajo, contrapone el ámbito de la acción comunicativa, que define

como "una interacción mediada por símbolos". Dicha acción tiene como núcleo

fundamental las normas o reglas obligatorias de acción que definen formas recíprocas

de conducta y han de ser entendidas y reconocidas intersubjetivamente. Este tipo de

acción da lugar al marco institucional de la sociedad en contraposición a los sistemas de

acción instrumental y estratégica.

Sin pretender entrar en el análisis de esta teoría, plantearemos algunos de sus

principales argumentos.

Habermas profundiza especialmente en los esfuerzos que realizan los sujetos durante la

constitución intersubjetiva de los hechos y objetos de sus experiencias sociales. Son,

precisamente los propios hechos sociales la base para las acciones de los sujetos en las

cada vez más complejas sociedades modernas.

34

Como subraya Radl Philipp (1998) “Habermas sitúa el grado de significación de la

experiencia social de los sujetos claramente en las acciones de las personas,

distinguiendo entre dos tipos de acciones fundamentales, a saber: acciones

instrumentales estratégicas y acciones comunicativas.

En éstas, de modo más preciso, actúan los sujetos haciendo uso respectivamente de un

tipo de racionalidad preferente, esto es, una racionalidad con respecto a fines y una

racionalidad comunicativa.

Siguiendo el planteo de la citada autora, el enfoque habermasiano, a partir de una

competencia comunicativa de las personas que puede generar consenso sobre las

normas y hechos sociales en los muy variados discursos cotidianos, admite contemplar,

en primer lugar, la hipótesis de que esta competencia comunicativa también es la

instancia posibilitadora de disensión, constitutivo tanto como el consenso para la

comunicación humana…. “Al mismo tiempo es una exigencia estructural de las acciones

comunicativas, abre el camino a una conceptualización sobre la socialización que

percibe a este proceso como aquel a lo largo del cual los mismos seres humanos se

convierten en constructores activos de su Lebenswelt («mundo vital»), y por tanto de su

sociedad. Esto sucede en el contexto de unas condiciones estructurales que delimitan

en mayor o menor grado, pero que no imposibilitan, unas intervenciones reflexivas de

los sujetos.

Precisamente, en la experiencia cotidiana los individuos están sometidos a procesos de

aprendizajes que responden a un modelo de racionalidad congnitivo instrumental, en

función de satisfacer las necesidades de una sociedad organizada en torno a la división

social del trabajo. Bajo esta lógica las acciones los sujetos son inducidos a actuar

conforme a las exigencias estructurales.

Y al respecto, Radl Philps llama “ la atención sobre el hecho de que la posibilidad de una

“situación comunicativa libre”, o *……+ de unas “comunicaciones simétricas”, encuentra,

desde el punto de vista macroestructural, sus delimitaciones en las condiciones

específicas que ofrecen las instituciones educativas.”

Tal y como están estructuradas hoy las instituciones educativas, “ en virtud de sus

configuraciones estructurales- organizativas, [establecen] unas relaciones sociales que

incluyen márgenes, al menos en un grado mínimo, para que los individuos puedan

35

presentarse en las acciones concretas con sus puntos de vista, esbozos propios de roles,

deseos, intereses y necesidades personales”.

Dicho en otras palabras, [predominan] unas exigencias estructurales que contemplan

únicamente el sometimiento y un cumplimiento rígido de normas por parte del ser

humano, que requieren la adquisición y reproducción de contenidos medibles o

evaluables y que se atienen exclusivamente a unos motivos institucionales unilaterales,

impiden la realización de funciones e intenciones personales de los educandos y las

educandas en la educación y en el proceso socializador en su conjunto. Sin embargo,

son estas intenciones y funciones que emergen de una competencia comunicativa, de

unas experiencias intersubjetivas, que son las únicas que pueden introducir

reflexivamente cambios en la práctica social.

De allí nuestra insistencia en que la educación en cooperativismo ofrece excelentes

condiciones para desplegar las potencialidades de los educandos y para superar esas

restricciones. No debería “tratársela” como un contenido más del currículo, sino como

un campo de conocimiento donde “el mundo vital” de los educandos vaya construyendo

nuevos significados de la estructura social para trasnformarla. En pocas palabras, que la

educación supere su dinámica meramente “reproductiva” y se abra a la dimensión

“creativa” de los educandos construida desde la intersujetividad de las interacciones.

Al respecto es esclarecedor lo que afirma la citada autora “cuando no es posible la

realización de intenciones y aspectos propios del educando y de la educanda y, como no,

del educador y de la educadora, diferentes de los contenidos sociales nítida y

obligatoriamente prefigurados, es difícil que pueda haber influencias innovadoras desde

el ámbito educativo en el sistema social”.

La teoría de Habermas llevada al campo de las instituciones educativas, implica que el

“actuar comunicativo” se da cuando los educandos tienen la posibilidad de discutir

entre ellos sobre significados, normas y reglas.

Por eso este marco teórico deviene en un complemento perfecto del paradigma socio-

cognitivo para fundamentar la metodología de la educación en cooperativismo.

36

Coincidiendo con el modelo pedagógico instrumentado por Comeva 15, entendemos que

la educación – y sobre todos en la que refiere al cooperativismo - debe articularse en

torno a los siguientes ejes:

a) Antropológico, en cuanto que la educación centrada en el sujeto, y no en los

contenidos, habrá de enfocarse desde la mirada pedagógica, describirse y explicarse

para poder asegurar el avance en el proceso de formación.

b) El sentido teleológico, dado que para los logros de la educación en cooperativismo, la

“formación solidaria” de los participantes, es un principio que orienta todas las

actividades de los participantes.

c) El eje metodológico, que deberá proveer de instrumentos para la formación solidaria;

porque como señala el modelo pedagógico de Comeva, “el objeto de conocimiento no

está aislado de las metas de formación. *…..+ Así por ejemplo, en la formación humana

de los asociados es indispensable que la estrategia educativa sea dialógica, conciliatoria

desde diferentes puntos de vista y dirigida hacia la acción participativa y solidaria.”

Concluyendo: Consideramos que estos tres enfoques teóricos que hemos identificado

contribuyen a la principal meta de formación para el cooperativismo: aprender a pensar

y a actuar solidariamente.

La internalización de estos principios tendrá influencia en las conductas de los

educandos, no sólo en la etapa de la educación formal. También les dotarán de

capacidades- que ya en su vida adulta- le permitirá resolver situaciones en forma lógica

(tanto a nivel concreto como abstracto-formal) que se le presenten a nivel laboral, social

y comunitario. Derivadas de este principal objetivo de formación, habrá que identificar y

definir metas de instrucciones subordinadas y específicas para cada experiencia

formativa, para cada taller, para cada curso y contextualizadas en cada región para cada

grupo de participantes. ( Comeva)

15

COMEVA (Cooperativa Médica del Valle y de Profesionales de Colombia)

37

VI. Estrategias Metodológicas.

La solución de problemas como estratégica didáctica. Bajo el concepto que el

saber y el saber hacer en su construcción es respuesta a alguna pregunta, a un

problema teórico o práctico y que la acción en sí misma es fuente de

conocimiento.

La reflexión como principio pedagógico. Esta estrategia es consecuencia de lo

señalado en primer lugar. Ya que las acciones y la experiencia que de ella se

derivan proveen información, destrezas y enseñanzas a condición de que no

sean ejecutadas mecánicamente, sino analizadas en sus alcances y efectos ( esto

vale tanto para el campo laboral como para la interacción social). De allí la

importancia que le damos a la actividad reflexiva.

El diálogo como principio formador. De lo anterior se comprende el valor del

diálogo, razón por la cual dimos importancia a la acción comunicativa para el

desarrollo de las competencias sociales. Para que la acción sea compartida exige

a los participantes ponerse de acuerdo sobre cómo entienden la situación, y

sobre cómo abordarla, es decir, necesitan ponerse de acuerdo sobre el plan,

sobre los medios para lograr el fin.

El alumno como constructor de sus aprendizajes. Se deriva del enfoque

constructivista. Implica que el educando no será un mero receptor de contenidos.

Esta estrategia se basa en la confianza del potencial que los sujetos tienen para

“recrear” los contenidos y a la vez reformular y/o modificar – interactuando con

otros- preconceptos adquiridos en sus experiencias vitales anteriores. En suma

modificar conductas.

La duda como fuente de motivación. En función de que el origen y causa del

saber es el no saber, la duda y el conflicto cognitivo son la fuente del nuevo

conocimiento,

38

VII. Principios de secuenciación del currículo

Luego de analizar literatura relacionada con la metodología para la enseñanza del

cooperativismo, hacemos propios- por su pertinencia- los lineamientos que Comeva

describe en su desarrollo del modelo pedagógico

Convertir la situación actual en punto de partida.

Tener en cuenta el papel que cumple lo concreto y lo próximo. Los contenidos

temáticos se organizan partiendo de lo concreto y lo complejo hacia lo abstracto

y formal. Por ello los contenidos y las estrategias están en directa relación con

las diferentes fases del desarrollo intelectual del ser humano.

Seguir los pasos lógicos que privilegia la pedagogía para lograr el proceso de

acomodación, asimilación y aprendizaje.

Tener en cuenta las diferencias individuales y culturales de los educandos en

distintos niveles evolutivos. Esto implica adecuar los espacios, contenidos,

referentes y tiempos, a las características propias de cada grupo..

En la estructuración del pensamiento, se tendrá presente que existen períodos

cualitativamente distintos al período formal y modos de conocimiento. Los niños,

los jóvenes y los adultos ejercitan sus capacidades intelectuales y procesan

información ligada a los contenidos, con diferentes grados de rigor lógico entre sí.

El tiempo es una variable fundamental, en la medida en que se concerta el límite

del cuánto, en términos de duración de las actividades educativas, lo cual

permite regular el proceso interactivo entre los actores del aprendizaje.

Una nueva manera de concebir el currículo.

Cuando sostuvimos que los formatos institucionales actuales están demostrando poca

eficacia para resolver los problemas que se le presentan, quisimos expresar nuestro

convencimiento de que deberemos ir construyendo nuevos modelos y metodologías

para la educación.

Creemos que el área de la educación en cooperativismo se configura como un espacio

apropiado para ensayar nuevos enfoques de la educación.

En ese sentido haremos referencia específicamente a la cuestión del currículo

(programa).

39

Bajo el enfoque tradicional, el programa se organiza en torno a los contenidos, y como

ha sucedido con el modelo conductista, por objetivos conductuales.

Nuevas conceptualizaciones de la cuestión curricular, proponen el currículo por

procesos.

Coincidentemente con planteos aquí realizados, esta perspectiva es consistente con la

concepción de la educación centrada en el sujeto que aprende. Si ha de ser así, esto

supone la “personalización” de la actividad educativa, en el sentido de “respetar” los

ritmos y las características de los alumnos. Ello implica que en el estudio de cada tema o

contenido, no interesa aprender la definición de cada concepto sino hacer el recorrido

que implica construir cada pensamiento. (Comeva)

Las operaciones mentales y afectivas implicadas en la adquisición de los conocimientos

son más importantes que el contenido en sí. Antes bien los contenidos, desde este

enfoque, es sólo un medio para activar los mecanismos creativos de cada educando, a

condición que el educador – en lugar de trasmitir “formular y/ o conceptos acabados-

facilite ese proceso de construcción, de ensayo de estrategias cognitivas.

Todo currículo propone un camino, muestra unos procedimientos, experiencias y

recursos que faciliten cierta reflexión con miras a algunos efectos de formación, no de

manera determinista sino relativista: "dado cierto ambiente de enseñanza y ciertos

procedimientos de análisis y materiales y determinado tipo de participantes, podría

llegarse probablemente a tal efecto" (Stenhouse,1984).

La evaluación.

Está demás abundar acerca de la importancia que tiene la evaluación y sobre todo la

evaluación permanente. No sólo provee información, sino también permite reflexionar y

modificar estrategias cuando estas no resultan enteramente satisfactorias.

Desde el enfoque que aquí hemos propuesto, se entiende de valor relativo el sistema

tradicional de adjudicar calificaciones (notas). En todas las áreas de la educación, pero

principalmente en el terreno de la educación en cooperativismo, lo sustancial es

registrar los procesos que cada alumno va transitando en la adquisición de sus

competencias. Es también muy importante que el componente dialógico y reflexivo que

reclamamos para el proceso educativo, se lleve a cabo también en el análisis de la

evaluación. En suma, consideramos altamente positivo y educativo que en la evaluación

se privilegien los procesos antes que los contenidos.

40

El viraje en este sentido, significa comprender a las instancias de evaluación, no como

una “especie de juicio” final al que somos sometidos inevitablemente, sino como una

“oportunidad” para identificar las fortalezas y debilidades de cada uno.

El buen docente deberá interactuar con el alumno para que tenga la posibilidad de

cambiar el significado negativo de los errores. Un cambio de actitud frente a los errores,

es sustancial para evitar situaciones de deserción. Es decir, que en lugar de

“interpretarlos como un fracaso”, se los perciba como indicador de aspectos sobre los

que hay que actuar responsablemente para superarlos.

¿Qué competencias se desarrollan mediante este enfoque?

Intrapersonales:

Autoconocimiento

Autocontrol emocional

Automotivación

Interpersonales:

Empatía

Habilidades Sociales

La Educación en cooperativismo no es una materia o asignatura más del currículo. Debe

integrarse en la vida cotidiana del centro educativo y transversalmente en el currículo.

Debe implicar a toda la comunidad educativa: alumnos, docentes y familia. No es un

programa para abordar un problema social – uno más que añadir a las cargas de la

educación formal-es una estrategia para mejorar el clima educativo en general.

Requiere de una formación consistente de acuerdo con un currículo basado en la

investigación con un conjunto de lecciones que, una vez que las habilidades sociales y

emocionales han sido “aprendidas y aprehendidas”, han de ser aplicadas en todas las

áreas del currículo y en situaciones reales de la vida escolar y personal del alumno.

El objetivo de este tipo de aprendizaje es permitir a los alumnos experimentar los

valores de la cooperación (democracia, ayuda mutua, solidaridad, equidad e igualdad) a

41

través de la acción, desarrollar habilidades para el trabajo cooperativo en equipo, tomar

decisiones en forma democrática, realizar un proyecto en forma cooperativa

La naturaleza de la metodología, implica que su aplicación debe realizarse en todos los

niveles de la educación primaria, sobre la base de un Proyecto que involucre todas las

actividades que se desarrollan cotidianamente. De esta forma en los últimos años de la

escuela primaria, dado el estadio de desarrollo psicológico, los niños estarían en

condiciones de desarrollar una experiencia concreta de un emprendimiento cooperativo

escolar, aplicando los valores del cooperativismo.( por ejemplo: un proyecto de aula

escogido democráticamente y cuyos aspectos organizacionales y financieros serán

gerenciados en forma cooperativa por los alumnos. Así, éstos se inician en las cuatro

funciones de la empresa marketing, contabilidad, producción y gestión de los recursos

humanos).

Finalmente, la caja de herramientas contiene diversas informaciones complementarias a

los dos módulos de actividades: información de orden teórico sobre las estructuras

cooperativas, la formación de grupos, los roles cooperativos, así como herramientas

para la gestión de un proyecto. Juntos hacia el Éxito permite entonces cumplir algunos

objetivos contenidos en la reforma de la educación, pues aborda

Mapa Conceptual

La tarea.

La existencia de una tarea grupal implica una meta específica que los alumnos que

intervienen deberán alcanzar como grupo

Que la resolución de esta tarea requiera de la contribución de todos y cada uno de los

participantes.

Que el grupo disponga de los materiales necesarios para avanzar en su ejecución

Los alumnos

Responsabilidad sea compartida.

Miembros interdependientes

Grupo heterogéneo

Actitud proactiva y positiva hacia la tarea.

42

El docente

El docente es un promotor del desarrollo y por tanto de la autonomía de los educandos.

Es un mediador entre el alumno y el contenido de enseñanza. Su papel consiste en crear

una atmósfera afectiva, de respeto y tolerancia en la cual, entre todos, cada uno aporte

a la construcción de su conocimiento mediante situaciones que se caracterizan entre

otras cosas por sus problemas y conflictos cognoscitivos, posibles de solucionar y

generadores del desarrollo. Interviene en el desarrollo del trabajo orientando,

desbloqueando situaciones conflictivas.

De ahí la importancia que tiene la selección y planificación de las actividades. Tan

importante como esa instancia, es la de evaluación de las capacidades de los alumnos,

así como la experiencia misma con el fin de mejorar futuras propuestas.

Aprendizaje basado en problemas.

Es una técnica didáctica basa en la planteamiento de problemas que surgen en la vida

real (escenarios o situaciones), y en cuya consideración confluyen diferentes áreas del

conocimiento.

El docente tiene el rol de tutor que proporciona: orientación, información, apoyo y

motivación, ya que es el alumno el responsable de sus aprendizajes.

Con esta metodología se pretende construir aprendizajes significativos que permitan

adquirir y aplicar conocimientos y desarrollar habilidades de síntesis, análisis, crítica,

reflexión e imaginación. Se trabaja en grupos de 6 a 8 alumnos.

Aprendizaje por proyecto.

Permite desarrollar habilidades de trabajo en equipo por metas y resultados. Estas

habilidades se ponen en juego en la etapa de elaboración del proyecto, como en su

ejecución. La etapa de evaluación de resultados pone en juego la capacidad de reflexión,

autocrítica y la imaginación para corregir los errores.

Estudio de casos.

El examen de casos por parte de un equipo, enriquece el análisis de la situación porque

cada miembro aporte su enfoque desde las potencialidades que posee.

43

Secuencia:

1. Agenda

2. La actividad

3. Evaluación

4. Cierre

La AGENDA permite a los estudiantes saber qué actividades se harán y les da la

oportunidad de comentar y, posiblemente modificar el orden del día.

Las motivaciones y los valores de los individuos tienen gran importancia en la situación

de aprendizaje, ya que las finalidades mediatas tienen incidencia en las actividades

inmediatas.

El grado de aceptación o rechazo de un sujeto frente a una actividad, dependerá de la

relación directa que él perciba entre dicha actividad y su meta final, la cual ha quedado

previamente determinada por sus propias motivaciones valores. De ahí la importancia

de que el alumno participe en la definición de la agenda.

La ACTIVIDAD: consiste de propuestas destinadas a ayudar a los estudiantes a aprender

un concepto o destreza en particular de una forma muy atractiva. Hay tres

componentes esenciales para cada actividad:

1. La actividad debe ser explicada claramente para que todo el mundo sepa lo que

se espera.

2. Los profesores deben dar a los estudiantes todo el apoyo que necesitan para

llevar a cabo la actividad, a veces mediante la demostración de cómo hacerlo en

primer lugar.

3. La clase debe discutir la experiencia después

Evaluación

Es el momento de reflexión, cada participante expresará sus sentimientos y

conclusiones sobre los contenidos aprendidos.

Cierre

Puede ser una actividad lúdica o de otra naturaleza que sirva de resumen final de lo

aprendido

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Consideraciones finales:

En suma, la metodología que proponemos tiene como punto de partida el aprendizaje

significativo, a partir de situaciones planteadas como problemas que deben ser

resueltos por los alumnos. En consecuencia, el docente cumple una función orientadora,

para que el alumno- situado en su contexto- construya sus propios aprendizajes. De esta

forma, el énfasis de la evaluación estará centrado en el monitoreo de los avances en el

proceso del aprendizaje. La finalidad última de la educación en cooperativismo es la

adquisición de competencias para la convivencia solidaria y el desarrollo de capacidades

emprendedoras, entendiendo que los aportes de cada actor tienen un valor en sí mismo.

Por tanto, la educación así concebida promoverá el fortalecimiento individual y

colectivo.

Enfocándonos específicamente en la aplicación práctica de nuestra propuesta, es

posible que se la considere idealista, difícil de practicar en las condiciones actuales

frente a las restricciones y desafíos cotidianos que enfrenta el educador.

Es claro que no estamos trasmitiendo recetas, sólo algunas “rutas” por donde transitar

para llegar al objetivo último que es el desarrollo integral de nuestros alumnos. Y esa

concepción de la “integralidad” del ser humano, es la que debemos practicar en la

acción pedagógica. Por tanto, estamos ante una tarea compleja y apasionante para

quien tiene vocación docente. Entonces ¿qué hacer? ¿por dónde empezar? ¿ cómo

utilizar los recursos que el contexto donde debemos trabajar nos ofrece?. Dos

ingredientes son la base del trabajo que debemos encarar: a) Planificación de

actividades conectadas entre sí, dotadas de un sentido final, que es la integración de

todo el conocimiento para que los aprendizajes sean verdaderos instrumentos al

servicio del desarrollo del alumno. b) Trabajo coordinando del equipo docente,

diseñando actividades que trasciendan el aula e involucren a todos los alumnos de los

centros educativos. Sólo así es posible desarrollar el sentido de pertenencia y el

compromiso colectivo. También debemos tener presente que el acto educativo es un

acto de comunicación en un doble sentido, del docente al alumno y viceversa. De modo

que la premisa fundamental es “escuchar, atender, reflexionar, luego hablar ” y tener

mucha flexibilidad respetando los “tiempos” de cada alumno.

En nuestra larga carrera docente, hemos tenido oportunidad de conocer el trabajo de

numerosos colegas. Y más allá del conocimiento técnico, hemos visto que los buenos

resultados que se obtienen son producto de la creatividad con la que aplican sus

45

conocimientos. No hay misterios, sólo vocación y mucha dedicación para aprovechar las

oportunidades y pensar las mejores formas de trasmitir los conocimientos, de

entusiasmar a sus alumnos, de generarle ganas de volver al día siguiente al aula. Si

conseguimos eso, valió la pena el esfuerzo, ya estamos construyendo “futuro” para

nuestros alumnos.

Una de esas experiencias es la que, generosamente nos permitió compartir el equipo de

docentes y auxiliares de servicio de la Escuela No. 373, del Cerro y que brevemente

describiremos a continuación.

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VIII. Describiendo el inicio de una experiencia piloto de

Educación en Cooperativismo.

La Escuela No. 373, se ubica en Cno. Buffa 2563, en el Cerro de Montevideo. Fue su

directora, la Maestra Olga Andregnette, quien propuso iniciar la aplicación de una

experiencia en dicho centro educativo.

Partiendo de la premisa de que el cooperativismo es en sí mismo una experiencia

colectiva y un modo de “convivencia”, necesariamente su práctica es el resultado final

de un proceso educativo, que se construye a partir de la sensibilización y reflexión de

hechos de la vida cotidiana. Con esa orientación trabaja el equipo docente, la maestra

comunitaria y los profesores que apoyan la formación en el área de educación física,

música, expresión plástica y del lenguaje.

Suelen reunirse un sábado al mes, para hacer una evaluación de los diferentes

proyectos que están desarrollando y planificar las siguientes etapas de las actividades.

Mencionaré sólo tres ejemplos para dar cuenta de cómo se aplica y se van

internalizando los valores del cooperativismo desde una perspectiva transversal: el

proyecto de la “Huerta” de la huerta escolar, y la elaboración de un cuento colectivo y

una obra de teatro.

En el primero de los casos, hemos podido constatar que de la “huerta” se han apropiado

todos los alumnos de la escuela, que comparten la responsabilidad de su cuidado, así

como los productos que de ella se obtienen. Por supuesto que los docentes también

utilizan el “potencial de interés” que genera la huerta, para desarrollar los contenidos

de las diferentes asignaturas (matemática, lenguaje, ciencias naturales, hábitos

alimenticios saludables, etc). Es más, realizaron experiencias de “comercialización” a

través de comercios del barrio.

En cuanto a la elaboración del cuento colectivo, el trabajo se inició a partir de un

rotafolio donde cada una de las clases fue construyendo una parte del relato con sus

respectivas ilustraciones, inspirados en la propia historia del Cerro. Cada etapa de esta

actividad fue conducida por los docentes, sensibilizando a los niños sobre la importancia

de trabajar juntos por un objetivo común.

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Finalmente, la obra de teatro, es un excelente vehículo para desarrollar las capacidades

expresivas, el trabajo en equipo donde cada uno aporta su talento, la disciplina que se

debe tener para llegar a una meta y la posibilidad de mostrar ante la comunidad el

resultado de ese esfuerzo.

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Trabajar a partir de un problema:

El equipo de la Fundación FUCAC, se reunió con los docentes de la Escuela No. 373 a los

efectos de ofrecer colaboración para desarrollar en el mediano plazo una cooperativa.

Se concurrió el día sábado 20 de agosto al local de la Escuela No. 373, donde se realizó

un taller participativo, al que se sumaron los maestros de la escuela que funciona en el

turno de la mañana en ese local.

Presentamos el enfoque metodológico que venimos impulsando, y los docentes

encontraron que el punto de partida podría ser la búsqueda de solución del problema

que significa el arbolado – que han intentado sin éxito- del gran espacio que tiene el

local escolar. Se da una situación paradójica, los alumnos cuidan de la huerta, pero no

de los árboles. ¿cómo poder actuar para conseguir resolver este problema?

Con la finalidad de dar respuesta a la interrogante, el equipo de la Fundación FUCAC

propuso iniciar un proceso de sensibilización partiendo de una actividad que interesara

a los alumnos. Se ofreció presentar una obra de títeres para estimular en los alumnos su

compromiso con el cuidado de los árboles.

Aceptada la propuesta, el equipo de FUCAC se reunió –en primera instancia- con un

representante de la ONG “Hacer Verde”. Una vez planeada la necesidad, se coordinaron

las acciones a desarrollar definiéndose una fecha para la realización de la obre de títeres.

Luego se acordó con los docentes la fecha para la presentación de la obra de títeres por

parte de la ONG “Hacer Verde”, que incursiona en la temática del cuidado del medio

ambiente. En este caso particular, la obra de títeres se basa en el cuidado de los árboles,

su aplicación en este centro refuerza la necesidad a proteger y cuidar un bien común. A

partir de esta actividad se incentivó a los niños para que comiencen a internalizar que

ellos “son parte del problema y de la solución”

Una vez realizada esta actividad, sugerimos darle continuidad estableciendo un vínculo

con el Jardín Botánico. Aceptada de buen agrado la propuesta, fuimos a una entrevista

con su Director, en cuyo curso expusimos la idea de llevar adelante un relacionamiento

sostenido entre la Escuela y el Jardín Botánico y quedaron definidas las líneas generales

de la colaboración entre ambas instituciones. El Director ofreció enviar un técnico a la

escuela a fin de que teniendo en cuenta las características ambientales, aconsejara

acerca de las especies más adecuadas y enseñara las nociones básicas del cuidado que

requieren. Lo más relevante es que a partir de esta actividad, la escuela tiene la

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oportunidad de ser el primer eslabón de una “red de centros educativos amigos del

Jardín Botánico”.

Proyecciones inmediatas:

En primer lugar explicitar que se eligió esta actividad porque forma parte del problema y

del proyecto colectivo de la Escuela.

La plantación de árboles, que es el primer paso, plantea a los alumnos desafíos y

compromisos que deberán asumir colectivamente. Serán los propios niños quienes

decidan qué especie elegirán dentro de las opciones que recomiende el técnico, para

que los representen y los identifiquen. También será su responsabilidad organizarse

para el cuidado y mantenimiento de las especies plantadas. A través de estas

actividades- más allá de su aplicación en los contenidos programáticos- se presenta la

oportunidad de que los alumnos examinen las consecuencias de sus decisiones y de sus

actos, aprendan a contraer compromisos y a cumplirlos,

Posteriormente, hubo una jornada de trabajo en la que se reflexionó sobre el avance del

proceso, y se definió seguir trabajando el año próximo.

Finalmente a modo de ejemplo proponemos un esquema de cómo se puede trabajar a

partir de una situación como la que describimos:

Actividad: Presentación de un caso de actividad colectiva en el centro donde hay problemas para el logro de objetivos comunes.

Objetivo:

Comprensión

de nociones

básicas de

inteligencia

aplicada a la

convivencia

Comentar acerca de

las actividades de las

personas y las

motivaciones que

tienen para ellas.

Comentar acerca de

cómo se puede

aplicar la inteligencia

para solucionar el

problema:

Definir lo que se

entiende por

Competencias y

habilidades.

o Capacidad de

reflexión.

o Capacidad de

escuchar e

interactuar con los

demás.

o Empleo del lenguaje

como medio para la

resolución de

problemas.

Indicadores de evaluación

Dimensiones: mecanismos

ínter sicológicos

Responsabilidad individual

Propuestas de

orgnorganización/método

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Inteligencia

¿Qué es la

Inteligencia y para

qué sirve? .

Utilizo mi

inteligencia. Realizar

un árbol de

problemas y

soluciones a partir de

lo que puede hacer

nuestra inteligencia

en este y otros casos

prácticos

Comprensión

de nociones

básicas de

inteligencia

emocional

aplicada a la

actividad

colectiva

Comentar acerca de los sentimientos que tenemos frente a la situación que enfrentamos.

Manifestar oralmente dos sentimientos: (por ej: Uno de Ira o tristeza y otro de alegría.) Qué es necesario para mejorar la situación actual.(Elaborar un plan colectivo para la acción) Qué puede aportar cada uno. Formación de grupos de trabajo para emprender el plan colectivo (cada alumno elige el equipo que desea integrar)

Responsabilidad colectiva

e individual en el logro de

objetivos.

Aceptación de la

diversidad. Valorar las

capacidades de cada

miembro del grupo.

51

Actividad: Analizar por qué se eligió el equipo que integra. Yo puedo ayudar: Cuándo alguien te pide que lo ayudes ¿lo haces o no? ¿por qué? Enumera cinco actividades que puedes hacer sin dificultad.

¿Comprender qué es la competencia y para qué sirve?

Comentar acerca de

actividades que

podemos realizar con

acierto y por qué

Indicar las

actividades que no

podemos hacer y por

qué

Analizar el aporte

que puede hacer

cada uno y por qué.

Definir lo que es una

competencia.

Yo puedo ayudar:

Comentar acerca de

cómo debemos

actuar si no podemos

hacer algo, a quién

recurrir.

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Bibliografía. Cohen, Hemann (1842-1918) Filósofo alemenán citado por Ocampo, L. 2010. La educación cooperativa como cultivo en valores y transversalidad. Cap. 1, pág 39. El Desafío de la Educación Cooperativa en la hora actual. Ed. Intercooop. COMEVA (Cooperativa Médica del Valle y de Profesionales de Colombia) Dewey, John. Democracia y Educación. Ediciones Morata. España. Habermas, Jürgen (1987). La Acción Comunicativa. Tomo I.Editorial Taurus. Madrid. España Ocampo, L. 2010. La educación cooperativa como cultivo en valores y transversalidad. El Desafío de la Educación Cooperativa en la hora actual. Ed. Intercooop Radl Philipp, R. 1998. La teoría del actuar comunicativo de Jürgen Habermas: un marco para el análisis de las condiciones socializadoras en las sociedades modernas” Papers: revista de sociología, ISSN 0210-2862, Nº 56, 1998 , págs. 103-123. http://ddd.uab.cat/record/258 Rousseau, J J. El contrato Social o Principios de Derecho Político. Edición original 1762. Edición electrónica,2004. www.laeditorialvirtual.com.ar Ruffini, Ma. Cristina. Cap. 2. Enfoque psicológico de la educación cooperativa. El Desafío de la Educación Cooperativa en la hora actualidad. Ed. Intercooop. 2010 Schlemenson (1996), citado por Ruffini, Ma. Cristina. Cap. 2. pág.44. El Desafío de la Educación Cooperativa en la hora actualidad. Ed. Intercooop. 2010 UNESCO. UNICEF, ANEP, Guía par la promoción de buenos climas de convivencia en la escuela y estrategias de tramitación de conflictos. http://www.convivencia.edu.uy/Aportes Material Guia.pdf Váquez Remirez, P. Avances, coordinación de investigación. No. 123. Instituto de Ciencias Sociales y Administración de la Universidad Autónoma de la Ciudad Juárez, México Velásquez Callao, C. 2004.” Las actividades físicas cooperativas:Una propuesta para la formación en valores a través de la educación física en las escuelas de educación básica” Ed. Secretaría de Educación Pública. México Yus, R. 1996. Temas transversales: Hacia una nueva escuela. Editorial Graó. Barcelona.