emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

7
emo la adaPtación digestiva del lechón recién destetado: un reto extraordinario para el nutrólogo La producción po rcina moderna se caracte ri za por r ea li za r el de te te del l ec hón de manera muy te mpr ana, hab itualmente entre antes de la 3" y la 4" sema na de vi da. En esas condiciones, el destete repre senta para el l echón un desafio extraordina ri o. Rafael Gustavo H ermes y José Francisco P érez. Grup de Nutrieló, Manelg i Benesla r Animal. Departament de Ciencia Ammal ¡deis Aliments . Faculta! de Veterinana . Unlversltal Autonoma de Barcelona. Grupo de Investigación en Nutrición. Manejo y Bienestar Animal . UnlverSltat Autónoma de Barcelona . separacion brusca de la madre, el transporte y el cambio en las con - ¡clOnes ambientales son factores c..¡ue inciden so bre el stre ss de los ani- males. Por otra parte, el cambio a la ra- ción sc>lida y la necesidad de aprender a heber agua en l os bebederos conrri- buyen a I.lue lo s animales reduzcan su consumo de alimcnlO. y presenten un periodo ,-ariable de anorexia durante los pnn1croc:¡ días tras el de stete. Du - rante este periodo la y fun- ción de la mucosa intestinal se encucn tra comprometida y el riesgo de sufrir patolObrías digcsLivas se incrementa. Tradicionalmente. el nutrólogo ha enfrentado el problema del destete mediante la IIlcorporaciün de anumi- crobianos en el picnso, entre ellos los antibióticos. aditi, os o el óxido de Zn. Sin embargo. 1ft com pl l.:jiuad de facto- res que intervienen en el destete acon - seja tomar en considcraci(' >n numero- sos aspectoc:¡, como son el manejo y la allmcnraclún. 1 :.1 ub¡cm'o de este capi- tulo será informar sohre la fisiología y microbiología dcllcchún. E.n este sen- tido, inrcnraremos buscar c"idcncias que relacionen la presencia de al!-,runos ingredientes en el pienso y sus efectos sobre la estructura y función dig:esth'a, c:¡obrc la salud del animal) sobre sus rendimientos productivos. El destete vla Iuncl6n digestiva l .a primera consecuencia c1am del des- tete es su efectO depresor sobre la in- gestión de alimento (Figura 1) . Hasta un 10" /0 de los lechones no realiza su primera ingestión tr anscurridas 40h [ras el destete. I.a consecuencia es el deterioro en la integridad y la función

Transcript of emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

Page 1: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

emo

la adaPtación digestiva del lechón recién destetado: un reto extraordinario para el nutrólogo La producción porcina moderna se caracteri za por realizar el de te te del lechón de manera muy temprana, habitualmente en tre antes de la 3" y la 4" semana de vi da. E n esas condiciones, el destete representa para el lechón un desafio extraordin ario.

Rafael Gustavo Hermes y José Francisco Pérez. Grup de Nutrieló, Manelg i Beneslar Animal. Departament de Ciencia Ammal ¡deis Aliments. Faculta! de Veterinana. Unlversltal Autonoma de Barcelona. Grupo de Investigación en Nutrición. Manejo y Bienestar Animal . UnlverSltat Autónoma de Barcelona.

~\ separacion brusca de la madre, el

transporte y el cambio en las con­¡clOnes ambientales son factores

c..¡ue incide n so bre el stress de los ani ­males. Por otra parte, el cambio a la ra­ción sc>lida y la necesidad de aprender a heber agua en los bebederos conrri ­buyen a I.lue los animales reduzcan su consumo de alimcnlO. y presenten un periodo ,-ariable de anorexia durante los pnn1croc:¡ días tras el destete. Du­rante este periodo la e~trllctllra y fun ­ción de la mucosa intestinal se encucn tra comprometida y el riesgo de sufrir

patolObrías digcsLivas se incrementa. Tradicionalmente. el nutrólogo ha

enfrentado el problema del destete mediante la IIlcorporaciün de anumi­crobianos en el picnso, entre ellos los antibióticos. aditi, os o el óxido de Zn. Sin embargo. 1ft compll.:jiuad de facto­res que intervienen en el destete acon­seja tomar en considcraci('>n numero­sos aspectoc:¡, como son el manejo y la allmcnraclún. 1:.1 ub¡cm'o de este capi­tulo será informar sohre la fisiología y microbiología dcllcchún. E.n este sen­tido, inrcnraremos buscar c"idcncias

que relacionen la presencia de al!-,runos ingredientes en el pienso y sus efectos sobre la estructura y función dig:esth'a, c:¡obrc la salud del animal) sobre sus rendimientos productivos.

El destete vla Iuncl6n digestiva l .a primera consecuencia c1am del des­tete es su efectO depresor sobre la in­gestión de alimento (Figura 1) . Hasta un 10" /0 de los lechones no realiza su primera ingestión transcurridas 40h [ras el destete. I.a consecuencia es el deterioro en la integridad y la función

Page 2: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

dlg:esm-a, con malabsorClón, y posible di:lrn::1 dc .. hidr:lt;lcic')n \. d l"hin"is in -, . te"tinal. Tres días tras el destete, el re­ducido consumo enlentece el \Taci:1.do J..,~srrico y el trán"lto digcstlH) en mrcs­lino delgado. El dcstete produce tam­bién un descenso en la altura de las \'e­Ilosidades ~ acti\·id:1.d de los enzimas, que termina comprometiendo la di­gestiún de la raciún. En estas condi­cioncs, se considera prioritario facilitar el inicio al consumo de alimento. I ~n

este periodo son Importantes los as­pectos de manejo, como el facil acceso a toh as \. bebederos, y la adecuada h.: llqH:r,tlura ambiental (.) tamaño oc grupo animal.

I,a Incorporación de nuevos ingre­die mes en el pienso, en su mayor parte yegetalcs, conlle\ a el aporte t!t: canti­dades crecientes ele almidón, polisacá­ridos no amiláceos y proteínas vegeta­les de menor digestibilidad. 1.1 presen­cia en el contenido digestho de estos sustratos facilita la colonización en el intest ino de nuc"as especies micrubia­nas, la generación de nue\os ambien­tes digestiHls, r lo (Iue es más impor­tante, un reto añadido para el sislema inmunitario del animal. El diseño de una ración ad<.:cuada para cIlcchón tra­ta de estimular en los animale~ su COI1-

~U1110 y proporcion.\r las condiciones ambientales del tracto (lIgesti,'o que mantienen el e(IUllibrio entre el hospe­dador y sus microorganismos, previ­niendo el deterioro de la funciún di­ge"i\'a (Fig. 2).

la colonización microbiana La colonizaciún microbiana describe el proceso por el que la población bacteriana dd tracto digestiw) se esta­blece en ramaño a lo largo del tiempo sin necesidad de una rcintroducciún periódica (Gaskins, 20(1 ) . Para ello, las bacterias necesitan alcanzar una capacidad de replicaCión igualo supe­rior a su rirmo de e\'¡lCuación o la\'ado por tránsito di~esti\'o; () en su defecto adherirse de alguna manera a la mu­cosa IIltc.:stinal. Otros factores que condiCIOnan la colonización son: la reacci()n Inmunitaria local, la presen­cia de receptores de adhesión, la dis ­ponihilidad de susrr:HO, el flujo diges­tivo o el p l l (Slc\\arr \' col., 1993; Kclly amI King, 200 1).

Fig 1 - Curva media típica de Lngestlón de alimentos de los lechones alredeor del destete. Adaptado de Brunmx et al

W..w.g

2 _al ..-.

3 Doy ' Doy ' 0., ' Doy ' o., Doy I o 23458 7

Doy '-'"V -*'11 c-401_

• 7

_01 -e

I,a co}uni7ación microbiana co­mien7a en el mismo momento del par­to. Durante ese episodio el lechón se expone a un c1e\'ado número de bacte­rias, entre las (Iue destacan E. coli y StreplOcoccUS spp. Durante la lacta­ción, Iacrobacilli r Srreptococci se con­vienen l!n la proulació n mayurita ria, junto con algunas poblaciones de Clostridium, l3actcroides y Bifidobac­teria. En concreto, durante este perio­do inicial el consumo de las heces de la cerda cs la principal vía de entrada de microorgani~mos en el kchón; por lo (¡UC resulta prometedor mejorar el equilibrio microbiano de la cerda co­mo medidn para reducir la llegada de patóg-enos a los lechones. Tras el des-

tete se: ob~cf\Ta un brusco descenso en la pohlaciún microbiana, una reduc­ción en la biodi\cr~idad de los Lacto­bacillus, ~ su sustitución progresiva por poblaciones más caractensricas de los animales adullo~, como Bactnoi ­des y Emerobacterias.

la actividad microbiana: un equilibrio dificil de mantener I.a población microbiana influye de manera c:\traordinaria sobre la estruc­tura y la función digestiva. En experi­mentos en los que se ha prescn"ado a los animales sin microorganimos en su tracto digesth'o, la lont-,ritud y el grosor de la pared digestiva se estrechan, la inmunidad local se deprimc, y el trán-

la colonización microbiana describe el proceso por el que la población bacteriana del tracto digestivo se establece en tamaño a lo largo del tiempo sin necesi­dad de una reintroducción periódica IGasklns. 20011

~ Fig" 2 - Representación esque­mática del ecosistema intesti­nal. I~mado "Salud Intesllnal" (modificado de Conway, 1994). cada elemento mteracclona con los otros para mantener el

Macra1U1neús MJCrorUn..,tes

AdiIJV05 FICIaes IIlhrUnoonaJes

eqUIlibrio funcional del aparato

dlgest~~

, n I '" . fI \1: - 1 AdtJv~ local .J ~~

p..l...t~ .. . l .. Q,UtLL ;l)~

P. ;'I..t~II .l h ;'111. ,10 II:lo ...

tu"h "<H,lo V·1tU !!Cllh;'l •

Page 3: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

;) sito dige~ti\'o se cnlcmece X'osrmann, 1996; Falk y col., 1998; Van Kesscl y col., 2(XI4). 1_, presencia de una pobla­ción microbiana estable genera tam­bién condiciones inhibitorias para el estab lecimiento de nuevas especies, e 111 re las t..¡uc puedcn cncontrarse.; po~i ­

bies patógenos (Rol fe, 1996; Hooper y col.,2(XIl ).

En su conjullw, la actividad micro­biana facilita la fermentación de sus­rratos, libera ácidos g rasos voláti les, y posibilita con ellos una pe<'lueña absor­ción de energía. in embargo, algunas hacterias producen enzimas mucolíti ­cos que alteran la compusición de las mucinas de la pared intestinal, com­prometen su función como barrera di­gcsriva. y pueden facilitar la transloca­ció o (in\'asión) bacteriana hacia la lá­mina propia de la mucosa intestinal (Deplancke and Gaskins, 200 1; Kclly and King, 20(1 ). E l crecimiento de al­guno de estoS patógenos, cuma puede ser el caso de Eschcrichia coli entero­toxigénico, puede desencadenar la aparición de procesos diarreicos que comprometen la función digesr.i\'a y la salud general del animal.

Estrategias de a"menl8CIOn del lechón tras el deSlele Las raciones administ radas aJ lechón son generalmeme complejas y con una e1e\'ada presencia de ingredientes de o rigen animal Oácteos, pescado, O plas­máticos) , concentrados proteicos, o aditi\,os. I.a literatura científica r de di­\·ulgaciún ha presentado en los ú lti ­mos años una atención mayoritaria al LISO de aditivos en la alimentación del Icch{)n. Destacan los nd ilivos co n ca­racterísticas antin1icrobianas, pOlcn­ciadoras de la función digestiva, del consumo de pienso O de la actividad inmunitaria. Entre estos aditi\,os en ­contramos los propios antibióticos, ácidos orh7fÍ.nicos, extracros de plantas, enzimas, prebióticos, probióticos o minerale~ a elevadas dosis. En el pre­sente capítulo centraremos nuestra atención en la elección de los ingre­dientes que suministran la mayor parte de la cnerbría Y proteína al animal; fun ­damentalmente cereales, concentrados proteicos e ingredientes fibrosos, a) Los sueros y los cereales I.os lechones recién destetados pre-

Sentan una limitada actividad amilasa y de \'ida los niveles de lactosa recomen-disacaridasa, lo que representa un limi­te en su capacidad digestiva confronte a los cereales como principal fuente de energía (1\ laxwdl and Carter, 2001). L, incorporación de lactosa en el pienso prestaner facilita el proceso de adapta­ción de la leche a la alimentación sóli­da. Entre los ingredientes que contie­nen lactosa, destacan e l suero ácido, dulce o rceng rasado, la b ClOS:l cristali­na )' el permearo de lactosa. La incor­poración de lactosa hasta ni"eles del 30-4011/ 0 permite alcanzar elevados rendimientoli. Sin embargo la mayor dimensiún de la respuesta se ohsen·a en el tramo de contenido en lactosa del O al 30% . Generalmente se reco­mienda que las raciones de primera edad contengan entre un 10 Y un 15% de lactosa, J\ lás allaallá de la 5~ semana

dados se reducen al 0-5% (Bauccls, F, Comunicación personal).

Los principales cereales uciLzados en las raciones prestaner son el maíz, trigo, cebada, arroz y a\'ena. En gene­ral, los cereales se caracterizan por contener diferentes proporciones de almidón y polisacáridos no amiláceos, Las diferencias provienen de la pre­sencia u no ele cascaril la en tre cereales vestidos y desnudos, de la proporción de aJmidún en la semilJa, y de la confi­guración de este ;Ihnidón (vítreo o ha­rinoso). El arroz, ya sea cocido o cru­do, ha cobrado un elevado interés en los t'lI timos años C01110 cereal mayori ­tario en las primeras edades. ¡\ su e1e­,·ada apetecibilidad y digestibilidad se aiiade el menor riesgo de promover en los animales cuadros diarreicos (plus-

las raciones administradas al lechón son generalmente complejas v con una elevada presencia de Ingredientes de origen animal [lácteos, pescado, o plasmáticos), concentrados proteicos, o aditivos

Page 4: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

Algunos autores sugieren que el arroz cocido contiene factores que pueden inhibir las secreciones de electrolitos en el intestino delgado, v en consecuencia reducir la magnitud del proceso diarreico

kc )' col., 2002, I\lateos )' col., 2006). Algunos au(Ores sugieren que el arroz cocido contiene factOres que pueden inhibir las secreciones de c1ec([oliros en el intestino delgado, y en conse­cuencia reducir la magnitud del proce­so diarreico J f.the",s )' col., 1999) . Entre los diferemes cereales, destaca también la rápida djgestión del .Imi­dón de la avena, que hace de éste un ce real de elecció n en In alimentación dcl lechón.

Durante los últimos años se ha es­tucliado con interés la posible influen­cia del cereal utilizado sobre el riesgo de los animales a su frir colibaci losis. I\IcDonald)' col. (200 1) observó me­diante infecciones experimentales con E. coli 08; K87; K88, como la incor­poración de cebada desnuda sobre una ración base de arroz cocido incrcmcn­"ba la proliferación de E. coli cntero­toxigénico y compromcúa los resulta-

dos productivos ( r abla 1). Los lecho­nes alimentados con arroz crecieron más)' mostraron un menor peso di­gesti,·o. Los resultados sugieren que la presencia de PN¡\ solubles (fl gluca­nos) en la cebada puede estimu lar la proliferación de E. colj en el intestino delgado. La presencia de estos polis.­cáridos solubles se ha relacionado con un incremenro de la \-isc sldad digesti­va, (Iue puede co mpromerer la diges­tión, enlentecer el tránsito digestivo, y con ello faci litar la proliferación de las cnrerobacterias (H opwood and I lampson, 2003). Ver Tabla 1.

En contraste con los resultados an-. . . tenores, Otros autores sUgieren incor-porar PI 1\ en las dictas prestarter co­mo estrategia para mejorar la salud in­testinal )' reducir las patologías digesti­vas tras el destete (Bertschinger )' col., 1978). r\umaitre y col. ( 1995) sugi rió que la incorporación de ingredientes

fibrosos puede promO\·er la fermenta­ción de carbohidratos, reducir la fer­mentación de proteína y la incidencia y gravedad de la colibacilosis (Pluske y col, 2(02). En este sentido, la pulpa de remolacha se ha propuesto como un ingrediente :Hr~("fivo po r su fcrmen tescibilidad. Otros ingredientes como la cascarilla de avena o cebada, )' el sal­,rada de trigo han presenmdo resulta­dos interesantes sobre la colibacilosis; posiblemente asociados a sus efectos sobre el transito digestivo. Carnciro r col. (2007) presenta resultados en los que la incorporación de salvado de tri­go incrementa la producci6n de buti­rato en el contenido digesu\'o. Su pre­sencia en la digesta resulta interesante como principal nutriente de la mucosa intestinal del colon. La incorporación de salvado en un 4% en ensayos simi­lares realizados en nuestro laboratorio, nos permitió o bservar similares incre­mentos en la concentración de butira­W, asociados con un marcado descen­so en las poblaciones de cntcrobacte­rias durante los primeros 10 días tras el destete (r abia 2). Recientemente, Bik­ker )' col. (2006) evaluaron el efecto del nivel de prOteína)' de los carbohidra- :)

Tabla 1. Crecimiento, peso de intestino grueso, concentración de AGV y viscosidad digestiva en lechones no infectados e infectados alimentados con una dieta ase de arroz o de cebada desnuda McDonald col. 2001

No infectados Infectados P-valor Arroz1 Cebada2 Arrozf Cebada2 SEM Dieta Enfermedad

Ganancia Canal (g/d) 74 26 -28 -56 363 • Intestino Grueso (% peso vivo) 27 38 26 3,2 062 .. AGV en el Colon Distal (mM) 84 114 60 78 204 .. DH en el Colon Distal 6,8 61 68 65 037 .. Escherichia coli en el Y~uno3 O O 09 42 244 • Escherichia coli en el Colon3 O O 32 6,2 189 .. Viscosidad en ellleonjcP) 21 28 16 2,~ 113 • · P<O,05. · · P<0,01. "·P<0,001. IOleta basada en Arroz (aI1<:g de dieta): arroz blanco COCido, 702; PSA soluble, 4; protemas de origen animal, 197. ~Oleta basada en Cebada (g/kg de dieta): Cebada perlada, 500; PSA soluble, 25; arroz, 275; proteínas de origen animal. 200. ~Expresado como log10 de unidades formadoras de colonia de E. coll hemolitica/g de raspado de mucosa.

... NS .. NS

'Oiets: Cl, control diet; we, wheat bran diet; sep, sugar beet pulp diel: and We-SBP, wheat bran and sugar beel pulp dieto ~L : E , ratio lactobacilli :enterobacteria . • y Dlfferent superscripts in Ihe same row lar diel means denotes significant diflerence (P < 0.05).

Page 5: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

toS fermentables sobre el rendimiento de lo, lechones! los perfiles de fer ­mentación en el tracto digesth·o. El in­cremento en el aporle de fibra promo­vió un incremento en el número de I.actobacil lus y un descenso en los con tajes de coliformes, as í como "3-riaciones en los pcrtiles de fermenta­ción asociados a una menor fermenta­ción de proteína en el tracto digestivo.

Podemos conclui r (Iu e 1" inco rpo­ración de ingredientes con un destaca­do contenido en PN \ ejerce efectos variables en función de las característi­cas de composición y fisico-<-Iuímicas de los componentes de la libra. En tér­mino~ generales, la fibta soluble retar­da el transito digesti,·o y el , 'aciado gástrico, reduce los ritmos de absor­ciún Je nutrienles c incrementa la sc­creci{m pancreática, 1 ,.os P 1,\ solubles pueden ser faclOres predisponen tes de la co libacilosis, fundamentalmente si su p resencia conllc,'a el in cremen lO de la viscosidad. Po r su parle, la fibra in­soluble red uce los tiempos de transito, e incrementa la capacidad de retenciún de ag-ua de la d igesta; lo q ue puede ayudar a limitar la g ra\'edad de la coli­baci losis en condiciones experimenta­les (,\ fomagne y col. , 2003). b) Los concentrados pro teicos Los lechones recién destetados son es­pecialmente sensibles a la protc1na de la ración. J\ lgunas de estas proteínas pueden pro\'ocar una reacci6n infla­mato ria en el tracto digestivo, red ucir el crecimiento e incrementar la morta­lidad de 1m animales (Li r col., 1990). Entre los ingred ientes di sponibles des­taca el interés de la leche. No en vano, h leche es e l ingrediente de consumo casi exclusivo duran te la lactación por parte de los lc.::chol1es. La p roteína de la leche se considera una excelente fuen­te proteica; ~u dig-esribilidad es muy al­ta y el balancc de aminoácidos esencia­Ics excelen te. in emba rgo, su precio es elevado, Como alternati"a a la leche podenlos disponer de diferentes con­centrados proteicos obtenidos del sue­ro, con rendllnientos <-Iue son semejan­tes a los obtenidos con la leche (To­kaeh y col., 2(03).

En los últimos años se han incor­porado nuevos ingredientes de origen animal en la ali mentación del lechó n, como es el caso de las proteínas plas-

máticas. De una forma consistente, se acepta que la incorporación de plasma estimula el consumo de los animales y sus rCndll111CnrOS (.:\ Iax,,"cll and Carter, 10(1 ) . La mayor dimenSIón de los efectos genera lmente se obsen'a con el primer 5'1//1 de inclusión de plasma en la ración (ll amen! col., 1993). Sin embargo, como ocurría en el caso de la leche, el c1e,'ado precio limüa su incor­poraciün en el pienso a los 7-10 prime­ros días lras el destete. Entre las ,rirtu­des que se han ,eñalado sobre el plas-11171, dc.::StaGl la mejora de la palatabili­dad del pienso ("rmer y col., 199-1), la protección inmunitaria (Coffe)' and Crom",e ll , 1995) o el b loclueo a la ad­hesión microbiana a la mucosa intesti­nal (:-:ollet y col., 1999). Lo respuesta al plasma con frecuencia dependc del estado sanitario del grupo, siendo ma­\'orcs los efectos en las condiciones ;nenos sa ludables (Cofre)' and Crom­\\'ell, 1995, Tokaeh y col., 2lm).

O tros ingredientes de origen ani ­mal util izados en la :.l li mcntación del Icch6n son la harina de pescado o los hidro li 7ados de mucosa intesti nal. La incorporación de harina de pescado de buena calidad es habitual en la alimcn­tación de las pnmc.::ras edades. I.os ni­,'eles de inclusión recomendados osci­lan entre el .¡ r el 8°10 (;'\ Iax,,"ell and Ca rre r, 200 1) . Por su parte, el hidroli-7ado de mucosa intestinal es un ingre­diente apetecible, rico en aminoácidos, y con caracte rísticas competitivas con Otros ingrniientes de elc,'ado coste y ,'alor como es el plasma porcino (:\ Iar­tincz- Pui¡.: y col. 2007).

Satisfacer las necesidades proteicas en las raciones prestaner generalmen­te im plica también el incorpora r dife­rcntcs concentrados p roteicos de ori ­gen \'egetaL A su mejor precio se une la necesidad de adaprar progresi"a­mente al lechón al consumo de ingre­dientes ,e~etales. ' r ras el periodo ini­cial de prestaner, los concentrados proteicos vegctales proporcionan la mayoría de los aminoácidos en las ra­ciones prácticas ( Iokaeh y col. , 20(3).

Entre es lOS ingredientes destaca, la ha­rina de soja, los concentrados protei­cos de la soja (mác.; común y disponi­ble), el gluten de trigo (por su ni,·eI de glutámico) • la proteína de patata (por su nh'e1 de triptófano), últimamente la proteína de arroz o en menor medida las semillas de leguminosas. La proteí­na de soja es un ingrediente excelente. Sin embargo, presenta di,'ersos incon­vcnientes, como es la presencia de fac­tores antitrípsicos de la soja no proce­sada, la presencia de ol.igosacariuos, y la aJergenicidad de la p roteína. l ·] tra­tamiento térmico dc la torta de soja elimina los factorc~ antitrípsicos, mientras tlue los dife rentes p rocesos de extracción) concentración de la proteína pueden reducir los ni,-eles de oligosaciridos, Las características aler­g-énicas de la soja determinan un ma yor Arado de incertidumbre sob re el ingrediente, especialmente durante la

Los lechones recién destetados son especialmente sensibles a la proteína de la raciólL Algunas de estas proteínas pueden provocar una reacción inftamatoria en el tracto digestivo, reducir el crecimiento e incrementar la monalidad

Page 6: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

primera Semana tras el destete. Algu­nos autores sugieren (ILIC la soj::l no de­bería incorporarse en la primera diera tras el destete, y su incorporación de­bería se r p rog resi,'a para facilitar la adaptación del animal al ingrediente. Otros autores sugieren <.Jue c1mejor momento de con taC[o con la soja es durante la lactación (creep feeding).

in embargo, el consumo dc pienso en lactación es generalmente muy bajo como para permitir una iomunotolera­eia oral (Tokaeh y col., 2(03). La hi­dróli",is parcial de la proteína de soja es otra estrategia (IUC ha sido probada en condiciones experimentales con resul­tados muy prometedores (Ferrini ) col.,20()4) e ) Ing redientes g rasos I:ntrc las limitaciones digestivas dclle­chón los siguientes días al uestete des­taca su limitada capacidad para digerir la grasa. Cera) col. (1990) obsenaron un descenso de hasta un 60u,o en la ¡i­pasa pancreática tn1.S el destete. Por es­te moti, 0, la respuesta productiva de los animales al consumo de mayores po rcentajes de grasa en la rílción tras el destete es muy baja o incluso neg:ati,·a.

Pertigrew) ;\ Ioser (1991) reSllmen los resul tados de 92 com paracio nes de g-rasa íl liadida en el pienso consumido por lechones de 5 a 20 kg de peso. I.a incorporación de grasa red ujo el con­sumo y los rendimitntus, aUI'}(lue in ­crementó la eficiencia el" utilización del pienso. El nümero de respuestas po,io"as (37) y negativas (38) fue simi­lar. En condiciones práClicas, el con­tenido de grasa en ni\'eles de hasta un I ()l!líl pre tende favo recer el gra nulado de raciones con ele\'ados porcentajes de ingredientes lácteos (fokach y col., 20(3). Los ingredientes graso, a utili ­zar son generalmente aceites "egeL'llcs ins:llUrados, los aceites de pe~cado, así como la manteca de cerdo (de alta cali­dad) baja acidez). Dentro de las grasas vegetales son preferibles la poliinsatu­radas (soja, ¡.,';rasol, linaza) () de cadena cona (coco). También puede ser de in­terés el uso de sueros rcengrasados en la <.Jue la grasa se encuentra emulsiona­da con una matriz de lactosa r proteí­na, está opcicJn facilita el manejo) uso de combinaciones de grasas e~peciales

En conclusión, la bibliografía pre­senta una amplia información sobre

interacciones entre los ingredientes del pienso) la adaptación de los lechones al destete, su estado d" salud y rendi ­mientos productivos. Sin embargo, con frecuencia la respuesta depende del estado sanitario de los animales; por lo que no es lo mi smo alimenTar lechones en granjas bien manejadas y con un status sanitario c1e\'ado tluC en granjas con sanidad limitada o manejo deticientc. En términos generales, es posible utilizar los piensos más digesti­bles y concentrados en energ-ía y pro­teína en aquellas granjas de ele"ada sa­nidad; mientras que, cuando la seguri­dad prima sobre la producti"idad con­"icne utilizar niveles alTOS de fibra r meno res concentraciones de energía y proteína en el pienso (Fedna, 2006)

Bibliografía • AUll1aitrc, A.,J. Peiniau, & I-'. ¡\ladee. 1995. Digcsti,·c adaptation after \\'ea­ning and nUlriLional conse<.Jucnces in the p ig let. Pig c\vs a nd Inform. 16(3): 731\ --91". • Bcrtsehin~er, H. u., E. Eg~enber­ger, 11. J ueker, & 1-1 . P. Pfirtcr. 1978. Eyaluation of lo\\" nurricnt, h1gh fibrc diets for the prcyention of porcine Escherichia coli en tcroloxaemia. VctC­rinar)' ¡\ uerobiology. 3: 281 -290. • Bikker, 1'. , A. D irkz\\'ager,J. Flcdde­rus, P. Trevisi, 1. le J Jucrou- I,u ron, j. l~

Lallcs )' col. 2006. The effee, of die­tary protcin and fermentable carbohy­drares le,els on gro\\"th performance and intestinal characterisLics in ncwly \\'caned piglcts. J. ,\ nim Sel. 84 (12): 3337-3345. • IJrooks, 1'. H. & Tsourgiannis, C.A. 2003. I:actors affecting the "oluntary fced imake of the \\'caned pig. En: \XC­aning- ,he )l ig. Concepts and consc­'lumee,. 1-.tI: J. R. Plus~e,J. Le Diyi ­dich , ¡\ L. \X:.\. \'crstegen , \'\'agcningen t\eademic Publishers, pp 81-109. • Carnciro, ,\ 1., l\L Lordclo, L. r. Cun­ha, & J. f'reire. 2007. ¡\!ierobial aetivity in lhe gu, of piglets: 11 . F.ffect of fib re sourcc and cnzyme supplementation. Ij, cw,ek Seienee. 108(1-3): 262-265. • Ccra, K. R., D. C. ~.t .han, & G. A. Reinhart. 1990. Effee, of \\'caning, weck postweaning and diet composi­tion on pancreatic and smal1 inle~cinal lumi nallipasc response in young swi­ne.J. Anim Sci. 68(2): 3 4-391. ~

Page 7: emo - s1dbc118a5bef4e14.jimcontent.com

1) • Coffey, R. D. & G. L. Cromwcll. 1995. The impaet of environment and anrimicrobia l agents on rhe gro\Vth respo nse of early-wcancd p igs ro spray-dri ed po rcin e plasma. j. Anim Sci. 73(9): 2532-2539. • Co nw.)', P. L . 1994. Function .nd Rcgulation of the Gastrointestinal i\ 'fi ­erobiota of the Pig. Pages 23 1-240 in Proeeedings of rhe VI 1 nrernatio nal Sylllposium o n Digestive Physiology in Pigs. Souffram, W. B. , & H. Il age­mei ster, e el s. I~AAP Publieation, Dummerstoff, Gcrmany. • D ep laneke, B. , & 11. R. Gaskin s. 2001. I\licrobial modulation nf innate clcfcnse: Cablet cells anel rhe intestinal mueus laye r. Am J Clin Nutr. 73 (6) : 113IS- 1141 S. • Ermer, P. ¡\r. , P. S. I\lil/er & t\. j. l e­wis. 1994. Diet preferenee and meal patrerns of weanling pill' offered diets containing cither sprar-dried porcine plasma or dried skim mi/k. j. Anim Sci. 72(6): 1548- 1554. • Falk , P. G ., L. V. H oo per , T. I\l id rvecl t , & J . l. Gordon . 1998. Creating and maintainin g lh e g as ­trointe stinal ecos)'s tcm: \,\ rh at \Ve kno\V ane! need (O kno\V fro m gno­tobiolog)'. i\ li crobiul. 1\1 0 1. Bi o !. Rev. 62(4) : 1157- 11 70. • Fedna 2006, o rmas Fedna: Nece­sidade s Nutriei o nales pa ra G anad o Porcino. Fedna, 1Iadrid. • Ferrini, G, Borcla, E, tvl.aninez-Puig, O, E:G . I\l anzani /l a, S.l\f. /l l artin ­Orue,j.F.Perez 2004. Influence of a soy pro tein hydrolysatc o n [h e produc­uve peformallce a r cad)' weancd pigs under an e nte ro tox igenic E. coli (ETEC) colibaeiolosis o r under a he­alrhy status, Journal oC Animal Seienee 82, Suppl1. • Gaskins, 11. R. 200 l. Intestinal Bac­teria and their lnflucnce on Swine Nu­trition. Pages 585-608 in Swine Nutri­tion. I.ewis, A. J., & L. L. Southern, eds. 2nd ed. C RC Press LLC, Boca Ra­ton, Flo rida, USA. • Hansen , j. f\ ., j. L. Nelssen, R. D. Goodband , & T. l.. Weeden. 199 3. E\'aluation of animal protein supple­ments in diets of early-wea ned pigs. j. A nim Sei. 7 1 (7): 1853- 1862. • Hoo per L. V., Wong, ]\1. H., Thelin A., Hansson L. 2001. ,\I olecular ana/y­sis of commcnsa! host-microbial rcla-

ti o nships in the intcstine. Scicnce; 291 (5505):88 1-884. • Hopwood, o. E., & o. j. Il ampson. 2003. Tnteractions bcrween the Intesti­nal ~ li c ro fl o ra. Diet and Diarrhoea, and their [nfluenees on Pig/ct /-l ealth in lh e "J mmediate Po sl- \X'eani ng Pe­riod . Pages 199-2 18. 111: \Veaning the Pi g. Conccpts and Consequcnces . Pluske, j. R.,j. LeDividich & ¡'vI. WI. A. Verstcgen, cds. 1 st cd. \'\'agen in gen Academic Publis he rs, \'\'ageni ngen, The Nerherlands, • Kel/y, D. and ~ng, T. P. 2001. Lu­mina/ Bacteria: Regulacion of the Gut Function and Immu nity. Pages 113-13"1 in Gut Enviromcllt of Pigs. Piva, A., K. E. Bach Knudsen & J. E. Lind­berg, eels. 1st ed. Nottingham Univer­sit)' Prcss, Nottin ..,ham, 200 l. • Li, O, I'., j. L. Nelssen, P. G. Redd)', F. Bleeha, j. D. Hancock, G. L. Al/ce y col. 1990. Transient h)"persensitiviry to soybea n meal in the early-weaned pig. j. Anim Sei. 68(6): 1790-1799. • Marti nez-Puig, D. , E. G .\1anzani­/Ja, j. I\l0rales, E. Bo rcla, j. F. Pérez, C. Piñeiro y col. 2007. Dictary nuel eotide su pplementation reduces occurrence of diarrhoca in earl }' weaned pigs. Li­vescoek Scienee. 108(1-3): 276-279. • Mateos, G G, E. López, ~L A. La­corre, B. Vicente, & R. P. Lázaro. 2007. The effeer o f ine/usion of oat hulls in piglct diets based o n raw or cooked ri­ce and maize. Anima l Feed Sciencc and Technology. 135(1-2): 100- 112. • "lathews, C. j. , R. j. l\[aeLeod, S. X . Zheng, J. WI. Hanrahan, H. P. Bennett, & j. R. /-l amilcon. 1999. Charaeteriza­tio n of the inhibicory effeet of boiled rice o n intestinal chJoride secretion in guinea pig crypt ce ll s. Gastrocntcro­logy. 116(6): 1342- 1347. • Maxwe/l, C. v., & S. D. Carter. 2001. Feeding the \X'eane el Pig. In: Swine Nutrition. L.ewis, J\lIStlll J. and Lec Southern, L, ed. 2nd ed. e RC Press LLC, Boca Raton, Florida, USA, 691 -7 15. • MeDo nald, o. E., D. \'(: Peth iek, B. ¡> /l lul/an, j. R. Pluske, & D. j. ll amp­son. 2001. Solub le Non-Stareh Po ly­saccha ridcs from Pcarl Barlcy Exacer­bate Experimental Post-\Veaning Col i­baeiIJosis. 1 n: Proeecdings of the 8rh Symposium o n Digestive Physiology in Pigs. Lindberg, j. E ., & B. Ogle, eds.

CABI Publi shi ng, Wallingford, UK. 280-292. • Montagne, L. , j. R. Pluske, & D. j. Hampson. 2003. ,\ re\riew of intcrac­tions bctwecn dietary fibre and the in­testinal mucosa, and their consc<"luen­ces on digestive health in j'oung noo­ruminant animals. Animal Feed Scien­ce and Technolog)'. 108(1-4): 95- 11 7. • Nollet, H. , P. D eprez, E . Van Driessehe, & E. Muylle. 1999. Protee­don of just wcaned pibrs againsr infec­ti o n with F1 8+ flseheriehia co li by non-irnmune plasma powder. Veteri­nar)' Microbiologr 65(1): 37-45. • Pettigrew, J. E., & R. L. Moser. 1991. Fat in Swine Nutrition. In: Swi­ne Nutrition. 1\liler, E. R., &. U ll er )' AJ, eds. Butrerwa nh - Hei nemann , Stoneham, ~ rA, USA. 133 - 147. • Plu ske,j. R., D. \VI. Pethiek, o. E. H opwood, & D. j. H ampson. 2002. Nurritio nal inflllences o n sQme majar enreric bacteriaJ diseases of pigs. Nutr. Res. Rev. 15: 333-371. • Rolfe, R. D. 1996. Colonization Re­sista nce. Gastroinrestinal .I\licrobes and Host In teraclions.in Gastrointes­tinal ,\1 ierobiolog\·. l\lackie, R. l., B. A. ''(' hite & R. E. Isaaesnn , eds. 1 St ed. Chapman and H all , London, UK. • Stewart, C. S. 1999. l\Iicroorga­nisrns in hindb'1lt fermcntors. 2nd edi­tion. In: Gastro intesti nal Microbio !. ) R. 1. "[aekie and /3. f\. \'(' hite, eds. Chapman "nel Hal/ J\ricrobiol. Series. New Yo rk , USA. • Tokach, H D., S. S. Dritz, R. A. Go­odiad, & j. L. Nclssen. 2003. Nutritio­na! RecllIircments of rhe \X'eancd Pig. 1 n: \\Iean ing the Pig: Coneepts anel Conseeluenees. Pluske, j. R.,j. Le Divi­dieh & 1\1. WI. A. Verstcgcn, eds. 1 st ed. \'( 'ageningen Academie Publishers, \Va­geningen, The Netherlands. 259-299. • Van Kessel, A., T \X: Shirke)', R. H. Sigge rs, ¡\J. D. Drew, & B. La arve ld. 2004. Commensal Bacteria and I ntes­tina l D eve lopm e nt. Stlldies us in g Gnotobiotic Pigs.in 1 nterfacing I mu ­nity, Gut Ilea lth and Performance. Tucker, l. A., & j. r\ . Ta)' lo r-Pickard , cds . Nottingham Uni \'c rs ity Pre ss, Nottingham, U K. • \Vostmann , B. S. 1 YY6. Germfree and gnotobioric animal models: Back­ground ane! applkations .. Boca Raton, Florida, USA, C RC Press.