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(,(,( ( (((.( ((266 • Georges Baudot > Mexicoy los albores del discurso colonial

Vueltos a su natural condici6n al verse librados de diri-gentes polftico-religiosos "satanizados", los amerindios ofre-cen toda la rica gama de irnagenes que los hacen aceptablespara construir con ellos el reino de la gran esperanza. Pobres,humildes, d6ciles, nifios necesitados de formaci6n y de edu-cacirm, de castigos apropiados incluso, son con ello humani-da~~Jscapaces en el orden de las producciones materiales prac-ticas. Las paginas dedicadas por fray Toribio a la habilidadartesana de los amerindios, especialmente en los capltulos XIIy XIII del tratado tercero de la Historia de los Indios ... , son eneste respecto elocuentes:

... EI que ensefia al hombre la ciencia, ese mismo provey6 y dioa estos indios naturales grande ingenio y habilidad para apren-der todas las ciencias, artes y ofieios que les han ensefiado, por-que con todos han salido en tan breve tiempo, que en vicndolos ofieios que en Castilla estan muchos afios en los deprender,aca en 5610 mirarlos y verlos haeer, han much os quedado rnaes-tros. Tienen el entendimiento vivo, recogido y sosegado, no oigullosoni derramado COl1LD otras naciones ... 3(1

Estas habilidades practicas que anuncian las ocupacionesidealizadas de una sociedad utopica, sana y sencilla, basadaen el ejercicio discreto de oficios mecanicos pero sobre todoentregada a 10 esencial: es decir, preparandose para la salva-cion eterna, fundamentan cl ultimo aspecto de la imagenamerindia fraguac1a par fray Toribio y sus correligionariosmilenaristas. Cabrfa preguntarse, por fin, CUll.! fue la posteri-dad detallada de esta imagen metahist6rica del amerindio rc-denlor en la trayectoria intelectual, y en la elaboraci6n deimagenes, de los indigenismos modernos muchas veces tam-bien pensados como proyectos de acusada resonanciamilenarista. Y quiza, asimismo, como la permanencia de unainconfesable y tenaz mala conciencia.

:10 Benl'lventeMotolinfa, frl'lyToribio, Hist011a de los indios ...• p. 353.

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Capitulo 15

Sentido de la literatura hist6ricapara la transculturaci6nen el Mexico del siglo XVI:

Fernando de Alva Ixtlilx6chitl *

La historic de Mexico es La del hombre que busca sufiliaciOn, su origen. Sucesiuamente afrancesado, his-panista, indigenista, "pocho", cru.za La historia comoun cometa de jade, que de uez en cuando relampa-guea. En su excentrica carrera ;'que persigue? Va trassu catastrofe: quiere volver a ser sol, volver al centrode La vida de donde un dia -i,en la Conquista 0 en LaIndependencia?- fue desprendido. Nuestro soledadtiene las mismas roices que el setuimiento religioso. Esuna orJandad, una oscura conciencia de que hemossido arrancados del Todoy una ardiente busqueda: unafuga y un regreso, tentativa por restablecer los lazesque nos unian a La creaci6n.

Octavio Paz, Ellaberinto de la soledad,Mexico, FCE, 1959, pp. 18-19.

. \

En la primera mitad del siglo XVII, una vez ultimadosmuchos de los complejos procesos de interacci6n cul-tural, de transfusi6n ideo16gica y semantica, que fue-

ron caracterfsticos del primer siglo de la colonia en Mexico,poco a poco fueron asentandose las bases de una nueva iden-tidad mestiza y/o transculturada. Paulatinamente fueron ha-llandose las referencias culturales que permitfan la ubicacion

. En ReJlexiones lingiiislicas y Lilerarias. II. Literatura, (Olea Franco.RafaelyJames Valender,eels.).Mexico.El Colegio de Mexico (Centro de Estu-dios LingiHstieosy Lilerarios). 1992. (Estudiosde LingiHsticay Litera-tura. XXVI); pp. 125-137.

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268 • Georges Baudot > Mexico y los albores del discurso colonial

mas coherente y mas estructurada de un sentir protonacionalnuevo que, distinto al expresado anteriormente en la epocaprehispanica por el concepto de Mexicayotl, permitiera inte-grar las nuevas presencias venidas de allende 16s mares. Yasuperado en cierto modo aquel desconcierto que tanatinadamente expresaran a su modo los amerindios interro-gados por fray Diego Duran casi cincuenta afios antes, por ladecada de los sesenta en el siglo anterior, y que traducen contanta oportunidad el cstado de confusi6n prcparatoria en quese hallaban las mentes:

Padre, no te espantes, pues todavia estamos nepantla, y comoentendiese 10 que queria decir par aquel vocable 0 metafora,que quicre decir "estar en media" torne a insistir [... ] Me dijoque, como no estaban aun bien arraigados en la fe, que no meespantase; de manera que aun estaban neutros, que ni bien acu-dian a la una ley, ni a laotra, 0 par mejor decir, que creian enDios y que juntamente acudfan a sus costumbres antiguas y ri-los del demonic, y esto quiso decir aquel en su abominable ex-cusa de que aun perrnanecian "en media y eran neutros". I

Dentro de ese lento y delicado nacimiento de un nuevosujcto hist6rico, en Mexico cobra singular relieve el papel quela historia y la literatura hist6rica desernpeilaron en este ar-duo quehacer. Parece evidencia, en efccto, que los textos quereDejan la conformaci6n de esta nueva realidad historica seanante todo aquellos que expresan con mas espccificidad la nue-va conciencia hist6rica naciente, los que trad uccn mejor lavisi6n transculturada que empieza a ser el resultado de aque-Uafu~ion de culturas, amerindia e hispanica, que va a owpartodo 'JI terreno del futuro cnte nacional. Aunque no debanconsiderarse estos textos de la literatura hist6rica como losunicos posibles para rastrear el nacimiento de un Mexico nue-vo. Bien claro esta que la producci6n literaria de una sor Jua-na Ines de la Cruz merece ampliamente ser considerada tam-bien desde este punto de vista, como tantos y tantos textos

Fray Diego Duran, Hislona de las Iudias de Nncva Es1Ja11ae Islas de fa TierraFinne, eel. (A. M. Garibay K.), Mexico, POlTlla, 1967, t. I, p. 237.

c ( c (, ("\(\(1c r cTercera parte • Transculturacion y discurso colonial • 269

debidos a la pluma de los escritores de la colonia. Pero, cree-mos que puede y si acaso debe destacarse que la literaturahistorica ofrece aqui un campo particularmente feeundo parael analisis en profundidad de estos fen6menos transcultu-radores. Yen el panorama posible de esta literatura cabe su-brayar que los grandes historiadores mestizos de origen y decultura amerindios desernpefian un papel crucial y revela-dor. Piensese as! en un Fernando de Alva Ixtlilx6chitl, en unDomingo de San Ant6n Mufion Chimalpahim Cuauhtlehua-nitzin, por ejemplo, como productores de textos que son elcorazon de esta reinterpretaci6n necesaria de la historia, y dela urgencia en tratar de integrar el recuerdo y los valores delpasado amerindio dentro del nuevo estado de cosasneohispanico.

Dentro de esta optica particular, creo que el tratarnientode algunos temas peculiares abarcados por estos autores, te-mas que por su peso mitico revisten una importancia funda-mental en el meollo mismo de la transfusion de ideas, es 10que cabe examinar ahora para dar una muestra de 10 quefueron los procesos culturales inaugurados hace quinientosafios al iniciarse la aventura hispana en tierras de America.Por hallarse en el coraz6n del esfuerzo por integrar el pasadoprehispanico dentro de una visi6n hist6rica novedosa en elmarco de la sociedad colonial, me ha parecido que los textosde Fernando de Alva Ixtlilx6chitl revisten singular alcance. Yque algunos de los mitos prehispanicos reivindicados, as! comoalgunas de las concepciones religiosas vinculadas a ellos queel trata de reinterpretar, son reveladores de la magnitud de laempresa. ASI, por ejemplo, el mito de Quetzalc6atl. de la Ser-piente Emplumada, tratado por Ixtlilx6chitl con especial es-mero, plantea problemas ejemplares y altamente significati-vos. Parece como si el historiador tetzcocano se viera en laobligaci6n de identificar precisamente al personaje mismo deQuetzalc6atl para poder integrarlo luego en su visi6nneohispana y que aquello Ie cost6 mas de un trabajo, ya quepodemos encontrar varias versiones del mito en los escritosde Ixtlilx6chitl. Son bien curiosos estos diferentes perfiles deQuetzalc6atl tan estrechamente unidos a la propia y personal

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version reelaborada por nuestro historiador. Veamos en quemedida esta originalidad es fundadora.

En la Relacum. suania en forma de memorial de LaHistoric deNueva Espana y sus seiiorios hasta el mgreso de los espaiioles y en elCompendio hist6rico del reino de Texcoco,Alva Ixtlilx6chitl parecehaber excluido asl decididarnente todo elemento mitico. LaSerpiente Emplumada pasa a ser Topiltzin conceptuado comoun soberano tolteca cuyo reinado verfa la destrucci6n de Tulaen razon de guerras internas, de cataclismos varios y de "per-secuciones del cielo". Versi6n de un soberano legendario quees ya una integraci6n del mito de Quetzalcoatl en los materia-les de una historia por construir. Subrayemos que en el Com-pendio hist6rico del reino de Texcoco Ixtlilx6chitl propone un de-sarrollo de esta version historiadora subrayando la rebeli6nde tres senores toltecas:

1... muchos reyes y senores se rebelaron contra el, especialmentetres reyes que eran de las provincias de Quiahuiztlan yAnahuac[... ] y vinieron sobre el con mana armada para destruirle, ytuvieron casi veinte seis an os grandfsimas y crueles guerras, endonde murieron de ambas partes muchos millares de hombres...

Y el historiador tetzcocano cree necesario introducir aqulla noci6n de un castigo divino y evocar la legend aria huida deCe Acatl Topiltzin hacia la patria de sus antepasados, Tlapalan,en donde habria de elaborar el patrimonio intelectual quesus descendientes conservarian con el mayor cuidado:

Dios que los quiso castigar por sus grandes maldades les envi6del cielo grandes persecuciones y una general seca en sus fru-tos y semillas y luego grandes pestilencias, las mayores que hahabido en csta tierra, de 10 cual se destruyeron todos que casino qued6 hombre; y su ultima destrucci6n fue en el ano de cetecpad (ya la nuestra, 958 de la encarnaci6n, al quinto ano delpontificado de Joannes decimo segundo, romano, y a los veinteanos del imperio de Oth6n segundo, emperador romano, y enEspana Ramiro tercero, a los veinte y uno anos de su reinado)y en la demanda muri6 el viejo rey Tecpancaltin con otros dosreyes [... J sino fue Topiltzin que se escap6 huyendo con algu-nos pocos de los suyos y se meti6 por la tierra adentro hasta

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Tercera parte • Transrulturaci6n y discurso colonial • 271

Tlapalan, 0 segun otros, Hueyxalac, antigua patria de sus pasa-dos, en donde vivi6 despues muchos afios, y constituy6 muchasleyes que despues sus descendientes las confirmaron ... 2

Claramente se echa de ver que aqui Ixtlilx6chitl ha queri-do separar de manera radical los elementos historicos de loselementos rniticos, e incluso universalizar a los primerosvinculandolos con fechas precisas de la historia de Europa, 10que traduce una convicci6n de historiador neohispano de cortehumanista, con la visi6n teologizante propia del momenta querecurre a la noci6n de castigo divino cuando su exposici6n delos hechos 10 requiere, y para quien Topiltzin es s610 un sobe-rano tolteca que luego sus subditos y descendientes habrlande divinizar " ... yael 10 colocaron por u no de sus dioses"(ibidem).

En la Sumaria relaci6n de las cosas de La Nueva Espana volve-[(1 nuestro tetzcocano a tratar de la versi6n hist6rica toltecacomo oriunda de la documentaci6n de estes " .. .10 que bue-narnente se ha podido saber, segun los tultecas, es 10 que si-gue [... ] los tultecas alcanzaron y supieron la creaci6n delmundo [... ] Y hallase en las historias de los tultecas ... ".!l Deeste modo veremos distinguirse en su identificaci6n ados per-sonajes definidos: a Huemac, el astr6logo y eI sabio, y aTopiltzin Meconetzin. Asl, H uemac 0 Huematzin: "el astrolo-go que los guiaba", es el gufa espiritual dotado de capacida-des adivinatorias que es partidario de una larga peregrina-cion tolteca hacia una suerte de tierra prometida y ha dellevarlos a encontrar la ciudad paradigrnatica, es decir, Tula.Aparece como un sabio previsor que aconseja el establecimien-to de una alianza y de un vinculo matrimonial con loschichimccas. Viene a morir a la edad respetable de trcscien-tos afios despues de haber ordenado y estructurado ellegadocultural de los toltecas, la toltecayotl tan acertadamentea defi-nida por Miguel Le6n-Portilla, y esto en un libro ejemplar ysagrado, el Teoamoxtli:

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2 Fernando de Alva Ixtlilx6chit1.Obras /Lisumcas, (ed. Edmundo O·Corman).Mexico,UNAM, 1975, t. I, p. 420.

3 Ibidem, p. 263.

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272 • Georges Baudot > Mexico y los albores del discurso colonial

... antes de morir junt6 todas las historias que tenian los tultecasdesde la creacion del mundo hasta en aquel tiempo, y las hizopintar en un libro muy grande en donde estaba pintado to-das sus persccuciones y trabajos, prosperidades y buenos su-cesos, reyes y senores, leyes y buen gobicrno de sus pasados,sentencias antiguas y buenos ejemplos, templos, Idolos, sacri-ficios, ritos y ceremonias que elIos usaban; astrologfa, filoso-[fa, arquitectura y dernas artes, asl bucnas como malas, y unresutpen de todas las cosas de ciencia y sabiduria, batallas pr6s-peras Iy adversas y otras muchas cosas y intitul6 a este libroTeoamoxtli que bien interpretado quiere decir, diversas cosasde dios y libro divino. Los naturales Haman ahora a la Sagra-da Escritura, Teoamoxtli, por ser casi del mismo modo ... 4

Huemac habra de dejar adernas unas cuantas profeciasque precisaran mas tarde el futuro y estas predicciones des-empefiaran un papel crucial en la historia tolteca. La primeraevoca aSI la peregrinaci6n del pueblo tolteca influido por unastro nefasto, Ce Tecpad:

Y que al ultimo serfa el ano de ce tecpatl, estrella que tanto lospersegufa, se hablan de levantar unos hombres de su mismoIinaje, y Ie habian de perseguir con grandlsimas guerras hastaaeabarse casi todos, y el se habla de escapar y vovler hacia don-de sus pasados habian venido, y al ultimo tiempo de su vida,habia de ser muy justo, sabio y discreto ... r,

La historia del soberano Topiltzin Meconetzin viene encierto modo a confirmar las profedas de Huemac: "habfa cua-renta afios que gobernaba Topiltzin cuando comenzaron lassefiales que habfa pronosticado el astrologo Huemac a mos-trarse asf en la tierra como en el cielo ... ", (j y la pesima con-ducta del soberano induce una vez mas al castigo divino:

... y al tiempo que 1I0vi6 trigo y peces, comenz6 Dios nuestrosenor, criador de todas las cosas, a esta gente eiega y perversaid61atra enviandoles grandfsimos aguaceros, huracanes y sapos

4 Ibidem, p. 270.;, Ibidem, p. 27l.6 Ibidem, p. 277.

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Tercera parte • Transculturaci6n y diseurso colonial • 273

del cielo, que les destruia la mayor parte de sus edifieios, 110-viendo casi cien dias sin cesar, 10eual ellos entendieron que elmundo se queria acabar con otro diluvio ... 7

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Estos Lextos en su inteiioridad sernantica, por los pcrso-najes que en ellos se presentan, tanto con las analogfas utiliza-das como con las restricciones manifestadas, pueden dejarentrever, como a traves de una silueta borrosa, la vision muy .personal de Ixtlilxochitl, aunque los punLos de vista cxpllci-tos no sean nada frecuentes. Cierto es que al comentar lasprofecias de Huemac el tetzcocano declara su propio senti-miento: " ... estas cosas y otras declare que alcanzaba por suastrologfa y los signos y planetas prometian y casi vino todo asuceder con la voluntad de Dios, al pie de la letra ... " (ibidem,p. 271). Surge aqui el concepto de una historia cristiananeohispana que trata de incorporar al pasado amerindio. Asilos pueblos amerindios quedan incluidos en los proyectos di-vinos y, adernas, interviene directamente el poder del Dios delos cristianos en el transcurso hist6rico de ellos. Notaremosentre otras cosas que el estilo del texto es casi bfblico cuandoel castigo de la Providencia se impone a los toltecas.

De hecho, es esta una vision rnuy parecida a la del Com-pendio hist6rico del reino de Texcoco, aunque la gran innovaci6ncon respecto a el reside en la aparici6n de un elemento origi-nal dentro del discurso ana16gico propio de Ixtlilxochitl y quees la asimilaci6n del Dios cristiano con el concepto mexicah deTloque Nahuaque. De hecho la ira de Tloque Nahuaque en laprofeda de Huemac es la de un "Dios nuestro sefior criadorde todas las cosas" y asi el castigo divino 10 viene a ejercerdirectamente una entidad divina de identidad amerindia. Im-portante es sin dud a este concepto de Tloque Nahuaque den-tro de la historia de los conceptos filos6ficos nahuas y quizaconvenga esclarecer su filiaci6n y su sentido para mejor en-tender 10 aventurado de la ernpresa que intenta IXLlilxochitl.Tloque Nahuaque 0 el "duefio de la proximidad y de 10 queeSla en el anillo de agua" aparece en el pensamienlo mexicatl

7 Ibidem, p. 278.

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274 • Georges Baudot > Mexicoy losalboresdel discurso colonial

como la expresi6n de la suprema divinidad, 0 como recalcaA. M. Garibay: "el que esta junto a todo, y junto al cual estatodo"."

En realidad es s6lo una apelacion de un conjunto con-ceptual complejo que entrafia mas de una etimologia dentrodel discurso fIlos6fico nahuatl como tan certeramente ha mos-trado Miguel Leon-Portilla. 9 Es asf uno de los nombres deOmeteotl divinidad multipresente de la dualidad suprema quees tam bien Yohualli Ehecatl: "noche viento" es decir invisible eimpalpable, Ipalnemohuani: "Aquel por quien se vive",Moyocoyatzin: "el que se inventa a sf mismo" 0, au n , Totecuyo inilhicahua in tlalticpacque in mictlane: "Nuestro Senor, duefio delcielo, de la tierra y de 1.1regi6n de los muertos". Sahagun enellibro VI del C6dice florentino, fo1. 43v, nos procura un textoamerindio que es una magistral definicion de este conceptode divinidad todopoderosa que dice asf:

nuestro sefior, el duefio de la cercanfa y del anillo de agua, piensa10 que quiere, determina, se divierte. Como el quisiere, asi que-rra. En eI centro de la palma de su mana nos tiene colocados,nos esta moviendo a su antojo. Nos estamos moviendo, comopelotas de juego estamos dando vueltas, sin rumbo nos muevede un lado a otro. Para el somas diversi6n y de nosotros se rfe.

Concepto que habra de conocer en la poesfa lirica nahuatltantas y tantas desgarradoras expresiones y que sera uno delos motores de la reflexion del icnocuicatl cuando canta dra-matica mente cl corto paso de la vida in tlalticpac: "sobre Iatierra" y el dolor de saberse tan solo, fragil, fugaz y precario.

I)e hecho ya notamos en un estudio anteriorlO el intentode recupcraci6n de este concepto en que incllrrieron los pri-

8 Al (TelMaria Garibay K., Histo'ria de Lalitemtum ,whu.atl, t. II, p. 408.~ l'_: 'tuel Leon-Portilla, La fiLosoJiana/tuatl est1ldiadaen sus Juentes, Mexico,

UNAM, 1966, pp. 164-171 Y199-202.III Georges Baudot, "Imagen y discul'sO del Mexico antigllo en la [unda-cion novohispana: el pensamiento m'ihuatl contemplado porIaevangelizacion franciscana", La imagen del indio en La Europa modema,Sevilla, CSIC, Escuela de Estudios Hispano-americanos, 1990, pp. 219-235.

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meros evangelizadores franciscanos a partir del famoso dia-logo de los Doce Primeros con los tlamatinime, en 1524, dondeTloque Nahuaque 0 Ipalnemoani aparecen designados comoIn nelli Ipalnemoani, in nelli Tloque Nahuaque: "el verdaderoDador de la vida, el verdadero Duefio de la cercanfa y de 10que esta en el anillo del agua", y en donde incluso en Iineas539-548 es Jesucristo El mismo, invocado por Su Nombre,quien recibe la invocaci6n amerindia de Ipalnemoani y deTloque Nahuaque: Ca itocatzinJesu Cristo ... Ipalnemoani, TloqueNahuaque: "Porque su nombre venerado esJesu Cristo ... Da-dar de la vida, Duerio de la cercanfa y de 10 que esta en elanillo de agua". De paso, y para mejor valorar la magnitud dela apropiaci6n realizada, notemos que los tlamatinime en surespuesta a los doce "primeros" evangelizadores no dejaronde emplear denominaciones perfectamente prehispanicas paraconceptuar a este ente divino, a saber, por ejemplo, InIpalnemoani in yohualli in ehecatl: "el Dador de la vida, que esnoche, que es viento". La recuperaci6n de este concepto filo-s6fico fundamental del pensamiento pr ehispanico porIxtlilx6chitl no es, pues, una absoluta novedad, pero silo va aser el uso asignado, ya que al asirnilar al Dios de los cristianosa Tloque Nahuaque, el objetivo del tetzcocano sera el de legiti-mar un concepto amerindio dentro del marco cultural nuevode los valores novohispanos. Veremos un poco mas adelanteque este esfuerzo fue uno de los nuclcos del pensamientotransculturador de nuestro autor.

Pero volvamos por ahora al papel asignado a Huemac enla visi6n historica de Ixtlilxochitl. Efectivamente, bien nota-mos que Ixtlilx6chitl atribuye la veracidad de las profedas deHuemac a una expresi6n clara d~ la voluntad divina: " ... casitodo vino a suceder, con la voluntad de Dios al pie de la le-tra". II Y resaltemos el hecho de que la segunda destrucci6nde los toltecas, acaecida 512 anos despues de la primera ocu-rrida bajo el reinado de Topiltzin, hacia 937, viene a coincidircon la conquista espanola. Sin embargo, el historiadortetzcocano niega la posibilidad del retorno de Topiltzin y sus

II Fernando de Alva Ixtlilx6chitI, Olrras historicas..., t. I, p. 271.

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276 • GeorgesBaudot > Mexico y los alboresdel discurso colonial

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profedas parecen como "promesas imposibles" que tiencn .poco interes por "que seria muy largo de contar'"! a diferen- I

cia de las de Huemac. De este modo la asirnilacion de Topilb:i" :y de sus hombres con los conquistadores espafioles no pudoengariar mas que a "simples" " ... porque bien sabian los sefio- j

res de esta tierra que fue a morir en la provincia de Tlapallan",Cierto es, pues, que Ixtlilx6chitl nos ha procurado aqui unavisi6n anticipada de la conquista identica a la destrucci6ntolteca, y que estos dos acontecimientos hist6ricos son pr()-ducto de la voluntad de Tloque Nahuaque conceptuando al Diosde los cristianos.

La Sumaria relaci6n de la historia general de esta Nueva Espa,.. "iia asf como la Historia de la naci6n chichimeca conllevan unaterccra version definidora de Quetzalc6atl. Situ ado en unaedad mitica, el tercer sol, "sol de aire", Quetzalc6atl-Huemac ,aparece como un hombre "virgen, justo y santo", originariodel Este, en la region habitada por los Olmecas-Xicalancas. \Fue el predicador de cierta "ley natural", inventor del ayuno "y de la cruz, que al ver que su ensefianza lograba poco CXilOvolvi6 a partir para Oriente, no sin haber profetizado su re-torno, la fundacion de su doctrina y el reino de sus d escen-dientes: " ... dejo dicho a los naturales de aquellos tiempos quevolveria en los venideros, en un afio que se Hamada ce acatl yque para entonces su doctrina seria recibida y sus hijos scrfansenores, poseerfan la tierra y otras muchas cosas ... ''. rs Pocodespues acaecerfa la destrucci6n del tercer sol y los pocos so-brevivientes le consagrarfan como dios del viento. Esta ver-sion es practicamente identica en los dos textos de Ixtlilx6chitl. "a saber, la Sumaria relaci6n ... y la Historia de La naci6n chichi11leca.La posici6n propia de Ixtlilxochitl la hallamos en una breveanotaci6n ubicada en los dos textos cuando subraya la veraci-dad de las profecias de Quetzalc6atl: " ... y otras muchas pro-kdas que despues muy a las claras se vieron" (ibidem). De ve·rificarse las profecfas de Quetzalc6atl, la llegada de losespafioles corresponderfa con el retorno del Quetzalc6atl

12 Ibidem, p. 527, a: f como enHisloria de La naci6n chichimeca ... , t. II, pp. 7·8.13 Ibidem.

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Tercera parte • Transculturaci6n y discurso colonial • 277

. Olmeca-Xilanca y de sus descendientes, el establecimiento delcristianismo con el de la doctrina antafio rechazada, y la con-quista militar con el castigo anunciado, y esto dentro de lainterpretaci6n teol6gico-hist6rica que es cormin en el siglo

I XVI. Quetzalc6atl-Huemac viene a ser as}un mensajero de lapalabra divina. El estudio de estas distintas versiones deQuetzalc6atl nos perrnite conocer mejor el concepto de nues-tro historiador tetzcocano sobre unos datos fundamentalesde la civilizaci6n prehispanica y sobre sus implicaciones "arre-gladas" dentro de una historia moderna novohispana. Dehecho ya hemos notado que Ixtlilx6chitl quiere presentarnosa un personaje inteligible, y por tanto desprovisto de cual-

, quier elemento sospechoso a oj os de cierto humanismo cris-tiano. El retrato que nos ofrece de Quetzalc6atl tanto en laSumeria relaci6n de las cosas de Nueva Espana, como en la Suma-ria relaci6n de la historia general y en la Historia de fa nacumduchimeca, es aceptable para los criterios europeos: se trata de

I,. un filosofo mas 0 menos astrologo y predicador, adornado deI: : autenticas virtudes eticas y religiosas. El personaje aparece

como revelador de cierto mensaje divino, explicito en el casode Huemac (Tloque Nahuaque), implicito en el caso delQuetzalc6atl-Huemac Olmeca-Xilanca (Dios cristiano). Porcierto, podrfa pensarse que estas dos versiones tienen ciertoparentesco con una interpretacion europea de fines del sigloXVI que habla de un ap6stol venido a America en tiemposremotos para predicar el mensaje evangelico. Y es muy posi-

~ble que Ixtlilx6chitl haya conocido esta hipotesis hist6rica yquiza incluso que se Ie haya ocurrido utilizarla, pero que lIe-,'ado por una aconsejable cautela haya preferido no insistiren una conclusi6n demasiado definitiva que identificara aQuetzalc6atl con ese ap6stol que bien pudiera ser Santo To-mas.Efectivamente, esta asimilaci6n de Quetzalc6atl con SantoTomas podia mas bien incurrir en agravio de las culturasamerindias que el pretendia revalorizar e integrar en el nue-\'0 marco conceptual novohispano. El hecho de que losamerindios hubieran rechazado tal doctrina ya era una con-denaci6n a ojos del mundo cristiano y los amerindios hubie-ran aparecido, de ser asi, como pueblos aferrados ala idola-

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278 • Georges Baudot > Mexico y los albores del discurso colonial

tria. Lo que era precisamente el argumento crucial de aque-lIos que en la colonia pretendian erradicar toda huella de lasculturas aborfgenes y de quienes un Fernandez de Oviedoera el mejor expositor:

...que Ia Sancta Iglesia ya tenia en todo el mundo predicado entodas partes del el misterio de su Redempci6n [... J y por tantoestas gentes deberfan ya de haber entendido una cosa en quetanto les va, como es salvar sus animas [... J Pero en fin, estosindios, por la mayor parte de ellos es nacion muy desviada dequerer entender la fe cat6Iica... 14

If} intento de Ixtlilxochitl que procede por analogfas ysugestiones mas afmes es distinto, como es diferente su pro-posito. Y, efectivamente, el Quetzalcoatl-Huemac Olmeca-Xilanca reune todos los signos externos de un ap6stol quebien hubiera podido tener conocimiento de un concepto tangenuinamente amerindio y prehispanico como es el de Tloque-Nahuaque. Y es de notar asf que en el primer capitulo de laHistoria de la naci6n chichimeca el tetzcocano nos aclara queQuetzalc6atl atribuye la creaci6n de la humanidad a Tloque-Nahuaque:

Los mas graves autores historicos que hubo en la infidelidad delos mas antiguos se halla haber sido Quetzalcoatl el primero ...y decIaran por sus historias que el dios Tloquenahuaque,Tlachihualcipal Nemoani Ilhuicahua Tlaticpaque, que quiere decirconforme al verdadero sentido: eI dios universal de todas lascosas, creador de elIas y a cuya voluntad viven todas las criatu-ras, senor del cielo y de la tierra, etcetera, el cual despues dehaber creado todas las cosas visibles e invisibles, creo a los pri-meros padres de los hombres de donde procedieron todos losdernas, y la morada y habitacion que les dio fue el mundo, clcual dicen tener cuatro edades."

Ya hemos notado, por cierto, que Ixtlilxochitl considera aQuetzalc6atl-Huemac como el autentico mensajero poseedor

11 Fernandez de Oviedo, Gonzalo, Histaria general y natural de las Iudias,Madrid, Ed. Atlas, 1959, t. I, p. 111.

15 Fernando de Alva Ixtlilx6chitl, Obras /tisl6ricas ... , t. II, p. 7.

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Tercera parte • Transculturaci6n y discurso colonial • 279

de la palabra divina en sus profecfas y que estas reflejan launica verdad religiosa reconocida en el primer siglonovohispano: la del cristianismo. Por tanto, su reconocimien-to de la creaci6n del mundo y de la humanidad por el TloqueNahuaque es articulo de fe y supone una perfecta asimilaci6ncon el dios cristiano. Asi Ia relaci6n entre Quetzalc6atl y TloqueNahuaque nos parece altamente significativa ya que con ella setrata de la recuperaci6n de un concepto religioso prehispanico.

Y, sin embargo, el nuevo orden cristiano de las cosas en!I America excluye firmemente toda posibilidad de mezcla

sincretica y no admite en modo alguno que el Dios encarna-do en Cristo haya podido ocultarse bajo el disfreaz de unadivinidad amerindia. Asi, pongamos por ejemplo , unBernardino de Sahagun rechaza cualquier parecido mas 0

menos lejano 0 borroso entre las dos concepciones del uni-verso y si ensalza el pensamiento filos6fico de alto nivel alcan-zado en aquellos tiempos es para condenar con mas ahinco aunos pueblos que habfan tenido asi, por deducci6n y especu-laci6n filosofica, la posibilidad de lograr el conocimeinto delverdadero Dios:,)

~1'1... mas ni aun a estos se les debe perdonar. Porque si pudieronsaber tanto, que podlan hacer concepto del mundo (como conmayor facilidad no hallaron alSenor de el? Pero malaventuradosson, y entre los muertos esta la esperanza de aquellos que lla-maron dioses ... is

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. De igual modo, el parecer de un Geronimo de Mendietase inscribe dentro de una corriente de pensamiento que. con-sidera que las capacidades intelectuales de todo ser humaneIe permiten alcanzar el conocimiento de Dios, pero Mendietareconoce que Tloque Nahuaque es la prueba tangible de quelos amerindios prehispanicos habian logrado descubrir al Diosde los cristianos:

Y este debra ser al que llamaban los mexicanos Ipalnemohuanique quiere decir que nadie 10 crio 0 forme, sino que el solo por

J6 Fray Bernardino de Sahagun, Historia General de Las casas de La NuevaEspaiia, Mexico, Porrua, 1958, t. I, p. 77.

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280 • Georges Baudot > Mexicoy losalboresdel discusso colonial

su autoridad y por su voluntad 10 hace todo aunque se puedccreel' que esta manera de hablar les qued6 de cuando sus 11lUY

antiguos aniepasados debieron de tener natural y particular conoci-miento del verdadero Dios teniendo creencia que habia criado elmundo y era Senor de el y 10 gobernaba ... 17

Pero, para Mendieta, aquella parcela de verdad que lesreconoce a los antiguos rnexicanos s6lo puede desaparecerposteriormente por ser de inspiraci6n humana y no obra degracia divina y esta ausencia de Dios lleva a la idolatrfa y alconsiguiente castigo: " ... pero los tiempos andando y faltandogracia y doctrina y aiiadiendo los hombres pecados a peca-dos, por justa juicio de Dios fueron estas gentes dejadas irpOl' los caminos errados [.. ,] de donde nacio el engaiio deadmitir Ill. multitud de dioses. .. " .11i

En verdad es excepcional en el siglo XVI 0 XVII que lacapacidad de concebir una divinidad suprema aparezca comoun signo de la misericordia divina. Un evangelizador de Mexi-co, el franciscano fray Jacobo de Tastera, en carta dirigida aCarlos V el 6 de mayo de 1533 ha sabido decir, en terrninosemocionantes, que los ritos crueles, los falsos dioses, eran elindice mismo de la busqueda desesperada del verdadero Diosque a tientas y en las tinieblas intentaba alcanzar el amerindioprehispanico. Las frases de Jacobo de Tastera, indudablemen-te , andaban vinculadas con la esperanza escatologica de losevangelizadores seraficos, pero no por eso dejan de ser reve-ladoras de una tentativa por conceptuar claramente a las reli-giones indfgenas dentro de una continuidad en que el cristia-nismo surge como e l feliz ter min o de una progresivaintcligericia del mundo, 10 que a fin de cucntas cs 10 mismoque busca Ixtlilx6chitl: ".. .los ritos de las idolatrias e adora-ciones de sus falsos dioses e c;irimonias [,. ,J aunque esto esmalo, nace de una solicitud natural no dormida, que buscasocorro e no topa con el verdadero remediador.,. ".19 De igual

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17 Fray Gel'onimo de Mendieta, Historia Eclesiastica Indiana, Madrid, Ed.Atlas. 1973, p. 55.

18 Ibidem.19 Cartas de Indias. Madrid, Millisterio de Fomento, 1877, pp, 62-66.

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Tercera parte • Transculturaci6n y discurso colonial • 281

modo casi, un humanista como el jesuita jose de Acosta veraen las instituciones amerindias una prueba de aquella miseri-cordia divina que prepara la irnplantacion [utura del cristia-rusrno:

... Comunrnente sienten y confiesan un supremo senor y hace-dor de todo, al cual los del Peru llamaban Viracocha [... J y 10mismo se hall a a su modo en los de Mexico, y hoy dia en loschinos y en otros infieles [... J Y as! al mismo modo, los que hoydia predican el evangelio a los indios, no hallan mucha dificul-tad en persuadirles que hay un supremo Diosy senor de todo ... 20

Ahora, tarnbien conviene destacar que a principios delsiglo XVII, un fray Juan de Torquemada ve en el mismo con-cepto de Tloque Nahuaque una tramp a sernantica de origendiabolico."

Parece ser asi que Ill. visi6n europea y cristiana deQuetzalcoatl implicaba, quierase 0 no, una condena de todoel conjunto de la historia amerindia, culpable por haber re-chazado en su momento e1 mensaje evangelico dentro de 1ainterpretacion de un Quetzalc6atl ap6stol, 0 apartada por lacaridad divina al no permitirle esta llegar hasta el conocimientodel verdadero Dios.

La versi6n transculturada de Ixtlilxochitl, reinterpretandopor medio de la literatura historica el pasado arnerindio, su-pone Ill. integraci6n de un concepto religioso prehispanicodentro de una perspectiva teologica cristiana y constituye yauna reivindicacion de la historia propiamente amerindia. Su-giere que la misericordia divina no solamente orienta la his-toria aborigen desde sus comienzos, sino que se revela pordos vcces, en las cpocas olrneca ytoltcca, a uno de los mayo-res fil6sofos amerindios, a Quetzalc6atl, y que se encarna enel concepto de Tloque Nahuaque. Pone en tela de juicio a laanterior vision europea de la historia amerindia y permiteque un eventual lector aborigen pueda rcconocer y reivindi-

2tl Jose de Acosta. Dbms. Madrid, Ed. Atlas, 1954. Historia natural y moral delas lndias ...• p. 141.

21 Fray Juan de Torquemada. Monarq1.tiabuiiana, Mexico, UNAM. 1976, voLIII, p. 43,

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car un elemento crucial de su pasado, integrandolo en la cul-tura novohispana. Cierto es que la condena persiste hacia lospueblos olmeca y tolteca que en su tiernpo rechazaron al men-sajero divino, pero el conjunto de la historia amerindia sesalva, tanto mas que esta conserv6 aquella dow-ina en el [a-moso TeoamoxtLi que se ha transrnitido a traves de todas lasgeneraciones y que en cierto modo se integra a los progra-mas de la Providencia divina que anuncian su Redenci6n. EIDios de los cristianos se halla presente en toda la historiaamerindia, aunque cueste reconocerlo, bajo los aspectos deTLoque Nahuaque.

AI dar una garantfa religiosa novohispana al civilizadorQuetzalc6atl, Ixtlilx6chitl justifica dentro del pensamiento cris-tiano de su sociedad y de su epoca gran parte del patrimoniocultural e hist6rico de los amerindios, asf como da la posibili-dad a su lector aborigen 0mestizo de volver a considerar y depoder reivindicar su herencia prehispanica, renovada estaahora por un nuevo sentido cristiano. En el panorama de latransculturaci6n que es la clave del quehacer formative de lacolonial, la literatura hist6rica de los escritores mestizos hadado los pasos mas importantes para permitir a largo plazo elreencontrarse en una herencia bicultural renovada. Esta ten-tativa, con temas especfficos distintos, claro esta, sustentaraen cl fondo toda la problernatica de aquella transculturacionfundadora.

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Cuarta Parte

Malitzin y su discurso