eldiarionortemagacine núm. 34

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pág. 11 pág. 14 contenidos que pueden modificar tu visión de la realidad Aviso importante: revista de información cercana actualidad entrevistas reportajes opinión experiencias cultura cómics 16 de enero de 2014 número 34 El banquillo del PP se queda corto El Cantábrico se queda sin bosques La primera promoción del Basque Culinary Center sale al mercado laboral en unos meses y con buenas perspectivas. pág. 18 El futuro de la cocina sale al mercado laboral El director del Observatorio Vasco de Inmigración, Gorka Moreno, previene contra las declaraciones xenófobas de los políticos. pág. 8 “Los políticos tienen la llave contra el racismo” El Islam ‘vasco’ combate el estigma

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pág. 11 pág. 14

contenidos que pueden modificar

tu visión de larealidad

Aviso importante:

revista de información cercana

actualidad ● entrevistas ● reportajes opinión ● experiencias ● cultura ● cómics 16 de enero de 2014

número 34

El banquillo del PP se queda corto El Cantábrico se queda sin bosques

La primera promoción delBasque Culinary Centersale al mercado laboral enunos meses y con buenasperspectivas. pág. 18

El futuro de la cocina sale almercado laboral

El director del ObservatorioVasco de Inmigración, GorkaMoreno, previene contra lasdeclaraciones xenófobas delos políticos.pág. 8

“Los políticos tienen la llave contra el racismo”

El Islam ‘vasco’combate el estigma

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Sumario

EL ISLAM ´VASCO´ COMBATE EL ESTIGMA

ENTREVISTA: GORKA MORENO.DIRECTOR DEL OBSERVATORIO

VASCO DE INMIGRACIÓN

EL BANQUILLO DEL PP SEQUEDA CORTO

EL CANTÁBRICO SE QUEDE SINBOSQUES MARINOS

EL FUTURO DE LA COCINA SALEAL MUNDO LABORAL

LA OPINIÓN DE PGD

REPLIKOMIK

LA IMAGEN

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EDITA: EL DIARIO NORTE SL

Director: Igor Marín.

Redacción: Aitor Guenaga, Patricia Burgo, Eduardo Azumendi, Natalia González de Uriarte, Txema G.

Crespo, Laura Murillo, Paola Fernández ([email protected]).

Cómics: Revista Replika. Publicidad: [email protected].

Maquetación: Nexus Creativos ([email protected])

Editorial

Los insoportables atentados de la pasada semana en Paríshan levantado una oleada de solidaridad casi olvidada enla vieja Europa. El fanatismo, en este caso islamista, arrancóde nuevo la vida de varias personas por el mero hechode no compartir su forma de pensar. O por el simple ac-cidente de estar en el lugar en el que los asesinos deci-dieron vaciar sus cargadores. Lamentablemente en estatierra sabemos qué es eso.

Esta demostración de odio irracional obtuvo una res-puesta masiva y solidaria en todo el planeta.’JeSuisCharlie’se convirtió de manera casi inmediata en el grito de dolor,de afecto, de respeto y de cariño con el que millones deciudadanos lanzaron su abrazo virtual a la libertad de ex-presión. Pero, casi a renglón seguido, han nacido recelos,críticas, acusaciones y miedos que señalan con el dedo aquien consideran diferente como núcleo de todos losproblemas de nuestro acomodado continente.

En medio de la disputa, una parte importante de la socie-dad –siempre un paso por delante de sus representan-tes- ha recuperado a Voltaire y su ‘Tratado de tolerancia’.Su frase "no estoy de acuerdo con lo que dices, pero de-fenderé con mi vida tu derecho a expresarlo", ha sido labandera bajo la que se han aglutinado quienes piensanque, te guste o no la opinión del vecino, su derecho a ex-presarla es lo que nos hace más libres, más iguales y másciudadanos.

Esa tolerancia es la misma que nos ata a la silla para no re-movernos cuando vemos a quienes jalearon el terrorismono hace mucho defendiendo ahora la libertad de expre-sión; a quienes promulgan leyes mordaza de paseo ahorapor manifestaciones mundiales; a quienes pisotean la liber-tad de pensar diferente en una pose de progresismo falsoy comprensión farisea. La tolerancia que nos distingue delos salvajes hace que defendamos sin pausa el derecho detodos a pensar, decir y dibujar lo que quieran.

#JeSuisVoltaire

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El ataque contra la revista satírica francesa CharlieHebdo pone el foco sobre la comunidad musulmana,un colectivo perseguido por los clichés y con los indi-cadores de integración social más bajos entre los inmi-grantes en Euskadi

El Islam ‘vasco’ combate el estigma

En Euskadi existen más de 50 mezquitas,poco más de la mitad de los centros deculto que mantiene la comunidad evangé-lica, la mayoritaria entre las religiones 'me-nores' en la comunidad autónoma. Sinembargo, desde el 11-M, el 11-S y ahoratras el atentado contra la revista satírica

francesa Charlie Hebdo, el Islam tiene másvisibilidad que nunca y parece que a ojosde los ciudadanos su presencia se multi-plica. Los musulmanes que residen en elPaís Vasco viven con inquietud los aconte-cimientos, confían en que todo pasará y,mientras tanto, se repliegan en su fe.

PorEduardoAzumendi

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“Siempre hemos soportado el estigma,los estereotipos y los clichés. Nadanuevo”, se lamenta A. A. un musulmánmagrebí que prefiere no dar su nom-bre. A. S. espera que abran la mezquitaque hay en el Casco Medieval de Vito-ria para la oración. Un momento deencuentro con los compatriotas, dedesahogo y de tranquilidad. “¿Todos losmusulmanes son terroristas? ¿Todoslos vascos son terroristas porque ETAmatase? El problema siempre es pen-sar que todos somos iguales”.

Los colectivos africanos -magrebí ysubsahariano- son los que muestranunos indicadores de integración yaceptación social más bajos por partede los vascos. Y coincide que estas doscomunidades tienen los índices másaltos de credo musulmán. Pero hastaahora no se han producido problemasreseñables de convivencia, recuerdaGorka Moreno, director del Observa-torio Vasco de Inmigración-Ikuspegi.“En Euskadi tenemos mezquitas en di-ferentes ciudades, pueden llevar ade-lante sus ritos y creencias sin mayoresproblemas y espero que siga siendo asíen los próximos meses y años”.

Los estudios de Ikuspegi y del Go-bierno vasco revelan que más de untercio de la población vasca se muestrareacia a que se abran mezquitas enlonjas y otros locales para que los mu-sulmanes puedan celebrar con norma-lidad sus cultos. Se confirman así lasreticencias con que un sector de la so-ciedad observa a la comunidad islá-

mica. Más allá de la polémica sobre laapertura de mezquitas, lo que estáclaro es que a medida que el futuroeconómico se vuelve más incierto, losinmigrantes son peor vistos por la po-blación autóctona. Una reacción queno es exclusiva, ni mucho menos, de lasociedad vasca.

A. Sabagh lleva 15 años afincado en Vi-toria. Conserva su fe musulmana y noentiende lo que está pasando. “Ennuestro libro sagrado, el Corán, todolo que es maltratar está fuera de lugar,prohibido. Nuestra religión transmitesolidaridad y paz con relación al pró-jimo. Los que matan no conocen elCorán. Es un libro que hay conocer yestudiar muy bien. Siempre incide enel respeto, la paz, el amor y la solidari-dad. El único que puede juzgar es Dios,no el hombre. El profeta siempre hasido un hombre de paz, trabajador yperdona a los que hacen daño”.

La fe como identidadSaioa Bilbao, de la Fundación Social Ig-nacio Ellacuria, ha estudiado la diversi-dad religiosa en el País Vasco y tienemuy claro que el rol que puedan jugarlas comunidades religiosas en los pro-cesos de integración presenta doscaras: una positiva y otra obstaculiza-dora. Las comunidades ortodoxa ymusulmana, en particular, comprendenla religión como parte de su cultura oviceversa, no contemplan una separa-ción entre estos dos elementos iden-titarios. “La comunidad religiosa seconvierte en un espacio necesario parael desarrollo de sus vidas y alejarse deesta supondría una pérdida o disfun-ción de su identidad”.

Bilbao asegura las comunidades religio-sas, especialmente la musulmana, juegaun papel fundamental en el apoyo yayuda a estas personas, “lo que influyesignificativamente en la integración delas mismas”. Las comunidades generanuna solidaridad en el grupo que resulta

“En Euskadi tenemosmezquitas en diferentesciudades, pueden llevaradelante sus ritos sinproblemas”

de gran ayuda para muchas personas que obien pasan a ser nuevos miembros de unasociedad que todavía les resulta hostil o parapersonas que, formando parte de la misma,se encuentran en situaciones en las que re-sulta difícil sobrevivir. “En este sentido, la co-munidad se convierte en proveedora demúltiples recursos: van desde la escuchahasta la búsqueda de trabajo o la resolucióntanto de conflictos como de los problemasque surgen, creando así una red de solidari-dad entre sus miembros. La religión cubreasí un campo de funciones que normalmentecorresponden a las políticas sociales demo-cráticas”.

Es decir, la religión se convierte así en unaespecie de extensión del Estado, cumpliendoen muchas ocasiones las funciones que le co-rresponden a este. Kaddour Sbai, represen-tante de la asociación Vasco-MagrebíAtawasol, lleva ocho años en Vitoria. Vinopara “poder vivir con dignidad” y lo ha con-seguido, aunque “desde 2008 la situación la-boral se ha complicado”. “Nunca me hesentido rechazado por ser magrebí. Me gustavivir en Vitoria porque nunca he tenido unproblema con nadie, ni con la sociedad nicon las instituciones. Respetamos y nos res-petan. No tenemos ninguna dificultad. El

único problema ha surgido con las declara-ciones del alcalde de Vitoria que ofrece unaimagen del colectivo magrebí que no es real.La sociedad en general las ha rechazado y nosofrece su apoyo. Lo importante es poderconvivir juntos, cada uno con sus tradicionesy costumbres”.

Vacío culturalSbai se esfuerza en recalcar que “el terro-rismo no tiene color ni religión, no repre-senta al Islam. El Islam prohíbe matar a lagente, promueve la tolerancia y el diálogoentre las personas. Los principios son la to-lerancia y ayudar a la gente. La gente que ase-sina no es un verdadero musulmán. Tambiénhay personas que viven aquí y tienen unasideas que no son democráticas, pero no porello voy a decir que todos son iguales”.

Ahmed Chaghouaoui , profesor de la UPV-EHU y, experto en la Historia del Islam, in-siste en que “el País Vasco, al igual que elresto de España y de Europa, se encuentrapreso de un miedo, de un desconocimientoque conlleva a la desconfianza. La comunidadmusulmana rechaza el terrorismo, no tienela culpa de nada. Comparte una fe con losterroristas, pero no la violencia o el fana-tismo”.

“La religión cubre uncampo de funciones quenormalmente correspon-den a las políticas socia-les democráticas”

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“Si no fuera por la demagogia del alcaldeJavier Maroto y su discurso sobre las ayu-das sociales”, añade, “la crisis no ha afec-tado a la convivencia. Ha castigado atodos, aunque más al inmigrante. Vienecon un proyecto y se frustra. Y no tiene anadie que le respalde”.

Esa frutración, ¿puede llevar a la radicali-zación? “Cuando menos cultura se tiene,nos ponemos más radicales o fanáticosporque giramos alrededor de unos con-ceptos que desconocemos. Tenemos unvacío cultural y nos quedamos con unosconceptos religiosos de los que descono-

cemos su contexto histórico y es fácil quevenga otro, un radical, y te convenza. Siese vacío cultural coincide con una malarealidad social y económica es más fácilradicalizarse. El colectivo musulmán sufredoble presión. De los suyos y de la socie-dad en la que se quiere integrar. Si bailasentre dos aguas, al fina pasa una ola y tecoge”.

A Chaghouaoui, lo que más miedo le daes la reacción de la segunda y tercera ge-neración de inmigrantes. “La primera viveal margen, siempre tiene su refugio cultu-ral. Pero a la segunda y tercera genera-ción les falta cultura. Por el choque, ni sesiente de aquí ni de allí. Es extranjero enlos dos sitios y termina por cuestionar suforma de ser. Se provoca una rupturaidentitaria. Es preciso una cultura abierta,que te permite jugar. Entiendes al país dedestino y al tuyo propio. No se produceel vacío, se refuerzan los lazos culturalesy se evita caer en las redes del radicalismoy fanatismo”.

“Cuando menos cultura setiene, nos ponemos másradicales o fanáticos anteunos conceptos que des-conocemos”

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La batalla por la integración no es la únicaque habrá de librar a partir de ahora la co-munidad islámica en Europa. Los musulma-nes afrontan la necesidad de demostrarque su religión no es responsable de losataques yihadistas perpetrados en Francia.“Eso no es islam”, recalcaba el director delcentro sociocultural islámico en Euskadi.Sin embargo, tras el atentado al semanariosatírico Charlie Hebdo ya se produjeronlos primeros casos de violencia contramezquitas y locales musulmanes en el paísgalo. Gorka Moreno, director del Obser-vatorio Vasco de Inmigración-Ikuspegi, ase-gura que en Euskadi la comunidadmusulmana ha llevado adelante sus ritos ycreencias “sin mayores problemas” y confía

en que siga siendo así. No obstante, reco-noce que es uno de los colectivos con me-nores índices de integración y señala queactitudes como la del alcalde de Vitoria,quien acusó a los magrebíes de vivir de lasayudas sociales sin aportar datos, suponen“un claro ejemplo de cómo la clase políticapuede servir para reducir los espacios deimpunidad o para ampliarlos y dar, pordecir así, barra libre a prejuicios y actitudesnegativas”. “Tenemos que tener claro quela población inmigrante ha venido y la in-mensa mayoría lo ha hecho para quedarse.Por lo tanto, lo mejor es que establezca-mos políticas, información y medidas quefomenten la convivencia y la integración”,subraya.

gorka moreno · director del observatorio vasco de inmigraciónentrevista

PorLauraMurillo

“Los inmigrantes han venido para quedarse, así quesolo queda convivir de la mejor manera posible”

‘‘Los políticos pueden serpirómanos o el muro quecontenga la xenofobia”

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Tras el ataque a Charlie Hebdo,esa misma noche se produjeroncasos de violencia contra mezqui-tas o locales de restauración hin-dúes. ¿La islamofobia sacarápartido de los atentados terroris-tas perpetrados en Francia la se-mana pasada?

Es muy importante ver cuál es el papelque adoptan los partidos políticos. Adía de hoy es de congratularnos queaquí, a nivel nacional y en el País Vasco,no haya habido ningún partido, qui-tando alguna excepción, que haya que-rido utilizar el discurso islamófobocomo herramienta electoral. A dife-rencia de lo que se está dando en Eu-ropa, donde estamos viendo cómo lospartidos de ultraderecha están consi-guiendo fuerza, incluso en las últimassemanas en Alemania que parecía queestaba vacunada contra este problemapor su trayectoria histórica. Aquí lapotencialidad de que la islamofobiacoja forma en la opinión pública ypueda convertirse en un debate o enun discurso que pueda entrar en laagenda política yo creo que será limi-tado.

La comunidad islámica en Eus-kadi ha condenado tajantementelos ataques yihadistas. Aun así,¿puede verse afectada su situa-ción a partir de ahora?

Una característica muy marcada esque los colectivos africanos -magrebíy subsahariano- son generalmente losque muestran unos indicadores de in-tegración más bajos y a la vez son losque muestra unos indicadores másaltos de credo musulmán. Es una delas características, pero no ha habidograndes problemas. En Euskadi tene-mos mezquitas en diferentes ciudades,pueden llevar adelante sus ritos y cre-encias sin mayores problemas y es-pero que siga siendo así en lospróximos meses y años.

Sabemos que quienes sufren adiario el yihadismo son los pro-pios musulmanes, sin embargoOccidente no ‘reacciona’ hastaque el ataque cruza las fronte-ras…

Ahí entraríamos en un análisis político.Sí que es verdad que más allá de la bar-barie ocurrida, no podemos aislar loque ha pasado de la geopolítica y de loque está ocurriendo en Oriente yotros lugares. No voy a decir que Oc-cidente ni muchos menos sea respon-sable porque no lo es, pero sí que esverdad que habría que replantearsemuchas veces qué apoyos en términosgeopolíticos a nivel internacional seestán dando a ciertos gobiernos paraentender también las frustraciones yodios que se están creando en algunoslugares a día de hoy.

¿Debe corregir Europa su políticaexterior en relación al mundoárabe?

Seguramente tendrá que tomar medi-das porque es obvio que el terrorismoislámico está aquí y no por gente queviene de fuera, que eso también es unelemento muy relevante. Respecto aFrancia lo que estamos viendo es quees gente francesa, en la mayoría de loscasos familias inmigrantes o familiascon credos musulmanes, pero inclusoen algunos casos no. Esto también nostiene que hacer reflexionar en torno aqué políticas de integración con res-pecto a la inmigración se han desarro-llado y qué dificultades y debilidadesestán mostrando.

El año pasado el alcalde de Vito-ria, Javier Maroto, buscó el flancomás débil para aumentar unafalsa creencia. Acusó a los ma-grebíes de vivir de las ayudas pú-blicas sin aportar datos. ¿Quéopina sobre el uso de la políticapara fomentar la xenofobia?

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A mí me parece muy arriesgado. Elcaso de Vitoria está siendo un claroejemplo de manual de cómo la clasepolítica puede servir para reducirlos espacios de impunidad o paraampliarlos y dar, por decir así, barralibre o abrir la espita para que lapoblación se vea legitimada paraque esas actitudes puedan pasar acomportamientos, que es el granriesgo que tenemos. Nosotrossiempre hemos comentado la rele-vancia que tiene la clase políticapara azuzar estos prejuicios y estasactitudes negativas y cómo la clasepolítica se puede convertir en unpirómano o puede ser la que esta-blezca muros de contención haciaciertas actitudes que podemos en-contrar en la opinión pública.

¿Le pasará factura a Marotoelectoralmente?

Es muy difícil suponer si electoral-mente ese discurso le pueda con-llevar réditos o si al final tambiénpuede salirle el tipo por la culata. Loque le puede suponer es la incapa-cidad de poder pactar con ningúnotro partido y, por lo tanto, la inca-pacidad de poder gobernar. Enton-ces esa también va a ser unacuestión interesante de ver tras laselecciones por donde le sale al PPesta senda que ha comenzado,sobre todo el caso de Vitoria y deÁlava.

¿Cree que el tratamiento delos medios de comunicaciónpresenta la inmigración comouna amenaza para el resto dela ciudadanía?

Dependiendo de cuál sea el mediose hace un acercamiento más pro-fundo, más explicativo o más críticoy en otras situaciones muchas vecesse busca el titular fácil, que atiendaa ciertos estereotipos. Lógicamentepreferiríamos que ese primer acer-camiento fuese mayoritario, pero

somos conscientes de que algunosmedios lamentablemente hacen eltratamiento que hacen de la inmi-gración.

¿Comete el mismo error quiencriminaliza que quien englobala inmigración bajo un enfoquemarginal?

Se están asociando cosas que notienen que ver, con lo que se creaun popurrí en el que se fortalece unmensaje para la población que meparece muy peligroso. Lo que tene-mos que tener claro es que la po-blación inmigrante ha venido y lainmensa mayoría lo ha hecho paraquedarse, por lo tanto, no es opciónla de que se vayan a ir y, desde esepunto de vista, lo mejor es que es-tablezcamos políticas, información ymedidas que fomenten la conviven-cia y la integración.

Los ciudadanos tienen la per-cepción de que los inmigrantesllegan a través de patera o me-diante ‘avalanchas’ a la valla deMelilla, cuando en realidadesto no supone ni el 1% de lle-gadas a España…

Eso también lo fomentan los me-dios cuando tenemos día sí y díatambién en el periódico o televisiónesas imágenes que son en muchoscasos muy impactantes y no casua-les. La inmensa mayoría de esas imá-genes están filtradas o estánofrecidas por el Ministerio del Inte-rior porque se quiere ofrecer a laopinión pública esa imagen de ‘ava-lancha’. La imagen es muy ilustrativapero ya sabemos que esto es anec-dótico, que realmente la inmensamayoría de la población inmigranteen España ha venido a Barajas a tra-vés de avión o en autobús entrandopor la Junquera o por otros lugareslimítrofes. De hecho, la poblaciónafricana es minoritaria a nivel esta-tal y también vasco.

“Maroto es unejemplode manualde cómoazuzarprejuicioscontra losinmigran-tes”

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Si Arantza Quiroga hubiera tenido en susmanos la decisión sobre la candidatura deMariano Rajoy a la presidencia del Gobiernolo más probable es que España contase hoycon otro presidente sentado en La Moncloa.Puede parecer una exageración, pero la pre-sidenta del PP vasco ha hecho de la renova-ción de las caras una forma de hacer políticapuertas adentro del partido desde que llegóa la presidencia de los populares vascos.Rajoy solo consiguió asaltar el poder a latercera, con Quiroga tal vez no hubiera sidopresidente.

Ahora parece querer aplicar la misma recetapara la elección de los candidatos en plazasimportantes como los Ayuntamientos deBilbao o Donostia o en la persona que en-cabece la plancha del PP para acceder al

despacho noble de la Diputación de Bizkaia.Cambios que en este último territorio tie-nen el añadido de un conflicto interno quese ha llevado por delante estas navidades ala que ha sido portavoz del PP en las JuntasGenerales y candidata en las anterioreselecciones, Esther Martínez, potenciada enla última etapa de Antonio Basagoiti.

Quiroga ya se la jugó en el congreso ex-traordinario de marzo de 2014 que le llevóa la presidencia del partido en Euskadi. Co-rrió el mismo riesgo cuando puso a pruebalas cuadernas de su formación con la deci-sión de prescindir del que había sido secre-tario general en toda la etapa de AntonioBasagoiti, el alavés y hasta entonces hombrefuerte de los populares vascos, Iñaki Oyar-zabal.

Quiroga quiere apoyar su “nuevo proyecto para Eus-kadi” en caras nuevas que lo defiendan durante cuatroaños en los ayuntamientos y diputaciones

El banquillo del PPse queda corto

Por AitorGuenaga

“El PP está inmerso en construir un nuevoproyecto político para Euskadi. Y eso, nosolo pero también, pasa por nuevas caras delas personas que lo van a desarrollar en lospróximos cuatro años en las principales pla-zas vascas. Nuevos perfiles que respondana las necesidades y prioridades de una so-ciedad que ha pasado la página de ETA hacetiempo, aunque el PP siga en primera líneaen la batalla ética y moral contra el terro-rismo”, explican fuentes cercanas a la líderdel PP vasco.

Quiroga accedió a la presidencia del partidopor aclamación en una Junta Directiva –má-ximo órgano entre congresos- celebrada enBilbao la tarde del 14 de mayo de 2013.Nadie votó en contra. Se cerraron filas antela ‘espantada’ de Basagoiti, que pilotó condestreza su salida abrupta de la direcciónpara iniciar una aventura de banquero enMéxico DF que todavía perdura.

En las últimas elecciones municipales (2011),el PP obtuvo 146.763 votos (13,83%) y untotal de 164 concejales, quedando comocuarta fuerza. En los comicios locales ante-riores (2007) obtuvo 153.296 sufragios

(15,78%) y 184 ediles. El declive electoral enla etapa Quiroga se ha acrecentado: el sueloelectoral de los populares en Euskadi se haresquebrajado hasta bajar, en las pasadaselecciones europeas, a 77.583 papeletas dela gaviota, un 10,83% de los votos.

Camino de la irrelevanciaNo hay un sondeo de todos los publicadosen el último año que no le sitúe al PP vascoavanzando por la senda de la irrelevanciapolítica. El último, en Bizkaia, encargado porla propia Diputación, refleja un desplome delos populares, que pasarían de los ocho jun-teros actuales a 4 ó 5, al bajar del 14,1% delos votos al 9,8%. Y eso es lo que quierecontrarrestar el PP vasco.

En ese contexto, Quiroga ha comenzado elcurso político después del parón navideñocon el mismo guión con el que despidió2014: una fuerte crisis en el partido en Biz-kaia, con el todopoderoso Antón Dambo-renea, presidente en ese territorio,‘limpiando’ la casa junto al secretario gene-ral del PP en Bizkaia, Javier Ruiz. Este último,miembro de la Ejecutiva vizcaína desde2003 como coordinador de política muni-cipal, es un posible valor en alza en el par-tido, del que también es secretario dePolítica Autonómica en la Ejecutiva vasca.Concejal en Getxo, puede ser uno de losque ahora se sientan en ese banquillo al quehace referencia Quiroga sin dar más pistas. Y, además, el complicado guión de la lideresapopular se completa con la asignatura pen-diente de cerrar las candidaturas para loscomicios forales y locales. Pese a las reunio-nes que viene manteniendo con los cuadrosinternos del partido las dudas siguen. Fuen-tes cercanas a la presidenta popular no con-sideran que el PP vasco vaya tarde en la

El último sondeo en Biz-kaia refleja un desplomede los populares, que pa-sarían de los ocho junte-ros actuales a cinco

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Ramón Gómez, portavoz del PP de San Sebastián

elección de sus candidatos. Buena parte delos dirigentes y cargos consultados fijan elhorizonte en la convención municipal quese celebrará entre el 23 y el 25 de enero,pero sin duda las plazas más importantestienen que resolverse antes. Aunque se co-nozcan en febrero, una vez que el partidodesatasque Valencia y otras plazas conflic-tivas a nivel interno.

En San Sebastián, la continuidad de su por-tavoz, Ramón Gómez, que ha tenido que li-diar este mandato con una asonada internaen parte provocada por su idea de prescin-dir de algunos de los independientes queiban en la lista, no está resuelta. La direc-ción provincial y el propio Oyarzabal tuvie-ron que intervenir en marzo de 2013 paraevitar su descabezamiento, aplacando losánimos del resto del grupo.

Borja Sémper, presidente del PP en Gipuz-koa, es de los que cree que Gómez tieneaún recorrido, pero tampoco está claro

que su apoyo inicial no impida a última horaque Gómez sea sacrificado en el altar. Y,desde luego, Gómez no es la carta de Qui-roga.

La plaza de Bilbao ha quedado libre, tras lamarcha al Parlamento vasco de la que hasido la portavoz durante este mandatohasta hace unos meses, Cristina Ruiz. Susustituta, Beatriz Marcos aceptó su nuevocargo con normalidad. “Dije que sí cuandome lo propuso el partido, y estoy a lo quediga la dirección, pero sobre todo estoy de-dicada al trabajo municipal”, reconoce,dando a entender que defendería una plazaen la que el PNV sin Iñaki Azkuna perderála mayoría absoluta.

Los estudios sociológicos que manejan enel PP vasco afianzan esa idea de que la so-ciedad vasca ha cambiado y mucho, sobretodo entre los jóvenes de entre 25 y 35años. La situación alavesa, y en general lasociología de esa provincia, es completa-mente diferente. Quiroga es muy cons-ciente de que debe aprovechar –y así loestá haciendo- el poder institucional que hadado los mejores resultados a los popularesvascos. La marca PP nacional, desgastadatras los casos de corrupción y la crisis eco-nómica, no ayuda. Y aunque no renunciana actos concretos en los que participen Do-lores de Cospedal, secretaria general delPP, o la vicepresidenta, Soraya Sáenz deSantamaría –ambas enfrentadas- comoestos días, “sabemos que tenemos queacertar con discurso propio y caras nue-vas”. Pero el banquillo, como dice otrafuente del PP, da lo que da y “tampoco haytanto dónde elegir”.

“Sabemos que tenemosque acertar con discursopropio y caras nuevas.Pero el banquillo da loque da y tampoco haytanto dónde elegir”

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La paulatina desaparición de los bosques de algas quepueblan los fondos de la costa Cantábrica pone en peli-gro de extinción algunas especies de uso común en laindustria alimenticia, farmacéutica o biotecnológica

El Cantábrico sequeda sin bosquesmarinos

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PorNataliaGlz. deUriarte

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“Deforestado”, como un desierto despro-visto de vegetales. Así puede acabar el Can-tábrico. El gran pelaje que vestía sus fondos,zonas rocosas y pedreros, va desapare-ciendo. Esta tendencia ya se detectó haceunos años pero avanza imparable y segúnlos últimos estudios de un grupo de inves-tigadores de la Universidad del País Vasco,Bentos Marino, se agudiza hasta el punto deponer en riesgo de extinción a ciertas es-pecies. Además de su relevancia ambientaly ecológica, que es mucha, estas algas en pe-ligro constituyen un recurso de interés eco-nómico.

Son varias las destinadas al consumo hu-mano. Son el origen de compuestos que tie-nen abundantes aplicaciones en la industriaalimenticia, farmacéutica o biotecnológica."Los cambios en la vegetación marina co-mienzan a detectarse a finales de los 90 ycon mayor intensidad en la última década,del 2003 al 2014. No solo se deben al in-cremento de la temperatura del agua sinoque también se viene produciendo un incre-mento en la radiación solar en la costavasca. A esto se suma una reducción en laentrada de nutrientes, causado por dos fac-tores. Por una parte, llueve menos en pri-mavera, verano y otoño y por otra, seregistra un debilitamiento de las corrientesoceánicas que aportan también nutrientes -un hecho constatado en Galicia y Asturias"revela José María Gorostiaga, doctor en

Biología de la universidad vasca y uno de losautores del estudio. La confluencia de estascircunstancias tiene devastadores efectospara la flora marina, tales, que pueden cau-sar el exterminio de algunas variedades.

Es el caso por ejemplo de Himanthalia elon-gata, más conocida como espagueti del mar,especie dominante hasta hace unos añospero que en la última década ha desapare-cido de casi toda la costa cantábrica. Es unalga comestible que por su sabor, parecidoal marisco, su versatilidad en la cocina y suspropiedades nutricionales- elevado conte-nido en hierro, fósforo, calcio y potasio- esmuy demandada.

La gelatina marinaTambién el caso del alga roja Gelidium Cor-neum, comúnmente llamada caloca, muypresente en el Golfo de Bizakaia. Desdehace décadas cada vez que el mar las escupea las playas, muchas familias de la costa,sobre todo en Cantabria, se dedican a re-cogerlas para sacar unos ingresos extras.Antiguamente estas y otras eran 'recolec-tadas' por los campesinos para ser utilizadascomo abono.

Esta especie es capaz de formar extensaspraderas submarinas que son explotadaspara extraer agar-agar, una sustancia de granutilidad. Es utilizada como medio de cultivobacteriológico, en diagnósticos clínicos e in-vestigaciones microbiológicas. También seemplea en productos alimenticios por suspropiedades como agente gelificante, esta-bilizante y espesante. La llaman la gelatinamarina, un ingrediente sano y natural alta-mente valorado por los fabricantes de pro-ductos alimentarios.

En la misma situación se encuentran lasalgas pardas del género "fucus" que suelentapizar las rocas expuestas al sol y al aire enlas bajamares y que están desapareciendode forma preocupante.

El incremento de la tempe-ratura del agua y de la ra-diación solar en la costavasca y una reducción enla entrada de nutrienteshan fulminado el frondosoarbolado acuático

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Otro problema que plantea el calenta-miento del Cantábrico es la presencia devariedades invasoras. En algunas zonas laplanta invasora se vuelve dominante y pro-duce un descenso de la abundancia de es-pecies locales incluso llegando a ocasionarel desplazamiento de algas nativas. Otro im-pacto a tener en cuenta es el económico,ya que tales variedades usurpadoras puedenproliferar sobre sustratos artificiales comopantalanes, cascos de barcos y estructurasde acuicultura, ocasionando elevados gastosde limpieza y de reparación.

Solo buzos y pescadores cono-cen lo que pasaPara ciertas especies parece que ya no hayremedio, a no ser que la naturaleza las re-sucite. El declive de los bosques de lamina-rias, por ejemplo, ha sido fulminante. “Losmayores cambios vienen en la disminuciónde las algas formadoras de copa, las espe-cies que estructuran el espacio y el hábitatdel fondo marino. Las laminarias, algas deaguas más frías con importante presenciaen San Juan de Gaztelugatxe y Bakio a co-mienzos de los noventa, han desaparecido

completamente” afirman los autores del es-tudio, que levantan la voz de alarma denuevo debido a las grandes consecuenciasque puede acarrear este fenómeno.

Como nada es tan elocuente como unaimagen, estos científicos han filmado envídeo la evolución sufrida por los cimien-tos marinos. “En verano de 2014, nuestrogrupo de investigación ha elaborado unvídeo de 7 minutos donde con imágenesde los fondos marinos de la costa vasca sevisualiza la problemática planteada. Nues-tro grupo está interesado que el vídeotenga la máxima difusión”, explica JoséMaría Gorostiaga. La UPV ultima los pre-parativos para poder hacer pública la cintaen una par de semanas. El contenido delaudiovisual es conmovedor y no deja im-pasible a quien lo ve. Donde antes habíajardines- imágenes retrospectivas de losaños 80 y 90- ahora lucen terrenos yer-mos, despoblados y pedregosos. Con la fil-mación, aflora a la superficie una realidadque solo buzos, pescadores y demás nave-gantes de bajura conocen de primeramano.

Las laminarias, algas deaguas más frías con impor-tante presencia en SanJuan de Gaztelugatxe yBakio a comienzos de losnoventa, han desapare-cido completamente”

Esta pérdida no solo despoja de verde elpaisaje bajo las aguas, las consecuencias sehacen sentir en la fauna que habitan enesos árboles marinos. Se produce unefecto cascada en el conjunto del ecosis-tema marino. Con cada planta desapare-cen más de 100 especies deinvertebrados. Al igual que sucedería enun bosque tierra adentro, los árboles dancobijo a otras plantas entre las que se re-fugian y alimentan distintas especies dealevines de peces, crustáceos, moluscos oejemplares de aprovechamiento pesquerocomo las nécoras o los erizos de mar.

La aniquilación de estos vegetales amenazatambién a la salud de las costas ya que, almismo tiempo que estos bosques de algasson los primeros productores primarios delsistema costero, contribuyen a disipar lafuerza del oleaje.

Debido al importante valor ecológico de lasalgas, algunas de ellas han sido incorporadasa los catálogos y listado de especies ame-

nazadas. "La legislación vigente insta a lascomunidades autónomas a elaborar y apro-bar planes de recuperación para las espe-cies consideradas en peligro de extinción ymedidas de conservación para las vulnera-bles. Sin embargo esta protección no se haextendido a las especies formadoras del li-toral atlántico peninsular", advierten los in-vestigadores.

La supervivencia de estas poblaciones pasaademás por una regulación de las activida-des de extracción, más habituales en Gali-cia. "La recogida se realiza en función de lasnecesidades de la industria y tienen escasaconsideración los criterios científicos quetratan de garantizar el futuro de estas es-pecies".

Los investigadores aconsejan a las adminis-traciones competentes un riguroso controlde esta explotación comercial, así como unseguimiento del estado y evolución de laspoblaciones e incluir las especies amenaza-das en los correspondientes libros rojos.

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El futuro de la cocinasale al mundo laboral

Al caminar entre los pasillos del BasqueCulinary Center se percibe que no estásen una universidad cualquiera. Cocinas, ta-lleres de panadería o de pastelería y unacafetería que cualquier facultad envidiaría.De hecho, en esta cafetería son los propiosalumnos quienes preparan los menús quetodo el que reserve mesa puede degustar.Es verdad que como en cualquier otra uni-versidad se puede ver a jóvenes alumnoscon libros y carpetas estudiando para supróximo examen, pero lo que no se puedever en otras universidades es que vistandelantal y gorro de cocinero. Este año segradúan 60 alumnos. La primera promo-ción del Grado en Gastronomía y ArtesCulinarias.

Ya han pasado cuatro años desde que se co-menzó con este Grado, el primero de estascaracterísticas en Europa, y el director delcentro, Joxe Mari Aizeaga, hace un balance“muy positivo”. En estos momentos el gradocuenta con 370 estudiantes, de los que el25% son extranjeros, en torno al 22% vascosy el resto proceden del resto de las comu-nidades autónomas de España. Aizeagacuenta que esto fue una apuesta de crearuna formación universitaria interdisciplinarque no solo contenía formación en cocinasino formación en sala, en gestión empresa-rial, en ciencia, en cultura. Por lo tanto, “unaformación muy novedosa en el mundo uni-versitario y que está dirigida a abrir oportu-nidades profesionales”.

Este verano se gradúan 60 alumnos de la primera pro-moción del Basque Culinary Center. El director de la fa-cultad cree que todos los graduados van a conseguirtrabajo, de hecho muchos durante las prácticas ya hantenido ofertas laborales

PorPaolaFernández

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Keril Gómez, de 25 años, vino hace cuatroaños desde Elche hasta Donostia para cur-sar este grado. Contaba un bagaje gastro-nómico, ya que había estudiado un módulosuperior de cocina y había trabajado con supadre durante cinco años en un restau-rante, además de en Londres y Francia. Sinembargo, asegura que muchos, como él, ve-nían “con la idea de ser cocineros y el 80%salimos de aquí con la idea de que menoscocineros vamos a ser de todo”. Kerilapunta que sin duda la universidad le hadado unas expectativas muy amplias de loque es el mundo gastronómico “más allá dela propia cocina pura y dura”.

A partir de ahora, estos nuevos graduadossalen al mercado laboral. Pero al contrarioque otros muchos jóvenes que terminaneste año sus carreras, los graduados delBasque Culinary Center tienen un futuromucho más prometedor. Aizeaga señalaque el sector de la gastronomía, la hostele-ría, la industria y la alimentación incluso,“no es un sector que esté sufriendo tantocomo otros”. A su juicio, cada vez se estánabriendo más restaurantes y más negociosde gastronomía. El director cuenta que losestudiantes que se graduarán en verano“tienen la inquietud lógica de quien terminasus estudios”, pero “tienen muchas opor-tunidades profesionales”. Incluso durantelas prácticas, algunos de ellos han recibidopropuestas de empleo. Por lo que cree que“todos van a conseguir trabajo”. Y sino haycasos, como el del vitoriano Iñaki Telleria,que junto a otros cuatro compañeros de launiversidad, van a montar un restauranteen Ordizia.

Por su parte, Keril va a realizar el proyectode final en la universidad, ya que tiene “uninterés particular en ayudar a la institución".Explica que al haber sido los primeros“quieras o no te vas encontrando con

todos los escalones o baches que hay en elcamino, y hay bastantes aspectos en los quepodemos intervenir y ayudar y esa es mi in-tención”.

Ambos alumnos hacen un balance muy po-sitivo de estos cuatro años. Keril señala quehan sido cuatro años “muy productivos,muy enriquecedores y hemos aprendidomuchísimo”. Además, “lo bueno de la uni-versidad es que nos ha abierto mucho elabanico de posibilidades gastronómicas”.Iñaki también cree que ha aprendido bas-tante, sobre todo porque "en esta facultadte ofrecen mucho y lo bueno y lo malo quetiene es que puedes coger el 100%, el 50%o el 20%. Y ya que estamos aquí hay queaprovechar el 100%”.

Cocineros con estrellaEn estos años han pasado por las cocinasdel Basque Culinary Center lo mejor de lacocina mundial. Aizeaga considera esto“uno de los mayores tesoros”, porque esun “privilegio”, pero también una respon-sabilidad “estar a la altura de los mejoresprofesionales”. El director se muestra or-gulloso del apoyo que han recibido de lacomunidad de los cocineros y cocineras,tanto vascos como a nivel nacional o inter-nacional. Además, cada vez que invitan a uncocinero “viene encantado” y al año pue-den pasar entre 50 y 60 cocineros de pri-mer nivel.

Por otro lado, la facultad de cocina acogediferentes cursos, incluso para lo que lla-man “entusiastas” de la cocina. Además decuatro masters para profesionales, el cen-tro acoge unos 50 cursos de especializaciónal año, seminarios y talleres. En total unas1.000 personas acuden al año a disfrutar dela cocina y a aprender. Así, organizan talle-res y campamentos de verano para los máspequeños, porque quieren ser “un agentepromotor de la cocina en la sociedad”. Fi-nalmente, cuenta con una parte de investi-gación, innovación y emprendimiento.Aizeaga concluye que desde el Basque Cu-linary Center han conseguido demostrarque “entorno a la gastronomía hay poten-cial de hacer muchas actividades que van apromover la innovación y los nuevos nego-cios”.

En estos años han pasadopor las cocinas del BasqueCulinary Center lo mejorde la cocina mundial

“¿Eres cristiano? Sí, soy cristiano por la graciade Dios?”. Recuerdo con cierta nostalgiaaquellos catecismos de la EGB, hace 40 años,en los que había preguntas y respuestas, comola que figura entre comillas, que estábamosobligados a memorizar. Me gustaría recuperaralguno de aquellos libros que nos mostrabanque la fe católica era la verdadera. No soy ex-perto en religiones y menos en la formaciónen las mismas, pero entiendo que los fieles delas tres grandes religiones monoteístas creenfirmemente en que su religión es la verdadera,independientemente de que Jehová, Dios y Alásea el mismo. En el nom-bre de todas ellas se hancometido atrocidades yse han hecho cosas bue-nas, pero la evolución nodiscurre en paralelo.

Los lamentables atenta-dos de París han vuelto acolocar en primera líneael terrorismo justificadoen la religión y en Dios.Estoy convencido de quea muchos creyentes cris-tianos no les agrada veruna caricatura de suDios. Es respetable queno les guste, pero eso noles lleva a matar a nadie.Sencillamente les puedellevar a criticar una publi-cación y a no comprarla,pero no a más. La liber-tad de expresión no am-para la difamación, pero sus límites debenestar en la ley en un Estado de derecho.

Probablemente en pleno Siglo de Oro españollas cosas no hubieran sido así, tampoco en elfranquismo, porque el concepto tolerancia noexistía y no había habido una evolución delcristianismo. Recordemos que España expulsóa judíos y musulmanes. Hay cientos de milesde musulmanes que rechazan los dibujos deAlá o del profeta Mahoma, pero que no mata-rían por ellos, pero hay unos sectores extre-mistas que no piensan así e invocan la Yihad,la guerra santa y la posibilidad de utilizar laviolencia, de matar para defender su posición.Es sinceramente un problema cultural y de

evolución, una cuestión de tolerancia.

Hace unos años, en un viaje a Jerusalén y depaseo con un amigo por los barrios ultraor-todoxos de la ciudad santa, nos insultaron yescupieron porque no éramos bien recibidosen la zona. Mi amigo, corresponsal entoncesde un periódico español, me explicó que eralo normal. Intolerancia, pero claro, un escupi-tajo frente a un asesinato parece la nada. Elproblema es que unos sujetos han asesinadopor una religión y nos han llevado a los mo-mentos más oscuros de todas las religiones.

Soy partidario de los es-tados laicos y de la se-paración absoluta entrelas iglesias, de cualquiertipo, y los estados. Algoque parece evidentepero no lo es. España esaconfesional, pero daprioridad por la historiaa una religión frente aotras. Este es un ajustependiente que debe lle-gar. La religión debequedar en la esfera delo privado. Sin embargo,vuelvo a preguntarmepor la religión verda-dera y recuerdo al pe-riodista Miguel ÁngelBastenier, que siemprepredicaba que la verda-dera era la “nuestra”, elcristianismo. No ha-

blaba de creer o no en Dios. Hablaba del fe-nómeno ideológico, cultural, sociológico ehistórico que son las religiones y cómo la de-mocracia y las revoluciones liberales que lle-varon a los estados democráticos europeos yamericanos desarrollados, los mayores espa-cios de bienestar y libertad del mundo, pese asus deficiencias, se enmarcan en el ámbito deinfluencia de la religión cristiana. Al menos aldía de hoy me quedo con este legado dondeprácticamente nadie mata en nombre de Dios,y menos invoca una guerra santa en su nom-bre.

Que nadie nos prive de la libertad de expre-sión, que nadie nos prive de la libertad.

La opinión de PGD

La única fe verdaderaPor PedroGómezDambo-renea

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Replikomic Mikel Díaz de Corcuera

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