“El último día de su vida Víctor Raúl se despidió de mí | Jorge Idiáquez Ríos

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"Víctor Raúl sobre todo cuando hablaba con los jóvenes sentía un apasionamiento que sólo se produce en los grandes hombres ya que su bondad era inigualable y tú también lo has conocido en la intimidad -le dice a Bendezú- porque contigo ha tenido largas conversaciones, te ha aconsejado bastante, y te ha formado hasta convertirte en un Secretario Nacional. A los jóvenes les tenía en largas y largas conversaciones de estudio y de trabajo, hasta hacer de ellos grandes dirigentes. El partido va ser de ustedes los jóvenes.""Víctor siempre había recordado a los compañeros que yo podía interpretar su pensamiento, y eso es cierto. El día que murió ya estaban las enfermeras cuidándolo, sólo yo me limitaba a ayudarles a ellas y a los médicos. En su último día me llamaron las enfermeras a las 6 de la mañana para que las ayudara a voltearlo y Víctor al sentir que yo estaba ahí abrió los ojos, me agarró el brazo y me ajustó tres veces -era el saludo aprista- Ese final o recordaré toda mi vida y por eso lucharé hasta el fin. Esa fue la última vez que él se comunicó conmigo. Fue nuestro último entendimiento. Con Víctor que pasamos casi cuarenta años juntos, supimos entendernos y respetarnos. Él fue todo un ejemplo de sacrificio y bondad. Nunca le interesó el dinero ni tuvo noción de ello, todos los gastos lo manejé siempre yo."Fuente:IDIÁQUEZ RÍOS, Jorge, “El último día de su vida Víctor Raúl se despidió de mí” en Vigencia Histórica de Haya de la Torre, compilación por Wilbert Bendezú Carpio, Frente Único, Lima, Perú, 1984, pp. 93-101.

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En Diciembre de 1979, 4 meses después de la muerte de Haya de la Torre, Jorge Idiáquez, concedió esta entrevista a la revista Frente Único. Pese al tiempo transcurrido

lo dicho por Jorge Idiáquez, mantiene su vigencia. La entrevista fue realizada por Wilbert Bendezú Carpio.

Por primera vez, desde la muerte de Víctor Raúl Haya de la Torre Jorge Idiáquez rompe su silencio que lo mantuvo por casi cuatro meses. Hoy, desde Frente Único, revela algunos pasajes inéditos de la historia que pasó junto al hombre que conmovió a las multitudes e hizo de su oratoria la mejor atina en defensa del pueblo trabajador. Jorge Idiáquez, es sin lugar a dudas la persona que con más nitidez e intensidad puede interpretar los momentos finales del gran genio indoamericano y es, también, el hombre que guarda de Haya de la Torre los secretos más grandes. Empero, tenemos un compromiso contraído con Jorge: Es precisamente el de revelar sólo en forma somera algunos puntos que él lo hará con mayor profundidad en la obra que está preparando y que muy pronto estará al alcance del pueblo peruano. Es justamente su autobiografía, en el que curiosamente el protagonista principal, por primera vez en esta clase de literatura, no es el autor sino aquel

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hombre que vive en la memoria de todos los peruanos: Víctor Raúl Haya de la Torre. De modo tal, que los lectores encontrarán en este reportaje algunos aspectos inéditos pero también, por otro lado, el complemento a algunas cosas que sólo en forma parcial les llegaron.

Muy temprano concurrimos a la casa de nuestro compañero Jorge y, por dos veces consecutivas, tuvimos que esperar un mejor día; pero nada de eso impidió que nuestro propósito se haga realidad y hoy estamos contentos de haber logrado este empeño. Jorge, como todos saben, no es de las personas que le gusta mucho las entrevistas, de ahí que se hace difícil tratar de lograr una con él.

Pero, él como ninguno sabe el cariño profundo que sintió Víctor Raúl por nuestra joven revista FRENTE ÚNICO que en realidad fue su auténtico forjador. Comenzar una conversación con Jorge es entrar a una etapa que no se sabe cuándo va a terminar. De ahí que como él mismo lo ha manifestado escribir sobre la historia del APRA es hacer un libro con varios tomos. Nacido en la ciudad de Trujillo, sus padres se llamaron don Arístides Idiáquez y doña María Ríos.

ALFREDO TELLO MANDÓ LA CARTA A VÍCTOR RAÚL RECOMENDÁNDOME PARA ESTAR A SU LADO

¿Cómo se puso en contacto con Haya de la Torre luego de su participación en la revolución de Trujillo en 1932?

Víctor Raúl, había salido del panóptico el 11 de agosto de 1933 y tuvo como acompañantes a dos personas que eran de Lima, y a la hora que la situación se puso tensa ellos

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dejaron sin resguardo seguro al Jefe. Él tiene que recurrir a unos familiares. Luego Víctor Raúl envía una carta a Trujillo pidiendo que le envíen a una persona valiente que con la experiencia de la revolución de Trujillo fuera capaz de estar a su lado. Yo en esos instantes me aprestaba a volver a Trujillo, luego que Haya ya había sido liberado del panóptico, e inclusive mis maletas lo tenía listo en casa de un familiar; cuando vuelvo a la casa me informan que me estaban buscando todo el día porque Haya de la Torre quería verme, esa noche no pude concurrir por algunos motivos explicables ya que yo me despedía de muchos familiares que nos atendieron con mucha gentileza. Me bañé y me acosté temprano. Al día siguiente a las 9 de la mañana estuve frente a Víctor Raúl quien me mostró la carta que el comité de Trujillo le remitió sugiriendo que sea yo quien esté a su lado. Firmaba esta carta de recomendación nuestro actual secretario de Disciplina y en ese tiempo jefe de la revolución de Trujillo, Alfredo Tello Salavarría. Así yo me acerqué y me quedé definitivamente con Víctor Raúl hasta sus últimos momentos.

MI NOMBRE VERDADERO ERA CARLOS ELÍSEO ARÍSTIDES. MI SEUDÓNIMO “JORGE” ES EL QUE ME BAUTIZÓ LA CLANDESTINIDAD

Cuando llegué de Trujillo a Lima nadie me conocía, en consecuencia yo hacía labor libre era enlace de Víctor con todos los compañeros y para eso me cambiaron de nombre y me pusieron Jorge, y para ellos Víctor era EDUARDO. Cuando vino en el año 1945 la libertad, después de una feroz persecución todo el mundo me conocía como Jorge, entonces tuve que ir a Trujillo y en el municipio presenté

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un oficio para legalizar el nombre que yo usaba. Mi nombre verdadero era Carlos Elíseo Arístides. Y como no podía estar diciendo a todos los compañeros que mi nombre no es Jorge, y durante los trámites que cumplía me di cuenta, Víctor después, que la persona que había garantizado mi partida de nacimiento era el padre de Haya de la Torre, es decir don Edmundo; entonces Víctor tomó esto como una cosa simbólica y desde ahí nuestra amistad se reafirmó con más entrega por la causa que él enarboló.

Yo estoy con Víctor Raúl prácticamente desde el día que Benavides lo soltó y no le he abandonado hasta su último momento de vida. Fuimos a la casa del coronel Pardo donde un grupo de trujillanos hacíamos guardia hasta que llegó el momento en que cada uno debía de volver a su sitio, pero cuando llega la carta que Tello remite de Trujillo yo me quedo junto al Jefe.

DURANTE LA PERSECUCIÓN SÓLO ME SEPARÉ DE VÍCTOR RAÚL 4 MESES CUANDO ME TOMARON PRESO Y CAÍ HERIDO

Durante la persecución hemos estado unidos todo esos años duros, solamente nos separamos cuatro meses cuando yo caí preso en noviembre de 1939 a raíz de un asalto a la casa de Víctor en Barranco y estuve preso hasta el 2 de febrero de 1940 y me incorporé de nuevo a la lucha.

Las circunstancias del asalto fueron tremendas, porque nosotros habíamos salido un mes antes de esa base creyendo que la zona estaba vigilada y por más seguridad nos fuimos y estuvimos en la otra entre los límites de Barranco y Chorrillos. Ésa era la casa de una compañera

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que es madre de nuestra actual secretaria Nacional de Capacitación Política de la Mujer Ilda Urízar de Arias. Ahí nos escondimos; todavía Ilda no existía por supuesto; pero la mamá se fue presa y gracias a su arrojo escapamos por los techos y volvimos a la otra base de Barranco que para sorpresa nuestra ya había sido detectada por los soplones. En esa feroz lucha es donde caí preso y herido, pero para suerte nuestra Víctor logra escapar encañonando a un taxista que se encontraba cerca. Yo caí recién a las ocho de la mañana, la batalla había comenzado a las seis, me encontraba muy bien armado. Dé ningún modo me iba a entregar a los soplones que tenían la consigna de matarnos y a todos los tuve a raya hasta que llegó la Guardia Civil de Barranco a quienes recién me entregué, y ellos me enviaron a la intendencia. Desde luego que hay detalles que faltan pero es precisamente lo que estoy escribiendo.

Nosotros durante la clandestinidad teníamos que hacer nuestros trabajos domésticos, es decir: cocinar, lavar, preparar la casa de las bases, etc. y nuestro trabajo con Víctor Raúl a la cabeza se realizaba en las noches. Casi siempre desde las siete de la noche hasta las cuatro de la mañana. El martirologio de la clandestinidad es una cosa grandiosa, muchos hemos tenido suerte otros han caído para gloria del aprismo.

DE LA JUVENTUD FAJISTA SALIERON LOS ACTUALES DIRIGENTES DEL APRISMO

El partido siempre ha sido el sitio preferido por la juventud.

Siempre hemos estado acompañados por la juventud y de ahí vienen todos los líderes del partido como Armando

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Villanueva, Nico Mujica, Luis Rodríguez, Andrés Townsend y otros. Casi todos los hijos de los apristas están en nuestras filas, ahí tienes el caso de Alan García, nuestro actual secretario de Organización. Su madre ha sido la mejor oradora femenina que ha tenido el partido, según Haya de la Torre y Antenor Orrego. El hijo, Alan García, ha sido un discípulo de Víctor, quien le dijo que haga lo imposible por viajar a Europa y como tú mismo lo has visto él se fue por casi tres años y volvió nuevamente a ponerse a órdenes del partido. Ahí está también, Luis Alva Castro a quien el jefe lo hizo llamar a Houston y lo nombró Presidente del Congreso del Partido.

RAMIRO PRIALÉ Y ARMANDO VILLANUEVA SON LOS DIRIGENTES QUE SOPORTARON LOS EMBATES DE LA TIRANÍA

Armando es el más entusiasta en que aparezca la obra que yo estoy haciendo, porque él toma parte, mucha parte en éstas cosas. Es el líder actual que más ha tenido que ver con Haya de la Torre en esta larga historia de lucha. Es uno de los dirigentes que junto a Ramiro Prialé, que es el primero, soportaron los embates de la tiranía. Ellos recién cuando han sido vencidos, caído presos y fueron deportados han estado fuera del Perú, pero después nunca. Siempre como, dirigente estuvieron con Víctor Raúl al frente del combate. Pero, no hay que olvidar que Ramiro Prialé y mi hermano Oscar, actual secretario de Organización de Trujillo, son los apristas que mayor cantidad de años han estado presos.

Todos mis hermanos han estado presos, mi familia íntegra

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es aprista y todos tienen en su cuenta prisiones, destierro y hasta muertes.

CUANDO MI PADRE SUPO QUE ESTABA INSCRITO EN EL PARTIDO NOS HIZO JURAR A TODOS PARA LUCHAR HASTA EL FINAL

Todos mis hermanos ya estaban inscritos en el partido y como yo trabajaba viajando a la Sierra, a mi vuelta lo hice, y al enterarse de esto mi padre hizo una reunión de familia donde nos advirtió- Ustedes van a sufrir mucho porque el civilismo es un partido muy fuerte y que tiene mucho dinero. Ellos no van a soltar así nomás el poder. En consecuencia yo les pido a ustedes que si se han metido a esta lucha vayan hasta el final o si no están a tiempo para retirarse y como ustedes ven todos estamos luchando hasta el final, otros han muerto en el camino, pero siempre con nuestras ideas en alto. Hemos perdido a Amador Ríos Idiáquez, que es mi sobrino y han muerto también mi hermano Ismael, mi hermano Gregorio a consecuencia de las torturas que luego se les exteriorizaron en enfermedades graves.

LA BONDAD DE HAYA DE LA TORRE ES INIGUALABLE

Víctor Raúl sobre todo cuando hablaba con los jóvenes sentía un apasionamiento que sólo se produce en los grandes hombres ya que su bondad era inigualable y tú también lo has conocido en la intimidad -le dice a Bendezú- porque contigo ha tenido largas conversaciones, te ha aconsejado bastante, y te ha formado hasta convertirte en

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un Secretario Nacional. A los jóvenes les tenía en largas y largas conversaciones de estudio y de trabajo, hasta hacer de ellos grandes dirigentes. El partido va ser de ustedes los jóvenes.

MI VIDA ES EL PARTIDO. VINE A LOS 22 AÑOS DE TRUJILLO Y ME QUEDÉ JUNTO A VÍCTOR RAÚL

Mi juventud ha sido de entrega a nuestros ideales. Desde los 22 años que vine a Lima me entregué a esta causa de Haya de la Torre y a su lado he luchado y sigo luchando hasta el momento. El sufrimiento en la clandestinidad ha ayudado mucho a la disciplina y a la fraternidad, de ahí que creo firmemente que la clandestinidad ha sido una gran prueba para todos los apristas.

HAYA DE LA TORRE ANTES DE VIAJAR A HOUSTON DEJÓ A ARMANDO A CARGO DE LA CONDUCCIÓN DEL PARTIDO

Antes de viajar a Houston enfermo Haya de la Torre reunió a un grupo de compañeros en Vitarte y les dijo: “Dejo a cargo de la conducción del Partido al compañero Armando Villanueva hasta que regrese a morir o a seguir luchando”.

Estas fueron las palabras y es por eso también, que yo viendo algunas cosas me animé a salir a hacer campaña por Armando. Y tú te acuerdas -dirigiéndose a Bendezú- que cuando Víctor Raúl vuelve les reúne a todos ustedes y les dice lo mismo que a los otros compañeros antes de viajar. Y tal es así que Víctor hace que Armando no

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participe en la Asamblea Constituyente porque tenía va la seguridad que estaba enfermo, y como es lógico, tenía que preparar a una persona que se quedara al frente del partido y ese fue Armando. Y creo que Víctor Raúl tuvo el convencimiento de dejar a Armando al frente del partido porque es el dirigente, junto a Ramiro Prialé, que más ha estado a su lado.

YO ENTRÉ “CLANDESTINAMENTE” AL PERU DESPUÉS QUE ME DEPORTÓ VELASCO

Fui deportado por Velasco en setiembre de 1972 y volví clandestinamente en febrero de 1973, precisamente cuando Víctor Raúl daba su mensaje al país en la avenida Alfonso Ugarte, escuché su magistral discurso desde muy cerca. Luego fui a Vitarte y me escondí hasta julio que salí a raíz de haber ganado el Habeas Corpus. Mi esposa Nury cumplió un gran papel para mi ingreso al Perú. Ella se fue hasta Costa Rica donde junto con Andrés Towsend organizaron mi retorno.

VIVO CON EL RECUERDO DE HAYA DE LA TORRE Y TENGO LA INTENCIÓN DE CUMPLIR CON TODO LO DESEADO POR ÉL

Hago todo lo posible por llevar adelante porque la casa de Vitarte se convierta en una casa museo, ya tengo casi el terreno comprado. Leído el testamento veo que Víctor deja todas sus pertenencias al Partido y como la administración va ser por la fundación y yo pertenezco a ella me han nombrado también encargado de la cosas. Creo que este mes que viene va ser un buen mes para la casa de Víctor porque vamos a finalizar

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el contrato de compra. Los ingenieros van a delinear todo lo concerniente para estructurar del mejor modo la casa. Asimismo se tendrá que contar con técnicos para que se encarguen de los libros y hacer ahí una gran biblioteca. Ahí están las bibliotecas de González Prada, que como sabes Víctor fue su heredero único, y de su hijo Alfredo. Todo eso tendrán que verlo ellos. VÍCTOR tiene dos bibliotecas la que trabajaba siempre y la que le quitaron durante la persecución. Yo la recuperé recién en la época de Belaunde. El señor Villegas a quien le decían “burro grande” se quedó con todas las vajillas de plata de González Prada que le había dejado a Víctor.

LA BRIGADA HA SIDO FORMADA POR HAYA DE LA TORRE Y ES GARANTÍA DEL PARTIDO

Mucha gente siempre ha querido que desaparezca la brigada pero ella ha sido formada por el Jefe del Partido y tiene historia muy larga y muy heroica que ninguno puede desconocer. Han caído tantos en la lucha. Pero nunca la brigada se ha excedido de 100 hombres y fue formada para defender al partido de nuestros enemigos pero nunca para enfrentarla a la Fuerza Armada.

Eso es una tontera, una brigada de 100 hombres no se puede enfrentar a cañones y a hombres preparados para la guerra. Hay que preguntarse cuántos dorados cayeron en la revolución de Trujillo y cuántos cayeron después. De manera que un partido tan fuerte y tan organizado no puede dejar de tener su defensa.

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EL DÍA QUE MURIÓ VÍCTOR RAÚL SE DESPIDIÓ DE MÍ CON LA SEÑAL APRISTA

Víctor siempre había recordado a los compañeros que yo podía interpretar su pensamiento, y eso es cierto. El día que murió ya estaban las enfermeras cuidándolo, sólo yo me limitaba a ayudarles a ellas y a los médicos. En su último día me llamaron las enfermeras a las 6 de la mañana para que las ayudara a voltearlo y Víctor al sentir que yo estaba ahí abrió los ojos, me agarró el brazo y me ajustó tres veces -era el saludo aprista- Ese final o recordaré toda mi vida y por eso lucharé hasta el fin. Esa fue la última vez que él se comunicó conmigo. Fue nuestro último entendimiento.

Con Víctor que pasamos casi cuarenta años juntos, supimos entendernos y respetarnos. Él fue todo un ejemplo de sacrificio y bondad. Nunca le interesó el dinero ni tuvo noción de ello, todos los gastos lo manejé siempre yo.

IDIÁQUEZ RÍOS, Jorge, “El último día de su vida Víctor Raúl se despidió de mí” en Vigencia Histórica de Haya de la Torre, compilación por Wilbert

Bendezú Carpio, Frente Único, Lima, Perú, 1984, pp. 93-101.

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